Está en la página 1de 179

ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA HUMANAS.

Enriqueta Álvarez Freire


Diana Estela Pérez Chávez
Maritza Rosales Fajardo

…Se dan clases de Geografía Antigua, de reglas de Retóricas y de antañerías semejantes


en los olegios: pues en su lugar deberían darse cátedras de salud, consejos de Higiene,
consejos prácticos, enseñanza clara y sencilla del cuerpo humano, sus elementos, sus
funciones, los modos de ajustar aquéllos a éstas, y ceñir éstas a aquéllos, y economizar las
fuerzas, y dirigirlas bien, para que no haya después que epararlas….
José Martí.

PRESENTACIÓN

La Anatomía y la Fisiología Humanas tienen como objeto de estudio el desarrollo y


crecimiento del organismo humano, que responde a una codificación genética particular que
transcurre en un intercambio dinámico con el medio ambiente circundante .Esta perspectiva
nos permite concebir al hombre como un todo .

El presente texto está concebido para los maestros de la Educación Infantil, sobre todo para
los que trabajan con niños que presentan necesidades educativas especiales con o sin
discapacidad, teniendo en cuenta que los contenidos sobre la estructura, la función y los
procesos fisiológicos básicos del organismo humano que en el mismo se exponen,
constituyen un complemento imprescindible para su cultura profesional, lo cual se justifica
más en el caso de los maestros de la Educación Especial, que con frecuencia enfrentan la
atención a niños con discapacidades resultantes de trastornos residuales de enfermedades
padecidas o que padecen en la actualidad.

Forma parte de nuestro propósito prepararlos básicamente para que puedan trabajar con
las consecuencias de los defectos primarios, en función del desarrollo de una formación
integral de la personalidad de los educandos, para que dirijan consecuentemente el trabajo
preventivo que evite trastornos y adicciones dañinas. Es importante también que esta
preparación les ayude para interactuar con otros especialistas, entre ellos, los médicos que
atienden a sus estudiantes.

Con este enfoque, se abordan en 10 capítulos los fundamentos anatomofisiológicos de


todos los sistemas de órganos del cuerpo humano, así como las patologías más frecuentes
en los estudiantes de los centros educacionales y las medidas higiénicas, dándole especial
tratamiento a la educación sexual, a la educación alimentaria y a los mecanismos
neurofisiológicos de los procesos psíquicos. Asumiendo la vigencia actual de las adicciones
dañinas, enmarcamos en un capítulo aspectos relacionados con el trabajo para su
prevención. Además, dentro del capítulo “Ayudas de urgencias” se ofrecen consejos
prácticos para dar los primeros auxilios en caso de accidentes y de enfermedades comunes
en las escuelas.
Debido al gran desarrollo alcanzado por la Genética Médica en los últimos tiempos y su
incidencia en la aparición de enfermedades y trastornos, consideramos necesario
contemplar en un capítulo independiente, los fundamentos de esta joven ciencia.
Esperamos que este libro cumpla con las expectativas del personal docente y que
constituya un insoslayable material de consulta en su diario quehacer profesional,
contribuyendo a que cada maestro se convierta en promotor eficiente de estilos de vida
saludables.

Las autoras.
ÍNDICE

CAPITULO 1. GENERALIDADES
Consideraciones acerca de la anatomía, la fisiología y la patología humana.
Organización del cuerpo humano.
Terminología anatómica.
Desarrollo ontogenético.
Tipos de estudio del desarrollo físico.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 2. FUNDAMENTOS DE GENÉTICA.


Bosquejo histórico.
Mutaciones.
Enfermedades.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 3. ESTUDIO DEL SISTEMA NERVIOSO.


Clasificación del sistema nervioso.
Morfogénesis del sistema nervioso.
Histogénesis del sistema nervioso central.
Meninges.
Líquidos cefalorraquídeos.
Estudio del sistema nervioso central.
Importancia del sistema vascular del sistema nervioso central.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 4. SISTEMAS SENSORIALES.


Estudio de la anatomía y fisiología del ojo, oído y vestibulares.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 5. ESTUDIO DEL SISTEMA ENDOCRINO.


Hipófisis.
Glándulas paratiroides.
Algunas alteraciones del sistema endocrino.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 6. ESTUDIO DEL SISTEMA OSTEOMIOARTICULAR.


Parte pasiva del sistema ostiomioarticular.
Articulaciones.
Parte activa del sistema osteomioarticular: músculos.
Algunas alteraciones del sistema osteomioarticular.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 7. ESTUDIO DEL SISTEMA DIGESTIVO.


Características generales del sistema digestivo.
Aspectos de la fisiología del sistema digestivo.
Metabolismo.
Algunos trastornos del sistema digestivo.
Otros trastornos del sistema digestivo.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 8. ESTUDIO DEL SISTEMA RESPIRATORIO.


Características generales del sistema respiratorio.
Ventilación pulmonar.
Intercambio y transporte de gases.
Algunos trastornos del sistema respiratorio.
Otros trastornos del sistema respiratorio.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 9. ESTUDIO DEL SISTEMA CARDIOVASCULAR.


Corazón.
Vasos sanguíneos.
Sangre.
Sistema Linfático.
Inmunidad y alergia.
Algunos trastornos del sistema cardiovascular.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 10. ESTUDIO DEL SISTEMA RENAL.


Características generales del sistema renal.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 11. ESTUDIO DEL SISTEMA REPRODUCTOR.


Sistema reproductor masculino.
Sistema reproductor femenino.
Reproducción.
Fisiología del embarazo.
Nacimiento.
Cambios adaptativos del neonato a la vida extrauterina.
Respuesta sexual humana.
Infecciones de transmisión sexual (ITS).
Medidas profilácticas para evitar las infecciones de transmisión sexual.
Algunas alteraciones del desarrollo fetal y del nacimiento.
Tareas de aprendizaje.

CAPITULO 12. EDUCACION PARA LA SALUD.


Sistema de salud en Cuba.
Nutrición y Alimentación.
Adicciones dañinas.
Medidas higiénicas.
Ayudas de urgencias.
Tareas de aprendizaje.
BIBLIOGRAFIA.
CAPÍTULO 1

GENERALIDADES

Consideraciones acerca de la anatomía, la fisiología y las posibles deficiencias en el


funcionamiento del organismo humano

El análisis de las definiciones de anatomía y fisiología permite comprender el objeto de


estudio de la disciplina Anatomía y Fisiología Humanas.
La anatomía es la ciencia biológica que estudia la forma y la estructura de los organismos
vivos. La palabra anatomía deriva de la voz griega anatemneim, que significa disecar, lo que
tiene relación con el método principal empleado para estudiar la estructura de un
organismo, que es la disección.
La anatomía humana, que estudia particularmente la estructura del cuerpo humano, a lo
largo de su desarrollo ha pasado por dos fases, la descriptiva, que solo estudia cómo está
constituido el organismo y describe en detalle sus distintas partes, y la moderna, que
además investiga por qué tiene esa estructura así como sus relaciones tanto externas como
internas, o sea, que analiza al organismo como un sistema íntegro constituido por partes
interrelacionadas y en continuo intercambio de sustancias energía e información con el
medio en que vive, el cual está en constante cambio y desarrollo.
Si se tiene en cuenta que el ser humano es el resultado de una larga evolución y que está
en constante transformación, al estudiar la anatomía humana hay que tener presente la
filogénesis (proceso evolutivo de los animales), la ontogénesis (proceso de desarrollo
individual en el transcurso de toda la vida) y la antropogénesis (proceso de formación y
desarrollo del ser humano en relación con el desarrollo de la sociedad). De ahí que, de
forma más amplia, la anatomía humana sea definida como la ciencia que estudia la forma y
la estructura, tanto externa como interna, del organismo humano, de sus órganos y
sistemas de órganos, e investiga las leyes que rigen el origen de estos así como su
funcionamiento y desarrollo, teniendo en cuenta las funciones que realizan y el medio que
los rodea el cual les impone las condiciones de existencia.
La fisiología es también una ciencia biológica, que estudia los distintos procesos que
ocurren en los organismos vivos, o sea, las funciones y el funcionamiento de los distintos
elementos que constituyen a los seres vivos y del organismo como un todo. La palabra
fisiología deriva de las voces griegas physis que significa naturaleza y logos estudio.
Al analizar los procesos fisiológicos que tienen lugar en el organismo humano y que
determinan que sea un ser viviente, hay que tener en cuenta sus particularidades
estructurales así como las relaciones entre dichos procesos y con el medio ambiente,
además de los distintos factores físicos y químicos que hacen posible el desarrollo de los
mismos .
Esto demuestra que la anatomía y la fisiología están muy ligadas entre sí, y que la
estructura y la función son inseparables, condicionándose mutuamente.
Muy vinculadas con estas ciencias hay otras que posibilitan su comprensión como son la
histología, la embriología y la genética, entre otras.
La histología ha sido definida de manera general como la ciencia de los tejidos (tanto
animales como vegetales) ya que etimológicamente deriva de las voces griegas hitos y
logos que significan tejidos y estudio respectivamente, pero al describir los tejidos se incluye
el estudio de las características estructurales de las células individuales y de los sistemas
de órganos en relación con las funciones que realizan.
La embriología es otra ciencia biológica que estudia el origen y el desarrollo prenatal de los
organismos y trata de descubrir y comprender las leyes que regulan y rigen estos aspectos
de la vida de los mismos. Su estudio es fundamental para comprender el proceso de
ontogénesis.
La genética es la ciencia que estudia los fenómenos relativos a la herencia y a la variación
de los organismos vivos.
Su finalidad es el descubrimiento de las leyes que rigen la trasmisión de los caracteres que
presentan los individuos a su descendencia, así como la determinación de las causas a que
obedecen las diferencias que se observan entre los seres vivos que pertenecen a esa
descendencia.
La antropología estudia al ser humano según las distinciones de edad, sexo, constitución,
raza, etc.
Las deficiencias que pueden presentarse en el funcionamiento del organismo humano están
asociadas con la carencia o la disminución de las cualidades propias y naturales de un
organismo; en el caso de los seres humanos esas deficiencias, ya sean físicas y/o
intelectuales, pueden estar acompañadas por desajustes en el comportamiento. Entre esas
deficiencias se encuentran: las alteraciones de la conducta, del aprendizaje, el retraso
mental; las deficiencias físicas y las dificultades en la visión y en la audición.
Esas deficiencias pueden tener diferentes causas y con frecuencia se hacen corresponder
con el término enfermedad, que es un término relativo y para comprender su significado hay
que conocer primero que es la salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud es el estado de completo
bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades, o sea, que es
el perfecto equilibrio bio-psico-social del ser humano con respecto a su medio (no puede ser
olvidada esta relación ni la transformación continua de ambos, ser humano y medio) y se
caracteriza subjetivamente por un sentimiento general de bienestar. La ruptura del equilibrio
en cualquiera de estas esferas de la vida, si no es restituido adecuadamente, origina la
enfermedad, que puede definirse como una alteración permanente o transitoria de la
estructura y de las funciones normales de los seres vivos, provocada por diferentes causas,
entre las que pueden citarse la acción de agentes mecánicos, físicos, químicos, biológicos,
factores genéticos, inmunológicos, etc.
El conjunto de fenómenos objetivos y subjetivos que caracterizan a una enfermedad son los
síntomas, que son en definitiva, las manifestaciones reveladoras de la enfermedad. Los
síntomas objetivos son aquellos que pueden encontrarse durante la exploración médica,
mientras que los síntomas subjetivos son los que solo pueden ser percibidos por el enfermo,
por ejemplo, cefalea, vértigo, decaimiento, etc. Los síntomas objetivos son considerados por
algunos autores como signos de la enfermedad, sin embargo, el concepto de signo es más
amplio que el de síntoma, ya que los signos incluyen otros aspectos como la causa, el curso
de la enfermedad, la edad, la raza del enfermo, etc.; por ello se considera al signo como
todo fenómeno que pueda constituir una señal o indicio de enfermedad.
El síndrome es un conjunto de síntomas o signos que frecuentemente se presentan
asociados de igual forma pero que pueden tener diferentes orígenes, por ejemplo, el
síndrome ictérico con todas sus características clínicas, puede ser producido por
alteraciones de los glóbulos rojos (íctero hemolítico), por alteraciones hepáticas (íctero
hepatocelular) y por alteraciones de las vías biliares (íctero obstructivo).

Organización del cuerpo humano

El organismo humano está constituido por células, tejidos, órganos, sistemas de órganos y
aparatos, organización fundamentada por la Teoría Celular.
La Teoría Celular, elaborada por el científico alemán Theodor Schwann en 1939, constituyó
un acontecimiento importante en la Biología y una de las demostraciones definitivas de la
unidad de toda la naturaleza viva, lo cual influyó grandemente en el desarrollo de esta
ciencia y sirvió de fundamento principal para el desarrollo de otras ciencias como la
Embriología, la Histología y la Fisiología, ya que cimentó las bases para la comprensión
materialista de la vida. En términos generales esta teoría postula que:
- La célula es la unidad mínima de lo vivo.
- Las células de los diferentes organismos se parecen por su estructura (al estudiar las
células de animales y de plantas se observa su gran semejanza no solo en la estructura
general, sino en los detalles de la estructura de sus diferentes componentes, lo cual
determina la identificación de las funciones de cada uno y de la célula en general).
- La multiplicación celular tiene lugar mediante la división de la célula inicial, división que
está precedida por la reproducción de su material genético (ácido desoxirribonucleico,
ADN), mediante mitosis o meiosis.
- Los organismos multicelulares son conjuntos complejos de células y sus derivados, unidos
en sistemas íntegros de tejidos y órganos relacionados
entre sí mediante estructuras nerviosas, humorales e intercelulares de la regulación, lo que
implica que el organismo es un todo único.

La célula

La célula es la unidad estructural y funcional de los seres vivos, lo común en la estructura


de las distintas células es que cada una de ellas presenta el núcleo, el citoplasma y la
membrana celular.
(Figura 1.1 La célula)
En el organismo humano, pluricelular, las células tienen diferentes formas (algunas cambian
de forma) y dimensiones, características que están condicionadas en gran medida por la
adaptación a la función específica que desempeñan en los distintos tejidos y órganos.
El núcleo está situado por lo general en el centro de la célula, limitado por la membrana
nuclear (o carioteca), contiene el material genético (ADN) y es el responsable de la división
celular y de toda la actividad de la célula; en su interior presenta uno o varios nucléolos
constituidos fundamentalmente por ácido ribonucleico (ARN).
El citoplasma representa la mayor parte de la célula, está separado del medio circundante
por la membrana citoplasmática y contiene los orgánulos citoplasmáticos: mitocondrias,
retículo endoplasmático, ribosomas, complejo de Golgi, lisosomas y centriolos.
La membrana citoplasmática limita el contenido celular, es una estructura compleja, de
constitución lipoproteica, es semipermeable y a través de ella se establece el intercambio de
sustancias y de gases entre el medio intracelular y el extracelular.
Las mitocondrias son orgánulos complejos donde ocurre la respiración celular (oxidación de
compuestos orgánicos en presencia de dioxígeno, con la consecuente liberación de energía
y la producción de dióxido de carbono y agua).
El retículo endoplasmático (RE) es una formación membranosa que se encuentra en forma
de túbulos y sacos aplanados que llegan hasta la superficie de la célula; puede ser granular
o rugoso (REG) y liso (REL). El granular se caracteriza porque presenta ribosomas
adheridos mientras que el liso no los presenta; ambos se comunican morfológicamente, lo
que posibilita el paso de sustancias sintetizadas del rugoso al liso, además, la actividad de
este último está relacionada con la síntesis de lípidos, con la eliminación de sustancias
tóxicas (detoxificación celular).
Los ribosomas son partículas densas, sintetizadas a nivel del núcleo y desde allí pasan al
citoplasma, donde pueden permanecer libres o estar adheridos al retículo endoplasmático
rugoso; están constituidos fundamentalmente por ácido ribonucleico (ARN) y participa en la
síntesis de proteínas, las cuales atraviesan la membrana del retículo endoplasmático rugoso
y a través de él pueden llegar al exterior de la célula.
El aparato o complejo de Golgi también es una formación membranosa formada por
vesículas aplanadas apiladas o con cierta independencia, situadas cerca del núcleo,
asociadas a este y al retículo endoplasmático; este orgánulo participa en la síntesis,
almacenamiento y condensación de diferentes sustancias.
Los lisosomas son vesículas que contienen en su interior enzimas* y participan en la
digestión celular (degradación enzimática de compuestos proteicos, lipídicos, etc.) así como
en la degradación de componentes celulares productos de la muerte celular.
Los centriolos son estructuras situadas cerca del núcleo y que participan en la división
celular.
En el organismo humano, las células están especializadas en la realización de
determinadas funciones, acorde con esto presentan sus particularidades estructurales, lo
que indica que todas las células no son iguales, ni aun las células especializadas en la
realización de una función específica, ya que pueden no encontrarse en la misma etapa de
madurez. Esto demuestra la diversidad morfofuncional de las células en los seres humanos,
las cuales han pasado por un proceso de diferenciación mediante el cual han desarrollado
ciertas estructuras que les permiten realizar, eficientemente, funciones especiales.
Los tejidos
Las células se organizan y constituyen los tejidos, que son sistemas formados
históricamente, constituidos por células y por sustancia intercelular, que tienen determinada
estructura y que están especializados en la realización de determinadas funciones.
En el cuerpo humano hay cuatro tipos básicos de tejidos que son el epitelial, el conectivo, el
muscular y el nervioso.
El tejido epitelial está constituido por células muy unidas entre sí, con poca sustancia
intercelular. Es un tejido especializado en la protección, en la absorción y en la secreción. El
tejido epitelial de protección recubre superficies externas e internas, por ejemplo, constituye
la piel, las membranas mucosas que recubren a la cavidad bucal, etc.; el de absorción se
encuentra en la mucosa del intestino y de los túbulos renales entre otros órganos y la
secretora forma parte de la mucosa gástrica, de la mucosa intestinal, etc.).
Figura 1.2 de tejido epitelial
El tejido conectivo (o conjuntivo) se caracteriza, de forma general, por presentar gran
cantidad de sustancia intercelular y poca cantidad de células pero de una gran variedad de
tipos, con características morfológicas y funciones diferentes. Hay distintos tipos de tejido
conectivo, por ejemplo: el adiposo, que interviene en el almacenamiento de grasas; el óseo
y el cartilaginoso que proporcionan sostén y firmeza al organismo; el sanguíneo, que
participa en el transporte de sustancias y gases, en la defensa, etc.) Y el hemopoyético, que
interviene en la producción de glóbulos rojos), entre otros.
Figura 1.3 tejido adiposo, cartilaginoso, óseo, sangre
El tejido muscular es un tejido especializado que presenta las propiedades de excitabilidad,
contractilidad, extensibilidad y elasticidad y está constituido por células alargadas
denominadas fibras musculares. Hay tres tipos de tejido muscular, el estriado, el liso y el
cardíaco.
Figura 1.4 tejido muscular liso, estriado y cardiaco
El tejido muscular estriado forma los músculos del sistema osteomuscular y determina el
movimiento de las distintas partes del cuerpo (unas con respecto a las otras) y la
locomoción; el tejido muscular liso forma las paredes musculares de las vísceras y de los
vasos sanguíneos, es el responsable de la movilidad de diferentes órganos como el
estómago, el intestino y la vejiga urinaria, entre otros; el tejido muscular cardíaco forma el
corazón y hace posible el funcionamiento de este órgano.
El tejido nervioso, especializado en la generación, conducción y trasmisión de los impulsos
nerviosos, es el responsable de toda la actividad nerviosa mediante la cual el ser humano
puede responder a todos los cambios del medio ambiente y adaptarse a este.
Está constituido por dos tipos de células, las neuronas o células nerviosas y las neuroglias.
El biólogo y médico español Santiago Ramón y Cajal fue el que demostró objetivamente,
primero en células del cerebelo y luego en muchas otras neuronas, que este elemento
nervioso con todas sus expansiones forma una unidad, a la cual el anatomista alemán
Enrique G. G. de Waldeyer, en 1891, dio el nombre de neurona, considerada como la
unidad anatómica, genética, trófica y funcional del sistema nervioso.
Las neuronas tienen dimensiones variables, la dimensión promedio oscila entre 35 y 40
micras, aunque se han descrito células nerviosas de mayor y de menor tamaño.
Cada neurona presenta tres partes fundamentales, el cuerpo o soma y las prolongaciones
que son de dos tipos, las dendritas y el axón.
(Figura 1.5 de neurona)
El cuerpo o soma puede tener diferentes formas: estrellada, redondeada, ovoide, piramidal,
etc. (Su aspecto queda desfigurado por las prolongaciones que salen de él); presenta un
núcleo grande, de forma esférica y situado por lo general en posición central y en el que se
distinguen uno o dos nucléolos bien definidos (generalmente uno).
En el citoplasma hay gran cantidad de neurofibrillas, que al microscopio óptico y teñidas con
sales de plata se observan en forma de red; también presenta la sustancia cromófila,
cromidial o grumos de Nissl, en forma de gránulos, al microscopio electrónico se observa
que estos gránulos están constituidos por un sistema de membranas semejantes a las del
retículo endoplasmático rugoso, que tiene adheridos gran cantidad de ribosomas y
polisomas, por lo que se plantea que estos gránulos tienen una función importante en la
síntesis de proteínas.
De los orgánulos citoplasmáticos los más desarrollados son las mitocondrias y el aparato de
Golgi, este último se encuentra cerca del núcleo y su gran desarrollo se relaciona de alguna
forma con la síntesis de los neurotrasmisores (o mediadores químicos)*. Las mitocondrias
están presentes en gran cantidad, en correspondencia con la gran actividad que tiene la
neurona.
Las dendritas son prolongaciones citoplasmáticas que aumentan la superficie receptora de
la neurona. Se caracterizan porque su grosor no es uniforme, sino que son más anchas en
su base y luego se adelgazan; se encuentran en número variable y son muy ramificadas,
por lo que tienen un contorno irregular; presentan casi todos los elementos del citoplasma:
haces de neurofibrillas, grumos de Nissl y mitocondrias. Por lo general las dendritas no
presentan mielina y conducen los impulsos nerviosos hacia el cuerpo o soma y hacia el
axón, por lo que se dice que son celulípetas en cuanto a la conducción del impulso
nervioso.
A diferencia de las dendritas, el axón se encuentra en número de uno por cada neurona,
carece de grumos de Nissl, su contorno es regular y su grosor es uniforme (para cada
neurona) y menor; los axones de diferentes neuronas tienen diámetros diferentes pero cada
uno es constante en toda su longitud; esta puede variar en diferentes neuronas.
En el axón se inicia en una parte del cuerpo celular o de una de las dendritas llamada cono
axónico o cono de implantación (llamado también segmento integrador desde el punto de
vista fisiológico porque tiene función integradora); de los axones pueden originarse ramas
que forman ángulos rectos y reciben el nombre de colaterales.
Los axones pueden estar cubiertos o no por una vaina de mielina (axones mielínicos y
amielínicos respectivamente), la cual no es continua, sino que es interrumpida a intervalos
regulares, estas interrupciones se denominan nodos de Ranvier.
En el sistema nervioso periférico, tanto las fibras mielínicas como las amielínicas están
rodeadas además, por una delicada membrana nucleada superficial llamada vaina de
Schwann o neurilema; los axones que forman parte del sistema nervioso central no
presentan vaina de Schwann.
Los axones conducen los impulsos nerviosos celulífugamente (hacia fuera de la neurona).
Las neuronas son células excitables en las cuales la membrana del axón (sarcolema) es
electroexcitable y el cuerpo y las dendritas tienen zonas electroexcitables y
quimioexcitables.

Clasificación de las neuronas

Las neuronas han sido clasificadas atendiendo a diversos criterios: el número de


prolongaciones, la función, la longitud y disposición de los axones, etc.
Atendiendo al número de prolongaciones, las neuronas se clasifican en monopolares,
bipolares y multipolares.
Figura 1.6 de los 3 tipos de neuronas
Las neuronas monopolares se caracterizan porque presentan una sola prolongación que no
lejos del cuerpo celular se bifurca dando dos ramas, una que se relaciona con alguna
estructura periférica receptora (dendrita) y otra que penetra en el sistema nervioso central
(axón) por lo que se plantea que tienen forma de “T”; en este tipo de neurona, que se
encuentra en los ganglios cerebroespinales, las dendritas y el axón presentan vaina de
mielina. Las neuronas bipolares tienen dos prolongaciones contrapuestas, dendrita y axón;
se encuentran en la retina, en el ganglio coclear, en el ganglio vestibular o de Scarpa, etc.
Las neuronas multipolares tienen más de dos prolongaciones, un axón y varias dendritas;
están en el cerebro, en el cerebelo, en la médula espinal y en otras partes del sistema
nervioso central.
Según la función, las neuronas se clasifican en sensoriales o sensitivas (conducen
información procedente de los receptores hasta diferentes estructuras del sistema nervioso
central), motoras (conducen respuestas desde diferentes partes del sistema nervioso central
hasta los efectores) e intercaladas o intercalares (establecen la relación entre las neuronas
sensoriales y motoras).
Figura 1.7 de neurona sensitiva, motora e intercalar
En 1853, Rudolf Virchow señaló por primera vez la existencia de elementos celulares que
sirven de soporte a las neuronas del sistema nervioso y las denominó neuroglias.
Las neuroglias son células que tienen diferentes formas y numerosas prolongaciones;
presentan un núcleo bien definido en el cual no se ha observado nucléolo y numerosas
mitocondrias; presentan en los cultivos una notable movilidad y tienen la capacidad de
reproducirse.
Se han identificado varios tipos de neuroglias: las células del epéndimo, las macroglias o
astrocitos, las microglias, las oligodendroglias, las células satélites de los ganglios
raquídeos y las células de Schwann de los nervios periféricos.
Figura 1.8 de células glías
Las neuroglias son importantes porque sirven de sostén y soporte a las neuronas, lo cual se
debe al gran número de prolongaciones que presentan, las cuales rodean a las células
nerviosas sosteniéndolas y debido a que algunas de ellas presentan un pie fijo que
contribuye a sostener a las neuronas; desempeñan un papel importante en el intercambio
nutritivo con las vías sanguíneas y con el propio sistema nervioso debido a la presencia de
los pies chupadores en algunas de ellas, a través de los cuales se supone que absorben las
sustancias nutritivas de la sangre y las transportan a las neuronas; tienen función protectora
y aislante, ya que, debido a su capacidad de reproducirse y a su movilidad, cuando un
proceso degenerativo conduce a la destrucción del tejido nervioso, estas células proliferan y
forman una barrera que aísla al foco infeccioso y fagocitan los productos resultantes de la
destrucción celular; además, participan en la formación de mielina (oligodendroglias y
células de Schwann).

Sobre el arco y el acto reflejo

La actividad del sistema nervioso se basa en los reflejos, que son las reacciones de los
animales y de los seres humanos como respuesta a los estímulos.
En el desarrollo de estas respuestas reflejas intervienen diversas estructuras del sistema
nervioso que forman parte del mecanismo de regulación nerviosa.
(Figura 1.9 de mecanismo de regulación nerviosa: R-VA-CN-VE-E y retroalimentación).

Durante la actividad refleja, la secuencia de fenómenos fisiológicos que se suceden desde


que se recibe el estímulo hasta que se realiza la respuesta, constituyen el acto reflejo.
La base anatómica del acto reflejo es el arco reflejo, constituido por varias células
excitables* que se disponen en una secuencia fija y presentan conexiones funcionales entre
sí. Estas células excitables son: las células receptoras sensoriales, las neuronas y las fibras
musculares
(Figura 1.10 de arco reflejo rotuliano)

Los eventos fisiológicos que ocurren durante el acto reflejo son eléctricos y químicos. Los
fenómenos eléctricos son respuestas eléctricas locales y propagadas que constituyen
variaciones del PMR* (potencial de membrana en reposo) de las células excitables* que
conforman el arco reflejo, y tienen determinadas propiedades y bases iónicas. Los
fenómenos químicos son las sinapsis químicas que se efectúan en el arco reflejo.
Los receptores biológicos son células especializadas en la detección de estímulos. Pueden
existir aisladas, pero generalmente se agrupan y junto con otros tejidos constituyen los
órganos sensoriales. Están diseminados por todos los tejidos y órganos del cuerpo y varían
notablemente en su forma y en sus características, pueden ser muy simples como las
terminaciones nerviosas libres o muy complejos como por ejemplo el órgano de la visión y el
del oído.
Figura 1.11de distintos tipos de receptores.

Los receptores actúan como transductores de energía ya que su función es transformar o


convertir la energía del estímulo en señal eléctrica, es decir, en otro tipo de energía que
constituya información para las neuronas del sistema nervioso central.
No todos los receptores presentan igual sensibilidad para cualquier tipo de energía del
estímulo, sino que ellos presentan sensibilidad máxima para un tipo de energía del estímulo
y esa forma de energía se denomina estímulo adecuado. Esto significa que cada receptor
detecta un tipo de energía que constituye su estímulo adecuado, por ejemplo: receptor
auditivo, sonido; receptor visual, luz; receptores gustativos, presencia de diferentes
sustancias químicas.
Clasificación de los receptores

Existen diferentes criterios para clasificar a los receptores.

Según el lugar de donde provienen los estímulos se clasifican en:

Exteroceptores: detectan estímulos del medio externo. Ej: los fotoceptores de la retina, los
receptores táctiles, el órgano de Corti, etc.
Propioceptores: detectan variaciones mecánicas que se producen por el movimiento de
músculos y articulaciones. Ej: husos musculares, y órgano tendinoso de Golgi.
Interoceptores: detectan estímulos procedentes del medio interno del organismo. Ej:
receptores de presión sanguínea, presoceptores de la vejiga, de presión parcial de CO2 en
la sangre, etc.
Según el tipo de energía que constituye el estímulo adecuado se clasifican en:
Mecanoceptores: detectan variaciones de energía mecánica, son los más abundantes en
la naturaleza. Ej: células sensoriales táctiles, de presión, auditivas, de dolor, etc.
Quimioceptores: detectan variaciones de la energía química de los compuestos del aire y
de los líquidos. Ej: receptores del gusto, del olfato, interoceptores que detectan la presión
parcial de CO2 y de O2.
Fotoceptores: detectan variaciones de la energía electromagnética en un rango desde el
ultravioleta hasta el rojo. Ej: conos y bastones de la retina.
Termoceptores: detectan variaciones de energía térmica. Ej: receptores de calor y de frío
en la piel.
Electroceptores: detectan variaciones del campo eléctrico emitido de forma especial por
algunos peces.
Según el tipo de conexión que establecen con el SNC:
Primarios: son las células receptoras menos evolucionadas; constituidos por una sola
célula que detecta las variaciones energéticas mediante sus terminaciones dendríticas
especializadas y envía la información contenida en los impulsos nerviosos a lo largo de su
axón. Ej: receptores táctiles, de presión, térmicos, propioceptores y olfatorios.
Secundarios: constituyen una etapa superior en la evolución de los receptores, ya que toda
una célula se especializa en la detección del estímulo y hace contacto funcional con otra
que se especializa en la conducción de los impulsos nerviosos hacia el sistema nervioso
central (SNC). Ej: receptores del oído interno, fotoceptores de la retina, botones gustativos.
Figura 1.12 de receptores primarios y secundarios
Estos criterios de clasificación no son excluyentes y cada receptor puede ser clasificado
atendiendo a todos esos criterios.
Un estímulo adecuado sobre un receptor, causa variaciones en su PMR; este es el primer
paso en la cadena de eventos que constituye el acto reflejo.
La variación del PMR que se produce en las células receptoras se denomina potencial
receptor, el cual puede ser:
- Una despolarización*, en este caso se denomina potencial generador (PG).
- Una hiperpolarización* y se denomina potencial receptor propiamente dicho.
El potencial generador (PG) es característico de los receptores primarios y el potencial
receptor es característico, por ejemplo, del receptor auditivo. El potencial generador PG) es
una respuesta eléctrica local, no se propaga.
Cuando la membrana electroexcitable de la fibra nerviosa (dendrita de la neurona sensorial)
recibe un estímulo eléctrico natural (PG) o artificial (por electrodos de estimulación) se
produce una respuesta eléctrica denominada potencial de acción (PA) que es la
manifestación eléctrica del impulso nervioso.
El impulso nervioso es la forma en que se conduce la información relacionada con los
estímulos hacia el centro nervioso (modulador) y las respuestas desde éste hacia los
efectores.
El PG (señal eléctrica) es el estímulo adecuado para la membrana electroexcitable de la
fibra nerviosa.
El PA se propaga unidireccionalmente a lo largo de las fibras nerviosas (dendritas y axones)
mielínicas y amielínicas de forma diferente.
En los axones mielínicos, como la vaina de mielina constituye un buen aislante eléctrico, el
PMR y el PA se generan en los nodos de Ranvier, por lo que, cuando se aplica un estímulo
umbral* a un axón mielinizado, solo los nodos de Ranvier se convierten en zonas activas.
Así, cuando un nodo está activo (polaridad invertida) y el nodo siguiente presenta PMR, se
establece un flujo de corriente local que va del nodo activo al inactivo (dirigido del interior al
exterior) y así sucesivamente.
En los axones amielínicos, al no existir la vaina de mielina, la propagación del impulso
nervioso ocurre punto a punto. Así, la excitación de un punto causa la excitación del punto
adyacente (debido también el establecimiento de flujos de corrientes locales).
Los axones mielínicos conducen el impulso nervioso más rápidamente que los amielínicos
ya que la propagación se efectúa a saltos (de nodo a nodo de Ranvier) y se denomina
conducción saltatoria.
Figura 1.13, de conducción en cada caso
Sinapsis
Los impulsos nerviosos son trasmitidos de una neurona a otra mediante la sinapsis que es
el contacto funcional que se establece entre el axón de una neurona y la membrana de otra
neurona, de una célula receptora o de una célula efectora.
Si se tiene en cuenta este concepto, que tiene que ver con los elementos que se relacionan,
hay varios tipos de sinapsis: la sinapsis neural, la sinapsis neurorreceptora y la sinapsis
neuroefectora (también llamada sinapsis neuromuscular o mioneural).
También las sinapsis se clasifican, según su naturaleza, en químicas, eléctricas y mixtas, de
estas, la más estudiada es la primera.
En este epígrafe se hará referencia a la sinapsis neural química, que se establece entre dos
neuronas.

Sinapsis neural química

Estructuralmente este tipo de sinapsis presenta tres partes que son la zona presináptica, la
zona postsináptica y la hendidura sináptica.
Figura 1-14 de sinapsis neural química.
En la zona presináptica se distinguen la membrana presináptica (que es la membrana de la
terminación axónica y en esta zona pierde la vaina de mielina); un gran número de
mitocondrias y las vesículas sinápticas que contienen a los neurotransmisores o mediadores
químicos*.
La zona postsináptica se caracteriza porque presenta la membrana postsináptica (que es
parte de la membrana de la neurona siguiente) y gran cantidad de mitocondrias.
La hendidura sináptica es el espacio que separa a las membranas presináptica y
postsináptica, tiene un espesor de 20 nm y está ocupado por líquido extracelular.
La trasmisión de los impulsos nerviosos de una neurona a otra es un proceso muy complejo
que comprende eventos presinápticos y eventos postsinápticos.

Eventos presinápticos
Se inician cuando el Potencial de acción llega a la membrana presináptica donde causa una
serie de reacciones químicas complejas cuyo resultado final es la liberación de un
neurotrasmisor o mediador químico.
Una vez liberado, el neurotrasmisor pasa a la hendidura sináptica y de ahí llega a la
membrana postsináptica.

Eventos postsinápticos
Se inician cuando el neurotrasmisor llega a la membrana postsináptica, donde se une con
una proteína receptora* y se forma el complejo neurotrasmisor-proteína receptora (NT-PR)
el cual estimula químicamente a la membrana de las dendritas o del soma de la neurona
postsináptica causando una serie de reacciones químicas cuyo resultado es la apertura de
canales para los iones monovalentes, se produce un movimiento iónico que causa una
variación del PMR denominada potencial postsináptico (PPS).
En dependencia del tipo de neurotrasmisor liberado (excitatorio o inhibitorio) así será el tipo
de canal que se abra y el tipo de ión que se mueva a través de él y por tanto, el tipo de
potencial postsináptiso (PPS) que se origine en la membrana posrsináptica. Así, el PPS
puede ser de dos tipos: Potencial postsináptico excitatorio (PPSE) y Potencial postsináptico
inhibitorio (PPSI)
Una vez que el neurotrasmisor ha realizado su función, no permanece actuando mucho
tiempo en la membrana postsináptica, porque si no ésta no podría responder a una nueva
estimulación y se bloquearía la trasmisión sináptica, por lo que el NT es transformado
enzimáticamente o bombeado activamente hacia la zona presináptica.
El PPSE, si tiene suficiente magnitud, puede causar la despolarización de la membrana
electroexcitable (axón) hasta el valor umbral y provocar la aparición de impulsos nerviosos
(PA) en la misma.
El PPSI tiene como efecto disminuir la excitabilidad* de la membrana electroexcitable,
alejando su potencial de membrana del valor umbral, por lo que no genera PA.
Si se tiene en cuenta que con una neurona del sistema nervioso central (SNC) se
establecen muchas sinapsis, es evidente que se generan muchos PPSE y muchos PPSI,
sin embargo, en esa neurona se produce una sola respuesta a las múltiples informaciones
que recibe en un momento determinado, lo que nos indica que en esa neurona se integran
las informaciones que llegan.
El fenómeno de integración consiste en un proceso o conjunto de procesos que dan como
resultado una respuesta diferente a las señales de entrada pero que guarda relación con
ellas. Este fenómeno es muy complejo y se lleva a cabo mediante los procesos de
sumación espacial y sumación temporal que ocurren simultáneamente en el cono axónico,
razón por la cual a esta parte de la neurona se le llama segmento inicial o integrador.
La integración de los efectos de las sinapsis excitatorias e inhibitorias determina el origen o
no de un PA.
Una vez generado el PA en el cono axónico o segmento inicial, se propaga por el axón
mielínico o amielínico y al llegar al final de la neurona motora espinal (MNE) se efectúa la
sinapsis neuromuscular (unión neuromuscular o mioneural).

Unión neuromuscular
Al igual que la sinapsis neural química, la sinapsis neuromuscular presenta tres partes: zona
presináptica (semejante a la anterior) pero que se corresponde con la terminación axónica
de la neurona motora), la hendidura sináptica y la zona postsináptica.
En la zona postsináptica de la unión neuromuscular, la membrana postsináptica es la
membrana de la fibra muscular estriada (sarcolema o membrana sarcoplasmática); en la
zona de la sinapsis, esta membrana es plegada, se denomina pliegue de unión y es
quimioexcitable, mientras que el resto de la membrana sarcoplasmática es electroexcitable.
El hecho de que la membrana sarcoplasmática sea plegada en la unión neuromucular es
importante porque aumenta el área de interacción con el neurotrasmisor
En general, los eventos presinápticos son semejantes a los de la sinapsis neural, pero el
neurotrasmisor liberado es la acetilcolina, que es excitatorio.
Los eventos postsinápticos ocurren en la membrana postsináptica plegada y
quimioexcitable y su resultado es la apertura de canales para determinados iones, el
consecuente movimiento iónico y una variación del PMR (específicamente una
despolarización) que es una respuesta eléctrica denominada potencial de placa motora
(PPM), el cual, si tiene suficiente magnitud puede provocar la aparición de un potencial de
acción muscular (PAM) en la membrana electroexcitable adyacente de la fibra muscular
estriada.
El potencial de acción muscular (PAM) es la causa inicial de la contracción de las fibras
musculares estriadas que forman al efector que ejecuta la respuesta en el arco reflejo.

Órganos y sistemas de órganos

Los órganos son estructuras constituidas por diferentes tejidos, de los cuales uno es el
predominante y el que determina la estructura específica y la función de cada órgano.
El órgano es una formación de relativa integridad, que posee forma, estructura, función,
desarrollo y posición en el organismo que le son propias, pero es una parte del todo
representado por el organismo, del cual no puede existir aislado. Ejemplos de órganos son
los huesos, el estómago, la vejiga, el pulmón, etc.
El conjunto de órganos homogéneos, semejantes por su estructura, función y desarrollo
común, constituye un sistema de órganos, o sea, que una agrupación morfológica y
funcional de órganos que tienen un plan común de estructura, un origen común y guardan
una relación mutua tanto anatómica como topográfica es un sistema de órganos, por
ejemplo, el sistema digestivo está constituido por órganos que tienen un origen
endodérmico, sus paredes tienen tres capas, llevan a cabo la función digestiva, están
relacionados anatómicamente y próximos desde el punto de vista topográfico.
Figura 1.15 del sistema digestivo
El conjunto de órganos con estructura y desarrollo desigual que están agrupados y realizan
una función común, constituyen un aparato, por ejemplo, el aparato locomotor, constituido
por huesos, músculos, articulaciones y tendones.
Figura 1-16 de aparato locomotor
Los sistemas de órganos funcionan interrelacionadamente y constituyen un organismo, que
se define como un sistema autorregulado de materia viva, que funciona como un todo
independiente, en constante intercambio de sustancias, energía e información con el medio
ambiente, lo que permite su desarrollo individual y la reproducción.
La integridad del organismo humano está determinada por la asociación estructural de
todas sus partes (células, tejidos, órganos y sistemas de órganos) y por la relación de estas
a través de los líquidos circulantes y del sistema nervioso (cuyas prolongaciones llegan a
todos los órganos y tejidos del cuerpo); también la integridad del cuerpo consiste en la
unidad entre lo psíquico y lo somático.
Figura 1.17 que represente la integridad
El organismo humano y el medio en el cual se desarrolla forman una unidad, la relación
entre ambos es sumamente importante ya que el medio le proporciona al individuo lo
necesario para vivir, los diferentes factores ambientales (temperatura, humedad, etc.)
ejercen su influencia sobre el ser humano, el cual se adapta constantemente a las
variaciones del medio y hace variar activamente las condiciones externas en su beneficio.
Para los seres humanos, además del medio biológico, es importante el medio social,
representado por las condiciones de trabajo y de vida, el cual influye en gran medida y en
forma variada en su vida y en su comportamiento.

Terminología anatómica
El estudio de la terminología anatómica es importante porque ayuda a situar la estructura
corporal en el espacio y a determinar la posición de las distintas partes del cuerpo, unas con
respecto a las otras.
Si se considera al cuerpo humano en posición vertical, con los brazos caídos a lo largo del
cuerpo y con las palmas de las manos dirigidas hacia delante, es posible trazar,
convencionalmente, tres planos perpendiculares entre sí:
- Plano sagital o longitudinal.
- Plano frontal o coronal.
- Plano transversal u horizontal
Figura 1.18 tomarla del libro de Ferreiro, pero arreglando el plano frontal
El sagital o longitudinal es el plano de orientación espacial que divide al cuerpo en dos
mitades simétricas, derecha e izquierda, define lo lateral y lo medial.
El frontal o coronal es el plano de orientación espacial dispuesto paralelamente a la anchura
corporal y divide al cuerpo en dos porciones, anterior (o ventral) y posterior (o dorsal).
El transversal u horizontal es el plano de orientación espacial que divide al cuerpo en una
parte superior o craneal y una inferior o caudal.
En cada caso pueden situarse planos paralelos o paraplanos que permiten la correcta
situación de una estructura.
Teniendo en cuenta el trazado convencional de esos planos, es posible conocer los
términos anatómicos generales más difundidos que permiten definir la posición de los
órganos. Esos términos son los siguientes:
- Medial o interno: todo lo que está cerca del plano medio, hacia la línea media del cuerpo.
- Lateral o externo: todo lo que está hacia los lados del cuerpo, lejos de la línea media.
- Anterior o ventral: lo que está hacia la parte delantera del cuerpo.
- Posterior o dorsal: lo que está hacia la parte de atrás del cuerpo.
- Superior o craneal: lo que está situado cerca del extremo superior del cuerpo, hacia la
cabeza.
- Inferior o caudal: lo que está situado cerca del extremo inferior del cuerpo, hacia los pies.
- Proximal: se refiere a las partes situadas más cerca de la masa corporal principal.
- Distal: se refiere a las porciones más alejadas del cuerpo.
Estos dos últimos términos son relativos ya que la posición depende del punto de referencia
que se tome, de manera que una parte del cuerpo puede ser proximal o distal con respecto
a otra.
Desarrollo ontogenético
El proceso de desarrollo del individuo en el transcurso de toda su vida, desde su formación
hasta la muerte se denomina ontogénesis y lleva implícito transformaciones de tipo
morfológico, fisiológico, psíquico y social.
El proceso ontogenético ha sido dividido, tomando siempre como punto de referencia el
momento del nacimiento, en diferentes períodos y fases, lo cual ha facilitado su descripción.
En general se ha dividido este proceso en dos grandes períodos, prenatal o intrauterino y
postnatal o extrauterino.
El período prenatal se inicia con la fecundación, o sea, con la fusión de dos células
sexuales, la masculina (espermatozoide) y la femenina (óvulo), cuyo resultado es la
formación de un huevo o cigoto.
La fecundación ocurre en el tercio superior de la trompa de Falopio y representa una etapa
importante del desarrollo, a través de la cual ocurre la fusión y mezcla de los caracteres
hereditarios maternos y paternos.
Después de formado el cigoto comienza la segmentación, que es la sucesión rápida de
divisiones mitóticas y conduce a la formación de un número cada vez más elevado de
células llamadas blastómeros; en esta fase no hay crecimiento.
Al mismo tiempo que ocurre la segmentación, el embrión va descendiendo (durante tres
días) por el oviducto y llega a la cavidad uterina cuando está formado por 12 a 16
blastómeros; en este estadio se denomina mórula.
A continuación la mórula se transforma, ya que un grupo de células se sitúa en el centro y
otra en la periferia dando lugar al blastocito.
El blastocito está constituido por una masa de células ubicadas en un polo del embrión que
constituyen el embrioblasto, una cavidad llena de líquido que es el blastocele y una capa de
células en la periferia llamada trofoblasto.
Las células trofoblásticas participan en la nutrición del embrión en esta etapa y en la
implantación de este en el sector más alto del cuerpo uterino, cerca de la línea media, lo
cual ocurre aproximadamente del séptimo al octavo día después de la fecundación. El
embrioblasto dará lugar a los futuros tejidos y órganos.
Después de formado el blastocito se inicia la fase de gastrulación (en la segunda semana
del desarrollo) en cuyo primer estadio el blastocito termina de implantarse y en él ocurren
transformaciones que dan lugar a la formación de un disco bilaminar compuesto por
endodermo y ectodermo y se forman la cavidad amniótica y el saco vitelino.
En el segundo estadio de esta fase (durante la tercera semana del desarrollo), ocurren
reagrupaciones y desplazamientos celulares importantes que dan lugar a la formación de
tres capas germinales que son el ectodermo, el mesodermo y el endodermo; el embrión
crece en longitud y se convierte en una estructura cilíndrica.
Figura 1.19 de cortes transversales de los estadios del desarrollo embrionario: huevo,
mórula, blastocito…hasta la formación de las 3 capas germinales
La formación de los esbozos de los órganos comienza en la cuarta semana del desarrollo y
es un período crítico en el que cada una de las hojas germinales da origen a tejidos y
órganos específicos y tiene lugar el plegamiento del embrión.
Del ectodermo se forma la epidermis (incluyendo las células epiteliales de glándulas
cutáneas sudoríparas y sebáceas), el sistema nervioso central, el sistema nervioso
periférico, la retina, el iris, el cristalino, la médula suprarrenal, el epitelio de los órganos de
los sentidos, la cavidad nasal y los senos nasales, la boca y las glándulas bucales, entre
otras estructuras.
El mesodermo da lugar a todos los tipos de músculos, cartílagos, huesos, a la sangre, la
médula ósea, los vasos sanguíneos y linfáticos, riñones, uréteres y glándulas sexuales entre
otras estructuras.
Del endodermo se originan el epitelio de la faringe, de la raíz de la lengua y de la trompa de
Eustaquio, las amígdalas, las glándulas paratiroides, el timo, la tiroides, el hígado, el
páncreas, la mayor parte del tubo digestivo, la laringe, la tráquea, los bronquios, los
pulmones, la vejiga urinaria, la vagina, la uretra femenina y glándulas anexas, entre otras
estructuras.
El crecimiento y el desarrollo anatomofuncional de los esbozos de los órganos conduce a
una nueva etapa del desarrollo, tanto cualitativa como cuantitativa que es la organogénesis
y la diferenciación histológica.
La organogénesis es la formación anatómica de los órganos; a la vez ocurre la
diferenciación histológica, que es la adquisición, por las células y tejidos en desarrollo, de
las características morfológicas, fisiológicas y bioquímicas específicas.
Al mismo tiempo que ocurren estos procesos, se desarrolla e intensifica la integración, o
sea, la unión de las partes en un todo que se desarrolla armónicamente.
Los principales eventos del desarrollo embrionario se resumen en el Cuadro 1.1
Cuadro 1.1
Principales acontecimientos del desarrollo embrionario
Semana
Acontecimientos
1 Fecundación. Comienzo del período embrionario. Ocurre una activa división celular.
2 Ocurre la implantación.
3 Se forma un embrión de dos hojas embrionarias: endodermo y ectodermo. Aparece el
mesodermo, por lo que se forma un embrión de tres hojas germinativas. Comienzan a
formarse los somitas*. Comienzan a formarse los glóbulos rojos nucleados en el saco
vitelino y en las capas mesodérmicas de la placenta. Formación del tubo neural.
4 Ocurre la fusión de los pliegues neurales; se forman, en la porción cefálica del tubo
neural, las vesículas cerebrales primarias. Se producen glóbulos rojos sin núcleo. Aparecen
los esbozos de brazos y piernas.
Longitud de 4 – 5 milímetros
5 Se forman las vesículas cerebrales secundarias. Aparecen las placodas del cristalino, la
boca primitiva y las radiaciones digitales en las manos.
6 Continúa el crecimiento y el desarrollo del tubo neural. El hígado comienza a producir
glóbulos rojos. Aparece la nariz primitiva, el tabique y el paladar primario.
Longitud de 21 – 23 milímetros.
7 Comienzan a formarse los párpados. Desaparece la cola, que persiste en la porción
caudal del embrión.
8 Son identificables los ovarios y los testículos. Se observa actividad neurológica al
producirse respuestas ante la estimulación (reacciones musculares aisladas).
9 Comienza el período fetal.
Longitud de 5 centímetros; peso de 8 gramos. Se observan movimientos espontáneos.
A partir la novena semana se inicia una nueva fase del período prenatal, la fase fetal, en la
que se adquiere una gran semejanza con el adulto. En esta etapa, los órganos se
perfeccionan, empiezan a ejercer sus funciones y comienzan los primeros movimientos.
Hasta el séptimo mes, el feto se mueve sin dificultad, pero en el octavo mes, como es más
grande, no puede moverse tan libremente por lo que adopta una posición específica, con la
cabeza generalmente hacia abajo y flexionada, al igual que los miembros y en estrecho
contacto con el tronco.
Luego ocurre el nacimiento (40 – 42 semanas) y comienza el segundo período de la
ontogénesis, el postnatal o extrauterino, el cual comprende varias etapas:
1. Recién nacido (de 1 a 10 días)
2. Lactante (de 10 días a un año)
3. Niñez temprana (de 1 a 3 años)
4. Etapa pre-escolar (de 4 a 6 años)
5. Etapa escolar temprana (de 6 a 11 años)
6. Adolescencia temprana (de 10 a 15 años)
7. Adolescencia tardía (de 15 a 20 años)
8. Adultez, (que comprende varios períodos)

Características del desarrollo físico en las diferentes etapas de la vida.

Es muy importante para el maestro conocer las características del desarrollo físico en las
diferentes etapas de la vida, esto le permitirá realizar un diagnóstico adecuado e identificar
algunas alteraciones como un retraso específico o una discapacidad, comprender su
significado y dirigir la labor pedagógica hacia la corrección o compensación de estas
desviaciones del desarrollo.
Recién nacido
Cuando se produce el nacimiento la superficie corporal constituye un 42% de lo que será en
el adulto. La mielinización de las fibras nerviosas se efectúa de forma rápida y en el orden
siguiente:
- Fibras de conducción periférica.
-Fibras medulares.
-Fibras cerebrales.
- Fibras del cerebelo.
La cabeza del recién nacido es relativamente grande, la cara es redonda y la mandíbula
relativamente pequeña, el pecho redondeado, el abdomen relativamente prominente y las
extremidades pequeñas.
El desarrollo de la vista y del oído es más rápido que el de los movimientos corporales. Es
muy importante en esta etapa la estimulación por parte del adulto para el desarrollo de los
órganos sensoriales y la maduración del cerebro.
El llanto es la forma que fundamentalmente utiliza para satisfacer sus necesidades como
cuando tiene hambre, el pañal está mojado, si siente algún dolor o se siente incómodo.
Requiere de un estrecho vínculo afectivo, atención y cuidado de las personas que lo rodean
y especialmente de la madre, de esta depende en gran medida su desarrollo.
Lactante (primer año de vida)
Durante la primera semana de la vida, el peso puede disminuir un 10% por la pérdida de
líquido, este puede aumentar a las dos semanas al estabilizarse la alimentación.
La sonrisa del bebé es involuntaria y el llanto es una respuesta a los estímulos. Algunos
duermen hasta 6 horas seguidas, otros se despiertan 2 o 3 veces para alimentarse.

