Está en la página 1de 376

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA

PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 00060-2017-0-1817-SP-CO-01
La falta de pronunciamiento por parte del
Resolución N° 05
Tribunal Arbitral sobre una cuestión, cuyo
Miraflores, nueve de mayo análisis se reservaron para el momento de
de dos mil diecisiete.- laudar, ocasiona la nulidad del laudo arbitral
por afectación al derecho de motivación.

VISTOS:

Interviniendo como ponente el Juez superior Díaz Vallejos. Con las


copias certificadas del expediente arbitral que se tiene a la vista. Viene
para resolver el recurso de anulación interpuesto contra el laudo arbitral
contenido en la resolución arbitral N° 66 de fecha 27 de septiembre de
2016, respecto al primer, segundo y tercer puntos resolutivos, y contra la
resolución arbitral N° 70 de fecha 11 de noviembre de 2016, en cuanto al
segundo punto resolutivo de la rectificatoria, emitido por el Tribunal
Arbitral conformado por los árbitros José Talavera Herrera, Guillermo
Málaga Castillo e Iván Casiano Lossio; y.--------------------------------------------

RESULTA DE AUTOS:

1. Del recurso de anulación: Por escrito de fojas 64 a 87, subsanado


mediante escrito de fojas 114 a 115, el GOBIERNO REGIONAL DEL
CALLAO [ en adelante la Entidad] interpone recurso de anulación de
laudo arbitral contra la empresa MASEDI CONTRATISTAS
GENERALES S.A.C. [en adelante la Contratista], invocando la causal

1
contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63 del Decreto
Legislativo N° 1071, solicitando se declare la nuli dad del laudo
contenido en la resolución arbitral N° 66 de fecha 27 de septiembre de
2016, y contra la resolución N° 70 de fecha 11 de n oviembre de 2016
que declara improcedentes los recursos de interpretación e integración
de laudo arbitral, exponiendo sustancialmente lo siguiente:
1.1 El Tribunal Arbitral en la página veintisiete consigna que el
Colegiado Arbitral se reserva el pronunciamiento sobre el
supuesto de fuerza mayor, para que lo haga en el
pronunciamiento de fondo [empero, no se pronunció], asimismo
dentro de las actuaciones arbitrales se formuló oportuna y
válidamente dentro del plazo de ley, una oposición planteada por
el Hospital San José, como se hace constar en la página treinta y
cinco [considerando ciento dos], sin embargo, tampoco se
encuentra argumento o fundamento sobre la misma o
razonamiento alguno para no emitir pronunciamiento conforme a
lo ordenado en la secuela del proceso; lo que en su momento fue
comunicado al Tribunal Arbitral para que proceda a la
rectificación, interpretación e integración, pero no fue amparado
en este extremo, contraviniéndose de esta manera: i) las propias
actuaciones arbitrales, ii) el principio de congruencia, y iii) las
reglas de la lógica, al transgredirse el principio lógico de no
contradicción, razón por la cual, acude al órgano jurisdiccional
para que mediante sentencia mande reponer la causa y ordene
que los señores árbitros se pronuncien conforme a ley.
1.2 El Colegiado Arbitral al momento de emitir la resolución de fondo,
no ha recordado todas y cada una de las actuaciones que se
hicieron con su intervención, afectándose el Principio de
Inmediación Procesal, tanto más, si para expedirse el laudo
arbitral se tuvo que revisar las actuaciones del expediente
arbitral, no obstante ello, causa extrañeza que no haga referencia
a la causal resolutoria por haberse acumulado el máximo de

2
penalidad, máxime si, contraviniéndose lo actuado subsume y
encuadra la hipótesis fáctica de la controversia en una norma que
no corresponde, ni ha sido invocada por las partes, vulnerándose
los principios de la lógica procesal, conforme pasamos a
demostrar en forma puntual y específica.
1.3 A pesar de haber hecho notar al Colegiado Arbitral que, en el
laudo cuestionado [resolución N° 66] no existe fund amentación,
análisis ni argumento válido alguno, que desarrolle o discierna
porqué no se debe resolver el contrato por la acumulación del
máximo de penalidad [que se aplica en forma automática], que
superó ampliamente el máximo legal, o porqué comprende la
controversia en norma distinta a la utilizada durante la ejecución
contractual, mediante su escrito número seis de fecha 19 de
octubre del año próximo pasado, al dictarse la resolución N° 70
del 11 de noviembre de 2016, se ratificaron o corroboraron los
mismos vicios, pues, no ha sido atendido, lo que les causa
agravio y contraviene el principio del debido proceso.
1.4 Abundando en fundamentos que demuestran la grave afectación
del debido proceso y el derecho a obtener una resolución
fundada en el derecho, se presentó dentro de los plazos
señalados en las reglas del arbitraje, el escrito de la entidad
pidiendo al Tribunal Arbitral revise su decisión y la adecúe al
Principio de Congruencia, es decir, que exista perfecta
correspondencia entre lo que se ha solicitado al Tribunal Arbitral y
lo que éste ha resuelto, conforme acreditaron y demostraron con
la fotocopia de su escrito N° 06 de fecha 19 de oct ubre de 2016,
se ha persistido en la vulneración; por lo que acuden al órgano
jurisdiccional para que mediante sentencia disponga la
preeminencia de sus derechos, solicitando se sirva declarar
fundada la demanda.
1.5 El raciocinio del Tribunal Arbitral es subjetivo y alejado de la
realidad, cuando sostiene “cree que debe especificarse el

3
incumplimiento” [véase el numeral o punto 151 del laudo], que no
se condice con tener literal del artículo 168 del Reglamento de la
Ley de Contrataciones del Estado, por lo que también debe
efectuarse control formal de sus premisas por el Órgano
Jurisdiccional, pues se ha contravenido el texto expreso de la
Ley, lo que le causa agravio al no sustentar o motivar la decisión
plasmada en el laudo, indicándose la forma como se llegó a tal
conclusión, postrándonos en indefensión.
1.6 En el caso de la aplicación de penalidades, estimó la sede arbitral
que no se había llegado al máximo de Ley, sin embargo no ha
explicitado su raciocinio, se contraviene el principio lógico de no
contradicción, pues, mientras que el Tribunal Arbitral admite por
un lado que hay penalidades que cobrar [véase el punto 170 del
laudo] y que no llegan al máximo, como aduce en el numeral 178
del laudo, si esto es verdad entonces por qué no lo descontó de
la liquidación del contrato presentada por el contratista, siendo
contradictorio que lo apruebe sin los descuentos respectivos por
las penalidades, coligiéndose así que no están frente a una
liquidación realizada conforme a Ley [sustento de la observación
a dicha liquidación de contrato de obra]. Más todavía, que se ha
afectado ostensiblemente su derecho al no haberse pronunciado
por la excepción de caducidad, la que no mereció atención en
sede arbitral.
1.7 Los demandados contravinieron lo solicitado o planteado en sede
arbitral por las partes procesales, no acoge o se pronuncia por su
expresa petición de aplicarse las normas imperativas sobre los
términos del contrato previsto por las partes, porque dichos
acuerdos dispositivos son contrarios a la legislación vigente y
aplicable, hecho imputable a la parte demandada, pues se
olvidaron de apreciar que por imperio de lo normado en el artículo
5 de la Ley de Contrataciones del Estado: las normas sobre
contrataciones con el Estado son imperativas, en consecuencia,

4
priman sobre cualquier otra disposición incluso las particulares o
establecidas por las partes [caso de las cláusulas del contrato],
que más aún, contraviene el orden de prelación en la aplicación
de las normas previsto y señalado en la Ley y el Reglamento de
la Ley de Contrataciones del Estado, negándole el derecho a la
Tutela Jurisdiccional Efectiva.
1.8 Estando a los fundamentos expuestos, queda plenamente
demostrado que al expedirse el laudo arbitral cuestionado así
como la rectificación, interpretación e integración, se ha incurrido
en vicio al no respetarse la vigencia de la Ley de Contrataciones
del Estado y su Reglamento, así como la imperatividad de la
misma, como tampoco se ha observado la validez y eficacia de la
Ley, más todavía, si no están acreditados en autos los hechos
que se asumen como válidos [estando improbados los tienen
como verdaderos], lo que causa afectación de su derecho
constitucional al debido proceso, a la Tutela Procesal Efectiva,
Derecho de Defensa; por lo tanto, los actuados deben ser
reevaluados por la Sala Especializada .

2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 02 de fecha 24 de


febrero de 2017 obrante de fojas 116 a 118, se admitió a trámite el
presente recurso de anulación y se corrió traslado a la parte demandada
Masedi Contratistas Generales S.A.C. --------------------------------------------

3. Absolución del traslado: Por escrito de fecha 31 de marzo de 2017


obrante de fojas 132 a 137 la empresa Masedi Contratistas Generales
S.A.C. absuelve el traslado, señalando básicamente lo siguiente:

3.1 El demandante en realidad lo que pretende es cuestionar la


razonabilidad con que los árbitros han analizado y valorado los
hechos y medios probatorios respecto de la causal resolutoria
invocada por la Entidad para resolver el contrato por acumulación
del máximo de la penalidad.

5
3.2 El Tribunal Arbitral ha realizado un exhaustivo análisis de las
diversas pruebas aportadas por las partes de acuerdo a la
libertad de valoración y fijado como criterio que justifica su
decisión que la Entidad aplicó incorrectamente los presupuestos
contenidos en el artículo 165 del Reglamento de la Ley de
Contrataciones del Estado, pues, para resolver el contrato sin
efectuar intimación previa, calculó el máximo de penalidad sobre
el monto contractual primigenio y no sobre el monto contractual
vigente.
3.3 Lo argumentado por el demandante no se subsume a la causal
de anulación prevista en el literal b) del numeral 2 del artículo 63
del Decreto Legislativo N° 1071, dado que efectúa
cuestionamientos de fondo, es decir, sobre el tema que fue
materia de laudo, no resultando adecuado que a través del
recurso de anulación se realice un estudio de los fundamentos
fácticos y jurídicos de las partes, intentándose que se cuestione
la decisión del Tribunal Arbitral.
3.4 Como puede verse, de lo expuesto en el análisis de los puntos
controvertidos del laudo y de los considerandos que motivan la
resolución N° 70 los árbitros han expresado los fun damentos de
hecho y los fundamentos jurídicos que sustentan su decisión,
arribando a la conclusión razonada [analizando cada una de las
pretensiones del contratista reflejados en los puntos
controvertidos, así como en los argumentos sustentados por la
entidad], de que la entidad no calculó el máximo de penalidad
como causal de resolución de contrato, sobre la base del monto
contractual vigente.
3.5 Para que proceda la causal de anulación invocada por la defensa
de la entidad sobre la afectación al derecho de defensa contenida
en el inciso b del numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo
N° 1071, es necesario que el afectado acredite la e xistencia de
un estado de indefensión para su procedencia, entendida la

6
indefensión como aquella situación procesal en la que la parte se
ve limitada o despojada por el órgano jurisdiccional de los medios
de defensa que le corresponden en el desarrollo del proceso,
toda vez que, el derecho de defensa es aquello que le asiste a
una persona de poder apersonarse al proceso, contestar y
contradecir los hechos que se le imputan, probarlos y alegar e
impugnar las actuaciones jurisdiccionales que considere lesivas.
3.6 De la revisión de los actuados en el expediente arbitral no se
advierte afectación alguna al derecho de defensa de la parte
recurrente por cuanto presentó su escrito de contestación de
demanda [sin reconvenir], los medios probatorios ofrecidos fueron
admitidos y actuados, los recursos formulados contra las
decisiones arbitrales fueron admitidos y resueltos, los escritos y
alegatos fueron admitidos e incluso se le concedió el uso de la
palabra a los representantes de la Procuraduría Pública para que
formulen sus argumentos en la audiencia de ilustración, de
sustentación de pericia e informes finales. Asimismo, se advierte
que interpuso recurso de rectificación, interpretación e integración
de laudo, el mismo que fue resuelto mediante resolución N° 70,
declarándolos improcedentes. Así, no existe razón para amparar
la pretensión demandada, sobre todo si lo que en el fondo
pretende el demandante es cuestionar el razonamiento lógico
jurídico efectuado por el Tribunal Arbitral al momento de laudar,
situación que no corresponde ser discutida en este proceso, de
conformidad con el inciso 2 del artículo 62 del Decreto Legislativo
que norma el arbitraje.

4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista


de la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en autos,
estos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, --------------------------

7
CONSIDERANDO:
PRIMERO: Antes de resolver, es necesario señalar que la Entidad
demanda la nulidad del laudo arbitral contenido en la resolución N° 66 de
fecha 17 de diciembre de 2014 [respecto del primer, segundo y tercer
puntos resolutivos] y la nulidad de la resolución N° 70 de fecha 11 de
noviembre de 2016 [en cuanto al segundo punto resolutivo] que declaró
improcedente los recursos de interpretación e integración del laudo
arbitral. Al respecto, debemos precisar que el inciso 2 del artículo 58 de la
Ley de Arbitraje señala que: “La rectificación, interpretación, integración y
exclusión formará parte del laudo.”. En tal sentido, dado que la resolución
arbitral N° 70 se pronuncia sobre los pedidos de in terpretación e
integración, es evidente que forma parte integrante del laudo arbitral
materia de anulación; por tal motivo, no es válido impugnar el laudo arbitral
y dicha resolución como si fueran totalmente distintas, bastando entonces
hacer referencia únicamente al laudo arbitral expedido y pronunciarnos
sobre la validez del mismo. ---------------------------------------------------------------

SEGUNDO: El mecanismo de impugnación jurisdiccional del laudo arbitral


[recurso de anulación de laudo arbitral] es fundamental para garantizar la
seguridad del laudo, confiriendo a este órgano revisor la facultad de
controlar a posteriori cuestiones como son la actuación de los árbitros,
respecto de la regularidad procesal de la causa o, si se quiere, dicho de
otra forma, un control de la actuación de los árbitros in procedendo. “La
regla de base es la imposibilidad de una intervención revisora del
laudo por parte de la autoridad judicial en cuanto al fondo (meritum
causae) y respecto a los eventuales errores in indicando; las
decisiones de los árbitros están exentas de una censura ulterior en lo
concerniente a la manera de apreciar los hechos o las pruebas, a la
interpretación del Derecho material o a los extremos que han conducido a
un determinado razonamiento jurídico. La singularidad que reviste
obedece al hecho de que el juez no revisa las cuestiones de fondo

8
que contenga el laudo, sino únicamente procede al control sobre la
legalidad de las formas predispuestas.”1 (Resaltado nuestro). --------------

TERCERO: En relación a los límites del órgano jurisdiccional con motivo


de la interposición del recurso de anulación, el artículo 62 del Decreto
Legislativo N° 1071 establece: “1. Contra el laudo sólo podrá
interponerse recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de
impugnación del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las
causales taxativamente establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se
resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el
contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o
interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.” (Subrayado es
nuestro); coligiéndose que el segundo numeral de esta disposición
prohíbe al órgano jurisdiccional examinar y evaluar los criterios,
motivaciones e interpretaciones expuestos por los árbitros. -------------------

CUARTO: En el presente caso, el recurso de anulación de laudo arbitral se


sustenta en la causal contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63
de la Ley de Arbitraje; es decir: “b. Que una de las partes no ha sido
debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones
arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.”.
Al respecto, el artículo 63 numeral 2 de la acotada Ley, señala: “Las
causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este artículo
sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su momento
ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueron desestimadas.”;
asimismo, el inciso 7 establece que: “No procede la anulación del laudo si la
causal que se invoca ha podido ser subsanada mediante rectificación,
interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no cumplió
con solicitarlos.”; en tal sentido, corresponde verificar si respecto de los
argumentos formulados se ha cumplido con efectuar el reclamo previo
conforme lo señalado. ---------------------------------------------------------------------
1
FERNÁNDEZ R OZAS, José Carlos. Tratado del Arbitraje Comercial en América Latina. Volumen II. Iustel,
Madrid, 2008, p.1096.

9
QUINTO: Es pertinente reiterar lo establecido por esta Sala Superior en la
sentencia recaída en el expediente N° 365-2015: “(…) los problemas de
motivación no pueden superarse ni corregirse con los recursos post laudo que
prevé la Ley de Arbitraje, es decir, mediante rectificación, interpretación,
integración o exclusión. Pero si la parte agraviada opta por presentar post laudo
alguno de los recursos que contempla la Ley de Arbitraje, debe alegar la
vulneración de sus derechos constitucionales en ese recurso post laudo, o en
todo caso debe hacer la reserva de que tales alegaciones los hará en el recurso
de anulación al no ser idóneo para tal propósito ninguno de los recursos que
prevé la Ley de Arbitraje. (…). Asumir lo contrario, es decir, que debe aceptarse la
procedencia del recurso de anulación por afectación de derechos
constitucionales, aun cuando se haya presentado en sede arbitral un recurso post
laudo sin contener los argumentos o la protesta del recurso de anulación,
importaría en el fondo, extender el plazo de la ley de arbitraje para presentar el
recurso de anulación, alternativa que este colegiado no comparte. Ahora bien, si
el agraviado opta por acudir de modo directo al Poder Judicial vía recurso de
anulación, sin presentar en sede arbitral ningún recurso post laudo, es claro que
en ese supuesto no corresponde exigir el cumplimiento de las reglas del reclamo
previo que contempla el numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, por no
existir un recurso idóneo para superar los problemas del laudo violatorio de
derechos constitucionales. Pero si la parte agraviada decide presentar un recurso
post laudo en sede arbitral, como ya se dijo, debe protestar en ese recurso por la
vulneración de sus derechos constitucionales. Con ello, no consiente el agravio, y
además, conserva el plazo para presentar en forma oportuna el recurso de
anulación, el mismo que se computa desde la notificación de la resolución que
resuelve el citado recurso post laudo. (…).”; advirtiéndose en el presente caso,
que la Entidad recurrente formuló ante el Tribunal Arbitral solicitud de
rectificación, interpretación e integración de laudo, conforme a los
siguientes términos:

10
Expodfonte Arblt'f"o ~:

<:, ecfg A rblfrg l Jr. Huóscor N º 1 539 C>f . 303


J~$ÚS María - limo
Secretari o Juan Ologo Gushlken D oy
TRIUUNAL A.ttUITRAL
JEMPL.a.A NO CONFnOWTAOO CON EL ORlGINAt.. por MAS E D I
Hor•:"\.:..;;>:~.rx.T." Seguido
~.•. J ..\.~.."">...
, ~.~,,, •. ¡.'.\.'( C oso Arbltral
R.ll<_C::IlBl lX>O CONTRA1.IS TA S G ENERALES S.A.C. co n e l H ospltol
San José - Cc:altco.
E sc rito : 06 - 2016
~gdsrno

Sumlll g : LO QUE IN DICA.

AL SEf:;OR PRES I DENTE DEL TRIBUNAL ARBITRAL.

REGIONAL DEL CALLAO.


GOBIERNO
debidornen te r"Opresen t odo por su Procurador

Públi co Regi onal ROBERTO MELENDEZ AREVALO,


en los seg vid os por lo ompreso .N"\ASED I
CONTRATIS TAS GENERALES S.A.C. con e l
HOSPITAL SAN JOSE. sobre ARBITRAJE DE
DERECHO; Cl Ud. rcspc1uoso rnente nos
p resen1omos y doc:im os:

1 - P E T 1 I O R 1 O:
sido no t ific::odos con lo
Que .. hobiendo
Nº 66 de f ec:: lla 27 de setio mbr"e de 20 1 6.. on nueSlr"o
Reso luci ón
domicilio procosa l e l día vcin11ocho d e dicho n""IOS y c::11""to, den1r"O del
plazo prev1sto por Lo-y y de conform1da cf o lo R e gla 37 del Art:>i t roje
de 201 3 que
con t enido en el Acto efe lnstoloc::ión da fecho OS de ablil
inter"poner
r1ge éste coso arbitral. ocuclimos on1e e t Tribunol ArbJtrol poro
lo rnlsmo recurso do RECTIFICAC ION. I NTERPRETA CION o
centro

INTEGRACI O N. el c ual previo los trómit e s d e Ley servi16 on-.por or.

teniéndose en consid e ración l o s fundame ntos siguientes:

11 - FUNDAMEN TOS DE HECHO;

PRIMERO. - Lo mo tivación de los resolucione s judiciales es uno


de lo func i ón y como tal en
jurisdiccion al nuestro
gorontío
ordenam ien t o se encuentro regu lado por e l Arifcu lo 139 Inc iso 5 de l o
Cons titución Político del Estado. debidamen te concordad o con e l
Artículo l 2 de lo Ley Orgánico del Poder Judicial. Artículo l 22 inciso
3

del Código Procesal Civil y Artículo 56 inciso l del Decreto Legislativo


.
l 071. de es to manero. uno motivaci ón importo l o justificación lógico
y
razonado y con form o o l os normas constituc ionales y l ego l os vigentes
tados
aplicables. osf como con arreglo o los hechos y petitorio p r esen
por los portes del proceso. en consecuen c ia, uno moti vación
o
adecuado y suficiente comprond eró tonto lo mo t ivación de hecho
fóc tico en l o que necesariam ente deben est abl ecerse los hechos

probaos y no p robados, medionte lo valoración conjunto y razonada


de los pruebas al proceso. subsumiénd olos en los
incorporad os
supuestos fócticos de lo norma. co mo ro motivación de derecho o "de

i ure" e n · l o que se selecciono l o norma jurídico pertin ente y se efectúo


uno adecuado 11-.terpretoción de lo mismo.

SEGUNpO.- Eso debido motivación que requiere un raudo debe


de lo
ser ordenado, fluido. l ógico. es decir. debe observar los principios
ar los errores "in cog itondo". esto es lo contradicc ión o lo
l ógico y evit
fa l to de logicidod e ntre los consideran dos de lo resolución y los artículos
e l
de ro porte resolutivo o follo. lo que en este coso pun tual. constituye
sustento de nuestro petitorio. con forme posaremos o desarrollar.
TERC E RO - Al respecto nuest ro móxirno intérprete de lo

constitució n . tuvo lo oportunida d de emitir lo sen t encio del " Coso

11
Llo n-. ojo"' e n e l E x pec::lion t e 00728 2008-P H C/TC: (Clue pu ~de ve rs<°" o n su
w eb) . d o n d e c-n s u Functomonte> .Ju d e H c..o s. se osto b l e c i e 1o n l os
p ó g in a
d iv ersos supues f os ~uo p u e d o n p r-o s e n "t Or"SO r es p ec t o o é s te d e• ec: h o
r u nc::larnenio l . q u e 1:::>oro m ej e>r c:::om pr o nsié>n tro n s cTibirT"l OS 111 e-rolm o n
·t e:

" E l c::h3rec:: h o o 10 d e b i d o ,..,....oti v o c l ó n d e to s r"ese>l u c i o n as


j u d lc: l o l es es una g o r o n lfa del j us tl c:la bl ec t,-a.n t o a la

o r b i t r o r i e d o d Juctic iot y g o r o n -ti70 q u o l os r-esotu c:i ones n o so

e nc u etn fren jus t i fi c ad os on el me,.o c a p r ic h o de l os

mog i s trodos. sino en ciotos obje tiv os: q ue proporciono e l


o r de n a m i e nt o judc::lic::o o t os que se d erivan CIOI caso. Sin

e mborgo. n o todo ni c:: u o l q v l e r e rror t.3' r"" e 1 que

e v e n 1 u olmen1et Incurro uno resolu c fón judi c::i o l c:.onsti-tuyo

ou t o mótico m on t o lo vio la c i ó n d el c: o n t e n l d o
c::ons titu cionalrTio n t e pr-o t e gi c:::lo d e l d o rec::ho a l o me>t ivac::i ó n

d o fo s resolu c i ones judlc:iolos.


Asf. o n e l Expocfi e n f e N º 3943- 2006- PA/T C y o n t c.s e n e t v o t o

slngu l o r d e l os ,.,.,o g istrodos G o n z o l es O j e d o y A l v o C>rlon d inl


(Expocfie n1.e Nº 1744- 2005- PA/TC ) . est e C <>leg1ad o

C:onstl1ucion ol ho praic::Js o d o que el c:on1enJdo

c o n s tituc i o n a l m o n t e gorontizocfo d e os1e d e r ec h o Quedo

c::lelimltc:::ado .. e n t r o o tros .. e n l os siguien t es s u p u e s t os:


o ) ln ox.lst e.ru::lo d e n,otlvo c: l ó n o m o tiv a c i ó n opore.nfe.- Es1 6
fuero d o te>do d u d a q u e so v i o l o e l d e r e c h o a u n o decisi ó n
d e b i d o m e n te mo1ivodo c uando lo m o Uvo c:::i ó n es

in existente o c:u o n c l o l a m i s m o es sofe> a p o ro n t -o . en e t

sentido d e q u o '""º
do c u e nto d e l os rozon o s n""fnimos cau o
sus t e ntc:an la c::foc:isión o d o que no respo n do a los

o1ogoc:iones de tos portas Cfel p r oceso. o p o r q u e sol o


i n te n1o dar un c u r n p l l m l ente> t o rrnaf al m a n d a t o ..

ornporónc:Jos o o n freses s ir-. ningún sus t e nt o f 6 c ti c o o

jurídic o .

b) FaU·o d-e motivación in,.e rno d el roz.ono mle1., t o. - Lo f a i fa


rozonomien 1o (clefec: 1 os in~ e rn os
ele motivoc:ión inte r n o d e l
ele l a rn o tivo c: ió n) se pnesento e n u n o d o bl e d ir-n c nsión; p o r

un lc:iclo. c u a n do exi s h a i nvalidez el e u n a infe r onc::i o a pc:ir1ir

de los p r e misc:is q u e estc:ibloce previa m e n te e t .Juez e n su

d e c i sión; y , por o 1ro le>clo , c:: uc:inclo existe inc::oherer1c :io


nc:i rr,o ti vo. que o lo postre se p r esenta corno un disc urso

o b s olutorn e n t e c onfuso in c a p a z el e transmitir. c:le r-n o d o

c:oh e re n1 e . l os r·ozones en f e>s q u e so e>poy o l o d e ci sión. Se

1rotCJ. e n ·a m b os casos. ele i d e ntific a r e t ámbito

c o nstituciona l ele l o debidCJ m o t i v a c ión m e d i a n t e el control


ele los argumento s u1ilizc:idos e n l o d ec is i ó n a s u m i d o p o r el

.Juez o Tribunal: seo d e s d e l o perspe c tivo ele su correc:c:lón


l ógi co o d e s d e su c ohere n cia narrativo .
e ) Deflc: f enc:io s e- n la m o t i v a c i ó n extorna: justific a c i ó n d e las

premisos.- E l c o n trol el e lo m o t i v oc l ó n tam bién pue de

o u1 orizor lo a c t u a c ión del juez c o n s t i t u cional c uando las

premisos ele los q u e p o r t e e l .Juez n o h a n siclo c:onfrontc:id os


o o n o fizodos resp e c t o d e su volic:l ez fó c::t i c o o juríc::lic:o . Esto
o curre lo
por g e n e r o! e n l os cosos d ifíc iles, c orn o l os

lcl e ntific:o Dwork·in, es d ec ir, e n c:iquellos cosos clonc:l-e sue le

p r esen t o rse p r o b l o n-.os d e p r u e b as o d e interpre1CJc >ón ele


d i spos i ciones normofivas . Lo m o t i v a c i ó n se prese n t o e n es t e
c oso como uno p oro volic:l o r los· p re miscrs el e
g orontío los

q u e p a r te Tribunal e n sus d e ci s iones. S i u n Juez. a l


e l .Ju ez o
func:le>me n t o r su d e cisión: l ) h o estable ci d o t o e xi ste n c i a ele
un c::le>ño; 2 ) lue g o . h a l l e g a d o o lo c o nclusión ele q ue e l

daf"lo h a siclo c a u s o d o p o r "X", pero n o h a d o c l o rozones

sob r e l o vinc::ula c: i ó n d e l h e c h o c o n l o p a r t i c i p oc:jón ele "X "

e n tcil supueste>, e n to nces C>s t o r e m os a n t e u n o c:e>renc:io d e


justifica c i ó n ele l o premiso f ó c: tic:a y. e n c o n sec uenc::io. f o

12
f C"..-r m o l cie-1 ' o:z.onc:.n'" li a n t o y ciet to
oporen1o c orre c c tórt
cioc isiót'"l podrán ser enjuic::io dos p o r e t j u e z [ c: onst i h ..Jc:ionol]
on 10 j us tifl c o c i ó n extorno c:lot
p or uno d c fl c le r-i.ci-o
rozo n om ie n t' o ciot3 1 j uez.
H a y que: proc:isCJSr . e n es 1 e p u n t o y ª'""
1fn e o d e principio~ quG
oc:1uo c i ó n d e l
e l h ó b e o s c o r p u s n o pueciet r o e m p l o z o r l o
z o rciino r i o e n l o v o l oroc: i ó n d e t os m e d i o s d e p ru e b o ,
j ue
c::orro s p oncl o d e n -.odo exc:lu si·v o et és 1 a .
o c-1 i v i d o d q u e t e
el razonam i e nto o lo c::o r enc:ic::::. de
sino de c:o n t rol o r
r e s p ol d o r 0 1 v a l o r
c:.rgvme ntos c::c:::>ns1ituc ::ionoles ; b i e n pc:rrc:i
p r o bo torio q u e se l e c o n fie r e o cieterml nocios h e c h os; b i e n
n , porc:i r e s po t otor
trotónc:f ose d e p ro b l e mo s d e 1n 1o r p r e t o ci 6
r o zo n e s juríd i c o s q ua sus1ento n ciet'erminado
l os
d e l de:r<3Chc: > o p l i c: o b t e o l c ose>. S i e l c o n tro l d o
c:ompre- nslón
interno pe-rl"Y"ll1e lcfen1ific or to f ·o ltC1 d e
lo l"Y"IC>tivo ctón
c o r r e c c i ón l ó g i c o ~ ,, l o orgume> n -to c: l ó n d e l j u e z. e t c o n t r o l

j u s t·ifi c. o c i ó n d e t os p re rnisC1s posi b iJi t o i den1'ific:: C1r l o s


e-n l o
u e h a bosÓde> s u
r ozo n es q u e sustenta n l os premiso s e n los q
c o nh'o l de lo justific a c i ó n externo del
orgun,en 1o . E l
n d o m e •"" t of por-o o p re ci o r t o just; c i o y
ro:z.o n o m i et' n t o r .esu l te1 f u
de lo decisión judlc i ol e n e l Es t o d o
r o zo nobllld o d
ser e xhous1fv o e n ICI
d e m o c .r6H c o . p o r q u e o bUgo o l j ue z o
per s u a d i r por
f u n d o m e n t o c : i ó n d e su d e c i s i ó n y c::1 n o clejorse
lo slmpl e ló g i c o f o rmol.
.fn-su flc: 1C!' n t"EJ>.- Se r e ft o r e . b ó s i c o m e n t e . o
l
c:I) La m c::>'tl v e1c& 6 n
o t i vo c· i ó n e x.¡ g ibte a t e n d i e n d o o las r CJzo nes d o
mínimo de m
que l o
h ec::h o o d e c:J eroch<> indispen sables p a r o osumir
bien. como ho
d ec i s i ó n ost ó c:fet:>ido mente m o t iv o d o _ Si
e s t a b l ee.i d o est o T f"'i b ·u n o l e n r e l t e r o d o . j u ri sprudenc lo_, se '' º
-tr cd o d e d a r r espues1 os o c o d o u n o c:::IC3' l os p re 1 ensi ones
lc::a insu fic l e n c l o . vis1 o oqul en t é r m inos
p l o n t e c::ados.

sólo 1e su J1.o r 6 r e l evon1 e d esd e u r -10 perspec1ivo


g e n o r a i a s,
e s q ue fo o u s Cl'ncio de orgumenl o s o lo
cons titu c i o n o l si
e sto o t er luz d a
" i n sufi c i e nc ia·· d e f u n d o r n o n t os resutto monifi
lo q u e en sus ~on clo se es t é d e ci d i e n d o .
o ti v a c i ó n s u s t a nc -l et h ""l'°'\e n te i n c o n g ru e n t e. - E C derecho
e) L a m
m o tivació n de l os r esolu c: ie>n es obligo a l os
a lo debido
r e s olve r l os pretensi ones de l os pClr1es
ó r g a n o s judiciale s o
c o n g ru e n t e con l os t é r minos e n que v e n go n
d e monero
co mete r . por to t o n to .. desviaciones que
p t onteocios. s in
modific o c•ón o oltercrc:: ión del debo1e proceso !
suponga n
D es d e t u e g o , n o c u a l q ui e r nivel e n
(in c on g ru e n ci a a c t i v a ) .
g e n e1-a d e i n me d i a t o lo
q u e se p ro d u z c a t a l i n c u m plim i e n t o
p osibilid a d d e su c o n t r o l. E l in c u m pl imie n t o t o t a l d e dic h o
l o s pret e n s iones,
o b lig a c i ó n . es d e cir.. e t d e j a r inc o n'tes t o d o s
decisión d e l m o rc o d el d e b at e judic ic:a l
o e l desvior l o
n d el d e r e c h o
gen e r a n d o lndefer-1 sión, c o n sti t uye vuln era c i ó
lo motivoció n
o l o 1v 1e l o j u di c i a l y t a m b i é n d el d e r e ch.o o
( i n c::o n gr u e n ci o o m i s i va) . Y es q u e ..
d e lo sentenc io
de u n o c on c e pc i ó n democr otfzodo ro del
partie n d o
c om o lo que se e x pr eso en n u es t r o 1 exto
prc::>ceso
(orilc ulo 1 39°. in c iso s 3 y S ) , r es vito vn
fundome n1 o l
de
imperc:1t ivo c c:>ns 1ituc::.iono l q u e los ju s i iciol::>tes c:::>b t e n g a n
Vr"'\O r4F.s:pu~stCJ r n7<:>n a d o . m o 1i v o d o y
I <>~ ún;;;r c.1n o.s jud i c l o l <>~

de 1.o s pre t e nsio n es e f e ct uodos; p ues


congruen1e
precisam ente el pf"in c ipio d e c on g r u e n c:i o p r o c e s oJ e x i g o
ol m o m en t o d e p ro n u n c i a rse s o br e u n o c o uso
que e l j u ez ..
determinado, no e> r'Yl~tca, a l t e r e o se exc:ec:fe1 e n l os p e t i c i<:>n e-s

e n te é l f ormu l a d o s .
N\ o ti v ca c:lo n es C o n f orme l o h a dest01c odo
c: ual11'1c:a cl-as . -
I')
spe n sabl e uno especia l justlflcoc ::ión
este Tribuno! , r esul1o i n di
ando, o
po ro e l c o s o d e d e ci s i ones d.p rec::hc:a:zo d e lea d e m

13
c:uot"'cio. c o m o proch...1ct o d e le1 c:l<~c lsión jurisc::llc:c-lone1I . .se
o f c c t o n do r e c- l"los fundom o nfafes c o m o el d e lo libe rtocf_ E n
es t os cosos. l o n""'lo1ivo c i ón do f c::s sen t encio C>pcno con-io un
d o b le m c u""'ldo t o, r eferi d o t a nto 0 1 p r e>pio deretcho o lo

Jus tlficoc:ión d e l o decisión c o mo ta..-n b i én al der0:c:ho · c¡ue

es tó s ie r-r.do obje t o do r-os tr-ic::c:::lón por pC1rt<e d el Juez o


T rlbuno 1·· _

C UARTO - En otenc:ión d e lo o nterio r. c orrespo n d e verific::CJr t o Que

o n o • pr""esento c oso. osr tenen-l OS, l os C1 C:: f os postula t o rlos y


OC:vr'rló
c on petitorios c l oros y e xpresos presen tad os por lc:1s port as
esc ritos
lo sec:u o lo d el proc:<S'so orbi 1ro l, que in c luso han s ido
duran t o
l 6 numer'olas romanos. por e llo vis1 o o t laudo. no se
c:fe-sorrollodos en
c ongn..Jo n clo e ntre lo ciue se rnen c ionodo dicho
onc u~ntro

rosotuc::lón y 10 c:::¡vo r-eolr'l""'lente ocurrió con l o c:tosignoclón del Tri bunol .


h oco
on efecto, on tos póglnos 22 . .27 y 69 (.p.ort e r-ese>lutivo novena) se
lndobic:::t a ro f e r e n c::lo o ••Arbitro Úr""'llco ·· c:on trodicié nc:f o~o o l acita d o
r-l o
lr""'ll s talación y l os pf'!C>pfos o ctuo c:·Jo n os orbI1ro tes. d e viniendo osr. c::on1ro
o lo v e rc:f oci . r o otidod y o 10 o c: tu o d o en e l 8><.pc-c:l ient e, l os roi1er<:::1c:f os y
svc:esivas r e f oren c io s o un 6rt::>ltro único q u e no e xiste. máximo. si c:flc:ho
lnc onsist enc:: lo porte r'<!tSOl u tivc:1 del loudo (VE.ASE e t
se h o c o c ons'for en lo
primor nove n o c:onf-rovlnl6 ndose d o esto .......-.c:::u"'\4>ra: 1)
del rubro .. LAuoo ··)
e t
tos pr"oplos o c tuo c::Jonos ort::>ífr'Ote>s esg rirriict as por e l C oleg i a d o. ti)
e l
principio d o c:o ngrv e r, clo. y HI) l o s t•e g las d e lo ló g i co, a l transgredirse
principi o ló g ic o d e n o c o ntradic ci ó n .

QUINTO - Et C ole glodo Arbitral 01 momon t <> d e iemltlr lo resolu c::fón


c:fe fondo. h o q u e recordar t odos y c:c::u::to uno d e l os octuacfonos
t e nid o
con su inte rv<&nc: ión (en virtud c:fol prin cipio do
cavo so hfc::leron
procesal). tonto m ós si revisó e l o xpec:fiont o orbl t rc::.I. sin
lnme dío e l On
co u so ext1~añE;tzo e:iuo en vQrios oportun1dodG ts h ago
omborg o .. nos

referencia o u n inexistente árbitro único. que merece s er rectificado


conforrne quedó demostrado:
::;.. Página 22. consideran do 64.
:.> P6g ino 27. cons ide ran do 76
::;.. Página 69. en e l punto resolutivo r-.o v eno.

SEXTO - Más aún hacernos notar que. en autos exi ste lo

c loro y expreso e l
del Col egiado reservá ndose
disposición
pronunc iamiento de varios aspec l os de l o controversi a a l morn.ento de
expedirse e l laudo. sin embargo. en ningún ex tremo de l o Resolución N "
66. que con tiene el laudo. aparece et pronunc iamiento respecto det
on61isis del supuesto de f uerzo n-.oyor, reservado en l o página veintisie te
del pronun ciamiento de f ondo. desarrollando e l considerando 78 o e l
que se r efiere o la oposición formulada por la entidad. rn e n c ionoda e n
la p6gina treinta y cinco [conside rando l 02). no advirtié ndose en e llo.
ninguna referencia a fundamento o sust ento r e f e rido o éstos puntual es
hechos; deviniendo por ello fundado el recurso de integración que
promovernos. por estor ajustado o l o verdad y o lo legalidad.

SEIIMO - Asimismo. e l Tribun a l no hace mención alguno o la


ca usal r esolutorio por haberse a c umulado e l rn6xirno d e penalidad y
peor aún. en contra d e lo realidad encuadra o subsum e la hipótesis
fáctico de la controversia en uno norrno que no ha sido invocado por
los partes en controversia. así tenemos quo e l Hospital San José al
momento de efectuar e l requ erimiento al c ontratista y ant e la

paralización de la obro. lo apercibió para que retom e lo obro, por


consiguiente dicho supuesto está normado e n e l in c iso 3 del Artículo

1 68 del Reglamento de la Ley de Contratacione s del Estado. de

ningvno manera se puede configurar el supues t o normativo del inciso 1


del artículo c itado, por l o que corresponde ampararse l o inte rpretaci ó n
de laudo que postulamos.

14
SEXTO: Conforme se ha expresado en la parte expositiva, la Entidad a
través del presente recurso de anulación solicita se deje sin efecto y se
declare inaplicable el primer, segundo y tercer punto resolutivo del laudo;
esto es:
Primero: Declarar FUNDADA la Primera Pretensión Principal de
Masedi Contratistas Generales S.A.C. y, en consecuencia, dejar sin
efecto la Resolución Administrativa N° 130-2011-GRC /OA-HSJ de
fecha 6 de septiembre de 2011, mediante la cual se aprueba la
resolución de Contrato de Obra, por causa imputable a Masedi
Contratistas Generales S.A.C.
Segundo: Declarar FUNDADA la Segunda Pretensión Principal de
Masedi Contratistas Generales S.A.C. y, en consecuencia, declarar
que la resolución de Contrato de Obra, por causa imputable al
Hospital San José – Callao, efectuada por Carta MAS N° 549-2011
de fecha 8 de noviembre de 2011 y emitida por Masedi Contratistas
Generales S.A.C. es válida y ha quedado consentida.
Tercero: Declarar FUNDADAS la Tercera y Cuarta Pretensión
Principal de Masedi Contratistas Generales S.A.C. y, en
consecuencia, declarar por aprobada y consentida la liquidación del
Contrato de obra elaborada por Masedi Contratistas Generales

15
S.A.C. y notificada al Hospital San José – Callao el 18 de enero de
2012 y ordenar al Hospital San José – Callao el pago a favor de
Masedi Contratistas Generales S.A.C. la suma de S/. 238,438.84,
según la Liquidación del Contrato de Obra, más intereses legales,
calculado desde la notificación con la petición de arbitraje hasta la
fecha de su pago efectivo.

SEPTIMO: Como se ha indicado anteriormente, el presente recurso de


anulación se ampara en la causal contenida en el literal b) del numeral 1
del artículo 63, se sustenta básicamente en lo siguiente:
7.1 En la página veintisiete del laudo se consigna que el Colegiado
Arbitral se reserva el pronunciamiento sobre el supuesto de fuerza
mayor, para que lo haga en el pronunciamiento de fondo; empero,
no se pronunció.
7.2 Dentro de las actuaciones arbitrales se formuló oportuna y
válidamente dentro del plazo de ley, una oposición planteada por el
Hospital San José, como se hace constar en la página treinta y cinco
[considerando ciento dos] del laudo; sin embargo, tampoco se
encuentra argumento o fundamento sobre la misma o razonamiento
alguno para no emitir pronunciamiento conforme a lo ordenado en la
secuela del proceso, lo que en su momento fue comunicado al
Tribunal Arbitral para que proceda a la rectificación, interpretación e
integración.
7.3 No se hace referencia a la causal resolutoria por haberse acumulado
el máximo de penalidad y contraviniéndose lo actuado subsume y
encuadra la hipótesis fáctica de la controversia en una norma que no
corresponde ni ha sido invocada por las partes, vulnerándose los
principios de la lógica procesal.
7.4 En los numerales noventa y siete, cien y ciento cinco se dan cuenta
de observaciones practicadas por la entidad a los informes
alcanzados en autos, incidencias que merecen ser resueltas;
empero, ni en el laudo ni en ninguna otra decisión en sede arbitral
se pronuncia sobre dichas articulaciones.

16
7.5 La excepción de caducidad promovida por la entidad tampoco ha
sido resuelta.
7.6 El raciocinio del Tribunal Arbitral es subjetivo y alejado de la
realidad, cuando sostiene “cree que debe especificarse el
incumplimiento” [véase el numeral o punto 151 del laudo], que no se
condice con tener literal del artículo 168 del Reglamento de la Ley
de Contrataciones del Estado.
7.7 En el caso de la aplicación de penalidades, estimó la sede arbitral
que no se había llegado al máximo de Ley, sin embargo no ha
explicitado su raciocinio, contraviniéndose el principio lógico de no
contradicción.
7.8 Al expedirse el laudo arbitral cuestionado así como la rectificación,
interpretación e integración, se ha incurrido en vicio al no respetarse
la vigencia de la Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento,
así como la imperatividad de la misma, como tampoco se ha
observado la validez y eficacia de la Ley.

OCTAVO: Respecto a la falta de pronunciamiento sobre la fuerza mayor


[acápite 7.1 del considerando anterior]; de la revisión del laudo arbitral
materia de anulación se advierte lo siguiente:
8.1 Efectivamente en la página 27, numeral 78, el Tribunal Arbitral, señaló
expresamente:
“78. Asimismo, mediante Resolución N° 27, se declar ó fundada la
oposición formulada por el Contratista y, en consecuencia, carece de
objeto la exhibición del documento o comunicación con el cual da
cuenta de los numerales 26.02 y 26.04 del Contrato; y se precisó a
las partes que el análisis de la acreditación del supuesto de fuerza
mayor será efectuada al momento de laudar, lo que será ponderado
conjuntamente con los demás medios probatorios ofrecidos por
ambas partes y los fundamentos expuestos por el demandante y los
argumentos de defensa expuestos por el demandado, a efectos de
resolver la cuestión materia de litis.”. [Subrayado nuestro].

17
8.2 Como se aprecia el Tribunal Arbitral en la resolución arbitral N° 27 de
fecha 25 de abril de 2014 corriente de fojas 460 a 465 del expediente
arbitral que se tiene a la vista, dejó establecido que el análisis y
acreditación del supuesto de fuerza mayor sería efectuada al momento de
laudar [ver numerales 14 y 16 de esta resolución], lo que reiteró en el
numeral 78 del laudo cuestionado.
8.3 Es necesario mencionar que el análisis de la fuerza mayor, cuyo
pronunciamiento el Tribunal Arbitral se reservó para el momento de
laudar, está estrechamente relacionado con el primer y segundo puntos
controvertidos que han sido declarados fundados por los árbitros.
8.4 No obstante lo señalado, en ningún extremo del laudo arbitral materia
de anulación aparece análisis alguno ni pronunciamiento sobre este
aspecto; lo que fue además fue materia de reclamo por parte de la
Entidad a través de su solicitud de integración anteriormente citada,
pedido que fue declarado improcedente por resolución arbitral N° 70 de
fecha 11 de noviembre de 2016.
8.5 Es evidente que dicha omisión vulnera el principio de motivación de
las resoluciones, incurriéndose en la causal de anulación contenida en el
literal b) del numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071.

NOVENO: En cuanto a que el Hospital San José formuló oportuna


oposición que se hace constar en la página treinta y cinco [considerando
ciento dos] del laudo, sin que existe pronunciamiento al respecto [acápite
7.2 del considerando sexto]; del contenido del laudo se aprecia lo
siguiente:
9.1 En el numeral 102 [páginas 34 y 35] del laudo arbitral se indica que el
Contratista absolvió el traslado conferido mediante resolución N° 44,
formulando oposición contra la liquidación de contrato de obra presentada
por la Entidad.
9.2 Se debe señalar que esta oposición está relacionada con la
liquidación del contrato de obra y cuyo pago ha sido amparado en el
tercer punto resolutivo del laudo impugnado.

18
9.3 Sin embargo, del tenor del laudo cuestionado tampoco aparece
análisis ni pronunciamiento alguno sobre la oposición, además esta falta
de pronunciamiento también fue materia de reclamo por parte de la
Entidad a través de su solicitud de integración, pedido que fue declarado
improcedente; siendo que esta omisión también vulnera el derecho a la
debida motivación de las resoluciones, incurriéndose en la causal de
anulación del literal b) numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N°
1071.

DÉCIMO: Respecto a que en los numerales noventa y siete, cien y


ciento cinco se dan cuenta de observaciones practicadas por la Entidad a
los informes alcanzados en autos, incidencias que no han sido resueltas
[acápite 7.4 del sexto considerando]; es necesario mencionar que de la
solicitud de rectificación, interpretación e integración de fecha 19 de
octubre de 2016 no fluye reclamo alguno por parte de la Entidad en
relación a estas cuestiones, por lo que este extremo debe desestimarse. -

DÉCIMO PRIMERO: Sobre el tema de la máxima penalidad a que se


contraen los acápites 7.3 y 7.7 del sexto considerando de esta resolución,
debemos mencionar que ello si ha sido materia de análisis por el Tribunal
Arbitral tal como fluye de los numerales 157 al 168 del laudo arbitral
cuestionado; de otro lado, éste Colegiado se encuentra prohibido de
entrar al análisis de los criterios expuestos por los árbitros al pronunciarse
sobre dicha cuestión, conforme al numeral 2 del artículo 62 de la Ley de
Arbitraje: por lo que este éste extremo tampoco resulta amparable. ---------

DÉCIMO SEGUNDO: En relación a que la excepción de caducidad


promovida por la Entidad tampoco ha sido resuelta [acápite 7.5 del
considerando sexto]; es necesario precisar que ello debió ser reclamado
previamente en sede arbitral a través de la solicitud de integración, de
acuerdo al literal c) del numeral 1 del artículo 58; sin embargo, del
contenido de la solicitud de rectificación, interpretación e integración de

19
laudo de fecha 19 de octubre de 2016 no aparece que la Entidad haya
formulado reclamo alguno sobre la falta de pronunciamiento de dicha
excepción; en consecuencia este extremo también debe desestimarse. ---

DÉCIMO TERCERO: En cuanto a que el raciocinio del Tribunal Arbitral es


subjetivo y alejado de la realidad [acápite 7.6 del considerando sexto] es
menester señalar que el órgano jurisdiccional no puede entrar a calificar
los criterios, motivaciones e interpretaciones expuestas por el Tribunal
Arbitral; consecuentemente, este extremo deviene infundado. ----------------

DÉCIMO CUARTO: Por último, en relación a la vigencia de la Ley de


Contrataciones del Estado y su Reglamento, así como la imperatividad de
la misma, que no habría sido observado por el Tribunal Arbitral [acápite
6.8 del sexto considerando], tampoco aparece reclamo alguno sobre el
particular en la solicitud de rectificación, interpretación e integración de
fecha 19 de octubre de 2016; en consecuencia, este extremo debe
rechazarse. .---------------------------------------------------------------------------------

DÉCIMO QUINTO: Estando a lo expuesto y de conformidad con el literal


b) del numeral 1 del artículo 65 del Decreto Legislativo N° 1071: -------------

DECISIÓN:
Declararon FUNDADO en parte el recurso de anulación por la causal
contenida en el literal b) del numeral 2 del artículo 63 de la Ley de
Arbitraje, respecto al primer, segundo y tercer puntos resolutivos; en
consecuencia, NULO de laudo arbitral contenido en la resolución N° 66 de
fecha 27 de septiembre de 2016 emitido por el Tribunal Arbitral
conformado por los árbitros José Talavera Herrera, Guillermo Málaga
Castillo e Iván Casiano Lossio; y, REENVIARON el proceso al Tribunal
Arbitral para que proceda conforme a lo establecido en el numeral c) del
numeral 1 del artículo 65 del mismo cuerpo legal; con costas y costos.
Hágase saber. En los seguidos por el Gobierno Regional del Callao

20
con Masedi Contratistas Generales S.A.C., sobre recurso de
Anulación de Laudo Arbitral.

ECHEVARRÍA GAVIRIA DIAZ VALLEJOS

VILCHEZ DÁVILA

21
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 00100-2016-0-1817-SP-CO-01

Resolución N° 08
Advirtiéndose vicios en la motivación
Miraflores, diecisiete de enero del laudo, este debe declararse nulo al
de dos mil diecisiete.- amparo del literal b) del numeral 1 del
artículo 63 de la Ley de Arbitraje.

VISTOS:
Interviniendo como ponente el Juez superior Díaz Vallejos. Con las
copias certificadas del expediente arbitral que se tiene a la vista. Viene
para resolver el recurso de anulación interpuesto contra el laudo arbitral
de fecha 30 de octubre de 2015, emitido por el árbitro único Paúl Cavalie
Cabrera.---------------------------------------------------------------------------------------

RESULTA DE AUTOS:
1. Demanda: Por escrito de fojas 65 a 89, subsanado por escrito de fojas
183 a 187, RIMAC SEGUROS Y REASEGUROS interpone demanda
de anulación de laudo arbitral contra Fidencio Vílchez Estrella
invocando la causal contenida en los literales b) y c) del numeral 1 del
artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071, solici tando se declare la
nulidad del laudo contenido en la Carta N° 10325-20 15-
SUSALUD/CECONAR de fecha 04 de diciembre de 2015, por contener
una falsa motivación; exponiendo lo siguiente:
A) No existe antecedentes médicos (pruebas) que acrediten que el
accidente sufrido el 06 de julio de 1999 sea de origen ocupacional:

1
1.1 El demandado no cumplió con el procedimiento respectivo en
solicitar la cobertura de un accidente de trabajo establecido en el
numeral 25.6 del artículo 25 del D.S. N° 003-98-SA.
1.2 En la segunda audiencia de fijación de puntos controvertidos de
fecha 10 de octubre de 2012 se estableció expresamente que se
cumpla con demostrar el origen ocupacional tanto de la
enfermedad profesional de hipoacusia así como también del
accidente de trabajo de fecha 06 de julio de 1999.
1.3 El demandado no contaba con los elementos de prueba que le
permitan demostrar que el accidente sufrido el 06 de julio de 1999
haya sido de origen ocupacional, no cumpliéndose así con lo
dispuesto en el punto segundo del acta que establece que el actor
cumpliera con presentar los exámenes médicos entre diciembre
de 1999 y 2011 en lo que se señale que el demandante presenta
un grado de menoscabo e incapacidad producto del accidente de
trabajo; asimismo, el árbitro único ordenó también que la ex
empleadora del demandado, empresa minera Los Quenuales-
Yauliyacu, cumpla con presentar las fichas médicas
ocupacionales y el sustento médico documental correspondiente
al accidente sufrido por el demandante el 06 de julio de 1999,
pero no existe fichas médicas ocupacionales, audiometrías ni
placas radiográficas, correspondientes al periodo laboral
demandado; en tal sentido, al no existir pruebas que respalden
la pretensión del demandado, es que desconocen cuáles fueron
los lineamientos y preceptos legales que llevaron a que el árbitro
único dicte el laudo arbitral incurriendo así en una falsa
motivación.
1.4 El árbitro único ha resuelto bajo una apreciación subjetiva, y
además de incompleta, por cuanto no existe un informe
complementario por parte del perito designado por el árbitro. El
perito estableció que el demandado padece de dorsolumbalgia
mecánica – secuela funcional post fractura de maléolo peroneo

2
tobillo derecho, atribuyéndole un 22.3% de invalidez parcial, es
decir, que calificó al demandado en virtud de una afectación
distinta a la del accidente sufrido en el año 1999 (Fractura de
peroné de pierna derecha); por lo que, resultaba necesario la
solicitud del informe complementario; pero el mismo árbitro
determinó prescindir de tal aclaración, cuando ésta situación era
un factor determinante para el esclarecimiento del origen
ocupacional del accidente de trabajo.
B) No se ha acreditado el nexo de causalidad entre el padecimiento
auditivo y las labores que desempeñó el demandado (Habiendo
transcurrido 10 años del cese laboral).
1.5 El árbitro no ha tomado en cuenta conforme se desprende del
certificado de trabajo del demandado, éste último cesó en el mes
de junio del año 2000; por lo que, entre el tiempo transcurrido
entre el cese y la fecha en que se le practicó la evaluación por
parte de la recurrente, han transcurrido 09 años y 06 meses; por
lo que, al no haberse comprobado en nexo causal, la enfermedad
que alega padecer no es de carácter profesional sino de origen
común. Se tiene claro entonces, conforme a lo dispuesto en el
artículo 4 del D.S. 003-98-SA, que se trata de un accidente de
trabajo común, ya que no existe prueba idónea que demuestre lo
contrario.
1.6 Es por ello, que el árbitro resolvió sin tomar en cuenta los
precedentes vinculantes del Tribunal Constitucional ni tampoco
tomó en cuenta lo dispuesto en el D.S. 003-98-SA, produciéndose
así una falsa motivación del laudo arbitral y queda demostrado el
falso juicio de valor realizado por el árbitro único.
1.7 Ante la descripción de los hechos y la inobservancia del
precedente vinculante, se evidencia la violación al derecho
constitucional de observancia obligatoria, lo cual atenta contra el
debido proceso, toda vez que constituye una falta al deber de la
debida motivación y de la legalidad.

3
2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 02 de fecha 20 de
octubre de 2016 obrante de fojas 188 a 190, se admitió a trámite la
presente demanda y se corrió traslado a la parte demandada Fidencio
Vílchez Estrella.

3. Absolución del traslado: Por escrito de fecha 04 de enero de 2017


obrante de fojas 213 a 217, el demandado contesta la demanda,
señalando lo siguiente:

3.1 La demanda es infundada o improcedente ya que no especifica de


forma alguna cuál de los derechos que menciona no ha podido
ejercer, tan sólo de forma genérica señala su afectación sin
probarlos. Lo que realmente pretende Rímac es que se pronuncie
sobre el fondo de la controversia, lo cual está totalmente prohibido
en el artículo 62.2 del Decreto Legislativo 1071, que dispone que
no cabe la revisión del fondo de la controversia.
3.2 No corresponde a la Sala analizar o revisar si la aseguradora es o
no la obligada a pagar la indemnización o determinar si la
enfermedad demandada a consecuencia de un accidente de
trabajo no debe ser coberturado como pretende Rímac Seguros o
si la enfermedad de hipoacusia es o no ocupacional, puesto que
ello implicaría una reevaluación de los medios probatorios como
implicancia en el fondo de lo decidido; correspondiendo
únicamente verificar la correcta tramitación del proceso y la
observancia del derecho de defensa, supuestos que no han sido
materia de sustento por parte de Rímac Seguros, así como
tampoco ha aportado material probatorio que fundamente alguna
tramitación irregular o vulneración al debido proceso.
3.3 Se ha determinado a través de una pericia de oficio que padece de
un 43.24% de grado de invalidez, porcentaje que ha sido
considerado por el árbitro para estimar la demanda; por tanto,
queda plenamente acreditado que se fundamentó el laudo con

4
pruebas actuadas dentro del proceso arbitral y con aceptación de
las partes.

4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista


de la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en autos,
estos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, --------------------------

CONSIDERANDO:
PRIMERO: En relación a los límites del órgano jurisdiccional con motivo de
la interposición del recurso de anulación, el artículo 62 del Decreto
Legislativo N° 1071 establece: “1. Contra el laudo sólo podrá interponerse
recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente
establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se resuelve declarando la validez o la
nulidad del laudo. Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el
fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.” (Subrayado
es nuestro); coligiéndose que el segundo numeral de esta disposición,
prohíbe al órgano jurisdiccional examinar y evaluar los criterios,
motivaciones e interpretaciones expuestas por los árbitros. -------------------

SEGUNDO: El presente recurso de anulación de laudo arbitral se


encuentra sustentado en las causales contenidas en los literales b) y c) del
numeral 1 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje; es decir: “b. Que una de las
partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus
derechos”; y, “c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones
arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral
aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una
disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran
apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a
lo establecido en este Decreto Legislativo”. ----------------------------------------------

5
TERCERO: De otro lado, el artículo 63 del numeral 2 de la Ley de Arbitraje
señala: “Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este
artículo sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su
momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueron desestimadas.”;
en tal sentido, corresponde verificar si respecto de los argumentos que
sustentan las causales invocadas la empresa demandante ha cumplido
con efectuar el reclamo expreso conforme a lo señalado en este numeral,
advirtiéndose que la empresa demandante mediante su solicitud de
exclusión de fecha 23 de diciembre de 2015 que corre de fojas 51 a 59
formuló ante el árbitro único el reclamo respectivo, pedido que fue
declarado improcedente por resolución arbitral N° 1 7 de fecha 16 de
febrero de 2016 obrante de fojas 61 a 62, con lo cual ha quedado
satisfecha la referida exigencia. ---------------------------------------------------------

CUARTO: Sobre la motivación de las resoluciones judiciales el Tribunal


Constitucional ha señalado reiteradamente que debe ser adecuada,
suficiente y congruente; así en el fundamento 11 de la STC N° 079-2008-
PA/TC, ha dejado establecido:
“11. De otro lado, el derecho a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, consagrado en el artículo 139º.5 de la Constitución, garantiza que
el juez resuelva la controversia jurídica sometida a su conocimiento
exponiendo las razones de hecho y de derecho que justifican su decisión.
Dicha motivación debe ser adecuada, suficiente y congruente. En ese
sentido, este Tribunal, en la STC 00728-2008-PHC/TC ha desarrollado, de
manera enunciativa, aquellos supuestos que pueden ser considerados como
una afectación de este derecho:

a) Inexistencia de motivación o motivación aparente.- Está fuera de toda


duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada
cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente,
en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del
proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato,
amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.

b) Falta de motivación interna del razonamiento.- La falta de motivación


interna del razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta
en una doble dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una
inferencia a partir de las premisas que establece previamente el Juez en
su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa, que a
la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz

6
de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la
decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional
de la debida motivación mediante el control de los argumentos utilizados
en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva
de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.

c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El


control de la motivación también puede autorizar la actuación del juez
constitucional cuando las premisas de las que parte el Juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica. Esto
ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin,
es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de
pruebas o de interpretación de disposiciones normativas. La motivación
se presenta en este caso como una garantía para validar las premisas de
las que parte el Juez o Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al
fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2)
luego, ha llegado a la conclusión de que el daño ha sido causado por “X”,
pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la
participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante una
carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la
aparente corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser
enjuiciadas por el juez [constitucional] por una deficiencia en la
justificación externa del razonamiento del juez.

Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas


corpus no puede reemplazar la actuación del juez ordinario en la
valoración de los medios de prueba, actividad que le corresponde de
modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o la carencia de
argumentos constitucionales, bien para respaldar el valor probatorio que
se le confiere a determinados hechos, bien tratándose de problemas de
interpretación, para respaldar las razones jurídicas que sustentan
determinada comprensión del derecho aplicable al caso. Si el control de
la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en la
argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha
basado su argumento. El control de la justificación externa del
razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia
y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a
no dejarse persuadir por la simple lógica formal.

d) La motivación insuficiente.- Se refiere, básicamente, al mínimo de


motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho
indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada.
Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, no
se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de
argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz
de lo que en sustancia se está decidiendo.

e) La motivación sustancialmente incongruente.- El derecho a la debida


motivación de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver

7
las pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en
que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que
supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal
incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control. El
incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas
las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela
judicial y también del derecho a la motivación de la sentencia
(incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una concepción
democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto
fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo
constitucional que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente de las pretensiones
efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia procesal exige
que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada,
no omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.

f) Motivaciones cualificadas.- Conforme lo ha destacado este Tribunal,


resulta indispensable una especial justificación para el caso de
decisiones de rechazo de la demanda, o cuando, como producto de la
decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales como el de la
libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia opera como un
doble mandato, referido tanto al propio derecho a la justificación de la
decisión como también al derecho que está siendo objeto de restricción
por parte del Juez o Tribunal.”.

QUINTO: Como se ha señalado anteriormente, la empresa demandante


denuncia una falsa motivación del laudo arbitral, por dos razones: a) no
existe antecedentes médicos (pruebas) que acrediten que el accidente
sufrido el 06 de julio de 1999 sea de origen ocupacional y, b) no se ha
acreditado el nexo de causalidad entre el padecimiento auditivo y las
labores que desempeñó el demandado. ---------------------------------------------

SEXTO: Respecto al accidente sufrido por el demandado el 06 de julio de


1999, de las copias certificadas del expediente arbitral que se tiene a la
vista, se aprecia lo siguiente:
6.1 En el acta de audiencia de fijación de puntos controvertidos, admisión
y actuación de medios probatorios de fecha 04 de marzo de 2011 de
fojas 78, don Fidencio Vílchez Estrella planteó la inclusión como nueva
pretensión, el pago de una prestación económica bajo el SCTR, por
todas las consecuencias derivadas del accidente de trabajo sufrido el 06

8
de julio de 1999, hecho aludido en su escrito de demanda. Pretensión que
fue admitida por el árbitro único en dicha audiencia.
6.2 Contra dicha decisión arbitral, Rímac Internacional Compañía de
Seguros y Reaseguros interpuso recurso de reconsideración, como se
advierte de fojas 81; recurso que fue declarado improcedente por
resolución arbitral N° 03 de fecha 07 de septiembr e de 2012 de fojas 101.
6.3 Por escrito de fojas 92 a 94, Rímac Internacional Compañía de
Seguros y Reaseguros contestó la nueva pretensión, señalando Rímac
quenunca tuvo conocimiento de dicho accidente, que el documento
presentado por el demandante en su demanda arbitral no acredita que
presente algún menoscabo, y que el Examen Médico Ocupacional puesto
a disposición por CENSOPAS si bien hace referencia a un accidente el
05 de julio de 1999 e indica fractura de “piranel” de pierna derecho” (sic)
no concluye que presente alguna incapacidad por ese accidente.
6.4 En el acta de audiencia de fijación de puntos controvertidos, admisión
y actuación de medios probatorios de fecha 10 de octubre de 2012 de
fojas 104 y 105, se fijó como primer punto controvertido: “Determinar el
grado de invalidez que padecería actualmente el demandante producto del
accidente de trabajo sufrido por el demandante con fecha 5 de julio de 1999,
teniendo como consecuencia fractura de peroné de pierna derecha, de acuerdo
a lo establecido por la Tercera Disposición Final del D.S. N° 003-98-SA, Normas
Técnicas del Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo.”. Asimismo, en
esta audiencia, se ordenó la exhibición de la comunicación formulada por
el demandante o su ex empleador a la demandada respecto del accidente
del 06 de julio de 1999 y, de oficio, el árbitro único solicitó que el
demandante precise documentalmente el tipo de invalidez que padecería
actualmente como consecuencia del accidente de trabajo sufrido el 06 de
julio de 1999 y que la Minera Yauliyacu S.A. presente sustento médico
documental correspondiente al accidente de trabajo sufrido por el
demandante el 06 de julio de 1999.
6.5 Mediante la resolución arbitral N° 05 de fecha 13 d e junio de 2013 de
fojas 123-A el árbitro único designó al doctor Walter Cruzalegui Rangel,
perito médico, a efectos de que realice la evaluación médica al

9
demandante y determine el grado de invalidez que padecería producto del
accidente de trabajo producido en julio de 1999, teniendo como
consecuencia fractura de peroné de pierna derecha; perito que emitió el
informe médico que corre de fojas 134 a 140; informe que fue cuestionado
por la demandada Rímac Internacional Compañía de Seguros y
Reaseguros conforme a su escrito del 21 de enero de 2014 fojas 163 a
167, en la que señala que el informe médico no se ajusta a los
requerimientos de la resolución N° 05.
6.6 Por resolución arbitral N° 07 de fecha 25 de junio de 2014 de fojas
186 a 187, se ordenó que el perito médico realice un informe
complementario absolviendo las observaciones realizadas por la
demandada en su escrito del 21 de enero de 2014; informe
complementario que fue prescindido con la resolución N° 10 de fojas 211.

SÉPTIMO: A través del laudo arbitral cuestionado de fecha 30 de octubre


de 2015 corriente de fojas 263 a 266, se declaró fundada la pretensión
sobre otorgamiento de prestación económica por el accidente de trabajo
sufrido el día 06 de julio de 1999, siendo los fundamentos de esta
decisión los siguientes:

10
Como se advierte, el único argumento expresado por el árbitro único para
amparar esta pretensión, es que “le genera convicción las evaluaciones
médicas realizadas por la propia compañía aseguradora y el doctor Walter
Cruzalegui Rangel, éste último perito médico del listo de árbitros de CECONAR,
quien con su experiencia en la evaluación y capacitación de accidentes de
trabajo genera convicción sobre el resultado del informe médico prestando al
arbitraje” (numeral 2.14). ------------------------------------------------------------------

OCTAVO: Es evidente que la decisión del árbitro único violenta el


derecho a un debida motivación, puesto que no expone las razones
mínimas que den sustento a su decisión, ya que esta sólo se respalda en
la “experiencia en la evaluación y capacitación de accidentes de trabajo”
del perito médico Walter Cruzalegui Rangel; además, tampoco responde a
las alegaciones formuladas por Rímac Internacional Compañía de
Seguros y Reaseguros al contestar la demanda arbitral en relación a esta
pretensión [nunca tuvo conocimiento de dicho accidente, que el
documento presentado por el demandante en su demanda arbitral no
acredita que presente algún menoscabo, y que el Examen Médico
Ocupacional puesto a disposición por CENSOPAS si bien hace referencia
a un accidente el 05 de julio de 1999 e indica fractura de “piranel” de
pierna derecho” (sic) no concluye que presente alguna incapacidad por

11
ese accidente]; y, tampoco ha determinado el origen ocupacional de este
accidente, teniendo en cuenta que el demandante solicita una prestación
económica al amparo del Seguro Complementario de Trabajo de Riesgo
Ley N° 26790 y su Reglamento. --------------------- -----------------------------------

NOVENO: En relación al nexo de causalidad entre el padecimiento


auditivo y las labores que desempeñó el demandado, es necesario
señalar que en el numeral 2.10 del laudo arbitral materia de anulación, el
árbitro único dejó establecido: “Para la acreditación de una enfermedad
profesional resulta de vital importancia probar el nexo o relación de causalidad
entre las condiciones de trabajo y la enfermedad. Importa para esto, acreditar
este aspecto toda vez que se requiere establecer la conexidad real entre una
causa y una consecuencia o efecto derivado directamente del trabajo
desempeñado y la enfermedad que afirma padecer. Por ello, resulta vital
acreditar (i) las funciones que desempeñaba el demandante (ii) el tiempo
transcurrido entre la fecha del cese y la fecha de determinación de la
enfermedad, además (iii) las condiciones inherentes al propio lugar de trabajo.”.

DÉCIMO: No obstante haber señalado que para probar el nexo o relación


de causalidad entre las condiciones de trabajo y la enfermedad, resultaba
de vital importancia acreditar los tres requisitos antes descritos; sin
embargo, el árbitro único amparó la pretensión de otorgamiento de
prestación económica por enfermedad profesional de hipoacusia,
señalando únicamente en el numeral 2.11 del laudo cuestionado, lo
siguiente: “En el expediente obran documentos médicos que evalúan si
el demandante tendría hipoacusia, o no. Así pues, se observa la evaluación
médica realizada por Rímac, quien determinó un menoscabo de 25.94%.”.

DÉCIMO PRIMERO: Es decir, a pesar que el Tribunal Constitucional ha


establecido como precedente vinculante que la presentación de prueba
que acredite un nexo o relación de causalidad entre la enfermedad y el
trabajo que desempeñaba el demandante constituye un requisito de
procedibilidad [tal como incluso se señaló en el fundamento 2.8 del laudo

12
arbitral materia de autos], el árbitro único se ha limitado a expresar que
“se observa la evaluación médica realizada por Rímac, quien determinó
un menoscabo del 25.94%”, sin verificar la acreditación o no de los
referidos requisitos, inobservando el precedente N° 10063-2006-PA/TC
que es de obligatorio cumplimiento, resultando evidente que se ha
vulnerado el derecho de la entidad demandante a una debida motivación. 

DECIMO SEGUNDO.- En consecuencia, resulta manifiesta la
contravención del derecho al debido proceso en la forma de vulneración
del derecho a la motivación; por lo que la causal b) del numeral 1 del
artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071 denunc iada debe ser
amparada, declarándose la nulidad del laudo arbitral; por cuyas razones y
estando a lo dispuesto por el numeral 2 del artículo 62 del mismo cuerpo
legal: -------------------------------------------------------------------------------------------

DECISIÓN:
Declararon FUNDADO el recurso de anulación de laudo arbitral
presentado por Rímac Seguros y Reaseguros por la causal contenida en
el literal b) del numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo Nº 1071-
Ley de Arbitraje; en consecuencia; INVÁLIDO el laudo arbitral contenido
en la resolución arbitral N° 13 de fecha 30 de Octu bre de 2015, emitido
por el árbitro único Paul Cavalie Cabrera; debiendo remitirse la causa al
citado árbitro a efectos de que emita nuevo laudo arbitral, teniendo en
cuenta las consideraciones precedentes. Hágase saber.

ECHEVARRÍA GAVIRIA DIAZ VALLEJOS

VILCHEZ DÁVILA

13
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 106-2016-0-1817-SP-CO-01

Resolución N° 06 Es incuestionable el deber de motivación


Miraflores, nueve de febrero escrita en cualquier ámbito, incluso en el
de dos mil diecisiete.- arbitral, ello supone que el Juzgador
muestre el camino recorrido, el método
utilizado para arribar a su decisión final.

VISTOS:
Interviniendo como ponente el Juez superior Díaz Vallejos. Con las
copias certificadas del expediente arbitral que se tiene a la vista. Viene
para resolver el recurso de anulación interpuesto contra el laudo arbitral
contenido en la resolución arbitral N° 16 de fecha 24 de noviembre de
2015, emitido en mayoría por el tribunal arbitral conformado por los
árbitros Shurik Yabar Meza, Niltón César Santos Orcón y Marco Antonio
Moreno Gálvez.. ----------------------------------------------------------------------------

RESULTA DE AUTOS:
1. Recurso de Anulación: Por escrito de fojas 80 a 109, subsanado por
escrito de fojas 148 a 150, el Gobierno Regional de San Martín
interpone recurso de anulación de laudo arbitral contra el Consorcio
Hospitalario Rioja, invocando las causales contenidas en los literales
b) y e) del numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071;
exponiendo lo siguiente:
A) Violación al debido proceso -falta de motivación- al declarar el
tribunal arbitral fundadas todas las pretensiones del Consorcio
Hospitalario Rioja, sin la debida motivación.

1
1.1 El presente proceso arbitral es de derecho, por tanto los árbitros se
encuentran obligados a resolver la controversia de conformidad con el
ordenamiento jurídico, advirtiéndose en el caso de autos que el laudo
emitido se sustenta en criterios extra-jurídicos, apartándose de
normas legales de cumplimiento obligatorio, lo que vulnera su derecho
al debido proceso.
1.2 El Consorcio Hospitalario Rioja ha demandado que le corresponde le
sea aprobada la ampliación de plazo N° 01 por 128 d ías calendarios y
por ello se le pague la suma de S/. 1´280,000.00 más intereses
legales, también ha demandado que le corresponde le sea aprobada
la ampliación de plazo N° 02 por 246 días para la e laboración del
expediente técnico del Hospital de Contingencia y por ello se le pague
la suma de S/. 2´460,000.00; pero dado que ambas ampliaciones han
merecido pronunciamiento administrativo , ello implica que se declare
la nulidad, invalidez y/o ineficacia del acto administrativo contenido en
la Carta N° 026-2014-GRSM/GGR y en la Resolución Re gional N°
103-2013-GRSM/GGR que no aprueban la ampliación de plazo de
128 días y sólo reconoce unos 70 días calendarios, implica
igualmente que se declare la nulidad, invalidez y/o ineficacia del acto
administrativo contenido en la Carta N° 32-2014-GRS M/GGR que no
aprueba la ampliación de plazo por 246 días y sólo reconoce unos 46
días calendarios. Para resolver la nulidad, invalidez y/o ineficacia del
acto administrativo que reconocieron parcialmente las ampliaciones
de plazo solicitadas por el Consorcio, se ha argumentado la falta de
pronunciamiento de la entidad conforme a la Ley de Contrataciones
del Estado y su Reglamento dentro del plazo establecido.
1.3 En la página 24 del laudo, en referencia a la ampliación de 128 días,
el tribunal arbitral ha señalado que aún cuando la entidad ha resuelto
de manera extemporánea, corresponde determinar si cumplió con la
normativa para pronunciarse respecto a la ampliación de plazo, pero
el tribunal no dice de que manera ha verificado que el
pronunciamiento de la entidad fue extemporáneo, ya que solamente

2
cita el artículo 175 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del
Estado y señala que el mismo establece imperativamente un plazo
perentorio para que la entidad notifique su decisión.
1.4 En el primer párrafo de la página 27 del laudo, el tribunal arbitral
señala que tanto la Carta N° 026-2014-GRSM/GGR com o la
Resolución Regional N° 103-2013-GRSM/GGR son inváli das e
ineficaces “al no haberse cumplido el plazo para hacerlo”, luego, en el
cuarto párrafo de esta misma página, se anota “no hay duda que los
actos, por los cuales este colegiado considera inválidos e ineficaces,
son porque contienen vicios al momento de su generación, puesto
que se han expedido sin observar el plazo previsto en el artículo 175
del reglamento, …. siendo la consecuencia de su incumplimiento el
tener por aprobada la solicitud de ampliación solicitada por el
contratista”, teniéndose que en ningún momento el laudo efectúa
cálculo alguno respecto a fechas de presentación, admisión de la
solicitud, contestación y notificación de lo resuelto por la entidad,
tampoco existe cómputo alguno de días hábiles. Tampoco explica a
cuáles vicios se refiere, menciona la existencia de vicios pero ni
señala ni explica cuáles son esos vicios, y en el quinto párrafo de la
página 27 expone un razonamiento no solo mal redactado sino
incongruente.
De esta manera el tribunal expone tres presuntas causales, que a su
vez son sus conclusiones de nulidad o ineficacia de la Carta y
resolución Gerencial: 1) haberse emitido extemporáneamente, 2) la
presencia de vicios al momento de emitirse la decisión de la entidad y,
3) la falta de pronunciamiento de la entidad, pero sin exponer un
razonamiento, una evaluación, una motivación para ninguna de ellas,
y luego reconoce y otorga a favor del Consorcio el monto de S/.
1´280,000.00, monto al cual los árbitros en mayoría exponen un
razonamiento bastante contradictorio.
Los árbitros no pueden interpretar el informe técnico N° 25-2014-
GRSM-GRI-SGEO-CAVM en contra de la expresa oposición de las

3
pretensiones de la demandada expresadas en la contestación de la
demanda.
Los árbitros dan validez al informe en la parte que reconoce un mayor
costo al contratista, pero también dicen los árbitros que al establecer
ese menor monto no se ha fundamentado ni probado y por eso
soslayan la contradicción a la pretensión, es decir, el informe puede
operar a favor del contratista pero no a favor de la entidad recurrente;
además, los árbitros olvidan que la presunción de veracidad requiere
de elementos corroborativos, los cuales en el presente caso no
señalan cuales son.
1.5 En cuanto a la apreciación de la prueba existe un análisis
incongruente de la incorporación y valoración de determinados medios
de pruebas –los contratos- y el rechazo y no valoración de lo alegado
por la parte recurrente a esos mismos contratos.
1.6 También se patentiza una conclusión incongruente, el reconocimiento
del monto demandado por 128 días, pues se arriba a dicha conclusión
con la sola pretensión del demandante pues, según los árbitros, los
contratos no fueron incorporados al proceso, preguntándose
¿entonces con que prueba se ha sustentado la pretensión?..
1.7 En cuanto a la acreditación de los gastos generales por los 128 y 246
días, en el proceso no existen facturas, boletas, relación de gastos u
otros, pues los árbitros en mayoría no pueden soslayar lo que dispone
el artículo 175 del Reglamento, cuestión que han señalado desde la
etapa administrativa hasta sus alegatos finales.
1.8 Respecto a la nulidad, invalidez y/o ineficacia del acto administrativo
contenido en la Carta N° 32-2014-GRSM/GGR, el tribu nal señala que
es debatible el cumplimiento de la debida motivación y citando el
artículo 175 del reglamento, concluyen diciendo que ha verificado que
la entidad no se ha pronunciado dentro del plazo, enfatizando que la
carta carece de motivación, que se ha emitido fuera del plazo y que
no existe pronunciamiento válido, y se pregunta ¿cómo entonces un
documento de esta naturaleza va a tener el efecto de validar el

4
procedimiento seguido por el Consorcio?, ya que si un documento no
tiene validez, no lo tiene ni a favor ni en contra.
Los árbitros no efectúan un análisis de si el astronómico monto de S/.
2´460,000.00 se encuentra acreditado y simplemente deciden que
procede reconocer y pagar ese monto al contratista, no existiendo
sustento, ni boletas, facturas, relación de gastos.

B) Violación al debido proceso al haber resuelto materias que de


acuerdo a ley no son susceptibles de arbitraje:
1.9 Las ampliaciones de plazo solicitadas por el Consorcio corresponde a
la primera etapa de elaboración del expediente técnico, siendo que
cada etapa tiene su propio presupuesto y su propio plazo, por tanto las
ampliaciones de plazo tienen como base el plazo establecido para
esta etapa, es decir 150 días, y tendrá como base de cálculo el
presupuesto señalado para esta misma etapa, y por ende, tendrá un
límite para estos montos adicionales lo señalado en el artículo 41 del
Decreto Legislativo N° 1017, que establece un monto máximo de
ampliaciones ascendente al 15% del monto contratado.
1.10 Estando claramente establecido que la ejecución del contrato se
encontraba en la primera etapa de elaboración del expediente técnico,
el tribunal arbitral ha tomado la totalidad del plazo contractual y la
totalidad del presupuesto para emitir el laudo, llegando a la
incongruencia que la etapa de elaboración del expediente técnico de
un presupuesto original de S/. 1´500,000.00 nuevos soles pasaría a
tener un sobrecosto adicional de S/. 3´740,000.00 nuevos soles y ello
sin ninguna participación de la Contraloría General de la República y
con el solo argumento tácito de los árbitros en mayoría de que el
monto demandado aún no alcanza el 15% del costo total de la obra,
no habiendo diferenciado los árbitros en mayoría las etapas de
ejecución contractual.
1.11 Respecto a los montos demandados por el Consorcio y otorgado
en el laudo, además de haber excedido el límite del 15% del monto de

5
esta etapa del contrato, los árbitros no han desarrollado ningún
cálculo, han venido a señalar una astronómica cifra sin ningún
sustento y sin ningún método o fórmula para resolver en derecho.

2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 02 de fecha 05 de


octubre de 2016 obrante de fojas 151 a 153, se admitió a trámite la
presente demanda y se corrió traslado a la parte demandada Consorcio
Hospitalario Rioja.

3. Absolución del traslado: Por escrito de fecha 11 de enero de 2017


obrante de fojas 191 a 206, el Consorcio demandado contesta la
demanda, señalando lo siguiente:

3.1 Del análisis efectuado a la demanda de anulación por la causal del


inciso b) del artículo 63.1 y del análisis efectuado por el demandante en
este punto, se debe establecer que no hay ninguna explicación por
parte de la entidad respecto de su agravio que invoca en su demanda
de anulación, cuando dice al referirse al laudo “incurre en
incongruencias al establecer una superposición de plazos ampliatorios,
lo que conlleva a un doble pago, pues también reconoce el pago de
gastos generales” como se puede apreciar del punto 4.1 al 4.11 de su
demanda, no existiendo ningún argumento que pruebe lo manifestado
por el Procurador Público del GRSM.
3.2 El GRSM se contradice al señalar que se ha transgredido el derecho a
la debida motivación, cuando a su vez él mismo señala que el tribunal
arbitral ha desarrollado el citado punto controvertido, es decir, que
dicho Colegiado sí ha motivado su decisión en base a datos objetivos
que derivan del caso.
3.3 Que el GRSM no se encuentre conforme con lo dispuesto en el laudo
no significa que éste adolezca de vicio alguno, que contravenga la ley o
que no tenga motivación.
3.4 En atención a lo dicho en el punto anterior y según se advierte del
laudo, el tribunal arbitral se ha pronunciado sobre las pretensiones de

6
Consorcio Hospitalario Rioja en la manera y términos que fueron
planteadas, es decir, no ha dejado de resolver las pretensiones ni
desviado el análisis ni decisión de la controversia materia de litis.
3.5 Respecto a la causal e) del numeral 1 del artículo 63 de la ley de
arbitraje, señala que las controversias materia de arbitraje se generan
por la denegatoria de aprobar ampliaciones de plazo y considerando
que el artículo 175 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del
Estado establece en el párrafo final que “Cualquier controversia
relacionada con la ampliación del plazo por parte de la entidad podrá
ser sometida a conciliación y/o arbitraje dentro de los quince días
hábiles posteriores a la comunicación de esta decisión”, resulta
evidente que las controversias relacionadas a ampliaciones de plazo si
son arbitrables.
3.6 Revisando el recurso de interpretación, aclaración e integración, que
fuera presentado por el GRSM, este argumento jamás fue reclamado o
solicitado ante el tribunal arbitral, por lo que no cumple con los requisitos
establecidos en el artículo 64, ya que no se realizó el reclamo oportuno
ante el tribunal arbitral.
3.7 El GRSM pretende confundir a la Sala Comercial, puesto que está
realizando afirmaciones contrarias a ley, es decir, señala que los efectos
económicos (montos) que se generan por la aprobación de
ampliaciones de plazo tiene un límite del 15%, lo cual es incorrecto y
contrario a ley, pues la Ley de Contrataciones del Estado y su
Reglamento solamente establecen límites para las prestaciones
adicionales de obra, que es concepto diferente a las ampliaciones de
plazo, las cuales no están sujeto a limitación normativa.

4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista


de la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en autos,
estos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, --------------------------

7
CONSIDERANDO:
PRIMERO: El mecanismo de impugnación jurisdiccional del laudo arbitral
(recurso de anulación de laudo arbitral) es fundamental para garantizar la
seguridad del laudo, confiriendo a este órgano revisor la facultad de
controlar a posteriori cuestiones como son la actuación de los árbitros,
respecto de la regularidad procesal de la causa o, si se quiere, dicho de
otra forma, un control de la actuación de los árbitros in procedendo. “La
regla de base es la imposibilidad de una intervención revisora del
laudo por parte de la autoridad judicial en cuanto al fondo (meritum
causae) y respecto a los eventuales errores in iudicando; las
decisiones de los árbitros están exentas de una censura ulterior en lo
concerniente a la manera de apreciar los hechos o las pruebas, a la
interpretación del Derecho material o a los extremos que han conducido a
un determinado razonamiento jurídico. La singularidad que reviste
obedece al hecho de que el juez no revisa las cuestiones de fondo
que contenga el laudo, sino únicamente procede al control sobre la
legalidad de las formas predispuestas.”1 (Resaltado nuestro). --------------

SEGUNDO: En relación a los límites del órgano jurisdiccional con motivo


de la interposición del recurso de anulación, el artículo 62 del Decreto
Legislativo N° 1071 establece: “1. Contra el laudo sólo podrá interponerse
recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente
establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se resuelve declarando la validez o
la nulidad del laudo. Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el
fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los
criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.”
(Subrayado nuestro); coligiéndose que el segundo numeral de esta
disposición prohíbe al órgano jurisdiccional examinar y evaluar los
criterios, motivaciones e interpretaciones expuestas por los árbitros. -------

1
F ERNÁNDEZ R OZAS, José Carlos. Tratado del Arbitraje Comercial en América Latina. Volumen II. Iustel,
Madrid, 2008, p.1096.

8
TERCERO: Como se ha señalado, el presente recurso de anulación de
laudo arbitral se encuentra sustentado en las causales contenidas en los
literales b) y e) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje; es
decir: “b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del
nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por
cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.”; y, e. Que el tribunal arbitral ha
resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.”. -----------------------

CUARTO: Al respecto, el artículo 63 del numeral 2 de la Ley de Arbitraje


señala: “Las causales previstas en los incisos a, b, c y d del numeral 1 de este
artículo sólo serán procedentes si fueron objeto de reclamo expreso en su
momento ante el tribunal arbitral por la parte afectada y fueron desestimadas.”.
Asimismo, el inciso 7 establece: “No procede la anulación del laudo si la
causal que se invoca ha podido ser subsanada mediante rectificación,
interpretación, integración o exclusión del laudo y la parte interesada no cumplió
con solicitarlos.”; en tal sentido, corresponde verificar si respecto de los
argumentos formulados se ha cumplido con efectuar el reclamo previo
conforme a lo señalado. -------------------------------------------------------------------

QUINTO: De autos se advierte que la parte demandante sí realizó reclamo


ante el tribunal arbitral a través de su solicitud de interpretación, aclaración
e integración de laudo arbitral de fecha 11 de diciembre de 2015 que obra
de fojas 586 a 604 del expediente arbitral acompañado, pedido que fue
declarado improcedente por resolución arbitral N° 2 1 de fecha 16 de marzo
de 2016, por lo que se cumple con el requisito de procedencia indicado
anteriormente. --------------------------------------------------------------------------------

SEXTO: En relación a la causal contenida en el literal b) del numeral 1


del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, tal como se ha señalado en la
parte expositiva de esta sentencia, la Entidad demandante sostiene que el
tribunal arbitral ha declarado fundadas todas las pretensiones del
Consorcio sin la debida motivación, afirmando básicamente lo siguiente:

9
6.1En la página 24 del laudo, en referencia a la ampliación de 128 días, el
tribunal arbitral ha señalado que aún cuando la Entidad ha resuelto de
manera extemporánea, corresponde determinar si cumplió con la
normativa para pronunciarse respecto a la ampliación de plazo, pero el
tribunal no dice de que manera ha verificado que el pronunciamiento de
la entidad fue extemporáneo.
6.2 En el laudo, el tribunal arbitral en ningún momento efectúa cálculo
alguno respecto a fechas de presentación, admisión de la solicitud,
contestación y notificación de lo resuelto por la entidad, tampoco existe
cómputo alguno de días hábiles.
6.3 El tribunal tampoco explica a cuáles vicios se refiere en el quinto
párrafo de la página 27 del laudo, exponiendo un razonamiento no
solo mal redactado sino incongruente.
6.4 Los árbitros no pueden interpretar el informe técnico N° 25-2014-
GRSM-GRI-SGEO-CAVM en contra de la expresa oposición de las
pretensiones de la demandada expresadas en la contestación de la
demanda.
6.5 Los árbitros dan validez al informe en la parte que reconoce un mayor
costo al contratista, pero también dicen los árbitros que al establecer
ese menor monto no se ha fundamentado ni probado y por eso
soslayan la contradicción a la pretensión.
6.6 Se patentiza una conclusión incongruente, el reconocimiento del monto
demandado por 128 días, pues se arriba a dicha conclusión con la sola
pretensión del demandante pues, según los árbitros, los contratos no
fueron incorporados al proceso; además, la presunción de veracidad
requiere de elementos corroborativos, los cuales en el presente caso
no se señalan cuales son.
6.7 En la apreciación de la prueba existe un análisis incongruente de la
incorporación y valoración de determinados medios de pruebas –los
contratos- y el rechazo y no valoración de lo alegado por la parte
recurrente a esos mismos contratos, patentizándose una conclusión
incongruente.

10
6.8 Los árbitros no efectúan un análisis de si el astronómico monto de S/.
2´460,000.00 se encuentra acreditado y simplemente deciden que
procede reconocer y pagar ese monto al contratista, no existiendo
sustento, ni boletas, facturas, relación de gastos.

SÉPTIMO: Respecto al cuestionamiento contenido en el numeral 6.1 del


considerando precedente, debemos precisar que lo afirmado por la
Entidad recurrente no se ajusta a la verdad, pues del tenor del laudo
arbitral [penúltimo párrafo de la página 24 hasta el segundo párrafo de la
página 27] fluye que el tribunal arbitral en mayoría analiza si la Entidad
cumplió o no con la normatividad para efectos de emitir pronunciamiento
sobre el pedido de ampliación de plazo; concluyendo, que la Entidad
incumplió con el plazo previsto en el artículo 175 del Reglamento de la
Ley de Contrataciones del Estado, pues no se pronunció dentro de los 10
días hábiles, por lo que este extremo de la demanda debe desestimarse.

OCTAVO: Sobre los cuestionamientos contenidos en los numerales 6.2,


6.3, 6.4, y 6.5 del considerando sexto, es necesario señalar que la Entidad
pretende que este Colegiado entre a calificar los criterios, motivaciones e
interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral en el laudo materia de
anulación que, como ya se dijo, está prohibido bajo responsabilidad,
conforme al numeral 2 del artículo 62 de la Ley de Arbitraje; en
consecuencia, estos cuestionamiento deben rechazarse. –

NOVENO: En relación al cuestionamiento contenido en el numeral 6.7 del


considerando sexto, respecto a que existe un análisis incongruente en la
apreciación de la prueba por parte del tribunal arbitral; debemos indicar
que de acuerdo al artículo 43 numeral 1 del Decreto Legislativo N° 1071,
el tribunal arbitral tiene facultad para determinar de manera exclusiva la
admisión, pertinencia, actuación y valor de las pruebas; es decir, la
admisión y valoración de la prueba le corresponde exclusivamente al
tribunal, consecuentemente, este Colegiado no puede pronunciarse sobre

11
la incorporación y apreciación de los medios de prueba realizado en sede
arbitral; por lo que, este extremo también debe desestimarse. ----------------

DÉCIMO: En cuanto a los cuestionamientos contenidos en los numerales


6.6 y 6.8 del considerando sexto, es pertinente mencionar lo siguiente:

10.1 Este Colegiado considera que el deber de motivación escrita, en


cualquier ámbito –incluso en el arbitral- resulta incuestionable, “[…]
entonces es necesaria la motivación, es decir, la explicitación de las
razones que apoyan la verdad de esas afirmaciones. Si así no fuese,
la valoración más que libre sería libérrima, subjetiva y arbitraria.”2. Así
la motivación –según reconocida doctrina, en posición que
compartimos-, supone que el Juzgador, sea a nivel administrativo,
judicial o incluso en la justicia arbitral, muestre cuál es el camino
recorrido, el método utilizado para arribar a su decisión final.
Igualmente la fundamentación facilitará un “rastreo” aproximado sobre
cuáles fueron las motivaciones externas, y en lo posible internas, que
llevaron a elegir, entre las diversas opciones de decisión que se
presenta, con el objeto de buscar no sólo el acierto sino también
demostrar que el juzgador tiene el genuino propósito de proscribir la
arbitrariedad.
10.2 Sobre la motivación de las resoluciones judiciales el Tribunal
Constitucional ha señalado reiteradamente que debe ser adecuada,
suficiente y congruente; así en el fundamento 11 de la STC N° 079-
2008-PA/TC, ha dejado establecido:
“11. De otro lado, el derecho a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, consagrado en el artículo 139º.5 de la Constitución, garantiza que
el juez resuelva la controversia jurídica sometida a su conocimiento
exponiendo las razones de hecho y de derecho que justifican su decisión.
Dicha motivación debe ser adecuada, suficiente y congruente. En ese
sentido, este Tribunal, en la STC 00728-2008-PHC/TC ha desarrollado, de
manera enunciativa, aquellos supuestos que pueden ser considerados como
una afectación de este derecho:

2
GASCÓN ABELLÁN, Marina y GARCÍA FIGUEROA, Alfonso, La argumentación en el Derecho, Palestra editores,
Segunda Edición, Lima. 2005, p. 409.

12
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente.- Está fuera de toda
duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada
cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente,
en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del
proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato,
amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.

b) Falta de motivación interna del razonamiento.- La falta de motivación


interna del razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta
en una doble dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una
inferencia a partir de las premisas que establece previamente el Juez en
su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa, que a
la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz
de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la
decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional
de la debida motivación mediante el control de los argumentos utilizados
en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva
de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.

c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El


control de la motivación también puede autorizar la actuación del juez
constitucional cuando las premisas de las que parte el Juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica. Esto
ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin,
es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de
pruebas o de interpretación de disposiciones normativas. La motivación
se presenta en este caso como una garantía para validar las premisas de
las que parte el Juez o Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al
fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2)
luego, ha llegado a la conclusión de que el daño ha sido causado por “X”,
pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la
participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante una
carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la
aparente corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser
enjuiciadas por el juez [constitucional] por una deficiencia en la
justificación externa del razonamiento del juez.

Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas


corpus no puede reemplazar la actuación del juez ordinario en la
valoración de los medios de prueba, actividad que le corresponde de
modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o la carencia de
argumentos constitucionales, bien para respaldar el valor probatorio que
se le confiere a determinados hechos, bien tratándose de problemas de
interpretación, para respaldar las razones jurídicas que sustentan
determinada comprensión del derecho aplicable al caso. Si el control de
la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en la
argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha
basado su argumento. El control de la justificación externa del
razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia
y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque

13
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a
no dejarse persuadir por la simple lógica formal.

d) La motivación insuficiente.- Se refiere, básicamente, al mínimo de


motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho
indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada.
Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, no
se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de
argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz
de lo que en sustancia se está decidiendo.

e) La motivación sustancialmente incongruente.- El derecho a la debida


motivación de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver
las pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en
que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que
supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal
incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control. El
incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas
las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela
judicial y también del derecho a la motivación de la sentencia
(incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una concepción
democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto
fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo
constitucional que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente de las pretensiones
efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia procesal exige
que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada,
no omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.

f) Motivaciones cualificadas.- Conforme lo ha destacado este Tribunal,


resulta indispensable una especial justificación para el caso de
decisiones de rechazo de la demanda, o cuando, como producto de la
decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales como el de la
libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia opera como un
doble mandato, referido tanto al propio derecho a la justificación de la
decisión como también al derecho que está siendo objeto de restricción
por parte del Juez o Tribunal.”.

10.3 Conforme se advierte de la demanda arbitral que obra de fojas 339 a


344 de los acompañados, el Consorcio Hospitalario Rioja postuló
como segunda y sexta pretensión principal, lo siguiente:

Segunda Pretensión Principal: Que, el Tribunal Arbitral se


sirva ordenar que procede reconocer y pagar al Contratista la
suma de S/. 1´280,000.00 (un millón doscientos ochenta mil

14
con 00/1000 nuevos soles) incluido I.G.V., por concepto de
mayores gastos generales correspondientes a la Ampliación de
Plazo N° 01 por ciento veintiocho (128) días calend arios, más
los intereses legales que correspondan hasta la fecha efectiva
de pago.

Sexta Pretensión Principal: Que, el Tribunal Arbitral se sirva


declarar que procede reconocer y pagar al Contratista la suma
de S/. 2´460,000.00 (dos millones cuatrocientos sesenta mil
con 00/1000 nuevos soles) incluido I.G.V., por concepto de
mayores gastos generales correspondientes a la Ampliación de
Plazo para elaborar el Expediente Técnico del Hospital de
Contingencia por doscientos cuarenta y seis (246) días
calendarios, más los intereses legales que correspondan hasta
la fecha efectiva de pago.

10.4 Las citadas pretensiones fueron amparadas en el laudo arbitral


contenido en la resolución arbitral N° 16 de fe cha 24 de noviembre
de 2015 que corre de fojas 617 a 661 de los acompañados.

10.5 Para amparar la segunda pretensión, el tribunal arbitral en mayoría,


consideró lo siguiente:

15
De esta manera, teniendo en cuenta ello, el monto que por mayores costos
pide el Contratista por la Ampliaciones de Plazo afirma que asciende a la suma
de S/. 1, 280,000.00 (Un millón doscientos Veintiocho Mil con 00/100 nuevos
soies), incluido ei Impuesto Genern.i a las Ventas (IG'v'). En reiación ai monto
este Colegiado considera conveniente destacar y precisar que la Entidad
mediante Informe Técnico Nº 25-2014-GRTSM-GRl-SGEO-CAVM de fecha 11
de junio de 2014, mediante el cual absuelve a manera de contestación la
demanda arbitral presentada por su contraparte, no ha desconocido la
gcncr~c:ón de un m~yor cesto ~! Ccntr~t!sta. En dicho informe, el área técnica
de la Entidad establece un monto menor al solicitado por el contratista por tal
concepto, mas no ha fundamentado ni probado facticamente su posición en la
contestacion de demanda realizado por la Entidad, que si bien en el presente
proceso ha sido contradicho por el contratista, este Colegiado debe soslayar
aplicando estrictamente el principio de veracidad de la declaracion del
demandante y de los medios probatorios presentados por el contratista en
función a haber declarado fundada la ampliación, siendo la etapa de ejecución
del laudo la opo1tunidad adecuada para realizar el ajuste de los intereses
legales generados.

Al respecto este Colegiado debe manifestar que antes de arribar a una


conclusión sobre el particular, ha valorado las pruebas ofrecidas por las pa1tes,
considerando a su vez lo siguiente: i) la ampliación de plazo solicitada por el
Consorcio cumple con las formalidades de ley, ii) la Entidad no se pronunció
conforme a lo establecido en la Ley de Contrataciones del Estado y su
Reglamento, ii) las consecuencias de la aprobación y consentimiento de la
ampliación de plazo conlleva a la modificación del plazo contractual y
reconocimiento de mayores gastos generales, iii) la Entidad no ha desconocido
totalmente que al Consorcio se le otorgue una ampliación de plazo ni el pago
de mayores gastos generales, iv) la Entidad no está de acuerdo con el monto
pretendido por ei Consorcio, para io cuai ha formuiado un cáicuio de parte sin
acreditar y/o sustentar documentalmente lo afirmado, v) el Consorcio ha
sustentado el monto de su pretensión mediante la declaración invocada en su
demanda y ha presentado documentos (contratos) a este Colegiado de manera
e>.'temporanea, los mismos que no han sido incorporados al proceso, empero
inab:té4blamants esta cotag:~do ha ton1ado cor.ocimianto da les mi5mos; de f~
misma manera, por principio de contradicción, la Entidad se ha pronunciado
indicando la extemporaneidad de los contratos y dudando de su veracidad, en
ese sentido el tribunal deja salvo el derecho de la Entidad de ejercer control
posterior sobre dichos documentos que obran en el expediente, por lo tanto,
A~tA l::i r.onr.111~i6n
-- -- r.olAni::irlo
-- ·-.¡;;¡·- -· - ::irrih::i
-····--· ::i
-· ·- -, -JA
- - - --·---- -· ni l::i ::imnli::ir.i6n
- ·-- - ·· ·¡···-- · -·· rlA -- - .Nº
-- ,-nl::i:70 . 01
- . nnr
,- - -
ciento veintiocho (128) días calendario debe tenerse por aprobada, así como lo
solicitado por el contratista por concepto de mayores gastos generales en
función a los 128 días.

Sobre el pa1ticular, si bien, este Tribunal Arbitral precisa a las pa1tes que !os
documentos aportados por las partes están protegidos por el Principio de
Presunción de Veracidad, los mismos que admiten prueba en contrario, en el

16
10.6 Asimismo, para declarar fundada la sexta pretensión, el tribunal
arbitral en mayoría, expresó lo siguiente:

17
Sobre el particular, este Tribunal Arbitral precisa a las partes que los
documentos aportados por las partes están protegidos por el Principio de
Prnsunción de Vt1racidad, ios mismos que si bien admiten prueba en contrario .

. En el caso materia de la controversia, se ha determinado que la Entidad debe


pagar a favor del Consorcio, la suma por concepto por concepto de mayores
costos derivados de la amp!f~cién de pkizo otorgada en e[ presente punto
controvertido.

Es decir, se ha determinado que la Entidad tiene una deuda a favor del


Consorcio, la cual consiste en un pago a favor de éste, producto de los
mayores gastos generales. Por tal motivo , encontrándonos frente a una deuda
que debe ser cancelada, corresponde declarar que el Consorcio tiene derecho
también a percibir los respectivos intereses, los cuales deben ser calculados en
ejecución de laudo.

Al respecto, en el análisis de puntos controvertidos precedentes se ha


desarrollado in extenso, la figura y aplicación de los intereses, razón por la cual
este Colegido que deben regirse por los intereses legales, y la tasa de interés
legal será fijada por el Banco Central de Reserva del Perú.

En tal sentido, los intereses legales a favor del Consorcio, deben computarse
en base al monto adeudado por concepto de mayores costos irrogados al
Contratista durante el parido correspondiente a la ampliación de plazo para la
elaboración del expediente técnico del hospital de contingencia por doscientos
cuarenta y seis (246) dias calendario, en el momento de la ejecucion del laudo
por el juez pertinente.

Por lo tanto, este Colegiado declara fundado el quinto punto controvertido


derivado de la Quinta pretensión principal; en tal sentido, declárese que
procede aprobar la ampliación de plazo para elaborar el expediente técnico el
hospital de contingencia por doscientos cuarenta y seis (246) días calendario,
por concepto de demoras imputc:ibles él !Cl disponibilidad del taíreno,
elaboración de expediente no aceptado a petición de los usuarios por
modificación del PMF y revisión y elaboración del expediente técnico
modificado por Programa Médico Arquitectónico.

nP.I ····-···-
--· mi!=:mn ··mnrln P.!=:tP. r.nlP.ni:::irln
·---,-----··-o·-·· rlP.d:::ir:::i f1 inrl:::irln
· ···--·-·-··-· ···-·--- P.I· ~P.\lfn n1 intn ~nntrm11>rtirln
--····,--···----··-·-·-···-··
derivado de la Sexta pretensión principal; en tal sentido, declárese que procede
reconocer y pagar al contratista la suma de S/. 2, 460,000.00 (dos millones
cuatrocientos sesenta mil y 00/100 nuevos soles) incluido IGV, por concepto de
costos irrogados al contratista correspondientes a la ampliación de plazo para
elaborar el expediente técnico del hospital de contingencia por doscientos
cuarenta y seis (246) días calendario, más los intereses legales que
correspondan hasta la fecha efectiva de pago.

18
10.7 Sin embargo, del contenido de los citados considerandos no se
advierte que el tribunal arbitral en mayoría haya expresado las
razones mínimas que sustenten su decisión para el amparo de las
referidas pretensiones. En efecto, como se ha precisado, estas
pretensiones están dirigidas al pago de S/. 1´280,000.00 nuevos soles
por concepto de mayores gastos generales correspondientes a la
Ampliación de Plazo N° 01 por 128 días calendarios, más intereses
legales y el pago de S/. 2´460,000.00 nuevos soles por concepto de
mayores gastos generales correspondientes a la Ampliación de Plazo
para elaborar el Expediente Técnico del Hospital de Contingencia por
246 días calendarios, más intereses legales, respectivamente;
empero, el tribunal arbitral no explica en modo alguno cómo se
obtienen los montos reclamados, ni cuáles son los medios probatorios
que lo sustentan, ni mucho menos señala si el pago por mayores
gastos generales se encuentran debidamente acreditados como lo
exige el penúltimo párrafo del artículo 175 del Reglamento de la Ley
de Contrataciones del Estado [aprobado por el Decreto Supremo N°
184-2008-EF] aplicable al presente caso, habiéndose limitado a
expresar consideraciones fácticas sin sustento alguno, vulnerándose
el derecho a una debida motivación.
10.8 De otro lado, para el amparo de ambas pretensiones el tribunal
arbitral también invoca el principio de presunción de veracidad de los
documentos aportados por las partes; sin embargo, no precisa cuáles
son estos documentos que servirían de sustento para declarar
fundadas las pretensiones.
10.9 En consecuencia, este extremo del recurso debe ampararse por
haberse vulnerado el derecho a la debida motivación, configurándose la
causal anulación contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63
de la Ley de Arbitraje.

DÉCIMO PRIMERO: En cuanto a la causal contenida en el literal e) del


numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071 , por haberse

19
resuelto materias que de acuerdo a ley no son susceptibles de arbitraje;
debemos mencionar lo siguiente:

11.1 El último párrafo del artículo 175 del Reglamento de la Ley de


Contrataciones del Estado, establece: “Cualquier controversia relacionada con
la ampliación del plazo por parte de la Entidad podrá ser sometida a conciliación
y/o arbitraje dentro de los quince (15) días hábiles posteriores a la comunicación
de esta decisión.”.
Es decir, de acuerdo al citado numeral, las controversias relacionadas a
ampliaciones de plazo, como el caso que nos ocupa, sí son arbitrables,
desvirtuándose la afirmación de la Entidad recurrente.
11.2 De otro lado, el límite del 15% a que se contrae el artículo 41 del
Decreto Legislativo N° 1017 que invoca la Entidad r ecurrente y artículo
207 de su Reglamento, está referido expresamente a prestaciones por
adicionales de obra y no al pago de mayores gastos generales por
ampliaciones de plazo a que se refieren las prensiones postuladas en el
proceso arbitral.
11.3 Consecuentemente, el recurso de anulación por la causal contenida
en el literal e) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje deviene
infundada.

DÉCIMO SEGUNDO: Por cuyas razones y de conformidad con el literal b)


del numeral 1 del artículo 65 del Decreto Legislativo N° 1071: ----------------

DECISIÓN:
Declararon FUNDADO en parte el recurso de anulación de laudo arbitral
interpuesto por el Gobierno Regional de San Martín por la causal
contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de
Arbitraje; en consecuencia, NULO el laudo arbitral contenido en la
resolución N° 16 de fecha 24 de noviembre 2015, emi tido en mayoría por
el tribunal arbitral conformado por los árbitros Shurik Yabar Meza, Niltón
César Santos Orcón y Marco Antonio Moreno Gálvez el árbitro único
Jorge Antonio Morán Acuña, debiendo emitirse nuevo laudo arbitral,

20
teniendo en cuenta lo señalado precedentemente. Hágase saber. En los
seguidos por el Gobierno Regional de San Martín con el Consorcio
Hospitalario Rioja, sobre Anulación de Laudo Arbitral.

DIAZ VALLEJOS VILCHEZ DÁVILA

RIVERA GAMBOA

21
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SEGUNDA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

Siendo argumento esencial de la entidad en el arbitraje, la


pertinencia de una norma de la Ley de Contrataciones del
Estado que sanciona una nulidad del contrato administrativo, el
laudo que anula la Resolución Administrativa sin analizar ni
expresar razón sobre dicha pertinencia legal, importa vicio de
motivación que invalida el laudo.

EXPEDIENTE Nº :124-2016-0
DEMANDANTE : HOSPITAL MARIA AUXILIADORA
DEMANDADA : BIOMEDICAL CARE REPRESENTACIONES SAC
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

RESOLUCIÓN NÚMERO TRECE


Lima, treinta y uno de marzo
del año dos mil diecisiete.-

VISTOS:
Con el expediente arbitral que en 193 folios de copias certificadas se tiene a la vista.
Interviniendo como ponente el señor Juez Superior Rivera Gamboa.

I. RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. HOSPITAL MARIA


AUXILIADORA interpone recurso de anulación contra el laudo arbitral de fecha 02 de
diciembre de 2015 y la resolución 18 de fecha 28 de marzo de 2016 que declaró
improcedente el pedido de aclaración e integración, emitidos por el tribunal arbitral
conformado por los señores Iván Galindo Tipacti, Víctor Manuel Rodríguez Buitron y
Humberto Flores Arévalo, en el proceso arbitral que siguió contra BIOMEDICAL CARE
REPRESENTACIONES SAC (en adelante El Contratista).

PRETENSIÓN PROCESAL. Se pretende la anulación del laudo arbitral antedicho por


encontrase incurso, según indica, en la causal prevista en el literal b) del inciso 1 del
artículo 63 del Decreto Legislativo 1071, al haberse trasgredido el principio al debido
proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva, que enmarca la obligación de cualquier
autoridad que administre justicia, a motivar adecuadamente sus resoluciones.

1
FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE ANULACION. Argumenta la entidad que durante el
arbitraje sostuvo que no se podía dar cumplimiento a los términos del contrato, por cuanto
éste había sido declarado nulo válidamente por Resolución Directoral Nro. 298-2014-
HMA-DG del 09 de junio de 2014, decisión que se tomó en aplicación del artículo 56
inciso e) del Decreto legislativo Nro. 1017 – Ley de Contrataciones del Estado, y artículo
144 de su Reglamento, siendo estas normas citadas en la resolución; sin embargo, el
tribual arbitral no merituó ese argumento respecto de la tercera pretensión acumulada,
advirtiéndose que en la resolución 18 que resuelve el pedido de interpretación se indica
que no es cierto que se haya desarrollado ampliamente esos fundamentos de la nulidad
del contrato amparada en el artículo 56 inciso e) de la Ley de Contrataciones, por cuanto
no se mencionan en el escrito del 23 de marzo de 2015, pero sí se hace mención en los
escritos del 01 y 26 de junio de 2015 y en la Resolución Directoral citada. Es decir -alega-
que a pesar que se reconoce que existe mención de dicha fundamentación en sus escrito
del 01 y 26 de junio de 2015, y en la Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG, sin
embargo no se hace un análisis de dicho argumento de su defensa; lo que afecta su
derecho a la motivación.

II. ABSOLUCIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO.


Por escrito presentado con fecha 17 de junio de 2016 BIOMEDICAL CARE
REPRESENTACIONES SAC absuelve el traslado del recurso de anulación, negándolo y
contradiciéndolo en todos sus extremos, argumentando a tal efecto que es falso que haya
habido falta de motivación adecuada en el laudo o en las resoluciones siguientes de
integración y otros. Sostiene que del análisis del fundamento jurídico de la Resolución
Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG se basa en nulidades que se habrían producido en los
actos preparatorios del proceso de selección que es de absoluta responsabilidad de los
funcionarios de la propia entidad, y por ende no imputables al contratista, y “este hecho
fundamental en el proceso arbitral, ha sido debidamente motivada y lo que determina la
plena vigencia de nuestro contrato lealmente obtenido” (sic).

III. RESUMEN DEL PROCESO ARBITRAL Y LO ACTUADO EN AUTOS.

INSTALACIÓN DEL TRIBUNAL ARBITRAL. Con fecha 27 de enero de 2015 se instaló el


Tribunal Arbitral, conformado por los señores Iván Galindo Tipacti (Presidente),
Humberto Flores Arévalo y Víctor Manuel Rodríguez Buitrón; la instalación se llevó a
cabo con los representantes del HOSPITAL MARIA AUXILIADORA y en inasistencia del
representante de BIOMEDICAL CARE REPRESENTACIONES SAC.

2
En este acto se establecieron las reglas procedimentales, la clase de arbitraje (Nacional,
de Derecho, Ad hoc), la sede (Lima), el idioma (castellano), las normas peruanas
aplicables; encargándose la Secretaría al señor Francisco Valdez Huarcaya. Realizados
los actos procesales pertinentes, por resolución número 14 de fecha 02 de diciembre de
2015, se expidió el laudo arbitral de derecho.

El 29 de diciembre de 2015 HOSPITAL MARIA AUXILIADORA solicitó la interpretación del


laudo, lo que fue declarado improcedente por resolución 18 del 28 de marzo de 2016, que
fue notificada al día siguiente 29 de marzo de 2016.

IV. PRESENTACIÓN Y TRÁMITE DEL RECURSO DE ANULACIÓN


− Con fecha 26 de abril de 2016, HOSPITAL MARIA AUXILIADORA interpuso
recurso de anulación de laudo arbitral, el cual fue admitido por resolución número
01 del 06 de mayo de 2016.
− Por escrito presentado el 10 de junio de 2016, la parte emplazada se apersonó al
proceso y absolvió el traslado.
− Por resolución número 12 emitida con fecha 11 de noviembre de 2016 se
programó la Vista de la Causa para el día 16 de marzo de 2017, llevándose a cabo
sin la asistencia de los abogados de las partes, según constancia de fojas 328, no
obstante estar debidamente notificados, quienes por lo demás, no habían
solicitado informe oral.

V. CONSIDERACIONES DEL COLEGIADO:

PRIMERO: De conformidad con el artículo 62 del Decreto Legislativo Nro. 1071, el


recurso de anulación tiene por objeto la revisión de la validez del laudo por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63 del mismo cuerpo legal, estando prohibido a
este Colegiado, bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o
sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones
expuestas por el Tribunal Arbitral. Caso contrario, el recurso de anulación constituiría una
instancia de revisión de la decisión arbitral como si se tratara de una apelación, lo que no
se condice con el diseño normativo del arbitraje como jurisdicción especial con
reconocimiento constitucional, y su relación con la jurisdicción ordinaria regulada por el
Decreto Legislativo Nro. 1071 referido, que se sustenta en el principio de no interferencia.

SEGUNDO: Así, la doctrina nacional informa que “por medio del recurso de anulación no
es posible discutir los fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no

3
se transfiere al tribunal revisor la facultad de decidir, que es exclusiva de los árbitros,
porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales de intervención, que
sólo aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que
son precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden
interponerse” 1.

De este modo puede afirmarse que “la regulación de causales no hace sino afirmar la idea
de que el legislador busca que se realice una revisión sólo de carácter rescindente del
arbitraje, pues a la Sala de la Corte Superior que conozca del recurso de anulación de
laudo no le será posible sustituir la decisión de los árbitros, en cuanto al fondo, por la suya
propia”. (…) “Eventualmente, ello podría llevar a que se cometen a ciertas injusticias al
momento de resolver causas arbitrales y que las mismas sean protegidas por la
regulación que impide revisar el fondo. No queda más que asumir tal posibilidad, es el
costo de la justicia arbitral. Y, en verdad, ningún modelo de proceso está libre de
injusticias porque el error puede estar siempre presente, aún en la última instancia”2.

TERCERO: En el presente caso HOSPITAL MARIA AUXILIADORA invoca la causal


prevista en el inciso b) del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, que dispone:

“Artículo 63.- Causales de anulación.


1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y
pruebe:
(...)
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un
árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer
valer sus derechos. ”

CUARTO: Al referirse el art. 63.1.b de la Ley de Arbitraje a la imposibilidad de alguna de


las partes de hacer valer sus derechos como causal de anulación del laudo arbitral,
enmarca el cuestionamiento dentro de la protección de derechos constitucionales,
particularmente el derecho al debido proceso, sin que ello importe en modo alguno la
revisión del fondo de la controversia ni el razonamiento seguido por el Tribunal Arbitral,
por cuanto el recurso de anulación de laudo no es una instancia, sino un proceso
autónomo en el que de modo puntual se verifica el cumplimiento de determinados

1
LEDESMA NARVAEZ, MARIANELLA. Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios. En: Cuadernos
Jurisprudenciales. Gaceta Jurídica. Lima, Noviembre 2005.
2
AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis y VELASQUEZ MELENDEZ, Raffo. Sentido de la Anulación de
Laudo y de su Sistema Probatorio. En: Revista Peruana de Derecho Constitucional. Tribunal Constitucional.
Nro. 4 Nueva Epoca. 2011

4
supuestos de validez del laudo arbitral, no debiendo perderse de vista que las partes se
han sometido de modo voluntario y expreso a la jurisdicción arbitral.

QUINTO: Sobre la pertinencia del debido proceso en sede arbitral, el Tribunal


Constitucional se ha pronunciado en la sentencia de fecha 21 de setiembre de 2011,
recaída en el expediente 00142-2011-PA/TC (precedente vinculante) indicando lo
siguiente:

“…de la especial naturaleza del arbitraje, en tanto autonomía de la voluntad de las


partes y al mismo tiempo, de la independencia de la jurisdicción arbitral, no supone
en lo absoluto desvinculación del esquema constitucional, ni mucho menos del
cuadro de derechos y principios reconocidos por la Constitución. Como ya ha
señalado este Tribunal, “la naturaleza de jurisdicción independiente del
arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con
observancia de los principios constitucionales que informan la actividad de
todo órgano que administra justicia, tales como el de independencia e
imparcialidad de la función jurisdiccional. En particular, en tanto jurisdicción,
no se encuentra exceptuada de observar directamente todas aquellas
garantías que imponen el derecho al debido proceso”. (STC 6167-2005-
PHC/TC, fundamento 9).

Ello es así por cuanto la función jurisdiccional se sustenta y se debe a la norma


fundamental, más allá de la especialidad sobre la que pueda versar o de la investidura de
quienes la puedan ejercer. De este modo y aunque se dota a la justicia arbitral de las
adecuadas garantías de desenvolvimiento y se fomenta su absoluta observancia, la
misma se encuentra inevitablemente condicionada a que su ejercicio se desarrolle en
franco respeto al orden constitucional.

SEXTO: Como ha quedado reconocido también por la jurisprudencia constitucional, el


debido proceso es un derecho que comprende, a su vez, diversos derechos
fundamentales de orden procesal; en ese sentido, se trata de un derecho “continente”
cuyo contenido constitucionalmente protegido comprende una serie de garantías, formales
y materiales, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el
cual se encuentre comprendida una persona pueda considerarse como justo. (STC Nro.
2851-2010-AA/TC).

Así, en la STC Nro. 3926-2008-HC/TC, se expresó:

“El debido proceso es entendido como un principio de la jurisdicción que tiene la calidad de
ser uno “continente”, es decir, en su seno alberga un conjunto de subprincipios o derechos
que le dan contenido; en tal sentido, el Tribunal Constitucional ha señalado que: “[…] El
derecho al debido proceso, como ha señalado en reiterada jurisprudencia este Tribunal,
comprende, a su vez, diversos derechos fundamentales de orden procesal, de modo que
se configura, por así decirlo, un derecho “continente”[…]” (STC. 10490-2006-AA/TC).”

5
Entre los derechos que configuran el debido proceso se encuentran el derecho a la
prueba y a la motivación, cuya infracción, precisamente, denuncia la nulidscente según las
alegaciones de su recurso de anulación.

LA MOTIVACION DEL LAUDO


SETIMO: Respecto de la motivación de las resoluciones, el artículo 139 de la Constitución
Política del Estado establece que son principios y derechos de la función jurisdiccional:

“5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de
hecho en que se sustentan”.

El Tribunal Constitucional ha señalado de modo reiterado que el derecho a la motivación


de resoluciones judiciales es un componente esencial del derecho al debido proceso,
precisando que:

“es el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes en cualquier
clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en
proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139° de la Norma Fundamental,
garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan, justifiquen
sus decisiones, asegurando que la potestad de administrar justicia se ejerza con sujeción a
la Constitución y a la ley; pero también, con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio
del derecho de defensa de los justiciables”. (STC. 1313-2005-HC/TC. FF.JJ. 10,11).

Debe tenerse presente que “la Constitución no garantiza una determinada extensión de la
motivación, por lo que su contenido esencial se respeta siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y que, por si mismo,
exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si esta es breve o
concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión” (STC Nro. 1291-2000-
AA/TC); y de otro lado, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones
planteadas, sino que la insuficiencia, vista en términos generales, “sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo” (STC Nro. 728-2008-PHC/TC).

OCTAVO: En ese orden de ideas, a la sazón resulta ya incuestionable que en el arbitraje


opera igualmente el derecho a la motivación, cuya vigencia y garantía en sede arbitral
deriva, además, de la norma del artículo 56 de la Ley de Arbitraje, que dispone:

6
Artículo 56.- Contenido del laudo.
1. Todo laudo deberá ser motivado, a menos que las partes hayan convenido algo distinto
o que se trate de un laudo pronunciado en los términos convenidos por las partes conforme
al artículo 50.[…]

Por tanto la discusión ya no radica en si resulta o no obligatoria la motivación del laudo, o


si la carencia o vicios de ésta pueden determinar la anulación de dicho laudo, sino en
perfilar las características esenciales que ésta debe reunir, esto es, el contenido que la
configura en sede arbitral, dadas la informalidad, flexibilidad y autoregulación que imperan
en ésta, que parecen apuntar a que no se podría exigir la motivación del laudo con la
misma intensidad que resulta exigible para las sentencias judiciales. A tal efecto resulta
entonces ineludible apoyarse -una vez más- en los criterios fijados por la jurisprudencia
constitucional, que sirven de referencia objetiva para juzgar esta cuestión, y que definen a
la racionalidad, coherencia, razonabilidad, carácter expreso, claridad, y no contravención
de los principios lógicos ni de las máximas de la experiencia, como elementos tipificadores
de la debida motivación según el estándar constitucional de este derecho fundamental.

NOVENO: La STC Nro. 728-2008-HC/TC ha sistematizado las patologías de la motivación


de resoluciones judiciales, que también sirven de referencia para juzgar la validez de un
laudo. Su parte pertinente se reproduce in extenso por su carácter eminentemente
didáctico que releva de mayor fundamentación:

“Este Colegiado Constitucional ha precisado que el contenido constitucionalmente


garantizado de este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda duda que se
viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación es inexistente
o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose
en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.

b) Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del


razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por
un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa,
que a la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir,
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos
casos, de identificar el ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de
los argumentos utilizados en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la
perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.

c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la


motivación también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las
premisas de las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez fáctica o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los
identifica Dworkin, es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de
pruebas o de interpretación de disposiciones normativas. La motivación se presenta en
este caso como una garantía para validar las premisas de las que parte el Juez o Tribunal
en sus decisiones. Si un Juez, al fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia

7
de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión de que el daño ha sido causado por “X”,
pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la participación de “X” en tal
supuesto, entonces estaremos ante una carencia de justificación de la premisa fáctica y, en
consecuencia, la aparente corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser
enjuiciadas por el juez [constitucional] por una deficiencia en la justificación externa del
razonamiento del juez.

Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede
reemplazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba,
actividad que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o
la carencia de argumentos constitucionales; bien para respaldar el valor probatorio que se
le confiere a determinados hechos; bien tratándose de problemas de interpretación, para
respaldar las razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho
aplicable al caso. Si el control de la motivación interna permite identificar la falta de
corrección lógica en la argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha basado su
argumento. El control de la justificación externa del razonamiento resulta fundamental para
apreciar la justicia y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse
persuadir por la simple lógica formal.

d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible


atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en
reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones
planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo.

e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de


las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de
inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir,
el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate
judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y
también del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que,
partiendo de una concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en
nuestro texto fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional
que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente de las pretensiones efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia
procesal exige que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no
omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.”

DE LA IRREVISABILIDAD DEL LAUDO


DECIMO: Sin embargo la función de control judicial de este Colegiado, en mérito de la
causal invocada, no puede importar en modo alguno la revisión del fondo de la
controversia ni el razonamiento seguido por el Tribunal Arbitral; la razón de lo señalado se
basa en que el recurso de anulación de laudo no es una instancia del arbitraje, sino un
proceso judicial especial en el que de modo puntual se verifica el cumplimiento de
determinados supuestos de validez del laudo arbitral, no debiendo perderse de vista que
las partes se han sometido de modo voluntario y expreso a la jurisdicción arbitral que

8
resuelve la controversia de modo exclusivo y excluyente, por lo que la función de este
Colegiado no es la de efectuar ni revisar la valoración probatoria ni corregir los errores in
procedendo o in iudicando que se pudieran haber producido durante el proceso arbitral o
al emitirse el laudo, salvo claro está, que estos configurasen alguna de las causales de
nulidad expresamente previstas por ley. Por tanto, este Colegiado tiene claro que la
función de control judicial que le ha sido encomendada, según el diseño normativo del
arbitraje y su interrelación con el sistema de justicia a cargo del Estado, no equivale a una
función revisora propia de una instancia de grado.

DECIMO PRIMERO: De este modo, el recurso de anulación no puede dar cabida a


reclamos por disconformidad con lo resuelto en sede arbitral, esto es, por discrepancia
con el criterio jurisdiccional (valoración probatoria, interpretación y aplicación normativa,
etc.) que informa el laudo.

Es así que, de conformidad con el artículo 62 inciso 2) de la Ley de Arbitraje, este


Colegiado “se encuentra prohibido pronunciarse respecto del fondo de la controversia o
del contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones
expuestas por el tribunal arbitral;” contexto en el cual debe tenerse presente la regla
establecida por la STC Nro. 728-2008-PHC/TC, según la cual:

“… el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el derecho a


la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de los propios
fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas
procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para
contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o
análisis.”

En ese sentido, el control de la debida motivación se limita a la verificación de la


aceptabilidad de la justificación de la decisión adoptada, esto es, de su aceptación bajo
condiciones de racionalidad, pero no a la verificación de su corrección, es decir, si las
razones expuestas son acertadas o erradas, pues ello supondría un nuevo juzgamiento
(selección e interpretación de normas y valoración de pruebas) y la superposición del
criterio interpretativo o valorativo del órgano de control al criterio asumido por el órgano
decisorio, convirtiéndose aquél en instancia de grado.

Del aducido vicio de nulidad


DECIMO SEGUNDO: En efecto, de la fundamentación del recurso de anulación
interpuesto por HOSPITAL MARIA AUXILIADORA, el Colegiado extrae que el argumento
esencial de su pretensión nulificante con base en la causal b) invocada, radica en que el

9
tribunal arbitral al resolver la pretensión relativa a la nulidad de la Resolución Directoral
Nro. 298-2014-HMA-DG que a su vez había declarado nulo el Contrato entre las partes,
no analizó ni merituó el fundamento jurídico de dicha nulidad de contrato sustentada en el
artículo 56 inciso e) del D. Leg. 1017 – Ley de Contrataciones y del Estado, no obstante
que esto fue alegado por la entidad en sus escritos de fecha 01 y 26 de junio de 2015, lo
que importa afectación de su derecho a la motivación como componente del debido
proceso.

DECIMO TERCERO: La pretensión implicada fue postulada mediante escrito Nro. 2 de


BIOMEDICALE CARE REPRESENTACIONES SAC, de ampliación de la demanda, de
fecha 15 de abril de 2015 a fojas 65 del expediente arbitral, en los siguientes términos:

“Tercera pretensión principal: Declarar la Nulidad de la Resolución Directoral N° 298-


2014-DG de fecha 9 de junio de 2014 que declara Nulidad del Contrato No. 142-2013-
HMA, y al consiguiente cumplimiento de obligación contractual.”

Dicho escrito de ampliación de demanda fue proveído por resolución 5 del 27 de abril de
2015, corriéndose traslado del mismo al HOSPITAL MARIA AUXILIADORA, quien solicitó
la acumulación de esa nueva pretensión según escrito del 07 de mayo de 2015 (fojas 75),
lo que fue concedido por resolución 06 del 20 del mismo mes y año (fojas 77),
procediendo el Hospital a absolver dicha pretensión mediante escrito del 01 de junio de
2015 (fojas 99), en el que manifestó:

“2) Al respecto, debe tenerse presente que conforme se advierte de los fundamentos
expuestos en la Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMD-DG de fecha 098 de junio de
2014, ésta se sustenta en el artículo 56 del Decreto Legislativo Nro. 1017 – Ley de
Contrataciones del Estado, y el artículo 144 de su Reglamento, normas que son citadas en
el texto de la resolución conforme se puede advertir del segundo párrafo in fine de la
segunda página y el último párrafo de la parte considerativa.

3) Por otro lado, debe tenerse presente que los demás fundamentos legales citados en la
Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG que sustentan las causales por las cuales el
Contrato Nro. 142-2013-HMA se encuentra incurso en causal absoluta de nulidad (como
son la vulneración de los artículos 10 y 18 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del
Estado, del artículo I del Título Preliminar, numeral 26.2 del artículo 26, 77.1 del artículo 77
de la Ley 28411 – TUO de la Ley General del Sistema Nacional de Presupuesto del Sector
Público para el año 2013 y del artículo 19 de la Ley Nro.28112 – Ley Marco de la
Administración Financiera del Sector Público) denotan claramente que el contrato Nro.
1|42-2013-HMA fue declarado nulo por la causal establecida en el inciso e) del artículo 56
de la Ley que dice lo siguiente:

e) Cuando no se haya utilizado los procedimientos previstos en la presente ley,


pese a que la contratación se encontraba bajo su ámbito de aplicación. En ese
supuesto, asumirán responsabilidad los funcionarios y servidores de la Entidad
contratante, conjuntamente con los contratistas que celebraron irregularmente el
contrato.

10
Por resolución 08 del 10 de junio de 2015 (fojas 104), ante un pedido de BIOMEDICAL de
corrección de las resoluciones 5, 6 y 7, el tribunal arbitral nuevamente otorgó al
HOSPITAL el plazo de 10 días hábiles para que conteste la nueva pretensión acumulada,
de nulidad de la resolución directoral referida. En virtud de ello, por escrito del 26 de junio
de 2015 (fojas 107), HOSPITAL MARIA AUXILIADORA formuló nueva absolución al
traslado remitiéndose a su anterior escrito del 01 de junio, reiterando literalmente lo antes
glosado.

DECIMO CUARTO: En la audiencia de fecha 17 de julio de 2016 (fojas 116 del


expediente arbitral) se fijó el siguiente punto controvertido:

“TERCER PUNTO CONTROVERTIDO: Corresponde a la primera Pretensión acumulada a


la demanda: Determinar si corresponde o no se declare la nulidad de la Resolución
Directoral Nro. 298-HMA-DG de fecha 09 de junio de 2014 que declaró nulo el Contrato
Nro. 142-2013-HMA, y al consiguiente cumplimiento de la obligación contractual.”

Este extremo fue declarado fundado en el laudo y en consecuencia nula la Resolución


Directoral Nro. 298-HMA-DG. La motivación de dicho punto resolutivo consta en las
páginas 13 a 15 del laudo, en las que se aprecia la siguiente motivación:

“En ese contexto, es del caso dilucidar si son pertinentes los fundamentos legales,
específicamente la causal de nulidad, alegados por el HOPSITAL respecto de la
Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG que declaró nulo el Contrato, esto es si tal
nulidad tiene fundamento legal pertinente y suficiente en la LPA [entiéndese, Ley del
Procedimiento Administrativo General], o si por el contrario como alega BIOMEDICAL la
nulidad debe declararse por aplicación de la ley especial, en este caso la LCE que
establece las causales de nulidad de los actos vinculados al proceso de selección hasta
antes de la suscripción el Contrato.

En cuanto a la norma aplicable para la evaluación de la nulidad del Contrato, el referido


Artículo 56 de la LCE, en su párrafo final establece que el Árbitro Único o Tribunal Arbitral
considerará las causales establecidas en la propia LCE y su Reglamento, y luego las
causales de Nulidad aplicables y reconocidas en el derecho nacional, esto es decir que la
LCE establece la prevalencia de la norma especial respecto de la norma general. Desde
esa perspectiva el Tribunal Arbitral está persuadido que no existe duda sobre la aplicación
de la LCE y su Reglamento en la evaluación de la nulidad del Contrato decidida por el
HOSPITAL.

Así tenemos que, de la lectura de la norma acotada se desprende que con posterioridad a
la suscripción del contrato, las entidades del Estado solo pueden declarar la nulidad por las
causales contempladas en ella, siendo que como es notorio la Resolución Directoral Nro.
298-2014-HMA-DG que decide la Nulidad del Contrato es posterior a su suscripción, el
fundamento de esta solo podría referirse a alguna de dichas causales.

De la lectura de los fundamentos de la propia Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-


DG impugnada, es de verse que la nulidad del Contrato devendría por consecuencia de
deficiencias en los actos preparatorios del proceso de selección previos a la suscripción del
Contrato, del otorgamiento de la Buena Pro y probablemente de la convocatoria al proceso
de selección, de responsabilidad de la administración del HOSPITAL.

11
Desde la perspectiva del Tribunal Arbitral, con posterioridad a la suscripción del Contrato
por efecto de la aplicación del Convenio Arbitral (Cláusula Décimo Sétima del Contrato) de
obligatoria inclusión en el mismo, las partes deben ajustar su actuación a las normas de la
LCE y su Reglamento y eventualmente someter al mecanismo arbitral sus diferencias; sin
embargo el HOSPITAL no ha recurrido a la posibilidad de resolver el Contrato al amparo de
lo dispuesto por el artículo 44 de la LCE, como tampoco ha recurrido al arbitraje para
discutir la imposibilidad de dar cumplimiento a las obligaciones contraídas con
BIOMEDICAL.

Es de anotar que en ese sentido, la alegada vulneración de normas distintas a la LPAG que
refiere la Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG para decidir la nulidad del
Contrato, no afectan a la prevalencia de la LCE mas no podrían haberse constituido en
elementos de juicio pertinentes, en caso el HOSPITAL hubiera optado por resolver el
Contrato o por solicitar que tal resolución sea declarada en un arbitraje.
[…]“

DECIMO QUINTO: De lo glosado se desprende que el Tribunal Arbitral entendió más allá
de toda duda, lo siguiente: 1) que en la evaluación de la nulidad del contrato decidida por
el Hospital María Auxiliadora resultaba de aplicación la Ley de Contrataciones del Estado;
2) que las entidades del Estado solo pueden declarar la nulidad por las causales
contempladas en la citada Ley de Contrataciones del Estado, por tanto; 3) que el
fundamento de la Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG solo podría referirse a
alguna de las causales previstas en dicha ley. No obstante ello, y con el razonamiento que
expresa, concluye que corresponde declarar la nulidad de la antedicha resolución
administrativa.

