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• La obesidad es el trastorno más común en la especie humana, y de los más

antiguamente descritos. La prevención de esta enfermedad es más eficaz


que su tratamiento una vez instaurada, y aquí juega un papel fundamental
la labor del farmacéutico como Educador Sanitario. La aparición de los
llamados "Productos Milagro" (aquéllos cuyas propiedades no han sido
demostradas o evaluadas científicamente) en relación con la obesidad debe
alertar al farmacéutico, que es responsable de su detección y, en casos de
ilegalidad, de su erradicación del mercado. En este artículo se revisan las
propiedades de algunos de los principios activos que se suelen encontrar
en los productos "adelgazantes" y se recuerda la obligación moral del
farmacéutico, como profesional sanitario más accesible, de actualizar sus
conocimientos para garantizar la validez de su consejo ante el público.

• Los productos milagro vienen siendo una de las preocupaciones de la


profesión farmacéutica, motivo por el que desde hace años los
farmacéuticos, a través de la Organización Farmacéutica Colegial, denuncian
ante las autoridades sanitarias aquellos productos que ofrecen serias dudas
sobre su legalidad y eficacia.
• Cada vez más, los productos milagro intentan introducirse en el mercado a
través de otros canales fuera de la farmacia comunitaria. Desde
nuestra responsabilidad, como profesionales sanitarios que somos, uno de
nuestros desempeños será la detección de la presencia de este tipo de
preparados, denunciando su presunta ilegalidad, y en su caso,
erradicándolos del mercado.
No hay una definición oficial para estos productos. Generalmente se entiende por
“producto milagro” aquel al que se le atribuyen una serie de propiedades en el
organismo sobre las que no se ha demostrado por medios científicamente válidos
que puedan producirse. Por lo tanto, no se ha sometido a los sistemas legales de
autorización como medicamento, complemento alimenticio o producto sanitario que
les correspondería, intentando evitar el control sanitario que se le debería aplicar
por las propiedades atribuidas.
En consecuencia, un producto milagro será aquel del que se digan cosas o se le
atribuyan propiedades que no se hayan podido demostrar.
Cada año, y de forma estacional, se vienen detectando productos que, bajo
diferentes presentaciones (sobre todo como alimentos o cosméticos), prometen la
curación de enfermedades incurables o la disminución de peso en poco tiempo.
También se presentan bajo la apariencia de dispositivos, métodos, energías o
aparatos que, por influencia sobre diferentes partes del cuerpo humano, alegan
producir efectos que previenen, alivian o curan alguna enfermedad o dolencia, o
calman los dolores.

Tienen un elevado precio y llegan a crear expectativas de éxito con su utilización


que no se corresponden con la realidad.
• Se trata de productos que no cumplen las reglamentaciones técnico-
sanitarias y cuya publicidad promete al consumidor acciones que no se
corresponden con la realidad, ya que si las tuvieran, serían medicamentos.
• No son medicamentos, pero pueden contener en su composición sustancias
activas sin haber pasado los registros correspondientes.
• Es posible encontrar productos correctamente puestos en el mercado, pero
si se ofrecen con una publicidad engañosa, se convierten en “productos
milagro”.
• Tienen un elevado precio y llegan a crear expectativas de éxito con su
utilización que no se corresponden con la realidad.

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