De 2 a 6 meses
La velocidad de crecimiento disminuye. Al desaparecer el reflejo de prensión, le permite
sostener objetos de forma voluntaria. Hay un mayor control del movimiento de la cabeza y
un aumento de la profundidad del campo visual.
Duerme de 14 a 16 horas diarias, durante la noche de 9 a10 horas.

De 6 a 12 meses
En la segunda mitad del primer año de vida, a partir de la imitación de acciones que le son
mostradas por el adulto se inicia la formación de acciones objetal- manipulatorias. El bebé
puede sentarse sin apoyo y girar sentado.
El crecimiento del cerebro y el incremento de la mielinización permiten logros en la actividad
motora en esta etapa. A los 8 meses algunos se paran y logran caminar antes del año.
A finales del primer año de vida, el lactante ha alcanzado un gran número de acciones
perceptivas e intenta expresarse a través del lenguaje.

Niñez temprana (de 1 a 3 años)


En esta etapa el desarrollo del encéfalo y la mielinización continúan, esto permite un
creciente desarrollo motor. El niño o la niña logra un mayor equilibrio y aparece la carrera y
la capacidad para subir escaleras.
Hay un mayor desarrollo de las zonas frontales y de la parietal inferior. El crecimiento
somático y cerebral disminuye, al igual que las necesidades nutritivas y el apetito. A los 3
años ya han salido 20 dientes.
El cuerpo se hace más esbelto. La actividad objetal-manipulatoria iniciada a partir del primer
año, constituye la actividad central rectora del desarrollo psíquico en esta etapa, vinculada
al desarrollo del lenguaje.
En estas edades el desarrollo del lenguaje alcanza mayor rapidez y se convierte en la
principal forma de comunicación con el adulto, esto le va a permitir un mayor conocimiento
de los objetos y de sí mismo.
Aparece el concepto del yo, que genera la necesidad de independencia y de la
autoevaluación primaria basada en el deseo de ser aprobado por los adultos.
A finales de esta etapa se genera la crisis de los 3 años ante la necesidad que tienen niños
y niñas de actuar de manera independiente aun en contra de los adultos.
El desarrollo cognitivo y emocional de los niños y las niñas en estas edades depende
fundamentalmente de las demandas del entorno social.

Etapa preescolar (de 4 a 6 años)

Entre los 4 y 6 años se equilibra el desarrollo del sistema nervioso, la velocidad del
crecimiento encefálico disminuye y de manera general la configuración corporal es estable.
Ocurre la pérdida de la dentición primaria y comienza la sustitución de estos por los dientes
definitivos a un ritmo de 4 por año.
A estas edades ocurre un aumento de la fuerza, de la coordinación y la resistencia muscular
lo que unido al entrenamiento posibilita un mayor desarrollo de las habilidades motoras.
A los 4 y 5 años el niño puede realizar copias de las figuras proporcionadas por el adulto y
trazar figuras de líneas oblicuas como el triángulo.
La actividad rectora en esta etapa es el juego de roles, que además de favorecer la
actividad cognoscitiva de niños y niñas, es una vía de asimilación de las relaciones
humanas y de las normas de conducta que rigen la sociedad.
El juego de roles permite el desarrollo de procesos psíquicos como la memoria, el
pensamiento y la percepción de gran importancia en la actividad escolar.
Ante la necesidad del niño y de la niña de imitar las diferentes formas de conducta de los
adultos, se apropia de los modelos y las normas relativas a su propio sexo a partir de lo que
observa en su medio social, incorporando los modelos de lo que considera masculino o
femenino a sus juegos.

Etapa escolar temprana (de 6 a 10 años)

A los 7 años se ha completado el proceso de mielinización y el sistema nervioso alcanza


una mayor madurez. Se manifiesta una mayor destreza muscular y motora, movimientos
como correr o trepar se convierten en actividades especializadas.
La columna vertebral se hace más recta aunque el cuerpo es flexible. El tejido linfoide
alcanza su máximo desarrollo durante estos años, no obstante en esta etapa aparecen con
mayor frecuencia enfermedades respiratorias.
Los órganos sexuales siguen siendo inmaduros, ocurriendo algunos cambios a partir de los
10 años.
El estudio constituye la actividad fundamental en estas edades. La actividad escolar exige a
niños y niñas responsabilidad y cumplimiento de normas, esto aumenta su independencia e
implica un cambio radical en sus vidas.
La memoria, la atención y la solución de problemas se transforman en actividades
voluntarias durante la actividad escolar en que los nuevos conocimientos permiten el
surgimiento de formas de desarrollo superiores.

Adolescencia

Adolescencia temprana (de 10 a 15 años)

En esta etapa hay un aumento manifiesto de la estatura, del peso corporal y de la fuerza
muscular. Aparecen las características sexuales secundarias por lo que constituye un
periodo sensitivo desde el punto de vista de la identidad genérica y la orientación sexual.
En la mujer comienza el desarrollo de las mamas y el crecimiento el vello pubiano, el útero,
los ovarios y las trompas aumentan su volumen; aparece la menarquia.
En el hombre hay un aumento del tamaño de los testículos y del pene, arrugamiento de los
escrotos y aparece el vello pubiano. En esta etapa suelen producirse las poluciones
nocturnas.
Aparecen nuevas necesidades, sentimientos e intereses como son: la actitud de pareja, la
necesidad de experimentación sexual y los enamoramientos.
Estos cambios físicos y psicosociales originan el sentimiento de madurez y la necesidad de
independencia del adulto.

Adolescencia tardía, juventud (de 15 a 20 años)

En la edad juvenil en ambos sexos el desarrollo puberal alcanza las características del
adulto, ocurre la integración de la madurez sexual al modelo personal de comportamiento.
En esta etapa ya ha ocurrido una adaptación a los cambios anatómicos y fisiológicos, se
logra un mayor control de los impulsos y los cambios emocionales son menos intensos.
Entre los 17 y 20 años culmina la maduración del sistema nervioso, proceso en el que
tienen un papel preponderante el desarrollo de los sistemas sensoriales, el medio y las
particularidades personalizadas del sistema nervioso.

Tipos de estudio del desarrollo físico

Para el estudio del desarrollo físico del ser humano se utilizan los métodos de
investigaciones antropométricas con numerosos índices que varían por las características
de cada período etáreo, del sexo y de la etnia, entre otros factores.
Hay dos tipos de estudios que se utilizan con más frecuencia en las investigaciones de
crecimiento y desarrollo, estos son: el estudio transversal, general o masivo y el estudio
longitudinal o individual. Ambos presentan ventajas y desventajas, que se muestran en el
cuadro…
Cuadro 1. 2- Estudios de crecimiento y desarrollo
Estudio transversal, general o masivo
Estudio longitudinal o individual
Permite observar al mismo tiempo a un grupo grande de niños y niñas de diferentes edades.
Posibilita el cálculo posterior de los índices promedio de desarrollo físico característicos
para cada edad, sexo o grupo social.
Con estos datos se confeccionan tablas estadísticas y con ellas las normas de crecimiento y
desarrollo para cada edad y sexo.
Consiste en la medición de pocos niños y niñas en muchas oportunidades durante sus
vidas, la primera medición debe realizarse cuando nacen.
Brinda mayor información científica acerca del crecimiento y desarrollo del individuo aunque
demora más tiempo y con muestras reducidas
Desventajas
Los niños y niñas estudiados nacieron años atrás bajo la influencia de diversos factores
difíciles de controlar en el
Es un método muy costoso, por la necesidad de mantener constante, durante el tiempo que
dure la investigación las presente.técnicas y los instrumentos utilizados.
La muestra tiende a decrecer.

Principales agentes causantes de malformaciones congénitas (agentes teratógenos)


Las malformaciones congénitas son cuadros patológicos que se generan durante la
embriogénesis, al ser alterado uno o más mecanismos del desarrollo.
Las alteraciones en el desarrollo embrionario pueden ser causadas por diferentes factores,
los que para facilitar su estudio se agrupan en:
- Radiaciones ionizantes.
- Sustancias químicas.
- Agentes infecciosos.
- Factores nutritivos y metabólicos.
- Factores relacionados con la edad materna.
- Reacciones de autoinmunidad.
Estos factores pueden actuar, tanto sobre las células germinativas que se desarrollan en las
gónadas de los individuos aptos para procrear como sobre las células somáticas* del
embrión.
Cuando los gametos sufren alteración, si ocurre una fecundación, el nuevo embrión que se
forma presentará malformaciones.
Si actúan sobre las células somáticas del embrión ocurren trastornos en los mecanismos de
desarrollo embrionario ocurriendo como resultado, malformaciones congénitas .Los
períodos más sensibles son de la cuarta a la octava semana por ser en esta etapa donde
acontecen los procesos biológicos más sensibles de la embriogénesis.
Radiaciones ionizantes
Las radiaciones ionizantes actúan en las células tanto sobre el ADN nuclear como sobre el
citoplasma.
La acción sobre el ADN provoca mutaciones en los genes y la acción sobre el citoplasma
puede alterar los procesos de síntesis de proteínas generando nuevas sustancias que
afectan los mecanismos de desarrollo.
La microcefalia, la fisura del paladar y las malformaciones esqueléticas, entre otras, pueden
ser causadas por la acción de las radiaciones sobre las células embrionarias somáticas.
Sustancias químicas
Es importante señalar que durante el embarazo debe evitarse toda medicación que no sea
imprescindible. Los fármacos cuando actúan sobre las células germinativas (gametos)
pueden producir malformaciones de origen genético, al actuar sobre el embarazo afectan
las células somáticas embrionarias, alterando el desarrollo del embrión.
En el cuadro- se exponen algunas sustancias que tomadas durante el embarazo pueden
causar malformaciones congénitas.
Cuadro 1.3 Sustancias causantes de malformaciones congénitas
Sustancias
Consecuencias
Antibióticos
Estreptomicina
Gentamicina
Tetraciclina
Kanamicina
Sordera,
cataratas,
dientes manchados.
Drogas utilizadas para el diagnóstico o tratamiento de la tiroides.
Propiltiouracilo
Yoduros
Yodo radioactivo
Cretinismo.
Antiepilépticos
Trimetadiona
Parametadiona
Fenobarbital
Crecimiento retardado, malformaciones múltiples, paladar hendido, hemorragias.
Tratamiento de disritmias
Hidantoínas
Paladar hendido
Antibióticos (tratamiento de infecciones)
Problemas respiratorios,
colapso circulatorio en los
Cloranfenicol
recién nacidos
Hormonas
Testosterona
Progestinas
Estrógenos
Masculinización del feto femenino
Malformaciones genitales en el feto masculino
Aspirinas
Hemorragias
Tranquilizantes
Librium
Valium
Equanil
Varios tipos de displasias
Agentes infecciosos
La mayor parte de los virus actúa sobre las células somáticas del embrión, causando
trastornos en el desarrollo del mismo, otros actúan sobre las células germinativas causando
malformaciones congénitas en la próxima generación. (Cuadro-)
Cuadro 1.4 - Algunos microorganismos y su efecto sobre el embarazo.
Agente infeccioso
Efectos
Virus de la rubéola
Malformaciones cardíacas,
catarata,
glaucoma,
sordera,
microcefalia
deficiencias mentales
Virus de la poliomielitis y de la iruela
Muerte del embrión
Toxoplasmosis (Toxoplasma gondii)
Puede ser causa de aborto
microftalmia
microcefalia
hidrocefalia
catarata congénita
deficiencias mentales
Bacteria de la sífilis (Treponema pallidum)
Genera deformidades en la estructura ósea
Malformación dental
Fisura del paladar
Anemia
Complicaciones renales
Otras perturbaciones
Gonorrea (Neisseria gonorreae)
Puede causar ceguera en el bebé.
Factores nutritivos y metabólicos
Una buena nutrición durante el embarazo es muy importante, la falta de nutrientes afecta el
desarrollo embrionario y puede producir malformaciones congénitas, por ejemplo:
- La carencia de yodo en la dieta materna, puede generar cretinismo al faltar este elemento
en la hormona tiroidea yodada.
- Las altas cantidades de glucosa que recibe el embrión de madres diabéticas puede
producir defectos placentarios y peso corporal excesivo.
- La falta de ácido fólico causa alteraciones en el cierre del tubo neural.
Factores relacionados con el aumento de la edad materna
Existen aberraciones cromosómicas como la trisomía del par 21 (Síndrome de Dawn) cuya
frecuencia de aparición aumenta cuanto mayor es la edad materna.
Estas alteraciones ocurren durante las divisiones meióticas que ocurren durante la
ovogénesis*.
Reacciones de autoinmunidad
El paso de anticuerpos antitiroideos elaborados por la madre, al feto, a través de la
membrana placentaria pueden ser causa de cretinismo congénito.
Tareas de aprendizaje.
1.- Observe la figura y teniendo en cuenta la estudiado acerca de la terminología anatómica
responda si los siguientes planteamientos son ciertos o no. Argumente su respuesta en
cada caso.
(Silueta humana con órganos representados).
a) La mano es la parte más distal del la extremidad superior.
b) De los huesos de la pierna, la tibia ocupa una posición medial.
2.- Explique lo que se representa a continuación:
figura que representa Célula nerviosa – tejido nervioso –órgano (encéfalo)-sistema de
órganos)
3- Analice el modelo siguiente y explique las relaciones que se establecen entre los
elementos representados.
Medio ambiente----- sistemas de órganos (digestivo, respiratorio y renal circulatorio) ---------
células.
CAPÍTULO 2

FUNDAMENTOS DE GENÉTICA

Orígenes y conceptos básicos de esta ciencia.