Sin embargo, se advierte que en el razonamiento seguido por el Tribunal Arbitral, no se ha


incorporado como elemento de análisis la causal específica de nulidad prevista en el
artículo 56 inciso e) de la Ley de Contrataciones, que dispone:

Artículo 56°.- Nulidad de los actos derivados de lo s procesos de contratación


[…]
Después de celebrados los contratos, la Entidad puede declarar la nulidad de oficio en los
siguientes casos:
[…]
e) Cuando no se haya utilizado los procedimientos previstos en la presente ley, pese a que
la contratación se encontraba bajo su ámbito de aplicación. En este supuesto, asumirán
responsabilidad los funcionarios y servidores de la Entidad contratante, conjuntamente con
los contratistas que celebraron irregularmente el contrato.

DECIMO SEXTO: Dicha omisión pretende ser justificada por el tribunal arbitral, al
expresar en la resolución 18 que declara improcedentes los pedidos de aclaración e
integración, que “no es cierto que el HOSPITAL MARIA AUXILIADORA hubiera
desarrollado “ampliamente” sus fundamentos al respecto”. Así, sostiene además el
tribunal arbitral:

12
“DECIMO: Que, en efecto, en el escrito de 23 de marzo de 2015 de absolución del traslado
de la demanda, el HOSPITAL MARIA AUXILIADORA no hace mención alguna a que la
Resolución Directoral Nro. 2982-2014-HMA-DG que declara la Nulidad del Contrato tenga
como causal de sustento el supuesto previsto en el inciso e) del Artículo 56 de la Ley de
Contrataciones del Estado.

Asimismo en sus escritos de 01 y 26 de junio de 2015 el HOSPITAL MARIA


AUXILIADORA, solo hacen mención a que el contrato fue declarado nulo por la causal del
inciso e) del artículo 56 de la Ley de Contrataciones del Estado, sin ninguna otra alegación
que fundamente su aplicación; por el contrario, en ambos escritos al igual que en el escrito
de 23 de marzo de 2015 como en la propia Resolución Directoral Nro. 198-2014-HMA-DG y
sus escritos posteriores, se hace sustentación de la nulidad del Contrato como
consecuencia de deficiencias en los actos preparatorios del proceso de selección previos a
la suscripción del Contrato, del otorgamiento de la Buena Pro y otros”.

Sin embargo, lo aseverado por el tribunal arbitral no se condice con lo que se observa del
expediente arbitral, según lo puntualizado en el considerando decimo tercero de la
presente, por lo siguiente:
1. La pretensión de nulidad de la Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG fue
postulada recién mediante escrito Nro. 2 de de ampliación de la demanda
BIOMEDICALE CARE REPRESENTACIONES SAC, de fecha 15 de abril de
2015; por tanto, es lógico que el HOSPITAL MARIA AUXILIADORA no hiciera
mención alguna a los fundamentos de la resolución administrativa en su escrito de
absolución del 23 de marzo de 2015.
2. En el escrito de absolución de esa pretensión, de fecha 01 de junio de 2015
HOSPITAL MARIA AUXILIADORA sí hizo mención e invocación a la norma del
artículo 56 inciso e) de la Ley de Contrataciones del Estado, como fundamento
expreso de la resolución administrativa cuestionada.
3. En el escrito del 26 de junio de 2015, de nueva absolución (originada en el
reiterativo traslado de la pretensión acumulada dispuesta por resolución 8)
HOSPITAL MARIA AUXILIADORA hizo mención también reiterativa de dicha
norma legal con expresa remisión a su escrito del 01 del mismo mes y año.

DECIMO SETIMO: En ese orden de ideas, a ojos de un observador objetivo e imparcial y


siguiendo el propio razonamiento lógico del Tribunal Arbitral, se aprecia que merecía
ineludiblemente ser objeto de análisis el argumento esencial de la defensa del HOSPITAL
MARIA AUXILIADORA, sobre la pertinencia de la norma del artículo 56 inciso e) de la Ley
de Contrataciones del Estado, que prevé precisamente la posibilidad de una declaración
de oficio de la nulidad de un contrato ya celebrado sin respetarse los procedimientos
previstos en la misma ley, que es lo que se aduce en la Resolución Directoral Nro. 298-
2014-HMA-DG, en la que se expresa que el proceso de selección que derivó en el

13
contrato sub materia, no contó con la Certificación de Disponibilidad Presupuestal exigida
por la Ley de Contrataciones del Estado. Ante dicha falencia en la motivación no puede
saberse si el tribunal arbitral habría considerado aplicable o no –ni porqué razón- la
disposición del artículo 56 inciso e) aludido, o si consideró que siendo pertinente sin
embargo en el caso concreto no se configuraba el supuesto fáctico de la norma implicada.
En otras palabras no se sabe finalmente las razones por las cuales, no obstante la
existencia de dicha disposición legal, expresamente invocada por la parte demandada, el
tribunal arbitral resolvió como resolvió, lo que revela que nos encontramos ante un caso
evidente de vicio de motivación que amerita la anulación del laudo de referencia, con base
en la causal invocada por la nulidiscente.

DECIMO OCTAVO: El Colegiado aprecia que si bien el vicio de motivación se encuentra


delimitado a lo resuelto con relación a la pretensión acumulada, sin embargo, por versar
ésta sobre la nulidad de la Resolución Directoral Nro. 298-2014-HMA-DG que dispuso la
nulidad del contrato entre las partes, la invalidación del laudo debe alcanzar también a la
pretensión relativa al cumplimiento de dicho contrato, pues por lógica jurídica esta es
dependiente de aquella. Por tanto, de conformidad con el artículo 65 inciso b) de la Ley de
Arbitraje, corresponde reenviar la causa a sede arbitral a fin el recurso de anulación emita
nuevo pronunciamiento sobre dichos extremos.

No sucede lo mismo respecto de la pretensión indemnizatoria, pues el tribunal arbitral la


declaró improcedente en el laudo al considerar que en el caso concreto no se ha
producido resolución contractual alguna, y por tanto juzgó que no se configuraba el
supuesto de la normativa especial que cita (artículos 44 y 170 de la Ley de Contrataciones
del Estado y su Reglamento), por lo que lo resuelto con relación a la nulidad del contrato
no tiene incidencia en este extremo.

En mérito de lo expuesto, este Colegiado, impartiendo justicia en nombre del pueblo


peruano y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

1. DECLARAR FUNDADO EN PARTE el recurso de anulación de laudo arbitral,


en consecuencia se DECLARA PARCIALMENTE NULO el laudo arbitral de
derecho emitido con fecha 02 de diciembre de 2015, EN CONSECUENCIA, sin
efecto su primero, tercero y cuarto puntos resolutivos, debiendo el tribunal

14
arbitral emitir nuevo pronunciamiento de conformidad con el artículo 65 inciso
b) de la Ley de Arbitraje; e,
2. INFUNDADO el recurso de anulación con relación al segundo, quinto y sexto
puntos resolutivos del laudo antedicho, extremos que quedan subsistentes.

Notifíquese conforme a ley.-

En los seguidos por HOSPITAL MARIA AUXILIADORA contra BIOMEDICAL CARE


REPRESENTACIONES SAC sobre Anulación de Laudo Arbitral.

ROSSELL MERCADO ARRIOLA ESPINO

RIVERA GAMBOA

15
ȱ
ȱ
ȱ ȱȱ   ȱȱ ȱ
 ȱȱ ȱȱ
ȱ
¡™Ž’Ž—Žȱķȱ DZȱ ŖŖŗśŜȬŘŖŗŜȬŖȬŗŞŗŝȬȬȬŖŗȱ
ȱ Ž–Š—Š—Žȱ DZȱ ǖŠŒȱŽž›˜œȱ¢ȱŽŠœŽž›˜œȱ
ȱ Ž–Š—Š˜ȱ DZȱ Šž›’Œ’˜ȱ˜“Šœȱ˜‹Ž›˜ȱ
ȱ ŠŽ›’Šȱ DZȱ  ȱȱȱ ȱ
ȱ ’œŠȱŽȱ•ŠȱŠžœŠȱȱ DZȱ ŗŝǯŖŗǯŘŖŗŝȱǻŖřǼȱ
ȱ ȱȱȱȱȱȱ ȱȱ

 ȱ ȱ  Xȱȱ  ȱȱ ȱ
ȱ ǰȱ  ȱ ȱ ȱ ȱ Dzȱ ȱ
ȱ ȱȱȱȱȱ ȱȱȱ
ȱ ȱ ȱ ȱ ȱ ȱ  ȱ ȱ ȱ
ȱ   Xȱȱ ȱȱ
ȱ ȱȱ 

ȱ   ǯȱȱ

 Xȱqȱȱ
’–Šǰȱ’ŽŒ’œ’ŽŽȱŽȱŽ—Ž›˜ȱȱ
Ž•ȱŠÛ˜ȱ˜œȱ–’•ȱ’ŽŒ’œ’ŽŽȱ
ȱ
ǯ  DZȱ
ȱ

Š‹’·—˜œŽȱ Š—Š•’£Š˜ȱ ¢ȱ Ž‹Š’˜ȱ •Šȱ ŒŠžœŠǰȱ Œ˜—˜›–Žȱ •˜ȱ ™›ŽœŒ›’‹Ž—ȱ •˜œȱ
›ÇŒž•˜œȱŗřŗǚȱ¢ȱŗřřǚȱŽȱ•ŠȱŽ¢ȱ›¤—’ŒŠȱŽ•ȱ˜Ž›ȱ ž’Œ’Š•ǰȱŽœŽȱŒ˜•Ž’Š˜ȱ
’—Ž›Š˜ȱ ™˜›ȱ •˜œȱ œŽÛ˜›Žœȱ žŽŒŽœȱ ž™Ž›’˜›ŽœDZȱ Œ‘ŽŸŠ››ÇŠȱ ŠŸ’›’Šǰȱ NJ£ȱ
Š••Ž“˜œȱ ¢ȱ ǕŒ‘Ž£ȱ ¤Ÿ’•Šǰȱ šž’Ž—ȱ ’—Ž›Ÿ’Ž—Žȱ Œ˜–˜ȱ ™˜—Ž—Žǰȱ Ž–’Ž—ȱ •Šȱ
œ’ž’Ž—ŽȱŽŒ’œ’à—ȱ“ž’Œ’Š•DZȱ
ȱ
ǯ ȱȱDZȱ
ȱ
Žȱ•ŠȱŽ–Š—Šȱ
ȱ
Řǯŗǯ Žȱ ˜“Šœȱ Ŝřȱ Šȱ şśǰȱ œž‹œŠ—ŠŠȱ Šȱ ˜•’˜œȱ ŗřŞǰȱ ˜‹›Šȱ •Šȱ Ž–Š—Šȱ Žȱ
—ž•ŠŒ’à—ȱ Žȱ Šž˜ȱ ›‹’›Š•ȱ ™›ŽœŽ—ŠŠȱ ™˜›ȱ ’–ŠŒȱ Žž›˜œȱ ¢ȱ
ŽŠœŽž›˜œǰȱ Œ˜—›Šȱ ˜‹Ž›˜ȱ Šž›’Œ’˜ȱ ˜“Šœǰȱ ’—Ÿ˜ŒŠ—˜ȱ •Šœȱ ŒŠžœŠ•Žœȱ
Œ˜—Ž—’Šœȱ Ž—ȱ •˜œȱ ’—Œ’œ˜ȱ ‹Ǽȱ ¢ȱ ŒǼȱ ȱ Ž•ȱ —ž–Ž›Š•ȱ Ŗŗȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ Ŝřǚȱ Ž•ȱ
ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ķȱ ŗŖŝŗǰȱ Šȱ ’—ȱ šžŽȱ œŽȱ ȱ Š—ž•Žȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ Š›‹’›Š•ŗȱ Žȱ


)XQGDGDODSUHWHQVLÖQVREUHRWRUJDPLHQWRGHSUHVWDFLÖQHFRQÖPLFDSRUHQIHUPHGDGSURIHVLRQDOGHKLSRDFXVLDFRQ
PHQRVFDER GH  h   )XQGDGD OD SUHWHQVLÖQ VREUH RWRUJDPLHQWR GH SUHVWDFLÖQ HFRQÖPLFD SRU HQIHUPHGDG
SURIHVLRQDOGHOXPEDOJLDFRQPHQRVFDERGH(VWDEOHFHUHQHOJUDGRPHQRVFDERJOREDOGHOGHPDQGDQWH
GHWHUPLQDGRSRUODVXPDFRPELQDGDGHORVJUDGRVGHPHQRVFDERGHFDGDXQDGHODVHQIHUPHGDGHVSURIHVLRQDOHVDQWHV

1
ŽŒ‘Šȱ ŗŘȱ Žȱ —˜Ÿ’Ž–‹›Žȱ Žȱ ŘŖŗśǰȱ Ž—ȱ •˜œȱ ™ž—˜œȱ ›Žœ˜•ž’Ÿ˜œȱ ™›’–Ž›˜ǰȱ
Ž›ŒŽ›˜ǰȱŒžŠ›˜ǰȱšž’—˜ǰȱœŽ¡˜ȱ¢ȱœ·’–˜ǯȱ
ȱ
ŘǯŘǯ •ȱ Ž–Š—Š—Žȱ œžœŽ—Šȱ œžȱ ™›ŽŽ—œ’à—ȱ ȱ Ž—ȱ šžŽDZȱ ’Ǽȱ Ž•ȱ Ž–Š—Š—Žȱ
Š›‹’›Š•ȱ —˜ȱ Š™˜›àȱ –Ž’˜œȱ ™›˜‹Š˜›’˜œȱ šžŽȱ ŠŒ›Ž’ŠœŽ—ȱ Ž•ȱ —Ž¡˜ȱ Žȱ
ŒŠžœŠ•’Šȱ Žȱ •Šȱ Ž—Ž›–ŽŠȱ ™›˜Žœ’˜—Š•ȱ Žȱ ‘’™˜ŠŒžœ’Šǰȱ ›Žšž’œ’˜ȱ Žȱ
˜‹•’Š˜›’˜ȱ Œž–™•’–’Ž—˜ȱ Šȱ Ž—˜›ȱ Žȱ •˜ȱ ’œ™žŽœ˜ȱ ™˜›ȱ Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ
ž™›Ž–˜ȱ ǚȱ ŖŖřȬşŞȬȱ ¢ȱ Ž•ȱ ›ŽŒŽŽ—Žȱ ’—Œž•Š—Žȱ Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ
˜—œ’žŒ’˜—Š•ȱ ›ŽŒŠÇ˜ȱ Ž—ȱ •Šȱ œŽ—Ž—Œ’Šȱ ǚȱ ŘśŗřȬŘŖŖŝȬȦDzȱ ’’Ǽȱ —˜ȱ œŽȱ
•˜›àȱ ŽŽ›–’—Š›ȱ šžŽȱ •Šȱ Ž—Ž›–ŽŠȱ ™›˜Žœ’˜—Š•ȱ Žȱ •ž–‹Š•’Šȱ œŽȱ
Ž—Œ˜—›Š‹ŠȱŽ—›˜ȱŽ•ȱ–Š›Œ˜ȱŽ•ȱŽž›˜ȱ˜–™•Ž–Ž—Š›’˜ȱŽȱ›Š‹Š“˜ȱ
’Žœ˜œ˜ǰȱ ŠŽ–¤œȱ Š–™˜Œ˜ȱ œŽȱ ••Žàȱ Šȱ ™›˜‹Š›ȱ Ž•ȱ —Ž¡˜ȱ ŒŠžœŠ•ȱ Žȱ ŽœŠȱ
Ž—Ž›–ŽŠȱ™›˜Žœ’˜—Š•Dzȱ’’’ǼȱŽ•ȱ›‹’›˜ȱŠ•ȱ›ŽŽ›’›œŽȱŠ•ȱ—Ž¡˜ȱŒŠžœŠ•ȱŽȱ•Šȱ
Ž—Ž›–ŽŠȱ ™›˜Žœ’˜—Š•ȱ Žȱ ‘’™˜ŠŒžœ’Šǰȱ ŠžŒŽȱ šžŽȱ ŽœŠ›ÇŠȱ Œ˜–™žŽœŠȱ
™˜›ȱ Ž•ȱ ’™˜ȱ Žȱ ŠŒ’Ÿ’Šȱ •Š‹˜›Š•ȱ –’—Ž›Šȱ ŽœŠ››˜••ŠŠǰȱ œ’—ȱ Ž–‹Š›˜ȱ —˜ȱ
˜‹›Š—ȱŽ•Ž–Ž—˜œȱŽȱ™›žŽ‹ŠȱšžŽȱŽ¡™•’šžŽ—ȱ™›ŽŒ’œŠ–Ž—ŽȱŽœŠȱ•Š‹˜›Dzȱ¢ǰȱ
’ŸǼȱ—˜ȱœŽȱŒ˜–™›˜‹Š˜ȱ•ŠȱŽ¡’œŽ—Œ’Šȱ˜ȱ—˜ȱŽȱ•˜œȱŽ¡¤–Ž—Žœȱ–·’Œ˜œȱšžŽȱ
œŽȱ ‘ž‹’Ž›Š—ȱ ™›ŠŒ’ŒŠ˜ȱ Š•ȱ ŠšžÇȱ Ž–Š—Š˜ȱ ™˜›ȱ ™Š›Žȱ Žȱ œžȱ Ž¡ȱ
Ž–™•ŽŠ˜›Šǯȱȱ
ȱ
Žȱ•ŠȱŒ˜—ŽœŠŒ’à—ȱŽȱ•ŠȱŽ–Š—Šȱ
ȱ
Řǯřǯ •ȱŽ–™•Š£Š˜ȱ˜ȱŽ–Š—Š˜ȱŠž›’Œ’˜ȱ˜“Šœȱ˜‹Ž›˜ǰȱ–Ž’Š—ŽȱŽœŒ›’˜ȱ
Žȱ ŽŒ‘Šȱ Řŝȱ Žȱ Œž‹›Žȱ Žȱ ŘŖŗŜŘǰȱ Œ˜—Žœàȱ •Šȱ Ž–Š—Šǰȱ —Ž¤—˜•Šȱ ¢ȱ
Œ˜—›Š’Œ’·—˜•Šȱ Ž—ȱ ˜˜œȱ œžœȱ Ž¡›Ž–˜œǰȱ œŽÛŠ•Š—˜ȱ šžŽȱ •Šȱ –’œ–Šȱ
Ž‹Ž›¤ȱ ŽŒ•Š›Š›œŽȱ ’–™›˜ŒŽŽ—Žȱ ˜ȱ ȱ ’—ž—ŠŠǰȱ Š˜ȱ šžŽȱ •Šȱ ’—Œ˜ŠŠȱ
›Žœž•ŠȱŠ–‹’žŠȱŽȱ’–™›ŽŒ’œŠȱ™˜›ȱŒžŠ—˜ȱ—˜ȱœŽȱŽ–Š—àȱŠ•ȱ›‹’›˜ǰȱŠœÇȱ
–’œ–˜ȱ —˜ȱ œŽȱ ™›ŽŒ’œ˜ȱ šž·ȱ ’™˜ȱ Žȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ ™›Žœž—Š–Ž—Žȱ —˜ȱ ™ž˜ȱ
Ž“Ž›ŒŽ›ȱ—’ȱŽ•ȱŠŒžŽ›˜ȱŽȱ•Šœȱ™Š›ŽœȱŸž•—Ž›Š˜ǯȱœ’–’œ–˜ǰȱ’—’ŒŠȱšžŽȱ•Šœȱ
™Š›Žœȱ Ž—ȱ Ž•ȱ ™›˜ŒŽœ˜ȱ Š›‹’›Š•ȱ žŸ’Ž›˜—ȱ •Šȱ ˜™˜›ž—’Šȱ Žȱ Ž“Ž›ŒŽ›ȱ
™•Ž—Š–Ž—Žȱ œžœȱ Ž›ŽŒ‘˜œǰȱ ™›ŽŽ—’Ž—˜ȱ Ž—ȱ ™ž›’Šȱ ’–ŠŒȱ šžŽȱ Ž•ȱ
˜Ž›ȱ ž’Œ’Š•ȱ œŽȱ ™›˜—ž—Œ’Žȱ œ˜‹›Žȱ Ž•ȱ ˜—˜ȱ Žȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ǰȱ •˜ȱ šžŽȱ œŽȱ
Ž—ŒžŽ—›Šȱ™›˜‘’‹’˜ȱŽȱŒ˜—˜›–’ŠȱŒ˜—ȱ•˜ȱ’œ™žŽœ˜ȱ™˜›ȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱ
ŜŘǯŘȱŽ•ȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗǯȱ
ȱ
ǯ   ȱȱDZȱ
ȱ
Ž•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ȱ

UHIHULGDV'LVSRQHUTXH5,0$&RWRUJXHDIDYRUGHO5(&/$0$17(XQDSHQVLÖQYLWDOLFLDPHQVXDOHTXLYDOHQWHDO
GHODUHPXQHUDFLÖQPHQVXDO)XQGDGDODSUHWHQVLÖQGHGHYHQJDGRVGHELHQGRVHUSDJDGRVGHVGHHOGHQRYLHPEUH
GH D OD IHFKD'LVSRQHUTXH ORV LQWHUHVHV VHDQ SDJDGRV GHQWUR GH ORV GLH]GÐDV ÝWLOHV SRVWHULRUHV D OD IHFKD GH
QRWLILFDFLÖQ GHO ODXGR DUELWUDO VLHPSUH \ FXDQGR HO GHPDQGDQWH LQIRUPH GRFXPHQWDOPHQWH D OD GHPDQGD GH VX FHVH
ODERUDO
2
Página 189 a 195
2
ȱ
řǯŗǯ žŽœ›˜ȱ œ’œŽ–Šȱ “ž›Ç’Œ˜ȱ ‘Šȱ ˜Š˜ȱ Šȱ •˜œȱ ™Š›’Œ’™Š—Žœȱ Ž•ȱ Š›‹’›Š“Žȱ Žȱ ž—ȱ
–ŽŒŠ—’œ–˜ȱŽȱ›ŽŸ’œ’à—ȱŽœŠŠ•ȱŽȱ•ŠȱŠŒžŠŒ’à—ȱŽȱ•˜œȱ¤›‹’›˜œǯȱ•ȱ›·’–Ž—ȱŽȱ
›ŽŸ’œ’à—ȱ “ž’Œ’Š•ȱ Ž•ȱ Š›‹’›Š“Žȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽȱ šžŽȱ šž’Ž—ȱ ™›ŽŽ—Šȱ ŒžŽœ’˜—Š›ȱ •Šȱ
ŠŒžŠŒ’à—ȱ ˜ȱ ŽŒ’œ’à—ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ Ž‹Žȱ ›ŽŒž››’›ȱ Š•ȱ ˜Ž›ȱ ž’Œ’Š•ǰȱ Šȱ ›ŠŸ·œȱ Ž•ȱ
›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ǯȱ •ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ ŜŘǚȱ Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ǚȱ ŗŖŝŗǰȱ
ŽœŠ‹•ŽŒŽȱšžŽȱŽ•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽœȱŽ•ȱø—’Œ˜ȱ–Ž’˜ȱŽȱ’–™ž—ŠŒ’à—ȱŽȱ
•Šž˜ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ Ž•ȱ ŒžŠ•ȱ ’Ž—Žȱ ™˜›ȱ ˜‹“Ž˜ȱ •Šȱ ›ŽŸ’œ’à—ȱ Žȱ œžȱ ŸŠ•’Ž£ȱ ™˜›ȱ •Šœȱ
ŒŠžœŠ•Žœȱ Š¡Š’ŸŠ–Ž—Žȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’Šœȱ Ž—ȱ ’Œ‘˜ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ •Ž’œ•Š’Ÿ˜řǯȱ œŠœȱ
ŒŠžœŠ•Žœȱ šžŽȱ “žœ’’ŒŠ›ÇŠȱ œ˜–ŽŽ›ȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ ¤›‹’›˜œȱ Šȱ ž—ȱ “ž’Œ’˜ȱ Žȱ
ŸŠ•’Ž£ȱ™˜›ȱ™Š›ŽȱŽ•ȱà›Š—˜ȱ“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱŒ˜–™ŽŽ—Žȱ¢ȱ™˜›ȱŒ˜—œ’ž’Ž—Žǰȱ
™Ž›–’’›ÇŠ—ȱ•ŠȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽȱ•ŠȱŠŒžŠŒ’à—ȱŠ›‹’›Š•ǰȱŽœ¤—ȱ›ŽŽ›’ŠœȱŠȱ•ŠȱžŽ•Šȱ
Ž•ȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŠ•ȱŽ‹’˜ȱ™›˜ŒŽœ˜ȱŠ›‹’›Š•ǰȱŠȱ•ŠȱžŽ•ŠȱŽ•ȱ˜›Ž—ȱ™ø‹•’Œ˜ȱ¢ȱŠȱ•Šȱ
›ŽœŽ›ŸŠȱ “ž’Œ’Š•ȱ Žȱ •˜œȱ Šœž—˜œȱ Ž¡›ŠÇ˜œȱ Žȱ •Šȱ •’‹›Žȱ ’œ™˜œ’Œ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ
™Š›’Œž•Š›Žœȱ˜ȱ—˜ȱ™›˜—ž—Œ’Š–’Ž—˜ȱœ˜‹›Žȱ–ŠŽ›’Šœȱ—˜ȱŠ›‹’›Š‹•Žœǯȱ
ȱ
řǯŘǯ ‘˜›Šȱ ‹’Ž—ǰȱ ŒŠ‹Žȱ ’—’ŒŠ›ȱ šžŽȱ Ž•ȱ ›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ǰȱ šžŽȱ Œ˜—œ’ž¢Žȱ ž—Šȱ
™›ŽŽ—œ’à—ȱ ’–™ž—Š’ŸŠȱ šžŽȱ ŠŒ’ŸŠȱ Ž•ȱ œ’œŽ–Šȱ Žȱ ›ŽŸ’œ’à—ȱ “ž’Œ’Š•ȱ Ž•ȱ
Š›‹’›Š“Žǰȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽȱ •˜œȱ •Ç–’Žœȱ Žȱ •Šȱ •Š‹˜›ȱ Ž•ȱ à›Š—˜ȱ “ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱ
Œ˜–™ŽŽ—Žǰȱ Ž•ȱ ŒžŠ•ȱ ŸŽȱ ›Žœ›’—’Šȱ œžȱ ž—Œ’à—ȱ Šȱ •Šœȱ ŒŠžœŠ•Žœȱ Š¡Š’ŸŠ–Ž—Žȱ
Œ˜—Ž–™•ŠŠœȱ Ž—ȱ •Šȱ —˜›–Šȱ Žȱ ’—Ÿ˜ŒŠŠœȱ ™˜›ȱ •Šȱ ™Š›Žȱ ›ŽŒž››Ž—Žǰȱ
Ž—Œ˜—›¤—˜œŽȱ’–™Ž’˜ȱŽȱœ˜–ŽŽ›ȱŠȱŽŸŠ•žŠŒ’à—ȱŽ•ȱŒ›’Ž›’˜ȱŠ˜™Š˜ȱ™˜›ȱ
•˜œȱ¤›‹’›˜œȱŠ•ȱŽŒ’’›ȱŽ•ȱ˜—˜ȱŽȱ•ŠȱŒ˜—›˜ŸŽ›œ’ŠŚDzȱŽ••˜ȱŽ—ȱ›Š£à—ǰȱŠȱšžŽȱœ’ȱœŽȱ
™Ž›–’’Ž›Šȱ šžŽȱ Ž—ȱ œŽŽȱ “ž’Œ’Š•ȱ Š—Š•’£Š›ȱ Ž•ȱ ˜—˜ȱ Žȱ •Šȱ Œ˜—›˜ŸŽ›œ’Šǰȱ œŽȱ
Œ˜—›ŠŸŽ—›ÇŠȱ •Šȱ Ÿ˜•ž—Šȱ Žȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ Ž¡™›ŽœŠŠȱ Ž—ȱ Ž•ȱ Œ˜—ŸŽ—’˜ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ
™˜›ȱ Ž•ȱ ŒžŠ•ȱ ›Ž—ž—Œ’Š›˜—ȱ Šȱ •Šȱ “ž›’œ’ŒŒ’à—ȱ ŽœŠŠ•ȱ ¢ȱ œŽȱ œ˜–Ž’Ž›˜—ȱ Šȱ •Šȱ
Œ˜–™ŽŽ—Œ’ŠȱŽȱ•˜œȱ¤›‹’›˜œȱ™Š›Šȱ•Šȱœ˜•žŒ’à—ȱŽȱœžœȱŒ˜—•’Œ˜œǯśȱȱ
ȱ
řǯřǯ —ȱŽ•ȱ™›ŽœŽ—ŽȱŒŠœ˜ǰȱŽ•ȱŽ–Š—Š—ŽȱŠȱ™Š›’›ȱŽȱ•ŠœȱŒŠžœŠ•Žœȱ’—Ÿ˜ŒŠŠœȱŠ•ŽŠȱ
ŠŽŒŠŒ’à—ȱ Žȱ œžȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Šȱ •Šȱ Ž‹’Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ǰȱ ŠŒžœŠȱ šžŽȱ Ž•ȱ ›‹’›˜ȱ
q—’Œ˜ȱ™˜›ȱž—ȱ•Š˜ǰȱ—˜ȱ™›˜ŒŽ’àȱŒ˜—˜›–Žȱ•˜œȱ™Š›¤–Ž›˜œȱŽœŠ‹•ŽŒ’˜œȱ™˜›ȱ
Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ˜—œ’žŒ’˜—Š•ȱ ™Š›Šȱ ŽœŽȱ ’™˜ȱ Žȱ Œ˜—›˜ŸŽ›œ’Šœȱ Š•ȱ —˜ȱ ••ŽŠ›œŽȱ Šȱ


'HFUHWR/HJLVODWLYR1“$UWÐFXOR“LQFLVR v&RQWUDHOODXGRVRORSRGUÄLQWHUSRQHUVHUHFXUVRGHDQXODFLÖQ(VWH
UHFXUVR FRQVWLWX\H OD ÝQLFD YÐD GH LPSXJQDFLÖQ GHO ODXGR \ WLHQH SRU REMHWR OD UHYLVLÖQ GH VX YDOLGH] SRU ODV FDXVDOHV
WD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWÐFXOR“w

'HFUHWR/HJLVODWLYR1“$UWÐFXOR“LQFLVR w(OUHFXUVRVHUHVXHOYHGHFODUDQGRODYDOLGH]RQXOLGDGGHOODXGR
(VWÄSURKLELGREDMRUHVSRQVDELOLGDGSURQXQFLDUVHVREUHHOIRQGRGHODFRQWURYHUVLDSFDOLILFDUORVFULWHULRVPRWLYDFLRQHV
RLQWHUSUHWDFLRQHVH[SXHVWDVSRUHOWULEXQDODUELWUDOw
5
—ȱ Ž•ȱ –’œ–˜ȱ œŽ—’˜ȱ ȱ ȱ Š’›–Šȱ šžŽDZȱ ȍ•ȱ ›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ȱ ’Ž—Žȱ ž—ȱ Œ˜—Ž—’˜ȱ •’–’Š˜ȱ ¢ȱ ŸŠȱ
’›’’˜ȱ ŠȱŸŽ•Š›ȱ ™˜›ȱ Ž•ȱ Œž–™•’–’Ž—˜ȱ Žȱ •Šȱ ™ž›Ž£Šȱ Ž•ȱ ™›˜ŒŽ’–’Ž—˜ȱ Š›‹’›Š•ȱ ¢ȱ œžȱ ™›˜ŒŽŽ—Œ’Šȱ ™Ž›˜ȱ —ž—ŒŠȱŠȱ ›ŽŸ’œŠ›ȱŽ•ȱ
˜—˜ȱ Ž•ȱ Šœž—˜ȱ —’ȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ȱ šžŽȱ œ˜‹›Žȱ Ž•ȱ –’œ–˜ȱ •˜œȱ ¤›‹’›˜œȱ ‘Š¢Š—ȱ ™˜’˜ȱ Š˜™Š›ȱ ǻdzǼȱ ˜ȱ Žœȱ ™˜œ’‹•Žȱ ’œŒž’›ȱ •˜œȱ
ž—Š–Ž—˜œȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ —’ȱ Ž•ȱ ŠŒ’Ž›˜ȱ Žȱ œžœȱ ’œ™˜œ’Œ’˜—Žœǰȱ ™˜›šžŽȱ —˜ȱ œŽȱ ›Š—œ’Ž›Žȱ Š•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ›ŽŸ’œ˜›ȱ •Šȱ ŠŒž•Šȱ Žȱ
ŽŒ’’›ǰȱ šžŽȱ Žœȱ Ž¡Œ•žœ’ŸŠȱ Žȱ •˜œȱ ¤›‹’›˜œǰȱ ™˜›šžŽȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ ‘Š—ȱ šžŽ›’˜ȱ ™›ŽŒ’œŠ–Ž—Žȱ Ž¡Œ•ž’›ȱ Šȱ •˜œȱ ›’‹ž—Š•Žœȱ Žȱ
’—Ž›ŸŽ—Œ’à—ǰȱ šžŽȱ œ˜•˜ȱ Š™Š›ŽŒŽȱ “žœ’’ŒŠŠȱ ™Š›Šȱ Š›Š—’£Š›ȱ Ž•ȱ Œž–™•’–’Ž—˜ȱ Žȱ ž—Šœȱ Š›Š—ÇŠœȱ –Ç—’–Šœǰȱ šžŽȱ œ˜—ȱ
™›ŽŒ’œŠ–Ž—Žȱ •Šœȱ šžŽȱ ›ŠŠ—ȱ Žȱ œŠ•ŸŠžŠ›Š›ȱ •˜œȱ –˜’Ÿ˜œȱ ™˜›ȱ •˜œȱ šžŽȱ ™žŽŽ—ȱ ’—Ž›™˜—Ž›œŽȄǯȱ ȱ ǰȱ
 ǰȱ Šž˜œȱ ›‹’›Š•Žœȱ ¢ȱ Ž’˜œȱ –™ž—Š˜›’˜œǰȱ Ž—ȱ žŠŽ›—˜œȱ ž›’œ™›žŽ—Œ’Š•Žœǰȱ ŠŒŽŠȱ ž›Ç’ŒŠǰȱ ’–Šǰȱ
˜Ÿ’Ž–‹›ŽȱŘŖŖśǯȱ

3
ŽŽ›–’—Š›ȱ •Šȱ Ž¡’œŽ—Œ’Šȱ Žȱ —Ž¡˜ȱ ŒŠžœŠ•ȱ ™Š›Šȱ •Šœȱ Ž—Ž›–ŽŠŽœȱ
™›˜Žœ’˜—Š•ŽœȱŽȱ‘’™˜ŠŒžœ’Šȱ¢ȱ•ž–‹Š•’Šǰȱœ’Ž—˜ȱŽœŠȱž•’–ŠȱŽ—Ž›–ŽŠȱŠȱ
“ž’Œ’˜ȱŽ•ȱŠŒŒ’˜—Š—Žȱž—Šȱ—˜ȱ›ŽŒ˜—˜Œ’Šȱ™˜›ȱ•˜œȱŠ•ŒŠ—ŒŽœȱŽ•ȱǯȱǚȱŖŖřȬşŞȬ
Dzȱ ¢ȱ ™˜›ȱ Ž•ȱ ˜›˜ǰȱ ŒžŽœ’˜—Šȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ ›Žœ™ŽŒ˜ȱ Žȱ •Šȱ ™›˜‹Š—£Šȱ Žȱ •Šœȱ
Ž—Ž›–ŽŠŽœȱ Ž—ȱ –Ž›’˜ȱ Žȱ •˜œȱ –Ž’˜œȱ ™›˜‹Š˜›’˜œȱ ŠŒžŠ˜œǯȱ —ȱ Š•ȱ
œŽ—’˜ǰȱŒ˜››Žœ™˜—Žȱ™žŽœȱŽŸŠ•žŠ›ȱ•ŠȱŽ¡’œŽ—Œ’Šȱ¢ȱœž’Œ’Ž—Œ’ŠȱŽȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱ
›ŽŠ•’£ŠŠȱ™˜›ȱŽ•ȱ›‹’›˜ȱq—’Œ˜ǰȱ•˜ȱšžŽȱ—˜ȱŽ—›ŠÛŠȱŽȱ˜›–ŠȱŠ•ž—ŠȱšžŽȱ·œŽȱ
ž™Ž›’˜›ȱ ˜•Ž’Š˜ȱ œŽȱ ™›˜—ž—Œ’Žȱ œ˜‹›Žȱ Ž•ȱ ˜—˜ȱ Žȱ •Šȱ Œ˜—›˜ŸŽ›œ’Šȱ —’ȱ
ŽŸŠ•øŽȱ‘ŽŒ‘˜œǰȱ—’ȱŽ–’Šȱ˜™’—’à—ȱœ˜‹›ŽȱŽ•ȱŒ˜—Ž—’˜ȱŽȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ǰȱŠ–™˜Œ˜ȱ
ŒŠ•’’ŒŠ›ȱŒ›’Ž›’˜œȱ¢Ȧ˜ȱŸŠ•˜›ŠŒ’˜—ŽœȱŽȱ™›žŽ‹Šœȱ˜ȱ’—Ž›™›ŽŠŒ’˜—ŽœȱŽ•ȱ›‹’›˜ȱ
ŸŽ›’Šœȱ Ž—ȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ ™˜›ȱ ŒžŠ—˜ȱ —’—ø—ȱ à›Š—˜ȱ“ž’Œ’Š•ȱ ™žŽŽȱ ’—–’œŒž’›œŽȱ
Ž—ȱ Š•Žœȱ Šœ™ŽŒ˜œǰȱ ˜Šȱ ŸŽ£ȱ šžŽȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ Š•ȱ –˜–Ž—˜ȱ Žȱ œ˜–ŽŽ›œŽȱ Šȱ •Šȱ
“ž›’œ’ŒŒ’à—ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ ŽŒ’’Ž›˜—ȱ ›Ž—ž—Œ’Š›ȱ ’–™•ÇŒ’Š–Ž—Žȱ Šȱ •Šȱ “ž›’œ’ŒŒ’à—ȱ
˜›’—Š›’Šȱ™Š›Šȱ•Šȱ›Žœ˜•žŒ’à—ȱŽȱœžœȱŒ˜—•’Œ˜œǯȱȱ
ȱ

Ž•ȱ›ŽŒ•Š–˜ȱ™›ŽŸ’˜ȱŽ—ȱœŽŽȱŠ›‹’›Š•ȱ
ȱ
řǯŚǯ Žȱ Œ˜—˜›–’Šȱ Œ˜—ȱ •˜ȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱ Ž—ȱ Ž•ȱ —ž–Ž›Š•ȱ Řȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ Ŝřǚȱ Žȱ •Šȱ
Ž¢ȱŽȱ›‹’›Š“Žǰȱœà•˜ȱœŽ›¤—ȱ™›˜ŒŽŽ—Žœȱ•ŠœȱŒŠžœŠ•Žœȱ™›ŽŸ’œŠœȱŽ—ȱ•˜œȱ’—Œ’œ˜œȱ
ŠǼǰȱ ‹Ǽǰȱ ŒǼȱ ¢ȱ Ǽȱ Ž•ȱ —ž–Ž›Š•ȱ Ŗŗȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ Ž—ȱ –Ž—Œ’à—ǰȱ œ’ȱ žŽ›˜—ȱ ˜‹“Ž˜ȱ Žȱ
›ŽŒ•Š–˜ȱ Ž¡™›Žœ˜ȱ Ž—ȱ œžȱ –˜–Ž—˜ȱ Š—Žȱ Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ Š›‹’›Š•ȱ ™˜›ȱ •Šȱ ™Š›Žȱ
ŠŽŒŠŠȱ ¢ȱ žŽ›Š—ȱ ŽœŽœ’–Š˜œǯȱ œ˜ȱ œŽȱ Ž¡™•’ŒŠȱ ™˜›šžŽȱ •Šȱ Š—ž•ŠŒ’à—ȱ Žȱ
•Šž˜ȱ Œ˜—œ’ž¢Žȱ ž—ȱ –ŽŒŠ—’œ–˜ȱ Žȱ ø•’–Šȱ ›Š’˜ǰȱ ¢ȱ Ž—ȱ Œ˜—œ˜—Š—Œ’Šȱ Œ˜—ȱ Ž•ȱ
™›’—Œ’™’˜ȱŽȱŠž˜—˜–ÇŠȱŽ•ȱŠ›‹’›Š“ŽǰȱŠ—ŽœȱŽȱŠŒž’›ȱŠȱœŽŽȱ“ž’Œ’Š•ȱœŽȱŽ‹Žȱ
Š˜Š›ǰȱ™›ŽŸ’Š–Ž—Žǰȱ˜˜ȱ›ŽŒž›œ˜ȱ˜ȱ›ŽŒ•Š–˜ȱŠ—ŽȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ȱ›‹’›Š•ǰȱŠ•ȱœŽ›ȱ
’Œ‘˜ȱà›Š—˜ȱŽ•ȱŽœŒ˜’˜ȱ™˜›ȱ•Šœȱ™Š›Žœȱ™Š›Šȱ›Žœ˜•ŸŽ›ȱœžœȱŒ˜—›˜ŸŽ›œ’ŠœǯŜȱ
ȱ
řǯśǯ Š‹Žȱ ’—’ŒŠ›ȱ šžŽȱ ž—ȱ ›ŽŒ•Š–˜ȱ ™›ŽŸ’˜ȱ ™Š›Šȱ œŽ›ȱ Œ˜—œ’Ž›Š˜ȱ ŸŠ•’˜ǰȱ
—ŽŒŽœŠ›’Š–Ž—Žȱ Ž‹Ž›¤ȱ ˜œŽ—Š›ȱ Œ’Ž›Šœȱ ŒžŠ•’ŠŽœǰȱ Š•Žœȱ Œ˜–˜ȱ œŽ›ȱ
˜™˜›ž—˜ǰȱ Žœ˜ȱ Žœǰȱ ˜›–ž•Š˜ȱ Š—Žȱ Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ›‹’›Š•ȱ Ž—ȱ •Šȱ ™›’–Ž›Šȱ
˜™˜›ž—’Šȱ šžŽȱ Ž•ȱ ’—Ž›ŽœŠ˜ȱ Ž—Šȱ ™Š›Šȱ ‘ŠŒŽ›•˜ǰȱ ŒŠœ˜ȱ Œ˜—›Š›’˜ȱ
’–™˜›Š›ÇŠȱž—ŠȱœžŽ›ŽȱŽȱŒ˜—ŸŠ•’ŠŒ’à—ȱŽ•ȱ‘ŽŒ‘˜ȱŒžŽœ’˜—Š—˜ȱŽȱ’—Œ•žœ˜ȱ•Šȱ
Š™•’ŒŠŒ’à—ȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŗŗǚȱŽ•ȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗŝDzȱ¢ȱŽ¡™›Žœ˜ǰȱŽœ˜ȱ
ŽœȱšžŽȱŽ—ȱœŽŽȱŠ›‹’›Š•ȱœŽȱ‘Š¢Šȱ›ŽŒ•Š–Š˜ȱŽ¡™›ŽœŠ–Ž—ŽȱŽ•ȱ–’œ–˜ȱŸ’Œ’˜ȱšžŽȱ
œŽȱŽ—ž—Œ’ŠȱŸÇŠȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ǯȱ
ȱ

ϲ
ȃœȱŽŒ’›ȱœŽȱ™Ž›–’ŽȱŠ•ȱ›’‹ž—Š•ȱ›‹’›Š•ǰȱž—ŠȱŸŽ£ȱ’›–ŠŠœȱ•Šœȱ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ¢ȱœ’—ȱŸŠ›’Š›ȱœžȱŒ˜—Ž—’˜ȱŽœŽ—Œ’Š•ǰȱŠŒ•Š›Š›ȱ
Š•ø—ȱ Œ˜—ŒŽ™˜ȱ ˜œŒž›˜ǰȱ ›ŽŒ’’ŒŠ›ȱ ŒžŠ•šž’Ž›ȱ Ž››˜›ȱ –ŠŽ›’Š•ȱ šžŽȱ Š˜•Ž£ŒŠǰȱ ŠœÇȱ Œ˜–˜ȱ œž‹œŠ—Š›ȱ ¢Ȧ˜ȱ Œ˜–™•Ž–Ž—Š›ȱ
›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ ŽŽŒž˜œŠœȄȱ   ȱ  ȱ ǯȱ ȃ ȱ ȱ ȱ ȱ ŜŖȦŘŖŖřȱ ȱ Řřȱ ȱ   ǰȱ ȱ
  Ȅȱ˜–˜ȱ ȱ¤’—ŠȱşŘŜȱ’Œ’à—ȱ
ȬȱŠ›ŒŽ•˜—ŠȱȮȱœ™ŠÛŠǯȱȱ
ŝȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗǰȱ›ÇŒž•˜ȱŗŗǚǰȱŽ—ž—Œ’ŠȱŠȱ˜‹“ŽŠ›DZȱȃ’ȱž—Šȱ™Š›ŽȱŒ˜—˜Œ’Ž—˜ǰȱ˜ȱŽ‹’Ž—˜ȱŒ˜—˜ŒŽ›ǰȱšžŽȱ—˜ȱœŽȱ

‘Šȱ ˜‹œŽ›ŸŠ˜ȱ ˜ȱ œŽȱ ‘Šȱ ’—›’—’˜ȱ ž—Šȱ —˜›–Šȱ Žȱ ·œŽȱ ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ Žȱ •Šȱ šžŽȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ ™žŽŠ—ȱ Š™Š›Š›œŽǰȱ ˜ȱ ž—ȱ
ŠŒžŽ›˜ȱ Žȱ •Šœȱ ™Š›Žœǰȱ ˜ȱ ž—Šȱ ’œ™˜œ’Œ’à—ȱ Ž•ȱ ›Ž•Š–Ž—˜ȱ Š›‹’›Š•ȱ Š™•’ŒŠ‹•Žǰȱ ™›˜œ’žŽȱ Œ˜—ȱ Ž•ȱ Š›‹’›Š“Žȱ ¢ȱ —˜ȱ ˜‹“ŽŠȱ œžȱ
’—Œž–™•’–’Ž—˜ȱŠ—ȱ™›˜—˜ȱŒ˜–˜ȱ•ŽȱœŽŠȱ™˜œ’‹•ŽǰȱœŽȱŒ˜—œ’Ž›Š›ŠȱšžŽȱ›Ž—ž—Œ’ŠȱŠȱ˜‹“ŽŠ›ȱŽ•ȱ•Šž˜ȱ™˜›ȱ’Œ‘ŠœȱŒ’›Œž—œŠ—Œ’ŠœȄǯȱȱ

4
řǯŜǯ —ȱŽ•ȱ™›ŽœŽ—ŽȱŒŠœ˜ǰȱœŽȱŠŸ’Ž›ŽȱšžŽȱŽ•ȱ—ž•’’ŒŽ—Žȱ•žŽ˜ȱŽȱ•ŠȱŽ–’œ’à—ȱŽ•ȱ
•Šž˜ȱŒžŽœ’˜—Š˜ȱ’—Ž›™žœ˜ȱ™˜›ȱŽœŒ›’˜ȱŽ•ȱŘŘȱŽȱŽ‹›Ž›˜ȱŽȱŘŖŗŜŞȱ›ŽŒž›œ˜ȱ
ŽȱŽ¡Œ•žœ’à—ȱŽȱ’—Ž›ŠŒ’à—ȱŽ—ž—Œ’Š—˜ȱ’·—’Œ˜œȱ–˜’Ÿ˜œȱŠȱ•˜œȱ’—Ÿ˜ŒŠ˜œȱ
Ž—ȱŽœŠȱ’—œŠ—Œ’ŠDzȱ™˜›ȱ•˜ȱšžŽȱŽœŠ—˜ȱŽ—ȱŽœŽȱ˜›Ž—ȱŽȱ’ŽŠœȱŽ•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱ
Š—ž•ŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šž˜ȱ ™•Š—ŽŠ˜ȱ —˜ȱ œŽȱ Ž—ŒžŽ—›Šȱ ’—–Ž›œŠȱ Ž—ȱ ŒŠžœŠ•ȱ Žȱ
’–™›˜ŒŽŽ—Œ’Šȱ —’ȱ Œ˜—›ŠŸ’Ž—Žȱ Ž•ȱ ’—Œ’œ˜ȱ ŝǼȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ Ŝřǚȱ Žȱ •Šȱ ŠŒ˜ŠŠȱ
Ž¢şǰȱ ™˜›ȱ •˜ȱ šžŽȱ Ž—ȱ •˜œȱ ™›à¡’–˜œȱ ž—Š–Ž—˜œȱ ·œŽȱ ž™Ž›’˜›ȱ ›’‹ž—Š•ȱ
Ž—›Š›¤ȱŠȱŠ—Š•’£Š›ȱ•ŠœȱŒŠžœŠ•ŽœȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽ—ȱšžŽȱœŽȱȱœžœŽ—ŠȱŽ•ȱ›ŽŒž›œ˜ǯȱ
ȱ
Žȱ•ŠȱŽ‹’Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŽ•ȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ȱ
ȱ
řǯŝǯ Žȱ Œ˜—˜›–’Šȱ Œ˜—ȱ •˜ȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱ Ž—ȱ Ž•ȱ ’—Œ’œ˜ȱ śǼȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ ŗřşǚȱ Žȱ •Šȱ
˜—œ’žŒ’à—ȱ ˜•Ç’ŒŠȱ Ž•ȱ œŠ˜ǰȱ Žœȱ ž—ȱ ™›’—Œ’™’˜ȱ ¢ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Žȱ •Šȱ ž—Œ’à—ȱ
“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ ŽœŒ›’Šȱ Žȱ •Šœȱ ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ “ž’Œ’Š•Žœȱ Ž—ȱ ˜Šœȱ
•Šœȱ ’—œŠ—Œ’Šœǰȱ Ž¡ŒŽ™˜ȱ •˜œȱ ŽŒ›Ž˜œȱ Žȱ –Ž›˜ȱ ›¤–’Žǰȱ Œ˜—ȱ –Ž—Œ’à—ȱ Ž¡™›ŽœŠȱ
Žȱ •Šȱ •Ž¢ȱ Š™•’ŒŠ‹•Žȱ ¢ȱ •˜œȱ ž—Š–Ž—˜œȱ Žȱ ‘ŽŒ‘˜ȱ šžŽȱ •Šȱ œžœŽ—Š—ǯȱ œ¤ȱ
Š›Š—ÇŠȱ Žȱ •Šȱ ž—Œ’à—ȱ “ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱ Š–‹’·—ȱ œŽȱ Ž—ŒžŽ—›Šȱ ›Žž•ŠŠȱ Ž—ȱ Ž•ȱ
’—Œ’œ˜ȱ řǼȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ ŗŘŘǚȱ Ž•ȱ à’˜ȱ ›˜ŒŽœŠ•ȱ ’Ÿ’•ǰȱ šžŽȱ Ž¡’Žȱ šžŽȱ •Šœȱ
›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ“ž’Œ’Š•ŽœȱŒ˜—Ž—Š—ȱ•Šȱ–Ž—Œ’à—ȱœžŒŽœ’ŸŠȱŽȱ•˜œȱ™ž—˜œȱœ˜‹›Žȱ
•˜œȱ šžŽȱ ŸŽ›œŠǰȱ Œ˜—ȱ •Šœȱ Œ˜—œ’Ž›ŠŒ’˜—Žœǰȱ Ž—ȱ ˜›Ž—ȱ —ž–·›’Œ˜ȱ Œ˜››Ž•Š’Ÿ˜ǰȱ Žȱ
•˜œȱž—Š–Ž—˜œȱŽȱ‘ŽŒ‘˜ȱšžŽȱœžœŽ—Š—ȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ȱ¢ȱ•˜œȱŽȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŒ˜—ȱ•Šȱ
Œ’ŠȱŽȱ•Šȱ—˜›–ŠȱŠ™•’ŒŠ‹•ŽȱŠȱŒŠŠȱ™ž—˜ǰȱœŽø—ȱŽ•ȱ–·›’˜ȱŽȱ•˜ȱŠŒžŠ˜Dzȱȱ¢ȱŽ•ȱ
Š›ÇŒž•˜ȱ ŗŘǚȱ Žȱ •Šȱ Ž¢ȱ ›¤—’ŒŠȱ Ž•ȱ ˜Ž›ȱ ž’Œ’Š•ǰȱ šžŽȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽȱ •Šȱ
˜‹•’ŠŒ’à—ȱŽȱ–˜’ŸŠ›ȱ˜Šœȱ•Šœȱ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ“ž’Œ’Š•ŽœǰȱŒ˜—ȱŽ¡Œ•žœ’à—ȱŽȱ•Šœȱ
Žȱ –Ž›˜ȱ ›¤–’Žǰȱ ‹Š“˜ȱ ›Žœ™˜—œŠ‹’•’Šǯȱ œŠȱ Ž¡’Ž—Œ’Šȱ Žȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ
Š–‹’·—ȱ œŽȱ Ž¡’Ž—Žȱ Šȱ •Šœȱ ŠŒžŠŒ’˜—Žœȱ ˜ȱ ŽŒ’œ’˜—Žœȱ Ž—ȱ œŽŽȱ Š›‹’›Š•ǰȱ
Œ˜—˜›–Žȱ •˜ȱ ™›ŽŸ·ȱ Ž•ȱ ’—Œ’œ˜ȱ ŗǼȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ śŜǚȱ Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ǚȱ
ŗŖŝŗǰȱœŠ•Ÿ˜ȱšžŽȱ•Šœȱ™Š›Žœȱ‘Š¢Š—ȱŒ˜—ŸŽ—’˜ȱ•˜ȱŒ˜—›Š›’˜ȱ˜ȱœŽȱ‘Š¢Š—ȱŠ››’‹Š˜ȱ
Šȱž—Šȱ›Š—œŠŒŒ’à—ŗŖǯȱȱ
ȱ
řǯŞǯ Šȱ ˜›Žȱ ž™›Ž–Šȱ Žȱ žœ’Œ’Šȱ Žȱ •Šȱ Ž™ø‹•’ŒŠȱ ‘Šȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱ šžŽȱ ž—Šȱ
ȃ–˜’ŸŠŒ’à—ȱ Œ˜–™˜›Šȱ •Šȱ “žœ’’ŒŠŒ’à—ȱ •à’ŒŠǰȱ ›Š£˜—ŠŠȱ ¢ȱ Œ˜—˜›–Žȱ Šȱ •Šœȱ —˜›–Šœȱ
Œ˜—œ’žŒ’˜—Š•Žœȱ¢ȱ•ŽŠ•ŽœȱœŽÛŠ•ŠŠœǰȱŠœÇȱŒ˜–˜ȱŒ˜—ȱŠ››Ž•˜ȱŠȱ•˜œȱ‘ŽŒ‘˜œȱ¢ȱ™Ž’˜›’˜œȱ
˜›–ž•Š˜œȱ™˜›ȱ•Šœȱ™Š›ŽœDzȱ™˜›ȱŒ˜—œ’ž’Ž—Žǰȱž—Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŠŽŒžŠŠȱ¢ȱœž’Œ’Ž—Žȱ
Œ˜–™›Ž—Žȱ Š—˜ȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Žȱ ‘ŽŒ‘˜ȱ ˜ȱ ’—ȱ ŠŒž–ǰȱ Ž—ȱ •Šȱ šžŽȱ œŽȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽ—ȱ •˜œȱ

8
Página 44 a 54
9
ŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗǰȱ›ÇŒž•˜ȱŜřǚǰȱ’—Œ’œ˜ȱŝǼDZȱȃ˜ȱ™›˜ŒŽŽȱ•ŠȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽ•ȱ•Šž˜ȱœ’ȱ•ŠȱŒŠžœŠ•ȱšžŽȱœŽȱ’—Ÿ˜ŒŠȱ‘Šȱ
™˜’˜ȱ œŽ›ȱ œž‹œŠ—ŠŠȱ –Ž’Š—Žȱ ›ŽŒ’’ŒŠŒ’à—ǰȱ ’—Ž›™›ŽŠŒ’à—ǰȱ ’—Ž›ŠŒ’à—ȱ ˜ȱ Ž¡Œ•žœ’à—ȱ Žȱ •Šž˜ȱ ¢ȱ •Šȱ ™Š›Žȱ ’—Ž›ŽœŠŠȱ —˜ȱ
Œž–™•’àȱŒ˜—ȱœ˜•’Œ’Š›•˜Ȅǯ
ŗŖȱǯȱ—ȱŒžŠ—˜ȱŠȱ•Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŽ•ȱ•Šž˜ǰȱ·œŽȱž™Ž›’˜›ȱ˜•Ž’Š˜ȱ’Ž—ŽȱŽ—ȱŒžŽ—ŠȱšžŽǰȱœŽø—ȱ•˜ȱ’—˜›–Šȱ•Šȱ˜Œ›’—Šǰȱ·œŠȱŽœȱ

—ŽŒŽœŠ›’ŠȱŠȱ’—ȱšžŽȱȃŽ•ȱŒ˜—Ž—’˜ȱŽ•ȱŠž˜ȱœŽŠȱ™›˜žŒ˜ȱŽȱž—ŠȱŽ¡·Žœ’œȱ›ŠŒ’˜—Š•ǰȱ¢ȱ—˜ȱŽ•ȱ›ž˜ȱŽȱ•ŠȱŠ›‹’›Š›’ŽŠDzȱœŽȱŽ—’Ž—ŽȱšžŽȱ•Šȱ
–˜’ŸŠŒ’à—ȱŽœȱž—ȱŽ‹Ž›ȱŒ˜—œ’œŽ—ŽȱŽ—ȱ•ŠȱŽ¡™›Žœ’à—ȱŽȱ•˜œȱ–˜’Ÿ˜œȱ˜ȱ›Š£˜—ŽœȱšžŽȱŽ¡™•’ŒŠ—ȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ȱ¢ȱ•˜œȱŠ›ž–Ž—˜œȱŽ—ȱšžŽȱœŽȱ‘Šȱ
‹ŠœŠ˜ȱ Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ǰȱ Œ˜—œ’ž¢Ž—˜ȱ ŠœÇȱ ž—Šȱ Š›Š—ÇŠȱ ™›˜ŒŽœŠ•ȱ Žȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ šžŽȱ •Žœȱ ™Ž›–’Žȱ Œ˜—˜ŒŽ›ȱ •Šœȱ ›Š£˜—Žœȱ ™˜›ȱ •Šœȱ šžŽȱ œžœȱ
™›ŽŽ—œ’˜—ŽœȱžŽ›˜—ȱŽœ’–ŠŠœȱ˜ȱŽœŽœ’–ŠŠœȄǯȱ  ȱȱ ȱȱǰȱ˜–Ž—Š›’˜œȱŠȱ•ŠȱŽ¢ȱŽȱ›‹’›Š“ŽǯȱŽ¢ȱ
ŜŖȦŘŖŖřǰȱŽȱŘřȱŽȱ’Œ’Ž–‹›Žǰȱ  ȱ’Œ’˜—ŽœǰȱŗŽ›Šȱ’Œ’à—ǰȱŠ›’ǰȱŘŖŖŚǯȱ

5
‘ŽŒ‘˜œȱ™›˜‹Š˜œȱ¢ȱ—˜ȱ™›˜‹Š˜œȱ–Ž’Š—Žȱ•ŠȱŸŠ•˜›ŠŒ’à—ȱŒ˜—“ž—Šȱ¢ȱ›Š£˜—ŠŠȱŽȱ•Šœȱ
™›žŽ‹Šœȱ ’—Œ˜›™˜›ŠŠœȱ Š•ȱ ™›˜ŒŽœ˜ǰȱ œŽŠȱ Šȱ ™Ž’Œ’à—ȱ Žȱ ™Š›Žȱ Œ˜–˜ȱ Žȱ ˜’Œ’˜ǰȱ
œž‹œž–’·—˜•˜œȱ Ž—ȱ •˜œȱ œž™žŽœ˜œȱ ¤Œ’Œ˜œȱ Žȱ •Šȱ —˜›–Šǰȱ Œ˜–˜ȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Žȱ
Ž›ŽŒ‘˜ȱ˜ȱ’—ȱ“ž›ŽǰȱŽ—ȱ•ŠȱšžŽȱœŽȱœŽ•ŽŒŒ’˜—Šȱ•Šȱ—˜›–Šȱ“ž›Ç’ŒŠȱ™Ž›’—Ž—Žȱ¢ȱœŽȱŽŽŒøŠȱ
ž—ŠȱŠŽŒžŠŠȱ’—Ž›™›ŽŠŒ’à—ȱŽȱ•Šȱ–’œ–Šǯȱ˜›ȱ˜›˜ȱ•Š˜ǰȱ’Œ‘Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŽ‹ŽȱœŽ›ȱ
˜›Ž—ŠŠǰȱ•ž’Šǰȱ•à’ŒŠDzȱŽœȱŽŒ’›ǰȱŽ‹Žȱ˜‹œŽ›ŸŠ›ȱ•˜œȱ™›’—Œ’™’˜œȱŽȱ•Šȱ•à’ŒŠȱ¢ȱŽŸ’Š›ȱ
•˜œȱ Ž››˜›Žœȱ ’—ȱ Œ˜’Š—˜ǰȱ Žœ˜ȱ Žœȱ •Šȱ Œ˜—›Š’ŒŒ’à—ȱ ˜ȱ Š•Šȱ Žȱ •˜’Œ’Šȱ Ž—›Žȱ •˜œȱ
Œ˜—œ’Ž›Š—˜œȱŽȱ•Šȱ›Žœ˜•žŒ’à—ȱ¢ȱŽ—›Žȱ•˜œȱŒ˜—œ’Ž›Š—˜œȱ¢ȱŽ•ȱŠ••˜Ȅŗŗǯȱ
ȱ
řǯşǯ •ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ˜—œ’žŒ’˜—Š•ȱ Ž—ȱ •Šȱ œŽ—Ž—Œ’Šȱ ›ŽŒŠÇŠȱ Ž—ȱ Ž•ȱ ¡™Ž’Ž—Žȱ ǚȱ
ŗŘşŗȬŘŖŖŖȬȦȱŽȱŽŒ‘ŠȱœŽ’œȱŽȱ’Œ’Ž–‹›ŽȱŽȱ˜œȱ–’•ȱž—˜ǰȱ‘ŠȱŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱ
šžŽȱ DZȱ ȃŽ•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Š•ȱ Ž‹’˜ȱ ™›˜ŒŽœ˜ȱ ’—Œ•ž¢Žȱ Ž—›˜ȱ Žȱ œžȱ Œ˜—Ž—’˜ȱ Ž•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Žȱ
˜‹Ž—Ž›ȱ Žȱ •˜œȱ à›Š—˜œȱ“ž’Œ’Š•Žœȱ ž—Šȱ ›Žœ™žŽœŠȱ ›Š£˜—ŠŠǰȱ –˜’ŸŠŠȱ¢ȱ Œ˜—›žŽ—Žȱ
Œ˜—ȱ•Šœȱ™›ŽŽ—œ’˜—Žœȱ˜™˜›ž—Š–Ž—ŽȱŽžŒ’Šœȱ™˜›ȱ•Šœȱ™Š›ŽœǰȱŽ—ȱŒžŠ•šž’Ž›ȱŒ•ŠœŽȱŽȱ
™›˜ŒŽœ˜œǯȱ Šȱ Ž¡’Ž—Œ’Šȱ Žȱ šžŽȱ •Šœȱ ŽŒ’œ’˜—Žœȱ “ž’Œ’Š•Žœȱ œŽŠ—ȱ –˜’ŸŠŠœȱ Ž—ȱ •˜œȱ
·›–’—˜œȱŽ•ȱ’—Œ’œ˜ȱśǼȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŗřşǚȱŽȱ•ŠȱŠ›Šȱž—Š–Ž—Š•ȱŠ›Š—’£ŠȱšžŽȱ•˜œȱ
“žŽŒŽœǰȱ ŒžŠ•šž’Ž›Šȱ šžŽȱ œŽŠȱ •Šȱ ’—œŠ—Œ’Šȱ Šȱ •Šȱ šžŽȱ ™Ž›Ž—Ž£ŒŠ—ǰȱ Ž‹Š—ȱ Žȱ Ž¡™›ŽœŠ›ȱ Ž•ȱ
™›˜ŒŽœ˜ȱ –Ž—Š•ȱ šžŽȱ •˜œȱ ‘Šȱ ••ŽŸŠ˜ȱ Šȱ ŽŒ’’›ȱ ž—Šȱ Œ˜—›˜ŸŽ›œ’Šǰȱ ŠœŽž›Š—˜ȱ šžŽȱ Ž•ȱ
Ž“Ž›Œ’Œ’˜ȱ Žȱ •Šȱ ™˜ŽœŠȱ Žȱ Š–’—’œ›Š›ȱ ȱ “žœ’Œ’Šȱ œŽȱ ‘ŠŠȱ Œ˜—ȱ œž“ŽŒ’à—ȱ Šȱ •Šȱ
˜—œ’žŒ’à—ȱ ¢ȱ Šȱ •Šȱ •Ž¢Dzȱ ™Ž›˜ȱ Š–‹’·—ȱ Œ˜—ȱ •Šȱ ’—Š•’Šȱ Žȱ ŠŒ’•’Š›ȱ ž—ȱ ŠŽŒžŠ˜ȱ
Ž“Ž›Œ’Œ’˜ȱ Ž•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Žȱ ŽŽ—œŠȱ Žȱ •˜œȱ “žœ’Œ’Š‹•Žœǯȱ Šȱ ˜—œ’žŒ’à—ȱ —˜ȱ Š›Š—’£Šȱ
ž—Šȱ ŽŽ›–’—ŠŠȱ Ž¡Ž—œ’à—ȱ Žȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ǰȱ ™˜›ȱ •˜ȱ šžŽȱ œžȱ Œ˜—Ž—’˜ȱ ŽœŽ—Œ’Š•ȱ œŽȱ
›Žœ™ŽŠȱœ’Ž–™›ŽȱšžŽȱŽ¡’œŠȱž—Š–Ž—ŠŒ’à—ȱ“ž›Ç’ŒŠǰȱŒ˜—›žŽ—Œ’ŠȱŽ—›Žȱ•˜ȱ™Ž’˜ȱ¢ȱ
•˜ȱ ›ŽœžŽ•˜ǰȱ ¢ȱ šžŽȱ ™˜›ȱ œÇȱ –’œ–Šǰȱ Ž¡™›ŽœŽȱ œž’Œ’Ž—Žȱ “žœ’’ŒŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ȱ
Š˜™ŠŠǰȱŠž—ȱœ’ȱŽœ¤ȱŽœȱ‹›ŽŸŽȱ˜ȱŒ˜—Œ’œŠȱ˜ȱœŽȱ™›ŽœŽ—ŠȱŽ•ȱœž™žŽœ˜ȱŽȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱ™˜›ȱ
›Ž–’œ’à—Ȅǯȱ œÇȱ Š–‹’·—ǰȱ Ž—ȱ ŽœŠȱ –’œ–Šȱ •Ç—ŽŠǰȱ Ž—ȱ •Šȱ œŽ—Ž—Œ’Šȱ ›ŽŒŠÇŠȱ Ž—ȱ Ž•ȱ
¡™Ž’Ž—Žȱ ǚȱ ŚřŚŞȬŘŖŖśȬȦȱ Žȱ ŽŒ‘Šȱ ŸŽ’—’ž—˜ȱ Žȱ “ž•’˜ȱ Žȱ ˜œȱ –’•ȱ
Œ’—Œ˜ǰȱ ‘Šȱ Ž¡™›ŽœŠ˜ȱ šžŽDZȱ ȃŽ•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Šȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šœȱ ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ
“ž’Œ’Š•Žœȱ’–™•’ŒŠȱ•ŠȱŽ¡’Ž—Œ’ŠȱŽȱšžŽȱŽ•ȱà›Š—˜ȱ“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱœžœŽ—ŽȱŽȱ–Š—Ž›Šȱ
•à’ŒŠȱ¢ȱŠŽŒžŠŠȱ•˜œȱŠ••˜œȱšžŽȱŽ–’ŠȱŽ—ȱŽ•ȱ–Š›Œ˜ȱŽȱž—ȱ™›˜ŒŽœ˜ǯȱ••˜ȱ—˜ȱœž™˜—ŽȱŽ—ȱ
Š‹œ˜•ž˜ȱž—ŠȱŽŽ›–’—ŠŠȱŽ¡Ž—œ’à—ȱŽȱ•Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ǰȱœ’—˜ȱž—Š–Ž—Š•–Ž—ŽȱšžŽȱ
Ž¡’œŠDZȱ ŠǼȱ ž—Š–Ž—ŠŒ’à—ȱ “ž›Ç’ŒŠǰȱ •˜ȱ šžŽȱ Œ˜—••ŽŸŠȱ Šȱ šžŽȱ œŽȱ Ž¡™›ŽœŽȱ —˜ȱ œà•˜ȱ •Šȱ
—˜›–ŠȱŠ™•’ŒŠ‹•ŽȱŠ•ȱŒŠœ˜ȱŽ—ȱŒ˜—Œ›Ž˜ǰȱœ’—˜ȱŠ–‹’·—ȱ•ŠȱŽ¡™•’ŒŠŒ’à—ȱ¢ȱ“žœ’’ŒŠŒ’à—ȱŽȱ
™˜›ȱšž·ȱŽ•ȱ‘ŽŒ‘˜ȱ’—ŸŽœ’Š˜ȱœŽȱŽ—ŒžŽ—›ŠȱŽ—–Š›ŒŠ˜ȱŽ—›˜ȱŽȱ•˜œȱœž™žŽœ˜œȱšžŽȱ•Šȱ
—˜›–Šȱ ™›ŽŸ·Dzȱ ‹Ǽȱ Œ˜—›žŽ—Œ’Šȱ Ž—›Žȱ •˜ȱ ™Ž’˜ȱ ¢ȱ •˜ȱ ›ŽœžŽ•˜ǰȱ šžŽȱ ’–™•’ŒŠȱ •Šȱ
–Š—’ŽœŠŒ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ Š›ž–Ž—˜œȱ šžŽȱ Ž¡™›ŽœŠ—ȱ •Šȱ Œ˜—˜›–’Šȱ Ž—›Žȱ •˜œȱ
™›˜—ž—Œ’Š–’Ž—˜œȱ Ž•ȱ Š••˜ȱ ¢ȱ •˜ȱ ™›ŽŽ—’˜ȱ ™˜›ȱ •Šœȱ ™Š›ŽœDzȱ ¢ǰȱ ŒǼȱ šžŽȱ ™˜›ȱ œÇȱ –’œ–Šȱ
Ž¡™›ŽœŽȱ ž—Šȱ œž’Œ’Ž—Žȱ “žœ’’ŒŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ȱ Š˜™ŠŠǰȱ Šž—ȱ ŒžŠ—˜ȱ ŽœŠȱ œŽŠȱ
œžŒ’—Šǰȱ˜ȱœŽȱŽœŠ‹•Ž£ŒŠȱŽ•ȱœž™žŽœ˜ȱŽȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱ™˜›ȱ›Ž–’œ’à—ȄȱǻŽ•ȱœž‹›Š¢Š˜ȱŽœȱ
—žŽœ›˜Ǽǯȱ
ȱ

ŗŗȱœŽȱ‘Šȱœ’˜ȱŽ•ȱŒ›’Ž›’˜ȱŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱ™˜›ȱ•Šȱ˜›Žȱž™›Ž–ŠȱŽȱ žœ’Œ’ŠȱŽȱ•ŠȱŽ™ø‹•’ŒŠȱŽ—ȱ•ŠȱŠœŠŒ’à—ȱŞśŞȬŘŖŗŘȱŠ“Š–Š››ŒŠǯȱ

6
Ž•ȱ—Ž¡˜ȱŽȱŒŠžœŠ•’ŠȱŽȱ•ŠȱŽ—Ž›–ŽŠȱ™›˜Žœ’˜—Š•ȱŽȱ‘’™˜ŠŒžœ’ŠȱœŽø—ȱ•Šȱ
“ž›’œ™›žŽ—Œ’ŠȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ȱ˜—œ’žŒ’˜—Š•ȱ
ȱ
řǯŗŖǯ $OUHVSHFWRFDEHLQGLFDUTXHHO7ULEXQDO&RQVWLWXFLRQDOPÄ[LPRLQWÌUSUHWH
GH OD &RQVWLWXFLÖQ KD HVWDEOHFLGR HQ ODV VHQWHQFLDV QÝPHUR 
3$7& 3$7& 3$7& 3$7& \
3$7& FULWHULRV YLQFXODQWHV SDUD OD LQWHUSUHWDFLÖQ \ DSOLFDFLÖQ
GHO VHJXUR SRU DFFLGHQWHV GH WUDEDMR \ HQIHUPHGDGHV SURIHVLRQDOHV
6$7(3 FRQUHODFLÖQDOQH[RGHFDXVDOLGDGSDUDDFUHGLWDUODHQIHUPHGDG
SURIHVLRQDOTXH

v(QFXDQWRDODH[LJHQFLDGHTXHH[LVWDXQQH[RRUHODFLÖQGHFDXVDOLGDG
HQWUH OD HQIHUPHGDG SURIHVLRQDO \ ODV ODERUHV GHVHPSHÔDGDV SDUD DFFHGHU D OD
SHQVLÖQYLWDOLFLDFRQIRUPHDO'HFUHWR/H\1“RVXVXVWLWRULDODSHQVLÖQ
GH LQYDOLGH] FRQIRUPH D OD /H\ 1“  QRV UHPLWLPRV D ODV FRQVLGHUDFLRQHV
H[SXHVWDV HQ ORV IXQGDPHQWRV  \  D  GH OD 67& 3$7&
h (QHOFDVRGHODKLSRDFXVLDDOVHUXQDHQIHUPHGDGTXHSXHGHVHUGH
RULJHQ FRPÝQ R GH RULJHQ SURIHVLRQDO KD GH UHLWHUDUVH FRPR SUHFHGHQWH
YLQFXODQWH TXH SDUD GHWHUPLQDU VL OD KLSRDFXVLD HV XQD HQIHUPHGDG GH RULJHQ
RFXSDFLRQDOHVQHFHVDULRDFUHGLWDUODUHODFLÖQGHFDXVDOLGDGHQWUHODVFRQGLFLRQHV
GHWUDEDMR\ODHQIHUPHGDGSDUDORFXDOVHWHQGUÄQHQFXHQWDODVIXQFLRQHV
TXH GHVHPSHÔDED HO GHPDQGDQWH HQ VX SXHVWR GH WUDEDMR HO WLHPSR
WUDQVFXUULGR HQWUD OD IHFKD GH FHVH \ OD IHFKD GH GHWHUPLQDFLÖQ GH OD
HQIHUPHGDG DGHPÄV GH ODV FRQGLFLRQHV LQKHUHQWHV DO SURSLR OXJDU GH
WUDEDMRHVGHFLUTXHODUHODFLÖQGHFDXVDOLGDGHQHVWDHQIHUPHGDGQRVH
SUHVXPHVLQRTXHVHWLHQHTXHSUREDUGDGRTXHODKLSRDFXVLDVHSURGXFHSRU
OD H[SRVLFLÖQ UHSHWLGD \ SURORQJDGDDOUXLGR 3RU WDQWRORVPHGLRV SUREDWRULRV
TXHHOGHPDQGDQWHWLHQHTXHDSRUWDUDOSURFHVRGHDPSDURSDUDDFUHGLWDUTXHOD
KLSRDFXVLD TXH SDGHFH HV XQD HQIHUPHGDG SURIHVLRQDO HVWR HV SDUD SUREDU TXH
H[LVWH XQ QH[R R UHODFLÖQ GH FDXVDOLGDG HQWUH OD HQIHUPHGDG \ HO WUDEDMR TXH
GHVHPSHÔDEDFRQVWLWX\HQUHTXLVLWRVGHSURFHGHQFLDw ¬QIDVLVQXHVWUR 

řǯŗŗǯ (Q HVH VHQWLGR WDO FRPR HQIDWL]Ö HO 7ULEXQDO &RQVWLWXFLRQDO SDUD
GHWHUPLQDU VL OD KLSRDFXVLD HV XQD HQIHUPHGDG SURIHVLRQDO GHEH
DFUHGLWDUVHODUHODFLÖQGHFDXVDOLGDGHQWUHODVFRQGLFLRQHVGHWUDEDMR\HVWD

ŗŘȱ›ŽŒ’œŠ–Ž—Žǰȱœ˜‹›ŽȱŽ•ȱŒŠ›¤ŒŽ›ȱŸ’—Œž•Š—ŽȱŽ•ȱ›ŽŒŽŽ—Žȱ˜—œ’žŒ’˜—Š•ȱŽ‹Žȱ™›ŽŒ’œŠ›œŽȱšžŽȱŽ—ȱ—žŽœ›˜ȱœ’œŽ–Šȱ•ŽŠ•ȱ•Žȱ

Œ˜—’Ž›Žȱ ŽŽŒ˜œȱ Ž—Ž›Š•Žœǰȱ ™˜›ȱ Ž••˜ȱ Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ˜—œ’žŒ’˜—Š•ŗŘȱ ‘Šȱ Žšž’™Š›Š˜ȱ œžœȱ Œ˜—œŽŒžŽ—Œ’Šœȱ Œ˜—ȱ •Šœȱ Žȱ •Šȱ •Ž¢ǰȱ
Š’›–Š—˜ȱ’—Œ•žœ’ŸŽDZȱȃȱǻdzǼȱšžŽȱ•Šȱ›Ž•ŠȱšžŽȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ȱŽ¡Ž›—Š•’£ŠȱŒ˜–˜ȱ™›ŽŒŽŽ—ŽȱŠȱ™Š›’›ȱŽȱž—ȱŒŠœ˜ȱŒ˜—Œ›Ž˜ǰȱŽœȱž—Šȱ
›Ž•Šȱ™Š›Šȱ˜˜œȱ¢ȱ›Ž—ŽȱŠȱ˜˜œȱ•˜œȱ™˜Ž›Žœȱ™ø‹•’Œ˜œDzȱŒžŠ•šž’Ž›ȱŒ’žŠŠ—˜ȱ™žŽŽȱ’—Ÿ˜ŒŠ›•ŠȱŠ—ŽȱŒžŠ•šž’Ž›ȱŠž˜›’Šȱ˜ȱ
ž—Œ’˜—Š›’˜ȱœ’—ȱŽ—Ž›ȱšžŽȱ›ŽŒž››’›ȱ™›ŽŸ’Š–Ž—ŽȱŠ—Žȱ•˜œȱ›’‹ž—Š•Žœǰȱ™žŽœ˜ȱšžŽȱ•ŠœȱœŽ—Ž—Œ’ŠœȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ȱ˜—œ’žŒ’˜—Š•ǰȱ
Ž—ȱŒžŠ•šž’Ž›ȱ™›˜ŒŽœ˜ǰȱ’Ž—Ž—ȱŽŽŒ˜œȱŸ’—Œž•Š—Žœȱ›Ž—ŽȱŠȱ˜˜œȱ•˜œȱ™˜Ž›Žœȱ™ø‹•’Œ˜œȱ¢ȱŠ–‹’·—ȱ›Ž—ŽȱŠȱ•˜œȱ™Š›’Œž•Š›Žœǯȱ’ȱ
—˜ȱ žŽœŽȱ ŠœÇǰȱ •Šȱ ™›˜™’Šȱ ˜—œ’žŒ’à—ȱ ŽœŠ›ÇŠȱ Žœ™›˜Ž’Šǰȱ ™žŽœ˜ȱ šžŽȱ ŒžŠ•šž’Ž›ȱ Ž—’Šǰȱ ž—Œ’˜—Š›’˜ȱ ˜ȱ ™Ž›œ˜—Šȱ ™˜›ÇŠȱ
›Žœ’œ’›œŽȱŠȱŒž–™•’›ȱž—ŠȱŽŒ’œ’à—ȱŽȱ•Šȱ–¤¡’–Šȱ’—œŠ—Œ’Šȱ“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ǯȱ–™Ž›˜ǰȱ•˜œȱŒ’Š˜œȱ›ŽŒŽŽ—ŽœȱŒŠ›ŽŒŽ—ȱŽȱž—Šȱ
Ÿ˜ŒŠŒ’à—ȱ Žȱ ™Ž›–Š—Ž—Œ’Šȱ ˜ȱ ’—–žŠ‹’•’Šǰȱ œŽȱ ™›ŽŸ·—ȱ ˜›–Šœȱ Žȱ ŽŸŠ’›ȱ œžȱ Œž–™•’–’Ž—˜ȱ Ž—ȱ Ž•ȱ ŒŠœ˜ȱ Žȱ •˜œȱ à›Š—˜œȱ
’—Ž›’˜›ŽœȱŠ™•’ŒŠ—˜ȱ•Šȱ·Œ—’ŒŠȱŽ•ȱ’œ’—ž’œ‘’—ǰȱŽ–˜œ›Š—˜ȱšžŽȱŽ•ȱŒŠœ˜ȱ˜—ŽȱœŽȱŽ–’’àȱŽ•ȱ™›ŽŒŽŽ—Žȱ¢ȱŽ•ȱŒŠœ˜ȱ›ŠŠ˜ȱ
œ˜—ȱ’Ž›Ž—ŽœDzȱ˜ȱŒŠ–‹’Š›•˜ȱ–Ž’Š—Žȱ•ŠȱŠŒ’à—ȱŽȱž—ȱ—žŽŸ˜ȱ™›ŽŒŽŽ—ŽȱŸ’—Œž•Š—ŽȱŽ–’’˜ȱ™˜›ȱž—ȱ›’‹ž—Š•ȱŽȱ•Šȱ–’œ–Šȱ
“Ž›Š›šžÇŠȱ˜ȱ›Š—˜ȱ–Ž’Š—Žȱ•ŠȱŠ™•’ŒŠŒ’à—ȱŽ•ȱ˜ŸŽ››ž•’—ȱ¢ȱ•Šœȱ–˜Š•’ŠŽœȱšžŽȱŽ••ŠȱŠ–’ŽȱŽ—ȱ›Ž•ŠŒ’à—ȱŠȱ•ŠȱŽ’ŒŠŒ’ŠȱŽ—ȱŽ•ȱ
’Ž–™˜ǰȱŠȱœŠ‹Ž›DZȱ›Ž›˜œ™ŽŒ’ŸŽȱ˜ŸŽ››ž•’—ȱ¢ȱ™›˜œ™ŽŒ’ŸŽȱ˜ŸŽ››ž•’—ǯȱ˜ȱ˜‹œŠ—ŽȱŽ—ȱŒžŠ•šž’Ž›ŠȱŽȱŽœ˜œȱŽœŒŽ—Š›’˜œȱŽ‹Žȱ–Ž’Š›ȱ
ž—ŠȱŽŒ’œ’à—ȱŽ‹’Š–Ž—Žȱ–˜’ŸŠŠȱ™˜›ȱ•ŠȱŒžŠ•ȱœŽȱ’—˜›–Žȱ•Šœȱ›Š£˜—ŽœȱŽ•ȱŠ™Š›Š–’Ž—˜ȱŽ•ȱŒ›’Ž›’˜ȱŸ’—Œž•Š—Žǯȱ
ȱ

7
HQIHUPHGDG UD]ÖQSRUODFXDOUHVXOWDGHYLWDOLPSRUWDQFLDDFUHGLWDUL ODV
IXQFLRQHV TXH GHVHPSHÔDED HO VROLFLWDQWH HQ VX SXHVWR GH WUDEDMR LL  HO
WLHPSRWUDQVFXUULGRHQWUHODIHFKDGHFHVH\ODIHFKDGHGHWHUPLQDFLÖQGHOD
HQIHUPHGDGLLL FRQGLFLRQHVLQKHUHQWHVDOOXJDUGHWUDEDMR/Šȱ›Ž•ŠŒ’à—ȱŽȱ
ŒŠžœŠ•’Šȱ —˜ȱ œŽȱ ™›Žœž–Žȱ ȱ Œ˜–˜ȱ Ž—ȱ Ž•ȱ ŒŠœ˜ȱ Žȱ •Šœȱ Ž—Ž›–ŽŠŽœȱ
™›˜Žœ’˜—Š•Žœȱ ™ž•–˜—Š›Žœǰȱ œ’—˜ȱ šžŽȱ Ž‹Žȱ œŽ›ȱ ™›˜‹ŠŠDzȱ Žœȱ ŽŒ’›ǰȱ šžŽȱ •Šȱ
›Ž•ŠŒ’à—ȱŽȱŒŠžœŠ•’ŠȱŽ—ȱŽœŠȱŽ—Ž›–ŽŠȱ—˜ȱœŽȱ™›Žœž–Žǰȱœ’—˜ȱšžŽȱœŽȱ’Ž—Žȱ
šžŽȱ™›˜‹Š›ǰȱŠ˜ȱšžŽȱ•Šȱ
’™˜ŠŒžœ’ŠȱœŽȱ™›˜žŒŽȱ™˜›ȱ•ŠȱŽ¡™˜œ’Œ’à—ȱ›Ž™Ž’Šȱ
¢ȱ ™›˜•˜—ŠŠȱ Š•ȱ ›ž’˜ǯ 'H HVWH PRGR D ILQ GH HPLWLU XQ SURQXQFLDPLHQWR
MXULVGLFFLRQDO YÄOLGR VREUH HVWD PDWHULD HQ VHGH MXGLFLDO R DUELWUDO GHEH
H[SRQHUVH\SUHFLVDUVHODVUD]RQHV\IXQGDPHQWRVSRUORVFXDOHVVHOOHJDD
ODFRQYLFFLÖQ\VHFRQVLGHUDTXHHQXQGHWHUPLQDGRFDVRVLVHKDFXPSOLGR
RQRVHKDFXPSOLGRFRQGLFKRVUHTXLVLWRV

'HODQÄOLVLVGHOODXGRDUELWUDOFXHVWLRQDGR

řǯŗŘǯ •ž¢ŽȱŽȱŠž˜œȱšžŽȱ˜—ȱŠž›’Œ’˜ȱ˜“Šœȱ˜‹Ž›˜ȱŽ–Š—Š˜ȱŠ›‹’›Š•–Ž—Žȱ
Šȱ’–ŠŒǰȱŠȱŽŽŒ˜œȱŽȱšžŽȱŒž–™•ŠȱŒ˜—ȱ˜˜›Š›•Žȱ•Šȱ™›ŽœŠŒ’à—ȱŽŒ˜—à–’ŒŠȱ™˜›ȱ
Žž›˜ȱ˜–™•Ž–Ž—Š›’˜ȱŽȱ›Š‹Š“˜ȱŽȱ’Žœ˜ȱǻǼǰȱŠ•ȱŠ–™Š›˜ȱŽȱ•ŠȱŽ¢ȱ
ǚȱŘŜŝşŖȱ¢ȱœžȱ›Ž•Š–Ž—˜ȱŠ™›˜‹Š˜ȱ™˜›ȱŽ•ȱŽŒ›Ž˜ȱž™›Ž–˜ȱǚȱŖŖşȬşŝȬȱ
¢ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ ž™›Ž–˜ȱ ǚȱ ŖŖřȬşŞȬǰȱ Š•ȱ ‘Š‹Ž›ȱ Ššž’›’˜ȱ •Šœȱ Ž—Ž›–ŽŠŽœȱ
™›˜Žœ’˜—Š•Žœȱ Žȱ Žž–˜Œ˜—’˜œ’œǰȱ
’™˜ŠŒžœ’Šȱ Žž›˜œŽ—œ˜›’Š•ȱ ’•ŠŽ›Š•ȱ ¢ȱ
ž–‹Š•’Šȱ ›à—’ŒŠǰȱ ‘ŠŒ’Ž—˜ȱ Ž¡Ž—œ’ŸŠȱ œžȱ Ž–Š—Šȱ Š•ȱ ™Š˜ȱ Žȱ •˜œȱ
ŽŸŽ—Š˜œǰȱ’—Ž›ŽœŽœǰȱŒ˜œ˜œȱŽ•ȱ™›˜ŒŽœ˜ǯȱ
řǯŗřǯ 'HORVPHGLRVSUREDWRULRVDSRUWDGRVDOSURFHVRDUELWUDOVHDSUHFLDTXHHO
DTXÐGHPDQGDGRDSDUHMÖHQWUHVXLQVWUXPHQWDOOD&RQVWDQFLDGH7UDEDMR
HQ OD TXH VH GD FXHQWD TXH GRQ 5REHUWR 0DXULFLR 5RMDV SUHVWÖ VHUYLFLRV
GHVGHHOGH$EULOGHKDVWDODHPLVLÖQGHOUHIHULGRGRFXPHQWRHQOD
8QLGDG GH 3URGXFFLÖQ GH 0LQD 0HWDOLFD 6XEWHUUDQHD SRUPHQRUL]ÄQGRVH
WRGRV ORV FDUJRV TXH RFXSÖ VLHQGR HO ÝOWLPR RVWHQWDGR HO GH 0DHVWUR
&DOLILFDGRHQ3ODQWD&RQFHQWUDGRUD

řǯŗŚǯ 'HODOHFWXUDGHOFXHVWLRQDGRODXGRVHREVHUYDTXHHQHOIXQGDPHQWR
REUD OD MXVWLILFDFLÖQ GHO ¤UELWUR VREUH OD H[LVWHQFLD GH OD UHODFLÖQ GH
FDXVDOLGDG (Q GLFKR DFÄSLWH VH KL]R PHQFLÖQ D OD ÝOWLPD IXQFLÖQ
GHVHPSHÔDGD VL ELHQ ODV DQWHULRUHV QR VRQ GHWDOODGDV D SURIXQGLGDG ODV
PLVPDV REUDQ HQ HO GRFXPHQWR RIUHFLGR SRU HO GHPDQGDQWH DO TXH VH
UHPLWHHOÄUELWURHQGLFKRDSDUWDGR(QVLPLODUVHQWLGRVHKL]RDOXVLÖQDOD
IHFKDHQODTXHKDEUÐDDGTXLULGRODHQIHUPHGDG DÔR \ODGHVXFHVH
DÔR   6LQ HPEDUJR QR VXFHGH OR PLVPR UHVSHFWR DO UD]RQDPLHQWR \
SUREDQ]D GH ODV FRQGLFLRQHV LQKHUHQWHV DO SURSLR OXJDU GH WUDEDMR SXHV
HQ GLFKR DFÄSLWH HO ÄUELWUR QR FXPSOH FRQ H[SRQHU ODV UD]RQHV \


3ÄJLQD([SHGLHQWH$UELWUDO

3ÄJLQD([SHGLHQWH$UELWUDO

3ÄJLQDVD([SHGLHQWH$UELWUDO

8
IXQGDPHQWRVSRUORVFXDOHVFRQVLGHUDTXHHOWUDEDMDGRUHQHOGHVHPSHÔRGH
VXV•Š‹˜›ŽœǰȱŽœžŸ˜ȱŽ¡™žŽœ˜ȱŽ—ȱ˜›–ŠȱŒ˜—œŠ—ŽȱŠ•ȱ›ž’˜ȱ¢ȱšžŽȱ™˜›ȱŠ—˜ȱ•Šȱ
‘’™˜ŠŒžœ’Šȱ šžŽȱ ™ŠŽŒŽȱ Ž›’ŸŽȱ Žȱ •Šȱ Œ•ŠœŽȱ Žȱ ›Š‹Š“˜ȱ šžŽȱ ‘Šȱ ›ŽŠ•’£Š˜Dzȱ
VLWXDFLÖQ TXH GHELÖ TXHGDU DFUHGLWDGD D FDEDOLGDG FRQIRUPH
LPSHUDWLYDPHQWH OR GLVSXVR HO 7ULEXQDO &RQVWLWXFLRQDO GDGR TXH OD
HQIHUPHGDG PDWHULD GH SUREDQ]D VH SURGXFH SRU OD H[SRVLFLÖQ UHSHWLGD \
SURORQJDGD DO UXLGR VLHQGR XQ IDFWRU SUHSRQGHUDQWH SDUD GHWHUPLQDU WDO
VLWXDFLÖQHVWDEOHFHUFXÄOHVIXHURQODVFRQGLFLRQHVSURSLDVGHOWUDEDMRDILQ
GHGHWHUPLQDUVLHOODVFRDG\XYDURQDODDSDULFLÖQGHODDOXGLGDHQIHUPHGDG
SURIHVLRQDO

řǯŗśǯ $VÐ ODV FRVDV VH DGYLHUWH TXH HO ODXGR QR VH HQFXHQWUD GHELGDPHQWH
PRWLYDGR FRQIRUPH D ODV GLUHFWULFHV HVWDEOHFLGDV SRU HO 7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO HQ HO FLWDGR SUHFHGHQWH YLQFXODQWH \ WDPSRFR VH DGYLHUWH
TXH XQ DSDUWDPLHQWR GHO PLVPR VH HQFXHQWUD VXVWHQWDGR HQ DOJXQD UD]ÖQ
TXH OR MXVWLILTXH DFDUUHDQGR OD QXOLGDG GHO ODXGR HPLWLGR GDGR TXH HO
SUHFHGHQWH FRQVWLWXFLRQDO HV GH REOLJDWRULR FXPSOLPLHQWR SDUD WRGRV ORV
ÖUJDQRV MXULVGLFFLRQDOHV HQWUH ORV TXH REYLDPHQWH VH HQFXHQWUDQ
FRPSUHQGLGRVWDPELÌQORV¤UELWURV

řǯŗŜǯ (Q FXDQWR D OR UHIHULGR D OD HQIHUPHGDG GH OXPEDOJLD DGYHUWLPRV TXH HO
ODXGR VL H[SRQH ODV UD]RQHV \ IXQGDPHQWRV SRU ORV FXDOHV FRQVLGHUD TXH
XQD HQIHUPHGDG FRPR OD OXPEDOJLD TXH QR DSDUHFH HQ OD 7DEOD GH
(QIHUPHGDGHV3URIHVLRQDOHVVLSXHGHVHUFRQVLGHUDGDFRPRWDOVLHPSUH\
FXDQGR vVH GHPXHVWUH XQD FDXVDOLGDG FRQ OD FODVH GH WUDEDMR TXH
GHVHPSHÔDw 6LQ HPEDUJR DO LJXDO TXH HQ HO FDVR GH OD HQIHUPHGDG GH
KLSRDFXVLD QR FXPSOH FRQ H[SRQHU ODV UD]RQHV \ IXQGDPHQWRV SRU ORV
FXDOHV FRQVLGHUD TXH H[LVWH UHODFLÖQ GH FDXVDOLGDG FRQ OD FODVH GH WUDEDMR
TXHGHVHPSHÔDEDHOWUDEDMDGRURHODPELHQWHHQTXHODERUDEDDWHQRUGHOR
HVWDEOHFLGR HQ HO DUWÐFXOR “ GH ODV 1RUPDV 7ÌFQLFDV GHO 6HJXUR
&RPSOHPHQWDULR GH 5LHVJR DSUREDGR PHGLDQWH HO 'HFUHWR 6XSUHPR 1“
6$ \ TXH SRU WDQWR GLFKD HQIHUPHGDG QR WLHQH XQ RULJHQ FRPÝQ
VLQRXQDLQFLGHQFLDSURIHVLRQDO

řǯŗŝǯ (Q FRQVHFXHQFLD HVWH &ROHJLDGR FRQVLGHUD TXH UHVXOWD PDQLILHVWD OD
FRQWUDYHQFLÖQ GHO GHELGR SURFHVR HQ OD IRUPD GH YXOQHUDFLÖQ GHO GHUHFKR
PRWLYDFLÖQ SRU OR TXH OD FDXVDO E  GHO QXPHUDO  GHO DUWÐFXOR “ GHO
'HFUHWR /HJLVODWLYR 1“  GHQXQFLDGD GHEH VHU SOHQDPHQWH HVWLPDGD
GHELHQGR VHU DPSDUDGD OD GHPDQGD GHFODUÄQGRVH OD QXOLGDG GHO /DXGR
$UELWUDO

ǯ   XDZȱ
ȱ


 (Q YLUWXG GH OR GLVSXHVWR HQ HVWH SUHFHGHQWH VH SHUPLWH SRU H[FHSFLÖQDO ÖUJDQR MXULVGLFFLRQDO DQDOL]DU HO FULWHULR \
SUXHEDV DSRUWDGDV HQ HO DUELWUDMH ODV TXH GHEHUÄQ JXDUGDU DUPRQÐD FRQ ORV FULWHULRV HVWDEOHFLGRV SRU HO 7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO

9
˜›ȱ •˜œȱ ž—Š–Ž—˜œȱ Ž¡™žŽœ˜œǰȱ ·œŽȱ ˜•Ž’Š˜ǰȱ Œ˜—ȱ •Šȱ Šž˜›’Šȱ šžŽȱ •Žȱ
Œ˜—’Ž›Žȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ ŗřŞķȱ Žȱ •Šȱ ˜—œ’žŒ’à—ȱ ˜•Ç’ŒŠȱ Ž•ȱ Ž›øȱ ¢ȱ •Šȱ Ž¢ǰȱ
’–™Š›’Ž—˜ȱ“žœ’Œ’ŠȱŽ—ȱ—˜–‹›ŽȱŽȱ•ŠȱŠŒ’à—ǰȱœŽȱ›ŽœžŽ•ŸŽDZȱȱ
ȱ
Śǯŗǯȱ ŽŒ•Š›Š›ȱ ȱ •Šȱ Ž–Š—Šȱ Žȱ —ž•ŠŒ’à—ȱ Žȱ Šž˜ȱ ›‹’›Š•ȱ
’—Ž›™žŽœŠȱ™˜›ȱǖŠŒȱŽž›˜œȱ¢ȱŽŠœŽž›˜œȱŒ˜—›ŠȱŽ•ȱŠž˜ȱ›‹’›Š•ȱ
ŽȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŽȱ˜“ŠœȱřşȱŠȱŚřǯȱ‹ŠœŠ˜ȱŽ—ȱ•ŠœȱŒŠžœŠ•Žœȱ‹Ǽȱ¢ȱŒǼȱŽ•ȱ—ž–Ž›Š•ȱ
ŖŗȱŽ•ȱ›ÇŒž•˜ȱŜřǚȱŽ•ȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗǯȱ—ȱŒ˜—œŽŒžŽ—Œ’Šȱ
 ȱ Ž•ȱ Šž˜ȱ ›‹’›Š•ȱ Žȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Žȱ ŽŒ‘Šȱ Žȱ ŽŒ‘Šȱ ˜ŒŽȱ Žȱ
—˜Ÿ’Ž–‹›ŽȱŽȱŘŖŗśǯȱ
ȱ
ŚǯŘǯȱ  ȱ šžŽȱ Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ›‹’›Š•ȱ —’™Ž›œ˜—Š•ȱ Ž‹Žȱ Ÿ˜•ŸŽ›ȱ Šȱ
•ŠžŠ›WHQLHQGRHQFXHQWDODVFRQVLGHUDFLRQHVGHVDUUROODGDVSRUÌVWH
6XSHULRU&ROHJLDGRHQOÐQHDVSUHFHGHQWHV

—ȱ •˜œȱ œŽž’˜œȱ ™˜›ȱ  ȱ  ȱ ȱ  ǰȱ Œ˜—›Šȱ ȱ
  ȱ ȱœ˜‹›Žȱ ȱȱȱ ǯȱ
ȱ

Aȱ   ȱȱȱȱȱ ȱ ȱȱȱ ȱ ȱ  ȱ ȱ
ȱ
 
ȱ ȱ
Ȧȱȱȱ

10
ȱ
ȱ
ȱ ȱȱ   ȱȱ ȱ
 ȱȱ ȱȱ

¡™Ž’Ž—Žȱķȱ DZȱ ŖŘŗŘȬŘŖŗŜȬŖȬŗŞŗŝȬȬȬŖŗȱ
Ž–Š—Š—Žȱ DZȱ ž˜›’ŠȱŠŒ’˜—Š•ȱŽ•ȱŽ›Ÿ’Œ’˜ȱ’Ÿ’•ȱȬȱ ȱ
Ž–Š—Š˜ȱ DZȱ Ś ȱ˜—œž•’—ȱǯȱ
ŠŽ›’Šȱ DZȱ  ȱȱȱ ȱ
’œŠȱŽȱ•ŠȱŠžœŠȱȱ DZȱ ŗŜǯŖřǯŘŖŗŝȱǻŘǼȱ
ȱ
Žȱ Ÿ’˜•Šȱ Ž•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Šȱ ž—Šȱ ŽŒ’œ’à—ȱ Ž‹’Š–Ž—Žȱ –˜’ŸŠŠȱ ŒžŠ—˜ȱ •Šȱ
ȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Žœȱ ’—Ž¡’œŽ—Žȱ ˜ȱ ŒžŠ—˜ȱ ‘Š¢ȱ œà•˜ȱ ž—Šȱ Š™Š›’Ž—Œ’Šȱ Žȱ
ȱ –˜’ŸŠŒ’à—ǰȱ Ž—ȱ Ž•ȱ œŽ—’˜ȱ Žȱ šžŽȱ —˜ȱ Šȱ ŒžŽ—Šȱ Žȱ •Šœȱ ›Š£˜—Žœȱ –Ç—’–Šœȱ
šžŽȱœžœŽ—Š—ȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ǰȱ˜ȱŽȱšžŽȱ—˜ȱ›Žœ™˜—ŽȱŠȱ•ŠœȱŠ•ŽŠŒ’˜—ŽœȱŽȱ•Šœȱ
ȱ ™Š›ŽœȱŽ•ȱ™›˜ŒŽœ˜ǰȱ¢Ȧ˜ȱ™˜›šžŽȱ Ȯ¢ȱ·œŠȱŽœȱ•Šȱ˜›–Šȱ–¤œȱ Ž—Ž›Š•’£ŠŠȱ Žȱ
Š™Š›Ž—Š›ȱ –˜’ŸŠŒ’à—Ȭȱ œ˜•˜ȱ ’—Ž—Šȱ Š›ȱ ž—ȱ Œž–™•’–’Ž—˜ȱ ˜›–Š•ȱ Š•ȱ
ȱ –Š—Š˜ǰȱŠ–™Š›¤—˜œŽȱŽ—ȱ›ŠœŽœȱœ’—ȱœžœŽ—˜ȱ¤Œ’Œ˜ȱ˜ȱ“ž›Ç’Œ˜ǰȱŽœȱŽŒ’›ǰȱ
ȱ ‘Š¢ȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱ™Ž›˜ȱ—˜ȱœ’›ŸŽǰȱ™žŽœȱœŽȱ‘Šȱ‹ŠœŠ˜ȱŽ—ȱ‘ŽŒ‘˜œȱ’—Ž¡’œŽ—Žœȱ
¢Ȧ˜ȱ™›žŽ‹Šœȱ—˜ȱŠŒžŠŠœȱ˜ȱø—’ŒŠ–Ž—ŽȱœŽȱ›Ž•ŠŠ—ȱ•˜œȱ‘ŽŒ‘˜œȱ˜ȱœŽȱŽœŒ›’‹Žȱ
ȱ Ž•ȱ™›˜ŒŽœ˜ȱǻŒžŠ—˜ȱŽ•ȱ“žŽ£ȱ˜ȱŽ•ȱ¤›‹’›˜ȱŽœŒ›’‹Žȱ•˜œȱ‘ŽŒ‘˜œȱŠ•ŽŠ˜œȱ™˜›ȱ
•Šœȱ™Š›Žœȱœ’—ȱŠ—Š•’£Š›•˜œȱ¢ȱ•˜œȱŠȱ™˜›ȱŒ’Ž›˜œǼȱ
ȱ
ȱ
 Xȱqȱ ȱ
’–Šǰȱ’ŽŒ’œ·’œȱŽȱ–Š›£˜ȱȱȱ
Ž•ȱŠÛ˜ȱ˜œȱ–’•ȱ’ŽŒ’œ’ŽŽȱ
ȱ
ǯ  DZȱ
ȱ

Š‹’·—˜œŽȱ Š—Š•’£Š˜ȱ ¢ȱ Ž‹Š’˜ȱ •Šȱ ŒŠžœŠǰȱ Œ˜—˜›–Žȱ •˜ȱ ™›ŽœŒ›’‹Ž—ȱ •˜œȱ
›ÇŒž•˜œȱ ŗřŗǚȱ ¢ȱ ŗřřǚȱ Žȱ •Šȱ Ž¢ȱ ›¤—’ŒŠȱ Ž•ȱ ˜Ž›ȱ ž’Œ’Š•ǰȱ ŽœŽȱ
Œ˜•Ž’Š˜ȱ ’—Ž›Š˜ȱ ™˜›ȱ •˜œȱ œŽÛ˜›Žœȱ žŽŒŽœȱ ž™Ž›’˜›ŽœDZȱ Œ‘ŽŸŠ››ÇŠȱ
ŠŸ’›’Šǰȱ ǕŒ‘Ž£ȱ ¤Ÿ’•Šǰȱ šž’Ž—ȱ ’—Ž›Ÿ’Ž—Žȱ Œ˜–˜ȱ ™˜—Ž—Žȱ ¢ȱ ›Š˜ȱ
ŠœŠÛŽŠǰȱŽ–’Ž—ȱ•Šȱœ’ž’Ž—ŽȱŽŒ’œ’à—ȱ“ž’Œ’Š•DZȱ
ȱ
ǯ ȱȱDZȱ
ȱ
Ž•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽȱ•Šž˜ȱ
ȱ
Řǯŗǯ Žȱ ˜“Šœȱ ŝŗȱ Šȱ ŗŖŜǰȱ œž‹œŠ—ŠŠȱ Žȱ ˜•’˜œȱ ŗřşȱ Šŗȱ ŗŚŜǰȱ ˜‹›Šȱ Ž•ȱ ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ
—ž•ŠŒ’à—ȱ Žȱ Šž˜ȱ ›‹’›Š•ǰȱ ’—Ž›™žŽœŠȱ ™˜›ȱ •Šȱ ž˜›’Šȱ ŠŒ’˜—Š•ȱ
Ž•ȱŽ›Ÿ’Œ’˜ȱ’Ÿ’•ȱȬȱ ǰȱŒ˜—›ŠȱŽ•ȱŠž˜ȱ›‹’›Š•ȱŽȱŽŒ‘ŠȱŜȱŽȱŠ‹›’•ȱ

1
ŽȱŘŖŗŜǰȱŽ¡™Ž’˜ȱ™˜›ȱŽ•ȱ›‹’›˜ȱq—’Œ˜ȱŠ›Œ˜ȱǯȱ˜›’žŽ£ȱ•˜›ŽœǰȱŽ—ȱ
Ž•ȱ™›˜ŒŽœ˜ȱŠ›‹’›Š•ȱœŽž’˜ȱ™˜›ȱŚ ȱ˜—œž•’—ȱǯǯǯȱŒ˜—›Šȱ•ŠȱŽ—’Šȱ
›ŽŒž››Ž—Žǰȱ’—Ÿ˜ŒŠ—˜ȱ•ŠȱŒŠžœŠ•ȱŒ˜—Ž—’ŠȱŽ—ȱŽ•ȱ’—Œ’œ˜ȱ‹ǼȱŽ•ȱ—ž–Ž›Š•ȱŖŗȱ
Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ Ŝřǚȱ Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ķȱ ŗŖŝŗǰȱ Šȱ ’—ȱ šžŽȱ œŽȱ ȱ Š—ž•Žȱ
™Š›Œ’Š•–Ž—ŽȱŽ•ȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ŗȱŽȱŽŒ‘ŠȱŜȱŽȱŠ‹›’•ȱŽȱŘŖŗŜǰȱ›Žœ™ŽŒ˜ȱŽ•ȱ
œŽž—˜ȱ™ž—˜ȱ›Žœ˜•ž’Ÿ˜ǯȱ
ȱ
ŘǯŘǯ Šȱ ›ŽŒž››Ž—Žȱ ž˜›’Šȱ ŠŒ’˜—Š•ȱ Žȱ Ž›Ÿ’Œ’˜ȱ Ȭȱ  ǰȱ œžœŽ—Šȱ œžȱ
™›ŽŽ—œ’à—ȱ ’–™ž—Š˜›’Šȱ Ž—ȱ Ž•ȱ ‘ŽŒ‘˜ȱ šžŽDZȱ ’Ǽȱ Ž—ȱ •Šȱ œŽž—Šȱ ™Š›Žȱ
›Žœ˜•ž’ŸŠȱŽ•ȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ǰȱœŽȱŽœŽœ’–Šȱœžȱ™›ŽŽ—œ’à—ȱ›ŽŒ˜—ŸŽ—Œ’˜—Š•ȱ
Žȱ’—Ž–—’£ŠŒ’à—ȱ™˜›ȱŠÛ˜œȱ¢ȱ™Ž›“ž’Œ’˜œȱ ˜ŒŠœ’˜—Š˜ȱ™˜›ȱ•Šȱ Œ˜—›Š’œŠȱ
Ś ȱ ˜—œž•’—ȱ ǯǰȱ œžœŽ—¤—˜œŽȱ Ž—ȱ ž—Šȱ ™›žŽ‹Šȱ ’—Ž¡’œŽ—Žǰȱ Š•ȱ
Š’›–Š›ȱǻŽ—ȱŽ•ȱ—ž–Ž›Š•ȱŚŖǼǰȱ•Šȱœž™žŽœŠȱŽŒ•Š›ŠŒ’à—ȱŽȱ•˜œȱŠ‹˜Š˜œȱŽȱ
œžȱ ›Ž™›ŽœŽ—ŠŠǰȱ Š•ȱ ŠŒŽ™Š›ȱ šžŽȱ ȃŽ•ȱ œ’œŽ–Šȱ Žȱ ‹øœšžŽŠȱ ˜‹“Ž˜ȱ Žȱ •Šȱ
Œ˜—›ŠŠŒ’à—ȱ Ž•ȱ ˜—›Š’œŠǰȱ ž—Œ’˜—Š‹Šȱ œ’—ȱ —’—ø—ȱ ’—Œ˜—ŸŽ—’Ž—ŽȄǰȱ •˜ȱ ŒžŠ•ȱ
Žœȱ Œ˜–™•ŽŠ–Ž—Žȱ Š•œ˜ȱ ™žŽœȱ Ž••˜ȱ —ž—ŒŠȱ ˜Œž››’àȱ ¢ȱ —˜ȱ Ž¡’œŽȱ Ž—ȱ Šž˜œȱ
–Ž’˜ȱ Žȱ ™›žŽ‹Šȱ šžŽȱ ŠŒ›Ž’Žȱ •Šȱ œž™žŽœŠȱ ŠŒŽ™ŠŒ’à—ȱ šžŽȱ œ’›Ÿ’àȱ Œ˜–˜ȱ
ø—’Œ˜ȱ œžœŽ—˜ȱ ŽŽ›–’—Š—Žȱ ™Š›Šȱ •Šȱ ŽœŽœ’–ŠŒ’à—ȱ Žȱ œžȱ ™›ŽŽ—œ’à—ȱ
’—Ž–—’£Š˜›’ŠDzȱ¢ȱ’’ǼȱŽ•ȱ•Šž˜ȱ–ŠŽ›’ŠȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŸž•—Ž›ŠȱŽ•ȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŠȱ
•ŠȱŽ‹’Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ǰȱ™˜›ȱŒžŠ—˜ȱœŽȱ‘ŠȱŽ¡™Ž’˜ȱ‹ŠœŠ˜ȱŽ—ȱž—Šȱ™›žŽ‹Šȱ
’—Ž¡’œŽ—Žǰȱ šžŽȱ —˜ȱ ‘Šȱ œ’˜ȱ ˜›ŽŒ’Šȱ ™˜›ȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ —’ȱ ’—Œ˜›™˜›ŠŠȱ Žȱ
˜’Œ’˜ȱŠ•ȱ™›˜ŒŽœ˜ǯȱȱ
ȱ
ȱ
Žȱ•ŠȱŠ‹œ˜•žŒ’à—ȱŽ•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ȱ
ȱ
Řǯřǯ Ž’Š—Žȱ ›Žœ˜•žŒ’à—ȱ ǚȱ ŖŘȱ Žȱ ŽŒ‘Šȱ ›Ž’—Šȱ ¢ȱ ž—˜ȱ Žȱ ˜Œž‹›Žȱ ŘŖŗŜǰȱ
˜‹›Š—ŽȱŽȱ˜“ŠœȱŗşŝȱŠȱŗŚşǰȱœŽȱŒ˜››’àȱ›Šœ•Š˜ȱŽ•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŠȱ
•ŠȱŒ˜—›Š™Š›ŽȱŚ ȱ˜—œž•’—ȱǯǰȱšž’Ž—ȱȱ—˜ȱŒž–™•’àȱŒ˜—ȱŠ‹œ˜•ŸŽ›ȱŽ•ȱ
›¤–’Žǯȱ
ȱ
ǯ   ȱȱDZȱ
ȱ
Ž•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ȱ
ȱ
řǯŗǯ žŽœ›˜ȱ œ’œŽ–Šȱ “ž›Ç’Œ˜ȱ ‘Šȱ ˜Š˜ȱ Šȱ •˜œȱ ™Š›’Œ’™Š—Žœȱ Ž•ȱ Š›‹’›Š“Žȱ Žȱ
ž—ȱ –ŽŒŠ—’œ–˜ȱ Žȱ ›ŽŸ’œ’à—ȱ ŽœŠŠ•ȱ Žȱ •Šȱ ŠŒžŠŒ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ ¤›‹’›˜œǯȱ •ȱ
›·’–Ž—ȱ Žȱ ›ŽŸ’œ’à—ȱ“ž’Œ’Š•ȱ Ž•ȱ Š›‹’›Š“Žȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽȱ šžŽȱ šž’Ž—ȱ™›ŽŽ—Šȱ


)XQGDGDODSULPHUDSUHWHQVLÖQGHODUHFRQYHQFLÖQGH6HUYLUHQFRQVHFXHQFLDRUGHQRTXHHOFRQWUDWLVWDOHSDJXH
ODVXPDGH6SRUFRQFHSWRGHSHQDOLGDG h ,QIXQGDGDODVHJXQGDSUHWHQVLÖQGHODUHFRQYHQFLÖQGH
6HUYLU'HFODUDULQIXQGDGDODWHUFHUDSUHWHQVLÖQGHHO&RQVRUFLR h 

2
ŒžŽœ’˜—Š›ȱ •Šȱ ŠŒžŠŒ’à—ȱ ˜ȱ ŽŒ’œ’à—ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ Ž‹Žȱ ›ŽŒž››’›ȱ Š•ȱ ˜Ž›ȱ
ž’Œ’Š•ǰȱ Šȱ ›ŠŸ·œȱ Ž•ȱ ›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ǯȱ •ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ ŜŘǚȱ Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ
Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ǚȱ ŗŖŝŗǰȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽȱ šžŽȱ Ž•ȱ ›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ȱ Žœȱ Ž•ȱ ø—’Œ˜ȱ
–Ž’˜ȱ Žȱ ’–™ž—ŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šž˜ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ Ž•ȱ ŒžŠ•ȱ ’Ž—Žȱ ™˜›ȱ ˜‹“Ž˜ȱ •Šȱ
›ŽŸ’œ’à—ȱ Žȱ œžȱ ŸŠ•’Ž£ȱ ™˜›ȱ •Šœȱ ŒŠžœŠ•Žœȱ Š¡Š’ŸŠ–Ž—Žȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’Šœȱ Ž—ȱ
’Œ‘˜ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ •Ž’œ•Š’Ÿ˜Řǯȱ œŠœȱ ŒŠžœŠ•Žœȱ šžŽȱ “žœ’’ŒŠ›ÇŠȱ œ˜–ŽŽ›ȱ •Šȱ
ŽŒ’œ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ ¤›‹’›˜œȱ Šȱ ž—ȱ “ž’Œ’˜ȱ Žȱ ŸŠ•’Ž£ȱ ™˜›ȱ ™Š›Žȱ Ž•ȱ à›Š—˜ȱ
“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱ Œ˜–™ŽŽ—Žȱ ¢ȱ ™˜›ȱ Œ˜—œ’ž’Ž—Žǰȱ ™Ž›–’’›ÇŠ—ȱ •Šȱ Š—ž•ŠŒ’à—ȱ
Žȱ•ŠȱŠŒžŠŒ’à—ȱŠ›‹’›Š•ǰȱŽœ¤—ȱ›ŽŽ›’ŠœȱŠȱ•ŠȱžŽ•ŠȱŽ•ȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŠ•ȱŽ‹’˜ȱ
™›˜ŒŽœ˜ȱŠ›‹’›Š•ǰȱŠȱ•ŠȱžŽ•ŠȱŽ•ȱ˜›Ž—ȱ™ø‹•’Œ˜ȱ¢ȱŠȱ•Šȱ›ŽœŽ›ŸŠȱ“ž’Œ’Š•ȱŽȱ
•˜œȱ Šœž—˜œȱ Ž¡›ŠÇ˜œȱ Žȱ •Šȱ •’‹›Žȱ ’œ™˜œ’Œ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ ™Š›’Œž•Š›Žœȱ ˜ȱ —˜ȱ
™›˜—ž—Œ’Š–’Ž—˜ȱœ˜‹›Žȱ–ŠŽ›’Šœȱ—˜ȱŠ›‹’›Š‹•Žœǯȱ
ȱ
řǯŘǯ ‘˜›Šȱ ‹’Ž—ǰȱ ŒŠ‹Žȱ ’—’ŒŠ›ȱ šžŽȱ Ž•ȱ ›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ǰȱ šžŽȱ Œ˜—œ’ž¢Žȱ
ž—Šȱ ™›ŽŽ—œ’à—ȱ ’–™ž—Š’ŸŠȱ šžŽȱ ŠŒ’ŸŠȱ Ž•ȱ œ’œŽ–Šȱ Žȱ ›ŽŸ’œ’à—ȱ “ž’Œ’Š•ȱ
Ž•ȱ Š›‹’›Š“Žǰȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽȱ •˜œȱ •Ç–’Žœȱ Žȱ •Šȱ •Š‹˜›ȱ Ž•ȱ à›Š—˜ȱ “ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱ
Œ˜–™ŽŽ—Žǰȱ Ž•ȱ ŒžŠ•ȱ ŸŽȱ ›Žœ›’—’Šȱ œžȱ ž—Œ’à—ȱ Šȱ •Šœȱ ŒŠžœŠ•Žœȱ
Š¡Š’ŸŠ–Ž—Žȱ Œ˜—Ž–™•ŠŠœȱ Ž—ȱ •Šȱ —˜›–Šȱ Žȱ ’—Ÿ˜ŒŠŠœȱ ™˜›ȱ •Šȱ ™Š›Žȱ
›ŽŒž››Ž—ŽǰȱŽ—Œ˜—›¤—˜œŽȱ’–™Ž’˜ȱŽȱœ˜–ŽŽ›ȱŠȱŽŸŠ•žŠŒ’à—ȱŽ•ȱŒ›’Ž›’˜ȱ
Š˜™Š˜ȱ™˜›ȱ•˜œȱ¤›‹’›˜œȱŠ•ȱŽŒ’’›ȱŽ•ȱ˜—˜ȱŽȱ•ŠȱŒ˜—›˜ŸŽ›œ’ŠřDzȱŽ••˜ȱŽ—ȱ
›Š£à—ǰȱŠȱšžŽȱœ’ȱœŽȱ™Ž›–’’Ž›ŠȱšžŽȱŽ—ȱœŽŽȱ“ž’Œ’Š•ȱŠ—Š•’£Š›ȱŽ•ȱ˜—˜ȱŽȱ•Šȱ
Œ˜—›˜ŸŽ›œ’ŠǰȱœŽȱŒ˜—›ŠŸŽ—›ÇŠȱ•ŠȱŸ˜•ž—ŠȱŽȱ•Šœȱ™Š›ŽœȱŽ¡™›ŽœŠŠȱŽ—ȱŽ•ȱ
Œ˜—ŸŽ—’˜ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ ™˜›ȱ Ž•ȱ ŒžŠ•ȱ ›Ž—ž—Œ’Š›˜—ȱ Šȱ •Šȱ “ž›’œ’ŒŒ’à—ȱ ŽœŠŠ•ȱ ¢ȱ œŽȱ
œ˜–Ž’Ž›˜—ȱ Šȱ •Šȱ Œ˜–™ŽŽ—Œ’Šȱ Žȱ •˜œȱ ¤›‹’›˜œȱ ™Š›Šȱ •Šȱ œ˜•žŒ’à—ȱ Žȱ œžœȱ
Œ˜—•’Œ˜œǯŚȱȱ
ȱ
řǯřǯ —ȱ Ž•ȱ ™›ŽœŽ—Žȱ ŒŠœ˜ǰȱ •Šȱ ™Š›Žȱ ›ŽŒž››Ž—Žȱ Šȱ ™Š›’›ȱ Žȱ •Šȱ ŒŠžœŠ•ȱ ’—Ÿ˜ŒŠŠǰȱ
ŠŒžœŠȱ Š•ȱ ›‹’›˜ȱ q—’Œ˜ǰȱ ‘Š‹Ž›ȱ ’—Œž››’˜ȱ Ž—ȱ ž—Šȱ •Š›Š—Žȱ Ÿž•—Ž›ŠŒ’à—ȱ
Ž•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Šȱ •Šȱ Ž‹’Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ ™˜›ȱ ŒžŠ—˜ȱ
ž—Š–Ž—Šȱ œžȱ ŽŒ’œ’à—ȱ Ž—ȱ ž—Šȱ ™›žŽ‹Šȱ ’—Ž¡’œŽ—Žȱ ¢ȱ šžŽȱ Žœȱ œŽÛŠ•ŠŠȱ


'HFUHWR/HJLVODWLYR1“$UWÐFXOR“LQFLVR v&RQWUDHOODXGRVRORSRGUÄLQWHUSRQHUVHUHFXUVRGHDQXODFLÖQ
(VWHUHFXUVRFRQVWLWX\HODÝQLFDYÐDGHLPSXJQDFLÖQGHOODXGR\WLHQHSRUREMHWRODUHYLVLÖQGHVXYDOLGH]SRUODV
FDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWÐFXOR“w

'HFUHWR/HJLVODWLYR1“$UWÐFXOR“LQFLVR w(OUHFXUVRVHUHVXHOYHGHFODUDQGRODYDOLGH]RQXOLGDGGHO
ODXGR(VWÄSURKLELGREDMRUHVSRQVDELOLGDGSURQXQFLDUVHVREUHHOIRQGRGHODFRQWURYHUVLDSFDOLILFDUORVFULWHULRV
PRWLYDFLRQHVRLQWHUSUHWDFLRQHVH[SXHVWDVSRUHOWULEXQDODUELWUDOw
4
—ȱŽ•ȱ–’œ–˜ȱœŽ—’˜ȱȱȱŠ’›–ŠȱšžŽDZȱȍ•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱ’Ž—Žȱž—ȱŒ˜—Ž—’˜ȱ•’–’Š˜ȱ¢ȱŸŠȱ
’›’’˜ȱŠȱŸŽ•Š›ȱ™˜›ȱŽ•ȱŒž–™•’–’Ž—˜ȱŽȱ•Šȱ™ž›Ž£ŠȱŽ•ȱ™›˜ŒŽ’–’Ž—˜ȱŠ›‹’›Š•ȱ¢ȱœžȱ™›˜ŒŽŽ—Œ’Šȱ™Ž›˜ȱ—ž—ŒŠȱŠȱ›ŽŸ’œŠ›ȱ
Ž•ȱ˜—˜ȱŽ•ȱŠœž—˜ȱ—’ȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ȱšžŽȱœ˜‹›ŽȱŽ•ȱ–’œ–˜ȱ•˜œȱ¤›‹’›˜œȱ‘Š¢Š—ȱ™˜’˜ȱŠ˜™Š›ȱǻdzǼȱ˜ȱŽœȱ™˜œ’‹•Žȱ’œŒž’›ȱ
•˜œȱž—Š–Ž—˜œȱŽ•ȱ•Šž˜ȱ—’ȱŽ•ȱŠŒ’Ž›˜ȱŽȱœžœȱ’œ™˜œ’Œ’˜—Žœǰȱ™˜›šžŽȱ—˜ȱœŽȱ›Š—œ’Ž›ŽȱŠ•ȱ›’‹ž—Š•ȱ›ŽŸ’œ˜›ȱ•ŠȱŠŒž•Šȱ
ŽȱŽŒ’’›ǰȱšžŽȱŽœȱŽ¡Œ•žœ’ŸŠȱŽȱ•˜œȱ¤›‹’›˜œǰȱ™˜›šžŽȱ•Šœȱ™Š›Žœȱ‘Š—ȱšžŽ›’˜ȱ™›ŽŒ’œŠ–Ž—ŽȱŽ¡Œ•ž’›ȱŠȱ•˜œȱ›’‹ž—Š•ŽœȱŽȱ
’—Ž›ŸŽ—Œ’à—ǰȱ šžŽȱ œ˜•˜ȱ Š™Š›ŽŒŽȱ “žœ’’ŒŠŠȱ ™Š›Šȱ Š›Š—’£Š›ȱ Ž•ȱ Œž–™•’–’Ž—˜ȱ Žȱ ž—Šœȱ Š›Š—ÇŠœȱ –Ç—’–Šœǰȱ šžŽȱ œ˜—ȱ
™›ŽŒ’œŠ–Ž—Žȱ•ŠœȱšžŽȱ›ŠŠ—ȱŽȱœŠ•ŸŠžŠ›Š›ȱ•˜œȱ–˜’Ÿ˜œȱ™˜›ȱ•˜œȱšžŽȱ™žŽŽ—ȱ’—Ž›™˜—Ž›œŽȄǯȱȱǰȱ
 ǰȱ Šž˜œȱ ›‹’›Š•Žœȱ ¢ȱ Ž’˜œȱ –™ž—Š˜›’˜œǰȱ Ž—ȱ žŠŽ›—˜œȱ ž›’œ™›žŽ—Œ’Š•Žœǰȱ ŠŒŽŠȱ ž›Ç’ŒŠǰȱ
’–Šǰȱ˜Ÿ’Ž–‹›ŽȱŘŖŖśǯȱ

3
œà•˜ȱŽ—ȱŽ•ȱŠŒ˜ȱ’—Š•ȱŽ•ȱ•Šž˜ǰȱœžœŽ—˜ȱŽŽ›–’—Š—Žȱ™Š›ŠȱŽœŽœ’–Š›ȱ•Šȱ
™›ŽŽ—œ’à—ȱ›ŽŒ˜—ŸŽ—Œ’˜—Š•ȱŽȱ’—Ž–—’£ŠŒ’à—ȱŽȱŠÛ˜œȱ¢ȱ™Ž›“ž’Œ’˜œǯȱ
ȱ
řǯŚǯ —ȱ Š•ȱ œŽ—’˜ǰȱ Œ˜››Žœ™˜—Žȱ ŽŸŠ•žŠ›ȱ •Šȱ Ž¡’œŽ—Œ’Šȱ ¢ȱ œž’Œ’Ž—Œ’Šȱ Žȱ
–˜’ŸŠŒ’à—ȱ›ŽŠ•’£ŠŠȱ™˜›ȱŽ•ȱ›‹’›˜ȱq—’Œ˜ǰȱ•˜ȱšžŽȱ—˜ȱŽ—›ŠÛŠȱŽȱ˜›–Šȱ
Š•ž—Šȱ šžŽȱ ·œŽȱ ž™Ž›’˜›ȱ ˜•Ž’Š˜ȱ œŽȱ ™›˜—ž—Œ’Žȱ œ˜‹›Žȱ Ž•ȱ ˜—˜ȱ Žȱ •Šȱ
Œ˜—›˜ŸŽ›œ’Šȱ—’ȱŽŸŠ•øŽȱ‘ŽŒ‘˜œǰȱ—’ȱŽ–’Šȱ˜™’—’à—ȱœ˜‹›ŽȱŽ•ȱŒ˜—Ž—’˜ȱŽȱ•Šȱ
ŽŒ’œ’à—ǰȱ Š–™˜Œ˜ȱ ŒŠ•’’ŒŠ›ȱ Œ›’Ž›’˜œȱ ¢Ȧ˜ȱ ŸŠ•˜›ŠŒ’˜—Žœȱ Žȱ ™›žŽ‹Šœȱ ˜ȱ
’—Ž›™›ŽŠŒ’˜—Žœȱ Ž•ȱ ›‹’›˜ȱ ŸŽ›’Šœȱ Ž—ȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ ™˜›ȱ ŒžŠ—˜ȱ —’—ø—ȱ
à›Š—˜ȱ “ž’Œ’Š•ȱ ™žŽŽȱ ’—–’œŒž’›œŽȱ Ž—ȱ Š•Žœȱ Šœ™ŽŒ˜œǰȱ ˜Šȱ ŸŽ£ȱ šžŽȱ •Šœȱ
™Š›Žœȱ Š•ȱ –˜–Ž—˜ȱ Žȱ œ˜–ŽŽ›œŽȱ Šȱ •Šȱ “ž›’œ’ŒŒ’à—ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ ŽŒ’’Ž›˜—ȱ
›Ž—ž—Œ’Š›ȱ ’–™•ÇŒ’Š–Ž—Žȱ Šȱ •Šȱ “ž›’œ’ŒŒ’à—ȱ ˜›’—Š›’Šȱ ™Š›Šȱ •Šȱ ›Žœ˜•žŒ’à—ȱ
ŽȱœžœȱŒ˜—•’Œ˜œǯȱȱ
ȱ
Ž•ȱ›ŽŒ•Š–˜ȱ™›ŽŸ’˜ȱŽ—ȱœŽŽȱŠ›‹’›Š•ȱ
ȱ
řǯśǯ ŽȱŒ˜—˜›–’ŠȱŒ˜—ȱ•˜ȱŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱŽ—ȱŽ•ȱ—ž–Ž›Š•ȱŘȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŜřǚȱŽȱ•Šȱ
Ž¢ȱ Žȱ ›‹’›Š“Žǰȱ œà•˜ȱ œŽ›¤—ȱ ™›˜ŒŽŽ—Žœȱ •Šœȱ ŒŠžœŠ•Žœȱ ™›ŽŸ’œŠœȱ Ž—ȱ •˜œȱ
’—Œ’œ˜œȱŠǼǰȱ‹ǼǰȱŒǼȱ¢ȱǼȱŽ•ȱ—ž–Ž›Š•ȱŖŗȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŽ—ȱ–Ž—Œ’à—ǰȱœ’ȱžŽ›˜—ȱ
˜‹“Ž˜ȱŽȱ›ŽŒ•Š–˜ȱŽ¡™›Žœ˜ȱŽ—ȱœžȱ–˜–Ž—˜ȱŠ—ŽȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ȱŠ›‹’›Š•ȱ™˜›ȱ•Šȱ
™Š›Žȱ ŠŽŒŠŠȱ ¢ȱ žŽ›Š—ȱ ŽœŽœ’–Š˜œǯȱ œ˜ȱ œŽȱ Ž¡™•’ŒŠȱ ™˜›šžŽȱ •Šȱ
Š—ž•ŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šž˜ȱ Œ˜—œ’ž¢Žȱ ž—ȱ –ŽŒŠ—’œ–˜ȱ Žȱ ø•’–Šȱ ›Š’˜ǰȱ ¢ȱ Ž—ȱ
Œ˜—œ˜—Š—Œ’ŠȱŒ˜—ȱŽ•ȱ™›’—Œ’™’˜ȱŽȱŠž˜—˜–ÇŠȱŽ•ȱŠ›‹’›Š“ŽǰȱŠ—ŽœȱŽȱŠŒž’›ȱ
ŠȱœŽŽȱ“ž’Œ’Š•ȱœŽȱŽ‹ŽȱŠ˜Š›ǰȱ™›ŽŸ’Š–Ž—Žǰȱ˜˜ȱ›ŽŒž›œ˜ȱ˜ȱ›ŽŒ•Š–˜ȱŠ—Žȱ
Ž•ȱ›’‹ž—Š•ȱ›‹’›Š•ǰȱŠ•ȱœŽ›ȱ’Œ‘˜ȱà›Š—˜ȱŽ•ȱŽœŒ˜’˜ȱ™˜›ȱ•Šœȱ™Š›Žœȱ™Š›Šȱ
›Žœ˜•ŸŽ›ȱœžœȱŒ˜—›˜ŸŽ›œ’Šœǯśȱ
ȱ
řǯŜǯ Š‹Žȱ ’—’ŒŠ›ȱ šžŽȱ ž—ȱ ›ŽŒ•Š–˜ȱ ™›ŽŸ’˜ȱ ™Š›Šȱ œŽ›ȱ Œ˜—œ’Ž›Š˜ȱ ŸŠ•’˜ǰȱ
—ŽŒŽœŠ›’Š–Ž—Žȱ Ž‹Ž›¤ȱ ˜œŽ—Š›ȱ Œ’Ž›Šœȱ ŒžŠ•’ŠŽœǰȱ Š•Žœȱ Œ˜–˜ȱ œŽ›ȱ
˜™˜›ž—˜ǰȱ Žœ˜ȱ Žœǰȱ ˜›–ž•Š˜ȱ Š—Žȱ Ž•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ›‹’›Š•ȱ Ž—ȱ •Šȱ ™›’–Ž›Šȱ
˜™˜›ž—’Šȱ šžŽȱ Ž•ȱ ’—Ž›ŽœŠ˜ȱ Ž—Šȱ ™Š›Šȱ ‘ŠŒŽ›•˜ǰȱ ŒŠœ˜ȱ Œ˜—›Š›’˜ȱ
’–™˜›Š›ÇŠȱ ž—Šȱ œžŽ›Žȱ Žȱ Œ˜—ŸŠ•’ŠŒ’à—ȱ Ž•ȱ ‘ŽŒ‘˜ȱ ŒžŽœ’˜—Š—˜ȱ Žȱ
’—Œ•žœ˜ȱ•ŠȱŠ™•’ŒŠŒ’à—ȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŗŗǚȱŽ•ȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗŜDzȱ¢ȱ
Ž¡™›Žœ˜ǰȱŽœ˜ȱŽœȱšžŽȱŽ—ȱœŽŽȱŠ›‹’›Š•ȱœŽȱ‘Š¢Šȱ›ŽŒ•Š–Š˜ȱŽ¡™›ŽœŠ–Ž—ŽȱŽ•ȱ

ϱ
 ȃœȱ ŽŒ’›ȱ œŽȱ ™Ž›–’Žȱ Š•ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ›‹’›Š•ǰȱ ž—Šȱ ŸŽ£ȱ ’›–ŠŠœȱ •Šœȱ ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ ¢ȱ œ’—ȱ ŸŠ›’Š›ȱ œžȱ Œ˜—Ž—’˜ȱ ŽœŽ—Œ’Š•ǰȱ
ŠŒ•Š›Š›ȱŠ•ø—ȱŒ˜—ŒŽ™˜ȱ˜œŒž›˜ǰȱ›ŽŒ’’ŒŠ›ȱŒžŠ•šž’Ž›ȱŽ››˜›ȱ–ŠŽ›’Š•ȱšžŽȱŠ˜•Ž£ŒŠǰȱŠœÇȱŒ˜–˜ȱœž‹œŠ—Š›ȱ¢Ȧ˜ȱŒ˜–™•Ž–Ž—Š›ȱ
›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ ŽŽŒž˜œŠœȄȱ   ȱ  ȱ ǯȱ ȃ ȱ ȱ ȱ ȱ ŜŖȦŘŖŖřȱ ȱ Řřȱ ȱ   ǰȱ ȱ
  Ȅȱ˜–˜ȱ ȱ¤’—ŠȱşŘŜȱ’Œ’à—ȱ
ȬȱŠ›ŒŽ•˜—ŠȱȮȱœ™ŠÛŠǯȱȱ
ŜȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗǰȱ›ÇŒž•˜ȱŗŗǚǰȱŽ—ž—Œ’ŠȱŠȱ˜‹“ŽŠ›DZȱȃ’ȱž—Šȱ™Š›ŽȱŒ˜—˜Œ’Ž—˜ǰȱ˜ȱŽ‹’Ž—˜ȱŒ˜—˜ŒŽ›ǰȱšžŽȱ

