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Núcleo 2: Figuras subjetivas entre la cultura digital y la cultura escolar: el prosumidor

Aparici, Roberto y García Marín, David (2018). Prosumidor vs EMIREC

En los años ‘70 del siglo pasado se dan dos teorías que aparentemente son parecidas, pero son totalmente distintas. Por un lado, la teoría del emirec, que

fue enunciada por el profesor Jean Cloutier y, la otra, la teoría del prosumidor a fines de los años ‘70 por Alvin Toffler.

Jean Clouthier, viendo la desigualdad que existía entre emisores y receptores crea una teoría donde no hay esa división. Él dice: no es un mundo dividido de

emisor y receptor. El emisor es el que siempre tiene el poder. El receptor siempre es el sometido. Una teoría democrática sería una teoría que conjugue

ambos y ambas concepciones. Y crea la palabra emirec. Cada uno de nosotros puede y es al mismo tiempo emisor y receptor. Esta teoría de incluye se

extiende en América Latina en los años ‘80, en los años ‘90 en España y en los primeros años de este siglo comienza a entrar en un estado de debilidad por

la implosión de la palabra prosumidor.

A partir del siglo XVIII, con la revolución industrial se establece el mercado que divide al consumidor y al productor, es decir, hay una serie de focos

productores, una serie de personas, de individuos o de compañías que de alguna otra manera son las encargadas de producir todos los bienes y gran parte

de los servicios que el resto de la ciudadanía, el resto de los individuos, los consumidores, consumen, se crea lo que es el mercado que sustenta la

economía. Según Toffler se vuelve a la era o la época o al funcionamiento de la prosumición. Es el resurgir del prosumidor, pero evidentemente sobre una

base de alta tecnología que nada tenía que ver con la de la primera ola de la prosumición.

Tenemos un individuo, un ciudadano prosumidor que produce gran parte o que tiene por lo menos la capacidad, la potencialidad, de producir gran parte de los

productos y de proveerse a sí mismo gran parte de los servicios que consume, que necesita. a través de una ley llamada ley de ineficacia relativa que el

propio Toffler explica perfectamente en su obra. Determina que, dado el avance tecnológico, a una persona le merece más la pena comprarse o adquirir la

herramienta necesaria para proveerse sus propios productos que no ir al mercado y comprar el producto cada vez que lo necesita a partir de ahí se abre la

puerta a lo que es la prosumición. Como vemos el concepto, la idea de prosumición procede clarísimamente del campo de la economía.

En la nueva era en esta web 2.0 se habla de creadores de blogs como prosumidores de información, es decir, consumidores de la información de los medios

de comunicación de masas y productores de sus propios medios. Don Tapscott ofrece una serie de características esenciales que deben de tener los

productos para que sean atractivos para la prosumición, para enganchar a los prosumidores. Él dice literalmente que, si queremos vender más, lo que

tenemos que hacer es convertir a nuestros usuarios, a nuestros consumidores, en prosumidores, para que formen parte del diseño del propio producto,

involucrar al propio fan como constructor del diseño... no del propio contenido, no de la parte comunicativa, sino del diseño promocional, del diseño publicitario

de los propios contenidos de la marca

“Módulo TIC”, en Diseño Curricular para la Educación Primaria, La Plata.

Las tecnologías de la información, la innovación educativa y el rol docente

El uso de las TIC en entornos educativos implica la renovación del compromiso profesional docente a la luz de los nuevos escenarios de construcción de

saberes. Es necesario incorporar los recursos digitales para formar sujetos protagonistas, tanto en lo educativo como en lo social. La invasión pedagógica

no requiere de un docente tecnólogo, sino de un mediador que abra nuevas dimensiones de aprendizaje que no son posibles sin las TIC. El proceso

de apropiación de la tecnología se construye de manera paulatina y sumatoria, no solo en el plano del consumo de información, sino avanzando en el

posicionamiento de los estudiantes como productores críticos de contenidos que exceden los límites del aula para posicionarlos como ciudadanos digitales

Gestionar la multialfabetización en el aula

Este enfoque implica tanto el uso de textos como de audios, imágenes, videos y otros formatos que sirven para desarrollar la expresión. De esta manera, no

solo se brindan más recursos para la comunicación, sino que también se enriquecen las propuestas de lectura y escritura en el desarrollo de proyectos que

incluyen múltiples soportes

Participación y protagonismo en entornos digitales


El uso de las redes permite diferentes instancias de participación cada vez más extendidas. La primera será la del acceso y consumo de información; en este

momento, es necesario poner en juego la clasificación, cualificación y verificación de fuentes para constatar la pertinencia de los resultados obtenidos en cada

búsqueda de datos. Luego, el papel de consumidor de información transmutará en la figura del prosumidor, que alude al sujeto que consume y

también genera contenidos y utiliza la red para socializarlos. En ambos momentos, además de las habilidades necesarias para su desarrollo, es

indispensable construir en los estudiantes criterios de interacción en la web para resguardar su privacidad y asegurar la eliminación de riesgos potenciales

que afecten su intimidad o permitan el acceso a su información personal.

Posicionar al estudiante como productor de contenidos

Desde el espacio escolar se debe tender a que, paulatinamente, además de tomar información, los estudiantes se conviertan en prosumidores, es decir,

produzcan sus propios contenidos digitales y los pongan en circulación para hacer escuchar su voz en la red, ya que de esto se trata la formación de

protagonistas activos. No solo se hace visible su subjetividad, sino que en el mismo proceso se le da valor social.

Transversalidad y planificación de las TIC

Esto implica articular, de manera efectiva, los contenidos a trabajar con la impronta didáctica y los recursos a utilizar. Y es en el Inter juego logrado entre el

cómo y el con qué enseñar donde se evidencia la perspectiva docente que subyace en el para qué incluir nuevos dispositivos o entornos digitales

de trabajo. Para que esto suceda, es necesario que exista un escenario favorable que se logra al alinear la implementación de las TIC con el

proyecto institucional, sus objetivos y principios, y generar acuerdos de trabajo eficientes entre los diferentes actores de la comunidad educativa.

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