Si observamos a nuestro alrededor podremos apreciar una gran variabilidad de especies
animales y vegetales, así como diferencias y semejanzas entre personas que integran cada
familia; esto constituye un difícil tema, el cual se ha dedicado a desentrañar una joven
ciencia que es la Genética, que más que en los laboratorios, está en la naturaleza.
La Genética estudia los fenómenos de la herencia y sus variaciones en los seres vivos, así
como la forma de expresión de los caracteres en estos.
La herencia es la transmisión de la información genética de una generación a otra mediante
la reproducción. La variación se refiere a las diferencias que existen entre los individuos y
está determinada por los cambios que ocurren en los organismos.
Breve bosquejo histórico sobre los orígenes de la Genética como rama del saber.
Es práctica habitual comenzar los recuentos sobre la historia de la Genética con los trabajos
de Mendel a mediados del siglo XIX y su redescubrimiento en los inicios del siglo XX. Sin
embargo, observaciones sobre la herencia biológica en humanos habían sido realizadas
desde el siglo XVII, aunque no tuvieron ni el significado ni la trascendencia de los trabajos
de Mendel, pues el estudio de la Genética Humana presenta cierto grado de complejidad.
Estos intentos pioneros estuvieron mejor encaminados ya a principios del siglo XIX. Como
muestra de ello se mencionan los siguientes.
En el año 1814 Joseph Adams, médico inglés, publicó un libro en el que se destacan las
siguientes observaciones:
1-Diferencias entre congénito, familiar y condiciones hereditarias.
2- Las enfermedades hereditarias no están presentes al nacimiento sino que se manifiestan
por sí mismas a diferentes edades.
3- Hay predisposiciones para enfermedades que determinan que estas solo se manifiesten
bajo la influencia de factores ambientales.
4- La reproducción de personas afectadas puede estar disminuida y propuso establecer
registros de familias con enfermedades hereditarias.
El profesor alemán de medicina C. F. Nasse hizo el reconocimiento en el año 1820 de la
transmisión de la hemofilia a través de mujeres.
Debe tenerse presente que en el siglo XIX el nivel de reconocimiento de una enfermedad
genética en el humano se basaba solamente en el análisis clínico de los signos y síntomas
de enfermedades, el reconocimiento del carácter familiar y la historia de la enfermedad, en
especial la edad de comienzo de los primeros síntomas.
Sin embargo, Mendel hizo sus experimentos con guisantes de líneas puras lo cual le
permitió llegar a sus trascendentales conclusiones. Estas no fueron comprendidas por las
limitaciones de conocimientos del momento.
Gregorio Mendel (1822-1884), monje austriaco realizó investigaciones con plantas de
guisantes (chícharos) y logró descubrir las leyes de la Genética, denominadas: primera ley
de Mendel o Ley de la Segregación y segunda ley de Mendel o Ley de la Segregación
Independiente.
Debido a que sus contemporáneos no supieron aquilatar la importancia de sus brillantes
trabajos, estos quedaron olvidados hasta 1900, año en que tres investigadores, de forma
independiente, llegaron a los mismos resultados de Mendel, a partir de entonces cobraron
vigencia los aportes de este insigne investigador que es llamado el Padre de la Genética.
Durante las últimas décadas del siglo XIX se producen algunos descubrimientos
importantes.
En 1875 Hertwig observó la fertilización animal y la continuidad de células nucleadas. Cinco
años después Fleming observa y descubre las cromátidas hermanas de los cromosomas en
la mitosis. Ya en 1883, von Beneden establece la regularidad de los cromosomas en los
núcleos de células hijas. Y para 1888 Boveri establece la individualidad de cada par
cromosómico y en ese mismo año Waldeyer utiliza el término cromosoma (cuerpo que toma
color) por las características de tinción de estas estructuras celulares.
También para ese año habían culminados los estudios sobre la mitosis. Todos estos
acontecimientos hicieron posible la rápida aceptación de los trabajos de Mendel cuando
fueron redescubiertos en los albores del siglo XX.
A partir del redescubrimiento de las leyes de Mendel comienzan a emerger nuevos
conocimientos sobre la genética de caracteres humanos que vertiginosamente finalizaron el
siglo XX con el proyecto Genoma Humano.
En el año 1902 Archibald Garrod publicó un trabajo titulado "La incidencia de la
alcaptonuria: Un estudio en individualidad química". Con este trabajo se da inicio al análisis
de las leyes de Mendel en humanos e hizo las siguientes observaciones:
1- Una persona tiene o no alcaptonuria, son dos alternativas claras.
2-El defecto metabólico está presente desde el nacimiento.
3-Se observa en hermanos, no en los padres.
4- Los padres con frecuencia son primos hermanos.
5- Existen, además de la alcaptonuria, otros defectos de este tipo, como el albinismo que
puede estar en esta categoría.
En el año 1900 Landesteiner descubre el sistema de grupos sanguíneos ABO y En 1908, el
matemático inglés Hardy y el médico alemán Weinberg al mismo tiempo fundamentan la ley
de la distribución de los genes en las poblaciones humanas, conocida actualmente como
Ley de Hardy Weinberg.
En 1924 Bernstein demuestra que los caracteres A, B y O están determinados por genes de
un mismo locus o alelos múltiples.
Entre los años 1910 y 1930 los resultados de investigaciones genéticas en la mosca de la
fruta (Drosophila melanogaster) aportan nuevos e importantes conocimientos como
ligamiento, no disyunción, tasa de mutaciones.
Aparecen al estudiar la herencia en el humano conceptos como pleiotropía del gen,
heterogeneidad genética y variación en la expresión de los genes.
Las preguntas a partir de ¿qué se considera raro? y ¿por qué es raro? han sido el eje
central de los descubrimientos genéticos en el humano.
La Genética Humana se inicia con la alcaptonuria y se define como tal porque estudia
rasgos que se distinguen como variaciones normales del desarrollo, pero es muy difícil
delimitar el momento en que surge la Genética Médica aunque para algunos historiadores
fue a partir de 1950 cuando se unen a los conocimientos anteriores la epidemiología
genética y se investiga la prevalencia de enfermedades genéticas, su modo de herencia,
heterogeneidad y tasa de mutación.
Los avances en áreas especializadas como la citogenética, la genética bioquímica y
molecular y la aplicación de estos conocimientos al diagnóstico y cuidado del enfermo
promueven la aparición de la Genética Clínica.
La citogenética se hace fuerte en la Genética Médica a partir del año 1959 pero es bueno
señalar que la historia de este campo de desarrollo técnico de la genética se ha dividido en
cinco períodos:
- 1882-1959 cuando se descubre el número correcto de cromosomas humanos, y se
introducen elementos técnicos que permiten visualizar mejor la estructura de los
cromosomas. En este período se inicia el descubrimiento de las aberraciones
cromosómicas.
- 1956-1966 se considera el periodo de oro de la citogenética en el mismo se descubren
nuevos tipos de aberraciones y se delinean síndromes cromosómicos.
- 1966-1969 se considera una etapa de receso en el desarrollo técnico de la citogenética.
- 1969-1977 se considera el periodo del desarrollo de técnicas de bandas y se produce el
descubrimiento de nuevos síndromes cromosómicos.
- 1977 hasta nuestros días comienza la era de la citogenética molecular.
Desarrollo actual y perspectivo de la Genética como ciencia.
Los avances actuales de la biotecnología han permitido la revelación del genoma humano
(conjunto de genes existente en una serie haploide de cromosomas), que cuenta con la
presencia de 30 000 genes, aunque todavía solo se conoce la función de aproximadamente
2 000, lo que nos indica que, aunque es un importante salto, aun estamos en los umbrales
del tema.
Descifrar el genoma humano permitirá a los científicos crear modernos medios de
diagnóstico para augurar con antelación el riesgo o propensión de enfermedades en las
personas, así como diseñar nuevos fármacos para curar enfermedades.
Actualmente la genética se enfrenta a un dilema ético entre lo que es técnicamente posible
pero atenta contra la dignidad humana.
Esta situación responde a los resultados obtenidos con el Proyecto Genoma humano, del
cual se explican a continuación los aspectos esenciales.
El desciframiento del código genético de varias especies, y en especial del ser humano,
representa uno de los mayores avances logrados hasta hoy con el aporte de varias
disciplinas, campos y equipos científico-tecnológicos. El avance tiene un potencial
incalculable de transformación del saber y de las prácticas relacionadas con la vida en
general y con la salud y la salud pública en particular. Al mismo tiempo, los logros de la
genómica humana plantean nuevas y complejas interrogantes éticas, jurídicas y
económicas no solo a la medicina, sino a la humanidad. De hecho, el proyecto y sus logros
progresivos han estimulado intensas discusiones sobre la naturaleza y el sentido mismo de
la vida, en particular de la vida humana, su historia, sus límites y su futuro.
El Proyecto Genoma Humano.
Figura 2.1
Representación gráfica del cariotipo humano normal.
El Proyecto Genoma Humano (PGH) es un proyecto internacional de investigación científica
con el objetivo fundamental de determinar la secuencia de pares de bases químicas que
componen el ADN e identificar y cartografiar los aproximadamente 20.000-25.000 genes del
genoma humano desde un punto de vista físico y funcional.
El proyecto, dotado con 90.000 millones de dólares, fue fundado en 1990 en el
Departamento de Energía y los Institutos de la Salud de los Estados Unidos, bajo la
dirección de James D. Watson, con un plazo de realización de 15 años. Debido a la amplia
colaboración internacional, a los avances en el campo de la genómica, así como los
avances en la tecnología computacional, un borrador inicial del genoma fue terminado en el
año 2001, finalmente el genoma completo fue presentado en Abril del 2003, dos años antes
de lo esperado.
El Genoma Humano es la secuencia de ADN de un ser humano. Está dividido en 24
fragmentos, que conforman los 23 pares de cromosomas distintos de la especie humana
(22 autosomas y 1 par de cromosomas sexuales). El genoma humano está compuesto por
aproximadamente entre 25000 y 30000 genes distintos. Cada uno de estos genes contiene
codificada la información necesaria para la síntesis de una o varias proteínas (o ARN
funcionales, en el caso de los genes ARN). El "genoma" de cualquier persona (a excepción
de los gemelos idénticos y los organismos clonados) es único.
Conocer la secuencia completa del genoma humano puede tener mucha relevancia en
cuanto a los estudios de biomedicina y genética clínica, desarrollando el conocimiento de
enfermedades poco estudiadas, nuevas medicinas y diagnósticos más fiables y rápidos. Sin
embargo descubrir toda la secuencia génica de un organismo no nos permite conocer su
fenotipo. Como consecuencia, la ciencia de la genómica no podría hacerse cargo en la
actualidad de todos los problemas éticos y sociales que ya están empezando a ser
debatidos. Por eso el PGH necesita una regulación legislativa relativa al uso del
conocimiento de la secuencia genómica, pero no tendría porque ser un impedimento en su
desarrollo, ya que el saber en sí, es inofensivo.
En 1990 se inauguró definitivamente el Proyecto Genoma Humano calculándose quince
años de trabajo. Sus objetivos principales en una primera etapa eran la elaboración de
mapas genéticos y físicos de gran resolución, mientras se ponían a punto nuevas técnicas
de secuenciación, para poder abordar todo el genoma.
Desde el principio de la investigación, se propuso desarrollar el PGH a través de dos vías
independientes, pero relacionadas y ambas esenciales:
-Secuenciación: se trataba de averiguar la posición de todos los nucleótidos del genoma
(cada una de las cuatro posibles bases nitrogenadas típicas del ADN).
-Cartografía o Mapeo Genético: consistía en localizar los genes en cada uno de los 23
pares de cromosomas del ser humano.
El Genoma humano está compuesto por aproximadamente 30.000 genes, cifra bastante
próxima a la mencionada en el borrador del proyecto, publicado en el año 2000, ocasión en
la que las genes oscilaban entre 26.000 y 38.000. Otra peculiaridad del PGH es que la cifra
de genes humanos es solo dos o tres veces mayor que la encontrada en el genoma de
Drosophila, y cualitativamente hablando, existen genes comunes a los de bacterias y que no
han sido hallados en nuestros ancestros.
En estos momentos son una realidad las bases de datos donde se almacena toda la
información surgida del Proyecto Genoma Humano. Si accedemos a Internet podremos
conocer libremente aspectos de alto interés en la comparación entre genomas de distintas
especias de animales y plantas. Gracias al uso libre de este conocimiento es posible
determinar la función de los genes, así como averiguar cómo las mutaciones influyen en la
síntesis de proteínas.
Se ha inducido un gran desarrollo tecnológico a partir de la creación de herramientas de
análisis de datos generadas en el Proyecto Genoma Humano. Este desarrollo facilitará y
hará posible definir los temas de estudio futuros con vistas a las tareas pendientes. Entre
las tecnologías beneficiadas gracias al PGH figuran las de manejo computacional de datos,
las que permiten la generación de las anteriores, técnicas de biología molecular
relacionadas con la secuenciación de trozos de ADN automáticamente y aquellas que
permiten ampliar la cantidad de material genético disponible
El trabajo sobre la interpretación de los datos del genoma se encuentra todavía en sus
etapas iniciales. Se prevé que un conocimiento detallado del genoma humano ofrecerá
nuevas vías para los avances de la medicina y la biotecnología. Por ejemplo, un número de
empresas, como Myriad Genetics ha empezado a ofrecer formas sencillas de administrar
las pruebas genéticas que pueden mostrar la predisposición a una variedad de
enfermedades, incluyendo cáncer de mama, los
trastornos de la homeostasia, la fibrosis quística, enfermedades hepáticas y muchas otras.
Además, la etiología de los cánceres, la enfermedad de Alzheimer y otras áreas de interés
clínico se consideran susceptibles de beneficiarse de la información sobre el genoma y,
posiblemente, pueda a largo plazo conducir a avances significativos en su gestión.
Hay también muchos beneficios tangibles para los biólogos. Por ejemplo, un investigador de
un determinado tipo de cáncer puede haber reducido su búsqueda a un determinado gen. Al
visitar la base de datos del genoma humano, este investigador puede examinar lo que otros
científicos han escrito sobre este gen, incluyendo (potencialmente) la estructura
tridimensional de su producto; su/s función/es; sus relaciones evolutivas con otros genes
humanos, o genes de ratones, levaduras, moscas de la fruta; las posibles mutaciones
perjudiciales; las interacciones con otros genes; los tejidos del cuerpo en el que este gen es
activado; las enfermedades asociadas con este gen u otro tipo de datos. Además, la
comprensión más profunda de los procesos de la enfermedad en el ámbito de la biología
molecular puede determinar nuevos procedimientos terapéuticos. Dada la importancia del
ADN en biología molecular y su papel central en la determinación de la operación
fundamental de los procesos celulares, es probable que la ampliación de los conocimientos
en este ámbito facilite los avances médicos en numerosas áreas de interés clínico que
puede no haber sido posible por otros métodos.
El análisis de las similitudes entre las secuencias de ADN de diferentes organismos es
también la apertura de nuevas vías en el estudio de la evolución. En muchos casos, las
cuestiones de evolución ahora se pueden enmarcar en términos de biología molecular y, de
hecho, muchos de los grandes hitos evolutivos (la aparición de los ribosomas y orgánulos,
el desarrollo de planes de embriones con el cuerpo, el sistema inmune de vertebrados)
pueden estar relacionados a nivel molecular. Muchas de las preguntas acerca de las
similitudes y diferencias entre los seres humanos y nuestros parientes más cercanos (los
primates, y de hecho los otros mamíferos) se espera que sean iluminados por los datos de
este proyecto.
El Proyecto Diversidad del Genoma Humano (PDGH), derivado de investigaciones dirigidas
a la asignación del ADN humano - que varía entre los grupos étnicos - realmente continúa y
hasta la fecha ha arrojado nuevas conclusiones. En el futuro,
el PGH podría exponer nuevos datos en la vigilancia de las enfermedades, el desarrollo
humano y la antropología. El PGH podría desbloquear secretos y crear nuevas estrategias
para combatir la vulnerabilidad de los grupos étnicos a ciertas enfermedades. También
podría mostrar cómo las poblaciones humanas se han adaptado a estas vulnerabilidades.
Aunque la medicina proporciona la base para la evolución de la bioética, actualmente
somos testigos de su aplicación a la investigación científica relacionada. Así pues, el PGH
ha dado lugar a una de las áreas de conocimiento biológico con mayor crecimiento. Los
conocimientos genómicos derivados del Proyecto Genoma Humano, se utilizan para
mejores y más rápidos diagnósticos basados en el análisis directo del ADN, e incluso para
el diagnostico prenatal en aquéllos casos en los que se sospecha que el bebé tenga
alteraciones morfológicas, funcionales o ponga en peligro la vida de su madre. También es
posible aplicar este conocimiento a personas asintomáticas para averiguar si han heredado
de algún progenitor una mutación causal de una enfermedad genética que pueda
desarrollarse en el futuro.
Para introducirnos en el ámbito del estudio de la Genética es necesario dirigir la atención
hacia el núcleo de la célula humana, que es nuestro objeto de estudio, pues allí es donde se
encuentran los cromosomas (cromo – color, soma – cuerpo), que son cuerpos finos y
arrollados donde se encuentra el genoma, son las unidades biológicas de la herencia y
están constituidos por segmentos de ADN (ácido desoxirribonucleico), nuclear y
mitocondrial.
Figura 2.2 Cromosomas
Los cromosomas humanos se presentan en número de 46, formando parejas de
cromosomas homólogos, duplicados, por eso se dice que son diploides. Cada gameto
masculino y cada femenino, contiene 23 cromosomas que es su número haploide, por lo
que al unirse en la fecundación, el huevo al que dan lugar tiene 46 cromosomas,
recuperando su condición diploide, de los cuales 44 son autosomas (cromosomas que no
determinan el sexo) y dos son sexuales (X y Y). Heredamos un cromosoma sexual paterno
y uno materno.
En el sexo femenino, los cromosomas sexuales son iguales (XX) y se denominan
homólogos; en el sexo masculino son diferentes (XY) y se denominan hemicigóticos, lo que
determina que una parte de los gametos portarán el cromosoma X y la otra parte el
cromosoma Y.
La célula tiene períodos de división celular, entre los tipos de división tenemos la mitosis,
que es el proceso mediante el cual se produce el crecimiento del organismo y se reponen
las células de desecho, en la misma las células que se obtienen son idénticas a las que le
dieron origen y mantienen el número diploide de cromosomas; es un proceso continuo que
consta de diferentes fases.
Otro tipo de división celular es la meiosis, que ocurre en las células germinales que originan
a los gametos. Este proceso asegura que cada gameto tenga la mitad de los cromosomas
de la especie (en el caso de los humanos, 23 cromosomas), por lo que se reduce el número
de cromosomas en estos.
Ambos tipos de división aseguran el mantenimiento, el crecimiento, el desarrollo corporal y
la trasmisión de los caracteres.
Los genes son secuencias de ADN que contienen las instrucciones para sintetizar las
proteínas de cada especie, cada una de las cuales tiene función específica en los múltiples
procesos orgánicos y su ausencia origina dolencias genéticas.
El ADN es una macromolécula compuesta por nucleótidos y estos a su vez están integrados
por el ácido fosfórico, un azúcar y una base nitrogenada. Las bases nitrogenadas son
timina, adenina, guanina y citosina, el azúcar es la desoxirribosa. El otro ácido nucleico es el
ARN, que participa en la síntesis de proteínas.
El ADN se presenta en forma de una doble cadena enrollada entre sí en forma de espiral, lo
que garantiza la replicación semiconservativa y la transmisión de los caracteres hereditarios
de una generación a otra.
Figura 2.3 Cadena de ADN
En la manifestación de algunos caracteres, que es la expresión del gen o de los genes y se
denomina fenotipo, están involucrados muchos genes y que son estos los que se heredan,
no los caracteres. Los caracteres son el resultado de interacciones complejas en las que
están involucrados muchos genes y los factores ambientales. Por lo que el genoma es la
constitución genética general (genotipo) del individuo y determina las características de las
personas.
A los genes que determinan el mismo carácter y están ubicados en locus semejantes de los
cromosomas homólogos se les nombra genes alelos, y se representan con letras, por
ejemplo, color negro de los ojos Nn o NN, cuando son dos alelos iguales es homocigótico
(CC y cc) y cuando estos son diferentes, es heterocigótico (Cc).
Se llama gen dominante cuando se expresa tanto en el homocigótico (AA) como en el
heterocigótico (Aa), siempre que esté presente, se va a manifestar.
Se denomina gen recesivo cuando solo se expresa en el homocigótico que lo posee con
doble dosis por grupo, aa, bb, y se nombra con letra minúscula.
El gen debe poseer tres propiedades principales:
- Función específica en la célula y en el organismo como un todo.
- Autorreplicarse de manera que su especificidad funcional se preserve de una generación a
otra.
- Ser susceptible a cambios súbitos o mutaciones, las cuales determinan la aparición de una
nueva unidad o alelo del gen, que difiere del original funcionalmente y que es capaz de
autorreplicarse y por lo tanto, trasmitirse a las próximas generaciones, a pesar de ser una
entidad en extremo estable.
Las mutaciones. Diferentes tipos.
La mutación es todo cambio repentino y hereditario en el material genético; también se
conocen con el nombre de aberraciones cromosómicas, las cuales provocan cambios tanto
en el número como en la estructura de los cromosomas; sus causas principales son: la edad
avanzada de la madre, la presencia de genes que predisponen a la no separación de uno
de sus alelos en la división celular (disyunción), enfermedades por autoinmunización,
radiaciones, virus, anormalidades de los cromosomas, y las mutaciones puntuales que
afectan a una o pocas bases del ADN del material genético, por cambio, pérdida o adición
de estas; al ocurrir cualquiera de estos cambios puntuales, durante la síntesis de proteínas
se codificará un nuevo aminoácidos, por lo que la información genética variará, por ejemplo,
la anemia falciforme o drepanocitemia o sicklemia, es originada por la sustitución de una
base guanina por una timina en el triplete de bases, por lo que debía codificarse el
aminoácido ácido glutámico y se codifica el aminoácido valina.
Cuando ocurre la mutación y se desconocen los factores causantes de esta, se denominan
mutaciones espontáneas y suceden bajo condiciones ambientales ordinarias en el
desarrollo de los organismos.
Sin embargo, cuando los agentes causales de la mutación son externos, ya sea de tipo
físico (radiaciones, calor ) o químico (sustancias: ácido nitroso, mostaza nitrogenada,
fármacos como cloranfenicol, sulfaprín, atropina, captopril, contraindicados en el primer
trimestre del embarazo, pues pueden ser causantes de trastornos en el feto) y se conocen,
hablamos de las mutaciones inducidas, estas han determinado que se apliquen técnicas
para evaluar las sustancias químicas y medicamentos que pueden provocar estas
mutaciones.
Las mutaciones pueden producirse tanto en células somáticas como en células
reproductoras (gametos) de los organismos, de estar afectadas estas últimas el carácter
mutante se trasmite.
La anormalidad de un gen puede pasar inadvertida, o comprometer en diversos grados de
severidad la salud y el equilibrio fenotípico de las personas y puede llegar a comprometer la
vida misma. Puede ser detectada en el momento del nacimiento o en cualquier momento
posterior.
Para su mejor estudio las mutaciones se clasifican en:
1- Mutaciones monogénicas o de un gen único.
2- Mutaciones cromosómicas o aberraciones cromosómicas.
3- Mutaciones multifactoriales.
Mutaciones monogénicas
Este tipo de mutación determina la existencia de cuatro tipos de herencia, según la
localización del gen mutado en cromosomas autosómicos o en el cromosoma sexual X,
estas son:
1- Herencia autosómica dominante.
2- Herencia autosómica recesiva.
3-Herencia ligada al cromosoma X dominante.
4-Herencia ligada al cromosoma X recesiva.
Cada una de ellas puede reconocerse en el análisis del árbol genealógico, que es la
representación esquemática de la familia a través de símbolos y constituye un importante
instrumento para determinar el modo de transmisión de los genes y caracteres. Los
símbolos para elaborar el árbol genealógico son:
Figura 2.4 Simbología para esquematizar el árbol genealógico
A partir de una persona afectada que queremos estudiar y que constituye el propósito o
caso índice, se estudian todas las generaciones posibles. El individuo del sexo masculino
precede al del sexo femenino en la primera generación estudiada. Las generaciones se
marcan con números romanos, según el orden de la descendencia, a partir de la del caso
propósito y en cada una de ellas las personas se numeran de izquierda a derecha con
números arábigos.
El análisis del árbol genealógico contribuye a realizar una anamnesis familiar adecuada, es
parte esencial para el diagnóstico de nuestros educandos, todo lo cual permitirá poseer un
perfil de las características y necesidades educativas especiales, que además de permitir un
trabajo correctivo compensatorio adecuado, sirve para realizar un mejor aprovechamiento
de las capacidades del menor, mejorar su aprendizaje y sus relaciones sociales. También
puede resultar importante para los padres del escolar con afectaciones, con vistas a
comprender los mecanismos hereditarios y a prevenir otras situaciones similares.
Si la mutación es de un gen que se encuentra localizado en un cromosoma autosómico,
pueden estar afectados ambos sexos y la diferencia entre dominante y recesivo está
esencialmente en el hecho de que uno de los padres de la persona afectada, posee este
gen deficiente o de que ambos padres sean normales.
Herencia autosómica dominante
Para reconocer este tipo de herencia debemos tener presente los criterios siguientes:
a- La transmisión del gen mutado se produce sin tener en cuenta distinción de sexo.
b- Las personas afectadas tienen uno de sus padres afectados, o el gen mutante sea
resultado de una mutación espontánea.
c- Las personas heterocigóticas afectadas que se casen con una no afectada, tienen como
riesgo que el 50% de su descendencia herede el gen afectado.
La figura muestra un ejemplo de este tipo de herencia, la afectación que representa es la
braquidactilia que se caracteriza por el acortamiento anormal de los dedos.
Figura 2.4 Árbol de la braquidactilia
El gen que la determina es dominante, podemos simbolizarlo con la letra B, está situado en
un cromosoma autosómico; el genotipo de la madre será Bb (heterocigótico) y el del padre
bb (homocigótico recesivo). Se trasmitirá el defecto a los hijos, con una probabilidad del
50%, independientemente del sexo, y el genotipo de ellos será heterocigótico (Bb) y el de
los normales será bb.
Si la madre es homocigótica BB, todos sus hijos serán heterocigóticos y padecerán la
enfermedad.
En el cuadro siguiente se ilustran esquemáticamente los resultados del cruzamiento entre
ambos padres.
Herencia autosómica recesiva
El carácter autosómico recesivo solo se expresa fenotípicamente si el gen mutado está
doble, es decir, homocigótico.
Los criterios a tener en cuenta en este tipo de herencia son:
a-Las personas afectadas generalmente son hijos de padres heterocigóticos, que portan el
gen mutado, pero no se manifiesta fenotípicamente.
b- Los varones y las hembras tienen la misma probabilidad de ser afectados.
c- Más de un hijo puede estar afectado.
d- Los hijos de dos padres heterocigóticos, tendrán una probabilidad del 25% de salir
afectado. Ellos reciben el gen de ambos padres.
e- Los matrimonios consanguíneos (entre parientes cercanos) tienen mayor probabilidad de
ser heterocigóticos para un determinado gen recesivo anómalo.
La fibrosis quística es un ejemplo de enfermedad que se trasmite mediante el patrón de
herencia autosómica recesiva, consiste en la disfunción de las glándulas endocrinas y
produce enfermedad respiratoria crónica, déficit pancreático y concentraciones elevadas de
electrólitos cloruro y sodio en el sudor.
A continuación se muestra un árbol genealógico correspondiente a una familia donde
algunos de sus miembros padecen de fibrosis quística.
Figura 2.5 Árbol de la fibrosis quística
Herencia ligada al cromosoma X
Los cromosomas sexuales en la mujer son XX y en el hombre XY, por lo que en este último
los cromosomas no son homólogos y los genes que se hallan en el cromosoma Y son
transmitidos del padre a todos los hijos varones.
Si el hombre posee un gen anormal en el cromosoma X se expresará este fenotípicamente,
en cambio, si posee el alelo del gen normal será normal para este carácter, esto sucede
porque tiene un solo representante del cromosoma X, a lo que se denomina hemicigótico.
Para representar los genotipos en este patrón de herencia, se coloca como subíndice la
letra que representa a los cromosomas sexuales, el símbolo de los genes, por ejemplo:
Cuadro 2.2
Mujeres
Hombres
XCXC Homocigótica
XCY
XcXc Homocigótica
XcY
XCXc Heterocigótica
Teniendo en cuenta todo lo expresado con anterioridad podemos decir que es característico
que la mutación no se transmita del hombre a su descendencia femenina.
Herencia recesiva del cromosoma X
Las afectaciones que siguen este patrón de herencia, se expresan en hombres
hemicigóticos, que portan el alelo recesivo y en las mujeres homocigóticas para dicho gen.
Los criterios que nos permiten interpretar esta herencia son:
- Los caracteres recesivos ligados al cromosoma X, se expresan más en los varones que en
las hembras.
- Un hombre afectado no transmite el carácter a sus hijos varones, pero sí a todas sus hijas,
que serán portadoras transmitiéndolo a su descendencia masculina con una probabilidad de
un 50% y al mismo por ciento de sus hijas que serán portadoras.
Figura 2.6 Árbol de la hemofilia.
Como puede verse, en el árbol genealógico de la figura que representa a una familia en la
que algunos de sus integrantes portan el gen de la hemofilia, enfermedad en la que se
afecta la coagulación sanguínea y se trasmite por este patrón de herencia.
Herencia dominante ligada al cromosoma X
Existen pocos trastornos que presenten este patrón de herencia. Para comprenderlo
debemos tener en cuenta:
- Que el hombre tenga todos sus hijos normales pero sus hijas afectadas.
- Se afectan tanto hembras como varones, pero estos últimos en menor número.
- Las madres afectadas transmiten el gen mutado a su descendencia con un 50% de
probabilidad, sean hembras o varones, igual que el patrón de herencia autosómico
dominante.
Todo lo explicado puede interpretarse en el árbol genealógico de una familia donde varios
de sus integrantes padecen de raquitismo resistente a la vitamina D o hipofosfatémico, que
se manifiesta con un insuficiente desarrollo del organismo.
Figura 2.7 Árbol del raquitismo.
Cuadro 2.3 ENFERMEDADES RECESIVAS DEBIDAS A UN ÚNICO GEN MUTANTE
Autosómicas recesivas
Recesivas ligadas al cromosoma X
Síndrome adenogenital
Agammaglobulinemia de Bruton
Albinismo
Amielogénesis imperfecta
Fibrosis quística
Enfermedad de Fabry
Galactosemia
Ceguera para los colores(daltonismo)
S - B - talasemia
Diabetes insípida nefrogénica
Leucodistrofia metacromática
Distrofia muscular de Duchenne
Síndrome de Hurler
Deficiencia de factor VIII (hemofilia A)
Cuadro 2.4 ENFERMEDADES DOMINANTES DEBIDAS A UN ÚNICO GEN MUTANTE
Cromosómicas dominantes
Dominantes ligadas al cromosoma X
Acrocefalosindactilia
Raquitismo resistente a la vitamina D
Aniridia
Síndrome polimalformativo
Dentinogénesis imperfecta
Distrofia muscular facioscapulohumeral
Corea de Huntington
Síndrome de Marfan
Hiperlipoproteinemia tipo II familiar
Neurofibromatosis
Riñones poliquísticos
Fenilcetonuria
Deficiencia del factor IX (hemofilia B,
Enfermedad de Cristmas)
Enfermedad de Tay – Sach
Síndrome de Hunter
Síndrome Xeroderma pigmentosa
Ictiosis
Retinosis pigmentaria
Enanismo
Esclerosis tuberosa
Síndrome de Waardenburg
Braquidactilia
Ataxia hereditaria
A continuación se explican algunas de estas enfermedades.
Existe un grupo de enfermedades denominadas errores innatos del metabolismo que no son
muy frecuentes pero que al presentarse causan serias alteraciones en el desarrollo del
organismo humano.
Se entiende por error innato del metabolismo, la aparición de un trastorno bioquímico,
determinado por factores genéticos, en el cual la falta de un fermento específico origina un
bloqueo metabólico que puede tener consecuencias clínicas.
De las mencionadas anteriormente pertenecen a esta clasificación: la galactosemia, el
síndrome de Hurler, la fenilcetonuria, la Enfermedad de Tay – Sachs y el Síndrome de
Hunter.
La galactosemia es un trastorno del metabolismo de los carbohidratos, caracteriza por la
incapacidad para metabolizar la galactosa, monosacárido componente de la lactosa (azúcar
de la leche). Los niños con este trastorno nacen normales pero empiezan a desarrollar
problemas gastrointestinales, cirrosis hepática y cataratas, tan pronto como ingieren leche.
El síndrome de Hurler se llama también gargolismo por el parecido del rostro con las
gárgolas, es una mucopolisacaridosis, en los cuales el exceso de depósito de
mucopolisacáridos en los tejidos, causa malformaciones esqueléticas y retraso mental,
hepatosplenomegalia, alteraciones cardíacas y sordera progresiva.
Mientras que el síndrome de Hunter es muy parecido, pero menos frecuente y sigue el
patrón de herencia ligado al sexo, posee las mismas manifestaciones clínicas.
La enfermedad de Tay-Sachs es un trastorno del metabolismo de los lípidos, donde hay una
acentuada deficiencia de la actividad enzimática de la hexoaminidasa A en los tejidos, los
niños afectados nacen normales, pero a los 6 meses de edad comienzan a mostrar retraso
en el desarrollo físico y mental, en la mácula presentan una mancha de color rojo-cereza
que provoca una ceguera progresiva.
La fenilcetonuria es un trastorno del metabolismo del aminoácido fenilalanina, por defecto
de la enzima fenilalanina-hidroxilasa, que fisiológicamente convierte la fenilalanina en
tirosina. El rasgo característico de este trastorno es el retraso mental severo, si no se
previene y se trata tempranamente. Por eso en Cuba existe desde el año 1986 un Programa
Nacional de Pesquisaje que permite detectar y evitar las graves consecuencias que
comporta para la salud este padecimiento.
Consiste en una toma de sangre del talón del recién nacido que es enviada a los
laboratorios correspondientes, si el resultado es positivo, se le suministra a los pacientes un
alimento especial que contiene todos los nutrientes necesarios para su adecuado desarrollo.
La ataxia hereditaria se debe a un gen que se localiza en el cromosoma 9. Comienza con
inestabilidad de la marcha entre los 5 y los 15 años, seguida de ataxia de miembros
superiores y disartria. Generalmente existe un deterioro de las funciones cognitivas. El
temblor, si existe, es un síntoma menor. Los pacientes presentan arreflexia y pérdida de las
modalidades sensitivas dependientes de fibras gruesas (sensibilidad vibratoria y de
posición). Es frecuente la asociación de pies cavos, escoliosis y miocardiopatía progresiva.
En estudios realizados en nuestro país a partir de la década de los años 60 se determinó
que en la provincia de Holguín es donde hay una mayor concentración de personas
afectadas por un tipo de Ataxia Hereditaria Autosómica Dominante (76,5%), que se
manifiesta principalmente por ataxia de la marcha, disartria, dismetría, alteraciones de la
movilidad ocular y de los reflejos osteotendinosos. Puede aparecer a cualquier edad. Cuba
es el país que tiene mayor cantidad de personas afectadas por este tipo de ataxia.
Otra enfermedad que posee cierta prevalencia en el país es el Síndrome Xeroderma
pigmentosa, es una afección genética que traduce la hipersensibilidad celular a la
radiación ultravioleta en asociación con una anormal reparación del ácido
dexosirribonucleico, y que produce pecosidades, fotofobia y subsecuentemente cambios
neoplásicos en zonas de la piel expuestas al sol.
Los individuos que padecen la enfermedad y que son homocigóticos para la mutación del
gen que codifica para este tipo de proteína no pueden reparar los daños del ADN de las
células de la piel por acción de los rayos ultravioletas y su piel desprotegida al recibir la luz
solar se enrojece, ampolla, irrita y en estas regiones queda una huella en forma de pecas y
manchas en las zonas más expuestas, primero en forma aislada y que después confluyen
en lesiones de mayor tamaño y tienden a convertirse en tumoraciones.
Los ojos de una persona con el síndrome Xeroderma pigmentoso son dolorosamente
sensibles al sol, los daños están confinados a los tejidos oculares y perioculares, lo cual
incluye la piel de los párpados, la zona interpalpebral de la conjuntiva bulbar, la córnea y el
iris. Los síntomas oculares comunes son fotofobia, lagrimeo, secreción serosa o
mucopurulenta y blefaroespasmos reflejo. El síntoma ocular más temprano en este
síndrome es la fotofobia, la cual normalmente se asocia a la presencia de queratitis, pero en
estos pacientes ocurre sin que haya una lesión corneal evidente. Los párpados pueden
desarrollar neoplasias cutáneas.
Herencia mitocondrial
Además de las mutaciones monogénicas analizadas existe otro tipo, donde el gen mutado
está en el ADN de la mitocondria del hombre y de la mujer; aunque los hombres afectados
no transmiten la enfermedad ya que el espermatozoide no aporta mitocondrias en la
fecundación, a diferencia del óvulo que tiene un citoplasma mucho más grande y sí aporta
mitocondrias.
Es difícil predecir la probabilidad de que una mujer afectada tenga hijos sanos o enfermos,
pues depende del número de mitocondrias normales y anormales del óvulo.
Un ejemplo de esta mutación es la sordera producida por los medicamentos del grupo de
los aminoglucósidos como la Estreptomicina, la Kanamicina,
Penicilina, que provoca la pérdida de los cilios del órgano de Corti, por lo que no hay
transducción del estímulo.
Herencia multifactorial
Es el resultado de mutaciones que involucran a uno o más genes que simultáneamente
participan en la expresión de un carácter y que son susceptibles a modificaciones por la
acción de factores ambientales que generalmente son de carácter nutricional.
Estos defectos genéticos determinan variaciones que aparecen en los estudios
poblacionales de caracteres cuantitativos, como por ejemplo, la inteligencia, la talla, los
valores de tensión arterial.
También pueden afectar la morfogénesis y se manifiesta en defectos congénitos aislados
con gradaciones variables en cuanto a sus gravedades estéticas funcionales o ambas.
Cuadro 2.5 ALTERACIONES GENÉTICAS ATRIBUIDAS A HERENCIA MULTIFACTORIAL
Malformaciones
Enfermedades
Defectos septales ventriculares
Psoriasis
Defectos septales auriculares
Esquizofrenia
Tetralogía de Fallot
Labio leporino y hendidura palatina
Acranios
Mielomeningocele
Encefalocele
Aberraciones cromosómicas
Las aberraciones cromosómicas son las mutaciones más frecuentes, se clasifican en dos
grupos:
Las aberraciones de número, en la que está alterado, por exceso o por defecto la cantidad
de cromosomas y reciben el nombre de aneuploidías.
Las aberraciones estructurales, donde se afecta la estructura de los cromosomas.
Las aneuploidías son causadas por defectos en la segregación de los cromosomas o por
pérdida de uno de ellos durante la división celular en los gametos durante la meiosis. Cada
gameto debe contar con 23 cromosomas, pero puede existir uno demás o de menos y
entonces el huevo o cigoto tendrá 47, o más cromosomas. En este caso la severidad del
defecto no solo depende del aumento o disminución de los cromosomas, sino también del
cromosoma o cromosomas afectados.
Para estudiar las aneuploidías más frecuentes, las clasificaremos teniendo en cuenta el tipo
de cromosoma que se afecta, autosómico o sexual.
Anomalías de los autosomas
Trisomía del par 21 o Síndrome de Down (mongolismo)
Esta trisomía es originada por la existencia de tres elementos en el par 21, es la alteración
cromosómica humana más frecuente. Tiene varias causas, entre ellas tenemos: exposición
de las madres a radiografías, madre añosa, algunos investigadores refieren la posibilidad de
la presencia de un virus que provoca alteraciones en la segregación cromosómica.
Puede identificarse en el momento del nacimiento o poco tiempo después. Los infantes con
trisomía del par 21 tienen el siguiente cuadro clínico:
-Retraso mental.
-Tendencia a la obesidad.
-Cabeza braquiocefálica con el occipucio plano. Cara plana en su tercio medio.
-Retardo en el desarrollo psicomotor.
-Retardo en el lenguaje y dificultad en la articulación de las palabras debido a la
prominencia de la lengua.
-Ojos con pliegues epicánticos.
-Manos cortas y anchas con un solo pliegue palmar.
-Anomalías viscerales.
El resto de las trisomías son incompatibles con la vida debido a las características que
presentan. La mayoría de los casos mueren precozmente, entre ellas se encuentran:
Trisaría del par 18, Síndrome de la trisomía E o Síndrome de Edwars
El 96% son abortados espontáneamente. Los niños afectados tienen las características
siguientes:
- Retraso mental.
- Hipertonía.
- Bajo peso al nacer.
- Malformaciones cardíacas.
Trisomía del par 13, Síndrome de la trisomía D o Síndrome de Patau
El fenotipo de estos niños presenta grandes malformaciones, existen tres representantes
del par 13.
Entre las aberraciones en los cromosomas sexuales se encuentran el síndrome de Turner y
el síndrome de Klinefelter
Síndrome de Turner o Disgenesia gonadal
Esta es una monosomía pues la persona tiene un solo cromosoma sexual X, por lo que
tiene 45 cromosomas.
Las manifestaciones clínicas son:
-Baja talla
-Cuello corto y alado
-Tórax pequeño con pezones separados
-Implantación baja de pelo en la nuca
-Orejas prominentes y maxilar pequeño
-Son frecuentes las anomalías cardiacas
-Son infértiles
-Pueden presentar hipoacusia y retraso mental
Síndrome de Klinefelter
Se origina por la presencia de dos o más cromosomas X y uno o más cromosomas Y.
Los signos clínicos que se manifiestan son:
-Testis pequeños.
-Ginecomastia.
-Pelo facial y vello púbico escasos.
-Micropene.
-Disminución de la testosterona plasmática. Incremento de las gonadotropinas.
-Retraso mental.
Aberraciones cromosómicas estructurales
Las aberraciones cromosómicas estructurales pueden estar ocasionadas por:
1-pérdida de un segmento del cromosoma o delección,
2- segmentos cromosómicos duplicados o duplicación,
3- anormalidades en la separación de las cromátidas,
4- intercambio de ADN entre dos cromosomas o traslocaciones,
5- ruptura y reparación invertida de un segmento cromosómico o inversión.
Estas mutaciones pueden ser de dos tipos, balanceadas y no balanceadas. El primer tipo se
da cuando una persona fenotípicamente normal tiene defectos cromosómicos cuyas
manifestaciones clínicas se limitan esencialmente a faltas reproductivas como abortos, o
hijos con múltiples defectos fenotípicos, a veces incompatibles con la vida, estas son
originadas por las traslocaciones o por las inversiones cromosómicas. El segundo tipo de
caracteriza porque en el fenotipo de la persona se expresa alguna anormalidad que
depende de la magnitud de la mutación, del cromosoma involucrado y del tipo de defecto;
estas mutaciones producen discapacidades variables que van desde trastornos del
aprendizaje hasta retraso mental o defectos conductuales.
El creciente desarrollo de la biotecnología ha propiciado el descubrimiento de nuevas
categorías genéticas en las variaciones del genoma y su repercusión en el desarrollo del
organismo humano, entre estas categorías están la impronta genética, las disomías
uniparentales, las mutaciones dinámicas, los mosaicismos germinales y la heterogeneidad
genética.
Dentro de las mutaciones dinámicas se destaca el Síndrome Frágil X, segunda causa
genética del retraso mental, que es hereditaria y consiste en la presencia de genes con
tripletes de bases repetidas, el incremento de repeticiones del triplete se realiza por etapas.
Para que se exprese el síndrome tienen que producirse 200 ó más repeticiones. Sus
principales síntomas son el retraso mental, la conducta autista, la ansiedad, la agresividad,
los testículos grandes, las fascies con cara y orejas largas y mentón prominente.
Los agentes ambientales interfieren en los mecanismos genéticos ya que producen
afectaciones que tienen diversas expresiones, en correspondencia con el origen de esos
agentes, el momento del desarrollo en que aparecen, la
dosis, el tiempo que dure su presencia y la susceptibilidad genética al efecto del agente.
Estos agentes se denominan teratógenos y se clasifican en:
-biológicos (virus, bacterias, hongos, protozoos, espiroquetas, leptospirosis)
-físicos (radiaciones, hipertermia, fuerzas mecánicas)
-químicos (anticonvulsionantes, sedantes, anticoagulantes, derivados de la vitamina A, la
talidomida, el cigarro, el alcohol).
Los agentes teratógenos pueden actuar durante el período de la organogénesis y
determinan abortos y malformaciones; en el período fetal provocan malformaciones
menores, defectos funcionales o ambos; en el período de maduración fetal origina
alteraciones funcionales o en los mecanismos de nutrición y puede causar, aparentemente,
anomalías del crecimiento.
Es importante señalar que resulta algo difícil diferenciar entre el efecto de un agente
teratógeno y una mutación genética.
Teniendo en cuenta las características de las enfermedades genéticas, es imprescindible la
prevención de estas a través del estudio de la pareja y del diagnóstico prenatal. Para
realizar el primero se realiza el estudio citogenético que permite el análisis de los
cromosomas y se nombra cariotipo, mientras que a la embarazada se le realiza el
ultrasonido, la amniocentesis que es el análisis de las células que flotan en el líquido
amniótico y en algunos casos el muestreo de las vellosidades coriónicas, que se practica en
la octava semana.
Existe un número considerable de trastornos hereditarios y genéticos que son causa directa
o están muy asociados a las necesidades educativas especiales y a las discapacidades que
presentan los escolares de la Enseñanza Especial, de ahí su importancia para estos
profesionales.
Tareas de aprendizaje
1-La ceguera para los colores (daltonismo) se hereda como carácter recesivo ligado al sexo.
Un hombre ciego para los colores se casa con una mujer normal, cuyo hermano sufre la
misma enfermedad.
a) Cuál es la probabilidad de que su primer hijo sea daltónico?
b) Cuál es la probabilidad de que su primer hijo sea varón y daltónico?
c) Cuál es el rasgo principal que distingue a la herencia ligada al sexo?
2-Observe el árbol genealógico de una familia con Síndrome de Waardenburg y responda:
a) ¿Qué patrón de herencia sigue el carácter estudiado?
b) Represente los genotipos de cada miembro de la familia.
c) Explique qué criterios le permiten identificar el patrón de herencia.
d) Represente el cruzamiento del individuo III-2 con un individuo sano. ¿Existe probabilidad
de descendencia enferma?
3- El síndrome de Down es una aberración cromosómica: ¿numérica o estructural? Explique
en cada caso.
4- Explique a través de tres aspectos, la significación del Proyecto Genoma humano para la
salud del hombre.
Capítulo 3
SISTEMA NERVIOSO
El sistema nervioso es el sistema de órganos más complejo del organismo humano, tanto
estructural como funcionalmente. Está constituido por un conjunto de estructuras muy
especializadas que funcionan armónicamente y que hacen posible la relación de las
personas con el medio ambiente y su reacción como un todo ante las variaciones de este.
Las principales actividades del sistema nervioso están dirigidas a regular y coordinar las
funciones de los demás sistemas fisiológicos del organismo con el objetivo de mantener la
estabilidad dinámica del medio interno (homeostasia) permitiendo que este funcione
íntegramente. Por ejemplo, al elevarse la concentración de dióxido de carbono en la sangre
por encima de un determinado nivel, el sistema nervioso detecta este incremento, compara
esa información con otras precedentes y elabora respuestas como la activación de los
músculos de la ventilación (para aumentar la frecuencia ventilatoria e incrementar la
expulsión del dióxido de carbono) y el aumento de la actividad cardiaca (que contribuye a
incrementar el intercambio de dióxido de carbono y de dioxígeno en los alvéolos
pulmonares). Este ejemplo evidencia no solo la regulación que realiza el sistema nervioso
del funcionamiento del sistema respiratorio, sino también su función coordinadora, en este
caso, del funcionamiento de los sistemas respiratorio y cardiovascular.
Además, el sistema nervioso constituye la base anatomofuncional de todas las
manifestaciones de conducta, desde la refleja más simple, hasta el aprendizaje y otras de la
actividad nerviosa superior y en la realización de estas actividades el sistema nervioso
acopia, procesa y almacena información.
El estudio de la anatomía y de la fisiología del sistema nervioso en el organismo humano
normal tiene importancia para los maestros y en particular para los que trabajan en la
enseñanza especial, ya que les permite conocer los mecanismos nerviosos que sirven de
base material a las diferentes funciones psíquicas inherentes a una persona sana, lo que
hace posible que puedan comprender el funcionamiento del sistema nervioso en las
personas con lesiones en el mismo. Además, el conocimiento de los mecanismos
neurofisiológicos de las funciones nerviosas afectadas posibilita que los maestros puedan
realizar su labor con mayor efectividad.
El conocimiento de las particularidades anatomofuncionales del sistema nervioso humano
proporciona una base científica sólida que sirve de fundamento para estructurar
adecuadamente los procesos pedagógicos necesarios para corregir y/o compensar, en
cierta medida, las deficiencias del desarrollo. Por otra parte, el estudio integral del sistema
nervioso permite aumentar el caudal científico y cultural de los especialistas, formando en
ellos una concepción científica que les permita analizar de una forma correcta los
fenómenos que ocurren en el medio circundante.
Clasificación del sistema nervioso
Para facilitar el estudio del sistema nervioso, los especialistas lo han dividido atendiendo a
diferentes criterios, pero sin olvidar la integridad de su funcionamiento.
Desde un punto de vista anatómico, el sistema nervioso ha sido dividido en central y
periférico.
Figura 3.1 de SNC y SNP
El sistema nervioso central (SNC) es la parte del sistema nervioso que se encuentra
protegida por estructuras óseas. Su función es recibir, acumular, analizar y comparar las
señales de entrada, coordinarlas y elaborar respuestas apropiadas ante los diferentes
estímulos. Anatómicamente está constituido por el encéfalo y por la médula espinal.
El sistema nervioso periférico (SNP) es la parte del sistema nervioso que no está protegida
por estructuras óseas y está constituido por los nervios espinales, los nervios craneales y
los ganglios nerviosos. Esta parte del sistema nervioso es la que trasmite las señales de
información, desde los receptores sensoriales hasta las estructuras del sistema nervioso
central, así como las señales que parten de este hacia los diferentes efectores (músculos y
glándulas).
Desde el punto de vista funcional y teniendo en cuenta el desarrollo evolutivo, el sistema
nervioso ha sido dividido en segmentario y suprasegmentario.
El sistema nervioso segmentario es la parte del sistema nervioso que tiene relaciones
directas con el resto del organismo. Anatómicamente está representado por los segmentos
de la médula espinal y del tronco cerebral, los nervios espinales, los nervios craneales y los
ganglios nerviosos.
El sistema nervioso suprasegmentario es la parte del sistema nervioso que no tiene
relaciones directas con el resto del organismo, sino que las establece con el sistema
segmentario. Está constituido por el cerebro, el cerebelo, el tálamo, el hipotálamo, etc.
Figura 3.2: Estructuras que forman e. SNS y SNSupra
Morfogénesis del sistema nervioso
En el ser humano y en otros vertebrados, el sistema nervioso se forma del ectodermo
embrionario.
En el embrión humano, el sistema nervioso central se origina de una porción diferenciada
del ectodermo llamada placa neural, situada en la porción dorsal y media del embrión. El
sistema nervioso periférico se forma de células que derivan en parte de la placa neural y en
parte de una banda especializada de ectodermo llamada cresta neural, situada a ambos
lados y a todo lo largo de la placa neural.
Figura 3.3 Formación del tubo neural
La primera etapa en el desarrollo del sistema nervioso central es la formación del tubo
neural, que se inicia en la tercera semana de vida intrauterina, a partir de la placa neural, la
cual se caracteriza porque en su porción dorsal y media presenta una depresión que es el
surco neural. A medida que avanza el desarrollo, las porciones laterales de la placa o
pliegues neurales crecen y se engrosan más rápidamente que la porción central; así a
medida que la placa crece, el surco se profundiza dando lugar al canal neural. Al continuar
el desarrollo, los pliegues neurales se van aproximando entre sí hasta que terminan
uniéndose en la línea media dando lugar al tubo neural, que al inicio está abierto en los
extremos por los neuroporos anterior y posterior que luego se cierran.
El tubo neural recién formado se caracteriza porque su porción anterior o cefálica presenta
forma de saco o vesícula, mientras que las porciones media y caudal tienen forma
aproximadamente cilíndrica, más estrecha en la porción caudal.
Durante la cuarta semana de vida intrauterina ocurren dos estrechamientos en la porción
cefálica del tubo neural, al mismo tiempo que la pared del mismo se diferencia
histológicamente. Estos estrechamientos dan lugar a la formación de tres vesículas
cerebrales primarias que son, en dirección craneocaudal, el prosencéfalo, el mesencéfalo y
el rombencéfalo. En el transcurso de la quinta y de la sexta semana, ocurren dos nuevos
estrechamientos que dan lugar a la formación de cinco vesículas cerebrales secundarias
que son: telencéfalo y diencéfalo (por división del prosencéfalo), mesencéfalo (por
desarrollo de la vesícula primaria del mismo nombre), metencéfalo y mielencéfalo (por
división del rombencéfalo).
Figura 3.4 Vesículas primarias y secundarias
Al mismo tiempo que ocurren estas transformaciones, crecen las distintas porciones del
tubo neural, la porción cefálica crece más rápido que las porciones media y caudal, y en la
porción cefálica la parte dorsal crece más rápidamente que la ventral, lo que tiene como
consecuencia que esta parte se haga curva y termine por flexionarse, marcándose en su
pared tres curvaturas o inflexiones que son: la corvadura cefálica (en el límite entre el
prosencéfalo y el mesencéfalo), la corvadura cervical (entre el rombencéfalo y la porción
media del tubo neural) y la corvadura pontina que es la última en aparecer y contribuye a la
división del rombencéfalo.
Figura 3.5 Corvaduras de la parte cefálica
de las paredes de las vesículas secundarias se forman las estructuras del encéfalo y sus
cavidades dan origen a los ventrículos del mismo.
Del telencéfalo se forman los hemisferios cerebrales, el cuerpo estriado y el bulbo olfatorio.
Su cavidad da lugar a los ventrículos laterales. El diencéfalo da lugar al tálamo y al
hipotálamo (entre otras estructuras) y de su cavidad se forma el tercer ventrículo. Del
mesencéfalo se forman, por su parte posterior (o
dorsal) la lámina cuadrigémina, por la parte anterior (o ventral) los pedúnculos cerebrales y
por la parte central la calota o tegmentum mesocefálico; su cavidad da lugar al acueducto
de Silvio). El metencéfalo origina, por su porción anterior a la protuberancia anular o puente
de Varolio y por la posterior al cerebelo. El mielencéfalo da lugar al bulbo raquídeo o médula
oblongada. De las cavidades de estas dos últimas vesículas se forma el cuarto ventrículo.
Figura 3.6 Vesículas secundarias y estructuras de cada una.
De las porciones media y caudal del tubo neural se forman la médula espinal y el conducto
ependimario.
Después de cerrado el tubo neural, su cavidad central tiene transformaciones en
correspondencia con las de su pared y da lugar a las cavidades del sistema nervioso
central. Las transformaciones son más notables en la porción cefálica del tubo neural, de
donde se forman los ventrículos del encéfalo.
Los ventrículos laterales, situados en el interior del cerebro, se caracterizan por presentar
varias partes. Cada ventrículo lateral se comunica con el tercer ventrículo a través del
agujero de Monro. En el interior de ellos se hallan los plexos coroideos, que son estructuras
que presentan actividad secretora.
El tercer ventrículo representa la cavidad de las estructuras diencefálicas. Se caracteriza
por presentar forma de hendidura, se comunica con los ventrículos laterales a través de los
agujeros de Monro y con el cuarto ventrículo mediante el acueducto de Silvio; este último se
halla en el interior del mesencéfalo.
El cuarto ventrículo tiene forma de rombo. Si se observa en un corte sagital se le ve forma
triangular. Su pared anterior (suelo para algunos autores) está representada por la pared
posterior del bulbo raquídeo y de la protuberancia anular, mientras que su pared posterior
(techo para algunos autores) está constituida por la tela coroidea y los velos medulares
superior e inferior. En su interior está el plexo coroideo del cuarto ventrículo.
Figura 3.6 cavidades del encéfalo
Por las cavidades ventriculares y por el espacio subracnoideo circula el líquido
cefalorraquídeo.
Histogénesis del sistema nervioso central
Al mismo tiempo que transcurren las transformaciones descritas en el tubo neural, ocurre la
diferenciación histológica de sus paredes constituyendo cada una de las estructuras antes
mencionadas.
La pared del tubo neural recién formado es muy delgada, constituida por una sola capa de
células que tienen la capacidad de reproducirse, por lo que han sido denominadas células
germinativas. La división continua de estas células tiene como resultado que la pared del
tubo neural se vaya engrosando al mismo tiempo que las células se van diferenciando hasta
que dicha pared queda constituida por tres capas que son: la capa interna o germinativa, la
capa media o del manto y la capa externa o marginal.
Figura 3.7 Diferenciación de la pared del tubo neural
En la capa interna, las células germinativas se transforman morfológicamente dando lugar a
los espongioblastos ependimarios que luego se diferencian constituyendo las células
ependimarias, las cuales forman un epitelio que tapiza las cavidades y conductos del
sistema nervioso central.
En la capa media o del manto, las células (originalmente germinativas) se diferencian
siguiendo dos líneas. La mayor parte de ellas se transforman en neuroblastos que luego
dan lugar a las neuronas, las demás células se transforman en espongioblastos libres que
se diferencian en varios tipos de neuroglias.
La capa externa o marginal está conformadla por las prolongaciones de los neuroblastos y
espongioblastos libres.
En el sistema nervioso central, la sustancia gris está formada por los cuerpos de las
neuronas con sus dendritas y algunos tipos de células glías mientras que la sustancia
blanca está formada por fibras nerviosas y células glías. La sustancia gris se forma de la
capa del manto del tubo neural, mientras que la sustancia blanca se forma de la capa
marginal.
Si se analiza la histogénesis de la médula espinal se ve claramente este origen de las
sustancias gris y blanca así como el del epitelio ependimario, ya
que en esta parte del sistema nervioso la sustancia blanca se encuentra alrededor de la
gris, y en el centro de esta última se encuentra el agujero del epéndimo tapizado por el
epitelio ependimario. Esta misma disposición se encuentra en el bulbo raquídeo y en otras
estructuras del sistema nervioso.
Figura 3.8 Histogénesis de la médula espinal (ver Truex p.15En el cerebro y en el cerebelo
hay sustancia gris superficial (corteza), sustancia blanca subcortical y núcleos grises
centrales. Esto se debe a que durante la histogénesis de estas partes del sistema nervioso
central, la mayor parte de los neuroblastos de la capa media emigran y se sitúan por fuera
de la capa marginal y como estos se diferencian en neuronas, hay sustancia gris cortical.
Meninges
El sistema nervioso central además de encontrarse cubierto por una armazón ósea, está
protegido por tres membranas denominadas meninges que desde la superficie hacia el
interior son: la duramadre, la aracnoides y la piamadre.
Figura 2.9 Esquema de las meninges, cavidades del SNC y espacio subaracnoideo
La duramadre es la membrana más externa, firme, resistente y poco extensible. La
duramadre que recubre al encéfalo (también llamada intracraneana) difiere en algunos
aspectos de la que recubre a la médula espinal (duramadre espinal).
La duramadre craneal se caracteriza porque está constituida por dos capas, una externa
(rica en vasos sanguíneos y nervios, que forma parte del periostio) y una interna. Entre
ambas capas se encuentran los grandes senos venosos del encéfalo.
Esta membrana emite dos tabiques que son la hoz del cerebro y la tienda del cerebelo. El
primero ocupa la gran cisura interhemisférica y el segundo se halla entre la parte superior
del cerebelo y la posterior de los hemisferios cerebrales.
La duramadre espinal es la continuación de la capa interna de la duramadre intracraneal.
Está separada del hueso por el espacio epidural, el cual contiene tejido graso y venas
anastomosadas. A ambos lados está perforada por las raíces de los nervios espinales. En
su porción inferior se extiende
hasta la segunda vértebra sacra y termina en forma de un fondo de saco que envuelve al
hilo terminal y a la cola de caballo.
La aracnoides es la meninge media, delgada y avascular; su superficie externa es lisa y se
relaciona con la duramadre mediante el espacio subdural, mientras que su superficie interna
se relaciona con la piamadre, específicamente con el sistema trabecular de esta.
La piamadre es la meninge más interna, es muy vascularizada y está constituida por dos
capas, una interna que está adherida al tejido nervioso y penetra en todas sus
irregularidades y una superficial, con una estructura trabecular que penetra en el espacio
subaracnoideo.
El espacio subaracnoideo varía en grosor debido al hecho de que la piamadre penetra en
las irregularidades de la superficie del sistema nervioso central y a que la aracnoides sigue
a la duramadre. Esto hace que en varios lugares dicho espacio constituya las llamadas
cisternas o lagunas.
En la parte inferior de la médula espinal el espacio subaracnoideo es amplio y se extiende
hasta la profundidad del fondo de saco lumbosacro.
Líquido cefalorraquídeo
El líquido cefalorraquídeo o cerebrospinal (LCR) es un líquido incoloro que circula por las
cavidades y conductos del sistema nervioso central y por el espacio subaracnoideo. Este
líquido es producido constantemente en los plexos coroides, pero también es reabsorbido
por los propios plexos, por otras estructuras y por la superficie del espacio subaracnoideo,
de ahí que permanezca circulando siempre la misma cantidad, que en el adulto oscila entre
80 y 200 cm3. En su composición este líquido presenta pequeñas cantidades de proteínas y
de glucosa, tiene potasio, cloruros, algo de sulfatos, fosfatos, calcio y ácido úrico;
normalmente en él hay de 3 a 8 linfocitos por cm3.
El líquido cefalorraquídeo tiene importancia ya que sirve como amortiguador fluido para el
sistema nervioso central y ayuda en el mantenimiento de una presión intracraneana
relativamente constante; desempeña una función defensiva
(dada por la presencia de linfocitos) y se plantea que participa en cierta medida en la
eliminación de sustancias de desecho de la médula espinal y del encéfalo.
El análisis de este líquido es de gran valor en el diagnóstico clínico, ya que su composición
y sus características pueden variar en determinadas enfermedades que afectan al sistema
nervioso, por ejemplo en el caso de las meningoencefalitis.
Estudio del sistema nervioso central
Como el sistema nervioso es tan complejo desde el punto de vista estructural y funcional, al
analizar los diferentes órganos que conforman el sistema nervioso central, (que se
describirán conjuntamente con el periférico) es necesario tener en cuenta algunas
características generales que orientan a la hora de profundizar en el estudio de este
sistema.
-Todas las estructuras que constituyen el SNC están constituidas por sustancia gris y
sustancia blanca, pero éstas difieren en la disposición y otras particularidades que pueden
presentar.
-La sustancia gris está constituida por cuerpos de neuronas con sus dendritas, axones
amielínicos y neuroglias; la sustancia blanca está constituida por axones o fibras nerviosas
mielinizadas de las neuronas y neuroglias.
-Todas las estructuras del SNC están muy vascularizadas, lo que garantiza el suministro
constante de sangre con nutrientes que posibilitan satisfacer las demandas de su alta
actividad metabólica, además de asegurar el drenaje venoso rápido.
-Las agrupaciones de neuronas que se encuentran fuera del SNC constituyen ganglios y los
acúmulos de neuronas dentro del SNC se denominan núcleos.
-Funcionalmente el sistema nervioso está organizado en sectores: aferente o sensitivo,
eferente o motor e intercalado o de asociación, los cuales presentan sus particularidades en
cada órgano del sistema nervioso.
-Los elementos de los sectores funcionales aferente, intercalado y eferente constituyen los
componentes del arco reflejo.
Médula espinal
La médula espinal es una parte del sistema nervioso central que participa, junto con otras
partes del sistema nervioso, en la integración de reflejos incondicionados somáticos y
viscerales importantes para el mantenimiento
de la vida y para la adaptación del organismo humano al medio.
La médula espinal está situada en el conducto vertebral, y se extiende desde el agujero
occipital (formen magno) hasta el borde inferior de la segunda vértebra lumbar
aproximadamente. Por su parte superior se continúa con el bulbo raquídeo (o médula
oblongada) y en su porción inferior termina en una punta cónica denominada cono medular,
desde donde sigue hacia abajo la porción atrofiada de la médula espinal que es el hilo
terminal, el cual se extiende hasta cerca del nivel de la segunda vértebra sacra.
Figura 3.10 Esquema de la situación de la Médula espinal
La médula espinal tiene forma aproximadamente cilíndrica, algo aplanada de delante hacia
atrás, sobre todo en la región cervical; su longitud oscila entre 40 y 45 cm (cerca de 45 cm
en el hombre y de 43 cm en la mujer) y su grosor es de 10 a 15 mm (por ejemplo, en la
región torácica media el diámetro es de 10 mm, en el engrosamiento cervical es de 13 a 14
mm y en el engrosamiento lumbar es de aproximadamente 12 mm). Su peso es de 30 a 35
gramos.
A todo lo largo, presenta dos engrosamientos, uno superior o intumescencia cervical y uno
inferior que es la intumescencia (o lumbosacral), desde donde parte la inervación para las
extremidades superiores e inferiores respectivamente.
Figura 3.11 Características externas
En la médula espinal pueden observarse externamente varios surcos longitudinales: el
surco medio anterior, que penetra unos tres milímetros en la médula, el surco medio
posterior, estrecho y superficial, los surcos laterales posteriores (o posterolaterales), muy
precisos, por los que penetran los filamentos de las raíces posteriores, y los surcos laterales
anteriores (o
anterolaterales) los cuales marcan la salida de las fibras que forman las raíces anteriores y
son menos perceptibles.
Nervios espinales.
De la médula espinal parten 31 pares de nervios que le dan aspecto de segmentación
externa, por lo que se plantea que la médula tiene 31 segmentos distribuidos en 8
cervicales, 12 dorsales (o torácicos), 5 lumbares, 5 sacros y 1 coccígeo.
Cada nervio espinal sale de la médula por dos raíces, una posterior (o dorsal) que es
sensitiva y una anterior (o ventral) que es motora las cuales, a cierta distancia de su salida,
se unen formando el tronco del nervio espinal (también llamado funículo o nervio raquídeo)
que es muy corto y sale de la columna vertebral a través del agujero intervertebral. Debido a
la unión de las dos raíces, los nervios espinales son mixtos ya que presentan fibras
sensitivas y fibras motoras.
Figura 3.12 Salida de nervios de la médula espinal
Las raíces posteriores por lo general son más gruesas que las anteriores (la única
excepción la constituye el primer nervio cervical cuya raíz posterior es muy delgada). Cada
raíz posterior presenta fibras mielínicas y amielínicas y las raíces anteriores están
compuestas por fibras mielínicas.
En los primeros estadios del desarrollo, los “segmentos” de la médula espinal se
corresponden con las vértebras y los nervios espinales pasan por los respectivos agujeros
intervertebrales. Pero luego, cuando la columna vertebral se desarrolla más rápidamente
que la médula espinal, el espacio entre el origen espinal y su salida vertebral es mayor, por
lo que en el adulto, los nervios lumbares y sacros tienen raíces largas que descienden hasta
alcanzar sus agujeros vertebrales respectivos. Ese conjunto de raíces descendentes que
rodean al hilo terminal se conoce con el nombre de cola de caballo o cauda equina.
Figura 3.13 Esquema de cola de caballo
Cada nervio espinal, después de salir por el agujero intervertebral, se divide en dos ramos
mixtos. Son el ramo dorsal o posterior que se dirige hacia atrás y llega a la musculatura de
la parte posterior del cuerpo y a la piel que la cubre, y el ramo ventral o anterior que llega a
la piel y a la musculatura de la porción anterior del cuerpo y de los miembros superiores e
inferiores.
Los ramos ventrales de los nervios espinales (excepto en los nervios torácicos) se
entrecruzan formando plexos en los cuales tiene lugar la redistribución compleja de las
fibras de cada nervio espinal. Esto significa que el ramo ventral de cada nervio espinal da
fibras a varios nervios periféricos, por lo que, cada nervio periférico está formado por fibras
procedentes de varios segmentos medulares.
Figura 3.14 Esquema para ver plexos (Sinelnikov p.191 Plexo braquial
Se distinguen los siguientes plexos: cervical, braquial, lumbar, sacro, pudendo y coccígeo,
pero por lo general a los cuatro últimos los agrupan en un solo plexo llamado lumbosacro.
Los plexos cervical y braquial se forman en la región del cuello, el plexo lumbosacro en la
región lumbar y en la cavidad de la pelvis menor.
De los plexos parten ramos (nervios periféricos) que se dirigen a la periferia del cuerpo, se
ramifican e inervan sus porciones correspondientes.
Los ramos ventrales de los nervios torácicos no forman plexos (excepto el nervio torácico 1)
y se continúan directamente por la periferia del cuerpo ramificándose en las porciones
laterales y anteriores del tórax y del abdomen.
Los nervios espinales se relacionan con estructuras receptoras y efectoras que, de manera
general, se encuentran situadas del cuello hacia abajo.
Estructura interna
Al dar cortes transversales a la médula espinal, se observa que la sustancia gris se
encuentra en el interior, rodeada por la sustancia blanca.
Figura 3.15 corte transversal de médula espinal
La sustancia gris presenta forma de “H” (o de mariposa con las alas abiertas), formando dos
columnas verticales, y en su centro se encuentra el agujero
ependimario. La superposición de los agujeros de los distintos segmentos constituye el
conducto ependimario.
La sustancia gris que forma las columnas verticales adopta el aspecto de cuernos o astas
que constituyen los dos cuernos posteriores, estrechos y largos, los cuales alcanzan la cara
externa de la médula; dos cuernos anteriores más gruesos y cortos, que no llegan hasta la
periferia de la médula y dos cuernos laterales, que comunican a los cuernos anteriores y
posteriores y que se observan en la región torácica y en parte de las porciones lumbar y
sacra de la médula espinal.
La sustancia gris está constituida por células nerviosas y sus prolongaciones, neuroglias,
vasos sanguíneos y tejido conectivo. En las astas posteriores se describen agrupaciones de
neuronas que conforman el núcleo de la sustancia gelatinosa de Rolando, el núcleo propio
del asta posterior, el núcleo de la columna d Clark y el núcleo de la base del asta posterior.
Figura 3.16 representación de los núcleos de la médula espinal (Arana-Rebollo p.85
En la sustancia blanca se observan claramente el surco medio anterior y el surco medio
posterior, así como los surcos laterales anteriores y posteriores, a cuyo nivel salen las
raíces anteriores y entran las posteriores.
Esos surcos dividen a la sustancia blanca en varias partes denominadas cordones,
cordonales o funículos que son: las cordonales blancas posteriores, las cordonales blancas
anteriores y las cordonales blancas laterales.
La sustancia blanca está constituida por fibras nerviosas de asociación y por fibras largas
de conducción, estas constituyen las vías ascendentes (sensitivas) y descendentes
(motoras) del sistema nervioso central.
Figura 3.17 representación de las vías en un corte transversal de médula espinal
Organización funcional de la médula espinal
Funcionalmente, cada segmento de la médula espinal está organizado en tres sectores:
aferente o sensitivo, eferente o motor e intercalado o de asociación. Cada uno de estos
sectores, desde el punto de vista anatómico está constituido por varias estructuras.
El sector aferente o sensitivo está constituido por el receptor, el nervio periférico, el nervio
espinal, el ganglio de la raíz posterior y la raíz posterior; el sector eferente o motor está
constituido por las neuronas motoras o motoneuronas y el sector intercalado o de
asociación está constituido por las neuronas intercaladas.
El nervio periférico es una estructura formada por el conjunto de prolongaciones periféricas
(dendritas) de las neuronas sensitivas o aferentes situadas en los ganglios espinales o
raquídeos y por axones de neuronas motoras, por lo que, cada nervio periférico está
constituido por elementos de los sectores aferente y eferente.
El nervio raquídeo es una parte muy corta del nervio periférico situada en el canal de
conjunción vertebral (al unirse las raíces anterior y posterior).
El ganglio de la raíz posterior es una estructura constituida por la agrupación de los cuerpos
de las neuronas aferentes o sensitivas de cada hemisegmento de la médula espinal, que se
caracterizan porque son voluminosas, con el cuerpo redondeado u oval y monopolares. Los
axones de estas neuronas forman la raíz posterior; en cada segmento medular estos
axones se dividen en dos ramas, una ascendente y otra descendente, las cuales establecen
relaciones con otras neuronas. Las dendritas de las neuronas del ganglio (que tienen la
misma estructura del axón) forman las fibras sensitivas del nervio raquídeo y del nervio
periférico y se relacionan con los receptores del cuerpo que, de manera general, están
situados del cuello hacia abajo.
Figura 3.18 Organización funcional de la medula espinal
El sector eferente o motor está constituido por neuronas motoras o motoneuronas situadas
en las astas anteriores y laterales de la sustancia gris medular. Estas motoneuronas son de
tres tipos: alfa, gamma y viscerales.
Las motoneuronas alfa y gamma están situadas en las astas anteriores de la sustancia gris
medular, sus axones forman parte de la raíz anterior y constituyen las fibras motoras
somáticas del nervio espinal y del nervio periférico.
Las motoneuronas viscerales están situadas en las astas laterales de la sustancia gris
medular (y también en los núcleos vegetativos de los nervios
craneales) y en los ganglios vegetativos. Estas forman los sistemas motores viscerales
simpático y parasimpático.
El sector intercalado o de asociación está constituido por las neuronas intercaladas, muy
numerosas y por lo general, más pequeñas que las neuronas sensitivas y que las motoras.
Están en toda la sustancia gris medular, pero fundamentalmente en la mitad posterior de la
misma. Estas neuronas reciben información de las neuronas aferentes y sus axones
establecen relaciones con neuronas motoras o con otras neuronas intercaladas, pero sin
salir del sistema nervioso central.
De acuerdo con la forma en que los axones de estas neuronas establecen sus conexiones,
existen tres tipos de neuronas intercaladas: intrasegmentarias, intersegmentarias y
suprasegmentarias.
Las intrasegmentarias relacionan la información aferente que llega a un segmento con el
sector motor del mismo segmento, del mismo lado y contralateralmente. Las
intersegmentarias relacionan la información que entra a un segmento con el sector motor de
otros segmentos (superiores e inferiores), tanto ipsi como contralateralmente. Las
suprasegmentarias relacionan la información que entra a un segmento con estructuras
suprasegmentarias, ipsi y contralateralmente; sus axones constituyen las vías largas de la
sensibilidad.
Figura 3.19 tipos de neuronas intercaladas de la medula espinal
Funciones de la médula espinal
-La médula espinal es un centro integrador de reflejos incondicionados de carácter
segmentario importantes para la adaptación del individuo al medio y para el mantenimiento
de la vida.
-Constituye un centro de paso de información hacia otros centros nerviosos y de respuestas
desde éstos hacia los efectores (ya que gran parte de la información procedente del medio
externo e interno del organismo entra primero a la médula espinal, además en este órgano
convergen las vías motoras del sistema nervioso central)..
-Asegura el funcionamiento como un todo del sistema nervioso.(debido a las relaciones que
establecen las neuronas intercaladas suprasegmentarias).
-Representa el primer nivel en el control nervioso del movimiento ya que, a partir de la
información que recibe, desencadena respuestas reflejas que son rápidas, inconscientes y
estereotipadas que se manifiestan por la aparición o cese de una actividad.
El funcionamiento de la médula espinal puede estar afectado por diferentes causas como
tumores en la propia médula, tumores en las vértebras, traumatismos (fracturas
vertebrales), acción de microorganismos, etc.
Cuando las lesiones de la médula espinal afectan en particular a las motoneuronas de las
astas anteriores en su cuerpo o en la parte de su axón situada dentro de la médula, se
produce la parálisis muscular fláccida, que se caracteriza porque hay flaccidez o atonía de
los miembros paralizados, atrofia de los músculos afectados, arreflexia* y en general se
afectan músculos aislados.
Hay veces en que las lesiones afectan la parte de estas neuronas motoras que está fuera
de la médula espinal (en la raíz anterior, en el nervio raquídeo o en el periférico)
produciéndose, por ejemplo, la neuritis, causada por intoxicación alcohólica, plúmbica o por
manganeso, por trastornos metabólicos como en el caso de la diabetes mellitus, por
traumas o infecciosa. Como consecuencia de esto, también se puede producir parálisis
muscular fláccida.
Cuando se afecta la parte sensitiva de los nervios (por irritación de los mismos, entre otras
causas), los síntomas son dolor espontáneo, parestesias (sensación de calambres y
hormigueos sin que se aplique ningún estímulo) y disestesias (cuando se confunden los
estímulos).
Tronco encefálico
El tronco encefálico o tallo cerebral es una parte del sistema nervioso central que no puede
ser observada completamente en un encéfalo intacto, en estas condiciones solo se observa
su cara anterior o ventral, ya que la cara posterior y las caras laterales del mismo están
ocultas por el cerebro y el cerebelo, que en el organismo humano han alcanzado un gran
desarrollo.
El tronco encefálico representa la continuación intracraneana de la médula espinal, pero las
estructuras que lo forman han alcanzado un mayor desarrollo debido a que, al pertenecer al
encéfalo, están relacionadas con formaciones más complejas como el cerebro, el cerebelo,
el diencéfalo, etc., además de que las estructuras que conforman el tallo cerebral están
relacionadas con receptores especializados (oído, vista, gusto, etc.) y efectores
especializados (músculos de los ojos, de la lengua, de la laringe, etc).
El tallo cerebral está constituido, de abajo hacia arriba, por: el bulbo raquídeo o médula
oblongada, la protuberancia anular o puente de Varolio y por el mesencéfalo.
Figura 3.20 Organización funcional de la medula espinal
Por su parte inferior, el tronco encefálico (específicamente el bulbo raquídeo) se continúa
con la médula espinal, siendo el límite exacto entre ambos la emergencia del primer par de
nervios espinales (C1); por su parte superior (mesencéfalo) limita con la región talámica; la
mayor parte de su cara posterior (bulbo raquídeo y protuberancia anular) está separada del
cerebelo por el cuarto ventrículo y la tela coroidea.
Por ser la continuación de la médula espinal, el tronco encefálico presenta características
semejantes a ésta tanto en su aspecto externo como en su estructura interna, pero también
tiene características propias que lo diferencian de esta y de otras partes del sistema
nervioso central.
Estructura interna
Los cortes transversales del tronco encefálico en diferentes niveles permiten describir la
estructura interna de esta parte tan importante del sistema nervioso central.
Figura 3.21 Estructura interna del tronco cerebral
Si se da un corte en la porción más inferior del tronco encefálico, se observa que las
características internas son semejantes a las de la médula espinal, o sea, que la sustancia
gris tiene forma de H y está rodeada por la sustancia blanca, pero
hay un aumento notable de la cantidad de sustancia gris que rodea al conducto central.
Los cortes transversales en otros niveles del tronco encefálico revelan las características
generales siguientes:
1- La sustancia gris se dispone en forma de núcleos dispersos en la sustancia blanca. Entre
esos núcleos se encuentran:
-Los núcleos motores están constituidos por neuronas motoras y a su vez se dividen en
somáticos (si están constituidos por neuronas motoras alfa y gamma) y viscerales (si están
constituidos por motoneuronas viscerales). Ejemplos de estos núcleos son: el núcleo
ambiguo y núcleo motor del facial (somáticos), el núcleo salivador inferior (vegetativo).
-Los núcleos sensitivos están constituidos por neuronas intercaladas que reciben
información procedente del medio (de ahí la denominación de sensitivos, aunque algunos
autores les llaman intercalados). Ejemplos de estos núcleos son: el núcleo dorsal del vago y
el núcleo del tracto solitario.
-Los núcleos que constituyen la formación reticular del tronco encefálico, formados por
neuronas intercaladas de diferentes tamaños que aseguran la relación funcional entre cada
una de sus partes y la relación con otras partes del sistema nervioso central, tanto
superiores como inferiores, por lo que, la formación reticular permite la integridad funcional
del tronco encefálico y del sistema nervioso central.
- Otros núcleos de neuronas intercaladas que constituyen: el complejo nuclear olivar inferior
y los núcleos de Goll y Burdach (en el bulbo raquídeo), los núcleos de células pontinas o del
puente (en la porción anterior de la protuberancia anular), el núcleo rojo y la sustancia negra
(en el mesencéfalo).
2- La sustancia blanca del tronco encefálico se caracteriza porque está constituida por fibras
largas de conducción y fibras de asociación.
Las fibras largas forman parte de las vías ascendentes y descendentes del sistema nervioso
y relacionan diferentes partes de este, mientras que las fibras de asociación conectan los
diferentes núcleos de sustancia gris entre sí.
Formación reticular
La formación reticular es una agrupación dispersa de cuerpos neuronales que en su
mayoría forman núcleos y que se encuentra en la porción central del tronco encefálico,
desde el extremo superior de la médula espinal hasta el diencéfalo y sus axones se
proyectan en la corteza cerebral.
Figura 3.22 Formación reticular
En la formación reticular se distingue una región facilitadora y una inhibidora. La región
facilitadora está representada, anatómicamente, por la formación reticular de la
protuberancia anular, del mesencéfalo, del diencéfalo y de las porciones laterales del bulbo
raquídeo; sus axones ascendentes constituyen el llamado sistema reticular activador
ascendente (SRAA). La región inhibidora comprende la porción ventromedial del bulbo
raquídeo.
Se ha comprobado, mediante experimentos realizados con animales, que la estimulación
eléctrica de la región facilitadora, y en particular del SRAA, produce una activación
inmediata e importante de la corteza cerebral, que se manifiesta por un incremento de la
excitación y de la sensibilidad. Asimismo, la estimulación eléctrica de la región inhibidora
inhibe las respuestas originadas en la corteza cerebral motora. Esto demuestra que la
formación reticular determina el estado normal de vigilia del cerebro y que regula el tono de
la corteza cerebral.
La porción talámica del SRAA sirve de relevo para la mayor parte de las señales
facilitadoras difusas que la formación reticular mesencefálica envía a todas las zonas de la
corteza cerebral y que provoca una activación generalizada de la misma. Además, esta
porción talámica del SRAA es importante en la capacidad para dirigir la atención hacia
diversos campos de la actividad mental, tanto si se trata de experiencias sensoriales
inmediatas como de recuerdos almacenados.
Es de destacar que el nivel de actividad de la región facilitadora de la formación reticular del
tronco encefálico y por tanto, el nivel de actividad del cerebro, está determinado en gran
medida por las señales sensoriales que llegan a esta desde los receptores del organismo,
particularmente la información dolorosa aumenta la actividad de esta región, lo que tiene
como consecuencia el aumento de la excitación del cerebro. También desde el cerebro
llegan señales excitatorias a la región facilitadora de la formación reticular cada vez que la
corteza cerebral se activa, ya sea por procesos mentales o motores, lo que facilita que al
estimularse más esta parte de la formación reticular, ayude a mantener e incluso a
aumentar, la excitación de la corteza cerebral. Esto representa un mecanismo de
retroalimentación positivo que hace posible que cualquier actividad que comience en el
cerebro mantenga más actividad, haciendo que la mente permanezca despierta.
La formación reticular participa en el control nervioso del movimiento muscular. En relación
con esto interviene, junto con los núcleos vestibulares del tronco encefálico, en el
mantenimiento del cuerpo en contra de la fuerza de gravedad, lo que se logra mediante el
envío de impulsos nerviosos a las motoneuronas de la médula espinal, a través de las vías
retículospinal y vestíbulospinal. Desde la médula espinal los impulsos nerviosos son
conducidos por la vía eferente del arco reflejo hasta los músculos extensores de las
extremidades inferiores, los cuales al contraerse se ponen rígidos y soportan el peso del
cuerpo.
Para poder realizar esta función, la formación reticular recibe información de otras partes del
sistema nervioso central como del cuerpo estriado, del globo pálido, de la corteza motora,
etc.
La formación reticular interviene en la regulación de numerosas funciones vegetativas ya
que sus neuronas forman parte por ejemplo, del centro respiratorio (incluye el centro de
ritmicidad bulbar, el centro apnéustico y el centro neumotáxico) que regula la ventilación, así
como de las áreas presora y depresora del tronco encefálico que regulan la presión arterial
de forma rápida, entre otros.
La función facilitadora e inhibidora de la formación reticular del tronco encefálico también se
manifiesta en el funcionamiento de otras partes del sistema nervioso central.
Nervios craneales
Los nervios craneales son 12 pares que parten, en su mayoría, del tallo cerebral y se
originan en uno o más núcleos de sustancia gris.
Los nervios craneales son: XII o hipogloso, XI o espinal (o accesorio), X o vago (o
neumogástrico), IX o glosofaríngeo, VIII o estatoacústico, VII o facial, VI o motor ocular
externo, V o trigémino, IV o patético (o troclear), III o motor ocular común, II u óptico y I u
olfatorio.
Según el (los) tipo(s) de fibra(s) que presentan, se clasifican en sensitivos, motores y
mixtos. Salen del tronco encefálico por una o varias raíces.
Los nervios sensitivos son el VIII, el II y el I; los motores son el XII, el XI, el VI, el IV y el III y,
los nervios mixtos son el X, el IX, el VII y el V.
La mayor parte de los nervios craneales sale del tronco encefálico y dos pares se
diferencian de los restantes por ser partes modificadas del encéfalo, son el primer y el
segundo par de nervios craneales.
Las neuronas sensitivas, en la gran mayoría de los casos están situadas en un ganglio
sensitivo.
Los nervios craneales se relacionan con receptores y efectores que, en general, están
situados del cuello hacia arriba.
El nervio XII o hipogloso es un nervio motor, que tiene su origen en el llamado núcleo motor
del hipogloso, constituido por neuronas motoras alfa y gamma cuyos axones terminan en la
base de la lengua y forman unidades motoras en los diferentes músculos de este órgano.
Este nervio también inerva las fibras musculares intrafusales de los husos musculares de la
lengua.
La lesión unilateral del nervio hipogloso produce una parálisis de la mitad ipsilateral de la
lengua, con pérdida total del movimiento en dicha mitad, pérdida del tono y atrofia
degenerativa de los músculos afectados, por lo que, al sacar la lengua, esta se desvía hacia
el lado afectado.
La lesión bilateral del nervio XII provoca la atrofia de ambas mitades de la lengua y la
inmovilidad completa de la misma, lo que trae como consecuencia
la alteración del lenguaje y la dificultad para empujar el bolo alimenticio en la cavidad bucal.
El nervio XI o espinal (accesorio) es un nervio motor que presenta una porción bulbar y otra
espinal. En su origen tiene neuronas motoras alfa y gamma. Los axones que salen de la
médula espinal terminan en los músculos esternocleidomastoideos y trapecios. Los axones
que salen del bulbo raquídeo se unen a los del nervio vago e inervan los músculos
intrínsecos de la laringe.
La lesión unilateral del nervio XI produce paresia* y atrofia de los músculos
correspondientes, por lo que, el hombro del lado de la lesión está descendido.
El nervio X o vago (neumogástrico) es un nervio mixto, que se origina en tres núcleos del
tronco encefálico. Un núcleo está constituido por neuronas motoras alfa y gamma (núcleo
motor somático), otro está constituido por neuronas motoras viscerales (núcleo vegetativo) y
el otro está formado por neuronas intercaladas a las cuales llega información procedente de
los receptores situados en el pabellón de la oreja, en el conducto auditivo externo, en la
mucosa faríngea, laríngea y de la epiglotis, en las vísceras torácicas y abdominales, etc.
Los axones de las neuronas del núcleo motor somático inervan músculos estriados de la
faringe y de la laringe entre otros efectores. Los axones de las neuronas del núcleo motor
visceral terminan en un ganglio parasimpático situado en la pared de sus efectores que son
las vísceras cervicales, torácicas (corazón, bronquios, esófago, pulmones) y abdominales
(estómago, bazo, hígado, parte superior del intestino delgado).
La lesión unilateral de este nervio causa parálisis unilateral del paladar blando, de la faringe
y de la laringe, cuyas consecuencias son disnea, disfagia y ronquera.
La destrucción bilateral de los nervios vagos provoca parálisis laríngea completa, atonía y
parálisis del esófago y del estómago (estas últimas inducen dolor y vómitos). También
existe una pérdida de los reflejos respiratorios vagales, disnea, y aceleración cardiaca.
El nervio IX o glosofaríngeo es un nervio mixto que, al igual que el nervio vago, se origina
en un núcleo motor somático, un núcleo motor vegetativo y un núcleo de neuronas
intercaladas. A este último llega la información procedente de
los receptores situados en la caja timpánica, en la trompa de Eustaquio, en la piel del
conducto auditivo externo, en las amígdalas, en las papilas gustativas del tercio posterior de
la lengua y en los quimioceptores y presoceptores del seno carotídeo. Los axones de las
neuronas situadas en el núcleo motor somático inervan a los músculos estriados superiores
de la faringe, principalmente del velo del paladar. Los axones de las neuronas motoras
viscerales terminan en un ganglio parasimpático situado muy cerca de los efectores que son
las glándulas parótidas.
Las lesiones exclusivas de este nervio son poco frecuentes, los síntomas más importantes
incluyen la pérdida del reflejo faríngeo (nauseoso) y del seno carotídeo, así como la pérdida
del gusto en el tercio posterior de la lengua.
En general, los núcleos de los nervios craneales IX, X y XII pueden ser lesionados por focos
patológicos relativamente pequeños que provocan parálisis periférica de estos nervios, lo
que se manifiesta por alteración de la deglución (disfagia), pérdida de la sonoridad de la voz
(afonía), matiz nasal de la voz (nasolalia) y alteraciones de la pronunciación correcta de los
sonidos (disartria).
El nervio VIII o estatoacústico (vestíbulococlear) es un nervio sensitivo que se origina en los
receptores de la audición y del equilibrio, situados en el oído interno.
Este nervio presenta dos porciones: una auditiva (o coclear) y una vestibular.
La porción coclear se origina en el receptor auditivo que es Órgano de Corti, al cual llegan
las expansiones periféricas (dendritas) de las neuronas sensitivas bipolares situadas en el
ganglio coclear o espiral. Las expansiones centrales o axones de estas neuronas
constituyen el nervio auditivo o coclear.
Figura 3.23 Origen par VIII
La porción vestibular se origina en los receptores del equilibrio (crestas ampollares y
máculas utricular y sacular), a los cuales llegan las expansiones periféricas de las neuronas
bipolares situadas en el ganglio vestibular o de Scarpa. Los axones de estas neuronas
constituyen el nervio vestibular.
En el conducto auditivo interno, los nervios auditivo y vestibular van juntos, y constituyen el
nervio VIII o estatoacústico, que penetra en el tronco encefálico, donde las ramas vestibular
y acústica se separan. Las fibras del nervio auditivo terminan en los núcleos cocleares
dorsal y ventral, donde hacen sinapsis con neuronas intercaladas; mientras que las fibras
del nervio vestibular terminan en los núcleos vestibulares que son cuatro: superior, inferior,
lateral y medial, en los cuales establecen sinapsis con neuronas intercaladas y en los que
se originan importantes vías de conducción del sistema nervioso central.
Figura 3.24 Nervio coclear.
La destrucción del receptor auditivo, del nervio coclear o de los núcleos cocleares produce
sordera completa del mismo lado. Si la lesión es bilateral, la persona es totalmente
sorda.Cuando se lesionan los receptores vestibulares, el nervio vestibular o los núcleos
vestibulares se desarrolla el síndrome vestibular que se caracteriza por vértigos, nistagmo y
pérdida del equilibrio.
El nervio VII o facial es un nervio mixto, que se origina en tres núcleos de sustancia gris,
uno motor somático, uno vegetativo y otro constituido por neuronas intercaladas. A este
último llega la información procedente de los receptores que se encuentran en la piel del
conducto auditivo externo y en las papilas gustativas de los dos tercios anteriores de la
lengua.
Los axones de las neuronas del núcleo motor somático terminan en los músculos faciales
de la expresión (frontales, superciliares, orbiculares de los párpados, buccinadores y
orbicular de los labios, entre otros) y en el músculo estapedio del oído medio (músculo del
estribo).
Los axones de las neuronas motoras del núcleo vegetativo terminan en dos ganglios que se
encuentran muy cerca de los efectores que son: las glándulas submaxilares, sublinguales y
lagrimales y la mucosa palatina y nasopalatina.
La lesión completa de la parte motora somática del nervio facial produce una parálisis total
ipsilateral de los movimientos faciales (incapacidad para arrugar la frente, cerrar los ojos,
mostrar los dientes, soplar o silbar). Si se lesiona la parte vegetativa del nervio, hay
trastornos en la secreción de saliva por las glándulas
submaxilares y sublinguales. Si se afectan las fibras sensitivas hay trastornos del gusto
sobre los dos tercios anteriores de la lengua.
El nervio VI o motor ocular externo (abducens) como su nombre indica, es un nervio motor.
Se origina en un núcleo motor somático del tronco cerebral. Los axones de las
motoneuronas de este núcleo terminan en el músculo recto externo del ojo, que es su
efector. Este músculo al contraerse permite el movimiento del globo ocular hacia fuera.
La lesión bilateral de este nervio causa estrabismo* convergente. Si la lesión es de un solo
lado, hay imposibilidad de mover el ojo del mismo lado hacia fuera, pero el ojo contralateral
puede moverse en todas direcciones.
El nervio V o trigémino es un nervio mixto que se caracteriza por presentar tres ramas, la
superior u oftálmica, la intermedia o maxilar y la inferior o mandibular. Estas ramas están
constituidas por las expansiones periféricas de las neuronas sensitivas monopolares
situadas en un ganglio y que se relacionan con los receptores de la órbita, los párpados, las
fosas nasales, la frente, el cuero cabelludo, la región infraorbitaria, la temporal anterior, las
arcadas dentarias, la bóveda palatina, parte de la mucosa nasal, mucosa de la lengua, etc.
Figura 3.25 Recorrido nervio trigémino
Los axones de las neuronas sensitivas terminan en un núcleo de neuronas intercaladas del
tronco encefálico que da origen a este nervio. El nervio V o trigémino también se origina en
un núcleo motor somático. Los axones de las neuronas de este núcleo se relacionan con los
músculos de la masticación (temporales, pterigoideos externos, pterigoideos internos y
maseteros) que son sus efectores.
Las lesiones unilaterales de la porción motora de este nervio dificultan la masticación en el
lado de la lesión y al abrir la boca la mandíbula se desvía hacia el lado afectado. Si se
lesionan las fibras sensitivas se pierde la sensibilidad dolorosa, térmica, etc., en las áreas
inervadas por el trigémino.
A veces este nervio puede afectarse por procesos irritativos, entonces aparecen episodios
de dolor intenso en la cara. Esto se denomina neuralgia del trigémino.
El nervio IV o patético (troclear) es un nervio motor que se origina en un núcleo motor
somático. Los axones de las neuronas de este núcleo terminan en el músculo oblicuo
superior del ojo, que es su efector y que al contraerse hace girar el globo ocular hacia abajo
y adentro.
La lesión de este nervio se observa con poca frecuencia y se manifiesta como estrabismo
convergente y diplopía en la mirada hacia abajo.
El nervio III o motor ocular común es un nervio motor que se origina en dos núcleos del
tronco encefálico, uno es somático y el otro vegetativo.
Los axones de las neuronas del núcleo motor somático tienen como efectores a los
músculos voluntarios del ojo, excepto el recto externo y el oblicuo mayor, mientras que las
del núcleo motor vegetativo terminan en un ganglio vegetativo que se encuentra situado
cerca de los efectores que son el músculo liso o involuntario del cuerpo ciliar y del músculo
constrictor de la pupila.
Cuando este nervio se lesiona, se paralizan los músculos correspondientes al lado de la
lesión, lo que se manifiesta por la desviación del globo ocular hacia fuera (estrabismo
divergente) entre otros signos.
El nervio II u óptico es un nervio sensitivo que presenta características muy particulares. Las
neuronas sensitivas son bipolares y están situadas en la retina donde también se encuentra
la primera neurona intercalada, representada por las llamadas grandes células de la retina.
Las prolongaciones periféricas de las neuronas bipolares se relacionan con los fotoceptores
de la retina y sus axones establecen relación sináptica con las grandes células. Los axones
de estas últimas forman la capa de las fibras nerviosas de la retina y luego constituyen el
nervio óptico que sale del ojo por su polo posterior y penetra en la cavidad craneana.
Las consecuencias de las lesiones que se pueden producir en este nervio se estudiarán con
detalle en el epígrafe siguiente.
El nervio I u olfatorio es un nervio sensitivo que se relaciona con el telencéfalo. Las
neuronas sensitivas son bipolares y están situadas en la mucosa olfatoria, sus
dendritas se relacionan con los receptores del olfato y sus axones penetran en la cavidad
craneana y terminan en el bulbo olfatorio
Figura 2.26 Localización nervio olfatorio.
Importancia del tronco cerebral
El tronco encefálico es una parte del sistema nervioso sumamente importante que interviene
en la integración de reflejos necesarios para el mantenimiento de la vida y para la
adaptación del individuo al medio. Conociendo los receptores y los efectores con los cuales
se relacionan los nervios craneales se puede comprender mejor este planteamiento.
Entre estos reflejos están, por ejemplo, el reflejo de la tos o tusígeno, del estornudo, del
vómito, de la deglución, de la ventilación, de la movilidad y de la secreción gastrointestinal,
de la secreción salival, de la masticación, reflejos relacionados con el ajuste motor ocular
(de acomodación visual, el fotomotor, etc.), reflejos relacionados con los movimientos del
cuello y de la cabeza para la orientación, reflejos relacionados con la audición y con el
equilibrio entre otros.
El sistema nervioso vegetativo: sistemas motores viscerales simpático y parasimpático.
El sistema nervioso vegetativo (neurovegetativo) es la parte del sistema nervioso que regula
las funciones viscerales o vegetativas del organismo, las cuales son casi siempre
inconscientes.
Parte de este sistema está constituido por estructuras de la corteza cerebral, del rinencéfalo
o sistema límbico y del hipotálamo.
La porción segmentaria de este sistema, está constituida por parte de la médula espinal y
del tronco encefálico, así como por los nervios espinales y por algunos nervios craneales y
está representada, anatómicamente, por los sistemas motores viscerales simpático y
parasimpático, cuyo conocimiento es importante porque permite comprender integralmente
el funcionamiento de la médula espinal, del tronco encefálico y del sistema nervioso en
general.
A diferencia de los músculos estriados, que están inervados directamente por axones de
neuronas motoras alfa y gamma situadas en el sistema nervioso central, la trasmisión de los
impulsos motores hacia las estructuras viscerales (constituidas por fibras musculares lisas,
cardiacas y epitelios glandulares) se realiza a través de motoneuronas viscerales situadas
en el sistema nervioso central, específicamente en la médula espinal y en el tronco
encefálico y en los ganglios motores viscerales o vegetativos. Son las motoneuronas
viscerales las que constituyen el sistema motor visceral simpático o dorsolumbar y el
sistema motor visceral parasimpático o craneosacral.
Figura 2.27 Sistema nervioso vegetativo.
Sistema motor visceral simpático o dorsolumbar
El sistema motor visceral simpático se encuentra en la médula espinal, extendiéndose
desde el segmento dorsal 1 hasta el segmento lumbar 2, de ahí el nombre de dorsolumbar o
toracolumbar.
Presenta dos motoneuronas viscerales, la primera se encuentra en las astas laterales de los
segmentos citados y la segunda se encuentra en un ganglio simpático.
Los ganglios simpáticos están representados por dos cadenas o cordones ganglionares
situados a lo largo de las caras anterolaterales de la columna vertebral y se extienden
desde la base del cráneo hasta el cóccix.
La porción cervical de estas cadenas presenta tres ganglios (formados por la fusión de ocho
ganglios cervicales), mientras que los ganglios de las demás porciones de las cadenas se
corresponden con los segmentos medulares.
Además, delante de la columna vertebral hay tres ganglios impares prevertebrales que son
el celíaco, el mesentérico superior y el mesentérico inferior.
Los axones de las primeras motoneuronas viscerales pueden:
- terminar en el ganglio de la cadena correspondiente al segmento medular del cual salió,
- atravesar dicho ganglio, ascender o descender y terminar en un ganglio superior o inferior
de la cadena,
- atravesar el ganglio correspondiente y terminar en uno de los tres ganglios impares
prevertebrales.
Figura 3.27 Motoneuronas viscerales
En cualquiera de esos ganglios, los axones de las primeras motoneuronas viscerales
establecen relación sináptica con las segundas motoneuronas viscerales cuyos axones
terminan en los efectores representados por el músculo liso de los vasos sanguíneos, el
folículo piloso y las glándulas sudoríparas del segmento corporal correspondiente, así como
en las vísceras cervicales, torácicas, abdominales y pélvicas y en estructuras de la cabeza.
Este sistema conduce impulsos nerviosos motores que provocan, entre otros efectos, la
dilatación de la pupila, sudoración intensa, aumento de la actividad cardiaca y relajación de
la vejiga. (Cuadro 2.1)
Cuadro 3.1Sitema motor visceral simpático
Sistema motor visceral parasimpático
El sistema motor visceral parasimpático se encuentra en parte de la médula espinal y del
tronco encefálico, específicamente en los segmentos sacros 2, 3 y 4 y en los núcleos
vegetativos de los nervios craneales III, VII, IX y X. (Figura 2.17 )
Figura 3.27 Sistema motor parasimpático
En esos núcleos y en las astas laterales de los segmentos medulares del S2 – S4, se
encuentran las primeras motoneuronas viscerales parasimpáticas. Los axones de estas
motoneuronas, después de formar parte del nervio espinal correspondiente o del nervio
craneal del que se trate, terminan en un ganglio parasimpático que está situado en la pared
de los efectores o muy cerca de ellos. En estos ganglios están las segundas motoneuronas
viscerales parasimpáticas cuyos axones terminan en los efectores correspondientes.
Los efectores de las fibras parasimpáticas sacras son, en general, las vísceras pélvicas. En
el caso de las fibras parasimpáticas de los nervios craneales, los efectores son:
Nervio III: el cuerpo ciliar (en el ojo) y el músculo constrictor de la pupila.
Nervio VII: glándulas lagrimales, vasos sanguíneos y glándulas de la mucosa nasal,
glándulas submaxilares, sublinguales y de la mucosa del suelo de la boca.
Nervio IX: glándulas parótidas.
Nervio X: vísceras cervicales, torácicas y abdominales.
Este sistema conduce impulsos nerviosos motores que provocan, entre otros efectos,
contracción de la pupila, de los bronquios y disminución de la actividad cardiaca.
En el cuadro 2.1 se muestran los efectos producidos por la estimulación de las fibras
nerviosas simpáticas y parasimpáticas en las funciones viscerales del organismo. En él se
observa que la estimulación simpática provoca un efecto excitador sobre algunos órganos y
un efecto inhibidor en otros, lo mismo ocurre con la estimulación de las fibras
parasimpáticas.
El funcionamiento integrado de estos dos sistemas asegura el mantenimiento de un estado
interno normal en el organismo.
Cuadro 3.1 Efectos de la estimulación simpática y parasimpática sobre diferentes órganos y
sobre algunas funciones.
Órgano o función
Efecto de la estimulación
Simpática
Parasimpática
Pupila
Dilatación
Contracción
Músculo ciliar
Ninguno
Contracción
Glándulas gástricas
Ninguno
Secreción
Bronquios
Dilatación
Constricción
Hígado
Liberación de glucosa
Ninguno
Corazón
Aumento de la frecuencia
Disminución de la frecuencia
Vejiga
Retención de la orina
Vaciamiento
Pene
Eyaculación
Erección
Metabolismo
Aumento
Ninguno
Músculos erectores del pelo
Contracción
Ninguno
Vasos sanguíneos superficiales
Contracción y dilatación
Ninguno
Intestino
Disminuye el peristaltismo
Aumenta el peristaltismo y el tono
Cerebelo
El cerebelo humano es una de las partes más voluminosas del sistema nervioso central. Se
caracteriza por una apariencia laminar que lo diferencia de los demás órganos de este
sistema. Se ha comprobado que, si se extirpa el
cerebelo, los movimientos suelen ser anormales y se afecta esencialmente la coordinación
de las actividades musculares rápidas, lo cual indica la gran importancia de este órgano del
sistema nervioso en el control de los movimientos.
El cerebelo está situado, junto con el tronco encefálico, en la fosa posterior del cráneo. Por
su parte superior está separado de los hemisferios cerebrales por la tienda del cerebelo y
por la anterior limita con el bulbo raquídeo y la protuberancia anular, de los que está
separado por el IV ventrículo y la tela coroidea; su cara inferior se relaciona con el hueso
occipital.
Características anatómicas
El cerebelo tiene aproximadamente forma ovoide, con su diámetro mayor transversal, el
cual oscila entre 9 y 10 centímetros, su dimensión anteroposterior es de 3 centímetros y el
peso en el adulto es de 120 – 150 gramos. Su superficie es de color gris rosado (en estado
fresco) y muy irregular debido a la presencia de gran cantidad de surcos que tienden a
disponerse en forma paralela.
Presenta tres partes, una central denominada vermis y dos laterales que son los hemisferios
cerebelosos; también tiene tres caras, una anterior constituida por sustancia blanca y oculta
por el bulbo raquídeo y la protuberancia anular, una superior en la que el vermis es
prominente y una inferior en la que el vermis está situado profundamente.
Figura 3.28 Estructura del cerebelo.
Los surcos presentes en la superficie cerebelosa son de diferente profundidad; los más
profundos, llamados cisuras o fisuras, dividen al cerebelo en 27 lóbulos y los surcos menos
profundos determinan la presencia de laminillas en la superficie cerebelosa.
El cerebelo está relacionado con el tronco encefálico mediante tres pares de cordones de
sustancia blanca que son los pedúnculos cerebelosos superiores, medios e inferiores, de
los que forman parte las vías aferentes y eferentes del cerebelo. Los superiores relacionan
al cerebelo con el mesencéfalo, los medios con la protuberancia anular y los inferiores con
el bulbo raquídeo.
Al dar cortes al cerebelo se observa que hay sustancia gris en la superficie del mismo
(excepto en la cara anterior) que constituye la corteza cerebelosa, debajo de ésta hay
sustancia blanca subcortical y en el centro de esta última se encuentran los núcleos de
sustancia gris.
Figura 3.29 Estructura del cerebelo
La corteza cerebelosa es una lámina delgada de sustancia gris de espesor uniforme (0,5 - 1
milímetro) y muy plegada, constituida por varios tipos de células que se disponen en tres
capas, que desde la superficie hacia adentro son: la capa molecular (externa), la capa de
Purkinje (media) y la capa granulosa (interna).
Figura 3.30 Sustancia gris del cerebelo.
La sustancia blanca subcortical se caracteriza porque es compacta en el centro y se
ramifica hacia la superficie en forma de láminas delgadas, hasta constituir la laminilla
cerebelosa, que es una pequeño eje de sustancia blanca rodeado de sustancia gris entre
dos surcos contiguos.
Figura 3.29 Sustancia blanca del cerebelo.
Está constituida por fibras nerviosas, la mayoría de las cuales se continúa con los
pedúnculos cerebelosos.
En la profundidad de la sustancia blanca subcortical se encuentran cuatro pares de núcleos
grises centrales que son, desde el centro hacia la superficie: fastigii o del techo, globoso,
emboliforme y dentado. De ellos el más voluminoso es el dentado.
El cerebelo recibe fibras nerviosas procedentes de otras partes del sistema nervioso
(aferentes) y de él salen fibras hacia otras partes del sistema (eferentes). Todas estas fibras
nerviosas forman parte de los pedúnculos cerebelosos y de la sustancia blanca subcortical.
Conexiones aferentes
- Haces vestíbulocerebelosos, que conducen información relacionada con el equilibrio
desde el sistema vestibular, penetran al cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso inferior
y terminan en parte de la corteza cerebelosa y en el núcleo fastigii.
- Haces espinocerebelosos dorsales y ventrales, que conducen información propioceptiva
procedente de las extremidades inferiores, desde la médula espinal hasta la corteza
cerebelosa. La diferencia entre estos haces radica en que los primeros forman parte de los
pedúnculos cerebelosos inferiores y los segundos forman parte de los pedúnculos
cerebelosos superiores.
- Fibras cuneocerebelosas, conducen información propioceptiva procedente de las
extremidades superiores, desde los núcleos cuneiformes (de Goll) del bulbo raquídeo hasta
la corteza cerebelosa, forman parte de los pedúnculos cerebelosos inferiores.
- Fibras retículocerebelosas, trigéminocerebelosas, tectocerebelosas y olivocerebelosas:
como sus nombres indican, se originan en la formación reticular bulboprotuberancial, en el
núcleo mesocefálico del V par craneal, en la lámina cuadrigémina y en las olivas bulbares.
Conducen información procedente de estructuras segmentarias y suprasegmentarias hacia
la corteza cerebelosa. Las fibras tectocerebelosas y las trigéminocerebelosas penetran al
cerebelo a través del pedúnculo cerebeloso superior y las otras lo hacen por el pedúnculo
cerebeloso inferior.
- Fibras pontocerebelosas: se originan en los núcleos de células pontinas de la
protuberancia anular y penetran al cerebelo por los pedúnculos cerebelosos medios y
terminan en la corteza cerebelosa. A través de estas fibras el cerebelo recibe impulsos
nerviosos procedentes de la corteza de algunos lóbulos del cerebro (vía
corticopontocerebelosa).
Figura 3.31 Conexiones aferentes
Conexiones eferentes
Las fibras nerviosas que salen del cerebelo se originan, en su mayoría, en los núcleos
grises centrales, salen del mismo a través de los pedúnculos cerebelosos y terminan en la
formación reticular bulboprotuberancial, en el núcleo vestibular lateral, en el núcleo rojo y en
el núcleo ventrolateral del tálamo. Hay abundantes fibras que se originan en la corteza
cerebelosa y terminan directamente en el núcleo vestibular lateral.
Figura 3.32 Conexiones eferentes
Importancia funcional del cerebelo
El cerebelo participa en el control de los movimientos conjuntamente con otras partes del
sistema nervioso. Hace posible que cada movimiento tenga la medida y la intensidad
necesaria que requiere el fin buscado, asegura el funcionamiento coordinado de los
diferentes grupos musculares cuando se realizan movimientos simultáneos, sucesivos y
alternos, fundamentalmente rápidos. Todo esto contribuye al mantenimiento de la postura y
del equilibrio.
El cerebelo realiza estas funciones mediante el reforzamiento o la inhibición de la actividad
nerviosa de control de los movimientos iniciada en otras partes del sistema nervioso, en
particular en la corteza cerebral y en los núcleos basales. En la realización de las funciones
mencionadas, el cerebelo, como estructura suprasegmentaria, no envía impulsos nerviosos
directamente a las motoneuronas del sistema segmentario relacionadas con los efectores,
sino que ejerce una influencia importante sobre otras partes del sistema que sí tienen una
relación directa con la actividad motora como la corteza cerebral, la formación reticular, etc.
Y esta influencia la realiza a través de conexiones con neuronas que dan origen a vías
descendentes y a través del tálamo.
¿Cómo el cerebelo participa en el control de los movimientos voluntarios?
El movimiento voluntario se realiza cuando la corteza cerebral motora envía impulsos
nerviosos a los músculos esqueléticos mediante la vía piramidal o corticospinal (pasando
primero por el tronco encefálico y por la médula espinal), al mismo tiempo esta información
llega al cerebelo mediante la vía corticopontocerebelosa. Cuando comienza a producirse el
movimiento, los
propioceptores y los receptores cutáneos de la región donde el mismo se produce, envían
información a la médula espinal ( a través de las estructuras del sector aferente) y desde
aquí esa información va al cerebelo por los haces espinocerebelosos y cuneocerebelosos
fundamentalmente. Entonces, el cerebelo compara la información que le llegó de la corteza
cerebral con la información que le llega desde los receptores, calcula el error entre ambas
informaciones y lo corrige, mediante el envío de impulsos nerviosos inhibitorios a la corteza
cerebral a través del núcleo ventrolateral del tálamo.
Figura 3.33 Esquema del funcionamiento del cerebelo
Tálamo, hipotálamo y sistema límbico
Tálamo
El tálamo es una parte importante del sistema nervioso que forma, junto con la corteza
cerebral un complejo muy relacionado que alcanza en el hombre su mayor desarrollo en
correspondencia con el desarrollo de la corteza cerebral.
El tálamo representa la mayor parte del diencéfalo, se encuentra a ambos lados del tercer
ventrículo, por encima del hipotálamo y del subtálamo, de los que está separado por el
surco hipotalámico.
Figura 3.34 Corte medio sagital del tronco encefálico y del diencéfalo
Características anatómicas
El tálamo está constituido por dos masas de sustancia gris, unidas en el 80% de los casos,
por un puente de sustancia gris llamado masa intermedia (de ahí que se hable también de
los tálamos).
Cada tálamo tiene forma aproximadamente ovoide y presenta dos láminas de sustancia
blanca que son las láminas medulares externa e interna. Está constituido por un gran
número de neuronas que se agrupan constituyendo los núcleos talámicos, los cuales han
sido divididos en tres grupos atendiendo a las relaciones anatomofuncionales que
establecen con las estructuras suprasegmentarias y al carácter de la información que
reciben. Estos grupos de núcleos son los de proyección específica, los de asociación
tálamo-cortical y los inespecíficos.
Figura .3.34 Corte del tálamo
Los núcleos de proyección específica se caracterizan porque reciben información específica
procedente del sistema segmentario y de algunos suprasegmentos y envían conexiones
rápidas a zonas específicas de la neocorteza cerebral llamadas áreas primarias o zonas
corticales de proyección específica. Entre estos núcleos están el geniculado lateral, el
geniculado medial, el ventral posterolateral y el ventrolateral entre otros.
Figura 3.35 núcleos de proyección específica (Estrada y Pérez T-II)
El núcleo geniculado lateral recibe información visual y la proyecta a la corteza visual; el
núcleo geniculado medial recibe información auditiva y la envía a la corteza auditiva; el
ventral posterolateral recibe información dolorosa, térmica, táctil, propioceptiva y gustativa y
la envía a la corteza somestésica (cutáneocinestesica); el núcleo ventrolateral recibe
información desde el cerebelo y la envía a la corteza premotora.
Los núcleos de asociación tálamocortical reciben información procedente de los otros
grupos de núcleos talámicos y establece sus conexiones eferentes con zonas amplias pero
determinadas de la corteza cerebral (áreas secundarias), pero también reciben impulsos
nerviosos desde estas áreas a través de los circuitos reverberantes tálamocorticales. Estos
núcleos son el dorsomedial, los dorsolaterales y el pulvinar.
Figura 3.36 núcleos de inespecíficos (Estrada y Pérez T-II)
Los núcleos inespecíficos en general reciben conexiones aferentes de estructuras
segmentarias y suprasegmentarias y las conexiones eferentes las establece con estructuras
suprasegmentarias. Estos núcleos han sido divididosen dos grupos: el complejo reticular
talámico y los núcleos inespecíficos propiamente dichos.
El complejo reticular talámico, situado en la superficie lateroventral del tálamo, por fuera de
la lámina medular externa, representa la porción superior de la formación reticular. Recibe
aferencias de la formación reticular
del tronco encefálico y de otros núcleos talámicos y sus conexiones eferentes alcanzan
todas las regiones de la corteza cerebral de forma difusa.
Los núcleos inespecíficos propiamente dichos, en general reciben información de la
formación reticular, del hipotálamo, del subtálamo, de la lámina cuadrigémina y del
rinencéfalo. Estos núcleos establecen conexiones eferentes con el cuerpo estriado, el globo
pálido, otros núcleos talámicos y con algunas estructuras del sistema límbico.
De acuerdo a lo descrito con respecto a las relaciones que establece el tálamo con las
demás estructuras del sistema nervioso, se evidencia que toda la información sensorial
excepto la olfatoria, llega al tálamo y este la proyecta hacia la corteza cerebral, por lo que, el
tálamo participa en la integración de la sensibilidad dolorosa, térmica, táctil, propioceptiva,
auditiva, visual y gustativa.
El tálamo desempeña además un papel importante en la regulación de la actividad motora,
debido a sus relaciones con el cerebelo y con los núcleos basales del cerebro.
El complejo reticular talámico forma parte del sistema reticular activador ascendente (SRAA)
y funciona como relevo para la mayor parte de las señales facilitadoras difusas que la
porción mesencefálica de este sistema envía a todas las zonas de la corteza cerebral y así
provocar su activación generalizada; por otra parte, se sabe que la estimulación de ciertos
puntos de este complejo provoca la activación selectiva e determinadas zonas corticales, lo
cual resulta importante en la capacidad humana para dirigir la atención hacia diversos
componentes de la actividad mental.
Hipotálamo
El hipotálamo es una estructura suprasegmentaria que participa, junto con otras partes del
sistema nervioso en la regulación de funciones necesarias para el mantenimiento de la vida
y para la adaptación del individuo al medio.
El hipotálamo está situado en la porción ventral del diencéfalo, por debajo del tálamo y por
delante del subtálamo, contribuye a formar el suelo y la porción inferior de las paredes
laterales del tercer ventrículo y está limitado en su porción anterior por la lámina terminal .
Figura 3.34 Estructura del hipotálamo
Es una parte del sistema nervioso central de pequeño tamaño, que en su porción inferior y
media se prolonga hacia abajo y constituye el tallo hipofisario, el cual se continúa con el
lóbulo posterior de la hipófisis o neurohipófisis.
El hipotálamo está constituido por agrupaciones de neuronas que forman los núcleos y las
áreas hipotalámicas. Entre esos núcleos están los supraópticos, los paraventriculares y los
núcleos mamilares entre otros; entre las áreas se encuentran el área hipotalámica anterior,
el área posterior, etc.
Figura 3.37 Núcleos hipotalámicos (Netter
El hipotálamo se relaciona con otras partes del sistema nervioso mediante el
establecimiento de conexiones aferentes y eferentes. Entre las conexiones eferentes tienen
particular importancia el haz hipotalámico hipofisario (que se origina fundamentalmente en
los núcleos supraópticos y paraventriculares y termina en la neurohipófsis); el haz
mamilotalámico (que se origina en los núcleos mamilares y termina en el tálamo) y el
fascículo longitudinal dorsal o periventricular (que termina en la formación reticular del
tronco encefálico, en los núcleos motores viscerales de los nervios craneales (III, VII, IX y X)
y en las astas laterales de los segmentos de la médula espinal.
Figura 3.38 Haz hipotalámico hipofisario (Netter)
A pesar de su pequeño tamaño la importancia funcional del hipotálamo es grande, ya que
establece la relación o el enlace de la corteza cerebral y el sistema límbico con las
estructuras del tronco encefálico, lo que resulta sumamente importante en el desarrollo de
patrones de conducta que posibilitan la autoconservación y la conservación de las especies.
En este sentido, el hipotálamo participa en la regulación de la actividad hipofisaria de la
ingestión de alimentos y líquidos, de la temperatura corporal, de las actividades simpática y
parasimpática, de la expresión emocional y de las motivaciones.
Control de la actividad hipofisaria
El control que ejerce el hipotálamo sobre la actividad hipofisaria está determinado por el
hecho de que en los núcleos supraóticos y paraventriculares se producen dos
neurohormonas: la antidiurética (ADH) y la oxitocina, las cuales son conducidas por el haz
hipotalámico hipofisario hasta la neurohipófisis, donde son almacenadas y liberadas por
esta cuando el organismo lo necesita. También en el hipotálamo son elaboradas
determinadas neurosecreciones llamadas factores de liberación y factores de inhibición, las
cuales son conducidas a través de la sangre que circula por el sistema portal hipotalámico-
hipofisario hasta la adenohipófisis, estimulando o inhibiendo la secreción de hormonas en
dependencia de las necesidades del organismo, lo cual será analizado en otro capítulo de
este libro.
Regulación de la ingestión de alimentos y líquidos.
Experimentos realizados en animales han demostrado que el hipotálamo participa en la
regulación de la ingestión de alimentos, aunque existen otros factores que regulan esta
actividad, como el hecho de que un ambiente frío estimula el apetito y uno cálido lo inhibe,
también estimula el apetito la distensión del tracto gastrointestinal y en los seres humanos
también influyen los factores culturales, los hábitos alimentarios, los factores del medio
ambiente y la experiencia anterior.
Los experimentos con animales también han permitido comprobar que las lesiones en
determinadas partes del hipotálamo disminuyen o evitan la ingestión de líquidos (estas
áreas son diferentes en distintos animales) y que la inyección de soluciones salinas
concentradas en esas zonas provoca una conducta sedienta en animales conscientes; lo
expuesto hace pensar que en el hipotálamo existen células que son estimuladas por el
aumento de la presión osmótica de los líquidos corporales y como resultado de ello se inicia
la sensación de sed y la consecuente ingestión de líquidos.
Regulación de la temperatura corporal
En los seres humanos las reacciones metabólicas celulares ocurren a una temperatura que
oscila entre los 36 y 37° C; por encima o por debajo de esta temperatura disminuye la
velocidad de las reacciones químicas celulares, con consecuencias negativas para el
funcionamiento integral del organismo, de ahí la importancia del mantenimiento de una
temperatura corporal estable.
Se ha demostrado que en el hipotálamo existen neuronas que responden a las variaciones
de la temperatura de la sangre que a ellas llega. Algunas aumentan su actividad ante las
altas temperaturas de la sangre y originan impulsos nerviosos que conllevan a la
disminución de la temperatura corporal, estos impulsos se traducen en determinadas
respuestas como hipotonía muscular, apatía e inercia, disminución de la glucogenolisis
hepática, anorexia, somnolencia, vasodilatación cutánea, aumento de la sudoración, etc;
estas neuronas, cuando disminuye la temperatura, disminuyen su actividad.
También en el hipotálamo hay neuronas que aumentan su actividad cuando baja la
temperatura de la sangre que llega a ellas, desencadenan impulsos nerviosos que
posibilitan el aumento de la temperatura y que finalmente se manifiestan por un aumento de
la actividad motora espontánea, la producción de escalofríos, castañeteo de los dientes,
piloerección, aumento de la glucogenolisis hepática, hambre, aumento de la actividad
cortical, vasoconstricción cutánea, etc.
Las respuestas producidas por el hipotálamo llevan implícitos fenómenos motores
somáticos y viscerales, endocrinos y cambios de conducta, lo que hace evidente la
importancia de las relaciones que establece el hipotálamo con otras partes del sistema
nervioso central.
Además de este mecanismo de control hipotalámico de la temperatura corporal, el
organismo humano presenta mecanismos nerviosos periféricos que permiten detectar los
cambios de temperatura de la piel, determinados por la existencia de termoceptores
cutáneos que provocan el desarrollo de respuestas vasculares reflejas medulares
(vasodilatación y vasoconstricción).
Regulación de las actividades simpática y parasimpática
Se ha comprobado que la estimulación de diferentes áreas hipotalámicas provocan
respuestas simpáticas y parasimpáticas, las cuales forman parte de determinados patrones
de conducta; la experimentación con animales ha demostrado que al estimular
eléctricamente determinadas regiones del hipotálamo se producen respuestas de tipo
parasimpático como contracción de la vejiga, bradicardia, hipotensión arterial,
hipermovilidad gastrointestinal, contracción de la pupila, etc.; si se estimula de la misma
forma otra área hipotalámica específica se obtienen determinadas respuestas de tipo
simpático como hipertensión arterial, taquicardia, piloerección, dilatación de la pupila,
sudoración, etc. En ambos casos las respuestas forman parte de reacciones complejas ante
determinadas situaciones de tensión emocional relacionadas con el miedo, con una
situación de combate o fuga, etc.
Regulación de la expresión emocional y de las motivaciones
El hipotálamo es considerado como uno de los centros vinculados con la expresión
emocional, conjuntamente con la corteza cerebral y con el sistema límbico; si se tiene en
cuenta que la expresión fisiológica de la emoción depende en gran media de los
componentes simpático y parasimpático, es evidente la probabilidad de que el hipotálamo
participe de forma directa o indirecta en el control de las reacciones emocionales.
Los experimentos con animales anestesiados han demostrado que la estimulación eléctrica
de determinadas áreas del hipotálamo provoca manifestaciones de la conducta afectiva
como hipertensión arterial, horripilación, dilatación de la pupila, etc. y en animales no
anestesiados la estimulación de las mismas áreas produce un estado de furia, en ocasiones
sumamente violento. La lesión bilateral de los núcleos ventromediales transforman la
conducta de perros y gatos volviéndolos salvajes y agresivos, esta conducta se manifiesta
por gruñidos, mordiscos, silbidos, muestra de los dientes, etc.