—˜ȱœŽȱ‘Šȱ˜‹œŽ›ŸŠ˜ȱ˜ȱœŽȱ‘Šȱ’—›’—’˜ȱž—Šȱ—˜›–ŠȱŽȱ·œŽȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱŽȱ•ŠȱšžŽȱ•Šœȱ™Š›Žœȱ™žŽŠ—ȱŠ™Š›Š›œŽǰȱ
˜ȱž—ȱŠŒžŽ›˜ȱŽȱ•Šœȱ™Š›Žœǰȱ˜ȱž—Šȱ’œ™˜œ’Œ’à—ȱŽ•ȱ›Ž•Š–Ž—˜ȱŠ›‹’›Š•ȱŠ™•’ŒŠ‹•Žǰȱ™›˜œ’žŽȱŒ˜—ȱŽ•ȱŠ›‹’›Š“Žȱ¢ȱ—˜ȱ˜‹“ŽŠȱ
œžȱ ’—Œž–™•’–’Ž—˜ȱ Š—ȱ ™›˜—˜ȱ Œ˜–˜ȱ •Žȱ œŽŠȱ ™˜œ’‹•Žǰȱ œŽȱ Œ˜—œ’Ž›Š›Šȱ šžŽȱ ›Ž—ž—Œ’Šȱ Šȱ ˜‹“ŽŠ›ȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ ™˜›ȱ ’Œ‘Šœȱ
Œ’›Œž—œŠ—Œ’ŠœȄǯȱȱ

4
–’œ–˜ȱ Ÿ’Œ’˜ȱ šžŽȱ œŽȱ Ž—ž—Œ’Šȱ ŸÇŠȱ ›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ǯȱ —ȱ Ž•ȱ ™›ŽœŽ—Žȱ
ŒŠœ˜ǰȱœŽȱŠŸ’Ž›ŽȱšžŽȱ•Šȱ™Š›Žȱ›ŽŒž››Ž—Žǰȱ•žŽ˜ȱŽȱ•ŠȱŽ–’œ’à—ȱŽ•ȱ•Šž˜ȱ
ŒžŽœ’˜—Š˜ǰȱ’—Ž›™žœ˜ȱ™˜›ȱŽœŒ›’˜ȱŽȱŽŒ‘ŠȱŗśȱŽȱŠ‹›’•ȱŘŖŗŜŝȱ›ŽŒž›œ˜ȱŽȱ
ŠŒ•Š›ŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šž˜ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ Ž—ž—Œ’Š—˜ȱ ’·—’Œ˜œȱ –˜’Ÿ˜œȱ Šȱ •˜œȱ
’—Ÿ˜ŒŠ˜œȱŽ—ȱŽœŠȱ’—œŠ—Œ’ŠDzȱ™˜›ȱ•˜ȱšžŽȱŽœŠ—˜ȱŽ—ȱŽœŽȱ˜›Ž—ȱŽȱ’ŽŠœȱ
Ž•ȱ ›ŽŒž›œ˜ȱ Žȱ Š—ž•ŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šž˜ȱ ™•Š—ŽŠ˜ȱ —˜ȱ œŽȱ Ž—ŒžŽ—›Šȱ ’—–Ž›œŠȱ
Ž—ȱŒŠžœŠ•ȱŽȱ’–™›˜ŒŽŽ—Œ’Šȱ—’ȱŒ˜—›ŠŸ’Ž—ŽȱŽ•ȱ’—Œ’œ˜ȱŝǼȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŜřǚȱ
Žȱ •Šȱ ŠŒ˜ŠŠȱ Ž¢Şǰȱ ™˜›ȱ •˜ȱ šžŽȱ Ž—ȱ •˜œȱ ™›à¡’–˜œȱ ž—Š–Ž—˜œȱ ·œŽȱ
ž™Ž›’˜›ȱ›’‹ž—Š•ȱŽ—›Š›¤ȱŠȱŠ—Š•’£Š›ȱ•ŠœȱŒŠžœŠ•ŽœȱŽȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽ—ȱšžŽȱœŽȱȱ
œžœŽ—ŠȱŽ•ȱ›ŽŒž›œ˜ǯȱ
ȱ
Žȱ•ŠȱŽ‹’Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŽ•ȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ȱ
ȱ
řǯŝǯ ŽȱŒ˜—˜›–’ŠȱŒ˜—ȱ•˜ȱŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱŽ—ȱŽ•ȱ’—Œ’œ˜ȱśǼȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŗřşǚȱŽȱ•Šȱ
˜—œ’žŒ’à—ȱ˜•Ç’ŒŠȱŽ•ȱœŠ˜ǰȱŽœȱž—ȱ™›’—Œ’™’˜ȱ¢ȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŽȱ•Šȱž—Œ’à—ȱ
“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ ŽœŒ›’Šȱ Žȱ •Šœȱ ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ “ž’Œ’Š•Žœȱ Ž—ȱ
˜Šœȱ•Šœȱ’—œŠ—Œ’ŠœǰȱŽ¡ŒŽ™˜ȱ•˜œȱŽŒ›Ž˜œȱŽȱ–Ž›˜ȱ›¤–’ŽǰȱŒ˜—ȱ–Ž—Œ’à—ȱ
Ž¡™›ŽœŠȱŽȱ•Šȱ•Ž¢ȱŠ™•’ŒŠ‹•Žȱ¢ȱ•˜œȱž—Š–Ž—˜œȱŽȱ‘ŽŒ‘˜ȱšžŽȱ•ŠȱœžœŽ—Š—ǯȱ
œ¤ȱŠ›Š—ÇŠȱŽȱ•Šȱž—Œ’à—ȱ“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱŠ–‹’·—ȱœŽȱŽ—ŒžŽ—›Šȱ›Žž•ŠŠȱ
Ž—ȱŽ•ȱ’—Œ’œ˜ȱřǼȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŗŘŘǚȱŽ•ȱà’˜ȱ›˜ŒŽœŠ•ȱ’Ÿ’•ǰȱšžŽȱŽ¡’ŽȱšžŽȱ
•Šœȱ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ“ž’Œ’Š•ŽœȱŒ˜—Ž—Š—ȱ•Šȱ–Ž—Œ’à—ȱœžŒŽœ’ŸŠȱŽȱ•˜œȱ™ž—˜œȱ
œ˜‹›Žȱ •˜œȱ šžŽȱ ŸŽ›œŠǰȱ Œ˜—ȱ •Šœȱ Œ˜—œ’Ž›ŠŒ’˜—Žœǰȱ Ž—ȱ ˜›Ž—ȱ —ž–·›’Œ˜ȱ
Œ˜››Ž•Š’Ÿ˜ǰȱŽȱ•˜œȱž—Š–Ž—˜œȱŽȱ‘ŽŒ‘˜ȱšžŽȱœžœŽ—Š—ȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ȱ¢ȱ•˜œȱ
Žȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Œ˜—ȱ •Šȱ Œ’Šȱ Žȱ •Šȱ —˜›–Šȱ Š™•’ŒŠ‹•Žȱ Šȱ ŒŠŠȱ ™ž—˜ǰȱ œŽø—ȱ Ž•ȱ
–·›’˜ȱ Žȱ •˜ȱ ŠŒžŠ˜Dzȱ ȱ ¢ȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ ŗŘǚȱ Žȱ •Šȱ Ž¢ȱ ›¤—’ŒŠȱ Ž•ȱ ˜Ž›ȱ
ž’Œ’Š•ǰȱ šžŽȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽȱ •Šȱ ˜‹•’ŠŒ’à—ȱ Žȱ –˜’ŸŠ›ȱ ˜Šœȱ •Šœȱ ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ
“ž’Œ’Š•Žœǰȱ Œ˜—ȱ Ž¡Œ•žœ’à—ȱ Žȱ •Šœȱ Žȱ –Ž›˜ȱ ›¤–’Žǰȱ ‹Š“˜ȱ ›Žœ™˜—œŠ‹’•’Šǯȱ
œŠȱ Ž¡’Ž—Œ’Šȱ Žȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Š–‹’·—ȱ œŽȱ Ž¡’Ž—Žȱ Šȱ •Šœȱ ŠŒžŠŒ’˜—Žœȱ ˜ȱ
ŽŒ’œ’˜—Žœȱ Ž—ȱ œŽŽȱ Š›‹’›Š•ǰȱ Œ˜—˜›–Žȱ •˜ȱ ™›ŽŸ·ȱ Ž•ȱ ’—Œ’œ˜ȱ ŗǼȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ
śŜǚȱ Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ǚȱ ŗŖŝŗǰȱ œŠ•Ÿ˜ȱ šžŽȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ ‘Š¢Š—ȱ
Œ˜—ŸŽ—’˜ȱ•˜ȱŒ˜—›Š›’˜ȱ˜ȱœŽȱ‘Š¢Š—ȱŠ››’‹Š˜ȱŠȱž—Šȱ›Š—œŠŒŒ’à—şǯȱȱ
ȱ

7
Página 62 a 64
8
ŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗǰȱ›ÇŒž•˜ȱŜřǚǰȱ’—Œ’œ˜ȱŝǼDZȱȃ˜ȱ™›˜ŒŽŽȱ•ŠȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽ•ȱ•Šž˜ȱœ’ȱ•ŠȱŒŠžœŠ•ȱšžŽȱœŽȱ’—Ÿ˜ŒŠȱ
‘Šȱ ™˜’˜ȱ œŽ›ȱ œž‹œŠ—ŠŠȱ –Ž’Š—Žȱ ›ŽŒ’’ŒŠŒ’à—ǰȱ ’—Ž›™›ŽŠŒ’à—ǰȱ ’—Ž›ŠŒ’à—ȱ ˜ȱ Ž¡Œ•žœ’à—ȱ Žȱ •Šž˜ȱ ¢ȱ •Šȱ ™Š›Žȱ
’—Ž›ŽœŠŠȱ—˜ȱŒž–™•’àȱŒ˜—ȱœ˜•’Œ’Š›•˜Ȅǯ
şȱǯȱ—ȱŒžŠ—˜ȱŠȱ•Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŽ•ȱ•Šž˜ǰȱ·œŽȱž™Ž›’˜›ȱ˜•Ž’Š˜ȱ’Ž—ŽȱŽ—ȱŒžŽ—ŠȱšžŽǰȱœŽø—ȱ•˜ȱ’—˜›–Šȱ•Šȱ˜Œ›’—Šǰȱ

·œŠȱŽœȱ—ŽŒŽœŠ›’ŠȱŠȱ’—ȱšžŽȱȃŽ•ȱŒ˜—Ž—’˜ȱŽ•ȱŠž˜ȱœŽŠȱ™›˜žŒ˜ȱŽȱž—ŠȱŽ¡·Žœ’œȱ›ŠŒ’˜—Š•ǰȱ¢ȱ—˜ȱŽ•ȱ›ž˜ȱŽȱ•ŠȱŠ›‹’›Š›’ŽŠDzȱœŽȱ
Ž—’Ž—Žȱ šžŽȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Žœȱ ž—ȱ Ž‹Ž›ȱ Œ˜—œ’œŽ—Žȱ Ž—ȱ •Šȱ Ž¡™›Žœ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ –˜’Ÿ˜œȱ ˜ȱ ›Š£˜—Žœȱ šžŽȱ Ž¡™•’ŒŠ—ȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ȱ ¢ȱ •˜œȱ
Š›ž–Ž—˜œȱŽ—ȱšžŽȱœŽȱ‘Šȱ‹ŠœŠ˜ȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ǰȱŒ˜—œ’ž¢Ž—˜ȱŠœÇȱž—ŠȱŠ›Š—ÇŠȱ™›˜ŒŽœŠ•ȱŽȱ•Šœȱ™Š›ŽœȱšžŽȱ•Žœȱ™Ž›–’ŽȱŒ˜—˜ŒŽ›ȱ•Šœȱ
›Š£˜—Žœȱ ™˜›ȱ •Šœȱ šžŽȱ œžœȱ ™›ŽŽ—œ’˜—Žœȱ žŽ›˜—ȱ Žœ’–ŠŠœȱ ˜ȱ ŽœŽœ’–ŠŠœȄǯȱ   ȱ ȱ  ȱ ȱ ǰȱ
˜–Ž—Š›’˜œȱŠȱ•ŠȱŽ¢ȱŽȱ›‹’›Š“ŽǯȱŽ¢ȱŜŖȦŘŖŖřǰȱŽȱŘřȱŽȱ’Œ’Ž–‹›Žǰȱ  ȱ’Œ’˜—ŽœǰȱŗŽ›Šȱ’Œ’à—ǰȱŠ›’ǰȱŘŖŖŚǯȱ

5
řǯŞǯ Šȱ ˜›Žȱ ž™›Ž–Šȱ Žȱ žœ’Œ’Šȱ Žȱ •Šȱ Ž™ø‹•’ŒŠȱ ‘Šȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱ šžŽȱ ž—Šȱ
ȃ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŒ˜–™˜›Šȱ•Šȱ“žœ’’ŒŠŒ’à—ȱ•à’ŒŠǰȱ›Š£˜—ŠŠȱ¢ȱŒ˜—˜›–ŽȱŠȱ•Šœȱ—˜›–Šœȱ
Œ˜—œ’žŒ’˜—Š•Žœȱ ¢ȱ •ŽŠ•Žœȱ œŽÛŠ•ŠŠœǰȱ ŠœÇȱ Œ˜–˜ȱ Œ˜—ȱ Š››Ž•˜ȱ Šȱ •˜œȱ ‘ŽŒ‘˜œȱ ¢ȱ
™Ž’˜›’˜œȱ ˜›–ž•Š˜œȱ ™˜›ȱ •Šœȱ ™Š›ŽœDzȱ ™˜›ȱ Œ˜—œ’ž’Ž—Žǰȱ ž—Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ
ŠŽŒžŠŠȱ¢ȱœž’Œ’Ž—ŽȱŒ˜–™›Ž—ŽȱŠ—˜ȱ•Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱŽȱ‘ŽŒ‘˜ȱ˜ȱ’—ȱŠŒž–ǰȱŽ—ȱ
•ŠȱšžŽȱœŽȱŽœŠ‹•ŽŒŽ—ȱ•˜œȱ‘ŽŒ‘˜œȱ™›˜‹Š˜œȱ¢ȱ—˜ȱ™›˜‹Š˜œȱ–Ž’Š—Žȱ•ŠȱŸŠ•˜›ŠŒ’à—ȱ
Œ˜—“ž—Šȱ¢ȱ ›Š£˜—ŠŠȱ Žȱ •Šœȱ™›žŽ‹Šœȱ ’—Œ˜›™˜›ŠŠœȱ Š•ȱ™›˜ŒŽœ˜ǰȱ œŽŠȱ Šȱ™Ž’Œ’à—ȱ Žȱ
™Š›Žȱ Œ˜–˜ȱ Žȱ ˜’Œ’˜ǰȱ œž‹œž–’·—˜•˜œȱ Ž—ȱ •˜œȱ œž™žŽœ˜œȱ ¤Œ’Œ˜œȱ Žȱ •Šȱ —˜›–Šǰȱ
Œ˜–˜ȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Žȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ ˜ȱ ’—ȱ “ž›Žǰȱ Ž—ȱ •Šȱ šžŽȱ œŽȱ œŽ•ŽŒŒ’˜—Šȱ •Šȱ —˜›–Šȱ
“ž›Ç’ŒŠȱ™Ž›’—Ž—Žȱ¢ȱœŽȱŽŽŒøŠȱž—ŠȱŠŽŒžŠŠȱ’—Ž›™›ŽŠŒ’à—ȱŽȱ•Šȱ–’œ–Šǯȱ˜›ȱ
˜›˜ȱ •Š˜ǰȱ ’Œ‘Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Ž‹Žȱ œŽ›ȱ ˜›Ž—ŠŠǰȱ •ž’Šǰȱ •à’ŒŠDzȱ Žœȱ ŽŒ’›ǰȱ Ž‹Žȱ
˜‹œŽ›ŸŠ›ȱ•˜œȱ™›’—Œ’™’˜œȱŽȱ•Šȱ•à’ŒŠȱ¢ȱŽŸ’Š›ȱ•˜œȱŽ››˜›Žœȱ’—ȱŒ˜’Š—˜ǰȱŽœ˜ȱŽœȱ•Šȱ
Œ˜—›Š’ŒŒ’à—ȱ ˜ȱ Š•Šȱ Žȱ •˜’Œ’Šȱ Ž—›Žȱ •˜œȱ Œ˜—œ’Ž›Š—˜œȱ Žȱ •Šȱ ›Žœ˜•žŒ’à—ȱ ¢ȱ
Ž—›Žȱ•˜œȱŒ˜—œ’Ž›Š—˜œȱ¢ȱŽ•ȱŠ••˜ȄŗŖǯȱ
ȱ
řǯşǯ •ȱ ›’‹ž—Š•ȱ ˜—œ’žŒ’˜—Š•ȱ Ž—ȱ •Šȱ œŽ—Ž—Œ’Šȱ ›ŽŒŠÇŠȱŽ—ȱ Ž•ȱ ¡™Ž’Ž—Žȱ ǚȱ
ŗŘşŗȬŘŖŖŖȬȦȱ Žȱ ŽŒ‘Šȱ œŽ’œȱ Žȱ ’Œ’Ž–‹›Žȱ Žȱ ˜œȱ –’•ȱ ž—˜ǰȱ ‘Šȱ
ŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱšžŽȱDZȱȃŽ•ȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŠ•ȱŽ‹’˜ȱ™›˜ŒŽœ˜ȱ’—Œ•ž¢ŽȱŽ—›˜ȱŽȱœžȱŒ˜—Ž—’˜ȱ
Ž•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Žȱ ˜‹Ž—Ž›ȱ Žȱ •˜œȱ à›Š—˜œȱ “ž’Œ’Š•Žœȱ ž—Šȱ ›Žœ™žŽœŠȱ ›Š£˜—ŠŠǰȱ
–˜’ŸŠŠȱ¢ȱ Œ˜—›žŽ—Žȱ Œ˜—ȱ •Šœȱ™›ŽŽ—œ’˜—Žœȱ ˜™˜›ž—Š–Ž—Žȱ ŽžŒ’Šœȱ™˜›ȱ •Šœȱ
™Š›Žœǰȱ Ž—ȱ ŒžŠ•šž’Ž›ȱ Œ•ŠœŽȱ Žȱ ™›˜ŒŽœ˜œǯȱ Šȱ Ž¡’Ž—Œ’Šȱ Žȱ šžŽȱ •Šœȱ ŽŒ’œ’˜—Žœȱ
“ž’Œ’Š•ŽœȱœŽŠ—ȱ–˜’ŸŠŠœȱŽ—ȱ•˜œȱ·›–’—˜œȱŽ•ȱ’—Œ’œ˜ȱśǼȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱŗřşǚȱ Žȱ•Šȱ
Š›Šȱž—Š–Ž—Š•ȱŠ›Š—’£ŠȱšžŽȱ•˜œȱ“žŽŒŽœǰȱŒžŠ•šž’Ž›ŠȱšžŽȱœŽŠȱ•Šȱ’—œŠ—Œ’ŠȱŠȱ
•Šȱ šžŽȱ ™Ž›Ž—Ž£ŒŠ—ǰȱ Ž‹Š—ȱ Žȱ Ž¡™›ŽœŠ›ȱ Ž•ȱ ™›˜ŒŽœ˜ȱ –Ž—Š•ȱ šžŽȱ •˜œȱ ‘Šȱ ••ŽŸŠ˜ȱ Šȱ
ŽŒ’’›ȱ ž—Šȱ Œ˜—›˜ŸŽ›œ’Šǰȱ ŠœŽž›Š—˜ȱ šžŽȱ Ž•ȱ Ž“Ž›Œ’Œ’˜ȱ Žȱ •Šȱ ™˜ŽœŠȱ Žȱ
Š–’—’œ›Š›ȱ ȱ “žœ’Œ’Šȱ œŽȱ ‘ŠŠȱ Œ˜—ȱ œž“ŽŒ’à—ȱ Šȱ •Šȱ ˜—œ’žŒ’à—ȱ ¢ȱ Šȱ •Šȱ •Ž¢Dzȱ ™Ž›˜ȱ
Š–‹’·—ȱ Œ˜—ȱ •Šȱ ’—Š•’Šȱ Žȱ ŠŒ’•’Š›ȱ ž—ȱ ŠŽŒžŠ˜ȱ Ž“Ž›Œ’Œ’˜ȱ Ž•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Žȱ
ŽŽ—œŠȱ Žȱ •˜œȱ “žœ’Œ’Š‹•Žœǯȱ Šȱ ˜—œ’žŒ’à—ȱ —˜ȱ Š›Š—’£Šȱ ž—Šȱ ŽŽ›–’—ŠŠȱ
Ž¡Ž—œ’à—ȱŽȱ•Šȱ–˜’ŸŠŒ’à—ǰȱ™˜›ȱ•˜ȱšžŽȱœžȱŒ˜—Ž—’˜ȱŽœŽ—Œ’Š•ȱœŽȱ›Žœ™ŽŠȱœ’Ž–™›Žȱ
šžŽȱŽ¡’œŠȱž—Š–Ž—ŠŒ’à—ȱ“ž›Ç’ŒŠǰȱŒ˜—›žŽ—Œ’ŠȱŽ—›Žȱ•˜ȱ™Ž’˜ȱ¢ȱ•˜ȱ›ŽœžŽ•˜ǰȱ¢ȱ
šžŽȱ™˜›ȱœÇȱ–’œ–ŠǰȱŽ¡™›ŽœŽȱœž’Œ’Ž—Žȱ“žœ’’ŒŠŒ’à—ȱŽȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ȱŠ˜™ŠŠǰȱŠž—ȱ
œ’ȱŽœ¤ȱŽœȱ‹›ŽŸŽȱ˜ȱŒ˜—Œ’œŠȱ˜ȱœŽȱ™›ŽœŽ—ŠȱŽ•ȱœž™žŽœ˜ȱŽȱ–˜’ŸŠŒ’à—ȱ™˜›ȱ›Ž–’œ’à—Ȅǯȱ
œÇȱ Š–‹’·—ǰȱ Ž—ȱ ŽœŠȱ –’œ–Šȱ •Ç—ŽŠǰȱ Ž—ȱ •Šȱ œŽ—Ž—Œ’Šȱ ›ŽŒŠÇŠȱ Ž—ȱ Ž•ȱ
¡™Ž’Ž—ŽȱǚȱŚřŚŞȬŘŖŖśȬȦȱŽȱŽŒ‘ŠȱŸŽ’—’ž—˜ȱŽȱ“ž•’˜ȱŽȱ˜œȱ–’•ȱ
Œ’—Œ˜ǰȱ ‘Šȱ Ž¡™›ŽœŠ˜ȱ šžŽDZȱ ȃŽ•ȱ Ž›ŽŒ‘˜ȱ Šȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šœȱ ›Žœ˜•žŒ’˜—Žœȱ
“ž’Œ’Š•Žœȱ ’–™•’ŒŠȱ •Šȱ Ž¡’Ž—Œ’Šȱ Žȱ šžŽȱ Ž•ȱ à›Š—˜ȱ “ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱ œžœŽ—Žȱ Žȱ
–Š—Ž›Šȱ•à’ŒŠȱ¢ȱŠŽŒžŠŠȱ•˜œȱŠ••˜œȱšžŽȱŽ–’ŠȱŽ—ȱŽ•ȱ–Š›Œ˜ȱŽȱž—ȱ™›˜ŒŽœ˜ǯȱ••˜ȱ
—˜ȱ œž™˜—Žȱ Ž—ȱ Š‹œ˜•ž˜ȱ ž—Šȱ ŽŽ›–’—ŠŠȱ Ž¡Ž—œ’à—ȱ Žȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ǰȱ œ’—˜ȱ
ž—Š–Ž—Š•–Ž—Žȱ šžŽȱ Ž¡’œŠDZȱ ŠǼȱ ž—Š–Ž—ŠŒ’à—ȱ “ž›Ç’ŒŠǰȱ •˜ȱ šžŽȱ Œ˜—••ŽŸŠȱ Šȱ

ŗŖȱœŽȱ‘Šȱœ’˜ȱŽ•ȱŒ›’Ž›’˜ȱŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱ™˜›ȱ•Šȱ˜›Žȱž™›Ž–ŠȱŽȱ žœ’Œ’ŠȱŽȱ•ŠȱŽ™ø‹•’ŒŠȱŽ—ȱ•ŠȱŠœŠŒ’à—ȱŞśŞȬŘŖŗŘȱ

Š“Š–Š››ŒŠǯȱ

6
šžŽȱœŽȱŽ¡™›ŽœŽȱ—˜ȱœà•˜ȱ•Šȱ—˜›–ŠȱŠ™•’ŒŠ‹•ŽȱŠ•ȱŒŠœ˜ȱ Ž—ȱŒ˜—Œ›Ž˜ǰȱœ’—˜ȱŠ–‹’·—ȱ•Šȱ
Ž¡™•’ŒŠŒ’à—ȱ ¢ȱ “žœ’’ŒŠŒ’à—ȱ Žȱ ™˜›ȱ šž·ȱ Ž•ȱ ‘ŽŒ‘˜ȱ ’—ŸŽœ’Š˜ȱ œŽȱ Ž—ŒžŽ—›Šȱ
Ž—–Š›ŒŠ˜ȱŽ—›˜ȱŽȱ•˜œȱœž™žŽœ˜œȱšžŽȱ•Šȱ—˜›–Šȱ™›ŽŸ·Dzȱ‹ǼȱŒ˜—›žŽ—Œ’ŠȱŽ—›Žȱ•˜ȱ
™Ž’˜ȱ ¢ȱ •˜ȱ ›ŽœžŽ•˜ǰȱ šžŽȱ ’–™•’ŒŠȱ •Šȱ –Š—’ŽœŠŒ’à—ȱ Žȱ •˜œȱ Š›ž–Ž—˜œȱ šžŽȱ
Ž¡™›ŽœŠ—ȱ •Šȱ Œ˜—˜›–’Šȱ Ž—›Žȱ •˜œȱ ™›˜—ž—Œ’Š–’Ž—˜œȱ Ž•ȱ Š••˜ȱ ¢ȱ •˜ȱ ™›ŽŽ—’˜ȱ
™˜›ȱ•Šœȱ™Š›ŽœDzȱ¢ǰȱŒǼȱšžŽȱ™˜›ȱœÇȱ–’œ–ŠȱŽ¡™›ŽœŽȱž—Šȱœž’Œ’Ž—Žȱ“žœ’’ŒŠŒ’à—ȱŽȱ•Šȱ
ŽŒ’œ’à—ȱŠ˜™ŠŠǰȱŠž—ȱŒžŠ—˜ȱŽœŠȱœŽŠȱœžŒ’—Šǰȱ˜ȱœŽȱŽœŠ‹•Ž£ŒŠȱŽ•ȱœž™žŽœ˜ȱŽȱ
–˜’ŸŠŒ’à—ȱ™˜›ȱ›Ž–’œ’à—ȄȱǻŽ•ȱœž‹›Š¢Š˜ȱŽœȱ—žŽœ›˜Ǽǯȱȱ
ȱ
řǯŗŖǯ œȱ˜™˜›ž—˜ȱŠ–‹’·—ȱ›ŠŽ›ȱŠȱŒ˜•ŠŒ’à—ȱ•˜ȱœ˜œŽ—’˜ȱ™˜›ȱ•Šȱ˜Œ›’—ŠȱŽ—ȱŽ•ȱ
œŽ—’˜ȱšžŽȱŒ˜—ȱ•ŠȱŠ—ž•ŠŒ’à—ȱŽȱ•Šž˜ȱȃǻdzǼȱ•˜ȱšžŽȱœŽȱ™›˜Œž›ŠȱŽœȱ’—ŸŠ•’Š›ȱ
Ž•ȱ ™›˜—ž—Œ’Š–’Ž—˜ȱ Š›‹’›Š•ȱ ™˜›ȱ ŒŠ›ŽŒŽ›ȱ Žȱ •˜œȱ ›Žšž’œ’˜œȱ šžŽȱ •Šȱ •Ž’œ•ŠŒ’à—ȱ
’–™˜—ŽȱǻdzǼȱœŽȱŒ˜—›˜•ŠȱŽ•ȱŒž–™•’–’Ž—˜ȱŽȱ•˜œȱ›ŽŒŠž˜œȱ•ŽŠ•Žœǰȱœ’—ȱŽ—›Š›ȱŠȱ
ŸŠ•˜›Š›ȱ Ž•ȱ ŠŒ’Ž›˜ȱ ˜ȱ ŽœŠŒ’Ž›˜ȱ Žȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—Ȅŗŗȱ Žœȱ ŽŒ’›ȱ ȃǻdzǼȱ •Šœȱ
ŽŽ›–’—ŠŒ’˜—Žœȱ Ž•ȱ ¤›‹’›˜ȱ Š—˜ȱ Ž—ȱ ŒžŠ—˜ȱ Šȱ •˜œȱ ‘ŽŒ‘˜œȱ –ŠŽ›’Šȱ Žȱ •Šȱ
Œ˜—›˜ŸŽ›œ’ŠȱŒ˜–˜ȱŠȱ•Šȱ’—Ž›™›ŽŠŒ’à—ȱšžŽȱ‘ŠŠȱŽȱ•˜œȱ‘ŽŒ‘˜œǰȱŽ›ŽŒ‘˜ȱŠ™•’ŒŠ‹•Žȱ
¢ȱ •Šœȱ Œ˜—Œ•žœ’˜—Žœȱ “ž›Ç’ŒŠœȱ Šȱ •Šœȱ šžŽȱ ••ŽžŽǰȱ ™˜›ȱ –Šœȱ Ž››ŠŠœȱ šžŽȱ ·œŠœȱ
™ž’Ž›Š—ȱŽœ¤—ǰȱœ˜—ȱ’—Š–˜Ÿ’‹•ŽœǯȱŠȱŠ›ŽŠȱŽȱ•Šȱ˜›ŽȱœŽȱ•’–’Šǰȱ™žŽœȱŠȱ›ŽŸ’œŠ›ȱ
•Šȱ˜›–Šȱ –¤œȱ —˜ȱ Ž•ȱ˜—˜ȱ Ž•ȱ Šœž—˜ȄŗŘǯȱ —ȱœž–ŠǰȱŒŠ‹Žȱ ’—’ŒŠ›ȱ šžŽȱ œ’ȱ‹’Ž—ȱ
—˜œȱ Ž—Œ˜—›Š–˜œȱ ‘Š‹’•’Š˜œȱ ™Š›Šȱ Ž¡Š–’—Š›ȱ •Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ǰȱ Š–‹’·—ȱ •˜ȱ
ŽœȱšžŽȱ·œŽȱŠŒ˜ȱŽȱŸŽ›’’ŒŠŒ’à—ȱŽ—ŒžŽ—›Šȱ•’–’ŽœȱŽ—ȱ•˜ȱŽœŠ‹•ŽŒ’˜ȱŽ—ȱ•Šȱ
™›˜™’Šȱ Ž¢ȱ Žȱ ›‹’›Š“Žȱ Ž—ȱ Ž•ȱ Š›’Œž•˜ȱ ŜŘǚȱ —ž–Ž›Š•ȱŖŘŗřȱ Žȱ –Š—Ž›ŠȱŠ•ȱ
šžŽȱœŽȱ™›˜‘Ç‹ŽȱŠ•ȱà›Š—˜ȱ“ž›’œ’ŒŒ’˜—Š•ȱŠ—Š•’£Š›ǰȱ—˜ȱœ˜•˜ȱŽ•ȱ˜—˜ȱŽȱ•Šȱ
Œ˜—›˜ŸŽ›œ’Šȱ ˜ȱ Œ˜—Ž—’˜ȱ Žȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ȱ ǻŒ˜–˜ȱ •˜ȱ ‹’Ž—ȱ •˜ȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’àȱ •Šȱ
˜Œ›’—Šȱ Š—Žœȱ Œ’ŠŠǼȱ œ’—˜ȱ Š–‹’·—ȱ ŒŠ•’’ŒŠ›ȱ •˜œȱ Œ›’Ž›’˜œǰȱ àȱ
’—Ž›™›ŽŠŒ’˜—ŽœȱŽ¡™žŽœŠœȱŽ—ȱ·œŽȱŒŠœ˜ȱ™ž—žŠ•ȱ™˜›ȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ȱ›‹’›Š•ǯȱ
ȱ
Ž•ȱŠ—¤•’œ’œȱŽ•ȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ȱŒžŽœ’˜—Š˜ȱ
ȱ
řǯŗŗǯ Ś ȱ˜—œž•’—ȱǯǰȱ’—Ž›™˜—ŽȱŽ–Š—ŠȱŠ›‹’›Š•ȱŒ˜—›Šȱ•Šȱž˜›’Šȱ
Ž•ȱ Ž›Ÿ’Œ’˜ȱ ’Ÿ’•ȱ Ȯ Ȭǰȱ Šȱ ŽŽŒ˜œȱ Žȱ œŽȱ œ˜–ŽŠȱ Šȱ Š›‹’›Š“Žȱ •Šȱ
›Žœ˜•žŒ’à—ȱ ™Š›Œ’Š•ȱ Ž•ȱ Œ˜—›Š˜ȱ Žȱ Š“ž’ŒŠŒ’à—ȱ Žȱ –Ž—˜›ȱ ŒžŠ—ÇŠȱ ǚȱ
ŖŜŝȬŘŖŗŘǰȱ ™˜›ȱ Ž•ȱ ŒžŠ•ȱ •Šȱ Ž—’Šȱ  ȱ Œ˜—›ŠŠȱ •˜œȱ œŽ›Ÿ’Œ’˜œȱŽȱ Ś ȱ
˜—œž•’—ȱ ǯǰȱ ™Š›Šȱ •Šȱ ’–™•Ž–Ž—ŠŒ’à—ȱ Ž•ȱ ™›˜¢ŽŒ˜ȱ Ž—˜–’—Š˜DZȱ
ȃ –™•Ž–Ž—ŠŒ’à—ȱ Žȱ œ’œŽ–Šœȱ Žȱ Œ˜—œž•Šȱ Šȱ ›Ž™˜œ’˜›’˜œȱ Ž—ȱ •Ç—ŽŠȄȱ ¢ȱ •Šȱ

ŗŗȱ  ȱ ȱ ǯȱ ȃ˜œȱ •Šž˜ȱ ›‹’›Š•Žœȱ ¢ȱ œžȱ ’–™ž—ŠŒ’à—ȱ ™˜›ȱ ž•’ŠȄȱ —ȱ ž›’œ™›žŽ—Œ’Šȱ ›Ž—’—Šȱ ǚȱ

śŞŜşǰȱŘřȱŽȱŽ‹›Ž›˜ȱŽȱŗşşŚǯȱ¤’—ŠȱŗŖȱ
ŗŘȱ ȱ  ȱ ŽŠ›’£ȱ ȃŽŒ˜—˜Œ’–’Ž—˜ȱ ¢ȱ Ž“ŽŒžŒ’à—ȱ Ž—ȱ Ž•ȱ Ž›øȱ Žȱ Šž˜œȱ ›‹’›Š•Žœȱ ¡›Š—“Ž›˜œȄȱ —ȱ ŽŸ’œŠȱ


 ȱŽȱŽ›ŽŒ‘˜ȱȱǚȱŗŜǯȱŗşşŖȱ¤’—ŠȱŜřǯȱ
ŗřȱ›’Œž•˜ȱŜŘǯŘǚȱŽ•ȱŽŒ›Ž˜ȱŽ’œ•Š’Ÿ˜ȱǚȱŗŖŝŗǯȱ

•ȱ›ŽŒž›œ˜ȱœŽȱ›ŽœžŽ•ŸŽȱŽŒ•Š›Š—˜ȱ•ŠȱŸŠ•’Ž£ȱ˜ȱ•Šȱ—ž•’ŠȱŽ•ȱ•Šž˜ǯȱœ¤ȱ™›˜‘’‹’˜ȱ‹Š“˜ȱ›Žœ™˜—œŠ‹’•’Šȱ
™›˜—ž—Œ’Š›œŽȱœ˜‹›ŽȱŽ•ȱ˜—˜ȱŽȱ•ŠȱŒ˜—›˜ŸŽ›œ’Šȱ˜ȱœ˜‹›ŽȱŽ•ȱŒ˜—Ž—’˜ȱŽȱ•ŠȱŽŒ’œ’à—ȱŠȱŒŠ•’’ŒŠ›ȱ•˜œȱŒ›’Ž›’˜œǰȱ
–˜’ŸŠŒ’˜—Žœȱ˜ȱ’—Ž›™›ŽŠŒ’˜—ŽœȱŽ¡™žŽœŠœȱ™˜›ȱŽ•ȱ›’‹ž—Š•ȱ›‹’›Š•Ȅȱǻ1—Šœ’œȱ¢ȱœž‹›Š¢Š˜ȱ—žŽœ›˜Ǽȱ

7
Š™•’ŒŠŒ’à—ȱ Žȱ ž—Šȱ ™Ž—Š•’Šȱ ™˜›ȱ Ž•ȱ ’—Œž–™•’–’Ž—˜ȱ Ž•ȱ ›ŽŽ›’˜ȱ
Œ˜—›Š˜ǯȱ
ȱ
řǯŗŘǯ Žȱ ˜“Šœȱ şȱ Šȱ ŘŜȱ ˜‹›Šǰȱ Œ˜™’Šȱ Ž•ȱ ŽœŒ›’˜ȱ Žȱ Œ˜—ŽœŠŒ’à—ȱ Žȱ •Šȱ Ž–Š—Šȱ
Š›‹’›Š•ǰȱ Ž—ȱ •Šȱ šžŽȱ  ȱ •Šȱ Œ˜—›Š’ŒŽȱ Ž—ȱ ˜˜œȱ œžœȱ Ž¡›Ž–˜œȱ Žȱ
’—Ž›™˜—Žȱ›ŽŒ˜—ŸŽ—Œ’à—ǰȱœŽÛŠ•Š—˜ȱ•Šœȱœ’ž’Ž—Žœȱ™›ŽŽ—œ’˜—ŽœDZȱȱ
ŗǼ Ś ȱ ˜—œž•’—ȱ ǯǰȱ •Žȱ ™ŠžŽȱ Ȧǯȱ řǰśśŝǯŝŖȱ ™˜›ȱ Œ˜—ŒŽ™˜ȱ Žȱ
™Ž—Š•’Šǰȱ–˜›ŠȱŽȱ’—Ž›ŽœŽœȱ•ŽŠ•Žœǯȱ
ŘǼ Ś ȱ ˜—œž•’—ȱ ǯǰȱ •Žȱ ™ŠžŽȱ Ȧǯȱ ŘŝǰŞŝŞǯŜŚȱ ™˜›ȱ Œ˜—ŒŽ™˜ȱ Žȱ
’—Ž–—’£ŠŒ’à—ȱ ™˜›ȱ ŠÛ˜œȱ ¢ȱ ™Ž›“ž’Œ’˜œǰȱ •˜œȱ –’œ–˜œȱ šžŽȱ Žœ¤—ȱ
’Ÿ’’˜œȱ Žȱ •Šȱ œ’ž’Ž—Žȱ –Š—Ž›ŠDZȱ Ȧǯȱ ŘŜǰŜŞŘǯŝśȱ ǻ™˜›ȱ Ž•ȱ Œ˜œ˜ȱ Ž•ȱ
—›ŽŠ‹•ŽȱŘǼǰȱ¢ȱȦǯȱŗǰŗşśǯŞşȱ™˜›ȱŒ˜—ŒŽ™˜ȱŽȱŒ˜œ˜œȱ‘˜›ŠœȱȦ‘˜–‹›Žœǯȱ
řǼ Žȱ Œ˜—Ž—Žȱ Šȱ •Šȱ Ž–™›ŽœŠȱ Ś ȱ ˜—œž•’—ȱ ǯǰȱ Ž•ȱ ™Š˜ȱ Žȱ •˜œȱ
‘˜—˜›Š›’˜œȱ Š›‹’›Š•Žœȱ ¢ȱ Šœ˜œȱ Š–’—’œ›Š’Ÿ˜œǰȱ ŠœÇȱ Œ˜–˜ȱ Œ˜œŠœȱ ¢ȱ
Œ˜œ˜œȱŽ•ȱ™›˜ŒŽœ˜ǯȱ
ȱ
řǯŗřǯ ’—ȱ Ž–‹Š›˜ǰȱ –Ž’Š—Žȱ ›Žœ˜•žŒ’à—ȱ ǚȱ Řȱ Žȱ ŽŒ‘Šȱ ŗŗȱ Žȱ œŽ’Ž–‹›Žȱ Žȱ
ŘŖŗśǰȱ Ž•ȱ ›‹’›˜ȱ q—’Œ˜ǰȱ ›ŽœžŽ•ŸŽDZȱ ˜›Ž—Š›ȱ Ž•ȱ Š›Œ‘’Ÿ˜ȱ Žȱ •Šȱ Ž–Š—Šȱ
™›ŽœŽ—ŠŠȱ ™˜›ȱ •Šȱ Ž–™›ŽœŠȱ Ś ǰȱ ˜—œž•’—ȱ ǯǰȱ Š•ȱ —˜ȱ ‘Š‹Ž›ȱ
Œž–™•’˜ȱ Œ˜—ȱ ŠŒ›Ž’Š›ȱ Ž•ȱ ™Š˜ȱ Žȱ •˜œȱ Šœ˜œȱ Š›‹’›Š•Žœȱ Šȱ œžȱ ŒŠ›˜Dzȱ
Œ˜—’—žŠ—˜ȱ Ž•ȱ ™›ŽœŽ—Žȱ ™›˜ŒŽœ˜ȱ œ˜•Š–Ž—Žȱ Œ˜—ȱ •Šȱ ŽŒ˜—ŸŽ—Œ’à—ȱ
™›ŽœŽ—ŠŠȱ™˜›ȱ•Šȱž˜›’ŠȱŠŒ’˜—Š•ȱŽ•ȱŽ›Ÿ’Œ’˜ȱ’Ÿ’•ȱȮŽ›Ÿ’›ǯȱȱ
ȱ
řǯŗŚǯ —ȱŽ•ȱŒžŽœ’˜—Š˜ȱ—ž–Ž›Š•ȱŚŖȱŽ•ȱ•Šž˜ȱŠ›‹’›Š•ǰȱœŽȱœŽÛŠ•ŠȱŽ¡žŠ•–Ž—ŽDZȱ
ȃž—Šȱ —˜Šȱ ’–™˜›Š—Žȱ Šȱ ŽœŠŒŠ›ȱ Žœȱ šžŽȱ Ž—ȱ •Šȱ Šž’Ž—Œ’Šȱ Žȱ ’—œŠ•ŠŒ’à—ǰȱ •˜œȱ
›Ž™›ŽœŽ—Š—Žœȱ Žȱ Ž›Ÿ’›ǰȱ Š‹˜Š˜œȱ ˜œ·ȱ —˜—’˜ȱ Š–Ç›Ž£ȱ Šœ›˜ȱ ¢ȱ œžŠ›˜ȱ
Š–˜œȱ˜£Š—˜ȱ–Š—’ŽœŠ›˜—ȱȮŠ—Žȱ•Šȱ™›Žž—ŠȱŽ•ȱ¤›‹’›˜ȱø—’Œ˜ȬȱšžŽȱŽ•ȱœ’œŽ–Šȱ
Žȱ‹øœšžŽŠȱ˜‹“Ž˜ȱŽȱ•ŠȱŒ˜—›ŠŠŒ’à—ȱŽȱŽ•ȱ˜—›Š’œŠǰȱž—Œ’˜—Š‹Šȱœ’—ȱ—’—ø—ȱ
’—Œ˜—ŸŽ—’Ž—Žǰȱ •˜ȱ šžŽȱ Œ˜—›Š’ŒŽȱ œžȱ ™›ŽŽ—œ’à—ȱ ’—Ž–—’£Š˜›’Šȱ ™˜›ȱ Ž•ȱ ŠÛ˜ȱ
œž›’˜ȱ ¢Šȱ šžŽȱ Ž•ȱ œ’œŽ–Šȱ ž—Œ’˜—Š‹Šȱ Œ˜››ŽŒŠ–Ž—Žǯȱ ˜›ȱ •Šœȱ ›Š£˜—Žœȱ Š—Žœȱ
Ž¡™žŽœŠœȱ Œ˜››Žœ™˜—Žȱ ŽŒ•Š›Š›ȱ ’—ž—ŠŠȱ •Šȱ œŽž—Šȱ ™›ŽŽ—œ’à—ȱ Žȱ •Šȱ
›ŽŒ˜—ŸŽ—Œ’à—Ȅǯȱ Žȱ •Šȱ •ŽŒž›Šȱ Ž•ȱ ›ŽŽ›’˜ȱ —ž–Ž›Š•ȱ ŚŖǰȱ œŽȱ ˜‹œŽ›ŸŠȱ šžŽȱ Ž•ȱ
›‹’›˜ȱq—’Œ˜ǰȱ‘ŠŒŽȱ›ŽŽ›Ž—Œ’ŠȱŠȱ•Šȱž’Ž—Œ’ŠȱŽȱ —œŠ•ŠŒ’à—ǰȱœŽÛŠ•Š—˜ȱ
šžŽȱ Ž—ȱ ’Œ‘Šȱ Šž’Ž—Œ’Šǰȱ Šȱ •Šȱ ™›Žž—Šȱ ›ŽŠ•’£ŠŠȱ ™˜›ȱ ·œŽDzȱ •˜œȱ Š‹˜Š˜œȱ
Žȱ •Šȱ Ž–Š—Š—Žȱ –Š—’ŽœŠ›˜—ȱ œ˜‹›Žȱ Ž•ȱ ‹žŽ—ȱ ž—Œ’˜—Š–’Ž—˜ȱ Žȱ
œ˜ Š›Žȱ Ž•ȱ œ’œŽ–Šȱ Žȱ ȃ’–™•Ž–Ž—ŠŒ’à—ȱ Žȱ œ’œŽ–Šȱ Žȱ Œ˜—œž•Šȱ Šȱ
›Ž™˜œ’˜›’˜œȱŽ—ȱ•Ç—ŽŠȄǯȱȱȱ
ȱ

8
řǯŗśǯ ‘˜›Šȱ‹’Ž—ǰȱ•Šȱž’Ž—Œ’ŠȱŽȱ —œŠ•ŠŒ’à—ŗŚǰȱœŽȱ••ŽŸŠȱŠȱŒŠ‹˜ȱŠ•ȱŠ–™Š›˜ȱŽ•ȱ
Š›ÇŒž•˜ȱ Śřȱ Ž•ȱ ȱ Ž¡˜ȱ q—’Œ˜ȱ ›Ž—Š˜ȱ Ž•ȱ Ž•Š–Ž—˜ȱ Ž•ȱ ’œŽ–Šȱ
ŠŒ’˜—Š•ȱŽȱ˜—Œ’•’ŠŒ’à—ȱ¢ȱ›‹’›Š“ŽȱŽȱ•Šȱȱǻ–˜’’ŒŠ˜ȱ–Ž’Š—Žȱ
Žœ˜•žŒ’à—ȱǚŗŝŘȬŘŖŗŘȬȦǰȱŒ˜—ȱ•ŠȱŠœ’œŽ—Œ’ŠȱŽȱŠ–‹Šœȱ™Š›Žœȱ¢ȱ
Žȱ œžœȱ Š‹˜Š˜œǰȱ Ž—ȱ Ž••Šǰȱ Ž•ȱ ›‹’›˜ȱ q—’Œ˜ǰȱ Š›Œ˜ȱ —˜—’˜ȱ ˜›ÇžŽ£ȱ
•˜›Žœǰȱ ›Š’’ŒŠȱ œžȱ ŠŒŽ™ŠŒ’à—ȱ Š•ȱ ŒŠ›˜ȱ ¢ȱ œŽȱ ŽœŠ‹•ŽŒŽ—ȱ •Šœȱ ›Ž•Šœȱ
Š™•’ŒŠ‹•Žœȱ Š•ȱ ™›ŽœŽ—Žȱ Š›‹’›Š“Žǰȱ •Šœȱ ™Š›Žœȱ ›Š’’ŒŠ—ȱ œžœȱ ˜–’Œ’•’˜œȱ
™›˜ŒŽœŠ•Žœǰȱ›ŽŠ•’£Š—ȱ•Šȱ•’šž’ŠŒ’à—ȱŽȱ•˜œȱ‘˜—˜›Š›’˜œȱŠ›‹’›Š•Žœȱ¢ȱŽ•ȱ™Š˜ȱ
Žȱ •˜œȱ –’œ–˜œDzȱ ¢ȱ ’—Š•–Ž—Žȱ œŽȱ ˜˜›Šȱ Š•ȱ  ǰȱ ž—ȱ ™•Š£˜ȱ ™Š›Šȱ
ŠŒ›Ž’Š›ȱŠ•ȱ›‹’›˜ȱq—’Œ˜ȱŠ—ŽȱŽ•ȱ’œŽ–Šȱ•ŽŒ›à—’Œ˜ȱŽȱ˜—›ŠŠŒ’˜—Žœȱ
Ž•ȱœŠ˜ǯȱ—ȱŽ•ȱŠŒŠȱ›Žœ™ŽŒ’ŸŠǰȱ—˜ȱœŽȱŠŸ’Ž›ŽǰȱŽ—ȱ™Š›ŽȱŠ•ž—ŠǰȱšžŽȱŽ•ȱ
›‹’›˜ȱ q—’Œ˜ȱ ˜›–ž•Š›¤ȱ Šȱ •˜œȱ Š‹˜Š˜œȱ Žȱ  ǰȱ ˜œ·ȱ —˜—’˜ȱ
Š–Ç›Ž£ȱŠœ›˜ȱ¢ȱœžŠ›˜ȱŠ–˜œȱ˜£Š—˜ȱŠ•ž—Šȱ™›Žž—Šȱ›Ž•ŠŒ’˜—ŠŠȱ
Š•ȱ‹žŽ—ȱž—Œ’˜—Š–’Ž—˜ȱŽȱ˜ Š›Žǰȱ—’ȱ–žŒ‘˜ȱ–Ž—˜œȱšžŽȱŽ••˜œȱ‘Š¢Š—ȱ
Š’›–Š˜ȱ ›Žœ™ŽŒ˜ȱ Š•ȱ ‹žŽ—ȱ ž—Œ’˜—Š–’Ž—˜ȱ Žȱ œ˜ Š›Žȱ Žȱ
ȃ’–™•Ž–Ž—ŠŒ’à—ȱŽȱœ’œŽ–ŠȱŽȱŒ˜—œž•ŠȱŠȱ›Ž™˜œ’˜›’˜œȱŽ—ȱ•Ç—ŽŠȄDzȱŒ˜–˜ȱŠœÇȱ•˜ȱȱ
œŽÛŠ•Šȱ Ž•ȱ ›‹’›˜ǰȱ Ž—ȱ Ž•ȱ ž—Š–Ž—˜ȱ ŚŖȱ Ž•ȱ Šž˜Dzȱ •˜ȱ šžŽȱ —˜œȱ ••ŽŸŠȱ Šȱ
™Ž—œŠ›ȱ šžŽȱ —˜ȱ œŽȱ ‘Šȱ ›ŽœžŽ•˜ȱ Žȱ ŠŒžŽ›˜ȱ Š•ȱ –·›’˜ȱ Žȱ •˜ȱ ŠŒžŠ˜ȱ ¢ȱ Š•ȱ
Ž›ŽŒ‘˜DzȱŽ‹’Ž—˜ȱ™›ŽŒ’œŠ›œŽȱšžŽȱŽ—ȱ•Šȱž’Ž—Œ’ŠȱŽȱ —œŠ•ŠŒ’à—ǰȱœà•˜ȱœŽȱ
ŽœŠ‹•ŽŒŽ—ȱ Œ›’Ž›’˜œȱ šžŽȱ ›Ž’›¤—ȱ •Šœȱ ›Ž•ŠŒ’˜—Žœȱ Ž—›Žȱ Ž•ȱ ›‹’›˜ȱ ¢ȱ •Šœȱ
™Š›ŽœȱŽ—ȱŒ˜—•’Œ˜ǰȱŽ—ȱŠ—˜ȱŽ••ŠȱŒ˜—œ’ž¢ŽȱŽ•ȱŒ˜—›Š˜ȱŠȱ›ŠŸ·œȱŽȱŒžŠ•ȱ
œŽȱ˜›–Š—ȱ•Šȱ›Ž•ŠŒ’à—ȱ“ž›Ç’ŒŠȱ›’•ŠŽ›Š•ȱ™›˜™’ŠȱŽ•ȱ™›˜ŒŽœ˜ȱŠ›‹’›Š•ȱ¢ȱšžŽȱ
™Ž›–’Ž—ȱ›Žž•Š›ȱŽ•ȱ™›˜ŒŽ’–’Ž—˜ȱŠ›‹’›Š•ǯȱ
ȱ
řǯŗŜǯ —ȱŠ•ȱœŽ—’˜ǰȱŽœŽȱ˜•Ž’Š˜ȱ—˜ȱ™žŽŽȱŽ“Š›ȱŽȱŠŸŽ›’›ȱšžŽȱŽ—ȱŽ•ȱŒŠȱ
Ž—ȱŒžŽœ’à—ǰȱ—˜ȱœŽȱȱŒ˜—œ’—ŠȱŠ’›–ŠŒ’à—ȱŠ•ž—ŠȱšžŽȱ™žŽŠȱœŽ›Ÿ’›ȱŽȱ‹ŠœŽȱ
™Š›Šȱ ȱ ŽœŽœ’–Š›ȱ •Šȱ ™›ŽŽ—œ’à—ȱ Žȱ  ȱ Ž—ȱ œžȱ ›ŽŒ˜—ŸŽ—Œ’à—ǯȱ ˜ȱ šžŽȱ
—˜œȱ••ŽŸŠȱŠȱŒ˜—Œ•ž’›ȱšžŽȱŽ•ȱȱ›‹’›˜ȱq—’Œ˜ǰȱ‘Šȱ’—Ÿ˜ŒŠ˜ȱž—ŠȱŽŒ•Š›ŠŒ’à—ȱ
’—Ž¡’œŽ—Žǰȱ œ’—ȱ Š›ž–Ž—Š›ȱ —’ȱ Žœ›žŒž›Š›ȱ •à’ŒŠ–Ž—Žȱ •Šœȱ ›Š£˜—Žœȱ Žȱ
™˜›ȱšž·ȱŠ•ȱž—Š–Ž—ŠŒ’à—ȱ¢ȱŽŒ’œ’à—ǰȱ–ŠœȱŠø—ȱœ’ȱŽȱ•˜œȱ‘ŽŒ‘˜œȱ˜ȱŽȱ•Šȱ
•Ž¢ǰȱ —˜ȱ œŽȱ Žœ™›Ž—Žȱ •˜ȱ šžŽȱ ŽŒ’Žȱ Ž•ȱ ›‹’›˜Dzȱ Ž—ȱ Ÿ’›žȱ Žȱ •˜ȱ ŒžŠ•ȱ œŽȱ
ŠŸ’Ž›Žȱ šžŽȱ œŽȱ ‘Šȱ ’—Œž››’˜ȱ Ž—ȱ ž—Šȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Š™Š›Ž—Žǰȱ ¢ȱ •Šȱ
Š’›–ŠŒ’à—ȱšžŽȱ›ŽŠ•’£Šȱȱ—˜ȱ›Žœž•Šȱ™Ž›’—Ž—Žǰȱ¢ȱšžŽȱ—˜ȱœŽȱœžœŽ—ŠȱŽ—ȱŽ•ȱ
–·›’˜ȱ Žȱ •˜ȱ ŠŒžŠ˜ȱŽ—ȱ Ž•ȱ ™›˜ŒŽœ˜ȱ Š›‹’›Š•ǯȱ •ȱ Œ˜—›˜•ȱ Žȱ •˜’Œ’Šǰȱ Ž—ȱ
ŒŠœ˜ȱ Žȱ –˜’ŸŠŒ’à—ȱ Š™Š›Ž—Žǰȱ ˜‹Ÿ’Š–Ž—Žȱ —˜ȱ ’–™•’ŒŠȱ ž—Šȱ ›ŽŸ’œ’à—ȱ Ž•ȱ
œŽ—’˜ȱ Žȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—ǰȱ ›ŽŸ’œŠ—˜ȱ Ž•ȱ ˜—˜ȱ Ž•ȱ Šœž—˜ǰȱ —˜ȱ œŽȱ Š—ž•Šȱ Ž•ȱ
•Šž˜ȱ ›ŽŒž››’˜ȱ ™˜›ȱ ŽŒ•Š›Š›ȱ ž—ŠŠȱ ˜ȱ ’—ž—ŠŠȱ •Šȱ ™›ŽŽ—œ’à—ǰȱ œ’—˜ȱ
™˜›šžŽȱ ŽœŠȱ ŽŒ’œ’à—ȱ —˜ȱ Ž›’ŸŠȱ ȃ•à’ŒŠ–Ž—ŽȄȱ Žȱ •˜œȱ ‘ŽŒ‘˜œȱ ˜ȱ Ž•ȱ
Ž›ŽŒ‘˜ȱ Ž—ȱ •˜œȱ šžŽȱ œŽȱ œžœŽ—Šȱ •Šȱ ŽŒ’œ’à—Dzȱ ¢ȱ Žȱ ŽœŽȱ –˜˜ȱ œŽȱ ŠŸ’Ž›Žȱ

14
Fojas 27 y 28

9
šžŽȱ Ž•ȱ œŽž—˜ȱ ™ž—˜ȱ ›Žœ˜•ž˜›’˜ȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ Š›‹’›Š•ǰȱ —˜ȱ œŽȱ Ž—ŒžŽ—›Šȱ
Ž‹’Š–Ž—Žȱ –˜’ŸŠ˜ǰȱ Œ˜—˜›–Žȱ Šȱ •Šœȱ ’›ŽŒ›’ŒŽœȱ ŽœŠ‹•ŽŒ’Šœȱ Ž—ȱ •Šȱ
Ž¢ǰȱ —’ȱ –žŒ‘˜ȱ –Ž—˜œȱ œžœŽ—Š˜ȱ Ž—ȱ Š•ž—Šȱ ›Š£à—ȱ ¤Œ’ŒŠȱ —’ȱ –Ž’˜ȱ
™›˜‹Š˜›’˜ȱ šžŽȱ •˜ȱ “žœ’’šžŽǰȱ ŠŒŠ››ŽŠ—˜ȱ •Šȱ —ž•’Šȱ ™Š›Œ’Š•ȱ Ž•ȱ •Šž˜ȱ
Ž–’’˜ǯȱȱ
ȱ
řǯŗŝǯ —ȱ Œ˜—œŽŒžŽ—Œ’Šǰȱ ŽœŽȱ ˜•Ž’Š˜ȱ Œ˜—œ’Ž›Šȱ šžŽȱ ›Žœž•Šȱ –Š—’’ŽœŠȱ •Šȱ
Œ˜—›ŠŸŽ—Œ’à—ȱ Ž•ȱ Ž‹’˜ȱ ™›˜ŒŽœ˜ȱ Ž—ȱ •Šȱ ˜›–Šȱ Žȱ Ÿž•—Ž›ŠŒ’à—ȱ Ž•ȱ
Ž›ŽŒ‘˜ȱ–˜’ŸŠŒ’à—Dzȱ™˜›ȱ•˜ȱšžŽȱ•ŠȱŒŠžœŠ•ȱ‹ǼȱŽ•ȱ—ž–Ž›Š•ȱŖŗȱŽ•ȱŠ›ÇŒž•˜ȱ
Ŝřǚȱ Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ǚȱ ŗŖŝŗȱ Ž—ž—Œ’ŠŠǰȱ Ž‹Žȱ œŽ›ȱ ™•Ž—Š–Ž—Žȱ
Žœ’–ŠŠǰȱŽ‹’Ž—˜ȱœŽ›ȱŠ–™Š›ŠŠȱ•ŠȱŽ–Š—ŠǰȱŽŒ•Š›¤—˜œŽȱ•Šȱ—ž•’Šȱ
™Š›Œ’Š•ȱŽ•ȱŠž˜ȱ›‹’›Š•ǯȱ
ȱ
ǯ   XDZȱ
ȱ
˜›ȱ•˜œȱž—Š–Ž—˜œȱŽ¡™žŽœ˜œǰȱ·œŽȱ˜•Ž’Š˜ǰȱŒ˜—ȱ•ŠȱŠž˜›’ŠȱšžŽȱ•Žȱ
Œ˜—’Ž›Žȱ Ž•ȱ Š›ÇŒž•˜ȱ ŗřŞķȱ Žȱ •Šȱ ˜—œ’žŒ’à—ȱ ˜•Ç’ŒŠȱ Ž•ȱ Ž›øȱ ¢ȱ •Šȱ Ž¢ǰȱ
’–™Š›’Ž—˜ȱ“žœ’Œ’ŠȱŽ—ȱ—˜–‹›ŽȱŽȱ•ŠȱŠŒ’à—ǰȱœŽȱ›ŽœžŽ•ŸŽDZȱȱ
ȱ
Śǯŗǯȱ ŽŒ•Š›Š›ȱȱ•ŠȱŽ–Š—ŠȱŽȱ—ž•ŠŒ’à—ȱŽȱŠž˜ȱ›‹’›Š•ȱ
’—Ž›™žŽœŠȱ™˜›ȱž˜›’ŠȱŠŒ’˜—Š•ȱŽȱŽ›Ÿ’Œ’˜ȱȮ ȬǰȱŒ˜—›Šȱ
Ž•ȱ Šž˜ȱ ›‹’›Š•ȱ Žȱ ˜“Šœȱ śŖȱ Šȱ Ŝŗǰȱ Ž—ȱ ŒžŠ—˜ȱ Š•ȱ œŽž—˜ȱ ™ž—˜ȱ
›Žœ˜•ž’ŸŠǰȱ‹ŠœŠ˜ȱŽ—ȱ•ŠȱŒŠžœŠ•ȱ‹ǼȱŽ•ȱ—ž–Ž›Š•ȱŖŗȱŽ•ȱ›ÇŒž•˜ȱŜřǚȱ
Ž•ȱ ŽŒ›Ž˜ȱ Ž’œ•Š’Ÿ˜ȱ ǚȱ ŗŖŝŗǯȱ —ȱ Œ˜—œŽŒžŽ—Œ’Šȱ  ȱ Ž•ȱ
Šž˜ȱ›‹’›Š•ȱŽȱŽŒ‘ŠȱŜȱŽȱŠ‹›’•ȱŽȱŘŖŗŜǰȱŽ—ȱŽœŽȱŽ¡›Ž–˜ǯȱ
ȱ
ŚǯŘǯȱ  ȱ šžŽȱ Ž•ȱ ›‹’›˜ȱ q—’Œ˜ȱ ŸžŽ•ŸŠȱ Šȱ •ŠžŠ›ǰȱ Ž—’Ž—˜ȱ Ž—ȱ
ŒžŽ—Šȱ •Šœȱ Œ˜—œ’Ž›ŠŒ’˜—Žœȱ ŽœŠ››˜••ŠŠœȱ ™˜›ȱ ·œŽȱ ž™Ž›’˜›ȱ
˜•Ž’Š˜ȱŽ—ȱ•Ç—ŽŠœȱ™›ŽŒŽŽ—Žœǯȱ
ȱ
—ȱ •˜œȱ œŽž’˜œȱ ™˜›ȱ  ȱ  ȱ ȱ   ȱ Ȯ ǰȱ
Œ˜—›Šȱ Ś ȱ   ȱ ȱ œ˜‹›Žȱ  ȱ ȱ ȱ
 ǯȱȱ
Ȧȱȱȱ
ȱ
ȱ
ȱ

Aȱ   ȱȱȱȱȱ ȱȱȱ ȱ ȱ  
ȱ ȱ
ȱ
ȱ
ȱTȱ

10
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SEGUNDA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

- Si bien el arbitraje se rige por reglas especiales, comparte con el


proceso judicial el principio de congruencia procesal, según el cual
debe existir correspondencia entre lo pedido y lo resuelto, vale decir,
entre petitum y decisum. Así, entonces, la congruencia se revela de
modo manifiesto para el caso del arbitraje, como una limitación a la
competencia para resolver que las partes han concedido a los árbitros,
que por lo demás, encuentra justificación en los principios dispositivo y
de contradicción, y está estrechamente relacionada con el derecho a la
motivación del laudo.
- La aplicación del criterio de equidad para la cuantificación de una
indemnización, con base en el artículo 1332 CC, no se encuentra
exenta del deber de motivación.
- El supuesto de causal de anulación previsto en el artículo 63 inciso
1) acápite c) de la Ley de Arbitraje, es la infracción de las reglas
procedimentales pactadas para el arbitraje, y no las normas
sustantivas a las que las partes hubieran sometido su relación jurídica
sustancial, y conforme a las cuales debiera decidirse la controversia
arbitral.

EXPEDIENTE Nº : 219-2016-0
DEMANDANTE : SUPERINTENDENCIA NACIONAL DE ADUANAS Y
ADMINISTRACION TRIBUTARIA- SUNAT
DEMANDADA : ECHENIQUE SANTIAGO Y ASOC. SRL Y MAYSEPI EIRL
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

RESOLUCIÓN NÚMERO DIEZ


Lima, veinte de febrero
del año dos mil diecisiete.-

VISTOS: Con el expediente arbitral que en 546 fojas de


copias simples se tiene a la vista. Interviniendo como ponente el señor Juez Superior
Rivera Gamboa.

I. RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL. SUPERINTENDENCIA


NACIONAL DE ADUANAS Y DE ADMINISTRACION TRIBUTARIA (en adelante SUNAT)
interpone recurso de anulación contra el laudo arbitral de fecha 10 de febrero de 2016,
emitido por la árbitro único Abogada Katia Forero Lora, en el proceso arbitral que siguió
contra el consorcio conformado por ECHENIQUE SANTIAGO Y ASOCIADOS SRL y
MAYSEPI EIRL (en adelante EL CONSORCIO).

1
PRETENSIÓN PROCESAL. Se pretende la anulación del laudo arbitral de derecho
expedido con fecha 10 de febrero de 2016, por encontrase incurso, según indica, en las
causales previstas en los literales b) y c) del inciso 1 del artículo 63 del Decreto
Legislativo 1071, al haberse vulnerado las garantías propias del debido proceso, y por
cuanto la actuación arbitral no se ha sujetado al acuerdo entre las partes.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE ANULACION.

De la causal b) por afectación al debido proceso


1. La decisión de la árbitro único no ha considerado ningún medio probatorio ni
argumento alguno de los que ha presentado la nulidiscente, y tampoco el laudo
contiene la mínima explicación de los motivos para prescindir de ellos, inclusive
señala falsamente que no se aportó ninguna prueba.
2. El desarrollo de la decisión del árbitro en el laudo cuya anulación se pretende, es
casi nulo, pues sólo se tomó en consideración y se valoró lo expuesto por EL
CONSORCIO, olvidándose que la SUNAT también era parte del proceso,
vulnerándose el derecho de la recurrente a probar y a obtener una decisión
motivada.
3. La arbitro único ha otorgado una indemnización sin justificación alguna, alegando
la “equidad”, lo cual demuestra que no toma con seriedad la función que se le
encomienda.

En ese sentido, se aprecia que en general se alega afectación del derecho de prueba y de
motivación.

De la causal c) de anulación
4. El árbitro no ha respetado la regla 6 del Acta de Instalación, que establece que
para resolver el fondo de la controversia se aplicará la Ley de Contrataciones y su
Reglamento, normas de derecho público y normas de derecho privado, lo que se
evidencia al resolver la primera pretensión.

II. ABSOLUCIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO.


Por escrito presentado con fecha 07 de setiembre de 2016 EL CONSORCIO absuelve el
traslado del recurso de anulación, solicitando se declare improcedente y/o infundado,
manifestando que las causales han sido erróneamente invocadas, ya que no
corresponden al pedido de fondo de la demanda de anulación que es pretender que en la
vía judicial se revise el fondo del laudo arbitral (sic). Se argumenta:

2
a) Respecto a la afectación del derecho a probar:

Si fuera cierto que en el laudo no se ha cumplido con respetar el derecho de probar de la


parte demandante, entonces no se hubiera admitido la contestación, la reconvención y no
existiría una audiencia donde el árbitro hubiera admitido los medios probatorios ofrecidos
por la SUNAT y que al ser documentales no se actúan, basta su admisión. Por tanto no
existe afectación al derecho de probar de SUNAT, ya que no se ha acreditado cuál es el
medio probatorio que no ha sido tomado en cuenta para resolver una pretensión. En la
página 27 del laudo se señala claramente que se admiten todos los medios probatorios
ofrecidos por la SUNAT identificados como Anexos 1-A al 1-F.

b) Respecto a que el laudo no estaría motivado

Lo que busca la SUNAT bajo el argumento de que no se motivó el laudo, es que se


analice en vía judicial la forma en que la árbitro ha resuelto la tercera y cuarta pretensión.
La tercera pretensión principal es el tema de fondo de la controversia, que se da por una
aplicación errónea del tema de penalidades ante el atraso de las órdenes de trabajo,
existiendo dos posiciones marcadas sobre este tema: la del Consorcio, en el sentido que
la penalidad debe aplicarse sobre el monto de la orden de trabajo que se atrasó, y la de
SUNAT en el sentido que debe aplicarse en cada orden de trabajo sacando el porcentaje,
del monto total del contrato; este tema fue resuelto adecuadamente en el laudo y ahora,
invocando una motivación defectuosa, SUNAT pretende que se le dé la razón; pero este
tema, al ser uno de aplicación normativa, sólo tenía que basarse en el entendimiento por
parte del árbitro y no requería actuación probatoria.

Con respecto a la cuarta pretensión, esta versa sobre la indemnización otorgada por el
árbitro, que para la SUNAT no está acorde a derecho, porque para ellos no ha existido
daño alguno, a pesar que claramente durante todo el proceso se ha demostrado que el
mismo se ha originado exclusivamente por responsabilidad de SUNAT, que afirma que no
existe motivación ni medio probatorio que lo acredite, y señala que indebidamente se ha
aplicado el artículo 1332 del Código Civil, que en realidad es aplicable a todo tipo de daño,
sea oral o patrimonial.

c) Respecto al incumplimiento de los pactos entre las partes

La SUNAT cuestiona el análisis jurídico del árbitro y busca dejar sin efecto que ante un
acto de incumplimiento de la entidad, el otorgar la conformidad de las órdenes de trabajo,

3
dentro del plazo de 10 días, esta situación quede sin resolver, dejando en exclusiva
actuación a la entidad o permitiendo que la incertidumbre por no cumplir la entidad en el
plazo de ley, de otorgar la conformidad o no, sea de un plazo indeterminado; si tan cierto
es lo que señala la SUNAT, por qué realizó un pago a cuenta el año 2015. Este hecho fue
tomado en cuenta por la árbitro al momento de resolver la controversia.

III. RESUMEN DEL PROCESO ARBITRAL Y LO ACTUADO EN AUTOS.

INSTALACIÓN DEL TRIBUNAL ARBITRAL. Con fecha 28 de abril de 2015, se instaló el


Tribunal Arbitral, designándose como Arbitro Único Ad Hoc a la Abogada Katia Liliana
Forero Lora; la instalación se llevó a cabo con los representantes del CONSORCIO
ECHENIQUE Y SANTIAGO ASOCIADOS-MAYSEPI EIRL JJC- JOHESA, señor Hernán
Javier Echenique Santiago, acompañado por el Abogado Javier Andy Llanos Ordoñez y
en representación de SUNAT, la Abogada Sheryl Milagros Ramos Cóndor.

En este acto se establecieron las reglas procedimentales, la clase de arbitraje (Nacional,


de Derecho, Ad hoc), la sede (Lima), el idioma (castellano), las normas peruanas
aplicables; encargándose la Secretaría a la Abogada Rossmery Ponce Novoa. Realizados
los actos procesales pertinentes, por resolución número 16 de fecha 07 de marzo de
2013, se expidió el laudo arbitral de derecho.
Con fecha 20 de mayo de 2015, EL CONSORCIO interpuso demanda arbitral, con las
siguientes pretensiones:

Primera Pretensión Principal: Que la demandada cumpla con abonar


S/.143,606.62, saldo que falta de la valorización N°4 contenida en la factura 001-
4266 (se hizo un pago a cuenta el 15.01.15), puesto que transcurrido el plazo para
observarla en aplicación del silencio positivo no corresponde descuento alguno.

Segunda Pretensión Principal: Que la demandada cumpla con abonar de


conformidad con el art. 48 de la Ley de Contrataciones del Estado y el art. 181 de
del Reglamento, el interés por la demora de las valorizaciones 04 en S/ 8,9823.23
y en las valorizaciones 01,02,03,05,06,07,08,09 y 10 siendo el monto ascendente a
S/. 2,735.74.

Tercera Pretensión Principal: Que la demandada cumpla con devolver la suma de


S/. 30,903.40 por cobro indebido de penalidades en las órdenes de trabajo
02,50,57, y 62 al aplicarse erróneamente éstas sobre el monto del contrato,

4
cuando ya existe jurisprudencia arbitral que señala que la penalidad se aplica al
monto de la orden de trabajo.

Cuarta Pretensión Principal: que la demandada cumpla con abonar S/.100,000.00


por concepto de daño moral por no cumplir con cancelar el trabajo dentro del plazo
legal, y cobros indebidos por aplicación ilegal de la penalidad.

Quinta Pretensión Principal: que la demandada cumpla con asumir costos y costas
del presente proceso, que asciende a S/. 30,000.00.

Mediante el Laudo de fecha 07 de marzo de 2013 se declaró infundadas las pretensiones


principales e improcedentes las pretensiones accesorias.

IV. PRESENTACIÓN Y TRÁMITE DEL RECURSO DE ANULACIÓN


− La resolución arbitral número 19 de fecha 02 de mayo de 2016 resolvió la solicitud
de interpretación e exclusión del laudo formulada por la ahora demandante. Fue
notificada el día 17 de mayo de 2016.
− Con fecha 14 de junio de 2016, SUNAT interpuso recurso de anulación de laudo
arbitral, el cual fue admitido por resolución número 02 del 01 de agosto de
setiembre de 2016.
− Por escrito presentado el 10 de agosto de 2016, la parte demandada, EL
CONSORCIO se apersonó al proceso y contestó la demanda.
− Por resolución número 08 emitida con fecha 14 de mayo de 2014, se programó la
Vista de la Causa para el día 12 de junio de 2014, llevándose a cabo conforme a lo
señalado.

V. CONSIDERACIONES DEL COLEGIADO:

PRIMERO: De conformidad con el artículo 62 del Decreto Legislativo Nro. 1071, el


recurso de anulación tiene por objeto la revisión de la validez del laudo por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63 del mismo cuerpo legal, estando prohibido a
este Colegiado, bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o
sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones
expuestas por el Tribunal Arbitral. Caso contrario, el recurso de anulación constituiría una
instancia de revisión de la decisión arbitral como si se tratara de una apelación, lo que no
se condice con el diseño normativo del arbitraje como jurisdicción especial con

5
reconocimiento constitucional, y su relación con la jurisdicción ordinaria regulada por el
Decreto Legislativo Nro. 1071 referido, que se sustenta en el principio de no interferencia.

SEGUNDO: Así, la doctrina nacional informa que “por medio del recurso de anulación no
es posible discutir los fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no
se transfiere al tribunal revisor la facultad de decidir, que es exclusiva de los árbitros,
porque las partes han querido precisamente excluir a los tribunales de intervención, que
sólo aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que
son precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden
interponerse” 1.

De este modo puede afirmarse que “la regulación de causales no hace sino afirmar la idea
de que el legislador busca que se realice una revisión sólo de carácter rescindente del
arbitraje, pues a la Sala de la Corte Superior que conozca del recurso de anulación de
laudo no le será posible sustituir la decisión de los árbitros, en cuanto al fondo, por la suya
propia”. (…) “Eventualmente, ello podría llevar a que se cometen a ciertas injusticias al
momento de resolver causas arbitrales y que las mismas sean protegidas por la
regulación que impide revisar el fondo. No queda más que asumir tal posibilidad, es el
costo de la justicia arbitral. Y, en verdad, ningún modelo de proceso está libre de
injusticias porque el error puede estar siempre presente, aún en la última instancia”2.

TERCERO: En el presente caso SUNAT invoca las causales previstas en los incisos b) y
c) del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, que disponen:

“Artículo 63.- Causales de anulación.


1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y
pruebe:
(...)
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un
árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer
valer sus derechos. ”
(…)
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al
acuerdo entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o
disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que
las partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se
han ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo.”

1
LEDESMA NARVAEZ, MARIANELLA. Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios. En: Cuadernos
Jurisprudenciales. Gaceta Jurídica. Lima, Noviembre 2005.
2
AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis y VELASQUEZ MELENDEZ, Raffo. Sentido de la Anulación de
Laudo y de su Sistema Probatorio. En: Revista Peruana de Derecho Constitucional. Tribunal Constitucional.
Nro. 4 Nueva Epoca. 2011

6
De la causal b) de anulación de laudo por afectación al debido proceso:
CUARTO: Al referirse el art. 63.1.b de la Ley de Arbitraje a la imposibilidad de alguna de
las partes de hacer valer sus derechos como causal de anulación del laudo arbitral,
enmarca el cuestionamiento dentro de la protección de derechos constitucionales,
particularmente el derecho al debido proceso, sin que ello importe en modo alguno la
revisión del fondo de la controversia ni el razonamiento seguido por el Tribunal Arbitral,
por cuanto el recurso de anulación de laudo no es una instancia, sino un proceso
autónomo en el que de modo puntual se verifica el cumplimiento de determinados
supuestos de validez del laudo arbitral, no debiendo perderse de vista que las partes se
han sometido de modo voluntario y expreso a la jurisdicción arbitral.

QUINTO: Sobre la pertinencia del debido proceso en sede arbitral, el Tribunal


Constitucional se ha pronunciado en la sentencia de fecha 21 de setiembre de 2011,
recaída en el expediente 00142-2011-PA/TC (precedente vinculante) indicando lo
siguiente:

“…de la especial naturaleza del arbitraje, en tanto autonomía de la voluntad de las


partes y al mismo tiempo, de la independencia de la jurisdicción arbitral, no supone
en lo absoluto desvinculación del esquema constitucional, ni mucho menos del
cuadro de derechos y principios reconocidos por la Constitución. Como ya ha
señalado este Tribunal, “la naturaleza de jurisdicción independiente del
arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con
observancia de los principios constitucionales que informan la actividad de
todo órgano que administra justicia, tales como el de independencia e
imparcialidad de la función jurisdiccional. En particular, en tanto jurisdicción,
no se encuentra exceptuada de observar directamente todas aquellas
garantías que imponen el derecho al debido proceso”. (STC 6167-2005-
PHC/TC, fundamento 9).

Ello es así por cuanto la función jurisdiccional se sustenta y se debe a la norma


fundamental, más allá de la especialidad sobre la que pueda versar o de la investidura de
quienes la puedan ejercer. De este modo y aunque se dota a la justicia arbitral de las
adecuadas garantías de desenvolvimiento y se fomenta su absoluta observancia, la
misma se encuentra inevitablemente condicionada a que su ejercicio se desarrolle en
franco respeto al orden constitucional.

SEXTO: Como ha quedado reconocido también por la jurisprudencia constitucional, el


debido proceso es un derecho que comprende, a su vez, diversos derechos
fundamentales de orden procesal; en ese sentido, se trata de un derecho “continente”
cuyo contenido constitucionalmente protegido comprende una serie de garantías, formales
y materiales, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el procedimiento o proceso en el

7
cual se encuentre comprendida una persona pueda considerarse como justo. (STC Nro.
2851-2010-AA/TC).

Así, en la STC Nro. 3926-2008-HC/TC, se expresó:

“El debido proceso es entendido como un principio de la jurisdicción que tiene la calidad de
ser uno “continente”, es decir, en su seno alberga un conjunto de subprincipios o derechos
que le dan contenido; en tal sentido, el Tribunal Constitucional ha señalado que: “[…] El
derecho al debido proceso, como ha señalado en reiterada jurisprudencia este Tribunal,
comprende, a su vez, diversos derechos fundamentales de orden procesal, de modo que
se configura, por así decirlo, un derecho “continente”[…]” (STC. 10490-2006-AA/TC).”

Entre los derechos que configuran el debido proceso se encuentran el derecho a la


prueba y a la motivación, cuya infracción, precisamente, denuncia SUNAT según las
alegaciones de su recurso de anulación.

De los aducidos vicios de nulidad


SETIMO: En efecto, de la fundamentación del recurso de anulación interpuesto por
SUNAT, el Colegiado extrae que son argumentos esenciales de su pretensión nulificante
con base en la causal b) invocada, los siguientes:

1) afectación del derecho a la prueba: la árbitro único no ha considerado ningún


medio probatorio presentado por SUNAT, pues sólo se tomó en consideración y se
valoró lo expuesto por EL CONSORCIO, sin que tampoco se exprese los motivos
por los cuales se prescindía de ellos; inclusive señala falsamente que no se aportó
ninguna prueba. Así, sostiene que con relación a la primera pretensión, el
Contratista solicitaba el pago de S/.219,485.21, lo que fue contradicho por SUNAT,
que demostró que esa suma por la valorización Nro. 04 no correspondía ser
pagada, ya que esa valorización tenía un valor menor pues al momento de verificar
los metrados ejecutados por el Contratista, estos eran menores en las OT Nro. 14,
29,, 30, 35 y 37, lo que fue acreditado con los presupuestos metrados presentados
con la contestación de demanda, la nota de crédito presentada por el propio
Consorcio con el escrito 03, que denotaban que la valorización Nro. 04 era
S/.206,122.49 y no el monto demandado. Pero increíblemente, sostiene SUNAT,
no ha sido mencionado siquiera por la árbitro.

Por otro lado, argumenta SUNAT, acreditó que realizó un depósito a la cuenta de
detracciones del Contratista, correspondiente al pago de la valorización Nro. 04, lo

8
que no fue contradicho por EL CONSORCIO, pese a ello ninguna de estas
pruebas fueron valoradas por la árbitro.

Asimismo sostiene que en la página 37 del laudo se señala que SUNAT no


desvirtuó el valor probatorio del coreo electrónico del 09 de enero de 2013, pese a
que en el escrito de fecha 11 de agosto de 2015 sí cuestionó dicho correo
alegando y probando que no tuvo conocimiento de dicha comunicación, pues el
Contratista remitió ese correo al Ing Málaga quien había renunciado el 30.01.12.

Finalmente indica que con relación a la segunda pretensión, SUNAT sostuvo y


acreditó que en el contrato existía un procedimiento de pago, y que la demora en
el pago fue causado por el Contratista, pues suscribió sólo un acta de conformidad
de la OT Nro. 14 y se negó a firmar las demás, por lo que no correspondía el pago
de intereses, lo que fue acreditado documentalmente; sin embargo, la árbitro no
utilizó ninguna línea para referirse a esto.

2) Afectación al derecho a la motivación: Sostiene SUNAT que en el laudo se


observa la decisión de declarar fundadas las pretensiones tercera y cuarta sin
ningún tipo de justificación; la árbitro no motivó y concedió pretensiones
pecuniarias sumamente elevadas. Así, indica que no analizó ni valoró los
argumentos de defensa de SUNAT y no ha justificado los motivos por los que la
entidad debió tomar en cuenta el monto de la OT para aplicar la penalidad, pues
debió señalar: a) por qué la entidad debe aplicar el límite de la penalidad sobre la
Orden de Trabajo?; b) en qué parte de la norma se dispone que la penalidad se
aplica sobre el Orden de Trabajo?; c) por qué no se aplica en este caso la Opinión
Nro. 020-2014/DTN que alegó SUNAT?

Por otro lado, con relación a los daños y perjuicios por S/.100,000 que se otorgó
sin prueba alguna, sostiene SUNAT que la árbitro a pesar que reconoce la falta de
probanza y la imposibilidad de otorgarle la suma, buscó una forma de conceder el
pago utilizando el criterio de “equidad” como ya lo hizo en anteriores casos, sin
tener un medio de prueba que los respalde, lo cual es una clara vulneración a la
debida motivación. En ese sentido, alega SUNAT que se ha omitido precisar
cuáles son esos daños patrimoniales que la entidad causó al Contratista, y
tampoco se explica cuáles fueron los criterios, las razones y la doctrina que utilizó
el árbitro para determinar que la suma de los daños ascienden a S/.100,000.

9
Finalmente, sostiene SUNAT que existe una clara incongruencia en la decisión del
árbitro con la pretensión, que versaba sobre un daño moral ya sí fue establecido
en el punto controvertido, sin embargo en el laudo se decidió que lo que había
sufrido el Consorcio fue un daño patrimonial. Además, en ningún momento se le
solicitó al árbitro que resolviera la pretensión aplicando el artículo 1332 del Código
Civil, es decir, no se solicitó que realice un criterio valorativo de equidad para
calcular la penalidad.

El derecho a la prueba
OCTAVO: El Tribunal Constitucional ha expresado que “el derecho a la prueba goza de
protección constitucional, pues se trata de un contenido implícito del derecho al debido
proceso, reconocido en el artículo 139º, inciso 3), de la Constitución Política del Perú.
(STC Nro. 010-2002-AI/TC)”. En ese sentido, su configuración como derecho fundamental
debe ser inevitablemente reconocida a la luz de la jurisprudencia constitucional, que ha
establecido que el derecho a la prueba apareja la posibilidad de postular, dentro de los
límites y alcances que la ley reconoce, los medios probatorios necesarios para justificar
los argumentos que el justiciable esgrime a su favor, que sean admitidos, adecuadamente
actuados y merituados al momento de resolver.

NOVENO: Se aprecia del expediente arbitral que se tiene a la vista, a fojas 206 el escrito
de contestación de demanda de SUNAT, en el que ofrece sus medios de prueba todos de
carácter documental (anexos 1-A a 1-F), todos los cuales fueron admitidos formalmente
por la árbitro único en la Audiencia de Conciliación, Determinación de Puntos
Controvertidos y Admisión de Medios Probatorios, según Acta de fojas 294, lo cual,
además, fue expresado en el laudo (páginas 24 y 25), dejándose constancia que “en el
estudio, análisis y deliberación del presente arbitraje se han tenido en cuenta todos los
argumentos y las alegaciones efectuadas por las partes, así como todos los medios
probatorios aportados, haciendo un análisis y una valoración en conjunto de los mismos,
de manea que la no referencia a un argumento o a una prueba no supone que no haya
sido tomada en cuenta para la decisión”.

En ese sentido, queda descartado que se hubiera afectado el derecho de SUNAT a


ofrecer medios probatorios, y que estos sean admitidos y actuados. Por tanto, el
Colegiado advierte que en realidad las alegaciones de la nulidiscente importan un
cuestionamiento a la valoración que la árbitro único hizo de tales medios probatorios, y
tales cuestionamientos se sustentan en una implícita afirmación de un determinado
sentido en que debieron ser merituados dichos medios probatorios, que en su decir no

10
habrían sido considerados y valorados por la árbitro única. Por tanto, el recurso de
anulación interpuesto en tales términos busca persuadir a este Colegiado y motivar que
asuma un criterio acerca de cómo debían merituarse los documentos aportados, para –en
base a ello- descalificar el ejercicio valorativo efectuado por el tribunal arbitral y con ello
considerar nulo el laudo por supuesta arbitrariedad probatoria. Sin embargo, esto
implicaría franca contravención de la prohibición contenida en el artículo 62 inciso 2) de la
Ley de Arbitraje, pues este Colegiado estaría descalificando el criterio valorativo del
tribunal arbitral asumiendo la preeminencia de una valoración propia y diferente sobre la
validez, eficacia y sentido de los medios probatorios implicados, no obstante que ello es
atribución privativa, exclusiva y excluyente del tribunal arbitral, conforme al artículo 43 de
la Ley de Arbitraje, que dispone:

Artículo 43.- Pruebas.


1. El tribunal arbitral tiene la facultad para determinar de manera exclusiva la admisión,
pertinencia, actuación y valor de las pruebas y para ordenar en cualquier momento la
presentación o la actuación de las pruebas que estime necesarios.

En efecto, la valoración de los medios probatorios aportados por las partes integra la
dimensión jurisdiccional de la competencia decisoria del tribunal arbitral, pues sólo a éste
corresponde atribuir o extraer un determinado elemento de convicción de un medio
probatorio, y todo cuestionamiento de ello importará en realidad uno del fondo de lo
resuelto, por vía de un aducido error in iudicando por falta de sindéresis en el laudo. Pero
ello no es permitido en sede de control judicial, conforme al principio de irrevisabilidad del
laudo que consagra el artículo 62.2 de la Ley de Arbitraje3.

DECIMO: Por lo demás, no escapa al criterio del Colegiado que cuando SUNAT alega
que al resolver la primera pretensión la árbitro único no tuvo en cuenta que la valorización
Nro. 04 tenía un valor menor, pues los metrados ejecutados por el Contratista eran
menores en las OT Nro. 14, 29, 30, 35 y 37, en realidad reitera un argumento ya
planteado al contestar la demanda arbitral, pero que en realidad no incide en la causa
petendi de la primera pretensión de la demanda, traducida luego en primer punto
controvertido, que según el acta de fojas 294 y siguientes, quedó redactado sin objeción
alguna de SUNAT, en los términos siguientes.

3
Artículo 62.- Recurso de anulación
1. […]
2. El recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo responsabilidad,
pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.

11
“Primer punto controvertido: Determinar si corresponde o no que la Entidad cumpla con
abonar al Consorcio la suma de S/.143,604.62 nuevos soles por concepto de saldo que
falta pagar de la Valorización Nro. 04 plasmado en la factura Nro. 001-4266 (remitido a
SUNAT mediante Carta Nro. 06.07-2013) cuyo monto original ascendía a S/. 219,485.21,
al existir el pago a cuenta realizado el 19.01.2015; debido a que transcurrió en exceso el
plazo otorgado por la normativa de contrataciones para que dicha factura sea
observada, aplicándose el silencio positivo, por lo que no corresponde a dicha
factura descuento alguno”. (negrita agregada)

Así, como puede verse, el fundamento de lo pretendido es que habría transcurrido en


exceso el plazo para que la factura por la Valorización Nro. 04 fuera observada, por lo que
no correspondía descuento alguno, sin perjuicio del pago a cuenta realizado, restado el
cual quedaba el saldo cuyo pago se demandada.

Es en ese orden de ideas, es claro que el razonamiento arbitral se centra en determinar a


partir de la página 29 del laudo, si existió un plazo para que SUNAT formule
observaciones a los trabajos ejecutados con relación a la Valorización Nro. 04, y si
cumplió con formularlas dentro de dicho plazo o si éste venció sin que efectuara
observación alguna; y luego de analizar la cronología contractual, concluye que dicho
plazo sí existió y venció el 26 de junio de 2013, y que SUNAT recién con fecha 12 de julio
de 2013, procedió a realizar la verificación de los trabajos ejecutados. Y seguidamente
considera que “lo que establece la norma es en buenos términos una sanción legal a la
inactividad, negligencia e inoperancia de la Entidad por no actuar dentro de los márgenes
y plazos establecidos en las normas”; y que, “habiéndose establecido claramente que la
demandada no respetó el plazo legal ni el plazo dado por el demandante para la
verificación y otorgamiento de la conformidad de los trabajos ejecutados, es de aplicar la
sanción legal establecida y por ende dar por conforme los trabajos ejecutados por el
demandante, siendo procedente su pretensión de pago”. A la luz de lo cual resulta
impertinente la alegación de SUNAT relativa a la diferencia de metrados ejecutados, por lo
que los medios probatorios que acreditarían tal afirmación aparecen igualmente
inconducentes, por lo que no puede cuestionarse la validez del laudo por la aducida –e
inexistente- falta de valoración de dichos medios probatorios.

DECIMO PRIMERO: En cuanto a la alegación que en el laudo no se valoró la prueba del


depósito a la cuenta de detracciones del Contratista, efectuado por SUNAT por la suma
de S/.8,244.90, correspondiente al pago de la valorización Nro. 04, se aprecia del
expediente arbitral que al contestar la demanda SUNAT no efectuó tal alegación ni
mucho menos ofreció medio probatorio alguno; siendo recién con su escrito Nro. 03 del 11
de agosto de 2015 (posterior a la fijación de puntos controvertidos y admisión de medios

12
probatorios) que SUNAT argumentó dicho pago, pero tampoco sin exhibir ni ofrecer medio
probatorio alguno, por lo que no puede aducir ahora que se afectó su derecho a la prueba.

DECIMO SEGUNDO: Con relación a que en la página 37 del laudo se señala que el
correo de fecha 09 de enero de 2013 tiene pleno valor probatorio porque SUNAT no lo
desvirtuó, pese a que en el escrito de fecha 11 de agosto de 2015 sí cuestionó dicho
correo alegando y probando que no tuvo conocimiento de dicha comunicación, pues el
Contratista remitió ese correo al Ing. Málaga quien había renunciado el 30.01.12; cabe
apreciar que ese escrito del 11 de agosto de 2015 es posterior a la contestación de la
demanda y a la fijación de puntos controvertidos y admisión de medios probatorios; y si
bien contiene la alegación que indica, sin embargo SUNAT no ofrece medio probatorio
alguno que corrobore su aserto y por ende pudiera ser merituado por la árbitro único para
tener por enervado el valor probatorio del correo electrónico en cuestión, por lo que no se
configura tampoco la afectación del derecho a la prueba que se denuncia.

DECIMO TERCERO: Finalmente, indica SUNAT que con relación a la segunda


pretensión, sostuvo y acreditó que en el contrato existía un procedimiento de pago, y que
la demora en el pago fue causado por el Contratista, pues suscribió sólo un acta de
conformidad de la OT Nro. 14 y se negó a firmar las demás, por lo que no correspondía el
pago de intereses, lo que fue acreditado documentalmente; sin embargo, la árbitro no
utilizó ninguna línea para referirse a esto. Sin embargo, a criterio del Colegiado, este
argumento pretendidamente nulidiscente entraña una evidente discrepancia con la línea
de análisis y argumentación asumida en el laudo para resolver en orden a los puntos
controvertidos fijados sin objeción alguna de SUNAT, por lo que bajo el eufemismo de
denunciar afectación al derecho a la prueba, en realidad se postula un cuestionamiento
del criterio legal con el que se ha resuelto la causal arbitral, pues el laudo en este extremo
se remite a lo dispuesto por el artículo 48 del D. Leg. 1017 – Ley de Contrataciones del
Estado, y el artículo 181 del Reglamento, que ordenan que, salvo que se hubiese
producido caso fortuito o fuerza mayor –que no fue alegado por SUNAT- en caso de
demora en el pago por parte de la Entidad, debe reconocerse al contratista los intereses
legales correspondientes, contados desde la oportunidad en que el pago debió realizarse,
como efectivamente se ha ordenado en el laudo.

LA MOTIVACION DEL LAUDO


DECIMO CUARTO: Respecto de la motivación de las resoluciones, el artículo 139 de la
Constitución Política del Estado establece que son principios y derechos de la función
jurisdiccional:

13
“5. La motivación escrita de las resoluciones judiciales en todas las instancias, excepto los
decretos de mero trámite, con mención expresa de la ley aplicable y de los fundamentos de
hecho en que se sustentan”.

El Tribunal Constitucional ha señalado de modo reiterado que el derecho a la motivación


de resoluciones judiciales es un componente esencial del derecho al debido proceso,
precisando que:

“es el derecho de obtener de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente con las pretensiones oportunamente deducidas por las partes en cualquier
clase de procesos. La exigencia de que las decisiones judiciales sean motivadas en
proporción a los términos del inciso 5) del artículo 139° de la Norma Fundamental,
garantiza que los jueces, cualquiera que sea la instancia a la que pertenezcan, justifiquen
sus decisiones, asegurando que la potestad de administrar justicia se ejerza con sujeción a
la Constitución y a la ley; pero también, con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio
del derecho de defensa de los justiciables”. (STC. 1313-2005-HC/TC. FF.JJ. 10,11).

Debe tenerse presente que “la Constitución no garantiza una determinada extensión de la
motivación, por lo que su contenido esencial se respeta siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y que, por si mismo,
exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si esta es breve o
concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión” (STC Nro. 1291-2000-
AA/TC); y de otro lado, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones
planteadas, sino que la insuficiencia, vista en términos generales, “sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo” (STC Nro. 728-2008-PHC/TC).

DECIMO QUINTO: En ese orden de ideas, a la sazón resulta ya incuestionable que en el


arbitraje opera igualmente el derecho a la motivación, cuya vigencia y garantía en sede
arbitral deriva, además, de la norma del artículo 56 de la Ley de Arbitraje, que dispone:

Artículo 56.- Contenido del laudo.


1. Todo laudo deberá ser motivado, a menos que las partes hayan convenido algo distinto
o que se trate de un laudo pronunciado en los términos convenidos por las partes conforme
al artículo 50.[…]

Por tanto la discusión ya no radica en si resulta o no obligatoria la motivación del laudo, o


si la carencia o vicios de ésta pueden determinar la anulación de dicho laudo, sino en
perfilar las características esenciales que ésta debe reunir, esto es, el contenido que la
configura en sede arbitral, dadas la informalidad, flexibilidad y autoregulación que imperan
en ésta, que parecen apuntar a que no se podría exigir la motivación del laudo con la

14
misma intensidad que resulta exigible para las sentencias judiciales. A tal efecto resulta
entonces ineludible apoyarse -una vez más- en los criterios fijados por la jurisprudencia
constitucional, que sirven de referencia objetiva para juzgar esta cuestión, y que definen a
la racionalidad, coherencia, razonabilidad, carácter expreso, claridad, y no contravención
de los principios lógicos ni de las máximas de la experiencia, como elementos tipificadores
de la debida motivación según el estándar constitucional de este derecho fundamental.

DECIMO SEXTO: La STC Nro. 728-2008-HC/TC ha sistematizado las patologías de la


motivación de resoluciones judiciales, que también sirven de referencia para juzgar la
validez de un laudo. Su parte pertinente se reproduce in extenso por su carácter
eminentemente didáctico que releva de mayor fundamentación:

“Este Colegiado Constitucional ha precisado que el contenido constitucionalmente


garantizado de este derecho queda delimitado, entre otros, en los siguientes supuestos:
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente. Está fuera de toda duda que se
viola el derecho a una decisión debidamente motivada cuando la motivación es inexistente
o cuando la misma es solo aparente, en el sentido de que no da cuenta de las razones
mínimas que sustentan la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes
del proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose
en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.

b) Falta de motivación interna del razonamiento. La falta de motivación interna del


razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta en una doble dimensión; por
un lado, cuando existe invalidez de una inferencia a partir de las premisas que establece
previamente el Juez en su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa,
que a la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz de transmitir,
de modo coherente, las razones en las que se apoya la decisión. Se trata, en ambos
casos, de identificar el ámbito constitucional de la debida motivación mediante el control de
los argumentos utilizados en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la
perspectiva de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.

c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El control de la


motivación también puede autorizar la actuación del juez constitucional cuando las
premisas de las que parte el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su
validez fáctica o jurídica. Esto ocurre por lo general en los casos difíciles, como los
identifica Dworkin, es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de
pruebas o de interpretación de disposiciones normativas. La motivación se presenta en
este caso como una garantía para validar las premisas de las que parte el Juez o Tribunal
en sus decisiones. Si un Juez, al fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia
de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión de que el daño ha sido causado por “X”,
pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la participación de “X” en tal
supuesto, entonces estaremos ante una carencia de justificación de la premisa fáctica y, en
consecuencia, la aparente corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser
enjuiciadas por el juez [constitucional] por una deficiencia en la justificación externa del
razonamiento del juez.

Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas corpus no puede
reemplazar la actuación del juez ordinario en la valoración de los medios de prueba,
actividad que le corresponde de modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o
la carencia de argumentos constitucionales; bien para respaldar el valor probatorio que se
le confiere a determinados hechos; bien tratándose de problemas de interpretación, para
respaldar las razones jurídicas que sustentan determinada comprensión del derecho

15
aplicable al caso. Si el control de la motivación interna permite identificar la falta de
corrección lógica en la argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha basado su
argumento. El control de la justificación externa del razonamiento resulta fundamental para
apreciar la justicia y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a no dejarse
persuadir por la simple lógica formal.

d) La motivación insuficiente. Se refiere, básicamente, al mínimo de motivación exigible


atendiendo a las razones de hecho o de derecho indispensables para asumir que la
decisión está debidamente motivada. Si bien, como ha establecido este Tribunal en
reiterada jurisprudencia, no se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones
planteadas, la insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de argumentos o la
“insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en sustancia se está
decidiendo.

e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de


las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de
inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir,
el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate
judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y
también del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que,
partiendo de una concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en
nuestro texto fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional
que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente de las pretensiones efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia
procesal exige que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no
omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.”

DE LA IRREVISABILIDAD DEL LAUDO


DECIMO SETIMO: Sin embargo la función de control judicial de este Colegiado, en mérito
de la causal invocada, no puede importar en modo alguno la revisión del fondo de la
controversia ni el razonamiento seguido por el Tribunal Arbitral; la razón de lo señalado se
basa en que el recurso de anulación de laudo no es una instancia del arbitraje, sino un
proceso judicial especial en el que de modo puntual se verifica el cumplimiento de
determinados supuestos de validez del laudo arbitral, no debiendo perderse de vista que
las partes se han sometido de modo voluntario y expreso a la jurisdicción arbitral que
resuelve la controversia de modo exclusivo y excluyente, por lo que la función de este
Colegiado no es la de efectuar ni revisar la valoración probatoria ni corregir los errores in
procedendo o in iudicando que se pudieran haber producido durante el proceso arbitral o
al emitirse el laudo, salvo claro está, que estos configurasen alguna de las causales de
nulidad expresamente previstas por ley. Por tanto, este Colegiado tiene claro que la
función de control judicial que le ha sido encomendada, según el diseño normativo del
arbitraje y su interrelación con el sistema de justicia a cargo del Estado, no equivale a una
función revisora propia de una instancia de grado.

16
En ese sentido, la doctrina nacional explica: «Por medio del recurso de anulación no es
posible discutir los fundamentos del laudo ni el acierto de sus disposiciones, porque no se
transfiere al tribunal revisor la facultad de decidir, que es exclusiva de los árbitros, porque
las partes han querido precisamente excluir a los tribunales, de intervención, que solo
aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que son
precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden
interponerse»4.

De este modo puede afirmarse que “la regulación de causales no hace sino afirmar la idea
de que el legislador busca que se realice una revisión sólo de carácter rescindente del
arbitraje, pues a la Sala de la Corte Superior que conozca del recurso de anulación de
laudo no le será posible sustituir la decisión de los árbitros, en cuanto al fondo, por la suya
propia”.5.

DECIMO OCTAVO: De este modo, el recurso de anulación no puede dar cabida a


reclamos por disconformidad con lo resuelto en sede arbitral, esto es, por discrepancia
con el criterio jurisdiccional (valoración probatoria, interpretación y aplicación normativa,
etc.) que informa el laudo.

Es así que, de conformidad con el artículo 62 inciso 2) de la Ley de Arbitraje, este


Colegiado “se encuentra prohibido pronunciarse respecto del fondo de la controversia o
del contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o interpretaciones
expuestas por el tribunal arbitral;” contexto en el cual debe tenerse presente la regla
establecida por la STC Nro. 728-2008-PHC/TC, según la cual:

“… el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el derecho a


la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de los propios
fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas
procesales o medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para
contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o
análisis.”

En ese sentido, el control de la debida motivación se limita a la verificación de la


aceptabilidad de la justificación de la decisión adoptada, esto es, de su aceptación bajo
condiciones de racionalidad, pero no a la verificación de su corrección, es decir, si las

4
LEDESMA NARVAEZ, MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos
Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.

AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis y VELASQUEZ MELENDEZ, Raffo. Sentido de la Anulación de
Laudo y de su Sistema Probatorio. En: Revista Peruana de Derecho Constitucional. Tribunal Constitucional.
Nro. 4 Nueva Epoca. 2011

17
razones expuestas son acertadas o erradas, pues ello supondría un nuevo juzgamiento
(selección e interpretación de normas y valoración de pruebas) y la superposición del
criterio interpretativo o valorativo del órgano de control al criterio asumido por el órgano
decisorio, convirtiéndose aquél en instancia de grado.

Como bien reconoce la doctrina nacional, “eventualmente, ello podría llevar a que se
cometan ciertas injusticias al momento de resolver causas arbitrales y que las mismas
sean protegidas por la regulación que impide revisar el fondo. No queda más que asumir
tal posibilidad, es el costo de la justicia arbitral. Y, en verdad, ningún modelo de proceso
está libre de injusticias porque el error puede estar siempre presente, aún en la última
instancia.”6

Alegados vicios de motivación de la tercera pretensión


DECIMO NOVENO: SUNAT manifiesta con relación a la tercera pretensión que la árbitro
no analizó ni valoró sus argumentos y no ha justificado los motivos por los que la entidad
debió tomar en cuenta el monto de la OT para aplicar la penalidad, pues debió señalar: a)
por qué la entidad debe aplicar el límite de la penalidad sobre la Orden de Trabajo?; b) en
qué parte de la norma se dispone que la penalidad se aplica sobre el Orden de Trabajo?;
c) por qué no se aplica en este caso la Opinión Nro. 020-2014/DTN que alegó SUNAT?.
Corresponde entonces a este Colegiado verificar si la fundamentación del laudo respecto
a dicho extremo (tercera pretensión) satisface el estándar constitucional del derecho a la
motivación, sin ingresar a juzgar si las razones asumidas por la árbitro como válidas y
suficientes, son o no correctas, por cuanto ello importaría revisar el fondo de lo resuelto, lo
que está prohibido por ley, como ya se dijo.

La pretensión implicada fue postulada en los siguientes términos:

“Tercera pretensión principal: Que, la demandada cumpla con devolver la suma de


S/.30,903.40 nuevos soles, por cobro indebido de penalidades en las Ordenes de Trabajo
Nro. 02, 50, 57 y 62; al aplicarse erróneamente el cobro de penalidades sobre el monto del
contrato, cuando ya existe jurisprudencia arbitral que señala que la penalidad se aplica al
monto de la orden de trabajo, por lo que de no devolverlo se generaría una apropiación
ilícita.”

Tal pretensión fue recogida literalmente y sin oposición alguna de SUNAT, como punto
controvertido en la audiencia respectiva, según acta de fojas 294 del expediente arbitral, y
tiene como trasfondo lo relativo a la forma en que debían aplicarse las penalidades por
atraso en la ejecución de las órdenes de trabajo.

6
Avendaño VALDEZ, Juan Luis y VELASQUEZ MELENDEZ, Raffo. Op.cit.

18
Sobre el particular, como bien lo expone la emplazada al absolver el recurso de anulación,
las posiciones contradictorias de las partes fueron: por el lado del CONSORCIO, que la
penalidad debía aplicarse sobre el monto de la orden de trabajo que se atrasó, y por el
lado de SUNAT, que debía aplicarse en cada orden de trabajo sacando el porcentaje, del
monto total del contrato.

Este asunto fue resuelto en el laudo favorablemente al CONSORCIO, esto es, acogiendo
la interpretación postulada por esta parte. Y se aprecia asimismo en las páginas 41 y 44
del laudo la exposición del razonamiento seguido por la árbitro que conllevan a la decisión
adoptada.

VIGESIMO: Así, se aprecia que se asume como base normativa el artículo 165 del
Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado (transcrito en la páginas 41 y 42 del
laudo), de cuya interpretación colige la árbitro que la penalidad puede operar en función
del monto del contrato, del monto del ítem que se debió ejecutar, y del monto de la
prestación parcial que fue materia de retraso, tratándose en este último caso de contratos
de ejecución periódica, por lo que concluye:

“En ese sentido, las penalidades a aplicarse deben ser de acuerdo a lo contratado,
teniendo en cuenta si se trata de un contrato de ejecución única o ejecución periódica
también denominado de duración. Al respecto, debe señalarse que, desde la perspectiva
de la ejecución de los contratos, estos se dividen en contratos de “ejecución única” y
contratos “de duración”.

Luego de lo cual diferencia conceptualmente el “contrato de ejecución única”, del “contrato


de duración”, distinguiendo en este último, el contrato de “ejecución continuada”, del
contrato de “ejecución periódica”, citando a tal efecto la opinión doctrinaria de Messineo.
Seguidamente, y remitiéndose a la Opinión Nro. 020-2014/DTN emitida por la Dirección
Técnico Normativa de Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado, enfatiza
que:

“el cálculo de la penalidad diaria se realiza tomando en consideración el plazo y el monto


del contrato vigente, salvo en los contratos de “ejecución periódica”, en los cuales dicho
cálculo debe realizarse tomándose en consideración el plazo y el monto de las
prestaciones parciales incumplidas”.

Seguidamente, con base en la opinión doctrinaria de La Puente y Lavalle, precisa que


debe entenderse por “prestaciones parciales”, aquellas que:

“están referidas a las diversas prestaciones que los contratistas deberán realizar de forma
continuada en el tiempo durante el trámite de la ejecución de un contrato de ejecución

19
periódica, precisando que en este tipo de contratos el contratista deberá efectuar las
mismas prestaciones repetidamente en el tiempo, mientras la obligación se encuentre
vigente”.

A continuación analiza cómo se efectuó en el caso concreto la aplicación de las


penalidades, concluyendo que se hizo en base a los montos del contrato sin tenerse en
cuenta el monto de las órdenes de trabajo, por lo que concluye que SUNAT debe devolver
la suma demandada como tercera pretensión.

En ese orden de ideas, es claro y absolutamente inteligible que según el razonamiento de


la árbitro único, ésta consideró que el contrato sub materia era uno “de duración”,
específicamente uno “de ejecución periódica”, en el que la aplicación de las penalidades
debía hacerse tomando en consideración el monto de las prestaciones parciales
incumplidas, lo que justificó su decisión de considerar que SUNAT había efectuado
descuentos indebidos, cuyo monto ordenó pagar.

Por tanto, se tiene que el laudo sí se encuentra debidamente motivado, no pudiendo


acogerse los cuestionamientos específicos de SUNAT, que más bien revelan
disconformidad con el criterio jurídico con el cual se determinó - sobre la base de lo
dispuesto por el artículo 165 del Reglamento de la Ley de Contrataciones del Estado- la
forma en que procedía la aplicación de las penalidades en el caso concreto, en función de
la calificación dada al contrato sub materia. Por lo demás, si bien SUNAT denuncia que en
el laudo no se explicó por qué no se aplica en este caso la Opinión Nro. 020-2014/DTN
que invocó, lo cierto es que en la motivación del laudo sí se hace aplicación de dicha
opinión administrativa efectuando la cita respectiva –incluso tomando literalmente como
fundamentos, consideraciones de ésta- a los efectos de la calificación de la naturaleza del
contrato como uno de ejecución periódica para determinar la consecuente aplicación de
penalidades. Por lo que no se configura el vicio que SUNAT denuncia.

Alegados vicios de motivación de la cuarta pretensión


VIGESIMO PRIMERO: Por otro lado, con relación a la cuarta pretensión relativa al pago
de indemnización de daños y perjuicios por S/.100,000, sostiene SUNAT dos argumentos
como sustento de su pedido nulificante: a) que la pretensión indemnizatoria fue postulada
como una de daño moral, y así fue fijada como punto controvertido, sin embargo ha sido
resuelta y concedida como una de daño patrimonial; y b) que se aplicó oficiosamente el
artículo 1332 del Código Civil para conceder una indemnización sin que exista prueba del
daño, y sin explicar cuáles son los criterios, las razones y la doctrina que utilizó el árbitro
para determinar que la suma de los daños ascienden a S/.100,000.

20
En cuanto a lo primero puntualizado, implica un cuestionamiento de incongruencia
procesal, denominada incongruencia con relación a la pretensión.

Incongruencia procesal
VIGESIMO SEGUNDO: La interposición de la demanda (y la reconvención, en su caso)
delimita el marco de actuación concreta del tribunal arbitral en el caso específico,
circunscribiendo su competencia genérica determinada por el convenio arbitral, a una
controversia concreta definida por las pretensiones postuladas por las partes, que
requerirán del pronunciamiento del tribunal arbitral.

No debe perderse de vista que la relación jurídica entre las partes y los árbitros tiene un
enraizamiento contractual, en virtud de lo cual puede afirmarse que los árbitros son
contratados por las partes para que resuelvan su controversia, de tal modo que la
prestación de los árbitros (el pronunciamiento decisorio contenido en el laudo) supone por
un lado una facultad que las partes le han conferido, pero a la vez una obligación que deben
cumplir, ambivalencia que implica que ambas (facultad y obligación) se limitan
recíprocamente; vale decir, los árbitros solo podrán resolver aquello que las partes les han
encargado resolver, pero a la vez, están obligados a resolver aquello que les ha sido
sometido a su decisión.

Así, entonces, la congruencia se revela de modo manifiesto para el caso del arbitraje, como
una limitación a la competencia para resolver que las partes han concedido a los árbitros,
que por lo demás, encuentra justificación en los principios dispositivo y de contradicción, y
está estrechamente relacionada con el derecho a la motivación del laudo y a la búsqueda
de una decisión que respete los parámetros de logicidad7.

VIGESIMO TERCERO: De otro lado, independientemente del debate que en doctrina y


derecho comparado pueda suscitar la calificación de la naturaleza jurídica de arbitraje,
nuestro ordenamiento jurídico con base en el artículo 139 de la Constitución y su
7
STC Exp. 00456-2008-PHC/TC, de 19 de setiembre de 2008:
“Debida motivación de las resoluciones y principio de congruencia
8. En lo que concierne a la alegada vulneración de la debida motivación de las resoluciones, su contenido
constitucional se respeta, prima facie, siempre que exista: a) fundamentación jurídica, que no implica la sola
mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y justificación de por qué tal caso se encuentra o no
dentro de los supuestos que contemplan tales normas; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto, que implica la
manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad entre los pronunciamientos del fallo y las
pretensiones formuladas por las partes; y c) que por sí misma exprese una motivación suficiente justificación de la
decisión adoptada, aun si ésta es breve o concisa, o si se presenta el supuesto de motivación por remisión (Cfr.
STC. Exp. 4348-2005-PA/TC, fundamento 2).
9. En este sentido, si bien la parte demandante alega la vulneración del principio de congruencia de manera
independiente al derecho a la debida motivación, siendo la congruencia un elemento integrante de aquel derecho,
ambos extremos deberán ser evaluados de manera conjunta.”

21
interpretación según la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, considera al arbitraje
como jurisdicción especial que se ve sometida a los imperativos del debido proceso. Por
tanto, debe aceptarse que si bien el arbitraje se rige por reglas especiales, comparte con el
proceso judicial el principio de congruencia procesal, según el cual debe existir
correspondencia entre lo pedido y lo resuelto, vale decir, entre petitum y decisum.

De este modo, el principio de congruencia en sede arbitral está ligado y forma parte del
contenido esencial o constitucionalmente protegido del derecho a la motivación de los
laudos y su violación se traduce principalmente en la vulneración del fundamental derecho
de defensa que constituye el eje del debido proceso.

VIGESIMO CUARTO: El Tribunal Constitucional ha expresado con relación a la


incongruencia procesal como vicio de motivación, lo siguiente:

e) La motivación sustancialmente incongruente. El derecho a la debida motivación de


las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver las pretensiones de las partes de
manera congruente con los términos en que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto,
desviaciones que supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal incumplimiento genera de
inmediato la posibilidad de su control. El incumplimiento total de dicha obligación, es decir,
el dejar incontestadas las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate
judicial generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela judicial y
también del derecho a la motivación de la sentencia (incongruencia omisiva). Y es que,
partiendo de una concepción democratizadora del proceso como la que se expresa en
nuestro texto fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo constitucional
que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una respuesta razonada, motivada y
congruente de las pretensiones efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia
procesal exige que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada, no
omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.” (STC Exp. Nro. 728-2008-
HC/TC)

VIGESIMO QUINTO: Se aprecia de fojas 86 del expediente vital, que la cuarta pretensión
de la demanda del CONSORCIO fue postulada en los siguientes términos:

“Cuarta Pretensión Principal: Que, la demandada cumpla con abonarnos la suma de


S/.100,000 nuevos soles por concepto de daño moral. Causado por la firma de actuar (sic)
de la demandada, al no cumplir con cancelarnos los trabajos dentro del plazo legal, los
cobros indebidos por aplicación ilegal de la penalidad.”

Asimismo se aprecia a fojas 233 del expediente arbitral, que EL CONSORCIO propuso
que se fije como punto controvertido –respecto de este extremo- lo siguiente:

“Cuarta pretensión principal


Que, la demandada cumpla con abonarnos la suma de S/.100,000 nuevos soles por
concepto de daño moral. Causado por la forma de actuar de la demandada, al no cumplir

22
con cancelarnos los trabajos dentro del plazo legal, los cobros indebidos por aplicación
ilegal de la penalidad.”

Por su parte, a fojas 279 del expediente arbitral SUNAT propuso se fije como puntos
controvertidos con relación a la cuarta pretensión demandada:

“Cuarta Pretensión:
[…]
. Determinar si se configura los elementos de la responsabilidad civil
. Determinar si existe daño moral causado por el no pago de la valorización Nro. 4”

Es así que en la Audiencia de fecha 11 de agosto de 2015, según acta de folios 294, se
fijó como punto controvertido lo siguiente:

“Cuarto punto controvertido: Determinar si corresponde o no que la demandada cumpla


con abonar al demandante la suma de S/.100,000 nuevos soles por concepto de daño
moral causado por la firma de actuar (sic) de la demandada, al no cumplir con cancelar los
trabajos dentro del plazo legal, los cobros indebidos por aplicación ilegal de penalidad.”

Por tanto, es claro que el debate de la cuarta pretensión versó sobre el daño moral que
presuntamente habría infringido SUNAT al Consorcio, por su conducta en la ejecución
contractual, según lo alegado por el contratista.

VIGÉSIMO SEXTO: Existen daños materiales, que afectan el patrimonio de la víctima


(lucro cesante, daño emergente, pérdida de chance), pero también existe otra categoría
de daños cuyo significado y alcances ha sido y sigue siendo materia de debate
doctrinario, problema que incluye su denominación; como lo son el daño no patrimonial,
daño extrapatrimonial, daño moral, daño biológico, daño a la salud, daño a la persona,
daño a la vida de relación, daño inmaterial, daño al proyecto de vida, daño a la integridad
psicosomática, daño psíquico, daño extraeconómico, daño subjetivo, entre otros.

En suma, este daño es de índole inmaterial o extrapatrimonial, y su indemnización tiene


por finalidad un tipo particular de resarcimiento, que apunta a una satisfacción8, o
compensación indirecta (lo que cumple una función aflictivo-consolatoria). Tal fue el daño
cuyo resarcimiento fue demandado expresamente.

VIGESIMO SETIMO: Dicha pretensión fue finalmente amparada en el laudo, en los


términos siguientes:

8
 DE TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. La Responsabilidad Extracontractual. En: Biblioteca para Leer el
Código Civil, Vol. IV, T. II, Fondo Editorial PUCP, 2001, pp. 93 y ss.

23
“CUARTO: DECLARAR FUNDADA la cuarta prensión principal, por lo que, corresponde
que la demandada cumpla con abonar al demandante la suma de S/.100,000 nuevos soles
por concepto de daño causado por la forma de actuar de la demandada, al no cumplir
con cancelar los trabajos dentro del plazo legal, los cobros indebidos por aplicación ilegal
de penalidad”.

Nótese que no existe referencia al daño moral específicamente postulado por la parte
demandante y controvertida en el arbitraje, omisión que no es casual a la luz de las
consideraciones expuestas en el laudo como fundamento de la decisión adoptada. En
efecto, se lee de la motivación de este extremo resolutivo, que la árbitro único no tuvo en
cuenta en ningún momento la calidad específica de daño cuya reparación era objeto de
pretensión: el daño moral, y más bien abordó su análisis como si se tratase de daño
patrimonial. Así, se lee a partir de la página 45 del laudo, que la árbitro único se limita a
glosar conceptos teóricos sobre los elementos de la responsabilidad civil (daño,
antijuricidad, nexo causal, error de atribución), sin efectuar ningún juicio de subsunción de
los hechos probados, para luego invocar el artículo 1331 del Código Civil relativo a la
carga de probar los daños y perjuicios en caso de inejecución de obligaciones o
incumplimiento parcial, tardío y defectuoso, luego de lo cual afirma:

“En el presente caso, se tiene que la demandada se retrasó en el pago oportuno de la


obligación principal, así como, realizó el cobro indebido de penalidades partiendo del
cálculo de la misma sobre el monto contractual, y no sobre el monto de la orden de trabajo,
asimismo, se advierte un incumplimiento de la demandada al respetar los plazos de ley.
Del mismo modo, el pago parcial y tardío de la obligación principal contenida en la
valorización Nro. 04, es propiamente un daño en el patrimonio de la demandante, no
siendo lógico que una factura remitida con fecha 06.01.2013, sea pagada parcialmente el
19.01.2015”. (negrita agregada)

Así, puede corroborarse que se concedió la indemnización de un pretendido daño moral,


pero con la afirmación de un daño patrimonial, sin que en modo alguno el razonamiento
de la árbitro único hubiera discurrido sobre la existencia o no del daño moral invocado,
máxime tratándose de una persona jurídica, lo que ciertamente constituye un desvió del
debate y un apartamiento de lo que fue postulado por la demandante y respecto de lo cual
SUNAT formuló defensa y contradicción, y que mereció ser fijado expresamente como
punto controvertido, no habiéndose tampoco explicado en forma alguna por qué la árbitro
consideró pertinente conceder dicha indemnización en forma genérica (“por concepto de
daño causado”) cuando específicamente le fue solicitado como daño moral. Por tanto, a
criterio del Colegiado se configura un vicio de motivación que amerita la anulación del
laudo.

24
Aplicación del criterio de equidad
VIGESIMO OCTAVO: Por otro lado, SUNAT cuestiona también la aplicación oficiosa del
artículo 1332 del Código Civil para conceder una indemnización en equidad, cosa que –
sostiene- no le fue solicitado- y sin explicar además los criterios de tal aplicación.

Al respecto, se aprecia que en el laudo se expresa:

VIGESIMO NOVENO: El artículo 1332 del Código Civil dispone:

1332.- Valorización del resarcimiento


Si el resarcimiento del daño no pudiera ser probado en su monto preciso, deberá fijarlo el
juez con valorización equitativa.

Dicha disposición provee de una herramienta fundamental al juzgador para la valorización


del daño de muy difícil o imposible probanza, y como tal atañe a la cuantificación del daño
mas no a la acreditación del mismo ni a la atribución de responsabilidad.

Del laudo se aprecia que la árbitro único apela al artículo citado para valorar con criterio
de equidad los daños que a su juicio se han producido y son imputables y reprochables a
SUNAT. En ese sentido, el hecho que el artículo 1332 C.C. no fuera invocado por la
demandante ¿impedía que la árbitro único hiciera aplicación oficiosa de él para resolver la
cuarta pretensión principal?; y ¿la aplicación de tal norma puede ser considerada
incongruencia que determina la nulidad del laudo? El Colegiado estima que no, dado que
tratándose de un arbitraje de Derecho como el que nos ocupa, se encontraba dentro de la
esfera de atribuciones de la árbitro único el seleccionar, interpretar y aplicar la norma
jurídica de Derecho peruano que considerase pertinente para resolver la tercera
pretensión principal.

25
TRIGESIMO: Sin embargo, se aprecia asimismo que el laudo ha arribado al monto
ordenado pagar, “equitativamente” con base en el artículo 1332 del Código Civil,
desconociéndose en verdad el criterio que informaría dicha “equidad”, por lo que esa
fórmula de determinación del quantum indemnizatorio no constituye motivación de la
decisión. En efecto, debe tenerse presente que la aplicación del criterio de equidad para la
determinación de un quantum indemnizatorio por el juzgador tampoco se encuentra
exento del deber de motivación, pues como informa la doctrina nacional:

"…es importante reiterar que para otorgar un monto indemnizatorio, no solo es necesaria la
existencia de un daño cierto y determinado, el que además debe estar explicitado en la
resolución, sino que es indispensable que la decisión judicial determine cómo obtuvo la
suma ordenada, es decir cómo se valoraron los medios de prueba que sirvieron de
sustento para su decisión. Más aún, en los casos en los que se invoca la equidad, debe
tenerse un cuidado particular, pues el juez deberá determinar por qué para el caso
concreto el monto ordenado es equitativo, por qué no corresponde otorgar una suma
menor o por el contrario, una mayor.

En efecto, aun la equidad debe ser susceptible de demostración o comprobación sobre la


base de parámetros objetivos, en caso contrario, podría perfectamente ocurrir que la
9
invocación a la equidad se convierta en el disfraz perfecto de la arbitrariedad.”

Por lo demás, este criterio ha sido asumido jurisdiccionalmente en sede de control del
arbitraje, por ejemplo en las causas Nro. 244-2014 de esta Sala y Nro. 254-2011 de la
Primera Sala Civil Subespecialidad Comercial de Lima, en que se expresó:

“2.8 Así las cosas, es claro que el juicio de equidad no solo no es sinónimo de ausencia de
razonamiento, sino que es su antónimo; justamente requerirá de un análisis más razonado que
la ciega aplicación de los factores existentes: va a requerir hacer comparaciones, analizar
mercados, realizar estadísticas, fundarse en bases, entre otros. Y todo ello deberá ser
explicado, sustentado, a fin de no caer en el juego de la arbitrariedad. La parte que paga
deberá saber que paga; la víctima deberá saber qué es lo que se le repara.

Es impensable que se decida sobre intereses ajenos sin explicar las razones de tal decisión; y
el que el extremo a decidir se refiera al quantum indemnizatorio no altera este principio en
absoluto.

2.9 El utilizar la valoración equitativa no puede importar exigir a las partes un sometimiento de
fe hacia el juzgador; por el contrario, el empleo de este criterio, como ultima ratio, importa
otorgar al juzgador la oportunidad de elaborar un edificio solido de argumentos que conduzcan
a un resultado justo. Justo para demandante y justo para demandado.

No debe perderse de vista que la equidad es un concepto que está por encima de las
individualidades; es para ambas partes en el proceso, busca una verdad lógica y racional para
aplicar justicia. Una decisión no puede ser equitativa para una de las partes e inequitativa para
la otra: es equitativa o no lo es, al igual que la justicia (o es justa la decisión en si misma o es
injusta). Nada hay más imparcial que lo equitativo, por lo que debe ser expuesto, a fin de
demostrar la base en la que se sostiene.

9
ARRARTE ARISNABARRETA, Ana María. Sobre el deber de motivación de las resoluciones judiciales en
el ordenamiento procesal civil peruano en Diálogo con la Jurisprudencia, Tomo 63 Diciembre de 2003, 123-
124.

26
La motivación de las resoluciones (arbitrales o judiciales) es el único camino para verificar si se
actuó de modo equitativo/justo. Por ello no hay exención de este deber en ningún caso,
alcanza a jueces y árbitros, sobre todo cuando se trata del empleo del criterio o juicio de
10
equidad.”

Por lo que resulta evidente en el caso de autos, que el laudo emitido no satisface
mínimamente en este extremo, el deber de motivación que impone el debido proceso, que
se refleja objetivamente en el hecho que no es posible conocer por qué es equitativo el
monto de S/.100,000 finalmente concedido, y por qué no resultaría igualmente equitativo
un monto mayor o menor. Por tanto, el laudo adolece de vicio de motivación que lo
invalida en este extremo.

En cuanto a la causal c)
TRIGESIMO PRIMERO: El artículo 63 inciso 3) literal c) de la Ley de Arbitraje comprende
dos supuestos, siendo el segundo el invocado por el demandante; tal supuesto está
referido a la posibilidad de cuestionar las actuaciones arbitrales, siempre que éstas se
hayan realizado en contravención a los acuerdos adoptados por las partes o, en su
defecto, al reglamento que resulte aplicable, o a las normas contenidas en la Ley de
Arbitraje.

Al respecto el Colegiado tiene presente que por el principio de autonomía privada que
sustenta las relaciones contractuales, la voluntad de las partes tiene fuerza para
vincularlas en los términos y condiciones que esas mismas partes definan. Sin embargo,
la fuerza jurígena de la autonomía de la voluntad opera en dos planos claramente
diferenciables: el primero, de orden sustantivo, al configurar las partes su relación jurídica
mediante el contrato y el sometimiento del mismo a una normativa determinada con
arreglo a la cual deberá resolverse una eventual controversia; y otro de orden
procedimental, al acordar las partes las reglas del mecanismo alternativo de resolución de
disputas (autocompositivo o heterocompositivo) que adopten, diferente al proceso judicial.
En el primer caso estamos hablando de normas sustantivas; en el segundo, de reglas
procedimentales.

Así, el artículo 34° de la Ley de Arbitraje dispone :

Artículo 34.- Libertad de regulación de actuaciones


1. Las partes podrán determinar libremente las reglas a las que se sujeta el tribunal
arbitral en sus actuaciones. A Falta de acuerdo o de un reglamento arbitral aplicable, el
tribunal arbitral decidirá las reglas que considere más apropiadas teniendo en cuenta
las circunstancias del caso.

10
Voto singular de la Magistrada Roxana Jiménez Vargas-Machuca.

27
2. […]
3. Si no existe disposición aplicable en las reglas aprobadas por las partes o por el
tribunal arbitral, se podrá aplicar de manera supletoria, la norma aplicable en este
Decreto Legislativo. Si no existe norma aplicable en este Decreto Legislativo, el tribunal
arbitral podrá recurrir, según su criterio, a los principios arbitrales así como a los usos y
costumbres en materia arbitral”.

De lo expuesto, se deriva como efecto inexorable que cuando las partes someten a
particulares –los árbitros- la solución de sus conflictos de acuerdo a determinadas reglas
acordadas directa y expresamente (reglas del arbitraje), o por remisión a un plexo
normativo determinado (Reglamento del Centro de Arbitraje), se comprometen al respeto
y cumplimiento de tales reglas y a lo que de acuerdo a ellas sea decidido por el árbitro.

Por tanto, la causal de anulación prevista en el artículo 63 inciso 1 acápite c) de la ley


arbitral, se cimenta sobre la autonomía de voluntad y la fuerza jurígena de su ejercicio en
la específica configuración de las normas procedimentales del arbitraje; y tiene por
finalidad garantizar esa eficacia vinculante del acuerdo de voluntades de las partes. De
ninguna manera constituye el supuesto de dicha causal de anulación, la infracción o
inaplicación de las normas de derecho material consideradas pertinentes para resolver la
controversia, pues esto atañe al juzgamiento del fondo del asunto, lo que de conformidad
con el principio de irrevisabilidad del laudo, se encuentra más allá de la competencia de
esta instancia de control de validez formal del laudo, y es, más bien, objeto de prohibición
expresa en el artículo 62.2 de la Ley de Arbitraje.

TRIGESIMO SEGUNDO: SUNAT denuncia que el laudo no cumple con la regla contenida
en el numeral 6 del acta de instalación del arbitraje, que establece la legislación aplicable
para resolver el fondo de la controversia, con el siguiente orden de prelación: La ley
(Decreto Legislativo 1017) y su Reglamento (Decreto Supremo 184-2008-EF); las normas
de derecho público y las normas de derecho privado. Sostiene que este incumplimiento se
evidencia la momento que se pronuncia sobre la primera pretensión, cuando la árbitro
único señala que el incumplimiento en el plazo de 10 días para realizar las observaciones
trae una “sanción legal” para la entidad por la inoperancia, negligencia e inactividad, ya
aplica la sanción legal por considerar que SUNAT no respetó el plazo legal ni el plazo
dado por el demandante para la verificación y otorgamiento de la conformidad. Sin
embargo, sostiene SUNAT, sólo con la conformidad procede el pago, y dicha conformidad
se obtiene cuando se comprueba el cumplimiento del contrato, por lo que no existe vacío.
Además, indica, el Reglamento en ninguna parte señala que de no pronunciarse la
entidad, se debe tener por cumplida la prestación como acto de sanción legal; por tanto, el

28
laudo no ha sido laudado conforme la LCE y su Reglamento, por tanto no se ha cumplido
con lo pactado por las partes sobre la aplicación de la norma.
En tal orden de ideas, como puede verse, por vía de la invocación de la causal c) de
anulación, SUNAT controvierte la selección y aplicación del derecho material con que la
árbitro único ha resuelto el fondo de la controversia, pretensión que es propia de una
impugnación vertical como apelación, mas resulta ajena a la naturaleza y alcances del
recurso de anulación, como quedó dicho; por lo que no se configura en el caso de autos,
la causal invocada, por lo que el presente recurso de anulación debe ser declarado
infundado en ese extremo.

TRIGESIMO TERCERO: En orden a las consideraciones precedentes, corresponde


declarar fundado en parte el recurso de anulación, únicamente en cuanto al cuarto punto
resolutivo del laudo y por la causal b) (vicios de motivación), debiendo procederse al
reenvío de la causa arbitral a fin que la árbitro único emita nuevo pronunciamiento, de
conformidad con el artículo 65 inciso b) de la Ley de Arbitraje; quedando subsistentes y
válidos los demás extremos.

Lo resuelto implica que ambas partes han tenido motivos atendibles para litigar, por lo que
corresponde exonerárseles del pago de costas y costos, de conformidad con el artículo
412 primer párrafo, in fine, del Código Procesal Civil.

En mérito de lo expuesto, este Colegiado, impartiendo justicia en nombre del pueblo


peruano y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

(i) DECLARAR FUNDADO EN PARTE el recurso de anulación de laudo arbitral en el


extremo que invoca la causal b) del inciso 1 del artículo 63 de del Decreto
legislativo 1071, en cuanto al Cuarto punto resolutivo del laudo. En consecuencia,
se DECLARA PARCIALMENTE NULO el laudo arbitral de derecho emitido con
fecha 10 de febrero de 2016 por la Árbitro Único KATIA LILIANA FORERO LORA,
e INVALIDO el Cuarto Punto Resolutivo que declara fundada la cuarta
pretensión principal y ordena a SUNAT el pago de la suma de S/.100,000 nuevos
soles por concepto de daño causado respecto de la cuarta pretensión de la
demanda arbitral, debiendo la árbitro único emitir nuevo pronunciamiento de
conformidad con el artículo 65 inciso b) de la Ley de Arbitraje.

29
(ii) DECLARAR INFUNDADO el recurso de anulación de laudo arbitral en los demás
extremos postulados. En consecuencia, se DECLARA la validez del laudo
arbitral de derecho en los demás extremos resolutivos diferentes al cuarto punto
resolutivo anulado.
(iii) Sin costas ni costos.
Notifíquese conforme a ley.-

En los seguidos por SUNAT contra el CONSORCIO ECHENIQUE SANTIAGO Y


ASOCIADOS – MAYSEPI EIRL sobre Anulación de Laudo Arbitral.

ROSSELL MERCADO ARRIOLA ESPINO

RIVERA GAMBOA

30
[1]


3RGHU-XGLFLDO
&RUWH6XSHULRUGH-XVWLFLDGH/LPD
6HJXQGD6DOD&LYLOFRQ6XEHVSHFLDOLGDG&RPHUFLDO


El Tribunal Arbitral no brinda razones (argumentación jurídica) que justifiquen la
inaplicación de las normas de la Ley de Contrataciones del Estado y su Reglamento que
constituyen normas de Orden Público, tan solo expresa que dará preferencia y primacía al
aspecto material (lo hechos acecidos en la ejecución de la obra - elaboración del expediente
técnico) sobre el aspecto formal (normas de Orden Público), concluyendo que si
corresponde otorgar mayores gastos generales, aun cuando dicho tribunal expresamente
señala que el Consorcio no solicito ampliación de plazo, incurriéndose de ese modo en
causal de anulación prevista en el literal b del numeral 1 del artículo 63° del Decreto
Legislativo N° 1071.


