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ARANTXA GARFELLA ESPARZA

AINARA DÍAZ ALDEA

COMENTARIO DE TEXTO: “TRES SOMBREROS DE COPA”- MIGUEL MIHURA

Nos encontramos con un texto perteneciente al ámbito literario. En cuanto a su

localización, este fragmento pertenece a la obra de teatro “Tres sombreros de

copa” del autor Miguel Mihura. Este fue representante social de la comedia social

de la comedia del s. XX.

El tema que propicia la coherencia del texto y es el mismo que está presente en

toda la comedía es el conformismo, así como la ignorancia y poca motivación

frente al aprendizaje.

Además, la constante referencia a las “lucecitas”, trae de forma inminente a la

mente la época de las luces, “la ilustración”, época en la que predominó la lucha

por combatir la ignorancia y otorgar la relevancia merecida al conocimiento.

En esta escena entran Dinosio y Don Rosario en una habitación y discuten sobre

las lucecitas dónde Dinosio le lleva la contraria a Don Rosario diciéndole que no

ve ningunas lucecitas.

El fragmento seleccionado de esta obra teatral está estructurado externamente

en forma de diálogo. La forma de diálogo es coloquio puesto que este fragmento

está extraído de un texto teatral en el que Dinosio y Don Rosario discuten.

Además, discuten durante la escena de forma que se intercalan acotaciones.

En cuanto a la estructura interna, esta escena se puede dividir en tres partes:


En la primera parte, de la línea 5 a la 11 observamos la descripción del lugar.

En la segunda parte, entre las líneas 12 y 27 se presentan las dos perspectivas,

la ignorancia y el conformismo.

Y por último, en la tercera parte, de la línea 28 a la 42 se observa la actitud

conformista de Don Rosario.

• RECURSOS

El autor emplea distintos recursos literarios a lo largo de la obra para expresar el

mensaje oculto en la obra.

En primer lugar, desde el campo pragmático se observa un claro contraste entre

los dos personajes que intervienen en la escena.

Por un lado, las oraciones de Don Rosario son en su mayoría de función

expresiva, es decir, muestran el mundo desde los ojos del personaje y su criterio,

dejando la objetividad de lado.

Esto puede observarse en citas como la siguiente: “Es la mejor habitación, don

Dionisio. Y la más sana” (l.8)

Por el contrario, Dionisio, quien no solo llama la atención por su nombre, referido

a el antiguo dios griego representante del vino, la diversión y el teatro; sino

también porque en sus intervenciones predomina la función referencial, es decir,

la objetividad predomina en este personaje.

Esto puede observarse en la siguiente cita: “Pues yo creo que una de ellas es roja.

La de la izquierda” (l.23)
Este contraste representa a la perfección el tema del fragmento, representando

Don Rosario el conformismo y la poca ilusión por el aprendizaje, lo que también

se observa en el siguiente fragmento: “Yo, a causa de mi débil vista no las he

visto nunca. Esto me lo dejó dicho mi papá” (l.29-30). Y, por el contrario, Dionisio,

mostrando un punto de vista objetivo, crítico con la realidad que presenta Don

Rosario, lo que se observa en la siguiente cita: “Pues hay una roja, yo se lo

aseguro” (l.32).

Por otro lado, desde el plano fónico se observa otro elemento que ayuda a

caracterizar la obra como humorística: la aliteración de la letra “s”.

Esta letra es empleada en prácticamente todas las intervenciones en múltiples

ocasiones dando un tono gracioso al discurso: “DON ROSARIO- Para usted don

Dioniso. Aquí en esta habitación le hemos puesto el equipaje” (l.5)

“DIONISO- “Pero ¿usted no las ve?” (l.27).

“DON ROSARIO- Entonces, desde mañana, les diré a mis huéspedes que ven tres

lucecitas” (l. 33).

A su vez, desde el plano léxico semántico se observan una serie de metáforas

que desvelan información relevante sobre el contexto de la obra, y que una vez

más remiten a la idea del conformismo y la ignorancia, lo que dicho de otra forma

podría definirse como “tener pocas luces”.

Primeramente, la metáfora de la “vaca gorda” que se ve a través de la ventana y

que se afirma se está comiendo la “montaña”. La vaca gorda suele representar

época de abundancia y prosperidad económica, lo que coincide con el contexto


en el que la obra fue escrita, los años 50 del s. XX, cuando España comienza a

revitalizarse económicamente de la posguerra.

A su vez la “montaña” resulta otra metáfora, que hace alusión a como ese dinero,

esa economía próspera, termina con todo conocimiento, dando paso al

conformismo, la indiferencia y la ignorancia.

Además, las “lucecitas”, no son más que otra clara alusión a ese conformismo,

pues como puede observarse en el fragmento Don Rosario no trata de averiguar

si las luces son realmente como su padre le dijo, simplemente cree las palabras

de este y evade cualquier indicio de pensamiento crítico y cuestionamiento a

esta afirmación.

• TEORÍA LITERARIA

Durante el análisis literario del texto, se ha llegado a conclusiones que permiten

relacionar la obra con la teoría literaria del estructuralismo. Esta busca definir y

describir las funciones del lenguaje en la sociedad además de afirmar como todas

las manifestaciones de la cultura se crean dentro de estructuras sociales

complejas y se componen de signos que representan dichas estructuras

subyacentes.

Durante el análisis del campo pragmático se ha explicado las dos posturas

representadas por Don Rosario y Dioniso, según la función del lenguaje

empleada por estos.

Por otro lado, las metáforas empleadas apelan de forma directa al contexto de

la época, pues como también ha sido ya comentado la referencia a la “vaca


gorda” no es más que una alusión a la incipiente mejoría económica que España

empezaba a experimentar en esa época tras haber superado la posguerra.

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