Los seres humanos con lesiones destructivas del hipotálamo debido a tumores,
enfermedades vasculares, etc. se caracterizan por una alteración de la conducta que oscila
desde la apatía hasta la excitación.
Se piensa que el hipotálamo participa de alguna forma en el control de las motivaciones ya
que la estimulación eléctrica de algunas zonas del mismo en los animales se manifiesta
motivando una fuerte conducta alimentaria, defensiva y sexual.

Sistema límbico (rinencéfalo)

El sistema límbico es una parte del sistema nervioso que funciona estrechamente vinculada
al hipotálamo en el control de la conducta y de los impulsos emocionales de las personas;
algunas de las estructuras de este sistema están relacionadas con la aferencia olfatoria y
muy desarrolladas en algunos animales, no así en el ser humano en el que el olfato no es el
principal sistema sensorial, de ahí que se plantee que el sistema límbico está constituido por
un conjunto de estructuras estrechamente relacionadas desde el punto de vista funcional
con mecanismos que, aunque tienen que ver con la olfación, en los mamíferos están
dirigidos al cumplimiento de dos importantes funciones, la autoconservación y la
conservación de la especie.
Figura 3.39 Representación del sistema límbico
El sistema límbico está constituido por las estructuras más antiguas y mediales del
telencéfalo y para su mejor comprensión, desde el punto de vista anatomofuncional dicho
sistema se ha dividido en tres componentes que funcionan como un todo y cada uno de los
cuales está constituido por varias estructuras anatómicas. Esos componentes son el
sistema rinal, el sistema frontotemporal y el sistema hipocampo- corteza supracallosa.

El sistema rinal es particularmente importante en los animales con un alto grado de olfación
en el mantenimiento de su equilibrio vital, o sea, en el desarrollo de patrones de conducta
relacionados con la alimentación, la defensa y la procreación.

Se ha comprobado que la estimulación eléctrica de diferentes puntos del sistema


frontotemporal en animales intactos y con libertad de movimiento, provoca el desarrollo de
respuestas de naturaleza alimentaria como lamidos, masticación y respuestas asociadas
con la búsqueda de alimentos y con la lucha por sobrevivir como olfateo, búsqueda, ataque
o defensa con cólera y vocalización apropiada.

En el ser humano, específicamente en personas con focos epileptógenos en la región


frontotemporal, se ha comprobado que los mismos presentan manifestaciones parecidas
durante sus crisis. En los inicios de estas, experimentan síntomas alimentarios diversos y
emociones vividas como sensación de hambre, y de sed, náuseas, temor, miedo y hasta
sensación de terror o de cólera.

En los animales, las lesiones destructivas localizadas en determinadas partes del sistema
frontotemporal provocan diversas manifestaciones relacionadas con la conducta como una
marcada docilidad con hipersexualidad (en algunas variedades de animales), pérdida del
sentido del temor y exposición repetida a situaciones dolorosas o perjudiciales, como si el
animal perdiera la facultad de atender a su propia preservación. Sin embargo, la
estimulación eléctrica de algunas estructuras como los núcleos amigdaloides provoca
respuestas coléricas.

La extirpación de parte de este sistema provoca en los animales insomnio y un grado


intenso de inquietud motora que hace que sean incapaces de estar quietos y se mueven
continuamente.

Las experiencias descritas demuestran que el sistema frontotemporal participa de alguna


forma en la regulación de la excitabilidad de los mecanismos inferiores a nivel del
hipotálamo, de la hipófisis y del sistema segmentario para la fase consumatoria de la
conducta innata.
En cuanto al sistema hipocampo-corteza supracallosa, las experiencias realizadas con
animales han demostrado que la destrucción del hipocampo provoca trastornos en los
mecanismos de la formación y evocación de la memoria y por lo tanto de los mecanismos
del aprendizaje.
Se ha observado que los seres humanos que han sufrido la extirpación bilateral del
hipocampo pueden efectuar satisfactoriamente la mayor parte de las actividades
aprendidas, pero no pueden aprender nada nuevo, ni siquiera los nombres o caras de las
personas con las que están en contacto todos los días, sin embargo, pueden recordar por
un momento lo que ocurre durante el curso de sus actividades, de lo que se deduce que es
posible que tengan un tipo de memoria muy corta aunque la capacidad para establecer
nuevos recuerdos a largo plazo esté abolida por completo.

También la destrucción de los hipocampos causa déficit en lo que se aprendió con


anterioridad, más evidente para la memoria reciente que para los recuerdos del pasado
distante y todo ello tiene como consecuencia lógica que haya dificultad en el aprendizaje.

El análisis de las relaciones del sistema límbico con otras partes del sistema nervioso
demuestra que, en general, el mismo recibe información desde la formación reticular, del
tálamo y de la corteza cerebral y sus conexiones eferentes las establece primordialmente
con el hipotálamo, también lo hace con el núcleo caudado. Se plantea que el hipotálamo es
la principal vía motora del sistema límbico y considerado desde el punto de vista fisiológico
como uno de los elementos centrales de este sistema.

De manera general y a modo de resumen puede plantearse que el sistema límbico es


importante en los mecanismos de la olfacción (sobre todo en los animales para la defensa,
la alimentación y la procreación), en el desarrollo de patrones de conducta relacionados con
la alimentación y con estados emocionales (miedo, cólera, etc.), realiza una función
reguladora de la excitabilidad de otras estructuras como el hipotálamo, la hipófisis y el
sistema segmentario; participa en los mecanismos de formación y evocación de la memoria,
sobre todo de la memoria reciente, lo cual tiene una gran importancia en el aprendizaje.

El cerebro (hemisferios cerebrales)

El cerebro es la porción más voluminosa y compleja del sistema nervioso, así como la más
joven desde el punto de vista filogenético; ha alcanzado en el ser humano el mayor
desarrollo, lo cual determina que este se diferencie del resto de los animales. Constituye un
todo funcional con otras partes del sistema nervioso central, especialmente con el tálamo y
con la formación reticular y es el responsable de la realización de funciones típicamente
humanas como el lenguaje, las comparaciones, las abstracciones, etc.
Características anatómicas macroscópicas

El cerebro humano está situado en el interior de la cavidad craneana y ocupa la mayor parte
de ésta (en particular la parte superior)

Está constituido por los dos hemisferios cerebrales, separados por un surco profundo que
es la cisura interhemisférica, pero unidos en su porción inferior por el cuerpo calloso.

Cada hemisferio cerebral tiene forma aproximadamente ovoide, un color gris y tres caras, la
superolateral, la medial y la inferior.
Figura 3.40 Vista superior, inferior
La superficie del cerebro, de color gris rosado en estado fresco, se caracteriza porque es
plegada y presenta un gran número de surcos de diferente profundidad. Los surcos más
profundos son las cisuras, las cuales dividen a cada hemisferio cerebral en lóbulos; los
surcos menos profundos están determinados por la presencia de pliegues o
circunvoluciones.
Las cisuras de la cara superolateral son, la de Rolando (o surco central), profunda, que se
sitúa oblicuamente de delante hacia atrás y hacia arriba; la de Silvio (o surco lateral), muy
profunda, dispuesta horizontalmente de delante hacia atrás y la cisura perpendicular externa
(o surco parietooccipital) que es realmente la continuación de una cisura de la cara medial o
interna). Estas cisuras dividen a la cara superolateral en cuatro lóbulos: frontal, parietal,
temporal y occipital. El lóbulo frontal se encuentra por delante de la cisura de Rolando, en la
porción anterior de cada hemisferio cerebral; el lóbulo parietal está detrás de dicha cisura y
ocupa la porción superolateral del hemisferio; el lóbulo temporal es la porción lateral e
inferior de cada hemisferio, por debajo de la cisura de Silvio y el lóbulo occipital, que
constituye la porción posterior del hemisferio, sin límites precisos en esta cara.
Internamente, por dentro de la cisura de Silvio se observa un pequeño lóbulo de forma
piramidal llamado lóbulo de la ínsula.
Figura 3.41 Cisuras y lóbulos (cara superolateral y medial)
Figura 3.42 Lóbulo de la ínsula
En cada lóbulo se observan surcos menos profundos y pliegues, estos pliegues han sido
denominados circunvoluciones. En el lóbulo frontal se encuentran las circunvoluciones
frontales ascendente, superior, media e inferior; en el lóbulo parietal están las
circunvoluciones parietal ascendente o retrorrolándica, superior e inferior con los giros
supramarginal y angular; en el lóbulo temporal están las circunvoluciones temporales
superior, media e inferior. Hay tres circunvoluciones occipitales externas. En el lóbulo de la
ínsula se observan tres circunvoluciones cortas y una larga o mayor.
Al dar un corte medio sagital al cerebro se observa la cara medial o interna en la que hay
dos cisuras bien definidas que son la cisura perpendicular interna (o parietooccipital) y la
cisura calcarina, además de otros surcos menos profundos. Las circunvoluciones de esta
cara son la supracallosa o cingulada, la circunvolución de la cuña (o cuneus) y parte de la
circunvolución frontal superior entre otras.

Al dar cortes verticotransversales al cerebro se observa la disposición de las sustancias gris


y blanca, se encuentra la sustancia gris cortical o corteza cerebral, la sustancia blanca
subcortical y los núcleos grises centrales.

La corteza cerebral ocupa toda la superficie externa y parte de la superficie inferior e interna
del cerebro, tiene un espesor de 1,4 a 4,5 milímetros y presenta surcos de diferente
profundidad, lóbulos y pliegues que fueron descritos anteriormente.
La sustancia blanca subcortical, situada por debajo de la corteza cerebral, está formada por
la sustancia blanca de la circunvolución, la sustancia blanca central o centro oval con sus
cápsulas y el cuerpo calloso.
Figura 3.43 a-Corte transversal de los hemisferios cerebrales b -núcleos basales en vista
lateral dentro del cerebro (transparencia)
La sustancia blanca de la circunvolución es un eje de sustancia blanca situado debajo de la
sustancia gris de cada circunvolución y constituida por fibras nerviosas que llegan o salen
de esa parte de la corteza.
La sustancia blanca central o centro oval se encuentra en el centro de cada hemisferio
cerebral y está constituida por fibras nerviosas, en su mayoría mielinizadas, que conectan
distintas partes de la corteza de un hemisferio, o la corteza de un hemisferio con la corteza
del otro o con estructuras subcorticales, en este último caso las fibras pueden llegar o salir
de la corteza.
En la profundidad del centro oval se hayan los núcleos grises centrales del cerebro, los
cuales rompen la continuidad de este centro, de manera que la comunicación
de las distintas partes de la corteza entre sí y con estructuras subcorticales se realiza, a
este nivel, a través de unos “pasadizos” de sustancia blanca llamados cápsulas que son la
cápsula interna, la cápsula externa y la cápsula extrema
Figura 3.43 Localización sustancia blanca cortical
El cuerpo calloso es una masa de sustancia blanca alargada que une a los hemisferios
cerebrales en su porción inferior; su superficie superior es convexa y la inferior es cóncava;
su porción anterior, incurvada hacia abajo, se llama rodilla y su porción posterior, más
voluminosa e incurvada también hacia abajo, se denomina rodete. Está constituido por
fibras nerviosas mielinizadas que conectan entre sí a puntos simétricos de la corteza de
ambos hemisferios y reciben el nombre de fibras comisurales.
Los núcleos grises centrales (o núcleos basales), situados en la profundidad del centro oval
son cuatro pares, el caudado, el lenticular, el claustro y el amigdalino. Por su importancia en
el control de los movimientos se describirán algunos de estos, los cuales forman parte del
llamado sistema motor extrapiramidal.
El núcleo caudado es el núcleo gris más voluminoso del cerebro, tiene forma de coma (,),
con una cabeza gruesa situada delante del tálamo y una cola.
Figura 3.43 b Núcleo caudado
El núcleo lenticular, de forma triangular, está constituido por dos estructuras de aspecto
diferentes que son el putamen y el globo pálido.
El núcleo caudado y el putamen constituyen el cuerpo estriado.
El cuerpo estriado ayuda al control global de los movimientos intencionales que se realizan
de forma inconsciente; en la realización de esta función no envía impulsos nerviosos
directamente a la médula espinal, sino que envía impulsos nerviosos al globo pálido y a la
sustancia negra y desde aquí a la formación reticular del tronco encefálico.
A través del globo pálido, el cuerpo estriado establece circuitos de retroalimentación con la
corteza cerebral de la forma siguiente
Figura 3.44 Esquema de relaciones funcionales del cuerpo estriado y el globo pálido
(Guyton 11na ed.)
El globo pálido tiene la función de proporcionar el tono muscular basal necesario para la
realización de los movimientos intencionales cuyo control se inicia en la corteza cerebral y
en el cuerpo estriado, durante la realización de esta función envía impulsos nerviosos a la
formación reticular del tronco encefálico, y esta la envía a la médula espinal por las vías
correspondientes.
Cuando se lesionan los núcleos mencionados, se producen trastornos de los movimientos,
por ejemplo, la destrucción total del cuerpo estriado causa en los seres humanos flexión
rígida de las extremidades superiores y extensión rígida de las inferiores; las lesiones en la
cabeza del núcleo caudado provocan movimientos coreicos; si se destruye el globo pálido
se desarrollan un conjunto de fenómenos que se caracterizan por un estado acinético con
mutismo, flexión general de las extremidades, pronación de las muñecas y extensión de los
dedos de las manos. También se producen trastornos de los movimientos si se lesionan las
vías que relacionan los núcleos entre sí y con otras partes del sistema nervioso.

Características anatómicas microscópicas


La corteza cerebral está constituida por un gran número de neuronas (aproximadamente 10
mil millones) de una gran variedad morfológica, predominan las células piramidales (de
diferentes tamaños), los gránulos de distintos tipos (células en forma de araña, estrelladas,
de doble penacho y horizontales de Cajal) y las células fusiformes.
La gran variedad de neuronas presentes en la corteza cerebral se disponen en seis capas,
que desde la superficie hacia el interior son: la capa I o plexiforme, capa II o granulosa
externa, capa III o piramidal externa, capa IV o granulosa interna, capa V o piramidal interna
y capa VI o de las células fusiformes.

Figura 3.45 Capas de la corteza cerebral

En la figura se pueden observar las características de cada una de estas capas en cuanto a
la densidad celular y los tipos de células que predominan en cada una. La mayoría de las
células son de asociación intracortical y solo las pirámides medianas, las pirámides gigantes
y las células fusiformes tienen axones largos que salen de los límites de la corteza cerebral
hacia la sustancia blanca subcortical y establecen conexiones con otras áreas de la corteza
o con estructuras subcorticales.
Esta disposición general de las células nerviosas de la corteza cerebral presenta
variaciones locales y los investigadores, tratando de encontrar en ello significaciones
funcionales, confeccionaron los mapas o cartas arquitectónicas de las cuales la más
conocida es la carta de Brodman; este autor dividió a la corteza en diferentes áreas
teniendo en cuenta sus características morfológicas y funcionales así como la relación entre
las neuronas, e identificaron a cada área con un número. Las características
citoarquitectónicas de algunas de estas áreas serán descritas al analizar la organización
funcional de la corteza cerebral.
Figura 3.46 Carta de Brodman
Las fibras nerviosas presentes en la corteza cerebral (incluyendo las que llegan o salen de
la misma) se disponen en dos direcciones, vertical y horizontalmente; es esta última
disposición la más importante. Las fibras horizontales se disponen en tres estratos o pisos
de fibras nerviosas denominados estrías o plexos corticales; estos plexos son el de Kaes-
Bechterew, el plexo externo de Baillarger y el plexo interno de Baillarger.

Figura 3.45 Plexos corticales

Organización funcional de la corteza cerebral


El funcionamiento de la corteza cerebral en la actualidad se aborda por diferentes autores a
partir de la concepción dinámica de las funciones, la cual tiene su fundamento en los
principios de sistema y en el concepto de función como el resultado de una actividad refleja
compleja que vincula diferentes puntos del sistema nervioso funcionalmente relacionados
para realizar una actividad común. Así, en la realización de cualquier función a nivel
cerebral, es necesaria la intervención de un conjunto de eslabones dinámicos o sistemas
funcionales complejos que pueden ser intercambiables, de manera que si existe afectación
en uno de ellos se establecen nuevos circuitos funcionales para restablecer la función
afectada, con lo que se logra una compensación de la deficiencia.

En estos sistemas funcionales existen zonas corticales que tienen que ver básicamente con
la función en cuestión y su actividad depende del funcionamiento de las otras áreas del
cerebro que actúan dinámicamente como un todo.

Otro aspecto que se estudia hoy en día es el relacionado con la plasticidad del cerebro
humano.

De forma innata, en el cerebro existen mecanismos reflejos fijados para toda la especie
humana que le permiten el mantenimiento de la vida y su adaptación al medio, por ejemplo,
la succión, el llanto, los reflejos miotáticos, de la ventilación, etc. A partir del nacimiento se
incorporan nuevos reflejos obtenidos mediante la interacción con el medio circundante. Esta
posibilidad de asimilar las nuevas experiencias de forma activa es lo que se denomina
plasticidad cerebral, la cual garantiza que se conformen conductas y capacidades; que se
desarrollen los procesos y cualidades psíquicas. La plasticidad cerebral, aunque dura toda
la vida, va disminuyendo con la edad.

Las funciones de las diferentes áreas de la corteza cerebral se han establecido a partir del
análisis de las consecuencias de las lesiones en las mismas y también de experimentos
realizados mediante estimulación eléctrica. Así se ha determinado la existencia de
diferentes áreas corticales que funcionan en estrecha relación con otras áreas de la propia
corteza del cerebro y con estructuras subcorticales.

Se ha establecido la existencia de áreas corticales específicas y de áreas corticales de


asociación.

Las áreas específicas incluyen:


- las áreas sensoriales primarias y secundarias de la sensibilidad somática, de la visión y de
la audición,
- el área motora primaria, y las áreas motoras secundarias (promotora y motora
suplementaria).
Las áreas de asociación son:
- el área asociativa parieto-occipitotemporal (que también se divide en subáreas
funcionales),
- el área asociativa prefrontal,
- área asociativa límbica.

Figura 3.47 áreas específicas y de asociación de la corteza cerebral (Guyton III, p.795)

Estructuralmente las áreas sensoriales primarias se caracterizan por presentar un gran


desarrollo de la capa IV, donde terminan las fibras procedentes de los núcleos de
proyección específica del tálamo y que se disponen en el plexo externo de Baillarger.

Figura 3.48 Relación de la zonas de la corteza con los núcleos del tálamo

Las áreas sensoriales primarias y secundarias son la cutáneo-cinestésica (o somestésica),


que recibe información relacionada con la sensibilidad general (dolorosa, térmica, táctil y
propioceptiva consciente) y se encuentra en la circunvolución parietal ascendente; la
auditiva, que recibe información auditiva y se halla en la circunvolución temporal superior y
la visual, que recibe información visual y se encuentra en el lóbulo occipital a ambos lados y
en la profundidad de la cisura calcarina.

Estas áreas primarias analizan la información que les llega en sus componentes esenciales,
permitiendo el reflejo de las cualidades aisladas de los objetos y fenómenos de la realidad;
además en las mismas hay una precisa proyección somatotópica, es decir, una
representación de las diferentes partes del cuerpo o de la estructura de que se trate.

Las áreas sensoriales secundarias interpretan las funciones de las áreas primarias,
sintetizan la información, permitiendo la percepción de los objetos y fenómenos, por lo que
se relacionan con formas complejas de los procesos mentales.

Existen evidencias experimentales que demuestran la participación de las áreas descritas


en las funciones mencionadas.
Se ha comprobado que la estimulación eléctrica del área visual primaria, en pacientes bajo
anestesia local, determina experiencias visuales como destellos de luz, puntos coloreados,
líneas u otras sensaciones simples, las cuales aparecen en partes bien definidas del campo
visual. Cuando se estimula de la misma forma la corteza auditiva primaria, se provocan
sensaciones de sonidos simples, débiles o intensos, sin otras características especiales
como sonidos musicales o palabras. La realización de la misma experiencia en la corteza
cutáneo-cinestésica primaria, produce en las personas una sensación de adormecimiento y
hormigueo en una parte determinada del cuerpo que para cada persona es siempre la
misma cuando se estimula el mismo sitio. Las áreas Las experiencias descritas llevan a la
conclusión de que las áreas sensoriales primarias no pueden, por sí solas, integrar toda la
información que les llega, por lo que funcionan en estrecha relación con las áreas de la
corteza cerebral.
La estimulación eléctrica en determinados puntos del área visual secundaria provoca la
percepción de alucinaciones visuales complejas y reconocibles como imágenes de flores,
animales, personas, familiares, etc.; a veces esta estimulación ha causado la aparición de
una secuencia compleja como ver a un amigo aproximándose y saludándole con la mano.

Estas alucinaciones no se restringen a una cierta parte del campo visual y en general
reflejan la experiencia visual previa del sujeto. En el caso de la corteza auditiva secundaria,
los estímulos eléctricos evocan sensaciones auditivas complejas como sonidos musicales,
voces, diferenciación de combinaciones de sonidos, etc.