(;3(',(17(1ƒ

'HPDQGDQWH  0,1,67(5,2 '(  75$163257(6 < &2081,&$&,21(6 ²
3529,$61$&,21$/
'HPDQGDGR  &21625&,29,&&2
0DWHULD  $18/$&,Ð1'(/$8'2$5%,75$/

5(62/8&,Ð11ƒ18(9(
0LUDIORUHVQXHYHGHPDU]RGHGRVPLOGLHFLVLHWH
9,6726
2%-(72'(/5(&8562
(V PDWHULD GH SURQXQFLDPLHQWR OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO
LQWHUSXHVWR SRU HO 0,1,67(5,2 '( 75$163257(6 < &2081,&$&,21(6
FRQWUDHO/DXGR$UELWUDOFRQWHQLGRHQODUHVROXFLyQQ~PHURGHIHFKDGH
DEULOGHHPLWLGRSRUHO7ULEXQDO$UELWUDOFRQIRUPDGRSRU&DUORV(QULTXH
&DOGHUyQ &DUYDMDO &HFLOLD ,VDEHO 5Xt] 0RUDOHV \ -RUJH 5DPyQ $EDVROR
$GULDQ]HQ \ HQ HO SURFHVR DUELWUDO VHJXLGR SRU &21625&,2 9,&&2 FRQWUD
352<(&72 (63(&,$/ ,1)5$(6758&785$ '( 75$163257( 7(55(675(
1$&,21$/ '( 0,1,67(5,2 '( 75$163257(6 < &2081,&$&,21(6 ²
3529,$61$&,21$/
,QWHUYLHQHFRPRPDJLVWUDGRSRQHQWHHO6U5RVVHOO0HUFDGR
)81'$0(1726'(/$'(0$1'$
&$86$/%
/DHQWLGDGGHPDQGDQWH0LQLVWHULRGH7UDQVSRUWHV\&RPXQLFDFLRQHV HQ
DGHODQWHOD(QWLGDGR3529,$6 LQYRFDODFDXVDOE GHOQXPHUDOGHODUWtFXOR
[2]

 GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ   /H\ GH $UELWUDMH TXH HVWDEOHFH TXH  HO
ODXGRVyORSRGUiVHUDQXODGRFXDQGRODSDUWHTXHVROLFLWDODDQXODFLyQDOHJXH
\ SUXHEH TXH XQD GH ODV SDUWHV QR KD VLGR GHELGDPHQWH QRWLILFDGD GHO
QRPEUDPLHQWR GH XQ iUELWUR R GH ODV DFWXDFLRQHV DUELWUDOHV R QR KD SRGLGR
SRUFXDOTXLHURWUDUD]yQKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRVH[SUHVDPHQWHVHxDODTXH
HO ODXGR DUELWUDO DGROHFH GH XQD PRWLYDFLyQ DSDUHQWH \R GHIHFWXRVD H
LQFRQJUXHQWH 6H FXHVWLRQD ORV VLJXLHQWHV H[WUHPRV UHVROXWLYRV GHO ODXGR
DUELWUDO
,  180(5$/'(/35,0(5381725(62/87,92²3$*2325352<(&72$/7(51$7,92

o ([LVWHXQDPRWLYDFLyQDSDUHQWH\RGHIHFWXRVDHLQFRQJUXHQWH\DTXHQR
VHHVWDEOHFLyVREUHODEDVHGHTXpVHHVWDUtDRUGHQDQGRDOD(QWLGDGSDJDU
DIDYRUGHO&RQVRUFLR9LFFR HQDGHODQWHHO&RQVRUFLRR9,&&2 ODVXPDGH
6  QXHYRV VROHV SRU OD HODERUDFLyQ GHO SUR\HFWR DOWHUQDWLYR VL
GLFKR SUR\HFWR QR IRUPDED SDUWH GH ODV REOLJDFLRQHV FRQWUDFWXDOHV GHO
&RQVRUFLR \ SRU HQGH GH ODV REOLJDFLRQHV GH SDJR D FDUJR GH OD (QWLGDG
6LQHPEDUJRFRQIRUPHDOQXPHUDOGHOODXGRHOWULEXQDOPDQLILHVWDGH
PDQHUD H[SUHVD GHMDU GH ODGR OR HVWDEOHFLGR HQ ODV %DVHV \ HO SURSLR
FRQWUDWR \ SURFHGLy D UHFRQRFHU OD UHDOL]DFLyQ GH XQ SUR\HFWR DOWHUQDWLYR
HIHFWXDGR SRU HO &RQVRUFLR TXH QR FRQWDED FRQ OD DXWRUL]DFLyQ GH OD
HQWLGDG
o ([LVWHXQDPRWLYDFLyQLQFRQJUXHQWHRFRQWUDGLFWRULDGHSDUWHGHOWULEXQDO
SRU FXDQWR ORHVWDEOHFLGRHQHO QXPHUDO VH FRQWUDGLFH FRQHO QXPHUDO
 GHO ODXGR \D TXH UHFRQRFH TXH GHQWUR GH XQ HVTXHPD IRUPDO \ GH OR
TXH FRQOOHYD XQ FRQWUDWR S~EOLFR ODV SDUWHV TXH OD VXVFULEHQ VH
HQFXHQWUDQ REOLJDGDV D ODV H[LJHQFLDV SUHYLDPHQWH SDFWDGDV HQ DUDV GH
FXPSOLPLHQWR GH OD ILQDOLGDG S~EOLFD TXH FRQOOHYD GLFKR FRQWUDWR 6LQ
HPEDUJRGHFLGHGHMDUGHODGRWRGRORVHxDODGRDQWHULRUPHQWH\GHFLGHD
VXGHFLULUPiVDOOiGHO´ULWXDOLVPRSRVLWLYLVWDµSDUDDFUHGLWDUODH[LVWHQFLD
GHGLFKRSUR\HFWRDOWHUQDWLYR\SRUHQGHVXSDJRFRQORFXDOKDDVXPLGR
OD FDUJD SUREDWRULD FRUUHVSRQGLHQWH DO &RQVRUFLR \ KD GHVFRQRFLGR OR
DFRUGDGRHQOD$GHQGD1ƒ07&
o 'H OR HVWDEOHFLGR HQ HO QXPHUDO  GHO ODXGR TXHGD FODUR TXH GH ORV
PHGLRV SUREDWRULRV DFWXDGRV HQ HO SURFHVR  DUELWUDO QLQJXQR GH HOORV
JHQHUy FHUWH]D UHVSHFWR D OD UHDOL]DFLyQ GHO SUR\HFWR DOWHUQDWLYR \ TXH QR
KXER GRFXPHQWR DOJXQR SUHVHQWDGR SRU HO &RQVRUFLR TXH DFUHGLWH VX
SUHWHQVLyQHVPiVQLVLTXLHUDSUHVHQWyHOVXSXHVWRFDUJRGHUHFHSFLyQGH
GLFKR SUR\HFWR VLQ HPEDUJR HO WULEXQDO KD UHVXHOWR UHFRQRFHU OD
H[LVWHQFLDGHOSUR\HFWRDOWHUQDWLYR\RUGHQDUVXSDJR
,,  180(5$/  '(/ 35,0(5 38172 5(62/87,92 ²3$*2 325 0$<25(6 *$6726
*(1(5$/(6

o 4XH HO WULEXQDO DUELWUDO UHFRQRFH TXH SDUD HO SDJR GH PD\RUHV JDVWRV
JHQHUDOHVGHEHH[LVWLUSUHYLDPHQWHXQDVROLFLWXGGHDPSOLDFLyQGHSOD]ROD
PLVPDTXHGHEHVHUGHFODUDGDIXQGDGDVLQHPEDUJRHOWULEXQDOGHFLGHGH
[3]

PDQHUDLQMXVWLILFDGD\VLQPRWLYDFLyQDOJXQDGHMDGHDSOLFDUORHVWDEOHFLGR
HQ OD SURSLD QRUPDWLYD GH FRQWUDWDFLyQ S~EOLFD \ RWRUJD GLFKRV PD\RUHV
JDVWRV JHQHUDOHV VLQ KDEHUVH WUDPLWDGR SUHYLDPHQWH XQD DPSOLDFLyQ GH
SOD]R EDViQGRVH ~QLFDPHQWH HQ XQ H[DPHQ PDWHULDO GH ORV KHFKRV D
SHVDUGHTXHpVWHHVXQDUELWUDMHGHGHUHFKR
o 4XHHQHVWHFDVRQRVHHVWiFXHVWLRQDQGRXQDSRVLEOHLQWHUSUHWDFLyQTXH
KD\DSRGLGRHIHFWXDUHOWULEXQDOUHVSHFWRDXQRGHORVDUWtFXORVGHOD/H\
GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR \ VX 5HJODPHQWR TXH UHJXOD ORV PD\RUHV
JDVWRV JHQHUDOHV VLQR TXH HO WULEXQDO KD\D GHMDGR GH ODGR R QR KD\D
DSOLFDGRORHVWDEOHFLGRHQGLFKDQRUPDWLYDSDUDHOWHPDGHUHFRQRFLPLHQWR
\SDJRGHPD\RUHVJDVWRVJHQHUDOHV
,,,  7(5&(5381725(62/87,92²,17(5(6(6/(*$/(6
o 'LFKR H[WUHPR GHO ODXGR WDPELpQ DGROHFH GH PRWLYDFLyQ DSDUHQWH \R
GHIHFWXRVDH LQFRQJUXHQWH SRU FXDQWR VLHO WULEXQDO KD UHFRQRFLGR TXHOD
HODERUDFLyQ GHO 3UR\HFWR $OWHUQDWLYR QR IRUPD SDUWH GH OR HVWDEOHFLGR HQ
ODV %DVHV ,QWHJUDGDV \ HO &RQWUDWR HQWRQFHV WDPSRFR FRUUHVSRQGH SDJR
DOJXQRSRUHOORQLPXFKRPHQRVHOSDJRGHLQWHUHVHVOHJDOHV
,9  &8$572381725(62/87,92²&$5(&('(2%-(72(0,7,5352181&,$0,(172
o 4XHHORILFLR1ƒ07&IXHQRWLILFDGRHOGHMXOLRGH
SRU HOOR HO SOD]R TXH WHQtD HO &RQVRUFLR 9LFFR SDUD VRPHWHU D DUELWUDMH
GLFKDOLTXLGDFLyQYHQFtDHOGtDGHDJRVWRGHVLQHPEDUJRUHFLpQ
HOGHMXOLRGHSURFHGHDVRPHWHUDDUELWUDMHODOLTXLGDFLyQHIHFWXDGD
SRUOD(QWLGDGORFXDOGHYLHQHHQH[WHPSRUiQHRPRWLYRSRUHOFXDOVHGHEH
WHQHUSRUFRQVHQWLGDODOLTXLGDFLyQHIHFWXDGDSRUOD(QWLGDG1RREVWDQWH
HQ HO ODXGR QR VH DSUHFLD PRWLYDFLyQ DOJXQD TXH MXVWLILTXH SRU TXp OD
SUHWHQVLyQ FRQVLVWHQWH HQ TXH VH GHFODUH FRQVHQWLGD OD OLTXLGDFLyQ
HIHFWXDGDSRUOD(QWLGDGKD\DVLGRGHFODUDGDTXHFDUHFHGHREMHWRSXHVOD
QRUPDWLYDGHFRQWUDWDFLyQS~EOLFDHVFODUDDOHVWDEOHFHUORVSOD]RVTXHVH
WLHQHSDUDVRPHWHUDDUELWUDMHXQDFRQWURYHUVLDUHIHULGDDODOLTXLGDFLyQGH
FRQWUDWR
9  6(*81'2 38172 5(62/87,92 ² )81'$'$ 35(7(16,Ð1 '( '(92/8&,Ð1 '(
*$5$17Ì$'(),(/&803/,0,(172
o 4XHHOWULEXQDODUELWUDOKDGHFLGLGRVLQPRWLYDFLyQDOJXQDGHSRUPHGLR
SXHVQRDSOLFyOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGR\VX5HJODPHQWRTXH
HVSHFtILFDPHQWH HQ VX DUWtFXOR  HVWDEOHFH TXH OD *DUDQWtD GH ILHO
FXPSOLPLHQWR GHEHUi WHQHU YLJHQFLD KDVWD HO FRQVHQWLPLHQWR GH OD
OLTXLGDFLyQILQDOQRFRUUHVSRQGLHQGRGHYROXFLyQDOJXQDGHGLFKDJDUDQWtD
SHVH D HOOR HO WULEXQDO RUGHQy OD GHYROXFLyQ GH OD JDUDQWtD GH ILHO
FXPSOLPLHQWR
&$86$/&
 3529,$6 LQYRFD OD FDXVDO F  GHO QXPHUDO  GHO DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR
[4]

/HJLVODWLYR1ƒ/H\GH$UELWUDMHTXHHVWDEOHFHTXHHOODXGRVyORSRGUi
VHUDQXODGRFXDQGRODSDUWHTXHVROLFLWDODDQXODFLyQDOHJXH\SUXHEHTXHOD
FRPSRVLFLyQ GHO WULEXQDO DUELWUDO R ODV DFWXDFLRQHV DUELWUDOHV QR VH KDQ
DMXVWDGR DO DFXHUGR HQWUH ODV SDUWHV R DO UHJODPHQWR DUELWUDO DSOLFDEOH VDOYR
TXH GLFKR DFXHUGR R GLVSRVLFLyQ HVWXYLHUDQ HQ FRQIOLFWR FRQ XQD GLVSRVLFLyQ
GH HVWH 'HFUHWR /HJLVODWLYR GH OD TXH ODV SDUWHV QR SXGLHUDQ DSDUWDUVH R HQ
GHIHFWR GH GLFKR DFXHUGR R UHJODPHQWR TXH QR VH KDQ DMXVWDGR D OR
HVWDEOHFLGR HQ HVWH 'HFUHWR /HJLVODWLYR %DMR HVWD FDXVDO VH FXHVWLRQD ORV
VLJXLHQWHVH[WUHPRVUHVROXWLYRVGHOODXGRDUELWUDO
9,  ,1&803/,0,(172'(/180(5$/'(/$&7$'(,167$/$&,Ð1

o 4XH HQ HO QXPHUDO  GHO $FWD GH ,QVWDODFLyQ VH DFRUGy TXH ODV
FRQWURYHUVLDV PDWHULD GHO SURFHVR DUELWUDO VH UHJLUtDQ \ UHVROYHUtDQ HQ
DSOLFDFLyQ GH OR GLVSXHVWR HQ OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR \ VX
5HJODPHQWR VLQ HPEDUJR HO 7ULEXQDO KD SURFHGLGR D UHVROYHU GLYHUVRV
SXQWRV FRQWURYHUWLGRV UHFRQRFLHQGR HO SDJR SRU OD HODERUDFLyQ GHO
SUR\HFWR DOWHUQDWLYR RWRUJDQGR PD\RUHV JDVWRV JHQHUDOHV QR GHFODUDQGR
FRQVHQWLGD OD OLTXLGDFLyQ HIHFWXDGD SRU OD (QWLGDG \ DO RUGHQDU OD
GHYROXFLyQ GH OD JDUDQWtD GH ILHO FXPSOLPLHQWR  GHMDQGR GH ODGR GLFKR
FXHUSRQRUPDWLYRDVtFRPRODVIRUPDOLGDGHVTXHHQpOVHHVWDEOHFHSRUOR
FXDO ODV DFWXDFLRQHV GHO 7ULEXQDO QR VH DMXVWD D OR DFRUGDGR HQWUH ODV
SDUWHVSHVHDTXHHODUELWUDMHHVGHGHUHFKR\QRGHFRQFLHQFLD
/RV KHFKRV DOHJDGRV HQ OD SUHVHQWH GHPDQGD IXHURQ GHQXQFLDGRV PHGLDQWH
UHFXUVRGHLQWHUSUHWDFLyQGHODXGRFRQIRUPHVHDSUHFLDGHIROLRVDHO
PLVPRTXHIXHGHFODUDGRLPSURFHGHQWHPHGLDQWHUHVROXFLyQSRUHOWULEXQDO
DUELWUDOGHIROLRDGHDXWRVKDELHQGRFXPSOLGRDVtHOUHFXUUHQWHFRQ
UHDOL]DU HO UHFODPR H[SUHVR FRQIRUPH D OR HVWDEOHFLGR HQ HO QXPHUDO  GHO
DUWtFXORGHOD/H\GH$UELWUDMH
75$0,7('(/352&(62
0HGLDQWH 5HVROXFLyQ 1ƒ  HO  GH DJRVWR GH  VH UHVROYLy DGPLWLU D
WUiPLWH OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO LQWHUSXHVWD SRU HO
0,1,67(5,2 '( 75$163257(6 < &2081,&$&,21(6 SRU ODV FDXVDOHV
FRQWHPSODGDVHQHOOLWHUDOE \F GHODUWtFXORƒGHOD/H\GH$UELWUDMH
0HGLDQWH 5HVROXFLyQ 1ƒ  GHO  GH RFWXEUH GH  VH WXYR SRU
DSHUVRQDGR D OD GHPDQGDGD &21625&,2 9,&&2 \ DEVXHOWR HO WUDVODGR
FRQIHULGRHQORVWpUPLQRVTXHDKtVHH[SRQHQ
&216,'(5$1'2
)81'$0(1726'((67$6$/$683(5,25
3ULPHUR 'HEHPRV DQRWDU TXH GH FRQIRUPLGDG FRQ ODV GLVSRVLFLRQHV OHJDOHV
SUHYLVWDVHQHODUWtFXORLQFLVR\GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ²/H\

2EUDQWHDIROLRVD
2EUDQWHDIROLRV
[5]

GH $UELWUDMH VH KDELOLWD HO FRQWURO MXGLFLDO GH ORV ODXGRV DUELWUDOHV HQ OD
PHGLGDTXHODVFDXVDOHVTXHIXQGDPHQWDQHOUHFXUVRVHHQFXHQWUHQSUHYLVWDV
WD[DWLYDPHQWHHQHODUWtFXORGHODUHIHULGDQRUPD(VWDQRUPDOHJDOVHxDOD
H[SUHVDPHQWH TXH FRQWUD HO ODXGR VyOR SRGUi LQWHUSRQHUVH UHFXUVR GH
DQXODFLyQ (VWH UHFXUVR FRQVWLWX\H OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR \
WLHQH SRU REMHWR OD UHYLVLyQ GH VX YDOLGH] SRU ODV FDXVDOHV WD[DWLYDPHQWH
HVWDEOHFLGDVHQHODUWtFXOR(OUHFXUVRVHUHVXHOYHGHFODUDQGRODYDOLGH]ROD
QXOLGDGGHOODXGR
6HJXQGR'HDFXHUGRDHOORGHEHPRVDQRWDUTXHHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGH
ODXGR DUELWUDO WLHQH SRU REMHWR UHYLVDU ~QLFDPHQWH OD YDOLGH] GHO ODXGR
FRQWUROiQGRVHHOFXPSOLPLHQWRGHODVH[LJHQFLDVOHJDOHVVLQHQWUDUDYDORUDUHO
DFLHUWR R GHVDFLHUWR GH OR GHFLGLGR HV GHFLU HO yUJDQR MXULVGLFFLRQDO VH
HQFXHQWUDOLPLWDGRDUHYLVDUVyORODIRUPDQRSXGLHQGRLQJUHVDUDODQiOLVLVGH
IRQGRGHODFRQWURYHUVLDVRPHWLGDDDUELWUDMH
$1É/,6,6'(/&$62&21&5(72
7HUFHUR (Q HO SUHVHQWH SURFHVR OD GHPDQGDQWH KD LQYRFDGR ODV FDXVDOHV
FRQWHQLGDV HQ ORV OLWHUDOHV E  \ F  GHO DUWtFXOR  GH OD /H\ GH $UELWUDMH
VHxDODQGR TXH VH KD HPLWLGR HO ODXGR DUELWUDO FRQ XQD PRWLYDFLyQ DSDUHQWH
GHIHFWXRVDHLQVXILFLHQWHTXHYXOQHUDVXGHUHFKRFRQVWLWXFLRQDODXQDGHELGD
PRWLYDFLyQ\FRQVHFXHQWHPHQWHHOGHELGRSURFHVR$XQDGRDHOORHOUHFXUUHQWH
VHxDODTXHVHKDUHVXHOWRVLQDSOLFDUODQRUPDWLYDHVSHFLDOHVWDEOHFLGDHQORV
FRQWUDWRV HVWR HV OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR \ VX 5HJODPHQWR OR
FXDO D VX GHFLU HYLGHQFLDUtD TXH ODV DFWXDFLRQHV GHO 7ULEXQDO $UELWUDO QR VH
KDQDMXVWDGRDORDFRUGDGRHQWUHODVSDUWHV
&XDUWR/RVSXQWRVFRQWURYHUWLGRVILMDGRVHQHOSURFHVRDUELWUDO\TXHVHUiQ
PDWHULDGHDQiOLVLVHQHOSUHVHQWHUHFXUVRVRQORVVLJXLHQWHV
ϭ͘WƌŝŵĞƌWƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ĞƚĞƌŵŝŶĂƌƐŝĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞŽŶŽƋƵĞWZKs/^E/KE>ƉĂŐƵĞĂ
s/K͕ ůĂ ƐƵŵĂ ĚĞ ^ͬϰ͕ϳϮϭ͘ϲϬϱ͕ ϯϬ ;ƵĂƚƌŽ DŝůůŽŶĞƐ ^ĞƚĞĐŝĞŶƚŽƐ sĞŝŶƚŝƷŶ Dŝů ^ĞŝƐĐŝĞŶƚŽƐ ŝŶĐŽ LJ
ϯϬͬϭϬϬ EƵĞǀŽƐ ^ŽůĞƐͿ ƉŽƌ ůŽƐ ƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐ ĐŽŶĐĞƉƚŽƐ͗ ůĂďŽƌĂĐŝſŶ ĚĞ WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͕ DĂLJŽƌ
ŽƐƚŽĚĞůWƌŽLJĞĐƚŽŽŶƚƌĂĐƚƵĂů͕DĂLJŽƌĞƐ'ĂƐƚŽƐ'ĞŶĞƌĂůĞƐ͕LJ>ƵĐƌŽĞƐĂŶƚĞ͘
Ϯ͘ ^ĞŐƵŶĚŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ WZKs/^ E/KE>
ĚĞǀƵĞůǀĂĂs/K͕ůĂĂƌƚĂĚĞ&ŝĞůƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽ͕LJĚĞĚĞůĂŶƚŽŝƌĞĐƚŽ͘
ϯ͘dĞƌĐĞƌ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ WZKs/^ E/KE> ƉĂŐƵĞ Ă
ĨĂǀŽƌ ĚĞs/K͕ ůŽƐ ŝŶƚĞƌĞƐĞƐ ůĞŐĂůĞƐ ƋƵĞ ƐĞ ŚĂďƌşĂŶ ŐĞŶĞƌĂĚŽ ĚĞů ŵŽŶƚŽ ^ͬϰ͕ϳϮϭ͘ϲϬϱ͕ϯϬ;ƵĂƚƌŽ
DŝůůŽŶĞƐ ^ĞƚĞĐŝĞŶƚŽƐ sĞŝŶƚŝƷŶ Dŝů ^ĞŝƐĐŝĞŶƚŽƐ ŝŶĐŽ LJ ϯϬͬϭϬϬ EƵĞǀŽƐ ^ŽůĞƐͿ ƋƵĞ ĞƐ ŵĂƚĞƌŝĂ ĚĞ ůĂ
ƉƌĞƐĞŶƚĞĐŽŶƚƌŽǀĞƌƐŝĂ͕LJƋƵĞƐĞĞŶĐƵĞŶƚƌĂĚĞƐĐƌŝƚĂĞŶĞůƉƌŝŵĞƌƉƵŶƚŽĐŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ
ϰ͘ ƵĂƌƚŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ ƐĞ >Z ĐŽŶƐĞŶƚŝĚĂ Ž
ǀĄůŝĚĂ ůĂ >ŝƋƵŝĚĂĐŝſŶ &ŝŶĂů ĚĞů ŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞ KďƌĂ EΣ ϯϭϬͲϮϬϬϲͲDdͬϮϬ ĂƉƌŽďĂĚĂ ƉŽƌ
WZKs/^E/KE>ŵĞĚŝĂŶƚĞƌĞƐŽůƵĐŝſŶŝƌĞĐƚŽƌĂůEΣϭϳϲϮͲϮϬϬϴͲDdͬϮϬĚĞĨĞĐŚĂϮϬĚĞ:ƵůŝŽĚĞ
ϮϬϬϴ LJ ƋƵĞ ĂƌƌŽũĂ ƵŶ ƐĂůĚŽĂ ƐƵ ĨĂǀŽƌ ƉŽƌ Ğů ŵŽŶƚŽ ĚĞ^ͬ ϮDzϯϯϮ͕ϮϮϯ͘ϲϯ;ŽƐ DŝůůŽŶĞƐ dƌĞƐĐŝĞŶƚŽƐ
dƌĞŝŶƚĂLJŽƐDŝů͕ŽƐĐŝĞŶƚŽƐsĞŝŶƚŝƚƌĠƐLJϲϯͬϭϬϬEƵĞǀŽƐ^ŽůĞƐͿ͘
'(6$552//2'(&$86$/%
4XLQWR(OLQFLVRE GHOQXPHUDO GHO$UWtFXORƒGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ
UHJXODTXHHO/DXGRVyORSRGUiVHUDQXODGRFXDQGRVHDOHJXH\SUXHEH
´E4XHXQDGHODVSDUWHVQRKDVLGRGHELGDPHQWHQRWLILFDGDGHOQRPEUDPLHQWR
GHXQiUELWURRGHODVDFWXDFLRQHVDUELWUDOHVRQRKDSRGLGRSRUFXDOTXLHURWUD
[6]

UD]yQ KDFHU YDOHU VXV GHUHFKRVµ /D FDXVDO LQYRFDGD DO UHIHULUVH D OD
LPSRVLELOLGDGGHDOJXQDGHODVSDUWHVGHKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRVVHHQPDUFD
GHQWUR GH OD SURWHFFLyQ GH ORV GHUHFKRV FRQVWLWXFLRQDOHV SDUWLFXODUPHQWH HO
GHUHFKRDOGHELGRSURFHVR (QHVH VHQWLGR FRPR KD TXHGDGRUHLWHUDGDPHQWH
HVWDEOHFLGR SRU OD FDVXtVWLFD \ MXULVSUXGHQFLD GH ODV 6DODV &RPHUFLDOHV GHOD
&RUWH 6XSHULRU GH -XVWLFLD GH /LPD HO GHUHFKR D OD PRWLYDFLyQ VH HQFXHQWUD
GHQWUR GH OD FREHUWXUD GHO FRQWURO MXGLFLDO GH YDOLGH] GHO ODXGR SRU YtD GHO
UHFXUVR GH DQXODFLyQ SUHYLVWR SRU OD /H\ GH $UELWUDMH FRQ EDVH HQ GLFKD
FDXVDOE 
(QHVWHSXQWRFRUUHVSRQGHUHDOL]DUODVLJXLHQWHSUHFLVLyQVLELHQHVFLHUWRHO
QXPHUDOGHODUWtFXORƒGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒHVWDEOHFHTXH´/DV
FDXVDOHVSUHYLVWDVHQORVLQFLVRVDEF\GGHOQXPHUDOGHHVWHDUWtFXORVyOR
VHUiQ SURFHGHQWHV VL IXHURQ REMHWR GH UHFODPR H[SUHVR HQ VX PRPHQWR DQWH HO
WULEXQDODUELWUDOSRUODSDUWHDIHFWDGD\IXHURQGHVHVWLPDGDVµ\HOQXPHUDO
GHOPLVPRDUWtFXORVHxDODTXH´1RSURFHGHODDQXODFLyQGHOODXGRVLODFDXVDO
TXH VH LQYRFD KD SRGLGR VHU VXEVDQDGD PHGLDQWH UHFWLILFDFLyQ LQWHUSUHWDFLyQ
LQWHJUDFLyQ R H[FOXVLyQ GHO ODXGR \ OD SDUWH LQWHUHVDGD QR FXPSOLy FRQ
VROLFLWDUORVµ HV HYLGHQWH TXH QR H[LVWH XQ UHFODPR SUHYLR LGyQHR SDUD
VXEVDQDUODVDOHJDFLRQHVGHDIHFWDFLyQDOGHELGRSURFHVRHQUHODFLyQDOGHEHU
GH PRWLYDFLyQ GHO ODXGR HQ FXDOTXLHUD GH VXV PDQLIHVWDFLRQHV R WLSRORJtDV
GHVDUUROODGDV DEXQGDQWHPHQWH SRU OD MXULVSUXGHQFLD FRQVWLWXFLRQDO R OD
GRFWULQD VREUH OD PDWHULD  SXHVWR TXH ORV UHFXUVRV SUHYLVWRV HQ OD QRUPD
FRPR VRQ HO GH UHFWLILFDFLyQ LQWHUSUHWDFLyQ LQWHJUDFLyQ R H[FOXVLyQ QR VH
UHYHODQ SHUWLQHQWHV SDUD TXH VH PRGLILTXH HO ODXGR TXH VH FXHVWLRQD DVt
HQWRQFHVGLFKRVPHFDQLVPRVQRVRQDGHFXDGRVSDUD´VXEVDQDUµHOODXGRHQHO
VHQWLGR TXH DKRUD VH GHQXQFLD HQ HO SUHVHQWH UHFXUVR 'H HVH PRGR HQ ORV
FDVRV TXH VH LQYRTXH DIHFWDFLyQ DO GHEHU GH PRWLYDU GH ORV iUELWURV HV
PHQHVWHU UHDOL]DU XQDH[FHSFLyQD OD UHJOD GHO UHFODPR SUHYLRFRPR UHTXLVLWR
GHSURFHGLELOLGDG
6H[WR 'HEH DQRWDUVH TXH HQ PXFKDV RFDVLRQHV ORV FXHVWLRQDPLHQWRV DO
ODXGR DUELWUDO VH SUHVHQWDQ EDMRV VXEWHUIXJLRV FRQFHUQLHQWHV D XQD LQGHELGD
PRWLYDFLyQ FXDQGR OR TXH HQ UHDOLGDG FXHVWLRQD OD SDUWH HV HO IRQGR GH OR
GHFLGLGR SRU HO iUELWUR $Vt EDMR HO DUJXPHQWR GH XQD SUHVXQWD LQGHELGD
PRWLYDFLyQ VH SODQWHD HQ UHDOLGDG OD SRVLELOLGDG GH UHYLVLyQ SRU HO yUJDQR
MXULVGLFFLRQDOGHOODXGRDUELWUDO$OUHVSHFWRVHKDVHxDODGRORVLJXLHQWH
͞ŽŶƐŝĚĞƌĂŵŽƐ ƋƵĞ Ğů ĚĞďĞƌ ĚĞ ŵŽƚŝǀĂƌ ŝŵƉůŝĐĂ ŝŶĐůƵŝƌ ƵŶĂ ŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ LJ ŶŽ ĚĂƌůĞ ƵŶĂ ĐĂůŝĚĂĚ
ĚĞƚĞƌŵŝŶĂĚĂ Ă ůĂ ŵŝƐŵĂ͕ ƐĂůǀŽ͕ ĐůĂƌŽ ĞƐƚĄ͕ ƵŶ ĂĐƵĞƌĚŽ ĚŝƐƚŝŶƚŽ ĞŶƚƌĞ ůĂƐ ƉĂƌƚĞƐ͕ ƐĞĂ ĚĞ ŵĂŶĞƌĂ
ĚŝƌĞĐƚĂŽĂƚƌĂǀĠƐĚĞůƐŽŵĞƚŝŵŝĞŶƚŽĂƵŶZĞŐůĂŵĞŶƚŽƌďŝƚƌĂůƋƵĞĂƐşůŽĞdžŝũĂ͘ůĂƌƚşĐƵůŽϲϮΣĚĞůĂ
>ĞLJ ƌďŝƚƌĂů ĐůĂƌĂŵĞŶƚĞ ŝŶĚŝĐĂ ƋƵĞ ůŽƐ ũƵĞĐĞƐ ŶŽ ƉƵĞĚĞŶ ƌĞǀŝƐĂƌ ůĂ ĐĂůŝĚĂĚ ĚĞ ůĂ ŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ Ŷŝ
ĐĂůŝĨŝĐĂƌůĂŵŝƐŵĂƉŽƌůĂǀşĂĚĞĂŶƵůĂĐŝſŶ͘WĞƌŽĐŽŵŽĞƐƚĄƌĞĚĂĐƚĂĚĂůĂŶŽƌŵĂŶŽĐŝĞƌƌĂĞůĐĂŵŝŶŽĂ
ƋƵĞĞů:ƵĞnjĚĞĨŝŶĂůĂĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂĚĞƵŶĂŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ͕ƐŝŶĞŶƚƌĂƌĂĐĂůŝĨŝĐĂƌůĂƐďŽŶĚĂĚĞƐŽĚĞĨĞĐƚŽƐĚĞ
ůĂŵŝƐŵĂ͘ŝĐŚŽĚĞŽƚƌĂŵĂŶĞƌĂ͕ĞůũƵĞnjƉƵĞĚĞǀĞƌĚĞĨƵĞƌĂƐŝůĂŵŽƚŝǀĂĐŝſŶĞdžŝƐƚĞ͕ƉĞƌŽŶŽƉƵĞĚĞ
ǀĞƌůĂŵŽƚŝǀĂĐŝſŶĚĞƐĚĞĚĞŶƚƌŽLJĐĂůŝĨŝĐĂƌƐŝĞƐĂĚĞĐƵĂĚĂ͘ĞĞƐĂŵĂŶĞƌĂƐĞĚĂƉůĞŶŽƐĞŶƚŝĚŽĂƵŶĂ
ŶŽƌŵĂĐŽŵŽĞůĂƌƚşĐƵůŽϱϲΣƋƵĞŽďůŝŐĂĂŵŽƚŝǀĂƌLJĂŽƚƌĂŶŽƌŵĂĐŽŵŽĞůĂƌƚşĐƵůŽϲϮΣƋƵĞƉƌŽŚşďĞĂů
ũƵĞnj ƌĞǀŝƐĂƌ ůĂ ŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ͘ ŽŵŽ ĚŝũŝŵŽƐ Ğů ĂƌƚşĐƵůŽ ϲϮΣ ƉƌĞƐĞƌǀĂ ƋƵĞ ůĂƐ ĂŶƵůĂĐŝŽŶĞƐ ŶŽ ƐĞ
[7]
ĐŽŶǀŝĞƌƚĂŶĞŶĂƉĞůĂĐŝŽŶĞƐ͘>ĂŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶƋƵĞƐŽƐƚĞŶĞŵŽƐĐƵŝĚĂƋƵĞĞƐŽƐĞĂĂƐş͘͟ϯ
6pWLPR 3RU FRQVLJXLHQWH FXDQGR GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ VH DGYLHUWD XQ
FXHVWLRQDPLHQWR DO UD]RQDPLHQWR LQWUtQVHFR GHO iUELWUR UHVSHFWR GHO IRQGRGH
ODFRQWURYHUVLDDQDOL]DGDGLFKRUHFXUVR GHPDQGD VHUiGHFODUDGRLQIXQGDGR
SXHV QR H[LVWH HVSDFLR HQ HVWH SURFHVR MXGLFLDO GH DQXODFLyQ GH ODXGR SDUD
SURQXQFLDUVH VREUH HO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD R VREUH HO FRQWHQLGR GH OD
GHFLVLyQ DVt FRPR SDUD UHYLVDU ORV FULWHULRV R PRWLYDFLRQHV GHO iUELWUR
H[SXHVWRV HQ HO ODXGR DUELWUDO FRQIRUPH D OR SUHVFULWR SRU HO DUWtFXOR 
LQFLVRGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ
3RU FX\D UD]yQ FRUUHVSRQGH UHYLVDU ORV IXQGDPHQWRV GH OD GHPDQGD
LQWHUSXHVWDSRUHO&RQVRUFLR\VLpVWDVUHDOPHQWHHYLGHQFLDQXQDYXOQHUDFLyQ
DOGHUHFKRGHPRWLYDFLyQRHQUHDOLGDGSUHWHQGHQXQSURQXQFLDPLHQWRVREUH
HOIRQGRGHORGHFLGLGRHQHODUELWUDMH
5(63(&72 '(/ 180(5$/  '(/ 35,0(5 38172 5(62/87,92 ² 3$*2 325 352<(&72
$/7(51$7,92
2FWDYR3DUDHPLWLUSURQXQFLDPLHQWRVREUHORVIXQGDPHQWRVGHDQXODELOLGDG
VHxDODGRV HQ HO tWHP L  GHO H[RUGLR GH OD SUHVHQWH UHVROXFLyQ ORV TXH HVWiQ
UHIHULGRV DO SULPHU SXQWR FRQWURYHUWLGR HVH QHFHVDULR WUDQVFULELU ORV
DUJXPHQWRV SULQFLSDOHV LQYRFDGRV HQ HO /DXGR $UELWUDO HPLWLGR PHGLDQWH
5HVROXFLyQ1ƒSDUDGLVSRQHUTXH3529,$6SDJXHDOFRQWUDWLVWD9,&&2SRU
FRQFHSWRGH(ODERUDFLyQGHO3UR\HFWR$OWHUQDWLYR
ϱϰ͘ ;͙Ϳ > KEdZd/^d ƐĞŹĂůĂ ƋƵĞ ĚŝĐŚŽ ƉƌŽLJĞĐƚŽ ĂůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ ƚŝĞŶĞ ďĂƐĂŵĞŶƚŽ ĞŶ ůĂ ĨĂůƚĂ ĚĞ
ĐŽŝŶĐŝĚĞŶĐŝĂ ƋƵĞ ĞdžŝƐƚşĂ ĞŶƚƌĞ ůŽƐ ƚĠƌŵŝŶŽƐ ĚĞ ƌĞĨĞƌĞŶĐŝĂ ƉůĂƐŵĂĚŽƐ ĞŶ ůĂƐ ĂƐĞƐ ĚĞů WƌŽĐĞƐŽ ĚĞ
ŽŶƚƌĂƚĂĐŝſŶ͕LJůĂƐĐĂƌĂĐƚĞƌşƐƚŝĐĂƐĚĞůƚĞƌƌĞŶŽĞŶƋƵĞĚĞďşĂĞũĞĐƵƚĂƌƐĞůĂŽďƌĂ͘ŶƚĞƚĂůĐŽŶƚĞdžƚŽ͕>
Ed/ ŽƌĚĞŶſ ůĂ ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶ ĚĞ ƵŶ WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ ĞŶ Ğů ƋƵĞ ƐĞ ƉůĂƐŵĞŶ ůĂƐ ǀĞƌĚĂĚĞƌĂƐ
ĐĂƌĂĐƚĞƌşƐƚŝĐĂƐƚĠĐŶŝĐĂƐĚĞůƚĞƌƌĞŶŽ͘
ϱϱ͘ƌĂşnjĚĞůŽƉĞƚŝĐŝŽŶĂĚŽ>KEdZd/^dƌĞĨŝĞƌĞƋƵĞĞůĂďŽƌſĞůWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͕ĞůŵŝƐŵŽ
ƋƵĞĨƵĞƐĞƉƌĞƐĞŶƚĂĚŽĂůĂŶƚŝĚĂĚ͖ƐŝŶĞŵďĂƌŐŽĠƐƚĂƷůƚŝŵĂƌĞĐŚĂnjŽĞůƌĞĨĞƌŝĚŽƉƌŽLJĞĐƚŽ͕ŝŶĚŝĐĂŶĚŽ
ƋƵĞĞůŵŽŶƚŽĚĞůŶƵĞǀŽWƌŽLJĞĐƚŽĞdžĐĞĚşĂĂůŵŽŶƚŽĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽĞŶĞůŽŶƚƌĂƚŽĚĞũĞĐƵĐŝſŶĚĞKďƌĂ͘
ϱϲ ŽŵŽ ĂƌŐƵŵĞŶƚŽ ĐĞŶƚƌĂ >  Ed/ ƐĞŹĂůĂ ƋƵĞ ŵĞĚŝĂŶƚĞ ĚĚĞŶĚĂϬϭͲϮϬϬϴͲDdͬϮϬ͕ ĂŵďĂƐ
ƉĂƌƚĞƐ ƌĞƐŽůǀŝĞƌŽŶ ƉĂƌĐŝĂůŵĞŶƚĞ ůĂƐ ŽďůŝŐĂĐŝŽŶĞƐ ĐŽŶƚĞŶŝĚĂƐ ĞŶ Ğů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞ KďƌĂ͕
ƉĂĐƚĂŶĚŽƋƵĞƐĞƌĞĐŽŶŽĐĞƌşĂƷŶŝĐĂŵĞŶƚĞĞůƉĂŐŽĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚŝĞŶƚĞĂůĂĞůĂďŽƌĂĐŝſŶĚĞůĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ
dĠĐŶŝĐŽ;͙Ϳ͘
ϱϳ͘ƐŝŵŝƐŵŽƌĞƐƉĞĐƚŽĂůƉĂŐŽĚĞůWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͕ƌĞĐůĂŵĂĚŽƉŽƌ>KEdZd/^dƐĞƐĞŹĂůĂ
ƋƵĞĞůŵŝƐŵŽĞƐŝŶĂƚĞŶĚŝďůĞ͕ƉŽƌĐƵĂŶƚŽĚŝĐŚŽƉƌŽLJĞĐƚŽŶŽƐĞĞŶĐŽŶƚƌĂďĂĞƐƚŝƉƵůĂĚŽĞŶůĂƐĂƐĞƐ
ĚĞůWƌŽĐĞƐŽĚĞůŽŶƚƌĂƚŽ͕ŶŝƐƵĞůĂďŽƌĂĐŝſŶĨƵĞĂƵƚŽƌŝnjĂĚĂƉŽƌ>Ed/͖
ϱϴ͘ŶĞƐƚĞĞdžƚƌĞŵŽĞůdƌŝďƵŶĂůĂƌďŝƚƌĂůĐŽŶƐŝĚĞƌĂƋƵĞůĂƐƉĂƌƚĞƐĞŶĞůĞƐƋƵĞŵĂĨŽƌŵĂůLJĚĞŶƚƌŽĚĞ
ƵŶ ĐŽŶƚƌĂƚŽ ƉƷďůŝĐŽ͕ ĞƐƚĄŶ ŽďůŝŐĂĚŽƐ Ă ƌĞĂůŝnjĂƌ ůĂƐ ĞdžŝŐĞŶĐŝĂƐ ƉƌĞǀŝĂŵĞŶƚĞ ƉĂĐƚĂĚĂƐ͘ ƐƚĂ ƚĞƐŝƐ͕
ĞǀŝĚĞŶƚĞŵĞŶƚĞ ĨŽƌŵĂůŝƐƚĂ͕ ƚŝĞŶĞ ƉŽƌ ƐĞŶƚŝĚŽ͕ ƉƌŽƚĞŐĞƌ Ğů ĞƐƚƌŝĐƚŽ ĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽ ĚĞ ůĂ ĨŝŶĂůŝĚĂĚ
ƉƷďůŝĐĂŝŶƐĞƌƚĂĞŶƵŶŽŶƚƌĂƚŽWƷďůŝĐŽ͕ƋƵĞƐĞĚĞďĞƌĞŐŝƌƉŽƌƌĞŐůĂƐƋƵĞǀŝŶĐƵůĂŶĂůĂƐƉĂƌƚĞƐ͖
ϱϵ͘ ^ŝŶ ĞŵďĂƌŐŽ͕ Ğů dƌŝďƵŶĂů͕ ƚĂŵďŝĠŶ ĐŽŶƐŝĚĞƌĂ ƋƵĞ ĞŶ ůĂ ĨĂƐĞ ĚĞ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞ ƵŶ ĐŽŶƚƌĂƚŽ ͕ ƚĂů
ĐŽŵŽ Ğů ĐĂƐŽ ƋƵĞ ƐĞ ƉŽŶĞ ĞŶ ĚŝƐĐƵƐŝſŶ͕ ƚŽĚĂƐ ůĂƐ ǀĂƌŝĂďůĞƐ ŶŽ ĞƐƚĄŶ ĂůƚĂŵĞŶƚĞ ĚĞĨŝŶŝĚĂƐ͕ ƉƵĞƐƚŽ
ƋƵĞ͕ ƉŽĚƌşĂŶ ĂĐŽŶƚĞĐĞƌĞǀĞŶƚŽƐ ƋƵĞ ĂůƚĞƌĞŶĞů ĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽ ĚĞ ůŽƐĨŝŶĞƐ ƚƌĂnjĂĚŽƐ ĞŶĞů ĐŽŶƚƌĂƚŽ͖
ƉŽƌ ůŽ ƋƵĞ͕ ůĂƐ ƉĂƌƚĞƐ͕ ƐŝŶ ƋƵĞ ĞůůŽ͕ ƐŝŐŶŝĨŝƋƵĞ ůĂ ƚƌĂŶƐŐƌĞƐŝſŶ ĚĞ ůŽƐ ĂĐƵĞƌĚŽƐ͕ ƉƵĞĚĞŶ ĂĚĞĐƵĂƌ Ž
ĐŽŶǀĞŶŝƌ ƉĂƌĂ ƋƵĞ ĚĞŶƚƌŽ ĚĞ ůŽƐ ůşŵŝƚĞƐ ƉƌĞǀŝƐƚŽƐ ĞŶ ůĂ ůĞLJ͕ ƐĞ ĂĐƵĞƌĚĞŶ ĞdžƉƌĞƐĂ Ž ƚĄĐŝƚĂŵĞŶƚĞ
ĐŝƌĐƵŶƐƚĂŶĐŝĂƐƋƵĞĂLJƵĚĞŶĂůĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽĚĞůĂĨŝŶĂůŝĚĂĚƉƷďůŝĐĂ͖
;͙Ϳ
ϲϯ͘;͙ͿƋƵĞĚĂĐůĂƌŽƋƵĞƉĂƌĂĞůdƌŝďƵŶĂů͕ƋƵĞĞdžŝƐƚŝſĞŶĞůĚĞĐƵƌƐŽĚĞůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂůƵŶ
ĞǀĞŶƚŽ ŝŶĐŽŶƚƌŽǀĞƌƐŝĂů ƋƵĞ ĚĞƚĞƌŵŝŶſ ůĂ ƌĞƐŽůƵĐŝſŶ ƉĂƌĐŝĂů ĚĞů ĐŽŶƚƌĂƚŽ LJ ƋƵĞ ƉŽƌ ƚĂŶƚŽ͕ ĞŶƚƌĞ ůĂ
ĨĞĐŚĂĞŶƋƵĞƐĞĐĞůĞďƌſĞůĐŽŶƚƌĂƚŽϮϬĚĞũƵůŝŽĚĞϮϬϬϲLJůĂĨĞĐŚĂƋƵĞƐĞƌĞƐŽůǀŝſĚŝĐŚŽĐŽŶƚƌĂƚŽ͕

3
SOTO COAGUILA, Carlos y BULLARD GONZALES, Alfredo. Comentarios a la Ley Peruana de
Arbitraje, Tomo II, p. 629 y 630.
[8]
ĞƐƚŽĞƐϭϵĚĞDĂLJŽĚĞϮϬϬϴ;ϮϮŵĞƐĞƐͿƐĞŐĞŶĞƌĂƌŽŶƵŶĐŽŶũƵŶƚŽĚĞĂĐƚŽƐĚĞůĂĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂĐŝſŶ;LJ
ĚĞů ĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂĚŽͿ ƋƵĞ ƚĞŶşĂ ƵŶ ƷŶŝĐŽ ĨŝŶ ;LJ ĚĞ ĂĐƵĞƌĚŽ Ă ůĂ  ďƵĞŶĂ ĨĞ ĚĞ ůĂƐ ƉĂƌƚĞƐͿ ƐĂůǀĂƌ ůĂ
ĞũĞĐƵĐŝſŶ ŝŶƚĞŐƌĂ ĚĞů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ƉĂƌĂ ĐƵLJŽ ƉƌŽƉſƐŝƚŽ ƐĞ ƐƵƐĐƌŝďŝĞƌŽŶ ĂĐƵĞƌĚŽƐ͕ LJ ƐĞ ĞŵŝƚŝĞƌŽŶ
ĐŽŵƵŶŝĐĂĐŝŽŶĞƐĞŶƚƌĞƵŶĂLJůĂŽƚƌĂƉĂƌƚĞ͘
;͙Ϳ
ϲϱ͘ ^ŝ ŶŽƐ ĂĚƐĐƌŝďŝŵŽƐ Ă ůĂ ƚĞƐŝƐ ĚĞ > Ed/͕ ƌĞƐƉĞĐƚŽ Ă ƋƵĞ Ğů WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ ŶŽ ƐĞ
ĞŶĐƵĞŶƚƌĂ ĞƐƚŝƉƵůĂĚŽ ĞŶ ůĂƐ ĂƐĞƐ ĐŽŵŽ ĞŶƚƌĞŐĂďůĞ ƉŽƌ ƉĂƌƚĞ ĚĞ > KEdZd/^d LJ ĂĚĞŵĄƐ͕ ƐƵ
ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶŶŽŚĂƐŝĚŽĂƵƚŽƌŝnjĂĚŽLJƋƵĞƚĂŵƉŽĐŽĐƵĞŶƚĂĐŽŶůĂƌĞƐƉĞĐƚŝǀĂĐŽŶĨŽƌŵŝĚĂĚůůĞŐĂƌşĂŵŽƐ
Ă ůĂ ĐŽŶĐůƵƐŝſŶ ƋƵĞ ĂƐş ƐĞ ŚĂLJĂ ƌĞĂůŝnjĂĚŽ ƚĂů WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͕ ĞƐƚĞ ƚƌĂďĂũŽ ŶŽ ƉŽĚƌşĂ
ƌĞĐŽŶŽĐĞƌƐĞ͖ LJ ƵŶĂ ĐŽŶĐůƵƐŝſŶ ĞŶ ĞƐƚĞ ƐĞŶƚŝĚŽ͕ ŶŽ ƐŽůĂŵĞŶƚĞ ĚĞƐŶĂƚƵƌĂůŝnjĂƌşĂ Ă ůĂ ƌĂnjſŶ ĚĞ ůĂ
ũƵƐƚŝĐŝĂĂƌďŝƚƌĂůƐŝŶŽĐŽŶĨŝŐƵƌĂƌşĂƵŶĂĂƌďŝƚƌĂƌŝĞĚĂĚƋƵĞƵŶdƌŝďƵŶĂůƌďŝƚƌĂůĚĞĚĞƌĞĐŚŽ͕ŶŽĞƐƚĂƌşĂ
ĚŝƐƉƵĞƐƚŽĂĂĐĞƉƚĂƌ͖
ϲϲ͘WŽƌƚĂůƌĂnjſŶ͕ƚĂůĐŽŵŽĚŝũŝŵŽƐĞŶĞůƉƵŶƚŽϲϬ͕ĞůdƌŝďƵŶĂůƌďŝƚƌĂůLJĞŶĚŽŵĄƐĂůůĄĚĞůƌŝƚƵĂůŝƐŵŽ
ƉŽƐŝƚŝǀŝƐƚĂƐĞǀĂůĚƌĄĚĞůĂĞǀŝĚĞŶĐŝĂƉƌŽďĂƚŽƌŝĂ͕ƉĂƌĂĂĐƌĞĚŝƚĂƌŽŶŽůĂĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂĚĞůĂƌĞĂůŝnjĂĐŝſŶĚĞů
WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ ƋƵĞ Ğů ŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂ ƌĞĐůĂŵĂ ŚĂďĞƌ ƌĞĂůŝnjĂĚŽ LJ ĞŶƚƌĞŐĂĚŽ͕ LJ ƋƵĞ ůĂ ŶƚŝĚĂĚ͕
ĚĞĐůĂƌĂ ƋƵĞ ŶŽ ƐĞ ƌĞĂůŝnjſ Ž Ăů ŵĞŶŽƐ ƋƵĞ ŶŽ ĚŝƐƉƵƐŽ ƐƵ ƌĞĂůŝnjĂĐŝſŶ͘ >6XEUD\DGR \ FXUVLYD
DJUHJDGRVSRUHVWDVDOD@͘
ϲϴ͘zĞŶĚŽĂůƉƵŶƚŽĐƌƵĐŝĂů͕ĞůƚƌŝďƵŶĂůƉƌŽĐĞĚĞĂǀĞƌŝĨŝĐĂƌůĂƐƉƌƵĞďĂƐƋƵĞŝŶǀŽĐĂ>KEdZd/^dLJ
ƋƵĞ ŚĂŶ ƐŝĚŽ ƌĞĨĞƌŝĚĂƐ ƉƌĞǀŝĂŵĞŶƚĞ͘ Ŷ ĞƐĞ ŽƌĚĞŶ͕ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ ĞǀĂůƵĂƌ Ğů KĨŝĐŝŽ EΣ ϯϲϯͲϮϬϬϳͲ
DdͬϮϬ͘ϲĚĞĨĞĐŚĂϮϰͲϬϳͲϮϬϬϳĞŵŝƚŝĚĂƉŽƌůĂ'ĞƌĞŶĐŝĂĚĞƐƚƵĚŝŽƐLJWƌŽLJĞĐƚŽƐ;WƌŽǀşĂƐEĂĐŝŽŶĂůͿ͘
>VLF@͘
ϲϵ͘ůŝŶƐƚƌƵŵĞŶƚĂĂŶƚĞƐĚĞƐĐƌŝƚŽ͕ĂĐƌĞĚŝƚĂƌşĂƋƵĞĞŶĞĨĞĐƚŽ͕ůĂĞŶƚŝĚĂĚĂƚƌĂǀĠƐĚĞƐƵĞŶƚĞƚĠĐŶŝĐŽ
ŚĂďƌşĂ ĂƵƚŽƌŝnjĂĚŽ ůĂ ƌĞĂůŝnjĂĐŝſŶ ůĂ ĚĞĐŝƐŝſŶ ĚĞ ƌĞƚŽŵĂƌ Ğů ƚƌĂnjŽ ŝŶŝĐŝĂůŵĞŶƚĞ ƉƌŽƉƵĞƐƚŽ͕ ĞƐƚŽ ĞƐ ůĂ
ƌĞĂůŝnjĂĐŝſŶĚĞůWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽƋƵĞ>KEdZd/^dƉƌĞƐĞŶƚĂƌĂĂ>Ed/ŵĞĚŝĂŶƚĞĂƌƚĂ
EΣs/KͲϬϭϴͲϮϬϬϲͬKĚĞĨĞĐŚĂϮϰĚĞŐŽƐƚŽĚĞϮϬϬϲ;ĞŶůĂƋƵĞƐĞĂĚũƵŶƚſĞůƉĞƌĨŝůĚĞůĂŶƵĞǀĂ
ĂůƚĞƌŶĂƚŝǀĂ ĚĞ ϭϭ͘Ϯϳ Ŭŵ͕ ĞŶ ůƵŐĂƌ ĚĞ ůĂ ŽƌŝŐŝŶĂůŵĞŶƚĞ ĐŽŶƚƌĂƚĂĚĂ ƋƵĞ ĞƌĂ ϭϯ͘Ϯ <ŵͿ͖ ĞǀĞŶƚŽ ƋƵĞ
ƉŽĚƌşĂĂĚŵŝƚŝƌƐĞĐŽŵŽƐƵĐĞĚĄŶĞŽƋƵĞĂďŽŶĂƌşĂůĂƚĞƐŝƐĂĨĂǀŽƌĚĞ>KEdZd/^d͘ϳϬ͘^ŝŶĞŵďĂƌŐŽ
ƉĂƌĂ Ğů dƌŝďƵŶĂů ƌďŝƚƌĂů͕ ůŽ ĂŶƚĞƌŝŽƌ ŶŽ ůĞ ƌĞƐƵůƚĂ ƐƵĨŝĐŝĞŶƚĞ͕ ƉŽƌ ůŽ ƋƵĞ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ ƌĞĂůŝnjĂƌ ůĂ
ǀĂůŽƌŝnjĂĐŝſŶĚĞůĂĂƌƚĂEΣs/KͲϬϭϬͲϮϬϬϳĚĞĨĞĐŚĂϬϳͲϬϲͲϮϬϬϳƉƌĞƐĞŶƚĂĚĂƉŽƌ>KEdZd/^d
LJĚŝƌŝŐŝĚĂĂůŽŶƐŽƌĐŝŽWĞƌƵĂŶŽĚĞ/ŶŐĞŶŝĞƌşĂ;^ƵƉĞƌǀŝƐŽƌĚĞůĂKďƌĂͿĐƵLJĂƌĞĨĞƌĞŶĐŝĂŝŶĚŝĐĂ͗sĂƌŝĂŶƚĞ
ĂůƐƚƵĚŝŽĚĞĨŝŶŝƚŝǀŽĚĞůdƌĂŵŽŽĐŚĂŵĂƌĐĂͲZŝĐƌĂŶ;sŝĐĐŽͿĞŶůĂƋƵĞƐĞƉƌŽƉŽŶĞƵŶĐŽƐƚŽĂĚŝĐŝŽŶĂů
ƉŽƌ ůĂ ƌĞĂůŝnjĂĐŝſŶ ĚĞů ŶƵĞǀŽ ĞƐƚƵĚŝŽ ;ƋƵĞ Ă ůĂ ĨĞĐŚĂ > KEdZd/^d ůŽ ĚĞŶŽŵŝŶĂ WƌŽLJĞĐƚŽ
ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽLJƋƵĞĞƐŽďũĞƚŽĚĞůƉƌĞƐĞŶƚĞĂŶĄůŝƐŝƐ͘>6XEUD\DGR\FXUVLYDDJUHJDGRVSRUHVWD
VDOD@͘
;͙Ϳ
ϳϮ͘ Ğ ůĂ ŝŶƐƚƌƵŵĞŶƚĂů ĂŶƚĞƌŝŽƌ͕ ƐĞ ƉŽĚƌşĂ ĞǀŝĚĞŶĐŝĂƌ Ă ŐƌŽƐŽ ŵŽĚŽ͕ ůĂ ĂƵƚŽƌŝnjĂĐŝſŶ ƉĂƌĂ ůĂ
ƌĞĂůŝnjĂĐŝſŶ ĚĞů ĚĞŶŽŵŝŶĂĚŽ WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͖ ƐŝŶ ĞŵďĂƌŐŽ͕ ĞƐƚŽ ĂƷŶ Ŷŝ ĐƌĞĂ ƐƵĨŝĐŝĞŶƚĞ
ĐŽŶǀŝĐĐŝſŶ͕ƉĂƌĂƐƵƉŽŶĞƌůĂĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂĚĞůŵŝƐŵŽ͕ŵĄdžŝŵĞĂƷŶƐŝ>KEdZd/^d͕ĂůƌĞƋƵĞƌŝŵŝĞŶƚŽ
ĚĞ ĞdžŚŝďŝĐŝſŶ ĚĞů dƌŝďƵŶĂů ƌďŝƚƌĂů͕ ĞŶ ůĂ ƵĚŝĞŶĐŝĂ ĚĞ WƌƵĞďĂƐ͕ ŶŽ ƉƵĚŽ ŚĂĐĞƌŶŽƐ ĞŶƚƌĞŐĂ ĚĞů
ƌĞĨĞƌŝĚŽ ƉƌŽLJĞĐƚŽ͘ WŽƌĞů ŽŶƚƌĂƌŝŽ ƐſůŽ ŝŶĚŝĐſ ĞŶ ƌĞůĂĐŝſŶ Ă  ĞůůŽ͕ ƋƵĞ ĚŝĐŚŽ ĚŽĐƵŵĞŶƚŽ Ɛŝ ĞdžŝƐƚĞ͕
ƉĞƌŽƋƵĞĂƷŶĂƐş͕ŶŽƉƵĚŽĞŶƚƌĞŐĂƌůŽĂĞƐƚĞdƌŝďƵŶĂůƌďŝƚƌĂů͘>6XEUD\DGR\FXUVLYDDJUHJDGRV
SRUHVWDVDOD@͘
ϳϰ͘ůƚƌŝďƵŶĂůĂƌďŝƚƌĂůĂĚǀŝĞƌƚĞƵŶĞǀĞŶƚŽƋƵĞĚĞĨŝŶŝƌĄƐƵĚĞĐŝƐŝſŶLJĞƐƚĄƌĞĨĞƌŝĚŽĂůŽŝŶĚŝĐĂĚŽƉŽƌ
>Ed/ĞŶůĂĐŽŶƚĞƐƚĂĐŝſŶLJƌĞĐŽŶǀĞŶĐŝſŶĚĞƐƵĚĞŵĂŶĚĂĂƌďŝƚƌĂů͘ŶĞĨĞĐƚŽĞŶĞůƉƵŶƚŽϮϭ͕
ĞƐƉĞĐşĨŝĐĂŵĞŶƚĞĞŶůĂƉĄŐŝŶĂϭϱ͕ĐƵĂƌƚŽƉĄƌƌĂĨŽĚĞƐƵĐŽŶƚĞƐƚĂĐŝſŶ>Ed/ůůĞŐſĂƐŽƐƚĞŶĞƌůŽ
ƐŝŐƵŝĞŶƚĞ͗
͞ŶĞƐƚĞĐĂƐŽĞůĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂŶŽŚĂĚĞŵŽƐƚƌĂĚŽůĂƉƌŽĐĞĚĞŶĐŝĂĚĞůƌĞĐŽŶŽĐŝŵŝĞŶƚŽLJƉĂŐŽĚĞ
ůĂ ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶ ĚĞů WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͕ ŵĄdžŝŵĞ Ɛŝ ĚŝĐŚŽ ƉƌŽLJĞĐƚŽ ĂůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͕ ŶŽ ƐĞ
ĞŶĐƵĞŶƚƌĂ ĞƐƚŝƉƵůĂĚŽ ĞŶ ůĂƐ ďĂƐĞƐ ĐŽŵŽ ĞŶƚƌĞŐĂďůĞ ƉŽƌ ƉĂƌƚĞ ĚĞů ŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂ͕ ŶŽ ŚĂ ƐŝĚŽ
ĂƵƚŽƌŝnjĂĚĂ ĞŶ ƐƵ ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶ  ƉŽƌ ƉĂƌƚĞ ĚĞ ůĂ ŶƚŝĚĂĚ͘ Ŷ ĞĨĞĐƚŽ Ğů ƷŶŝĐŽ ŵŽŶƚŽ ƋƵĞ
ĐŽƌƌĞƐƉŽŶ̺à ƌĞĐŽŶŽĐĞƌ ĞŶ ůĂ ůŝƋƵŝĚĂĐŝſŶ ĞƌĂ Ğů ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚŝĞŶƚĞ Ăů džƉĞĚŝĞŶƚĞ dĠĐŶŝĐŽ ĚĞ
ŽŶƚƌĂƚĂĐŝſŶ ƉŽƌ ^ͬ͘ ϯϰϱ͕ϰϭϰ͘ϭϮ ;^ŝŶ /'sͿ͕ Ğů ƐƚƵĚŝŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ ŶŽ ƉƵĞĚĞ ƐĞƌ ƌĞĐŽŶŽĐŝĚŽ
ƉƵĞƐƚŽƋƵĞŶŽĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞĂůƉƌŽLJĞĐƚŽ͕ƋƵĞĨƵĞƌĂůŝĐŝƚĂĚŽƉŽƌůĂŶƚŝĚĂĚ͕ƐĞƚƌĂƚĂĚĞŽƚƌŽ
WƌŽLJĞĐƚŽ ƋƵĞ ŶŽ ƚŝĞŶĞ ŶŝŶŐƵŶĂ ƌĞůĂĐŝſŶ ĐŽŶ ůŽ ƋƵĞ ĨƵĞƌĂ ĐŽŶǀŽĐĂĚŽ LJ ƋƵĞ ƐƵ ƉƵŶƚŽ ĚĞ
ŝŶŝĐŝŽ͕ƉƵŶƚŽĚĞƚĠƌŵŝŶŽLJĚĞƚƌĂnjŽ͕ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞĂƵŶƚƌĂŵŽĚŝƐƚŝŶƚŽƋƵĞŶŽĨƵĞƌĂůŝĐŝƚĂĚŽ
ƉŽƌůĂŶƚŝĚĂĚ͕ĞŶƚĂůƐĞŶƚŝĚŽ͕ůĂůŝƋƵŝĚĂĐŝſŶĚĞůĐŽŶƚƌĂƚŽŶŽƉƵĞĚĞĐŽŵƉƌĞŶĚĞƌĚĞŶŝŶŐƵŶĂ
ŵĂŶĞƌĂĞůĚĞŶŽŵŝŶĂĚŽWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ
;EĞŐƌŝƚĂƐLJƐƵďƌĂLJĂĚŽŶƵĞƐƚƌŽͿ>VLF@͘
ϳϱ͘ĞůŽƚƌĂŶƐĐƌŝƚŽƉƌĞĐĞĚĞŶƚĞŵĞŶƚĞ͕ƋƵĞĚĂĐůĂƌŽƉŽƌůŽƌĞĨĞƌŝĚŽƉŽƌ>Ed/ĚĞƐĚĞƵŶƉƵŶƚŽ
ĚĞ ǀŝƐƚĂ ĞƐƚƌŝĐƚĂŵĞŶƚĞ ŵĂƚĞƌŝĂů͕ Ɛŝ ŚĂ ĞdžŝƐƚŝĚŽ Ğů WƌŽLJĞĐƚŽ ůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͕ ƉƵĞƐƚŽ ƋƵĞ ĚŝĐŚŽ WƌŽLJĞĐƚŽ
;ĐƵLJĂ ĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂ LJĂ ŶŽ ƐĞ ĚŝƐĐƵƚĞ͕ ƉŽƌ ůĂ ĂĐĞƉƚĂĐŝſŶ ĞdžƉƌĞƐĂ ĚĞ > Ed/Ϳ ƚƵǀŽ ƵŶ ͞ƉƵŶƚŽ ĚĞ
ŝŶŝĐŝŽƉƵŶƚŽĚĞƚĠƌŵŝŶŽLJĚĞƚƌĂnjŽ͟ƋƵĞĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞĂƵŶƚƌĂŵŽĚŝƐƚŝŶƚŽĂůƋƵĞĨƵĞƌĂůŝĐŝƚĂĚŽƉŽƌ>
Ed/͕ ƉĞƌŽ ƋƵĞ Ɛŝ ŚĂ ƐŝĚŽ ƌĞĂůŝnjĂĚŽ ƉŽƌ > KEdZd/^d͕ ŽďůŝŐĄŶĚŽŶŽƐ ƉŽƌ ƚĂŶƚŽ Ăů dƌŝďƵŶĂů
ƌďŝƚƌĂůĂƉƌĞĨĞƌŝƌůĂǀĞƌĚĂĚŵĂƚĞƌŝĂůĚĞǀĞůĂĚŽĐŽŶůĂƉƌƵĞďĂ͕ĐŽŶƚƌĂůĂĨŽƌŵĂůŝĚĂĚƌĞĐůĂŵĂĚĂƉŽƌůĂ
ĞŶƚŝĚĂĚ͘>VLF@
ϳϲ͘ŶĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂĞƐƚĞĞdžƚƌĞŵŽĚĞůĂƉƌĞƚĞŶƐŝſŶĚĞďĞƐĞƌĂŵƉĂƌĂĚĂ͕ĚĞĐůĂƌĄŶĚŽƐĞůĂŽďůŝŐĂĐŝſŶ
[9]
ĚĞ > Ed/ ĚĞ ƉĂŐĂƌ Ă ĨĂǀŽƌ ĚĞů > KEdZd/^d Ğů ŵŽŶƚŽ ĂƐĐĞŶĚĞŶƚĞ Ă ůĂ ƐƵŵĂ ĚĞ ^ͬ
ϯϭϴ͘ϴϳϮ͘ϵϯEƵĞǀŽƐ^ŽůĞƐ͕ŵĄƐ;/'sͿ^ͬ͘ϱϳ͘ϯϵϳ͘ϭϮEƵĞǀŽƐ^ŽůĞƐ͕ƋƵĞŚĂĐĞƵŶƚŽƚĂůĚĞ^ͬϯϳϲ͘ϮϳϬ͘Ϭϱ
EƵĞǀŽƐ^ŽůĞƐ͕ƉŽƌůĂĞůĂďŽƌĂĐŝſŶĚĞůWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͘>VLF@
;͙Ϳ
1RYHQR &RUUHVSRQGH UHDOL]DU XQ H[DPHQ GH ORV FRQVLGHUDQGRV GHO /DXGR
UHODWLYRVDO3UR\HFWR$OWHUQDWLYRFLWDQGRORVFRQVLGHUDQGRVVRORSRUHOQ~PHUR
DVLJQDGRHQHOODXGR
(QHOVHFLWD\WUDQVFULEHSDUWHGHXQDFDUWDGH9,&&2HQHOVHH[SUHVD
TXHDSDUWLUGHGLFKDPLVLYDVHSRGUtDHYLGHQFLDUDJURVRPRGRODDXWRUL]DFLyQ
GH3529,$6SDUDTXH9,&&2UHDOLFHHOGHQRPLQDGR3UR\HFWR$OWHUQDWLYRSHUR
²DJUHJD HO 7ULEXQDO² TXH GLFKD FDUWD QR FUHD VXILFLHQWH FRQYLFFLyQ SDUD
VXSRQHU OD H[LVWHQFLD GH OD PLVPD OD DXWRUL]DFLyQ  Pi[LPH VL FXDQGR VH OH
SLGLy D 9,&&2 H[KLED HO UHIHULGR 3UR\HFWR QR OR KL]R HQ HO  H[SRQH TXH
H[LVWHQ HYHQWRV SUREDWRULRV FRQWUDGLFWRULRV XQRV TXH DFUHGLWDUtDQ OD
DXWRUL]DFLyQSDUDUHDOL]DUHO3UR\HFWR$OWHUQDWLYR\SRURWURODGRODUHQXHQFLD
GH H[KLELUOR VH HQWLHQGH SRU SDUWH GH 9,&&2  HQ HO  VH UHILHUH D OR
H[SUHVDGR SRU 3529,$6 HQ VX FRQWHVWDFLyQ D OD GHPDQGD \ UHFRQYHQFLyQ
FLWiQGROD OLWHUDOPHQWH HQ SDUWH \ HQ HO  SUHFLVD TXH GH OR UHIHULGR SRU
3529,$6TXHGDFODURTXHHO3UR\HFWRDOWHUQDWLYRVLH[LVWLyFRQFOX\HQGRHQHO
 TXH HQ FRQVHFXHQFLD HVWH H[WUHPR GH OD SUHWHQVLyQ GHEH VHU DPSDUDGR
GHELHQGR3529,$6SDJDUODFDQWLGDGGH6SRUODHODERUDFLyQGHO
WDQWDVYHFHVPHQFLRQDGRSUR\HFWR
'pFLPR'HORVHxDODGRVHHYLGHQFLDTXHH[LVWHXQJUDYHHUURU\RPLVLyQHQ
HO UD]RQDPLHQWR GHO 7ULEXQDO SRUTXH SRU XQ ODGR HVWLPD TXH QR WLHQH
FRQYLFFLyQ VREUH VL H[LVWLy R QR DXWRUL]DFLyQ GH 3529,$6 SDUD TXH 9,&&2
HODERUHHO3UR\HFWR $OWHUQDWLYRSRU ORTXH FRQVLGHUyTXH FRUUHVSRQGtDVHJXLU
DQDOL]DQGRORVPHGLRVSUREDWRULRVSDUDGHWHUPLQDUVLKXERRQRDXWRUL]DFLyQ
HPSHUR DFWR VHJXLGR VHxDOD TXH HVWi DFUHGLWDGR OD H[LVWHQFLD PDWHULDO GHO
3UR\HFWR $OWHUQDWLYR R VHD TXH HVWH IXH UHDOPHQWH HODERUDGR SRU 9,&&2 (O
UD]RQDPLHQWR LQFRUUHFWR GHO 7ULEXQDO VH SXHGH HVTXHPDWL]DU GHO VLJXLHQWH
PRGR
  3DUD HVWLPDU OD SUHWHQVLyQ HV QHFHVDULR IRUPDU FRQYLFFLyQ VREUH OD
H[LVWHQFLD GH OD DXWRUL]DFLyQ GH 3529,$6 SDUD TXH 9,&&2 HODERUDUD HO
3UR\HFWR $OWHUQDWLYR SRU OR TXH FRUUHVSRQGH DQDOL]DU ORV PHGLRV SUREDWRULRV
SDUDOOHJDUDWDOFRQYLFFLyQ
 +HPRVDUULEDGRDODFRQYLFFLyQTXHHO3UR\HFWR$OWHUQDWLYRVLH[LVWLyVLIXH
HODERUDGRSRU9,&&2
 /XHJRFRQFOXLPRVTXHVHGHEHHVWLPDUODSUHWHQVLyQ
$Vt D SHVDU TXH HQ HO ODXGR VH VHxDOy TXH HUD QHFHVDULR HVWDEOHFHU VL
3529,$6DXWRUL]yRQRD9,&&2ODHMHFXFLyQGHO3UR\HFWR$OWHUQDWLYRSDUDOR
FXDO HUD QHFHVDULR DQDOL]DU ORV PHGLRV SUREDWRULRV SDUD DUULEDU D GLFKD
FRQFOXVLyQ´HQDUDVGH QR LQFXUULUHQDUELWUDULHGDGµWDOFRPRVHH[SUHVDHQ
HO ODXGR HO KHFKR HV TXH HQ HO ODXGR QXQFD VH FRQFOX\y TXH GLFKD
[10]

DXWRUL]DFLyQ VL H[LVWLy DXWRUL]DFLyQ TXH KDELOLWDUtD DO 7ULEXQDO D GHFODUDU


IXQGDGD OD SUHWHQVLyQ VHJ~Q HO PLVPR WULEXQDO KDEtD HVWDEOHFLGR FRPR
FRQGLFLyQ QHFHVDULD SDUD HVWLPDU OD SUHWHQVLyQ  SXHV ELHQ WDQ VROR
H[SUHVDURQ TXH GLFKR SUR\HFWR VL H[LVWLy SDUD HVWLPDU OD SUHWHQVLyQ DVt VH
DGYLHUWH DXVHQFLD GH FRQH[LyQ OyJLFD HQWUH ODV SUHPLVDV \ OD FRQFOXVLyQ
DUULEDGDSRUHO7ULEXQDO$UELWUDO
(VWH HUURU R GHIHFWR GH PRWLYDFLyQ FDOLILFD FRPR IDOWD GH PRWLYDFLyQ LQWHUQD
VHJ~Q OD WLSRORJtD VHxDODGD HQ OD 67& 1ƒ 3$7&  HQ GLFKD
VHQWHQFLD VH SUHFLVD TXH HVWH HUURU HQ OD PRWLYDFLyQ VH REVHUYD FXDQGR ´/D
IDOWDGHPRWLYDFLyQLQWHUQDGHOUD]RQDPLHQWR>GHIHFWRVLQWHUQRVGHODPRWLYDFLyQ@VH
SUHVHQWD HQ XQD GREOH GLPHQVLyQ SRU XQ ODGR FXDQGR H[LVWH LQYDOLGH] GH XQD
LQIHUHQFLD D SDUWLU GH ODV SUHPLVDV TXH HVWDEOHFH SUHYLDPHQWH HO -XH] HQ VX
GHFLVLyQ\SRURWURODGRFXDQGRH[LVWHLQFRKHUHQFLDQDUUDWLYDTXHDODSRVWUHVH
SUHVHQWDFRPRXQGLVFXUVRDEVROXWDPHQWHFRQIXVRLQFDSD]GHWUDQVPLWLUGHPRGR
FRKHUHQWHODVUD]RQHVHQODVTXHVHDSR\DODGHFLVLyQ6HWUDWDHQDPERVFDVRV
GH LGHQWLILFDU HO iPELWR FRQVWLWXFLRQDO GH OD GHELGD PRWLYDFLyQ PHGLDQWH HO FRQWURO
GH ORV DUJXPHQWRV XWLOL]DGRV HQ OD GHFLVLyQ DVXPLGD SRU HO -XH] R 7ULEXQDO VHD
GHVGHODSHUVSHFWLYDGHVXFRUUHFFLyQOyJLFDRGHVGHVXFRKHUHQFLDQDUUDWLYDµ$Vt
HQHOFDVRFRQFUHWRSRGHPRVDILUPDUTXHODFRQFOXVLyQDODTXHVHKDDUULEDGR
HQHOODXGRQRVHVLJXHGHODVSUHPLVDVH[SXHVWDVHQpO3RUORH[SUHVDGRHVWH
H[WUHPR GH OD SUHWHQVLyQ QXOLILFDQWH GH OD (QWLGDG GHPDQGDQWH GHEH
HVWLPDUVH GHELHQGR DQXODUVH HO QXPHUDO  GHO 3ULPHU 3XQWR 5HVROXWLYR GHO
/DXGR
5(63(&72 '(/ 180(5$/  '(/ 35,0(5 38172 5(62/87,92 ² 3$*2 325 0$<25(6
*$6726*(1(5$/(6
'pFLPR 3ULPHUR (Q UHODFLyQ D ORV IXQGDPHQWRVGH DQXODELOLGDG VHxDODGRV
HQ HO tWHP LL  GHO H[RUGLR GH OD SUHVHQWH UHVROXFLyQ ORV TXH HVWiQ UHIHULGRV
WDPELpQ DO SULPHU SXQWR FRQWURYHUWLGR WDO FRPR VH DSUHFLD HQ HO
FRQVLGHUDQGR RFWDYR SUHFHGHQWH  SULPHUR UHVXOWD QHFHVDULR WUDQVFULELU ORV
FRQVLGHUDQGR SULQFLSDOHV YHUWLGRV HQ HO /DXGR $UELWUDO TXH FRQVWLWX\HQ ORV
IXQGDPHQWRV SDUD GLVSRQHU TXH 3529,$6 SDJXH D 9,&&2 SRU FRQFHSWR GH
0D\RUHV*DVWRV*HQHUDOHVVHxDODQGRDOUHVSHFWRORVLJXLHQWH
ϵϱ͘sŝƐƚŽĂƐşůĂƐĐŽƐĂƐ͕ƐĞƚŝĞŶĞƋƵĞ͕ĞůƐƵƉƵĞƐƚŽƋƵĞŝŶǀŽĐĂ>KEdZd/^dĞƐƚĂƌşĂƉƌĞǀŝƐƚŽĞŶĞů
ŶƵŵĞƌĂůŝͿĚĞůƉƵŶƚŽϵϰĚĞůƉƌĞƐĞŶƚĞůĂƵĚŽ͘ƐƚĂďůĞĐŝĚŽĞůůŽ͕LJƌĞĐŽŐŝĞŶĚŽŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂƚŝǀĂŵĞŶƚĞůŽƐ
ĂůĐĂŶĐĞƐ ĚĞ ůĂ ŶŽƌŵĂ ĐŽŶƚĞŶŝĚĂ ĞŶ Ğů ϮϱϴΣ ĚĞů  ĞĐƌĞƚŽ ^ƵƉƌĞŵŽ EΣ ϬϴϰͲϮϬϬϰͲWD͕ ƐĞ ƉƵĞĚĞ
ĞƐƚĂďůĞĐĞƌƋƵĞůĂƉƌŽĐĞĚĞŶĐŝĂĚĞƵŶĂĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽ;ĞŶƐĞŶƚŝĚŽĨŽƌŵĂůLJŵĂƚĞƌŝĂůͿƉĂƌƚĞĚĞůĂ
ƉƌĞŵŝƐĂ ĚĞ ĞƐƚĂďůĞĐĞƌ ƉƌĞǀŝĂŵĞŶƚĞ ƋƵĞ ĚĞďĞ ĞdžŝƐƚŝƌ ƵŶĂ ĚĞŵŽƌĂ ƋƵĞ  ŶŽ ƐĞĂ ĂƚƌŝďƵŝďůĞ Ăů
ĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂ͘
ϵϲ͘ Ŷ ĞƐĂ ůşŶĞĂ͕ ŚĂďŝĠŶĚŽƐĞ ƌĞĐŽŶŽĐŝĚŽ LJ ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽ ƋƵĞ ĞŶ Ğů ƉƌĞƐĞŶƚĞ ĐĂƐŽ͕ ŶŽ ŚĂ ĞdžŝƐƚŝĚŽ Ğů
ƚƌĄŵŝƚĞ ĨŽƌŵĂů ĚĞ ĂŵƉůŝĂĐŝſŶ ĚĞ ƉůĂnjŽ ;ĂƵƐĞŶĐŝĂ ĚĞ ĨŽƌŵĂůŝĚĂĚͿ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ă ĐƌŝƚĞƌŝŽ ĚĞ ĞƐƚĞ
dƌŝďƵŶĂů͕ĂŶĂůŝnjĂƌLJĚĞƚĞƌŵŝŶĂƌ͕ƐŝĚĞƐĚĞĞůƉƵŶƚŽĚĞǀŝƐƚĂŵĂƚĞƌŝĂů͕ŚĂŶĞdžŝƐƚŝĚŽůŽƐĞůĞŵĞŶƚŽƐƋƵĞ
ĐŽŶĨŝŐƵƌĂƌşĂŶĚĞŚĞĐŚŽ͕ůĂǀŝĂďŝůŝĚĂĚĚĞůĂƌĞĨĞƌŝĚĂĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽ͕ĞƌŐŽ͕ĞůƌĞĐŽŶŽĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞ
ůŽƐŐĂƐƚŽƐŵĂLJŽƌĞƐ͘>6XEUD\DGR\FXUVLYDDJUHJDGRVSRUHVWDVDOD@͘
ϵϳ͘ Ŷ ĞƐĂ ůşŶĞĂ͕ ƉĂƌĂ ƵďŝĐĂƌŶŽƐ ĞŶĞů ĐŽŶƚĞdžƚŽ ĚĞ ůŽƐŚĞĐŚŽƐ͕ ƚĠŶŐĂƐĞ ĂǀŝƐƚĂ͕ ĞůŶƵŵĞƌĂůϯϭͿ ĚĞů
ŶĞdžŽ /͕ ŶĞdžŽ ĚĞ ĞĨŝŶŝĐŝŽŶĞƐ͕  ĚĞů ZĞŐůĂŵĞŶƚŽ ĚĞů ĞĐƌĞƚŽ ^ƵƉƌĞŵŽ EΣ ϬϴϰͲϮϬϬϬϰͲWD͕
ZĞŐůĂŵĞŶƚŽ ĚĞ ůĂ >ĞLJ ĚĞ ŽŶƚƌĂƚĂĐŝŽŶĞƐ LJ ĚƋƵŝƐŝĐŝŽŶĞƐ ĚĞů ƐƚĂĚŽ͕ ĂƉůŝĐĂďůĞ Ă ůĂ ƉƌĞƐĞŶƚĞ
ĐŽŶƚƌŽǀĞƌƐŝĂ͕ƋƵĞƐĞŹĂůĂ͗
;͙Ϳ
'ĂƐƚŽƐ'ĞŶĞƌĂůĞƐ͗ƐŽŶĂƋƵĞůůŽƐĐŽƐƚŽƐŝŶĚŝƌĞĐƚŽƐƋƵĞĞůĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂĚĞďĞĞĨĞĐƚƵĂƌƉĂƌĂ
[11]
ůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĚĞůĂƉƌĞƐƚĂĐŝſŶĂƐƵĐĂƌŐŽ͕ĚĞƌŝǀĂĚŽƐĚĞƐƵƉƌŽƉŝĂĂĐƚŝǀŝĚĂĚĞŵƉƌĞƐĂƌŝĂů͕
ƉŽƌůŽƋƵĞŶŽƉƵĞĚĞŶƐĞƌŝŶĐůƵŝĚŽƐĚĞŶƚƌŽĚĞůĂƐƉĂƌƚŝĚĂƐĚĞůĂƐŽďƌĂƐŽĚĞůŽƐĐŽƐƚŽƐ
ĚĞůƐĞƌǀŝĐŝŽ͘
;͙Ϳ
ϵϴ͘ŶĞƐĞŽƌĚĞŶ͕ƐŝďŝĞŶ͕ƐĞƉƵĞĚĞƐŽƐƚĞŶĞƌƋƵĞĞůƌĞĐŽŶŽĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞŐĂƐƚŽƐĞƐƵŶĂĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂ
ĞĐŽŶſŵŝĐĂĚĞůĂĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽĞƵŶĐĂƐŽĐŽŶĐƌĞƚŽĚĞůĂŽďƌĂĂƉĞĚŝĚŽĚĞůĂƉĂƌƚĞŝŶƚĞƌĞƐĂĚĂ͖
ƚſŵĞƐĞ ŶŽƚĂ ƋƵĞ ĞŶ ĞƐƚĞ ĐĂƐŽ͕ ůĂ ĐŽŶƚƌŽǀĞƌƐŝĂ ƌĞĨĞƌŝĚĂ Ă ĞƐƚĞ ƉƵŶƚŽ͕ LJ ƋƵĞ ƐĞ ĚŝƐĐƵƚĞŶ ĞŶ Ğů
ƉƌĞƐĞŶƚĞƉƌŽĐĞƐŽĂƌďŝƚƌĂů͕ƐŽŶƚĂŵďŝĠŶĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂƐĚĞůŽƌĞƐƵĞůƚŽĞŶƵŶĂƌďŝƚƌĂũĞĂŶƚĞƌŝŽƌĞŶůĂ
ƋƵĞ ƐĞ ĞƐƚĂďůĞĐŝſ ƋƵĞ ůĂƐ ĐŽŶƚƌŽǀĞƌƐŝĂƐ ƌĞĨĞƌŝĚĂƐ Ă ůĂ >ŝƋƵŝĚĂĐŝſŶ &ŝŶĂů ĚĞů ŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞďşĂŶ
ƌĞƐŽůǀĞƌƐĞĞŶƵŶŶƵĞǀŽƉƌŽĐĞƐŽĂƌďŝƚƌĂů͘
ϭϬϱ͘ ŚŽƌĂ ďŝĞŶ͕ ƚĂů ĐŽŵŽ ƐĞ ƐĞŹĂůŽ Ƶƚ ƐƵƉƌĂ͕ Ğů ĂƌƚşĐƵůŽ Ϯϱϴ ĚĞů ZĞŐůĂŵĞŶƚŽ ĚĞ ůĂ >ĞLJ ĚĞ
ŽŶƚƌĂƚĂĐŝŽŶĞƐĚĞůƐƚĂĚŽĂƉƌŽďĂĚŽŵĞĚŝĂŶƚĞĞĐƌĞƚŽ^ƵƉƌĞŵŽEΣϬϴϰͲϮϬϬϰͲWD͕ĞdžƉƌĞƐĂƋƵĞ>
KEdZd/^dƚŝĞŶĞůĂŽďůŝŐĂĐŝſŶĚĞƐŽůŝĐŝƚĂƌůĂĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽĂ>Ed/͕ĐƵĂŶĚŽĐŽŶĐƵƌƌĂ
ĂůŐƵŶĂĚĞůĂƐĐĂƵƐĂůĞƐĞƐƚĂďůĞĐŝĚĂƐĞŶĞůŵĞŶĐŝŽŶĂĚŽĚŝƐƉŽƐŝƚŝǀŽ͗
sĞĂŵŽƐ͕ůĂƐĐĂƵƐĂůĞƐ͗
;͙Ϳ
ƌƚşĐƵůŽϮϱϴ͘ͲĂƵƐĂůĞƐ
Ğ ĐŽŶĨŽƌŵŝĚĂĚ ĐŽŶ Ğů ĂƌƚşĐƵůŽ ϰϮ ĚĞ ůĂ >ĞLJ͕ Ğů ĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂ ƉŽĚƌĄ ƐŽůŝĐŝƚĂƌ ůĂ
ĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽƉĂĐƚĂĚŽƉŽƌůĂƐƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐĐĂƵƐĂůĞƐ͕ƐŝĞŵƉƌĞƋƵĞŵŽĚŝĨŝƋƵĞŶĞů
ĐĂůĞŶĚĂƌŝŽĚĞĂǀĂŶĐĞĚĞŽďƌĂǀŝŐĞŶƚĞ͗>VLF@
ϭͿƚƌĂƐŽƐLJͬŽƉĂƌĂůŝnjĂĐŝŽŶĞƐƉŽƌĐĂƵƐĂƐŶŽĂƚƌŝďƵŝďůĞƐĂůĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂ͖
ϮͿƚƌĂƐŽƐĞŶĞůĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽĚĞƐƵƐƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐƉŽƌĐĂƵƐĂƐĂƚƌŝďƵŝďůĞƐĂůĂŶƚŝĚĂĚ͖
ϯͿĂƐŽĨŽƌƚƵŝƚŽŽĨƵĞƌnjĂŵĂLJŽƌĚĞďŝĚĂŵĞŶƚĞĐŽŵƉƌŽďĂĚŽƐ͘͟
ZĞƐĂůƚĂĚŽĂŐƌĞŐĂĚŽ>VLF@
;͙Ϳ
ϭϬϲ͘ Ğ ůĂ ůĞĐƚƵƌĂ ĚĞů ŵĞŶĐŝŽŶĂĚŽ ĚŝƐƉŽƐŝƚŝǀŽ ŶŽƌŵĂƚŝǀŽ͕ ƐĞ ĂƉƌĞĐŝĂ ƋƵĞ ƉĂƌĂ ƉƌĞƚĞŶĚĞƌ Ğů
ƌĞĐŽŶŽĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞůĂĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽ;LJ͕ƋƵĞƐĞŐƷŶ͕ĞůĐĂƐŽĐŽŶĐƌĞƚŽ͕ŚĂďƌşĂƐŝĚŽĚĞƐĞŝƐĐŝĞŶƚŽƐ
ĚŽĐĞ;ϲϭϮͿĚşĂƐĐĂůĞŶĚĂƌŝŽͿ>KEdZd/^dĚĞďŝſƐŽůŝĐŝƚĂƌůĂƌĞĨĞƌŝĚĂĂ>Ed/͕ƉĂƌĂƋƵĞĞƐƚĂ
ĂďƐƵĞůǀĂĞŶůŽƋƵĞĨƵĞƌĂƉĞƌƚŝŶĞŶƚĞ͖ĞŵƉĞƌŽĞƐƚĂƐŝƚƵĂĐŝſŶŶŽŚĂƋƵĞĚĂĚŽĂĐƌĞĚŝƚĂĚĂĞŶůĂƐĞĐƵĞůĂ
ĚĞůƉƌĞƐĞŶƚĞĂƌďŝƚƌĂũĞ͘>6XEUD\DGR\FXUVLYDDJUHJDGRVSRUHVWDVDOD@͘
;͙Ϳ
ϭϭϬ͘ zĞŶĚŽ Ăů ƉƵŶƚŽ ƐƵƐƚĂŶĐŝĂů͕ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ăů dƌŝďƵŶĂů ƌďŝƚƌĂů͕ ĂŶĂůŝnjĂƌ ůŽƐ ŚĞĐŚŽƐ ĚĞƐĚĞ ĚŽƐ
ƉĞƌƐƉĞĐƚŝǀĂƐ͗ŝͿĞƐĚĞĞůƉƵŶƚŽĚĞǀŝƐƚĂĨŽƌŵĂůLJ͕ŝŝͿĞƐĚĞĞůƉƵŶƚŽĚĞǀŝƐƚĂŵĂƚĞƌŝĂů͘ŶĞůƉƌŝŵĞƌ
ĐĂƐŽ͕ ĚĞďĞƌĄ ĂŶĂůŝnjĂƌƐĞ Ɛŝ ƐĞ ŚĂŶ ĐƵŵƉůŝĚŽ ůĂƐ ĨŽƌŵĂůŝĚĂĚĞƐ ůĂƐ ĨŽƌŵĂůŝĚĂĚĞƐ LJͬŽ ĞdžŝŐĞŶĐŝĂƐ
ƉƌŽĐĞĚŝŵĞŶƚĂůĞƐƉĂƌĂƐŽůŝĐŝƚĂƌĞůƉĂŐŽĚĞDĂLJŽƌĞƐ'ĂƐƚŽƐ'ĞŶĞƌĂůĞƐ͕ƚŽŵĂŶĚŽĞŶĐŽŶƐŝĚĞƌĂĐŝſŶůŽ
ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽĞŶůĂůĞLJĚĞŽŶƚƌĂƚĂĐŝŽŶĞƐĚĞůƐƚĂĚŽLJƐƵZĞŐůĂŵĞŶƚŽ͘ŶĞůƐĞŐƵŶĚŽƐƵƉƵĞƐƚŽ;ƉƵŶƚŽ
ǀŝƐƚĂ ŵĂƚĞƌŝĂůͿ͕ ƐĞ ĂŶĂůŝnjĂƌĄ Ɛŝ ĞĨĞĐƚŝǀĂŵĞŶƚĞ ĞdžŝƐƚŝſ ƵŶĂ ĂŵƉůŝĂĐŝſŶ ĚĞ ƉůĂnjŽ ĞŶ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ
ĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂů͖LJ͕ƐŝĚŝĐŚĂĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽĨƵĞŝŵƉƵƚĂďůĞĂ>KEdZdK^d͕ŽƐŝƉŽƌĞůĐŽŶƚƌĂƌŝŽ͕
ĠƐƚĂŶŽƌĞƐƉŽŶĚŝſĂůĂǀŽůƵŶƚĂĚĚĞůŵŝƐŵŽ͘
ϭϭϭ͘ŶƌĞůĂĐŝſŶĂůƉƌŝŵĞƌƐƵƉƵĞƐƚŽ͕ĞůdƌŝďƵŶĂůƌďŝƚƌĂůĐŽŶƐŝĚĞƌĂƋƵĞĞŶƌĞůĂĐŝſŶĂĞůůŽ͕LJĂŶŽƐĞ
ĂŵĞƌŝƚĂŵĂLJŽƌũƵŝĐŝŽ͕ƉƵĞƐƚŽƋƵĞĂůĂĐŽŶĐůƵƐŝſŶƋƵĞƐĞĂƌƌŝďſĞŶĞůĐŽŶƐŝĚĞƌĂŶĚŽϵϲƵƚƐƵƉƌĂ͕͕ĞƐƚĄ
ĞǀŝĚĞŶĐŝĂĚŽƋƵĞ>KEdZd/^dŶŽĐƵŵƉůŝſĐŽŶůĂĨŽƌŵĂůŝĚĂĚĚĞůĂƐŽůŝĐŝƚƵĚĚĞĂŵƉůŝĂĐŝſŶĂƉĞƐĂƌ
ƋƵĞŚĂďƌşĂĞdžŝƐƚŝĚŽƵŶĂĐĂƵƐĂĂƚƌŝďƵŝďůĞĂĞůůŽƐ͕ƋƵĞĚŝĨŝĐƵůƚſůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂůĞŶĞůĞdžƚƌĞŵŽ
ĚĞůĂĞůĂďŽƌĂĐŝſŶĚĞůĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞƚĠĐŶŝĐŽ͖ƉŽƌůŽƋƵĞ͕ĚĞƐĚĞĞůƉƵŶƚŽĚĞǀŝƐƚĂĨŽƌŵĂů͕ůĂƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ
ĚĞ > KEdZd/^d ĚĞǀĞŶĚƌşĂ ĞŶ ŝŶĂƚĞŶĚŝďůĞ͘ >6XEUD\DGR \ FXUVLYD DJUHJDGRV SRU HVWD
VDOD@͘
ϭϭϮ͘ ^ŝŶ ĞŵďĂƌŐŽ͕ ƉĂƌĂ ĞƐƚĞ dƌŝďƵŶĂů ƌďŝƚƌĂů͕ Ğů ƚĞŵĂĚĞ ĚŝƐĐƵƐŝſŶ ŶŽ ƐĞ ĂŐŽƚĂ ĞŶ ůĂ ĨŽƌŵĂůŝĚĂĚ͕
ƐŝŶŽ͕ĐŽŵŽLJĂƐĞĚŝũŽ͕ƐĞƚƌĂƐůĂĚĂĂůĄŵďŝƚŽŵĂƚĞƌŝĂů͕LJƉĂƌĂĐƵLJŽƉƌŽƉſƐŝƚŽ͕ƚĞŶĞŵŽƐƋƵĞƌĞŵŝƚŝƌŶŽƐ
Ăů ĂƌƚşĐƵůŽ Ϯϱϴ ĚĞů ZĞŐůĂŵĞŶƚŽ ĚĞ ůĂ >ĞLJ ĚĞ ŽŶƚƌĂƚĂĐŝŽŶĞƐ ĚĞů ƐƚĂĚŽ͕ ƋƵĞ ƌĞŐƵůĂ ůŽƐ ƐƵƉƵĞƐƚŽƐ
ƉĂƌĂĂƐŽůŝĐŝƚƵĚĚĞĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽ͘
sĞĂŵŽƐ͗
;͙Ϳ
ƌƚşĐƵůŽϮϱϴ͘ͲĂƵƐĂůĞƐ
ĞĐŽŶĨŽƌŵŝĚĂĚĐŽŶĞůĂƌƚşĐƵůŽϰϮĚĞůĂ>ĞLJ͕ĞůĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂƉŽĚƌĄƐŽůŝĐŝƚĂƌůĂĂŵƉůŝĂĐŝſŶ
ĚĞƉůĂnjŽƉĂĐƚĂĚŽƉŽƌůĂƐƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐĐĂƵƐĂůĞƐ͕ƐŝĞŵƉƌĞƋƵĞŵŽĚŝĨŝƋƵĞŶĞůĐĂůĞŶĚĂƌŝŽĚĞ
ĂǀĂŶĐĞĚĞŽďƌĂǀŝŐĞŶƚĞ͗
ϭͿƚƌĂƐŽƐLJͬŽƉĂƌĂůŝnjĂĐŝŽŶĞƐƉŽƌĐĂƵƐĂƐŶŽĂƚƌŝďƵŝďůĞƐĂůĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂ͖
ϮͿƚƌĂƐŽƐĞŶĞůĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽĚĞƐƵƐƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐƉŽƌĐĂƵƐĂƐĂƚƌŝďƵŝďůĞƐĂůĂŶƚŝĚĂĚ͖
ϯͿĂƐŽĨŽƌƚƵŝƚŽŽĨƵĞƌnjĂŵĂLJŽƌĚĞďŝĚĂŵĞŶƚĞĐŽŵƉƌŽďĂĚŽƐ͘
;͙Ϳ
[12]
ϭϭϯ͘ dĂů ĐŽŵŽ ƉƵĞĚĞ ĂƉƌĞĐŝĂƌƐĞ͕ Ğů ŵĞŶĐŝŽŶĂĚŽ ĂƌƚşĐƵůŽ ƌĞŐƵůĂ ůŽƐ ƐƵƉƵĞƐƚŽƐ ŵĂƚĞƌŝĂůĞƐ ƉĂƌĂ ůĂ
ƐŽůŝĐŝƚƵĚ ĚĞ ĂŵƉůŝĂĐŝſŶ ĚĞ ƉůĂnjŽ͖ ĞƐ ĚĞĐŝƌ͕ ĚĞ ĂĐƵĞƌĚŽ Ăů ŵĞŶĐŝŽŶĂĚŽ ĚŝƐƉŽƐŝƚŝǀŽ ŶŽƌŵĂƚŝǀŽ͕ ĚĞ
ǀĞƌŝĨŝĐĂƌƐĞ ƵŶŽ Ž ŵĄƐ ƐƵƉƵĞƐƚŽƐ ĐŽŶƚĞŶŝĚŽƐ ĞŶ ĚŝĐŚĂ ŶŽƌŵĂ > KEdZd/^d ƉŽĚƌĄ ƐŽůŝĐŝƚĂƌ ůĂ
ĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂů͘
;͙Ϳ
ϭϮϬ͘ Ŷ ĞĨĞĐƚŽ͕ ĞŶ ĂƚĞŶĐŝſŶ Ă ĚŝĐŚŽƐ ŝŵƉƌĞǀŝƐƚŽƐ͕ > KEdZd/^d ;Ă ƐŽůŝĐŝƚƵĚ ĚĞ > Ed/Ϳ
ĞůĂďŽƌſƵŶWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽĐŽŶůĂĨŝŶĂůŝĚĂĚĚĞǀŝĂďŝůŝnjĂƌůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĚĞůŽŶƚƌĂƚŽĚĞKďƌĂ͕ƚĂůLJ
ĐŽŵŽ ƐĞ ŚĂ ĚĞĐůĂƌĂĚŽ͕ ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽ LJ ƌĞĐŽŶŽĐŝĚŽ ĞŶ ůŽƐ ƉƵŶƚŽƐ ĂŶƚĞƌŝŽƌĞƐ ĚĞů ƉƌĞƐĞŶƚĞ >ĂƵĚŽ͘
>6XEUD\DGR\FXUVLYDDJUHJDGDSRUHVWDVDOD@͘
;͙Ϳ
ϭϮϲ͘ŶĞƐĞůşŶĞĂ͕ƚĞŶĞŵŽƐƋƵĞ>Ed/ĞůĂďŽƌſĚĞĨŝĐŝĞŶƚĞŵĞŶƚĞůĂƐĞƐƉĞĐŝĨŝĐĂĐŝŽŶĞƐƚĠĐŶŝĐĂƐ
ĚĞ ůŽƐ dĠƌŵŝŶŽƐ ĚĞ ZĞĨĞƌĞŶĐŝĂ ĚĞů ĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ ĚĞ ĐŽŶƚƌĂƚĂĐŝſŶ͕ ŚĞĐŚŽ ƋƵĞ ŐĞŶĞƌſ ƋƵĞ >
KEdZd/^dĞƐƚĠŝŵƉŽƐŝďŝůŝƚĂĚŽĚĞĐƵŵƉůŝƌĐŽŶƐƵƐŽďůŝŐĂĐŝŽŶĞƐƚĂůLJĐŽŵŽĨƵĞƌŽŶƉĂĐƚĂĚĂƐĞŶĞů
ŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞ KďƌĂ͘ Ŷ ĞƐĂ ůşŶĞĂ ůĂ ŶĞŐůŝŐĞŶĐŝĂ ĚĞ > Ed/ ŐĞŶĞƌſ ůĂƐ ƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐ
ĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂƐ͗
ŝͿ >ĂĞůĂďŽƌĂĐŝſŶĚĞƵŶWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽƋƵĞǀŝĂďŝůŝnjĂƌĂůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĚĞůĂŽďƌĂLJ͕ƋƵĞĨƵĞ
ƌĞĐŚĂnjĂĚŽƉŽƌůĂŝĚĞŶƚŝĚĂĚ͘
ŝŝͿ >Ă ĞũĞĐƵĐŝſŶ ƌĞĂů ĚĞů ŽŶƚƌĂƚŽ ƉƌŝŵŝŐĞŶŝŽ ;ĞŶ Ğů ĞdžƚƌĞŵŽ ĚĞ ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶ ĚĞů ĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ
dĠĐŶŝĐŽͿĚĞĂĐƵĞƌĚŽĂůĂƐĐĂƌĂĐƚĞƌşƐƚŝĐĂƐƌĞĂůĞƐĚĞůƚĞƌƌĞŶŽ͘
;͙Ϳ
ϭϮϴ͘ĞŝŐƵĂůŵŽĚŽ͕>KEdZd/^dĂĐƚƵſĚĞƐĐƵŝĚĂĚĂŵĞŶƚĞŽŵŝƚŝĞŶĚŽǀĞƌŝĨŝĐĂƌĞůƉƌŽĐĞĚŝŵŝĞŶƚŽ
ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽ ĞŶ Ğů ĂƌƚşĐƵůŽ Ϯϱϵ ƌĞĨĞƌŝĚŽ Ă ůĂ ƐŽůŝĐŝƚƵĚ ĚĞ ĂŵƉůŝĂĐŝſŶ ĚĞ ƉůĂnjŽ͘ >6XEUD\DGR \
FXUVLYDDJUHJDGRVSRUHVWDVDOD@͘
ϭϮϵ͘ŶĂƚĞŶĐŝſŶĂůĂƐƉĂƌƚŝĐƵůĂƌŝĚĂĚĞƐŵĞŶĐŝŽŶĂĚŽƐĞŶůŽƐƉĄƌƌĂĨŽƐĂŶƚĞƌŝŽƌĞƐĞůdƌŝďƵŶĂůƌďŝƚƌĂů͕
ĐŽŶƐŝĚĞƌĂĐŽŶǀĞŶŝĞŶƚĞĞƐƚŝŵĂƌLJͬŽĂĐŽŐĞƌůĂƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ>KEdZd/^dƉƵĞƐƚŽƋƵĞĐŽŶƐŝĚĞƌĂƋƵĞ
ƵŶ ƌĞƐƉƵĞƐƚĂ ůſŐŝĐĂ LJ ũƵƐƚĂŵĞŶƚĞ ŝŵƉĞĐĂďůĞ ƉĂƌĂ ƌĞƐŽůǀĞƌ ůĂƐ ĐŽŶƚƌŽǀĞƌƐŝĂƐ ŵĂƚĞƌŝĂ ĚĞů ƉƌĞƐĞŶƚĞ
ĂƌďŝƚƌĂũĞ͕ƉĂƌƚĞĚĞůĂƉƌĞŵŝƐĂĚĞŚĂĐĞƌƉƌĞǀĂůĞĐĞƌĞůĂƐƉĞĐƚŽŵĂƚĞƌŝĂů͕ĞƐĚĞĐŝƌůĂǀĞƌŝĨŝĐĂĐŝſŶĚĞůŽƐ
ŚĞĐŚŽƐƌĞĂůŵĞŶƚĞŽĐƵƌƌŝĚŽĞŶůĂĞƚĂƉĂĚĞĞũĞĐƵĐŝſŶĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂů͘>VLF@
;͙Ϳ
ϭϯϴ͘ Ŷ ƌĞůĂĐŝſŶ Ă ĞůůŽ͕ ƚĞŶĞŵŽƐ ƋƵĞ ĚĞŶƚƌŽ ĚĞů ƉůĂnjŽ ŵĂƚĞƌŝĂů ƐĞŹĂůĂĚŽ ĂŶƚĞƌŝŽƌŵĞŶƚĞ͕ >
KEdZd/^dƌĞĂůŝnjſůĂƐƐŝŐƵŝĞŶƚĞƐƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐĂĨĂǀŽƌĚĞ>Ed/͗
ŝͿ ůĂďŽƌſƵŶWƌŽLJĞĐƚŽůƚĞƌŶĂƚŝǀŽ͖LJ
ŝŝͿ ůĂďŽƌſĞůdžƉĞĚŝĞŶƚĞdĠĐŶŝĐŽŽƌŝŐŝŶĂůŵĞŶƚĞĐŽŶƚƌĂƚĂĚŽ͘
;͙Ϳ
ϭϰϮ͘ ƐƚĂŶĚŽ Ă ůŽ ĂŶƚĞƌŝŽƌ͕ ƉĂƌĂ ǀĂůŽƌŝnjĂƌ ůŽƐ ŐĂƐƚŽƐ ŐĞŶĞƌĂůĞƐ ŝŶĐŝĞƌƚŽƐ ƉŽƌ Ğů ĐŽŶƚƌĂƚŝƐƚĂ͕ ĚĞďĞ
ƚĞŶĞƌƐĞ ĞŶ ĐƵĞŶƚĂ ůŽ ƉƌĞǀŝƐƚŽ ĞŶ Ğů ƐĞŐƵŶĚŽ ƉĄƌƌĂĨŽ ĚĞů ĂƌƚşĐƵůŽ Ϯϲϭ LJ Ğů ƷůƚŝŵŽ ƉĄƌƌĂĨŽ ĚĞů
ĞĐƌĞƚŽ^ƵƉƌĞŵŽEΣϬϴϰͲϮϬϬϰͲWDZĞŐůĂŵĞŶƚŽĚĞůĂ>ĞLJĚĞŽŶƚƌĂƚĂĐŝŽŶĞƐLJĚƋƵŝƐŝĐŝŽŶĞƐĚĞů
ƐƚĂĚŽ͖ĚĞďŝĞŶĚŽŵĂƚĞƌŝĂůŝnjĂƌƐĞƚĂůǀĂůŽƌŝnjĂĐŝſŶ͕ĞŶǀşĂĚĞĞũĞĐƵĐŝſŶĚĞ>ĂƵĚŽƌďŝƚƌĂůĂŶƚĞĞůĞŶƚĞ
ƋƵĞ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ͘ ĂďĞ ƉƌĞĐŝƐĂƌ ƋƵĞ ĞƐƚĂ ǀĂůŽƌĂĐŝſŶ ƐĞ ĚĞďĞƌĄ ĂƉůŝĐĂƌ ƷŶŝĐĂŵĞŶƚĞ͕ ƚŽŵĂŶĚŽ ĞŶ
ĐƵĞŶƚĂ ůŽƐ ǀĂůŽƌĞƐ ĚĞů ŵŽŶƚŽ ĂĚũƵĚŝĐĂĚŽ ƉĂƌĂ ůĂ ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶ ĚĞů ĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ ƚĠĐŶŝĐŽ͕ LJ ŶŽ ĂƐş͕ ĚĞů
ĐŽŶũƵŶƚŽ ŝŶƚĞŐƌĂů ĚĞů ŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ KďƌĂ͕ ƋƵĞ ĞŶ ĞƐƚĞ ĐĂƐŽ͕ ĐŽŵƉƌĞŶĚşĂŶ ƵŶĂ ƉƌŝŵĞƌĂ ĨĂƐĞ ƋƵĞ
ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚşĂůĂůĂďŽƌĂĐŝſŶĚĞůdžƉĞĚŝĞŶƚĞdĠĐŶŝĐŽ͕LJƵŶĂƐĞŐƵŶĚĂ͕ƋƵĞĐŽŵƉƌĞŶĚşĂůĂũĞĐƵĐŝſŶĚĞ
ůĂKďƌĂ͘>VLF@͘
'pFLPR 6HJXQGR (Q HVWH SXQWR FRUUHVSRQGH UHDOL]DU XQ H[DPHQ GH ORV
FRQVLGHUDQGRVWUDQVFULWRVTXHMXVWLILFDQODGHFLVLyQGHO7ULEXQDO$UELWUDOSDUD
GLVSRQHU TXH OD (QWLGDG SDJXH D 9,&&2 ORV PD\RUHV JDVWRV \ GH HVH PRGR
GLOXFLGDU VL VH LQFXUULy HQ HO GHIHFWR GH PRWLYDFLyQ TXH VH GHQXQFLD
PHQFLRQDQGRORVFRQVLGHUDQGRVSRUHOQ~PHURDVLJQDGRHQHO/DXGR
(QHOVHH[SUHVDTXH9,&&2QRUHDOL]yHOWUiPLWHIRUPDOGHDPSOLDFLyQGH
SOD]RFRQFOX\HTXHFRUUHVSRQGHDQXDOL]DU\GHWHUPLQDUVLGHVGHHOSXQWRGH
YLVWD PDWHULDO H[LVWLUtDQ HOHPHQWRV TXH KDUtDQ YLDEOH FRQFHGHU OD UHIHULGD
DPSOLDFLyQ GH SOD]R \ OXHJR ORV JDVWRV PD\RUHV HQ HO  VRVWLHQH TXH HO
UHFRQRFLPLHQWR GH JDVWRV JHQHUDOHV HV XQD FRQVHFXHQFLD HFRQyPLFD GH OD
DPSOLDFLyQGHSOD]RDSHGLGRGHSDUWHLQWHUHVDGDHQHOVHVRVWLHQHTXHGH
DFXHUGR DO DUWtFXOR  GHO 5HJODPHQWR GH OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO
(VWDGRHOFRQWUDWLVWDWLHQHODREOLJDFLyQGHVROLFLWDUODDPSOLDFLyQGHSOD]RD
[13]

OD (QWLGDG FXDQGR VH SUHVHQWHQ ODV FDXVDOHV HVWDEOHFLGDV HQ HO SURSLR
GLVSRVLWLYR HQ HO  VH LQVLVWH TXH 9,&&2 GHELy VROLFLWDU OD DPSOLDFLyQ GH
SOD]RDOD(QWLGDGSHURTXHQRORKL]RHQHOHOWULEXQDOH[SUHVDTXHVH
SXHGHDQDOL]DUORVKHFKRVGHVGHGRVSHUVSHFWLYDVXQDGHVGHHOSXQWRGHYLVWD
IRUPDO HV GHFLU VL VH KDQ FXPSOLGR ODV IRUPDOLGDGHV SURFHGLPHQWDOHV SDUD
VROLFLWDU HO SDJR GH PD\RUHV JDVWRV JHQHUDOHV \ RWUD GHVGH HO SXQWR GH YLVWD
PDWHULDO VHxDOD TXH DQDOL]DUi ´VL HIHFWLYDPHQWH H[LVWLy XQD DPSOLDFLyQ GH
SOD]R HQ OD HMHFXFLyQ GHO FRQWUDWRµ \ VL GLFKD DPSOLDFLyQ IXH LPSXWDEOH DO
&RQWUDWLVWD R SRU HO FRQWUDULR D OD (QWLGDG HQ HO  FRQFOX\H TXH HVWi
HYLGHQFLDGR TXH 9,&&2 QR FXPSOLy FRQ OD IRUPDOLGDG GH VROLFLWDU OD
DPSOLDFLyQGHSOD]RSRUORTXHGHVGHHOSXQWRGHYLVWDIRUPDOODSUHWHQVLyQGH
PD\RUHV JDVWRV JHQHUDOHV VHUtD LQDWHQGLEOH HQ ORV FRQVLGHUDQGRV  
\VHxDODQTXHWUDVODGiQGRVHDOiPELWRPDWHULDOVHUHPLWHDODUWtFXOR
ƒGHO5HJODPHQWRGHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGRHOTXHUHJXODORV
VXSXHVWRV PDWHULDOHV SDUD TXH SURFHGD OD DPSOLDFLyQ GH SOD]R \ TXH
FRUUHVSRQGH HQWRQFHV HVWDEOHFHU VL VH YHULILFy DOJXQDV GH ODV FDXVDOHV SDUD
TXH SURFHGD OD UHIHULGD DPSOLDFLyQ HQ HO  VH DILUPD TXH HO &RQWUDWLVWD
HODERUyHO3UR\HFWR$OWHUQDWLYRDVROLFLWXGGH3529,$6 HQORVFRQVLGHUDQGRVRFWDYR\
QRYHQRGHHVWDUHVROXFLyQUHIHULGRVDODDXWRUL]DFLyQD9,&&2SDUDODHODERUDFLyQGHO3UR\HFWR$OWHUQDWLYR
KHPRVHVWDEOHFLGRTXHHO7ULEXQDO$UELWUDOQXQFDFRQFOX\yTXHWDODXWRUL]DFLyQVHGLRSRUSDUWHGH3529,$6
HPSHUR HQ HO FRQVLGHUDQGR  GHO ODXGR FRUUHVSRQGLHQWH DO SDJR GH 0D\RUHV *DVWRV *HQHUDOHV VH H[SUHVD
DLVODGDPHQWHTXHWDODXWRUL]DFLyQVHGLRFRPRVLHQRWUDSDUWHGHOODXGRVHKXELHVHOOHJDGRDWDOFRQYLFFLyQ 
HQHO TXH3529,$6 HODERUy GHILFLHQWHPHQWH ODVHVSHFLILFDFLRQHV WpFQLFDV
GH ORV WpUPLQRV GH UHIHUHQFLD GHO H[SHGLHQWH GH FRQWUDWDFLyQ KHFKR TXH
JHQHUy TXH 9,&&2 HVWp LPSRVLELOLWDGR GH FXPSOLU FRQ VXV REOLJDFLRQHV WDO
FRPR IXHURQ SDFWDGDV HQ HO  TXH 9,&&2 DFWXy GHVFXLGDGDPHQWH
RPLWLHQGR HIHFWXDU OD VROLFLWXG GH DPSOLDFLyQ GH SOD]R DQWH 3529,$6 HQ HO
HO7ULEXQDOFRQVLGHUDFRQYHQLHQWHHVWLPDUODSUHWHQVLyQGH9,&&2TXHVH
OH FDQFHOH ORV PD\RUHV JDVWRV JHQHUDOHVSRUTXH SDUWHGHODSUHPLVDGH KDFHU
SUHYDOHFHUHODVSHFWRPDWHULDOHVGHFLUORTXHUHDOPHQWHRFXUULyHQODHWDSDGH
HMHFXFLyQGHFRQWUDWR
'H OR VHxDODGR VH WLHQH TXH HO 7ULEXQDO $UELWUDO FRQVLGHUy TXH GH DFXHUGR D
ODVQRUPDVGHFRQWUDWDFLyQHVWDWDOSDUDTXHSURFHGDODFRQFHVLyQGHPD\RUHV
JDVWRVJHQHUDOHVHVQHFHVDULRTXHSUHYLDPHQWHHO&RQWUDWLVWDKD\DVROLFLWDGRD
OD (QWLGDG OD DSUREDFLyQ GH OD DPSOLDFLyQ GH SOD]R VRVWLHQH TXH HVWR QR
RFXUULy \ TXH GLFKD RPLVLyQ LPSHGLUtD FRQFHGHU ORV PD\RUHV JDVWRV
PHQFLRQDGRVSHURTXHUHFXVDGLFKRUD]RQDPLHQWRIRUPDO\VHxDODTXHGHVGH
HOSXQWRGHYLVWDPDWHULDOVHKDQSUHVHQWDGRODVFDXVDOHVSDUDODVROLFLWXG \
FRQFHVLyQ  GH DPSOLDFLyQ GH SOD]R \ SRU WDO UD]yQ FRUUHVSRQGH RWRUJDU
PD\RUHVJDVWRVJHQHUDOHV
'pFLPR 7HUFHUR /RV DUWtFXORV ƒ \ ƒ 5HJODPHQWR GH OD /H\ GH

4
Artículo 259.- Procedimiento
Para que proceda una ampliación de plazo de conformidad con lo establecido en el Artículo precedente,
durante la ocurrencia de la causal, el contratista, por intermedio de su residente, deberá anotar en el Cuaderno
[14]

&RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR TXH UHJXODQ ORV FDVRV HQ TXH SURFHGHQ ODV
DPSOLDFLRQHVGHSOD]R\HVWDEOHFHQORVWUiPLWHVSOD]RV\UHTXLVLWRVQHFHVDULRV
SDUDSUHVHQWDUODVVROLFLWXGHVDQWHOD(QWLGDGFRQWUDWDQWH\HOSOD]RTXHHVWD
~OWLPD WLHQH SDUD SURQXQFLDUVH \ FRPR HV IiFLO DGYHUWLU VRQ GH QRUPDV GH
RUGHQ S~EOLFR GH REOLJDWRULR FXPSOLPLHQWR (Q HIHFWR ODV QRUPDV VREUH
FRQWUDWDFLyQ S~EOLFD FRQVWLWX\HQ QRUPDV GH RUGHQ S~EOLFR ODV FXDOHV QR
SXHGHQ VHU GHURJDGDV SRU ODV SDUWHV R LQWHUHVDGRV HVWD HV XQD GH VXV
FDUDFWHUtVWLFDV SULQFLSDOHV TXH ODV GLIHUHQFLD GH ODV QRUPDV GH GHUHFKR
SULYDGR ODV FXDOHV SXHGHQ VHU GHURJDGDV SRU ORV LQGLYLGXRV HQ OD
DXWRUUHJXODFLyQ GH VXV LQWHUHVHV VDOYR ORV SRFRV FDVRV GH QRUPDV
LPSHUDWLYDVHQHVWDUDPDGHOGHUHFKR 
5HVSHFWRGHHVWDVQRUPDVVREUHFRQWUDWDFLyQS~EOLFDHO~QLFRDUJXPHQWRR
UD]yQ TXH EULQGD HO 7ULEXQDO $UELWUDO  ²SDUD LQDSOLFDU FODUDV \ FRQFUHWDV
QRUPDV TXH UHJXODQ OD DPSOLDFLyQ GH SOD]RV \ HO SDJR GH PD\RUHV JDVWRV
JHQHUDOHVHQHVSHFLDOHODUWtFXORƒFLWDGR²HVTXHVREUHHOiPELWRIRUPDO
ODV QRUPDV VREUH FRQWUDWDFLyQ S~EOLFD  HO WULEXQDO SUHIHULUi HO iPELWR R
DVSHFWR PDWHULDO OR TXH D VX MXLFLR VXFHGLy HQ HO GHVHQYROYLPLHQWR GHO
FRQWUDWR   SDUD OXHJR VHQFLOODPHQWH GHMDU GH DSOLFDU GLFKDV QRUPDV VREUH
FRQWUDWDFLyQ S~EOLFD VLQ EULQGDU QLQJXQD DUJXPHQWDFLyQ MXUtGLFD TXH
MXVWLILTXHVXLQDSOLFDFLyQ

$VLPLVPR FRQIRUPH VH DSUHFLD HQ HO QXPHUDO  GHO $FWD GH ,QVWDODFLyQ 
1RUPDV $SOLFDEOHV DO 3URFHVR $UELWUDO  ODV SDUWHV GHMDURQ FRQVWDQFLD TXH HO
SURFHVR DUELWUDO VH UHJLUi SRU OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV \ $GTXLVLFLRQHV GHO
(VWDGR DSUREDGD PHGLDQWH 'HFUHWR 6XSUHPR 1ƒ 3&0 \ VX

de Obra las circunstancias que a su criterio ameriten ampliación de plazo. Dentro de los quince (15) días
siguientes de concluido el hecho invocado, el contratista o su representante legal solicitará, cuantificará y
sustentará su solicitud de ampliación de plazo ante el inspector o supervisor, según corresponda, siempre que
la demora haya afectado el calendario de avance vigente. En caso que el hecho invocado pudiera superar el
plazo vigente de ejecución contractual, la solicitud se efectuará antes del vencimiento del mismo.
Dentro de los siete (7) días siguientes, el inspector o supervisor emitirá un informe expresando opinión sobre
la solicitud de ampliación de plazo y lo remitirá a la Entidad. La Entidad emitirá resolución sobre dicha
ampliación en un plazo máximo de diez (10) días, contados desde el día siguiente de la recepción del indicado
informe. De no emitirse pronunciamiento alguno dentro de los plazos señalados, se considerará ampliado el
plazo, bajo responsabilidad de la Entidad.
(…)
Toda solicitud de ampliación de plazo debe efectuarse dentro del plazo vigente de ejecución.
Cuando se sustenten en causales diferentes o de distintas fechas, cada solicitud de ampliación de plazo deberá
tramitarse y ser resuelta independientemente.
En tanto se trate de causales que no tengan fecha prevista de conclusión, la Entidad podrá otorgar
ampliaciones de plazo parciales, a fin de permitir que los contratistas valoricen los gastos generales por dicha
ampliación parcial, para cuyo efecto se seguirá el procedimiento antes señalado.
La ampliación de plazo obligará al contratista a presentar al inspector o supervisor un Calendario de Avance
de Obra Actualizado y la programación PERT-CPM correspondiente, considerando para ello sólo las partidas
que se han visto afectadas y en armonía con la ampliación de plazo concedida, en un plazo que no excederá de
diez (10) días contados a partir del día siguiente de la fecha de notificación al contratista de la resolución que
aprueba la ampliación de plazo. El inspector o supervisor deberá elevarlos a la Entidad, con los reajustes
concordados con el residente, en un plazo máximo de siete (7) días, contados a partir de la recepción del
nuevo calendario presentado por el contratista. En un plazo no mayor de siete (7) días, contados a partir del
día siguiente de la recepción del informe del inspector o supervisor, la Entidad deberá pronunciarse sobre
dicho calendario, el mismo que, una vez aprobado, reemplazará en todos sus efectos al anterior. De no
pronunciarse la Entidad en el plazo señalado, se tendrá por aprobado el calendario presentado por el
contratista, bajo responsabilidad de la Entidad.
Cualquier controversia relacionada con la ampliación del plazo por parte de la entidad podrá ser sometida a
conciliación y/o arbitraje dentro de los quince (15) días hábiles posteriores a la comunicación de esta decisión.
>VXEUD\DGRDJUHJDGRSRUHVWD6DOD@
[15]

5HJODPHQWR DSUREDGR SRU 'HFUHWR 6XSUHPR 1ƒ 3&0 DGHPiV GH


RWUDVQRUPDV$KRUDHVYHUGDGTXHHQGLFKDDFWDQRSRGtDSDFWDUVHTXHSDUD
UHVROYHU OD FRQWURYHUVLD QR VH DSOLFDUtDQ ODV QRUPDV VREUH FRQWUDWDFLyQ
HVWDWDO HPSHUR VH FLWD OD PHQFLRQDGD DFWD SDUD SRQHU GH UHOLHYH TXH HO
7ULEXQDO $UELWUDO HVWDED SOHQDPHQWH FRQVFLHQWH GH OD HVSHFLDO UHOHYDQFLD GH
HVWDV QRUPDV GH RUGHQ S~EOLFR SHUR LJXDO ODV LQDSOLFy WDO FRPR VH KD
VHxDODGR

(Q HVH VHQWLGR VH KD YXOQHUDGR HO GHUHFKR D OD PRWLYDFLyQ TXH DVLVWH D OD
(QWLGDG GHPDQGDQWH D TXH VH H[SRQJD ODV UD]RQHV SRU ODV FXDOHV VH HVWi
LQDSOLFDQGR ODV QRUPDV DQWHV PHQFLRQDGDV ODV TXH UHJXODQ OD PDWHULD
FRQWURYHUWLGD HYLGHQWHPHQWH QR FRQVWLWX\H IXQGDPHQWDFLyQ LGyQHD \
VXILFLHQWHVRVWHQHUTXHVHSUHIHULUiHODVSHFWRPDWHULDODOIRUPDOSDUDOXHJR
GHMDU GH REVHUYDU ODV UHIHULGDV QRUPDV GH RUGHQ S~EOLFR UD]yQ SRU OD FXDO
HVWD H[WUHPR GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GHEH HVWLPDUVH GHFODUiQGRVH QXOR HO
3ULPHU3XQWR5HVROXWLYR1XPHUDO
5(63(&72'(/7(5&(5381725(62/87,92²,17(5(6(6/(*$/(6

'pFLPR &XDUWR (Q UHODFLyQ D OD DOHJDFLyQ UHVHxDGD FRPR tWHP LLL  GHO
QXPHUDO  GHO H[RUGLR GH OD SUHVHQWH UHVROXFLyQ GHEHPRV SUHFLVDU TXH HO
7HUFHU 3XQWR 5HVROXWLYR GHO ODXGR HVWi UHIHULGR D OD WHUFHUD SUHWHQVLyQ GH OD
GHPDQGD \ ILMDGR FRPR WHUFHU SXQWR FRQWURYHUWLGR OD IXQGDELOLGDG GH HVWD
SUHWHQVLyQVREUHSDJRGHLQWHUHVHVHVWiFRQGLFLRQDGDDODIXQGDELOLGDGGHOD
SULPHUD SUHWHQVLyQ DUELWUDO ² SDJR SRU 3UR\HFWR DOWHUQDWLYR SRU OR TXH
KDELpQGRVH HVWDEOHFLGR TXH GLFKR H[WUHPR GHO ODXGR GHEH VHU DQXODGR HVWH
H[WUHPRGHOODXGRWDPELpQHVQXOR
5(63(&72 '(/ &8$572 38172 5(62/87,92 ² ´&$5(&( '( 2%-(72 (0,7,5
352181&,$0,(172µ

'pFLPR4XLQWR4XHDQDOL]DQGRORVDJUDYLRVGHQXQFLDGRVSRUODUHFXUUHQWH
UHVHxDGRV FRPR tWHP LY  GHO QXPHUDO  GHO H[RUGLR GH OD SUHVHQWH
UHVROXFLyQ VH DGYLHUWH TXH HVWD SUHWHQVLyQ IXH LQWURGXFLGD PHGLDQWH DO
UHFRQYHQFLyQ IRUPXODGD SRU OD (QWLGDG OD PLVPD TXH VH ILMy FRPR FXDUWR
SXQWR FRQWURYHUWLGR \ FRPR VH DSUHFLD REMHWR GH SURQXQFLDPLHQWR HQ HO
FXDUWRSXQWRUHVROXWLYRODSUHWHQVLyQFRQVLVWtDHQGHWHUPLQDUVLFRUUHVSRQGtD
R QR TXH VH '(&/$5( FRQVHQWLGD R YiOLGD OD /LTXLGDFLyQ )LQDO GHO &RQWUDWR
GH(MHFXFLyQGH2EUDDSUREDGDSRU/$(17,'$'$OUHVSHFWRVHDGYLHUWHTXH
HQHOODXGRHO7ULEXQDO$UELWUDODQDOL]DQGRHVWHSXQWRFRQWURYHUWLGRH[SXVR
HOVLJXLHQWHUD]RQDPLHQWR
ϭϴϮ͘ůdƌŝďƵŶĂůƌďŝƚƌĂů͕ĞƐƚŝŵĂƋƵĞĐĂƌĞĐĞĚĞŽďũĞƚŽ͕ĞŵŝƚŝƌŵĂLJŽƌƉƌŽŶƵŶĐŝĂŵŝĞŶƚŽĞŶƌĞůĂĐŝſŶĂ
ĞƐƚĞ ƉƵŶƚŽ͕ ƚŽĚĂ ǀĞnj͕ ƋƵĞ ůĂ >ŝƋƵŝĚĂĐŝſŶ ĚĞ KďƌĂ ƉƌĂĐƚŝĐĂĚĂ ƉŽƌ ůĂ ŶƚŝĚĂĚ͕ ŵĞĚŝĂŶƚĞ ZĞƐŽůƵĐŝſŶ
ŝƌĞĐƚŽƌĂůEΣϭϳϲϮͲϮϬϬϴͲDdͬϮϬĚĞĨĞĐŚĂϮϬĚĞ:ƵůŝŽĚĞϮϬϬϴ͕ĚĞďĞƌĄĞũĞĐƵƚĂƌƐĞĚĞĐŽŶĨŽƌŵŝĚĂĚĂ
ůŽƌĞƐƵĞůƚŽĞŶĞůƉƌĞƐĞŶƚĞ>ĂƵĚŽƌďŝƚƌĂů͘
'pFLPR 6H[WR (V QHFHVDULR VHxDODU TXH OD SUHWHQVLyQ UHFRQYHQFLRQDO
IRUPXODGD SRU /$ (17,'$' HVWXYR UHIHULGD D TXH HO WULEXQDO GHFODUH
FRQVHQWLGD OD /LTXLGDFLyQ GH &RQWUDWR HIHFWXDGD SRU OD (QWLGDG PHGLDQWH
[16]

5HVROXFLyQ'LUHFWRUDO1ƒ07GHIHFKDGH-XOLRGHHQOD
FXDO VH HVWDEOHFtD XQ VDOGR D FDUJR GHO &RQVRUFLR SRU OD VXPD GH 6
· DUJXPHQWDQGR /$ (17,'$' TXH GHELGR D TXH 9,&&2 QR
VROLFLWyFRQFLOLDFLyQ\RDUELWUDMHGHQWURGHOSOD]RGHGtDVKiELOHVGHKDEHU
VLGRQRWLILFDGRFRQHO2ILFLR1ƒ07&TXHIXHUDQRWLILFDGRHO
GH-XOLRGHPHGLDQWHHOFXDOOD(QWLGDGVHUDWLILFDHQVXOLTXLGDFLyQGH
FRQWUDWR HVWDEOHFLGD HQ OD FLWDGD UHVROXFLyQ HO VRPHWLPLHQWR D DUELWUDMH
GHYLQR HQ H[WHPSRUiQHR \ SRU WDQWR VH GHEtD WHQHU SRU FRQVHQWLGD VX
OLTXLGDFLyQ

6LQ HPEDUJR GH OD OHFWXUD GHO FRQVLGHUDQGR  WUDQVFULWR HVWH FROHJLDGR
REVHUYDDXVHQFLDGHPRWLYDFLyQHQHOODXGRVREUHHVWHFRQFUHWDSUHWHQVLyQGH
3529,$6 HO 7ULEXQDO $UELWUDO QR GD UHVSXHVWD DOJXQD D ORV DUJXPHQWRV
IiFWLFRV \ QRUPDWLYRV GH OD SUHWHQVLyQ IRUPXODGD SRU OD (QWLGDG QL PXFKR
PHQRV KD FXPSOLGR FRQ GHFODUDU H[SUHVDPHQWH VL OD /LTXLGDFLyQ )LQDO GHO
&RQWUDWR GH (MHFXFLyQ GH 2EUD DSUREDGD SRU 3529,$6 KD TXHGDGR
FRQVHQWLGDRQR

(Q HVH FRQWH[WR HO FRQFUHWR GHIHFWR GH PRWLYDFLyQ TXH VH DSUHFLD HV OD
DXVHQFLD GH PRWLYDFLyQ SRU OR TXH HVWH H[WUHPR GHO ODXGR WDPELpQ VH KD
LQFXUULGRHQFDXVDOGHDQXODFLyQTXHVHGHEHGHFODUDU
5(63(&72 '(/ 6(*81'2 38172 5(62/87,92 ² )81'$'$ 35(7(16,Ð1 '( '(92/8&,Ð1
'(*$5$17Ì$'(),(/&803/,0,(172

'pFLPR 6pWLPR (Q UHODFLyQ D OD GHQXQFLD IRUPXODGD SRU OD UHFXUUHQWH
UHVXPLGD FRPR tWHP Y  HQ OD SUHVHQWH UHVROXFLyQ UHIHULGR DO H[WUHPR GHO
ODXGRTXHGHFODUyIXQGDGDODGHYROXFLyQGHODJDUDQWtDGHILHOFXPSOLPLHQWRDO
&RQWUDWLVWD GH SDUWH GH OD (QWLGDG VHJXQGR SXQWR FRQWURYHUWLGR  VH DSUHFLD
GHOODXGRTXHHO7ULEXQDOVHxDOyORVLJXLHQWH
ϭϲϭ͘  dĂů ĐŽŵŽ ƐĞ ƉƵĞĚĞ ĂƉƌĞĐŝĂƌ͕ ůĂ ŐĂƌĂŶƚşĂ ĚĞ ĨŝĞů ĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽ͕ ƚŝĞŶĞ ƉŽƌ ŽďũĞƚŽ ŐĂƌĂŶƚŝnjĂƌĞů
ĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽşŶƚĞŐƌŽLJŽƉŽƌƚƵŶŽĚĞůĂƐŽďůŝŐĂĐŝŽŶĞƐĚĞ>KEdZd/^d͕ƉŽƌĐƵĂŶƚŽ͕ĚĞǀĞƌŝĨŝĐĂƌƐĞ
ĞůŝŶĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽĚĞĂůŐƵŶĂĚĞůĂƐŽďůŝŐĂĐŝŽŶĞƐĚĞ>KEdZd/^d͕ƉŽƌĐĂƵƐĂŝŵƉƵƚĂďůĞĂĠƐƚĞ͕LJ
ƉƌĞǀŝĂ ƌĞƐŽůƵĐŝſŶ ĐŽŶƐĞŶƚŝĚĂ ĚĞů ŽŶƚƌĂƚŽ͕ > Ed/ ƉŽƌ ŵĂŶĚĂƚŽ ĚĞ ůĂ ůĞLJ͕ ƉŽĚƌĄ ĞũĞĐƵƚĂƌ ůĂ
ŵĞŶĐŝŽŶĂĚĂŐĂƌĂŶƚşĂĚĞ&ŝĞůƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽ͘
ϭϲϮ͘ŶĞůƉƌĞƐĞŶƚĞĐĂƐŽ͕ƚĞŶĞŵŽƐƋƵĞŵĞĚŝĂŶƚĞĚĞŶĚĂϬϭͲϮϬϬϴͲDdͬϮϬĚĞĨĞĐŚĂϭϵĚĞDĂLJŽ͕ůĂƐ
ƉĂƌƚĞƐ ĂĐŽƌĚĂƌŽŶ ƌĞƐŽůǀĞƌ Ğů ŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞ KďƌĂ͕ ƉŽƌ ůĂ ŝŵƉŽƐŝďŝůŝĚĂĚ ĚĞ ĞũĞĐƵƚĂƌ
şŶƚĞŐƌĂŵĞŶƚĞůĂƉƌĞƐƚĂĐŝſŶĞŶůĂƐĐŽŶĚŝĐŝŽŶĞƐƉĂĐƚĂĚĂƐĞŶĞůŽŶƚƌĂƚŽ͕ƐŝŶƋƵĞĚŝĐŚĂŝŵƉŽƐŝďŝůŝĚĂĚ
ŽďĞĚĞnjĐĂĂĐĂƵƐĂŝŵƉƵƚĂďůĞĂ>KEdZd/^d͘
ϭϲϯ͘ ƐƚĂŶĚŽ Ă ĞůůŽ͕ ǀĂůĞ ĚĞĐŝƌ͕ ŚĂďŝĠŶĚŽƐĞ ƌĞƐƵĞůƚŽ Ğů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŵƵƚƵŽ ĂĐƵĞƌĚŽ͕ LJ ƐŝŶ
ƌĞƐƉŽŶƐĂďŝůŝĚĂĚ ĚĞů KEdZd/^d͕ ůĂ ĂƌƚĂ &ŝĂŶnjĂ ĚĞ &ŝĞů ƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽ ĞŶƚƌĞŐĂĚĂ Ă > Ed/
ĚĞǀŝĞŶĞĞŶŝŶĨƌƵĐƚƵŽƐĂ͕ĞŶůĂŵĞĚŝĚĂƋƵĞ͕ůĂƐŽďůŝŐĂĐŝŽŶĞƐƋƵĞŐĂƌĂŶƚŝnjĂďĂĞŶƵŶƉƌŝŵĞƌŵŽŵĞŶƚŽ͕
ĨƵĞƌŽŶ ĐƵŵƉůŝĚĂƐ ƉŽƌ > KEdZd/^d ;ĞŶ Ğů ĐĂƐŽ ĚĞ ůĂ ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶ ĚĞů džƉĞĚŝĞŶƚĞ dĠĐŶŝĐŽͿ LJ
ƌĞƐƵĞůƚĂƐĚĞŵƵƚƵŽĂĐƵĞƌĚŽƉŽƌůĂƐƉĂƌƚĞƐ;ĞŶĞůĐĂƐŽĚĞůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĚĞůĂŽďƌĂͿ͘
ϭϲϰ͘ŶĂƚĞŶĐŝſŶĂůŽƐĨƵŶĚĂŵĞŶƚŽƐŵĞŶĐŝŽŶĂĚŽƐĂŶƚĞƌŝŽƌŵĞŶƚĞ͕ĞůdƌŝďƵŶĂůƌďŝƚƌĂů͕ĐŽŶƐŝĚĞƌĂƋƵĞ
ůĂƐŽůŝĐŝƚƵĚĚĞĚĞǀŽůƵĐŝſŶĚĞůĂŐĂƌĂŶƚşĂĚĞĨŝĞůĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽĞĨĞĐƚƵĂĚĂƉŽƌ>KEdZd/^dĚĞďĞ
ĂŵƉĂƌĂƌƐĞĞŶĚŝĐŚŽĞdžƚƌĞŵŽ͘>6XEUD\DGR\FXUVLYDDJUHJDGDSRUHVWDVDOD@͘
'pFLPR 2FWDYR 'H OR UHVHxDGR VH DGYLHUWH JURVVR PRGR TXH HO 7ULEXQDO
HPSH]yVXUD]RQDPLHQWROyJLFRH[SRQLHQGRFXDOHUDHOREMHWRGHORWRUJDPLHQWR
GHOD&DUWDGH)LHOFXPSOLPLHQWRFLWDQGRDGHPiVODQRUPDWLYDTXHODUHJXOD
SDUDWDOHIHFWR\GHWHUPLQDGROXHJRTXHGHELGRDORVHYHQWRVVXVFLWDGRVHQOD
HMHFXFLyQ GHO FRQWUDWR HQWLpQGDVH HODERUDFLyQ GHO H[SHGLHQWH WpFQLFR \
[17]

HMHFXFLyQGHOFRQWUDWRSURSLDPHQWHGLFKR FRPRHVHOFDVRGHODH[LVWHQFLDGH
XQDFXHUGRHQWUHODVSDUWHVSDUDSRQHUILQDODUHODFLyQFRQWUDFWXDOGHELGRD
ODLPSRVLELOLGDGGHHMHFXWDUODREUDPDWHULDGHO&RQWUDWRQRKDEUtDUD]yQSDUD
QRGHYROYHUOD*DUDQWtDGH)LHO&XPSOLPLHQWRDO&2175$7,67$

(Q HVH FRQWH[WR VH DSUHFLD TXH HVWH H[WUHPR GHO ODXGR VH HQFXHQWUD
GHELGDPHQWH PRWLYDGR HQWHQGLHQGR OR H[SUHVDGR GHO VLJXLHQWH PRGR HO
FRQWUROGHODGHELGDPRWLYDFLyQVHOLPLWDDODYHULILFDFLyQGHODDFHSWDELOLGDG
GH OD MXVWLILFDFLyQ GH OD GHFLVLyQ DFHSWDGD HVWR HV GH VX DFHSWDFLyQ EDMR
FRQGLFLRQHV GH UDFLRQDOLGDG SHUR QR D OD YHULILFDFLyQ GH VX FRUUHFFLyQ HV
GHFLU VL ODV UD]RQHV H[SXHVWDV VRQ DFHUWDGDV R HUUDGDV SXHV HOOR VXSRQGUtD
XQ QXHYR MX]JDPLHQWR VHOHFFLyQ H LQWHUSUHWDFLyQ GH QRUPDV R YDORUDFLyQ GH
SUXHEDV  \ OD VXSHUSRVLFLyQ GHO FULWHULR LQWHUSUHWDWLYR R YDORUDWLYR GHO yUJDQR
GHFRQWURODOFULWHULRDVXPLGRSRUHOyUJDQRGHFLVRULRFRQYLUWLpQGRVHDTXpOHQ
LQVWDQFLD GH JUDGR ([S  ƒ 6DOD 6XEHVSHFLDOL]DGD &RPHUFLDO 
5D]RQHVHVWDVSRUORTXHHVWHH[WUHPRGHODGHPDQGDGHEHGHVHVWLPDUVH

'(6$552//2'(&$86$/&
5(63(&72'(/,1&803/,0,(172'(/180(5$/'(/$&7$'(,167$/$&,Ð1

'pFLPR 1RYHQR (O LQFLVR F  GHO QXPHUDO   GHO $UWtFXOR ƒ GHO 'HFUHWR
/HJLVODWLYR 1ƒ  UHJXOD TXH HO /DXGR VyOR SRGUi VHU DQXODGR FXDQGR VH
DOHJXH\SUXHEH´F4XHODFRPSRVLFLyQGHOWULEXQDODUELWUDORODVDFWXDFLRQHV
DUELWUDOHV QR VH KDQ DMXVWDGR DO DFXHUGR HQWUH ODV SDUWHV R DO UHJODPHQWR
DUELWUDODSOLFDEOHVDOYRTXHGLFKRDFXHUGRRGLVSRVLFLyQHVWXYLHUDQHQFRQIOLFWR
FRQXQDGLVSRVLFLyQGHHVWH'HFUHWR/HJLVODWLYRGHODTXHODVSDUWHVQRSXGLHUDQ
DSDUWDUVHRHQGHIHFWRGHGLFKRDFXHUGRRUHJODPHQWRTXHQRVHKDQDMXVWDGR
DORHVWDEOHFLGRHQHVWH'HFUHWR/HJLVODWLYRµ

9LJpVLPR $O UHVSHFWR ODV GHQXQFLDV TXH FRQILJXUDQ HVWD FDXVDO QR HVWiQ
UHIHULGDV D HYHQWXDOHV LQIUDFFLRQHV D ORV WpUPLQRV FRQWUDFWXDOHV SDFWDGRV
HQWUH ODV SDUWHV R D ODV QRUPDV VXVWDQWLYDV TXH UHJXODQ OD PDWHULD
FRQWURYHUWLGDVLQRTXHVHFLUFXQVFULEHQDDVSHFWRVTXHYXOQHUHQORVDFXHUGRV
UHIHULGRV D OD FRPSRVLFLyQ GHO WULEXQDO D ODV DFWXDFLRQHV DUELWUDOHV
DFRUGDGDV D ODV QRUPDV FRQWHQLGDV HQ OD /H\ GH $UELWUDMH GH ODV TXH QR
SXHGDQDSDUWDUVHODVSDUWHVRTXHDIDOWDGHDFXHUGRRGHUHJODPHQWRQRVH
DMXVWHQ D OD PLVPD(Q RWUDV SDODEUDV OD FDXVDOHQ PHQFLyQ QR VH UHILHUHD
DVSHFWRVGHRUGHQVXVWDQWLYRVLQRDDTXHOORVHVWULFWDPHQWHSURFHVDOHV

9LJpVLPR 3ULPHUR &RPR SXHGH DGYHUWLUVH ODV DOHJDFLRQHV H[SXHVWDV SRU


3529,$6UHVHxDGDVFRPRtWHPYL GHOQXPHUDOGHOH[RUGLRGHODSUHVHQWH
UHVROXFLyQ QR VH UHILHUHQ D OD FRPSRVLFLyQ GHO WULEXQDO QL D ODV DFWXDFLRQHV
DUELWUDOHVDFRUGDGDVRDODVQRUPDVFRQWHQLGDVHQOD/H\GH$UELWUDMHVREUHHO
SURFHGLPLHQWRDUELWUDOVLQRFXHVWLRQDDVSHFWRVGHRUGHQVXVWDQWLYRFRPRTXH
HQ QLQJ~Q PRPHQWR HO &RQVRUFLR 9LFFR KD FXHVWLRQDGR OR HVWDEOHFLGR HQ ODV
%DVHV,QWHJUDGDVHQHO&RQWUDWRGHREUD1ƒ07&\OD$GHQGD1ƒ
07 GRQGH VH HQFXHQWUDQ FRQVLJQDGDV ODV REOLJDFLRQHV
[18]

FRUUHVSRQGLHQWHVDO&RQVRUFLR9LFFR\OD(QWLGDGDVtVHHVWiGHQXQFLDQGRTXH
HO UHFRQRFLPLHQWR RWRUJDGR DO &RQWUDWLVWD QR VH VXVWHQWDUtD HQ ORV FXHUSRV
QRUPDWLYRV FLWDGRV DVt FRPR HQ OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR \ VX
5HJODPHQWRVXSXHVWRTXHQRVHVXEVXPHHQODFDXVDOGHQXOLGDGLQYRFDGD
SRU OR TXH ODV DOHJDFLRQHV YHUWLGDV SRU OD UHFXUUHQWH HQ HVWH H[WUHPR GH VX
UHFXUVRWDPELpQPHUHFHQVHUGHVHVWLPDGDV

9LJpVLPR 6HJXQGR ,PSRUWD SUHFLVDU TXH D OR ODUJR GH OD UHVROXFLyQ HVWH
&ROHJLDGR QR VH KD SURQXQFLDGR VREUH HO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD QL KD
HYDOXDGR KHFKRV QL KD HPLWLGR RSLQLyQ VREUH HO FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ QL
KD FDOLILFDGR FULWHULRV QL YDORUDFLyQ GH SUXHEDV QL LQWHUSUHWDFLRQHV GHO
7ULEXQDO$UELWUDOSODVPDGRVHQHOODXGRSRUFXDQWRWDOHVVRQVLWXDFLRQHVHQ
ODVTXHQLpVWHQLQLQJ~QRWUR7ULEXQDO-XGLFLDOSXHGHLQPLVFXLUVHSXHVHOOR
LPSOLFDUtDYXOQHUDFLyQDODSURVFULSFLyQSRUOH\H[SUHVD\SRUOD&RQVWLWXFLyQ
3ROtWLFD GHO (VWDGR DGHPiV GH QXPHURVDV VHQWHQFLDV GHO 7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO VREUH HO SDUWLFXODU  /R TXH KD KHFKR HVWH &ROHJLDGR HV
LGHQWLILFDU GHIHFWRV IRUPDOHV HQ OD PRWLYDFLyQ GHO ODXGR D SDUWLU GH VX WH[WR
PLVPRFRQORFXDOVHDIHFWDODYDOLGH]GHGLFKRODXGRFRQODVFRQVHFXHQFLDV
SUHYLVWDVHQODVUHJODVGHODUWtFXORQXPHUDOF GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ


3RU ODV UD]RQHVH[SUHVDGDV\ ODV QRUPDVMXUtGLFDV LQYRFDGDV ORV LQWHJUDQWHV


GH HVWH yUJDQR MXULVGLFFLRQDO DGPLQLVWUDQGR MXVWLFLD D QRPEUH GH OD 1DFLyQ
UHVXHOYHQ
'(&/$5$5)81'$'$HQSDUWHODGHPDQGDGH$QXODFLyQGH/DXGR$UELWUDO
LQWHUSXHVWRSRUHO0,1,67(5,2'(75$163257(6<&2081,&$&,21(6HQ
FRQVHFXHQFLD '(&/$5$521 18/2 \ &21 5((19,2 ORV VLJXLHQWHV
H[WUHPRV UHVROXWLYRV GHO /DXGR $UELWUDO FRQWHQLGR HQ OD 5HVROXFLyQ 1ƒ 
GHIHFKDGHDEULOGHHPLWLGRSRUHO7ULEXQDO$UELWUDOFRQIRUPDGRSRU
&DUORV(QULTXH&DOGHUyQ&DUYDMDO&HFLOLD,VDEHO5Xt]0RUDOHV\-RUJH5DPyQ
$EDVROR$GULDQ]HQ

´35,0(52
<)81'$'$(13$57(HQORVH[WUHPRVVLJXLHQWHV
 'H OD H[LJHQFLD GH SDJR VREUH OD UHDOL]DFLyQ GHO 3UR\HFWR $OWHUQDWLYR HQ
FRQVHFXHQFLD /$ (17,'$' GHEHUi SDJDU D IDYRU GH (/ &2175$7,67$ HO
PRQWR DVFHQGHQWH D OD VXPD GH 6  1XHYRV 6ROHV SRU OD
HODERUDFLyQGHOUHIHULGR3UR\HFWR\
 'H OD H[LJHQFLD GH SDJR SRU FRQFHSWR GH *$6726 *(1(5$/(6 HQ
FRQVHFXHQFLD/$(17,'$'GHEHUiSDJDUD(/&2175$7,67$GHDFXHUGRD
ORVIXQGDPHQWRVH[SXHVWRHQHOSUHVHQWHODXGRDUELWUDO
7(5&(52 'HFODUD )81'$'$ (1 3$57( OD WHUFHUD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO
~QLFDPHQWH UHVSHFWR D ORV LQWHUHVHV OHJDOHV TXH VH KDQ JHQHUDGR SRU OD
HODERUDFLyQ GHO 3UR\HFWR $OWHUQDWLYR GHELHQGR FRPSXWDUVH GHVGH OD IHFKD HQ OD
TXHVHLQWHUSXVRODSUHVHQWHGHPDQGDDUELWUDO
&8$572'HFODUDUTXH&$5(&('(2%-(72HPLWLU PD\RUSURQXQFLDPLHQWRHQ
UHODFLyQ D OD 5(&219(1&,Ð1  SURSXHVWD SRU /$ (17,'$' HQ FRQVHFXHQFLD OD
[19]

5HVROXFLyQ 'LUHFWRUDO 1ƒ ²07& GH IHFKD  GH -XOLR GH  TXH
DSUXHEDOD/LTXLGDFLyQGHO&RQWUDWRGH2EUDGHEHUiHMHFXWDUVHGHFRQIRUPLGDGD
ORUHVXHOWRHQORVFRQVLGHUDQGRV\GHOSUHVHQWH/DXGR$UELWUDOµ

(QORVVHJXLGRVSRUHO0,1,67(5,2'(75$163257(6<&2081,&$&,21(6
² 3529,$6 1$&,21$/ FRQWUD HO &21625&,2 9,&&2 VREUH $18/$&,Ð1 '(
/$8'2$5%,75$/1RWLILFiQGRVH
-050®UYK



5266(//0(5&$'2     $55,2/$(63,12


5,9(5$*$0%2$




&257(683(5,25'(-867,&,$'(/,0$
6(*81'$6$/$&,9,/&2168%(63(&,$/,'$'&20(5&,$/

([SHGLHQWH  
'HPDQGDQWH )$867,12&21'25,)/25(6
'HPDQGDGR -25*($85(/,2)/25(6(63,12=$<2752
0DWHULD $QXODFLyQGH/DXGR$UELWUDO

El Arbitraje es una forma heterocompositiva alternativa de solución de conflictos con rango
 constitucional; sin embargo, como ha señalado nuestro Tribunal Constitucional, este tipo de proceso
no se encuentra desligado de los principios y garantías constitucionales previstas en la norma

fundamental, las cuales deben respetarse y cumplirse, y en especial las reglas del debido proceso.

A la luz de lo dispuesto en el inciso 3 del artículo 139° de la Constitución, el debido proceso en su
 faz procesal exige el respeto de las reglas procesales en el ámbito de la resolución de conflictos
(como en sede judicial, arbitral, administrativa), entre ellas la diligencia de notificación de
 resoluciones en día y hora hábil. En este caso, el Reglamento del Centro de Arbitraje es garantía
para las partes de cómo se va a desarrollar el proceso y, ante lo no previsto en él se ha de considerar
 las reglas del Código Procesal Civil, norma supletoria en la vía arbitral.


5(62/8&,Ð11Ô0(526,(7(
/LPDGLHFLVpLVGHPDU]R
'RVPLOGLHFLVLHWH

9,67262EVHUYiQGRVHODVIRUPDOLGDGHVSUHYLVWDVHQHO
DUWtFXOR ƒ GHO 7H[WR ÔQLFR 2UGHQDGR GH OD /H\ 2UJiQLFD GHO 3RGHU
-XGLFLDOFRQHOH[SHGLHQWHDUELWUDODODYLVWDLQWHUYLQLHQGRFRPRSRQHQWHOD
-XH]6XSHULRUGRFWRUD0DUFHOD$UULROD(VSLQR

, 2%-(72'(/5(&8562

9LHQH SDUD UHVROYHU HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ IRUPXODGR FRQWUD HO ODXGR
DUELWUDOGHIHFKDGLHFLQXHYHGH0D\RGHODxRGRVPLOGLHFLVpLVFRQWHQLGD
HQODUHVROXFLyQQ~PHURVHLVHPLWLGRSRUHOiUELWUR~QLFRHOPLVPRTXHKD
UHVXHOWR

1. Fundado el pago de US$ 37,000.00 (treinta y siete mil y 00/100 dólares americanos), por
falta de pago del capital mutuado contenido en la cláusula primera del contrato de mutuo
con constitución de hipoteca, elevado a escritura pública el 20 de Agosto del 2015 ante la
notaría Becerra Sosaya.


1
Folios 4 a 10.
ϭ


2. Fundado el pago de los intereses compensatorios fijados a la tasa TAMEX fijada por el
BCRP desde el 20 de Agosto del 2015 y el pago de intereses moratorios a la tasa de más
alta permitida por el BCRP sobre el monto de los intereses compensatorios adeudados
devengados desde el 19 de Enero del 2016 (fecha de notificación con la carta notarial)
ambos conceptos se seguirán generando hasta el pago efectivo del íntegro de la
obligación.
3. Fundada la demanda en el extremo de pago de penalidades, las cuales se generarán desde
la notificación de la carta notarial acto realizado el 19 de Enero del 2016, las penalidades
se deberán liquidar en la etapa de ejecución correspondiente debiendo el secretario
general liquidar en su oportunidad los derechos arbitrales adicionales por este concepto.
4. Sobre la ejecución de garantía hipotecaría este Tribunal arbitral se reserva el laudo de
acuerdo a la pretensión demanda.
 Fundado el pago de las costas y costos del proceso a favor de la parte demandante.

$VtFRPRGHODUHVROXFLyQTXHVHSURQXQFLDVREUHODUHFWLILFDFLyQGHOODXGR
FRQWHQLGR HQ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR VLHWH GH IHFKD YHLQWLFLQFR GH PD\R GHO
GRVPLOGLHFLVpLVTXHUHVROYLy

1. Rectificar e integrar el laudo en el considerando 7.3. en los extremos de la cláusula que
contiene las penalidades y el monto de las mismas.
2. El texto del primer párrafo del considerando 7.3. será el siguiente para todos los efectos
“7.3. Determinar si es exigible el pago de las penalidades pactadas en la cláusula décima
primera de la escritura pública. Este Tribunal advierte que las partes acordaron en la
cláusula octava ante el incumplimiento del pago de las cuotas, el mutuatario quedaría
sujeto a un recargo adicional por concepto de cláusula penal de US$30.00 (treinta y
00/100 dólares americanos) por cada día de atraso hasta el pago de la totalidad de la
obligación principal, siendo que conforme a lo expresado en los autos, se ha intimado a
la parte demandada con la notificación de la carta notarial dicha fecha de notificación
será desde la cual se iniciará el cómputo de las penalidades generadas hasta el pago
efectivo de la obligación (…)”.
3. Declarar liminarmente improcedente el cese de las actuaciones arbitrales solicitadas por
la parte demandada mediante carta notarial dirigida al Centro de Arbitraje y los árbitros
Lama y Perez Roca.
4. Cumplan las partes con dirigir toda comunicación respecto al presente proceso mediante
escrito dirigido al árbitro de la causa, único con facultad de resolución conforme a la ley
aplicable, adjuntando cuatro copias de escritos y cuatro cédulas de notificación bajo
apercibimiento de tener por no tener por no presentado el escrito en aplicación del Art.
6 del Reglamento.

2
Folios 138 y 139 del expediente arbitral.
Ϯ


 Téngase presente lo manifestado por la parte demandada del inicio de las acciones
penales y amenazas sobre iniciar acciones periodísticas contra el tribunal y el Centro de
Arbitraje para los fines de ley respectivos.

,, )81'$0(1726'(/$'(0$1'$

5HFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDO(OVHxRU)DXVWLQR&RQGRUL)ORUHV
LQWHUSRQH UHFXUVR GH DQXODFLyQ GHO ODXGR DUELWUDO GH IHFKD GLHFLQXHYH GH
0D\R GHO DxR GRV PLO GLHFLVpLV FRQWHQLGR HQ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR VHLV
DOHJDSULQFLSDOPHQWHHOGHPDQGDQWHORVLJXLHQWH

5HVSHFWRDODFDXVDO´%µ

L 1XQFDIXHGHELGDPHQWHQRWLILFDGRFRQODGHVLJQDFLyQGHOiUELWUR\GH
ODVDFWXDFLRQHVDUELWUDOHVGHPRGRWDOTXHQRKDSRGLGRKDFHUYDOHU
VXGHUHFKRGHGHIHQVDDJUHJDTXHUHVLGHSRUPiVGHYHLQWHDxRVHQ
HO-UGH'LFLHPEUH1ƒ&KDFUD&HUUR'LVWULWRGH&RPDV\TXH
HO SUHGLR REMHWR GHHMHFXFLyQ VLWXDGRHQHO$$++ -HUXVDOpP 0]D %
ORWH'LVWULWRGH3XHQWH3LHGUDQRFRQVWLWX\HVXGRPLFLOLRSHUVRQDO
LL ,QREVHUYDQFLDGHODUWtFXORGHO5HJODPHQWRGHO&HQWURGH$UELWUDMH
)LQDQFLHUR ,QPRELOLDULR HQ DGHODQWH &$),  UHIHULGR DO SOD]R GH
UHFXVDFLyQGHORViUELWURVSXHVWRTXHODVRODGHVLJQDFLyQGHOiUELWUR
TXH VXVWLWX\y DO RULJLQDULR ´QR SHUPLWLUtD TXH HPLWLHUD HO ODXGR HQ
IRUPDVLPXOWiQHDKDELGDFXHQWDTXHUHFLpQVHKDEtDLQLFLDGRHOSOD]R
SDUDXQSUREDEOHFXHVWLRQDPLHQWRYtDODUHFXVDFLyQµ
LLL (O DUELWUDMH HV XQR GH FRQFLHQFLD \ QR GH 'HUHFKR HO iUELWUR DSOLFy
QRUPDV GHO &yGLJR FLYLO HQ HVH VHQWLGR HO /DXGR HV YLRODWRULR GHO
SULQFLSLRGHFRQJUXHQFLDSRUTXHVHGHFLGHQFXHVWLRQHVEDMRVXVWHQWR
GHFDUiFWHUOHJDOTXHQRKDQVLGRDOHJDGDVSRUODSDUWHGHPDQGDQWH
QLWDPSRFRVHFRQVLJQDURQHQORVSXQWRVFRQWURYHUWLGRVDVLPLVPRHO
UHFXUUHQWH GHQXQFLD XQ IDOOR H[WUDSHWLWD VLWXDFLyQ TXH YXOQHUD HO
GHUHFKRGHODPRWLYDFLyQGHODVUHVROXFLRQHV


3
Folios 43 a 54.
ϯ


LY )LQDOPHQWH LQGLFD TXH HQ OD SDUWH ILQDO GHO ODXGR VH FLWD HO DUWtFXOR
 GHO 5HJODPHQWR GHO &$), VLQ HPEDUJR HVWH GLILHUH GHO FRQWHQLGR
GHO5HJODPHQWRTXHHQFRSLDVHDGMXQWD

5HVSHFWRDODFDXVDO´$µ

L (O UHFXUUHQWH DOHJD TXH VXVFULELy HO FRQWUDWR \ OXHJR OD HVFULWXUD
S~EOLFD VLQ FRQWDU FRQ HO DX[LOLR GH XQ OHWUDGR QR DGYLUWLy TXH VH
KDEtD LQFOXLGR XQD FOiXVXOD VREUH OD MXULVGLFFLyQ WHUPLQR
GHVFRQRFLGR SRU HO GHPDQGDQWH RPLVLyQ TXH LQYDOLGD HO FRQYHQLR
DUELWUDO

&DXVDO 6H LQYRFD OD FRQILJXUDFLyQ GH ODV FDXVDOHV FRQWHQLGDV HQ ORV
OLWHUDOHV D  \ E   GHO QXPHUDO  GHO DUWtFXOR  GHO  'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ
 HQDGHODQWHOD/H\ 

,,, &217(67$&,Ð1'(/$'(0$1'$

3RU HVFULWR SUHVHQWDGR FRQ IHFKD YHLQWLQXHYH GH VHWLHPEUH GHO DxR GRV PLO
GLHFLVpLV OD SDUWH GHPDQGDGD FRQIRUPDGD SRU GRQ -RUJH $XUHOLR )ORUHV
(VSLQR]D \ GRxD -DFTXHOLQH $QJpOLFD &LVQHURV &UX] FRQWHVWD OD GHPDQGD
QHJiQGROD\FRQWUDGLFLpQGRODDOHJDQGRSULQFLSDOPHQWH

L (Q HO FRQWUDWR GH  PXWXR KLSRWHFDULR ORV GHPDQGDQWHV VHxDODURQ
FRPR GRPLFLOLR FRP~Q HQ $$++ -HUXVDOpP 0]D % ORWH  'LVWULWR
GH 3XHQWH 3LHGUD FXDOTXLHU FDPELR GH GRPLFLOLR GHEtD FRPXQLFDUVH
YtD QRWDULDO DJUHJD HVWD SDUWH TXH GHVFRQRFH FXDOTXLHU FDPELR GH
GRPLFLOLRSXHVWRTXHGHELHURQKDFHUORYtDQRWDULDO
LL 5HVSHFWR DO FXHVWLRQDPLHQWR GH OD FOiXVXOD DUELWUDO D ORV
GHPDQGDQWHV VH OHV H[SOLFy HO FRQWHQLGR GHO FRQWUDWR \ OR ILUPDURQ
YROXQWDULDPHQWH


,9 5(680(1'(/352&(62$5%,75$/</2$&78$'2(16('(
 -8',&,$/

ϰ



L 2EUD FRPR DFRPSDxDGR HO H[SHGLHQWH DUELWUDO HQ XQ WRPR 
FRUUHVSRQGLHQWH DO SURFHVR VHJXLGR HQWUH -RUJH $XUHOLR )ORUHV
(VSLQR]D\GRxD-DFTXHOLQH$QJpOLFD&LVQHURV&UX]FRQWUD)DXVWLQR
&RQGRUL)ORUHV\&LULOD(XORJLD*XWLHUUH]5LPDFKHGH&RQGRUL
LL &RQ IHFKD GLH] GH 0DU]R GHO DxR GRV PLO GLHFLVpLV VH LQVWDOy HO
7ULEXQDO $UELWUDO (Q GLFKR DFWR VH HVWDEOHFLHURQ ODV UHJODV
SURFHGLPHQWDOHV OD FODVH GH DUELWUDMH GH FRQFLHQFLD  OD VHGH HO
LGLRPD\ODOH\DSOLFDEOH
LLL 3RUUHVROXFLyQQ~PHURVHLVGHIHFKDGLHFLQXHYHGH0D\RGHOGRVPLO
GLHFLVpLVVHHPLWLyHOODXGRPDWHULDGHLPSXJQDFLyQ
LY &RQ IHFKD YHLQWLRFKR GH -XQLR GHO DxR GRV PLO GLHFLVpLV  HO VHxRU
)DXVWLQR &RQGRUL )ORUHV LQWHUSXVRHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GHODXGR
DUELWUDOHOTXHIXHDGPLWLGRSRUUHVROXFLyQQ~PHURGRV
Y 3RUHVFULWRSUHVHQWDGRHOGtDYHLQWLQXHYHGHVHWLHPEUHGHODxRGRVPLO
GLHFLVpLVODSDUWHGHPDQGDGDSURFHGHDFRQWHVWDUODGHPDQGD
YL 3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR FLQFR VH WLHQH SRU UHFLELGR HO H[SHGLHQWH
DUELWUDO\VHSURFHGLyDILMDUIHFKDGHODYLVWDGHODFDXVD
YLL &RQIHFKDGLHFLVpLVGHPDU]RGHOSUHVHQWHDxRVHOOHYyDFDERODYLVWD
SURJUDPDGD TXHGDQGR OD FDXVD OLVWD SDUD OD HPLVLyQ GHO SUHVHQWH
SURQXQFLDPLHQWR

   &216,'(5$1'2

35,0(52(QSULPHUOXJDUVHGHEHGHOLPLWDUHOQLYHOGHDFWXDFLyQGH
HVWH yUJDQR MXULVGLFFLRQDO HO FXDO VyOR SXHGH SURQXQFLDUVH UHYLVDQGR OD
YDOLGH]GHOODXGRSRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWtFXOR
 UHVROYLHQGR OD YDOLGH] R OD QXOLGDG GHO ODXGR HVWDQGR SURKLELGR EDMR
UHVSRQVDELOLGDGODUHYLVLyQGHOIRQGRGHODFRQWURYHUVLDDVtORVHxDODHO
DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR  (Q HO PLVPR VHQWLGR /('(60$
1$59$(= ©3RU PHGLR GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ QR HV SRVLEOH GLVFXWLU ORV
IXQGDPHQWRVGHOODXGRQLHODFLHUWRGHVXVGLVSRVLFLRQHVSRUTXHQRVH

4
Folios 187 del expediente arbitral.
5
Folios 148 a 152 del expediente arbitral.
6
Folios 86.
7
Folios 88 a 105.
8
Folios 119.
ϱ


WUDQVILHUH DO WULEXQDO UHYLVRU OD IDFXOWDG GH GHFLGLU TXH HV H[FOXVLYD GH ORV
iUELWURVSRUTXHODVSDUWHVKDQTXHULGRSUHFLVDPHQWHH[FOXLUDORVWULEXQDOHV
GHLQWHUYHQFLyQTXHVRORDSDUHFHMXVWLILFDGDSDUDJDUDQWL]DUHOFXPSOLPLHQWR
GH XQDV JDUDQWtDV PtQLPDV TXH VRQ SUHFLVDPHQWH ODV TXH WUDWDQ GH
VDOYDJXDUGDU ORV PRWLYRV SRU ORV TXH SXHGHQ LQWHUSRQHUVHª VXEUD\DGR \
QHJULWDQXHVWUD 

 $ FRQWLQXDFLyQ VH SURFHGH D DEVROYHU HQ IRUPD FRQMXQWD ORV DJUDYLRV
IRUPXODGRVSRUODSDUWHGHPDQGDQWHFRPRORVDUJXPHQWRVH[SXHVWRVSRUOD
SDUWH GHPDQGDGD (Q SULPHU WpUPLQR VH HPSH]DUi D DQDOL]DU ORV DJUDYLRV
UHIHUHQWHVDOGHELGRSURFHVR

5(63(&72'(/$&$86$/´%µ
6(*81'2 (Q HO SUHVHQWH FDVR HO GHPDQGDQWH DOHJD OD DIHFWDFLyQ DO
GHELGRSURFHVRHQFXDGUDQGRVXSUHWHQVLyQHQODFDXVDOHVWDEOHFLGDHQHO
OLWHUDOE GHOLQFLVRGHODUWtFXORGHOD/H\HOFXDOVHxDODTXH

´(O ODXGR VROR SRGUi VHU DQXODGR FXDQGR OD SDUWH TXH VROLFLWD OD
DQXODFLyQDOHJXH\SUXHEH
« 
E 4XH XQD GH ODV SDUWHV QR KD VLGR GHELGDPHQWH QRWLILFDGD GHO
QRPEUDPLHQWRGHXQiUELWURRGHODVDFWXDFLRQHVDUELWUDOHVRQRKD
SRGLGRSRUFXDOTXLHURWUDUD]yQKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRV
« µ

(VWD FDXVDO GHEH FRPSUHQGHUVH GH PRGR VLVWHPiWLFR FRQ ORHVWDEOHFLGRHQ
OD'pFLPD6HJXQGD'LVSRVLFLyQ&RPSOHPHQWDULDGHOD/H\

'pFLPD6HJXQGD$FFLRQHVGHJDUDQWtD
´3DUDHIHFWRVGHORGLVSXHVWRHQHOLQFLVRGHODUWtFXORGHO&yGLJR
3URFHVDO&RQVWLWXFLRQDOVHHQWLHQGHTXHHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHO
ODXGR HV XQD YtD HVSHFtILFD H LGyQHD SDUD SURWHJHU FXDOTXLHU
GHUHFKR FRQVWLWXFLRQDO DPHQD]DGR R YXOQHUDGR HQ HO FXUVR GHO
DUELWUDMHRHQHOODXGRµ QHJULWDQXHVWUD 

9
LEDESMA NARVAEZ, Marianella. Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios. En: Cuadernos
Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.
ϲ



$OUHIHULUVHHOOLWHUDO´EµGHOLQFLVRGHODUWGHOD/H\DODQRSRVLELOLGDG
GH DOJXQD GH ODV SDUWHV GH KDFHU YDOHU VXV GHUHFKRV FRPR FDXVDO GH
DQXODFLyQGHOODXGRDUELWUDOORHQPDUFDGHQWURGHODSURWHFFLyQGHGHUHFKRV
FRQVWLWXFLRQDOHV SDUWLFXODUPHQWH HO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR VLQ TXH
HOOR LPSRUWH HQ PRGR DOJXQR OD UHYLVLyQ GHO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD QL HO
UD]RQDPLHQWRVHJXLGRSRUHO7ULEXQDO$UELWUDOSXHVHOUHFXUVRGHDQXODFLyQ
GHODXGRQRHVXQDLQVWDQFLDGDGRTXHODVSDUWHVVHKDQVRPHWLGRGHPRGR
YROXQWDULR\H[SUHVRDODMXULVGLFFLyQDUELWUDO

$OUHVSHFWRVHKDVHxDODGRTXH

´&RPR KD GLFKR OD MXULVSUXGHQFLD HVSDxROD GHEH WHQHUVH HQ FXHQWD
TXH HO FDUiFWHU DQWLIRUPDOLVWD GHO SURFHGLPLHQWR DUELWUDO REOLJD D
FRQILJXUDU «  HVWD FDXVDO GH QXOLGDG «  FRQ XQD SHUVSHFWLYD PiV
VXVWDQFLDOTXHIRUPDOSXHVORTXHVHJDUDQWL]DQRHVODSURWHFFLyQGH
XQ LQWHUpV ULWXDULR VLQR GH FLHUWRV GHUHFKRV FRQVWLWXFLRQDOHV FX\R
FRQWHQLGR PtQLPR R HVHQFLDO HV LQYLRODEOH HQ FXDOTXLHU iPELWR
MXUtGLFRµ

'HEHUHFRUGDUVHTXHHOVRPHWLPLHQWRDDUELWUDMHSRUODVSDUWHVHVYROXQWDULR
\TXHHODUELWUDMHHVXQWLSRGHMXULVGLFFLyQ HVWDEOHFLGDHQOD&RQVWLWXFLyQ 
FRQ UHJODV SURSLDV GLVWLQWDV DO SURFHVR MXGLFLDO \ TXH HO UHFXUVR GH
DQXODFLyQ FRQVWLWX\H OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR WHQLHQGR SRU
REMHWRODUHYLVLyQGHVXYDOLGH]SRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDV
HQHODUWtFXORGHOD/H\

10
“El principio de interdicción de la arbitrariedad es uno inherente a los postulados esenciales de un
Estado constitucional democrático y a los principios y valores que la propia Constitución incorpora;
de allí que, si bien la autonomía de la jurisdicción arbitral tiene consagración constitucional, no lo es
menos que, como cualquier particular, se encuentra obligada a respetar los derechos fundamentales, en
el marco vinculante del derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139° de
la Constitución); por cuanto, si así no ocurriese, será nulo y punible todo acto que prohíba o limite al
ciudadano el ejercicio de sus derechos, de conformidad con el artículo 31° in fine de la Carta
Fundamental. Si ocurriese lo contrario, la autonomía conferida al arbitraje devendría en autarquía, lo
que equivaldría a sostener que los principios y derechos constitucionales no resultan vinculantes.”
(STC exp. 6167-2005-PHC/TC).
11
CANTUARIAS SALAVERRY, citado por AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis. En: Comentarios a
la Ley Peruana de Arbitraje, Lima T. I, pp. 699 a 670.
12
“Artículo 63.- Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
ϳ



$Vt VH HQFXHQWUD SURKLELGR SURQXQFLDUVH UHVSHFWR GHO IRQGR GH OD
FRQWURYHUVLD R GHO FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ R FDOLILFDU ORV FULWHULRV
PRWLYDFLRQHVRLQWHUSUHWDFLRQHVH[SXHVWDVSRUHOWULEXQDODUELWUDO

'HELGRSURFHVR
7(5&(52(ODUWtFXORGHOD&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFDGHO3HU~VHxDOD´/D
SRWHVWDG GH DGPLQLVWUDU MXVWLFLD HPDQD GHO SXHEOR \ VH HMHUFH SRU HO
3RGHU -XGLFLDO D WUDYpV GH VXV yUJDQRV MHUiUTXLFRV FRQ DUUHJOR D OD
&RQVWLWXFLyQ \ D ODV OH\HVµ HO PLVPR TXH GHEH VHU FRQFRUGDGR FRQ HO
DUWtFXORGHODPLVPDQRUPDIXQGDPHQWDOTXHHVWDEOHFH´/DXQLGDG
\ H[FOXVLYLGDG GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDOµ SUHFLVDQGR GLFKD QRUPD
´1R H[LVWH QL SXHGH HVWDEOHFHUVH MXULVGLFFLyQ DOJXQD LQGHSHQGLHQWH
FRQH[FHSFLyQGHODPLOLWDU\DUELWUDOµ ODQHJULWDHVQXHVWUD 

&8$572 /D QDWXUDOH]D GH MXULVGLFFLyQ LQGHSHQGLHQWH GHO DUELWUDMH
QR VLJQLILFD TXH HVWDEOH]FD HO HMHUFLFLR GH VXV DWULEXFLRQHV FRQ
LQREVHUYDQFLD GH ORV SULQFLSLRV FRQVWLWXFLRQDOHV TXH LQIRUPDQ OD
DFWLYLGDG GH WRGR yUJDQR TXH DGPLQLVWUD MXVWLFLD WDOHV FRPR HO GH
LQGHSHQGHQFLD H LPSDUFLDOLGDG GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO DVt FRPR ORV
SULQFLSLRV \ GHUHFKRV GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO (Q SDUWLFXODU HQ WDQWR
MXULVGLFFLyQ QR VH HQFXHQWUD H[FHSWXDGD GH REVHUYDU GLUHFWDPHQWH
WRGDV DTXHOODV JDUDQWtDV TXH FRPSRQHQ HO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR
ODQHJULWDHVQXHVWUR 



b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo
entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en
conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o
en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este Decreto
Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el
laudo es contrario al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el
reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
(…)”.
13
Expediente N° 6167-2005-PHC/TC, fundamento N° 9.
ϴ


48,172 (Q FRQVHFXHQFLD VH SXHGH GHFLU TXH HO $UELWUDMH HV XQD IRUPD
KHWHURFRPSRVLWLYD DOWHUQDWLYD GH VROXFLyQ GH FRQIOLFWRV FRQ UDQJR
FRQVWLWXFLRQDO VLQ HPEDUJR FRPR KD VHxDODGR QXHVWUR 7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO HVWH WLSR GH SURFHVR QR VH HQFXHQWUD GHVOLJDGR GH ORV
SULQFLSLRV\JDUDQWtDVFRQVWLWXFLRQDOHVSUHYLVWDVHQODQRUPDIXQGDPHQWDO
ODVFXDOHVGHEHQUHVSHWDUVH\FXPSOLUVH\HQHVSHFLDOODVUHJODVGHOGHELGR
SURFHVR

6(;72 (O DUWtFXOR ƒ GH OD &RQVWLWXFLyQ HVWDEOHFH FRPR GHUHFKR GH
WRGR MXVWLFLDEOH \ SULQFLSLR GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO OD REVHUYDQFLD GHO
GHELGR SURFHVR 'LFKR DWULEXWR D WHQRU GH OR TXH HVWDEOHFH QXHVWUD
MXULVSUXGHQFLDDGPLWHGRVGLPHQVLRQHVXQDIRUPDORSURFHGLPHQWDO\RWUD
GH FDUiFWHU VXVWDQWLYR R PDWHULDO 0LHQWUDV TXH HQ OD SULPHUD GH ODV
VHxDODGDVHVWiFRQFHELGRFRPRXQGHUHFKRFRQWLQHQWHTXHDEDUFDGLYHUVDV
JDUDQWtDV \ UHJODV TXH JDUDQWL]DQ XQ HVWiQGDU GH SDUWLFLSDFLyQ MXVWD R
GHELGD GXUDQWH OD VHFXHOD R GHVDUUROOR GH WRGR WLSR GH SURFHGLPLHQWR VHD
HVWH MXGLFLDO DGPLQLVWUDWLYR FRUSRUDWLYR SDUWLFXODU R GH FXDOTXLHU RWUD
tQGROH HQODVHJXQGDGHVXVGLPHQVLRQHVH[LJHTXHORVSURQXQFLDPLHQWRVR
UHVROXFLRQHVFRQORVTXHVHSRQHWpUPLQRDWRGRWLSRGHSURFHVRUHVSRQGDQ
DXQUHIHUHQWHPtQLPRGHMXVWLFLDRUD]RQDELOLGDGGHWHUPLQDGRFRQVXMHFLyQ
DVXUHVSHWRSRUORVGHUHFKRV\YDORUHVFRQVWLWXFLRQDOHV

5HVSHFWR DO tWHP ´Lµ GH ORV IXQGDPHQWRV GH OD GHPDQGD UHIHULGRV D OD
IDOWDGHQRWLILFDFLyQ
6e7,02(VRSRUWXQRVHxDODUTXHHO5HJODPHQWRGHO&$),KDVLGRHPLWLGR
GHFRQIRUPLGDGFRQODVHJXQGDGLVSRVLFLyQILQDOGHOD/H\GH$UELWUDMHSRU
ORWDQWRUHVXOWDVHUQRUPDDSOLFDEOHSDUDHOSUHVHQWHFDVR

2&7$92&DEHSUHFLVDUTXHODFRQWURYHUVLDSODQWHDGDHQYtDDUELWUDOYHUVy
VREUHREOLJDFLyQGHGDUVXPDGHGLQHUR\HMHFXFLyQGHJDUDQWtDKLSRWHFDULD
FRUUHVSRQGLHQGR FXPSOLU FRQ QRWLILFDU DFRUGH  FRQ OR GLVSXHVWR SRU  HO
SULPHUSiUUDIRGHODUWtFXORƒGHO5HJODPHQWRGHO&$),HOTXHHVWDEOHFH



14
Expediente N.° 04509-2011-PA/TC fundamento N° 3
ϵ


´/DVQRWLILFDFLRQHVVHUHDOL]DUiQItVLFDPHQWHHQHOGRPLFLOLRSURFHVDO
VHxDODGR SRU ODV SDUWHV R TXH FRQVWH HQ HO FRQWUDWR \R SRU FRUUHR
HOHFWUyQLFR « µ

129(12 (V GH FRQVLGHUDUVH TXH HO REMHWR GH OD QRWLILFDFLyQ HV SRQHU HQ
FRQRFLPLHQWR GH ORV LQWHUHVDGRV HO FRQWHQLGR GH ODV UHVROXFLRQHV HPLWLGDV
FRPR DVt OR HVWDEOHFH HO DUWtFXOR ƒ GHO &yGLJR 3URFHVDO &LYLO QRUPD
DSOLFDEOHVXSOHWRULDPHQWH

'e&,02'HODUHYLVLyQGHORVDXWRVVHYHULILFDGHOFRQWUDWRGHPXWXRFRQ
FRQVWLWXFLyQ GHKLSRWHFD TXHOD VRFLHGDG FRQ\XJDO FRQIRUPDGD SRU GRxD
&LULOD(XORJLD*XWLpUUH]5LPDFKHGH&RQGRUL\GRQ)DXVWLQR&RQGRUL)ORUHV
VHxDODURQFRPRGRPLFLOLRFRP~QHOVLWXDGRHQHO$$++-HUXVDOpP0]D%
ORWH  'LVWULWR GH 3XHQWH 3LHGUD SURYLQFLD \ GHSDUWDPHQWR GH /LPD
GLUHFFLyQ TXH WDPELpQ FRUUHVSRQGH DO LQPXHEOH GDGR HQ JDUDQWtD
KLSRWHFDUtDFRQIRUPHVHDGYLHUWHGHODFOiXVXODWHUFHUDGHOFLWDGRFRQWUDWR
DVLPLVPR  ODV QRWLILFDFLRQHV IXHURQ FXUVDGDV DO GRPLFLOLR VLWR HQ $$++
-HUXVDOpP 0]D % ORWH  'LVWULWR GH 3XHQWH 3LHGUD SURYLQFLD \
GHSDUWDPHQWRGH/LPDTXHHVHOGRPLFLOLRFRQWUDFWXDO

'e&,02 35,0(52 1R REVWDQWH HOOR HO GHPDQGDQWH DOHJD QR KDEpUVHOH
QRWLILFDGRHQVXGRPLFLOLRUHDO$OUHVSHFWRHODUWtFXORƒGHO&yGLJR&LYLO
GLVSRQH TXHHOGHXGRU GHEHFRPXQLFDUDO DFUHHGRUHO FDPELR GHGRPLFLOLR
VHxDODGR SDUD HO FXPSOLPLHQWR GH OD SUHVWDFLyQ REOLJDFLRQDO GHQWUR GH ORV
WUHLQWD  GtDVGHRFXUULGRHOKHFKREDMRUHVSRQVDELOLGDGFLYLO\RSHQDOD
TXHKXELHUHOXJDU$JUHJDHOQXPHUDOTXHHOGHXGRU\ORVWHUFHURVDMHQRVD
ODUHODFLyQREOLJDFLRQDOFRQHODFUHHGRUHVWiQIDFXOWDGRVSDUDRSRQHUDpVWH
HOFDPELRGHVXGRPLFLOLR

'e&,026(*81'26LELHQWRGDSHUVRQDWLHQHGHUHFKRDHOHJLUOLEUHPHQWH
HO OXJDU GH VX UHVLGHQFLD HOOR QR SXHGH DIHFWDU QL SRQHU HQ ULHVJR HO
FXPSOLPLHQWRGHODVSUHVWDFLRQHVDVXFDUJRDVXPLGDVDQWHVGHODYDULDFLyQ
GHGRPLFLOLRUD]yQSRUODFXDOHODUWtFXORƒGHO&yGLJR&LYLOGHWHUPLQDHO
GHEHUGHOGHXGRUGHFRPXQLFDUDVXDFUHHGRUVREUHWDOFLUFXQVWDQFLD


15
Folios 40 a 41.
ϭϬ



'e&,02 7(5&(52 5HJODV FRPR OD GHO DUWtFXOR ƒ GHO FLWDGR &yGLJR
HQFXHQWUDQ VX IXQGDPHQWR HQ HO SULQFLSLR GH EXHQD IH HQ YLUWXG GHO FXDO
ODV SDUWHV GHEHQ FHOHEUDU \ HMHFXWDU ORV FRQWUDWRV FRQGXFLGRV VLHPSUH SRU
YDORUHV FRPR OD KRQHVWLGDG OD OHDOWDG R OD UHFWLWXG FRQGXFWD TXH GHEH
DGHFXDUVH D ODV H[SHFWDWLYDV TXH WLHQH OD FRQWUDSDUWH DVLPLVPR OD
QHFHVLGDGGHVHJXULGDG\FHUWH]DSDUDODFRQWUDSDUWHFRQWUDWDQWHFRQIRUPDQ
HOVXVWHQWRGHODUHJODLQGLFDGD $VtHODUWtFXORHQUHIHUHQFLDFRQILHUHXQD
JDUDQWtDDODFUHHGRUTXLHQQRSXHGHYHUVHDIHFWDGRSRUHOGHUHFKRTXHWLHQH
HO GHXGRU GH YDULDU VX GRPLFLOLR DO OXJDU GH UHVLGHQFLD TXH OLEUHPHQWH
SXGLHUD HOHJLU DO QR SRGHU HO DFUHHGRU  HPSOD]DUOR DGHFXDGDPHQWH SRU
GHVFRQRFLPLHQWRGHDTXpO

'e&,02 &8$572 3RU HQGH OD ~QLFD SRVLELOLGDG TXH WLHQH HO GHXGRU GH
RSRQHUDODFUHHGRUORUHODWLYRDVXGRPLFLOLRHVFXDQGROHKDFRPXQLFDGRGH
PDQHUDLQGXELWDEOHVXFDPELR²FULWHULRXQLIRUPHHQODMXULVSUXGHQFLDOR
TXH VHUi LQGHSHQGLHQWH GH OD FLUFXQVWDQFLD GH TXH WDO GRPLFLOLR FRLQFLGD R
QRFRQHOOXJDUGHVXUHVLGHQFLD

'e&,02 48,172 (Q HO SUHVHQWH FDVR HO UHFXUUHQWH QR KD DFUHGLWDGR
KDEHUUHDOL]DGRQLQJXQDFRPXQLFDFLyQDODFUHHGRUVREUHODYDULDFLyQGHVX
GRPLFLOLR WHQLHQGRHOVHxRU )DXVWLQR &RQGRUL )ORUHV OD FDUJD GH OD SUXHED
GHWDOKHFKR

'e&,026(;72(QHVWHRUGHQGHLGHDVVHYHULILFDGHOH[SHGLHQWHDUELWUDO
TXH ODV QRWLILFDFLRQHV DO VHxRU )DXVWLQR &RQGRUL )ORUHV IXHURQ GLULJLGDV DO


16
Esta norma encuadra sistemáticamente en el ordenamiento jurídico en su conjunto, que para
distintas relaciones obligacionales ha procurado preservar ciertas garantías al acreedor:
TUO del Código Tributario.-
“Artículo 104.- Formas de notificación. “La notificación... efectuada en el domicilio fiscal, se
considera válida mientras el deudor tributario no haya comunicado el cambio del mencionado
domicilio...”.
Ley de Títulos Valores.-
Artículo 66.- Lugar de pago. “66.1 El título valor debe ser presentado para su pago en el lugar
designado al efecto en el documento, aun cuando el obligado hubiere cambiado de domicilio, salvo
que éste haya comunicado notarialmente al último tenedor su variación, antes del vencimiento o fecha
prevista para su pago y siempre dentro de la misma ciudad o lugar de pago”.
17
Casación 3203-2005 Lima, publicada en el Diario Oficial El Peruano el 31-08-2006. También
Casación 807-2008 Lima, emitida el 07-04-2008.
ϭϭ


GRPLFLOLR FRQWUDFWXDO \ QR KDELHQGR pVWH FRPXQLFDGR FDPELR DOJXQR
UHVSHFWR GHO FLWDGR GRPLFLOLR FRQWUDFWXDO HQ FRQVHFXHQFLD HO DFWR GH
QRWLILFDFLyQ  VH KD UHDOL]DGR FRQIRUPH DO 5HJODPHQWR GHO &$), SRU OR TXH
GLFKD SDUWH VH HQFXHQWUD GHELGDPHQWH QRWLILFDGD FRQ HO FRQWHQLGR GH ODV
UHVROXFLRQHVXQRGRVWUHVFXDWURFLQFR\DFWDGHDXGLHQFLD

'e&,026e7,026LQHPEDUJRVHGHEHWHQHUHQFXHQWDTXHHOGtD\OXJDU
GH GLOLJHQFLDPLHQWR GH ODV QRWLILFDFLRQHV GHEH UHDOL]DUVH HQ GtD \ OXJDU
KiELODVtQRVLOXVWUDHODUWtFXORƒGHO&yGLJR3URFHVDO&LYLOTXHVHxDOD

´/DV DFWXDFLRQHV MXGLFLDOHV VH SUDFWLFDQ SXQWXDOPHQWH HQ HO GtD \ KRUD
KiELO VHxDODGRV VLQ DGPLWLUVH GLODFLyQ 6RQ GtDV KiELOHV ORV FRPSUHQGLGRV
HQWUHHOOXQHV\HOYLHUQHVGHFDGDVHPDQDVDOYRORVIHULDGRV « µ

$VLPLVPRHODUWtFXORƒGHO5HJODPHQWRGHO&$),QRUPDSURFHVDODSOLFDEOH
HQHVWHFDVRDFRQWUDULRVHQVXQRVLQGLFDFRQVLGHUDU

´$ FULWHULR GHO iUELWUR HVWH SXHGH GLVSRQHU TXH VH UHDOLFH DOJXQD DFWLYLGDG
HQ GtD QR KiELO OR FXDO GHEHUi VHU FRPXQLFDGR SUHYLDPHQWH D ODV SDUWHV
« µ

(V GHFLU TXH HV SRVLEOH UHDOL]DU DOJXQD DFWLYLGDG SURFHVDO HQ GtD QR KiELO
ViEDGR\GRPLQJR FRPRQRWLILFDUSHURGHEHVHUFRPXQLFDGRDODVSDUWHV
HQIRUPDDQWLFLSDGD

'e&,02 2&7$92 (Q HVWH FDVR FRQIRUPH D OD FpGXOD GH QRWLILFDFLyQ GH
IROLRVFLHQWRFXDUHQWD\XQRGHOH[SHGLHQWHDUELWUDOSRUODTXHVHSRQHHQ
FRQRFLPLHQWR GH ODV SDUWHV OD UHVROXFLyQ Q~PHUR VHLV ODXGR SDUFLDO 
UHVROXFLyQ GH 6HFUHWDUtD *HQHUDO \ OD GHFODUDFLyQ GH LPSDUFLDOLGDG VH KDQ
QRWLILFDGR HQ IRUPD FRQMXQWD FRQ IHFKD YHLQWLGyV GH PD\R GHO DxR GRV
PLOGLHFLVpLVTXHGHDFXHUGRDOFDOHQGDULRGHODxRGRVPLOGLHFLVpLVIXHXQ
GtD GRPLQJR GtD LQKiELO  SRU OR WDQWR DO QR KDEHUVH  FRPXQLFDGR DO
UHFXUUHQWHOD SRVLELOLGDG GHQRWLILFiUVHOHHQGtD QRKiELO VHLQFXPSOLyFRQ
XQD UHJOD SURFHVDO TXH WLHQH FDUiFWHU LPSHUDWLYR &DEH SUHFLVDU TXH DO QR
FXPSOLUVH FRQ QRWLILFDU HQ IRUPD GHELGD ODV UHVROXFLRQHV HPLWLGDV UHVXOWD


18
Cargos de notificación de folios 184, 180, 174, 167, 157, 141, 137 del Expediente Arbitral.
ϭϮ


OyJLFR\DMXVWDGRD'HUHFKRHOQRH[LJLUHOFXPSOLPLHQWRGHORGLVSXHVWRSRU
HO DUWtFXOR ƒ GH OD /H\ GH $UELWUDMH UHFODPR SUHYLR  WRGD YH] TXH HO
DIHFWDGRQRWXYRODSRVLELOLGDGUD]RQDEOHGHH[LJLUHOUHVSHWRGHODVQRUPDV
SURFHVDOHVPHQFLRQDGDV

'e&,02129(12$ODOX]GHORGLVSXHVWRHQHOLQFLVRGHODUWtFXORƒ
GHOD&RQVWLWXFLyQHOGHELGRSURFHVRHQVXID]SURFHVDOH[LJHHOUHVSHWRGH
ODV UHJODV SURFHVDOHV HQ HO iPELWR GH OD UHVROXFLyQ GH FRQIOLFWRV FRPR HQ
VHGH MXGLFLDO DUELWUDO DGPLQLVWUDWLYD  HQWUH HOODV OD GLOLJHQFLD GH
QRWLILFDFLyQGHUHVROXFLRQHVHQGtD\KRUDKiELO


9,*(6,02(QHVWHFDVRHO5HJODPHQWRGHO&HQWURGH$UELWUDMHHVJDUDQWtD
SDUDODVSDUWHVGHFyPRVHYDDGHVDUUROODUHOSURFHVR\DQWHORQRSUHYLVWR
HQpOVHKDGHFRQVLGHUDUODVUHJODVGHOD/H\GH$UELWUDMHVHJ~QHODUWtFXOR
ƒGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒWDOFRPRVHKDVHxDODGRDOQRKDEHUVH
UHVSHWDGRQRUPDVSURFHVDOHVLPSHUDWLYDVVHKDDIHFWDGRHOGHELGRSURFHVR
\ODWXWHODSURFHVDOHIHFWLYD

5HVSHFWRDOÌWHP´LLµGHORVIXQGDPHQWRVGHODGHPDQGDUHIHULGRVDOD
,QREVHUYDQFLDGHXQD5HJODDUELWUDO
9,*(6,02 35,0(52 (O GHPDQGDQWH DOHJD TXH VH KD LQREVHUYDGR HO
DUWtFXOR ƒ GHO 5HJODPHQWR GHO &$), UHIHULGR DO SOD]R GH UHFXVDFLyQ
SXHVWR TXH OD VROD GHVLJQDFLyQ GH OD iUELWUR QR SHUPLWLUtD TXH HPLWLHUD HO
ODXGR HQ IRUPD VLPXOWiQHD KDELGD FXHQWD TXH UHFLpQ VH KDEtD LQLFLDGR HO
SOD]RSDUDXQSUREDEOHFXHVWLRQDPLHQWRYtDODUHFXVDFLyQ


9,*(6,02 6(*81'2 $O UHVSHFWR HO 5HJODPHQWR $UELWUDO VHxDOD HQ VX
DUWtFXORƒORVLJXLHQWH

´(QFDVRGHTXHDOJXQDGHODVSDUWHVFRQVLGHUHQTXHHOiUELWURR
DOJXQRGHORViUELWURVQRPEUDGRVQRSRGUiQUHVROYHUODFDXVD
LPSDUFLDOPHQWH GHEHUi SUHVHQWDU HO HVFULWR GRQGH SODQWHHQ OD
UHFXVDFLyQ GHO iUELWUR GHQWUR GHO SOD]R GH  FLQFR  GtDV
FRPSXWDGRV D SDUWLU GH QRWLILFDGD OD UHVROXFLyQ GH VX
QRPEUDPLHQWR « µ HOUHVDOWDGRHQQHJULWDHVQXHVWUR 

19
Folios 22 a 35.
ϭϯ



9,*e6,027(5&(52'HODUHYLVLyQGHOH[SHGLHQWHDUELWUDOVHDSUHFLDTXH
PHGLDQWH UHVROXFLyQ Q~PHUR GRV GH IHFKD GLH] GH 0DU]R GHO DxR GRV PLO
GLHFLVpLV VH LQVWDOy HO WULEXQDO DUELWUDO UHFD\HQGR HO FDUJR GH DUELWUR HQ OD
VHxRULWD5RVD-LPHQD/DPD0DYLODSRVWHULRUDHOORPHGLDQWHUHVROXFLyQGH
6HFUHWDUtD*HQHUDOGHIHFKDGLHFLVLHWHGH0D\RGHOGRVPLOGLHFLVpLVVH
UHVROYLy QRPEUDU FRPR iUELWUR D OD VHxRULWD 6XVDQD (OL]DEHWK 3pUH] 5RFD
5H\HVTXLHQH[SUHVy´GHFODUDFLyQGHLPSDUFLDOLGDGµGHIHFKDGLHFLVLHWHGH
0D\RGHOGRVPLOGLHFLVLHWH\GRVGtDVGHVSXpVPHGLDQWHUHVROXFLyQQ~PHUR
VHLV GH IHFKD GLHFLQXHYH GH 0D\R GHO GRV PLO GLHFLVpLV HPLWLy HO ´ODXGR
SDUFLDOµ VLF PDWHULDGHDQXODFLyQ

9,*e6,02 &8$572 (Q HVWH RUGHQ GH LGHDV DO SURGXFLUVH HO
QRPEUDPLHQWRGHODiUELWURPHGLDQWHUHVROXFLyQGH6HFUHWDUtD*HQHUDOFRQ
IHFKDGLHFLVLHWHGH 0D\RGHOGRV PLOGLHFLVpLV GH VHUHOFDVRVL DOJXQD
GH  ODV SDUWHV R DPEDV FRQVLGHUDEDQ TXH OD iUELWUR QR UHVROYHUtD OD FDXVD
LPSDUFLDOPHQWHWHQtDQHOGHUHFKRGHUHFXVDUODGHQWURGHXQSOD]RGHFLQFR
GtDV GH QRWLILFDGR HO QRPEUDPLHQWR  (Q HVWH  FDVR HV HYLGHQWH TXH VH KD
YXOQHUDGRGLFKDUHJODSURFHVDOHQWDQWRTXHUHHPSOD]DGDODSULPHUDiUELWUR
QRPEUDGD D ORV GRV GtDV GHO QRPEUDPLHQWR GH OD VHxRULWD 3pUH] 5RFD
5H\HVVLQUHVSHWDUVHHOSURFHGLPLHQWR\VLQHVSHUDUHOSOD]RHVWDEOHFLGRHQ
HO5HJODPHQWRSDUDXQDSRVLEOHUHFXVDFLyQVHJ~QVXDUWtFXORƒVHHPLWLy
ODXGRFRQIHFKDGLHFLQXHYHGH0D\RGHOGRVPLOGLHFLVpLV$VLPLVPRHV
GH SUHFLVDU TXH DO VHxRU  )DXVWLQR &RQGRUL )ORUHV VH OH QRWLILFy HQ IRUPD
FRQMXQWDFRQODUHVROXFLyQTXHGHVLJQyDODQXHYDiUELWURODGHFODUDFLyQGH
LPSDUFLDOLGDGGHODQXHYDiUELWUR\ODUHVROXFLyQQ~PHURVHLVGHGLHFLQXHYH
GH PD\R GH GRV PLO GLHFLVpLV TXH FRQWLHQH  HO ´ODXGR SDUFLDOµ VLF 
DIHFWiQGRVH OD VHFXHQFLD GH ORV DFWRV SURFHGLPHQWDOHV D OR TXH VH DJUHJD
TXHODGLOLJHQFLDGHQRWLILFDFLyQVHUHDOL]yHQXQGtDLQKiELOFRQIRUPHVHKD
H[SXHVWRHQHOFRQVLGHUDQGRGpFLPRRFWDYRGHHVWDUHVROXFLyQ


9,*e6,0248,172/D LQREVHUYDQFLD GH ORV SUHFHSWRVHVWDEOHFLGRV SRUHO


5HJODPHQWR GHO &HQWUR GH $UELWUDMH YXOQHUD OD JDUDQWtD FRQVWLWXFLRQDO GHO


20
Folios 187 del expediente arbitral.
21
Folios 153 del expediente arbitral.
22
Folio 154 del expediente arbitral.
ϭϰ


GHELGRSURFHVRFDEHLQGLFDUTXHHO5HJODPHQWRHVJDUDQWtDSDUDODVSDUWHV
GHFyPRVHYDDGHVDUUROODUHOSURFHVR\HVGHREVHUYDQFLDREOLJDWRULDSDUD
HO &HQWUR GH $UELWUDMH DVt FRPR SDUD ODV SDUWHV SURFHVDOHV LQFOXLGR OD
iUELWURHQIXQFLRQHV3RUWDQWRODLQREVHUYDQFLDGHODUHJODFRQWHQLGDHQHO
DUWtFXOR ƒ GHO 5HJODPHQWR WUDH FRPR FRQVHFXHQFLD OD QXOLGDG GHO ODXGR
SRU QR KDEHUVH UHVSHWDGR ODV UHJDODV SURFHVDOHV ODV PLVPDV TXH WLHQHQ
FDUiFWHULPSHUDWLYR


5HVSHFWRDOÌWHP´LLLµGHORVIXQGDPHQWRVGHODGHPDQGD
9,*e6,02 6(;72 (O GHPDQGDQWH DOHJD TXH HO DUELWUDMH HV XQR GH
FRQFLHQFLD\QRGH'HUHFKRHOiUELWURDSOLFyQRUPDVGHO&yGLJRFLYLOTXHQR
KDQVLGRDOHJDGDVSRUODSDUWHGHPDQGDQWHQLWDPSRFRVHFRQVLJQDURQHQ
ORVSXQWRVFRQWURYHUWLGRVSURGXFLpQGRVHXQIDOORH[WUDSHWLWD

9,*e6,02 6e7,02 $O UHVSHFWR HV GH YHUVH GHO DFWD GH LQVWDODFLyQ TXH
VH HVWDEOHFLy FRPR WLSR GH DUELWUDMH XQR GH FRQFLHQFLD HV GHFLU TXH OD
iUELWUR~QLFRGHEtDUHVROYHUGHFRQIRUPLGDGDVXOHDOVDEHU\HQWHQGHUEDMR
ODVUHJODVGHODVDQDFUtWLFDVLQHPEDUJRHOORQRHVREVWiFXORSDUDTXHVLHO
MX]JDGRU D  OR FUHD SHUWLQHQWH VXVWHQWDU MXUtGLFDPHQWH VX SRVLFLyQ
$UJXPHQWR GHO GHPDQGDQWH TXH QR VH FRQGLFH FRQ OD GHQXQFLD GH XQ IDOOR
H[WUDSHWLWDHVPiVGLFKDDILUPDFLyQQRJXDUGDFRQJUXHQFLDFRQODFDXVDO
LQYRFDGDSRUORTXHHVWHH[WUHPRGHEHVHUGHVHVWLPDGR


5HVSHFWRDOÌWHP´YLµGHORVIXQGDPHQWRVGHODGHPDQGD
9,*e6,02 2&7$92 5HVSHFWR D OD DSOLFDFLyQ GHO DUWtFXOR ƒ GHO
5HJODPHQWRHQODSDUWHUHVROXWLYDGHOODXGRVHGHEHVHxDODUTXHGLFKDUHJOD
SURFHVDO VH PHQFLRQD SDUD WHQHUVH HQ FXHQWD GH VROLFLWDUVH OD VXVSHQVLyQ
GH OD HMHFXFLyQ GHO ODXGR SRU DOJXQD GH ODV SDUWHV FRPR DVt VH WLHQH GHO
WH[WRTXHVHWUDQVFULEH


´HQFDVRODSDUWHYHQFLGDGHFLGDVXVSHQGHUHOSURFHVRGHHMHFXFLyQGH
ODXGR «  GHEHUi SUHYLDPHQWH GH DFXHUGR D OR HVWDEOHFLGR SRU HO
5HJODPHQWR $UELWUDO «  FRPR UHFDXGR GHO PLVPR DQWH OD &RUWH
6XSHULRU FDUWD ILDQ]D EDQFDULD VROLGDULD «  SRU XQ PRQWR GH 86
µ


23
Folios 187 del expediente arbitral.
ϭϱ




(O&ROHJLDGRDGYLHUWHTXHHVWDUHIHUHQFLDQRDIHFWDHOIRQGRGHORUHVXHOWRHQ
HOODXGRVLELHQFRPSUHQGHXQPDQGDWRpVWHHVSURFHGHQWHGHVROLFLWDUVHOD
VXVSHQVLyQGHHMHFXFLyQGHOODXGRFXHVWLRQDGRVLWXDFLyQTXHQRVHKDGDGR
HQDXWRV3RUORWDQWRHVWHH[WUHPRGHEHVHUGHVHVWLPDGR

5(63(&72'(/$&$86$/´$µ
9,*e6,02 129(12 (O DFFLRQDQWH DOHJD FRPR FDXVDO GH DQXODFLyQ HO
OLWHUDO´DµGHOLQFLVRGHODUWtFXORƒGHOD/H\GH$UELWUDMHHOFXDOVHxDOD

´(OODXGRVRORSRGUiVHUDQXODGRFXDQGRODSDUWHTXHVROLFLWD
ODDQXODFLyQDOHJXH\SUXHEH
D 4XH HO FRQYHQLR DUELWUDO HV LQH[LVWHQWH QXOR DQXODEOH
LQYiOLGRRLQHILFD]
« µ

$VLPLVPRHODUWtFXORƒGHODUHIHULGD/H\SUHFLVD

´/DVFDXVDOHVSUHYLVWDVHQORVLQFLVRVDEF\GGHOQXPHUDO
 GH HVWH DUWtFXOR VyOR VHUiQ SURFHGHQWHV VL IXHURQ REMHWR
GH UHFODPRH[SUHVRHQ VX PRPHQWR DQWHHO WULEXQDO DUELWUDO
SRU OD SDUWH DIHFWDGD \ IXHURQ GHVHVWLPDGDVµ OD QHJULWD HV
QXHVWUD 

75,*e6,02 8QR GH ORV IXQGDPHQWRV TXH VH KD DWULEXLGR DO SULQFLSLR GH
UHFODPRSUHYLRUDGLFDHQHODSRUWHTXHpVWHVLJQLILFDSDUDODREWHQFLyQGHXQ
SURFHGLPLHQWR DUELWUDO iJLO \ HILFD] \D TXH pO FRQVWLWX\H XQ LQVWUXPHQWR
EiVLFR SDUD REOLJDU D ODV SDUWHV D GDU D FRQRFHU VXV REMHFLRQHV DO
SURFHGLPLHQWR HQ FDGD LQVWDQWH LPSLGLHQGR TXH pVWDV SXHGDQ DIHFWDU HO
GHVDUUROOR QRUPDO GHO DUELWUDMH D WUDYpV GH UHSURFKDEOHV HVWUDWHJLDV GH
UHFXUVRV GH ~OWLPD KRUD SRU YLFLRV TXH ELHQ SXGLHURQ VHU VXEVDQDGRV
RSRUWXQDPHQWH &RQ HVWH ILQ VH KD KHFKR GHULYDU HO UHTXHULPLHQWR GH
UHFODPRSUHYLRSDUDHOUHFXUVRGHDQXODFLyQHQWUHRWUDVFRVDVGHOSULQFLSLR
JHQHUDO GH EXHQD IH HQ HO VHQWLGR GH QR SHUPLWLU D ODV SDUWHV GHPRUDU
PDOLFLRVDPHQWH HO HIHFWR QXOLILFDQWH GH ORV YLFLRV RFXUULGRV GXUDQWH HO
SURFHGLPLHQWR DUELWUDO SRU OD E~VTXHGD GH XQ EHQHILFLR SURSLR DO
ϭϲ


SODQWHDUORV UHFLpQ FXDQGR FRQRFHQ HO VHQWLGR GH OD GHFLVLyQ DUELWUDO
GHVIDYRUDEOH D HOORV /R DGHFXDGR SDUD REWHQHU XQ DUELWUDMH iJLO HV
HQWRQFHV SDUD OD /H\ TXH FXDOTXLHU WLSR GH FLUFXQVWDQFLD TXH SXGLHUD
LPSOLFDUXQSHUMXLFLRDOGHVDUUROORQRUPDOGHOSURFHGLPLHQWRTXHGLULJHQORV
iUELWURV VHD SXHVWD HQ FRQRFLPLHQWR DELHUWR GH pVWRV EDMR ULHVJR GH
SHUGHUVH SDUD VLHPSUH OD IDFXOWDG GH DOHJDUOR FRPR PRWLYR GH QXOLGDG GHO
ODXGRGHILQLWLYR

75,*e6,02 35,0(52 (O UHFXUUHQWH DOHJD FRPR IXQGDPHQWR GH KHFKR
TXHQR DGYLUWLy TXHHQHOFRQWUDWR GH PXWXR FRQ FRQVWLWXFLyQ GHKLSRWHFD
HOHYDGR D HVFULWXUD S~EOLFD HO YHLQWH GH $JRVWR GHO GRV PLO TXLQFH TXH VH
LQFOX\yXQDFOiXVXODVREUHODMXULVGLFFLyQDUELWUDODODTXHVHVRPHWtDWRGD
FRQWURYHUVLD

75,*e6,02 6(*81'2 4XH FRPR VH KD HVWDEOHFLGR HQ OD SUHVHQWH
UHVROXFLyQ HO GHPDQGDQWH VH HQFXHQWUD GHELGDPHQWH QRWLILFDGR FRQ HO
FRQWHQLGR GH ODV UHVROXFLRQHV XQR GRV WUHV FXDWUR DFWD GH DXGLHQFLD \
FLQFRSRURWURODGRWHQHPRVTXHHO5HJODPHQWRHVWDEOHFHHQVXDUWtFXORƒ
TXH ODV SDUWHV SXHGHQ SUHVHQWDU UHFRQVLGHUDFLyQ FRQWUD ODV UHVROXFLRQHV
DUELWUDOHVSRUORWDQWRDOQRKDEHUVHUHDOL]DGRHOUHFODPRRSRUWXQRQRVHKD
FXPSOLGR FRQ XQ UHTXLVLWR GH DGPLVLELOLGDG GH OD GHPDQGD SUHYLVWR HQ HO
DUWtFXOR ƒ GH OD /H\  (Q FRQVHFXHQFLD HVWH H[WUHPR UHVXOWD VHU
LPSURFHGHQWHHQDSOLFDFLyQGHODUWtFXORƒGHO&yGLJR3URFHVDO&LYLO

75,*e6,02 7(5&(52 )LQDOPHQWH FRQIRUPH D OR H[SXHVWR HVWH
&ROHJLDGR6XSHULRUFRQVLGHUDKDEHUVHDIHFWDGRHOGHELGRSURFHVR\ODWXWHOD
MXULVGLFFLRQDO HIHFWLYD HQ OD YtD DUELWUDO LQFXUULHQGR OD UHVROXFLyQ Q~PHUR
VHLV ODXGR  DVt FRPR OD UHVROXFLyQ Q~PHUR VLHWH TXH UHVXHOYH UHFWLILFDU H
LQWHJUDU HO ODXGR HPLWLGR  HQ XQD GH ODV FDXVDOHV GH DQXODFLyQ GH ODXGR
SUHYLVWDVHQHODUWtFXORƒGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒFRQFUHWDPHQWH
OD E   D OD OX] GH OR GLVSXHVWR HQ HO DUWtFXOR ƒ LQFLVRV  \  GH OD
&RQVWLWXFLyQ\DUWtFXORƒGHOD/H\GH$UELWUDMH

3RUHVWDVFRQVLGHUDFLRQHV


24
ALVA NAVARRO, Esteban: “La anulación del laudo”. Ed. Palestra, Lima, 2011, p. 99.
ϭϳ


6(5(68(/9(


'(&/$5$5 )81'$'2 (1 3$57( HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GHO ODXGR
DUELWUDOGHIHFKDGLHFLQXHYHGH0D\RGHODxRGRVPLOGLHFLVpLVFRQWHQLGR
HQ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR VHLV UHVSHFWR GH OD FDXVDO ´Eµ GHO DUWtFXOR 
GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒDVtFRPRGHODUHVROXFLyQTXHVHSURQXQFLD
VREUHODUHFWLILFDFLyQGHOODXGRFRQWHQLGRHQODUHVROXFLyQQ~PHURVLHWHGH
IHFKD YHLQWLFLQFR GH PD\R GHO GRV PLO GLHFLVpLV  \ 25'(1$521 D OD
ÉUELWUR ÔQLFR H[SHGLU QXHYR /DXGR $UELWUDO FRQIRUPH D OR GHWDOODGR HQ ODV
FRQVLGHUDFLRQHV SUHFHGHQWHV DVLPLVPR VH GLVSRQH '(&/$5$5
,0352&('(17( HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GHO UHIHULGR ODXGR UHVSHFWR D OD
FDXVDO´DµGHODUWtFXORGHODFRWDGR'HFUHWR/HJLVODWLYR
1RWLItTXHVHFRQIRUPHDOH\
66



5266(//0(5&$'2     $55,2/$(63,12


5,9(5$*$0%2$


25
Folios 4 a 10.
26
Folios 138 y 139 del expediente arbitral.
ϭϴ




&RUWH6XSHULRUGH-XVWLFLDGH/LPD
6HJXQGD6DOD&LYLO6XEHVSHFLDOL]DGDHQ0DWHULD&RPHUFLDO
BBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBB

(;3(',(17(1ƒ

'HPDQGDQWH  352*5$0$ 1$&,21$/ '( ,1)5$(6758&785$
('8&$7,9$3521,('²0,1,67(5,2'(('8&$&,Ð1
'HPDQGDGR  &21625&,2%5$&$02526
0DWHULD  $18/$&,Ð1'(/$8'2$5%,75$/

En el laudo arbitral, al haber laudado sobre materias no susceptibles de arbitraje se
incurrido en la causal de anulación prevista en el numeral 1, literal e) del artículo 63,
del Decreto Legislativo N.° 1071, según la cual sólo podrá anularse el laudo, cuando
el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley son
manifiestamente no susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.

5(62/8&,Ð11Ô0(5218(9(
0LUDIORUHVGLHFLVpLVGHPDU]RGHGRVPLOGLHFLVLHWH
9,6726
 2%-(72'(/5(&8562

(V PDWHULD GH SURQXQFLDPLHQWR OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO
LQWHUSXHVWR SRU HO 3URJUDPD 1DFLRQDO GH ,QIUDHVWUXFWXUD (GXFDWLYD ²
3521,(' ² 0LQLVWHULR GH (GXFDFLyQ GHELGDPHQWH UHSUHVHQWDGR SRU OD
3URFXUDGRUD 3~EOLFD D  FDUJR GH ORV $VXQWRV -XGLFLDOHV GHO 0LQLVWHULR GH
(GXFDFLyQ 0DUtD 'HO &DUPHQ 0iUTXH] 5DPtUH] HQ DGHODQWH 3521,(' R OD
(QWLGDG  FRQWUD HO /DXGR $UELWUDO FRQWHQLGR HQ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR  GH
IHFKDGHPD\RGH\FRQWUDODUHVROXFLyQQ~PHURGHIHFKDGH
MXQLR GH  TXH UHVXHOYH GHFODUDU LPSURFHGHQWH ORV UHFXUVRV GH
LQWHUSUHWDFLyQ \ H[FOXVLyQ GHO ODXGR HPLWLGR SRU HO 7ULEXQDO $UELWUDO
8QLSHUVRQDO D FDUJRGH +RUDFLR &iQHSD 7RUUHHQHO SURFHVRDUELWUDO VHJXLGR
SRU3521,('FRQWUD&RQVRUFLR%UDFDPRURV
,QWHUYLHQHFRPRSRQHQWHHO6U5RVVHOO0HUFDGR
 )81'$0(1726'(/$'(0$1'$
&DXVDOHVGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDOLQYRFDGDVSRU3521,('
&DXVDOE
L /D (QWLGDG LQYRFD FRPR FDXVDO GH DQXODFLyQ OD SUHYLVWD HQ HO DUWtFXOR 
QXPHUDO  OLWHUDO E  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ  VHJ~Q OD FXDO HO ODXGR
VyOR SRGUi VHU DQXODGR FXDQGR OD SDUWH TXH VROLFLWD OD DQXODFLyQ DOHJXH \
SUXHEH ´TXHXQDGHODVSDUWHVQRKDVLGRGHELGDPHQWHQRWLILFDGDGHOQRPEUDPLHQWRGH
1
XQ iUELWUR R GH ODV DFWXDFLRQHV DUELWUDOHV R QR KD SRGLGR SRU FXDOTXLHU RWUD UD]yQ
KDFHUYDOHUVXVGHUHFKRVµ /RVRPEUHDGRHVQXHVWUR 

5HVSHFWRDHVWD FDXVDOHVSHFtILFDPHQWHVHxDOD TXH  OD UHVROXFLyQ Q~PHUR


ODXGR DUELWUDO  \ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR  HO FXDO GHFODUD LQIXQGDGRV ORV
UHFXUVRV GH LQWHUSUHWDFLyQ \ H[FOXVLyQ GH ODXGR  QR KDQ VLGR GHELGDPHQWH
PRWLYDGRV IDOWD GH PRWLYDFLyQ  DIHFWDQGR FRQ HOOR HO SULQFLSLR GHO GHELGR
SURFHVR6LHQGRDVtOD(QWLGDGH[SRQHORVVLJXLHQWHVDUJXPHQWRV
LL1RH[LVWHPRWLYRDOJXQRTXHVXVWHQWHODGHFLVLyQFRQWHQLGDHQHOVHJXQGR
UHVROXWLYR GHO ODXGR DUELWUDO SDUD GHFODUDU VyOR IXQGDGD HQ SDUWH OD
H[FHSFLyQ SODQWHDGD 3XHV HO iUELWUR UHVROYLy QR DFRJHU HQ VX WRWDOLGDG OD
H[FHSFLyQ GH LQFRPSHWHQFLD LQWHUSXHVWD FRQWUD OD SULPHUD SUHWHQVLyQ
SULQFLSDO OD SULPHUD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD SULPHUD SUHWHQVLyQ
SULQFLSDO OD VHJXQGD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD SULPHUD SUHWHQVLyQ
SULQFLSDOODVHJXQGDSUHWHQVLyQSULQFLSDOODVH[WDSUHWHQVLyQSULQFLSDOOD
SULPHUDSUHWHQVLyQVXERUGLQDGDDODVH[WDSUHWHQVLyQSULQFLSDOODVHJXQGD
SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD VH[WD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO \ OD VpSWLPD
SUHWHQVLyQSULQFLSDO VLHQGRDVtORH[SUHVDGRHQHOSXQWRGHOODXGR
\ HO SHQ~OWLPR SiUUDIR GH OD SiJLQD  GHO ODXGR DUELWUDO WDQWR OD
VHJXQGD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD SULPHUD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO
FRPR OD VHJXQGD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD VH[WD SUHWHQVLyQ
SULQFLSDO QR VH HQFXDGUDUtDQ GHQWUR GHO VXSXHVWR QRUPDWLYR GHO
QXPHUDOGHODUWtFXORGHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGR
FXDQGR HUD HYLGHQWH TXH HO FRQWUDWLVWD D WUDYpV GH GLFKDV SUHWHQVLRQHV
SURFXUDED TXH VH GHMDUD VLQ HIHFWR ORV SURQXQFLDPLHQWRV HPLWLGRV SRU OD
(QWLGDGVREUHDGLFLRQDOHV $VLPLVPRHOÉUELWURÔQLFRDOSURQXQFLDUVHHQ
HO TXLQWR \ GpFLPR SULPHU SXQWR GH OD SDUWH UHVROXWLYD KD GHMDGR VLQ
HIHFWR WiFLWDPHQWH ODV GHFLVLRQHV \R SURQXQFLDPLHQWR HPLWLGR SRU OD
(QWLGDGUHVSHFWRGHGLFKRVDGLFLRQDOHVGHREUD
LLL ([LVWH PRWLYDFLyQ LQVXILFLHQWH HQ ORV DUJXPHQWRV VHxDODGR SRU HO ÉUELWUR
ÔQLFRHQODGHFLVLyQHQORVSXQWRVUHVROXWLYRVTXLQWR\GpFLPRSULPHURGHO
ODXGR DUELWUDO (Q HVH VHQWLGR HO ÉUELWUR ÔQLFR HQ HO GHVDUUROOR \
IXQGDPHQWDFLyQ GHO ODXGR UHVSHFWR D GLFKDV SUHWHQVLRQHV VHxDOy
VRPHUDPHQWH HQ ORV QXPHUDOHV  WHUFHU SiUUDIR GH OD SiJLQD   \ HO
QXPHUDO ~OWLPRSiUUDIRGHODSiJLQD DUULEDQGRDODFRQFOXVLyQGH
TXHFRUUHVSRQGHGHFODUDUODUHGXFFLyQGHODHMHFXFLyQGHODVSUHVWDFLRQHVD
FDUJRGHOFRQWUDWLVWDVLQWHQHUHQFRQVLGHUDFLyQORVLJXLHQWH
 1R VH VHxDODHVSHFtILFDPHQWH FXiOHV VRQ ORV PHGLRV SUREDWRULRV HQ ORV
TXHVHDPSDUDSDUDOOHJDUDGLFKDFRQYLFFLyQ
 1RHYDO~DORVDUJXPHQWRVSODVPDGRVSRUOD(QWLGDGHQVXVHVFULWRVGH
FRQWHVWDFLyQGHGHPDQGD
 1R FRQVLGHUy TXH HO FRQWUDWLVWD QR DPSDUy VXV SUHWHQVLRQHV HQ DOJ~Q
GLVSRVLWLYROHJDOFRQWHQLGRGHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGRSDUD
VROLFLWDUGLFKDUHGXFFLyQ

2
 1RVHKDSURQXQFLDGRVREUHHOVLVWHPDGHFRQWUDWDFLRQHVDVXPDDO]DGD
SDFWDGRHQWUH ODVSDUWHV UHJXODGDHQHODUWtFXORGHO 5HJODPHQWRGH
OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR ² HO FXDO REOLJD DO &RQWUDWLVWD D
UHDOL]DUHOLQWHJURGHODVSUHVWDFLRQHVQHFHVDULDVSDUDODHMHFXFLyQGHOD
REUDSRUHOSUHFLRRIHUWDGRHQODSURSXHVWDHFRQyPLFD 
 1RLGHQWLILFDFRQH[DFWLWXGODVSDUWLGDVTXHVHUiQPDWHULDGHUHGXFFLyQ
SiJLQDGHOODXGRDUELWUDO 
 6HVHxDODWDPELpQTXHHOÉUELWURÔQLFRQRREVHUYyORHVWDEOHFLGRHQHODUWtFXOR
GHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGRHQFRQFRUGDQFLDFRQHODUWtFXOR
GHO 5HJODPHQWR GH OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR GLVSRVLWLYRV TXH
GLFWDPLQDQTXHODUHGXFFLyQGHSUHVWDFLRQHVHVXQDSRWHVWDGFRQIHULGD~QLFD
\H[FOXVLYDPHQWHDOD(QWLGDGHQUHFRQRFLPLHQWRGHVXFDOLGDGGHJDUDQWHGHO
LQWHUpV S~EOLFR $VLPLVPR VH VROLFLWy UHFXUVR GH LQWHUSUHWDFLyQ GHO ODXGR
DUELWUDOUHVSHFWRDORUHVXHOWRHQHOSXQWRTXLQWR\GpFLPRSULPHUUHVROXWLYRGHO
ODXGR D ILQ GH TXH HO ÉUELWUR ÔQLFR SUHFLVH TXH QRUPDWLYD HV OD TXH DPSDUD
SDUD SRGHU GLFWDPLQDU OD UHGXFFLyQ GH SUHVWDFLRQHV D FDUJR GHO FRQWUDWLVWD
6LHQGR DVt HO ODXGR DUELWUDO QR VH HQFXHQWUD GHELGDPHQWH VXVWHQWDGR SXHV
IDOWDQDUJXPHQWRVUHOHYDQWHVFRPRORVPHGLRVSUREDWRULRVDORVTXHVHDFRJHHO
ÉUELWUR ÔQLFR SDUD DUULEDU D GLFKD FRQYLFFLyQ SXHV HO GLVSRVLWLYR OHJDO QR OH
IDFXOWDSDUDUHGXFLUSDUWLGDVTXHVHHQFXHQWUDQSUHYLVWDVHQHOH[SHGLHQWHGH
FRQWUDGLFFLRQHV VREUH HO VLVWHPD GH FRQWUDGLFFLyQ SDFWDGR HQWUH ODV SDUWHV
VXPD DO]DGD  \ QR LGHQWLILFD GH PDQHUD H[SUHVD FXDOHV VRQ ODV SDUWLGDV
PDWHULDGHUHGXFFLyQ
LLLL ([LVWH PRWLYDFLyQ DSDUHQWH \ VXVWDQFLDOPHQWH LQFRQJUXHQWH HQ ORV
DUJXPHQWRV VHxDODGRV SRU HO ÉUELWUR ÔQLFR HQ OD GHFLVLyQ FRQWHQLGD HQ HO
RFWDYR UHVROXWLYR HO ODXGR DUELWUDO 6LHQGR DVt VH DSUHFLD TXH HO ÉUELWUR
ÔQLFR HPLWH XQ SURQXQFLDPLHQWR  H[WUD SHWLWD SXHV GLFKD FRQWURYHUVLD
UHVSHFWR DO UHFODPR GH LQGHPQL]DFLyQ QR KD VLGR SODQWHDGD FRPR WDO
SRUHOGHPDQGDQWH HO&RQVRUFLR%UDFDPRURVQROHDVLJQDGLFKDFDOLGDGD
VX SUHWHQVLyQ QL PXFKR PHQRV HYRFD ORV HOHPHQWRV FRQVWLWXWLYRV GH OD
UHVSRQVDELOLGDG FLYLO  DGHPiV DVt OR VHxDOD HO SURSLR ODXGR HQ HO QXPHUDO
 SiJLQDDGHOODXGRDUELWUDO 'HHVWDPDQHUDHOODXGRDUELWUDOKD
LQFRUSRUDGR DUJXPHQWRV DSDUHQWH R VXSXHVWD DFFLyQ LQGHPQL]DWRULD  TXH
QR IXHURQ FRQWURYHUWLGRV SRU ODV SDUWHV QL PXFKR PHQRV VRPHWLGRV D
GLVFXVLyQ GHO ÉUELWUR ÔQLFR DIHFWiQGRVH GH HVWD PDQHUD HO GHUHFKR GH
GHIHQVD GHUHFKR GH FRQWUDGHFLU  ² DO QR KDEHU SRGLGR HMHUFHU GLFKR
GHUHFKREDMRORVDOFDQFHVGHORVRVWHQLGRHQHOODXGRQXPHUDO HO
ÉUELWURKDFHUHIHUHQFLDDODDFFLyQLQGHPQL]DWRULDFRQWHQLGDHQHODUWtFXOR
 GHO &yGLJR &LYLO  \ WDPELpQ VH KD DIHFWDGR HO GHUHFKR GH GHIHQVD DO
KDEHUVH GHFODUDGR LQIXQGDGR GHO UHFXUVR GH H[FOXVLyQ GH OR DUJXPHQWDGR
HQHOQXPHUDOGHOODXGRDUELWUDO6LHQGRDVtVHKDYXOQHUDGRHOGHELGR
SURFHVR\HOGHUHFKRDXQDGHELGDPRWLYDFLyQSXHVQRH[LVWHFRQH[LyQHQWUH
ODVDOHJDFLRQHVGHODVSDUWHV\ORUHFRJLGRHQHOODXGRDUELWUDO
&DXVDOG

3
LL ,QYRFD WDPELpQ OD FDXVDO SUHYLVWD HQ HO DUWtFXOR  QXPHUDO  OLWHUDO G 
GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR 1ƒ VHJ~Q OD FXDO VyOR SRGUi DQXODUVHHO ODXGR
´TXHHOWULEXQDODUELWUDOKDUHVXHOWRVREUHPDWHULDVQRVRPHWLGDVDVXGHFLVLyQµ

/D(QWLGDGVHxDODFRPRIXQGDPHQWRVGHHVWDFDXVDOTXHWHQLHQGRHQFXHQWD
OR H[SXHVWR FRPR FXDUWD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO GH OD GHPDQGD \ HO RFWDYR
UHVROXWLYRGHOODXGRVHDSUHFLDTXHHOÉUELWURÔQLFRPRGLILFyVXVWDQFLDOPHQWH
OD SUHWHQVLyQ GH OD GHPDQGDQWH SXHV OH GD XQD FDOLGDG LQGHPQL]DWRULD
HYLGHQFLiQGRVH GH HVWD PDQHUD TXH VH KD SURGXFLGR XQ SURQXQFLDPLHQWR
LQFRQJUXHQWH H[WUD SHWLWD 7RGD YH] TXH HO ÉUELWUR ÔQLFR UHVROYLy PDWHULD QR
VRPHWLGD D VX GHFLVLyQ 9XOQHUiQGRVH GH HVWD PDQHUD HO GHUHFKR GH
FRQWUDGHFLU GDGR TXH GLFKD PRGLILFDFLyQ VXVWDQFLD GH OD SUHWHQVLyQ \ OD
SUHVHQWDFLyQ GH QXHYRV DUJXPHQWRV VH GLR DO PRPHQWR GH HPLWLU HO ODXGR
DUELWUDO $VLPLVPR OD GHPDQGDQWH VHxDOD ORV PLVPRV DUJXPHQWRV H[SXHVWRV
HQHODFiSLWHLLLLGHODFDXVDO´Eµ
&DXVDOH
LLL3RU~OWLPRWDPELpQLQYRFDODFDXVDOSUHYLVWDHQHODUWtFXORQXPHUDO
OLWHUDOH GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒVHJ~QODFXDOVyORSRGUiDQXODUVH
HO ODXGR ´TXH HO WULEXQDO DUELWUDO KD UHVXHOWR VREUH PDWHULDV TXH GH DFXHUGR D OH\ VRQ
PDQLILHVWDPHQWHQRVXVFHSWLEOHVGHDUELWUDMHWUDWiQGRVHGHXQDUELWUDMHQDFLRQDOµ

([SUHVD TXH HQ YLUWXG GHO DUWtFXOR  GH OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO
(VWDGR ODV SUHWHQVLRQHV  IRUPXODGD SRU HO &RQVRUFLR HQ VX HVFULWR GH
GHPDQGDDUELWUDOHVSHFtILFDPHQWHVREUHODSULPHUDSUHWHQVLyQSULQFLSDOOD
SULPHUD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD SULPHUD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO OD
VHJXQGD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD SULPHUD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO \ OD
VHJXQGDSUHWHQVLyQSULQFLSDOHVWiQGLUHFWDPHQWHYLQFXODGDVDFXHVWLRQDOD
GHFLVLyQGHOD(QWLGDGVREUHHODGLFLRQDOGHREUDTXHOHIXHHQVXRSRUWXQLGDG
GHQHJDGR FRQ HO 2),&,2 1ƒ 0,1('890*,3521,('8*(2  OD
PLVPD TXH QR HV PDWHULD DUELWUDEOH (Q HVH VHQWLGR HO ÉUELWUR ÔQLFR HUD
LQFRPSHWHQWH SDUD FRQRFHU HO IRQGR GH GLFKDV FRQWURYHUVLDV FRQ HO DGLFLRQDO
GHREUDGHQHJDGRSRUOD(QWLGDG
(QFXDQWRDODVSUHWHQVLRQHVDFXPXODGDV VH[WDSUHWHQVLyQSULQFLSDOSULPHUD
SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD VH[WD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO VHJXQGD SUHWHQVLyQ
VXERUGLQDGDDODVH[WDSUHWHQVLyQSULQFLSDO\ODVpSWLPDSUHWHQVLyQSULQFLSDO 
HIHFWXDGD SRU HO &RQVRUFLR VLQ KDEHUVH FRUULGR WUDVODGR D OD (QWLGDG HO
7ULEXQDO $UELWUDO PHGLDQWH UHVROXFLyQ Q~PHUR  GHFODUy SURFHGHQWH GLFKD
DFXPXODFLyQ HQ GLFKDV SUHWHQVLRQHV VH KDFLD XQD PHQFLyQ H[SUHVD D XQ
DGLFLRQDOGHREUD1ƒ 
/XHJR TXH HO UHFXUVR GH UHFRQVLGHUDFLyQ LQWHUSXHVWR SRU OD (QWLGDG IXHUD
GHFODUDGR LQIXQGDGR pVWD LQWHUSXVR H[FHSFLyQ GH LQFRPSHWHQFLD FRQWUD
GLFKDV SUHWHQVLRQHV WRGD YH] TXH HV PDWHULD QR DUELWUDEOH GH DFXHUGR D OR
SUHYLVWR HQ HO QXPHUDO  GHO DUWtFXOR  GH OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO
(VWDGR SXHV VH SUHWHQGHUtD FXHVWLRQDU XQD GHFLVLyQ HPLWLGD SRU OD (QWLGDG
VREUHHODGLFLRQDOGHREUD1ƒODPLVPDTXHVHHQFRQWUDEDFRQWHQLGDHQHO

4
2ILFLR1ƒ0,1('890*,3521,('8*(2GLFKDH[FHSFLyQQRIXH
DFRJLGD HQ VX DFRJLGD HQ VX WRWDOLGDG HQ HO VHJXQGR UHVROXWLYR GHO ODXGR
GHFODUDIXQGDGDHQSDUWHODH[FHSFLyQGHLQFRPSHWHQFLDVLQHPEDUJRHQHO
TXLQWR \ GpFLPR SULPHU UHVROXWLYR GHO ODXGR GHFODUD IXQGDGD OD VHJXQGD
SUHWHQVLyQVXERUGLQDGDDODSULPHUDSUHWHQVLyQDUELWUDOUHODFLRQDGDDOWHUFHU
SXQWRFRQWURYHUWLGR\IXQGDGDODVHJXQGDSUHWHQVLyQVXERUGLQDGDDODVH[WD
SUHWHQVLyQ DUELWUDO UHODFLRQDGD FRQ HO GpFLPR SXQWR FRQWURYHUWLGR
UHVSHFWLYDPHQWH GH HVH PRGR GLFKDV GHFODUDFLRQHV GHMDUtDQ VLQ HIHFWR
WiFLWDPHQWH ODV GHFLVLRQHV \R SURQXQFLDPLHQWR HPLWLGRV SRU OD (QWLGDG
UHVSHFWR D GLFKRV DGLFLRQDOHV GH REUD WDO FRPR SUHWHQGtD HO &RQWUDWLVWD D
SHVDUGHTXHODGHPDQGDQWHHQHOSURFHVRDUELWUDOQXQFDDPSDUyVXGHPDQGD
DUELWUDOFRQDOJ~QGLVSRVLWLYROHJDO
3RU ~OWLPR OD UHVROXFLyQ TXH UHVXHOYH HO SHGLGR GH LQWHUSUHWDFLyQ GHO ODXGR
TXLQWR\GpFLPRSULPHUUHVROXWLYR TXHGHFODUDLQIXQGDGRQRIXHGHELGDPHQWH
PRWLYDGDVLPSOHPHQWHHOÉUELWURÔQLFRUHFRJLyORH[SXHVWRSRUODVSDUWHVSDUD
VHxDODUHVFXHWDPHQWHTXHVHEXVFDDWDFDUODGHFLVLyQGHOFDVR
 &217(67$&,Ð1'('(0$1'$

&RQHOHVFULWRSUHVHQWDGRHO&RQVRUFLR%UDFDPRURV HQDGHODQWHHO&RQVRUFLR 
REUDQWH D IROLRV  D  DEVXHOYH HO WUDVODGR GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GH
ODXGRHQORVVLJXLHQWHVWpUPLQRV
 4XHODGHPDQGDHVLPSURFHGHQWHHQWDQWRFXHVWLRQDWHPDVGHIRQGREDMR
HODUJXPHQWRGHH[LVWLUGHIHFWRVGHPRWLYDFLyQ
 4XH OD (QWLGDG DO SUHVHQWDU VX HVFULWR GH LQWHUSUHWDFLyQ \ H[FOXVLyQ GHO
ODXGRVyORFXHVWLRQyORVUHVROXWLYRVTXLQWRRFWDYR\GpFLPRSULPHUR\QR
HOUHVROXWLYRVHJXQGRGHOODXGR3RUORTXHHVLPSURFHGHQWHODGHPDQGD
 4XH GH OD UHYLVLyQ GHO ODXGR HQWUH ODV SiJLQDV  D  H[LVWH XQ DPSOLR
DQiOLVLV VREUH HO FXHVWLRQDPLHQWR GH OD FRPSHWHQFLD \ SRUTXH HO ÉUELWUR
ÔQLFRFRQVLGHUyDPSDUDEOHHQSDUWHGLFKDH[FHSFLyQ
 4XHHVHYLGHQWHTXHFXDQGRVHSODQWHDXQDSUHWHQVLyQH[LJLHQGRHOSDJR
GH VREUHFRVWRV QR HV RWUD FRVD TXH OD H[LJHQFLD GHO SDJR SRU ORV GDxRV
SDWULPRQLDOHVVXIULGRVSRUHO&RQWUDWLVWDDWtWXORGHGDxRHPHUJHQWHPiV
D~QVLOD(QWLGDGDOFRQWHVWDUODGHPDQGDDUELWUDO\SURQXQFLDUVHVREUHOD
SUHWHQVLyQGHSDJRGHVREUHFRVWRVXWLOL]yFRPRIXQGDPHQWRGHVXGHIHQVD
ODV QRUPDV GH OD UHVSRQVDELOLGDG FLYLO 3RU OR TXH OD (QWLGDG FRQWUDGLFH
VXVDFWRVSURSLRV
 75$0,7('(/352&(62

0HGLDQWH 5HVROXFLyQ Q~PHUR XQR GH IHFKD  GH DJRVWR GHO  VH
UHVXHOYH DGPLWLU D WUiPLWH OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO
LQWHUSXHVWDSRUOD(QWLGDGSRUODVFDXVDOHVTXHLQYRFD6HWLHQHSRURIUHFLGRV
\ DGPLWLGRV ORV PHGLRV SUREDWRULRV SUHVHQWDGRV /XHJR GH VHU DEVXHOWD OD
1
Obrante a folios 186 a 187.

5
GHPDQGDGHDQXODFLyQGHODXGR0HGLDQWH5HVROXFLyQQ~PHURWUHVREUDQWHD
IROLRV   HVWD 6DOD 6XSHULRU WXYR SRU DSHUVRQDGR D OD FLWDGD GHPDQGDGD
SRUFRQWHVWDGDODSUHVHQWHGHPDQGD\VHxDOyIHFKDGHYLVWDGHODFDXVD
&216,'(5$1'2
)81'$0(1726'((67$6$/$683(5,25
3ULPHUR 1XHVWUR HVTXHPD FRQVWLWXFLRQDO SHUPLWH HO FRQWURO MXGLFLDO GH
ODXGRV DUELWUDOHV HPDQDGR GH XQ SURFHVR GH DUELWUDMH < HV TXH VL ELHQ HO
SURFHVR DUELWUDOHV GH QDWXUDOH]DFRQVWLWXFLRQDO DXWyQRPDH LQGHSHQGLHQWH
HV FRQVWLWXFLRQDO WDPELpQ TXH DQWH HYHQWXDOHV DIHFWDFLRQHV D ORV GHUHFKRV \
SULQFLSLRV IXQGDPHQWDOHV H[LVWD XQ VLVWHPD GH FRQWURO \ SURWHFFLyQ MXGLFLDO
TXH JDUDQWLFH OD REVHUYDQFLD \ HO UHVSHWR GH ORV SULQFLSLRV MXULVGLFFLRQDOHV \
GHUHFKRVIXQGDPHQWDOHVGHORVLQYROXFUDGRV
$OUHVSHFWRHO7ULEXQDO&RQVWLWXFLRQDOKDSUHFLVDGRHVWHFDUiFWHUVHxDODQGRHQ
OD67&([S1ƒ$$7&ODVLJXLHQWH
ŽŵŽLJĂŚĂƐĞŹĂůĂĚŽĞƐƚĞdƌŝďƵŶĂů͕͞ůĂŶĂƚƵƌĂůĞnjĂĚĞũƵƌŝƐĚŝĐĐŝſŶŝŶĚĞƉĞŶĚŝĞŶƚĞĚĞůĂƌďŝƚƌĂũĞ͕ŶŽ
ƐŝŐŶŝĨŝĐĂ ƋƵĞ ĞƐƚĂďůĞnjĐĂ Ğů ĞũĞƌĐŝĐŝŽ ĚĞ ƐƵƐ ĂƚƌŝďƵĐŝŽŶĞƐ ĐŽŶ ŝŶŽďƐĞƌǀĂŶĐŝĂ ĚĞ ůŽƐ ƉƌŝŶĐŝƉŝŽƐ
ĐŽŶƐƚŝƚƵĐŝŽŶĂůĞƐƋƵĞŝŶĨŽƌŵĂŶůĂĂĐƚŝǀŝĚĂĚĚĞƚŽĚŽſƌŐĂŶŽƋƵĞĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂũƵƐƚŝĐŝĂ͕ƚĂůĞƐĐŽŵŽĞů
ĚĞŝŶĚĞƉĞŶĚĞŶĐŝĂĞŝŵƉĂƌĐŝĂůŝĚĂĚĚĞůĂĨƵŶĐŝſŶũƵƌŝƐĚŝĐĐŝŽŶĂů͕ĂƐşĐŽŵŽůŽƐƉƌŝŶĐŝƉŝŽƐLJĚĞƌĞĐŚŽƐ
ĚĞůĂĨƵŶĐŝſŶũƵƌŝƐĚŝĐĐŝŽŶĂů͘ŶƉĂƌƚŝĐƵůĂƌ͕ĞŶƚĂŶƚŽũƵƌŝƐĚŝĐĐŝſŶ͕ŶŽƐĞĞŶĐƵĞŶƚƌĂĞdžĐĞƉƚƵĂĚĂĚĞ
ŽďƐĞƌǀĂƌ ĚŝƌĞĐƚĂŵĞŶƚĞ ƚŽĚĂƐ ĂƋƵĞůůĂƐ ŐĂƌĂŶƚşĂƐ ƋƵĞ ĐŽŵƉŽŶĞŶ Ğů ĚĞƌĞĐŚŽ Ăů ĚĞďŝĚŽ ƉƌŽĐĞƐŽ͟
67&3+&7&IXQGDPHQWR 
'HO SULQFLSLR FRQVWLWXFLRQDO FRQWHQLGR HQ HO DUWtFXOR  LQFLVR  GH OD
&RQVWLWXFLyQDVtFRPRGHODVGLVSRVLFLRQHVOHJDOHVSUHYLVWDVHQHODUWtFXOR
LQFLVRV\GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ²/H\GH$UELWUDMHVHKDELOLWDHO
FRQWUROMXGLFLDOGHORVODXGRVDUELWUDOHVHQWDQWRTXLHQVROLFLWDODDQXODFLyQ
GHO ODXGR LQYRTXH \ SUXHEH HO FXPSOLPLHQWR GH ODV FDXVDOHV SUHYLVWDV
WD[DWLYDPHQWH HQ HO DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ  /DV
DOHJDFLRQHVIRUPXODGDV\ODVSUXHEDVDSRUWDGDVSRUTXLHQSUHWHQGHODQXOLGDG
GHO ODXGR GHEHQ HVWDU GLULJLGDV D VXVWHQWDU ODV FDXVDOHV GH DQXODFLyQ
OHJDOPHQWHHVWDEOHFLGDV
(ODUWtFXORLQFLVRGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒVHxDODTXHFRQWUDHO
ODXGR VyOR SRGUi LQWHUSRQHUVH UHFXUVR GH DQXODFLyQ (VWH UHFXUVR FRQVWLWX\H
OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR \ WLHQH SRU REMHWR OD UHYLVLyQ GH VX
YDOLGH] SRU ODV FDXVDOHV WD[DWLYDPHQWH HVWDEOHFLGDV HQ HO DUWtFXOR  (O
UHFXUVRVHUHVXHOYHGHFODUDQGRODYDOLGH]RODQXOLGDGGHOODXGR
'H DFXHUGR D HOOR OD GRFWULQD FRQVLGHUD TXH HO 5HFXUVR GH $QXODFLyQ GH
/DXGR $UELWUDO WLHQH SRU REMHWR UHYLVDU ~QLFDPHQWH OD YDOLGH] GHO ODXGR
FRQWUROiQGRVHHOFXPSOLPLHQWRGHORVUHFDXGRVOHJDOHVVLQHQWUDUDYDORUDUHO

2
El arbitraje encuentra justificación constitucional en el principio de autonomía de la voluntad; es decir, en la
“libertad”. Son las partes quienes libremente deciden someter sus controversias arbitrables no a la jurisdicción
estática (del Estado), sino a la de los árbitros. La libertad está reconocido en el artículo 2, inciso 24, literal a
de la Constitución, que interpretado conjuntamente con el artículo 1 de la Norma Fundamental, se infiere su
importancia en nuestro ordenamiento jurídico, pues protegen la libertad de la persona humana como un valor
superior y derecho fundamental.
3
Esta norma constitucional reconoce la jurisdicción arbitral al señalar que no existe ni puede establecerse
jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral.

6
DFLHUWRRGHVDFLHUWRGHODGHFLVLyQHVGHFLUTXHHO-XH]VHHQFXHQWUDOLPLWDGR
DUHYLVDUODIRUPDPiVQRHOIRQGRGHODPDWHULDVRPHWLGDDDUELWUDMHGHHVH
PRGR \ FRQIRUPH D ODV QRUPDV PHQFLRQDGDV ODV FDXVDOHV OHJDOHV SDUD
LQWHUSRQHU HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ FRQWUD HO ODXGR DUELWUDO VH HQFXHQWUDQ
FRQWHPSODGDVGHPDQHUDWD[DWLYD
6HJXQGR(QHOFDVRTXHQRVRFXSDODFRQWURYHUVLDSODQWHDGDGHULYDGHXQ
&RQWUDWR GH (MHFXFLyQ GH 2EUD 1ƒ 0,1('890*,3521,('
/LFLWDFLyQ 3~EOLFD 1ƒ 0,1('88(  FRQWUDWDFLyQ GH OD
HMHFXFLyQ GH OD REUD ´$GHFXDFLyQ PHMRUDPLHQWR \ VXVWLWXFLyQ GH OD
LQIUDHVWUXFWXUDHGXFDWLYDGHOD,(-DpQGH%UDFDPRURV²-DpQ-DpQµ
'(6$552//2'(/$&$86$/%
7HUFHUR /D (QWLGDG EiVLFDPHQWH VHxDOD TXH HO ODXGR DUELWUDO UHVROXFLyQ
Q~PHUR   \ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR  HO FXDO GHFODUD LQIXQGDGRV ORV
UHFXUVRV GH LQWHUSUHWDFLyQ \ H[FOXVLyQ GHO ODXGR  QR KDQ H[SXHVWR OD
PRWLYDFLyQ TXH VXVWHQWH OD GHFLVLyQ FRQWHQLGD HQ HO VHJXQGR UHVROXWLYR GHO
ODXGR TXH VyOR GHFODUD IXQGDGD HQ SDUWH OD H[FHSFLyQ GH LQFRPSHWHQFLD
LQWHUSXHVWD FRQWUD WRGDV ODV SUHWHQVLRQHVGH ODGHPDQGD DUELWUDO $VLPLVPR
QRH[LVWHPRWLYDFLyQDOJXQDTXHVXVWHQWHODGHFLVLyQFRQWHQLGDHQHOVHJXQGR
UHVROXWLYR GHO ODXGR H[LVWH PRWLYDFLyQ LQVXILFLHQWH HQ ORV DUJXPHQWRV
VHxDODGRV SRU HO ÉUELWUR ÔQLFR HQ OD GHFLVLyQ  HQ ORV FRQVLGHUDQGRV
UHVROXWLYRV TXLQWR \ GpFLPR SULPHUR GHO ODXGR DUELWUDO \ H[LVWH XQD
PRWLYDFLyQ DSDUHQWH \ VXVWDQFLDOPHQWH LQFRQJUXHQWH HQ ORV DUJXPHQWRV
VHxDODGRV HQ OD GHFLVLyQ FRQWHQLGD HQ HO RFWDYR UHVROXWLYR GHO ODXGR
PDWHULD GH DQXODFLyQ 'H HVWD PDQHUD VH KD YXOQHUDGR HO GHELGR SURFHVR HO
GHUHFKRGHGHIHQVD GHFRQWUDGLFFLyQ \HOGHUHFKRDXQDGHELGDPRWLYDFLyQGH
ODV UHVROXFLRQHV SXHV QR H[LVWH FRQH[LyQ OyJLFD HQWUH ODV DOHJDFLRQHV GH ODV
SDUWHV\ORUHFRJLGRHQHOODXGRDUELWUDO
6LHQGR DVt HV SHUWLQHQWH DFRWDU ORV SXQWRV UHVROXWLYRV GHO ODXGR DUELWUDO TXH
IXHURQPDWHULDGHDQXODFLyQORVFXDOHVVRQ

Pretensiones Parte resolutiva del laudo


en la demanda Puntos Controvertidos (folios 538 y 805 del (folios 988 y siguientes del
arbitral (folios expediente arbitral) expediente arbitral)
396 del
expediente
arbitral)
WƌŝŵĞƌĂ WƌŝŵĞƌ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ^'hEK͗ĞĐůĂƌĂƌ&hEE
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ĂƉƌƵĞďĞ Ğů ĂĚŝĐŝŽŶĂů ĚĞ ŽďƌĂ WZd > yW/ME 
WƌŝŶĐŝƉĂů ĞƋƵŝǀĂůĞŶƚĞĂ^ͬ͘Ϯϯϳ͕Ϯϵϰ͘Ϭϴ;ŽƐĐŝĞŶƚŽƐdƌĞŝŶƚĂLJ^ŝĞƚĞDŝů /EKDWdE/͘ ZĞƐƉĞĐƚŽ ĚĞů
ŽƐĐŝĞŶƚŽƐEŽǀĞŶƚĂLJƵĂƚƌŽLJϬϴͬϭϬϬEƵĞǀŽƐ^ŽůĞƐͿ͘ ĞdžƚƌĞŵŽĚĞůĂ^ĞŐƵŶĚĂWƌĞƚĞŶƐŝſŶ
WƌŝŶĐŝƉĂů ĂĐĐĞƐŽƌŝŽ Ă ůĂ WƌŝŵĞƌĂ
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ WƌŝŶĐŝƉĂů͕ ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂ
ĂůWƌŝŵĞƌWƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ;͙Ϳ
dZZK͗ĞĐůĂƌĂƌƋƵĞZ
K:dKƉƌŽŶƵŶĐŝĂƌƐĞƐŽďƌĞůĂ
WƌŝŵĞƌĂWƌĞƚĞŶƐŝſŶWƌŝŶĐŝƉĂů
ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂĐŽŶĞůWƌŝŵĞƌWƵŶƚŽ
ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘
WƌŝŵĞƌĂ ^ĞŐƵŶĚŽ WƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ĞƚĞƌŵŝŶĂƌƐŝĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞŽ hZdK͗ ĞĐůĂƌĂƌ
ƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ʹ ĚĞ ŵĂŶĞƌĂ ƐƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ ʹ /E&hE ůĂ WƌŝŵĞƌĂ
^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ůĂ ƌĞĐŽŶŽĐĞƌ Ă ĨĂǀŽƌ ĚĞů KE^KZ/K ůŽƐ ƐŽďƌĞĐŽƐƚŽƐ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ůĂ
WƌŝŵĞƌĂ ŝŶĚĞŵŶŝnjĂďůĞƐ ƉŽƌ ĚĞĨĞĐƚŽ Ž ǀŝĐŝŽƐ ŽĐƵůƚŽƐ ĚĞů ĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ WƌŝŵĞƌĂ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ƌďŝƚƌĂů
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ƚĠĐŶŝĐŽ ĐƵLJŽƐ ĂůĐĂŶĐĞƐ ƐĞ ŚĂŶ ƉŽĚŝĚŽ ĚĞƚĞƌŵŝŶĂƌ ƌĞĐŝĠŶ
WƌŝŶĐŝƉĂů ĚƵƌĂŶƚĞůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂůLJƋƵĞĂƐĐŝĞŶĚĞŶĂůĂƐƵŵĂ ƋƵĞ ƐĞ ƌĞůĂĐŝŽŶĂ ĐŽŶ Ğů
^ĞŐƵŶĚŽWƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘

7
ĚĞ^ͬ͘Ϯϯϳ͕Ϯϵϰ͘Ϭϴ;ŽƐĐŝĞŶƚŽƐdƌĞŝŶƚĂLJ^ŝĞƚĞDŝůŽƐĐŝĞŶƚŽƐ
EŽǀĞŶƚĂLJƵĂƚƌŽLJϬϴͬϭϬϬEƵĞǀŽƐ^ŽůĞƐͿ͘
^ĞŐƵŶĚĂ dĞƌĐĞƌ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ Yh/EdK͗ ĞĐůĂƌĂƌ &hE
ƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ʹ ĚĞ ŵĂŶĞƌĂ ůĂ ^ĞŐƵŶĚĂ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ
^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ƐƵďŽƌĚŝŶĂĚĂLJĨƌĞŶƚĞĂůĂƐĚĞĨŝĐŝĞŶĐŝĂƐĚĞůĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ ^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ůĂ WƌŝŵĞƌĂ
ůĂ WƌŝŵĞƌĂ ƚĠĐŶŝĐŽ ƋƵĞ ĨƵĞƌŽŶ ĂĚǀĞƌƚŝĚĂƐ ƌĞĐŝĠŶ ĞŶ ůĂ ĞƚĂƉĂ ĚĞ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ƌďŝƚƌĂů ĚĞ ůĂ
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂů Ͳ͕ ĚĞƚĞƌŵŝŶĞ ůĂ ĚĞĚƵĐĐŝſŶ ĚĞ ĚĞŵĂŶĚĂ ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂ ĐŽŶ Ğů
WƌŝŶĐŝƉĂů ĞƐƚĂ ƉĂƌƚŝĚĂ LJ ĐŽŵŽ ĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂ ĚĞ ĞůůŽ͕ ůĂ dĞƌĐĞƌWƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘
ŝŶĞdžŝŐŝďŝůŝĚĂĚ Ăů KE^KZ/K ĚĞ ĞũĞĐƵƚĂƌ ĚŝĐŚŽƐ
ƚƌĂďĂũŽƐ͘
^ĞŐƵŶĚĂ ƵĂƌƚŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ ^ydK͗ ĞĐůĂƌĂƌ ƋƵĞ Z 
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞŽŶŽƋƵĞĞůƌďŝƚƌŽjŶŝĐŽʹĚĞĂƉƌŽďĂƌƐĞ K:dK ƉƌŽŶƵŶĐŝĂƌƐĞ ƐŽďƌĞ
WƌŝŶĐŝƉĂů ůĂƉƌŝŵĞƌĂƉƌĞƚĞŶƐŝſŶƉƌŝŶĐŝƉĂůŽůĂƉƌŝŵĞƌĂƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĞdžƚƌĞŵŽƐ ĂĐĐĞƐŽƌŝŽƐ Ă ůĂ WƌŝŵĞƌĂ
ƐƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ůĂ ƉƌŝŵĞƌĂ ƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ ƉƌŝŶĐŝƉĂů Ͳ͕ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ůĂ
WƌŝŵĞƌĂ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ WƌŝŶĐŝƉĂů͕
ĚŝƐƉŽŶŐĂ ƋƵĞ > WZKE/ͲD/Eh ŽƚŽƌŐƵĞ Ğů ƉůĂnjŽ ĐŽŶƚĞŶŝĚŽ ĞŶ ůĂ ^ĞŐƵŶĚĂ
ŶĞĐĞƐĂƌŝŽƉĂƌĂĞũĞĐƵƚĂƌůĂƉĂƌƚŝĚĂ͘ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ƌďŝƚƌĂů ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂ
ĐŽŶ Ğů ƵĂƌƚŽ WƵŶƚŽ
ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘ 
dĞƌĐĞƌĂ YƵŝŶƚŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ ^Wd/DK͗ ĞĐůĂƌĂƌ  ƋƵĞ Z
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ĂƉƌƵĞďĞ ůĂ  K:dK ƉƌŽŶƵŶĐŝĂƌƐĞ ƐŽďƌĞ ůĂ
WƌŝŶĐŝƉĂů ĂŵƉůŝĂĐŝſŶĚĞƉůĂnjŽEΣϬϯƉŽƌϭϭϵĚşĂƐĐĂůĞŶĚĂƌŝŽƐ;͙Ϳ dĞƌĐĞƌĂ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ WƌŝŶĐŝƉĂů
ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂ ĐŽŶ Ğů YƵŝŶƚŽ WƵŶƚŽ
ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘
ƵĂƌƚĂ ^ĞdžƚŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ KdsK͗ ĞĐůĂƌĂƌ &hE
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ƌĞĐŽŶŽnjĐĂ Ž E WZd ĞŶ ĐƵĂŶƚŽ Ă ůĂ
WƌŝŶĐŝƉĂů ĨĂǀŽƌ ĚĞů KE^KZ/K ůŽƐ ƐŽďƌĞĐŽƐƚŽƐ ǀŝŶĐƵůĂĚŽƐ Ă ƌĞĐůĂŵĂĐŝſŶ ŝŶĚĞŵŶŝnjĂƚŽƌŝĂ
ĚŝǀĞƌƐŽƐ ďŝĞŶĞƐ ĐŽŶƚĞŵƉůĂĚŽƐ ĞŶ Ğů ĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ ĐŽŶƚĞŶŝĚĂ ĞŶ ůĂ ƵĂƌƚĂ
ƚĠĐŶŝĐŽ ĂƐĐĞŶĚŝĞŶƚĞ Ă ůĂ ƐƵŵĂ ĚĞ ^ͬ͘ ϴϮϱ͕ϰϲϬ͘ϴϲ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ WƌŝŶĐŝƉĂů
;KĐŚŽĐŝĞŶƚŽƐ sĞŝŶƚŝĐŝŶĐŽ Dŝů ƵĂƚƌŽĐŝĞŶƚŽƐ ^ĞƐĞŶƚĂ LJ ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂ ĐŽŶ Ğů ^ĞdžƚŽ
ϴϲͬϭϬϬ EƵĞǀŽƐ ^ŽůĞƐͿ LJ ƐĞ ĂƉƌƵĞďĂ ƵŶĂ ŵŽĚŝĨŝĐĂĐŝſŶ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͕ ƉŽƌ ůŽƐ
ĚĞ ůĂ ĨſƌŵƵůĂ ƉŽůŝŶſŵŝĐĂ ƉĂƌĂ ůŽƐ ƌĞĂũƵƐƚĞƐ ĨƵŶĚĂŵĞŶƚŽƐ ƐĞŹĂůĂĚŽƐ ĞŶ ůĂ
ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚŝĞŶƚĞƐ͘ ƉĂƌƚĞ ĐŽŶƐŝĚĞƌĂƚŝǀĂ ĚĞ ůĂ
ƉƌĞƐĞŶƚĞƌĞƐŽůƵĐŝſŶ͘
YƵŝŶƚĂ ^ĠƉƚŝŵŽWƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗YƵĞƐĞĚĞƚĞƌŵŝŶĞĐƵĄů /DK dZZK͗ >ZZ
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĚĞ ůĂƐ ƉĂƌƚĞƐ͕ ;͙Ϳ ĚĞďĞƌĄŶ ĂƐƵŵŝƌ ůĂƐ ĐŽƐƚĂƐ LJ ĐŽƐƚŽƐ ƌĞƐƉĞĐƚŽ ĚĞů ^ĠƉƚŝŵŽ WƵŶƚŽ
WƌŝŶĐŝƉĂů ;͙Ϳ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͕ ƋƵĞ ůĂƐ ƉĂƌƚĞƐ
ĚĞďĞŶ ĂƐƵŵŝƌ ƐƵƐ ƌĞƐƉĞĐƚŝǀŽƐ
ĐŽƐƚŽƐĚĞĚĞĨĞŶƐĂLJůŽƐĐŽƐƚŽƐĚĞů
ƉƌŽĐĞƐŽĂƌďŝƚƌĂů͘
^ĞdžƚĂ KĐƚĂǀŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ EKsEK͗ ĞĐůĂƌĂƌ
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ĂƉƌƵĞďĞ Ğů /DWZKEd ůĂ ^ĞdžƚĂ
WƌŝŶĐŝƉĂů ĂĚŝĐŝŽŶĂů ĚĞ ŽďƌĂ EΣ Ϭϯ ĞƋƵŝǀĂůĞŶƚĞ Ă ^ͬ͘ ϯϱϱ͕ϱϴϵ͘ϰϳ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ƌďŝƚƌĂů ƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂ
;͙Ϳ ĐŽŶ Ğů KĐƚĂǀŽ WƵŶƚŽ
ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘
WƌŝŵĞƌĂ EŽǀĞŶŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž /DK͗ ĞĐůĂƌĂƌ /E&hE ůĂ
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ʹ ĚĞ ŵĂŶĞƌĂ ƐƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ ʹ WƌŝŵĞƌĂWƌĞƚĞŶƐŝſŶ^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂĂ
^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ůĂ ƌĞĐŽŶŽĐĞƌ Ă ĨĂǀŽƌ ĚĞů KE^KZ/K ůŽƐ ƐŽďƌĞĐŽƐƚŽƐ ůĂ^ĞdžƚĂWƌĞƚĞŶƐŝſŶƌďŝƚƌĂůƋƵĞƐĞ
^ĞdžƚĂ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ŝŶĚĞŵŶŝnjĂďůĞƐ ƉŽƌ ĚĞĨĞĐƚŽƐ Ž ǀŝĐŝŽƐ ŽĐƵůƚŽƐ ĚĞů ĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ ƌĞůĂĐŝŽŶĂ ĐŽŶ Ğů EŽǀĞŶŽ WƵŶƚŽ
WƌŝŶĐŝƉĂů ƚĠĐŶŝĐŽ ĐƵLJŽƐ ĂůĐĂŶĐĞƐ ƐĞ ŚĂŶ ƉŽĚŝĚŽ ĚĞƚĞƌŵŝŶĂƌ ƌĞĐŝĠŶ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘
ĚƵƌĂŶƚĞ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂů ƋƵĞ ĂƐĐŝĞŶĚĞ Ă ƵŶĂ ƐƵŵĂ
ĚĞ^ͬ͘ϯϱϱ͕ϱϴϵ͘ϰϳ;͙Ϳ͘
^ĞŐƵŶĚĂ ĠĐŝŵŽ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ /DK WZ/DZK͗ ĞĐůĂƌĂƌ
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ʹ ĚĞ ŵĂŶĞƌĂ &hE ůĂ ^ĞŐƵŶĚĂ
^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ƐƵďŽƌĚŝŶĂĚĂLJĨƌĞŶƚĞĂůĂƐĚĞĨŝĐŝĞŶĐŝĂƐĚĞůĞdžƉĞĚŝĞŶƚĞ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ^ƵďŽƌĚŝŶĂĚĂ Ă ůĂ
ůĂ ^ĞdžƚĂ ƚĠĐŶŝĐŽ ƋƵĞ ĨƵĞƌŽŶ ĂĚǀĞƌƚŝĚĂƐ ƌĞĐŝĠŶ ĞŶ ůĂ ĞƚĂƉĂ ĚĞ ^ĞdžƚĂ WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ƌďŝƚƌĂů ƋƵĞ
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĞũĞĐƵĐŝſŶĐŽŶƚƌĂĐƚƵĂůͲ͕ĚĞƚĞƌŵŝŶĞůĂĚĞĚƵĐĐŝſŶĚĞůĂƐ ƐĞ ƌĞůĂĐŝŽŶĂ ĐŽŶ Ğů ĠĐŝŵŽ
WƌŝŶĐŝƉĂů ƉĂƌƚŝĚĂƐLJĐŽŵŽĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂĚĞĞůůŽůĂŝŶĞdžŝŐŝďŝůŝĚĂĚ WƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͘
ĂůKE^KZ/KĚĞůĞũĞĐƵƚĂƌĚŝĐŚŽƐƚƌĂďĂũŽƐ͘
^ĠƉƚŝŵĂ ĠĐŝŵŽ WƌŝŵĞƌ WƵŶƚŽ ŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ ĞƚĞƌŵŝŶĂƌ Ɛŝ 
WƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ Ž ŶŽ ƋƵĞ Ğů ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ʹ ĚĞ ĂƉƌŽďĂƌƐĞ ůĂ ;͙Ϳ
WƌŝŶĐŝƉĂů ƐĞdžƚĂƉƌĞƚĞŶƐŝſŶƉƌŝŶĐŝƉĂů;͙Ϳ

&XDUWR $KRUD ELHQ UHVSHFWR D OD IDOWD GH PRWLYDFLyQ FRQWHQLGD HQ HO
VHJXQGR SXQWR UHVROXWLYR GHO ODXGR TXH GHFODUD IXQGDGD HQ SDUWH OD
H[FHSFLyQ GH LQFRPSHWHQFLD VH WLHQH TXH OD SUHWHQVLyQ GH 3521,(' DO
SURSRQHUGLFKDH[FHSFLyQHQHODUELWUDMH\GHORVDUJXPHQWRVIRUPXODGRVHQHO
SUHVHQWHUHFXUVRGHDQXODFLyQHVTXHWDPELpQGHELyGHFODUDVHIXQGDGDGLFKD
H[FHSFLyQ HQ UHODFLyQ D RWUDV SUHWHQVLRQHV &RPR OD H[FHSFLyQ GH
LQFRPSHWHQFLD SURSXHVWD HVWi GLUHFWDPHQWH UHODFLRQDGDV FRQ HO DUJXPHQWR
SULQFLSDOTXHDQLPDODSUHVHQWHGHPDQGDFRQVLVWHQWHHQTXHHOiUELWUR~QLFR
KD HPLWLGR SURQXQFLDPLHQWR VREUH PDWHULD QR VXVFHSWLEOH GH DUELWUDMH

8
HVSHFtILFDPHQWH SUHVWDFLRQHV DGLFLRQDOHV GH REUD HQ HVH VHQWLGR HO
SURQXQFLDPLHQWR UHVSHFWR GH HVWH FXHVWLRQDPLHQWR VH HPLWLUi DO DEVROYHU \
GHVDUUROODU OD FDXVDO H  UHODWLYD D OD DQXODFLyQ GHO ODXGR SRUTXH VH UHVROYLy
VREUHPDWHULDVTXHGHDFXHUGRDOH\VRQPDQLILHVWDPHQWHQRVXVFHSWLEOHVGH
DUELWUDMH
4XLQWR  5HVSHFWR DO RFWDYR SXQWR UHVROXWLYR GHO ODXGR FXDUWD SUHWHQVLyQ
SULQFLSDO²VH[WRSXQWRFRQWURYHUWLGR OD(QWLGDGVHxDODTXHH[LVWHPRWLYDFLyQ
DSDUHQWH \ VXVWDQFLDOPHQWH LQFRQJUXHQWH WRGD YH] TXH OD SUHWHQVLyQ GH
UHFRQRFLPLHQWR GH VREUHFRVWRV QXQFD IXH SODQWHDGD SRU HO &RQVRUFLR FRPR
XQD SUHWHQVLyQ GH LQGHPQL]DFLyQ HQ HO HVFULWR GH GHPDQGD DUELWUDO \ PHQRV
VH EULQGR DUJXPHQWRV IiFWLFRV QL MXUtGLFRV VREUH WDO SUHWHQVLyQ
LQGHPQL]DWRULD GH HVH PRGR HO ÉUELWUR ÔQLFR DO HPLWLU HO ODXGR DUELWUDO KD
PRGLILFDGR VXVWDQFLDOPHQWH OD SUHWHQVLyQ RWRUJiQGROH XQD FDOLGDG
LQGHPQL]DWRULDFXDQGRQLQJXQDGHODVSDUWHVOHKDQFRQIHULGRGLFKDFDOLGDG
DJUHJD TXH OD SUHWHQGLGD SUHWHQVLyQ LQGHPQL]DWRULD WDPSRFR IXH ILMDGD FRPR
SXQWRFRQWURYHUWLGRQLIXHVRPHWLGDDOFRQRFLPLHQWRGHOiUELWUR4XHHOKHFKR
PHQFLRQDGRTXHHOiUELWUR~QLFRKD\DRWRUJDGRXQDLQGHPQL]DFLyQLQYRFDQGR
HO DUWtFXOR GHO&yGLJR &LYLO KD DIHFWDGRVX GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR
YXOQHUDQGRVXGHUHFKRGHGHIHQVD GHUHFKRGHFRQWUDGLFFLyQ HPLWLpQGRVHGH
HVH PRGR XQ SURQXQFLDPLHQWR H[WUD SHWLWD QR H[LVWLHQGR DVt FRQH[LyQ OyJLFD
HQWUHODVDOHJDFLRQHVGHODVSDUWHV\ORUHFRJLGRHQHOODXGRDUELWUDO
&DEHSUHFLVDUTXHHORFWDYRSXQWRUHVROXWLYRFXHVWLRQDGRHVWiUHODFLRQDGRFRQ
ODFXDUWDSUHWHQVLyQSULQFLSDOILMDGRFRPRVH[WRSXQWRFRQWURYHUWLGRHOFXDO
REUD D IROLRV  GHO H[SHGLHQWH DUELWUDO HQ GLFKD SUHWHQVLyQ VH SHWLFLRQD
H[SUHVDPHQWH TXH VH UHFRQR]FD ORV VREUHFRVWRV D IDYRU GHO &RQVRUFLR
YLQFXODGRVDGLYHUVRVELHQHVFRQWHPSODGRVHQHOH[SHGLHQWHWpFQLFR
$KRUDELHQODFDXVDO´EµFRQWHQLGDHQHODUWtFXORGHOD/H\GH$UELWUDMH
'/HJ LQYRFDGDSRUOD(QWLGDGVHxDODTXHHOODXGRSRGUiVHUDQXODGR
WDPELpQ FXDQGR XQD GH ODV SDUWHV QR KD SRGLGR SRU FXDOTXLHU RWUD UD]yQ
KDFHUYDOHUVXVGHUHFKRV(QHOSUHVHQWHFDVRVHDOHJDTXHODGHPDQGDQWHQR
SXGR HMHUFHU VX GHUHFKR GH GHIHQVD HV GHFLU HO GHUHFKR GH FRQWUDGHFLU ORV
DUJXPHQWRV SRU ODV FXDOHV HO ÉUELWUR ÔQLFR OOHJy D OD FRQFOXVLyQ GH GHFODUD
IXQGDGDHOVH[WRSXQWRFRQWURYHUWLGR
6H[WR 7HQLHQGR HQ FXHQWD OR DQWHV VHxDODGR VH DSUHFLD GH OD GHPDQGD
DUELWUDO D IROLRV  GHO H[SHGLHQWH DUELWUDO TXH HO &RQVRUFLR HQ QLQJ~Q
PRPHQWR SRVWXOD XQD SUHWHQVLyQ GH LQGHPQL]DFLyQ QL PHQRV OD IXQGDPHQWD
HQ ORV HOHPHQWRV GH OD UHVSRQVDELOLGDG FLYLO FRQWUDFWXDO LQHMHFXFLyQ GH
REOLJDFLRQHV  FRQWHQLGRV HQ ORV DUWtFXORV  \ VLJXLHQWHV GHO &yGLJR &LYLO
SRU VX SDUWH OD (QWLGDG GHPDQGDGD HQ HO SURFHVR DUELWUDO DO FRQWHVWDU OD
GHPDQGD IROLRVGHOH[SHGLHQWHDUELWUDO WDPSRFRKL]RDOXVLyQRIRUPXOy

4
Sexto Punto Controvertido: Determinar si corresponde o no que el Árbitro Único reconozca o favor del
CONSORCIO los sobrecostos vinculados a diversos bienes contemplados en el expediente técnico
ascendiente a la suma de S/. 825,460.86 (Ochocientos Veinticinco Mil Cuatrocientos Sesenta y 86/100
Nuevos Soles) y se apruebe una modificación de la fórmula polinómica para los reajustes correspondientes.