Estas experiencias demuestran que las áreas sensoriales secundarias sintetizan la


información y la transforman en sistemas complejos, en el caso de las áreas auditivas
secundarias esto es sumamente importante en la identificación de los sonidos del lenguaje,
cualidad que distingue la audición humana de la animal.

Las áreas motoras primaria y secundarias están delante de la cisura de Rolando, en los
lóbulos frontales, específicamente, el área motora primaria está en la circunvolución frontal
ascendente, microscópicamente se caracteriza por el poco desarrollo de la capa IV que está
casi ausente, por la pobre densidad celular en las capas II y III y por el gran desarrollo de la
capa V, constituida fundamentalmente por las pirámides gigantes cuyos axones, largos,
salen de la corteza cerebral, forman parte de la vía piramidal y terminan en la médula
espinal; por tanto, el área motora primaria constituye el canal de salida de los impulsos
nerviosos de la corteza cerebral. Hay también una proyección somatotópica precisa en esta
área, que se caracteriza por una amplia representación de la cara, los labios y la lengua.

Las áreas motoras secundarias (promotora y motora suplementaria), situadas por delante
de la motora primaria funcionan junto con esta y con los núcleos basales en la generación
de “patrones de actividad motora, es decir, intervienen en la preparación de los programas
motores, en particular el área premotora, es de gran significación en la organización de
actos motores complejos que transcurren en el tiempo y que para ser realizados necesitan
de la actividad conjunta de diversos grupos musculares. En correspondencia con su función,
microscópicamente esta área se caracteriza porque están ausentes las pirámides gigantes y
presenta en la capa III grandes pirámides; mediante las cuales establece conexiones con
estructuras subcorticales extrapiramidales, a través de las cuales se relaciona con la
médula espinal y con el tronco encefálico.

Las áreas de asociación reciben y analizan señales de varias regiones de la corteza motora,
de la corteza sensorial y de estructuras subcorticales. Las áreas más importantes son: el
área asociativa parieto-occipitotemporal (que también se divide en subáreas funcionales), -
el área asociativa prefrontal y el - área asociativa límbica.

El área asociativa parieto-occipitotemporal proporciona un alto nivel de interpretación de las


señales de todas las áreas sensoriales que la rodean alcanzan en el ser humano su mayor
desarrollo; maduran más tarde que todas las demás zonas de la corteza posterior y no son
completamente operativas hasta los 7 años. La misma posee subáreas funcionales
importantes, en ella se encuentra:

Figura 3.49 áreas funcionales especificas en la corteza cerebral Guyton III p 796

El área de análisis de las coordenadas espaciales del cuerpo, que proporciona un análisis
continuo de las coordenadas espaciales de todas las partes del cuerpo y de sus
alrededores, recibe información visual de la corteza occipital posterior e información
somática de la corteza parietal inferior y a partir de esa información calcula las
coordenadas. Esta función es importante para controlar los movimientos corporales.

- El área de comprensión del lenguaje, denominada área de Wernicke, está situada por
detrás de la corteza auditiva primaria y es la región más importante del cerebro para todas
las funciones intelectuales superiores debido a que casi todas se relacionan con el lenguaje.
- El área del procesamiento inicial del lenguaje visual (lectura), importante para interpretar
las palabras percibidas con la vista.
- El área de la denominación de objetos, los nombres de los objetos se aprenden
principalmente a partir de informaciones auditivas y la naturaleza física de los objetos se
aprende principalmente mediante la vista. Los nombres son esenciales para la comprensión
del lenguaje y la inteligencia, funciones realizadas en el área de Wernicke.
El área prefrontal de asociación funciona en estrecha relación con la corteza motora en la
planificación de patrones motores complejos y secuencias de movimientos. Para realizar
esta función recibe información del área de asociación parieto-occipitotemporal a través de
haces de fibras nerviosas subcorticales, esta información está relacionada con las
coordenadas espaciales necesarios para la planificación de los movimientos.

Esta área también es importante en la realización de procesos del pensamiento, puede


procesar información no motora procedente de extensas áreas del cerebro y lograr tipos de
pensamientos no motores y motores.

Una región especial de la corteza frontal es el área de Brocca, la cual proporciona los
circuitos neurales para la formación de palabras. Es en esta área donde se inician y
ejecutan los planes y patrones motores de la expresión de palabras aisladas y de frases
cortas. Funciona en estrecha relación con el área de Wernicke.

El área límbica de asociación está relacionada con la conducta, las emociones y la


motivación.

Las lesiones en el área asociativa parieto-occipitotemporal no dan lugar a trastornos de la


audición, de la visión o de las sensaciones táctiles y cinestésicas, sin embargo, las
personas presentan dificultades en la comprensión de la información que reciben como un
todo, no pueden integrar los elementos de la información recibida en una estructura única,
no pueden encontrar su situación en el espacio, ni orientarse en un sistema de coordenadas
espaciales, ni distinguir entre la derecha y la izquierda; esto hace que sean incapaces, por
ejemplo, de decir la hora por la posición de las agujas de un reloj en que las horas no estén
numeradas y tienen gran dificultad para distinguir posiciones simétricas de las mismas como
3 y 9; cometen errores cuando intentan encontrar coordenadas en tres dimensiones pues
confunden los planos horizontal, frontal y sagital; no pueden constituir una figura a partir de
sus elementos componentes y tienen gran dificultad para escribir letras (por incapacidad
para retener la posición espacial requerida de las líneas que forman la letra) lo que hace
que las copias de letras o el dibujo de estas presenten un carácter desorganizado.

Por otra parte, aunque las personas comprenden lo que se les dice en el lenguaje cotidiano,
tienen dificultad para entender estructuras lógico gramaticales complejas. Así, las lesiones
en la región parieto-temporo-occipital izquierda tienen como consecuencia que la persona,
aunque comprende el significado de palabras individuales, no puede entender el significado
de la construcción como un todo, considerando iguales frases como: el hermano del padre y
el padre del hermano, otra característica de las personas con lesiones en esa región es la
dificultad para nombrar objetos.

En caso de lesiones masivas de la región parieto-occipital derecha, no se afecta la


comprensión de estructuras gramaticales complejas, sin embargo, están afectados los
procesos del conocimiento en el espacio, que se caracterizan porque la persona desconoce
la mitad izquierda del campo visual, lo que se manifiesta cuando examina dibujos
complejos, o durante la lectura, en la actividad espontánea y en el dibujo espontáneo,
además, estas personas desconocen sus errores y muestran el síntoma de no percibir sus
propios defectos.

Se ha comprobado que las lesiones en los lóbulos frontales altera las formas corticales
superiores de activación producidas con la ayuda del lenguaje, lo que significa que se
afectan las formas superiores de atención voluntaria, mientras que la atención involuntaria,
provocada por la acción de estímulos irrelevantes, permanecen intactas e incluso pueden
ser intensificadas, esto tiene como consecuencia que las personas con estas lesiones se
distraiga más fácilmente que las demás personas. Otro efecto de las lesiones en estas
áreas es la desintegración de complejos programas de actividad y su rápido
reemplazamiento por formas simples de conducta o por la repetición de acciones que no
son importantes para la situación ni tienen carácter lógico.

Las lesiones masivas de los lóbulos frontales causan alteraciones del lenguaje, de los
proceso mnésicos e intelectuales, lo primero se manifiesta porque se pierde la función
reguladora del lenguaje de manera que la persona no puede controlar ni dirigir su
comportamiento con la ayuda del lenguaje propio ni de otra persona.

Las lesiones de los lóbulos frontales no ocasionan alteraciones primarias de la memoria, ya


que en las personas con estas lesiones se conservan por largo tiempo los estereotipos
establecidos firmemente, lo que se afecta en estos casos es la capacidad de crear motivos
estables que permitan recordar y mantener el esfuerzo requerido para el recuerdo
voluntario, así como la capacidad de relacionar un grupo de señales con otras, con lo que
se afecta el proceso de recuerdo y reproducción de un material; todo esto se manifiesta por
la perturbación de la actividad amnésica como un todo.

En cuanto a la repercusión de las lesiones de las áreas prefrontales en la actividad


intelectual, se ha observado que esas personas no presentan dificultad para realizar las
operaciones aritméticas corrientes, pero sí en relacionar un tipo de cálculo con otro y, como
resultado de ello, la ejecución correcta del programa se reemplaza por fragmentos de
operaciones necesarias o por un estereotipo inerte. Estas personas no son conscientes de
sus errores y continúan actuando del mismo modo, sin ningún intento de corrección. El
trastorno de la actividad intelectual es más evidente cuando se trata de la solución de
problemas complejos en los que la persona debe realizar un análisis previo de la situación,
trazar una estrategia para resolverla, ejecutar las operaciones necesarias y luego comparar
los resultados con las condiciones originales, lo que es imposible para ellos.

Fundamentos fisiológicos de la atención, la memoria y el lenguaje

La actividad psíquica en los seres humanos, es el resultado de un largo proceso evolutivo


donde la relación que establece el hombre con el ambiente que lo rodea, ha desempeñado
un papel fundamental. Su sustrato anatomofisiológico lo constituyen el cerebro y otras
estructuras relacionadas con él, como los sistemas sensoriales, por los que llega a las
zonas corticales los estímulos procedentes del medio externo e interno para el
procesamiento de la información.

El funcionamiento de las diferentes áreas corticales permite la realización de los procesos


psíquicos. Esto no puede ocurrir sin la interacción del individuo con el medio exterior.

L. Vigotski señaló que la psiquis es una propiedad o función del hombre como ser material,
que tiene una determinada organización física y biológica en el sistema nervioso central, en
particular en su corteza cerebral, pero es la apropiación por el niño o niña de toda la cultura
humana creada durante siglos y que se da mediante el reflejo de dicha realidad, la que
constituye la fuente y motor de su desarrollo psíquico, y que no se da por una
complejización de las estructuras orgánicas y funciones del sistema nervioso, sino por la
compilación de los instrumentos o medios que mediatizan la actividad psíquica: el lenguaje,
los símbolos, los conceptos.

Esta tesis vigotsquiana destaca la importancia de la educación en el proceso de desarrollo


de la personalidad del individuo, donde el maestro desempeña un importante rol.

A tono con estos planteamientos y por la importancia que tienen en el aprendizaje los
procesos de atención, memoria y lenguaje, se le brinda información a los maestros sobre
sus fundamentos fisiológicos, para que de una manera organizada y científicamente
fundamentada puedan dirigir la labor pedagógica hacia un mejor desarrollo de estos
procesos psíquicos y contribuir a la formación integral de niños con necesidades educativas
especiales los cuales por causas genéticas o adquiridas presentan alteraciones en estos
procesos.
Atención

La atención es la tendencia de la actividad psíquica y de su concentración sobre un objeto


que tiene para la personalidad determinada significación. Es el resultado de una red de
conexiones corticales y subcorticales.

Se han descrito dos tipos de atención: la involuntaria y la voluntaria, que se diferencian por
las causas que las originan. En ambas la formación reticular desempeña un papel
fundamental por ser responsable del estado de vigilia.

La atención voluntaria ocurre de manera consciente, la atención hacia el objeto o situación


ocurre de manera dirigida y orientada. Además de la formación reticular intervienen
estructuras del córtex límbico, de los sistemas sensoriales y la región frontal.

La atención involuntaria se realiza cuando se atiende conscientemente algo sin haber


establecido previamente el propósito de atender.

En el estudio de este proceso, varios investigadores (Luria, 1982; Posner 1980; Allan F.
Mirski 1991 entre otros) coinciden al plantear que la atención no es un proceso unitario, que
está dividido en diferentes componentes regulados por diferentes zonas del cerebro en
estrecha relación funcional, lo que implica que una afectación innata o adquirida a estas
zonas, puede implicar un déficit en el proceso atencional.

A pesar de las investigaciones realizadas, aún no se ha llegado a un consenso sobre cuales


son los mecanismos del proceso de atención, no obstante, entre las ideas referidas por
diferentes autores dentro del campo de las neurociencias se destacan:

-El proceso de atención y la forma en que esta se presenta (mayor o menor atención)
depende de cambios de actividad de la porción mesencefálica del sistema activador
reticular.
-La capacidad de las zonas talámicas para excitar regiones corticales determinadas pudiera
ser uno de los mecanismos que permitan dirigir la atención hacia los recuerdos.
-La estimulación por el sistema reticular activador a la corteza cerebral, determina que la
corteza parietal derecha registre, elabore y procese el aporte sensitivo, auditivo y visual
para compararlo con el banco de memoria de experiencias previas. Las conexiones con los
lóbulos frontales influyen sobre las funciones de motivación y activan la orientación, la
conducta motora y al sistema reticular activador; de esta forma se inhiben así otros
estímulos y se presta atención a los importantes (Sunder 1992).

De manera general todos estos aportes reafirman la concepción dinámica de la actividad


cerebral, donde existe interconexión entre las diferentes regiones cerebrales, por lo que
ninguna estructura de forma independiente es responsable de una función específica, así,
por ejemplo, las conexiones anatómicas de las áreas frontales y parietales con las áreas
límbicas y de formación reticular participan de forma integrada el proceso de atención.

Memoria

La memoria es el proceso psíquico cognoscitivo que nos permite la fijación, conservación y


ulterior reproducción de la experiencia anterior y reaccionar a señales y situaciones que han
actuado sobre nosotros. Es la manifestación más evidente de la plasticidad del cerebro.

Existen diferentes clasificaciones relacionadas con la memoria. Teniendo en cuenta el


tiempo de duración, la memoria se ha clasificado en memoria sensorial, memoria a corto
plazo y memoria a largo plazo.

Memoria sensorial: Es la etapa inicial del proceso de la memoria, proceso que maneja la
información sensorial durante milisegundos.

Memoria a corto plazo: Consiste en actividad neural temporal, consiste en el manejo de la


información durante unos cuantos segundos a unos cuantos minutos, generalmente es un
híbrido entre la memoria nueva y la vieja e incluye la activación de los circuitos neurales que
codifican la información a largo plazo.

Probablemente ocurre como resultado de pequeños cambios en el sistema nervioso que


aparecen cada vez que se presenta el estímulo e implica un fortalecimiento de las
conexiones sinápticas. Implica la actividad de circuitos neuronales localizados por todo el
cerebro, fundamentalmente la zona dorsolateral del córtex prefrontal, las zonas parietales,
temporales y occipital.

Memoria a largo plazo: Consiste en el almacenamiento de la información que se puede


recordar en cierto memento ulterior (días, meses, años). Se puede clasificar en memoria
declarativa y no declarativa.
Memoria declarativa: Es consciente e intencionada, permite recordar palabras, objetos
hechos. Se afecta en gran medida con la amnesia.
Memoria no declarativa: Está menos relacionada con los procesos conscientes durante el
recuerdo y permite el desarrollo de hábitos y habilidades, por ejemplo, bailar, manejar, etc.
En caso de amnesia puede quedar conservada.

Las investigaciones realizadas han permitido formular varias hipótesis sobre cómo se forma
un evento mnémico; de manera general se destaca la participación del hipocampo y la
amígdala cuya activación ante la presencia de un estímulo sensorial implica la estimulación
de alta frecuencia de los axones de los circuitos de memoria, la información se transmite
fundamentalmente por el sistema colinérgico del cerebro basal anterior donde se fortalecen
las sinapsis, estas al preservar el patrón de la conexión permiten la prolongación de la
memoria.

Los cambios físicos que ocurren en las terminales presinápticas y en la conductividad de las
dendritas permiten el paso de la información por los circuitos neuronales específicos, de
manera que cuanto más se utilice la información recibida, las señales pasarán con más
facilidad. La norepinefrina y la acetilcolina, parecen jugar un papel importante en la
potenciación de la memoria a largo plazo (Carlson 1993)

Otros neurotrasmisores como la serotonina presináptica y las proteinquinasas


postsinápticas pueden actuar como mensajeros en la apertura de los canales de calcio.

Lenguaje

El lenguaje es un proceso lateralizado, el control de la emisión y comprensión del lenguaje


hablado y escrito se realiza predominantemente en el hemisferio izquierdo, por esta razón
muchas de las alteraciones del lenguaje ocurren como consecuencia de lesiones en el lado
izquierdo del cerebro principalmente.

Lo anteriormente planteado, no implica la no participación del hemisferio derecho en el


proceso del lenguaje, investigaciones realizadas han demostrado la especialización de este
hemisferio en la expresión de los sentimientos emocionales mediante el tono de voz, en el
análisis de aspectos espaciales y en el reconocimiento de formas.

El lenguaje es un proceso complejo que implica la formación en la mente de los


pensamientos por expresar y la elección del vocablo correspondiente.
La comprensión del habla comienza en el sistema auditivo; la información es conducida por
las fibras nerviosas del analizador auditivo (necesario para detectar y analizar los sonidos)
hacia el área auditiva primaria y luego a la corteza auditiva de nivel superior, de donde es
conducida hacia el giro angular de corteza de asociación parieto-temporo- occipital, donde
debe ser procesada la información aferente auditiva, táctil y visual.

En la porción posterior de la circunvolución temporal superior del hemisferio dominante, se


encuentra el área de Wernicke, donde se produce la transformación de las percepciones en
palabras inteligibles; algunos investigadores plantean que se localizan los recuerdos de las
secuencias de sonidos que constituyen las palabras.

El programa verbal es conducido por la vía del fascículo arqueado al área de Broca que se
encuentra en el lóbulo frontal por delante de la región de la corteza motora primaria que
controla los músculos del habla. En esta área ocurre la activación de los programas motores
para controlar los músculos del habla para que se produzca la fonación, en ella se
encuentran recuerdos de la secuencia de los movimientos musculares que producen las
palabras.

La información también llega los órganos de la periferia relacionados con el proceso, por
ejemplo, llega a los pulmones que suministran el aire necesario, que pasa a los bronquios y
a la tráquea por la presión que ejerce el diafragma y la reducción de la cavidad torácica.

Esta columna de aire pasa por la laringe, en cuyo centro se encuentran las cuerdas vocales
y por la presión que ejerce el aire sobre ellas, estas vibran con movimientos uniformes y
regulares comunicando su vibración al aire que va al exterior y se produce la voz. Este
sonido toma un timbre característico al paso del aire por las distintas cavidades de
resonancia.

En la palabra escrita, el área inicial de recepción se encuentra en el área inicial primaria del
cerebro. La información del vocablo pasa a través de las etapas iniciales de interpretación
en la región de la circunvolución angular y finalmente alcanza todo su nivel de
reconocimiento en el área de Wernicke. De ahí la secuencia es igual que para articular el
vocablo escuchado.

Importancia de sistema vascular del sistema nervioso central

El alto grado de especialización de las células nerviosas hace que, para su funcionamiento,
dependan del sistema circulatorio y en relación con esto, el sistema nervioso presenta un
sistema arterial y un sistema venoso con características muy particulares que aseguran, por
una parte, un suministro constante de dioxígeno y de glucosa, y por la otra, un drenaje
venoso rápido.

La irrigación sanguínea del sistema nervioso y en particular del encéfalo es sumamente


importante ya que las células nerviosas son muy susceptibles a la falta del dioxígeno, de tal
manera que, la detención de la circulación durante varios segundos causa inconsciencia en
el ser humano y si se prolonga más tiempo, puede causar lesiones irreversibles en las
células de la corteza cerebral y en las células de Purkinje del cerebelo. Esto demuestra que
no todas las células del sistema nervioso central presentan la misma vulnerabilidad a la
anoxia, las estructuras más jóvenes desde el punto de vista evolutivo como la corteza del
cerebro y del cerebelo se afectan más rápidamente que, por ejemplo, las células de la
médula espinal.
En cuanto a la actividad metabólica, el encéfalo es un órgano de máxima actividad y
durante ésta las células nerviosas utilizan solamente dioxígeno y glucosa que toman
constantemente de la sangre ya que el encéfalo no tiene reservas de glucógeno. Estos
aspectos permiten comprender la necesidad de una abundante irrigación sanguínea; en
correspondencia con esto, el encéfalo recibe el 20% de la sangre que es impulsada por el
ventrículo izquierdo del corazón en cada minuto, aun cuando representa solo el 2% del peso
corporal.

Si bien es importante la irrigación sanguínea del sistema nervioso central, también lo es la


eliminación de las sustancias de desecho del metabolismo, entre ellas del dióxido de
carbono, por cuanto la acumulación de esta y de otras sustancias en las células nerviosas
también puede causar lesiones en breve tiempo.
Por su importancia se hará una breve referencia al sistema arterial y al sistema venoso del
encéfalo.
Sistema arterial
El sistema arterial del encéfalo está formado a partir de 4 grandes arterias que son las
arterias carótidas comunes y las arterias vertebrales.
Figura 3.49 áreas funcionales especificas en la corteza cerebral III p 796
Las arterias carótidas comunes se dividen, en su ascenso, y son las arterias carótidas
internas las que ascienden por el cuello, penetran a la cabeza por la base del cráneo y
después comienzan a dar numerosos ramos arteriales como la arteria oftálmica (que irriga
las estructuras del ojo) y la arteria comunicante posterior (cuyas ramas irrigan parte del
hipotálamo), entre otras. Finalmente, cada arteria carótida interna se divide en dos ramas
que son la arteria cerebral media y la arteria cerebral anterior. La primera irriga el fondo de
la cisura de Silvio y la mayor parte de la cara externa del hemisferio cerebral
correspondiente, entre otras estructuras; la segunda irriga la parte anterior del cerebro, el
brazo anterior de la cápsula interna, parte del hipotálamo, etc.
Es importante destacar que cada arteria que se cita, se sigue subdividiendo dando ramos
cada vez de menor calibre hasta formar los capilares sanguíneos, a nivel de los cuales
ocurre el intercambio de gases y de otras sustancias.
Las arterias vertebrales penetran a la cabeza por el agujero occipital. En su trayecto va
dejando ramas al cerebelo (arteria cerebelosa inferior) y a la médula espinal. A nivel de la
cara anterior de la protuberancia anular, las arterias vertebrales se unen y constituyen la
arteria o tronco basilar, el cual emite varios ramos como las arterias cerebelosas medias y
las ramas pontinas. El tronco basilar termina dividiéndose en dos ramas, las arterias
cerebrales posteriores, cuyos afluentes irrigan el diencéfalo, el mesencéfalo y la corteza
témporooccipital de los hemisferios cerebrales.
Una característica importante de la irrigación sanguínea encefálica es la existencia de
numerosas anastomosis de seguridad que garantizan la constante circulación de la sangre
por las distintas partes del encéfalo aun cuando algún vaso sanguíneo esté interrumpido
parcial o totalmente, ya sea de forma transitoria o definitiva.
Entre estas anastomosis de seguridad se encuentra el polígono arterial cerebral o polígono
de Willis que es el más importante de todos.
Figura 3.59 polígono de Willis
Está constituido por varias arterias que se comunican: arterias cerebrales posteriores, que
se comunican con las arterias cerebrales medias por las arterias comunicantes posteriores.
A su vez, las arterias cerebrales medias se comunican con las arterias cerebrales anteriores
y estas dos se comunican entre sí por la arteria comunicante anterior.
Como todas estas arterias se comunican, si una de ellas está obstruida, de todas maneras
las regiones irrigadas por ella recibirán sangre por la comunicación con otras arterias.
Sistema venoso
El sistema venoso se origina en las redes de capilares situadas en todos los tejidos
encefálicos. Los capilares confluyen formando vénulas y venas cada vez de mayor calibre
que finalmente desembocan en los grandes senos colectores del encéfalo.
El sistema venoso del encéfalo está constituido por las venas propiamente encefálicas y por
los grandes senos colectores.
Entre las venas propiamente encefálicas están las venas corticales o de la superficie
encefálica (por ejemplo, la gran vena anastomótica de Trolard, la gran vena anastomótica
de Labbé, la vena silviana superficial y la vena cerebral anterior entre otras) y las venas
profundas, que se originan en la sustancia blanca subcortical del cerebro, en los núcleos
grises centrales, en el tálamo y en el hipotálamo (por ejemplo, las venas anteriores, las
venas tálamo caudadas y la vena cerebral interna entre otras). Las venas cerebrales
internas de ambos lados se unen en un tronco común que es la gran vena de Galeno.
Figura 3.50 Sistema venoso.
A los grandes senos colectores, que son repliegues de la duramadre, llega la sangre
procedente de las venas propiamente encefálicas.
Los senos colectores más importantes son el seno longitudinal superior, el seno longitudinal
inferior, el seno recto, el cavernoso, los senos petrosos superior e inferior y los senos
laterales o transversos.
La sangre que proviene de las caras interna y externa de cada hemisferio cerebral, llega por
las venas correspondientes al seno longitudinal superior; la procedente del cuerpo calloso ,
de parte de la cara interna de los hemisferios cerebrales y de parte de la duramadre se
vierte en el seno longitudinal inferior y de ahí circula hacia el seno recto (que recibe también
a la gran vena de Galeno) que desemboca, junto con el seno longitudinal inferior, en la
prensa de Herófilo, donde se originan los senos laterales o transversos (que reciben sangre
de las venas corticales del cerebro, del cerebelo y de otras estructuras).
Figura 3.51 (áreas funcionales especificas en la corteza cerebral Guyton III p 796
Los senos petrosos superior e inferior, son la continuación del seno cavernoso, este recibe
la sangre de los plexos venosos de la órbita, de la fosa nasopalatina, etc.
Cada seno lateral o transverso junto con un seno petroso inferior se continúa con la vena
yugular interna, por la cual sale finalmente la sangre desde las estructuras de la cabeza.

Enfermedades del sistema nervioso

El funcionamiento del sistema nervioso se afecta cuando se producen lesiones en alguna de


las partes que lo integran; estas lesiones pueden originarse por diferentes causas que se
dan antes, durante y después del nacimiento.

Los problemas prenatales (antes del nacimiento) se pueden producir por trastornos y/o
enfermedades que afectan a la madre durante el embarazo, causados por agentes
biológicos como virus (sarampión, rubéola, varicela), bacterias (sífilis), protozoos
(Toxoplasmosis), enfermedades (como la diabetes, el hipotiroidismo y el hipertiroidismo); la
anoxia prenatal debida a hemorragias durante el primer trimestre del embarazo y al mal
hábito de fumar; los problemas genéticos que pueden trasmitirse o no por la herencia; las
malformaciones congénitas causadas por agentes físicos como radiaciones, fuerzas
mecánicas que pueden afectar el desarrollo embrionario, fibromas, pérdida de líquido
amniótico; el uso indiscriminado de determinados medicamentos como anticonvulsionantes,
sedantes, etc; la hipertensión en madres no atendidas y en ocasiones el factor Rh negativo
de la madre puede causar afectaciones al feto si no se atiende debidamente; la
prematuridad; casos de madres primerizas con embarazo patológico; los embarazos
múltiples; etc. La mayoría de los casos mencionados, ya no constituyen un problema de
salud en Cuba.

Los problemas perinatales (durante el nacimiento) constituyen una causa frecuente de


afectaciones del sistema nervioso. Entre estos problemas están la anoxia o falta de
dioxígeno en el momento del parto, que provoca daños irreversibles en las células nerviosas
del feto; los partos traumáticos, el mal uso de fórceps, las hemorragias, etc.

Los problemas postnatales comprenden a los accidentes vasculares que se producen a


cualquier edad y que incluyen a los derrames y las trombosis que a su vez son provocadas
por diferentes factores como la hipertensión arterial y la arteriosclerosis (muy relacionados
con el sedentarismo y con la obesidad); las infecciones por virus, bacterias, hongos, etc.,
pueden causar enfermedades directamente al sistema nervioso, como por ejemplo la
meningoencefalitis; pero también las infecciones que afectan a otros sistemas del
organismo pueden causar trastornos al sistema nervioso. Los traumatismos que afectan al
cráneo y a la columna vertebral pueden causar lesiones en el encéfalo y en la médula
espinal. El uso indiscriminado de determinados medicamentos; el consumo de alcohol y de
otras drogas; los accidentes nucleares que causan mutaciones genéticas que se trasmiten a
continuación se describirán algunos trastornos del sistema nervioso que se presentan con
mayor frecuencia en la población infantil.

Hidrocefalia
La hidrocefalia es un trastorno que consiste, de forma general, en un aumento de la
cantidad de líquido cefalorraquídeo y de la presión intracraneana.

Este aumento en la producción del líquido cefalorraquídeo puede deberse a procesos


inflamatorios, tumores, etc.; a trastornos en la reabsorción del líquidocefalorraquídeo; a la
dificultad en la circulación del mismo (por trastornos del desarrollo, secuelas de infecciones,
inflamación, tumores, obstrucción de los agujeros de Luschka y de Magendie), etc.).

Hay dos tipos de hidrocefalia: comunicante y no comunicante. En el primer tipo


(comunicante), existe comunicación de las cavidades ventriculares con el espacio
subaracnoideo, lo que implica que la obstrucción está en este último o que hay trastornos
en la reabsorción del líquido cefalorraquídeo.

En el segundo tipo no hay comunicación entre las cavidades ventriculares por lo que el
líquido cefalorraquídeo no circula normalmente por las mismas.
Cualquier tipo de hidrocefalia ocurre en edades tempranas, cuando aun no se han soldado
los huesos del cráneo. En los casos más graves las meninges se adelgazan al igual que los
huesos del cráneo y las venas pericraneales se dilatan.

La repercusión de la hidrocefalia sobre el tejido nervioso depende de la velocidad del


proceso. Si es lento, el cerebro se adapta a la hipertensión, pero si tiene gran velocidad,
sufre el tejido cerebral. En este caso, la sustancia blanca se afecta más que la gris; la
mielinización se retarda, hay gliosis en la sustancia blanca y el cuerpo calloso se adelgaza.
En la sustancia gris los núcleos se conservan bien, pero el manto cortical se atrofia,
aumenta el número de circunvoluciones y estas disminuyen de tamaño.

Los principales signos de un hidrocefálico son: la cabeza grande, las venas dilatadas,
diastasis y mirada adormecida debido a que el techo de la órbita se deprime de modo que
los ojos son empujados hacia abajo y afuera.

En la mayor parte de los casos la cabeza es de tamaño normal durante el parto o


simplemente algo aumentada. Cuando el niño llega a los 2 ó 3 meses se observa que la
cabeza se va agrandando a una velocidad mayor que la normal. En lugar de crecer de 12 a
13 milímetros por mes en circunferencia, la cabeza puede expandirse de 30 a 50 milímetros
en ese mismo período. Al mismo tiempo se observan las fontanelas algo tensas y tardías en
cerrarse, las suturas son amplias (diastasis) y las venas del cuero cabelludo muy dilatadas.
Pronto la cabeza toma una forma característica con sus diámetros vertical, laterales y
anteroposteriores uniformemente aumentados.

Meningoencefalitis

El concepto de meningoencefalitis engloba tanto a la inflamación de las meninges como a la