9
DUJXPHQWRV GH GHIHQVD UHVSHFWR D OD LQGHPQL]DFLyQ R UHVSRQVDELOLGDG FLYLO
FRQWUDFWXDO SRUTXH QR KDEtD VLGR SODQWHDGD SRU HO &RQVRUFLR &RQ
SRVWHULRULGDGDHOORGXUDQWHWRGRVORVDFWXDGRVDUELWUDOHVDQWHVGHODHPLVLyQ
GHO ODXGR DUELWUDO HQ QLQJ~Q PRPHQWR ODV SDUWHV DSRUWDURQ IXQGDPHQWRV
VREUH LQGHPQL]DFLyQ SRU UHVSRQVDELOLGDG FLYLO FRQWUDFWXDO HQ UHODFLyQ D OD
FXDUWD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO VH[WR SXQWR FRQWURYHUWLGR  6LQ HPEDUJR HO
ÉUELWUR ÔQLFR DO PRPHQWR GH ODXGDU HQ HO SXQWR  D IROLRV  GHO ODXGR 
FRQVLGHUy TXH HQ HO FDVR HQ FRQFUHWR VH GHEtD DQDOL]DU VL H[LVWtD R QR
UHVSRQVDELOLGDG GH tQGROH FRQWUDFWXDO TXH HO &RQVRUFLR VXSXHVWDPHQWH OH
LPSXWHDOD(QWLGDG'HHVHPRGRDQDOL]DORVHOHPHQWRVGHODUHVSRQVDELOLGDG
FLYLOOOHJDQGRDODFRQFOXVLyQTXHOD(QWLGDGGHEHSDJDUDO&RQVRUFLRODVXPD
GH6DWtWXORGHLQGHPQL]DFLyQ
'HORH[SXHVWRVHDSUHFLDFODUDPHQWHTXHORVKHFKRV\DUJXPHQWRVTXHLQYRFy
\XWLOL]yHOÉUELWURÔQLFRSDUDGHFODUDUIXQGDGDODFXDUWDSUHWHQVLyQSULQFLSDO
HVWDEOHFLGDFRPRVH[WRSXQWRFRQWURYHUWLGRQRIXHURQLQYRFDGRVSRUQLQJXQD
GHODVSDUWHVHQHOSURFHVRDUELWUDOSRUORTXHVHKDYXOQHUDGRIURQWDOPHQWHHO
GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR QR VROR HQ VX PDQLIHVWDFLyQ GHO GHUHFKR GH
FRQWUDGHFLUIXQGDPHQWRV\DUJXPHQWRVDTXHOORVTXHUHFLpQIXHURQH[SXHVWRV
\ H[SOLFLWDGRV SRU HO iUELWUR ~QLFR DO PRPHQWR GH HPLWLU HO ODXGR VLQR HO
SULQFLSLR GH FRQJUXHQFLD SURFHVDO SXHV HO H[WUHPR UHVROXWLYR FXHVWLRQDGR  ²
FRPR \D KHPRV H[SXHVWR²  VH VXVWHQWD HQ KHFKRV \ IXQGDPHQWRV TXH QR
IRUPDQ SDUWH GH OD SUHWHQVLyQ SRVWXODGD HQ OD GHPDQGD DUELWUDO \ TXH
WDPSRFRKDQVLGRLQYRFDGRVHQODFRQWHVWDFLyQGHODGHPDQGD3RHRWURODGR
QR VH SXHGH VRVWHQHU TXH HV XQ FDVR HQ HO TXH OD GHPDQGDQWH SRVWXOD ORV
KHFKRV \ HV HO iUELWUR D TXLHQ OH FRUUHVSRQGH DSOLFDU HO GHUHFKR TXH HVWLPH
SHUWLQHQWH DO FDVR SXHV OD SUHWHQVLyQ LQGHPQL]DWRULD GHELy VHU SRVWXODGD
H[SUHVDPHQWHHQODGHPDQGDDVtFRPRHOVXVWHQWRIiFWLFRVREUHORVHOHPHQWRV
GH OD UHVSRQVDELOLGDG FLYLO TXH HQ XQD SUHWHQVLyQ GH HVWH FODVH FRUUHVSRQGH
VHxDODUDODFFLRQDQWH6LHQGRHVWRDVtHVWHH[WUHPRODGHPDQGDGHDQXODFLyQ
GHODXGRGHEHVHUGHFODUDIXQGDGD
'(6$552//2'(/$&$86$/'
6pWLPR (Q UHODFLyQ DO RFWDYR SXQWR UHVROXWLYR  ²GHVDUUROODGR HQ ORV
FRQVLGHUDQGRV SUHFHGHQWHV²  WDPELpQ VH SRVWXOD VX QXOLGDG SRUTXH HQ HO
ODXGR FXHVWLRQDGR VH KD LQFXUULGR HQ OD FDXVDO GH DQXODFLyQ SUHYLVWD HQ HO
OLWHUDO G GHO QXPHUDO  GHO DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ 
FRQVLVWHQWH HQ TXH HO WULEXQDO DUELWUDO KD UHVXHOWR VREUH PDWHULDV QR
VRPHWLGDV D VX GHFLVLyQ (Q HVH FRQWH[WR SRU ODV UD]RQHV H[SUHVDGDV ORV
FRQVLGHUDQGRVTXLQWR\VH[WRGHODSUHVHQWHUHVROXFLyQHOH[WUHPRUHVROXWLYR
FXHVWLRQDGR WDPELpQ GHEH VHU GHFODUDGR QXOR SRUTXH HO iUELWUR ~QLFR VH KD
SURQXQFLDGRVREUHPDWHULDVQRVRPHWLGDVDVXGHFLVLyQ
$TXt FRUUHVSRQGH HIHFWXDU XQD SUHFLVLyQ VL ELHQ HO PHQFLRQDGR H[WUHPR
UHVROXWLYR GHEH VHU GHFODUDGR QXOR HO KHFKR FRQFUHWR HV TXH HQ HO SURFHVR
DUELWUDOVHKDSRVWXODGRODFXDUWDSUHWHQVLyQSULQFLSDOODTXHIXHILMDGDFRPR

10
VH[WR SXQWR FRQWURYHUWLGR UHVSHFWR GH OD FXDO HO iUELWUR ~QLFR GHEHUi HPLWLU
SURQXQFLDPLHQWR
'(6$552//2'(/$&$86$/(
2FWDYR(VWDFDXVDOYDGLULJLGDHQFRQWUDGHOTXLQWR\GHFLPRSULPHUSXQWRV
UHVROXWLYRVGHOODXGRVLHQGRDVtEiVLFDPHQWHVHVHxDODTXHWDQWRODVHJXQGD
SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD SULPHUD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO TXLQWR H[WUHPR
UHVROXWLYR  \ OD VHJXQGD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD VH[WD SUHWHQVLyQ
SULQFLSDO GpFLPR SULPHU H[WUHPR UHVROXWLYR  QR HQFXDGUDUtDQ GHQWUR GHO
VXSXHVWR QRUPDWLYR GHO QXPHUDO ´µ GHO DUWtFXOR  GH OD /H\ GH
&RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR WRGD YH] TXH GLFKDV SUHWHQVLRQHV HVWiQ
GLUHFWDPHQWH YLQFXODGDV D FXHVWLRQDU OD GHFLVLyQ GH OD (QWLGDG VREUH
DGLFLRQDOHVGHREUDVQTXHHQVXRSRUWXQLGDGIXHGHQHJDGRFRQHORILFLR1ƒ
0,1('890*,3521,('8*(2 \ OD GHFLVLyQ GH OD (QWLGDG VREUH
DGLFLRQDOHV GH REUD 1ƒ  FRQWHQLGD HQ HO RILFLR 1ƒ 
0,1('890*,3521,('8*(2UHVSHFWLYDPHQWH
$O UHVSHFWR HV SHUWLQHQWH VHxDODU TXH HO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ  TXH
DSUXHEDOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGRPRGLILFDGRSRUOD/H\1ƒ
HQVXDUWtFXORƒHVWDEOHFHTXH
͞ƌƚşĐƵůŽϰϭ͘WƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐ͕ƌĞĚƵĐĐŝŽŶĞƐLJĂŵƉůŝĂĐŝŽŶĞƐ
ϰϭ͘ϭ͘džĐĞƉĐŝŽŶĂůŵĞŶƚĞLJƉƌĞǀŝĂƐƵƐƚĞŶƚĂĐŝſŶƉŽƌĞůĄƌĞĂƵƐƵĂƌŝĂĚĞůĂĐŽŶƚƌĂƚĂĐŝſŶ͕ůĂŶƚŝĚĂĚƉƵĞĚĞ
ŽƌĚĞŶĂƌ LJ ƉĂŐĂƌ ĚŝƌĞĐƚĂŵĞŶƚĞ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞ ƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐ ĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐ ĞŶ ĐĂƐŽ ĚĞ ďŝĞŶĞƐ LJ ƐĞƌǀŝĐŝŽƐ
ŚĂƐƚĂƉŽƌĞůǀĞŝŶƚŝĐŝŶĐŽƉŽƌĐŝĞŶƚŽ;ϮϱйͿĚĞƐƵŵŽŶƚŽ͕ƐŝĞŵƉƌĞƋƵĞƐĞĂŶŝŶĚŝƐƉĞŶƐĂďůĞƐƉĂƌĂĂůĐĂŶnjĂƌ
ůĂ ĨŝŶĂůŝĚĂĚ ĚĞů ĐŽŶƚƌĂƚŽ͘ ƐŝŵŝƐŵŽ͕ ƉƵĞĚĞ ƌĞĚƵĐŝƌ ďŝĞŶĞƐ͕ ƐĞƌǀŝĐŝŽƐ Ƶ ŽďƌĂƐ ŚĂƐƚĂ ƉŽƌ Ğů ŵŝƐŵŽ
ƉŽƌĐĞŶƚĂũĞ͘
ϰϭ͘Ϯ͘dƌĂƚĄŶĚŽƐĞĚĞŽďƌĂƐ͕ůĂƐƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐƉƵĞĚĞŶƐĞƌŚĂƐƚĂƉŽƌĞůƋƵŝŶĐĞƉŽƌĐŝĞŶƚŽ;ϭϱйͿ
ĚĞůŵŽŶƚŽƚŽƚĂůĚĞůĐŽŶƚƌĂƚŽ ŽƌŝŐŝŶĂů͕ƌĞƐƚĄŶĚŽůĞůŽƐƉƌĞƐƵƉƵĞƐƚŽƐĚĞĚƵĐƚŝǀŽƐ ǀŝŶĐƵůĂĚŽƐ͕ĞŶƚĞŶĚŝĚŽƐ
ĐŽŵŽĂƋƵĞůůŽƐĚĞƌŝǀĂĚŽƐĚĞůĂƐƐƵƐƚŝƚƵĐŝŽŶĞƐĚĞŽďƌĂĚŝƌĞĐƚĂŵĞŶƚĞƌĞůĂĐŝŽŶĂĚĂƐĐŽŶůĂƐƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐ
ĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐĚĞŽďƌĂ͕ƐŝĞŵƉƌĞƋƵĞĂŵďĂƐƌĞƐƉŽŶĚĂŶĂůĂĨŝŶĂůŝĚĂĚĚĞůĐŽŶƚƌĂƚŽŽƌŝŐŝŶĂů͘WĂƌĂƚĂůĞĨĞĐƚŽ͕
ůŽƐƉĂŐŽƐĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚŝĞŶƚĞƐƐĞƌĄŶĂƉƌŽďĂĚŽƐƉŽƌĞůdŝƚƵůĂƌĚĞůĂŶƚŝĚĂĚ͘
Ŷ Ğů ƐƵƉƵĞƐƚŽ ĚĞ ƋƵĞ ƌĞƐƵůƚĞ ŝŶĚŝƐƉĞŶƐĂďůĞ ůĂ ƌĞĂůŝnjĂĐŝſŶ ĚĞ ƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐ ĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐ ĚĞ ŽďƌĂ ƉŽƌ
ĚĞĨŝĐŝĞŶĐŝĂƐ ĚĞů džƉĞĚŝĞŶƚĞ dĠĐŶŝĐŽ Ž ƐŝƚƵĂĐŝŽŶĞƐ ŝŵƉƌĞǀŝƐŝďůĞƐ ƉŽƐƚĞƌŝŽƌĞƐ Ă ůĂ ƐƵƐĐƌŝƉĐŝſŶ ĚĞů
ĐŽŶƚƌĂƚŽ͕ŵĂLJŽƌĞƐĂůĂƐĞƐƚĂďůĞĐŝĚĂƐĞŶĞůƐĞŐƵŶĚŽƉĄƌƌĂĨŽĚĞůƉƌĞƐĞŶƚĞĂƌƚşĐƵůŽLJŚĂƐƚĂƵŶŵĄdžŝŵŽĚĞ
ĐŝŶĐƵĞŶƚĂƉŽƌĐŝĞŶƚŽ;ϱϬйͿĚĞůŵŽŶƚŽŽƌŝŐŝŶĂůŵĞŶƚĞĐŽŶƚƌĂƚĂĚŽ͕ƐŝŶƉĞƌũƵŝĐŝŽĚĞůĂƌĞƐƉŽŶƐĂďŝůŝĚĂĚƋƵĞ
ƉƵĞĚĂ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞƌ Ăů ƉƌŽLJĞĐƚŝƐƚĂ͕ Ğů dŝƚƵůĂƌ ĚĞ ůĂ ŶƚŝĚĂĚ ƉƵĞĚĞ ĚĞĐŝĚŝƌ ĂƵƚŽƌŝnjĂƌůĂƐ͘ WĂƌĂ ĞůůŽ ƐĞ
ƌĞƋƵŝĞƌĞ ĐŽŶƚĂƌ ĐŽŶ ůĂ ĂƵƚŽƌŝnjĂĐŝſŶ ĚĞů dŝƚƵůĂƌ ĚĞ ůĂ ŶƚŝĚĂĚ͕ ĚĞďŝĞŶĚŽ ƉĂƌĂ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ LJ Ğů ƉĂŐŽ
ĐŽŶƚĂƌĐŽŶůĂĂƵƚŽƌŝnjĂĐŝſŶƉƌĞǀŝĂĚĞůĂŽŶƚƌĂůŽƌşĂ'ĞŶĞƌĂůĚĞůĂZĞƉƷďůŝĐĂLJĐŽŶůĂĐŽŵƉƌŽďĂĐŝſŶĚĞ
ƋƵĞƐĞĐƵĞŶƚĂŶĐŽŶůŽƐƌĞĐƵƌƐŽƐŶĞĐĞƐĂƌŝŽƐ͘ŶĞůĐĂƐŽĚĞĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐĐŽŶĐĂƌĄĐƚĞƌĚĞĞŵĞƌŐĞŶĐŝĂĚŝĐŚĂ
ĂƵƚŽƌŝnjĂĐŝſŶ ƐĞ ĞŵŝƚĞ ƉƌĞǀŝĂ Ăů ƉĂŐŽ͘ >Ă ŽŶƚƌĂůŽƌşĂ 'ĞŶĞƌĂů ĚĞ ůĂ ZĞƉƷďůŝĐĂ ĐƵĞŶƚĂ ĐŽŶ ƵŶ ƉůĂnjŽ
ŵĄdžŝŵŽ ĚĞ ƋƵŝŶĐĞ ;ϭϱͿ ĚşĂƐ ŚĄďŝůĞƐ͕ ďĂũŽ ƌĞƐƉŽŶƐĂďŝůŝĚĂĚ͕ ƉĂƌĂ Ğŵŝƚŝƌ ƐƵ ƉƌŽŶƵŶĐŝĂŵŝĞŶƚŽ͘ ŝĐŚĂ
ƐŝƚƵĂĐŝſŶ ĚĞďĞ ƉŽŶĞƌƐĞ ĞŶ ĐŽŶŽĐŝŵŝĞŶƚŽ ĚĞ ůĂ ŽŵŝƐŝſŶ ĚĞ WƌĞƐƵƉƵĞƐƚŽ LJ ƵĞŶƚĂ 'ĞŶĞƌĂů ĚĞ ůĂ
ZĞƉƷďůŝĐĂĚĞůŽŶŐƌĞƐŽĚĞůĂZĞƉƷďůŝĐĂLJĚĞůDŝŶŝƐƚĞƌŝŽĚĞĐŽŶŽŵşĂLJ&ŝŶĂŶnjĂƐ͕ďĂũŽƌĞƐƉŽŶƐĂďŝůŝĚĂĚ
ĚĞůdŝƚƵůĂƌĚĞůĂŶƚŝĚĂĚ͘
;͙Ϳ
ϰϭ͘ϱ͘ >Ă ĚĞĐŝƐŝſŶ ĚĞ ůĂ ŶƚŝĚĂĚ Ž ĚĞ ůĂ ŽŶƚƌĂůŽƌşĂ 'ĞŶĞƌĂů ĚĞ ůĂ ZĞƉƷďůŝĐĂ ĚĞ ĂƉƌŽďĂƌ Ž ŶŽ ůĂ
ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞ ƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐ ĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐ͕ ŶŽ ƉƵĞĚĞ ƐĞƌ ƐŽŵĞƚŝĚĂ Ă ĂƌďŝƚƌĂũĞ͘ dĂŵƉŽĐŽ ƉƵĞĚĞŶ ƐĞƌ
ƐŽŵĞƚŝĚĂƐĂĂƌďŝƚƌĂũĞůĂƐĐŽŶƚƌŽǀĞƌƐŝĂƐƌĞĨĞƌŝĚĂƐĂůĂĞũĞĐƵĐŝſŶĚĞůĂƐƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐĂĚŝĐŝŽŶĂůĞƐĚĞŽďƌĂLJ
ŵĂLJŽƌĞƐƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐĚĞƐƵƉĞƌǀŝƐŝſŶƋƵĞƌĞƋƵŝĞƌĂŶĂƉƌŽďĂĐŝſŶƉƌĞǀŝĂĚĞůĂŽŶƚƌĂůŽƌşĂ'ĞŶĞƌĂůĚĞůĂ
ZĞƉƷďůŝĐĂ͘;͙Ϳ͟;ŶŶĞŐƌŝƚĂƐĞƐŶƵĞƐƚƌŽͿ͘
'H GLFKDV QRUPDV IOX\H TXH OD GHFLVLyQ GH OD (QWLGDG R GH OD &RQWUDORUtD
*HQHUDO GH OD 5HS~EOLFD GH DSUREDU R QR OD HMHFXFLyQ GH SUHVWDFLRQHV
DGLFLRQDOHVGHREUDKDVWDSRUHORVXSHULRUHVDHVWHSRUFHQWDMHVKDVWDHO
UHVSHFWLYDPHQWHQRSXHGHQVHUVRPHWLGDVDDUELWUDMH
11
1RYHQR(QFXDQWRDOTXLQWRSXQWRUHVROXWLYRGHOODXGRHVSHUWLQHQWHDFRWDU
TXH PHGLDQWH HO 2ILFLR 1ƒ 0,1('890*,3521,('8*(2
REUDQWHDIROLRVOD(QWLGDGVHxDOyTXH ´ « ODLQIRUPDFLyQWpFQLFDVREUHORV
DVFHQVRUHV \ PRQWDFDUJDV VH HQFXHQWUDQ HQ ORV SODQRV \ HVSHFLILFDFLRQHV WpFQLFDV
FRQWUDFWXDOHVFRQORFXDOVHFRQILUPDTXHHVWDVSDUWLGDVQRJHQHUDQDGLFLRQDOGHREUD
GHELHQGRLQLFLDUVXHMHFXFLyQGHDFXHUGRDOFURQRJUDPDYLJHQWHµ $VtVHWLHQHTXHOD
(QWLGDGHPLWLyXQSURQXQFLDPLHQWRH[SUHVRHQHOVHQWLGRTXHODHMHFXFLyQGH
REUDV FRPSUHQGLGDV HQ ODV SDUWLGDV VHxDODGDV SRU HO &RQVRUFLR QR
FRQVWLWX\HQ$GLFLRQDOHVGH2EUDHVWHSURQXQFLDPLHQWRHVXQDGHFLVLyQGHOD
(QWLGDGGHQRDSUREDUODHMHFXFLyQGHDGLFLRQDOHVGHREUDDTXHVHUHILHUHHO
QXPHUDO  GHO DUWtFXOR ƒ GH OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR
DSUREDGD²'HFUHWR/HJLVODWLYR1UR
'pFLPR $KRUD ELHQ HV SHUWLQHQWH UHYLVDU ODV SUHWHQVLRQHV YLQFXODGDV D OD
SUHWHQVLyQ TXH VH HVWLPy HQ HO TXLQWR H[WUHPR UHVROXWLYR GHO ODXGR
FXHVWLRQDGR
3ULPHUD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDO ´4XHVHDSUXHEHHODGLFLRQDOGHREUDHTXLYDOHQWHD
6 'RVFLHQWRV7UHLQWD\6LHWH0LO'RVFLHQWRV1RYHQWD\&XDWUR\
1XHYRV6ROHV µ
7HUFHUR'HFODUDUTXHFDUHFHGHREMHWRSURQXQFLDUVHVREUHOD3ULPHUD3UHWHQVLyQ
3ULQFLSDOUHODFLRQDGDFRQHO3ULPHU3XQWR&RQWURYHUWLGR
3ULPHUD3UHWHQVLyQ6XERUGLQDGDDOD3ULPHUD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDO ´5HFRQRFHU
DIDYRUGHO&21625&,2ORVVREUHFRVWRVLQGHPQL]DEOHVSRUGHIHFWRVRYLFLRVRFXOWRVGHO
H[SHGLHQWHWpFQLFR « TXHDVFLHQGHQDODVXPDGH6 'RVFLHQWRV7UHLQWD
\6LHWH0LO'RVFLHQWRV1RYHQWD\&XDWUR\1XHYRV6ROHV µ
&XDUWR 'HFODUDU,QIXQGDGDOD3ULPHUD3UHWHQVLyQ6XERUGLQDGD DOD3ULPHUD
3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOTXHVHUHODFLRQDFRQHO6HJXQGR3XQWR&RQWURYHUWLGR
6HJXQGD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD 3ULPHUD 3UHWHQVLyQ 3ULQFLSDO ´4XH
IUHQWHDODVGHILFLHQFLDVGHOH[SHGLHQWHWpFQLFRTXHIXHURQDGYHUWLGDVUHFLpQHQODHWDSD
GH HMHFXFLyQ FRQWUDFWXDO GHWHUPLQHOD GHGXFFLyQ GH HVWD SDUWLGD \ FRPR FRQVHFXHQFLD
GHHOORODLQH[LJLELOLGDGDOFRQWUDWLVWDGHHMHFXWDUGLFKRVWUDEDMRVµ
4XLQWR 'HFODUDU )XQGDGD OD 6HJXQGD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD 3ULPHUD
3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOUHODFLRQDGDFRQHO7HUFHU3XQWR&RQWURYHUWLGR
&RPR VH REVHUYD HQ HO WHUFHU SXQWR UHVROXWLYR HO iUELWUR ~QLFR IUHQWH D OD
SUHWHQVLyQ TXH VH DSUXHEH HO DGLFLRQDO GH REUD VQ GHFODUy TXH FDUHFH GH
REMHWR SURQXQFLDUVH VREUH HVWD SULPHUD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO SRUTXH
SUHYLDPHQWHKDEtDGHFODUDGRIXQGDGDODH[FHSFLyQGHLQFRPSHWHQFLD\GLFKD
H[FHSFLyQ VH GHFODUy IXQGDGD SRUTXH HO 2ILFLR 1ƒ 0,1('890*,
3521,('8*(2 H[SUHVDPHQWH GHQHJy HO SHGLGR GH DSUREDFLyQ GHO
PHQFLRQDGRDGLFLRQDOGHREUD
(Q HO FXDUWR SXQWR UHVROXWLYRHO iUELWUR ~QLFR IUHQWH D OD SUHWHQVLyQ TXHVH
UHFRQR]FDDIDYRUGHO&21625&,2ORVVREUHFRVWRVLQGHPQL]DEOHVSRUGHIHFWRV
R YLFLRV RFXOWRV GHO H[SHGLHQWH WpFQLFR TXH DVFLHQGHQ D OD VXPD GH 6
 HQ UHDOLGDG OD SUHWHQVLyQ LQWHQWD VH OH RWRUJXH FRPR
LQGHPQL]DFLyQ OR TXH OD (QWLGDG QR DSUREy FRPR DGLFLRQDO GH REUD  GHFODUy
LQIXQGDGDGLFKDSUHWHQVLyQSRUTXHHVWLPyTXHQRHVWDEDQDFUHGLWDGRVWRGRV
ORVHOHPHQWRVGHODUHVSRQVDELOLGDGFLYLO

12
<ILQDOPHQWHHQHOTXLQWRSXQWRUHVROXWLYRHOiUELWUR~QLFRHQUHODFLyQDOD
SUHWHQVLyQFRQVLVWHQWHHQTXHIUHQWHDODVGHILFLHQFLDVGHOH[SHGLHQWHWpFQLFR
TXHIXHURQDGYHUWLGDVUHFLpQHQODHWDSDGHHMHFXFLyQFRQWUDFWXDOGHWHUPLQHOD
GHGXFFLyQ GH HVWD SDUWLGD \ FRPR FRQVHFXHQFLD GH HOOR OD LQH[LJLELOLGDG DO
FRQWUDWLVWD GH HMHFXWDU GLFKRV WUDEDMRV GHFODUy IXQGDGD OD PLVPD
)XQGDPHQWDVXGHFLVLyQHQTXHOD(QWLGDGDOSURQXQFLDUVHVREUHORVPHGLRV
SUREDWRULRV GHO &RQVRUFLR VH RULHQWH IXQGDPHQWDOPHQWH D RSRQHUVH D OD
DSUREDFLyQ GHO SUHVXSXHVWR DGLFLRQDO GH REUD VRVOD\DQGR OD VLWXDFLyQ GH
LQHTXLGDG FRQWUDFWXDO HQ SHUMXLFLR GHO &RQVRUFLR VHxDOD TXH ODV GHILFLHQFLDV
GHO H[SHGLHQWH WpFQLFR UHFLpQ IXHURQ DGYHUWLGDV HQ OD HWDSD GH HMHFXFLyQ
FRQWUDFWXDO FRQFOX\HQGR TXH VH GHEH HIHFWXDU OD GHGXFFLyQ GH OD SDUWLGD \
FRPR FRQVHFXHQFLD GH HOOR OD LQH[LJLELOLGDG DO &RQVRUFLR GH HMHFXWDU ORV
WUDEDMRVFRPSUHQGLGRVHQGLFKDSDUWLGD
'pFLPR 3ULPHUR 'H OR H[SUHVDGR VH REVHUYD TXH OD SULPHUD SUHWHQVLyQ
SULQFLSDOFRQVLVWHHQTXHHOiUELWUR~QLFRDSUXHEHXQDGLFLRQDOGHREUDFX\D
DSUREDFLyQ KDEtD VLGR GHQHJDGD H[SUHVDPHQWH SRU HO 3521,(' OD SULPHUD
SUHWHQVLyQVXERUGLQDGDDODSULPHUDSUHWHQVLyQSULQFLSDOFRQVLVWHHQTXHVLHO
iUELWUR ~QLFR QR OH FRQFHGH OD FDQWLGDG VROLFLWDGD FRPR DGLFLRQDO GH REUDOH
FRQFHGDODPLVPDVXPDGHGLQHURSHURHVWDYH]HQFDOLGDGGHLQGHPQL]DFLyQ
SRU GHIHFWRV HQ HO H[SHGLHQWH WpFQLFR SRU QR KDEHU SUHYLVWR ODV SUHVWDFLRQHV
TXHSODQWHRFRPRDGLFLRQDOHVGHREUD \ODVHJXQGDSUHWHQVLyQVXERUGLQDGDD
ODSULPHUDSUHWHQVLyQSULQFLSDOFRQVLVWHQWHHQTXHVLQRVHOHRWRUJDODVXPD
HQFDOLGDGGHLQGHPQL]DFLyQTXHSHWLFLRQDVHGLVSRQJDVHGHGX]FDODSDUWLGD
DODTXHSHUWHQHFHQODVSUHVWDFLRQHVTXHVHGHFODUHTXHQROHHVH[LJLEOHTXH
UHDOLFH GLFKDV SUHVWDFLRQHV TXH FRPR VH H[SUHVy QR IXHURQ DSUREDGDV FRPR
DGLFLRQDOHV GH REUD HQ VX RSRUWXQLGDG  'H HVH PRGR VH WLHQH TXH HO iUELWUR
~QLFRVHGHFODUyLQFRPSHWHQWHSDUDFRQRFHUODSUHWHQVLyQTXHGLUHFWDPHQWH\
VLQ DPEDJHV VROLFLWDED VH DSUXHEH OD  SUHVWDFLyQ DGLFLRQDO GH REUD SRUTXH
H[LVWH SURKLELFLyQ H[SUHVD D OD MXULVGLFFLyQ DUELWUDO SDUD FRQRFHU R
SURQXQFLDUVHVREUHODGHFLVLyQGHOD(QWLGDGRGHOD&RQWUDORUtD*HQHUDOGHOD
5HS~EOLFD GH DSUREDU R QR OD HMHFXFLyQ GH SUHVWDFLRQHV DGLFLRQDOHV GH REUD
HVWD SURKLELFLyQ HVWi FODUDPHQWH SUHVFULWD HQ HO QXPHUDO  GHO 'HFUHWR
/HJLVODWLYR 1UR  TXH DSUXHED OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR <
FRPRVHDSUHFLDODVGRVSUHWHQVLRQHVVXERUGLQDGDVSUHWHQGHQTXHHOiUELWUR
~QLFR OH RWRUJXH R HPLWD SURQXQFLDPLHQWR GH PRGR LQGLUHFWR VREUH PDWHULDV
TXH OD OH\ OH SURKtEH GH PRGR GLUHFWR HV GHFLU HO &RQVRUFLR SHWLFLRQD VH OH
FRQFHGDDTXHOORTXHOD(QWLGDGH[SUHVDPHQWHGHQHJy²SRUTXHHVWLPyTXHODV
SUHVWDFLRQHV UHODWLYDV D ORV DVFHQVRUHV \ PRQWDFDUJDV QR FRQVWLWX\HQ
SUHVWDFLRQHV DGLFLRQDOHV GH REUD SRUTXH VH HQFXHQWUDQ HQ ORV SODQRV \
HVSHFLILFDFLRQHVWpFQLFDVFRQWUDFWXDOHV²
'pFLPR6HJXQGR3RUORDQWHVH[SUHVDGRVHFRQFOX\HTXHHOiUELWUR~QLFRDO
HPLWLUSURQXQFLDPLHQWRVREUHODSULPHUDSUHWHQVLyQVXERUGLQDGDDODSULPHUD
SUHWHQVLyQ SULQFLSDO \ OD VHJXQGD SUHWHQVLyQ VXERUGLQDGD D OD SULPHUD
SUHWHQVLyQSULQFLSDOHVWDFRQWUDYLQLHQGRQRUPDVGHRUGHQS~EOLFRRWRUJDQGR

13
GH PRGR LQGLUHFWR OR TXH OD OH\ SURKtEH GH PRGR GLUHFWR (Q HVH VHQWLGR ORV
H[WUHPRV UHVROXWLYRV FXDUWR \ TXLQWR TXH VH SURQXQFLDQ VREUH ODV
SUHWHQVLRQHV VXERUGLQDGDV PHQFLRQDGDV GHEHQ VHU GHFODUDGRV QXORV SRU
KDEHULQFXUULGRHQFDXVDOGHDQXODFLyQSUHYLVWDHQHOOLWHUDOH GHOQXPHUDO
GHO DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ  (V QHFHVDULR SUHFLVDU TXH OD
SUHWHQVLyQ QXOLILFDQWH GH OD GHPDQGDQWH HQ HVWH SURFHVR VROR VH GLULJH DO
TXLQWR\GpFLPRSULPHUH[WUHPRUHVROXWLYRGHOODXGRWDOFRPRORDVHYHUDHQ
HODFiSLWHGHODGHPDQGDGHDQXODFLyQGHODXGRHPSHURWUDWiQGRVHGH
OD FDXVDO GH DQXODFLyQ SUHYLVWD HQ HO OLWHUDO H  pVWD SRGUi VHU DSUHFLDGD GH
RILFLR SRU OD &RUWH 6XSHULRU TXH FRQRFH GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ VHJ~Q OR
GLVSRQHHOQXPHUDOGHODUWtFXORGHOPHQFLRQDGRGHFUHWR
'pFLPR 7HUFHUR (Q FXDQWR DO GpFLPRSULPHUH[WUHPR UHVROXWLYR GHO ODXGR
HV HO FDVR TXH HO &RQVRUFLR %UDFDPRURV SUHVHQWy DO 3521,(' XQD VROLFLWXG
SDUDTXHVHGpWUiPLWHDVXVROLFLWXGGH3UHVWDFLyQ$GLFLRQDOGH2EUD1ƒ²
FXQHWD GH HYDFXDFLyQ GH DJXDV SOXYLDOHV D QLYHO GH SLVR \ UHMLOODV GH
SURWHFFLyQ GH FXQHWD $O UHVSHFWR OD (QWLGDG PHGLDQWH HO 2ILFLR 1ƒ 
0,1('890*,3521,('8*(2 VHxDOy TXH ´ «  VH OHV GHYXHOYH OD
GRFXPHQWDFLyQ SUHVHQWDGD FRQ OD ILQDOLGDG TXH SURFHGDQ D OD UHHODERUDFLyQ GHO
H[SHGLHQWH WpFQLFR GH OD SUHVWDFLyQ DGLFLRQDO GH OD REUD HQ FRQFRUGDQFLD FRQ ODV
FRQVLGHUDFLRQHVH[SXHVWDVHQHOLQGLFDGRLQIRUPHµ

(QHVHVHQWLGRVHDGYLHUWHGHODVROLFLWXGGHO&RQVRUFLRFRPRGHORILFLRHPLWLGR
SRU 3521,(' TXH VH VRPHWLy D FRQRFLPLHQWR \ DSUREDFLyQ GH OD (QWLGDG
GHWHUPLQDGDV SUHVWDFLRQHV TXH D MXLFLR GHO FRQWUDWLVWD FRQVWLWXtDQ ODV
3UHVWDFLRQHV $GLFLRQDOHV GH 2EUD 1ƒ  \ TXH ODV PLVPDV QR IXHURQ
DSUREDGDVSRUOD(QWLGDG
'pFLPR &XDUWR $Vt FRUUHVSRQGH UHYLVDU ODV SUHWHQVLRQHV YLQFXODGDV D OD
SUHWHQVLyQ TXH VH HVWLPy HQ HO GpFLPR SULPHU UHVROXWLYR GHO ODXGR
FXHVWLRQDGR
6H[WD 3UHWHQVLyQ 3ULQFLSDO ´4XH VH DSUXHEH HO DGLFLRQDO GH REUD Qƒ 
HTXLYDOHQWHD6 7UHVFLHQWRV&LQFXHQWD\&LQFR0LO4XLQLHQWRV2FKHQWD\
1XHYH\1XHYRV6ROHV µ
129(12 'HFODUDULPSURFHGHQWHOD6H[WD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOUHODFLRQDGDFRQHO
2FWDYR3XQWR&RQWURYHUWLGR
3ULPHUD3UHWHQVLyQ6XERUGLQDGDDOD6H[WD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDO ´5HFRQRFHU D
IDYRU GHO &21625&,2 ORV VREUHFRVWRV LQGHPQL]DEOHV SRU GHIHFWRV R YLFLRV RFXOWRV GHO
H[SHGLHQWH WpFQLFR «  TXH DVFLHQGHQ D OD VXPD GH 6  7UHVFLHQWRV
&LQFXHQWD\&LQFR0LO4XLQLHQWRV2FKHQWD\1XHYH\1XHYRV6ROHV µ
'e&,02 'HFODUDU ,QIXQGDGD OD 3ULPHUD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD 6H[WD
3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOTXHVHUHODFLRQDFRQHO1RYHQR3XQWR&RQWURYHUWLGR

5
Artículo 63.- Causales de anulación.
(…)
3. Tratándose de las causales previstas en los incisos d. y e. del numeral 1 de este artículo, la anulación
afectará solamente a las materias no sometidas a arbitraje o no susceptibles de arbitraje, siempre que puedan
separarse de las demás; en caso contrario, la anulación será total. Asimismo, la causal prevista en el inciso e
podrá ser apreciada de oficio por la Corte Superior que conoce del recurso de anulación.

14
6HJXQGD3UHWHQVLyQ6XERUGLQDGDDOD6H[WD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDO´4XHIUHQWHD
ODV GHILFLHQFLDV GHO H[SHGLHQWH WpFQLFR TXH IXHURQ DGYHUWLGDV UHFLpQ HQ OD HWDSD GH
HMHFXFLyQ FRQWUDFWXDO GHWHUPLQH OD GHGXFFLyQ GH ODV SDUWLGDV \ FRPR FRQVHFXHQFLD GH
HOORODLQH[LJLELOLGDGDOFRQWUDWLVWDGHHMHFXWDUGLFKRVWUDEDMRVµ
'e&,02 35,0(52 'HFODUDU )XQGDGD OD 6HJXQGD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D
OD6H[WD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOTXHVHUHODFLRQDFRQHO'pFLPR3XQWR&RQWURYHUWLGR
&RPR VH REVHUYDHQ HO QRYHQR SXQWR UHVROXWLYRHOiUELWUR ~QLFR IUHQWH D OD
SUHWHQVLyQTXHVHDSUXHEHHODGLFLRQDOGHREUDQƒGHFODUyLPSURFHGHQWHOD
VH[WD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO SRUTXH PHQFLRQD  ²HQ IXQGDPHQWRV GH
FRQVLGHUDEOH H[WHQVLyQ²  TXH SDUD DSUREDU OD HMHFXFLyQ GH SUHVWDFLRQHV
DGLFLRQDOHVGHREUDSRUODHQWLGDGVHGHEHQUHXQLUFXDWURUHTXLVLWRV\XQRGH
HOORVHVTXHODDSUREDFLyQHVWpFRQWHQLGDHQXQD5HVROXFLyQSRUHO7LWXODUGH
OD (QWLGDG FRQFOX\HQGR TXH ´'H PDQHUD TXH QR VLHQGR SRVLEOH TXH VH FXPSODQ
WRGRV\FDGDXQRGHORVSUHVXSXHVWRVSDUDHORWRUJDPLHQWRGHOD3UHVWDFLyQ$GLFLRQDO
GH2EUD1ƒVHOOHJDDOD~QLFDFRQFOXVLyQGHTXHOD6H[WD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOTXH
JXDUGD GLUHFWD UHODFLyQ FRQ HO 2FWDYR 3XQWR &RQWURYHUWLGR '(%( 6(5 '(&/$5$'$
,0352&('(17(µ (V HO FDVR REVHUYD HVWH &ROHJLDGR TXH OD SUHWHQVLyQ HV
LPSURFHGHQWH SRUTXH VHQFLOOD \ OODQDPHQWH HVWi SURKLELGR D OD MXULVGLFFLyQ
DUELWUDOHOFRQRFLPLHQWRGHWDOHVSUHWHQVLRQHV
(QHOGpFLPRSXQWRUHVROXWLYRHOiUELWUR~QLFRIUHQWHDODSUHWHQVLyQTXHVH
UHFRQR]FDDIDYRUGHO&21625&,2ORVVREUHFRVWRVLQGHPQL]DEOHVSRUGHIHFWRV
R YLFLRV RFXOWRV GHO H[SHGLHQWH WpFQLFR TXH DVFLHQGHQ D OD VXPD GH 6
 HQ UHDOLGDG HO &RQVRUFLR SUHWHQGH VH OH RWRUJXH FRPR
LQGHPQL]DFLyQ OR TXH OD (QWLGDG QR DSUREy FRPR DGLFLRQDO GH REUD  GHFODUy
LQIXQGDGDGLFKDSUHWHQVLyQSRUTXHHVWLPyTXHQRHVWDEDQDFUHGLWDGRVWRGRV
ORV HOHPHQWRV GH OD UHVSRQVDELOLGDG FLYLO HVSHFtILFDPHQWH SRU QR KDEHUVH
DFUHGLWDGRODYHURVLPLOLWXGGHOGDxR
< ILQDOPHQWH HQ HO GpFLPR SULPHU SXQWR UHVROXWLYR HO iUELWUR ~QLFR GHFODUy
IXQGDGD OD SUHWHQVLyQ FRQVLVWHQWH HQ TXH IUHQWH D ODV GHILFLHQFLDV GHO
H[SHGLHQWH WpFQLFR TXH IXHURQ DGYHUWLGDV UHFLpQ HQ OD HWDSD GH HMHFXFLyQ
FRQWUDFWXDOVHGHWHUPLQHODGHGXFFLyQGHODVSDUWLGDV\FRPRFRQVHFXHQFLDGH
HOOR OD LQH[LJLELOLGDG DO FRQWUDWLVWD GH HMHFXWDU GLFKRV WUDEDMRV )XQGDPHQWD
VX GHFLVLyQHQ TXH ODVSUHVWDFLRQHV FRQVLGHUDGDVHQHO $GLFLRQDO GH 2EUD 1ƒ
QRHVWiQFRQWHPSODGDVHQHOH[SHGLHQWHWpFQLFRSRUORVHGHEHGHGXFLUODV
SDUWLGDVFRUUHVSRQGLHQWHV\GHFODUDUTXHQRVRQH[LJLEOHVDO&RQVRUFLR
'pFLPR4XLQWR'HORH[SUHVDGRVHREVHUYDTXHODVH[WDSUHWHQVLyQSULQFLSDO
FRQVLVWH HQ TXH HO iUELWUR ~QLFR DSUXHEH XQ DGLFLRQDO GH REUD FX\D
DSUREDFLyQ QR KDEtD VLGR HIHFWXDGD SRU HO 3521,(' OD SULPHUD SUHWHQVLyQ
VXERUGLQDGDDODVH[WDSUHWHQVLyQSULQFLSDOFRQVLVWHHQTXHHOiUELWUR~QLFROH
FRQFHGD OD FDQWLGDG VROLFLWDGD FRPR DGLFLRQDO GH REUD SHUR HVWD YH] HQ
FDOLGDGGHLQGHPQL]DFLyQSRUGHIHFWRVHQHOH[SHGLHQWHWpFQLFR\ODVHJXQGD
SUHWHQVLyQVXERUGLQDGDDODVH[WDSUHWHQVLyQSULQFLSDOFRQVLVWHHQTXHVLQR
VHOHRWRUJDODVXPDHQFDOLGDGGHLQGHPQL]DFLyQTXHSHWLFLRQDVHGLVSRQJD
VHGHGX]FDODVSDUWLGDVDODVTXHSHUWHQHFHQODVSUHVWDFLRQHVTXHVHGHFODUH
TXHQROHHVH[LJLEOHTXHUHDOLFHGLFKDVSUHVWDFLRQHV TXHFRPRVHH[SUHVyQR
15
IXHURQDSUREDGDVFRPRDGLFLRQDOHVGHREUD <FRPRVHGLMRHOiUELWUR~QLFR
VH GHFODUy LQFRPSHWHQWH SDUD FRQRFHU OD SUHWHQVLyQ TXH GLUHFWDPHQWH \ VLQ
DPEDJHVVROLFLWDEDVHDSUXHEHODSUHVWDFLyQDGLFLRQDOGHREUDSRUTXHH[LVWH
SURKLELFLyQ H[SUHVD D OD MXULVGLFFLyQ DUELWUDO SDUD FRQRFHU R SURQXQFLDUVH
VREUHODGHFLVLyQGHOD(QWLGDGRGHOD&RQWUDORUtD*HQHUDOGHOD5HS~EOLFDGH
DSUREDU R QR OD HMHFXFLyQ GH SUHVWDFLRQHV DGLFLRQDOHV GH REUD HVWD
SURKLELFLyQ HVWi FODUDPHQWH SUHVFULWD HQ HO QXPHUDO  GHO 'HFUHWR
/HJLVODWLYR 1UR  TXH DSUXHED OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR (Q
HVHVHQWLGRODVGRVSUHWHQVLRQHVVXERUGLQDGDVPHQFLRQDGDVSUHWHQGHQTXHHO
iUELWUR ~QLFR OH RWRUJXH R HPLWD SURQXQFLDPLHQWR GH PRGR LQGLUHFWR VREUH
PDWHULDV TXH OD OH\ OH SURKtEH GH PRGR GLUHFWR UD]yQ SRU OD FXDO HO TXLQWR
SXQWR UHVROXWLYR \ HO GpFLPR SULPHU SXQWR UHVROXWLYR GHO ODXGR GHEHQ VHU
GHFODUDGRVQXORV
'pFLPR 6H[WR +DELHQGR HVWDEOHFLGR TXH ODV SUHWHQVLRQHV \ ORV H[WUHPRV
UHVROXWLYRVUHODFLRQDGRVFRQSUHVWDFLRQHVDGLFLRQDOHVGHREUDVQRSXHGHQVHU
FRQRFLGRVHQVHGHDUELWUDOORVRWURVSXQWRVUHVROXWLYRVGHOODXGRYLQFXODGRVR
UHODFLRQDGRV D SUHVWDFLRQHV DGLFLRQDOHV GH REUD WDPELpQ GHEHQ VHU
GHFODUDGRV QXORV GH RILFLR LQFOXVR DTXHOORV VREUH ORV TXH KD UHFDtGR ORV
H[WUHPRVUHVROXWLYRVTXHH[SUHVDQ´FDUHFHGHREMHWRSURQXQFLDUVHµSRUTXHODV
SUHWHQVLRQHVFRQVLVWtDQHQTXHVHOHVRWRUJXHXQSOD]RDGLFLRQDOSDUDHMHFXWDU
ODVSDUWLGDVHQHOFDVRTXHHOiUELWUR~QLFROHVKXELHVHFRQFHGLGRODSUHVWDFLyQ
DGLFLRQDO GH REUD SHWLFLRQDGD $Vt ORV H[WUHPRV UHVROXWLYRV &XDUWR 6H[WR
6pWLPR'pFLPR\'pFLPR6HJXQGRGHO/DXGRWDPELpQGHEHQGHFODUDUVHQXORV
VLQUHHQYtR
3RU WDOHV UD]RQHV \ GH FRQIRUPLGDG FRQ OR HVWDEOHFLGR DGHPiV HQ OD SULPHUD
SDUWHGHO$UWtFXORGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒORVLQWHJUDQWHVGHHVWD
6DODVXSHULRUDGPLQLVWUDQGRMXVWLFLDDQRPEHGHOD1DFLyQUHVROYLHURQ
'(&/$5$5 )81'$'$ OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO
LQWHUSXHVWR SRU HO 3URJUDPD 1DFLRQDO GH ,QIUDHVWUXFWXUD (GXFDWLYD ²
3521,(' ² 0LQLVWHULR GH (GXFDFLyQ HQ FRQVHFXHQFLD 18/2 HO ODXGR
FRQWHQLGRHQOD UHVROXFLyQ Q~PHUR  GH IHFKDGH PD\R GHHPLWLGR
SRUHOÉUELWURÔQLFR+RUDFLR&iQHSD7RUUHGHDFXHUGRDOVLJXLHQWHGHWDOOH
18/266,15((19,2ORVVLJXLHQWHVH[WUHPRVUHVROXWLYRVGHOODXGR
&XDUWR 'HFODUDU ,QIXQGDGD OD 3ULPHUD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD 3ULPHUD
3UHWHQVLyQ$UELWUDOTXHVHUHODFLRQDFRQHO6HJXQGR3XQWR&RQWURYHUWLGR
4XLQWR 'HFODUDU )81'$'$ OD 6HJXQGD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD 3ULPHUD
3UHWHQVLyQ$UELWUDOGHODGHPDQGDUHODFLRQDGDFRQHO7HUFHU3XQWR&RQWURYHUWLGR
6H[WR'HFODUDUTXH&$5(&('(2%-(72SURQXQFLDUVHVREUHH[WUHPRVDFFHVRULRV
D OD 3ULPHUD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD 3ULPHUD 3UHWHQVLyQ 3ULQFLSDO FRQWHQLGR
HQOD6HJXQGD3UHWHQVLyQ$UELWUDOUHODFLRQDGDFRQHO&XDUWR3XQWR&RQWURYHUWLGR
6pWLPR 'HFODUDU  TXH &$5(&( '( 2%-(72 SURQXQFLDUVH VREUH OD 7HUFHUD
3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOUHODFLRQDGDFRQHO4XLQWR3XQWR&RQWURYHUWLGR
'pFLPR 'HFODUD ,1)81'$'$ OD 3ULPHUD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD 6H[WD
3UHWHQVLyQ$UELWUDOTXHVHUHODFLRQDFRQHO1RYHQR3XQWR&RQWURYHUWLGR
'pFLPR SULPHUR 'HFODUD )81'$'$ OD 6HJXQGD 3UHWHQVLyQ 6XERUGLQDGD D OD

16
6H[WD3UHWHQVLyQ$UELWUDOTXHVHUHODFLRQDFRQHO'pFLPR3XQWR&RQWURYHUWLGR
'pFLPR 6HJXQGR 'HFODUD  TXH &$5(&( '( 2%-(72 SURQXQFLDUVH VREUH OD
6pWLPD3UHWHQVLyQ3ULQFLSDOUHODFLRQDGDFRQHO'pFLPR3ULPHU3XQWR&RQWURYHUWLGR
18/2&215((19,2HOVLJXLHQWHH[WUHPRUHVROXWLYRGHOODXGR
2FWDYR 'HFODUDU )XQGDGD HQ 3DUWH HQ FXDQWR D OD GHFODUDFLyQ LQGHPQL]DWRULD
FRQWHQLGD HQ OD &XDUWD 3UHWHQVLyQ 3ULQFLSDO UHODFLRQDGD FRQ HO 6H[WR 3XQWR
&RQWURYHUWLGR SRU ORV IXQGDPHQWRV VHxDODGRV HQ OD SDUWH FRQVLGHUDWLYD GH OD
SUHVHQWHUHVROXFLyQ
(Q ORV VHJXLGRV SRU 3521,(' FRQWUD &21625&,2 %5$&$02526 VREUH
DQXODFLyQGHODXGR1RWLILFiQGRVH
-050®DDR



5266(//0(5&$'2      $55,2/$(63,12


5,9(5$*$0%2$



17
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SEGUNDA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

Expediente : 282 - 2015


Demandante : INSTITUTO DE CIENCIAS Y HUMANIDADES
Demandado : INNOVA PUBLICIDAD S.A.C.
Materia : Anulación de Laudo Arbitral

El Arbitraje es una forma heterocompositiva alternativa de solución de conflictos con rango


constitucional; el que, como bien lo señala nuestro Tribunal Constitucional, no se encuentra
desligado de las garantías constitucionales previstas en la norma fundamental, las cuales
deben respetarse y cumplirse, en especial las reglas y principios del debido proceso.

En relación al derecho a la motivación de las resoluciones, éste no está dirigido a garantizar


que la controversia sea resuelta en un determinado sentido, ni implica un instrumento para
calificar si el sentido de la decisión del árbitro fue correcto o incorrecto; sino que,
independientemente del sentido de la solución adoptada, proscribe que ésta sea adoptada
arbitrariamente, sin expresar razones lógico-jurídicas, coherentes y suficientes a fin de dar
respuesta a lo controvertido; en concordancia con el artículo 139°. 5 de la Constitución y
artículo 56.1 del Decreto Legislativo N°1071 (Ley d e Arbitraje).

RESOLUCIÓN N° NUEVE
Lima, siete de marzo del
dos mil diecisiete.-

VISTOS: Observándose las formalidades previstas en el


artículo 131° del Texto Único Ordenado de la Ley Or gánica del Poder Judicial;
con el expediente arbitral a la vista; interviniendo como ponente la Juez
Superior doctora Marcela Arriola Espino.

I. OBJETO DEL RECURSO


Viene para resolver el recurso de anulación parcial formulado contra el laudo
arbitral de derecho1 de fecha dieciocho de junio del año dos mil quince,
contenido en la resolución número diecisiete, emitido por la árbitro único
abogada Eugenia Cecilia Sessarego Melgar, en los extremos siguientes:


1
Folios 99 a 117.
ϭ


1) No corresponde declarar la resolución del contrato de venta e instalación de
panel publicitario por incumplimiento imputable a Innova Publicidad S.A.C.
2) Corresponde declarar la resolución del contrato de alquiler y exhibición de
material publicitario por incumplimiento parcial imputable a Innova Publicidad
S.A.C.
3) Innova Publicidad S.A.C. debe devolver al Instituto de Ciencias y
Humanidades la suma de veinticuatro mil seiscientos cincuenta y tres con
98/100 dólares americanos.
4) Innova Publicidad S.A.C. debe pagar al Instituto de Ciencias y Humanidades
por concepto de indemnización por daños y perjuicios el interés legal
establecido por el Banco Central del Reserva del Perú que devengue la suma
de veinticuatro mil seiscientos cincuenta y tres con 98/100 dólares americanos,
a partir del veintinueve de abril del dos mil catorce.

II. FUNDAMENTOS DE LA DEMANDA.

A través de su recurso, presentado el quince de setiembre del dos mil quince,


de fojas cuatro a veinticuatro, Instituto de Ciencias y Humanidades pretende
que este órgano jurisdiccional declare nulo el Laudo Arbitral de fecha dieciocho
de junio del año dos mil quince, expedido por la árbitro única Eugenia Cecilia
Sessarego Melgar en el expediente arbitral Nº 2870-2013-CCL, seguido por
Instituto de Ciencias y Humanidades contra Innova Publicidad Perú S.A.C., y
tramitado en el Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima.

Conforme a los términos expuestos en el referido escrito de anulación, la


entidad actora pretende la nulidad del referido laudo arbitral invocando las
causales de anulación contenidas en el artículo 63º.1, literal b y d, del Decreto
Legislativo Nº 1071, Decreto Legislativo que norma el Arbitraje, exponiendo
como fundamentos de su petitorio los siguientes:

a) La controversia surgida entre las partes se desprende del contrato de venta e


instalación de panel publicitario celebrado con fecha dos de diciembre del dos
mil trece, así como del contrato de exhibición y mantenimiento de publicidad
exterior celebrado el dos de diciembre del dos mil trece. El primero tiene por
objeto la venta a favor del Instituto de Ciencias y Humanidades de un panel
Ϯ


publicitario -incluida la instalación de la estructura y del material gráfico del
elemento publicitario y gastos de mantenimiento como máximo el 15.01.2014-;
mientras que el segundo, el arrendamiento a favor del Instituto de tres espacios
publicitarios -incluida la instalación de la estructura y del material gráfico del
elemento publicitario y gastos de mantenimiento- a partir del 30.12.2013;
prestaciones incumplidas por Innova Publicidad Perú S.A.C..
Innova Publicidad Perú S.A.C. jamás cumplió con ejecutar sus obligaciones
pese a que se canceló la contraprestación, más bien mediante carta simple de
fecha veinte de marzo del dos mil catorce reconoce su incumplimiento y, ofrece
a manera de compensación por el tiempo transcurrido diversas prestaciones
adicionales no contempladas en los contratos.
b)El Instituto de Ciencias y Humanidades es promotora de servicios educativos
de formación preuniversitaria, cuyo mercado potencial es captado a través de la
difusión publicitaria de sus servicios, constituyendo un hecho público y conocido
que durante los meses de enero y febrero aumenta la demanda educativa
vinculada al tipo de servicios que brindan (preuniversitaria) y contratan con
empresas publicitarias paneles y espacios publicitarios que permitan la difusión
y una mayor captación de alumnos.
c) Mediante carta notarial de fecha siete de abril del dos mil catorce, notificada a
Innova Publicidad Perú S.A.C. con fecha ocho de abril del dos mil catorce se
procedió a solicitar la devolución de los montos pagados y dejar sin efecto los
contratos celebrados, sin recibir respuesta; por lo que, acudieron al Tribunal
Arbitral a fin de que declare resueltos los contratos y ordene la devolución de las
sumas pagadas y una indemnización por daños y perjuicios.
Dada la clara y notoria irregularidad en el modo de resolver la controversia
sometida a juicio de la señora árbitro, se solicitó con fecha dos de julio del dos
mil quince una interpretación, integración y exclusión del laudo arbitral; pedidos
que fueron declarados improcedentes mediante apreciaciones oscuras e
incoherentes, vulnerándose el derecho al debido proceso y a la motivación.
d) La árbitro se ha pronunciado sobre asuntos no sometidos a su decisión.
Asimismo, el demandante solicita el pago costas y costos procesales.

III. CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

ϯ


Innova Publicidad S.A.C. no contestó la demanda pese estar debidamente
notificada con la resolución número dos, conforme es de verse de los cargos de
notificación de fojas ciento treinta y uno a ciento treinta y dos, con arreglo al
artículo 161° del Código Procesal Civil.

IV. RESUMEN DEL PROCESO ARBITRAL Y LO ACTUADO EN SEDE


JUDICIAL.

Del acompañado expediente arbitral (tomo I) correspondiente al proceso


seguido entre el Instituto de Ciencias y Humanidades e Innova
Publicidad Perú S.A.C. se advierte:

i. Con fecha catorce de agosto del dos mil catorce, se instaló el Árbitro
Único2; en dicho acto se establecieron las reglas procedimentales, la
clase de arbitraje (de derecho), la sede, secretaría, y honorarios.
ii. Por resolución número diecisiete3 de fecha dieciocho de junio del dos mil
quince, se emitió el laudo materia de impugnación; por resolución
número veinte4, la árbitro se pronuncia sobre los pedidos de
interpretación, integración y exclusión respectivamente.
iii. Con fecha quince de setiembre del dos mil quince, el Instituto de
Ciencias y Humanidades interpuso el recurso de anulación de laudo
arbitral, el que fue admitido por resolución número dos5.
iv. Por resolución número tres6, se tiene por recibido el expediente arbitral.
v. Por resolución número cuatro7, se declara rebelde a la demandada
Innova Publicidad Perú S.A.C. y en ese mismo acto se procedió a fijar
fecha de la vista de la causa.
vi. Con fecha siete de marzo del presente año se llevó a cabo la Vista
programada, quedando la causa lista para la emisión del presente
pronunciamiento.


2
Folios 71 a 74 del Expediente Arbitral.
3
Folios 251 a 269 del Expediente Arbitral.
4
Folios 297 a 301 del Expediente Arbitral.
5
Folios 122 a 123 del expediente judicial.
6
Folios 129 del expediente judicial.
7
Folios 137del expediente judicial.
ϰ


CONSIDERANDO:

PRIMERO: De acuerdo al primer párrafo del artículo 62° del D ecreto Legislativo
Nº 1071, que norma el arbitraje: “Contra el laudo sólo podrá interponerse
recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente
establecidas en el artículo 63”.
SEGUNDO: Así mismo, la segunda parte de esta disposición expresa: “El
recurso se resuelve declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido
bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o
sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o
interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral” (resaltado agregado). En
estos términos, resulta claro para este Colegiado que el conocimiento de una
causa referida –como en esta ocasión– a la anulación de un laudo arbitral, debe
ser resuelta por el órgano jurisdiccional de modo restrictivo,
pronunciándose exclusivamente sobre la causal invocada expresamente
por el actor en su recurso, en armonía con el principio dispositivo,
informador de este proceso (con la sola excepción de lo dispuesto por la última
parte del inciso 3, del mismo artículo 62°), y sin entrar a evaluar el fondo de lo
resuelto en el laudo. En el mismo sentido LEDESMA NARVAEZ: «Por medio
del recurso de anulación no es posible discutir los fundamentos del laudo ni
el acierto de sus disposiciones, porque no se transfiere al tribunal revisor la
facultad de decidir, que es exclusiva de los árbitros, porque las partes han
querido precisamente excluir a los tribunales, de intervención, que solo aparece
justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías mínimas, que son
precisamente las que tratan de salvaguardar los motivos por los que pueden
interponerse»8 (negrita nuestra).
TERCERO: Ello, porque el proceso de anulación de laudo no ha sido diseñado
por nuestro legislador nacional, como un medio para reabrir una discusión ya
resuelta en sede arbitral, y menos para evaluar si el criterio adoptado por el
árbitro para aplicar el derecho o evaluar las pruebas, ha sido el mejor; sino
como un instrumento para determinar si el desarrollo del proceso arbitral se
encuentra afectado por una causal que lo afecte en cuanto a su validez como

8
LEDESMA NARVAEZ, Marianella, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios. En: Cuadernos
Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.
ϱ


acto jurídico mismo, y no en relación al sentido de la decisión que contiene, tal
como se desprende con facilidad de las disposiciones antes reseñadas. De lo
contrario, el proceso de anulación de laudo arbitral podría convertirse en un
instrumento de clara afectación a la calidad de cosa juzgada, que el artículo 61º
de la Ley General de Arbitraje otorga a estos actos e, indirectamente, al
reconocimiento constitucional de la vía arbitral, recogido por el artículo 139º,
inciso 1, de nuestra Constitución Política.
CUARTO: En el presente caso, –como ya hemos mencionado– el recurso de
anulación de laudo arbitral interpuesto por Instituto de Ciencias y Humanidades
se encuentra sustentado en las causales de anulación contenidas en los
incisos b y d del numeral 1 del artículo 63º del Decreto Legislativo Nº 1071;
por tanto, cada una de ellas será evaluada de forma independiente.

a. Sobre la primera causal alegada (literal b):

QUINTO: De acuerdo al artículo 63º, inciso 1), literal b, del Decreto Legislativo
Nº 1071, un laudo arbitral podrá ser anulado cuando la parte que lo solicite
alegue y pruebe: “Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del
nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por
cualquier otra razón, hacer valer sus derechos”.

SEXTO: En esta ocasión, el Instituto de Ciencias y Humanidades ha invocado


esta causal de anulación por indebida motivación del laudo, en esencia, por
cuatro razones que sostiene la árbitro y que son concordantes con los puntos
resolutivos del laudo:

a) existe plazo resolutorio en el contrato de venta e instalación de panel


publicitario celebrado el dos de diciembre del dos mil (vinculado al primer punto
resolutivo);

b) que ha existido incumplimiento parcial de Innova Publicidad Perú S.A.C., en


el contrato de exhibición y mantenimiento de publicidad exterior (vinculado al
segundo punto resolutivo);

c) que el contrato de venta e instalación de panel publicitario fue cumplido por


ambas partes y, el contrato de alquiler y exhibición de material publicitario se

ϲ


incumplió por Innova solo respecto de dos de los tres paneles contratados, por
lo que Innova debe devolver US$24,653.98 (veinticuatro mil seiscientos
cincuenta y tres y 98/100 dólares americanos).

d) Innova pague por concepto de indemnización por daños y perjuicios el


interés legal establecido por el Banco Central del Reserva del Perú, que
devengue la suma de US$24,653.98 (veinticuatro mil seiscientos cincuenta y
tres y 98/100 dólares americanos), a partir del veintinueve de abril del dos mil
catorce.

SÉTIMO: Y sobre la posibilidad de albergar dentro del proceso de anulación de


laudo arbitral alegaciones referidas a vicios en la motivación expuesta por
la árbitro al resolver la controversia, consideramos necesario recordar –como
en reiteradas ocasiones ya lo hemos hecho– que, de acuerdo a lo dispuesto
por la Duodécima Disposición Complementaria del Decreto Legislativo Nº
1071: “Para efectos de lo dispuesto en el inciso 2 del artículo 5 del Código
Procesal Constitucional, se entiende que el recurso de anulación del laudo es
una vía específica e idónea para proteger cualquier derecho constitucional
amenazado o vulnerado en el curso del arbitraje o en el laudo”. A través de
esta disposición, nuestro legislador ha optado, al regular el nuevo diseño
del proceso de anulación de laudo arbitral, por ampliar el margen de tutela
que éste último ofrecía dentro de la derogada Ley Nº 26572, permitiendo de
modo expreso que las personas puedan recurrir a esta vía impugnativa para
proteger cualquier derecho constitucional amenazado o vulnerado en el curso
del arbitraje o en el laudo, es decir, para encontrar tutela frente a cualquier
violación a sus derechos fundamentales ocurrida en el desarrollo del proceso
arbitral; derechos que evidentemente estarán referidos a las garantías
contenidas dentro del derecho al debido proceso (toda vez que existe una
prohibición expresa de afectación al fondo de lo resuelto), cuya observancia
por parte del árbitro o árbitros a cargo del proceso arbitral constituye un
presupuesto para la validez del laudo que le ponga fin.

OCTAVO: Esto último es concordante con lo sostenido por el Tribunal


Constitucional en su sentencia recaída en el expediente Nº 6167-2005-
PHC/TC, en la cual declaró: “la naturaleza de jurisdicción independiente del
arbitraje, no significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con
ϳ


inobservancia de los principios constitucionales que informan la actividad de
todo órgano que administra justicia, tales como el de independencia e
imparcialidad de la función jurisdiccional, así como los principios y derechos de
la función jurisdiccional. En particular, en tanto jurisdicción, no se encuentra
exceptuada de observar directamente todas aquellas garantías que componen
el derecho al debido proceso (…) Es justamente, la naturaleza propia de la
jurisdicción arbitral y las características que la definen, las cuales permiten
concluir a este Colegiado que no se trata del ejercicio de un poder sujeto
exclusivamente al derecho privado, sino que forma parte esencial del orden
público constitucional. La facultad de los árbitros para resolver un conflicto de
intereses no se fundamenta en la autonomía de la voluntad de las partes del
conflicto, prevista en el artículo 2º inciso 24 literal a de la Constitución, sino que
tiene su origen y, en consecuencia, su límite, en el artículo 139º de la propia
Constitución. De allí que el proceso arbitral tiene una doble dimensión
pues, aunque es fundamentalmente subjetivo ya que su fin es proteger los
intereses de las partes, también tiene una dimensión objetiva, definida por el
respeto a la supremacía normativa de la Constitución, dispuesta por el artículo
51º de la Carta Magna” (resaltado agregado), concluyendo finalmente en que
“el reconocimiento de la jurisdicción arbitral comporta la aplicación a los
tribunales arbitrales de las normas constitucionales y, en particular, de las
prescripciones del artículo 139º de la de Constitución, relacionadas a los
principios y derechos de la función jurisdiccional” (fundamentos 9,11 y 12). En
ese sentido, nuestro Tribunal Constitucional ha dejado en claro la posibilidad de
llevar a cabo, dentro del control jurisdiccional del arbitraje, un análisis de la
armonía entre éste último y los principios estatuidos en nuestra Constitución
Política y, especialmente, aquellos referidos a la observancia del debido
proceso, claro está, en la medida que ellos sean aplicables a la naturaleza
propia de la jurisdiccional arbitral.

NOVENO: Así, la facultad del juzgador de evaluar las vulneraciones a


cualquiera de las garantías propias de debido proceso arbitral dentro de esta
vía, se encuentra claramente reconocida no sólo dentro de nuestro
ordenamiento constitucional y legal, sino además, por la propia interpretación
que de ellos hace el Tribunal Constitucional; y tanto más, si en reiterados
pronunciamientos, este órgano de control constitucional ha establecido la
ϴ


necesidad de debatir estos aspectos dentro del procedimiento de anulación de
laudo arbitral, antes de recurrir al amparo9.

En base a estas consideraciones, este Colegiado ha declarado ya en repetidas


ocasiones que cualquiera de las alegaciones de violación al debido proceso
arbitral deben ser subsumidas en la causal contenida en el artículo 63º, inciso 1,
literal b, del Decreto Legislativo Nº 1071, según la cual un laudo arbitral podrá
ser anulado cuando la parte que lo solicite alegue y pruebe: “Que una de las
partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de
las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer
sus derechos”. Ello porque la alusión que contiene esta causal a la imposibilidad
de las partes de hacer valer sus derechos, evidentemente implica el perjuicio
que pueda ocasionarse a los distintos componentes del debido proceso arbitral,
de acuerdo a una interpretación de la norma en base a lo antes referido y de
conformidad al artículo VI del Título Preliminar del Código Procesal
Constitucional, el cual establece que “Los Jueces interpretan y aplican las leyes
o toda norma con rango de ley y los reglamentos según los preceptos y
principios constitucionales, conforme a la interpretación de los mismos que
resulte de las resoluciones dictadas por el Tribunal Constitucional”.

DÉCIMO: Ahora bien, no cabe duda que uno de los principales componentes
del derecho al debido proceso lo constituye el derecho a la motivación de las
resoluciones, consagrado en el artículo 139º, inciso 5, de nuestra Constitución
Política, el cual de ningún modo podría ser ajeno al proceso arbitral, pues las
características propias de éste último no colisionan en nada con él, ni de modo
alguno podría sostenerse que al someterse a la jurisdiccional arbitral, las partes
renuncien o perjudiquen su derecho a obtener una solución a su conflicto de
intereses debidamente sustentada bajo parámetros de razonabilidad y
coherencia, o que otorguen a los árbitros la facultad de resolver la causa con
arbitrariedad. En ese mismo sentido, el Tribunal Constitucional ha expresado:
“el derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no garantiza una
determinada extensión de la motivación, por lo que su contenido constitucional
se respeta, prima facie, siempre que exista: a) fundamentación jurídica, que no
implica la sóla mención de las normas a aplicar al caso, sino la explicación y


9
Ver Expediente N°6167-2005-PHC/TC.
ϵ


justificación de por qué tal caso se encuentra o no dentro de los supuestos que
contemplan tales normas; b) congruencia entre lo pedido y lo resuelto, que
implica la manifestación de los argumentos que expresarán la conformidad
entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones formuladas por las
partes; y c) que por sí misma exprese una suficiente justificación de la decisión
adoptada, aun si esta es breve o concisa, o se presenta el supuesto de
motivación por remisión”10. Consideraciones que, si bien fueron vertidas a
propósito de los procesos judiciales, resultan perfectamente aplicables a este
caso, de acuerdo con lo ya expresado en los considerandos precedentes.

DÉCIMO PRIMERO: Ya en lo referido a los alcances de este derecho, tanto el


Tribunal Constitucional como la Corte Suprema de Justicia de la República, han
desarrollado actualmente una sólida doctrina jurisprudencial con el propósito de
precisar sus límites y, además, describir los supuestos en los cuales puede
afirmarse que el derecho a la motivación de las resoluciones ha sido vulnerado
por el órgano decisorio. Así, para el Tribunal Constitucional, los supuestos de
vulneración al derecho de motivación de las resoluciones, pueden clasificarse
en: a) inexistencia de motivación o motivación aparente, b) falta de motivación
interna del razonamiento, c) deficiencias en la motivación externa; justificación
de las premisas, d) la motivación insuficiente, e) la motivación sustancialmente
incongruente y, f) motivaciones cualificadas11; mientras para nuestra Corte
Suprema, la clasificación de estos actos es: a) la falta de motivación y b) la
defectuosa motivación, que a su vez, puede subclasificarse en i) motivación
aparente, ii) motivación insuficiente, y iii) motivación defectuosa en sentido
estricto12.

DÉCIMO SEGUNDO: Pues bien, al margen de las diferencias entre una y otra
clasificación, lo cierto es que en ambos casos, la jurisprudencia ha reconocido
uniformemente que la vulneración al derecho a la motivación de las
resoluciones no se produce sólo cuando el pronunciamiento del órgano
decisorio (cualquiera que éste sea) carece por completo de una fundamentación
sobre la cual descanse su decisión (es decir, cuando la resolución carezca
absolutamente de algún tipo de justificación, cualquiera que fuese), sino


10
Expediente N°4348-2005-PA/TC, f.2.
11
Ver Expediente N° 0728-2008-PHC/TC, f.7.
12
Casación Nº 4544-2007-Lima, f.4.
ϭϬ


también cuando el sustento expuesto por él no pueda calificarse como
adecuado a una serie de principios, entre los cuales, se encuentran
evidentemente los de logicidad, coherencia y razón suficiente.

Bajo esta óptica, una motivación no podrá tildarse de adecuada, y menos como
acorde al derecho al debido proceso, cuando, por ejemplo, existe una clara
ausencia de justificación de la premisas usadas por el órgano decisorio, o como
lo ha explicado el Tribunal Constitucional: “cuando las premisas de las que parte
el Juez no han sido confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o
jurídica (…) [Por ejemplo] Si un Juez al fundamentar su decisión: 1) ha
establecido la existencia de un daño; 2) luego, ha llegado a la conclusión de que
el daño ha sido causado por ‘x’, pero no ha dado razones sobre la vinculación
del hecho con la participación de ‘x’ en tal supuesto, entonces estaremos ante
una carencia de justificación de la premisa fáctica”13; supuesto subsumible
dentro de las clasificaciones antes mencionadas, en las categorías de falta de
motivación externa del razonamiento o motivación insuficiente.

DÉCIMO TERCERO: En el caso del laudo objeto de análisis y, en relación al


primer punto resolutivo: “No corresponde declarar la resolución del Contrato de
Venta e Instalación del Panel Publicitario por incumplimiento imputable a
INNOVA PUBLICIDAD S.A.C”; la árbitra adoptó tal decisión luego de determinar
que no corresponde declarar la resolución del contrato de venta e instalación
de panel publicitario celebrado el dos de diciembre del dos mil trece, entre el
Instituto de Ciencias y Humanidades e Innova Publicidad Perú S.A.C., por
contener un plazo resolutorio y los efectos del acto jurídico cesaron al
vencimiento de dicho plazo como lo señala el artículo 178° del Código Civil.

DÉCIMO CUARTO: Al respecto, la árbitro expresó:


“Debemos tomar en cuenta en primer lugar que estamos ante un contrato
de prestaciones recíprocas por el cual Innova Publicidad Perú S.A.C. se
obliga a entregar en venta al Instituto de Ciencias y Humanidades un
panel publicitario ubicado en la avenida Carretera Central (Local de
Academias) - Ate Vitarte con medidas de 14.40 x 7.20 mts (ancho y alto)
con una altura libre de 13.50mts. teniendo vigencia el contrato desde el
dos de diciembre del dos mil trece al quince de enero del dos mil catorce,

13
Expediente N°2132-2008-PA/TC, f.13.
ϭϭ


y debiendo instalarse dicho panel publicitario ese mismo quince de enero
del dos mil catorce.

Tenemos así un contrato que contiene un plazo resolutorio del cual las
partes decidieron hacer depender los efectos del acto jurídico que
celebran por lo que los efectos del acto pactado cesaron al vencimiento de
dicho plazo como lo señala el artículo 178° del Cód igo Civil, en
consecuencia este contrato habría quedado resuelto el 15 de enero del
2014 según lo pactado por las partes, no correspondiendo en razón de ello
el declarar dicha resolución dentro de este proceso arbitral, por causa
imputable a Innova, todo ello en el caso que Innova no hubiera cumplido
con la contraprestación que le correspondía, es decir con la entrega e
instalación del panel publicitario” (subrayado es nuestro).

Agrega además:

“Sin embargo tenemos indicios en este proceso que nos lleva a la


convicción de que tanto Innova cumplió con la entrega del panel
publicitario como ICH con el pago que a este respecto le correspondía por
cuanto ICH no presenta prueba alguna de haber requerido y menos
intimado a Innova para el cumplimiento de su obligación, si ésta se daba,
ni recurrió prontamente a un proceso arbitral para hacer valer su
derecho…”14 (subrayado es nuestro).

DÉCIMO QUINTO: En efecto, ambas partes procesales celebraron contrato de


venta e instalación de panel publicitario con fecha dos de diciembre del dos mil
trece, corriente en copia certificada de fojas ochenta y siete a ochenta y nueve,
en cuya cuarta clausula se estableció: “La vigencia del presente contrato se
iniciará a partir del dos de diciembre del dos mil trece al quince de enero
del dos mil catorce, para el elemento publicitario mencionado en la
clausula tercera, el mismo que podrá ser prorrogado a solicitud simple del
cliente si fuese necesario”. Asimismo, en la quinta cláusula se pactó que la
fecha de instalación del elemento publicitario a que hace referencia la cláusula
tercera (panel publicitario –Unipolar- Sede Ate Vitarte) vencería el quince de
enero del dos mil trece.


14
Fojas 263-264 del expediente Arbitral.
ϭϮ


DÉCIMO SEXTO: Nos preguntamos si los fundamentos expuestos por la árbitro
responden al punto controvertido planteado (determinar si procede o no declarar
la resolución del contrato de venta), el que generó el primer punto resolutivo del
laudo, consideramos que no; puesto que en la vía arbitral se planteó la
resolución del contrato por incumplimiento de la prestación asumida por la
demandada Innova, a la luz de lo previsto en el artículo 1428° del Código Civil 15,
lo que fue plasmado como punto controvertido. Hay que tener en cuenta que no
es lo mismo el plazo resolutorio como modalidad del acto jurídico (artículo 178°
CC), que la resolución del contrato por incumplimiento (artículo 1428° CC). León
Barandiarán Hart de manera clara se refiere a ello citando a Lambías: “la
denominación plazo resolutorio es impropia, porque en la terminología jurídica,
la resolución borra lo ocurrido actuando retroactivamente a la fecha de
constitución del derecho; a diferencia del plazo, que no opera retraoctivamente
sino a partir de la fecha en que ocurre, dejando subsistir los efectos anteriores
del acto al cual accede16”.

DÉCIMO SÉPTIMO: Es de tenerse en cuenta que la fijación de puntos


controvertidos constituye el marco de actuación de los operadores jurídicos que
resuelven controversias, como los árbitros, de manera que los argumentos
fácticos y jurídicos expuestos debe versar respecto de ellos para llegar a la
decisión final; de lo contrario, se incurre en afectación al debido proceso y al
deber de motivar en forma debida, como lo acontecido en este extremo.

DÉCIMO OCTAVO: Es más, la árbitro señala que “tenemos indicios en este


proceso” que permiten lograr convicción de que ambas partes cumplieron con lo
debido; sin embargo, no precisa cuáles son esas situaciones o hechos que le
permitieron inferir que ambas partes cumplieron con las prestaciones asumidas
contractualmente. Si la árbitro utilizó prueba indirecta para llegar a tal
conclusión, debió precisar y explicar como “mínimo” ciertos elementos que el
Tribunal Constitucional considera: “el hecho base o hecho indiciario, que debe
estar plenamente probado (indicio); el hecho consecuencia o hecho indiciado, lo
que se trata de probar (…) [en este caso el cumplimiento de las prestaciones


15
Ver demanda arbitral, fojas 30-38 expediente judicial. Resumen de las posiciones de las partes y
cuestiones de pronunciamiento arbitral (o puntos controvertidos fijados) en el laudo.
16
León Barandiarán Hart, José. En: Código Civil Comentado por los 100 mejores especialistas. T.I,
Gaceta Jurídica, Lima, 2003, p.779.
ϭϯ


asumidas por ambas partes] y entre ellos, el enlace o razonamiento deductivo.
Este último, en tanto que conexión lógica entre los dos primeros debe ser
directo y preciso, pero además debe responder o sujetarse plenamente a las
reglas de la lógica, a las máximas de la experiencia o a los conocimientos
científicos”17.

DÉCIMO NOVENO: Evidentemente, la árbitro único no expuso cuál o cuáles


indicios la condujeron a lograr convicción del cumplimiento de las prestaciones
recíprocas, como que tampoco se cubrieron las exigencias establecidas en el
ámbito procesal destacadas por el Tribunal Constitucional; en consecuencia,
igualmente se incurrió en afectación al debido proceso y deber de debida
motivación en este extremo.

VIGÉSIMO: Asimismo, al resolver el segundo punto resolutivo del laudo arbitral:


“corresponde declarar la resolución del Contrato de Alquiler y Exhibición de
Material Publicitario por incumplimiento parcial imputable a INOVA PUBLICIDAD
S.A.C.”; la árbitro no explica en la parte considerativa del laudo, cuáles han sido
los elementos de juicio de los que se ha valido para considerar que Innova
Publicidad Perú S.A.C. solo incumplió parcialmente el referido contrato, pues
consideró que se instaló dos de los tres paneles contratados. Del texto de la
carta simple de fecha veinte de marzo del dos mil catorce18, que el gerente de
Innova Publicidad dirige al Instituto de Ciencias y Humanidades, de manera
clara se reconoce el incumplimiento del contrato de alquiler de paneles
publicitarios a instalarse en la UNI y UNMSM, tanto que se expresa disculpas y
se reconoce “una compensación por lo acontecido”.

VIGÉSIMO PRIMERO: Del contrato de exhibición y mantenimiento de publicidad


exterior, de fecha dos de diciembre del dos mil trece, que corre en copia
certificada de fojas noventa y uno a noventa y tres, en su tercera clausula se
acordó que Innova Publicidad Perú S.A.C. cede en arrendamiento a favor del
Instituto de Ciencias y Humanidades, asumiendo la instalación de la estructura y
colocación del material gráfico en los elementos publicitarios, a instalarse en: 1)
La avenida Túpac Amaru, San Martin de Porres (altura av. Habich).

2) La avenida Túpac Amaru, San Martin de Porres (altura av. Puerta 3 UNI).

17
Sentencia cit. Exp. N° 00728-2008-PHC/TC, f.26; ver además fundamentos 27-28.
18
Fojas 98 del expediente arbitral.
ϭϰ


3) Avenida Germán Amezaga, Lima (frente a la UNMSM).

En la quinta clausula del contrato se indica que la fecha de instalación de cada


uno de los paneles publicitarios sería el treinta de diciembre del dos mil trece;
sin embargo, conforme a la referida carta remitida por la contratista demandada
al demandante, la instalación se haría el quince de abril de dos mil catorce.

VIGÉSIMO SEGUNDO: Si bien Innova reconoce expresamente no haber


cumplido con el contrato en la fecha programada, también es verdad que no
señala si es en relación a los tres paneles contratados o a los dos que
consideró la juzgadora; quien al exponer sus fundamentos no ha considerado
los términos del contrato celebrado (alquiler de tres paneles, dos de ellos
ubicados en San Martín de Porres -Av. Habich y altura Puerta 3 de la UNI- y uno
ubicado frente a la UNMSM), como tampoco la carta notarial cursada el siete de
abril del dos mil catorce19 por el presidente del Consejo Directivo del referido
Instituto al gerente general de Innova Publicidad Perú SAC. y, mediante la cual
se le imputa no haber cumplido con la instalación de los tres referidos paneles,
optando “por resolver el contrato” y exigir la devolución de lo pagado.

VIGÉSIMO TERCERO: Este Colegiado advierte que no se llega a establecer de


manera clara y solvente el incumplimiento parcial y no total del contrato de
arrendamiento de paneles publicitarios; no basta que la árbitro indique “tenemos
evidencia de un incumplimiento parcial por parte de INNOVA cuando ésta pide
disculpas a ICH en su carta de 20 de Marzo de 2014 por la demora en la
instalación de DOS DE LOS TRES PANELES, a saber: uno en la Av. Túpac
Amaru, SMP (frente a la Pta.3 de la UNI, Universidad Nacional de Ingeniería) y
otro en la Av. Germán Amézaga (cerca de la UNMSM, Universidad Nacional
Mayor de San Marcos”, lo que implica que consideró haberse cumplido con el
alquiler del panel a colocarse en Avenida Túpac Amaru-San Martín de Porres
(altura Av. Habich), no obrando en autos guía de remisión o entrega o acta de
instalación del panel con la publicidad del Instituto demandante. Es propicio
además tener presente que, Innova en la vía arbitral no contestó la demanda,
no formuló alegatos, no informó; debiéndose considerar su conducta procesal.


19
Folios 27 del Expediente Arbitral.
ϭϱ


VIGÉSIMO CUARTO: Ante la insuficiente valoración probatoria, se ha afectado
el debido proceso y, asimismo el deber de motivar en forma debida, el segundo
punto resolutivo del laudo.
VIGÉSIMO QUINTO: Al resolver el tercer punto resolutivo del laudo arbitral, en
el extremo que la arbitro ha sostenido que el contrato de venta e instalación de
panel publicitario fue cumplido por ambas partes20, descuenta del monto pagado
por el demandante (US$117,823.00) la suma de cuarenta mil ciento veinte
dólares americanos (US$40,120.00), por la venta del panel, así como
veinticuatro mil setenta y dos 00/100 dólares (US$24,072.00) por cumplir con
instalar uno de los paneles publicitarios en alquiler, además se descuenta cinco
mil cuatrocientos ochenta y siete y 00/100 dólares americanos (US$5,487.00)
correspondiente a un banner, ordenándose que el demandado Innova solo
devuelva al demandante la suma de veinticuatro mil seiscientos cincuenta y tres
y 98/100 dólares americanos (US$24,653.98). El demandante alega que no
corresponde se le devuelva tal suma sino el monto total que entregó según
facturas que adjunta a fojas diecinueve, veinte y veintiuno, que hacen un total
de ciento diecisiete mil ochocientos veintitrés y 00/100 dólares americanos
(US$117,823.00).
VIGÉSIMO SEXTO: Al respecto se debe señalar que la arbitro consideró el
monto total de dinero entregado por el demandante, así como también valoró un
estado de cuenta presentado por el demandado, corriente de fojas doscientos
catorce a doscientos quince, que no estaba refrendado por ningún medio
probatorio. En consecuencia, se afectó el debido proceso y la motivación debida
en este extremo del laudo.
VIGÉSIMO SÉTIMO: Respecto al cuarto punto resolutivo que ordena que
Innova Publicidad S.A.C. debe pagar al Instituto de Ciencias y Humanidades por
concepto de indemnización por daños y perjuicios, el interés legal establecido
por el Banco Central del Reserva del Perú que devengue la suma de
veinticuatro mil seiscientos cincuenta y tres con 98/100 dólares americanos
(US$24,653.98), reconocidos en el tercer punto resolutivo del laudo, computado
a partir del veintinueve de abril del dos mil catorce.
El Instituto de Ciencias y Humanidades sostiene que la árbitro incurre en grave
error de interpretación normativa, pues una cosa es el derecho a percibir


20
Fojas 144 del Expediente Judicial - Laudo Arbitral.
ϭϲ


intereses legales que genera toda suma de dinero por el solo hecho de que
alguien haga uso de dinero ajeno y, otra muy distinta es el derecho a percibir
una indemnización por el incumplimiento de un contrato.
VIGESIMO OCTAVO: Es evidente nuevamente la arbitrariedad de la árbitro al
establecer las premisas sobre las cuales sostienen su conclusión, ya que parte
del análisis del artículo 1152° del Código Civil qu e establece: “en los casos
previstos en los artículos 1150° y 1151°, el acreed or también tiene derecho a
exigir el pago de la indemnización que corresponda”. Sin embargo, sostiene:

“En el presente caso, estando ante una obligación de dar suma de dinero
por parte de Innova a ICH como hemos señalado al resolver la tercera
cuestión materia de pronunciamiento arbitral, la reparación por el
incumplimiento de esta obligación reviste características singulares ya que
su monto es fijado por la entidad que la Ley señala, en este caso el Banco
Central de Reserva del Perú, estando la compensación integrada por los
daños y perjuicios moratorios, es decir, por los intereses de mora fijados
por tal entidad para resarcir el retraso en el cumplimiento de la obligación
siendo de aplicación al artículo 1324° del Código C ivil”.
Luego concluye,
“… que la indemnización solo sería superior en monto de haber pactado
las partes el resarcimiento del daño ulterior y de haber probado el
acreedor el haber sufrido tal daño en cuyo caso tendría derecho a una
reparación adicional de carácter compensatorio pero es el caso que en el
contrato de venta e instalación de panel publicitario suscrito entre ICH e
Innova no se pactó daño ulterior a favor de ICH por lo que no le
corresponde este resarcimiento”.
Finalmente, ordena que Innova Publicidad S.A.C. pague al Instituto de
Ciencias y Humanidades, por concepto de indemnización por daños y perjuicios
el interés legal establecido por el Banco Central del Reserva del Perú respecto
del monto de US$24,653.98 que ordenó pagar en el tercer punto resolutivo del
laudo.
VIGÉSIMO NOVENO: Este extremo del pronunciamiento de la árbitro refleja
nuevamente la carencia de una motivación adecuada en el laudo para justificar
la decisión que él contiene, puesto que una vez más expresa una premisa para

ϭϳ


justificar su razonamiento sin acompañarla de una motivación lógica-jurídica que
la justifique; es decir, sin explicar cómo así llega a la conclusión -en contra del
texto expreso del artículo 1152° del Código Civil a nalizado por ella– que la
indemnización comprende los intereses legales moratorios establecido en el
artículo 1324° del Código Civil. Es más, sus afirmaciones carecen
manifiestamente –según lo explicado en el párrafo anterior– de
correspondencia con lo que efectivamente ha ocurrido en la realidad,
incurriendo en una contradicción externa del razonamiento, que vicia de
igual modo la validez de lo resuelto; y convierte al laudo en un producto
de la arbitrariedad más que de la razón.
TRIGÉSIMO: La arbitro evidentemente obvia que en una indemnización por
responsabilidad contractual se debe evaluar la concurrencia de ciertos
elementos que se requieren para amparar la petición del Instituto demandante;
en ese sentido, debe verificar la existencia de una conducta antijurídica, que
es entendida como aquel comportamiento o conducta que no se ajusta a
Derecho, o se encuentra dentro del marco de lo ilícito o no permitido por el
ordenamiento jurídico; la existencia del daño causado, ya que si no hay daño
no hay nada que reparar, entendiéndose por daño la lesión o menoscabo a todo
interés jurídicamente protegido, que puede ser patrimonial o extrapatrimonial, en
este caso el Instituto solo pretende lucro cesante; luego, corresponde verificar la
relación de causalidad, esto es, que debe existir una relación de causa-efecto
o antecedente-consecuencia entre la conducta antijurídica (típica) del autor y el
daño causado a la víctima; finalmente, se establecerá el factor de atribución,
que en materia de responsabilidad civil contractual según el sistema subjetivo,
es la culpa (entiéndase dolo o culpa). Será entonces necesaria la concurrencia
de estos elementos para poder dar nacimiento a la obligación de indemnizar21.
Cabe señalar además, que el daño patrimonial (lucro cesante) alegado debe ser
quantificado y probado por el demandante; lo que no verificó la árbitro.

TRIGÉSIMO PRIMERO: Ya en repetidas ocasiones este Colegiado ha


expresado su reproche a los pronunciamientos –provengan estos de órganos
judiciales o arbitrales, por igual– adoptados sin respetar el derecho
constitucional que tienen las partes involucradas en la controversia, de recibir de


21
Taboada Córdova, Lizardo. Elementos de la Responsabilidad Civil. ed. 2ª, Grijley, Lima, 2003, p.32
ss.
ϭϴ


quien dirime el conflicto una motivación que justifique adecuadamente el porqué
de lo decidido. El respeto al derecho a la motivación de las resoluciones no
está dirigido a garantizar que la controversia sea resuelta en un determinado
sentido, ni implica un instrumento para calificar si el sentido de la decisión del
árbitro fue correcto o incorrecto; sino que, independientemente del sentido de la
solución adoptada, proscribe que ésta sea adoptada arbitrariamente, sin
expresar razones, o expresando unas que por carecer de correspondencia con
la lógica del razonamiento, deban ser calificadas más como excusas que como
verdadero sustento de lo resuelto.

TRIGÉSIMO SEGUNDO: En consecuencia, habiéndose determinado que el


laudo arbitral impugnado ha vulnerado el derecho al debido proceso del Instituto
de Ciencias y Humanidades, en su manifestación de derecho a la motivación
de las resoluciones, consagrado en el artículo 139° incisos 3 y 5 de la
Constitución, es necesario amparar los fundamentos expuesto por dicha entidad
en este extremo de su recurso.

b. Sobre la segunda causal alegada (literal d):

TRIGÉSIMO TERCERO: De acuerdo al artículo 63º, inciso 1, literal d), del


Decreto Legislativo Nº 1071, un laudo arbitral podrá ser anulado cuando la
parte que lo solicite alegue y pruebe: “Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre
materias no sometidas a su decisión”.

Esta causal de invalidez de laudos arbitrales está claramente destinada a


sancionar a aquellos pronunciamientos adoptados por árbitros sobre
asuntos que nunca hubieran sido sometidos a su competencia por los
sujetos involucrados en ellos. Esto porque según el diseño adoptado en
nuestra ley, el arbitraje, como medio alternativo de solución de conflictos, tiene
por regla general, un sustento eminentemente consensual; siendo necesario
que las propias partes involucradas en el conflicto de intereses renuncien a la
jurisdicción estatal y se sometan voluntariamente a la competencia de un
particular para la solución del conflicto.

ϭϵ


De este modo, en atención a esta causal, cualquier laudo que contenga una
materia que las partes no hubieran sometido a la competencia de los árbitros,
más allá de las posibilidades que estos tengan de resolverlas, será declarado
nulo.

TRIGÉSIMO CUARTO: En este caso, el Instituto de Ciencias y Humanidades


alega que la árbitro en las páginas once y doce del laudo arbitral sostiene que el
Instituto de Ciencias y Humanidades falta a la verdad y realiza un recuento de
hechos en los que se refiere que ha tenido una actitud mentirosa en el proceso
arbitral; por lo que pide se excluya dichas expresiones denigrantes contra el
Instituto de Ciencias y Humanidades; en consecuencia, sostiene que por esa
causa, se ha producido un pronunciamiento de la árbitro sobre materias que no
fueron sometidas a su decisión.

No obstante, no es difícil apreciar que la argumentación del Instituto de Ciencias


y Humanidades en este extremo de su recurso de anulación carece de sustento,
ya que lo que busca esta causal es identificar los casos en los que ha existido
una decisión arbitral sobre un asunto que nunca fue sometido a la competencia
de los árbitros, y esto no ha ocurrido en el caso de autos; pues, lo que ha
efectuado la árbitro en el laudo es analizar las conductas procesales de ambas
partes procesales22 y, respecto al Instituto de Ciencias y Humanidades hizo
referencia a los puntos en los que considera que faltó a la verdad.

El hecho de que la árbitro haya redactado el laudo analizando las conductas


procesales de las partes y que haya precisado que el Instituto de Ciencias y
Humanidades faltó a la verdad en ciertos aspectos, no es más que un acápite
de la estructura del laudo y, ello no no lo convierte en una resolución extrapetita.

Consecuentemente, este extremo demandado invocando la causal d) del


artículo 63°.1 de la Ley de Arbitraje se desestima.

Finalmente,

TRIGÉSIMO QUINTO: En consecuencia, habiéndose analizado el aspecto


externo del cuestionado laudo emitido, sin entrar al fondo de la controversia, de
conformidad con el artículo 62.2 de la Ley y, atendiendo a lo establecido en el


22
Ver folio 109 del Expediente Judicial.
ϮϬ


artículo 56.1 de la Ley de Arbitraje, se ha incurrido en la causal de anulación de
laudo prevista en el artículo 63.1 literal b) del Decreto Legislativo N°1071, por lo
que se estima la demanda en parte.

Por estas consideraciones;


SE RESUELVE:

DECLARAR: FUNDADO el recurso de anulación parcial del laudo arbitral; por


consiguiente, se declara la INVALIDEZ del laudo de fecha dieciocho de junio
del año dos mil quince, contenido en la resolución número diecisiete, en sus
puntos resolutivos primero, segundo, tercero y cuarto y, ORDENARON al
Árbitro Único expedir nuevo laudo arbitral conforme a lo detallado en las
consideraciones precedentes; consecuentemente, VÁLIDO el laudo arbitral en
su quinto punto resolutivo e INFUNDADA la demanda respecto de la causal “d”
contenida en el artículo 63°.1 de la Ley de Arbitra je; con costas y costos
procesales.
S.S.

ROSSELL MERCADO ARRIOLA ESPINO

RIVERA GAMBOA

Ϯϭ




&RUWH6XSHULRUGH-XVWLFLDGH/LPD
6HJXQGD6DOD&LYLO6XEHVSHFLDOL]DGDHQ0DWHULD&RPHUFLDO
BBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBB

La empresa Jack López Ingenieros S.A.C. postuló la demanda, exigiendo un derecho


patrimonial cuyo acreedor sería el señor Jack López Acuña, persona natural diferente de
la persona jurídica mencionada, es el caso que en el laudo o durante el arbitraje no se
expresó razón o fundamento que justifique que dicha empresa tenía legitimidad para
obrar, para exigir el pago de la prestación patrimonial, incurriéndose de ese modo en
causal de anulación prevista en el literal b) del numeral 1 del artículo 65 del Decreto
Legislativo N° 1071.

(;3(',(17(1ƒ

'HPDQGDQWH  &/27+266/
'HPDQGDGRV  -$&./23(=,1*(1,(5266$&\(678',26
352<(&726 < 3/$1,),&$&,Ð1 6$ (3<36$
68&856$/'(/3(5Ô
0DWHULD  $18/$&,Ð1'(/$8'2$5%,75$/

5(62/8&,Ð11ƒ',(=
0LUDIORUHVVHLVGHMXQLRGHGRVPLOGLHFLVLHWH
9,6726
2%-(72'(/5(&8562
(V PDWHULD GH SURQXQFLDPLHQWR OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR
$UELWUDO LQWHUSXHVWR SRU &/27+26 6/ FRQWUD HO /DXGR $UELWUDO
FRQWHQLGRHQODUHVROXFLyQ1ƒGHIHFKDGHPD\RGHHPLWLGR
SRU HO ÉUELWUR ÔQLFR )UDQ] .XQGPXOOHU &DPLQLWL HQ HO SURFHVR DUELWUDO
VHJXLGR SRU -$&. /23(= ,1*(1,(526 6$& FRQWUD &/27+26 6/ \
(678',26 352<(&726 < 3/$1,),&$&,Ð1 6$ (3<36$ 68&856$/
'(/3(5Ô
,QWHUYLHQHFRPRPDJLVWUDGRSRQHQWHHO6U5RVVHOO0HUFDGR
)81'$0(1726'(/$'(0$1'$
&DXVDOHV GH DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO \ IXQGDPHQWDFLyQ
LQYRFDGRVSRU&/27+266/

-1-
&$86$/%
&RQHOHVFULWRGHGHPDQGDGHIROLRVDVXEVDQDGRDIROLRVD
 HO GHPDQGDQWH &/27+26 6/ HQ DGHODQWH &/27+26  VROLFLWD OD
DQXODFLyQGHO/DXGR$UELWUDOGH'HUHFKRH[SHGLGRSRU5HVROXFLyQ1ƒ
SRUODFDXVDOGHDQXODFLyQSUHYLVWDHQHODUWtFXORQXPHUDO LQFLVR
E GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ
&/27+26LQYRFDHQVXHVFULWRGHGHPDQGDFRPRKHFKRVUHOHYDQWHVORV
VLJXLHQWHV
L4XHHOODXGRDUELWUDOKDVLGRHPLWLGRYXOQHUDQGRHOGHELGRSURFHVRHQ
VX GLPHQVLyQ GH OD GHELGD PRWLYDFLyQ \D TXH -/,6$& >UHILULpQGRVH D OD
HPSUHVD -DFN /ySH] ,QJHQLHURV 6$&@ VROLFLWy FRPR RFWDYD SUHWHQVLyQ
GH VX GHPDQGD TXH VH FXPSOLHUD FRQ OD HMHFXFLyQ GHO FRPSURPLVR
QRWDULDO GH IHFKD  GH PDU]R GH  VHJ~Q HO FXDO VHJ~Q -/,6$& HO
&RQVRUFLR DGHXGDUtD 6  DO VHxRU -DFN /ySH] $FXxD
SUHWHQVLyQTXHIXHILMDGDFRPRRFWDYRSXQWRFRQWURYHUWLGRVLQHPEDUJR
HQ HO RFWDYR SXQWR UHVROXWRULR GHO ODXGR VH RUGHQy TXH VRODPHQWH
&/27+26 \ (3<36$ HQ OXJDU GHO &RQVRUFLR SDJDUDQ OD VXPD GH 6
 QR DO VHxRU -DFN /ySH] $FXxD VLQR D -/,6$& D OD SDUWH
GHPDQGDQWH  PRGLILFDQGR DVt ODV SUHWHQVLRQHV GHO GHPDQGDQWH \ ORV
SXQWRV FRQWURYHUWLGRV OR FXDO GHQRWD YXOQHUDFLyQ GHO SULQFLSLR GH
FRQJUXHQFLD
LL 4XH QR H[LVWH PRWLYDFLyQ TXH H[SOLTXH SRU TXp VH KD RUGHQDGR
~QLFDPHQWHD&/27+26\(3<36$HOSDJRGHVXPDGH6
DGHXGDGR DO VHxRU -DFN /ySH] \ VH KD H[RQHUDGR GHO SDJR D -/,6$&
FXDQGR HO FRPSURPLVR IXH DVXPLGR SRU HO &RQVRUFLR TXH HVWXYR
LQWHJUDGR SRU ODV WUHV HPSUHVDV SRU OR TXH GHELy VHU DVXPLGR SRU ODV
PHQFLRQDGDVHPSUHVDV
LLL4XHQRVHKDPRWLYDGRSRUTXpH[LVWLUtDLGHQWLGDGHQWUH-/,6$&\HODO
VHxRU -DFN /ySH] HV GHFLU HQWUH XQD SHUVRQD MXUtGLFD \ XQD SHUVRQD
QDWXUDOSXHVSDUDHPLWLUVHHORFWDYRSXQWRUHVROXWRULRVHGHELyMXVWLILFDU
GHIRUPDFODUD\SUHFLVDODUD]yQSRUODFXDO-/,6$&SRGtDH[LJLUHOSDJR
GH XQD REOLJDFLyQ FX\R DFUHHGRU HUD RWUR VXMHWR GH GHUHFKR $ HOOR GHEH
WHQHUVH HQ FXHQWD DGHPiV TXH HVWD VLWXDFLyQ IXH GHQXQFLDGD DO
FRQWHVWDUVHODGHPDQGD\GXUDQWHWRGRHOSURFHVRSHURHOÉUELWURÔQLFR
QRRIUHFLyH[SOLFDFLyQTXHSHUPLWDHQWHQGHUHVWDVLWXDFLyQ
LY4XHHOVHxRU-DFN/ySH]QXQFDIXHQRWLILFDGRFRQDOJXQDUHVROXFLyQ
HPLWLGD HQ HO DUELWUDMH QL WDPSRFR HO ÉUELWUR ÔQLFR OR LQFRUSRUy DO
SURFHVR DUELWUDO SHVH D TXH SXGR KDFHUOR HQ PpULWR DO DUWtFXOR  GH OD
OH\ GH DUELWUDMH VLQ HPEDUJR HO ODXGR QR H[LVWH PRWLYDFLyQ GH VX

-2-
LQFRUSRUDFLyQDOSURFHVRDUELWUDO\SRUTXpVHIDOOyRUGHQDQGRHOSDJRGH
XQD REOLJDFLyQ TXH VHJ~Q HO PLVPR ODXGR &/27+26 \ (3<36$
PDQWHQtDQIUHQWHDOVHxRU-DFN/ySH]TXLHQQRIXHSDUWHGHOSURFHVR
75$0,7('(/352&(62
0HGLDQWH 5HVROXFLyQ 1ƒ  HO  GH VHWLHPEUH GH  GH IROLRV  D
 VH UHVROYLy DGPLWLU D WUiPLWH OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR
$UELWUDO LQWHUSXHVWD SRU &/27+26 SRU OD FDXVDO FRQWHPSODGD HQ HO
OLWHUDOE GHODUWtFXORƒGHOD/H\GH$UELWUDMH
0HGLDQWH 5HVROXFLyQ 1ƒ  GHO  GH IHEUHUR GH  GH IROLRV  D
 VH GHFODUy UHEHOGH D ORV GHPDQGDGRV -$&. /Ð3(= ,1*(1,(526
6$& \ (678',26 352<(&726 < 3/$1,),&$&,Ð1 62&,('$'
$1Ð1,0$(3<36$68&856$/'(/3(5Ô HQDGHODQWH(3<36$ 
&216,'(5$1'2
)81'$0(1726'((67$6$/$683(5,25
35,0(52  'HEHPRV DQRWDU TXH GH FRQIRUPLGDG FRQ ODV GLVSRVLFLRQHV
OHJDOHVSUHYLVWDVHQHODUWtFXORLQFLVR\GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ
 ² /H\ GH $UELWUDMH VH KDELOLWD HO FRQWURO MXGLFLDO GH ORV ODXGRV
DUELWUDOHVHQODPHGLGDTXHODVFDXVDOHVTXHIXQGDPHQWDQHOUHFXUVRVH
HQFXHQWUHQ SUHYLVWDV WD[DWLYDPHQWH HQ HO DUWtFXOR  GH OD UHIHULGD
QRUPD(VWDQRUPDOHJDOVHxDODH[SUHVDPHQWHTXH&RQWUDHOODXGRVyOR
SRGUi LQWHUSRQHUVH UHFXUVR GH DQXODFLyQ (VWH UHFXUVR FRQVWLWX\H OD
~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR \ WLHQH SRU REMHWR OD UHYLVLyQ GH VX
YDOLGH]SRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWtFXOR(O
UHFXUVRVHUHVXHOYHGHFODUDQGRODYDOLGH]RODQXOLGDGGHOODXGR
6(*81'2  'H DFXHUGR D HOOR GHEHPRV DQRWDU TXH HO UHFXUVR GH
DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO WLHQH SRU REMHWR UHYLVDU ~QLFDPHQWH OD
YDOLGH] GHO ODXGR FRQWUROiQGRVH HO FXPSOLPLHQWR GH ODV H[LJHQFLDV
OHJDOHV VLQ HQWUDU D YDORUDU HO DFLHUWR R GHVDFLHUWR GH OR GHFLGLGR HV
GHFLU HO yUJDQR MXULVGLFFLRQDO VH HQFXHQWUD OLPLWDGR D UHYLVDU VyOR OD
IRUPD QR SXGLHQGR LQJUHVDU DO DQiOLVLV GH IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD
VRPHWLGDDDUELWUDMH
7(5&(52  (Q HO SUHVHQWH SURFHVR OD GHPDQGDQWH KD LQYRFDGR ODV
FDXVDOHV FRQWHQLGDV HQ ORV OLWHUDOHV E  GHO DUWtFXOR  GH OD /H\ GH
$UELWUDMH VHxDODQGR TXH VH KD HPLWLGR HO ODXGR DUELWUDO YXOQHUDQGR HO
GHUHFKR D XQD GHELGD PRWLYDFLyQ \D TXH QR VH H[SXVLHURQ ODV UD]RQHV
SRU ODV FXDOHV VH GHFODUD IXQGDGD ODV RFWDYD SUHWHQVLyQ GH OD GHPDQGD
DUELWUDORUGHQiQGRVHHOSDJRDXQDSHUVRQDTXHQRIXHSDUWHGHOSURFHVR
DUELWUDO $Vt PLVPR DO HPLWLUVH HO RFWDYR SXQWR UHVROXWLYR GHO ODXGR VH

-3-
KD PRGLILFDGR ODV SUHWHQVLRQHV GHO GHPDQGDQWH \ ORV SXQWRV
FRQWURYHUWLGRV WRGR OR FXDO GHQRWD YXOQHUDFLyQ GHO SULQFLSLR GH
FRQJUXHQFLD
&8$572  (O LQFLVR E  GHO QXPHUDO   GHO $UWtFXOR ƒ GHO 'HFUHWR
/HJLVODWLYR1ƒUHJXODTXHHO/DXGRVyORSRGUiVHUDQXODGRFXDQGR
VH DOHJXH \ SUXHEH ´E 4XH XQD GH ODV SDUWHV QR KD VLGR GHELGDPHQWH
QRWLILFDGDGHOQRPEUDPLHQWRGHXQiUELWURRGHODVDFWXDFLRQHVDUELWUDOHV
R QR KD SRGLGR SRU FXDOTXLHU RWUD UD]yQ KDFHU YDOHU VXV GHUHFKRVµ /D
FDXVDOLQYRFDGDDOUHIHULUVHDODLPSRVLELOLGDGGHDOJXQDGHODVSDUWHVGH
KDFHU YDOHU VXV GHUHFKRV VH HQPDUFD GHQWUR GH OD SURWHFFLyQ GH ORV
GHUHFKRVFRQVWLWXFLRQDOHVSDUWLFXODUPHQWHHOGHUHFKRDOGHELGRSURFHVR
(Q HVH VHQWLGR FRPR KD TXHGDGR UHLWHUDGDPHQWH HVWDEOHFLGR SRU OD
FDVXtVWLFD\MXULVSUXGHQFLDGHODV6DODV&RPHUFLDOHVGHOD&RUWH6XSHULRU
GH-XVWLFLDGH/LPDHOGHUHFKRDODPRWLYDFLyQVHHQFXHQWUDGHQWURGHOD
FREHUWXUDGHOFRQWUROMXGLFLDOGHYDOLGH]GHOODXGRSRUYtDGHOUHFXUVRGH
DQXODFLyQSUHYLVWRSRUOD/H\GH$UELWUDMHFRQEDVHHQGLFKDFDXVDOE 
48,172'HEHDQRWDUVHTXHHQPXFKDVRFDVLRQHVORVFXHVWLRQDPLHQWRV
DO ODXGR DUELWUDO VH SUHVHQWDQ EDMRV VXEWHUIXJLRV FRQFHUQLHQWHV D XQD
LQGHELGD PRWLYDFLyQ FXDQGR OR TXH HQ UHDOLGDG FXHVWLRQD OD SDUWH HV HO
IRQGR GH OR GHFLGLGR SRU HO iUELWUR $Vt EDMR HO DUJXPHQWR GH XQD
SUHVXQWD LQGHELGD PRWLYDFLyQ VH SODQWHD HQ UHDOLGDG OD SRVLELOLGDG GH
UHYLVLyQ SRU HO yUJDQR MXULVGLFFLRQDO GHO ODXGR DUELWUDO $O UHVSHFWR OD
GRFWULQDKDVHxDODGRORVLJXLHQWH
ŽŶƐŝĚĞƌĂŵŽƐ ƋƵĞ Ğů ĚĞďĞƌ ĚĞ ŵŽƚŝǀĂƌ ŝŵƉůŝĐĂ ŝŶĐůƵŝƌ ƵŶĂ ŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ LJ ŶŽ ĚĂƌůĞ ƵŶĂ ĐĂůŝĚĂĚ
ĚĞƚĞƌŵŝŶĂĚĂ Ă ůĂ ŵŝƐŵĂ͕ ƐĂůǀŽ͕ ĐůĂƌŽ ĞƐƚĄ͕ ƵŶ ĂĐƵĞƌĚŽĚŝƐƚŝŶƚŽ ĞŶƚƌĞ ůĂƐ ƉĂƌƚĞƐ͕ ƐĞĂ ĚĞŵĂŶĞƌĂ
ĚŝƌĞĐƚĂŽĂƚƌĂǀĠƐĚĞůƐŽŵĞƚŝŵŝĞŶƚŽĂƵŶZĞŐůĂŵĞŶƚŽƌďŝƚƌĂůƋƵĞĂƐşůŽĞdžŝũĂ͘ůĂƌƚşĐƵůŽϲϮΣĚĞůĂ
>ĞLJ ƌďŝƚƌĂů ĐůĂƌĂŵĞŶƚĞ ŝŶĚŝĐĂ ƋƵĞ ůŽƐ ũƵĞĐĞƐ ŶŽ ƉƵĞĚĞŶ ƌĞǀŝƐĂƌ ůĂ ĐĂůŝĚĂĚ ĚĞ ůĂ ŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ Ŷŝ
ĐĂůŝĨŝĐĂƌůĂŵŝƐŵĂƉŽƌůĂǀşĂĚĞĂŶƵůĂĐŝſŶ͘WĞƌŽĐŽŵŽĞƐƚĄƌĞĚĂĐƚĂĚĂůĂŶŽƌŵĂŶŽĐŝĞƌƌĂĞůĐĂŵŝŶŽ
ĂƋƵĞĞů:ƵĞnjĚĞĨŝŶĂůĂĞdžŝƐƚĞŶĐŝĂĚĞƵŶĂŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ͕ƐŝŶĞŶƚƌĂƌĂĐĂůŝĨŝĐĂƌůĂƐďŽŶĚĂĚĞƐŽĚĞĨĞĐƚŽƐ
ĚĞůĂŵŝƐŵĂ͘ŝĐŚŽĚĞŽƚƌĂŵĂŶĞƌĂ͕ĞůũƵĞnjƉƵĞĚĞǀĞƌĚĞĨƵĞƌĂƐŝůĂŵŽƚŝǀĂĐŝſŶĞdžŝƐƚĞ͕ƉĞƌŽŶŽ
ƉƵĞĚĞ ǀĞƌ ůĂ ŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ ĚĞƐĚĞ ĚĞŶƚƌŽ LJ ĐĂůŝĨŝĐĂƌ Ɛŝ ĞƐ ĂĚĞĐƵĂĚĂ͘ Ğ ĞƐĂ ŵĂŶĞƌĂ ƐĞ ĚĂ ƉůĞŶŽ
ƐĞŶƚŝĚŽĂƵŶĂŶŽƌŵĂĐŽŵŽĞůĂƌƚşĐƵůŽϱϲΣƋƵĞŽďůŝŐĂĂŵŽƚŝǀĂƌLJĂŽƚƌĂŶŽƌŵĂĐŽŵŽĞůĂƌƚşĐƵůŽ
ϲϮΣ ƋƵĞ ƉƌŽŚşďĞ Ăů ũƵĞnj ƌĞǀŝƐĂƌ ůĂ ŵŽƚŝǀĂĐŝſŶ͘ ŽŵŽ ĚŝũŝŵŽƐ Ğů ĂƌƚşĐƵůŽ ϲϮΣ ƉƌĞƐĞƌǀĂ ƋƵĞ ůĂƐ
ĂŶƵůĂĐŝŽŶĞƐ ŶŽ ƐĞ ĐŽŶǀŝĞƌƚĂŶ ĞŶ ĂƉĞůĂĐŝŽŶĞƐ͘ >Ă ŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶ ƋƵĞ ƐŽƐƚĞŶĞŵŽƐ ĐƵŝĚĂ ƋƵĞ ĞƐŽ
ƐĞĂĂƐş͘ϭ
6(;72  3RU FRQVLJXLHQWH FXDQGR GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ VH DGYLHUWD
XQ FXHVWLRQDPLHQWR DO UD]RQDPLHQWR LQWUtQVHFR GHO iUELWUR UHVSHFWR GHO
IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD DQDOL]DGD GLFKR UHFXUVR GHPDQGD  VHUi
GHFODUDGR LQIXQGDGR SXHV QR H[LVWH HVSDFLR HQ HVWH SURFHVR MXGLFLDO GH
DQXODFLyQGHODXGRSDUDSURQXQFLDUVHVREUHHOIRQGRGHODFRQWURYHUVLDR
VREUH HO FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ DVt FRPR SDUD UHYLVDU ORV FULWHULRV R
PRWLYDFLRQHV GHO iUELWUR H[SXHVWRV HQ HO ODXGR DUELWUDO FRQIRUPH D OR
1
0,1, ,$2&)  =NHKOU2))/!$,+7)"0 HBNA@K KIAJP=NEKO=H=)AU-ANQ=J=@AN>EPN=FA 1KIK&& L
U

-4-
SUHVFULWRSRUHODUWtFXORLQFLVRGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ
3RU FX\D UD]yQ FRUUHVSRQGH UHYLVDU ORV IXQGDPHQWRV GH OD GHPDQGD
LQWHUSXHVWD SRU HO &RQVRUFLR \ VL pVWDV UHDOPHQWH HYLGHQFLDQ XQD
YXOQHUDFLyQ DO GHUHFKR GH PRWLYDFLyQ R HQ UHDOLGDG SUHWHQGHQ XQ
SURQXQFLDPLHQWRVREUHHOIRQGRGHORGHFLGLGRHQHODUELWUDMH
'(6$552//2'(/$&$86$/%
6e7,02$EVROYLHQGRODDOHJDFLyQVHxDODGDFRPRtWHPL VHDSUHFLDTXH
HQ HO FDVR PDWHULD GH DXWRV -DFN /ySH] ,QJHQLHURV 6$& LQWHUSXVR
GHPDQGDDUELWUDODQWHHO&HQWURGH$UELWUDMHGHOD3RQWLILFD8QLYHUVLGDG
&DWyOLFDGHO3HU~VHxDODQGRHQWUHRWUDVSUHWHQVLRQHVODVLJXLHQWH
͞Ϯ͘ϭ WĞƚŝĐŝŽŶŽ ƋƵĞ ůĂƐ ĞŵƉƌĞƐĂƐ ĚĞŵĂŶĚĂĚĂƐ Ă ƚƌĂǀĠƐ ĚĞ ƐƵƐ ƌĞƉƌĞƐĞŶƚĂŶƚĞƐ ĞŶ Ğů ĐŽŵŝƚĠ ĚĞ
ŐĞƌĞŶĐŝĂ͕ ĐƵŵƉůĂŶ ĐŽŶ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞů ĂĐƵĞƌĚŽ ĚĞ ĨĞĐŚĂ ϲ ĚĞ ŵĂƌnjŽ ĚĞ ϮϬϭϯ͕ ƉŽƌ Ğů ĐƵĂů Ğů
ŽŶƐŽƌĐŝŽƌĞĐŽŶŽĐĞƌşĂĂů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂ͕ƵŶŚŽŶŽƌĂƌŝŽĚĞ^ͬ͘ϮDzϬϬϬ͕ϬϬϬ͘ϬϬ;ŽƐŵŝůůŽŶĞƐ
ĚĞ ƐŽůĞƐͿ ƉŽƌ ůŽƐ ƐĞƌǀŝĐŝŽƐ ĚĞ ĞůĂďŽƌĂĐŝſŶ ĚĞů ĚŝƐĞŹŽ ĞƐƚƌƵĐƚƵƌĂů ĚĞů ƉƵĞŶƚĞ ĚĞů ZşŽ Śŝůŝ
;ĐŽŵƉŽŶĞŶƚĞϭĚĞůƉƌŽLJĞĐƚŽ͟
>6XEUD\DGRDJUHJDGR@
$O FRQWHVWDU OD GHPDQGD (3<36$ \ &/27+26 GHQXQFLDURQ OD IDOWD GH
FRUUHVSRQGHQFLD HQWUH HO DFUHHGRU GH OD REOLJDFLyQ \ HO GHPDQGDQWH
VHxDODQGRORVLJXLHQWH
͞ĞůĂĐƌĞĞĚŽƌ͞ĚĞůĂŽďůŝŐĂĐŝſŶĂůƵĚŝĚĂ;Ğů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂͿLJĞůĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞĚĞůĂŵŝƐŵĂ;ůĂ
ĞŵƉƌĞƐĂ :ĂĐŬ >ſƉĞnj /ŶŐĞŶŝĞƌŽƐ ^Ϳ ŚĂĐĞ ŝŶǀŝĂďůĞ ĐƵĂůƋƵŝĞƌ ƉƌĞƚĞŶƐŝſŶ ĞŶ ĞƐĞ ƐĞŶƚŝĚŽ͕ ƉƵĞƐ
ƌĞƐƵůƚĂ ŵĂŶŝĨŝĞƐƚĂŵĞŶƚĞ ŝŵƉƌŽĐĞĚĞŶƚĞ Ăů ŶŽ ĞdžŝƐƚŝƌ ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞŶĐŝĂ ĞŶƚƌĞ ůĂ ƌĞůĂĐŝſŶ ũƵƌşĚŝĐĂ
ŵĂƚĞƌŝĂůLJůĂƌĞůĂĐŝſŶũƵƌşĚŝĐĂƉƌŽĐĞƐĂůĞƐƚĂďůĞĐŝĚĂ͘͟
>1HJULWDDJUHJDGD@
$VtPLVPRHQOD$XGLHQFLDGHILMDFLyQGHSXQWRVFRQWURYHUWLGRVOOHYDGDD
FDER FRQ IHFKD  GH VHWLHPEUH GH  HO ÉUELWUR ÔQLFR VHxDOy FRPR
RFWDYRSXQWRFRQWURYHUWLGRORVLJXLHQWH
KĐƚĂǀŽWƵŶƚŽŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͗ĞƚĞƌŵŝŶĂƌƐŝĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞŽŶŽƋƵĞĞůƌďŝƚƌŽjŶŝĐŽŽƌĚĞŶĞƋƵĞ
ůĂƐ ĞŵƉƌĞƐĂƐ ĚĞŵĂŶĚĂĚĂƐ ĐƵŵƉůĂŶ ĐŽŶ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞů ĂĐƵĞƌĚŽ ĚĞ ĨĞĐŚĂ ϬϲͬϬϯͬϮϬϭϯ͕ ƉŽƌ Ğů
ĐƵĂůĞůŽŶƐŽƌĐŝŽƌĞĐŽŶŽĐĞƌşĂĂů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂƵŶŚŽŶŽƌĂƌŝŽĚĞ^ͬϮDzϬϬϬ͕ϬϬϬ͘ϬϬƉŽƌůŽƐ
ƐĞƌǀŝĐŝŽƐĚĞĞůĂďŽƌĂĐŝſŶĚĞůĚŝƐĞŹŽĞƐƚƌƵĐƚƵƌĂůĚĞůƉƵĞŶƚĞƐŽďƌĞĞůZşŽŚŝůŝ;ŽŵƉŽŶĞŶƚĞϭĚĞů
ƉƌŽLJĞĐƚŽͿƉƌĞƐƚĂĐŝſŶƋƵĞŚĂďƌşĂĐƵŵƉůŝĚŽĐŽŶĞũĞĐƵƚĂƌ͘
>6XEUD\DGRDJUHJDGR@
/XHJR HQ OD $XGLHQFLD GH ,OXVWUDFLyQ OOHYDGD D FDER FRQ IHFKD  GH
QRYLHPEUH GH  HO DERJDGR GH OD SDUWH GHPDQGDGD VHxDOy H[LVWtDQ
WUHV UD]RQHV SDUD VXVWHQWDU OD IDOWD GH UD]yQ SRU SDUWH GH OD HPSUHVD
-DFN/ySH],QJHQLHURV6$&UHVSHFWRGHVXSUHWHQVLyQGH SDJR\HQWUH
HOODV ´8QDUD]yQSURFHVDOODIDOWDGHFRUUHVSRQGHQFLDHQWUHHOVXSXHVWRDFUHHGRU
GHODREOLJDFLyQ\HOGHPDQGDQWHGHOSUHVHQWHSURFHVRµ


#KHEKO=@AHATLA@EAJPA=N>EPN=H

#KHEKO=@AHATLA@EAJPA=N>EPN=H
4
QU==?P=K>N=@ABKHEKO=@AHATLA@EAJPA=N>EPN=H
5
QU==?P=K>N=@ABKHEKO=@AHATLA@EAJPA=N>EPN=H

-5-
3RVWHULRUPHQWHHQVXHVFULWRGHDOHJDWRVILQDOHVGHIHFKDGHMXQLRGH
ODVGHPDQGDGDVVHxDODURQQXHYDPHQWHORVLJXLHQWH ´3RUORWDQWROD
IDOWD GHFRUUHVSRQGHQFLDHQWUH´HODFUHHGRUµGHODREOLJDFLyQ DOXGLGD HO ,QJ -DFN
/ySH]$FXxD \HOGHPDQGDQWHGHODPLVPD ODHPSUHVD-DFN/ySH],QJHQLHURV
6$&  KDFH LQYLDEOH FXDOTXLHU SUHWHQVLyQ HQ HVH VHQWLGR SXHV UHVXOWD
PDQLILHVWDPHQWHLPSURFHGHQWHDOQRH[LVWLUFRUUHVSRQGHQFLDHQWUHODUHODFLyQMXUtGLFD
PDWHULDO\ODUHODFLyQMXUtGLFDSURFHVDOHVWDEOHFLGDµ

)LQDOPHQWH DO HPLWLUVH HO ODXGR DUELWUDO UHVSHFWR GHO RFWDYR SXQWR
FRQWURYHUWLGRHQPHQFLyQVHUHVROYLyORVLJXLHQWH
>h
;͙Ϳ
ϴ͘ >ZEK &hE > Kds WZdE^/ME͖ ŽƌĚĞŶĂŶĚŽ ƋƵĞ ůĂƐ ĞŵƉƌĞƐĂƐ
ĚĞŵĂŶĚĂĚĂƐ  ĐƵŵƉůĂŶ ĐŽŶ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞů ĂĐƵĞƌĚŽ ĚĞ ĨĞĐŚĂ ϬϲͬϬϯͬϭϯ ƉŽƌ Ğů ĐƵĂů Ğů
ŽŶƐŽƌĐŝŽ ƌĞĐŽŶŽĐĞƌşĂ Ă ůĂ ƉĂƌƚĞ ĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞ ƵŶ ŚŽŶŽƌĂƌŝŽ ĚĞ ^ͬ ϮDzϬϬϬ͕ϬϬϬ͘ϬϬ͘Ͳ ƉŽƌ ůŽƐ
ƐĞƌǀŝĐŝŽƐĚĞĞůĂďŽƌĂĐŝſŶĚĞůĚŝƐĞŹŽĞƐƚƌƵĐƚƵƌĂůĚĞůƉƵĞŶƚĞƐŽďƌĞĞůZşŽŚŝůŝ;ĐŽŵƉŽŶĞŶƚĞϭĚĞů
ƉƌŽLJĞĐƚŽͿƉƌĞƐƚĂĐŝſŶƋƵĞŚĂĐƵŵƉůŝĚŽĐŽŶĞũĞĐƵƚĂƌ͘
2&7$92 'HODSiJLQDDGHOODXGRDUELWUDOHQHOFXDOVHHQFXHQWUDODV
FRQVLGHUDFLRQHVUHVSHWRDORFWDYRSXQWRFRQWURYHUWLGRHOÉUELWURÔQLFRVHxDOy
ORVLJXLHQWH
ϴϯ͘ ƐŝŵŝƐŵŽ ĞŶ ĐƵĞŶƚŽ Ăů ŽĐƚĂǀŽ ƉƵŶƚŽ ĐŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ͕ ĐĂďĞ ƚĞŶĞƌ ĞŶ ĐƵĞŶƚĂ ƋƵĞ ĞŶ ĨŽƌŵĂ
ĐŽŝŶĐŝĚĞŶƚĞĐŽŶůĂĨŝƌŵĂĚĞůĐŽŶƚƌĂƚŽĚĞŽŶƐŽƌĐŝŽ͕ŵĞĚŝĂŶƚĞĚŽĐƵŵĞŶƚŽĐŽŶĨŝƌŵĂƐůĞŐĂůŝnjĂĚĂƐ
ŶŽƚĂƌŝĂůŵĞŶƚĞ ĂŶƚĞ ůĂ EŽƚĂƌŝĂ ^ĂŵĂŶŝĞŐŽ LJ ƋƵĞ ŽďƌĂ ĂŶĞdžŽ Ă ůĂ ĚĞŵĂŶĚĂ͕ Ğů ŵŝƐŵŽ ̺à ϲ ĚĞ
ŵĂƌnjŽ ĚĞ ϮϬϭϯ ĞŶ ƋƵĞ ƐĞ Ĩŝƌŵſ Ğů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŽŶƐƵůƚŽƌşĂ͕ ƐĞ ĐŽŶƐƚĂƚĂ ƋƵĞ ůŽƐ ƌĞƉƌĞƐĞŶƚĂŶƚĞƐ
ůĞŐĂůĞƐ ĚĞ ůĂƐ ĞŵƉƌĞƐĂƐ ƐƚƵĚŝŽ WƌŽLJĞĐƚŽƐ LJ WůĂŶŝĨŝĐĂĐŝſŶ ^ LJ ůŽƚŚŽƐ ^>͕ ƐƵƐĐƌŝďŝĞƌŽŶ ƵŶ
ĚŽĐƵŵĞŶƚŽŵĞĚŝĂŶƚĞĞůĐƵĂůƋƵĞĚſĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽƋƵĞĞůĚŝƐĞŹŽĞƐƚƌƵĐƚƵƌĂůĚĞůƉƵĞŶƚĞƐŽďƌĞĞůZŝŽ
΁ŚŝůŝƐĞƌĄĞůĂďŽƌĂĚŽƉŽƌĞů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂƉŽƌƵŶŵŽŶƚŽĚĞŚŽŶŽƌĂƌŝŽƐĚĞ^ͬ͘Ϯ͛ϬϬϬ͕ϬϬϬ͘Ͳ
;ĚŽƐŵŝůůŽŶĞƐĚĞƐŽůĞƐͿ͘ŝĐŚŽŵŽŶƚŽƐĞƌĄĐĂŶĐĞůĂĚŽƉŽƌĞůŽŶƐŽƌĐŝŽĂů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂ
ĐŽŶĨŽƌŵĞ ůŽƐ ƉŽƌĐĞŶƚĂũĞƐ LJ ƉůĂnjŽƐ ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽƐ ĞŶ Ğů ŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŽŶƐŽƌĐŝŽ ĐŽŶ Ğů 'ŽďŝĞƌŶŽ
ZĞŐŝŽŶĂůĚĞƌĞƋƵŝƉĂ͘΀^ŝĐ΁
;͙Ϳ
ϴϱ͘ Ŷ ĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂ͕ Ăů ŝŶƚĞƌŝŽƌ ĚĞů ŽŶƐŽƌĐŝŽ LJ ƉĂƌĂ ĞĨĞĐƚŽƐ ĚĞ ůůĞǀĂƌ Ă ĐĂďŽ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞů
ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŽŶƐƵůƚŽƌşĂ͕ ůĂ ůĂďŽƌ ĞŶĐŽŵĞŶĚĂĚĂ Ă ůĂ ƉĂƌƚĞ ĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞ ĞƌĂ ƉůĞŶĂŵĞŶƚĞ
ĐŽŶŐƌƵĞŶƚĞ ĐŽŶ Ğů ƌƚşĐƵůŽ ϰϰϱ ĚĞ ůĂ >ĞLJ 'ĞŶĞƌĂů ĚĞ ^ŽĐŝĞĚĂĚĞƐ͕ ĐƵĂŶĚŽ ƐĞŹĂů ƋƵĞ ;͙Ϳ
ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞĂĐĂĚĂŵŝĞŵďƌŽĚĞůĐŽŶƐŽƌĐŝŽƌĞĂůŝnjĂƌůĂƐĂĐƚŝǀŝĚĂĚĞƐƉƌŽƉŝĂƐĚĞůĐŽŶƐŽƌĐŝŽƋƵĞƐĞůĞ
ĞŶĐĂƌŐĂďĂ LJ ĂƋƵĞůůĂƐ Ă ƋƵĞ ƐĞ ŚĂ ĐŽŵƉƌŽŵĞƚŝĚŽ͘ Ğ ŚĂĐĞƌůŽ͕ ĚĞďĞ ĐŽŽƌĚŝŶĂƌŽŶ ůŽƐ ŽƚƌŽƐ
ŵŝĞŵďƌŽƐĚĞůĐŽŶƐŽƌĐŝŽ͕ƐŝĞŶĚŽƋƵĞĞůůŽƚĂŵďŝĠŶ͕ĞƐĐŽŶŐƌƵĞŶƚĞĐŽŶůĂƐŶŽƌŵĂƐĂƉůŝĐĂďůĞƐĚĞůĂ
>LJĞůZ>͕ǀĞƌŝĨŝĐĄŶĚŽƐĞŝĚĞŶƚŝĚĂĚĞŶƚƌĞĞů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂLJůĂĞŵƉƌĞƐĂ:ĂĐŬ>ſƉĞnj
/ŶŐĞŶŝĞƌŽƐ͘
>1HJULWD\VXEUD\DGRDJUHJDGR@
ϭϬϴ͘ ĂďĞ ƉƌĞĐŝƐĂƐ ĞŶ ĞƐƚĞ ƉƵŶƚŽ͕ ƌĞĐĂƉŝƚƵůĂŶĚŽ͕ ƋƵĞ ĚĞ ĐŽŶĨŽƌŵŝĚĂĚ ĐŽŶ ůŽ ĂĐŽƌĚĂĚŽ ƉŽƌ ůĂƐ
ƉĂƌƚĞƐĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞLJĚĞŵĂŶĚĂĚĂĞůϲĚĞŵĂƌnjŽĚĞϮϬϭϯŵĞĚŝĂŶƚĞĚŽĐƵŵĞŶƚŽŶŽƚĂƌŝĂů͖ĞůĚŝƐĞŹŽ
ĞƐƚƌƵĐƚƵƌĂůĚĞůƉƵĞŶƚĞƐŽďƌĞĞůZşŽŚŝůŝƐĞƌĄĞůĂďŽƌĂĚŽƉŽƌĞů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂƉŽƌƵŶŵŽŶƚŽ
ĚĞŚŽŶŽƌĂƌŝŽƐĚĞ^ͬϮDzϬϬϬ͕ϬϬϬ;ĚŽƐŵŝůůŽŶĞƐĚĞƐŽůĞƐͿ͘
ϭϬϵ͘ƐƚŽĚĞďĞƐĞƌƚŽŵĂĚŽĞŶĐƵĞŶƚĂĞŶĐŽŶũƵŶƚŽĐŽŶůŽƋƵĞƐĞŹĂůĂĞŶůĂƉ͘ϲϮĚĞůĂƐĂƐĞƐĚĞů
ŽŶƚƌĂƚŽĚĞŽŶƐƵůƚŽƌşĂĞŶĞůŶƵŵĞƌĂůϯ͘ϱ͘ϳ͖͘ĂƐşĐŽŵŽĞŶůŽƉƌĞĐŝƐĂĚŽĞŶůĂƐƉ͘ƉϭϮϰ͕ϭϮϱLJϭϲϰ
ĚĞůĂƐŵŝƐŵĂƐĂƐĞƐ͕ĞůŽŶƚƌĂƚŽ͕ƐƵƐŶĞdžŽƐϰ͕ϴ͕LJϵ͕ĞŶƚƌĞŽƚƌŽƐ͖ƚĞŶŝĞŶĚŽƉƌĞƐĞŶƚĞĂĚĞŵĄƐůĂ
ŶſŵŝŶĂĚĞƉĞƌƐŽŶĂůĐŽŶƚĞŶŝĚĂĞŶĞůƚĂŶƚĂƐǀĞĐĞƐĐŝƚĂĚŽŶĞdžŽϴ͕ŵ͕ƉŽƌůŽƋƵĞƐĞĐŽŶĐůƵLJĞƋƵĞŶŽ
ĐĂďĞ ĚƵĚĂ ƋƵĞ ƚŽŵĂŶĚŽ ĐŽŵŽ ďĂƐĞ ĞƐƚĂ ĚŽĐƵŵĞŶƚĂĐŝſŶ ĞŶ ĐŽŶũƵŶƚŽ LJ ĞŶ ĂƉůŝĐĂĐŝſŶ ĚĞ ůĂ
ŶŽƌŵĂƚŝǀĂĚĞĐŽŶƚƌĂƚĂĐŝŽŶĞƐĚĞůĞƐƚĂĚŽ͕ƐĞĐŽŶĨŝŐƵƌĂĞůĂĐƚŽũƵƌşĚŝĐŽ͘
ϭϭϬ͘zĐŽŵŽLJĂƐĞŚĂĂĚĞůĂŶƚĂĚŽ͕ĂƉĂƌƚŝƌĚĞƵŶĂƉĞƌƐƉĞĐƚŝǀĂĚĞĂŶĄůŝƐŝƐũƵƌşĚŝĐŽ͕ƐŽďƌĞůĂďĂƐĞĚĞů
ƚĞdžƚŽ ĚĞ ůŽƐ ĚŽĐƵŵĞŶƚŽƐ ƌĞƐĞŹĂĚŽƐ ĞŶ ůŽƐ ŶƵŵĞƌĂůĞƐ ƉƌĞĐĞĚĞŶƚĞƐ͕ ƐĞŐƷŶ Ğů ĂƌƚşĐƵůŽ ϭϲϴ ĚĞů
ſĚŝŐŽŝǀŝůƐŽďƌĞ/ŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶKďũĞƚŝǀĂ͕ĞůĂĐƚŽũƵƌşĚŝĐŽĚĞďĞƐĞƌŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĚŽĚĞĂĐƵĞƌĚŽĐŽŶ
ůŽƋƵĞƐĞŚĂLJĂĞdžƉƌĞƐĂĚŽĞŶĠůLJƐĞŐƷŶĞůƉƌŝŶĐŝƉŝŽĚĞďƵĞŶĂĨĞ͘
ϭϭϭ͘ŶƚĂůƐĞŶƚŝĚŽ͕ĐƵĂŶĚŽƐĞƐĞŹĂůĂƋƵĞĞůĚŝƐĞŹŽĞƐƚƌƵĐƚƵƌĂůĚĞůƉƵĞŶƚĞƐŽďƌĞĞůZşŽŚŝůŝƐĞƌĄ
ĞůĂďŽƌĂĚŽ ƉŽƌ Ğů /ŶŐ͘ :ĂĐŬ >ſƉĞnj ĐƵŹĂ ƉŽƌ ƵŶ ŵŽŶƚŽ ĚĞ ŚŽŶŽƌĂƌŝŽƐ ;͙Ϳ͕ ŶŽ ĐĂďĞ ĚƵĚĂ ƋƵĞ

-6-
ĞƐƚĂŵŽƐĂŶƚĞƵŶĂĚĞĐůĂƌĂĐŝſŶƐŽďƌĞƵŶŚĞĐŚŽĞƐƉĞĐşĨŝĐŽƌĞĨĞƌŝĚŽĂůŽŵƉŽŶĞŶƚĞϭĚĞůŽŶƚƌĂƚŽ
ĚĞŽŶƐƵůƚŽƌşĂ͕ĐƵLJŽƉůĂnjŽĚĞĐƵŵƉůŝŵŝĞŶƚŽǀĞŶĐşĂĞůϯϭĚĞŵĂLJŽĚĞϮϬϭϯ͘
ϭϭϯ͘ŶĞĨĞĐƚŽ͕ƚĠŶŐĂƐĞƉƌĞƐĞŶƚĞƋƵĞĚŝĐŚŽŚĞĐŚŽĞƐƉĞĐşĨŝĐŽĐŽŶƐŝƐƚĞĞŶĞůĚŝƐĞŹŽĞƐƚƌƵĐƚƵƌĂůĚĞ
ƵŶƉƵĞŶƚĞƋƵĞĚĞĐŽŶĨŽƌŵŝĚĂĚĐŽŶůŽƐĂŶƚĞƐƌĞĨĞƌŝĚŽƐĚŽĐƵŵĞŶƚŽƐĚĞůĐŽŶƚƌĂƚŽ;ĚĞŽŶƐƵůƚŽƌşĂͿ͕
ĐŽŶƐƚŝƚƵLJĞƵŶĂŽďůŝŐĂĐŝſŶƉŽƐŝďůĞLJĞŶƉůĂnjŽĚĞƚĞƌŵŝŶĂĚŽ͕ĂĐĂƌŐŽĚĞůĂĂŚŽƌĂƉĂƌƚĞĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞ͕
ĚĞďŝĞŶĚŽƚĞŶĞƌƐĞƉƌĞƐĞŶƚĞƋƵĞĞůƌĞĨĞƌŝĚŽƉƌŽĨĞƐŝŽŶĂůĨŽƌŵĂƉĂƌƚĞĚĞůĂƉůĂŶĂĚĞĞƐƉĞĐŝĂůŝƐƚĂƐĞŶ
ƉƵĞŶƚĞƐ ĚĞ ůĂ ƉĂƌƚĞ ŝŶƚĞŐƌĂŶƚĞ ĚĞů ŽŶƐŽƌĐŝŽ ĞŶĐĂƌŐĂĚĂ ĚĞ ůĂ ĞũĞĐƵĐŝſŶ ĚĞů ŽŵƉŽŶĞŶƚĞ ϭ͕
ĞdžŝƐƚŝĞŶĚŽŝĚĞŶƚŝĚĂĚĞŶƚƌĞůĂĞŵƉƌĞƐĂŝŶƚĞŐƌĂŶƚĞĚĞůĐŽŶƐŽƌĐŝŽĂĐĂƌŐŽĚĞůƌĞĨĞƌŝĚŽĐŽŵƉŽŶĞŶƚĞLJ
ĞůƉƌŽĨĞƐŝŽŶĂů/ŶŐ͘:ĂĐŬ>ſƉĞnjĐƵŹĂ͘
>6XEUD\DGRDJUHJDGR@
ϭϭϰ͘ŶƚĂůƐĞŶƚŝĚŽ͕ĞůƚĞdžƚŽĂŶƚĞƐƚƌĂŶƐĐƌŝƚŽǀŝŶĐƵůĂŝŶǀĂƌŝĂďůĞŵĞŶƚĞĂůĂƐƉĂƌƚĞƐĞŶĞůŽŶƐŽƌĐŝŽ͕
ĞŶĞůŵĂƌĐŽĚĞůŽŶƚƌĂƚŽĚĞŽŶƐƵůƚŽƌşĂ;͙Ϳ͘
;͙Ϳ
ϭϰϴ͘ŶĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂ͕ĐŽŵŽŽĐƵƌƌĞŶĞŶĞůƉƌĞƐĞŶƚĞĐĂƐŽ͕ƐĞĐŽŵƉƌƵĞďĂƋƵĞƐƵƐĐŽŶƚƌĂƉĂƌƚĞƐĞŶ
Ğů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŽŶƐŽƌĐŝŽ͕ ŶŽ ĞƐƚĄŶ ĚŝƐƉƵĞƐƚĂƐ Ă ƉĞƌŵŝƚŝƌ ƋƵĞ ůĂ ĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞ ĐƵŵƉůĂ ĐŽŶ ƐƵ
ƉƌĞƐƚĂĐŝſŶ ĐŽŶĨŽƌŵĞ ůŽ ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽ ĞŶ Ğů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŽŶƐŽƌĐŝŽ LJ ĞŶ Ğů ĚĞ ŽŶƐƵůƚŽƌşĂ͖
ĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞ ƉƌĞŐƵŶƚĂƌƐĞ ǀĄůŝĚĂŵĞŶƚĞ LJ ƉĂƌĂ ŵĂLJŽƌ ĐůĂƌŝĚĂĚ ͎YƵĠ ŽƚƌĂ ĂůƚĞƌŶĂƚŝǀĂ ƌĂnjŽŶĂďůĞ
ƚĞŶşĂĂƐƵĚŝƐƉŽƐŝĐŝſŶůĂĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞ͕ƉĂƌĂĐƵŵƉůŝƌƐƵƉƌĞƐƚĂĐŝſŶ͕ŚĂďŝĞŶĚŽĂƐƵŵŝĚŽŽďůŝŐĂĐŝŽŶĞƐ
ƐŽůŝĚĂƌŝĂƐĞŝŶĚŝǀŝƐŝďůĞƐŵĞĚŝĂŶƚĞĞůĐŽŶƚƌĂƚŽĚĞŽŶƐƵůƚŽƌşĂ͍>ĂƌĞƐƉƵĞƐƚĂĞƐŽďǀŝĂ͕ĞŶĞůĐŽŶƚĞdžƚŽ
ĚĞƐĐƌŝƚŽ ĞŶ ůŽƐ ŶƵŵĞƌĂůĞƐ ƉƌĞĐĞĚĞŶƚĞƐ͕ Ăů ĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞ Žďƌſ ĐŽŶ ůĂ ĚĞďŝĚĂ ĚŝůŝŐĞŶĐŝĂ LJ ĐƵŵƉůŝſ
ĚĞŶƚƌŽ ĚĞů ƉůĂnjŽ ĐŽŶ ƐƵƐ ƉƌĞƐƚĂĐŝŽŶĞƐ Ăů ϯϭ ĚĞ ŵĂLJŽ ĚĞ ϮϬϭϯ͕ ƉŽƌ ƋƵĞ ŶŽ ŚĂďƌşĂ ƚĞŶŝĚŽ ŽƚƌĂ
ĂůƚĞƌŶĂƚŝǀĂƐŝĞŶĚŽƋƵĞĞůůŽĞdžƉůŝĐĂůĂƌĞŵŝƐŝſŶĚĞĚŝǀĞƌƐĂƐĐŽŵƵŶŝĐĂĐŝŽŶĞƐ͕ĐŽŵŽůĂƐƋƵĞŽďƌĂĞŶ
ĂŶĞdžŽƐ ĚĞ ůĂ ĐŽŶƚĞƐƚĂĐŝſŶ ĚĞ ůĂ ĚĞŵĂŶĚĂ͕ ůĂƐ ŵŝƐŵĂƐ ƋƵĞ ŶŽ ƉƵĞĚĞŶ ƐĞƌ ŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĚĂƐ ĐŽŵŽ
ŝŶƚĞŶƚŽƐĚĞŝŶƚĞƌĨĞƌŝƌĞŶůĂƌĞůĂĐŝſŶĞŶƚƌĞĞůŽŶƐŽƌĐŝŽLJĞů'Z͘
;͙Ϳ
ϭϱϭ͘ĞƐĚĞĐŝƌůĂƉĂƌƚĞĂŚŽƌĂĚĞŵĂŶĚĂĚĂůůĞǀĂĂĐĂďŽůĂĚĞǀŽůƵĐŝſŶƐŝŶĞdžƉƌĞƐŝſŶĚĞĐĂƵƐĂ͕ĚĞƚŽĚĂ
ůĂĚŽĐƵŵĞŶƚĂĐŝſŶĞŵŝƚŝĚĂƉŽƌůĂƉĂƌƚĞĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞ͕ƉƌŽĐĞĚŝĞŶĚŽĞŶĂďŝĞƌƚĂĐŽŶƚƌĂĚŝĐĐŝſŶĐŽŶůŽ
ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽĞŶĞůĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞŽŶƐŽƌĐŝŽLJĞŶĞůŽŶƚƌĂƚŽĚĞŽŶƐƵůƚŽƌşĂ͕ĞƐƚĂŶĚŽ ĂůŽĂŶĂůŝnjĂĚŽ
ĚĞƚĂůůĂĚĂŵĞŶƚĞĞŶůŽƐŶƵŵĞƌĂůĞƐƉƌĞĐĞĚĞŶƚĞƐ͘
ϭϱϮ͘ƐşŵŝƐŵŽ͕ƐĞĐŽŵƉƌƵĞďĂƋƵĞůĂĚĞŵĂŶĚĂŶƚĞĞĨĞĐƚŝǀĂŵĞŶƚĞĐƵŵƉůŝſĐŽŶƐƵƐŽďůŝŐĂĐŝŽŶĞƐĞŶ
Ğů ĐŽŶƚĞdžƚŽ ĚĞů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŽŶƐŽƌĐŝŽ LJ ĚĞů ĐŽŶƚƌĂƚŽ ĚĞ ŽŶƐƵůƚŽƌşĂ͕ ƌĞƐƉĞƚĂŶĚŽ Ğů ƉƌŝŶĐŝƉŝŽ ĚĞ
ŝŶǀĂƌŝĂďŝůŝĚĂĚLJƌĞŵŝƚŝĞŶĚŽůĂƐĚŽĐƵŵĞŶƚĂĐŝſŶĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚŝĞŶƚĞ͕ĚĞŶƚƌŽĚĞůƉůĂnjŽĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽ͕ƉŽƌ
ůŽƋƵĞůĞĐŽƌƌĞƐƉŽŶĚĞƉĞƌĐŝďŝƌůŽƐ^ͬϮDzϬϬϬ͕ϬϬϬ͘ͲƉŽƌĐŽŶĐĞƉƚŽĚĞĚŝĐŚĂƉƌĞƐƚĂĐŝſŶ͘ĞĚŽŶĚĞƐĞ
ĐŽŶĐůƵLJĞ ƋƵĞ ůĂ ƉƌĞƐƚĂĐŝſŶ ĐŽŶƚĞŶ̺à ĞŶ Ğů ŽĐƚĂǀŽ ƉƵŶƚŽ ĐŽŶƚƌŽǀĞƌƚŝĚŽ ĚĞďĞ ƐĞƌ ĚĞĐůĂƌĂĚĂ
ĨƵŶĚĂĚĂ͘
>6XEUD\DGRDJUHJDGRSRUHVWD6DOD@
129(12/XHJRGHODWUDQVFULSFLyQGHORVFRQVLGHUDQGRVSHUWLQHQWHVGHO
/DXGR $UELWUDO FXHVWLRQDGR FRUUHVSRQGH UHDOL]DU ODV VLJXLHQWHV
REVHUYDFLRQHV
/DHPSUHVD-DFN/ySH],QJHQLHURV6$&SRVWXOyODGHPDQGDH[LJLHQGR
XQGHUHFKRSDWULPRQLDOFX\RDFUHHGRUVHUtDHOVHxRU-DFN/ySH]$FXxD
SHUVRQDQDWXUDOGLIHUHQWHGHODSHUVRQDMXUtGLFDPHQFLRQDGDHVHOFDVR
TXHHQHOODXGRRGXUDQWHHODUELWUDMHQRVHH[SUHVyUD]yQRIXQGDPHQWR
TXH MXVWLILFDUi TXH GLFKD HPSUHVD WHQtD OHJLWLPLGDG SDUD REUDU SDUD
H[LJLUHOSDJRGHODSUHVWDFLyQSDWULPRQLDO&RUUHVSRQGHVHxDODUTXHODV
HPSUHVDV GHPDQGDGDV VRVWXYLHURQ HQ VX HVFULWR GH FRQWHVWDFLyQ GH
GHPDQGD OR VLJXLHQWH ´/R VROLFLWDGR SRU OD HPSUHVD -DFN /ySH]
,QJHQLHURV 6$& HV HO FXPSOLPLHQWR GH XQ VXSXHVWR DFXHUGR TXH KDEUtD
VLGR DVXPLGR SRU HO &RQVRUFLR 3HUR OR TXH QR VHxDOD HV TXH VHJ~Q HO
WH[WR OLWHUDO GHO GRFXPHQWR TXH VH SUHWHQGH EDVDU HVWD DILUPDFLyQ HV XQ
GRFXPHQWR GRQGH DSDUHFH XQ FRPSURPLVR HQWUH ('<36$ \ &/27+26 D
IDYRUGHXQDSHUVRQDQDWXUDOHO,QJ-DFN/ySH]$FXxD\QRDIDYRU

-7-
GHODHPSUHVD-DFN/ySH],QJHQLHURVµ VLF 
9LQFXODGR FRQ OR VHxDODGR HQ HO SiUUDIR DQWHULRU VH REVHUYD TXH HQ HO
/DXGR VH H[SUHVD TXH VH SDFWy TXH HO GLVHxR HVWUXFWXUDO GHO SXHQWH
VREUH HO 5LR &KLOL VHUi HODERUDGR SRU HO VHxRU -DFN /ySH] $FXxD D
FDPELRGHXQDFRQWUDSUHVWDFLyQ´XQPRQWRGHKRQRUDULRVµVLQHPEDUJR
SDUD RUGHQDU HO SDJR GH GLFKD FRQWUDSUHVWDFLyQ D IDYRU GH OD HPSUHVD
-DFN /ySH] ,QJHQLHURV 6$& WDQ VROR VH H[SUHVD TXH H[LVWH LGHQWLGDG
HQWUD DPEDV SHUVRQDV SRUTXH OD SULPHUD LQWHJUD OD SODQD GH
HVSHFLDOLVWDV GH OD HPSUHVD 9HU QXPHUDO  GHO /DXGR DVt WDPELpQ
QXPHUDO 
'HHVHPRGRHVWH&ROHJLDGRDSUHFLDTXHHQHOODXGRVHKDLQFXUULGRHQHO
HUURU R GHIHFWR GH PRWLYDFLyQ GHQRPLQDGR LQH[LVWHQFLD GH PRWLYDFLyQ R
PRWLYDFLyQ DSDUHQWH VHJ~Q OD WLSRORJtD VHxDODGD HQ OD 67& 1ƒ 
3$7& HQGLFKDVHQWHQFLDVHSUHFLVDTXHHVWHHUURU RGHIHFWRHQ
OD PRWLYDFLyQ VH REVHUYD FXDQGR ´D  ,QH[LVWHQFLD GH PRWLYDFLyQ R
PRWLYDFLyQ DSDUHQWH (VWi IXHUD GH WRGD GXGD TXH VH YLROD HO GHUHFKR D
XQDGHFLVLyQGHELGDPHQWHPRWLYDGDFXDQGRODPRWLYDFLyQHVLQH[LVWHQWHR
FXDQGROD PLVPDHVVRORDSDUHQWHHQHOVHQWLGRGHTXHQRGDFXHQWDGH
ODVUD]RQHVPtQLPDVTXHVXVWHQWDQODGHFLVLyQRGHTXHQRUHVSRQGHDODV
DOHJDFLRQHV GH ODV SDUWHV GHO SURFHVR R SRUTXH VROR LQWHQWD GDU XQ
FXPSOLPLHQWR IRUPDO DO PDQGDWR DPSDUiQGRVH HQ IUDVHV VLQ QLQJ~Q
VXVWHQWRIiFWLFRRMXUtGLFRµ
'e&,02 ,PSRUWD SUHFLVDU TXH HVWH &ROHJLDGR QR VH KD SURQXQFLDGR
VREUH HO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD QL KD HYDOXDGR KHFKRV
LQFXPSOLPLHQWR GH OD FRQWUDSUHVWDFLyQ DWULEXLGD D ORV GHPDQGDGRV HQ
HO SURFHVR DUELWUDO  QL KD HPLWLGR RSLQLyQ VREUH HO FRQWHQLGR GH OD
GHFLVLyQ QL KD FDOLILFDGR FULWHULRV QL YDORUDFLyQ GH SUXHEDV QL
LQWHUSUHWDFLRQHVGHO7ULEXQDO$UELWUDOSODVPDGRVHQHOODXGR/RTXHKD
KHFKR HVWH &ROHJLDGR HV LGHQWLILFDU GHIHFWRV IRUPDOHV HQ OD PRWLYDFLyQ
GHOODXGRDSDUWLUGHVXWH[WRPLVPRFRQORFXDOVHDIHFWDODYDOLGH]GH
GLFKR ODXGR FRQ ODV FRQVHFXHQFLDV SUHYLVWDV HQ ODV UHJODV GHO OLWHUDO E 
GHOQXPHUDOGHODUWtFXORGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ
3RU ODV UD]RQHV H[SUHVDGDV \ ODV QRUPDV MXUtGLFDV LQYRFDGDV ORV
LQWHJUDQWHV GH HVWH yUJDQR MXULVGLFFLRQDO DGPLQLVWUDQGR MXVWLFLD D
QRPEUHGHOD1DFLyQUHVXHOYHQ
'(&/$5$ )81'$'$ OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO
LQWHUSXHVWR SRU &/27+26 6/ HQ VHFXHQFLD '(&/$5$521 18/2 HO
/DXGR$UELWUDOFRQWHQLGRHQOD5HVROXFLyQ1ƒGHIHFKDGHPD\RGH


#KHEKO@AHATLA@EAJPA=N>EPN=H

-8-
FRQUHHQYtRVRORHQHOH[WUHPRTXHUHVXHOYH
“8. DECLARANDO FUNDADA LA OCTAVA PRETENSIÓN: Ordenando que las
empresas demandadas cumplan con la ejecución del acuerdo de fecha 06/03/2013, por el cual
el Consorcio reconocería a la parte demandante un honorario de S/ 2´000,000.00 por los
servicios de elaboración del diseño estructural del puente sobre el Río Chili (Componente 1
del proyecto) prestación que ha cumplido con ejecutar.”