del encéfalo, ya que en los hallazgos necroscópicos de pacientes fallecidos por meningitis
se demuestra siempre la presencia no solo de lesiones en las meninges sino también en el
encéfalo, y lo contrario ocurre en los casos de encefalitis; de ahí que se utilice el método de
conceptuar todos los casos como meningoencefalitis con predominio meníngeo o encefálico
según sea el cuadro clínico y las alteraciones encontradas.
Según su origen las meningoencefalitis se dividen en tres grupos:
I. Primarias.
II. Secundarias.
III. De etiología desconocida.
Las meningoencefalitis primarias son causadas por virus filtrables, bacterias piógenas
(meningococo, neumococo, etc.), bacteria de la tuberculosis, espiroquetas (sífilis), hongos
(actinomiceto, torula, etc.), protozoarios (Ameba histolítica, plasmodio), etc.
Las meningoencefalitis secundarias son las que pueden desarrollarse después de
enfermedades como el sarampión, la rubéola, la tos ferina, la varicela; después de
vacunaciones contra la rabia, la tos ferina, la viruela; después de intoxicaciones, etc.
Por su frecuencia se hará referencia a continuación a dos tipos de meningoencefalitis, las
bacterianas y las virales.
Meningoencefalitis bacterianas piógenas
Son causadas más frecuentemente por bacterias como Neumococo, Meningococo,
Estafilococo y Haemofilus influenzae; y menos frecuentemente por Estreptococo,
Salmonella y otras.
Este tipo de meningoencefalitis se caracteriza porque tiene un comienzo agudo cuyos
principales signos son: cefalea intensa, fiebre elevada y rápido desarrollo de confusión,
delirio y coma, rigidez de nuca y espalda, vómitos, convulsiones generalizadas (frecuentes
en niños), fotofobia, erupción petequial, etc.
En estos casos el líquido cefalorraquídeo se caracteriza porque está turbio o purulento, su
presión está aumentada al igual que las proteínas, la glucosa está disminuida o nula y las
células están aumentadas (500 – 20000).
Meningoencefalitis viral
Es causada por distintos tipos de virus.
Aparece como una enfermedad infecciosa seguida de signos neurológicos. A veces adopta
una forma benigna de tipo abortivo y otras veces causa lesiones graves del sistema
nervioso central.
Al inicio los signos son: cefalea, fiebre y mialgias. Varios días después aparecen otros
signos y síntomas como confusión, disminución de la actividad de las
funciones intelectuales con indiferencia y asombro, temblores, trastornos sensitivos,
paresias, convulsiones, rigidez de nuca y raquis, trastornos de la conducta, etc.
El líquido cefalorraquídeo se caracteriza en estos casos porque es claro, con la presión
generalmente normal, las proteínas en cantidad normal o ligeramente aumentadas al igual
que el número de células y la cantidad de glucosa es normal.
Síndrome cerebeloso
El funcionamiento normal del cerebelo puede estar afectado por diversas causas como son
la presencia de tumores y abcesos, los traumatismos, las hemorragias, la
meningoencefalitis localizada en el cerebelo o las meningoencefalitis secundarias a
determinadas enfermedades como el sarampión y la sífilis entre otras, lo que da lugar al
síndrome cerebeloso.
El síndrome cerebeloso se caracteriza por cefalea, vértigos y vómitos (que representan los
elementos subjetivos del mismo); además se observa que el individuo oscila cuando está de
pie y tiene una amplia base de sustentación (para poder conservar el equilibrio); presenta
un temblor leve, rápido y de pequeña amplitud que se observa cuando la persona está de
pie con los brazos extendidos; hay hipotonía muscular (en el lado opuesto los músculos son
blandos y los movimientos pasivos son más amplios); al caminar levanta mucho el pie (más
de lo necesario) y el tronco queda inclinado hacia atrás. Otros signos son la marcha ebria, la
dismetría (los movimientos son muy amplios o no llegan al objetivo), la adiadococinecia
(imposibilidad de ejecutar rápidamente movimientos alternados y sucesivos), temblor
intencional (que se manifiesta cuando la persona va a coger un objeto), hay trastornos de la
escritura, del dibujo, del lenguaje (la palabra es lenta y explosiva), etc.
Parálisis cerebral
La parálisis cerebral es un trastorno no progresivo del movimiento y de la postura causado
por factores prenatales (retardo del crecimiento intrauterino, infecciones virales de la madre,
prematuridad o factores genéticos), perinatales y postnatales (deshidratación aguda,
anomalías metabólicas, meningitis, etc.).
Este trastorno afecta a la población infantil a 1,5 al 2% de cada 1000 nacidos vivos.
Las discapacidades motoras que caracterizan a la parálisis cerebral son de una gran
diversidad y dependen de la localización de la lesión; clínicamente se manifiestan por la
contracción involuntaria persistente de un músculo o de un grupo de músculos, por el
aumento del tono muscular, temblor, rigidez e incoordinación motora. No siempre están
todos los signos juntos, pero pueden estar combinados. A estos síntomas se asocian
trastornos emocionales, psíquicos, retraso mental, trastornos de la afectividad, alteraciones
visuales, auditivas y lingüísticas (como disartrias y anartria).
Epilepsia
La epilepsia es considerada como un trastorno intermitente del sistema nervioso debido a
una descarga brusca, excesiva y desordenada de las neuronas cerebrales (aunque también
puede afectar el sistema reticular activador ascendente y el tronco cerebral) que en general
se caracteriza por una perturbación casi instantánea de la sensibilidad, pérdida de la
conciencia, movimientos convulsivos o por una combinación de todos estos signos.
Este trastorno puede aparecer a cualquier edad, pero comienza a manifestarse con mayor
frecuencia en la infancia.
Hay dos factores que causan la epilepsia, uno es genético y el otro es adquirido. Así, hay
epilepsias en las que existe una predisposición hereditaria al padecimiento; los otros tipos
se deben a agresiones cerebrales ocurridas en cualquier época de la vida debidas a
traumatismos craneales, lesiones vasculares, meningitis, tumores, etc.
En general los ataques se caracterizan por convulsiones, sacudidas musculares, y pérdida
transitoria de la conciencia. En los niños se producen pérdidas breves de la atención que
hacen parecer que el menor se encuentra en el “limbo”, caídas repentinas sin razón,
aturdimiento y confusión en su comportamiento, somnolencia poco usual, irritabilidad al
despertar y parpadeo rápido entre otros signos.
Existen varios tipos de epilepsia según el tipo de ataque y el área del sistema nervioso que
esté afectada. Hay autores que hablan de epilepsia de gran mal, de pequeño mal y focal,
pero otros las clasifican en generalizada y parcial.
Si se analizan con más detalle las características de los tipos de epilepsia, se puede
observar que en la epilepsia de gran mal la crisis dura desde unos pocos segundos hasta 3
ó 4 minutos, con frecuencia las personas se muerden la lengua; pueden tener dificultad para
respirar, lo que hace que a veces presenten cianosis; se producen contracciones tónicas
generalizadas; pueden producirse micción y defecación. No necesariamente se presentan
todos los síntomas. En la epilepsia de pequeño mal, la crisis dura de 3 a 30 segundos, hay
inconciencia o disminución de la conciencia durante las cuales la persona experimenta
sacudidas de los músculos, sobre todo en la región de la cabeza que se manifiesta por
parpadeo. La epilepsia focal (crisis psicomotora) se caracteriza porque puede haber un
breve período de amnesia, ataque anormal de cólera, ansiedad, incomodidad o miedos
repentinos, un momento de habla incoherente o de repetición de una palabra común, un
impulso motor de atacar a alguien o de frotarse la cara con las manos, etc. A veces la
persona no puede recordar sus actividades durante el ataque, pero en otras ocasiones
puede haber sido consciente de lo que hacía pero incapaz de controlarlo.
Tareas de aprendizaje
1.- Clasifique las siguientes estructuras del sistema nervioso según los criterios anatómico y
evolutivo. Argumente su clasificación.
- médula espinal
- tálamo
- ganglios nerviosos
- cerebelo
-nervios craneales
2.- Represente mediante un esquema la correspondencia entre los sectores funcionales de
la médula espinal y los componentes del arco reflejo.
3.- Analice las características generales del tronco encefálico y de los nervios craneales y
explique como se organiza funcionalmente esta parte del sistema nervioso (tenga en cuenta
los elementos de organización funcional de la médula espinal).
4.- Realice un cuadro comparativo de la estructura interna de los órganos del sistema
nervioso central que se muestran a continuación. Tenga en cuenta:
- la distribución de las sustancias gris y blanca
-las características de la sustancia gris
-las características de la sustancia blanca
(Figura pequeña de médula espinal, tronco encefálico, cerebelo y cerebro)
5.- Analice en el cuadro 2.1 la influencia de la estimulación simpática y parasimpática sobre
diferentes órganos y algunas funciones. Llegue a conclusiones con respecto al
funcionamiento de los sistemas motores viscerales simpático y parasimpático.
6.- Elabore modelos que le permitan explicar el papel de la formación reticular y del
cerebelo en el control de los movimientos teniendo en cuenta las rlacion
CAPÍTULO 4
SISTEMAS SENSORIALES
Para que el sistema nervioso central y en particular la corteza cerebral puedan realizar sus
funciones, tienen que estar informados de todo lo que ocurre en el medio externo y en el
medio interno del organismo y a partir de la información que reciben, elaborar las
respuestas adaptativas.
Los sistemas sensoriales constituyen la parte del sistema nervioso cuya función principal es
detectar y elaborar información acerca del medio externo o interno del organismo. En
correspondencia con sus funciones tienen dos partes fundamentales:
- Un componente periférico representado por las terminaciones nerviosas y células
receptoras, que detectan y transducen los estímulos.
- Un componente central constituido por los núcleos, los haces o vías nerviosas y las zonas
correspondientes de la corteza cerebral, que reciben y elaboran la información aferente en
el sistema nervioso central.
Clasificación de los sistemas sensoriales
Los sistemas sensoriales pueden ser clasificados atendiendo a la naturaleza del estímulo
adecuado para sus receptores y según la zona corporal de donde proviene la información
aferente. Estos criterios no son excluyentes.
Según la naturaleza del estímulo adecuado para sus receptores hay distintos tipos de
sistemas sensoriales:
1. Mecanoceptivos: responden a estímulos táctiles, cinestésicos, acústicos, fuerza de
gravedad y otros estímulos mecánicos.
2. Termoceptivo. las variaciones de la temperatura constituyen su estímulo adecuado.
3. Nocioceptivo. Las lesiones de las células del organismo que causan dolor son los
estímulos adecuados.
4. Químicos: el estímulo adecuado es la concentración de las sustancias químicas disueltas
en el aire (olfacción) o en líquidos (gusto y algunas características del medio interno del
organismo como la concentración de oxígeno).
5. Visual: el estimulo adecuado son las ondas luminosas.
De acuerdo con la zona corporal de donde proviene la información aferente se consideran
los sistemas sensoriales siguientes:
-Somático sensorial o somestésico: detecta estímulos mecánicos, térmicos y nocioceptivos
procedentes de toda la piel, músculos, tendones y articulaciones.
-Visceral o interoceptivo: tiene funciones semejantes al somestésico pero con relación a la
información que surge del medio interno.
-Gustativo: detecta la información química proveniente de la lengua y la cavidad bucal.
-Olfatorio: la información química proviene de la zona olfatoria de la cavidad nasal.
-Auditivo: la información surge de la parte acústica del oído interno.
-Vestibular: la información procede de la zona del oído interno relacionada con el equilibrio y
el control del movimiento muscular.
-Visual: la información proviene del ojo.
Sistema sensorial somático o somestésico
El componente periférico está constituido por los receptores del dolor, de la temperatura, del
tacto, y cinestésicos y la vía correspondiente del arco reflejo.
El componente central está representado por:
-el haz espinotalámico anterolateral
-el sistema lemniscal (o dorsal lemniscal)
El dolor es considerado como un mecanismo protector del organismo, tiene por tanto, una
función biológica importante que es alertar a la persona acerca de una enfermedad o de
daños en los tejidos y provoca, por lo general, una respuesta refleja del sujeto para suprimir
el estímulo.
Los receptores del dolor o nocioceptores son terminaciones nerviosas libres delgadas
(prolongaciones dendríticas de neuronas sensitivas ganglionares) distribuidas en las capas
superficiales de la piel y en algunos tejidos internos
como el periostio, las cápsulas articulares, las paredes arteriales, la hoz del cerebro, etc.
Los receptores térmicos o termoceptores son terminaciones nerviosas libres que responden
al frío o al calor; están distribuidas inmediatamente debajo de la piel y permiten que el
organismo humano pueda sentir diferentes grados de calor o de frío.
Los estímulos térmicos mayores de 45° C y menores de 10° C pueden producir
sensaciones dolorosas.
Los receptores del tacto reciben estímulos táctiles (estimulación mecánica ligera de la piel o
de los tejidos subyacentes); presión (que se caracteriza por la deformación mecánica más
pronunciada de los tejidos cutáneos más profundos y vibraciones). Estos receptores pueden
ser terminaciones nerviosas libres o terminaciones nerviosas encapsuladas.
Las terminaciones nerviosas libres son prolongaciones nerviosas (membranas
mecanoexcitables de las dendritas de neuronas sensitivas) que terminan entre las células
epiteliales, son abundantes en la dermis, la epidermis, la córnea, las mucosas, etc.
Las terminaciones nerviosas encapsuladas son receptores en que la prolongación nerviosa
está rodeada por sustancia intercelular semifluida recubierta por una cápsula especial de
tejido conectivo
Figura 4.1. Un ejemplo de terminacion libre y dos de encapsuladas
Los receptores táctiles están más especializados en las personas que tienen afectados
otros sistemas sensoriales, por lo que constituyen una forma de compensación de las
funciones sensoriales, por ejemplo, en los ciegos.
La información relacionada con el dolor, la temperatura y el tacto simple llega a la médula
espinal a través de los nervios periféricos y espinales, pasa por los ganglios y las raíces
posteriores correspondientes cuyas fibras establecen
sinapsis con neuronas intercaladas de las astas posteriores de la sustancia gris medular; los
axones de estas neuronas que conducen la información dolorosa y térmica, cruzan la línea
media y ascienden por el cordón lateral de la médula
espinal, y los que conducen la información táctil, después de cruzar la línea media,
ascienden por el cordón anterior de la médula.
Todos estos axones atraviesan el tronco encefálico donde dejan fibras colaterales (en la
formación reticular) y donde reciben información de la cara y de la cabeza y llegan al
tálamo, específicamente al núcleo ventral posterolateral, donde hacen sinapsis con
neuronas cuyos axones erminan en la corteza somestésica (o cutáneo-cinestésica).
En el caso de la información proveniente de la cara y la cabeza, los estímulos son captados
por receptores semejantes situados en la cara y la cabeza y la información llega al tronco
encefálico por la vía aferente correspondiente: nervio periférico y nervio craneal a núcleos
de sustancia gris del tronco encefálico
Figura 4.1. Haz espinotalámico anterolateral
La información acerca del tacto discriminativo (epicrítico), la presión, las vibraciones así
como la información propioceptiva captada por los receptores cinestésicos, son conducidas
a través de otra vía que es el sistema lemniscal o sistema dorsal lemniscal que se describirá
más adelante cuando se estudie el sistema motor.
Sistema sensorial auditivo
La audición es un mecanismo que tiene una enorme importancia ya que permite a los seres
humanos y a los animales conocer y reconocer en el medio ambiente una gran diversidad
de señales sonoras que posibilitan que el individuo pueda orientarse en el espacio
circundante y desarrollar respuestas adaptativas importantes.
Los órganos de la audición en el ser humano alcanzan la mayor complejidad anatómica y el
receptor auditivo ocupa el segundo lugar como informante de la realidad ambiental, tiene un
gran valor en los mecanismos de alerta y participa en la localización de la fuente del sonido
y en la discriminación de señales significativas entre sí.
En los mamíferos y en otros vertebrados el mecanismo de la audición consta de varias
etapas que comprenden la captación de ondas sonoras que se
propagan en el medio aéreo, la trasmisión de las mismas hasta las células del receptor
auditivo, la transformación del estímulo mecánico en una variación del PMR (Potencial
receptor) la generación de impulsos nerviosos en las prolongaciones periféricas del nervio
auditivo y la elaboración de la información aferente en los núcleos que forman parte de la
vía auditiva primaria, de ahí que sea tan importante antes de describir las particularidades
anatomofuncionales del analizador auditivo, conocer las características del órgano del oído.
Estructura del oído
El órgano del oído está constituido por tres partes: el oído externo, el oído medio y el oído
interno.
Figura 4.2 Oido externo
El oído externo está constituido por el pabellón de la oreja y por el conducto auditivo
externo.
Figura 4.3 Oido medio
El pabellón de la oreja es una estructura cartilaginosa, ovalada irregularmente, con el eje
mayor vertical, cubierta por piel y con una serie de salientes y depresiones. En su centro
presenta una depresión llamada concha y a su alrededor se disponen otras depresiones
que determinan la presencia de varios salientes denominados hélix, antihélix, trago y
antitrago; la parte inferior, no cartilaginosa, es el lóbulo de la oreja.
El pabellón de la oreja (o pabellón auricular) reciben las ondas sonoras que se propagan en
el medio aéreo circundante, las concentra y las dirige hacia el conducto auditivo externo.
El conducto auditivo externo tiene forma de S, dispuesto horizontalmente se extiende hacia
adentro y algo hacia delante desde la concha hasta la membrana timpánica; su tercio
externo es fibrocartilaginoso y los dos tercios restantes son óseos; está tapizado por piel y
en su porción externa presenta glándulas ceruminosas, sebáceas y pelos protectores. Este
conducto permite el paso
de las ondas sonoras hasta la membrana timpánica, la cual constituye el límite entre el oído
externo y el oído medio.
La membrana timpánica, que tiene una posición algo oblicua, presenta forma oval, es fina y
semitransparente; su cara externa es cóncava, hundida en su centro (ombligo de la
membrana timpánica) y por su cara interna se fija al mango del martillo. La periferia de esta
membrana está engrosada lo que constituye el borde de la membrana timpánica, a través
del cual se fija al surco timpánico.
El área total de esta membrana en el ser humano es de 70 mm2 y el área efectiva de
vibración es de 43 mm2. Su función es trasmitir las oscilaciones mecánicas de las ondas
acústicas a la cadena de huesecillos del oído medio.
El oído medio está constituido por una cavidad que es la cavidad o caja timpánica, situada
en el interior del hueso temporal, con un volumen aproximado de 1 cm3; limitada en su
parte externa por la membrana timpánica; en su parte interna por el oído interno a través de
la pared laberíntica, la cual presenta un orificio que es la ventana oval (cerrado por la
membrana oval) debajo de la cual hay una elevación redondeada llamada promontorio y
debajo de éste hay otro orificio llamado ventana redonda (cerrado también por una
membrana; está limitada además por una pared posterior, una superior y una inferior.
Figura 4.4 Caja timpánica
En el interior de la cavidad timpánica hay una cadena de tres huesecillos articulados uno a
continuación de otro y que se extiende desde la membrana timpánica hasta la ventana oval.
Estos huesecillos son el martillo, el yunque y el estribo (denominados así debido a la forma
que presenta cada uno). Insertados a la cadena hay dos músculos que son el músculo
tensor del tímpano y el músculo estapedio.
El martillo se caracteriza porque presenta un mango o manubrio a través del cual se fija a la
membrana timpánica y una cabeza que se articula con el yunque, que es el huesecillo
medio, el cual se articula a su vez con el estribo que es el tercer huesecillo y que consta de
una cabeza,
Una base y dos pilares (anterior y posterior); su cabeza se articula con el yunque y su base
cierra la ventana oval. En el martillo se inserta el músculo tensor del tímpano y en el estribo
lo hace el estapedio.
Figura 4.5 Huesos del oido medio
La cavidad timpánica se comunica con la faringe mediante un estrecho conducto, de 3,5 a 4
cm de longitud llamado tuba auditiva o trompa de Eustaquio, que generalmente permanece
cerrado pero se abre durante la deglución, la masticación, el bostezo y otros movimientos
musculares faciales. Su función consiste en igualar las presiones a ambos lados de la
membrana timpánica, con ello asegura que esta pueda vibrar libremente y transmitir mejor
las ondas acústicas.
El oído interno es la parte más compleja del órgano del oído en cuyo interior están el
receptor auditivo y los receptores del equilibrio (receptores vestibulares). Está constituido
por un conjunto de formaciones óseas y membranosas que constituyen los laberintos que
están situados en el interior del hueso temporal.
El laberinto óseo está representado por pequeñas cavidades que se comunican entre sí.
Estas cavidades son el vestíbulo, los conductos semicirculares y el caracol o cóclea.
Figura 4.6 Oido interno
El vestíbulo es la parte central del laberinto óseo; es una cavidad pequeña de forma más o
menos ovalada; se comunica con la caja timpánica a través de la ventana oval y también se
comunica con los conductos semicirculares y con el caracol óseo.
Los conductos semicirculares son tres conductos óseos orientados en los tres planos del
espacio y perpendiculares entre sí, cada uno de los cuales tiene una extremidad
ensanchada que constituye la ampolla.
El caracol o cóclea es la parte más compleja del laberinto óseo. Es un conducto óseo que
se origina en la porción anteroinferior del vestíbulo, se enrolla como una espiral y constituye
así un caracol. Este tiene forma cónica, con una base de un diámetro de 7 a 9 mm y un
vértice que representa la cúpula de la cóclea; la distancia entre la base y la cúpula es de 4 a
5 mm. El eje central
del caracol se denomina modiolo o columela (cuyo vértice no llega a la cúpula del caracol),
que constituye la pared interna del mismo y presenta en su base numerosos agujeros que
se continúan con conductos longitudinales que atraviesan el modiolo y que se abren en sus
paredes (por esos conductos pasan terminaciones nerviosas del nervio auditivo y vasos
sanguíneos).
Figura 4.7 Caracol
Alrededor del modiolo y en forma de espiral está insertada la lámina espiral, la cual ocupa
una parte considerable del interior del conducto coclear y lo divide parcialmente. Esta
lámina espiral ósea, junto con el conducto coclear membranoso que se describirá más
adelante, divide a la cavidad de dicho conducto en dos partes o espacios denominados
rampas o escalas, uno superior llamado rampa vestibular y uno inferior que es la rampa
timpánica. La rampa vestibular se inicia en la porción anterior del vestíbulo y llega hasta la
cúpula ósea, donde se comunica con la rampa timpánica (a través del helicotrema), la cual
se extiende por la parte inferior hasta la base de la cóclea, específicamente hasta la
ventana redonda.
Figura 4.8 Laberinto membranoso
El laberinto membranoso está constituido por un conjunto de formaciones huecas de forma
irregular, paredes membranosas y depresibles, situadas en el interior del laberinto óseo y
con dimensiones menores que este. Estas formaciones son el vestíbulo membranoso, los
conductos semicirculares membranosos y la cóclea membranosa. Los dos primeros forman
parte del sistema vestibular y se estudiarán posteriormente en el acápite correspondiente.
Por dentro del laberinto membranoso circula un líquido llamado endolinfa y por el espacio
que está entre el laberinto óseo y el membranoso circula la perilinfa. La endolinfa y la
perilinfa son los líquidos del oído interno, de gran importancia en el funcionamiento del
mismo.
El conducto coclear membranoso o caracol membranoso está situado dentro del caracol
óseo. Cuando se dan cortes al mismo se observa que tiene forma triangular con tres
paredes, una externa o estría vascular que se relaciona con la pared externa del caracol
óseo y que está separada de este por un espacio
ocupado por tejido conjuntivo rico en vasos sanguíneos que recibe el nombre de ligamento
espiral; una pared superior o vestibular representada por la membrana vestibular de
Reissner que lo separa de la rampa vestibular, y la pared basal o timpánica, que es la más
diferenciada, se inicia en el borde libre de la lámina espiral ósea (o limbo de la lámina
espiral) y se extiende hasta el ligamento espiral; es una membrana muy resistente y en sus
dos tercios internos se asienta el receptor auditivo u órgano de Corti que representa la
porción periférica del sistema sensorial auditivo.
Figura 4.9 Ganglio espiral
La estructura del órgano de Corti es bastante compleja. Está constituido por dos tipos de
células, las de sostén y las ciliadas, que se asientan sobre la membrana basilar (o basal).
Figura 4.10 Órgano de Corti
Las células de sostén tienen la forma aproximada de una botella, por la parte inferior, más
ancha, están en contacto unas con otras, mientras que en su parte estrecha están
separadas y en esos espacios están las células ciliadas.
Las células de sostén se ordenan en hileras, en cada una de las cuales hay dos células
más diferenciadas, separadas por su base y unidas en la parte superior, de manera que
forman un arco y en la totalidad del órgano de Corti forman un túnel llamado túnel de Corti,
por el que circula la endolinfa y pasan fibras nerviosas.
Las células ciliadas son las células receptoras propiamente dichas. Tienen forma
aproximadamente cilíndrica, menor altura que las de sostén y en su superficie superior
presentan cilios. Se disponen en hileras divididas en externas e internas por el túnel de
Corti.
En su parte superior el órgano de Corti presenta una membrana gelatinosa rica en agua y
en forma de cinta que es la membrana tectoria.
Fisiología de la audición
Antes de comenzar el estudio de la fisiología de la audición es necesario dar una breve
información acerca de los sonidos.
En la naturaleza hay una gran cantidad de fenómenos en los cuales se manifiestan
procesos oscilatorios y ondulatorios, por ejemplo, las ondas en la superficie del agua, el
sonido y la luz entre otros.
A la propagación del movimiento oscilatorio en el espacio y en el tiempo se le conoce como
proceso ondulatorio. Nos interesa especialmente la onda producida por el sonido.
En fisiología se habla mucho de la onda, por ejemplo, se dice la onda sanguínea, las ondas
luminosas, la onda sonora, pero ¿qué es una onda?; una onda es la propagación de un
estado de perturbación de la materia y no de la materia misma, o también, es la
propagación del movimiento oscilatorio.
Las ondas sonoras se producen haciendo oscilar distintos objetos como una barra de metal,
una cuerda elástica o una membrana, para lo cual es necesario golpear, frotar o estirar los
objetos.
Cuando la oscilación se produce en un cuerpo a consecuencia de la vibración de otro, se
define como oscilación forzada, por ejemplo, la que ocurre en el órgano auditivo. Se puede
concluir entonces, que el sonido se origina en los cuerpos materiales sólidos, líquidos o
gaseosos animados de movimiento vibratorio; luego de ser producido, este sonido va del
cuerpo en vibración, llamado cuerpo sonoro o fuente sonora, a los otros cuerpos. En todos
los casos el sonido necesita de un medio material que le sirve de conductor; en la mayoría
de los casos nos llega por el aire, aunque los líquidos y sólidos también trasmiten el sonido.
Los sonidos se producen sobre la base de vibraciones complejas, cuando ellas se suceden
de forma regular y periódica, se habla de sonido, mientras que si son irregulares y
aperiódicas, se trata de los ruidos. A veces los sonidos son como chasquidos o golpes de
corta duración y pueden llamarse ruidos, sin embargo, no hay una exacta demarcación
entre ruido y sonido.
La intensidad, el tono y el timbre constituyen características físicas de los sonidos.
La intensidad es la cantidad de energía que el sonido disipa por unidad de superficie y por
unidad de tiempo, la cual es proporcional a la amplitud (es la máxima elongación de una
perturbación oscilatoria) y se mide en decibeles (dB), que es una función logarítmica
comparativa.
Figura 4.10 Intensidad de la onda sonora
Una onda de poca intensidad tendrá pequeña amplitud y, por lo tanto, poca energía
transportada y viceversa. De esta cualidad del sonido depende que este pueda ser oído a
mayor o menor distancia.
El tono depende de la frecuencia de las oscilaciones. La frecuencia es el número de
oscilaciones por unidad de tiempo y las oscilaciones son los cambios de sentido de la
elongación de parte de la onda.
Figura 4.11 Tono del sonido
La frecuencia se mide en Hertz (Hz).
1 Hz = 1 oscilación / segundo
Cuando la frecuencia es baja (20 - 200 Hz) el tono es bajo o grave y cuando la frecuencia
es alta (mayor de 1000 Hz) el tono es alto a agudo; para determinarlo se necesita una
duración determinada del estímulo, por lo tanto, a menor intensidad y baja frecuencia el
tono es grave y a mayor intensidad y alta frecuencia el tono es agudo.
El timbre depende de las características de la fuente sonora y permite diferenciar un sonido
de otro, también se le designa como color del sonido y está determinado por los sobretonos
o armónicos, que son los acompañantes del tono principal.
Figura 4.12 Timbre del sonido
El pabellón de la oreja, como se ha visto, tiene la función de captar, concentrar y conducir
las ondas sonoras hasta el orificio del conducto auditivo externo y en ello contribuye la
concha del pabellón. Teniendo en cuenta que el conducto
auditivo externo es un tubo cerrado por su extremo interno, donde se encuentra la
membrana timpánica, esto determina que las presiones acústicas en este extremo sean
mayores y por lo tanto hay un aumento de la intensidad del sonido en una determinada
frecuencia. El sonido es trasmitido a la cadena de huesecillos del oído medio a través de la
membrana timpánica debido a las vibraciones de esta.
El oído medio trasmite el sonido hacia el oído interno de una forma eficiente, ya que aquí se
produce el aumento de la presión y de la fuerza de la onda sonora, lo que se logra mediante
dos mecanismos:
La diferencia que existe entre el área de vibración de la membrana timpánica (43 mm2 ) y el
área de vibración efectiva de la membrana oval (3,2 mm2) determina que la presión de la
onda acústica aumente una 17 veces aproximadamente al incidir de un área mayor a un
área menor.
La cadena de huesecillos actúa como un sistema de palancas que aumenta la fuerza del
sonido que incide en la membrana oval.
En el oído medio se pone de manifiesto un reflejo que protege al oído interno, es el reflejo
de atenuación, que se desencadena ante estímulos acústicos de baja frecuencia y alta
intensidad que pueden ocasionar daños al receptor auditivo. En este caso, estructuras del
encéfalo elaboran una señal eferente que es conducida por los nervios trigémino y facial, y
que determina la contracción del músculo tensor del tímpano y del estapedio, el primero
pone tensa la membrana timpánica y el segundo tira del estribo hacia fuera, con lo que se
ponen rígidos tanto la membrana timpánica como la cadena de huesecillos, lo cual hace
resistencia al paso del sonido.
Por acción del estribo la membrana oval, que limita el oído medio del interno, vibra y al
moverse hacia adentro produce una onda que se propaga por la perilinfa de la rampa
vestibular y de la rampa timpánica, causando la proyección hacia fuera de la membrana
redonda. El movimiento de los líquidos del oído interno hacen vibrar la membrana basilar
(donde se asienta el órgano de Corti), lo que hace que los cilios de las células choquen
contra la membrana tectoria, se deformen y se desencadene un potencial receptor que
determina la
generación de un impulso nervioso en las fibras nerviosas sensoriales que llegan a las
células ciliadas.
La membrana basilar tiene características que le permiten comportarse como un analizador
de frecuencias. En la base del caracol o cóclea, las fibras que forman la membrana basilar
son cortas, rígidas y con poca masa, por lo que esta membrana puede vibrar con una alta
frecuencia y por tanto las células auditivas de esta parte del órgano de Corti responden a
sonidos de alta frecuencia (entre 8 000 y 16 000 Hz); en el ápice del caracol las fibras de la
membrana basilar tienen mayor longitud, mayor masa y son menos rígidas, lo que hace que
la membrana basilar vibre con menos frecuencia y que en esta parte del caracol se
codifiquen los sonidos de baja frecuencia.
Vía auditiva
Figura 4.13 Vía auditiva
La porción conductora del analizador auditivo está representada por la vía auditiva que se
origina en el órgano de Corti, específicamente en las células ciliadas, a donde llegan las
prolongaciones periféricas o dendritas de las neuronas sensitivas bipolares situadas en el
ganglio coclear o espiral (situado dentro de la lámina espiral ósea). Los axones de estas
neuronas forman el nervio auditivo, el cual se une con el nervio vestibular constituyendo el
nervio craneal VIII o estatoacústico que llega a la protuberancia anular; ahí las fibras
auditivas terminan en los núcleos cocleares dorsal y ventral, donde establecen sinapsis con
neuronas cuyos axones, en la mayoría de los casos, cruzan la línea media, ascienden en
forma de lemnisco lateral o cinta de Reil y terminan en los colículos inferiores (o tubérculos
cuadrigéminos inferiores) del mesencéfalo, aquí se establecen sinapsis con varias neuronas
y los axones de estas ascienden hasta el núcleo geniculado medial del tálamo, donde
ocurren otras sinapsis con neuronas cuyos axones terminan en la corteza auditiva primaria.
En la corteza cerebral auditiva existe una representación bilateral del órgano de Corti, que
hace que la información auditiva procedente de cada oído llegue a los dos hemisferios
cerebrales.
Sistema sensorial visual
El organismo humano y los demás vertebrados presentan un sistema visual muy
diferenciado que permite la más perfecta de las visiones, la percepción de las formas. En el
ser humano, el órgano visual presenta la mayor complejidad, en relación con esto resulta
ser el primer informante de todo los que ocurre en el medio ya que la mayor cantidad de
información procedente del medio externo procede de este órgano.
El analizador visual está constituido por el globo ocular (ojo) y por la vía visual y la porción
central.
Estructura del ojo
El ojo humano está situado en la cavidad orbitaria y tiene una forma aproximadamente
esférica. Su pared presenta tres capas que desde afuera hacia adentro son la esclerótica o
túnica fibrosa, la coroides o túnica vascular y la retina. Además, en el ojo se encuentran los
medios dióptricos que son el humor acuoso, el cristalino y el humor vítreo.
La esclerótica es la capa externa, de color blanco, resistente, avascular y perforada en su
porción posterior por el nervio óptico. Es una capa protectora y ayuda a mantener la forma
del ojo. Su porción anterior está diferenciada en la córnea, que es una lente cóncavo -
convexa y transparente, por lo que permite el paso de los rayos de luz procedentes de los
objetos.
Figura 4.14 Estructura del ojo
La coroides es la capa media, también llamada capa vascular, es de consistencia blanda,
de color oscuro y está muy vascularizada; entre sus funciones están la de proveer de
sustancias nutritivas y de oxígeno a la retina, participar en la producción de humor acuoso,
en el acomodamiento del cristalino para la visión cercana o lejana y contribuir al
mantenimiento de la presión interna del globo ocular. Esta capa presenta dos
diferenciaciones que son el cuerpo ciliar y el iris.
El cuerpo ciliar se caracteriza por presentar el aparato ciliar, constituido por el músculo ciliar
y por unos pliegues que son los procesos ciliares; de la
superficie de estos procesos salen unas fibras que forman la zónula ciliar y constituyen el
aparato suspensor del cristalino.
Figura 4.15 Corte sagital de la parte anterior del ojo
El iris es una membrana de tejido conjuntivo, coloreada y con forma de disco perforado,
situada delante de la zónula ciliar y suspendida en el humor acuoso; presenta un orificio
central que es la pupila y un sistema muscular representado por el músculo constrictor de la
pupila (formado por fibras musculares lisas dispuestas circularmente) y el músculo dilatador
de la pupila (formado por fibras musculares lisas dispuestas radialmente). El iris, por sus
características determina la cantidad de luz que llega a la retina por lo que, al comparar al
ojo con una cámara fotográfica se dice que el iris es el diafragma regulable de este.
El espacio existente entre el iris y la córnea es la cámara anterior del ojo y el espacio que
está entre el iris y la zónula ciliar es la cámara posterior, ambas cámaras se comunican por
la pupila y están ocupadas por el humor acuoso, que es un líquido transparente con índice
de refracción semejante al del agua y que contiene algunas sustancias orgánicas e
inorgánicas. El humor acuoso es uno de los medios dióptricos del ojo, es decir, permite la
refracción de la luz.
Detrás de la porción pupilar del iris y de parte de la cámara posterior se encuentra el
cristalino, lente biconvexa, transparente y elástica, constituye el medio más refringente del
ojo y se mantiene en su posición por la zónula ciliar.
El cristalino cambia su curvatura en dependencia de si los objetos que se miran están
cercanos o lejanos y esto se denomina acomodación.
El humor vítreo (o cuerpo vítreo) es un líquido transparente, de consistencia semigelatinosa
que ocupa el espacio entre el cristalino, el cuerpo ciliar y la retina. Es otro de los medios
dióptricos del ojo (refracta la luz) que ayuda al mantenimiento de la presión intraocular y de
la posición de la retina.
La retina es la capa interna del ojo, situada entre la coroides y el cuerpo vítreo. Presenta
una parte sensible a la luz o porción óptica (posterior) y una parte insensible a la luz o
porción ciega; la demarcación entre estas dos porciones está
determinada por la presencia de una línea dentada llamada ora serrata, que además
constituye uno de los lugares por donde la retina está fija, el otro lugar es la papila del
nervio óptico.
La papila del nervio óptico o punto ciego es una zona de aproximadamente 1,5 mm de
diámetro, situada en el polo posterior del ojo y es el lugar de salida del nervio óptico. La
papila presenta en su centro una depresión donde están los puntos de entrada y de salida
de los vasos sanguíneos de la retina.
Por fuera de la papila, a unos 4 mm de distancia se encuentra la mácula o mancha amarilla
(con un diámetro aproximado de 5 mm) que en su centro presenta una depresión
denominada fovea central, considerada el centro óptico de la retina ya que en ella inciden
centralmente los rayos de luz, por lo que es el punto de máxima agudeza visual
Figura 4.16 Capas de la retina
La estructura de la retina es sumamente compleja, se ha observado que anatómicamente
está constituida por 10 capas, las cuales, atendiendo a las relaciones funcionales entre los
elementos que las conforman, han sido agrupadas en cinco capas funcionales que
representan la organización vertical de la retina. Estas capas son el epitelio pigmentario, la
capa de los fotoceptores (conos y bastones), la capa de las células bipolares, la capa de las
grandes células (mal llamadas ganglionares) y la capa de las fibras nerviosas.
El epitelio pigmentario es la capa más externa de la retina (más cercana a la coroides), cuya
función está relacionada con la síntesis de pigmentos visuales y con el metabolismo de los
fotoceptores.
La capa de los fotoceptores o neuroepitelio, presenta las células receptoras fotoexcitables,
que son los conos y los bastones, los cuales transforman los estímulos visuales en señales
eléctricas e intervienen en los mecanismos de adaptación a la luz y a la oscuridad.
La capa de las células bipolares está constituida por neuronas de mediano tamaño con dos
prolongaciones una de las cuales se relaciona con los fotoceptores y la otra con las células
de la capa siguiente.
La capa de las grandes células está constituida por neuronas grandes que se relacionan por
una parte con las células bipolares, pero también lo hacen con las células que forman parte
de la organización horizontal de la retina. Los axones de las grandes células se acodan y
constituyen la capa de las fibras nerviosas, las cuales convergen en un punto de la retina
que es la papila y forman el nervio II u óptico que sale del ojo por el polo posterior.
El órgano visual, además de estar representado por el ojo o globo ocular, presenta el
aparato auxiliar o anexos del ojo que son las cejas, los párpados, las pestañas, el aparato
lagrimal y los músculos del ojo.
La porción periférica del sistema sensorial visual está representada por los fotoceptores de
la retina y por la vía visual u óptica que se origina en la retina y termina en la corteza visual
primaria.
Para comprender el funcionamiento del sistema sensorial visual, es necesario hacer
referencia, antes de terminar de describir la vía visual, a otros aspectos relacionados con la
división funcional de la retina y de los campos visuales.
Funcionalmente la retina ha sido dividida, a través de una línea imaginaria que pasa por la
fovea central, en dos partes que son la hemirretina nasal o interna y la hemirretina temporal
o externa, y a través del trazado de una línea horizontal imaginaria ha sido dividida en
hemirretina superior y hemirretina inferior.
En cada una de estas porciones de la retina se proyectan las imágenes de los objetos
situados en el campo visual contrario.
El campo visual de un ojo es toda el área de una superficie determinada que es vista por
ese ojo cuando se mantiene la vista fija al frente. Así, en la hemirretina nasal se proyectan
las imágenes de los objetos situados en el campo visual temporal, en la hemirretina inferior
se proyectan las imágenes de los objetos situados en el campo visual superior, en la
hemirretina superior se proyectan las imágenes de los objetos que están en el campo visual
inferior y en la hemirretina temporal se proyectan las imágenes de los objetos situados en el
campo visual nasal.
Vía visual
La vía visual, que se inicia en los fotoceptores de la retina, está constituida por las otras
células de la retina (bipolares, grandes células con sus axones), por los nervios ópticos, que
salen por el polo posterior de cada ojo (después de haber perforado la coroides y la
esclerótica) y después de un corto trayecto dentro de la órbita, pasan a la cavidad craneana
por el agujero óptico. En el interior de la cavidad craneana, los nervios ópticos van hacia
atrás y hacia la línea media y forman el quiasma óptico, estructura en la que ocurre el
entrecruzamiento parcial de las fibras de cada nervio óptico (se cruzan las fibras
procedentes de la hemirretina nasal de cada ojo) y a continuación de este se forman las
cintillas ópticas (constituidas por las fibras temporales de un ojo y las fibras nasales del
otro). La mayor parte de las fibras de las cintillas ópticas terminan en el núcleo geniculado
lateral del tálamo, donde hacen sinapsis con neuronas cuyos axones forman la radiación
óptica y terminan en la corteza visual primaria, donde existe una representación de la retina
de cada ojo. Otras fibras de las cintillas ópticas terminan en el mesencéfalo,
específicamente en los tubérculos cuadrigéminos superiores (colículos superiores) y en la
región pretectal.
Figura 4.17 Representación esquemática de la vía visual
La información que es procesada en la corteza visual, además de permitir la percepción de
las formas y de los colores, también es necesaria en el control de los movimientos del
cuerpo y en la localización espacial.
Figura 4.18 Vía visual
La información que llega a los colículos superiores(es importante en el control de los
movimientos de la cabeza y de los ojos en relación con la ampliación del campo visual, para
dirigir los movimientos oculares hacia el objeto deseado y para seguir la trayectoria de los
objetos en movimiento.
La región pretectal interviene en la integración de los reflejos pupilares a la luz, que tienen
que ver con la contracción y la dilatación de la pupila cuando hay mucha o poca iluminación
respectivamente, así como en los reflejos de acomodación visual (acomodación del
cristalino para la visión de objetos cercanos y lejanos).
Tanto los colículos superiores como la región pretectal funcionan estrechamente
relacionados con el tálamo y con la corteza cerebral.
Sistema motor
En la preparación y realización los actos motores es importante la organización de los
movimientos en el espacio y en el tiempo, para lo cual es necesario el análisis e integración
previos, en diferentes áreas de la corteza cerebral de la información aportada por los
sistemas sensoriales vestibular, visual, auditivo y cutáneo-cinestésico (somestésico)). Por
esta razón, como parte del sistema motor se describirán las particularidades del sistema
propioceptivo y del sistema vestibular. Señales que llegan del aparato locomotor que
detectan el movimiento y la posición relativa de las diferentes partes corporales, por ejemplo
el huso muscular, el órgano tendinoso de Golgi entre otros)
Receptores propioceptivos (cinestésicos) y sistema lemniscal
El sistema propioceptivo está constituido por los propioceptores y por la vía propioceptiva al
encéfalo que es el sistema lemniscal.
Los propioceptores detectan las variaciones mecánicas que se producen por el movimiento
de los músculos y de las articulaciones, como ejemplos de estos receptores están el huso
muscular, el órgano tendinoso de Golgi, los cuales están situados en el sistema
osteomuscular.
Figura 4.19 huso muscular y órgano tendinoso de Golgi
La vía que conduce al cerebro la información propioceptiva consciente (tiene que ver con el
estado físico del cuerpo, en particular de los huesos, los músculos y las articulaciones) es el
sistema lemniscal (o sistema dorsal lemniscal) que también conduce información
relacionada con el tacto discriminativo, la presión y las vibraciones.
La información propioceptiva de las extremidades y del tronco llega primeramente a la
médula espinal a través de las estructuras del sector aferente de la médula espinal. La vía
lemniscal como tal está constituida por axones de neuronas sensitivas de los ganglios
espinales, los cuales forman parte de la raíz posterior, entran a la médula espinal y
ascienden ipsilateralmente por el cordón
posterior hasta el bulbo raquídeo, donde terminan en los núcleos de Goll (o grácil) y de
Burdach (o cuneiforme) y donde se establecen las primeras sinapsis de esta vía. Los
axones de las neuronas de estos núcleos se decusan en la porción anterior del bulbo
raquídeo y suben en el lemnisco medio o interno, que atraviesa el tronco encefálico y
termina en el núcleo ventral posterolateral del tálamo donde sus fibras realizan sinapsis con
neuronas cuyos axones terminan en la corteza cutáneo - cinestésica primaria.
Figura 4.20 sistema lemniscal
Sistema vestibular
El sistema vestibular aporta información que tiene que ver con el mantenimiento del
equilibrio. Este sistema está constituido por los receptores vestibulares, los nervios
vestibulares, los núcleos vestibulares y las vías vestibulares.
Los receptores vestibulares están localizados en el oído interno, específicamente en el
vestíbulo membranoso y en los conductos semicirculares membranosos.
El vestíbulo membranoso está compuesto por dos vesículas que se comunican entre sí y
que son el utrículo y el sáculo.
Figura 4.21 Oído interno
En ellas encontramos las máculas utricular y sacular, constituidas por dos tipos de células:
las células ciliadas, que son las más importantes pues son las células receptoras, y las
células de sostén, que descansan sobre una membrana basilar. Las máculas presentan en
su parte superior una cubierta gelatinosa con numerosos otolitos. Estos receptores informan
al sistema nervioso central acerca de la orientación de la cabeza en relación con la fuerza
de gravedad y con la aceleración lineal.
Figura 4.22 Estructura de las maculas
En las ampollas de los conductos semicirculares membranosos se encuentran las crestas
ampollares, que son receptores constituidos por células ciliadas y células de sostén que
descansan sobre una membrana basal y que en su parte superior presentan una cubierta
gelatinosa en forma de cúpula. Estos receptores
informan al sistema nervioso central acerca de la orientación de la cabeza y del cuerpo en
relación con la aceleración angular que es producida durante los movimientos de rotación
de la cabeza.
Figura 4.23 Estructura de las ampollas
A las células ciliadas de los receptores descritos llegan prolongaciones nerviosas que son
dendritas de las neuronas sensitivas bipolares situadas en el ganglio vestibular o de Scarpa.
Los axones de estas neuronas forman el nervio vestibular, el cual se une con el nervio
auditivo y forma el nervio craneal VIII o estatoacústico que penetra en el tronco encefálico,
ahí las fibras vestibulares terminan en los núcleos vestibulares superior, inferior, lateral y
medial y establecen sinapsis con neuronas cuyos axones dan origen a las vías vestibulares
que son:
los haces vestíbulospinales, los haces vestíbulocerebelosos, el haz vestibulomesencefálico
y las fibras vestíbulocorticales
(estas últimas terminan en el tálamo, donde establecen sinapsis con neuronas cuyos
axones terminan en la corteza del lóbulo temporal del cerebro). Estas vías, en general,
conducen impulsos nerviosos que son necesarios en el control de los movimientos de la
cabeza, del cuello y de los ojos, importantes en los reflejos de coordinación motora de la
cabeza y los ojos para facilitar la visión, en la estimulación de las motoneuronas espinales
en relación con la realización de reflejos de enderezamiento y de locomoción, así como en
el mantenimiento del cuerpo en contra de la fuerza de gravedad.
Sistema piramidal
El sistema piramidal se origina en la corteza sensorimotora. Detrás de la cisura de Rolando
(área 3 de la carta de Brodman ) terminan las fibras nerviosas que conducen información
procedente de los receptores táctiles y propioceptivos; delante de dicha cisura (área 4) se
originan la mayor parte de las fibras que constituyen el sistema piramidal o corticospinal que
conduce los impulsos nerviosos motores que hacen posible la realización de los
movimientos voluntarios tanto de la cara como del resto del cuerpo. En este último caso los
impulsos nerviosos permiten, sobre todo, la realización de movimientos aislados
de las manos y de los dedos que constituyen la base para la adquisición de destrezas. La
porción periférica de este sistema está representada por las estructuras del sector eferente
de la médula espinal y del tronco encefálico que se relacionan con los efectores del cuerpo.
El sistema piramidal está constituido por más de un millón de fibras nerviosas, de las cuales
proceden fundamentalmente de la corteza motora primaria, pero también tiene fibras
procedentes de la corteza premotora y de la corteza cutáneo – cinestésica. Estas fibras
descienden formando parte de la sustancia blanca subcortical de los hemisferios cerebrales,
atraviesan el tronco encefálico y terminan en la médula espinal. En la porción inferior del
bulbo raquídeo ocurre la decusación incompleta de las fibras de esta vía, dividiéndose en
este nivel en dos haces que son el haz piramidal cruzado y el haz piramidal directo. El
primero está constituido por la mayor parte de las fibras de esta vía (85%), las cuales se
cruzaron en el bulbo raquídeo y el segundo está constituido por las fibras que no se
cruzaron. Ambos haces terminan estableciendo sinapsis con neuronas motoras espinales.
Figura 4.24 Piramidal
La vía piramidal, en su trayecto, va dejando fibras colaterales en el cuerpo estriado, en la
formación reticular del tronco encefálico, en los núcleos de origen de los nervios craneales,
en las células pontinas de la protuberancia anular, etc.
Todas las vías motoras del sistema nervioso central que no forman parte de la vía piramidal
se consideran vías extrapiramidales; se originan en otras partes del sistema nervioso central
y terminan en la médula espinal. Estas vías son los haces:: reticulospinal, l vestibulospinal,
tectospinal y rubrospinal.
Control nervioso de los movimientos musculares
Al escribir, saltar o aplaudir se pone en función una compleja secuencia de movimientos
coordinados que se ejecutan sin pensar y que son el resultado de la información aportada
por diferentes analizadores, la cual se integra en la corteza cerebral. Por tanto, en el control
de los movimientos musculares (y también en el control de las funciones vegetativas)
intervienen, no solamente los centros
nerviosos y los efectores, sino también las estructuras receptoras que informan al sistema
nervioso central de los cambios del medio que provocan la realización de un movimiento
determinado y de cómo se desarrolla este movimiento o la función controlada.
En el control nervioso de los movimientos musculares intervienen varias estructuras del
sistema nervioso central: la médula espinal, el tronco encefálico, algunos núcleos basales
(cuerpo estriado y globo pálido), el cerebelo y la corteza cerebral, particularmente la corteza
motora primaria (las cuales constituyen los niveles del control nervioso de los movimientos
musculares).
¿Cómo funcionan interrelacionadamente estas estructuras en el control de los
movimientos?
Figura 4.25 Esquema de movimiento voluntarios
Cuando se realizan los movimientos voluntarios, los impulsos nerviosos motores se originan
en la corteza motora primaria y son conducidos por la vía piramidal o corticospinal hasta la
médula espinal. Esta información motora llega también, a través de colaterales de esta vía,
al cuerpo estriado, a la formación reticular del tronco encefálico, al núcleo rojo, al cerebelo
(vía corticopontocerebelosa).
Desde la médula espinal, los impulsos nerviosos motores llegan a los efectores que
ejecutan la respuesta, a través de los componentes del sector motor de la médula espinal
(raíz anterior, nervio espinal y nervio periférico).
A partir de la información que le llega desde la corteza cerebral, el cuerpo estriado realiza
su función de ayudar al control global de los movimientos intencionales que se realizan de
forma inconsciente, para ello envía impulsos nerviosos a la formación reticular del tronco
encefálico a través de la sustancia negra y del globo pálido. El globo pálido tiene la función
de proporcionar el tono muscular basal necesario para la realización de los movimientos
intencionales cuyo control se inicia en la corteza cerebral y en el cuerpo estriado en relación
con esto, envía impulsos a la formación reticular del tronco encefálico.
La formación reticular a partir del análisis de la información que le llega de otras partes del
sistema nervioso (corteza cerebral, cuerpo estriado, globo pálido, del cerebelo, de la
sustancia negra, etc) interviene, junto con los núcleos
vestibulares (que reciben información del cerebelo y de los receptores del equilibrio), en el
mantenimiento del cuerpo en contra de la fuerza de gravedad; en la realización de esta
función envían impulsos nerviosos a la médula espinal a través de las vías retículospinales
y vestíbulospinales. Desde la médula espinal son enviados los impulsos necesarios a los
músculos extensores de las extremidades inferiores a través de los componentes del sector
eferente.
Cuando comienza a ejecutarse el movimiento, los receptores propioceptivos y los
receptores cutáneos de la zona donde se produce el movimiento, informan al cerebelo
acerca de cómo se está realizando ese movimiento. Esta información llega primero a la
médula espinal por las estructuras de su sector aferente (nervio periférico, nervio espinal,
ganglio y raíz posterior) y desde la médula llega al cerebelo por las vías espinocerebelosas.
Entonces el cerebelo, compara la información que recibió de la corteza motora con la que le
llega de los receptores, calcula el error entre ambas y lo corrige, para lo cual envía impulsos
nerviosos a la corteza cerebral a través del tálamo (también envía impulsos nerviosos al
núcleo vestibular lateral y a la formación reticular). En esta regulación se establecen
circuitos de retroalimentación entre las estructuras que intervienen en el control nervioso del
movimiento muscular.
El funcionamiento de los sistemas sensoriales puede afectarse debido a lesiones presentes
(congénitas o adquiridas) tanto en la porción periférica como en la porción central de los
mismos. A continuación se describen las características generales de las afectaciones más
comunes en estos sistemas.
Afectaciones del ojo
Anomalías de refracción
En el ojo normal en estado de reposo y sin acomodación, la imagen de los objetos distantes
se enfoca sobre la retina
(ojo emétrope), cualquier variación en este sentido, causa afectaciones en la refracción de
los rayos luminosos en el ojo. Las más frecuentes son la miopía, la hipermetropía y el
astigmatismo.
Hipermetropía
La hipermetropía es un trastorno en el cual, sin empleo de la acomodación visual, los yayos
luminosos procedentes de objetos distantes forman su foco detrás de la retina.
Figura 4.26 Ojo con hipermetropía
Generalmente se debe a un acortamiento del diámetro anteroposterior del ojo y con menos
frecuencia a la presencia de un mayor radio de curvatura de cualquier superficie refringente
ocular o a la ausencia de cristalino. En la mayor parte de los casos es un trastorno
congénito y hereditario.
La hipermetropía causa astenopía, esfuerzo ocular, principalmente debido al esfuerzo y a la
fatiga del músculo ciliar, durante la realización de actividades como leer, coser, escribir, etc.,
especialmente de noche, ya que los esfuerzos acomodativos no se corresponden con la
tarea ocular de cerca; esto genera dolores oculares, dolores de cabeza, aumento del
parpadeo acompañado de sensaciones de picor y ardor, lagrimeo, congestión ocular, ligera
fotofobia. Estos síntomas se acentúan si la persona no goza de buena salud.
El ojo hipermétrope no puede ver con precisión objetos distantes ni cercanos, sin
acomodación visual.
En los niños este trastorno tiende a disminuir con el crecimiento, durante la primera infancia
puede causar estrabismo convergente, sin embargo, en los adultos permanece estacionaria.
Miopía
Este es un defecto en que los rayos provenientes del exterior se enfocan delante de la
retina, sin que exista acomodación visual. Los rayos paralelos convergen, se entrecruzan y
al llegar a la retina tienen dirección divergente formando un círculo de difusión y por tanto,
una imagen borrosa.
Depende, principalmente, de un aumento del diámetro anteroposterior del ojo, pero también
puede ser causada por un incremento en la curvatura de la córnea o del índice de refracción
del cristalino.
Figura 4.27 Miopía
Los efectos visuales que produce son disminución de la visión a distancia, dolor en los ojos,
congestión, irritabilidad. Este trastorno tiene una fuerte tendencia hereditaria, comienza
desde las edades tempranas (entre los 6 y 9 años de edad) y se incrementa hasta la
adolescencia. Es más frecuente en el sexo masculino que en el femenino. Raramente es
congénita.
Constituye un signo de alerta cuando observamos que el niño o la niña se acerca mucho los
objetos a los ojos a se acerca mucho al televisor.
Astigmatismo
Este trastorno se caracteriza porque los rayos de luz que proceden de un punto luminoso
son enfocados en distintos puntos, la imagen del foco puede tener forma de línea, óvalo o
círculo, pero nunca será un punto.
El astigmatismo es causado frecuentemente por una alteración en la curvatura de la córnea,
o de otras superficies de refracción del sistema óptico.
Figura 4.28 Astigmatismo
En el ojo astigmático hay disminución de la agudeza visual, tanto para ver de cerca como de
lejos, hay astenopía, especialmente para ver de cerca.
El astigmatismo es congénito y con frecuencia existe una predisposición hereditaria.
Cuando es adquirido es consecuencia de alteraciones de la córnea por infecciones,
traumatismos u operaciones.
La hipermetropía, la miopía y el astigmatismo se corrigen satisfactoriamente con el uso de
los lentes adecuados.
Otros trastornos
Glaucoma
El glaucoma es una enfermedad que consiste en una neuropatía óptica, en la cual se atrofia
el par craneal II u óptico. Uno de los factores que la determina es el aumento de la presión
ocular.
Cuando el glaucoma es congénito puede manifestarse desde el nacimiento o en los
primeros meses de la vida.
Los efectos visuales que se manifiestan son lagrimeo excesivo, fotofobia, opacidad del
cristalino, dolores de cabeza y disminución de la visión nocturna y de la agudeza visual.
Afaquia
Producto de las cataratas congénitas (opacidad hereditaria del cristalino) se llevan a efecto
intervenciones quirúrgicas para extraer total o parcialmente el cristalino, a partir de este
instante hablamos de afaquia.
Los efectos visuales que produce son disminución de la agudeza visual e incapacidad de
acomodación visual.
Estrabismo
El estrabismo es la alteración de la posición de los globos oculares originada por paresias o
por parálisis de los músculos oculares o por inervación anormal de estos. Esto provoca
limitaciones del movimiento del globo ocular en el sentido del músculo afectado y diplopía
con falsa orientación, mareos, vértigos y tortícolis.
Se origina por procesos inflamatorios, diabetes, traumatismos o puede ser congénita.
Atrofia óptica
La atrofia óptica es la degeneración de las fibras nerviosas del nervio óptico asociadas a
lesiones cerebrales.
Puede ser causada por procesos inflamatorios, traumatismos o hipertensión endocraneana.
Los efectos visuales que se manifiestan son disminución de la agudeza visual, problemas
para la percepción de formas y colores, dilatación e inmovilización progresiva de la pupila y
disminución del sentido luminoso.
Retinopatía del prematuro
La retinopatía es una alteración de la retina con aparición de pliegues debido a altas o bajas
concentraciones de dioxígeno. Se caracteriza por un crecimiento patológico de los vasos
inmaduros de la retina y se manifiesta por nistagmus, miopía, y disminución variable de la
agudeza visual.
Alteraciones del oído
Oído externo
Presencia de cuerpos extraños
Es común que los menores se introduzcan cuerpos extraños en el oído tales como frijoles,
cuentas de collar, botones, papeles, gomas o puntas de lápices, etc. En los adultos se han
encontrado partículas de papel, de fósforos o de algodón introducidos al intentar limpiar los
oídos. También accidentalmente pueden entrar al conducto auditivo externo pequeños
insectos.
En todos los casos se producen molestias auditivas e hipoacusia, ambas de aparición
variable y si permanece el objeto mucho tiempo alojado en el oído, puede originar una otitis