',6386,(521 TXH 6HFUHWDUtD SURFHGD FRQ OD GHYROXFLyQ GHO H[SHGLHQWH


DUELWUDO HQ ORV VHJXLGRV SRU &/27+26 6/ FRQWUD -$&. /Ð3(=
,1*(1,(5266$&\2WURVVREUH$18/$&,Ð1'(/$8'2$5%,75$/
1RWLILFiQGRVH
-050UYK



5266(//0(5&$'2     5,9(5$*$0%2$


$/)$52/$1&+,3$



-9-


&257(683(5,25'(-867,&,$'(/,0$
6(*81'$6$/$&,9,/&2168%(63(&,$/,'$'&20(5&,$/

([SHGLHQWH  
'HPDQGDQWH ,167,7872'(*(67,Ð1'(6(59,&,26'(6$/8'
,*66 $17(6',5(&&,Ð1'(6$/8'9 
'HPDQGDGR $/%(572'(/&$67,//23$5('(6
0DWHULD $QXODFLyQGH/DXGR$UELWUDO

 Este Colegiado advierte que no existe congruencia entre lo pretendido por las partes,
 acogido o subsumido en los puntos controvertidos fijados, y lo resuelto por el tribunal
arbitral; de manera que entre lo razonado y lo resuelto no se aprecia coherencia fáctica-
 jurídica. Consecuentemente, se ha incurrido en afectación al debido proceso y debida
 motivación de la resolución emitida (laudo), conforme al artículo 139° incisos 3 y 5 de la
Constitución Política del Estado.


5(62/8&,Ð11Ô0(522&+2
/LPDYHLQWLXQRGH0DU]R
'RVPLOGLHFLVLHWH

9,67262EVHUYiQGRVHODVIRUPDOLGDGHVSUHYLVWDVHQHO
DUWtFXOR ƒ GHO 7H[WR ÔQLFR 2UGHQDGR GH OD /H\ 2UJiQLFD GHO 3RGHU
-XGLFLDOFRQHOH[SHGLHQWHDUELWUDODODYLVWDLQWHUYLQLHQGRFRPRSRQHQWHOD
-XH]6XSHULRUGRFWRUD0DUFHOD$UULROD(VSLQR

, 2%-(72'(/5(&8562

9LHQH SDUD UHVROYHU HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ IRUPXODGR FRQWUD HO ODXGR
DUELWUDO  GH IHFKD XQR GH MXQLR GHO DxR GRV PLO TXLQFH FRQWHQLGR HQ OD
UHVROXFLyQQ~PHURGLHFLRFKRHPLWLGRSRUHO7ULEXQDODUELWUDOHOPLVPRTXH
KDUHVXHOWR

PRIMERO: Declárese FUNDADA EN PARTE la pretensión del demandante contenida en
el Primer Punto Controvertido; por lo cual corresponde aprobar la Liquidación Económica
de la Obra remitida por el Contratista mediante la Carta N° 203-EDCP- 2012 al encontrarse
consentida debiendo la DIRECCIÓN DE SALUD V LIMA CIUDAD, pagar al Sr.
ALBERTO DEL CASTILLO PAREDES, el saldo a su favor en la suma de S/. 176,429.17
nuevos soles incluido IGV; y con respecto a la devolución del fondo mancomunado,
corresponde que la DIRECCIÓN DE SALUD V LIMA CIUDAD cancele a favor del Sr.


1
Folios 19 a 51.
ϭ


ALBERTO DEL CASTILLO PAREDES los montos que se indican en el rubro “Abono en
cuenta mancomunada” de la Liquidación Económica de la Obra remitida por el Contratista
mediante la Carta N° 203-EDCP-2012.
SEGUNDO: Declárese IMPROCEDENTE la pretensión de la demandada contenida en el
Segundo Punto Controvertido, por los motivos expresados en el análisis efectuado en el
presente Laudo.
TERCERO: Declárese INFUNDADA la pretensión de la demanda contenida en el Tercer
Punto Controvertido, por los motivos expresados en el análisis efectuado en el presente
Laudo.
CUARTO: Declárese INFUNDADA la pretensión de la demanda contenida en el Cuarto
Punto Controvertido, por los motivos expresados en el análisis efectuado en el presente
Laudo.
QUINTO: Respecto al Quinto Punto Controvertido, DECLÁRESE que ambas partes
deberán asumir las costas y costos y gastos del proceso arbitral, en forma proporcional.
SEXTO: REMITASE al Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado, copia del
presente laudo arbitral.


$VtFRPR GHOD UHVROXFLyQ Q~PHURYHLQWLGyV GH IHFKD YHLQWLVLHWH GH DJRVWR


GHO GRV PLO TXLQFH TXH VH SURQXQFLD VREUH HO SHGLGR GH DFODUDFLyQ \R
LQWHUSUHWDFLyQGHOODXGR

PRIMERO: DECLÁRESE IMPROCEDENTE la solicitud de “aclaración y/o
interpretación” del Laudo presentada por la Procuraduría del Ministerio de Salud el 11 de
junio de 2015.
SEGUNDO: ESTABLECER que la presente resolución forma parte del laudo Arbitral del
1 de junio de 2015, conforme a lo dispuesto en el numeral 2 del artículo 58 de la Ley de
Arbitraje.

,, )81'$0(1726'(/$'(0$1'$


5HFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDO(O,167,7872'(*(67,Ð1'(
6(59,&,26 '( 6$/8' ,*66 LQWHUSRQH UHFXUVR GH DQXODFLyQ FRQWUD HO
ODXGRDUELWUDOGHIHFKDXQRGHMXQLRGHODxRGRVPLOTXLQFHFRQWHQLGDHQOD
UHVROXFLyQQ~PHURGLHFLRFKRDVtFRPRGHODUHVROXFLyQQ~PHURYHLQWLGyVGH
IHFKD YHLQWLVLHWH GH DJRVWR GHO GRV PLO TXLQFH TXH VH SURQXQFLD VREUH HO
SHGLGRGHDFODUDFLyQ\RLQWHUSUHWDFLyQGHOODXGRDOHJDQGRSULQFLSDOPHQWH
ORVLJXLHQWH

2
Folios 64 a 67.
3
Folios 68 a 76.
Ϯ



L (O WULEXQDO KD UHVXHOWR FRQVLGHUDU DSUREDU OD OLTXLGDFLyQ HFRQyPLFD
GH OD REUD UHPLWLGD SRU HO FRQWUDWLVWD PHGLDQWH OD FDUWD 1ƒ 
('&3 HO FXDO QR KD VLGR PHQFLRQDGR QL VXVWHQWDGR HQ ORV
DFWRV SRVWXODWRULRV GH OD GHPDQGD FRQVLJXLHQWHPHQWH  HO H[WUHPR
DQWHV PHQFLRQDGR GH OD SDUWH UHVROXWLYD GHO ODXGR UHVXOWD
FRQWUDGLFWRULR\XOWUDSHWLWD
LL 1R UHVXOWD DSOLFDEOH DO SUHVHQWHFDVRHO DUWtFXOR  GHO 5HJODPHQWR
GHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGR


&DXVDO6HLQYRFDODFRQILJXUDFLyQGHODVFDXVDOHVFRQWHQLGDVHQHOOLWHUDOE 
GHOQXPHUDOGHODUWtFXORGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ HQDGHODQWH
OD/H\ 

,,, &217(67$&,Ð1'(/$'(0$1'$


3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR FXDWUR GH IHFKD VHLV GH VHWLHPEUH GHO GRV PLO
TXLQFHVHGLVSXVRGHFODUDUUHEHOGHDODSDUWHGHPDQGDGD

,9 5(680(1'(/352&(62$5%,75$/</2$&78$'2(16('(
 -8',&,$/

L 2EUD FRPR DFRPSDxDGR HO H[SHGLHQWH DUELWUDO HQ XQ WRPR 
FRUUHVSRQGLHQWH DO SURFHVR VHJXLGR HQWUH $/%(572 '(/ &$67,//2
3$5('(6FRQWUD/$',5(&&,Ð1'(6$/8'9

LL &RQ IHFKD YHLQWLXQR GH (QHUR GHO DxR GRV PLO FDWRUFH VH LQVWDOy HO
7ULEXQDO $UELWUDO (Q GLFKR DFWR VH HVWDEOHFLHURQ ODV UHJODV
SURFHGLPHQWDOHV OD FODVH GH DUELWUDMH OD VHGH HO LGLRPD \ OD OH\
DSOLFDEOH
LLL 3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR GLHFLRFKR GH IHFKD XQR GH MXQLR GHO DxR GRV
PLOTXLQFHVHHPLWLyHOODXGRDUELWUDOPDWHULDGHLPSXJQDFLyQ
LY &RQ IHFKD YHLQWLFXDWUR GH 6HWLHPEUH GHO DxR GRV PLO TXLQFH HO
,167,7872 '( *(67,Ð1 '( 6(59,&,26 '( 6$/8' ,*66


4
Folios 103.
5
Folios 8 a 13.
6
Folios 19 a 51.
ϯ


LQWHUSXVR HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO HO TXH IXH
DGPLWLGRSRUUHVROXFLyQQ~PHURXQR
Y 3RUUHVROXFLyQQ~PHURFXDWURGHIHFKDVHLVGHVHWLHPEUHGHOGRVPLO
TXLQFH VH GLVSXVR GHFODUDU UHEHOGH D OD SDUWH GHPDQGDGD \ HQ HVH
PLVPRDFWRVHSURFHGLyDILMDUIHFKDGHODYLVWDGHODFDXVD
YL &RQ IHFKD YHLQWLXQR GH 0DU]R GHO SUHVHQWH DxR VH OOHYy D FDER OD
YLVWD SURJUDPDGD TXHGDQGR OD FDXVD OLVWD SDUD OD HPLVLyQ GHO
SUHVHQWHSURQXQFLDPLHQWR


   &216,'(5$1'2


35,0(52(QSULPHUOXJDUVHGHEHGHOLPLWDUHOQLYHOGHDFWXDFLyQGH
HVWH yUJDQR MXULVGLFFLRQDO HO FXDO VyOR SXHGH SURQXQFLDUVH UHYLVDQGR OD
YDOLGH]GHOODXGRSRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWtFXOR
 UHVROYLHQGR OD YDOLGH] R OD QXOLGDG GHO ODXGR HVWDQGR SURKLELGR EDMR
UHVSRQVDELOLGDGODUHYLVLyQGHOIRQGRGHODFRQWURYHUVLDDVtORVHxDODHO
DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR  (Q HO PLVPR VHQWLGR /('(60$
1$59$(= ©3RU PHGLR GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ QR HV SRVLEOH GLVFXWLU ORV
IXQGDPHQWRVGHOODXGRQLHODFLHUWRGHVXVGLVSRVLFLRQHVSRUTXHQRVH
WUDQVILHUH DO WULEXQDO UHYLVRU OD IDFXOWDG GH GHFLGLU TXH HV H[FOXVLYD GH ORV
iUELWURVSRUTXHODVSDUWHVKDQTXHULGRSUHFLVDPHQWHH[FOXLUDORVWULEXQDOHV
GHLQWHUYHQFLyQTXHVRORDSDUHFHMXVWLILFDGDSDUDJDUDQWL]DUHOFXPSOLPLHQWR
GH XQDV JDUDQWtDV PtQLPDV TXH VRQ SUHFLVDPHQWH ODV TXH WUDWDQ GH
VDOYDJXDUGDU ORV PRWLYRV SRU ORV TXH SXHGHQ LQWHUSRQHUVHª VXEUD\DGR \
QHJULWDQXHVWUD 

 $ FRQWLQXDFLyQ VH SURFHGH D DEVROYHU HQ IRUPD FRQMXQWD ORV DJUDYLRV
IRUPXODGRVSRUODSDUWHGHPDQGDQWH

5(63(&72'(/$&$86$/´%µ
6(*81'2 (Q HO SUHVHQWH FDVR OD GHPDQGDQWH DOHJD OD DIHFWDFLyQ DO
GHELGRSURFHVRHQFXDGUDQGRVXSUHWHQVLyQHQODFDXVDOHVWDEOHFLGDVHQHO
OLWHUDOE GHOLQFLVRGHODUWtFXORGHOD/H\HOFXDOVHxDODTXH


7
Folios 77.
8
Folios 103.
9
LEDESMA NARVAEZ, Marianella. Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios. En Cuadernos
Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.
ϰ



´(O ODXGR VROR SRGUi VHU DQXODGR FXDQGR OD SDUWH TXH VROLFLWD OD DQXODFLyQ
DOHJXH\SUXHEH
« 
E 4XH XQD GH ODV SDUWHV QR KD VLGR GHELGDPHQWH QRWLILFDGD GHO
QRPEUDPLHQWRGHXQiUELWURRGHODVDFWXDFLRQHVDUELWUDOHVRQRKDSRGLGR
SRUFXDOTXLHURWUDUD]yQKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRV
« µ

(VWD FDXVDO GHEH FRPSUHQGHUVH GH PRGR VLVWHPiWLFR FRQ ORHVWDEOHFLGRHQ
OD'pFLPD6HJXQGD'LVSRVLFLyQ&RPSOHPHQWDULDGHOD/H\

'pFLPD6HJXQGD$FFLRQHVGHJDUDQWtD
´3DUDHIHFWRVGHORGLVSXHVWRHQHOLQFLVRGHODUWtFXORGHO&yGLJR3URFHVDO
&RQVWLWXFLRQDOVH HQWLHQGHTXHHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHOODXGRHV XQD
YtD HVSHFtILFD H LGyQHD SDUD SURWHJHU FXDOTXLHU GHUHFKR FRQVWLWXFLRQDO
DPHQD]DGR R YXOQHUDGR HQ HO FXUVR GHO DUELWUDMH R HQ HO ODXGRµ QHJULWD
QXHVWUD 


$OUHIHULUVHHOOLWHUDO´EµGHOLQFLVRGHODUWGHOD/H\DODQRSRVLELOLGDG
GH DOJXQD GH ODV SDUWHV GH KDFHU YDOHU VXV GHUHFKRV FRPR FDXVDO GH
DQXODFLyQGHOODXGRDUELWUDOORHQPDUFDGHQWURGHODSURWHFFLyQGHGHUHFKRV
FRQVWLWXFLRQDOHV SDUWLFXODUPHQWH HO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR VLQ TXH
HOOR LPSRUWH HQ PRGR DOJXQR OD UHYLVLyQ GHO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD QL HO
UD]RQDPLHQWRVHJXLGRSRUHO7ULEXQDO$UELWUDOSXHVHOUHFXUVRGHDQXODFLyQ
GHODXGRQRHVXQDLQVWDQFLDGDGRTXHODVSDUWHVVHKDQVRPHWLGRGHPRGR
YROXQWDULR\H[SUHVRDODMXULVGLFFLyQDUELWUDO

$OUHVSHFWRVHKDVHxDODGRTXH



10
“El principio de interdicción de la arbitrariedad es uno inherente a los postulados esenciales de un
Estado constitucional democrático y a los principios y valores que la propia Constitución incorpora;
de allí que, si bien la autonomía de la jurisdicción arbitral tiene consagración constitucional, no lo es
menos que, como cualquier particular, se encuentra obligada a respetar los derechos fundamentales, en
el marco vinculante del derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139° de
la Constitución); por cuanto, si así no ocurriese, será nulo y punible todo acto que prohíba o limite al
ciudadano el ejercicio de sus derechos, de conformidad con el artículo 31° in fine de la Carta
Fundamental. Si ocurriese lo contrario, la autonomía conferida al arbitraje devendría en autarquía, lo
que equivaldría a sostener que los principios y derechos constitucionales no resultan vinculantes.”
(STC exp. 6167-2005-PHC/TC).
ϱ


´&RPR KD GLFKR OD MXULVSUXGHQFLD HVSDxROD GHEH WHQHUVH HQ FXHQWD TXH HO
FDUiFWHU DQWLIRUPDOLVWD GHO SURFHGLPLHQWR DUELWUDO REOLJD D FRQILJXUDU « 
HVWDFDXVDOGHQXOLGDG « FRQXQDSHUVSHFWLYDPiVVXVWDQFLDOTXHIRUPDO
SXHV OR TXH VH JDUDQWL]D QR HV OD SURWHFFLyQ GH XQ LQWHUpV ULWXDULR VLQR GH
FLHUWRV GHUHFKRV FRQVWLWXFLRQDOHV FX\R FRQWHQLGR PtQLPR R HVHQFLDO HV
LQYLRODEOHHQFXDOTXLHUiPELWRMXUtGLFRµ


'HEHUHFRUGDUVHTXHHOVRPHWLPLHQWRDDUELWUDMHSRUODVSDUWHVHVYROXQWDULR
\TXHHODUELWUDMHHVXQWLSRGHMXULVGLFFLyQ HVWDEOHFLGDHQOD&RQVWLWXFLyQ 
FRQ UHJODV SURSLDV GLVWLQWDV DO SURFHVR MXGLFLDO \ TXH HO UHFXUVR GH
DQXODFLyQ FRQVWLWX\H OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR WHQLHQGR SRU
REMHWRODUHYLVLyQGHVXYDOLGH]SRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDV
HQHODUWtFXORGHOD/H\





$Vt VH HQFXHQWUD SURKLELGR SURQXQFLDUVH UHVSHFWR GHO IRQGR GH OD
FRQWURYHUVLD R GHO FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ R FDOLILFDU ORV FULWHULRV
PRWLYDFLRQHVRLQWHUSUHWDFLRQHVH[SXHVWDVSRUHOWULEXQDODUELWUDO

'HELGRSURFHVR
7(5&(52(ODUWtFXORGHOD&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFDGHO3HU~VHxDOD´/D
SRWHVWDG GH DGPLQLVWUDU MXVWLFLD HPDQD GHO SXHEOR \ VH HMHUFH SRU HO


11
CANTUARIAS SALAVERRY, citado por AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis. En: Comentarios a
la Ley Peruana de Arbitraje, Lima T. I, pp. 699 a 670.
12
“Artículo 63.- Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las
actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo
entre las partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en
conflicto con una disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o
en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este Decreto
Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no
susceptibles de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el
laudo es contrario al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el
reglamento arbitral aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
(…)”.
ϲ


3RGHU -XGLFLDO D WUDYpV GH VXV yUJDQRV MHUiUTXLFRV FRQ DUUHJOR D OD
&RQVWLWXFLyQ \ D ODV OH\HVµ HO PLVPR TXH GHEH VHU FRQFRUGDGR FRQ HO
DUWtFXORGHODPLVPDQRUPDIXQGDPHQWDOTXHHVWDEOHFH´/DXQLGDG
\ H[FOXVLYLGDG GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDOµ SUHFLVDQGR GLFKD QRUPD
´1R H[LVWH QL SXHGH HVWDEOHFHUVH MXULVGLFFLyQ DOJXQD LQGHSHQGLHQWH
FRQH[FHSFLyQGHODPLOLWDU\DUELWUDOµ ODQHJULWDHVQXHVWUD 

&8$572 /D QDWXUDOH]D GH MXULVGLFFLyQ LQGHSHQGLHQWH GHO DUELWUDMH
QR VLJQLILFD TXH HVWDEOH]FD HO HMHUFLFLR GH VXV DWULEXFLRQHV FRQ
LQREVHUYDQFLD GH ORV SULQFLSLRV FRQVWLWXFLRQDOHV TXH LQIRUPDQ OD
DFWLYLGDG GH WRGR yUJDQR TXH DGPLQLVWUD MXVWLFLD WDOHV FRPR HO GH
LQGHSHQGHQFLD H LPSDUFLDOLGDG GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO DVt FRPR ORV
SULQFLSLRV \ GHUHFKRV GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO (Q SDUWLFXODU HQ WDQWR
MXULVGLFFLyQ QR VH HQFXHQWUD H[FHSWXDGD GH REVHUYDU GLUHFWDPHQWH
WRGDV DTXHOODV JDUDQWtDV TXH FRPSRQHQ HO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR
ODQHJULWDHVQXHVWUR 

48,172 (Q FRQVHFXHQFLD VH SXHGH GHFLU TXH HO $UELWUDMH HV XQD IRUPD
KHWHURFRPSRVLWLYD DOWHUQDWLYD GH VROXFLyQ GH FRQIOLFWRV FRQ UDQJR
FRQVWLWXFLRQDO VLQ HPEDUJR FRPR KD VHxDODGR QXHVWUR 7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO HVWH WLSR GH SURFHVR QR VH HQFXHQWUD GHVOLJDGR GH ORV
SULQFLSLRV\JDUDQWtDVFRQVWLWXFLRQDOHVSUHYLVWDVHQODQRUPDIXQGDPHQWDO
ODVFXDOHVGHEHQUHVSHWDUVH\FXPSOLUVH\HQHVSHFLDOODVUHJODVGHOGHELGR
SURFHVR

6(;72 (O DUWtFXOR  GH OD &RQVWLWXFLyQ HVWDEOHFH FRPR GHUHFKR GH
WRGR MXVWLFLDEOH \ SULQFLSLR GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO OD REVHUYDQFLD GHO
GHELGR SURFHVR 'LFKR DWULEXWR D WHQRU GH OR TXH HVWDEOHFH QXHVWUD
MXULVSUXGHQFLDDGPLWHGRVGLPHQVLRQHVXQDIRUPDORSURFHGLPHQWDO\RWUD
GH FDUiFWHU VXVWDQWLYR R PDWHULDO 0LHQWUDV TXH HQ OD SULPHUD GH ODV
VHxDODGDVHVWiFRQFHELGRFRPRXQGHUHFKRFRQWLQHQWHTXHDEDUFDGLYHUVDV
JDUDQWtDV \ UHJODV TXH JDUDQWL]DQ XQ HVWiQGDU GH SDUWLFLSDFLyQ MXVWD R
GHELGD GXUDQWH OD VHFXHOD R GHVDUUROOR GH WRGR WLSR GH SURFHGLPLHQWR VHD
HVWH MXGLFLDO DGPLQLVWUDWLYR FRUSRUDWLYR SDUWLFXODU R GH FXDOTXLHU RWUD


13
Expediente N° 6167-2005-PHC/TC, F. N° 9.
ϳ


tQGROH HQODVHJXQGDGHVXVGLPHQVLRQHVH[LJHTXHORVSURQXQFLDPLHQWRVR
UHVROXFLRQHVFRQORVTXHVHSRQHWpUPLQRDWRGRWLSRGHSURFHVRUHVSRQGDQ
DXQUHIHUHQWHPtQLPRGHMXVWLFLDRUD]RQDELOLGDGGHWHUPLQDGRFRQVXMHFLyQ
DVXUHVSHWRSRUORVGHUHFKRV\YDORUHVFRQVWLWXFLRQDOHV

/DPRWLYDFLyQGHUHVROXFLRQHV
6e7,02 (O DUWtFXOR ƒ GH OD &RQVWLWXFLyQ 3ROtWLFD GHO (VWDGR HVWDEOHFH
TXHVRQSULQFLSLRV\GHUHFKRVGHODIXQFLyQMXULVGLFFLRQDO

´ /D PRWLYDFLyQ HVFULWD GH ODV UHVROXFLRQHV MXGLFLDOHV HQ WRGDV
ODVLQVWDQFLDVH[FHSWRORVGHFUHWRVGHPHURWUiPLWHFRQPHQFLyQ
H[SUHVDGHODOH\DSOLFDEOH\GHORVIXQGDPHQWRVGHKHFKRHQTXH
VHVXVWHQWDQµ

(O7ULEXQDO&RQVWLWXFLRQDOKDVHxDODGRGHPRGRUHLWHUDGRTXHHOGHUHFKRD
OD PRWLYDFLyQ GH UHVROXFLRQHV MXGLFLDOHV HV XQ FRPSRQHQWH HVHQFLDO GHO
GHUHFKRDOGHELGRSURFHVRSUHFLVDQGRTXH

´8QR GH ORV FRQWHQLGRV GHO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR HV HO GHUHFKR GH
REWHQHU GH ORV yUJDQRV MXGLFLDOHV XQD UHVSXHVWD UD]RQDGD PRWLYDGD \
FRQJUXHQWH FRQ ODV SUHWHQVLRQHV RSRUWXQDPHQWH GHGXFLGDV SRU ODV
SDUWHVHQFXDOTXLHUFODVHGHSURFHVRV/DH[LJHQFLDGHTXHODVGHFLVLRQHV
MXGLFLDOHV VHDQ PRWLYDGDV HQ SURSRUFLyQ D ORV WpUPLQRV GHO LQFLVR   GHO
DUWtFXOR ƒ GH OD 1RUPD )XQGDPHQWDO JDUDQWL]D TXH ORV MXHFHV
FXDOTXLHUD VHD OD LQVWDQFLD D OD TXH SHUWHQH]FDQ H[SUHVHQ HO SURFHVR
PHQWDOTXHORVKDOOHYDGRDGHFLGLUXQDFRQWURYHUVLDDVHJXUDQGRTXHHO
HMHUFLFLRGHODSRWHVWDGGHDGPLQLVWUDUMXVWLFLDVHKDJDFRQVXMHFLyQDOD
&RQVWLWXFLyQ \ D OD OH\ SHUR WDPELpQ FRQ OD ILQDOLGDG GH IDFLOLWDU XQ
DGHFXDGRHMHUFLFLRGHOGHUHFKRGHGHIHQVDGHORVMXVWLFLDEOHV
/D &RQVWLWXFLyQ QR JDUDQWL]D XQD GHWHUPLQDGD H[WHQVLyQ GH OD PRWLYDFLyQ
SRU OR TXH VX FRQWHQLGR HVHQFLDO VH UHVSHWD VLHPSUH TXH H[LVWD
IXQGDPHQWDFLyQMXUtGLFDFRQJUXHQFLDHQWUHORSHGLGR\ORUHVXHOWR\SRUVt
PLVPDH[SUHVHXQDVXILFLHQWHMXVWLILFDFLyQGHODGHFLVLyQDGRSWDGDDXQVL
HVWD HV EUHYH R FRQFLVD R VH SUHVHQWD HO VXSXHVWR GH PRWLYDFLyQ SRU
UHPLVLyQµ


14
Expediente N.° 04509-2011-PA/TC, F. N° 3
15
EXP. N.° 1230-2002-HC/TC F. N° 11.
ϴ



([LVWHQ QXPHURVDV IRUPDV GH YXOQHUDU HVWH GHUHFKR R LQFXPSOLU FRQ OD
REOLJDFLyQ GH PRWLYDU  VLHQGR ODV PiV FRPXQHV OD QR PRWLYDFLyQ
LQH[LVWHQFLD GH PRWLYDFLyQ  \ OD OODPDGD PRWLYDFLyQ DSDUHQWH TXH SXHGH
FRQVLGHUDUVH XQD IRUPD GH QR PRWLYDFLyQ SXHVWR TXH VH OD FXEUH EDMR XQ
PDQWRGHSDODEUDV\IUDVHVLQFRQGXFHQWHV 

$Vt VH YLROD HO GHUHFKR D XQD GHFLVLyQ GHELGDPHQWH PRWLYDGD FXDQGR OD
PRWLYDFLyQHVLQH[LVWHQWHRFXDQGRKD\VRORXQDDSDULHQFLDGHPRWLYDFLyQ
HQ HO VHQWLGR TXH QR GD FXHQWD GH ODV UD]RQHV PtQLPDV TXH VXVWHQWDQ OD
GHFLVLyQRTXHQRUHVSRQGHDODVDOHJDFLRQHVGHODVSDUWHVGHOSURFHVR\R
SRUTXH²\pVWDHVODIRUPDPiVJHQHUDOL]DGDGHDSDUHQWDUPRWLYDFLyQVROR
LQWHQWDGDUXQFXPSOLPLHQWRIRUPDODOPDQGDWRDPSDUiQGRVHHQIUDVHVVLQ
VXVWHQWR IiFWLFRR MXUtGLFR HV GHFLU KD\ PRWLYDFLyQ SHUR QR VLUYH SXHV VH
KD EDVDGR HQ KHFKRV LQH[LVWHQWHV \R SUXHEDV QR DFWXDGDV R ~QLFDPHQWH
VHUHODWDQORVKHFKRVRGHVFULEHQHOSURFHVR SHFXDQGRHO-XH]RHOÉUELWUR
GHVFULEH ORV KHFKRV DOHJDGRV SRU ODV SDUWHV VLQ DQDOL]DUORV \ ORV GD SRU
FLHUWRV 

(Q VXPD PRWLYDU HTXLYDOH D MXVWLILFDU UD]RQDEOHPHQWH /D PRWLYDFLyQ
RWRUJDOHJLWLPLGDGDODGHFLVLyQUHYLVWHODPD\RULPSRUWDQFLDSRUTXHHYLWDHO
HMHUFLFLRDUELWUDULRGHXQSRGHUORTXHHVSURSLRGHXQVLVWHPDUDFLRQDO


16
El TC ha señalado en la sentencia recaída en el exp. 00728-2008-PHC/TC, que “el derecho a la
debida motivación de las resoluciones importa que los jueces, al resolver las causas, expresen las
razones o justificaciones objetivas que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, (...)
deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y aplicable al caso, sino de los propios
hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del derecho a la
motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo
examen las cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios.
En tal sentido, (...) el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el
derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de los propios
fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas procesales o
medios probatorios del proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para contrastar las razones
expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva evaluación o análisis. Esto, porque en este tipo de
procesos al juez constitucional no le incumbe el mérito de la causa, sino el análisis externo de la
resolución, a efectos de constatar si ésta es el resultado de un juicio racional y objetivo donde el juez
ha puesto en evidencia su independencia e imparcialidad en la solución de un determinado conflicto,
sin caer ni en arbitrariedad en la interpretación y aplicación del derecho, ni en subjetividades o
inconsistencias en la valoración de los hechos”.
El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a
la arbitrariedad judicial y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas en el mero
capricho de los magistrados, sino en datos objetivos que proporciona el ordenamiento jurídico o los
que se derivan del caso. Sin embargo, no todo ni cualquier error en el que eventualmente incurra una
ϵ




2&7$92 /D GRFWULQD DO UHVSHFWR QRV LQIRUPD TXH HO HVWXGLR GHO
UD]RQDPLHQWR SUDFWLFR KD SXHVWR GH UHOLHYH TXH D ORV MXHFHV QR  OHV EDVWD
FRQDSRUWDUUD]RQHVLQGLVFULPLQDGDV\GHFXDOTXLHUWLSRSDUDVXVWHQWDUVXV
GHFLVLRQHV VLQR EXHQDV UD]RQHV «  +DEODU GH MXVWLILFDFLyQ HQ PDWHULD
MXGLFLDO DOXGH D  XQ GDWR VL ELHQ FDVL REYLR D OD YH] PX\ LQWHUHVDQWH OD
DFWLYLGDG TXH GHVSOLHJDQ ORV MXHFHV DO PHQRV HQ OR TXH D XQD SDUWH
IXQGDPHQWDOGHGLFKDDFWLYLGDGVHUHILHUHHVWiGLUHFWDPHQWHLQFOXLGDHQXQ
HQWRUQRGHUDFLRQDOLGDG « ODVGHFLVLRQHVMXGLFLDOHVQRGHEHQVHUWRPDGDV
GH PDQHUD VXPDULD R PHGLDQWH UD]RQHV LPSOtFLWDV VLQR TXH SRU HO
FRQWUDULR GHEHQ VHU H[SUHVDPHQWH DUWLFXODGDV SRU ORV MXHFHV HQ VXV
UHVSHFWLYRVIDOORV

129(12(VPHQHVWHUSUHFLVDUTXHDOHYDOXDUODH[LVWHQFLD\VXILFLHQFLDGH
PRWLYDFLyQHVWH&ROHJLDGRHQPRGRDOJXQRYDDSURQXQFLDUVHVREUHHOIRQGR
GH OD FRQWURYHUVLD QL D HYDOXDU KHFKRV QL D HPLWLU RSLQLyQ VREUH HO
FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ QL D FDOLILFDU FULWHULRV QL D YDORUDU SUXHEDV QL
LQWHUSUHWDFLRQHV GHO 7ULEXQDO $UELWUDO SODVPDGRV HQ HO ODXGR SRU FXDQWR
WDOHV VRQ VLWXDFLRQHV HQ ODV TXH QL pVWH QL QLQJ~Q RWUR ÐUJDQR -XGLFLDO
SXHGHLQPLVFXLUVHSXHVHOORLPSOLFDUtDYXOQHUDFLyQDODSURVFULSFLyQSRUOH\
H[SUHVD\SRUOD&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFDGHO(VWDGR

'e&,02 &DEH VHxDODU TXH ORV SXQWRV FRQWURYHUWLGRV QR VROR SHUPLWHQ DO
MXH]GHOLPLWDUORVH[WUHPRVGHODFRQWURYHUVLD\DFWXDUORVPHGLRVGHSUXHED
SHUWLQHQWHV DO UHVSHFWR VLQR WDPELpQ VH FRQVWLWX\HQHQHO PDUFR GHO -XH]
SDUD VHQWHQFLDU REOLJDQGR DO MXH] TXH OD VHQWHQFLD  D HPLWLU GH PDQHUD
H[SUHVD SUHFLVD \ PRWLYDGD FRPR OR VHxDOD HO WHUFHU SiUUDIR GHO DUWtFXOR
 GHO &yGLJR 3URFHVDO &LYLO VROR YHUVH VREUH HOORV \ QLQJ~Q RWUR SXQWR
DGLFLRQDO GH OR FRQWUDULR QR H[LVWLUtD VHJXULGDG MXUtGLFD \ VH DWHQWDUtD
FRQWUDHOGHELGRSURFHVRFRQVDJUDGRHQHODUWtFXORGHOD&RQVWLWXFLyQ


resolución judicial constituye automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales.(…)”.
17
MORA RESTREPO, Gabriel. Justicia Constitucional y Arbitrariedad de los Jueces, Ed. Marcial
Pons, Buenos Aires, 2009, pp. 355 a 359.
18
“Artículo 139. Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional.
No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la
militar y la arbitral. No hay proceso judicial por comisión o delegación”.
ϭϬ


3ROtWLFD GHO (VWDGR \ HO DUWtFXOR , GHO 7tWXOR 3UHOLPLQDU GHO FLWDGR &yGLJR
3URFHVDO


'e&,02 35,0(52 &RPR HV GH YHUVH GH DXWRV VH HVWDEOHFLHURQ FRPR
SXQWRV FRQWURYHUWLGRV DFRUGH FRQ OD GHPDQGD \ UHFRQYHQFLyQ SODQWHDGD
ORVVLJXLHQWHV


Punto Controvertido de la Demanda:


Primer punto controvertido: Determinar si corresponde o no, que se apruebe la
Liquidación de Obra propuesta por el Contratista, con un saldo a su favor por la suma de
S/. 176,429.17 nuevos soles, y que se disponga la devolución del fondo mancomunado de
S/. 48,892.84 nuevos soles.
Puntos Controvertidos de la Reconvención:
Segundo punto controvertido: Determinar si corresponde o no, que se declare la
invalidez y/o ineficacia de la liquidación de obra presentada por el Contratista mediante la
carta N° 234-EDCP-2012 de fecha 9 de octubre 2012.
Tercer punto controvertido: Determinar si corresponde o no, que se declare consentida la
liquidación de obra presentada por la Entidad conforme a la Resolución Directoral N°
147/2013-DG-OEA-DISAVLC de fecha 23 de enero del 2013.
Cuarto punto controvertido: Determinar en calidad de accesoria al tercer punto
controvertido, si corresponde o no que se ordene que el contratista pague a su favor de la
Entidad la suma de S/. 85,022.34 nuevos soles, como saldo resultante de la Liquidación de
obra efectuada por la Entidad.
Punto Controvertido en común:
Quinto punto controvertido: Determinar cuál de las partes debe asumir las costas y los
costos del presente proceso arbitral.
'e&,026(*81'26LQHPEDUJRFXDQGRHOiUELWUR~QLFRDQDOL]D\UD]RQD
HQ HO RFWDYR FRQVLGHUDQGR GHO ODXGR UHVSHFWR GHO SULPHU SXQWR
FRQWURYHUWLGR GHULYDGR GH OD GHPDQGD SODQWHDGD KDFH UHIHUHQFLD D GRV
FDUWDV 1ƒ('&3 GH IHFKD WUHFH GH DJRVWR GHO GRV PLO GRFH \
1ƒ('&3GHIHFKDRQFHGHRFWXEUHGHOGRVPLOGRFH PHGLDQWHODV
FXDOHVHOFRQWUDWLVWDQRWLILFDDODFRQWUDWDQWHODOLTXLGDFLyQGHOFRQWUDWRGH
REUD VHxDOD TXH DPEDV OLTXLGDFLRQHV HVWiQ FRQVHQWLGDV \ SODVPD HQ HO
ODXGR FRPR SULPHU SXQWR UHVROXWLYR SURQXQFLDPLHQWR UHVSHFWR GH OD
OLTXLGDFLyQHFRQyPLFDGHODREUDUHPLWLGDSRUHOFRQWUDWLVWDPHGLDQWHFDUWD
1ƒ('&3FXDQGRORTXHVHSODQWHDHQODGHPDQGDHVDSUREDUOD
OLTXLGDFLyQ GHO FRQWUDWR GH REUD SURSXHVWD SRU HO FRQWUDWLVWD SRU HO PRQWR
GH 6 QRWLILFDGD PHGLDQWH FDUWD 1ƒ ('&3  GH IHFKD
RQFH GH RFWXEUH GHO GRV PLO GRFH DVt FRPR OD GHYROXFLyQ GHO IRQGR
PDQFRPXQDGR SRU HO PRQWR GH 6 UHVSHFWR GH HVWH IRQGR HO
iUELWUR WDPELpQ UHVROYLy WHQLHQGR HQ FXHQWD OD OLTXLGDFLyQ GHO FRQWUDWR GH
REUDQRWLILFDGDSRUFDUWD1ƒ('&3


ϭϭ


'e&,02 7(5&(52 (Q OD UHVROXFLyQ Q~PHUR YHLQWLGyV GH IHFKD
YHLQWLVLHWH GH DJRVWR GHO GRV PLO TXLQFHHPLWLGD SRUHO 7ULEXQDO DUELWUDO DO
UHVROYHU OD VROLFLWXG GH DFODUDFLyQ \R LQWHUSUHWDFLyQ GHO ODXGR SODQWHDGD
SRUODHQWLGDGFRQWUDWDQWHHO7ULEXQDODUELWUDOH[SUHVD


´TXH VL ELHQ HV FLHUWR OD FDUWD 1ƒ('&3 PHGLDQWH OD FXDO HO 6U
$OEHUWRGHO&DVWLOOR3DUHGHVUHPLWLyODOLTXLGDFLyQ(FRQyPLFDGHOD2EUDQR
IXHPHQFLRQDGDHQHOHVFULWRGHGHPDQGDVLIXHPHQFLRQDGDHLQFRUSRUDGD
DO SUHVHQWH DUELWUDMH SRU HO GHPDQGDQWH HQ HO HVFULWR GH IHFKD  GH PD\R
GH  FRQ HO FXDO DEVROYLy OD FRQWHVWDFLyQ GH GHPDQGD \ FRQWHVWy OD
UHFRQYHQFLyQORFXDOVHFRQGLFHFRQORVHxDODGRHQHOTXLQWRFRQVLGHUDQGR
GHOODXGRDUELWUDOHVGHFLUTXHHO6U$OEHUWRGHO&DVWLOOR3DUHGHVLQFRUSRUy
HVD SUXHED \ OD KL]R SDUWH GH VXV DUJXPHQWRV GH GHIHQVD HQ OD HWDSD
SRVWXODWRULDGHODUELWUDMHµ


$O UHVSHFWR VH GHEH VHxDODU TXH OD SUHWHQVLyQ SULQFLSDO GHO GHPDQGDQWH
HVWiHVWDEOHFLGDHQHOWH[WRGHODGHPDQGDDUELWUDOTXHLQGLFD


´HQHVWHRUGHQGHFRVDVWHQHPRVTXHODFRQWURYHUVLDKDGHJLUDUVREUHVLOD
OLTXLGDFLyQ SUHVHQWDGD SRU HO FRQWUDWLVWD HO  FRQ FDUWD 1ƒ
('&3KDTXHGDGRFRQVHQWLGDµ


&RQVLGHUDGDpVWDFRPRSULPHUSXQWRFRQWURYHUWLGRODPLVPDTXHFRQIRUPH
DORVDXWRVDUELWUDOHVQRIXHDPSOLDGDQLFDPELDGD7DPELpQHVGHSUHFLVDU
TXHODUHFRQYHQFLyQIRUPXODGDSRUODHQWLGDGHVWiUHIHULGDDODOLTXLGDFLyQ
GHREUDSUHVHQWDGDSRUHOFRQWUDWLVWDPHGLDQWHFDUWD1ƒ('&3\D
ODOLTXLGDFLyQTXHHODERUy\DSUREySRU5HVROXFLyQ'LUHFWRUDO1ƒ
'*2($',6$9/&GHIHFKDYHLQWLWUpVGHHQHURGHGRVPLOWUHFH


'e&,02&8$572(VWH&ROHJLDGRDGYLHUWHTXHQRH[LVWHFRQJUXHQFLDHQWUH
OR SUHWHQGLGR SRU ODV SDUWHV DFRJLGR R VXEVXPLGR HQ ORV SXQWRV
FRQWURYHUWLGRVILMDGRV\ORUHVXHOWRSRUHOWULEXQDODUELWUDOGHPDQHUDTXH
HQWUH OR UD]RQDGR \ OR UHVXHOWR QR VH DSUHFLD FRKHUHQFLD IiFWLFDMXUtGLFD DO
HPLWLUVH HO ODXGR (Q HIHFWR DO UHVSHFWR HO 7ULEXQDO &RQVWLWXFLRQDO KD
VHxDODGR


´H /D PRWLYDFLyQ VXVWDQFLDOPHQWH LQFRQJUXHQWH (O GHUHFKR D OD GHELGD


PRWLYDFLyQGHODVUHVROXFLRQHVREOLJDDORVyUJDQRVMXGLFLDOHVDUHVROYHUODV

19
Folios 64 a 67.
20
Folios 16.
ϭϮ


SUHWHQVLRQHVGHODVSDUWHVGHPDQHUDFRQJUXHQWHFRQORVWpUPLQRVHQTXH
YHQJDQ SODQWHDGDV VLQ FRPHWHU SRU OR WDQWR GHVYLDFLRQHV TXH VXSRQJDQ
PRGLILFDFLyQRDOWHUDFLyQGHOGHEDWHSURFHVDO LQFRQJUXHQFLDDFWLYD µ


'e&,02 48,172 &RPR VH DGYLHUWH GH OR H[SXHVWR HQ ORV FRQVLGHUDQGRV
DQWHULRUHVWRGDUHVROXFLyQGHEHHVWDUGHELGDPHQWHPRWLYDGDQRVRORGHEH
HVWDUSUHPXQLGDGHIXQGDPHQWRVGHKHFKR\GHGHUHFKRVLQRTXHGHEHGDU
UHVSXHVWD FODUD FRKHUHQWH \ VXILFLHQWH D OR TXH HV PDWHULD GH OD
FRQWURYHUVLD GH OR FRQWUDULR VH HVWi DQWH XQD GHFLVLyQ DUELWUDULD TXH HO
'HUHFKRQRODDGPLWH\SRUWDQWRVHDIHFWDHOGHUHFKRDOGHELGRSURFHVRTXH
FRPR GHUHFKR FRQWLQHQWH FRPSUHQGH HO GHUHFKR D OD PRWLYDFLyQ GH
UHVROXFLRQHV TXH WRGR yUJDQR TXH DGPLQLVWUD MXVWLFLD GHEH UHVSHWDU HQWUH
HOORV HO yUJDQR DUELWUDO +DVWD HVWH SXQWR \ GH FRQIRUPLGDG FRQ OD
SURKLELFLyQ HVWDEOHFLGD HQ OD /H\ VH KD DQDOL]DGR HO DVSHFWR H[WHUQR GHO
ODXGRVLQHQWUDUDOIRQGRGHODFRQWURYHUVLD


'e&,026(;723RURWURODGRHOGHPDQGDQWHWDPELpQKDLQGLFDGRFRPR
IXQGDPHQWR IiFWLFR GH VX GHPDQGD TXH QR UHVXOWD DSOLFDEOH DO SUHVHQWH
FDVRHODUWtFXORGHO5HJODPHQWRGHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGR
$O UHVSHFWR HO FRQWUDWR 1ƒ  FHOHEUDGR HQWUH ',6$ 9/& \ OD
HPSUHVD $/%(572 (15,48('(/ &$67,//2 3$5('(6 GHO FXDO GHULYDHO
SUHVHQWH DUELWUDMH IXH VXVFULWR FRQ IHFKD VLHWH GH RFWXEUH GHO GRV PLO
RFKR OXHJR GHRWRUJDUVHOD EXHQD SUR DO FRQWUDWLVWD /LFLWDFLyQ 3~EOLFD 1ƒ
',6$9/&FRQYRFDGDHQHOPDUFRGHO'HFUHWR6XSUHPR1ƒ
3&0 5HJODPHQWR GH OD /H\ GH &RQWUDWDFLRQHV \ DGTXLVLFLRQHV GHO
(VWDGR QRUPD TXH HVWXYR YLJHQWH KDVWD HO WUHLQWD \ XQR GH HQHUR GHO GRV
PLO QXHYH SRU OR WDQWR OR DOHJDGR SRU HVWD SDUWH QR SXHGH SURVSHUDU
GHELHQGRVHUGHVHVWLPDGRHVWHH[WUHPR


'e&,02 6e37,02 (Q FRQVHFXHQFLD SRU OR H[SXHVWR HVWH &ROHJLDGR


FRQVLGHUD KDEHUVH HPLWLGR XQ ODGR FRQ PRWLYDFLyQ LQFRQJUXHQWH OR TXH
DJUDYLD  DO GHELGR SURFHVR \ OD GHELGD PRWLYDFLyQ GH OD UHVROXFLyQ HPLWLGD
ODXGR ORTXHGHEHGHFODUDUVHFRQIRUPHDODUWtFXORƒLQFLVRV\GHOD
&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFDGHO(VWDGR


3RUHVWDVFRQVLGHUDFLRQHV


21
Expediente N.° 00728-2008-PHC/TC, Lima 13.08.2008, F. N°7.
ϭϯ


6(5(68(/9(


'(&/$5$5)81'$'$ODGHPDQGDLQWHUSXHVWDHQFRQVHFXHQFLD18/2HO
ODXGRDUELWUDOGHIHFKDXQRGHMXQLRGHODxRGRVPLOTXLQFHFRQWHQLGRHQOD
UHVROXFLyQQ~PHURGLHFLRFKRDVtFRPRGHODUHVROXFLyQQ~PHURYHLQWLGyVGH
IHFKD YHLQWLVLHWH GH DJRVWR GHO GRV PLO TXLQFH TXH VH SURQXQFLD VREUH HO
SHGLGR GH DFODUDFLyQ \R LQWHUSUHWDFLyQ GHO ODXGR FRQ UHHQYLy DO 7ULEXQDO
$UELWUDODILQGHTXHHPLWDQXHYRODXGR
1RWLItTXHVHFRQIRUPHDOH\


5266(//0(5&$'2      $55,2/$
(63,12

5,9(5$*$0%2$

ϭϰ



&RUWH6XSHULRUGH-XVWLFLDGH/LPD
6HJXQGD6DOD&LYLO6XEHVSHFLDOL]DGDHQ0DWHULD&RPHUFLDO
BBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBB

(;3(',(17(1ƒ

'HPDQGDQWH  081,&,3$/,'$'',675,7$/'(-(6Ô60$5Ì$
'HPDQGDGR  '(,9,&2036$&
0DWHULD  $18/$&,Ð1'(/$8'2$5%,75$/

Sumilla: El Tribunal Arbitral emitió la Resolución N° 08 (la cual declara infundado el pedido de
rectificación del laudo y fundado el de integración), cuando el plazo máximo para resolver dicho
pedido se había vencido en exceso, toda vez que el escrito conteniendo la solicitud fue presentado ante
el árbitro con fecha 28 de octubre de 2014 y la Entidad fue notificada con la resolución que resuelve
dicho pedido, el 13 de julio de 2016. Por consiguiente, se ha configurado la causal prevista en el literal
g del numeral 1 del artículo 63° del Decreto Legislativo N° 1071, pero solo respecto de la Resolución
N° 08, no emitiéndose pronunciamiento sobre el laudo arbitral contenido en la Resolución N° 06, el
mismo que surte los efectos que tenía antes de la emisión de la mencionada Resolución N° 08.

5(62/8&,Ð1180(522&+2
0LUDIORUHVRQFHGHDEULOGHGRVPLOGLHFLVLHWH
9,6726
,QWHUYLQLHQGRFRPR3RQHQWHHO6HxRU-XH]6XSHULRU5RVVHOO0HUFDGR
 2%-(72'(/5(&8562

(V PDWHULDGH SURQXQFLDPLHQWR OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH/DXGR $UELWUDO


LQWHUSXHVWD SRU OD 0XQLFLSDOLGDG 'LVWULWDO GH -HV~V 0DUtD GHELGDPHQWH
UHSUHVHQWDGD SRU HO 3URFXUDGRU 3~EOLFR 0XQLFLSDO ,YiQ )HUQDQGR (VSLQR]D
&pVSHGHV (QDGHODQWHOD(QWLGDG FRQWUDHO/DXGR$UELWUDOHPLWLGRPHGLDQWH
UHVROXFLyQ Q~PHUR VHLV GH IHFKD  GH RFWXEUH GH  \ FRQWUD OD
UHVROXFLyQ Q~PHUR RFKR GH IHFKD  GH MXOLR GH  HO FXDO GHFODUD
LQIXQGDGDODVROLFLWXGGHUHFWLILFDFLyQ\IXQGDGDODLQWHJUDFLyQ HPLWLGRSRUHO
ÉUELWURÔQLFR-XDQ-DVKLP9DOGLYLHVR&HUQDHQHOSURFHVRDUELWUDOVHJXLGR
SRU '(,9, &203 6$& FRQWUD OD 081,&,3$/,'$' ',675,7$/ '( -(6Ô6
0$5Ì$
 )81'$0(1726'(/$'(0$1'$

&$86$/*
/DGHPDQGDQWHLQYRFDFRPRFDXVDOGHDQXODFLyQODSUHYLVWDHQHODUWtFXOR
QXPHUDOOLWHUDOJ GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒVHJ~QODFXDOHOODXGR
VyORSRGUiVHUDQXODGRFXDQGRODSDUWHTXHVROLFLWDODDQXODFLyQDOHJXHTXH
OD FRQWURYHUVLD KD VLGR GHFLGLGD IXHUD GHO SOD]R SDFWDGR SRU ODV SDUWHV

-1-
SUHYLVWR HQ HO UHJODPHQWR DUELWUDO DSOLFDEOH R HVWDEOHFLGR SRU HO WULEXQDO
DUELWUDO
)XQGDPHQWD OD FDXVDO GH DQXODFLyQ LQYRFDGD HQ HO KHFKR TXH OD UHVROXFLyQ
1ƒTXHGHFODUDLQIXQGDGDHOSHGLGRGHUHFWLILFDFLyQGHOODXGR\IXQGDGDOD
VROLFLWXG GH LQWHJUDFLyQ IXH HPLWLGD SRU HO iUELWUR ~QLFR VREUHSDVDQGR HO
SOD]R Pi[LPR SDUD UHVROYHU OD VROLFLWXGGH LQWHJUDFLyQ WRGD YH] TXHpVWD IXH
SUHVHQWDGD HO  GH RFWXEUH GH  \ OD 5HVROXFLyQ 1ƒ  TXH UHVXHOYH OD
VROLFLWXGIXHQRWLILFDGDHOGHMXOLRGH
 &217(67$&,Ð1'(/$'(0$1'$

&RQHOHVFULWRSUHVHQWDGRFRQIHFKDGHHQHURGHREUDQWHGHIRMDVD
HOGHPDQGDGR'(,9, &203 6$& HQ DGHODQWHHO &RQWUDWLVWD DEVXHOYH
HOWUDVODGRGHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRDUJXPHQWDQGRORVLJXLHQWH
 5HVSHFWR DO ODXGR DUELWUDO OD GHPDQGDGHEH VHU GHFODUD LPSURFHGHQWH
WRGDYH]TXHFXHVWLRQDDVSHFWRGHIRQGR
 (QFXDQWRDODUHVROXFLyQ1ƒVHxDODTXHGHDFXHUGRDORVRVWHQLGR
SRU OD GHPDQGDQWH \ HQ DSOLFDFLyQ GHO QXPHUDO  GHO DUWtFXOR  GHO
'/1ƒHQHOFDVRGHTXHHO7ULEXQDO$UELWUDOQRVHSURQXQFLHGH
ODVROLFLWXGGHLQWHJUDFLyQHQHOSOD]RHVWDEOHFLGRVHFRQVLGHUDUiTXHWDO
VROLFLWXG KD VLGR GHQHJDGD VLHQGR DVt WHQLHQGR HQ FXHQWD HO DUWtFXOR
GHODPLVPDOH\ODGHPDQGDQWHKDH[FHGLGRHOSOD]RSDUDSUHVHQWDU
OD GHPDQGD GH DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO SXHVWR TXH OD VROLWXG GH
LQWHJUDFLyQIXHHOGHRFWXEUHGH
 75$0,7('(/352&(62

0HGLDQWH UHVROXFLyQ 1ƒ  GH IHFKD  GH VHWLHPEUH GH  TXH REUD GH
IRMDV  D  VH UHVXHOYH DGPLWLU D WUiPLWH OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH
/DXGR$UELWUDOLQWHUSXHVWDSRUOD(QWLGDGSRUODFDXVDOTXHLQYRFD6HWLHQH
SRURIUHFLGRV\DGPLWLGRVORVPHGLRVSUREDWRULRVSUHVHQWDGRV3RVWHULRUDHOOR
OXHJRGHSUHVHQWDGRHOHVFULWRGHFRQWHVWDFLyQGHGHPDQGDVHILMDIHFKDSDUD
ODYLVWDGHODFDXVD
&216,'(5$1'2
 )81'$0(1726'((67$6$/$683(5,25

1XHVWUR HVTXHPD FRQVWLWXFLRQDO SHUPLWH HO FRQWURO MXGLFLDO GH ODXGRV


DUELWUDOHV HPDQDGR GH XQ SURFHVR GH DUELWUDMH < HV TXH VL ELHQ HO SURFHVR
DUELWUDO HV GH QDWXUDOH]D FRQVWLWXFLRQDO DXWyQRPD H LQGHSHQGLHQWH HV

 $UW  5HFWLILFDFLyQ LQWHUSUHWDFLyQ LQWHJUDFLyQ \ H[FOXVLyQ GHO ODXGR «   6L HO WULEXQDO DUELWUDO QR VH
SURQXQFLD DFHUFD GH OD UHFWLILFDFLyQ LQWHUSUHWDFLyQ LQWHJUDFLyQ \ H[FOXVLyQ VROLFLWDGD GHQWUR GHO SOD]R
SDFWDGR SRU ODV SDUWHV HVWDEOHFLGR HQ HO UHJODPHQWR DUELWUDO DSOLFDEOH R HQ VX GHIHFWR HQ HVWH DUWtFXOR VH
FRQVLGHUDUi TXH OD VROLFLWXG KD VLGR GHQHJDGD 1R VXUWLUi HIHFWR FXDOTXLHU GHFLVLyQ VREUH UHFWLILFDFLyQ
LQWHUSUHWDFLyQLQWHJUDFLyQ\H[FOXVLyQGHOODXGRTXHVHDQRWLILFDGDIXHUDGHSOD]R
 (ODUELWUDMHHQFXHQWUDMXVWLILFDFLyQFRQVWLWXFLRQDOHQHOSULQFLSLRGHDXWRQRPtDGHODYROXQWDGHVGHFLUHQOD

´OLEHUWDGµ 6RQ ODV SDUWHV TXLHQHV OLEUHPHQWH GHFLGHQ VRPHWHU VXV FRQWURYHUVLDV DUELWUDEOHV QR D OD MXULVGLFFLyQ
HVWiWLFD GHO(VWDGR VLQRDODGHORViUELWURV/DOLEHUWDGHVWiUHFRQRFLGRHQHODUWtFXORLQFLVROLWHUDODGHOD

-2-
FRQVWLWXFLRQDO WDPELpQ TXH DQWH HYHQWXDOHV DIHFWDFLRQHV D ORV GHUHFKRV \
SULQFLSLRV IXQGDPHQWDOHV H[LVWD XQ VLVWHPD GH FRQWURO \ SURWHFFLyQ MXGLFLDO
TXH JDUDQWLFH OD REVHUYDQFLD \HO UHVSHWR GH ORV SULQFLSLRV MXULVGLFFLRQDOHV \
GHUHFKRVIXQGDPHQWDOHVGHORVLQYROXFUDGRV
$O UHVSHFWR HO 7ULEXQDO &RQVWLWXFLRQDO KD SUHFLVDGR HVWH FDUiFWHU VHxDODQGR
HQOD67&([S1ƒ$$7&ODVLJXLHQWH
ŽŵŽ LJĂ ŚĂ ƐĞŹĂůĂĚŽ ĞƐƚĞ dƌŝďƵŶĂů͕ ͞ůĂ ŶĂƚƵƌĂůĞnjĂ ĚĞ ũƵƌŝƐĚŝĐĐŝſŶ ŝŶĚĞƉĞŶĚŝĞŶƚĞ ĚĞů ĂƌďŝƚƌĂũĞ͕ ŶŽ
ƐŝŐŶŝĨŝĐĂ ƋƵĞ ĞƐƚĂďůĞnjĐĂ Ğů ĞũĞƌĐŝĐŝŽ ĚĞ ƐƵƐ ĂƚƌŝďƵĐŝŽŶĞƐ ĐŽŶ ŝŶŽďƐĞƌǀĂŶĐŝĂ ĚĞ ůŽƐ ƉƌŝŶĐŝƉŝŽƐ
ĐŽŶƐƚŝƚƵĐŝŽŶĂůĞƐƋƵĞŝŶĨŽƌŵĂŶůĂĂĐƚŝǀŝĚĂĚĚĞƚŽĚŽſƌŐĂŶŽƋƵĞĂĚŵŝŶŝƐƚƌĂũƵƐƚŝĐŝĂ͕ƚĂůĞƐĐŽŵŽĞůĚĞ
ŝŶĚĞƉĞŶĚĞŶĐŝĂĞŝŵƉĂƌĐŝĂůŝĚĂĚĚĞůĂĨƵŶĐŝſŶũƵƌŝƐĚŝĐĐŝŽŶĂů͕ĂƐşĐŽŵŽůŽƐƉƌŝŶĐŝƉŝŽƐLJĚĞƌĞĐŚŽƐĚĞůĂ
ĨƵŶĐŝſŶũƵƌŝƐĚŝĐĐŝŽŶĂů͘ŶƉĂƌƚŝĐƵůĂƌ͕ĞŶƚĂŶƚŽũƵƌŝƐĚŝĐĐŝſŶ͕ŶŽƐĞĞŶĐƵĞŶƚƌĂĞdžĐĞƉƚƵĂĚĂĚĞŽďƐĞƌǀĂƌ
ĚŝƌĞĐƚĂŵĞŶƚĞ ƚŽĚĂƐ ĂƋƵĞůůĂƐ ŐĂƌĂŶƚşĂƐ ƋƵĞ ĐŽŵƉŽŶĞŶ Ğů ĚĞƌĞĐŚŽ Ăů ĚĞďŝĚŽ ƉƌŽĐĞƐŽ͟ ;^d ϲϭϲϳͲ
ϮϬϬϱͲW,ͬd͕ĨƵŶĚĂŵĞŶƚŽϵͿ͘

'HO SULQFLSLR FRQVWLWXFLRQDO FRQWHQLGR HQ HO DUWtFXOR  LQFLVR  GH OD
&RQVWLWXFLyQDVtFRPRGHODVGLVSRVLFLRQHVOHJDOHVSUHYLVWDVHQHODUWtFXOR
LQFLVRV\GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ²/H\GH$UELWUDMHVHKDELOLWDHO
FRQWUROMXGLFLDOGHORVODXGRVDUELWUDOHVHQWDQWRTXLHQVROLFLWDODDQXODFLyQ
GHO ODXGR LQYRTXH \ SUXHEH HO FXPSOLPLHQWR GH ODV FDXVDOHV SUHYLVWDV
WD[DWLYDPHQWH HQ HO DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ  /DV
DOHJDFLRQHV IRUPXODGDV \ ODV SUXHEDV DSRUWDGDV SRU TXLHQ SUHWHQGH OD
QXOLGDGGHOODXGRGHEHQHVWDUGLULJLGDVDVXVWHQWDUODVFDXVDOHVGHDQXODFLyQ
OHJDOPHQWHHVWDEOHFLGDV
(ODUWtFXORLQFLVRGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒVHxDODTXHFRQWUDHO
ODXGRVyORSRGUiLQWHUSRQHUVHUHFXUVRGHDQXODFLyQ(VWHUHFXUVRFRQVWLWX\H
OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR \ WLHQH SRU REMHWR OD UHYLVLyQ GH VX
YDOLGH] SRU ODV FDXVDOHV WD[DWLYDPHQWH HVWDEOHFLGDV HQ HO DUWtFXOR  (O
UHFXUVRVHUHVXHOYHGHFODUDQGRODYDOLGH]RODQXOLGDGGHOODXGR
'H DFXHUGR D HOOR OD GRFWULQD FRQVLGHUD TXH HO 5HFXUVR GH $QXODFLyQ GH
/DXGR $UELWUDO WLHQH SRU REMHWR UHYLVDU ~QLFDPHQWH OD YDOLGH] GHO ODXGR
FRQWUROiQGRVHHOFXPSOLPLHQWRGHORVUHFDXGRVOHJDOHVVLQHQWUDUDYDORUDUHO
DFLHUWRRGHVDFLHUWRGHODGHFLVLyQHVGHFLUTXHHO-XH]VHHQFXHQWUDOLPLWDGR
DUHYLVDUODIRUPDPiVQRHOIRQGRGHODPDWHULDVRPHWLGDDDUELWUDMHGHHVH
PRGR \ FRQIRUPH D ODV QRUPDV PHQFLRQDGDV ODV FDXVDOHV OHJDOHV SDUD
LQWHUSRQHU HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ FRQWUD HO ODXGR DUELWUDO VH HQFXHQWUDQ
FRQWHPSODGDVGHPDQHUDWD[DWLYD
 $1É/,6,6'(/&$62&21&5(72

 (V GH DGYHUWLU TXH OD SUHVHQWH DQXODFLyQ GH ODXGR VH LQWHUSRQH FRPR
FRQVHFXHQFLDGHODHPLVLyQGHOODXGRGHIHFKDGHRFWXEUHGHTXHVH

&RQVWLWXFLyQ TXH LQWHUSUHWDGR FRQMXQWDPHQWH FRQ HO DUWtFXOR  GH OD 1RUPD )XQGDPHQWDO VH LQILHUH VX
LPSRUWDQFLDHQQXHVWURRUGHQDPLHQWRMXUtGLFRSXHVSURWHJHQODOLEHUWDGGHODSHUVRQDKXPDQDFRPRXQYDORU
VXSHULRU\GHUHFKRIXQGDPHQWDO
 (VWD QRUPD FRQVWLWXFLRQDO UHFRQRFH OD MXULVGLFFLyQ DUELWUDO DO VHxDODU TXH QR H[LVWH QL SXHGH HVWDEOHFHUVH

MXULVGLFFLyQDOJXQDLQGHSHQGLHQWHFRQH[FHSFLyQGHODPLOLWDU\ODDUELWUDO

-3-
GHULYD GHO &RQWUDWR GH $GMXGLFDFLyQ GH 0HQRU &XDQWtD 1ƒ 
0'-06*/SRU´DGTXLVLFLyQGHVXPLQLVWURVGHFyPSXWRµVHRWRUJyOD
%XHQD3URDIDYRUD'HLYL&RPS6$&SRUXQPRQWRGH6
&RPRVHKDJORVDGRHODUJXPHQWRTXHVXVWHQWDODFDXVDOGHLQYRFDFLyQ
LQYRFDGDHVTXHOD5HVROXFLyQ1ƒTXHUHVXHOYHODVROLFLWXGGHUHFWLILFDFLyQ
H LQWHJUDFLyQ GH ODXGR DUELWUDO IXH HPLWLGD \ QRWLILFDGD FXDQGR \D VH KDEtD
YHQFLGR HO SOD]R Pi[LPR SDUD UHVROYHU GLFKD VROLFLWXG (Q HVH VHQWLGR HV
QHFHVDULRVHxDODUDOJXQRVKHFKRVUHOHYDQWHVSDUDUHVROYHUHOFDVR
o (O ODXGR DUELWUDO GH IHFKD  GH RFWXEUH GH  VHxDOy HQ OD WHUFHUD
SDUWH UHVROXWLYD OR VLJXLHQWH ´7(5&(52 'HWHUPLQDU TXH OD 081,&,3$/,'$'
',675,7$/ '( -(6Ô6 0$5Ì$ DVXPD HQ VX WRWDOLGDG ORV JDVWRV DUELWUDOHV TXH
DFUHGLWH HO &RQWUDWLVWD KDEHU HIHFWXDGR FRPR FRQVHFXHQFLD GHO SUHVHQWH DUELWUDMH
« µ\IXHQRWLILFDGRDOD(QWLGDGHOGHRFWXEUHGHFRQIRUPHVH
DSUHFLDDIROLRGHOH[SHGLHQWHDUELWUDO
o (O&RQWUDWLVWDPHGLDQWHHVFULWRSUHVHQWDGRDQWHHO7ULEXQDO$UELWUDOHO
GH RFWXEUH GH  GHQWUR GHO SOD]R SDFWDGR SRU ODV SDUWHV VROLFLWy
UHFWLILFDFLyQ H LQWHJUDFLyQ GHO ODXGR FRQIRUPH VH DSUHFLD D IROLRV 
GHOH[SHGLHQWHMXGLFLDO(VDVtTXHSRU5HVROXFLyQ1ƒGHIHFKDGH
RFWXEUH GH  REUDQWH D  IROLRV  \  GHO H[SHGLHQWH DUELWUDO HO
ÉUELWUR ÔQLFR WXYR SRU SUHVHQWDGR OD VROLFLWXG GH UHFWLILFDFLyQ H
LQWHUSUHWDFLyQGHOODXGR\SXVRHQFRQRFLPLHQWRDOD(QWLGDGDILQGHTXH
H[SUHVHORFRQYHQLHQWHHQHOSOD]RGHGtDV
o $O QR KDEHU SURQXQFLDPLHQWR GHO ÉUELWUR ÔQLFR VREUH OD VROLFLWXG GH
UHFWLILFDFLyQ H LQWHJUDFLyQ GH ODXGR HO &RQWUDWLVWD PHGLDQWH HVFULWR
SUHVHQWDGR DQWH HO 7ULEXQDO $UELWUDO HO  GH VHWLHPEUH GH 
VROLFLWD TXH HO ÉUELWUR ÔQLFR HPLWD SURQXQFLDPLHQWR WRGD YH] TXH HO
UHWUDVR OH RFDVLRQD SHUMXLFLRV HFRQyPLFRV VLQ HPEDUJR HO 7ULEXQDO
$UELWUDOQRHPLWHUHVROXFLyQDOJXQDKDVWDHODxR
o $Vt D IROLRV  GHO H[SHGLHQWH DUELWUDO VH DSUHFLD OD UD]yQ HPLWLGD FRQ
IHFKDGHMXOLRGHSRUOD6HFUHWDULD$UELWUDOGDQGRFXHQWDTXHHO
GHMXOLRGHHOÉUELWURÔQLFRKDWRPDGRFRQRFLPLHQWRSRUPHGLRGH
XQDOODPDGDWHOHIyQLFDUHDOL]DGDSRUHODERJDGRGHO&RQWUDWLVWDDFHUFDGH
ODH[LVWHQFLDGHOHVFULWRGHUHFWLILFDFLyQHLQWHUSUHWDFLyQGHOODXGRDUELWUDO
TXH IXH LQWHUSXHVWR HO  GH RFWXEUH GH  HO FXDO SURFHGLy D GDU
FXHQWD
o 0HGLDQWH 5HVROXFLyQ 1ƒ  GH IHFKD  GH MXOLR GH  HPLWLGD SRU HO
$UELWURÔQLFRVHGHFODUyLQIXQGDGDODVROLFLWXGGHUHFWLILFDFLyQ\IXQGDGD
ODGHLQWHJUDFLyQQRWLILFiQGRVHDOD(QWLGDGHOGtDGHMXOLRGHWDO
FRPR REUD HQ HO H[SHGLHQWH MXGLFLDO D IROLRV  $QWH HOOR OD (QWLGDG
SODQWHDODSUHVHQWHGHPDQGDGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDO
 (Q HO HVFHQDULR DQWHULRUPHQWH GHVFULWR HV SHUWLQHQWH VHxDODU TXH HQ HO
SXQWRGHO$FWDGH,QVWDODFLyQGHÉUELWURÔQLFR$G+RFREUDQWHDIROLRV
DGHOH[SHGLHQWHMXGLFLDOVHHVWDEOHFLyORVLJXLHQWH
(OSHGLGRGHLQWHJUDFLyQVROLFLWDGRSRUHO&RQWUDWLVWDHVVyORUHVSHFWRGHOWHUFHUSXQWRUHVROXWLYRGHOODXGR

-4-
ZĞĐƚŝĨŝĐĂĐŝſŶ͕ŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶ͕ŝŶƚĞŐƌĂĐŝſŶLJĞdžĐůƵƐŝſŶĚĞůůĂƵĚŽ͘
ϰϮ͘ĞŶƚƌŽĚĞůƉůĂnjŽĚĞĐŝŶĐŽ;ϬϱͿĚşĂƐŚĄďŝůĞƐĚĞŶŽƚŝĨŝĐĂĚŽĞůůĂƵĚŽ͕ůĂƐƉĂƌƚĞƐƉŽĚƌĄŶƉĞĚŝƌĂů
ƌďŝƚƌŽ jŶŝĐŽ ůĂ ƌĞĐƚŝĨŝĐĂĐŝſŶ͕ ŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶ͕ ŝŶƚĞŐƌĂĐŝſŶ LJ ĞdžĐůƵƐŝſŶ ĚĞů ůĂƵĚŽ ĞŶ ůŽ ƋƵĞ
ĐŽŶƐŝĚĞƌĞŶĐŽŶǀĞŶŝĞŶƚĞ͘
ƐƚŽƐƌĞĐƵƌƐŽƐĚĞďĞƌĄŶƉŽŶĞƌƐĞĞŶĐŽŶŽĐŝŵŝĞŶƚŽĚĞůĂŽƚƌĂƉĂƌƚĞƉĂƌĂƋƵĞĞŶƵŶƉůĂnjŽĚĞĐŝŶĐŽ
;ϬϱͿĚşĂƐŚĄďŝůĞƐƉƵĞĚĂŵĂŶŝĨĞƐƚĂƌůŽĐŽŶǀĞŶŝĞŶƚĞĂƐƵĚĞƌĞĐŚŽ͘sĞŶĐŝĚŽĞƐƚĞƉůĂnjŽ͕ĞůƌďŝƚƌŽ
jŶŝĐŽƌĞƐŽůǀĞƌĄĞŶƵŶƉůĂnjŽĚĞƋƵŝŶĐĞ;ϭϱͿĚşĂƐŚĄďŝůĞƐĚĞŶŽƚŝĨŝĐĂĚĂůĂƌĞƐŽůƵĐŝſŶĚĞƚƌĄŝŐĂƐĞ
ƉĂƌĂƌĞƐŽůǀĞƌ͘
;͙Ϳ
$VLPLVPRHOQXPHUDOGHODUWtFXORGHOD/H\GH$UELWUDMH '/HJ 
VHxDODTXH
ϯ͘^ŝĞůƚƌŝďƵŶĂůĂƌďŝƚƌĂůŶŽƐĞƉƌŽŶƵŶĐŝĂĂĐĞƌĐĂĚĞůĂƌĞĐƚŝĨŝĐĂĐŝſŶ͕ŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶ͕ŝŶƚĞŐƌĂĐŝſŶLJ
ĞdžĐůƵƐŝſŶ ƐŽůŝĐŝƚĂĚĂƐ ĚĞŶƚƌŽ ĚĞů ƉůĂnjŽ ƉĂĐƚĂĚŽ ƉŽƌ ůĂƐ ƉĂƌƚĞƐ͕ ĞƐƚĂďůĞĐŝĚŽ ĞŶ Ğů ƌĞŐůĂŵĞŶƚŽ
ĂƌďŝƚƌĂůŽ͕ĞŶƐƵĚĞĨĞĐƚŽ͕ĞŶĞƐƚĞĂƌƚşĐƵůŽ͕ƐĞĐŽŶƐŝĚĞƌĂƌĄƋƵĞůĂƐŽůŝĐŝƚƵĚŚĂƐŝĚŽĚĞŶĞŐĂĚĂ͘EŽ
ƐƵƌƚŝƌĄĞĨĞĐƚŽĐƵĂůƋƵŝĞƌĚĞĐŝƐŝſŶƐŽďƌĞƌĞĐƚŝĨŝĐĂĐŝſŶ͕ŝŶƚĞƌƉƌĞƚĂĐŝſŶ͕ŝŶƚĞŐƌĂĐŝſŶLJĞdžĐůƵƐŝſŶĚĞů
ůĂƵĚŽƋƵĞƐĞĂŶŽƚŝĨŝĐĂĚĂĨƵĞƌĂĚĞƉůĂnjŽ͟
eQIDVLVGHOD6DOD 
 $KRUD ELHQ FDEH VHxDODU TXH FRQIRUPH OR DFRWDGR HQ ORV SXQWRV
SUHFHGHQWHVHO$UELWURÔQLFRQRKDFXPSOLGRFRQHPLWLUUHVSXHVWDRSRUWXQDDO
SHGLGRGHUHFWLILFDFLyQHLQWHJUDFLyQVROLFLWDGRSRUHO&RQWUDWLVWDSXHVOXHJR
GHFDVLGRVDxRVUHFLpQHPLWLyODUHVROXFLyQ1ƒGHELHQGRWHQHUVHSUHVHQWH
TXHGLFKRiUELWURHPLWLyOD5HVROXFLyQ1ƒGHIHFKDGHRFWXEUHGH
REUDQWHDIROLRV\GHOH[SHGLHQWHDUELWUDOGDQGRSRUSUHVHQWDGDOD
WDQWDV YHFHV PHQFLRQDGD VROLFLWXG GH UHFWLILFDFLyQ H LQWHUSUHWDFLyQ GH HVH
PRGR VH HYLGHQFLD TXH WXYR FRQRFLPLHQWR RSRUWXQR GH GLFKD VROLFLWXG \ QR
FRPR VH DILUPD HQ OD UD]yQ HPLWLGD SRU OD 6HFUHWDULD $UELWUDO TXH GLFKR
iUELWURUHFLpQFRQIHFKDGHMXOLRGHWRPyFRQRFLPLHQWRGHODVROLFLWXG
GHPDUUDVSRUPHGLRGHXQDOODPDGDSRUSDUWHGHODERJDGRGHO&RQWUDWLVWD
 3RU RWUR ODGR HQ OD FRQWHVWDFLyQ GH OD SUHVHQWH GHPDQGD VH KD
H[SUHVDGR TXHGHDFXHUGR D ORVRVWHQLGRSRU OD GHPDQGDQWH\ HQDSOLFDFLyQ
GHO QXPHUDO  GHO DUWtFXOR GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ  HQHO FDVR GH
TXHHOWULEXQDODUELWUDOQRVHSURQXQFLHVREUHODVROLFLWXGGHLQWHJUDFLyQHQHO
SOD]R HVWDEOHFLGR VH FRQVLGHUDUi TXH WDO VROLFLWXG KD VLGR GHQHJDGD
DJUHJDQGR TXH WHQLHQGR HQ FXHQWD HO DUWtFXOR  GH OD PLVPD OH\ OD
GHPDQGDQWHKDH[FHGLGRHOSOD]RSDUDSUHVHQWDUODGHPDQGDGHDQXODFLyQGH
ODXGR DUELWUDO SXHVWR TXH OD VROLWXG GH LQWHJUDFLyQ IXH SUHVHQWDGD HO  GH
RFWXEUH GH  UD]yQ SRU OD FXDO GHEHUtD GHFODUDUVH LPSURFHGHQWH OD
GHPDQGD
$O UHVSHFWR FRUUHVSRQGH PHQFLRQDU TXH OD VROLFLWXG GH UHFWLILFDFLyQ H
LQWHJUDFLyQIXHSUHVHQWDGDSRUHO&RQWUDWLVWD DKRUDGHPDQGDGR \QRSRUOD
(QWLGDG DKRUDGHPDQGDQWH HQFRQVHFXHQFLDXQDYH]YHULILFDGDODRPLVLyQ
R DXVHQFLD GH SURQXQFLDPLHQWR SRU SDUWH GHO iUELWUR VREUH OD PHQFLRQDGD
VROLFLWXGHO&RQWUDWLVWDWHQtDH[SHGLWRVXGHUHFKRSDUDUHFXUULUHQDQXODFLyQ
GH ODXGR SRUTXH VX SHWLFLyQ GH UHFWLILFDFLyQ H LQWHUSUHWDFLyQ KDEtD VLGR
GHQHJDGD QXPHUDOGHODUWtFXORGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ 
3DUD OD (QWLGDGHYLGHQWHPHQWH WDPELpQVH WLHQH SRU UHVSRQGLGDHQ VHQWLGR

-5-
QHJDWLYRODSHWLFLyQGHUHFWLILFDFLyQHLQWHUSUHWDFLyQ²XQDYH]WUDQVFXUULGRHO
SOD]R SDUD TXH HO iUELWUR HPLWD OD FRUUHVSRQGLHQWH UHVROXFLyQ²   HQ HVH
FRQWH[WR FDUHFtD GH LQWHUpV SDUD FXHVWLRQDU OD PHQFLRQDGD GHQHJDWRULD YtD
UHFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRSRUTXHHYLGHQWHPHQWHOHHUDIDYRUDEOHHVPDV
FDUHFtD GH OHJLWLPLGDG SDUD SRGHU LQWHUSRQHU GLFKR UHFXUVR (VD VLWXDFLyQ
FDPELDFXDQGRHO$UELWURÔQLFRHPLWHOD5HVROXFLyQ1ƒFXHVWLRQDGDSXHV
DO VHU QRWLILFDGD FRQ pVWD QDFH VX GHUHFKR D FXHVWLRQDUOD YtD HO SUHVHQWH
UHFXUVR
 +DELHQGR GHMDGR HVWDEOHFLGR D  TXH OD (QWLGDG UHFLpQ VH HQFRQWUDED
KDELOLWDGDSDUDFXHVWLRQDUOD5HVROXFLyQ1ƒDSDUWLUGHOGtDGHMXOLRGH
IHFKDHQTXHIXHQRWLILFDGDFRQODPLVPD\E TXHGLFKDUHVROXFLyQKD
VLGR HPLWLGD FXDQGR VH KDEtD YHQFLGR HQ H[FHVR HO SOD]R SDUD KDFHUOR VH
FRQFOX\H TXH OD 5HVROXFLyQ 1ƒ    ²GH DFXHUGR DO QXPHUDO  GHO $FWD GH
,QVWDODFLyQ GH ÉUELWUR ÔQLFR $G +RF \ GHO QXPHUDO  GHO DUWtFXOR  GHO
'HFUHWR /HJLVODWLYR 1ƒ ²   QR VXUWH QLQJ~Q HIHFWR  HQ HVH VHQWLGR OD
SUHVHQWH GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO GHEH VHU HVWLPDGD
GHELHQGRGHFODUDUVHQXODODPHQFLRQDGDUHVROXFLyQPDQWHQLpQGRVHODSOHQD
YLJHQFLDGHO/DXGR$UELWUDOHPLWLGRPHGLDQWH5HVROXFLyQ1ƒGHIHFKDGH
RFWXEUHGH
3RUODVUD]RQHVH[SUHVDGDV\ODVQRUPDVOHJDOHVLQYRFDGDVORVLQWHJUDQWHVGH
HVWH&ROHJLDGR6XSHULRUUHVROYLHURQ
5(62/8&,Ð1
'(&/$5$5 )81'$'$ OD GHPDQGD GH $QXODFLyQ GH /DXGR $UELWUDO
LQWHUSXHVWD SRU OD 081,&,3$/,'$' ',675,7$/ '( -(6Ô6 0$5Ì$ HQ
FRQVHFXHQFLD18/$OD5HVROXFLyQ1ƒTXHGHFODUyLQIXQGDGDODVROLFLWXG
GH UHFWLILFDFLyQ \ IXQGDGD OD VROLFLWXG GH LQWHJUDFLyQ GHO ODXGR DUELWUDO
HPLWLGD SRU HO ÉUELWUR ÔQLFR -XDQ -DVKLP 9DOGLYLHVR &HUQD 6,1 5((19Ì2
35(&,6$1'2 TXH HVWH SURQXQFLDPLHQWR QR DIHFWD OR UHVXHOWR HQ HO /DXGR
$UELWUDO FRQWHQLGR HQ OD 5HVROXFLyQ 1ƒ  (Q ORV VHJXLGRV SRU OD
0XQLFLSDOLGDG 'LVWULWDO GH -HV~V 0DUtD FRQWUD 'HLYL &RPS 6$& VREUH
$QXODFLyQGH/DXGR$UELWUDO1RWLILFiQGRVH
-050DDR



5266(//0(5&$'2     $55,2/$(63,12


5,9(5$*$0%2$


-6-


&257(683(5,25'(-867,&,$'(/,0$
6(*81'$6$/$&,9,/&2168%(63(&,$/,'$'&20(5&,$/

([SHGLHQWH 
'HPDQGDQWH 6(*85262&,$/'(6$/8'(66$/8'
'HPDQGDGR &25325$&,Ð1%,27(&6$
0DWHULD $QXODFLyQGH/DXGR$UELWUDO


 (O $UELWUDMH HV XQD IRUPDKHWHURFRPSRVLWLYD DOWHUQDWLYD GH VROXFLyQGH FRQIOLFWRV
FRQ UDQJR FRQVWLWXFLRQDO HO TXH FRPR ELHQ OR VHxDOD QXHVWUR 7ULEXQDO
 &RQVWLWXFLRQDO QR VH HQFXHQWUD GHVOLJDGR GH ODV JDUDQWtDV FRQVWLWXFLRQDOHV
SUHYLVWDVHQODQRUPDIXQGDPHQWDOODVFXDOHVGHEHQUHVSHWDUVH\FXPSOLUVHHQ
 HVSHFLDOODVUHJODV\SULQFLSLRVGHOGHELGRSURFHVR

 (Q UHODFLyQ DO GHUHFKR D OD PRWLYDFLyQ GH ODV UHVROXFLRQHV HO XVR GH OD IRUPD
VLPSOHFRQGLFLRQDO GHO YHUER GHQRWD KLSyWHVLV SUREDELOLGDG VXEMHWLYLGDG QR

DFRUGH FRQ XQD PRWLYDFLyQ FODUD \ REMHWLYD GHVSURYLVWD GH DUELWUDULHGDG HQ
 FRQFRUGDQFLDFRQHODUWtFXORGHOD&RQVWLWXFLyQ\DUWtFXORGHO'HFUHWR
/HJLVODWLYR1ƒ /H\GH$UELWUDMH 


5(62/8&,Ð11Ô0(52&8$752
/LPDYHLQWLGyVGHIHEUHUR
'RVPLOGLHFLVLHWH

9,6726 2EVHUYiQGRVH ODV IRUPDOLGDGHV SUHYLVWDV
HQ HO DUWtFXOR ƒGHO 7H[WR ÔQLFR 2UGHQDGR GH OD/H\ 2UJiQLFD GHO
3RGHU -XGLFLDO FRQ HO H[SHGLHQWH DUELWUDO D OD YLVWD LQWHUYLQLHQGR
FRPRSRQHQWHOD-XH]6XSHULRUGRFWRUD0DUFHOD$UULROD(VSLQR

, 2%-(72'(/5(&8562
9LHQH SDUD UHVROYHU HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ SDUFLDO IRUPXODGR
FRQWUDHOODXGRDUELWUDOGHGHUHFKRGHIHFKDGRVGHMXQLRGHODxRGRV
PLOGLHFLVpLVFRQWHQLGDHQODUHVROXFLyQQ~PHURYHLQWHHPLWLGRSRUHO
iUELWUR~QLFR$OEHUWR5HWDPR]R/LQDUHVHQORVH[WUHPRVVLJXLHQWHV


1
Folios 104 a 133.
ϭ



« 

,, )81'$0(1726'(/$'(0$1'$

5HFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDO(O6HJXUR6RFLDOGH6DOXG
(66$/8' LQWHUSRQH UHFXUVR GH DQXODFLyQ SDUFLDO GHO ODXGR
FRQWHQLGR HQ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR YHLQWH DOHJD SULQFLSDOPHQWH HO
GHPDQGDQWHORVLJXLHQWH

L (O DUELWUR QR KD UHVSHWDGR HO SOD]R SDFWDGR SRU OD SDUWHV
DPSOLDQGRHOSOD]RGHSUHVHQWDFLyQGHODGHPDQGD\RWRUJDDOD
HQWLGDGXQSOD]RGLIHUHQWHFRQODILQDOLGDGGHQRFXHVWLRQDUOD
DUELWUDULHGDGFRPHWLGD
LL 'HQXQFLD OD IDOWD GH PRWLYDFLyQ GHO ODXGR HQ ORV QXPHUDOHV
  \  HQ WDQWR TXH HO $UELWUR ÔQLFR UHDOL]D VX
IXQGDPHQWDFLyQ FRQ DSUHFLDFLyQ VXEMHWLYDV HQ EDVH D
VXSXHVWRV TXH QR VH HQFXHQWUDQ DPSDUDGDV HQ QRUPDWLYD GH


2
Folios 183 y ss.
Ϯ


ODPDWHULD\DSHVDUGHFRQWDUFRQSUXHEDVTXHGHPXHVWUDQOD
QR H[LVWHQFLD GH HVFDVH] FRPR HV HO PHGLR SUREDWRULR
0HPRUiQGXP 1ƒ ',*(0,''$6('0,16$ TXH
VHxDOD WDQWR HO VWRFN DFWXDO FRPR OD GLVSRQLELOLGDG GH OD
PDWHULDSULPD7UDPDGRO&ORUKLGUDWDGR

&DXVDO6HLQYRFDODFRQILJXUDFLyQGHODFDXVDOFRQWHQLGDHQHOOLWHUDO
´EµGHOQXPHUDOGHODUWtFXORGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR²/H\
GH$UELWUDMH HQDGHODQWHOD/H\ 

,,, &217(67$&,Ð1'(/$'(0$1'$

3RU HVFULWR SUHVHQWDGR FRQ IHFKD FLQFR  GH HQHUR GHO DxR GRV PLO
GLHFLVLHWH HO GHPDQGDGR &25325$&,Ð1 %,27(& 6$ FRQWHVWD OD
GHPDQGDQHJiQGROD\FRQWUDGLFLpQGRODDOHJDQGRSULQFLSDOPHQWH

L 1RUHDOL]yHOUHFODPRSUHYLRVLQRSRUHOFRQWUDULRORTXHLQWHQWy
KDFHU HV TXH YtD H[FOXVLyQ H LQWHUSUHWDFLyQ VH FDPELDUD OD
GHFLVLyQGHIRQGR
LL (OGHPDQGDQWHQRVHxDODFXDOHVIXHURQVLGRORVGHUHFKRVTXH
QRSXGRKDFHUYDOHU
LLL (V IDOVR TXH HO ODXGR DUELWUDO   FRQWHQJD XQD GHILFLHQWH
PRWLYDFLyQ H[WHUQD OD VXSXHVWD IDOWD GH PRWLYDFLyQ
´DUJXPHQWDGDµ SRU (66$/8'  HV HQ UHDOLGDG XQ
FXHVWLRQDPLHQWR D ORV IXQGDPHQWRV GHO ODXGR SURSLDPHQWH
GLFKR
,9 5(680(1 '(/ 352&(62 $5%,75$/ < /2 $&78$'2 (1
6('(
 -8',&,$/


ϯ


2EUD FRPR DFRPSDxDGR HO H[SHGLHQWH DUELWUDO HQ GRV WRPRV 
FRUUHVSRQGLHQWH DO SURFHVR VHJXLGR HQWUH &25325$&,Ð1
%,27(&6$\HO6(*85262&,$/'(6$/8'(66$/8'

L &RQIHFKDFXDWURGHPDU]RGHODxRGRVPLOTXLQFHVHLQVWDOyHO
ÉUELWURÔQLFR$G+RFHQGLFKRDFWRVHHVWDEOHFLHURQODVUHJODV
SURFHGLPHQWDOHV OD FODVH GH DUELWUDMH GH GHUHFKR  OD VHGH HO
LGLRPDOH\DSOLFDEOHVHFUHWDUtD\KRQRUDULRV
LL 3RUUHVROXFLyQQ~PHURYHLQWHGHIHFKDGRVGHMXQLRGHOGRVPLO
GLHFLVpLV VH HPLWLy HO ODXGR PDWHULD GH LPSXJQDFLyQ SRU
UHVROXFLyQ Q~PHUR YHLQWLFXDWUR \ YHLQWLVLHWH HO iUELWUR ~QLFR
VH SURQXQFLD VREUH ORV SHGLGRV GH DFODUDFLyQ \ FRUUHFFLyQ GHO
ODXGR \ GH ORV SHGLGRV GH H[FOXVLyQ H LQWHUSUHWDFLyQ
UHVSHFWLYDPHQWH
LLL &RQ IHFKD GLHFLRFKR GH DJRVWR GHO DxR GRV PLO GLHFLVpLV HO
6HJXUR 6RFLDO GH 6DOXG (66$/8' LQWHUSXVR HO UHFXUVR GH
DQXODFLyQGHODXGRDUELWUDOHOTXHIXHDGPLWLGRSRUUHVROXFLyQ
Q~PHURXQR
LY 3RUUHVROXFLyQQ~PHURGRVVHWLHQHSRUUHFLELGRHOH[SHGLHQWH
DUELWUDO
Y 3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR WUHV VH WLHQH SRU FRQWHVWDGD OD
GHPDQGD \ HQ HVH PLVPR DFWR VH SURFHGLy D  ILMDU IHFKD GH OD
YLVWDGHODFDXVD
YL &RQIHFKDFDWRUFHGHIHEUHURGHOSUHVHQWHDxRVHOOHYyDFDEROD
9LVWDSURJUDPDGDTXHGDQGRODFDXVDOLVWDSDUDODHPLVLyQGHO
SUHVHQWHSURQXQFLDPLHQWR

   &216,'(5$1'2


3
Folios 522 a 528 del Expediente Arbitral.
4
Folios 348 a 377 del Expediente Arbitral.
5
Folios 440 a 454 del Expediente Arbitral.
6
Folios 469 a 491 del Expediente Arbitral.
7
Folios 200 a 201.
8
Folios 208.
9
Folios 282.
ϰ


35,0(52  (Q SULPHU OXJDU VH GHEH GHOLPLWDU HO QLYHO GH
DFWXDFLyQ GHO SUHVHQWH yUJDQR MXULVGLFFLRQDO HO FXDO VyOR SXGH
SURQXQFLDUVH UHYLVDQGR OD YDOLGH] GHO ODXGR SRU ODV FDXVDOHV
WD[DWLYDPHQWH HVWDEOHFLGDV HQ HO DUWtFXOR  UHVROYLHQGR OD YDOLGH] R
OD QXOLGDG GHO ODXGR HVWDQGR SURKLELGR EDMR UHVSRQVDELOLGDG OD
UHYLVLyQ GHO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD DVt OR VHxDOD HO DUWtFXOR 
GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR  (Q HO PLVPR VHQWLGR /('(60$
1$59$(=©3RUPHGLRGHOUHFXUVRGHDQXODFLyQQRHVSRVLEOHGLVFXWLU
ORV IXQGDPHQWRV GHO ODXGR QL HO DFLHUWR GH VXV GLVSRVLFLRQHV
SRUTXHQRVHWUDQVILHUHDOWULEXQDOUHYLVRUODIDFXOWDGGHGHFLGLUTXHHV
H[FOXVLYD GH ORV iUELWURV SRUTXH ODV SDUWHV KDQ TXHULGR SUHFLVDPHQWH
H[FOXLU D ORV WULEXQDOHV GH LQWHUYHQFLyQ TXH VROR DSDUHFH MXVWLILFDGD
SDUD JDUDQWL]DU HO FXPSOLPLHQWR GH XQDV JDUDQWtDV PtQLPDV TXH VRQ
SUHFLVDPHQWH ODV TXH WUDWDQ GH VDOYDJXDUGDU ORV PRWLYRV SRU ORV TXH
SXHGHQLQWHUSRQHUVHª QHJULWDQXHVWUD 

$FRQWLQXDFLyQVHSURFHGHDDEVROYHUHQIRUPDFRQMXQWDWDQWROD
SUHWHQVLyQGHOGHPDQGDQWHFRPRODDEVROXFLyQGHGXFLGDSRUODSDUWH
GHPDQGDGDDOUHFXUVRGHDQXODFLyQLQWHUSXHVWR

5(63(&72'(/$&$86$/´%µ
6(*81'2(QHOSUHVHQWHFDVRODGHPDQGDQWHDOHJDODDIHFWDFLyQDO
GHELGRSURFHVRHQFXDGUDQGRVXSUHWHQVLyQHQODFDXVDOHVWDEOHFLGD
HQ HO OLWHUDO E  GHO LQFLVR  GHO DUWtFXOR  GH OD /H\ HO FXDO VHxDOD
TXH
´(O ODXGR VROR SRGUi VHU DQXODGR FXDQGR OD SDUWH TXH VROLFLWD OD DQXODFLyQ
DOHJXH\SUXHEH
« 
E 4XH XQD GH ODV SDUWHV QR KD VLGR GHELGDPHQWH QRWLILFDGD GHO
QRPEUDPLHQWRGHXQiUELWURRGHODVDFWXDFLRQHVDUELWUDOHVRQRKDSRGLGR
SRUFXDOTXLHURWUDUD]yQKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRV
« µ


10
LEDESMA NARVAEZ, Marianella, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios. En: Cuadernos Jurisprudenciales, Gaceta
Jurídica, Lima, Noviembre 2005.
ϱ



(VWD FDXVDO GHEH FRPSUHQGHUVH GH PRGR VLVWHPiWLFR FRQ OR
HVWDEOHFLGR HQ  OD 'pFLPD 6HJXQGD  'LVSRVLFLyQ &RPSOHPHQWDULD GH
OD/H\

'pFLPD6HJXQGD$FFLRQHVGHJDUDQWtD
´3DUDHIHFWRVGHORGLVSXHVWRHQHOLQFLVRGHODUWtFXORGHO&yGLJR3URFHVDO
&RQVWLWXFLRQDOVH HQWLHQGHTXHHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHOODXGRHV XQD
YtD HVSHFtILFD H LGyQHD SDUD SURWHJHU FXDOTXLHU GHUHFKR FRQVWLWXFLRQDO
DPHQD]DGR R YXOQHUDGR HQ HO FXUVR GHO DUELWUDMH R HQ HO ODXGRµ QHJULWD
QXHVWUD 

$O UHIHULUVH HO OLWHUDO ´Eµ GHO LQFLVR  GHO DUW  GH OD /H\ D OD QR
SRVLELOLGDGGHDOJXQDGHODVSDUWHVGHKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRVFRPR
FDXVDO GH DQXODFLyQ GHO ODXGR DUELWUDO OR HQPDUFD GHQWUR GH OD
SURWHFFLyQGHGHUHFKRVFRQVWLWXFLRQDOHVSDUWLFXODUPHQWHHOGHUHFKR
DOGHELGRSURFHVRVLQTXHHOORLPSRUWHHQPRGRDOJXQRODUHYLVLyQGHO
IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD QL HO UD]RQDPLHQWR VHJXLGR SRU HO 7ULEXQDO
$UELWUDOSXHVHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRQRHVXQDLQVWDQFLD
GDGRTXHODVSDUWHVVHKDQVRPHWLGRGHPRGRYROXQWDULR\H[SUHVRD
ODMXULVGLFFLyQDUELWUDO

$OUHVSHFWRVHKDVHxDODGRTXH

´&RPR KD GLFKR OD MXULVSUXGHQFLD HVSDxROD GHEH WHQHUVH HQ FXHQWD TXH HO
FDUiFWHU DQWLIRUPDOLVWD GHO SURFHGLPLHQWR DUELWUDO REOLJD D FRQILJXUDU « 
HVWDFDXVDOGHQXOLGDG « FRQXQDSHUVSHFWLYDPiVVXVWDQFLDOTXHIRUPDO
SXHV OR TXH VH JDUDQWL]D QR HV OD SURWHFFLyQ GH XQ LQWHUpV ULWXDULR VLQR GH


11
“El principio de interdicción de la arbitrariedad es uno inherente a los postulados esenciales de un Estado constitucional
democrático y a los principios y valores que la propia Constitución incorpora; de allí que, si bien la autonomía de la jurisdicción
arbitral tiene consagración constitucional, no lo es menos que, como cualquier particular, se encuentra obligada a respetar los
derechos fundamentales, en el marco vinculante del derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139°
de la Constitución); por cuanto, si así no ocurriese, será nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio
de sus derechos, de conformidad con el artículo 31° in fine de la Carta Fundamental. Si ocurriese lo contrario, la autonomía
conferida al arbitraje devendría en autarquía, lo que equivaldría a sostener que los principios y derechos constitucionales no
resultan vinculantes” (STC Exp. 6167-2005-PHC/TC, f.20).
ϲ


FLHUWRV GHUHFKRV FRQVWLWXFLRQDOHV FX\R FRQWHQLGR PtQLPR R HVHQFLDO HV
LQYLRODEOHHQFXDOTXLHUiPELWRMXUtGLFRµ


'HEH UHFRUGDUVH TXH HO VRPHWLPLHQWR D DUELWUDMH SRU ODV SDUWHV HV
YROXQWDULR\TXHHODUELWUDMHHVXQWLSRGHMXULVGLFFLyQ HVWDEOHFLGDHQ
OD &RQVWLWXFLyQ  FRQ UHJODV SURSLDV GLVWLQWDV DO SURFHVR MXGLFLDO \
TXH HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ FRQVWLWX\H OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ
GHO ODXGR WHQLHQGR SRU REMHWR OD UHYLVLyQ GH VX YDOLGH] SRU ODV
FDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWtFXORGHOD/H\
$Vt VH HQFXHQWUD SURKLELGR SURQXQFLDUVH UHVSHFWR GHO IRQGR GH OD
FRQWURYHUVLD R GHO FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ R FDOLILFDU ORV FULWHULRV
PRWLYDFLRQHVRLQWHUSUHWDFLRQHVH[SXHVWDVSRUHOWULEXQDODUELWUDO

5HFODPRSUHYLR
7(5&(52(ODUWtFXORGHOD/H\SUHFLVD´/DVFDXVDOHVSUHYLVWDV
HQ ORV LQFLVRV D E F \ G GHO QXPHUDO  GH HVWH DUWtFXOR VyOR VHUiQ
SURFHGHQWHV VL IXHURQ REMHWR GH UHFODPR H[SUHVR HQ VX PRPHQWR
DQWHHOWULEXQDODUELWUDOSRUODSDUWHDIHFWDGD\IXHURQGHVHVWLPDGDVµ
HOVXEUD\DGR\QHJULWDHVQXHVWUR 

&8$572 ´8QR GH ORV IXQGDPHQWRV TXH VH KD DWULEXLGR DO SULQFLSLR
GH UHFODPR SUHYLR UDGLFD HQ HO DSRUWH TXH pVWH VLJQLILFD SDUD OD
REWHQFLyQ GH XQ SURFHGLPLHQWR DUELWUDO iJLO \ HILFD] \D TXH pO
FRQVWLWX\H XQ LQVWUXPHQWR EiVLFR SDUD REOLJDU D ODV SDUWHV D GDU D

12
CANTUARIAS SALAVERRY, citado por AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis. En: Comentarios a la Ley Peruana de
Arbitraje, T. I, Lima, pp. 699 a 670.
13
Decreto Legislativo N°1071. “Artículo 63.- Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no
ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las partes o al
reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una disposición de este Decreto
Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o reglamento, que no se han ajustado a lo
establecido en este Decreto Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no susceptibles de arbitraje,
tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el laudo es contrario al orden
público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el reglamento arbitral aplicable o
establecido por el tribunal arbitral.
(…)”
ϳ


FRQRFHUVXVREMHFLRQHVDOSURFHGLPLHQWRHQFDGDLQVWDQWHLPSLGLHQGR
TXHpVWDVSXHGDQDIHFWDUHOGHVDUUROORQRUPDOGHODUELWUDMHDWUDYpVGH
UHSURFKDEOHV HVWUDWHJLDV GH UHFXUVRV GH ~OWLPD KRUD SRU YLFLRV TXH
ELHQ SXGLHURQ VHU VXEVDQDGRV RSRUWXQDPHQWH &RQ HVWH ILQ VH KD
KHFKR GHULYDU HO UHTXHULPLHQWR GH UHFODPR SUHYLR SDUD HO UHFXUVR GH
DQXODFLyQHQWUHRWUDVFRVDVGHOSULQFLSLRJHQHUDOGHEXHQDIHHQHO
VHQWLGRGHQRSHUPLWLUDODVSDUWHVGHPRUDUPDOLFLRVDPHQWHHOHIHFWR
QXOLILFDQWH GH ORV YLFLRV RFXUULGRV GXUDQWH HO SURFHGLPLHQWR DUELWUDO
SRU OD E~VTXHGD GHXQ EHQHILFLR SURSLRDO SODQWHDUORV UHFLpQ FXDQGR
FRQRFHQ HO VHQWLGR GH OD GHFLVLyQ DUELWUDO GHVIDYRUDEOH D HOORV /R
DGHFXDGRSDUDREWHQHUXQDUELWUDMHiJLOHVHQWRQFHVSDUDOD/H\TXH
FXDOTXLHU WLSR GH FLUFXQVWDQFLD TXH SXGLHUD LPSOLFDU XQ SHUMXLFLR DO
GHVDUUROOR QRUPDO GHO SURFHGLPLHQWR TXH GLULJHQ ORV iUELWURV VHD
SXHVWDHQFRQRFLPLHQWRDELHUWRGHpVWRVEDMRULHVJRGHSHUGHUVHSDUD
VLHPSUH OD IDFXOWDG GH DOHJDUOR FRPR PRWLYR GH QXOLGDG GHO ODXGR
GHILQLWLYRµ

48,1725HVSHFWRDOtWHP´LµGHOUHFXUVRGHDQXODFLyQVHDILUPDTXH
HODUELWURQRKDUHVSHWDGRHOSOD]RSDFWDGRSRUODSDUWHVDPSOLDQGRHO
SOD]R GH SUHVHQWDFLyQ GH OD GHPDQGD \ RWRUJy D OD HQWLGDG XQ SOD]R
GLIHUHQWHSDUDFRQVWHVWDUODGHPDQGD

6(;72$OUHVSHFWRVHDGYLHUWHGHODFWDGHLQVWDODFLyQTXHHQVX
QXPHUDOVHHVWDEOHFLyFRPRSOD]RGHSUHVHQWDFLyQGHODGHPDQGD
TXLQFH GtDV KiELOHV DVLPLVPR HQ VX QXPHUDO  VH HVWDEOHFLy HO
SOD]R GH FRQWHVWDFLyQ GH OD GHPDQGD  WDPELpQ HQ  TXLQFH GtDV
KiELOHV

6e7,02 0HGLDQWH UHVROXFLyQ Q~PHUR XQR HO DUELWUR UHVROYLy
RWRUJDU SRU ~QLFD YH] XQ SOD]R GH GLH] GtDV DGLFLRQDOHV  SDUD OD


14
ALVA NAVARRO, Esteban: “La anulación del laudo”, Ed. Palestra, Lima, 2011, p. 99.
15
Folios 8 a 14
16
Folios 45 a 46 del Expediente Arbitral.
ϴ


SUHVHQWDFLyQ GHO HVFULWR GH OD GHPDQGD DUELWUDO DVLPLVPR SRU
UHVROXFLyQ Q~PHUR WUHV HO iUELWUR DGPLWH OD GHPDQGD \ UHVROYLy
FRQFHGHUXQSOD]RGHYHLQWLFLQFRGtDVKiELOHVSDUDODFRQWHVWDFLyQ
GHODGHPDQGD

2&7$926LELHQHVFLHUWRHOSOD]RRWRUJDGRSRUHOiUELWURWDQWRSDUD
SUHVHQWDFLyQGHODGHPDQGDDUELWUDOFRPRSDUDODFRQWHVWDFLyQGHOD
PLVPD GLILHUH GHO DFXHUGR SDFWDGR SRU ODV SDUWHV \ UHFRJLGR HQ HO
DFWD GH LQVWDODFLyQ WDPELpQ HV FLHUWR TXH HO iUELWUR FRQFHGLy WDO
DPSOLDFLyQGHOSOD]RSDUDDPEDVSDUWHVIDFXOWDGRSRUHODUWtFXOR
GH OD /H\ GH $UELWUDMH VLQ KDFHU GLIHUHQFLD DOJXQD D ILQ GH SRGHU
HMHUFHUVXVGHUHFKRVGHDFFLyQFRPRGHFRQWUDGLFFLyQ

129(12 3RU RWUR ODGR HV SHUWLQHQWH LQGLFDU OR VHxDODGR HQ HO
DUWtFXOR ƒ GH OD /H\ ´6L XQD SDUWH TXH FRQRFLHQGR R GHELHQGR
FRQRFHUTXHQRVHKDREVHUYDGRRVHKDLQIULQJLGRXQDQRUPDGHHVWH
'HFUHWR /HJLVODWLYR GH OD TXH ODV SDUWHV SXHGHQ DSDUWDUVH R XQ
DFXHUGR GH ODV SDUWHV R XQD GLVSRVLFLyQ GHO UHJODPHQWR DUELWUDO
DSOLFDEOH SURVLJXH FRQ HO DUELWUDMH \ QR REMHWD VX LQFXPSOLPLHQWR WDQ
SURQWR FRPR OH VHD SRVLEOH VH FRQVLGHUDUi TXH UHQXQFLD D REMHWDU HO
ODXGRSRUGLFKDVFLUFXQVWDQFLDVµ HOVXEUD\DGRHVQXHVWUR 

'e&,02 6H YHULILFD  GHO H[SHGLHQWH DUELWUDO TXH FRQWUD HVWH KHFKR
GHQXQFLDGR HO 6HJXUR 6RFLDO GH 6DOXG (66$/8' QR REMHWy HVWD
VLWXDFLyQHQHOSURFHVRDUELWUDOGHMDQGRFRQVHQWLUGLFKDVDFWXDFLRQHV
DUELWUDOHV GH FRQIRUPLGDG FRQ OD QRUPD SUHFHGHQWHPHQWH DQWHV
VHxDODGDSRUORWDQWRDOQRFXPSOLUFRQHOUHTXLVLWRGHDGPLVLELOLGDG
UHFODPRSUHYLR HVWDEOHFLGRHQHODUWtFXORGHOD/H\HVWHH[WUHPR
GHODGHPDQGDQRSXHGHSURVSHUDU

17
Folios 122 a 123 del Expediente Arbitral.
18
Decreto Legislativo N°1071.
Artículo 34. “Libertad de regulación de actuaciones.- (…) 2. El tribunal arbitral deberá tratar a las partes con igualdad y darle a
cada una de ellas suficiente oportunidad de hacer valer sus derechos. 3. Si no existe disposición aplicable en las reglas
aprobadas por las partes o por el tribunal arbitral, se podrá aplicar de manera supletoria, las normas de este Decreto Legislativo.
(…) 4. El tribunal arbitral podrá, a su criterio, ampliar los plazos que haya establecido para las actuaciones arbitrales incluso si
estos plazos estuvieran vencidos”.
ϵ



'e&,02 35,0(52 5HVSHFWR DO tWHP ´LLµ GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ
UHIHULGR HVSHFtILFDPHQWH D OD IDOWD GH PRWLYDFLyQ \ YDORUDFLyQ GH OD
SUXHED6HDSUHFLDTXHORVKHFKRVGHQXQFLDGRVVHSURGXMHURQFRQOD
HPLVLyQ GHO ODXGR DUELWUDO \ VL ELHQ H[LVWHQ PHGLRV  SDUD FXHVWLRQDU
OR UHVXHOWR HQ HO ODXGR WDOHV FRPR UHFXUVRV GH UHFWLILFDFLyQ
LQWHUSUHWDFLyQLQWHJUDFLyQ\H[FOXVLyQSUHYLVWRVHQHODUWtFXORƒGH
OD /H\ WDPELpQ OR HV TXH QLQJXQR GH HVRV UHFXUVRV UHVXOWD LGyQHR
SDUD FXHVWLRQDU OD PRWLYDFLyQ GHO ODXGR TXH DKRUD VH DOHJD HQ VHGH
MXGLFLDO HQ HVWH VHQWLGR QR VH SXHGH H[LJLU DO GHPDQGDQWH HO
FXPSOLPLHQWRGHFLHUWRUHTXLVLWRGHLPSRVLEOHFXPSOLPLHQWR

'e&,026(*81'2(ODUWtFXORGHODOH\HVWDEOHFH´1RSURFHGH
OD DQXODFLyQ GHO ODXGR VL OD FDXVDO TXH VH LQYRFD KD SRGLGR VHU
VXEVDQDGD PHGLDQWH UHFWLILFDFLyQ LQWHUSUHWDFLyQ LQWHJUDFLyQ R
H[FOXVLyQ GHO ODXGR \ OD SDUWH LQWHUHVDGD QR FXPSOLy FRQ VROLFLWDUORVµ
FRQWUDULR VHQVX  SURFHGH HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ VL OD FDXVDO TXH VH
LQYRFD QR SXHGH VHU VXEVDQDGD PHGLDQWH UHFWLILFDFLyQ
LQWHUSUHWDFLyQ LQWHJUDFLyQ R H[FOXVLyQ GHO ODXGR  HQ HVWH VHQWLGR \
DWHQGLHQGR D OD WXWHOD MXGLFLDO HIHFWLYD  TXH HV XQ GHUHFKR
FRQVWLWXFLRQDOGHQDWXUDOH]DSURFHVDOHQYLUWXGGHOFXDOWRGDSHUVRQD
RVXMHWRMXVWLFLDEOHSXHGHDFFHGHUDORVyUJDQRVMXULVGLFFLRQDOHVDILQ
GH REWHQHU XQD VROXFLyQ DO FRQIOLFWR GH LQWHUHVHV HVWH &ROHJLDGR
HVWLPD SHUWLQHQWH UHDOL]DU XQ DQiOLVLV VREUH OD SUHWHQVLyQ GHO
DFFLRQDQWH TXHGDQGR GH HVWD IRUPD GHVHVWLPDGR OR DOHJDGR SRU OD
SDUWHGHPDQGDGDDOFXHVWLRQDPLHQWRUHIHULGRDOUHFODPRSUHYLR tWHP
´LµGHVXFRQWHVWDFLyQ 

'HELGRSURFHVR
'e&,02 7(5&(52 (O DUWtFXOR ž GH OD &RQVWLWXFLyQ 3ROtWLFD GHO
3HU~ VHxDOD ´/D SRWHVWDG GH DGPLQLVWUDU MXVWLFLD HPDQD GHO
SXHEOR\VHHMHUFHSRUHO3RGHU-XGLFLDODWUDYpVGHVXVyUJDQRV

ϭϬ


MHUiUTXLFRVFRQDUUHJORDOD&RQVWLWXFLyQ\DODVOH\HVµHOPLVPR
TXH GHEH VHU FRQFRUGDGR FRQ HO DUWtFXOR  GH OD PLVPD QRUPD
IXQGDPHQWDO TXH HVWDEOHFH ´/D XQLGDG \ H[FOXVLYLGDG GH OD
IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDOµ SUHFLVDQGR GLFKD QRUPD  ´1R H[LVWH QL
SXHGH HVWDEOHFHUVH MXULVGLFFLyQ DOJXQD LQGHSHQGLHQWH FRQ
H[FHSFLyQ GH OD PLOLWDU \ DUELWUDOµ HO VXEUD\DGR \ QHJULWD HV
QXHVWUD 

'e&,02 &8$572 (Q HVWH VHQWLGR OD DGPLQLVWUDFLyQ GH MXVWLFLD
DUELWUDOFRPRODPLOLWDURFXDOTXLHUHQWHTXHGHFLGDHOGHUHFKRGHODV
SDUWHV DGPLQLVWUDWLYR H LQFOXVR SDUWLFXODUHV  QR HVWi H[HQWD GHO
UHVSHWRGHORVGHUHFKRVIXQGDPHQWDOHVFRPRORHVHOGHELGRSURFHVR
\ OD WXWHOD MXULVGLFFLRQDO HIHFWLYD $O UHVSHFWR HO 7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO HQ UHODFLyQ DO DUELWUDMH KD VHxDODGR ´/D QDWXUDOH]D
GH MXULVGLFFLyQ LQGHSHQGLHQWH GHO DUELWUDMH QR VLJQLILFD TXH
HVWDEOH]FDHOHMHUFLFLRGHVXVDWULEXFLRQHVFRQLQREVHUYDQFLDGHORV
SULQFLSLRV FRQVWLWXFLRQDOHV TXH LQIRUPDQ OD DFWLYLGDG GH WRGR
yUJDQR TXH DGPLQLVWUD MXVWLFLD WDOHV FRPR HO GH LQGHSHQGHQFLD H
LPSDUFLDOLGDG GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO DVt FRPR ORV SULQFLSLRV \
GHUHFKRV GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO (Q SDUWLFXODU HQ WDQWR
MXULVGLFFLyQ QR VH HQFXHQWUD H[FHSWXDGD GH REVHUYDU
GLUHFWDPHQWH WRGDV DTXHOODV JDUDQWtDV TXH FRPSRQHQ HO GHUHFKR
DOGHELGRSURFHVRµ QHJULWDHVQXHVWUD 

'e&,02 48,172 (Q FRQVHFXHQFLD VH SXHGH GHFLU TXH HO $UELWUDMH
HVXQDIRUPDKHWHURFRPSRVLWLYDDOWHUQDWLYDGHVROXFLyQGHFRQIOLFWRV
FRQ UDQJR FRQVWLWXFLRQDO HO TXH FRPR ELHQ OR VHxDOD QXHVWUR
7ULEXQDO &RQVWLWXFLRQDO QR VH HQFXHQWUD GHVOLJDGR GH ODV JDUDQWtDV
FRQVWLWXFLRQDOHVSUHYLVWDVHQODQRUPDIXQGDPHQWDOODVFXDOHVGHEHQ
UHVSHWDUVH\FXPSOLUVHHQHVSHFLDOODVUHJODV\SULQFLSLRVGHOGHELGR
SURFHVR


19
Exp. N° 6167-2005-PHC/TC, f. 9.
ϭϭ



'e&,026(;72(ODUWtFXORGHOD&RQVWLWXFLyQHVWDEOHFHFRPR
GHUHFKRGHWRGRMXVWLFLDEOH\SULQFLSLRGHODIXQFLyQMXULVGLFFLRQDO OD
REVHUYDQFLD GHO GHELGR SURFHVR 'LFKR DWULEXWR D WHQRU GH OR TXH
HVWDEOHFH QXHVWUD MXULVSUXGHQFLD DGPLWH GRV GLPHQVLRQHV XQD
IRUPDO R SURFHGLPHQWDO \ RWUD GH FDUiFWHU VXVWDQWLYR R PDWHULDO
0LHQWUDVTXHHQODSULPHUDGHODVVHxDODGDVHVWiFRQFHELGRFRPRXQ
GHUHFKR FRQWLQHQWH TXH DEDUFD GLYHUVDV JDUDQWtDV \ UHJODV TXH
JDUDQWL]DQ XQ HVWiQGDU GH SDUWLFLSDFLyQ MXVWD R GHELGD GXUDQWH OD
VHFXHOD R GHVDUUROOR GH WRGR WLSR GH SURFHGLPLHQWR VHD HVWH MXGLFLDO
DGPLQLVWUDWLYR FRUSRUDWLYR SDUWLFXODU R GH FXDOTXLHU RWUD tQGROH  HQ
OD VHJXQGD GH VXV GLPHQVLRQHV H[LJH TXH ORV SURQXQFLDPLHQWRV R
UHVROXFLRQHV FRQ ORV TXH VH SRQH WpUPLQR D WRGR WLSR GH SURFHVR
UHVSRQGDQ D XQ UHIHUHQWH PtQLPR GH MXVWLFLD R UD]RQDELOLGDG
GHWHUPLQDGR FRQ VXMHFLyQ D VX UHVSHWR SRU ORV GHUHFKRV \ YDORUHV
FRQVWLWXFLRQDOHV