externa y en este momento ya es difícil la extracción del objeto debido a la inflamación que
produce.
Solo el especialista debe extraer el objeto extraño.
Tapón de cerumen
El tapón de cerumen se debe a un exceso de cerumen en el conducto auditivo externo, ya
sea por hiperfunción de las glándulas ceruminosas o porque el conducto auditivo externo
sea pequeño o estrecho y dificulte la salida de la cera. Si por alguna causa entra agua en el
oído, este tapón aumenta de tamaño ya que el cerumen es higroscópico.
Los síntomas que se manifiestan son la disminución progresiva de la audición hasta llegar a
la hipoacusia, zumbido en el oído y vértigo. En otros casos es asintomática.
Oído medio
Perforación de la membrana timpánica
La perforación de la membrana timpánica puede ocurrir por una lesión producida por
cualquier objeto punzante, al sonarse la nariz con fuerza, al recibir golpes en el oído, a
causa de cambios bruscos de la presión atmosférica o debido al estallido de proyectiles
cerca del oído.
La consecuencia principal es una disminución auditiva de tipo conductiva, que dura mientras
se va cerrando la membrana. Debido a esta ruptura hay posibilidades de pasen infecciones
a la cavidad timpánica.
Otitis media
La otitis media es la infección, aguda o crónica, del oído medio.
En la otitis media supurativa se incluyen todas las infecciones agudas producidas por
bacterias piógenas que llegan hasta el oído medio a través de la trompa de Eustaquio. Se
desarrolla en caso de enfermedades infecciosas como gripe, sarampión, rubéola,
vegetaciones adenoideas, etc.
Los síntomas son dolor de oído, que se debe a la acumulación de la secreción purulenta en
la cavidad timpánica, disminución de la audición y aumento de la temperatura. Bajo la
influencia de la presión del pus la membrana timpánica es perforada y la secreción sale al
oído externo; esto no ocurre si el proceso infeccioso es ligero.
Esta enfermedad del oído medio es muy frecuente en niños y niñas debido a la existencia
de catarros y gripes.
Catarro del oído medio
A través de la tuba auditiva pueden ascender gérmenes patógenos y provocar el cierre de
esta como consecuencia de una inflamación de la membrana mucosa de
sus paredes; obstruyendo el paso de aire por este conducto, por lo que se altera la
movilidad de la membrana timpánica.
Como resultado de esta alteración se produce una disminución de la audición y aparece un
ruido en el oído. De no atenderse a tiempo el catarro del oído medio puede convertirse en
crónico y ser causa de otitis media.
Esta enfermedad tiene mayor prevalencia en la edad pre- escolar y en la edad escolar
temprana; de existir un clima húmedo se empeora la afección.
Es causada por las mismas enfermedades infecciosas que la afección anterior.
Oído interno
Laberintitis
La laberintitis es la inflamación del oído interno debido a procesos infecciosos del oído
medio (otitis media) y de las meninges, que llegan a esta parte del oído por el flujo
sanguíneo en caso de enfermedades infecciosas generales.
La laberintitis puede causar destrucción del órgano de Corti presencia de tejido conjuntivo
fibroso en el caracol o en parte de este, lo que produce sordera o pérdida parcial de la
audición para determinado tono, según el lugar de la afección en el caracol y el tipo de
laberintitis. Si el proceso infeccioso afecta el vestíbulo del oído interno se presentan también
mareos, náuseas, vómitos y pérdida de equilibrio.
Sección conductora del oído
Neuritis del nervio auditivo
La neuritis del nervio auditivo abarca las afecciones del nervio y de las células nerviosas del
ganglio espiral.
Puede ser originada por sustancias tóxicas, denominadas ototóxicas, como algunos
fármacos (Penicilina, Estreptomicina, Quinina, etc.), tóxicos caseros e industriales,
enfermedades infecciosas (meningitis, sífilis), tumores y anomalías congénitas.; como
resultado de esto aparece la pérdida de la audición, total o parcial, lo que depende del lugar
de la lesión y de si la esta es unilateral o bilateral.
Trastornos en la zona auditiva de la corteza cerebral
Estos trastornos pueden aparecer en el caso de hemorragias, tumores y encefalitis. Si se
afecta la corteza auditiva de un solo lado, se produce disminución de la audición de los dos
oídos, en mayor cuantía en el lado contrario de la afección.
Trastornos a consecuencia de ruidos
La contaminación acústica producida por la actividad humana ha aumentado
espectacularmente en los últimos años y constituye un agente nocivo para la salud humana.
Los ruidos son generados por los vehículos automotores, industrias, ferrocarriles,
instrumentos de trabajo en las obras en construcción, música a gran intensidad en locales
públicos y en los hogares.
La exposición continuada a la influencia de los ruidos produce pérdida progresiva de la
capacidad auditiva, debido a cambios degenerativos en las células ciliadas del órgano de
Corti y en las células del ganglio espiral, además en el caso de las industrias el
estremecimiento del piso se trasmite al oído interno a través del cuerpo y puede causar
desplazamiento de los líquidos laberínticos y de la membrana basilar.
Otro elemento que afecta la audición y que en la actualidad ha cobrado mucho auge, es el
uso habitual de Walkman por parte de los jóvenes.
El mecanismo de la audición puede estar afectado por numerosos factores que según la
repercusión del daño pueden ocasionar hipoacusia o sordera.
La hipoacusia es la disminución parcial de la audición que provoca dificultades en la
percepción legible del lenguaje oral.
La sordera es el mayor grado de pérdida auditiva, bajo el cual se torna imposible la
percepción legible del lenguaje oral.
En la actualidad existe la tendencia de denominar sorda a la persona que posee una
pérdida auditiva bilateral severa o profunda y cuya aparición se produjo desde el nacimiento
o en los primeros años de vida.
La clasificación médico pedagógica de las pérdidas auditiva se realiza a partir de una
valoración integral que considera aspectos cuantitativos y cualitativos, en los que se
incluyen: grado de pérdida auditiva, momento de aparición de la pérdida, estado del
desarrollo del lenguaje, magnitud con que el auxiliar auditivo compensa la pérdida,
particularidades del entorno familiar, escolar y social en general.
Para determinar el grado de pérdida auditiva, el especialista en audiología tiene en cuenta
los parámetros siguientes:
Leve 21 - 40 dB
Moderada 41 – 60 dB
Severa 61 – 80 dB
Profunda 81 –100 dB
A partir de 80 dB es considerada una persona sorda, desde el punto de vista médico
pedagógico.
Una vez que se detecta la pérdida auditiva con diagnóstico y prescripción médica, se orienta
el tratamiento medicamentoso ya sea esta pérdida transitoria o persistente; en el caso de
las irreversibles el especialista recomienda el uso de un auxiliar auditivo convencional o una
implantación coclear, que es un dispositivo que se coloca en la cóclea y actúa como
transductor de los estímulos auditivos y estimula al VIII par craneal o nervio auditivo. La
determinación de una de estas dos variantes depende de varios factores.
Es importante destacar que la detección y atención temprana de los problemas visuales y
auditivos determinan en gran medida la evolución favorable de los trastornos, así como la
eliminación y/o compensación del defecto, por lo que mayor será la posibilidad de rehabilitar
al niño y desarrollar su potencial de capacidades y habilidades.
Se debe considerar que la afectación de la visión y de la audición limita la percepción de
estímulos, el lenguaje, el pensamiento y la imaginación, lo que trae como consecuencia un
conocimiento incompleto y limitado del medio; esto
a su vez, incide en su preparación intelectual y le retarda o lentifica el desarrollo de
habilidades y capacidades sobre todo en edades tempranas.
Estos problemas se compensarán con una adecuada estimulación precoz y con la
orientación a los padres y familiares de cómo estimular a sus pequeños hijos para que
desarrollen habilidades y hagan un uso más efectivo de los analizadores conservados.
CAPÍTULO 5
SISTEMA ENDOCRINO
El sistema endocrino constituye, junto al sistema nervioso, un sistema de control del cuerpo
humano y desempeña las funciones siguientes:
- Controlar y conservar el medio interno y contribuir a que el cuerpo pueda adaptarse a los
cambios ambientales.
- Permitir acciones de respuesta a las demandas de urgencia como son los casos de
inanición, trauma, tensión psicológica, infección y otras.
- Controlar el desarrollo y crecimiento corporal.
Colaborar en procesos de reproducción sexual como son la gametogénesis, el coito, la
fecundación, la nutrición del feto y del recién nacido, el parto y otros.
El sistema endocrino está compuesto por las glándulas endocrinas, que constituyen
agrupaciones de células derivadas de las capas germinales durante el período embrionario.
Son células especializadas en la secreción de hormonas que están ampliamente
diseminadas por el cuerpo sin interconexiones anatómicas, pero sí existen entre ellas
relaciones funcionales, ya que son muy pocos los procesos corporales regulados por una
sola hormona y son muy pocas las hormonas que tienen una sola función.
Estas glándulas secretan sus productos hacia la circulación sanguínea la cual sirve de vía
para trasladarlos hasta el lugar donde deben ejercer su acción, por lo que se caracterizan
también por tener un gran riego sanguíneo y esto principalmente las hace diferentes a las
glándulas exocrinas que secretan sus productos hacia conductos excretores, por ejemplo,
las glándulas salivares y las sudoríparas, entre otras.
Las hormonas que secretan las glándulas endocrinas son compuestos químicos cuyos
efectos no son siempre estimuladores, algunas son inhibitorias. Las hormonas actúan sobre
diferentes células orgánicas o tejidos que reciben el nombre de
Órgano o célula diana o tejido blanco por recibir esa acción directamente.
Sobre una misma célula diana pueden actuar varias hormonas, por eso ella misma
establece una diferenciación que se manifiesta por la capacidad de reaccionar o no a la
acción de una hormona en particular y además por la naturaleza de la reacción. En este
último aspecto, se debe tener en cuenta que las concentraciones hormonales aumentan o
disminuyen a menudo como respuesta a las necesidades cambiantes del cuerpo, por lo que
una concentración determinada de hormona tendrá un efecto grande o pequeño en
correspondencia con el estado de la célula diana.
La parte de la célula diana que reconoce a la hormona actuante, es una unidad mínima y se
denomina receptor y es ahí donde se desencadenan los procesos bioquímicos que
producen la respuesta adecuada.
¿Cómo se establece el control de la secreción endocrina?
El control de la secreción endocrina se realiza mediante una regulación de retroalimentación
o feed-back.
Esta regulación puede ser negativa, cuando la señal produce una respuesta que
retroalimenta al generador de la respuesta y se inhibe la acción glandular, podemos
representarlo de la manera siguiente:
Figura 5.1 Control de la secreción endocrina
Mientras que es positiva si ocurre a la inversa: se continúa estimulando la secreción
glandular.
El resumen de todo lo expresado hasta aquí puede representarse en la siguiente gráfica:
Figura 5.2 Retroalimentación negativa
En toda la actividad endocrina se pone de manifiesto la integración neuroendocrina donde
las reacciones neurales son inmediatas y más rápidas, mientras que los efectos hormonales
tienen una mayor vida biológica, ejercen sus efectos durante un mayor período de tiempo y
controlan procesos a largo plazo. Ambos sistemas operan de manera coordinada e
integrada, lo que se
pone de manifiesto en la relación hipotálamo- hipófisis y en el control que ejerce el sistema
nervioso vegetativo sobre las glándulas.
Las glándulas endocrinas, objeto de estudio en este texto son:
-Hipófisis
-Tiroides
-Paratiroides
-Las suprarrenales o adrenales
-Páncreas endocrino
-Gónadas (ovarios y testículos)
Figura 5.3 Localización de las glándulas endocrinas
Hipófisis
La hipófisis, también llamada glándula pituitaria, está localizada en la silla turca del hueso
esfenoides o fosa hipofisaria, en la base del cráneo. Desde hace más de 2000 años se
conoce de su existencia. Es de pequeño tamaño (9 mm anteroposteriormente, 14 mm.
transversalmente), pesa aproximadamente 0,35 a 0,65 g y en las mujeres, durante el
embarazo puede llegar a pesar 1 gramo más; después del parto no recobra sus
dimensiones anteriores. Tiene forma esférica u oval y color rojizo.
Figura 5.4 Hipófisis
Esta glándula se forma a principios de la vida embrionaria a partir del ectodermo y está
anatómicamente relacionada con el hipotálamo mediante el tallo hipofisiario. En ella se
distinguen tres partes:
Adenohipófisis o lóbulo anterior.
-Neurohipófisis o lóbulo posterior.
-Parte intermedia, localizada entre los dos lóbulos anteriores, está prácticamente ausente
en el organismo humano.
La adenohipófisis constituye el 75% del peso total de la glándula, se forma a partir de la
bolsa de Rathke (región bucal primitiva), que se extiende hacia arriba en dirección a la base
del cerebro. Está constituida por un conjunto de
cinco unidades funcionales celulares específicas que sintetizan y liberan las hormonas que
secretan:
La situación se comporta de la manera siguiente:
Figura 5.5
Teniendo en cuenta esta dependencia de la adenohipófisis, presentaremos sus hormonas
comenzando por las que actúan sobre otras glándulas endocrinas, que conforman el
complejo o eje hipotálamo – hipófisis – glándula endocrina, llamada así por la relación
funcional que se establece entre ellas.
Eje hipotálamo - hipófisis - tiroides
La glándula tiroides está localizada en la porción anterior del cuello, por delante de la laringe
y la tráquea, adosada a los límites laterales del cartílago tiroides. Se origina del epitelio del
suelo faríngeo, es reconocible cuando el embrión tiene un mes.
Esta es una de las glándulas más pesadas, 20 g aproximadamente en la persona adulta.
Está compuesta por dos lóbulos unidos por una banda de tejido delgada, el istmo. Cada
lóbulo tiene de 2 a 2,5 cm de grosor, su polo superior es afilado y el inferior achatado y poco
definido.
Figura 5.6
La tiroides externamente está envuelta en una delgada cápsula fibrosa que penetra en su
interior. Su tejido forma unas agrupaciones denominadas folículos, rodeados de una rica red
capilar, que miden 200 micras de diámetro. La pared de estos folículos está constituida por
una sola capa de células cuboidales, íntimamente relacionadas unas con otras que
descansan sobre una fina membrana basal. Además de las células foliculares existen en
esta glándula las llamadas parafoliculares o células C y se encuentran entre las primeras.
En el centro de los folículos hay una sustancia que se denomina coloides, la cual está
formada principalmente por secreciones tiroideas.
Figura 5.7 Folículo tiroideo
Esta glándula secreta hormonas yodadas, yodotironinas, la más abundante e importante es
la tiroxina, que se almacena en el coloide en forma de tiroglobulina, que constituye una
yodoproteína que cuando es necesario, libera a la sangre las hormonas que almacena. Para
la elaboración de hormonas tiroideas es esencial el yodo que penetra a la glándula por
transporte activo y que normalmente ingerimos en nuestra dieta.
Los efectos fisiológicos de las hormonas tiroideas son múltiples y pueden agruparse en dos
grandes funciones:
1-Aumenta el metabolismo basal (aumenta el consumo de energía y producción de calor),
además actúa sobre múltiples procesos metabólicos e influye en la concentración y
actividad de muchas enzimas, en el metabolismo de lípidos, proteínas, carbohidratos,
vitaminas y minerales y también tiene efectos en la secreción y degradación de casi todas
las hormonas, por lo que la mayor parte de los tejidos corporales reciben el efecto de las
hormonas tiroideas.
2-Incrementa el crecimiento y desarrollo corporal. Contribuye a la maduración ósea, por
esto, durante la infancia y la madurez sexual se incrementa su secreción.
¿Cómo se regula la secreción tiroidea?
Desde hace más de un siglo se conoce que el nivel de hormonas tiroideas constituye el
elemento que desencadena la acción del eje hipotálamo – hipófisis – tiroides.
Cuando disminuyen los niveles de hormonas tiroideas en sangre esto constituye un
estímulo que actúa sobre el hipotálamo, el que secreta el factor de liberación que estimula a
la adenohipófisis para que secrete la TSH, la cual se transporta a través de la sangre hasta
la glándula tiroides y activa la secreción y liberación de sus hormonas, que después de
cumplir su acción fisiológica, inhibe al hipotálamo para que a través del factor de inhibición
se disminuya la secreción de THS, pero también actúa sobre la adenohipófisis para inhibir
su
secreción, la regulación se efectúa a través de un feedback negativo. Todo el proceso está
regido por el sistema nervioso central.
La acción fisiológica fundamental de las células C o parafoliculares es la reducción del
calcio sanguíneo, por lo que es un agente hipocalcémico, lo cual se logra principalmente
disminuyendo la actividad de los osteoclastos (células que realizan la reabsorción ósea y
dejan en libertad el calcio y el fósforo de este tejido), por lo que se hace menor la resorción
ósea y aumenta la actividad osteoblástica, formadora de hueso a partir de este calcio. Este
mecanismo opera rápidamente y en los niños y niñas es más intenso su efecto debido a que
el remodelado óseo es más rápido.
La secreción de esta hormona es regulada por las concentraciones de calcio en sangre. El
aumento del calcio en sangre constituye un estímulo sobre la glándula tiroides que estimula
la secreción de calcitonina; cuando se han establecido los niveles adecuados de calcio
sanguíneo, se inhibe la producción de la hormona.
Eje hipotálamo – hipófisis - corteza adrenal
Las glándulas suprarrenales, o adrenales, son pares y se localizan en el polo superior de
cada riñón, cada una pesa aproximadamente 5 g y tienen forma piramidal. Están
constituidas por una corteza externa firme, de color amarillo dorado, que constituye
aproximadamente un 80% del peso de la glándula; y por la médula interna, suave y de color
rojizo.
Figura 5.8 Glándulas suprarrenales
La formación de estas glándulas comienza desde la cuarta semana de vida intrauterina, a
partir de células del mesodermo que constituyen la corteza, mientras que la médula se
forma de células que migran de la cresta neural (células nerviosas).
La corteza suprarrenal secreta dos grupos de hormonas (esteroides) para lo cual necesita
del colesterol que capta de la sangre o sintetiza en sus células. Estas hormonas son:
ƒ glucocorticoides , en la que es esencial y activo el cortisol.
ƒ mineralocorticoides ,en la que la aldosterona es la más activa.
También secreta andrógenos y estrógenos en ínfimas cantidades, estos últimos son
generados a partir del primero.
Se denominan glucocorticoides a los esteroides que tienen diferentes efectos sobre el
metabolismo de los carbohidratos, entre ellos, el cortisol, la cortisona y la corticosterona,
que tienen las funciones siguientes:
-favorecer la acumulación de la glucosa en el hígado y disminuir su utilización por parte de
otros tejidos,
-disminuir la reserva de proteínas en los tejidos, al promover la liberación de estas,
-incrementar la salida de los ácidos grasos almacenados en el tejido adiposo,
-intervenir en la regulación de las reacciones inflamatorias y alérgicas,
-en menor grado tienen efecto sobre las concentraciones de sodio, cloro y potasio.
Se denominan mineralocorticoides a los esteroides que tienen efecto sobre el transporte
iónico por células epiteliales, entre ellos, la aldosterona, la desoxicorticosterona, que tienen
la función de:
-Incrementar la retención de sodio (Na+) y cloruro (Cl-) al impedir su pérdida por los túbulos
renales, glándulas sudoríparas y glándulas del sistema digestivo, lo que aumenta la
retención de agua en el organismo y por ende, la tensión arterial.
-Aumentar la excreción de potasio a través de la orina. Todo esto ayuda a mantener la
homeostasis electrolítica.
-Los andrógenos y estrógenos determinan el desarrollo de los caracteres sexuales
secundarios.
¿Cómo se realiza la regulación de la secreción de estas hormonas?
La regulación de la secreción de estas hormonas se realiza de la manera siguiente:
Para que se secrete el cortisol y los andrógenos debe ser estimulado el hipotálamo, cuando
decrecen los niveles de estas hormonas en sangre , por ejemplo, ante un estrés, alarma
térmica, inflamaciones , este elabora el factor de liberación para la corticotropina, la que
mediante la sangre se traslada a la corteza suprarrenal , donde es secretada una de las dos
hormonas, de acuerdo con las necesidades orgánicas; posteriormente es inhibido el
hipotálamo y secreta éste el factor de inhibición para la corticotropina, pero además también
se inhibe la adenohipófisis para disminuir su secreción se pone de manifiesto un feed - back
negativo.
Este mecanismo de regulación desempeña una pequeña función en la síntesis de
aldosterona y es su principal mecanismo el sistema renina – angiotensina. La renina es una
enzima liberada al flujo sanguíneo por el aparato yuxtaglomerular de la nefrona, la que
determina la obtención de angiostensina que es un péptido que solo tiene 1 minuto de vida
y estimula la formación de la aldosterona en un intervalo corto de tiempo. La renina es
secretada atendiendo fundamentalmente a los niveles de sodio en el filtrado glomerular.
La médula adrenal está formada por tejido nervioso, por lo que sus hormonas difieren de las
elaboradas por la corteza. Ella elabora la adrenalina y la noradrenalina que forman parte del
sistema motor visceral simpático; las dos hormonas, estudiadas en el sistema nervioso, son
similares en sus acciones biológicas aunque la naturaleza y el grado de sus efectos varían.
Se denominan también “hormonas de la emoción” porque se producen abundantemente en
situaciones de estrés, terror, ansiedad, miedo, alegría, euforia, etc., de modo que permiten
salir airosos de estos estados. Sus funciones se pueden observar comparativamente en el
cuadro siguiente:
Adrenalina
Noradrenalina
Incremento de la fuerza y frecuencia de la contracción cardíaca.
Incremento de la fuerza y frecuencia de la contracción cardíaca.
Dilatación de los vasos coronarios.
Dilatación de los vasos coronarios.
Vasodilatación general
Vasoconstricción general.
Incremento del gasto cardíaco.
Descenso del gasto cardíaco.
Incremento de la glucogenolisis.
Incremento de la glucogenolisis (en menor proporción).
Eje hipotálamo - hipófisis – gónadas (ovarios y testículos)
Gónadas
Las gónadas (testículos y ovarios) son glándulas mixtas que en su secreción externa
producen gametos y en su secreción interna producen hormonas que ejercen su acción en
los órganos que intervienen en la función reproductora. Cada gónada produce las hormonas
propias de su sexo, pero también una pequeña cantidad de las del sexo contrario. El control
se ejerce desde la hipófisis.
Los ovarios son órganos pares, que debido a su doble función se clasifican como glándulas
mixtas, tienen forma de almendra y son de pequeño tamaño. Están constituidos por folículos
donde se desarrollan los óvulos, lo cual está regido por la acción de las hormonas
gonadotrópicas: la folículo estimulante (FSH) y la luteinizante (LH), secretadas por la
adenohipófisis en respuesta a la acción del factor de liberación para las hormonas
gonadotrópicas secretadas por el hipotálamo.
La FSH al actuar sobre el ovario produce el crecimiento folicular pre-ovulatorio y la
producción de estrógenos por los folículos y en menor cuantía la de progesterona.
La LH estimula la maduración de los folículos, la ovulación y la formación posterior del
cuerpo lúteo o amarillo (lo que queda del folículo, después que de él se produce la salida
del óvulo).
EL ovario, específicamente el folículo y el cuerpo amarillo, secretan las hormonas
siguientes: los estrógenos, la progesterona, cantidades mínimas de
andrógenos y la rexina, de las cuales, las dos primeras son las más importantes y
desempeñan las funciones siguientes:
Los estrógenos son los responsables del desarrollo de los caracteres sexuales primarios y
secundarios de la mujer:
-desarrollo de los órganos sexuales (aumento de su volumen, mayor resistencia del epitelio
vaginal, desarrollo del endometrio uterino, desarrollo de células que revisten las trompas de
Falopio).
-desarrollo de las mamas.
-efectos sobre la piel que se vuelve más blanda, lisa y vascularizada.
-aumento del ancho de las caderas, ya que deposita grasa en el tejido subcutáneo.
-efectos sobre el esqueleto, estimula la soldadura de epífisis y diáfisis, lo que determina que
en las mujeres termine el crecimiento antes que en los hombres.
-ligero aumento de las proteínas corporales, importante para el crecimiento de los órganos
sexuales.
La progesterona, sin embargo:
-estimula cambios secretorios en el endometrio que preparan al útero para la implantación
del blastocito.
-estimula cambios secretorios en la mucosa de las trompas de Falopio lo cual es importante
para la nutrición del huevo.
-estimula el desarrollo final de los lobulillos y alvéolos mamarios y por tanto, el aumento del
volumen de las mamas.
-estimula la reabsorción renal de Na, CL y H2O.
-disminuye la frecuencia de contracciones uterinas con lo que evita la expulsión del
producto de la fecundación.
Se puede resumir entonces, que el sistema hormonal femenino está constituido por:
- Factor deliberación de hormonas gonadotróficas.
- FSH Y LH
- Hormonas ováricas: estrógenos y progesteronas.
Todas estas hormonas no son secretadas en cantidades constantes, sino con ritmos
diferentes y son las responsables del ciclo sexual femenino o ciclo menstrual, que dura
aproximadamente 28 días y cuyos resultados son:
1. Liberación de un óvulo por el ovario cada mes.
2. Preparación del útero para que pueda implantarse un blastocito de producirse la
fecundación.
¿Cómo se efectúa este ciclo?
A partir de la pubertad comienza a secretarse grandes cantidades de FSH, como respuesta
a la producción del factor de liberación por el hipotálamo.
La acción de la FSH trae como resultado que comience el desarrollo de los folículos
ováricos, cuyas paredes comienzan a secretar estrógenos y en menor cantidad
progesterona. El aumento paulatino de los niveles de estrógenos, actúa sobre la
adenohipófisis y el hipotálamo lo que provoca la disminución de la secreción de la FSH y el
aumento de la liberación de LH, cuando las cantidades de esta última se hacen mayores
ocurre la ovulación, en la mitad del ciclo menstrual, aproximadamente a los 14 días. Bajo la
acción de esta hormona también se forma, posteriormente, el cuerpo lúteo, donde se realiza
la secreción intensa de progesterona y en menor cantidad de estrógenos.
A partir de este momento puede suceder una de estas dos situaciones:
-Si no hay fecundación, el cuerpo lúteo degenera aproximadamente 12 días después, y
decae la producción de progesterona y estrógenos, lo que determina que no continúe la
preparación uterina, el tejido formado en el endometrio uterino se necrosa y descama en la
cavidad uterina, que sale al exterior por la vagina, es lo que conocemos como
menstruación. Estos bajos niveles de estrógenos y progesterona son los que estimulan al
hipotálamo para que secrete el factor de liberación de las hormonas gonadotropas, y
comienza de esta manera el nuevo ciclo.
-Si hay fecundación, el cuerpo lúteo extiende su actividad endocrina, lo que inhibe al
hipotálamo y no habrá crecimiento folicular ni ovulación, pero sí continua la preparación del
endometrio uterino.
Al inicio del embarazo, la progesterona necesaria es producida por el cuerpo lúteo, pero
después del segundo mes es producida por la placenta que además produce la
gonadotropina coriónica, que tiene efectos semejantes a la LH, estrógenos y hormona
lactógena placentaria.
Durante el parto intervienen varias hormonas, como:
- Los estrógenos que promueven la contractilidad rítmica del útero y aumenta su
concentración al final de la gestación.
- La oxitocina que tiene un poderoso efecto en la contractilidad uterina.
- La relaxina que garantiza la relajación del cuello del útero.
Eje hipotálamo - hipófisis - testículos
Los testículos son órganos pares y constituyen glándulas mixtas porque tienen función
exocrina y endocrina.
Estas glándulas mixtas están contenidas en los escrotos y están cubiertas por una túnica
albugínea; en el interior de cada testículo hay de 250 a 300 lobulillos testiculares en los que
se encuentran los túbulos seminíferos donde se forman los espermatozoides. Entre estos
túbulos están las células intersticiales de Leydig (aproximadamente el 20% de la masa total
del testículo) donde se producen las hormonas sexuales masculinas, los andrógenos, Hay
varios tipos de estas hormonas, los más comunes son:
-la testosterona (la más abundante, potente e importante),
-la androsterona,
-la dihidrotestosterona.
La testosterona comienza a producirse entre los 11 y 13 años, su producción aumenta al
inicio de la pubertad y durante casi todo el resto de la vida, aunque a partir de los 40 años
comienza a disminuir. Esta hormona es la responsable del desarrollo de los caracteres
sexuales masculinos primarios y secundarios, ya que:
-estimula el aumento de tamaño de los órganos sexuales masculinos,
-determina la distribución masculina del pelo corporal (pubis, tórax, cara, axilas, etc.),
-las características de la voz (la hipertrofia de la mucosa laríngea y agrandamiento de la
laringe determinan una voz ronca, grave),
-aumenta el espesor de la piel y el desarrollo de la musculatura, incrementa el espesor de
los huesos y el metabolismo basal.
La secreción de testosterona por los testículos en cantidades suficientes depende de su
estimulación por la hormona estimulante de las células intersticiales (ICSH) y la LH).
Especialistas y autores plantean además que el suministro de ICSH y de FSH, elaboradas
ambas por la adenohipófisis, aumentan la producción de testosterona.
La FSH está relacionada con el proceso de espermatogénesis, se supone que esta
hormona hace posible el inicio de este proceso y que la testosterona permite la maduración
final de los espermatozoides y para ello es necesario la acción de la ICSH, que incrementa
la producción de testosterona.
Las gonadotropinas son secretadas en respuesta a la actividad nerviosa del hipotálamo,
incentivado por diferentes estímulos y de acuerdo con los niveles de andrógenos en sangre.
El hipotálamo controla esta secreción a través del factor de liberación de LH, y aunque su
acción estimulante es más enérgica para inducir la secreción de esta hormona, también
estimula la secreción de las otras hormonas gonadotrópicas como la ICSH. Este factor llega
a la adenohipófisis a través del sistema portal – hipotalámico – hipofisiario y estimula la
secreción de las gonadotropas, que por medio de la sangre se dirigen a los testículos.
A partir de aquí se explicarán aquellas glándulas endocrinas y sus hormonas que no forman
ejes funcionales, sino que actúan directamente sobre los órganos y tejidos del cuerpo.
Somatotropina u hormona del crecimiento
Esta hormona es secretada por la adenohipófisis y cumple importantes funciones:
-Incrementa el crecimiento corporal, estimula la formación de huesos y cartílagos; al actuar
sobre las epífisis de los huesos y del cartílago de crecimiento, aumenta el crecimiento lineal.
-Aumenta la concentración de glucosa en la sangre (factor hiperglicémico)
-Incrementa los lípidos en la sangre, mediante la movilización de los ácidos grasos del tejido
adiposo.
-Estimula la síntesis de proteínas al promover los aminoácidos hacia las células, lo que
determina el crecimiento del organismo.
-Esta hormona actúa en el crecimiento conjuntamente con las hormonas tiroideas y ejerce
sus efectos sobre la mayor parte de las células orgánicas. El ritmo de secreción de esta
hormona aumenta o disminuye en pocos minutos, en correspondencia con el estado de
nutrición de la persona o la situación de alarma.
-Constituyen señales que estimulan la secreción de esta hormona, la hipoglicemia, la
carencia alimentaria, el déficit de proteínas, el estrés , entre otras, estas señales son
recibidas por el hipotálamo, que a través del factor de liberación para somatotropina
estimula a la adenohipófisis para que secrete la hormona del crecimiento y se establece un
mecanismo de retroalimentación negativa.
Prolactina
Es secretada también por la hipófisis anterior, su concentración aumenta a partir de la
quinta semana del embarazo hasta el parto, momento en el que alcanza valores muy altos,
lo que continúa mientras dura el período de lactancia materna.
Su función es la de promover la secreción de leche en las mamas, su efecto se
complementa con la acción de la oxitocina que permite que la leche salga de los alvéolos
mamarios.
Neurohipófisis o lóbulo posterior de la hipófisis
La neurohipófisis tiene origen nervioso y se desarrolla posteriormente a la adenohipófisis,
tiene un color grisáceo amarillento. Está formada por células denominadas pituicitos y
neuroglias.
Esta glándula tiene gran relación con el hipotálamo, principalmente con los núcleos
supraópticos y paraventriculares, con el cual se relaciona a través del tallo hipofisiario. La
neurohipófisis no secreta hormonas , sino que almacena hormonas sintetizadas por los
núcleos hipotalámicos antes referidos, por lo que se trata de neurohormonas, que viajan
desde donde son secretadas hasta la Neurohipófisis a través de terminaciones axónicas
que constituyen un haz de fibras nerviosas hipotalámico – hipofisiarias.
Las hormonas que almacenan son la oxitocina y la antidiurética (ADH).
La oxitocina es secretada principalmente por los núcleos paraventriculares y sus efectos
son:
-Actúa sobre la musculatura uterina, en relación con esto aumenta su contractilidad en el
momento del parto y además, facilita el transporte del esperma en los genitales femeninos.
-Incrementa la contracción de las células mioepiteliales que bordean los alvéolos mamarios,
lo que determina la salida de la leche durante la lactancia.
La secreción de esta hormona está determinada por estímulos nerviosos que llegan al
hipotálamo, tales como succión del pezón, dilatación del cuello del útero y de la vagina. En
el caso del parto, la retroalimentación hasta que éste se produzca, es positiva.
La hormona antidiurética (ADH) o vasopresina es elaborada, fundamentalmente en los
núcleos supraópticos y realiza las funciones siguientes;
-Incrementa la absorción de agua a nivel de los túbulos renales, ya que aumenta la
permeabilidad de éstos al agua, por lo que aumenta las concentraciones de este líquido a
nivel extracelular.
-Es un agente vasoconstrictor, pues impide la pérdida de sangre, por lo que también se le
llama vasopresina.
Su secreción es estimulada por la acción de diferentes estímulos como: disminución del
volumen sanguíneo, estados de estrés que actúan sobre el hipotálamo y se establece un
mecanismo de retroalimentación negativa.
Existen criterios contrapuestos sobre la porción intermedia de la glándula hipófisis en el
hombre: algunos especialistas plantean que secreta la hormona intermedina o
melanoforoestimulante que controla la dispersión de los pigmentos que dan coloración a la
piel, mientras otros endocrinólogos refieren que esta porción de la glándula está inactiva.
Glándulas paratiroides
Las glándulas parotiroides se localizan en la cara posterior de los lóbulos de la glándula
tiroides, son 4, 2 superiores y 2 inferiores.
Figura 5.9 Localización glándulas paratiroides.
Estas glándulas tienen un peso aproximado de 120 mg en los hombres y 140 en las
mujeres. Son de color pardo oscuro y amarillo, lo que depende de su contenido de tejido
adiposo, que comienza a aumentar progresivamente en la pubertad, hasta que en personas
de edad avanzada entre el 60 y el 70% de la glándula está compuesta de grasa.
Tiene tamaño y forma variada y se deriva del endodermo embrionario.
Esta glándula elabora la hormona denominada parathormona
(PTH), que tiene como principal función aumentar las concentraciones de calcio en sangre,
lo cual logra mediante las acciones siguientes:
-Estimula la reabsorción de calcio en el filtrado glomerular, lo que determina una
disminución de éste en la orina, al actuar sobre los túbulos renales.
-Actúa sobre los huesos (reservorio principal de calcio en el organismo) y moviliza el calcio
almacenado en este hacia el líquido extracelular (resorción ósea), pero además contribuye a
la remodelación ósea, es decir, el reemplazamiento de osteonas viejas por osteoblastos que
sintetizan tejido óseo y permiten la remineralización de las osteonas reemplazadas,
estimulando así la formación ósea.
-Aumenta la absorción intestinal del calcio, ya que este órgano es el principal abastecedor
de calcio al líquido extracelular.
-Favorece la eliminación de fosfato a nivel urinario.
La disminución de calcio en la circulación constituye el factor esencial, que al actuar sobre
la paratiroides determina que esta secrete la parathormona, estando controlada su
secreción por un mecanismo de feed-back negativo.
Páncreas endocrino
El páncreas está localizado en la cavidad abdominal. Constituye una de las glándulas
anexas del sistema digestivo formada por dos tipos de tejido (glándula mixta):
-exocrino: formado por los acinos pancreáticos que elaboran compuestos de función
digestiva.
-endocrino: formado por los Islotes de Langerhans cuyas células elaboran hormonas.
Figura 5.10 Páncreas endocrino
Nuestro estudio irá dirigido al páncreas endocrino que hasta el momento se conoce que
tiene origen endodérmico (hay autores que plantean que se deriva de tejido
neuroectodérmico). En los Islotes de Langerhans se diferencian 2 tipos de células, las alfas
que son las primeras en aparecer y la beta, las que constituyen los principales tipos
celulares.Las células beta secretan la hormona insulina que tiene la función de:
-reducir los niveles de glucosa en sangre, ya que aumenta el transporte de esta hacia las
células musculares y adiposas, es por lo tanto un agente hipoglicémico. También actúa
sobre las células hepáticas donde su acción es inversa, provoca la liberación de glucosa
hepática hacia la sangre;
- favorecer la formación de glucosa a partir de líquidos en el tejido adiposo (lipogénesis);
-facilitar el movimiento de aminoácidos hacia las células corporales, lo que propicia la
síntesis proteica.
Para que se realice la secreción de insulina es imprescindible que se incremente el nivel de
glucosa sanguínea, lo que actúa directamente sobre las células beta de la glándula que
libera la hormona. El control se establece mediante un mecanismo de retroalimentación
negativa.
Las células alfa secretan otra hormona, el glucagón, que compensa la acción de la insulina,
pues sus efectos son contrarios:
-estimula la glucogenolisis hepática, por lo que la glucosa queda en libertad y pasa a la
circulación sanguínea.
-estimula la degradación de compuestos lipídicos (lipólisis)
-incrementa la degradación de proteínas (efecto proteolítico).
Esta hormona actúa principalmente sobre el hígado. El factor principal que determina su
secreción es el nivel de glucosa sanguínea, cuando éste disminuye, constituye un estímulo
que activa las células alfa para que secreten y liberen la hormona, en lo que opera un
mecanismo de retroalimentación negativa.
CUADRO 5.1 Acción y efectos de las hormonas
Algunas alteraciones del sistema endocrino
De la hormona del crecimiento:
Enanismo hipofisario
El enanismo hipofisiario se produce por un déficit de la hormona del crecimiento vinculado a
lesión de la hipófisis, aunque a veces la lesión se localiza en el hipotálamo.
El diagnóstico del enanismo hipofisiario muchas veces resulta difícil, ya que las dimensiones
del lactante suelen ser normales al nacer. El crecimiento no se interrumpe totalmente, pero
hay retraso en la primera infancia.
Entre las características de esta alteración encontramos cara infantil con piel arrugada,
ausencia de desarrollo sexual y además tiene lugar una insuficiencia tiroidea y
corticosuprarrenal.
Es importante tener en cuenta que existen otras enfermedades generales o endocrinas que
pueden causar enanismo, por ejemplo, el raquitismo, la malabsorción intestinal, la
enfermedad renal crónica, el hipotiroidismo y otras, pero se distinguen con facilidad del
enanismo hipofisiario.
En los casos en que no haya lesión hipofisiaria, el recién nacido suele ser de talla y peso
normales. El retraso en el crecimiento puede presentarse en diferentes etapas; en casi la
mitad de ellos aparece hacia el año de vida, en otros casos tienen lugar períodos donde el
niño no crece que alternan con otros de crecimiento mínimo, los hay también de crecimiento
regular, pero lento, sin alcanzar nunca la estatura normal para su edad.
Estas personas se caracterizan por tener cabeza redonda, cara corta y ancha, hueso frontal
prominente, nariz pequeña, ojos abultados, maxilares y mentón infantil, cuello corto, laringe
pequeña y voz aguda. Sus extremidades son proporcionadas y pequeñas. La maduración
sexual se retarda o prácticamente no tiene lugar; generalmente está ausente el vello facial,
axilar y pubiano. La inteligencia como norma no se afecta, aunque sus características
físicas pueden tener una importante influencia en la esfera emocional por lo que pueden ser
retraídos, tímidos, poco participativo y todo ello reflejarse a su vez negativamente en el
aprovechamiento escolar o en el éxito de su desempeño en cualquier otra actividad, sobre
todo si no se les brinda el apoyo que necesitan (la familia, los docentes, los compañeros del
colectivo de estudio o de trabajo)
Si existe una lesión en la hipófisis, ya sea por su destrucción durante el parto o por
presencia de un tumor o quiste, se producen de manera progresiva las siguientes
manifestaciones en el niño: atrofia de la corteza suprarrenal, de las glándulas tiroides y de
las gónadas, lo que determina la pérdida de peso, mayor sensibilidad al frío, torpeza mental,
y en cuanto a la madurez sexual no llega a producirse o experimenta regresión si ya existía,
se produce pérdida del vello axilar y pubiano. Tiene lugar la diabetes insípida y la detención
del crecimiento.
Gigantismo hipofisiario
El gigantismo hipofisiario se produce en personas jóvenes a las cuales no se les han
soldado aún las epífisis de los huesos y por lo tanto, estos crecen de manera desmedida.
La etiología de esta alteración suele estar relacionada con la presencia de tumoraciones en
la hipófisis o afectaciones funcionales de ésta que determinan
un aumento en la producción de hormonas de crecimiento. En la mayoría de los casos el
aumento del crecimiento se evidencia en la etapa de la pubertad.
Las manifestaciones más importantes del gigantismo hipofisiario son: incremento de la
estatura, aumento de la anabolia y del volumen de todos los órganos, incluyendo las
glándulas endocrinas, la hiperglicemia, por lo que la mayor parte de los gigantes padecen
de diabetes sacarina; la musculatura se desarrolla débilmente y tiene lugar un desarrollo
insuficiente de los órganos sexuales.
Acromegalia
La acromegalia sólo se presenta después de la adolescencia, luego de que las epífisis de
los huesos largos se han soldado a las diáfisis, la persona ya no puede crecer más pero sus
tejidos blandos pueden seguir aumentando de tamaño y los huesos aumentan en espesor.
No tiene preferencia por uno u otro sexo.
La causa de esta enfermedad radica en la presencia de tumoraciones en determinadas
células de la adenohipófisis, que determina un aumento en la secreción de somatotropa y
se manifiesta con un crecimiento notable de los tejidos blandos y aumento del espesor de
los huesos, el húmero y el fémur pueden alargarse y éste último se deforma.
Los cuerpos vertebrales aumentan su diámetro anteroposterior y se presenta cifosis. Se
produce también crecimiento de los huesos cortos de manos y pies así como los del cráneo,
nariz, borde superior de la órbita ocular, mandíbula y maxilares superiores, lo que trae como
consecuencia que la mandíbula se torne prominente, la frente se incline hacia atrás y la
cara se alargue y debido al crecimiento del hueso alveolar hacia arriba, los dientes se
separen.
En fin, se agrandan los pies, las manos, la nariz, las orejas, la lengua y labios, así como el
corazón, los pulmones, el hígado, el bazo, los intestinos y los riñones. La piel es grasienta,
con aumento de la sudoración y seborrea. Pueden tener lugar cefalea y trastornos de la
agudeza visual.
De la tiroides:
Hipotiroidismo congénito (cretinismo)
La causa del cretinismo es el hipotiroidismo grave durante la primera y segunda infancia lo
que puede ser causado por:
- falta congénita de la glándula tiroides;
- incapacidad de la glándula tiroides para producir la hormona tiroidea por defecto genético;
- déficit de yodo en la alimentación (cretinismo endémico).
Hasta varias semanas después del nacimiento, el niño que nace con carencia funcional de
la tiroides, presenta un aspecto normal, pues ha recibido hormonas tiroideas de la madre,
más tarde se ponen de manifiesto movimientos perezosos y ser retrasan su desarrollo
mental y físico, por lo que en general se presenta un retraso en el crecimiento y en el
desarrollo corporal y mental.
El déficit de hormona tiroidea en la vida fetal o en el lactante, cuando está ocurriendo la
mielinización del SNC, da lugar a retardo en el desarrollo de éste y en algunas ocasiones, a
daño cerebral permanente, todo lo que se traduce en retraso del desarrollo psicomotor del
niño en los primeros años de vida y retraso mental irreversible, si el tratamiento con
hormona tiroidea no es impuesto precozmente.
Cuando el déficit de hormona tiroidea ocurre en la niñez tardía después que ha terminado la
maduración del SNC, no se produce lesión cerebral por este déficit y el niño puede alcanzar
una inteligencia normal.
Es típico en los niños con hipotiroidismo, un insuficiente desarrollo del esqueleto, con
retraso en la osificación, sin embargo, los tejidos blandos se desarrollan más y toman un
aspecto de persona baja y obesa, el abdomen se abulta, además crece mucho la lengua, lo
que dificulta la respiración, la deglución y la articulación. Se produce una respiración típica,
jadeante y trastornos en el desarrollo dental.
En Cuba existe un Programa Nacional de prevención de este trastorno endocrino a través
del cual se realiza de forma masiva un análisis del nivel de hormona tiroidea en todos los
recién nacidos, lo que ha salvado del retraso mental a una gran cantidad de niños.
Hipertiroidismo (Bocio o enfermedad de Graves)
El bocio se considera un aumento de tamaño de la glándula tiroides , debido a un
hipertiroidismo, que puede deberse a la presencia de tumores, procesos infecciosos o
cáncer tiroideo, entre otros, todo lo cual determina un aumento de hormonas tiroideas .
Esta enfermedad se puede presentar a cualquier edad, pero es más frecuente entre la
pubertad y los 40 años y afecta más a las mujeres que a los hombres. Si es debida a
trastornos en la producción de hormonas puede heredarse.
Los síntomas característicos del bocio son: intolerancia al calor, sudoraciones, pérdida de
peso (ligera o intensa), debilidad muscular, nerviosismo, fatiga extrema, diarreas de
diferentes grados, dificultad para dormir y temblor en las manos. También se presentan
taquicardia, aumento de la temperatura y de la presión arterial.
De no tratarse correctamente, el bocio provocaría un crecimiento progresivo de la glándula
lo que daría lugar a fenómenos compresivos en el cuello y en ocasiones a hipotiroidismo. El
tratamiento depende de la causa que provoca la enfermedad y va desde la intervención
quirúrgica hasta el suministro de yodo radioactivo.
De las paratiroides:
Raquitismo
Cuando las glándulas paratiroideas no producen la hormona de manera suficiente, los
osteoclastos del hueso se vuelven inactivos, trayendo como resultado que la resorción ósea
disminuye tanto que el nivel de calcio en los líquidos corporales baja, apareciendo el
raquitismo.
El raquitismo puede ocurrir en niños y niñas a consecuencia de la falta de calcio o de fosfato
en los líquidos corporales, aunque más frecuentemente esta enfermedad aparece a causa
de la falta de vitamina D en la alimentación.
En el organismo de los niños que reciben bastante luz solar, se forma la vitamina D, que
aumenta la absorción intestinal de calcio.
Si el déficit de calcio y fosfato dura mucho tiempo, el aumento de la secreción de hormonas
paratiroideas evita que ocurra la hipocalcemia como
consecuencia de un aumento de la resorción osteoclástica del hueso, pero
consecuentemente este mecanismo debilita mucho al hueso ya que aumenta la actividad
osteoblástica y se forman grandes cantidades de tejido óseo descalcificado (por déficit de
calcio y fosfato).
Se produce un pobre desarrollo del esqueleto, por lo que el infante es delgado, con poca
estatura, sus huesos son deformes y tiene poca fuerza muscular, ya que los músculos están
pobremente desarrollados, son débiles y carecen de tono. Estos niños pequeños tardan en
ponerse de pie y caminar.
Es frecuente también en el cuadro de esta enfermedad la escoliosis, la cabeza suele ser
más grande de lo normal y el esternón y sus cartílagos se proyectan hacia delante, lo que
da lugar a una deformidad torácica. Se produce inflamación de las muñecas y tobillos,
aparecen defectos de la dentición, la salida de las piezas se retrasa y se altera el orden de
su aparición, hay tendencias a las caries.
De las glándulas suprarrenales:
Hiposuprarrenalismo o Enfermedad de Addison
Se debe a que las cortezas suprarrenales ya no producen hormonas, debido a varias
causas como: atrofia primaria, tuberculosis o invasión carcinomatosa de la glándula.
En esta enfermedad se pierde gran cantidad de sodio, cloruro y agua por la orina
disminuyendo el líquido extracelular. El paciente cae en hipercalcemia y acidosis, disminuye
el volumen plasmático, aumenta la concentración de eritrocitos y disminuye el gasto
cardíaco llegando a causar el shock y la muerte en pocos días.
Se presentan manchas en la piel por depósito de melanina en las membranas mucosas y en
toda la piel del cuerpo.
Los individuos con este trastorno pueden vivir durante años administrándole pequeñas
cantidades de hormonas diariamente.
Hipersuprarrenalismo o Enfermedad de Cushing.
Se debe a una secreción excesiva de hormonas de la corteza suprarrenal debido a
hiperplasia de las mismas.
La enfermedad se caracteriza por una movilización de grasa desde la parte inferior del
cuerpo, con depósito de grasa en la región torácica dando lugar al llamado dorso o espalda
“de búfalo”, se presenta aspecto edematoso de la cara, acné e hirsutismo, debilidad,
osteoporosis, entre otros.
De las gónadas:
Hipogenitalismo.
Consiste en el pobre desarrollo de los genitales externos.
La ausencia de caracteres sexuales secundarios con hábito eunucoide, genitales infantiles y
ginecomastia caracterizan este trastorno asociado a la disminución de la producción de las
hormonas sexuales.
Un pequeño número de pacientes con obesidad e hipogenitalismo pueden corresponder al
síndrome de Prader-Willi que se caracteriza por: baja talla, retraso mental, acromicria,
hipotonía muscular y diabetes mellitus.
En las personas del sexo femenino el diagnóstico de este trastorno es más difícil y no
preocupa tanto a los padres, a veces el diagnóstico se hace por la preocupación ante la
baja talla.
El tratamiento de este trastorno es hormonal sustitutivo y debe comenzar siempre después
de la pubertad.
Del páncreas endocrino:
Diabetes mellitus
La diabetes mellitus es causada por la disminución de la secreción de insulina, lo que
determina un aumento de glucosa en sangre. Esta enfermedad puede ser hereditaria y
metabólica crónica.
Es una de las enfermedades con mayor repercusión social y constituye la séptima causa de
muerte en nuestra población; es la enfermedad metabólica más frecuente en los infantes.
Los diabéticos son dos veces más propensos a enfermedades coronarias, a accidentes
cerebrales, y a enfermedades renales. Muchas de las personas ciegas tienen como base
esta enfermedad.
Existe una estrecha relación entre la diabetes, la arteriosclerosis y la obesidad.
La diabetes mellitus se clasifica en:
-diabetes mellitus insulinodependiente (tipo I)
-diabetes mellitus no insulinodependiente (tipo II)
La diabetes tipo I se desarrolla predominantemente en personas menores de 30 años, se
considera que se origina como resultado de la destrucción de las células beta del páncreas,
por causa autoinmune, viral o tóxica. Sus signos clínicos más importantes son: polidipsia
(ingestión exagerada de líquido), poliuria (diuresis excesivas), polifagia (ingestión exagerada
de alimentos) y pérdida de peso. Su comienzo es súbito y la persona depende de la insulina
de por vida. Representa entre el 5 y el 10 por ciento de la población diabética.
En la diabetes tipo II, que constituye entre el 85 y 90 por ciento de los diabéticos, existe una
resistencia a la acción de la insulina y una defectuosa secreción de esta. Se presenta con
escasos síntomas y es solapada. Usualmente aparece después de los 40 años de edad,
aunque puede aparecer en cualquier grupo etario. Las personas con este tipo de diabetes
no suelen requerir insulina para su control.
En las personas con diabetes mellitus tienen lugar diferentes complicaciones como:
-hipoglicemia con debilidad, sudoraciones, palpitaciones, náuseas, palidez, cefalea,
taquicardia, incoherencia y también manifestaciones neurológicas (coma y convulsiones);
-nefropatía diabética que trae como consecuencia insuficiencia renal;
-afectaciones visuales (retinopatía) que es una de las complicaciones más frecuentes y
severas;
-neuropatía que puede traer consigo: dolor, calambres, disminución de la sensibilidad (se
afectan principalmente los nervios sensitivos)
-parálisis de músculos del ojo, impotencia, atonía en diferentes partes del tracto digestivo,
tensión, paro cardíaco, eyaculación retrógrada.
En Cuba existe un Programa de atención al paciente diabético que incluye un seguimiento
médico sistemático, instituciones de salud que los atienden, garantía de los medicamentos
necesarios y dietas alimentarias complementarias, todo lo cual garantiza la calidad de vida
de los mismos. Actualmente tiene una gran prevalencia en la población mundial esta
enfermedad.
Tareas de aprendizaje
1-La integridad funcional del organismo humano depende, en gran medida, de la acción
reguladora de las hormonas secretadas por las glándulas endocrinas. Argumente este
planteamiento a través de dos ejemplos.
2-Identifique a qué trastorno endocrino se refiere la siguiente descripción:
“Su tríada de signos clínicos son: polidipsia, poliuria y polifagia, es una causa importante de
morbilidad en el mundo y en Cuba.
a) ¿Cuál es la causa de dicho trastorno endocrino?
b) ¿Cuáles son las complicaciones más frecuentes de esta enfermedad?
c) ¿Consideras que este trastorno puede ser causa de discapacidad?
d) Valore el tratamiento que se ofrece en nuestro país a los menores con esta enfermedad.
3-Complete los planteamientos siguientes:
a) El cretinismo y el bocio son alteraciones endocrinas de la glándula-------------
b) La alteración endocrina que se caracteriza por un pobre desarrollo del esqueleto, huesos
deformes y poca fuerza muscular es el------------------
c) La acromegalia se debe a una alteración en la producción de la hormona llamada-
3.1- Diga cuál de estas alteraciones pueden provocar discapacidad en los sujetos que lo
padecen.
CAPÍTULO 6
SISTEMA OSTEOMIOARTICULAR
El movimiento constituye una característica esencial de la materia; no puede existir
movimiento sin materia, ni materia sin movimiento.
En los seres humanos esta característica también se pone de manifiesto. El organismo
humano, está dotado de una gran cantidad de estructuras que posibilitan la realización de
diferentes movimientos. No obstante en este tema, nosotros queremos referirnos al
movimiento que tiene lugar gracias al sistema osteomuscular.
La forma definida del cuerpo humano, está dada por un conjunto de estructuras que le sirve
de sostén y protección a los diferentes tejidos y órganos, el sistema óseo, que junto al
sistema muscular, permite el desplazamiento del organismo en el tiempo y en el espacio.
Ambos sistemas, el óseo y el muscular, son denominados por algunos autores aparato
osteomuscular. Más recientemente se toma en cuenta además el papel de las articulaciones
y los autores hablan del sistema osteomioarticular.
Este sistema se ha clasificado para su estudio en dos partes; una pasiva que incluye el
esqueleto y las articulaciones, y otra activa, representada por los músculos.
El conocimiento de algunos aspectos de este sistema y por tanto de sus partes, tiene una
gran significación para la Enseñanza Especial. Los futuros profesionales de esta
especialidad trabajarán con niños que pueden tener diferentes afectaciones, dentro de los
que pueden estar las alteraciones del sistema osteomuscular, que si bien no es objetivo
primario para ustedes, dichas alteraciones pueden actuar de forma secundaria sobre otros
trastornos importantes.
El estudio de este tema, está estrechamente vinculado a otras asignaturas que recibirán en
su carrera; un ejemplo es la cultura física terapéutica, para cuya comprensión es necesario
poseer conocimientos mínimos esenciales sobre la anatomía y el funcionamiento del
sistema osteomuscular.
En la mayoría de los casos, las afectaciones de este sistema traen como consecuencias
trastornos motores y neuromusculares de gran incidencia en funciones tan importantes
como la locomoción, el lenguaje y la escritura, entre otros.
Parte pasiva del sistema Osteomioarticular: Huesos
El esqueleto (del griego skeletos, desecado) constituye la parte pasiva del sistema
osteomuscular.
Es un complejo de formaciones compactas, originadas del mesénquima y que tienen una
significación mecánica.
Se compone de huesos aislados, unidos entre sí con ayuda con los tejidos conjuntivo,
cartilaginoso y óseo, junto a los cuales forman la parte pasiva del aparato locomotor.
Figura 6.1Esqueleto
El esqueleto juega un importante papel en el organismo, pues cumple funciones mecánicas
y biológicas.
La función mecánica está dada por su capacidad de sostén, de movimiento y de protección.
El sostén se logra por la inserción de los tejidos y órganos blandos en diferentes partes del
esqueleto. El movimiento es posible, gracias a la estructura de los huesos en forma de
palancas largas y cortas unidas por articulaciones móviles y puestas en movimiento por los
músculos, dirigidos por el sistema nervioso.
El esqueleto forma cajas óseas que protegen a órganos delicados del organismo como el
cerebro (cráneo), el corazón y pulmones (jaula torácica) y la médula espinal (columna
vertebral).
La función biológica del esqueleto, está dada por la participación de este en el metabolismo;
fundamentalmente en el metabolismo mineral, constituyendo un reservorio de fósforo,
calcio, hierro, cobre, entre otros minerales. El esqueleto también tiene relación con el
sistema inmunitario porque en la médula ósea blanca tiene lugar la producción de leucocitos
y los huesos tienen además función eritropoyética, con la producción de eritrocitos por la
médula ósea roja.
El hueso como órgano
El hueso, como órgano integrante de un organismo, está formado por diferentes tejidos, de
los cuales el principal es el tejido óseo, que se observa claramente si se somete a un
proceso denominado maceración, donde se puede apreciar el gran volumen que alcanza
este tejido en la composición del hueso. A pesar de la maceración, el hueso conserva todas
las propiedades físicas básicas como la dureza y elasticidad, condicionados por la
presencia de determinadas sustancias químicas.
El tejido óseo está formado por dos tipos de sustancias químicas:
Las de carácter orgánico: representada por la osteína que le confiere al hueso su
elasticidad, alcanzado aproximadamente un tercio del total de la sustancia ósea.
Las de carácter inorgánico: representada fundamentalmente por las sales de calcio,
particularmente por el fosfato de calcio que le brinda al hueso sus solidez, alcanzado los 2/3
de la sustancia ósea total.
La combinación de las sustancias orgánicas e inorgánicas, le confieren al hueso las
propiedades de dureza y elasticidad. Esto se aprecia en las variaciones de los huesos
según la edad; en los niños hay más osteínas, por lo que sus huesos tienen una gran
elasticidad, no ocurriendo lo mismo en el anciano, donde hay predominio de sustancias
inorgánicas, que le confieren una mayor solidez; de ahí que en los ancianos, sean más
frecuentes las facturas que en los niños y niñas.
También los huesos son fuente de vitamina A, D y C. Un déficit de estas vitaminas en la
composición del hueso, acarrea trastornos graves del mismo tanto en su estructura como en
su función.
Estructura de los huesos
Cuando se observa microscópicamente un corte transversal de hueso, pueden denotarse
unas estructuras denominadas ostión o sistema haversiano, o sea el sistema de laminillas
óseas dispuestas concéntricamente alrededor de un canal, el conducto de Havers, que tiene
los vasos y nervios.
Macroscópicamente pueden observarse a simple vista, en los cortes de hueso o en las
radiografías los trabéculas de sustancia ósea, formadas por la agrupación de los sistemas
haversianos. De las trabéculas se forman dos tipos de variedades de tejido óseo:
1- La variedad compacta. Cuando las trabéculas se adosan unas a otras estrechamente
formando una masa sólida.
2- La variedad esponjosa. Cuando las trabéculas se disponen de forma laza, formando
estructuras huecas (cavidades) que dan un aspecto de esponja.
La disposición de ambas variedades de tejido óseo (compacta y esponjosa), depende de las
funciones que realice el hueso. La variedad compacta aparece en huesos de sostén o
huesos de movimiento, como por ejemplo en la diáfisis de los huesos largos.
La variedad esponjosa, se encuentra en huesos en que a pesar del gran volumen que
tienen, es necesario conservar la ligereza sin perder la solidez como por ejemplo, en las
epífisis de los huesos largos.
La diáfisis de un hueso es el cuerpo, mientras que se le denomina epífisis a sus extremos
engrosados.
Figura 6.2 Estructura del hueso largo.
Los espacios internos del hueso, se rellenan de médula ósea, que además de las funciones
ya descritas, interviene en la nutrición, crecimiento y desarrollo del mismo.
Existen dos tipos de médula ósea: la médula ósea roja y la médula ósea blanca o amarilla
en el interior del hueso.
La médula ósea roja, tiene aspecto de masa roja, suave, compacta, formada por tejido
reticular en cuyas mallas están los elementos celulares que intervienen en la eritropoyesis y
formación del hueso (osteoblastos y osteoclastos). El color rojo, está dado por la abundante
presencia de vasos sanguíneos y elementos de la sangre que en ella se encuentran.
La médula ósea blanca, también denominada médula ósea amarilla, se encuentra alrededor
de la roja, encontrándose en ella una gran cantidad de células adiposas que le dan su color.
Exteriormente, menos en la superficies articulares, el hueso está cubierto por el periostio,
que es una fina película de tejido conjuntivo, de color rosado pálido que rodea al hueso y se
inserta a él por haces de tejido conjuntivo llamados fibras perforantes, que penetran al
hueso por conductos especiales. Esta capa externa es rica en nervios y vasos sanguíneos,
participando en los procesos tróficos del tejido óseo.
Las superficies articulares, o caras articulares, que no están rodeadas por el periostio, se
encuentran cubiertas por el cartílago articular.
Partes del esqueleto
El esqueleto de un adulto, formado por 206 huesos, puede dividirse para su estudio en
esqueleto axial y en esqueleto apendicular.
El esqueleto axial comprende los huesos de la cabeza, cuello y tronco. El esqueleto
apendicular incluye los huesos de las extremidades superiores e inferiores.
Clasificación de los huesos
Para poder desarrollar un estudio minucioso de los huesos, estos se han clasificado
atendiendo a su forma. Existen otras clasificaciones atendiendo a su estructura, función y
desarrollo.
Atendiendo a la forma de los huesos, estos se clasifican en largos, cortos, planos e
irregulares.
Huesos largos: son aquellos cuya longitud predomina sobre el ancho y el grosor. En todo
hueso largo se distinguen un cuerpo, la diáfisis y dos extremidades, las epífisis que
constituyen la zona engrosada del hueso y son articulares. La diáfisis está formada por
tejido compacto que encierra una cavidad, la cavidad medular que contiene la médula ósea.
Las epífisis están formadas por tejido esponjoso. Ejemplos son el fémur, la tibia, el húmero
y el radio.
Huesos cortos: son aquellos cuyas dimensiones son aproximadamente igual en todos los
sentidos. Están formados por tejido óseo esponjoso, con su correspondiente médula ósea,
envuelto por una delgada capa de tejido compacto. Están cubiertos por el periostio, excepto
en sus caras articulares. Ejemplos son los huesos de las falanges.
Huesos planos: los huesos planos son delgados y frecuentemente curvados. Se componen
de dos láminas de tejido compacto, con interposición de tejido esponjoso y su
correspondiente médula ósea. Ejemplo, la escápula.
Huesos irregulares: son aquellos que tiene como su nombre lo indica, formas irregulares, no
perteneciendo a ninguna de las clasificaciones anteriormente descritas. Están formados por
tejido esponjoso rodeado de una fina lámina de tejido compacto. Ejemplo, las vértebras.
Figura 6.3 Tipos de huesos.
Según su estructura, función y desarrollo, los huesos también se clasifican en:
Huesos tubulares, largos y cortos.
Huesos esponjosos, largos, cortos y sesamoideos.
Huesos planos, huesos del cráneo y de las cinturas.
Huesos mixtos.
Articulaciones
La rama de la anatomía, que se encarga del estudio de las articulaciones se denomina
Artrología.
Las articulaciones, también conocidas con el nombre de junturas, han sido definidas por
diferentes autores.
Las articulaciones o junturas, son el conjunto de estructuras que unen dos o más
componentes rígidos del cuerpo, ya sean huesos o cartílagos. Otros autores señalan, que la
articulación, es la relación de dos o más huesos, entre los cuales es posible establecer un
desplazamiento o reconocer un componente de protección o sostén del sistema.
Funciones de las articulaciones
Las articulaciones en general, realizan dos importantes funciones:
a- Son puntos de unión del esqueleto por lo que permiten relacionar de una forma u otra los
huesos del esqueleto.
b- Son regiones donde se realizan los movimientos mecánicos del esqueleto,
proporcionándole al mismo tiempo elasticidad y plasticidad.
Clasificación de las articulaciones
Muchos científicos han denominado a las distintas articulaciones de forma diferente. Según
el grado de movilidad se clasifican en diartrosis y sinartrosis.
La clasificación actual se basa en las características estructurales de unión. De acuerdo a
este criterio se distinguen tres tipos de articulaciones, la fibrosas, las cartilaginosas y las
sinoviales, todas con un origen determinado y presentan características funcionales
específicas de acuerdo a su grado de movilidad.
En las articulaciones fibrosas, los huesos permanecen unidos de forma continua mediante
tejido fibroso, careciendo de movimientos. Se originan por un proceso de osteogénesis
membranosa. Este tipo de articulación presenta tres variedades:
1- La sindesmosis, formados por membranas y ligamentos presentes entre los huesos del
antebrazo y unión entre los huesos de la pierna, respectivamente.
2- Las suturas, que se encuentran articulando los huesos de la cabeza y algunos de la cara.
3- Las gonfosis, tipo de articulación presente entre los dientes y alvéolos dentarios, donde
una superficie ósea saliente, penetra en otra superficie ósea hueca de otro hueso.
En las articulaciones de tipo cartilaginosas, los huesos se mantienen unidos de forma
continua mediante tejido cartilaginoso, de manera que carecen o tienen poca movilidad. Se
originan por un proceso de osteogénesis cartilaginosa. Presentan dos variedades:
1- La sincondrosis que puede ser temporal o permanente, por ejemplo, entre la pirámide del
hueso temporal y el hueso esfenoides.
2- La sinostosis, se presenta entre los pubis (sínfisis púbica) y entre los discos
intervertebrales.
Las articulaciones sinoviales, constituyen uniones discontinuas, ya que presentan una
cavidad ente los huesos que le dan movilidad. Consta de tres partes fundamentalmente; la
cavidad articular, las caras articulares y la cápsula articular.
Figura 6.4 Esquema articulación sinovial.
La cavidad articular, es un espacio pequeño, limitado por las caras articulares y la cápsula
articular. Las caras articulares son las superficies articulares de los huesos, recubiertas del
cartílago articular (hialino).
La cápsula articular es lo que une realmente a los huesos, tapiza herméticamente la
cavidad; se extiende de un hueso a otro fijándose cerca de las caras articulares. Está
compuesta de dos capas, una externa o fibrosa, y una interna denominada membrana
sinovial, que segrega la sinovia o líquido sinovial (sustancia viscosa que lubrica la
articulación, evitando la unión total de los huesos). La cápsula articular está reforzada por
ligamentos.
Algunas articulaciones sinoviales tienen dentro de la cavidad los llamados cartílagos
intraarticulares que favorecen la adaptación de las caras articulares y adoptan diferentes
formas: disco, menisco, labro. Ejemplos de articulaciones sinoviales son la articulación de la
rodilla, la articulación del codo, las articulaciones interfalángicas, la articulación
temporomandibular, etc.
Parte activa del sistema Osteomioarticular: músculos
Como ya conocemos, el organismo humano está formado por cuatro tipos de tejidos
básicos, el epitelial, el conectivo, el muscular y nervioso.
La parte activa del sistema osteomuscular está integrada por los músculos propiamente
dichos; y que como su nombre lo indica, estos órganos están formados por tejido muscular
de tipo esquelético, pues existen otros dos tipos de tejido muscular como es cardíaco y el
liso, pero estos dos forman parte de las vísceras.
El tejido muscular en general tiene propiedades definidas que le dan sus propias
características como son la excitabilidad, la contractilidad, la extensibilidad y la elasticidad.
La excitabilidad es la propiedad que le permite detectar variaciones muy pequeñas de
energía en el medio que le rodea y responder ante ellas con variaciones de su potencial de
membrana en reposo o de su metabolismo.
La contractilidad es la propiedad que permite que el músculo se acorte, disminuyendo su
longitud o desarrollando tensión. La extensibilidad es la capacidad de extenderse o estirarse
que tiene el músculo cuando experimenta una tensión violenta.
La elasticidad es la propiedad del músculo, de recuperar su forma inicial al cesar la acción
de la fuerza que ha provocado su deformación.
El tejido muscular, está formado por células en general alargadas, por lo que reciben el
nombre de fibras musculares; su membrana recibe el nombre de sarcolema y su citoplasma:
sarcoplasma.
El tejido muscular estriado, cuyas fibras voluntarias esqueléticas deben su nombre a que
presentan estrías numerosas, presentan además, como toda célula, las diferentes
estructuras citoplasmáticas.
El músculo como órgano
Estructura macroscópica
Los músculos, son órganos carnosos, blandos y de color rojo pardo. En el humano hay más
de 400 músculos que representan aproximadamente el 40% del peso corporal total.
Cada músculo presenta una parte que se contrae activamente llamada vientre o cuerpo, y
una parte pasiva que es el tendón, que generalmente se encuentra en los extremos del
músculo y a través del cual el músculo se inserta en las diferentes estructuras óseas. Estas
estructuras tendinosas, son de color dorado claro y brillante.
Figura 6.5 Estructura fibra muscular.
Cada músculo está formado por haces o fascículos de fibras musculares estriadas
dispuestas paralelamente y de diferente longitud.
Estructura microscópica
La fibra muscular estriada es larga, cilíndrica y multinucleada con núcleos situados en la
periferia. Cada fibra es independiente y estriada longitudinal y transversalmente.
Cada fibra está formada por millares de miofibrillas incluidas en el sarcoplasma, las cuales a
su vez están formadas por miofilamentos gruesos y finos de proteínas contráctiles (miosina,
actina, troponina y tropomiosina).
Los miofilamentos gruesos son de miosina y los finos de las otras tres proteínas,
principalmente de actina, el desplazamiento de unas fibras entre otras garantizan el
mecanismo de contracción muscular.
Las estrías longitudinales, presentes en todo tipo de fibra, se deben a la presencia de las
miofibrillas que determinan la presencia de bandas claras y oscuras.
Figura 6.6 Estructura microscópica fibra muscular.
La fibra muscular presenta gran cantidad de mitocondrias. Una de las características
principales de esta fibra es la diferenciación del retículo endoplasmático llamado retículo
sarcoplasmático, formado por series bien ordenadas de túbulos y vesículas
A continuación se presenta un cuadro sinóptico donde se presentan los principales
músculos superficiales del organismo humano.
Cuadro 5.2
Abdomen
Músculos oblicuos externo e interno
Cara lateral del tórax hasta la cresta ilíaca (cadera)
Interviene en funciones como: defecación, micción, parto, tos, vómito.
Sostienen las vísceras en su posición, cooperando con los movimientos respiratorios.
Extremidades superiores
Deltoides
Extremidad proximal del húmero, tiene forma triangular
Movimiento del brazo hacia adelante y hacia el lado.
Bíceps braquial
Parte anterior del brazo desde la escápula hasta el radio.
Flexionar el antebrazo en la articulación del codo.
Tríceps braquial
En la cara posterior del brazo desde la escápula hasta el codo.
Extensión del brazo en la articulación del codo.
Músculo palmar largo
Desde el húmero hasta los flexores.
Efectúa la flexión palmar de la mano interviniendo en la escritura y la mímica.
Músculos extensores y flexores de los dedos
Por dentro de los dedos de las manos
Permite el movimiento de los dedos.
Extremidades inferiores
Glúteo máximo
Cara externa del hueso ilíaco y se dirige hacia
Extiende el muslo en la articulación de la cadera
abajo
Cuádriceps femoral
Ocupa toda la cara anterior y lateral del muslo, formado por cuatro cabezas unidas entre sí
Extiende la pierna en la articulación de la rodilla
Bíceps femoral
Próximo al borde lateral del muslo
Flexionar la pierna en la articulación de la rodilla y provocar la extensión del muslo.
Tríceps sural
Constituye la masa principal del relieve de la pantorrilla
Flexión del pie, impide la caída del cuerpo hacia adelante
Músculos extensores de los dedos
Por dentro de los dedos del pie
Movimientos de los pies y sus dedos, contribuye a la locomoción y traslado del cuerpo.
Algunas alteraciones del sistema Osteomioarticular.
De las articulaciones:
Artritis
La artritis es la denominación que se utiliza para definir las lesiones inflamatorias de las
articulaciones.
Existen diferentes tipos de artritis: piógena, reumatoide, osteaoartritis y artritis tuberculosa,
entre otras. Describiremos esta enfermedad sobre la base de la artritis infecciosa.
Las artritis pueden tener un curso agudo o crónico en dependencia de la causa primaria y
de factores propios del organismo afectado.
El germen puede llegar a las articulaciones por tres vías:
1- Por vía hematógena.
2- Por una herida penetrante.
3- Desde un foco de infección vecino a la articulación.
Los síntomas de la artritis varían según el tipo; de forma general se presenta con todos los
signos cardinales de una inflamación. Se produce dolor e Hinchazón de la articulación, hay
alteración del estado general y fiebre.
En el examen físico, la articulación está inflamada, debido en parte al derrame sinovial y al
engrosamiento. La piel de la región tiene elevada la temperatura (rubor) y los movimientos
están limitados por el dolor y el espasmo.
Poliartritis: enfermedad infecciosa, de origen microbiano incierto, caracterizada por la
tumefacción dolorosa, de varias articulaciones, fiebre, anemia, albuminuria, complicaciones
cardíacas, común en lo niños.
Artrogriposis: (de artro y el griego -gryposis-curvatura). Flexión o contractura permanente de
una articulación.
De los huesos
Osteoporosis (de osteo-y el griego poros: poro, paso)
Formación de espacios anormales en los huesos o rarefacción del mismo sin
descalcificación, por la ampliación de sus conductos.
Osteomielitis (de osteo- hueso y el griego-myelos-médula y de itis)
Infección piógena del hueso y médula ósea. Puede ser: aguda: enfermedad de la época del
crecimiento de naturaleza por lo común estafilocócica, caracterizada por la inflamación de la
sustancia medular metafisiaria, con formación de pus y asociada generalmente a
fenómenos más graves.
Crónica: forma debida a un traumatismo, a la tuberculosis u otros procesos, con rarefacción
y condensación del hueso y formación de abscesos.
Osteogénesis (de osteo y el griego-guenna-producir) Defecto congénito del desarrollo del
sistema óseo, caracterizado por la fragilidad de los huesos.
Parálisis braquial: Pérdida de la sensibilidad o del movimiento que afecta el brazo o el brazo
y la cara, respectivamente.
Alteraciones de la columna vertebral
Las afecciones que se producen en la columna vertebral constituyen un grupo numerosos
entre las afecciones ortopédicas. Dentro de estas alteraciones encontramos la escoliosis,
cifosis, lordosis y sacrolumbagia.
Escoliosis
Se denomina escoliosis a toda curvatura, desviación angular o inclinación lateral de uno o
más segmentos de la columna vertebral, con respecto a su posición rectilínea normal.
Existen diferentes tipos de escoliosis: la congénita, la idiopática y la adquirida, nosotros
estudiaremos la enfermedad como escoliosis de forma general.
Según el Doctor Álvarez Cambras (1986) las escoliosis pueden obedecer a diferentes
causas como:
1- Alteraciones de la postura.
2- Como mecanismo compensativo por discrepancias de los miembros, donde la pelvis cae
del lado corto.
3- La histérica, que es muy rara, debido a trastornos de la personalidad.
4-. Inflamaciones como consecuencia de infecciones.
5-. Alteraciones genéticas con herencia dominante.
6-. Trastornos congénitos.
7- Enfermedades como el raquitismo, poliomielitis, distrofia miotónica, etc.
8- Alteraciones traumáticas como en las fracturas o luxaciones vertebrales.
9- Irradiaciones, amputaciones, enfermedades cardíacas, etc.
Para realizar el examen físico de los infantes, es necesario que estén descalzos, donde
luego de aplicar las técnicas de medición, se observará el estado anormal del esqueleto con
un desbalance pélvico y escapular ente otras alteraciones. Este examen, también es
realizado en flexión del tronco en 90 hacia delante, lo
que permite observar la altura de la giba costal de un lado con respecto al otro. También se
realiza el examen con flexión lateral derecha e izquierda, comprobando así el estado de
flexibilidad de la columna y la rigidez de las curvas estructurales.
Durante el examen neurológico, puede comprobarse alteraciones de la sensibilidad,
parálisis motoras, atróficas, etc.
Esta alteración es común en los escolares que adoptan posiciones incorrectas al escribir y
al estar de pie.
Cifosis vertebral
La cifosis vertebral, es el aumento patológico de la curvatura dorsolumbar de la columna, lo
cual ocasiona una prominencia vertebral posterior localizada generalmente en la duodécima
vértebra dorsal.
Las cifosis pueden ser congénitas o adquiridas.
Las congénitas son producidas durante el embarazo por enfermedades como
condrodistrofias y malformaciones vertebrales congénitas. Las adquiridas, se deben,
generalmente a fracturas vertebrales en flexión con comprensión del cuerpo vertebral y a
padecimiento de otras enfermedades como la neurofibromatosis.
Lordosis
La columna vertebral, vista de lado, presenta cuatro curvas angulares fisiológicas: la
cervical, la dorsal, la lumbosacra y la sacra.
Se define como lordosis, el aumento patológico de la curvatura fisiológica lumbar y de la
cervical.
La lordosis, es raramente encontrada en la curvatura dorsal. Puede ser congénita o
adquirida, y presentarse en diferentes afecciones como son: la luxación bilateral congénita
de la cadera, la paraplejia infantil, la poliomielitis, la parálisis cerebral espástica, las
fracturas y luxaciones de raquis, tumores óseos, infecciones vertebrales, y en algunas
condiciones fisiológicas como el embarazo.
Afectaciones neuromusculares
Para la realización del movimiento y el mantenimiento de la postura se necesitan
condiciones motoras que son el tono muscular, la fuerza muscular y el reflejo muscular, todo
ello dirigido y controlado por el Sistema Nervioso Central.
Entendemos por tono muscular la semicontracción permanente en que se encuentran los
músculos aun en ausencia de actividad contráctil.
La fuerza muscular está en dependencia de la sección transversal del músculo y la
determina el número de fibras musculares y su grosor, por lo que la fuerza total de un
músculo es la suma de las fuerzas ejercidas por todas sus fibras.
El reflejo muscular es un fenómeno de estímulo respuesta, los estímulos son variados y la
respuesta constituye un movimiento muscular que capacita a la persona para afrontar las
circunstancias del medio circundante.
El tono y el reflejo pueden estar alterados por aumento, disminución o carencia.
Al aumento de la contracción muscular se le denomina hipertonía, en esta los músculos se
tornan tensos, rígidos, formando relieves y los movimientos son muy limitados.
Cuando disminuye el tono muscular estamos en presencia de la hipotonía, en este caso los
músculos se encuentran blandos y los movimientos pasivos se realizan sin ninguna
resistencia. Ambas afectaciones musculares forman parte de las denominadas distonías y
constituyen patologías del sistema extrapiramidal.
En lo referente a las alteraciones del reflejo tenemos la hiperreflexia, aumento de la
respuesta a los estímulos; la hiporreflexia que es lo contrario a lo anterior y la arreflexia que
es la ausencia de reflejos.
En el caso de que una persona presente hipertonía e hiperreflexia estamos ante una
espasticidad, trastorno del sistema piramidal que se caracteriza por hiperirritabilidad,
hipercontractiidad e hipertonicidad del músculo, que a su vez produce un desequilibrio en la
fuerza muscular. El músculo espástico reacciona a todo estímulo sin estar en
correspondencia con la intensidad de este, por
ejemplo, al realizar la exploración del reflejo rotuliano a una persona espástica, hay una
respuesta exagerada al estímulo.
En el músculo espástico se pone de manifiesto el fenómeno de la imitación, una extremidad
puede copiar los movimiento de la otra por ejemplo: al agarrar un objeto con la mano
derecha, la izquierda cerrará el puño como si tuviera un objeto agarrado. La mayor parte de
la dificultad de la persona espástica son las deformidades provocadas por el desequilibrio
muscular básico, ya que el no uso de algunos músculos y el excesivo empleo de otros
puede causar contracturas articulares y musculares.
Todo lo contrario sucede cuando se presenta una hipotonía e hiporreflexia, pues se
manifiesta la flacidez, donde el músculo se atrofia por falta de movimiento. La afectación
radica en las neuronas motoras del sistema nervioso segmentario.
También existen trastornos musculares relacionados con lesiones cerebelosas, entre ellos
tenemos la ataxia, afectación de la motilidad voluntaria caracterizada por la incoordinación
de los movimientos, sin parálisis. Hay pérdida del equilibrio, desviación del cuerpo y caída
hacia los lados durante la marcha, si la desviación del cuerpo no es tan marcada, la persona
anda como patinando, realizando movimientos desmesurado de miembros, cuello y cabeza
no siente bien el suelo bajo sus pies, le da igual que sea duro o acolchonado por lo que
tiene dificultades en la bipedestación y en la marcha, para compensar en cierta medida esta
inseguridad utiliza la visión para saber sobre que está parado o sobre que camina.
En caso de que la lesión cerebelosa sea unilateral, los trastornos atáxicos se observan
preferentemente en los miembros del mismo lado y si las afectaciones interesan el vermis y
ambos hemisferios del cerebelo la marcha es imposible. Este trastorno también puede ser
originado por afectaciones, en la médula espinal y en los conductos semicirculares.
La apraxia cinética proviene del griego y significa sin acción. Es la pérdida de la capacidad
de ejecutar movimientos voluntarios coordinados dirigidos hacia un fin determinado, sin que
exista parálisis, ni ataxia, ni perturbaciones del tono.
Se produce por lesiones de la corteza cerebral en las regiones post centrales del hemisferio
izquierdo y se manifiesta principalmente en la mano contralateral. También puede afectar
los músculos del lenguaje.
El temblor es una serie de movimientos oscilatorios, relativamente rítmicos e involuntarios
de una parte del cuerpo. En personas sin ningún tipo de afectación del sistema nervioso
existe un temblor fisiológico de escasa amplitud que pasa inadvertido.
Se conoce que según la relación del temblor con la actividad motora voluntaria, se clasifica
este, así tenemos temblor estático cuando el miembro permanece en reposo, temblor
postural o de suspensión durante una postura sostenida (Ejemplo extensión de los brazos
delante del cuerpo) y temblor intencional, cuando se realiza un movimiento dirigido hacia un
objetivo.
Los temblores se presentan en enfermedades del cerebelo, sistema extrapiramidal, en el
Mal de Parkinson, en la ansiedad, en la fatiga y en los alcohólicos.
Los movimientos coreicos, son desordenados, asincrónicos, arrítmicos y muy irregulares y
afectan indistintamente a la cara y al tronco. Constituyen movimientos anormales
espontáneos que tienen su causa en trastornos del sistema motor extrapiramidal.
El hemibalismo se manifiesta como un movimiento violento, compulsivo, afecta
principalmente las extremidades.
La atetosis, término que proviene del griego y significa: sin posición fija. Se caracteriza por
movimientos involuntarios continuos, ondulantes e incoordinados de las extremidades, que
pueden tener cierto grado de espasticidad. Los movimientos se distinguen por su amplitud y
lentitud, las partes afectadas no se mantienen en posición fija, sino en posición anormal
persistente. La atetosis puede ser unilateral o bilateral y desaparece durante el sueño.
A nivel de la cara las manifestaciones de la atetosis se deben a afectaciones en la rama
inferior del nervio facial, provocando fascies excesivamente cambiantes, con mímicas de
risa, asombro, ansiedad. La lengua tiene
movimientos descontrolados, se tuerce y rueda, lo que trae dificultades en el habla y en la
deglución.
Estos movimientos anormales, son consecuencia de lesiones en los ganglios basales del
encéfalo, que son los encargados de coordinar los impulsos nerviosos y al estar lesionados
se produce la transmisión fortuita de todos los impulsos corticales, apareciendo
movimientos excesivos e indeseables.
El temblor, la atetosis, la corea y el hemibalismo tienen más rasgos semejantes que
diferentes, como analizaremos a continuación:
- La amplitud y frecuencia de los movimientos es variada.
- La repetición de los movimientos se efectúa en secuencia inmediata y retardada.
- Son parecidas las variaciones en la duración de los movimientos aislados.
- Son movimientos involuntarios anormales, debido a alteraciones en el sistema
extrapiramidal.
La corea y el hemibalismo están asociados con grados variables de hipotonía. Para la vida
orgánica de cualquier músculo es muy importante la nutrición y la respiración a través de los
vasos sanguíneos y también la inervación lo que le permite recibir la información necesaria
para efectuar el movimiento, un órgano muscular privado de esto presenta manifestaciones
degenerativas variables. Una lesión a nivel de la placa motora, de los nervios periféricos, de
la médula espinal o en los núcleos de origen de los pares craneales puede afectar la
conducción del impulso nervioso hasta el músculo y producirse la distrofia, la hipertrofia y la
atrofia en el mismo.
La distrofia muscular se caracteriza por una degeneración creciente del músculo
esquelético, donde progresivamente aumenta la debilidad y disminuye la funcionalidad y la
masa muscular, hasta que la persona queda incapacitada para moverse. La causa es de
origen genético, pero aún se desconocen los mecanismos bioquímicos causantes de la
degeneración muscular.
Existen varias formas clínicas en que puede presentarse esta enfermedad que se
diferencian unas a otras según el patrón de transmisión hereditaria, por la edad de inicio de
la enfermedad y la distribución de los grupos musculares afectados. La más frecuente es la
que se caracteriza por el compromiso de los músculos faciales y de los miembros
superiores y en la infancia es común la distrofia muscular deDuchenne que se presenta en
una incidencia de 1 en 3300 varones nacidos, porque la enfermedad sigue un patrón de
herencia ligada al sexo. Cuando la enfermedad se manifiesta tempranamente el niño tiene
pocos movimientos, camina contorneándose, tiene dificultades para levantarse del suelo,
subir escalera, levantar los brazos, cerrar y mover los ojos, silbar, tragar y soplar. También
los músculos se deforman y engrosan.
En la atrofia muscular disminuye el volumen muscular, por la falta de uso del mismo o por
su deficiente utilización registrándose contracciones muy débiles.
Cuando se producen esfuerzos repetidos y sostenidos en los músculos, aumenta el
volumen de las fibras musculares y estamos en presencia de la hipertrofia, que puede
observarse en personas que realizan ejercicios físicos sistemáticamente y el volumen del
músculo aumenta a simple vista, por ejemplo en los pesistas.
Muchos de los síntomas antes mencionados pueden presentarse en la parálisis cerebral y
en la disartria, entre otras afectaciones, que con frecuencia son causa de necesidades
educativas especiales asociadas a discapacidad físico-motora.
Tareas de aprendizaje
1-Analice detenidamente el siguiente planteamiento:
“El sistema osteomuscular está integrado por tres tipos de estructuras que se agrupan para
realizar funciones comunes y que por diferentes causas pueden alterarse”. Responda:
a) ¿Cuáles son los tres tipos de estructuras que componen este sistema de órganos?
b) Explique tres funciones de este sistema de órganos.
c) Elabore una situación de la práctica escolar donde se evidencien las consecuencias de
uno de los trastornos que afectan este sistema de órganos.
2-El sistema osteomuscular es un importante sistema de órganos del organismo humano,
acerca del mismo responda:
a) ¿Cómo ocurre la regulación nerviosa de las funciones de este sistema?
b) Mencione tres trastornos de este sistema que se presentan en los escolares y el papel
del maestro en su prevención.
3- Durante la edad escolar es muy frecuente la presencia de alteraciones patológicas de la
columna vertebral.
a) Explique cuáles son estas deformaciones.
b) ¿Qué consecuencias pueden traer a los escolares?
c) Mencione tres medidas higiénicas a tomar para la prevención de estas deformaciones.
CAPÍTULO 6
SISTEMA OSTEOMIOARTICULAR
El movimiento constituye una característica esencial de la materia; no puede existir
movimiento sin materia, ni materia sin movimiento.
En los seres humanos esta característica también se pone de manifiesto. El organismo
humano, está dotado de una gran cantidad de estructuras que posibilitan la realización de
diferentes movimientos. No obstante en este tema, nosotros queremos referirnos al
movimiento que tiene lugar gracias al sistema osteomuscular.
La forma definida del cuerpo humano, está dada por un conjunto de estructuras que le sirve
de sostén y protección a los diferentes tejidos y órganos, el sistema óseo, que junto al
sistema muscular, permite el desplazamiento del organismo en el tiempo y en el espacio.
Ambos sistemas, el óseo y el muscular, son denominados por algunos autores aparato
osteomuscular. Más recientemente se toma en cuenta además el papel de las articulaciones
y los autores hablan del sistema osteomioarticular.
Este sistema se ha clasificado para su estudio en dos partes; una pasiva que incluye el
esqueleto y las articulaciones, y otra activa, representada por los músculos.
El conocimiento de algunos aspectos de este sistema y por tanto de sus partes, tiene una
gran significación para la Enseñanza Especial. Los futuros profesionales de esta
especialidad trabajarán con niños que pueden tener diferentes afectaciones, dentro de los
que pueden estar las alteraciones del sistema osteomuscular, que si bien no es objetivo
primario para ustedes, dichas alteraciones pueden actuar de forma secundaria sobre otros
trastornos importantes.
El estudio de este tema, está estrechamente vinculado a otras asignaturas que recibirán en
su carrera; un ejemplo es la cultura física terapéutica, para cuya comprensión es necesario
poseer conocimientos mínimos esenciales sobre la anatomía y el funcionamiento del
sistema osteomuscular.
En la mayoría de los casos, las afectaciones de este sistema traen como consecuencias
trastornos motores y neuromusculares de gran incidencia en funciones tan importantes
como la locomoción, el lenguaje y la escritura, entre otros.
Parte pasiva del sistema Osteomioarticular: Huesos
El esqueleto (del griego skeletos, desecado) constituye la parte pasiva del sistema
osteomuscular.
Es un complejo de formaciones compactas, originadas del mesénquima y que tienen una
significación mecánica.
Se compone de huesos aislados, unidos entre sí con ayuda con los tejidos conjuntivo,
cartilaginoso y óseo, junto a los cuales forman la parte pasiva del aparato locomotor.
Figura 6.1Esqueleto
El esqueleto juega un importante papel en el organismo, pues cumple funciones mecánicas
y biológicas.
La función mecánica está dada por su capacidad de sostén, de movimiento y de protección.
El sostén se logra por la inserción de los tejidos y órganos blandos en diferentes partes del
esqueleto. El movimiento es posible, gracias a la estructura de los huesos en forma de
palancas largas y cortas unidas por articulaciones móviles y puestas en movimiento por los
músculos, dirigidos por el sistema nervioso.
El esqueleto forma cajas óseas que protegen a órganos delicados del organismo como el
cerebro (cráneo), el corazón y pulmones (jaula torácica) y la médula espinal (columna
vertebral).
La función biológica del esqueleto, está dada por la participación de este en el metabolismo;
fundamentalmente en el metabolismo mineral, constituyendo un reservorio de fósforo,
calcio, hierro, cobre, entre otros minerales. El esqueleto también tiene relación con el
sistema inmunitario porque en la médula ósea blanca tiene lugar la producción de leucocitos
y los huesos tienen además función eritropoyética, con la producción de eritrocitos por la
médula ósea roja.
El hueso como órgano
El hueso, como órgano integrante de un organismo, está formado por diferentes tejidos, de
los cuales el principal es el tejido óseo, que se observa claramente si se somete a un
proceso denominado maceración, donde se puede apreciar el gran volumen que alcanza
este tejido en la composición del hueso. A pesar de la maceración, el hueso conserva todas
las propiedades físicas básicas como la dureza y elasticidad, condicionados por la
presencia de determinadas sustancias químicas.
El tejido óseo está formado por dos tipos de sustancias químicas:
Las de carácter orgánico: representada por la osteína que le confiere al hueso su
elasticidad, alcanzado aproximadamente un tercio del total de la sustancia ósea.
Las de carácter inorgánico: representada fundamentalmente por las sales de calcio,
particularmente por el fosfato de calcio que le brinda al hueso sus solidez, alcanzado los 2/3
de la sustancia ósea total.
La combinación de las sustancias orgánicas e inorgánicas, le confieren al hueso las
propiedades de dureza y elasticidad. Esto se aprecia en las variaciones de los huesos
según la edad; en los niños hay más osteínas, por lo que sus huesos tienen una gran
elasticidad, no ocurriendo lo mismo en el anciano, donde hay predominio de sustancias
inorgánicas, que le confieren una mayor solidez; de ahí que en los ancianos, sean más
frecuentes las facturas que en los niños y niñas.
También los huesos son fuente de vitamina A, D y C. Un déficit de estas vitaminas en la
composición del hueso, acarrea trastornos graves del mismo tanto en su estructura como en
su función.
Estructura de los huesos
Cuando se observa microscópicamente un corte transversal de hueso, pueden denotarse
unas estructuras denominadas ostión o sistema haversiano, o sea el sistema de laminillas
óseas dispuestas concéntricamente alrededor de un canal, el conducto de Havers, que tiene
los vasos y nervios.
Macroscópicamente pueden observarse a simple vista, en los cortes de hueso o en las
radiografías los trabéculas de sustancia ósea, formadas por la agrupación de los sistemas
haversianos. De las trabéculas se forman dos tipos de variedades de tejido óseo:
1- La variedad compacta. Cuando las trabéculas se adosan unas a otras estrechamente
formando una masa sólida.
2- La variedad esponjosa. Cuando las trabéculas se disponen de forma laza, formando
estructuras huecas (cavidades) que dan un aspecto de esponja.
La disposición de ambas variedades de tejido óseo (compacta y esponjosa), depende de las
funciones que realice el hueso. La variedad compacta aparece en huesos de sostén o
huesos de movimiento, como por ejemplo en la diáfisis de los huesos largos.
La variedad esponjosa, se encuentra en huesos en que a pesar del gran volumen que
tienen, es necesario conservar la ligereza sin perder la solidez como por ejemplo, en las
epífisis de los huesos largos.
La diáfisis de un hueso es el cuerpo, mientras que se le denomina epífisis a sus extremos
engrosados.
Figura 6.2 Estructura del hueso largo.
Los espacios internos del hueso, se rellenan de médula ósea, que además de las funciones
ya descritas, interviene en la nutrición, crecimiento y desarrollo del mismo.
Existen dos tipos de médula ósea: la médula ósea roja y la médula ósea blanca o amarilla
en el interior del hueso.
La médula ósea roja, tiene aspecto de masa roja, suave, compacta, formada por tejido
reticular en cuyas mallas están los elementos celulares que intervienen en la eritropoyesis y
formación del hueso (osteoblastos y osteoclastos). El color rojo, está dado por la abundante
presencia de vasos sanguíneos y elementos de la sangre que en ella se encuentran.
La médula ósea blanca, también denominada médula ósea amarilla, se encuentra alrededor
de la roja, encontrándose en ella una gran cantidad de células adiposas que le dan su color.
Exteriormente, menos en la superficies articulares, el hueso está cubierto por el periostio,
que es una fina película de tejido conjuntivo, de color rosado pálido que rodea al hueso y se
inserta a él por haces de tejido conjuntivo llamados fibras perforantes, que penetran al
hueso por conductos especiales. Esta capa externa es rica en nervios y vasos sanguíneos,
participando en los procesos tróficos del tejido óseo.
Las superficies articulares, o caras articulares, que no están rodeadas por el periostio, se
encuentran cubiertas por el cartílago articular.
Partes del esqueleto
El esqueleto de un adulto, formado por 206 huesos, puede dividirse para su estudio en
esqueleto axial y en esqueleto apendicular.
El esqueleto axial comprende los huesos de la cabeza, cuello y tronco. El esqueleto
apendicular incluye los huesos de las extremidades superiores e inferiores.
Clasificación de los huesos
Para poder desarrollar un estudio minucioso de los huesos, estos se han clasificado
atendiendo a su forma. Existen otras clasificaciones atendiendo a su estructura, función y
desarrollo.
Atendiendo a la forma de los huesos, estos se clasifican en largos, cortos, planos e
irregulares.
Huesos largos: son aquellos cuya longitud predomina sobre el ancho y el grosor. En todo
hueso largo se distinguen un cuerpo, la diáfisis y dos extremidades, las epífisis que
constituyen la zona engrosada del hueso y son articulares. La diáfisis está formada por
tejido compacto que encierra una cavidad, la cavidad medular que contiene la médula ósea.
Las epífisis están formadas por tejido esponjoso. Ejemplos son el fémur, la tibia, el húmero
y el radio.
Huesos cortos: son aquellos cuyas dimensiones son aproximadamente igual en todos los
sentidos. Están formados por tejido óseo esponjoso, con su correspondiente médula ósea,
envuelto por una delgada capa de tejido compacto. Están cubiertos por el periostio, excepto
en sus caras articulares. Ejemplos son los huesos de las falanges.
Huesos planos: los huesos planos son delgados y frecuentemente curvados. Se componen
de dos láminas de tejido compacto, con interposición de tejido esponjoso y su
correspondiente médula ósea. Ejemplo, la escápula.
Huesos irregulares: son aquellos que tiene como su nombre lo indica, formas irregulares, no
perteneciendo a ninguna de las clasificaciones anteriormente descritas. Están formados por
tejido esponjoso rodeado de una fina lámina de tejido compacto. Ejemplo, las vértebras.
Figura 6.3 Tipos de huesos.
Según su estructura, función y desarrollo, los huesos también se clasifican en:
Huesos tubulares, largos y cortos.
Huesos esponjosos, largos, cortos y sesamoideos.
Huesos planos, huesos del cráneo y de las cinturas.
Huesos mixtos.
Articulaciones
La rama de la anatomía, que se encarga del estudio de las articulaciones se denomina
Artrología.
Las articulaciones, también conocidas con el nombre de junturas, han sido definidas por
diferentes autores.
Las articulaciones o junturas, son el conjunto de estructuras que unen dos o más
componentes rígidos del cuerpo, ya sean huesos o cartílagos. Otros autores señalan, que la
articulación, es la relación de dos o más huesos, entre los cuales es posible establecer un
desplazamiento o reconocer un componente de protección o sostén del sistema.
Funciones de las articulaciones
Las articulaciones en general, realizan dos importantes funciones:
a- Son puntos de unión del esqueleto por lo que permiten relacionar de una forma u otra los
huesos del esqueleto.
b- Son regiones donde se realizan los movimientos mecánicos del esqueleto,
proporcionándole al mismo tiempo elasticidad y plasticidad.
Clasificación de las articulaciones
Muchos científicos han denominado a las distintas articulaciones de forma diferente. Según
el grado de movilidad se clasifican en diartrosis y sinartrosis.
La clasificación actual se basa en las características estructurales de unión. De acuerdo a
este criterio se distinguen tres tipos de articulaciones, la fibrosas, las cartilaginosas y las
sinoviales, todas con un origen determinado y presentan características funcionales
específicas de acuerdo a su grado de movilidad.
En las articulaciones fibrosas, los huesos permanecen unidos de forma continua mediante
tejido fibroso, careciendo de movimientos. Se originan por un proceso de osteogénesis
membranosa. Este tipo de articulación presenta tres variedades:
1- La sindesmosis, formados por membranas y ligamentos presentes entre los huesos del
antebrazo y unión entre los huesos de la pierna, respectivamente.
2- Las suturas, que se encuentran articulando los huesos de la cabeza y algunos de la cara.
3- Las gonfosis, tipo de articulación presente entre los dientes y alvéolos dentarios, donde
una superficie ósea saliente, penetra en otra superficie ósea hueca de otro hueso.
En las articulaciones de tipo cartilaginosas, los huesos se mantienen unidos de forma
continua mediante tejido cartilaginoso, de manera que carecen o tienen poca movilidad. Se
originan por un proceso de osteogénesis cartilaginosa. Presentan dos variedades:
1- La sincondrosis que puede ser temporal o permanente, por ejemplo, entre la pirámide del
hueso temporal y el hueso esfenoides.
2- La sinostosis, se presenta entre los pubis (sínfisis púbica) y entre los discos
intervertebrales.
Las articulaciones sinoviales, constituyen uniones discontinuas, ya que presentan una
cavidad ente los huesos que le dan movilidad. Consta de tres partes fundamentalmente; la
cavidad articular, las caras articulares y la cápsula articular.
Figura 6.4 Esquema articulación sinovial.
La cavidad articular, es un espacio pequeño, limitado por las caras articulares y la cápsula
articular. Las caras articulares son las superficies articulares de los huesos, recubiertas del
cartílago articular (hialino).
La cápsula articular es lo que une realmente a los huesos, tapiza herméticamente la
cavidad; se extiende de un hueso a otro fijándose cerca de las caras articulares. Está
compuesta de dos capas, una externa o fibrosa, y una interna denominada membrana
sinovial, que segrega la sinovia o líquido sinovial (sustancia viscosa que lubrica la
articulación, evitando la unión total de los huesos). La cápsula articular está reforzada por
ligamentos.
Algunas articulaciones sinoviales tienen dentro de la cavidad los llamados cartílagos
intraarticulares que favorecen la adaptación de las caras articulares y adoptan diferentes
formas: disco, menisco, labro. Ejemplos de articulaciones sinoviales son la articulación de la
rodilla, la articulación del codo, las articulaciones interfalángicas, la articulación
temporomandibular, etc.
Parte activa del sistema Osteomioarticular: músculos
Como ya conocemos, el organismo humano está formado por cuatro tipos de tejidos
básicos, el epitelial, el conectivo, el muscular y nervioso.
La parte activa del sistema osteomuscular está integrada por los músculos propiamente
dichos; y que como su nombre lo indica, estos órganos están formados por tejido muscular
de tipo esquelético, pues existen otros dos tipos de tejido muscular como es cardíaco y el
liso, pero estos dos forman parte de las vísceras.
El tejido muscular en general tiene propiedades definidas que le dan sus propias
características como son la excitabilidad, la contractilidad, la extensibilidad y la elasticidad.
La excitabilidad es la propiedad que le permite detectar variaciones muy pequeñas de
energía en el medio que le rodea y responder ante ellas con variaciones de su potencial de
membrana en reposo o de su metabolismo.
La contractilidad es la propiedad que permite que el músculo se acorte, disminuyendo su
longitud o desarrollando tensión. La extensibilidad es la capacidad de extenderse o estirarse
que tiene el músculo cuando experimenta una tensión violenta.
La elasticidad es la propiedad del músculo, de recuperar su forma inicial al cesar la acción
de la fuerza que ha provocado su deformación.
El tejido muscular, está formado por células en general alargadas, por lo que reciben el
nombre de fibras musculares; su membrana recibe el nombre de sarcolema y su citoplasma:
sarcoplasma.
El tejido muscular estriado, cuyas fibras voluntarias esqueléticas deben su nombre a que
presentan estrías numerosas, presentan además, como toda célula, las diferentes
estructuras citoplasmáticas.
El músculo como órgano
Estructura macroscópica
Los músculos, son órganos carnosos, blandos y de color rojo pardo. En el humano hay más
de 400 músculos que representan aproximadamente el 40% del peso corporal total.
Cada músculo presenta una parte que se contrae activamente llamada vientre o cuerpo, y
una parte pasiva que es el tendón, que generalmente se encuentra en los extremos del
músculo y a través del cual el músculo se inserta en las diferentes estructuras óseas. Estas
estructuras tendinosas, son de color dorado claro y brillante.
Figura 6.5 Estructura fibra muscular.
Cada músculo está formado por haces o fascículos de fibras musculares estriadas
dispuestas paralelamente y de diferente longitud.
Estructura microscópica
La fibra muscular estriada es larga, cilíndrica y multinucleada con núcleos situados en la
periferia. Cada fibra es independiente y estriada longitudinal y transversalmente.
Cada fibra está formada por millares de miofibrillas incluidas en el sarcoplasma, las cuales a
su vez están formadas por miofilamentos gruesos y finos de proteínas contráctiles (miosina,
actina, troponina y tropomiosina).
Los miofilamentos gruesos son de miosina y los finos de las otras tres proteínas,
principalmente de actina, el desplazamiento de unas fibras entre otras garantizan el
mecanismo de contracción muscular.
Las estrías longitudinales, presentes en todo tipo de fibra, se deben a la presencia de las
miofibrillas que determinan la presencia de bandas claras y oscuras.
Figura 6.6 Estructura microscópica fibra muscular.
La fibra muscular presenta gran cantidad de mitocondrias. Una de las características
principales de esta fibra es la diferenciación del retículo endoplasmático llamado retículo
sarcoplasmático, formado por series bien ordenadas de túbulos y vesículas
A continuación se presenta un cuadro sinóptico donde se presentan los principales
músculos superficiales del organismo humano.
Cuadro 5.2
Abdomen
Músculos oblicuos externo e interno
Cara lateral del tórax hasta la cresta ilíaca (cadera)
Interviene en funciones como: defecación, micción, parto, tos, vómito.
Sostienen las vísceras en su posición, cooperando con los movimientos respiratorios.
Extremidades superiores
Deltoides
Extremidad proximal del húmero, tiene forma triangular
Movimiento del brazo hacia adelante y hacia el lado.
Bíceps braquial
Parte anterior del brazo desde la escápula hasta el radio.
Flexionar el antebrazo en la articulación del codo.
Tríceps braquial
En la cara posterior del brazo desde la escápula hasta el codo.
Extensión del brazo en la articulación del codo.
Músculo palmar largo
Desde el húmero hasta los flexores.
Efectúa la flexión palmar de la mano interviniendo en la escritura y la mímica.
Músculos extensores y flexores de los dedos
Por dentro de los dedos de las manos
Permite el movimiento de los dedos.
Extremidades inferiores
Glúteo máximo
Cara externa del hueso ilíaco y se dirige hacia
Extiende el muslo en la articulación de la cadera
abajo
Cuádriceps femoral
Ocupa toda la cara anterior y lateral del muslo, formado por cuatro cabezas unidas entre sí
Extiende la pierna en la articulación de la rodilla
Bíceps femoral
Próximo al borde lateral del muslo
Flexionar la pierna en la articulación de la rodilla y provocar la extensión del muslo.
Tríceps sural
Constituye la masa principal del relieve de la pantorrilla
Flexión del pie, impide la caída del cuerpo hacia adelante
Músculos extensores de los dedos
Por dentro de los dedos del pie
Movimientos de los pies y sus dedos, contribuye a la locomoción y traslado del cuerpo.
Algunas alteraciones del sistema Osteomioarticular.
De las articulaciones:
Artritis
La artritis es la denominación que se utiliza para definir las lesiones inflamatorias de las
articulaciones.
Existen diferentes tipos de artritis: piógena, reumatoide, osteaoartritis y artritis tuberculosa,
entre otras. Describiremos esta enfermedad sobre la base de la artritis infecciosa.
Las artritis pueden tener un curso agudo o crónico en dependencia de la causa primaria y
de factores propios del organismo afectado.
El germen puede llegar a las articulaciones por tres vías:
1- Por vía hematógena.
2- Por una herida penetrante.
3- Desde un foco de infección vecino a la articulación.
Los síntomas de la artritis varían según el tipo; de forma general se presenta con todos los
signos cardinales de una inflamación. Se produce dolor e Hinchazón de la articulación, hay
alteración del estado general y fiebre.
En el examen físico, la articulación está inflamada, debido en parte al derrame sinovial y al
engrosamiento. La piel de la región tiene elevada la temperatura (rubor) y los movimientos
están limitados por el dolor y el espasmo.
Poliartritis: enfermedad infecciosa, de origen microbiano incierto, caracterizada por la
tumefacción dolorosa, de varias articulaciones, fiebre, anemia, albuminuria, complicaciones
cardíacas, común en lo niños.
Artrogriposis: (de artro y el griego -gryposis-curvatura). Flexión o contractura permanente de
una articulación.
De los huesos
Osteoporosis (de osteo-y el griego poros: poro, paso)
Formación de espacios anormales en los huesos o rarefacción del mismo sin
descalcificación, por la ampliación de sus conductos.
Osteomielitis (de osteo- hueso y el griego-myelos-médula y de itis)
Infección piógena del hueso y médula ósea. Puede ser: aguda: enfermedad de la época del
crecimiento de naturaleza por lo común estafilocócica, caracterizada por la inflamación de la
sustancia medular metafisiaria, con formación de pus y asociada generalmente a
fenómenos más graves.
Crónica: forma debida a un traumatismo, a la tuberculosis u otros procesos, con rarefacción
y condensación del hueso y formación de abscesos.
Osteogénesis (de osteo y el griego-guenna-producir) Defecto congénito del desarrollo del
sistema óseo, caracterizado por la fragilidad de los huesos.
Parálisis braquial: Pérdida de la sensibilidad o del movimiento que afecta el brazo o el brazo
y la cara, respectivamente.
Alteraciones de la columna vertebral
Las afecciones que se producen en la columna vertebral constituyen un grupo numerosos
entre las afecciones ortopédicas. Dentro de estas alteraciones encontramos la escoliosis,
cifosis, lordosis y sacrolumbagia.
Escoliosis
Se denomina escoliosis a toda curvatura, desviación angular o inclinación lateral de uno o
más segmentos de la columna vertebral, con respecto a su posición rectilínea normal.
Existen diferentes tipos de escoliosis: la congénita, la idiopática y la adquirida, nosotros
estudiaremos la enfermedad como escoliosis de forma general.
Según el Doctor Álvarez Cambras (1986) las escoliosis pueden obedecer a diferentes
causas como:
1- Alteraciones de la postura.
2- Como mecanismo compensativo por discrepancias de los miembros, donde la pelvis cae
del lado corto.
3- La histérica, que es muy rara, debido a trastornos de la personalidad.
4-. Inflamaciones como consecuencia de infecciones.
5-. Alteraciones genéticas con herencia dominante.
6-. Trastornos congénitos.
7- Enfermedades como el raquitismo, poliomielitis, distrofia miotónica, etc.
8- Alteraciones traumáticas como en las fracturas o luxaciones vertebrales.
9- Irradiaciones, amputaciones, enfermedades cardíacas, etc.
Para realizar el examen físico de los infantes, es necesario que estén descalzos, donde
luego de aplicar las técnicas de medición, se observará el estado anormal del esqueleto con
un desbalance pélvico y escapular ente otras alteraciones. Este examen, también es
realizado en flexión del tronco en 90 hacia delante, lo
que permite observar la altura de la giba costal de un lado con respecto al otro. También se
realiza el examen con flexión lateral derecha e izquierda, comprobando así el estado de
flexibilidad de la columna y la rigidez de las curvas estructurales.
Durante el examen neurológico, puede comprobarse alteraciones de la sensibilidad,
parálisis motoras, atróficas, etc.
Esta alteración es común en los escolares que adoptan posiciones incorrectas al escribir y
al estar de pie.
Cifosis vertebral
La cifosis vertebral, es el aumento patológico de la curvatura dorsolumbar de la columna, lo
cual ocasiona una prominencia vertebral posterior localizada generalmente en la duodécima
vértebra dorsal.
Las cifosis pueden ser congénitas o adquiridas.
Las congénitas son producidas durante el embarazo por enfermedades como
condrodistrofias y malformaciones vertebrales congénitas. Las adquiridas, se deben,
generalmente a fracturas vertebrales en flexión con comprensión del cuerpo vertebral y a
padecimiento de otras enfermedades como la neurofibromatosis.
Lordosis
La columna vertebral, vista de lado, presenta cuatro curvas angulares fisiológicas: la
cervical, la dorsal, la lumbosacra y la sacra.
Se define como lordosis, el aumento patológico de la curvatura fisiológica lumbar y de la
cervical.
La lordosis, es raramente encontrada en la curvatura dorsal. Puede ser congénita o
adquirida, y presentarse en diferentes afecciones como son: la luxación bilateral congénita
de la cadera, la paraplejia infantil, la poliomielitis, la parálisis cerebral espástica, las
fracturas y luxaciones de raquis, tumores óseos, infecciones vertebrales, y en algunas
condiciones fisiológicas como el embarazo.
Afectaciones neuromusculares
Para la realización del movimiento y el mantenimiento de la postura se necesitan
condiciones motoras que son el tono muscular, la fuerza muscular y el reflejo muscular, todo
ello dirigido y controlado por el Sistema Nervioso Central.
Entendemos por tono muscular la semicontracción permanente en que se encuentran los
músculos aun en ausencia de actividad contráctil.
La fuerza muscular está en dependencia de la sección transversal del músculo y la
determina el número de fibras musculares y su grosor, por lo que la fuerza total de un
músculo es la suma de las fuerzas ejercidas por todas sus fibras.
El reflejo muscular es un fenómeno de estímulo respuesta, los estímulos son variados y la
respuesta constituye un movimiento muscular que capacita a la persona para afrontar las
circunstancias del medio circundante.
El tono y el reflejo pueden estar alterados por aumento, disminución o carencia.
Al aumento de la contracción muscular se le denomina hipertonía, en esta los músculos se
tornan tensos, rígidos, formando relieves y los movimientos son muy limitados.
Cuando disminuye el tono muscular estamos en presencia de la hipotonía, en este caso los
músculos se encuentran blandos y los movimientos pasivos se realizan sin ninguna
resistencia. Ambas afectaciones musculares forman parte de las denominadas distonías y
constituyen patologías del sistema extrapiramidal.
En lo referente a las alteraciones del reflejo tenemos la hiperreflexia, aumento de la
respuesta a los estímulos; la hiporreflexia que es lo contrario a lo anterior y la arreflexia que
es la ausencia de reflejos.
En el caso de que una persona presente hipertonía e hiperreflexia estamos ante una
espasticidad, trastorno del sistema piramidal que se caracteriza por hiperirritabilidad,
hipercontractiidad e hipertonicidad del músculo, que a su vez produce un desequilibrio en la
fuerza muscular. El músculo espástico reacciona a todo estímulo sin estar en
correspondencia con la intensidad de este, por
ejemplo, al realizar la exploración del reflejo rotuliano a una persona espástica, hay una
respuesta exagerada al estímulo.
En el músculo espástico se pone de manifiesto el fenómeno de la imitación, una extremidad
puede copiar los movimiento de la otra por ejemplo: al agarrar un objeto con la mano
derecha, la izquierda cerrará el puño como si tuviera un objeto agarrado. La mayor parte de
la dificultad de la persona espástica son las deformidades provocadas por el desequilibrio
muscular básico, ya que el no uso de algunos músculos y el excesivo empleo de otros
puede causar contracturas articulares y musculares.
Todo lo contrario sucede cuando se presenta una hipotonía e hiporreflexia, pues se
manifiesta la flacidez, donde el músculo se atrofia por falta de movimiento. La afectación
radica en las neuronas motoras del sistema nervioso segmentario.
También existen trastornos musculares relacionados con lesiones cerebelosas, entre ellos
tenemos la ataxia, afectación de la motilidad voluntaria caracterizada por la incoordinación
de los movimientos, sin parálisis. Hay pérdida del equilibrio, desviación del cuerpo y caída
hacia los lados durante la marcha, si la desviación del cuerpo no es tan marcada, la persona
anda como patinando, realizando movimientos desmesurado de miembros, cuello y cabeza
no siente bien el suelo bajo sus pies, le da igual que sea duro o acolchonado por lo que
tiene dificultades en la bipedestación y en la marcha, para compensar en cierta medida esta
inseguridad utiliza la visión para saber sobre que está parado o sobre que camina.
En caso de que la lesión cerebelosa sea unilateral, los trastornos atáxicos se observan
preferentemente en los miembros del mismo lado y si las afectaciones interesan el vermis y
ambos hemisferios del cerebelo la marcha es imposible. Este trastorno también puede ser
originado por afectaciones, en la médula espinal y en los conductos semicirculares.
La apraxia cinética proviene del griego y significa sin acción. Es la pérdida de la capacidad
de ejecutar movimientos voluntarios coordinados dirigidos hacia un fin determinado, sin que
exista parálisis, ni ataxia, ni perturbaciones del tono.
Se produce por lesiones de la corteza cerebral en las regiones post centrales del hemisferio
izquierdo y se manifiesta principalmente en la mano contralateral. También puede afectar
los músculos del lenguaje.
El temblor es una serie de movimientos oscilatorios, relativamente rítmicos e involuntarios
de una parte del cuerpo. En personas sin ningún tipo de afectación del sistema nervioso
existe un temblor fisiológico de escasa amplitud que pasa inadvertido.
Se conoce que según la relación del temblor con la actividad motora voluntaria, se clasifica
este, así tenemos temblor estático cuando el miembro permanece en reposo, temblor
postural o de suspensión durante una postura sostenida (Ejemplo extensión de los brazos
delante del cuerpo) y temblor intencional, cuando se realiza un movimiento dirigido hacia un
objetivo.
Los temblores se presentan en enfermedades del cerebelo, sistema extrapiramidal, en el
Mal de Parkinson, en la ansiedad, en la fatiga y en los alcohólicos.
Los movimientos coreicos, son desordenados, asincrónicos, arrítmicos y muy irregulares y
afectan indistintamente a la cara y al tronco. Constituyen movimientos anormales
espontáneos que tienen su causa en trastornos del sistema motor extrapiramidal.
El hemibalismo se manifiesta como un movimiento violento, compulsivo, afecta
principalmente las extremidades.
La atetosis, término que proviene del griego y significa: sin posición fija. Se caracteriza por
movimientos involuntarios continuos, ondulantes e incoordinados de las extremidades, que
pueden tener cierto grado de espasticidad. Los movimientos se distinguen por su amplitud y
lentitud, las partes afectadas no se mantienen en posición fija, sino en posición anormal
persistente. La atetosis puede ser unilateral o bilateral y desaparece durante el sueño.
A nivel de la cara las manifestaciones de la atetosis se deben a afectaciones en la rama
inferior del nervio facial, provocando fascies excesivamente cambiantes, con mímicas de
risa, asombro, ansiedad. La lengua tiene
movimientos descontrolados, se tuerce y rueda, lo que trae dificultades en el habla y en la
deglución.
Estos movimientos anormales, son consecuencia de lesiones en los ganglios basales del
encéfalo, que son los encargados de coordinar los impulsos nerviosos y al estar lesionados
se produce la transmisión fortuita de todos los impulsos corticales, apareciendo
movimientos excesivos e indeseables.
El temblor, la atetosis, la corea y el hemibalismo tienen más rasgos semejantes que
diferentes, como analizaremos a continuación:
- La amplitud y frecuencia de los movimientos es variada.
- La repetición de los movimientos se efectúa en secuencia inmediata y retardada.
- Son parecidas las variaciones en la duración de los movimientos aislados.
- Son movimientos involuntarios anormales, debido a alteraciones en el sistema
extrapiramidal.
La corea y el hemibalismo están asociados con grados variables de hipotonía. Para la vida
orgánica de cualquier músculo es muy importante la nutrición y la respiración a través de los
vasos sanguíneos y también la inervación lo que le permite recibir la información necesaria
para efectuar el movimiento, un órgano muscular privado de esto presenta manifestaciones
degenerativas variables. Una lesión a nivel de la placa motora, de los nervios periféricos, de
la médula espinal o en los núcleos de origen de los pares craneales puede afectar la
conducción del impulso nervioso hasta el músculo y producirse la distrofia, la hipertrofia y la
atrofia en el mismo.
La distrofia muscular se caracteriza por una degeneración creciente del músculo
esquelético, donde progresivamente aumenta la debilidad y disminuye la funcionalidad y la
masa muscular, hasta que la persona queda incapacitada para moverse. La causa es de
origen genético, pero aún se desconocen los mecanismos bioquímicos causantes de la
degeneración muscular.
Existen varias formas clínicas en que puede presentarse esta enfermedad que se
diferencian unas a otras según el patrón de transmisión hereditaria, por la edad de inicio de
la enfermedad y la distribución de los grupos musculares afectados. La más frecuente es la
que se caracteriza por el compromiso de los músculos faciales y de los miembros
superiores y en la infancia es común la distrofia muscular deDuchenne que se presenta en
una incidencia de 1 en 3300 varones nacidos, porque la enfermedad sigue un patrón de
herencia ligada al sexo. Cuando la enfermedad se manifiesta tempranamente el niño tiene
pocos movimientos, camina contorneándose, tiene dificultades para levantarse del suelo,
subir escalera, levantar los brazos, cerrar y mover los ojos, silbar, tragar y soplar. También
los músculos se deforman y engrosan.
En la atrofia muscular disminuye el volumen muscular, por la falta de uso del mismo o por
su deficiente utilización registrándose contracciones muy débiles.
Cuando se producen esfuerzos repetidos y sostenidos en los músculos, aumenta el
volumen de las fibras musculares y estamos en presencia de la hipertrofia, que puede
observarse en personas que realizan ejercicios físicos sistemáticamente y el volumen del
músculo aumenta a simple vista, por ejemplo en los pesistas.
Muchos de los síntomas antes mencionados pueden presentarse en la parálisis cerebral y
en la disartria, entre otras afectaciones, que con frecuencia son causa de necesidades
educativas especiales asociadas a discapacidad físico-motora.
Tareas de aprendizaje
1-Analice detenidamente el siguiente planteamiento:
“El sistema osteomuscular está integrado por tres tipos de estructuras que se agrupan para
realizar funciones comunes y que por diferentes causas pueden alterarse”. Responda:
a) ¿Cuáles son los tres tipos de estructuras que componen este sistema de órganos?
b) Explique tres funciones de este sistema de órganos.
c) Elabore una situación de la práctica escolar donde se evidencien las consecuencias de
uno de los trastornos que afectan este sistema de órganos.
2-El sistema osteomuscular es un importante sistema de órganos del organismo humano,
acerca del mismo responda:
a) ¿Cómo ocurre la regulación nerviosa de las funciones de este sistema?
b) Mencione tres trastornos de este sistema que se presentan en los escolares y el papel
del maestro en su prevención.
3- Durante la edad escolar es muy frecuente la presencia de alteraciones patológicas de la
columna vertebral.
a) Explique cuáles son estas deformaciones.
b) ¿Qué consecuencias pueden traer a los escolares?
c) Mencione tres medidas higiénicas a tomar para la prevención de estas deformaciones.

También podría gustarte