/DPRWLYDFLyQGHUHVROXFLRQHV
'e&,02 6e7,02 (O DUWtFXOR ƒ GH OD &RQVWLWXFLyQ 3ROtWLFD GHO
(VWDGR HVWDEOHFH TXH VRQ SULQFLSLRV \ GHUHFKRV GH OD IXQFLyQ
MXULVGLFFLRQDO

´ /D PRWLYDFLyQ HVFULWD GH ODV UHVROXFLRQHV MXGLFLDOHV HQ WRGDV ODV
LQVWDQFLDVH[FHSWRORVGHFUHWRVGHPHURWUiPLWHFRQPHQFLyQH[SUHVDGHOD
OH\DSOLFDEOH\GHORVIXQGDPHQWRVGHKHFKRHQTXHVHVXVWHQWDQµ


(O 7ULEXQDO &RQVWLWXFLRQDO KD VHxDODGR GH PRGR UHLWHUDGR TXH HO
GHUHFKRDODPRWLYDFLyQGHUHVROXFLRQHVMXGLFLDOHVHVXQFRPSRQHQWH
HVHQFLDOGHOGHUHFKRDOGHELGRSURFHVRSUHFLVDQGRTXH


20
Exp. N.° 04509-2011-PA/TC, f. 3.
ϭϮ


´8QR GH ORV FRQWHQLGRV GHO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR HV HO GHUHFKR GH
REWHQHU GH ORV yUJDQRV MXGLFLDOHV XQD UHVSXHVWD UD]RQDGD PRWLYDGD \
FRQJUXHQWHFRQODVSUHWHQVLRQHVRSRUWXQDPHQWHGHGXFLGDVSRUODVSDUWHVHQ
FXDOTXLHU FODVH GH SURFHVRV /D H[LJHQFLD GH TXH ODV GHFLVLRQHV MXGLFLDOHV
VHDQ PRWLYDGDV HQ SURSRUFLyQ D ORV WpUPLQRV GHO LQFLVR   GHO DUWtFXOR ƒ
GH OD 1RUPD )XQGDPHQWDO JDUDQWL]D TXH ORV MXHFHV FXDOTXLHUD VHD OD
LQVWDQFLD D OD TXH SHUWHQH]FDQ H[SUHVHQ HO SURFHVR PHQWDO TXH ORV KD
OOHYDGRDGHFLGLUXQDFRQWURYHUVLDDVHJXUDQGRTXHHOHMHUFLFLRGHODSRWHVWDG
GHDGPLQLVWUDUMXVWLFLDVHKDJDFRQVXMHFLyQDOD&RQVWLWXFLyQ\DODOH\SHUR
WDPELpQ FRQ OD ILQDOLGDG GH IDFLOLWDU XQ DGHFXDGR HMHUFLFLR GHO GHUHFKR GH
GHIHQVDGHORVMXVWLFLDEOHV
/D &RQVWLWXFLyQ QR JDUDQWL]D XQD GHWHUPLQDGD H[WHQVLyQ GH OD PRWLYDFLyQ
SRU OR TXH VX FRQWHQLGR HVHQFLDO VH UHVSHWD VLHPSUH TXH H[LVWD
IXQGDPHQWDFLyQMXUtGLFDFRQJUXHQFLDHQWUHORSHGLGR\ORUHVXHOWR\SRUVt
PLVPDH[SUHVHXQDVXILFLHQWHMXVWLILFDFLyQGHODGHFLVLyQDGRSWDGDDXQVL
HVWD HV EUHYH R FRQFLVD R VH SUHVHQWD HO VXSXHVWR GH PRWLYDFLyQ SRU
UHPLVLyQµ21

([LVWHQQXPHURVDVIRUPDVGHYXOQHUDUHVWHGHUHFKR RLQFXPSOLUFRQ
OD REOLJDFLyQ GH PRWLYDU  VLHQGR ODV PiV FRPXQHV OD QR PRWLYDFLyQ
LQH[LVWHQFLD GH PRWLYDFLyQ  \ OD OODPDGD PRWLYDFLyQ DSDUHQWH TXH
SXHGH FRQVLGHUDUVH XQD IRUPD GH QR PRWLYDFLyQ SXHVWR TXH VH OD
FXEUHEDMRXQPDQWRGHSDODEUDV\IUDVHVLQFRQGXFHQWHV 

$VtVHYLRODHOGHUHFKRDXQDGHFLVLyQGHELGDPHQWHPRWLYDGDFXDQGR
OD PRWLYDFLyQ HV LQH[LVWHQWH R FXDQGR KD\ VROR XQD DSDULHQFLD GH
PRWLYDFLyQ HQ HO VHQWLGR TXH QR GD FXHQWD GH ODV UD]RQHV PtQLPDV
TXHVXVWHQWDQODGHFLVLyQRTXHQRUHVSRQGHDODVDOHJDFLRQHVGHODV
SDUWHV GHO SURFHVR \R SRUTXH \ pVWD HV OD IRUPD PiV JHQHUDOL]DGD
GHDSDUHQWDUPRWLYDFLyQVRORLQWHQWDGDUXQFXPSOLPLHQWRIRUPDODO
PDQGDWR DPSDUiQGRVH HQ IUDVHV VLQ VXVWHQWR IiFWLFR R MXUtGLFR HV
GHFLU KD\ PRWLYDFLyQ SHUR QR VLUYH SXHV VH KD EDVDGR HQ KHFKRV
LQH[LVWHQWHV \R SUXHEDV QR DFWXDGDV R ~QLFDPHQWH VH UHODWDQ ORV
KHFKRV R GHVFULEHQ HO SURFHVR SH FXDQGR HO -XH] R HO ÉUELWUR

21
Exp. N.° 1230-2002-HC/TC, f. 11
ϭϯ


GHVFULEH ORV KHFKRV DOHJDGRV SRU ODV SDUWHV VLQ DQDOL]DUORV \ ORV GD
SRUFLHUWRV 

(QVXPDPRWLYDUHTXLYDOHDMXVWLILFDUUD]RQDEOHPHQWH/DPRWLYDFLyQ
RWRUJD OHJLWLPLGDG D OD GHFLVLyQ HYLWD HO HMHUFLFLR DUELWUDULR GH XQ
SRGHU OR TXH HV SURSLR GH XQ VLVWHPD UDFLRQDO \ HOOR VLJQLILFD
VHJXULGDGMXUtGLFD

'e&,022&7$92 (QWHQGLGDGRFWULQD DOUHVSHFWRQRVLQIRUPDTXH
´HO HVWXGLR GHO UD]RQDPLHQWR SUDFWLFR KD SXHVWR GH UHOLHYH TXH D ORV
MXHFHV QR  OHV EDVWD FRQ DSRUWDU UD]RQHV LQGLVFULPLQDGDV \ GH
FXDOTXLHU WLSR SDUD VXVWHQWDU VXV GHFLVLRQHV VLQR EXHQDV UD]RQHV
«  +DEODU GH MXVWLILFDFLyQ HQ PDWHULD MXGLFLDO DOXGH D  XQ GDWR VL
ELHQFDVLREYLRDODYH]PX\LQWHUHVDQWHODDFWLYLGDGTXHGHVSOLHJDQ
ORV MXHFHV DO PHQRV HQ OR TXH D XQD SDUWH IXQGDPHQWDO GH GLFKD
DFWLYLGDG VH UHILHUH HVWi GLUHFWDPHQWH LQFOXLGD HQ XQ HQWRUQR GH
UDFLRQDOLGDG «  ODV GHFLVLRQHV MXGLFLDOHV QR GHEHQ VHU WRPDGDV GH
PDQHUD VXPDULD R PHGLDQWH UD]RQHV LPSOtFLWDV VLQR TXH SRU HO
FRQWUDULR GHEHQ VHU H[SUHVDPHQWH DUWLFXODGDV SRU ORV MXHFHV HQ VXV
UHVSHFWLYRVIDOORVµ

'e&,02129(12(VPHQHVWHUSUHFLVDUTXHDOHYDOXDUODH[LVWHQFLD
\ VXILFLHQFLD GH PRWLYDFLyQ HVWH &ROHJLDGR HQ PRGR DOJXQR YD D

22
El TC ha señalado en la sentencia recaída en el expediente N° 00728-2008-PHC que: “6. (…) el derecho a la debida
motivación de las resoluciones importa que los jueces, al resolver las causas, expresen las razones o justificaciones objetivas
que los llevan a tomar una determinada decisión. Esas razones, (...) deben provenir no sólo del ordenamiento jurídico vigente y
aplicable al caso, sino de los propios hechos debidamente acreditados en el trámite del proceso. Sin embargo, la tutela del
derecho a la motivación de las resoluciones judiciales no debe ni puede servir de pretexto para someter a un nuevo examen las
cuestiones de fondo ya decididas por los jueces ordinarios. En tal sentido, (...) el análisis de si en una determinada resolución
judicial se ha violado o no el derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a partir de los propios
fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de modo que las demás piezas procesales o medios probatorios del
proceso en cuestión sólo pueden ser evaluados para contrastar las razones expuestas, mas no pueden ser objeto de una nueva
evaluación o análisis. Esto, porque en este tipo de procesos al juez constitucional no le incumbe el mérito de la causa, sino el
análisis externo de la resolución, a efectos de constatar si ésta es el resultado de un juicio racional y objetivo donde el juez ha
puesto en evidencia su independencia e imparcialidad en la solución de un determinado conflicto, sin caer ni en arbitrariedad en
la interpretación y aplicación del derecho, ni en subjetividades o inconsistencias en la valoración de los hechos.
7.El derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales es una garantía del justiciable frente a la arbitrariedad judicial
y garantiza que las resoluciones no se encuentren justificadas en el mero capricho de los magistrados, sino en datos objetivos
que proporciona el ordenamiento jurídico o los que se derivan del caso. Sin embargo, no todo ni cualquier error en el que
eventualmente incurra una resolución judicial constituye automáticamente la violación del contenido constitucionalmente
protegido del derecho a la motivación de las resoluciones judiciales”.
23
MORA RESTREPO, Gabriel: “Justicia Constitucional y Arbitrariedad de los Jueces”, Ed. Marcial Pons, primera edición
Buenos Aires, 2009, pp. 355 a 359.
ϭϰ


SURQXQFLDUVH VREUH HO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD QL D HYDOXDU KHFKRV
QL D HPLWLU RSLQLyQ VREUH HO FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ QL D FDOLILFDU
FULWHULRV QL D YDORUDU SUXHEDV QL LQWHUSUHWDFLRQHV GHO 7ULEXQDO
$UELWUDO SODVPDGRV HQ HO ODXGR SRU FXDQWR WDOHV VRQ VLWXDFLRQHV HQ
ODV TXH QL pVWH QL QLQJ~Q RWUR ÐUJDQR -XGLFLDO SXHGH LQPLVFXLUVH
SXHV HOOR LPSOLFDUtD YXOQHUDFLyQ D OD SURVFULSFLyQ SRU OH\ H[SUHVD \
SRUOD&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFDGHO(VWDGR

9,*e6,02(OGHPDQGDQWHKDVHxDODGRFRPRVXVWHQWRIDFWLFRTXHVH
KD DIHFWDGR HO GHELGR SURFHVR HQ OD PRGDOLGDG GH REWHQHU XQD
GHFLVLyQ GHELGDPHQWH PRWLYDGD LQGLFDQGR TXH ORV IXQGDPHQWRV 1ƒ
\GHOODXGRQRJXDUGDQFRQJUXHQFLDFRQORGHFLGLGR
9,*e6,02 35,0(52 $O UHVSHFWR HQ OD DXGLHQFLD GH &RQFLOLDFLyQ
GHWHUPLQDFLyQ GH SXQWRV FRQWURYHUWLGRV \ DGPLVLyQ GH PHGLRV
SUREDWRULRVVHHVWDEOHFLyFRPRVHJXQGRSXQWRFRQWURYHUWLGR

´'HWHUPLQDU VL FRUUHVSRQGH R QR TXH VH GHFODUH OD LQHILFDFLD
\R LQYDOLGH] GH OD UHVROXFLyQ GH FRQWUDWR HIHFWXDGD PHGLDQWH
5HVROXFLyQ GH *HUHQFLD &HQWUDO GH /RJtVWLFD 1ƒ *&/
(66$/8' DPSDUDGD HQ OD FDXVDO UHIHULGD D SUHVXQWRV
LQFXPSOLPLHQWRVGHREOLJDFLRQHVFRQWUDFWXDOHVµ

$VLPLVPRHOÉUELWURHQVXIXQGDPHQWR1ƒKDVHxDODGRTXH

´FRUUHVSRQGH TXH HO ÉUELWUR DQDOLFH HQ SULPHU OXJDU VL OD
UHVROXFLyQ GH &RQWUDWR UHDOL]DGD SRU %,27(& GHELGR D OD
FDXVDOGHFDVRIRUWXLWRRIXHU]DPD\RUHVYiOLGD\HILFD]SXHV
GHVHUORODUHVROXFLyQGH&2175$72UHDOL]DGDSRU(66$/8'QR
VHUtDYiOLGDµ VXEUD\DGRHVQXHVWUR 

9,*e6,02 6(*81'2 (Q HVWH VHQWLGR SDUD DEVROYHU HO VHJXQGR
SXQWR FRQWURYHUWLGR HO iUELWUR HQ SULPHU OXJDU HPSLH]D D DQDOL]DU OD

24
“Artículo 139. Son principios y derechos de la función jurisdiccional:
1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional.
No existe ni puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la arbitral. No hay
proceso judicial por comisión o delegación.”
25
Folios 251 a 254 del Expediente Arbitral.
ϭϱ


UHVROXFLyQ GH FRQWUDWR HIHFWXDGR SRU %,27(& GHVDUUROODQGR ODV
UD]RQHV GH VX GHFLVLyQ HQ ORV IXQGDPHQWRV 1ƒ   \  GHO
ODXGRTXHVHWUDQVFULEHDFRQWLQXDFLyQ

 6LELHQHVWRVGRVGRFXPHQWRVDQWHVFLWDGRVHYLGHQFLDUtDQTXH
SDUD ORV PHVHV GH DJRVWR \ VHWLHPEUH ORV IDEULFDQWHV
QDFLRQDOHVVtFRQWDEDQFRQDEDVWHFLPLHQWRGH7UDPDGRO+&/
SDUD OD IDEULFDFLyQ  GHO SURGXFWR 7UDPDGRO &ORUKLGUDWDGR
HOORQRDSOLFDSDUDHOFDVRGH%,27(&SXHVVH HQWLHQGHTXH
WDOHV IDEULFDQWHV QDFLRQDOHV SRGUtDQ KDEHU FRQWDGR  FRQ OD
PDWHULD SULPD SRU GLVWLQWDV UD]RQHV R KDEtDQ UHDOL]DGR OD
FRPSUD FRQ DQWHULRULGDG DO PHV GH PDU]R R OD KDEtDQ
UHDOL]DGR OXHJR GH ORV  y  PHVHV SURPHGLR TXH GXUy OD
HVFDVH]GHODPDWHULDSULPD\SRUHOORSDUDHOPHVGHDJRVWR
\VHWLHPEUH\DFRQWDEDQFRQHOODRWDPELpQKDEtDQUHDOL]DGR
XQDFRPSUDDPD\RUHVFDODGHODPLVPDTXHGXUyKDVWDHVRV
PHVHV

 &RPR VH YH HO KHFKR TXH ORV IDEULFDQWHV QDFLRQDOHV KD\DQ
FRQWDGR FRQ OD PDWHULD SULPD QR HV UD]yQ VXILFLHQWH SDUD
FRQFOXLUTXHQRH[LVWLyXQDHVFDVH]GHODPLVPD$GHPiVHQ
QLQJXQR GH ORV GRV GRFXPHQWRV FLWDGRV DQWHULRUPHQWH VH
QLHJD HO HVFHQDULR GH HVFDVH] GH 7UDPDGRO +&/ VyOR VH
LQGLFD TXH ORV IDEULFDQWHV QDFLRQDOHV FXHQWDQ FRQ XQ ´VWRFN
GLVSRQLEOHµGHODPLVPD

 3RU OR WDQWR \ WHQLHQGR HQ FXHQWD TXH OD HVFDVH] GH XQD
PDWHULD SULPD QR HV XQ KHFKR RUGLQDULR TXH VHD FRP~Q \
FRQFXUUHQWHVHFRQFOX\HTXHODHVFDVH]GH7UDPDGRO+&/Vt
FDOLILFDFRPRXQKHFKRH[WUDRUGLQDULR

9,*e6,027(5&(526HYHULILFDTXHHOiUELWURHQHOIXQGDPHQWR1ƒ
 GHO ODXGR VXVWHQWD VX GHFLVLyQ UHVSHFWR GH OD YDOLGH] GH OD
UHVROXFLyQ GHO FRQWUDWR UHDOL]DGR SRU &25325$&,21 %,27(& 6$
UHILULpQGRVH D OD HVFDVH] GH OD PDWHULD SULPD WUDPDGRO +&/ SDUD OR
FXDOVHxDODTXHWDOHVFDVH]QRVHDSOLFDDOFRQWUDWLVWDSRUTXH´WDOHV
IDEULFDQWHV QDFLRQDOHV SRGUtDQ KDEHU FRQWDGR  FRQ OD PDWHULD SULPD
SRUGLVWLQWDVUD]RQHVRKDEtDQUHDOL]DGRODFRPSUDFRQDQWHULRULGDGDO
PHVGHPDU]RRODKDEtDQUHDOL]DGROXHJRGHORVyPHVHVSURPHGLR
TXH GXUy OD HVFDVH] GH OD PDWHULD SULPDµ  (O iUELWUR XWLOL]D HO YHUER
ϭϲ


SRGHU HQ VX IRUPD VLPSOHFRQGLFLRQDO ´SRGUtDµ TXH UHILHUH HQ HVWH
FDVR D DFFLRQHV KLSRWpWLFDV R SUREDEOHV HO iUELWUR  HVJULPH
KLSyWHVLV GHO SRUTXp ORV IDEULFDQWHV QDFLRQDOHV GLVWLQWRV D ORV
SURYHHGRUHV GHO FRQWUDWLVWD  FXHQWDQ FRQ OD UHIHULGD PDWHULD SULPD \
QR ORV SURYHHGRUHV &+(0$ \ 60$57+ 3+$50$ FRQ GXGD IDOWD GH
FHUWH]D\VXEMHWLYLGDGUD]RQDSDUDDPSDUDUVHHQHODUWtFXORGHO
&yGLJR &LYLO  $VLPLVPR HO YHUER HPSOHDGR YD DFRPSDxDGR SRU OD
FRQMXQFLyQ GLV\XQWLYD H[FOX\HQWH ´Rµ TXH  HO iUELWUR XWLOL]D SDUD
H[SUHVDU XQD X RWUD SRVLELOLGDG GH SRVHVLyQ GH OD PDWHULD SULPD VL
WRPDPRV HQ FXHQWD OD XWLOL]DFLyQ GHO YHUER ´SRGHUµ HQ VX IRUPD
VLPSOHFRQGLFLRQDO PiV HO XVR GH HVWD FRQMXQFLyQ GLV\XQWLYD SDUD
IXQGDPHQWDU VX GHFLVLyQ VREUH OD YDOLGH] GH OD UHVROXFLyQ GH OD
FRQWUDWLVWD &RUSRUDFLyQ %LRWHF 6$ DVXPLPRV TXH HOOR LPSOLFD
FDUHQFLD GH FHUWH]D SRU QR FRQWDU FRQ XQ FULWHULR REMHWLYR SDUD VX
FRPSUREDFLyQ 3RU FRQVLJXLHQWH  HO iUELWUR  QR KD VHJXLGR XQD
DUJXPHQWDFLyQUDFLRQDO

9,*e6,02 &8$572 7DO UD]RQDPLHQWR SRGUtD FDOLILFDUVH FRPR
´FRUD]RQDGDVµ FRPR ELHQ OR VHxDOD +87&+(621 R ´XQD UHDFFLyQ
LQWXLWLYD FRPSXHVWDµ FRPR ELHQ OR VHxDOD )5$1. DPERV FLWDGRV
SRU *$%5,(/ 025$ DO WUDWDU HO WHPD GH ODV MXVWLILFDFLRQHV
LUUDFLRQDOHV

9,*e6,02 48,172 ´$Vt ODV FRVDV WDQWR SDUD OD SHUVSHFWLYD
KHUPHQpXWLFDFRPRSDUDXQSODQWHDPLHQWRSUiFWLFRGHOUD]RQDPLHQWR
MXUtGLFR QR VH GHVFRQRFH HO KHFKR GH TXH ORV MXHFHV SRVHDQ SUH
MXLFLRV FRQFHSFLRQHV LQWXLFLRQHV DIHFWRV \ GHVDIHFWRV FRUD]RQDGDV
FULWHULRV VREUH ORV PiV YDULDGRV WHPDV \ HQ JHQHUDO XQ HQWRUQR
SVLFROyJLFRVRFLDO\FXOWXUDOSURSLR3HURDOPLVPRWLHPSRVHSODQWHD
TXH OR YHUGDGHUDPHQWH LPSRUWDQWH GHO DVXQWR HV VL WDOHV FRVDV
SXHGHQVHUMXVWLILFDGDVUDFLRQDOPHQWHSRUVXIRUPD\IRQGRR

26
MORA RESTREPO, Gabriel: “Justicia Constitucional y Arbitrariedad de los Jueces”, Ed. Marcial Pons, Buenos Aires,
2009, pp. 359 a 360.
ϭϳ


ELHQ VL ODV UD]RQHV H[SOLFDWLYDV SURSLDV GHO FRQWH[WR GH
GHVFXEULPLHQWR VRQ VXVFHSWLEOHV GH VRSRUWH DOJXQR MXQWR D VL
H[LVWHQ UD]RQHV MXUtGLFDV REMHWLYDV TXH OHJLWLPDQ OD GHFLVLyQµ
HOVXEUD\DGR\QHJULWDHVQXHVWUR 

9,*e6,02 6(;72 5HVSHFWR D ORV IXQGDPHQWRV 1ƒ  \  GHO
ODXGR HO VHxRU iUELWUR VHxDOD ´HO KHFKR TXH ORV IDEULFDQWHV
QDFLRQDOHV KD\DQ FRQWDGR FRQ OD PDWHULD SULPD QR HV UD]yQ
VXILFLHQWH SDUD FRQFOXLU TXH QR H[LVWLy XQD HVFDVH] GH OD
PLVPDµ\FRQFOX\H´ODHVFDVH]GHWUDPDGRO+&/VtFDOLILFDFRPR
XQ KHFKR H[WUDRUGLQDULRµ HO &ROHJLDGR DGYLHUWH TXH OD FRQFOXVLyQ
DUULEDGDSRUHOVHxRUiUELWURQRWLHQHXQVXVWHQWRFRPSUREDEOHHQOD
UHDOLGDG VLQR SRU HO FRQWUDULR FRPR VH KD LQGLFDGR HQ ORV
FRQVLGHUDQGRV DQWHULRUHV HQ EDVH D XQD SRVLFLyQ VXEMHWLYD
GHVSURYLVWD GH FULWHULRV REMHWLYRV VH KD HTXLSDGR DO ODXGR GH XQ
URSDMH MXUtGLFR SDUD WUDWDU GH MXVWLILFDU OD GHFLVLyQ DGRSWDGD OR TXH
GHYHQGUtDHQXQDPRWLYDFLyQDSDUHQWHORTXHOODPDODDWHQFLyQPiV
D~Q VL ODV SDUWHV VH VRPHWLHURQ D XQ DUELWUDMH GH GHUHFKR FRQIRUPH
VHWLHQHGHODFWDGHLQVWDODFLyQGHIROLRVQXHYH
9,*e6,02 6e37,02 (Q FRQVHFXHQFLD KDELpQGRVH DQDOL]DGR HO
DVSHFWRH[WHUQRGHOFXHVWLRQDGRODXGRHPLWLGRVLQHQWUDUDOIRQGRGH
OD FRQWURYHUVLD GH FRQIRUPLGDG FRQ HO DUWtFXOR  GH OD /H\ \
DWHQGLHQGR D OR HVWDEOHFLGR HQ HO DUWtFXOR  GH OD /H\ VH KD
LQFXUULGR HQ OD FDXVDO GH DQXODFLyQ GH ODXGR SUHYLVWD HQ HO DUWtFXOR
OLWHUDOE GHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒSRUORTXHVHHVWLPDOD
GHPDQGD
    3RUHVWDVFRQVLGHUDFLRQHV
6(5(68(/9(
'(&/$5$5 )81'$'2 HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ SDUFLDO GHO ODXGR
DUELWUDO SRU FRQVLJXLHQWH VH GHFODUD OD ,19$/,'(= GHO /DXGR GH
IHFKD  GH MXQLR GHO DxR  FRQWHQLGR HQ OD UHVROXFLyQ Q~PHUR


27
ibídem, p. 364.
ϭϴ


YHLQWH  HQ VXV SXQWRV UHVROXWLYRV WHUFHUR FXDUWR TXLQWR \ VH[WR \
25'(1$521 DO ÉUELWUR ÔQLFR H[SHGLU QXHYR /DXGR $UELWUDO
FRQIRUPH D OR GHWDOODGR HQ ODV FRQVLGHUDFLRQHV SUHFHGHQWHV
FRQVHFXHQWHPHQWH 9É/,'2 HO ODXGR HQ VXV SXQWRV UHVROXWLYRV
SULPHURVHJXQGR\VpSWLPR
1RWLItTXHVHFRQIRUPHDOH\

5266(//0(5&$'2     $55,2/$(63,12
5,9(5$*$0%2$

ϭϵ


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 00313-2016-0-1817-SP-CO-01

Resolución N° 12
La omisión al deber de declaración genera
Miraflores, uno de marzo el incumplimiento de una correcta
de dos mil diecisiete.- composición del tribunal arbitral,
afectándose el derecho al debido proceso.

VISTOS:
Viene para resolver el recurso de anulación interpuesto contra el laudo
arbitral contenido en la resolución arbitral N° 47 de fecha 27 de abril de
2016 y contra la resolución arbitral N° 51 de fecha 05 de agosto de 2016
que resuelve las solicitudes de aclaración, interpretación, integración y
exclusión presentadas por las partes, emitidos por el tribunal arbitral
conformado por los árbitros José Talavera Herrera, Juan Manuel Hurtado
Falvy y Juan Huamaní Chávez.---------------------------------------------------------

RESULTA DE AUTOS:
1. Del recurso de anulación: Por escrito de fojas 345 a 411, subsanado
por escrito de fojas 749 a 774, la OFICINA DE NORMALIZACIÓN
PREVISIONAL [en adelante la ONP] interpone demanda de anulación
de laudo arbitral contra JAR OUTSOURCING S.A.C. -antes BURO
OUTSOURCING S.A.C.- [en adelante la Contratista] invocando las
causales contenidas en los literales c) y d) del numeral 1 del artículo
63° del Decreto Legislativo N° 1071 y la Duodécima Disposición
Complementaria de la Ley de Arbitraje, solicitando se declare la
nulidad del laudo contenido en la resolución arbitral N° 47 de fecha 27

1
de abril de 2016, así como de la resolución arbitral N° 51 de fecha 05
de agosto de 2016, que resuelve de modo conjunto las solicitudes de
aclaración, interpretación e integración y exclusión planteadas por las
partes contra el laudo arbitral de derecho; exponiendo lo siguiente:

Respecto a la causal de anulación contenida en el literal c) del


numeral 1 del artículo 63° de la Ley de Arbitraje :

1.1. La composición del tribunal arbitral y sus actuaciones


no se han ajustado al acuerdo entre las partes, ni a las normas
aplicables.
En el caso concreto, el árbitro Juan Huamaní Chávez, ha vulnerado el
deber de independencia, imparcialidad y deber de información de
obligatorio cumplimiento en el procedimiento arbitral; y, en esa
medida, ha vulnerado el derecho de la ONP de contar con un árbitro
acorde a lo pactado por las partes incumpliendo las normas
contenidas en el artículo 52.8 de la Ley de Contrataciones con el
Estado, artículo 224° del Reglamento de la Ley de C ontrataciones con
el Estado y el artículo 28° de la Ley de Arbitraje.

La afectación al deber de independencia, imparcialidad y deber de


información de obligatorio cumplimiento en el procedimiento arbitral
fue incumplido por el árbitro Juan Huamaní Chávez, pues al momento
de aceptación del cargo no puso en conocimiento:
i. Que conocía (posiblemente amistad) al representante de la
demandante Jhon Ross Díaz Huamaní, quien también fue abogado de
la empresa Cedosa del Oriente S.A.C. en el arbitraje seguido con el
Ministerio de Educación, en el cual el árbitro, Juan Huamaní Chávez
formó parte.
ii. Que conocía al representante de la demandante Orlando La
Torre Zuñiga, quien también fue abogado de la empresa Consorcio

2
96380 en el arbitraje seguido contra la Municipalidad Distrital de San
Marcos, en el cual el árbitro, Juan Huamaní Chávez formó parte.
iii. Que había conformado tribunal arbitral con el representante de
la demandante Orlando La Torre Zuñiga en el arbitraje entre la
Municipalidad Provincial de Yauyos con la empresa Constructora
Paredes & Hernández S.R.L.

Las circunstancias antes señaladas fueron objeto de recusación por


parte de la ONP mediante escrito del 15 de septiembre de 2015, y la
misma fue resuelta por el Centro de Arbitraje y Conciliación de la
Construcción – CAPECO con fecha 20 de enero de 2016,
desestimando la misma. Sin embargo, el criterio adoptado por
CAPECO es incorrecto y no se ajusta a los hechos, pues, existieron
circunstancias que afectaban la imparcialidad del árbitro Juan
Huamaní Chávez, las cuales de modo irregular no fueron objeto de
revelación.

Agrega, que tal y como lo señalara en su escrito de recusación


presentado ante CAPECO, no es la primera vez que el árbitro Juan
Huamaní Chávez incumple el deber de revelación de señalar su
vinculación con Jhon Ross Díaz Huamaní, pues conforme se muestra
en la Resolución N° 119-2012-OSCE/PRE del 10 de may o de 2012
anexa a su recusación, una conducta similar se mantuvo en un
proceso arbitral distinto, en el cual se resolvió que en efecto el árbitro
Juan Huamaní Chávez había mantenido una conducta poco ética,
pero que dicho hecho no generaba perjuicio a dicho proceso arbitral
frente a la renuncia del árbitro. Una conducta similar se hubiera
esperado en este arbitraje cuando se descubrió la falta al deber de
revelación.

Por tanto, el incumplimiento por parte del árbitro Juan Huamaní


Chávez al deber de información es innegable, y su conducta poco

3
transparente permite un cuestionamiento al cumplimiento de una
correcta composición del tribunal arbitral, de acuerdo a la normativa
vigente y al acuerdo entre las partes, lo que determina la anulación
del laudo.

1.2. Las actuaciones arbitrales no han cumplido con lo


dispuesto en el artículo 57.1 de la Ley de Arbitraje, que establece
que en el Arbitraje Nacional, el tribunal arbitral decidirá el fondo
de la controversia, de acuerdo a derecho; siendo que la
actuaciones arbitrales violan el derecho a un debido proceso
legal, específicamente el derecho constitucional a ser juzgado
por un árbitro imparcial.
Sobre el particular, los fundamentos señalados en la primera causal
descritos en el acápite anterior, también implican una vulneración al
derecho al debido proceso en su manifestación de vulneración a la
imparcialidad de los árbitros, lo cual constituye una violación al
artículo 57.1 de la Ley de Arbitraje.

1.3. Las actuaciones arbitrales no han cumplido con lo


dispuesto en el artículo 57.1 de la Ley de Arbitraje, que establece
que en el Arbitraje Nacional, el tribunal arbitral decidirá el fondo
de la controversia, de acuerdo a derecho; siendo que las
actuaciones arbitrales violan el derecho a un debido proceso
legal, específicamente en lo referido a sus manifestaciones de
derecho de defensa, debida motivación, logicidad y valoración de
la prueba.
Los hechos que constituyen tales violaciones corresponden a:

i. Haber omitido emitir pronunciamiento sobre el Informe Técnico


presentado por la ONP. Al respecto, a pesar de que este medio de
prueba es relevante y permite contradecir los fundamentos de la
contraparte, el tribunal arbitral no se pronunció sobre éste y no se

4
mencionó de modo válido por qué se habría desestimado tal prueba
técnica y sólo se habría considerado la pericia de parte y la de oficio
al momento de resolverse el proceso arbitral. Ello implica una
vulneración a los derechos de defensa, debida motivación y
valoración de la prueba.

ii. Omitir pronunciamiento sobre las observaciones de la ONP


realizadas tanto a la pericia de parte como a la pericia de oficio. Sobre
el particular, a pesar de las objeciones a las pruebas técnicas
presentadas, las mismas fueron dejadas de lado por el tribunal
arbitral, pues no se pronuncia respecto de las mismas, no
permitiéndole cuestionar los medios de prueba aportados al proceso.
Ello implica una vulneración a los derechos de defensa, debida
motivación y valoración de la prueba.

iii. Arribar a conclusiones sin especificar cuáles son los


fundamentos que lo llevan a la misma. Al respecto, no se desprende
del laudo: (a) Por qué debe considerarse que la Contratista no
incumplió el contrato, a pesar que esto ha quedado acreditado por el
propio reconocimiento de la demandante, y que la Contratista no
solicitó ampliación de acuerdo a los mecanismos establecidos en la
Ley; (b) Por qué el supuesto incumplimiento por parte de la ONP
corresponde a un actuar doloso; (c) Por qué se le imponen a la ONP
obligaciones que no estaban establecidas en el contrato, como son la
transferencia de personal, más allá de que así lo hayan afirmado las
pericias, y no las Bases o el propio Contrato. Ello implica una
vulneración al derecho a la debida motivación y al de logicidad.

1.4. El tribunal arbitral se ha pronunciado sobre materias no


sometidas a arbitraje.
El tribunal arbitral ha laudado tomando en consideración criterios de
daño emergente y lucro cesante por periodos que no han sido materia
sometida a arbitraje. En efecto, el tribunal arbitral debía pronunciarse

5
respecto a los hechos acecidos hasta el 30 de septiembre de 2013;
sin embargo, el tribunal arbitral se pronuncia respecto de plazos que
van más allá de dicha fecha, lo que implica que se haya utilizado
como elemento para determinar el daño un informe pericial que va
más allá de lo requerido por las partes, en lugar de haberse
considerado la demanda arbitral y sus acumulaciones.

De otro lado, se puede apreciar que en el laudo se declara fundado


en parte de modo conjunto tanto el quinto como el sexto punto
controvertido, relativos al pago indemnizatorio de daño emergente y
de lucro cesante, y concede intereses legales a ambas pretensiones;
sin embargo, en la pretensión relativa al sexto punto controvertido, la
empresa no había solicitado el pago de intereses legales.

Ciertamente el laudo arbitral incurre en una incongruencia por extra


petita; pues, ordena el pago de intereses legales, pese a que este
extremo no fue pretendido por la parte demandante.

2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 02 de fecha 11 de


octubre de 2016, de fojas 775 a 777, se admitió a trámite el presente
recurso de anulación y se corrió traslado a la Contratista.

3. Absolución del traslado: Por escrito de fojas 865 a 873, la Contratista


absuelve el traslado, señalando lo siguiente:

3.1 La ONP no ha explicado ni sustentado de qué manera se ha


vulnerado la composición del tribunal arbitral o que las actuaciones del
tribunal arbitral no estuvieron ajustadas al acuerdo [convenio arbitral]
entre las partes o del reglamento en general.
3.2. Se debe suponer, por lo tanto, que la pretendida anulación tiene
como sustento una supuesta afectación al derecho de defensa de la
ONP, en el extremo que no habría podido hacer valer sus derechos en

6
el proceso arbitral y/o que el laudo arbitral carecería de la motivación
suficiente.
3.3. Ambos argumentos, sin embargo, carecen de sustento en los
hechos relativos al contrato, al proceso arbitral, así como en las
normas legales aplicables.
3.4. De otro lado, delimitando el nivel de actuación del órgano
jurisdiccional, se tiene que éste sólo puede pronunciarse revisando la
validez del laudo por las causales taxativamente establecidas en el
artículo 63° del Decreto Legislativo 1071, estando prohibida bajo
responsabilidad la revisión del fondo de la controversia.
3.5. En efecto, el fundamento propio del recurso de anulación no es
el de corregir errores, sino garantizar el derecho constitucional a la
tutela judicial. Por ello, el artículo 62° del Decr eto Legislativo N° 1071,
establece que dicho recurso tiene por objeto la revisión de su validez,
sin entrar en el fondo de la controversia.
3.6. En tal contexto, las causales de anulación establecidas en el
artículo 63° de la Ley de Arbitraje, aprobada por D ecreto Legislativo N°
7071, son aquellos aspectos referidos a cuestiones de forma, más no
de fondo, pero de la lectura del escrito de anulación de laudo, la ONP
está cuestionando las decisiones de fondo que fueron resueltos en su
oportunidad, por ejemplo, las recusaciones a los árbitros, el cálculo de
intereses que fueron fijados en audiencia determinación de puntos
controvertidos y lo referido al análisis de fondo de cada punto
controvertido, los cuales deben ser declarados improcedentes por la
Sala, ya que no se adecúan a las causales reseñadas por la norma.
3.7. Sin perjuicio de lo señalado en los párrafos anteriores, contesta
cada extremo del recurso de anulación, en los siguientes términos:

Respecto a la primera causal de anulación solicitada por la ONP.


La ONP ha señalado en este extremo lo siguiente: “el árbitro Juan
Huamaní Chávez, ha vulnerado el deber de independencia,
imparcialidad, y deber de información de obligatorio cumplimiento en el

7
procedimiento arbitral; y en esa medida ha vulnerado el derecho de la
ONP de contar con un árbitro acorde a lo pactado por las partes
incumpliendo con las normas contenidas en los artículos 52.8 de la Ley
de Contrataciones…pues al momento de aceptación al cargo no puso
en conocimiento que conocía (posiblemente amistad), al representante
de la demandante Jhon Ross Díaz Huamaní, que conocía al
representante de la demandante Orlando La Torre Zúñiga y que había
conformado con esta persona un Tribunal Arbitral…”

Sobre el particular, los argumentos señalados en este extremo son los


mismos que la ONP ha sostenido en forma reiterativa durante el
proceso arbitral, para lo cual, haciendo valer su derecho, presentó la
solicitud de recusación en tres oportunidades, dos ante la OSCE y uno
ante CAPECO, los mismos que fueron oportunamente rechazados por
el OSCE mediante Resolución N° 383-2012-OSCE/PRE de fecha 30
de noviembre de 2012 y otro que fue declarado improcedente, ya que
la vía para recusar a los árbitros era CAPECO y fue presentada ante la
OSCE, esto en razón que para esa fecha ya existía un acuerdo en el
acta de instalación, el primero fue aceptado porque todavía no se
había instalado el tribunal arbitral.

En la Resolución N° 383-2012-OSCE/PRE de fecha 30 d e noviembre


del 2012, el OSCE resolvió sobre el fondo de la recusación interpuesta
por la ONP, la invocación fue que entre el árbitro Juan Huamaní
Chávez y el abogado Jhon Díaz Huamaní, supuestamente había un
lazo sanguíneo, familiar y amical; sin embargo, estos fueron
rechazados de pleno derecho, ya que solamente fueron
especulaciones, ya que no existía una prueba idónea que la respalde,
tal como sucede en el presente expediente. Además para no
entorpecer el proceso arbitral, la empresa comunicó y decidió que
estas personas no participen como abogados de la empresa, como se
puede ver en todas las diligencias que se llevaron a cabo durante el

8
proceso arbitral. Por otro lado, este arbitraje fue resuelto por tribunal
Colegiado y es imposible que una sola persona pueda influenciar en la
decisión de un laudo.

En ese mismo sentido, existió otra recusación formulada por la ONP


ante CAPECO, basándose en los mismos hechos expuestos en el
párrafo precedente, sin embargo, luego de un análisis de los
descargos y las pruebas aportados por la ONP, esos fueron
rechazados de plano nuevamente.

Por último, tanto el OSCE como CAPECO, son entidades competentes


y totalmente imparciales; por ello, debe quedar claro que estos hechos
reiterativos e imputaciones subjetivas que viene haciendo la ONP,
tienen que ser desestimadas, ya que no tienen asidero legal, pues su
pretensión es que se revise el fondo de estas recusaciones, lo cual no
es procedente, por tratarse de temas de fondo resueltos
oportunamente y, en un estado de derecho, debe respetarse la
institucionalidad que señala las normas y los acuerdos del proceso
arbitral.

Sobre la segunda causal de anulación solicitada por la ONP.


La ONP ha señalado en este extremo lo siguiente: “las actuaciones
arbitrales no han cumplido con el artículo 57.1 de la Ley de Arbitraje,
que establece que el arbitraje nacional, decidirá el fondo de la
controversia, de acuerdo a derecho. En ese sentido, hemos solicitado
que el laudo sea anulado toda vez que se ha violado el derecho a un
Debido Proceso Legal, específicamente en lo referido al derecho
constitucional vulnerado es el de ser juzgado por un árbitro imparcial”.

Al respecto, conforme se ha demostrado líneas arriba, éste supuesto


perjuicio, vulneración, definitivamente carece de todo sustento, ya que
la imparcialidad que tanto ha cuestionado la ONP, en sede arbitral

9
como en la presente vía, son meramente especulaciones, hechos
subjetivos; en ese sentido, deben ser rechazados de pleno derecho.

En efecto, leyendo los documentos que son parte de este proceso, se


podrá comprobar que tanto el OSCE como CAPECO, en su
oportunidad, desestimaron los argumentos planteados; los cuales, la
ONP, pretende que sean de igual forma revisados en esta instancia;
por ello, este extremo de igual forma que la primera imputación, deben
ser desestimados, ya que no han violado derecho alguno de la otra
parte.

En cuanto a la tercera causal de anulación solicitada por la ONP.


La ONP ha señalado en ese extremo lo siguiente: “las actuaciones
arbitrales no han cumplido con el artículo 57.1 de la Ley de Arbitraje,
que establece que el arbitraje nacional, decidirá el fondo de la
controversia, de acuerdo a derecho. En ese sentido, hemos solicitado
que el laudo sea anulado toda vez que se ha violado el derecho a un
Debido Proceso Legal, específicamente en los referidos a sus
manifestaciones de derecho de defensa, debida motivación, logicidad y
valoración de prueba”.

Sobre ello, la ONP en base a falacias expone y pretende abarcar


supuestos actos de violación por parte del tribunal arbitral, tratando de
acomodar estas posiciones a la causal establecida en el literal c) del
numeral 1 del artículo 63° de la Ley de Arbitraje, lo cual, lo ha utilizado
para las dos otras dos causales antes señaladas; es decir, que en
forma extensiva pretenden hacer creer que todo se enmarcaría dentro
de la citada casual. Al contrario estas decisiones son de fondo y fueron
sustentados en forma contundente por el tribunal arbitral.

Para ello, la ONP señala los supuestos hechos que según ellos
amerita la anulación del laudo de controversia:

10
- Omitir la emisión de pronunciamiento sobre el informe técnico
presentado por la ONP
- Omitir la emisión de pronunciamiento sobre las observaciones de la
ONP, realizadas tanto a la pericia de parte como a la pericia de oficio.
- Arribar a conclusiones sin especificar cuáles son los fundamentos
que los lleven a los mismos.
- Omitir emitir pronunciamiento sobre la posición de la ONP sobre los
argumentos de lucro cesante y daño emergente alegados por el
contratista.

Sobre el particular, la ONP directamente pretende que el Colegiado


revise el fondo de laudo, analizando cuestiones que fueron resueltas
por el tribunal arbitral en el laudo arbitral, lo cual está terminantemente
prohibido

Por otro lado, todas estas supuestas omisiones fueron absueltas,


desvirtuadas, aclaradas en forma detallada mediante resolución N° 51
de fecha 05 de agosto de 2016, ya que a folios 20 al 42, están con el
sustento legal, ya que todas las pruebas aportadas por las partes
fueron analizadas por el tribunal arbitral en el laudo arbitral.

En efecto, las 04 observaciones formuladas por la ONP están


debidamente desvirtuadas en forma categórica y/o en forma
minuciosa, mediante la resolución N° 51, el cual, c onsta en el presente
expediente. Por ello carecen de todo sustento fáctico y/o legal, los
cuales deben ser rechazadas.

Por último, los mismos hechos que señalan en el informe técnico


fueron presentados al tribunal en la absolución de la demanda, lo cual
oportunamente fue analizado y resuelto por el tribunal arbitral.

De la cuarta causal de anulación solicitada por la ONP.

11
La ONP ha señalado en primer término, lo siguiente: “El Tribunal
Arbitral ha laudado tomando en consideración criterios de daño
emergente y lucro cesante por periodos que no han sido sometido a
arbitraje. En efecto el Tribunal Arbitral debía pronunciarse respecto a
los hechos acaecidos hasta el 30 de septiembre de 2013; sin embargo,
el Tribunal Arbitral se pronuncia respecto de plazos que van más allá
de dicha fecha, lo que implica que se haya utilizado como elemento
para determinar el daño un informe pericial que va más allá de lo
requerido por las partes, en lugar de haberse considerado la demanda
arbitral y sus acumulaciones”.

Al respecto, el argumento para la causal establecida en el literal d) del


numeral 1 del artículo 63° de la Ley de Arbitraje, es infundada, ya que
la ONP pretende confundir al Colegiado, pese a que el Laudo arbitral y
en la resolución N° 51 de fecha 05 de agosto de 201 6, el tribunal
arbitral se ha pronunciado de manera expresa y con el sustento
correspondiente.

En efecto, conforme se podrá verificar, en el Laudo Arbitral, el tribunal


arbitral sí ha resuelto sobre materias sometidas a su decisión, tal como
está detallado a folios 102 y 104 del laudo arbitral; en ese sentido, el
tribunal arbitral consideró los periodos pretensionados por su parte el
mes de septiembre de 2013, la cual fue una materia controvertida y
analizada.

En ese sentido, esta supuesta causal fue aclarada, detallada y


desvirtuada mediante la resolución N° 51 de fecha 0 5 de agosto de
2016, donde a folios 31 al 32 el tribunal arbitral analiza y se pronuncia
respecto a los argumentos que se expone en el presente acápite. Por
estos argumentos y motivos, la causal en referencia no se tipifica y
debe ser rechazada de pleno derecho.

12
La ONP ha señalado en segundo término, lo siguiente: “Se puede
apreciar que el laudo declara fundado en parte de modo conjunto tanto
el quinto como el sexto punto controvertido, relativos al pago
indemnizatorio de daño emergente y lucro cesante, y concede
intereses legales a ambas pretensiones; sin embargo, en la pretensión
relativa al sexto punto controvertido, la empresa demandante NO
había solicitado el pago de los intereses legales.”

Al respeto, tanto en la acumulación de demanda presentada ante la


Sede Arbitral con fecha 26 de agosto del 2013 y 30 de septiembre del
2013, donde la empresa demandante solicita el pago de una
indemnización, se puede verificar, en ambos casos, que existe también
una pretensión clara y precisa sobre el pago de intereses legales, lo
cual la ONP pretende negar y confundir a la Sala con argumentos
falaces y sin ningún sustento legal. Tampoco aporta pruebas que el
tribunal arbitral ha resuelto más allá de lo solicitado.

Esta solicitud de intereses, fueron analizados por el tribunal arbitral a


folios 63 del laudo Arbitral.

En ese mismo sentido, estas pretensiones fueron aclaradas y


ratificadas por parte del tribunal arbitral mediante la resolución N° 51
de fecha 05 de agosto de 2016, donde a folio 39 al 40, se analiza y
resuelve este asunto. Por lo que, los argumentos expuestos por la
ONP, no encajan en la causal invocada y debe ser rechazado de pleno
derecho.

4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista


de la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en autos,
estos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, --------------------------

CONSIDERANDO:

13
PRIMERO: El mecanismo de impugnación jurisdiccional del laudo arbitral
(recurso de anulación de laudo arbitral) es fundamental para garantizar la
seguridad del laudo, confiriendo a este órgano revisor la facultad de
controlar a posteriori cuestiones como son la actuación de los árbitros,
respecto de la regularidad procesal de la causa o, si se quiere, dicho de
otra forma, un control de la actuación de los árbitros in procedendo. “La
regla de base es la imposibilidad de una intervención revisora del
laudo por parte de la autoridad judicial en cuanto al fondo (meritum
causae) y respecto a los eventuales errores in indicando; las
decisiones de los árbitros están exentas de una censura ulterior en lo
concerniente a la manera de apreciar los hechos o las pruebas, a la
interpretación del Derecho material o a los extremos que han conducido a
un determinado razonamiento jurídico. La singularidad que reviste
obedece al hecho de que el juez no revisa las cuestiones de fondo
que contenga el laudo, sino únicamente procede al control sobre la
legalidad de las formas predispuestas.”1. (Resaltado nuestro). -------------

SEGUNDO: En relación a los límites del órgano jurisdiccional con motivo


de la interposición del recurso de anulación, el artículo 62 del Decreto
Legislativo N° 1071 establece: “1. Contra el laudo sólo podrá interponerse
recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación
del laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales
taxativamente establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se resuelve
declarando la validez o la nulidad del laudo. Está prohibido bajo
responsabilidad, pronunciarse sobre el fondo de la controversia o sobre el
contenido de la decisión o calificar los criterios, motivaciones o
interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.” (subrayado es nuestro);
coligiéndose que el segundo numeral de esta disposición prohíbe al
órgano jurisdiccional examinar y evaluar los criterios, motivaciones e
interpretaciones expuestas por los árbitros. --------------------

1
F ERNÁNDEZ ROZAS, José Carlos. Tratado del Arbitraje Comercial en América Latina. Volúmen II. Iustel,
Madrid, 2008, p.1096.

14
TERCERO: El presente recurso de anulación de laudo arbitral se sustenta
en las causales contenidas en los literales c) y d) del numeral 1 del artículo
63 de la Ley de Arbitraje y en la Duodécima Disposición Complementaria
de la misma ley. -----------------------------------------------------------------------------

CUARTO: Ahora bien, antes de ingresar al análisis de lo postulado en el


recurso de anulación de laudo, es necesario con relación a éste, hacer las
siguientes precisiones:
4.1 La Duodécima Disposición Complementaria de la Ley de Arbitraje,
invocada también en el presente recurso de anulación, no constituye
una causal adicional a las previstas en el artículo 63 de la misma ley,
por lo que debe interpretarse que si bien el recurso de anulación de
laudo protege cualquier derecho constitucional amenazado o
vulnerado dentro del arbitraje, quien lo formule deberá adecuar sus
alegatos dentro de las referidas causales establecidas en forma
taxativa. En tal sentido, los argumentos invocados relacionados al
derecho a la debida motivación que forma parte del derecho al debido
proceso, serán analizado a la luz de la causal b) del numeral 1 del
artículo 63 de la acotada ley, que sanciona con nulidad un laudo
cuando las partes, por cualquier motivo, no pudieron hacer valer sus
derechos dentro del proceso arbitral.
Lo señalado guarda armonía con la regla 20 b)2 del precedente N°
00142-2011-AA/TC, por lo que cuando en un recurso de anulación se
denuncia la vulneración de algún derecho constitucional, no se está
planteando una nueva causal de anulación de laudo en función de la
Duodécima Disposición Complementaria del Decreto Legislativo N°
1071, sino que tal denuncia debe encuadrar dentro de alguna de las
causales del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071, que a tenor
de dicho precedente es el inciso b) del numeral 1 del artículo 63.

2
20.b) De conformidad con el inciso b) del artículo 63º del Decreto Legislativo N° 1071, no procede el amparo
para la protección de derechos constitucionales aún cuando éstos constituyan parte del debido proceso o de
la tutela procesal efectiva. La misma regla rige para los casos en que sea de aplicación la antigua Ley
General de Arbitraje, Ley Nº 26572.

15
4.2 De otro lado, la ONP solicita la nulidad del laudo arbitral contenido en
la resolución arbitral N° 47 de fecha 27 de abril d e 2016 y contra la
resolución arbitral N° 51 de fecha 05 de agosto de 2016 que resuelve
las solicitudes de aclaración, interpretación, integración y exclusión
presentadas por las partes.
Al respecto, debemos precisar que el inciso 2 del artículo 58 de la Ley
de Arbitraje señala: “La rectificación, interpretación, integración y exclusión
formará parte del laudo.”. En tal sentido, dado que la resolución arbitral N°
51 se pronuncia sobre los pedidos de aclaración, interpretación,
integración y exclusión, es evidente que forma parte integrante del
laudo arbitral materia de anulación; por tal motivo, no es válido
impugnar el laudo arbitral y dicha resolución arbitral como si fueran
totalmente distintas, bastando entonces hacer referencia únicamente al
laudo arbitral expedido y pronunciarnos sobre la validez del mismo.

QUINTO: Sobre la causal contenida en el literal c) del numeral 1 del


artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071, la ONP señala que la
composición del tribunal arbitral y sus actuaciones no se han ajustado al
acuerdo entre las partes ni a las normas aplicables, pues el árbitro Juan
Huamaní Chávez ha vulnerado el deber de independencia, imparcialidad y
de información, pues al momento de aceptación del cargo no habría
puesto en conocimiento:

i. Que conocía (posiblemente amistad) al representante de la demandante


Jhon Ross Díaz Huamaní, quien también fue abogado de la empresa
Cedosa del Oriente S.A.C. en el arbitraje seguido con el Ministerio de
Educación, en el cual el árbitro, Juan Huamaní Chávez formó parte.
ii. Que conocía al representante de la demandante Orlando La Torre
Zúñiga, quien también fue abogado de la empresa Consorcio 96380 en
el arbitraje seguido contra la Municipalidad Distrital de San Marcos, en el
cual el árbitro, Juan Huamaní Chávez formó parte.
iii. Que había conformado tribunal arbitral con el representante de la
demandante Orlando La Torre Zúñiga en el arbitraje entre la

16
Municipalidad Provincial de Yauyos con la empresa Constructora
Paredes & Hernández S.R.L.

SEXTO: Como se aprecia de primera impresión, la causa petendi del


recurso de anulación [vulneración de los deberes de independencia e
imparcialidad por incumplimiento del deber revelación de uno de los
árbitros] no aparece prevista como causal de anulación según el listado
numerus clausus previsto en el artículo 63 de la ley de la materia. No
obstante, la nulidiscente invoca la causal c) de dicho listado, que remite al
incumplimiento de las reglas conforme a las cuales, por acuerdo de las
partes o mandato de la ley, debía regirse el arbitraje. En concreto se
denuncia la afectación de la norma del artículo 57.1 de la Ley de Arbitraje,
según la cual, tratándose de un arbitraje nacional, el tribunal arbitral debe
resolver de acuerdo a derecho.

Es claro que dicha disposición no solamente alude a una forma específica


de arbitraje –el arbitraje de derecho, diferenciable de otra modalidad
arbitral, el arbitraje de equidad- sino que impone la necesidad que el
procedimiento arbitral debe necesariamente reunir determinadas
características sin las cuales no puede reputársele un arbitraje ceñido a
derecho ni por tanto pueda reconocérsele validez como mecanismo
alternativo de resolución hetercompositiva de conflictos, con
reconocimiento jurisdiccional en base al artículo 239 de la Constitución
política del Estado.--------------------------------------------------------------------------

SÉPTIMO: En concreto, por vía de denunciar el incumplimiento del deber


de revelación de parte del árbitro Juan Huamaní Chávez, la nulidiscente
reclama la afectación del debido proceso, en tanto comprende el derecho
a un árbitro imparcial, y cuya pertinencia en el arbitraje ha sido reconocida
por la jurisprudencia constitucional, que ha quedado consolidada en el
caso María Julia (STC Nro. 142-2011-AA/TC), en que el Tribunal
Constitucional indica lo siguiente:

17
“(…) de la especial naturaleza del arbitraje, en tanto autonomía de la
voluntad de las partes y al mismo tiempo, de la independencia de la
jurisdicción arbitral, no supone en lo absoluto desvinculación del
esquema constitucional, ni mucho menos del cuadro de derechos y
principios reconocidos por la Constitución. Como ya ha señalado este
Tribunal, “la naturaleza de jurisdicción independiente del arbitraje, no
significa que establezca el ejercicio de sus atribuciones con observancia
de los principios constitucionales que informan la actividad de todo
órgano que administra justicia, tales como el de independencia e
imparcialidad de la función jurisdiccional. En particular, en tanto
jurisdicción, no se encuentra exceptuada de observar directamente
todas aquellas garantías que imponen el derecho al debido proceso”.
(STC 6167-2005-PHC/TC, Fundamento 9).

Ello es así por cuanto la función jurisdiccional se sustenta y se debe a la


norma fundamental, más allá de la especialidad sobre la que pueda
versar o de la investidura de quienes la puedan ejercer. De este modo y
aunque se dota a la Justicia Arbitral de las adecuadas garantías de
desenvolvimiento y se fomenta su absoluta observancia, la misma se
encuentra inevitablemente condicionada a que su ejercicio se desarrolle
en franco respeto al orden constitucional y a los derechos de la persona.

OCTAVO: Como ha quedado reconocido también por la jurisprudencia


constitucional, el debido proceso es un derecho que comprende, a su vez,
diversos derechos fundamentales de orden procesal; en ese sentido, se
trata de un derecho “continente” cuyo contenido constitucionalmente
protegido comprende una serie de garantías, formales y materiales, de
muy distinta naturaleza, cuyo cumplimiento efectivo garantiza que el
procedimiento o proceso en el cual se encuentre comprendida una
persona pueda considerarse como justo. (STC N° 2851 -2010-AA/TC)

Indudablemente, dentro de su contenido esencial, el debido proceso


alberga la independencia e imparcialidad del juzgador, que si bien se
encuentran consagradas en el artículo 139 inciso 2) de la Constitución
como principios y garantías de la administración de justicia, ostentan

18
además la naturaleza de derechos fundamentales, afirmada por el
Tribunal Constitucional en la STC N° 004-2006-AI/TC en que expresó:

“La independencia y la imparcialidad del juzgador no sólo constituyen


principios y garantías de la administración de justicia, sino también una
garantía para quienes acuden a los órganos jurisdiccionales en busca
de justicia. Al respecto, el Tribunal Constitucional sostuvo en una
anterior oportunidad, que "Debe tomarse en cuenta que si bien, prima
facie, la imparcialidad e independencia son garantías consustanciales
y necesarias para una correcta Administración de Justicia, estas deben
entenderse, a su vez, como garantías para los imputados (garantía a
ser juzgado por un Tribunal independiente e imparcial),
configurándose, de este modo, su doble dimensión.” (Fundamento 23)

La vigencia de estas garantías-derechos, de independencia e


imparcialidad del juzgador, en el ámbito del arbitraje, resulta ya
indubitable, habiendo expresado el Tribunal Constitucional que:

“El cuestionamiento acerca de si el derecho a ser juzgado por un juez


imparcial también puede titularizarse en el ámbito de un procedimiento
arbitral ha sido resuelto afirmativamente por este Colegiado. Así, en la
STC Nº 3361-2004-AA/TC se afirmó que “el derecho a la tutela
procesal efectiva no sólo tiene un ámbito limitado de aplicación, que se
reduce a sede judicial. Se emplea en todo procedimiento en el que una
persona tiene derecho al respeto de resguardos mínimos para que la
resolución final sea congruente con los hechos que la sustenten”. (STC
N° 2851-2010-AA/TC)

NOVENO: Ahora bien, qué debe entenderse por independencia e


imparcialidad, se encuentra igualmente definido por la jurisprudencia
constitucional, según la cual:

“la independencia judicial debe ser entendida como aquella


capacidad autodeterminativa para proceder a la declaración del
derecho, juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado, dentro de los

19
marcos que fijan la Constitución y la ley. En puridad, se trata de una
condición de albedrío funcional” (STC Nro. 023-2003-AI/TC)

“Por otro lado, el principio de imparcialidad judicial—ligado al principio


de independencia funcional—, se vincula a determinadas exigencias
dentro del proceso, definidas como la independencia del juez frente a
las partes y al objeto del proceso mismo, pudiendo entenderse desde
dos acepciones: a) Imparcialidad subjetiva, que atañe a algún tipo de
compromiso que el juez pueda tener con el caso. b) Imparcialidad
objetiva, referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la
estructura del sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema
no ofrece suficientes garantías para desterrar cualquier duda
razonable. (Fundamento 15).
En tanto que derecho fundamental, el derecho a un juez imparcial tiene
un contenido constitucionalmente protegido. Ese contenido, como ya
se dijo, está relacionado con aquello que este Colegiado ha
identificado como las dos vertientes de la imparcialidad, a saber: la
imparcialidad subjetiva y la imparcialidad objetiva.
En lo que respecta a la imparcialidad subjetiva, ésta se refiere a
cualquier compromiso que pudiera tener el juez con las partes
procesales o con el resultado del proceso. Desde esta perspectiva, el
derecho a un juez imparcial garantiza que una persona no sea
sometida a un proceso o procedimiento en el que el juez, o quien está
llamado a decidir sobre la cuestión litigiosa, tenga algún tipo de
compromiso con alguna de las partes o con el resultado del mismo.
(STC Nº 00197-2010-PA/TC, fundamento 16).
Al lado de la dimensión subjetiva, este Colegiado también ha
destacado que el principio de imparcialidad tiene una dimensión
objetiva referida a la influencia negativa que puede tener en el juez la
estructura del sistema, restándole imparcialidad, es decir, si el sistema
no ofrece suficientes garantías para desterrar cualquier duda razonable
(STC N.° 00197-2010-PA/TC, fundamento 17). (STC Nro . 2851-2010-
AA/TC) (Fundamentos, 15, 20, 21, 22).

20
DÉCIMO: Tratándose de la independencia e imparcialidad de los árbitros,
Gonzales de Cossío3 indica:

“La doctrina y jurisprudencia arbitral, si bien no en forma unánime, les


ha dado un contenido que resumiría de la siguiente manera:

Independencia: es un criterio objetivo que se refiere al vínculo que


puede existir entre un árbitro y las partes o el asunto objeto de la
controversia. Se calificará de independiente a un árbitro que carezca
de vínculos “próximos, sustanciales, recientes y probados”. Claro está,
que el quid reside precisamente en definir qué tan próximos,
sustanciales y recientes tienen que ser dichos vínculos para que un
árbitro sea considerado carente de independencia.

Imparcialidad: es un criterio subjetivo y difícil de verificar que alude a


un estado mental de un árbitro. Pretende describir la ausencia de
preferencia, o riesgo de preferencia, a una de las partes en el arbitraje
o el asunto en particular.”

De modo más explícito, Matheus López4 indica:

“Tradicionalmente, se considera que la independencia es un elemento


principalmente objetivo que se aprecia en relación con vínculos
factuales, mientras que la imparcialidad es en esencia subjetiva y se
observa en función de predisposiciones intelectuales5. O, lo que es lo
mismo, la independencia -de carácter objetivo- se refiere a la posición
o situación del árbitro, en tanto que la imparcialidad -de carácter

3
Francisco Gonzáles de Cossío. Independencia, Imparcialidad y Apariencia de Imparcialidad de los Árbitros.
Recuperado de: http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/32/pr/pr26.pdf
4
Carlos Alberto Matheus López. La Independencia a Imparcialidad del Árbitro en el Arbitraje Administrativo.
Recuperado de: http://www.juridicas.unam.mx/publica/librev/rev/jurid/cont/32/pr/pr26.pdf
5
Con este parecer Clay, Thomas “L'independance et L'impartialite de L'arbitre et les Regles du Procés
Équitable" en L'impartialite du Juge et de L'arbitre, Dirección Jacques Van Compernolle y Giuseppe Tarzia,
Bruylant, Bruselas, 2006, págs. 213-214; con similar parecer Staniþ, Ana “Challenging Arbitrators and the
Importance of Disclosure: Recent Cases and Reflections" en Croatian Arbitration Year Book, Volumen 16,
Zagreb, 2009, pág. 212, nos señala que “la independencia es generalmente considerada como un estándar
objetivo y basado en hechos que exigen al árbitro estar fuera de cualquier influencia y presión externa”.

21
subjetivo- viene referida a una actitud de orden intelectual o psíquico6.
Por lo cual cabe afirmar, que la independencia, reducida a una noción
objetiva, consiste básicamente en una situación de no dependencia
respecto a una parte. En tanto la imparcialidad, como noción subjetiva,
importa el no ser parcial, esto es, no demostrar una prevención
dejándose invadir o dominar por opiniones preconcebidas y factores
extraños a los méritos del caso7”.
Ahora bien, la distinción entre ambos conceptos suele postularse
señalando que un árbitro imparcial es uno que no se predispone en
favor, ni se parcializa contra, una parte particular o su caso, en tanto
que un árbitro independiente es uno que no tiene ninguna relación
cercana -financiera, profesional o personal- con una de las partes o
sus consejeros8. La independencia se considera, comúnmente, como
destinada a las relaciones entre el árbitro y las partes, en tanto la
imparcialidad concierne más bien a las relaciones entre el árbitro y el
objeto de la controversia9.
En tal forma, la independencia se vincula normalmente a las
relaciones, por ejemplo, si un árbitro posee un nexo profesional,
familiar, personal o de negocios con una de las partes. Ahora, una
relación profesional podría incluir el caso de que el árbitro, o un socio,
haya actuado o actué como consejero, empleado, asesor o consultor a
nombre de una parte. Por su parte, una relación de negocios podría
darse en el supuesto de que el árbitro, o un socio, ostente una posición
ejecutiva -o no ejecutiva- en una empresa o bien sea parte en una
transacción de negocios -propiedad o acciones- con una parte. De otro
lado, una relación familiar podría surgir cuando un árbitro -o un socio-
esté relacionado con una de las partes, como esposo, padre, tía,
primo, etc. En tanto, una relación personal podría incluir, una vieja
amistad entre el árbitro y una parte, o un incidente solitario cuando se

6
Con similar parecer Lalive, Pierre “Sur L'impartialité de L'arbitre International en Suisse” en La Semaine
Judiciaire, Vol. 112, Ginebra, 1990, pág. 364; de igual forma Park, William W. “Arbitrator Integrity: The Transient
and the Permanent” en San Diego Law Review, Volumen 46, California, 2009, pág. 635, nos señala que “la
independencia se refiere a la ausencia de conexiones incorrectas, mientras que la imparcialidad trata
cuestiones relacionadas al prejuzgamiento”.
7
Con igual parecer Henry, Marc “Les obligations d’indépendance et d’information de l’arbitre à la lumière de la
jurisprudence récente” en Revue de L`arbitrage, Nº 2, Paris, 1999, pág. 195.
8
Con tal parecer Bishop y Reed, “Practical Guidelines…”, ob. cit., pág. 398.
9
Con igual parecer Henry, “Les obligations…", ob. cit., pág. 195.

22
descubre que el árbitro compartió un despacho con el consejero de
una parte. Por último, conviene observar que la independencia
depende del grado de cercanía o distancia de tales relaciones,
pudiendo este último variar por razón del tiempo y del espacio.

Por su parte, la imparcialidad se relaciona con un estado de la mente,


evidenciado normalmente a través de una conducta que lo demuestra.
Un árbitro es parcial si manifiesta preferencia por una parte o contra
otra, o si una tercera persona razonable percibe tal parcialidad. La cual
se dará si es razonable creer que el árbitro favorecerá a una parte
sobre la otra por razones que no están vinculadas a una decisión
razonada sobre los méritos del caso. Estos factores no vinculados
podrían incluir una relación de carácter profesional, de negocios, o
personal, que pudiera dar lugar a la creencia razonable que el árbitro
es parcial. Podría también relacionarse con la conducta del árbitro a
falta de tal relación, tal como una declaración durante el curso de un
arbitraje de que las personas de una particular nacionalidad son
mentirosas, o que un miembro de una minoría étnica resulta de algún
modo inferior10, o bien escribió un artículo o dio una conferencia sobre
la específica controversia en cuestión, sugiriendo la solución correcta.”

DÉCIMO PRIMERO: Dada la connotación fundamental de la


independencia e imparcialidad del árbitro en orden a la garantía del
debido proceso, en el arbitraje existe como mecanismo de control
preventivo de su vulneración, el deber de revelación que obliga a los
árbitros a poner en conocimiento de las partes de cualquier circunstancia
que pudiera comprometer o generar duda razonable sobre su
independencia e imparcialidad. Y como remedio, la recusación, que
permite el apartamiento por denuncia de parte, del árbitro que no reúna
tales características. -----------------------------------------------------------------------

DÉCIMO SEGUNDO: No obstante la acuciosidad de la doctrina, se


advierte en el derecho positivo y en el soft law arbitral la tendencia a omitir
una definición de lo que debe entenderse por independencia e
10
Con tal parecer Trakman, Leon “The Impartiality and Independence of Arbitrators Reconsidered” en
International Arbitration Law Review, Vol. 10, Nº 4, Londres, 2007, págs. 127-128.

23
imparcialidad de los árbitros, abordándose de modo no uniforme estos
conceptos, empleando ambas denominaciones o en ocasiones
indistintamente sólo una de ellas o, incluso, denominaciones equivalentes,
más o menos amplias; y regulándose de modo más específico el deber de
revelación y las causales y procedimiento de recusación.

Al respecto son referencia obligada en esta materia, por su influencia y


prestigio en el desarrollo del arbitraje en el escenario internacional, la Ley
Modelo UNCITRAL [Ley Modelo de la Comisión de las Naciones Unidas
para el Derecho Mercantil Internacional, sobre Arbitraje Comercial
Internacional, de 1985, con las enmiendas de 2006]11, las Reglas IBA
[Directrices de la International Bar Association sobre Conflictos de
Intereses en Arbitraje Internacional 2014, adoptadas el 23 de octubre de
201412] y el Reglamento de Arbitraje de la CCI [Cámara de Comercio
Internacional, de París]13.

La Ley Modelo UNCITRAL prevé en su artículo 12:

Artículo 12. Motivos de recusación


1) La persona a quien se comunique su posible nombramiento como
árbitro deberá revelar todas las circunstancias que puedan dar lugar a
dudas justificadas acerca de su imparcialidad o independencia. El
árbitro, desde el momento de su nombramiento y durante todas las
actuaciones arbitrales, revelará sin demora tales circunstancias a las
partes, a menos que ya les haya informado de ellas.
2) Un árbitro sólo podrá ser recusado si existen circunstancias que den
lugar a dudas justificadas respecto de su imparcialidad o
independencia, o si no posee las cualificaciones convenidas por las
partes. Una parte sólo podrá recusar al árbitro nombrado por ella, o en
cuyo nombramiento haya participado, por causas de las que haya
tenido conocimiento después de efectuada la designación.

11
Recuperado de: http://www.uncitral.org/pdf/spanish/texts/arbitration/ml-arb/07-87001_Ebook.pdf
12
Recuperadodefile:///C:/Users/pjudicial/Downloads/IBA%20Guidelines%20on%20Conflict%20of%20Interest%2
0Nov%202014%20SPANISH.pdf
13
Recuperado de: http://www.iccspain.org/wp-content/uploads/2015/04/2012_Arbitration-and-ADR-Rules-
SPANISH.pdf

24
Por su parte, las Reglas IBA establecen como principio general:

1) Principio general
Cada árbitro será imparcial e independiente de las partes a la hora de
aceptar la designación como árbitro y permanecerá así a lo largo del
procedimiento arbitral hasta que se dicte el laudo o el procedimiento
concluya de forma definitiva por cualesquiera otros medios.

Y como regla operativa:

3) Revelaciones del Árbitro


(a) Si en opinión de las partes existieren hechos o circunstancias
que pudieren generar dudas acerca de la imparcialidad o
independencia del árbitro, éste deberá poner de manifiesto tales
hechos o circunstancias ante las partes, la institución arbitral o
cualquier otra institución nominadora (si la hubiere y siempre que
así lo prevea el reglamento de arbitraje aplicable) y los co-árbitros,
de haberlos, antes de aceptar su designación o, si sobrevinieren
tras la aceptación, tan pronto como tenga conocimiento de ellos.

Finalmente, el Reglamento CCI establece:

Artículo 11 Disposiciones generales


1 Todo árbitro debe ser y permanecer imparcial e independiente
de las partes en el arbitraje.
2 Antes de su nombramiento o confirmación, la persona propuesta
como árbitro debe suscribir una declaración de aceptación,
disponibilidad, imparcialidad e independencia. […]
3 El árbitro deberá dar a conocer inmediatamente y por escrito,
tanto a la Secretaría como a las partes, cualesquiera hechos o
circunstancias de naturaleza similar a aquellos referidos en el
Artículo 11(2) relativas a su imparcialidad o independencia que
pudieren surgir durante el arbitraje-

DÉCIMO TERCERO: En el ámbito nacional y para el caso que nos ocupa,


dado el orden de prelación normativa previsto en el artículo 34 de la Ley

25
de Arbitraje, se tiene con vista al Acta de Instalación del Tribunal Arbitral
de fecha 05 de marzo de 2013, a fojas 266, que el arbitraje ad hoc,
nacional y de derecho entre las partes se sometió a las reglas pactadas
en dicha Acta; seguidamente las establecidas en la Ley de Contrataciones
del Estado (D. Leg. 1017) y su Reglamento (D.S. 184-2008-EF); y de la
Ley de Arbitraje.

Se advierte del Acta de Instalación del Tribunal Arbitral antes referida, que
las partes no estipularon tratamiento específico alguno respecto a la
independencia e imparcialidad de los árbitros, siendo pertinente,
entonces, acudir a la normativa a la que se sujetaron por remisión. En
ese sentido, se advierte que el Decreto Legislativo N° 1017 -Ley de
Contrataciones del Estado- establecía, antes de su modificación por la
Ley N° 29873 [02 de junio de 2012], en su artículo 5214:

Artículo 52.- Solución de controversias


[…]
52.8 Los árbitros deben cumplir con la obligación de informar
oportunamente si existe alguna circunstancia que les impida
ejercer el cargo con independencia, imparcialidad y autonomía,
encontrándose sujetos a lo establecido en el Código de Ética que
apruebe el Organismo Supervisor de las Contrataciones del
Estado - OSCE. Los árbitros que incumplan con esta obligación
serán sancionados en aplicación del Reglamento y el Código de
Ética. El deber de informar se mantiene a lo largo de todo el
arbitraje.
[…]
El Reglamento de la Ley de Contrataciones, establecía en su artículo
22415, antes de su modificación por el D. S. N° 138-2012 -EF [07 de
agosto de 2012]:
Artículo 224.- Independencia, imparcialidad y deber de
información

14
Norma aplicable por razones de temporalidad, dado que el contrato materia de arbitraje data del año 2011.
15
Idem.

26
Los árbitros deben ser y permanecer durante el desarrollo del
arbitraje independientes e imparciales, sin mantener con las partes
relaciones personales profesionales o comerciales. Todos los
árbitros deberán cumplir con lo establecido en el Código de Ética
aprobado por el OSCE.

Todo árbitro, al momento de aceptar el cargo, debe informar sobre


cualquier circunstancia acaecida dentro de los cinco (5) años
anteriores a su nombramiento, que pudiera afectar su
imparcialidad e independencia. Este deber de información
comprende además la obligación de dar a conocer a las partes la
ocurrencia de cualquier circunstancia sobrevenida a su aceptación
durante el desarrollo de todo el arbitraje y que pudiera afectar su
imparcialidad e independencia.
[…].

El Código de Ética de OSCE [Organismo Supervisor de las


Contrataciones del Estado] aprobado por Resolución N° 258-2008-
CONSUCODE/PRE, establece:

Artículo 3º.- Principios


El árbitro deberá salvaguardar y guiar su accionar de conformidad
con los siguientes principios:

3.1. Principio de Independencia. El árbitro deberá conducirse con


libertad y autonomía en el ejercicio de sus funciones, sin aceptar
presiones extremas y/o interferencias de cualquier índole.

3.2. Principio de Imparcialidad. El árbitro deberá evitar cualquier


relación personal, profesional o comercial que pudiera afectar su
imparcialidad o que razonablemente pudiera suscitar la apariencia
de parcialidad respecto de las partes.

Y el artículo 5° con relación al deber de informar, expresa:

Artículo 5º.- Deber de información

27
En la aceptación al cargo de árbitro, este debe informar por escrito a
las partes de las siguientes circunstancias:
5.1. Si tiene algún interés, presente o futuro, vinculado a la materia
controvertida o si adquiere o pudiese adquirir algún beneficio directo o
indirecto de cualquier índole respecto al resultado o la tramitación del
arbitraje.
5.2. Si ha mantenido o mantiene alguna relación relevante de carácter
personal, profesional, comercial o de dependencia con las partes, sus
representantes, abogados, asesores y/o con los otros árbitros, que
pudiera afectar su desempeño en el arbitraje de conformidad con lo
establecido en este Código.
5.3. Si es o ha sido representante, abogado, asesor y/o funcionario o
ha mantenido algún vínculo contractual con alguna de las partes, sus
representantes, abogados, asesores y/o con los otros árbitros en los
últimos cinco años.
5.4. Si ha mantenido o mantiene conflictos, procesos o procedimientos
con alguna de las partes, sus representantes, abogados, asesores y/o
con los otros árbitros.
5.5. 5i ha sido designado por alguna de las partes en otro arbitraje, o si
las ha asesorado o representado en cualquiera de sus modalidades.
5.6. 5i ha emitido informe, dictamen, opinión o dado recomendación a
una de las partes respecto de la controversia objeto de arbitraje.
5.7. 5i existe cualquier otro hecho o circunstancia significativos, que
pudiera dar lugar a duda justificada respecto a su imparcialidad o
independencia.

El deber de información se mantiene durante el transcurso del arbitraje


y no se limita a lo establecido en este artículo.
[…]
La omisión de cumplir el deber de información por parte del árbitro,
dará la apariencia de parcialidad, sirviendo de base para separar al
árbitro del caso y/o para la tramitación de la sanción respectiva.

Finalmente, el artículo 28 del Decreto Legislativo N| 1071, Ley de


Arbitraje, dispone:

28
“Artículo 28.- Motivo de abstención y recusación
1. Todo árbitro debe ser y permanecer, durante el arbitraje,
independiente imparcial. La persona propuesta para ser árbitro deberá
revelar todas las circunstancias que puedan dar lugar a dudas
justificadas sobre su imparcialidad e independencia
2. El árbitro, a partir de su nombramiento revelará a las partes, sin
demora cualquier nueva circunstancia. En cualquier momento del
arbitraje, las partes podrán pedir a los árbitros la aclaración de sus
relaciones con alguna de las otras partes o con sus abogados.”

En ese orden de ideas es indubitable que la independencia e


imparcialidad de los árbitros es un componente esencial del debido
proceso arbitral, no sólo porque la doctrina y jurisprudencia constitucional
así lo informa, sino además por expresa regulación del arbitraje para el
caso que nos ocupa. ----------------------------------------------------------------------

DÉCIMO CUARTO: En el caso de autos, en sede arbitral la ONP formuló


recusación contra el árbitro Juan Huamaní Chávez; apreciándose de los
presentes actuados lo siguiente:

14.1 Por escrito de fecha 15 de septiembre de 2015 que en copia corre


de fojas 513 a 529, la ONP interpuso recusación contra los árbitros
José Alejandro Jesús Talavera Herrera y Juan Huamaní Chávez, ante
el Centro de Arbitraje y Conciliación de la Construcción -CAPECO-,
imputándole al segundo de los nombrados los siguientes hechos:
i) al momento de aceptar el cargo no puso en conocimiento de la Oficina de
Normalización Previsional que conocía a Jhon Ross Díaz Huamaní,
representante de la Contratista; y,
ii) no puso en conocimiento que había conformado un tribunal arbitral con
Orlando La Torre Zúñiga, representante de la Contratista.

Con fecha 20 de enero de 2016 CAPECO declaró infundada la


recusación formulada por la ONP contra el árbitro Juan Huamaní

29
Chávez, según fluye del documento que corre de fojas 549 a 561;
señalando básicamente:

1) Al no haber llegado a un acuerdo en la designación de árbitro único y


con ello una posterior comunicación de la designación al árbitro Juan
Huamaní Chávez, no podría afirmarse que dicho profesional tomó
conocimiento de la representación del señor Jhon Ross Díaz Huamaní,
mencionado en la Carta s/n de fecha 25 de abril de 2012. [Fundamento
23].
2) De la revisión de la documentación ofrecida tanto por la ONP como por
el árbitro recusado, no se aprecia que el señor Jhon Ross Díaz Huamaní
haya participado en alguna de las actuaciones arbitrales, en calidad de
representante de la empresa Buro Outsourcing S.A.C. [Fundamento 24].
3) De la documentación analizada que obra en el procedimiento de
recusación, no se puede inferir que exista algún elemento que les pueda
llevar a la conclusión que haya existido imparcialidad o parcialidad con
alguna de las partes. [Fundamentos 25 y 39].
4) De la revisión de la documentación ofrecida tanto por la ONP como por
el árbitro recusado, no se aprecia que el señor Orlando La Torre Zegarra
haya participado en alguna de las actuaciones arbitrales, en calidad de
representante de la empresa Buro Outsourcing S.A.C. [Fundamento 37].
5) El árbitro recusado no tenía conocimiento que el señor Orlando La
Torre Zegarra había sido representante de la empresa Buro Outsourcing
S.A.C., por lo que no se encontraba obligado a poner en conocimiento
situación alguna, no produciéndose vulneración al deber de revelación.
[Fundamento 38].

Es preciso indicar que la ONP a través del presente recurso de


anulación cuestiona la decisión de CAPECO en cuanto al árbitro
Junan Huamaní Chávez, señalando que el criterio adoptado por
CAPECO es incorrecto y no se ajusta a los hechos, pues, existieron
circunstancias que afectaban la imparcialidad del referido árbitro, las
cuales de modo irregular no fueron objeto de revelación. Agregando,
que el incumplimiento por parte del árbitro Juan Huamaní Chávez al
deber de información es innegable y su conducta poco transparente,

30
permite un cuestionamiento al cumplimiento de una correcta
composición del tribunal arbitral, de acuerdo a la normativa vigente y
al acuerdo entre las partes, lo que determina la anulación del laudo.

14.2 De otro lado, la Contratista a su escrito de absolución del recurso de


anulación de fecha 06 de enero de 2016 obrante de fojas 865 a 873,
ha anexado copia de la Resolución N° 383-2012-OSCE/ PRE de fecha
30 de noviembre de 2012, emitida por la Presidencia Ejecutiva del
Órgano Supervisor de las Contrataciones del Estado, que corre de
fojas 824 a 830, de la cual se desprende lo siguiente:

Con escrito de fecha 09 de agosto de 2012 la ONP formuló una


primera recusación contra el árbitro Juan Huamaní Chávez,
sustentándola en la existencia de circunstancias que le generaban
dudas justificadas sobre la independencia e imparcialidad del árbitro,
por lo siguiente:
i) El 02 de agosto de 2011 y mediante Carta N° 001- 2012-JMFH [mediante la
cual el árbitro Juan Manuel Hurtado Falvy comunicó del desacuerdo para
designar al Presidente del Tribunal Arbitral], ha tomado conocimiento que el
señor Juan Huamaní Chávez está ejerciendo como árbitro sin que se le haya
notificado su designación.
ii) En la primera comunicación del 27 de abril de 2012 que efectúa la
Contratista a la Entidad, señaló como representante para el proceso arbitral,
entre otros, al señor Jhon Díaz Huamaní con Registro del Colegio de
Abogados de Lima N° 45863, lo que es un error pues su nombre correcto es
Jhon Ross Díaz Huamaní.
En tal sentido, la coincidencia con el apellido del árbitro recusado [Juan
Huamaní Chávez] le genera dudas justificadas sobre su imparcialidad, ya
que es probable una relación familiar entre ambos abogados, lo que se
refuerza con el hecho que, según sus documentos de identidad, son
naturales de Ayacucho.

31
En esta resolución administrativa también se reseña la absolución a
la recusación presentada por el árbitro Juan Huamaní Chávez, quien
señaló lo siguiente:
i) No tiene vínculo amical ni familiar con el abogado Jhon Ross
Díaz Huamaní. El departamento de Ayacucho cuenta con 11 provincias
y 101 distritos, y según los documentos de la RENIEC, presentados
por la propia recusante, el señor Díaz Huamaní nació en el distrito de
Pausa de la provincia de Paucar del Sara Sara, mientras que el
recusado nació en el distrito de Ayacucho de la provincia de
Huamanga.
ii) Sobre el hecho de que la Entidad no conoció de su aceptación
al cargo de árbitro, señala que en su debida oportunidad presentó -
ante la parte que lo designó- la correspondiente carta, desconociendo
las razones por la que ésta no fue puesta en conocimiento de la
Entidad. Sin perjuicio de ello, adjunta la comunicación indicada.

El OSCE declaró infundada la recusación formulada por la ONP


contra el árbitro Juan Huamaní Chávez; expresando básicamente lo
siguiente:
1) La Entidad adjunta copia de la información de consultas en
línea emitidas por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil
–RENIEC-; sin embargo, de los datos contenidos en dichos
documentos, como la información de los padres, lugar de nacimiento y
otros, no puede determinarse la existencia de algún tipo de parentesco
entre los citados abogados, observándose simplemente una
coincidencia de apellidos así como del departamento donde nacieron;
hechos que por su solo mérito no permiten inferir circunstancias que
generen dudas justificadas sobre la independencia e imparcialidad del
árbitro, quien por su parte ha negado cualquier vínculo amical o de
parentesco con el señor Díaz Huamaní.
2) Los elementos probatorios aportados por el recusante, para
probar la vinculación entre el árbitro recusado y el señor Jhon Ross
Díaz Huamaní que afecte la independencia e imparcialidad de la
función arbitral no resultan concluyentes.

32
DÉCIMO QUINTO: En cuanto al trámite de la recusación, debemos
precisar que en el numeral 25 del Acta de Instalación anteriormente
citada, las partes acordaron:
25. La recusación de uno o más árbitros será resuelta por el Centro de
Arbitraje y Conciliación de la Construcción –CAPECO.
Durante la sustentación de una recusación no se suspenderá las
actuaciones arbitrales, salvo que el Tribunal Arbitral disponga lo
contrario.
En caso se declare fundada una recusación, o por cualquier otro
motivo, para la designación del árbitro sustituto se seguirá el mismo
procedimiento de designación del árbitro sustituido.
Siempre que se requiera designar un nuevo árbitro, las actuaciones
arbitrales se suspenderán hasta completar el Tribunal Arbitral.”.

Asimismo, el numeral 7 del artículo 29 del Decreto Legislativo N° 1071,


dispone:
7. La decisión que resuelve la recusación es definitiva e inimpugnable.
Si no prosperase la recusación formulada con arreglo al procedimiento
acordado por las partes, el reglamento arbitral aplicable o el
establecido en este artículo, la parte recusante sólo podrá, en su caso,
cuestionar lo decidido mediante el recurso de anulación contra el
laudo.“. [Subrayado nuestro].

Aquí resulta pertinente indicar que a la labor de revisión que realiza el


órgano jurisdiccional respecto de lo decidido en sede arbitral sobre la
recusación del árbitro, no le alcanza la prohibición establecida en el
numeral 2 del artículo 62 de la Ley de Arbitraje -como erróneamente
sostiene la Contratista en su escrito de absolución de fojas 865 a 873-,
pues al hacer referencia este numeral al fondo de la controversia, se
refiere evidentemente a las pretensiones postuladas en el proceso arbitral,
que no es el caso de la incidencia de recusación; a más abundamiento, el
numeral 7 del artículo 29 de la acotada ley, permite cuestionar lo decidido
en el procedimiento arbitral de recusación mediante el recurso de

33
anulación; por lo que este Colegiado entrará a analizar la decisión de
CAPECO, que ha sido cuestionada por la ONP mediante este recurso.-

DÉCIMO SEXTO: Como se dijo anteriormente, ante CAPECO la ONP


formuló recusación contra el árbitro Juan Huamaní Chávez, alegando dos
hechos:
i) Al momento de aceptar el cargo no puso en conocimiento de la
Oficina de Normalización Previsional que conocía a Jhon Ross Díaz
Huamaní, representante de la Contratista; y,
ii) No puso en conocimiento que había conformado un tribunal
arbitral con Orlando La Torre Zúñiga, representante de la
Contratista.

CAPECO al declarar infundada la recusación señaló básicamente:

i) No podría afirmarse que el árbitro dicho tomó conocimiento de la


representación del señor Jhon Ross Díaz Huamaní, mencionado en la
Carta s/n de fecha 25 de abril de 2012.
ii) De la revisión de la documentación ofrecida tanto por la ONP como
por el árbitro recusado, no se aprecia que el señor Jhon Ross Díaz
Huamaní haya participado en alguna de las actuaciones arbitrales, en
calidad de representante de la empresa Buro Outsourcing S.A.C.
iii) De la documentación analizada que obra en el procedimiento de
recusación, no se puede inferir que exista algún elemento que les
pueda llevar a la conclusión que haya existido imparcialidad o
parcialidad con alguna de las partes.
iv) De la revisión de la documentación ofrecida tanto por la ONP como
por el árbitro recusado, no se aprecia que el señor Orlando La Torre
Zegarra haya participado en alguna de las actuaciones arbitrales, en
calidad de representante de la empresa Buro Outsourcing S.A.C.
v) El árbitro recusado no tenía conocimiento que el señor Orlando La
Torre Zegarra había sido representante de la empresa Buro
Outsourcing S.A.C., por lo que no se encontraba obligado a poner en
conocimiento situación alguna, no produciéndose vulneración al deber
de revelación.

34
DÉCIMO SÉPTIMO: Este Colegiado discrepa con la decisión de
CAPECO, por lo siguiente:
17.1 Como se ha mencionado en el numeral 6.2 de esta resolución, la
Contratista ha anexado a estos autos la Resolución N° 383-2012-
OSCE/PRE de fecha 30 de noviembre de 2012 obrante de fojas
824 a 830, en esta resolución se expresa que con fecha 09 de
agosto de 2012 la ONP interpuso recusación contra el árbitro Juan
Huamaní Chávez [recusación a que hace mención la empresa
Contratista en el primer párrafo de la cuarta página de su escrito de
absolución del recurso de anulación de fojas 865 a 873].
17.2 En el numeral ii) del considerando cuarto de la citada Resolución N°
383-2012-OSCE/PR, que contiene los fundamentos de la recusación
de la Entidad recusante, se señala:

“II) En la primera comunicación del 27 de abril de 2012 que


efectúa la Contratista a la Entidad, señaló como representante
para el proceso arbitral, entre otros, al señor Jhon Díaz
Huamaní con Registro de Colegio de Abogados de Lima N°
46863; lo que es un error pues su nombre correcto es Jhon
Ross Díaz Huamaní.
En tal sentido, la coincidencia con el apellido del árbitro
recusado [Juan Huamaní Chávez] le genera dudas justificadas
sobre su imparcialidad, ya que es probable una relación
familiar entre ambos abogados, lo que se refuerza con el hecho
que, según sus documentos de identidad, son naturales de
Ayacucho.”. [Subrayado nuestro].

Esta comunicación del 27 de abril de 2012 es la misma Carta s/n de


fecha 25 de abril de 2012 a que hace referencia CAPECO al resolver
la recusación; en efecto, a fojas 214 y 215 de estos autos obra la
Carta s/n de fecha 25 de abril de 2012 por la cual Buro Outsourcing
S.A.C. propone como árbitro a Juan Huamaní Chávez y nombra
como sus representantes a los abogados Orlando La Torre Zegarra

35
y Jhon Díaz Huamaní, carta que fue recepcionada por la ONP el día
27 de abril de 2012, tal como aparece de su sello de recepción.

Es decir, por lo menos desde que el árbitro Juan Huamaní Chávez


absolvió la primera recusación formulada por la ONP y que dio
origen a la emisión de la Resolución N° 383-2012-OS CE/PRE, esto
es, antes del 30 de noviembre de 2012, ya tenía conocimiento de
la mencionada Carta s/n de fecha 25 de abril de 2012.
17.3 Si bien es cierto que del proceso arbitral que se tiene a la vista, no
se aprecia que los abogados Jhon Ross Díaz Huamaní y Orlando La
Torre Zegarra hayan participado en alguna de las actuaciones
arbitrales, en calidad de representantes de la Contratista Buro
Outsourcing S.A.C.; sin embargo, el árbitro omitió revelar que sí los
conocía.
En efecto, en el numeral ii) del considerando sexto de la Resolución
N° 119-2012-OSCE/PRE de fecha 10 de mayo de 2012 corriente de
fojas 307 a 313, aparece lo siguiente:

ii) Ante el Centro de Arbitraje del Colegio Departamental de


Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, (en una controversia
surgida entre el Ministerio de Educación y la empresa Cedosa
de Oriente S.A.C.), la Procuraduría Pública citada formuló
recusación contra el árbitro por una presunta vinculación
familiar o de afinidad con el abogado de la Empresa Jhon Ross
Díaz Huamaní; si bien tal recusación fue declarada
improcedente por extemporánea, en sus descargos el árbitro
Juan Huamaní Chávez admitió conocer al abogado de la
Empresa.”. [Subrayado nuestro].

Asimismo, en el caso del abogado Orlando La Torre Zegarra, éste


fue abogado del Consorcio 86380 en el proceso arbitral que siguió
con la Municipalidad Distrital de San Marcos, en cuyo proceso Juan
Huamaní Chávez fue designado árbitro único, hecho que se

36
corrobora con la copia del laudo arbitral de fecha 06 de marzo de
2012 que corre de fojas 314 a 398; además, de la resolución de
CAPECO de fecha 20 de enero de 2016 no aparece que el árbitro
recusado haya negado haber conformado con Orlando La Torre
Zegarra un tribunal arbitral como motivo del arbitraje seguido entre la
Empresa Constructora Paredes & Hernández S.R.L. con la
Municipalidad de Yauyos, arbitraje que se encuentra consignado en
el curriculum vitae del citado árbitro que obra de fojas 217 a 246.

17.4 De lo expuesto, podemos concluir que desde antes de la fecha del


Acta de Instalación que data del 05 de marzo de 2013, el árbitro
Juan Huamaní Chávez tenía pleno conocimiento de la Carta s/n de
fecha 25 de abril de 2012 y, por lo tanto, sabía que los abogados
Jhon Ross Díaz Huamaní y Orlando La Torre Zegarra habían sido
nombrados como representantes de la Contratista Buro Outsourcing
S.A.C., a los cuales conocía, omitiendo revelar esta circunstancia.

DÉCIMO OCTAVO: Por lo tanto, queda claro que el árbitro Juan Huamaní
Chávez vulneró el deber de revelación, al omitir declarar que conocía a
los abogados Jhon Ross Díaz Huamaní y Orlando La Torre Zegarra,
quienes habían sido nombrados como representantes de la Contratista
Buro Outsourcing S.A.C., y haber conformado con el segundo de los
nombrados un tribunal arbitral; inobservando los dispositivos antes
glosados; y, aún cuando estos letrados no hayan participado en las
actuaciones arbitrales, el árbitro estaba obligado a declarar dicha
circunstancia a fin de evitar cualquier duda sobre su independencia e
imparcialidad, generando con su omisión el incumplimiento de una
correcta composición del tribunal arbitral de acuerdo a la normativa
vigente y al acuerdo entre las partes, lo que conlleva a la anulación del
laudo arbitral. --------------------------------------------------------------------------------

DÉCIMO NOVENO: A más abundamiento, el artículo 5° del Código de


Ética de OSCE dispone que la omisión de cumplir el deber de información

37
por parte del árbitro, dará la apariencia de parcialidad, sirviendo de base
para separar al árbitro del caso y/o para la tramitación de la sanción
respectiva. Dicha norma busca objetivar el deber de imparcialidad e
impone un deber de apariencia en orden a asegurar o garantizar lo
medular: la imparcialidad del árbitro y el derecho de las partes de conocer
aquellas circunstancias que pudieran revelar conflicto de interés, y
juzgarlas en cada caso concreto a fin de decidir si se justifica el
apartamiento del árbitro mediante la recusación. De lo que se colige que
en el caso concreto se ha configurado la causal de anulación que se
denuncia, sin requerir de mayor elemento de juicio que corrobore un
actuar parcializado del árbitro cuestionado, habida cuenta que su
deliberada conducta omisiva de no revelar su conocimiento y relación
previa con los abogados designados originalmente por una de las partes,
resulta injustificable a ojos de un observador objetivo e imparcial y resulta
incompatible con un arbitraje respetuoso del derecho de las partes a
controlar la independencia e imparcialidad de los árbitros;
consecuentemente, el recurso de anulación por la causal contenida en el
literal c) del numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje debe
ampararse, careciendo de objeto emitir pronunciamiento sobre las demás
causales invocadas; por cuyas razones y de conformidad con el literal c)
del numeral 1 del artículo 65 de la acotada Ley: -----------------------------------

DECISIÓN:
Declararon FUNDADO el recurso de anulación por la causal contenida en
el literal c) del numeral 2 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje; en
consecuencia, NULO de laudo arbitral contenido en la resolución N° 47 de
fecha 27 de abril de 2016, debiendo procederse conforme a lo establecido
en el numeral c) del numeral 1 del artículo 65 del mismo cuerpo legal.
Hágase saber. En los seguidos por la Oficina de Normalización
Previsional con JAR OUTSOURCING S.A.C., sobre recurso de
Anulación de Laudo Arbitral.

38
DÍAZ VALLEJOS VILCHEZ DÁVILA

RIVERA GAMBOA

39
CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 00319-2016-0-1817-SP-CO-01
La omisión de pronunciamiento sobre los
Resolución N° 10
cuestionamientos a la pericia técnica que sirve
Miraflores, uno de junio de sustento para amparar la pretensión arbitral
de dos mil diecisiete.- de enriquecimiento sin causa, determina la
anulación del laudo por afectación del derecho
a la motivación del laudo.
VISTOS:
Interviniendo como ponente el Juez superior Díaz Vallejos. Con las
copias certificadas del expediente arbitral que se tiene a la vista. Viene
para resolver el recurso de anulación interpuesto contra el laudo arbitral
de fecha 23 de mayo de 2016, emitido en mayoría por el Tribunal Arbitral
conformado por los árbitros Horacio Cánepa Torre y Randol Campos
Flores, e integrado además por el árbitro Mario Castillo Freyre; y,------------

RESULTA DE AUTOS:
1. Del recurso: Por escrito de fojas 188 a 216, subsanado mediante
escrito de fojas 305 a 307, PESQUERA EXALMAR S.A.A. interpone
recurso de anulación parcial de laudo arbitral contra JMG
CONSTRUCTORES ASOCIADOS S.A.C., invocando la causal
contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63 del Decreto
Legislativo N° 1071, solicitando se declare la nuli dad parcial del laudo
arbitral de derecho resolución arbitral N° 47 de fe cha 23 de mayo de
2016 [y no 24 de mayo de 2016 como erróneamente se señala en la
demanda], emitido en mayoría por los doctores Horacio Cánepa Torre
y Randol Campos Flores, únicamente en el extremo en que declara
fundada en parte la primera pretensión subordinada de la tercera
pretensión principal, por lo siguiente: a) El laudo no indica ni expone

1
los motivos por las cuales ampara la pretensión de enriquecimiento sin
causa [primera pretensión principal], b) El Tribunal en el laudo no se ha
pronunciado respecto a las observaciones que con fecha 25 de agosto
de 2015 fueron formuladas por la recurrente contra los 12 adicionales
[segunda pretensión principal], c) El Tribunal no se ha pronunciado
respecto a su argumento de defensa referido a que la empresa
recurrente se remitía al contrato firmado y por ende, no había pago
adicional por el desarrollo integral del proyecto [tercera pretensión
principal]; exponiendo sustancialmente lo siguiente:
Fundamentos de hecho y de derecho de la primera
pretensión principal del recurso de anulación:
1.1. El Tribunal Arbitral declaró infundada por unanimidad la tercera
pretensión arbitral de la demanda, mediante la cual JMG
solicitaba el pago de US$ 1´997,095.10 dólares americanos por
los conceptos que con detalle se precisan en el petitorio de la
misma.
1.2. El laudo en mayoría, no indica ni expone los motivos por los
cuales considera que es procedente amparar (al margen que lo
haya sido en parte) la pretensión de enriquecimiento sin causa,
si previamente se había desestimado la propuesta como
principal mediante la cual se solicitaba el pago de la misma
suma de dinero.
1.3. Esa omisión en su motivación hace que el Tribunal Arbitral en el
laudo en mayoría termine incurriendo en una evidente
contradicción en la medida que para la procedencia de la
pretensión de enriquecimiento sin causa, se debía verificar que
JMG CONSTRUCTORES ASOCIADOS S.A.C. (en adelante
JMG) no contara con otra vía de derecho que le permitiera
hacer efectiva la reparación por el supuesto perjuicio sufrido, lo
cual no ocurrió en este caso, pues precisamente en ejercicio de
esa otra vía de derecho que le permitiera hacer efectiva la
reparación por el supuesto perjuicio sufrido, JMG propuso la

2
tercera pretensión arbitral de la demanda, la cual fue declarada
infundada de manera unánime por el Tribunal Arbitral.
1.4. El Tribunal Arbitral en el laudo también incurre en evidente
contradicción cuando al exponer los motivos por los cuales
considera que se verifica el presupuesto de la “ausencia de
causa justificante del enriquecimiento de EXALMAR”, establece
que los montos reclamados por los trabajos “adicionales” y el
desarrollo del proyecto integral cuyo reembolso reclama JMG,
han significado un enriquecimiento en nuestra empresa que
carece de toda “causa” que lo justifique cuando previamente y
para desestimar la tercera pretensión principal arbitral de la
demanda, se señala luego de citarse las cláusulas segunda y
quinta del contrato.
1.5. Así, en un primer momento, el Tribunal Arbitral en el laudo en
mayoría considera al momento de desestimar la tercera
pretensión principal de la demanda que correspondía ser
desestimada por las razones antes indicadas y luego se
contradice cuando al declarar fundada en parte la pretensión
subordinada de aquella, señala que su “enriquecimiento” carece
de toda causa justa que lo justifique condenándolos al pago de
US$ 488,039.93 dólares americanos.

Fundamentos de hecho y de derecho de la segunda


pretensión principal del recurso de anulación:
1.6. El laudo en mayoría ha declarado fundada en parte la
pretensión subordinada a la tercera pretensión arbitral y les
ordena que en vía de enriquecimiento sin causa, su empresa le
pague a JMG la suma de US$ 488,039.93 dólares americanos
por el concepto de los denominados “adicionales” que en la
página 87 del laudo en mayoría se identifican como
“adicionales” 1, 2, 3, 4, 7, 10, 12, 13, 14, 15, 16 y 18.

3
1.7. El Tribunal Arbitral en el laudo en mayoría, considera que los
referidos “adicionales” debían ser pagados por la recurrente a
JMG al haberse establecido que todos ellos, según la pericia
técnica, resultaron ser de “necesidad” o “utilidad” y por ende,
quedaron en beneficio de la obra a favor de su empresa.
1.8. Al respecto, es verdad que la pericia técnica determinó que los
“adicionales” 1, 2, 3, 4, 7, 10, 12, 13, 14, 15, 16 y 18 resultaron
ser de “necesidad” o “utilidad”, sin embargo el Tribunal Arbitral
en el laudo en mayoría no se ha pronunciado respecto a las
observaciones que con fecha 25 de agosto de 2015 fueron
formuladas contra esos 12 “adicionales”, lo cual constituye una
grave afectación a su derecho de defensa y a la motivación de
los laudos arbitrales, pues al no contrastarse los argumentos de
la recurrente con los de la demandante, y además en especial,
con los expuestos en la pericia técnica como ha ocurrido en este
caso, se les deja en un estado de absoluta indefensión,
haciendo que la decisión del laudo en mayoría en este extremo,
sea manifiestamente arbitraria.

Fundamentos de hecho y de derecho de la tercera


pretensión principal del recurso de anulación:
1.9. El Tribunal Arbitral en el laudo en mayoría, ha declarado
fundada en parte la pretensión subordinada a la tercera
pretensión arbitral y les ordena, que en vía de enriquecimiento
sin causa, le paguen a JMG la suma de US$ 115,876.00 dólares
americanos (incluido el IGV) por concepto de pago de
“desarrollo del proyecto integral (modificación de planos de
estructuras- arquitectura- INDECI- instalaciones sanitarias-
instalaciones eléctricas).
1.10. Sin embargo, el laudo en mayoría al establecer que su empresa
tiene que pagar a JMG por el concepto antes indicado no se ha
pronunciado respecto a su argumento de defensa referido

4
desde la contestación de la demanda: en la cláusula segunda
del contrato, se menciona que la obra se realizará de acuerdo a
las especificaciones detalladas en los presupuestos y planos
enviados por JMG y conforme al proyecto y/o replanteo
realizado por JMG; todo por cuenta y riesgo de JMG; que la
empresa recurrente se remitía al contrato firmado y por ende, no
había pago adicional por el desarrollo integral del proyecto.
1.11. El laudo en mayoría no ha dicho nada al respecto, lo más grave
es que esa misma defensa se ha realizado a lo largo de todo el
proceso arbitral, incluso hasta en la etapa de alegatos, tal y
como consta en las páginas 13 y 14 de su escrito de fecha 17
de diciembre de 2015, lo cual constituye una grave afectación a
su derecho de defensa, pues al no contrastarse los argumentos
de la recurrente con los de la demandante, como ha ocurrido en
este caso, se les deja en un estado de absoluta indefensión,
haciendo que la decisión del laudo en mayoría en ese extremo,
sea manifiestamente arbitraria.

2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 02 de fecha 18 de enero


de 2017, obrante de fojas 309 a 311, se admitió a trámite el presente
recurso de anulación y se corrió traslado a la parte demandada JMG
CONSTRUCTORES ASOCIADOS S.A.C.

3. Absolución del traslado: Por escrito de fecha 20 de abril de 2017


corriente de fojas 568 a 607, JMG Constructores Asociados S.A.C.
absuelve el traslado, señalando básicamente lo siguiente:

De la Primera, Segunda y Tercera Pretensión Principal


(Numerales V, VI VII de la demanda):
3.1 El monto de su pretensión de enriquecimiento sin causa en el
proceso arbitral ascendió a US$ 1´997,095.10; siendo que el
Tribunal Arbitral la declaró fundada en parte, ordenando a la
demandante devolverles la suma de US$ 603,915.93. El análisis

5
de la procedencia de esta pretensión se encuentra en las
páginas 77 a 95 del laudo materia de anulación; análisis del que
puede apreciarse como el Tribunal aplicó la figura del
enriquecimiento sin causa a su controversia, luego de verificar
que se cumplían cada uno de los elementos regulados en la
doctrina para su configuración.
3.2 Asimismo, puede verse como se llegó a establecer el monto que
les debe ser reembolsado, menor al que calcularon y solicitaron,
ese monto se obtuvo nada más y nada menos que del resultado
de la pericia técnica actuada dentro del proceso arbitral, así
como también de la absolución a las observaciones realizadas a
las conclusiones a las que se llegó.
3.3 Lamentablemente, en el afán de utilizar la pretendida anulación
de laudo como nueva instancia por no encontrarse conforme
con lo establecido en el mismo, EXALMAR afirma que no se
expusieron los motivos por los cuales era procedente amparar
su pretensión de enriquecimiento sin causa, nada más falso y
no probado. De la lectura de las mencionadas páginas puede
verificarse que se analizaron cada uno de los requisitos para la
configuración del enriquecimiento sin causa para el caso que les
ocupa.
3.4 En la tercera pretensión principal de su demanda arbitral,
solicitaron la devolución del monto de US$ 1´997,095.10 por
diversos conceptos correspondientes a la ejecución de la obra y
sobre todo por los adicionales que asumieron, esa pretensión
fue denegada porque se estableció que no habían cumplido con
las “formalidades” del contrato y con las autorizaciones
necesarias para dichos adicionales. Empero, este tema ya fue
discutido y han aceptado absolutamente lo determinado por los
árbitros.
3.5 Efectivamente, en vista de que se consideró que no
correspondía la devolución de los conceptos solicitados, es que

6
a raíz de su pretensión subordinada, el Tribunal entró a la
evaluación de si el monto que desembolsaron de su esfera
patrimonial y que terminó beneficiando a la demandada, debía
serles devuelto por constituir un enriquecimiento indebido.
3.6 El Tribunal si analizó su pretensión y lo consideró así: “por los
principios de moral, equidad, justicia y eficiencia no podía
ampararse ni permitirse que la demandante (EXALMAR) se
haya visto beneficiada a sus expensas; las prestaciones
adicionales de la obra fueron necesarias para el correcto
funcionamiento y operatividad de la misma”.
3.7 Lo resuelto por el Tribunal tiene que ser aceptado porque fue la
decisión que tomaron dentro del marco de las atribuciones de
las que se encuentran investidos las personas que eligieron
libremente y por considerarlas idóneas para que resuelvan su
conflicto, como son los árbitros, las partes deben respetar su
criterio, en tanto así lo pactaron voluntariamente en forma
previa.
3.8 Con respecto a los adicionales realizados en la obra, la
demandante afirma que el Tribunal no se pronunció en el laudo
respecto de las observaciones realizadas a la pericia; sin
embargo, el Tribunal sí señaló en el laudo expresamente que
para resolver este punto controvertido tuvo en cuenta la
absolución de las observaciones realizadas al perito (página 81
del laudo). Lo único que deja en claro es que la demandante
pretende que la Sala vuelva a revisar lo que ya fue revisado, en
concreto que se vuelva a valorar las conclusiones de la pericia,
situación inconcebible e inaceptable.
3.9 No se generó afectación a derecho de ninguna de las partes; sin
embargo, la demandante niega el contraste de los argumentos
que esgrimieron en el proceso arbitral sin razón alguna. De la
estructura del mismo laudo materia de anulación puede
verificarse que sus posiciones fueron tomadas en cuenta y que

7
fueron confrontadas; los tres árbitros que conformaron el
Tribunal actuaron con absoluta imparcialidad durante el
desarrollo de todo el proceso.
3.10 El laudo es una decisión arbitral que ha sido producto de un
estudio concienzudo de los hechos y de la valoración de las
pruebas ofrecidas; razón por la cual es ejecutable plenamente.
Lo que está buscando el demandante es que se vuelva a
discutir el fondo de la controversia, lo cual se encuentra
proscrito por ley; por ese motivo, solicitan que se desestime en
todos sus extremos la demanda interpuesta por EXALMAR.

4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la vista


de la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en autos,
estos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, --------------------------

CONSIDERANDO:
PRIMERO: Antes de emitir pronunciamiento sobre el fondo de este recurso
de anulación y conforme a lo señalado en el punto 2) de la parte decisoria
de la resolución N° 06, que declaró improcedente la excepción de cosa
juzgada, este Colegiado se pronunciará sobre las alegaciones de defensa
contenidas en dicho medio de defensa. Al respecto debemos señalar lo
siguiente:
1.1 La emplazada JMG Constructores Asociados S.A.C. [en adelante
JMG] al formular dicho medio de defensa a través de su escrito de
fojas 569 y siguientes, sostiene que Pesquera Exalmar S.A.A. [en
adelante EXALMAR] carece de derecho y se encuentra
imposibilitada legalmente de interponer el recurso de anulación por
haber renunciado de modo expreso a ejercitar tal opción legal de
acuerdo a la cláusula 24.3 del contrato de obra a suma alzada
celebrado el 01 de junio de 2012, lo que además ha sido ratificado
en la primera, segunda y tercera adendas del contrato.

8
1.2 En los numeral 24.1 y 24.3 de la cláusula vigésima cuarta del
contrato de obra a suma alzada de fecha 01 de junio de 2012,
celebrado por EXALMAR con JMG, que obra de fojas 370 a 392, las
partes pactaron:
“24.1 Todo litigio, controversia, desavenencia o reclamación resultante,
relacionada o derivada de este contrato o que guarde relación con él,
incluidas las relativas a su validez, eficacia o terminación, incluso las del
presente convenio arbitral, serán resueltas mediante arbitraje de derecho,
cuyo laudo será definitivo e inapelable, de conformidad con los
reglamentos del Centro Internacional de Conciliación y Arbitraje de la
Cámara de Comercio de Lima, a cuyas normas, administración y decisión
se someten las partes en forma incondicional, declarando conocerlas y
aceptarlas en su integridad.”.

“24.3 El laudo arbitral tendrá carácter definitivo e inapelable, renunciando


las partes a interponer cualquier recurso judicial contra el laudo salvo
por el de aclaración ante el propio tribunal. Los gastos que se generen por
la aplicación de lo pactado en la presente cláusula serán sufragados por la
parte que pierda la controversia suscitada, lo cual incluye pero no se limita
a los honorarios de los abogados y expertos que cada parte contrate.”.
[Resaltado y subrayado nuestro].

Pacto que además mantuvo su vigencia y validez a través de las


adendas al contrato de fechas 10 de octubre de 2012, 08 de julio de
2013 y 08 de julio de 2013, respectivamente, que corren de fojas
393 a 400.
1.3 Sabemos que el único recurso judicial posible para cuestionar un
laudo arbitral, es el recurso de anulación, tal como además lo
precisa el numeral 1 del artículo 62 de la Ley de Arbitraje -Decreto
Legislativo N° 1071.
1.4 El numeral 8 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje, establece:
“8. Cuando ninguna de las partes en el arbitraje sea de nacionalidad
peruana o tenga su domicilio, residencia habitual o lugar de
actividades principales en territorio peruano, se podrá acordar
expresamente la renuncia al recurso de anulación o la limitación de
dicho recurso a una o más causales establecidas en este artículo. Si
las partes han hecho renuncia al recurso de anulación y el laudo se
pretende ejecutar en territorio peruano, será de aplicación lo previsto
en el título VIII.”.

Como se concluye de la lectura de este numeral, el pacto de


renuncia a interponer recurso de anulación sólo cabe para el

9
arbitraje internacional y no para el arbitraje nacional que es materia
de autos. Sobre el particular, el Profesor Juan Luis Avendaño1,
señala:
“que el pacto de exclusión de recurso de anulación está previsto
únicamente para el arbitraje internacional y dentro de las situaciones
que analiza el inciso octavo del artículo 63. Por el contrario, en el caso
de arbitrajes nacionales no es posible tal pacto, porque sería
renunciar a un derecho contemplado en nuestra legislación y que es
de orden público. El recurso de anulación es una garantía de legalidad
irrenunciable que tienen todos los que se someten a la jurisdicción
arbitral.”
1.5 Si bien las partes pactaron la renuncia a interponer cualquier
recurso judicial contra el laudo de acuerdo al numeral 24.3 del
contrato antes citado [siendo el único posible el recurso de
anulación]; sin embargo, dicha renuncia no resulta procedente pues
es contrario a lo establecido en el numeral 8 del artículo 63 de la
Ley de Arbitraje [que sólo permite la renuncia en el arbitraje
internacional] y además porque los derechos constitucionales [como
la motivación y derecho de defensa] cuya vulneración alega
EXALMAR en su recurso de anulación son irrenunciables.
1.6 Descartado el pedido de JMG para que opere la renuncia a la
impugnación judicial, este Colegiado procederá a emitir
pronunciamiento sobre el fondo del recurso de anulación.

SEGUNDO: El mecanismo de impugnación jurisdiccional del laudo arbitral


[recurso de anulación de laudo arbitral] es fundamental para garantizar la
seguridad del laudo, confiriendo a este órgano revisor la facultad de
controlar a posteriori cuestiones como son la actuación de los árbitros,
respecto de la regularidad procesal de la causa o, si se quiere, dicho de
otra forma, un control de la actuación de los árbitros in procedendo. “La
regla de base es la imposibilidad de una intervención revisora del
laudo por parte de la autoridad judicial en cuanto al fondo [meritum
causae] y respecto a los eventuales errores in iudicando; las
decisiones de los árbitros están exentas de una censura ulterior en lo
1
Avendaño, Juan Luis. Citado por Mario Castillo Freyre. En: Comentarios a la Ley de Arbitraje.
Segunda Parte. ECB Ediciones. Primera Edición. Septiembre 2014. p. 994.

10
concerniente a la manera de apreciar los hechos o las pruebas, a la
interpretación del Derecho material o a los extremos que han conducido a
un determinado razonamiento jurídico. La singularidad que reviste
obedece al hecho de que el juez no revisa las cuestiones de fondo
que contenga el laudo, sino únicamente procede al control sobre la
legalidad de las formas predispuestas.”2 [Resaltado es nuestro]. ---------

TERCERO: En relación a los límites del órgano jurisdiccional con motivo


de la interposición del recurso de anulación, el artículo 62 del Decreto
Legislativo N° 1071 establece: “1. Contra el laudo sólo podrá interponerse
recurso de anulación. Este recurso constituye la única vía de impugnación del
laudo y tiene por objeto la revisión de su validez por las causales taxativamente
establecidas en el artículo 63. 2. El recurso se resuelve declarando la validez o
la nulidad del laudo. Está prohibido bajo responsabilidad, pronunciarse sobre el
fondo de la controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los
criterios, motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral.”.
[Subrayado es nuestro]; coligiéndose que el segundo numeral de esta
disposición prohíbe al órgano jurisdiccional examinar y evaluar los
criterios, motivaciones e interpretaciones expuestas por los árbitros. --------

CUARTO: En el presente recurso de anulación se invoca la causal


contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de
Arbitraje; es decir: “b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada
del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido
por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos”. ------------------------------------

QUINTO: Estando a que las tres pretensiones de la recurrente están


dirigidas a cuestionar únicamente el extremo del laudo arbitral de fecha 23
de mayo de 2016, que declara fundada en parte la primera pretensión
subordinada de la tercera pretensión principal y en consecuencia, en vía
de enriquecimiento sin causa, ordena que EXALMAR pague a JMG la

2
F ERNÁNDEZ ROZAS, José Carlos. Tratado del Arbitraje Comercial en América Latina. Volumen II. Iustel,
Madrid, 2008, p.1096.

11
suma de US$ 603,915.93 dólares americanos; este Colegiado se
pronunciará sobre dichos cuestionamientos, en el siguiente orden:
a) El laudo no indica ni expone los motivos por las cuales ampara la
pretensión de enriquecimiento sin causa [primera pretensión principal];
b) El Tribunal en el laudo no se ha pronunciado respecto a las
observaciones que con fecha 25 de agosto de 2015 fueron formuladas por
la recurrente contra los 12 adicionales [segunda pretensión principal]; y,
c) El Tribunal no se ha pronunciado respecto a su argumento de defensa
referido a que la empresa recurrente se remitía al contrato firmado y por
ende, no había pago adicional por el desarrollo integral del proyecto
[tercera pretensión principal]. ------------------------------------------------------------

SEXTO: En relación a que el laudo no indica ni expone los motivos por las
cuales ampara la pretensión subordinada de enriquecimiento sin causa;
debemos indicar lo siguiente:
6.1 En principio es oportuno señalar que la Ley de Arbitraje no
establece un mecanismo dirigido contra el laudo para protestar,
frente al Tribunal Arbitral, cuestiones relativas a supuestos vicios
de motivación incurridos en su expedición, en ese sentido, se
puede llegar a concluir que el requisito de reclamo previo señalado
en el inciso 2) del artículo 63° de la Ley de Arbit raje, no resulta
exigible en casos en los que se denuncie afectación a la
motivación; no obstante ello, debemos precisar que con fecha 09
de junio de 2016 EXALMAR interpuso recurso de integración
contra el laudo arbitral, como se advierte de fojas 156 a 170, a fin
de que el Tribunal Arbitral integre su pronunciamiento con una
debida motivación que levante las omisiones y contradicciones
ahí denunciadas, pedido que fue declarado infundado por
resolución arbitral N° 50 del 18 de julio de noviem bre de 2016 que
obra de fojas 173 a 179.
6.2 El análisis que se hace en mérito a la presentación de un recurso
de anulación de laudo sustentado en vicios de motivación como

12
fundamento de las causales propuestas, no puede significar una
colisión con los principios rectores del arbitraje, como lo es el
principio de la irrevisabilidad del criterio adoptado por los árbitros;
pues la labor de control de la debida motivación que haga este
Colegiado, aún teniendo razones para discrepar de la opinión de
los árbitros en cuanto a la valoración de los hechos y las pruebas
presentadas en el proceso arbitral así como de las conclusiones
arribadas, se encuentra limitada solo a decidir sobre la validez o
invalidez del laudo en base a las causales estipuladas en la ley de
la materia, lo que no implica que so pretexto de un control de la
motivación que sustenta el laudo, el juez de la anulación pueda
ingresar a modificar el tema de fondo. En efecto, referirnos a un
control de la motivación de un laudo, no es voz sinónima para
ingresar al fondo de la controversia o efectuar una valoración
probatoria, pues la adecuada motivación y valoración probatoria
constituyen requisitos para que una decisión sea válida para el
derecho, independientemente que esta sea acertada o no, tanto
una decisión acertada o una que no lo es puede encontrarse
debidamente motivada y con una valoración probatoria idónea,
dado que una adecuada motivación no está relacionada con la
decisión final adoptada, sino con la proscripción a la arbitrariedad.
6.3 En el presente caso, EXALMAR cuestiona la motivación del laudo
arbitral al amparar la pretensión subordinada de enriquecimiento
sin causa, pues estima que no se expone los motivos por los
cuales se considera procedente amparar dicha pretensión, si
previamente se había desestimado la propuesta como principal
mediante la cual se solicitaba el pago de la misma suma de dinero,
omisión que, según la recurrente, hace que el Tribunal Arbitral al
emitir el laudo termine incurriendo en contradicción, ya que para la
procedencia del enriquecimiento sin causa se debía verificar que
JMG no contara con otra vía de derecho que le permitiera hacer
efectiva la reparación por el supuesto perjuicio sufrido, lo cual no

13
ha ocurrido en el presente caso, pues precisamente en ejercicio de
esa otra vía propuso la tercera pretensión arbitral que fue
declarada infundada; estima además, que el Tribunal también
incurre en contradicción al exponer los motivos por los cuales
considera que se verifica el presupuesto de la “ausencia de causa
justificable del enriquecimiento de EXALMAR”.
6.4 Del tenor del laudo arbitral de fecha 23 de mayo de 2016 que corre
de fojas 4878 a 4991 del expediente que se tiene a la vista, se
advierte que el Tribunal Arbitral ha expuesto las razones fácticas y
jurídicas que respaldan su decisión en mayoría de amparar la
pretensión subordinada de enriquecimiento sin causa, tal como se
aprecia del numeral 4.4.3 [páginas 78 a 95 del laudo]; habiendo
concluido que hay ausencia de causa justificante del
enriquecimiento de EXALMAR [página 94]; además, en cuanto a
no contar con otra vía de derecho que le permitiera a JMG hacer
efectiva la reparación por el perjuicio sufrido, el Tribunal Arbitral en
el primer párrafo de la página 95 dejó establecido: “En tal sentido,
este quinto y último presupuesto [referido a la carencia de otra acción útil
para remediar el perjuicio] si se cumpliría también, en la medida que se
considera que el único mecanismo resarcitorio que pueda emplear
JMG, es el que corresponde justamente al enriquecimiento sin causa.”.
En consecuencia, la fundamentación contenida en el laudo
respecto a esta pretensión subordinada resulta coherente con lo
decidido, al margen de que el análisis sea compartido o no por este
Colegiado, o que el mismo haya sido prolijo o no, pues nuestra
labor de revisión ex post, no tiene como finalidad determinar tal
situación, sino que se ciñe a verificar que lo resuelto se encuentre
justificado en las premisas de la parte argumentativa del laudo, lo
cual ocurre en el presente caso.
6.5 A más abundamiento, es necesario reiterar que la discrepancia en
relación a los criterios que sustentan la decisión del tribunal arbitral
no habilita al recurso de anulación, porque supondría ingresar al
fondo de la controversia y valorar la labor efectuada por el árbitro

14
único en cuanto a la construcción de su razonamiento, para
determinar si la decisión se encuentra debidamente motivada o no,
lo cual se encuentra proscrito por nuestro ordenamiento jurídico
conforme al numeral 2 del artículo 62 de la Ley de Arbitraje.
6.6 En consecuencia, este extremo del recurso de anulación deviene
infundado.

SÉPTIMO: En cuanto a que el Tribunal Arbitral no se ha pronunciado


respecto a las observaciones que con fecha 25 de agosto de 2015
fueron formuladas por la recurrente contra los 12 adicionales de obra;
del expediente arbitral que se tiene a la vista se advierte lo siguiente:
7.1 En su demanda arbitral que corre de fojas 171 a 235, JMG ofreció
entre otros medios probatorios, la “Pericia técnica realizada por un
ingeniero con especialidad en ingeniería civil a las instalaciones de
EXALMAR en Tambo de Mora, para que: (I) se verifique que avance de
los trabajos ejecutados por JMG en la obra es del 98.2%, conforme (se) a
las valorizaciones pagadas; y (II) se verifique los adicionales ejecutados
en comparación con los planos iniciales, de manera que se determine la
utilidad (y/o necesidad) de los mismos y el presupuesto(s) empleado.”.
7.2 Dicha pericia fue admitida en la “Audiencia de determinación de
cuestiones materia de pronunciamiento del Tribunal Arbitral” de
fecha 06 de agosto de 2014 obrante de fojas 1193 a 1202;
disponiéndose que el perito que elaboraría la pericia sería
designado por el Tribunal Arbitral.
7.3 Mediante resolución arbitral N° 12 de fecha 15 de s eptiembre de
2014, el Tribunal Arbitral designó como perito técnico al ingeniero
Carlos López Avilés.
7.4 Con fecha 02 de junio de 2015 el referido perito presentó la pericia
emitida, tal como se aprecia de fojas 3972 a 4020; siendo sus
conclusiones las siguientes:

15
9. CONCLUSIONES

Por todo lo antes expuesto, respecto al peritaje solicitado por el Tribunal Arbitral de la cámara
de Comercio de Lima - Expediente Nº 2715-2013-CCL - el suscrito conduye en lo siguiente:

Sob re; en se ve rifiq ue que ayance de los traba1os e fecutados oor JMG en la obra es
del 98.20/o conforme se a precia de las yalorlzaciones paga das

Considerando que a la fecha las Instalaciones de la Planta EXALMAR vienen operando sin
restricción, y debido al tiempo transcurrido, entre la finalización contractual entre EXALMAR y
JMG y la presente pericia, no se ha podido verificar y/o determinar que hasta la valorización
contractual Nº 16, en complemento con la visita llevada a cabo a la referida planta, se haya

ejecutado físicamente el 98.2% de los trabajos contratados a JMG, si bien si se ha constatado


a nivel de valorizaciones que ese es el porcentaje valorizado y certificado por la Supervisión.

Sobre; Clll se verifique los adicionales eiecutados e n comparación con los planos
Iniciales, de manera qu e se determine la utilidad Cy/o n ecesidad) de los m ismos y
e l presupuesto e mpleado

ADIOONAL 1: NUEVOS SERVIQOS INDUSTRIALES <TECHADO PE CONCRETO)

¡ Necesidad:
Este adicional se refiere al cambio de techo en el edificio Servicios I ndustriales, y a la mayor
altura en la zona de máquinas. De lo analizado, el cambio de techo en todo el edificio de
Servicios Industriales no se evidencia la necesidad, excepto la zona de máquina que soporta
equipos en su techo y requiere de mayor altura por el mayor espacio para el montaje y
desmontaje de los equipos que alberga.

presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 72,996.42, a nivel de costo
directo.

/ ADIQONAL 2: SALA DE CALDERA <TECHADO ESTRUCTURA METALCA)

Necesidad:
Dada la necesidad de contar con una Sala de Caldera en la Planta de Congelados EXALMAR,
como estaba previsto en el proyecto original, este ambiente deviene en necesario.

.Pces.i.touesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 80,036.37, a nivel de costo
directo.

/ADIQONAL 3: BASE PARA EQUIPO Y SOPQRTE DE TUBERÍAS

Necesidad:
De la evaluación realizada, es necesario la construcción de bases para equipos en la Sala de
Máquinas del edificio de Servicios I ndustriales, a efectos de darles a los equipos estabilidad y
soporte rígido, así como absorber las tensiones y minimizar la vibración de los mismos.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 51,905.82, a nivel de costo
directo

ADICIONAL 4 : TUNEL 53.30M X 60 X 60

/Necesidad:
Considerando que este túnel está considerado en el proyecto Inicial, este deviene en
necesario.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 16,482.04, a nivel de costo
directo

16
ADIOONAL 5: ENSANCHAMIENTO DE ZAPATAS - SALA DE PROCESOS

1 Necesidad:
- No se ha podido identificar una mayor carga en la Sala de Procesos, a la prevista inicialmente,
que sustente trabajos de reforzamiento en zapatas y columnas, por lo que no se habría la
necesidad de ejecución del presente adicional.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 24,861.96, a nivel de costo
directo

ADICTONAL 6: ALMACEN DE CAJAS

'. Necesidad:
Este adicional se refiere a la mayor altura ~n el Almacén General y el .reforzamiento de zapatas
y columnas para la utilización de un ..puente grúa de 4 tn. Al respecto'- · no se ha podido
identificar la necesidad de la mayor , altura y el reforzamiento ·de zapatas y columnas,
considerando que actualmente funciona.'. . dicho almacén sin puente grúa y no requiere de
mayor altura.

Presupuesto: .
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 19,305.70, a nivel de costo
directo

/ ADICTONAL 7: DESAGÜE INDUSTRIAL

Necesidad:
Por una condición de salubridad, es necesaria la instalación de un sistema de desagüe en la
Planta de Congelados EXALMAR.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 174,328.19, a nivel de costo
directo

ADIOONAL 8: CAMARA INSPECCTÓN DE DUCTOS DE MEDIA TENSIÓN

Necesidad:
La construcción de 5 cámaras de inspección no condicionan la operatividad de la Planta de
Congelados EXALMAR, las que, si bien sirven para el mantenimiento de la línea de media
tensión, estas pueden ejecutarse posteriormente, y por ello no nos necesarias.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 11,715.39, a nivel de costo
directo

ADICTONAL 9: INGRESO PRINCIPAL + PLAZA FRENTE ADMINISTRACIÓN

Necesidad:

17
Los trabajos llevados en el ingreso y frente al edificio de Administración, respecto a acabados y
paisajismo, no revisten de necesarios para la operatividad de Planta de Congelados EXALMAR.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 198,267.67, a nivel de costo
directo

ADICIONAL 10: BASE SOPORTE TUBERÍAS AUMENTA TUNELES DE FRIO

/f\f~cesidad:
Para efectos de soporte y montaje de las tuberías que sirven a los túneles de frío, estas se
constituyen en necesarias.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 21,598.47, a nivel de costo
directo

ADICTONAL 11: LOSA ZONA POSTERIOR CAMARAS DE FRIO

, Necesidad: ..
--La zona posterior a las cámaras de frío sirve de pasillo y/o tránsito; rio ·stendo necesaria la
colocación de una losa de concreto ·eh' ·dicha zona para la operatividad de la Planta de
Congelados EXALMAR.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 34,452.40, a ·nivel de costo
directo

/ ADICIONAL 12: POZA TRAMPA DE GRASA SAUDA POZA DE PESCADO

Necesidad:
Considerando la utilidad que implica proteger las tuberías de desagüe de la grasa, la que de no
darse podría afectar la operatividad de la Planta de Congelados EXALMAR ante un atoro, es
necesaria la construcción de esta estructura.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 6,395.96, a nivel de costo directo

ADICIONAL 13: 4 BASES CONGELADORES

,,. Necesidad:
Estos se refieren a la construcción de pedestales, los que permiten, por seguridad, aislar los
congeladores del nivel de piso ante posibles inundaciones, por lo que son necesarios.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 2,492.65, a nivel de costo directo

ADICTONAL 14: CISTERNA ADMINISTRAOÓN. CONTRA INCENDIO Y CASETA DE BOMBEO

/ .Necesidad:

18
El Edificio de Administración y Oficinas requiere un adecuado y permanente suministro de
agua potable, por lo que la cisterna para dicho edificio se constituye en necesario.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 23,898.29, a nivel de costo
directo

ADICIONAL 15: BASES ACUAFIL

/Necesidad:
Por tratarse de obras que tienen como objetivo el tratamiento de desagües domésticos en la
Planta de Congelados EXALMAR, este adicional se constituye en necesario.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 13,408.83, a. nivel de costo
di recto "··~ ·
.· . ~\
/ ÁDICIONAL 16: SARDINEL CAMARA DE FRIO \ .

Necesidad: ;;
El sardinel o zócalo al interior de las cámaras de frío tienen como finalidad, según se indican
en los planos, proteger el panel aislante que asegura mantener la temperatura de friaje
deseado al interior, por lo que es nece~aria su construcción. ·

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 13,296.42, a nivel de costo
directo
ADICTONAL 17: MAYOR ALTURA SALA DE CAJAS (DE 8.00 MTES a 11.00)

Necesidad:
· En la documentación revisada, no se ha podido identificar la necesidad de la mayor altura en
la Sala de Cajas, considerando los racks existentes se pueden ajustar a menores alturas, por lo
que no es necesario la ejecución de este adicional.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 17,296.42, a nivel de costo
directo

ADICTONAL 18: 14 PORTICOS

/ Necesidad:
Estos pórticos tienen como finalidad proteger la infraestructura de la zona de carga y descarga
de la Planta de Congelados EXALMAR, ante la maniobra de camiones.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a US$ 11,200.47, a nivel de costo
directo

19
7.5 EXALMAR con su escrito de fecha 24 de agosto de 2015 que corre
de fojas 4110 a 4125 formuló observaciones a la pericia elaborada
por el ingeniero Carlos López Avilés, conforme a los términos ahí
señalados. Asimismo, JMG mediante escrito de fecha 25 de agosto
de 2015 de fojas 4233 a 4235 formuló precisiones al citado informe
pericial.
7.6 Con escrito de fecha 23 de septiembre de 2015 de fojas 4266 a
4288, el perito ingeniero presentó su informe de levantamiento de
observaciones, conforme a lo ordenado en la resolución arbitral N°
39 de fojas 4262; siendo que por escrito de fojas 4293 a 4307 JMG
formuló precisiones a dicha absolución.
7.7 Por resolución arbitral N° 40 de fojas 4437, el Tri bunal Arbitral citó
a las partes y al perito ingeniero a la audiencia de sustentación de
informe pericial para el día 26 de octubre de 2015, la misma que se
llevó a cabo conforme a los términos del acta que obra de fojas
4442 a 4443.

OCTAVO: No obstante las observaciones puntuales formuladas por


EXALMAR contra el informe pericial, que están referidas a los
adicionales, el Tribunal Arbitral al expedir el laudo en mayoría no se ha
pronunciado sobre ninguna de ellas, habiéndose circunscrito a transcribir
las conclusiones del informe pericial elaborado por el perito ingeniero
Carlos López Avilés, para luego señalar en el último párrafo de la página
86, que las observaciones efectuadas por las partes no mereció de parte
del perito una modificación o variación a las conclusiones arribadas en la
pericia técnica, agregando, que sólo reconocerá los montos que
merezcan ser considerados para el quantum del traslado del patrimonio
de JMG a favor de EXALMAR, aquellos que sean consecuencia directa
de la ejecución de los adicionales de obra que resulten ser de necesidad
o utilidad a éste y que impliquen en definitiva el funcionamiento a la que
está destinada la obra a que se refiere el contrato; tal como se aprecia de
las páginas 81 a 92 del laudo cuestionado, cuyo tenor es el siguiente:

20
Para cumplir con ese objetivo, debemos remltlrnos a los
resultados arrojados en la PERICIA TÉCNICA, así como a la
absolución realizada con respecto a las observaciones hechas
por las partes (ambas que corren en el expediente arbitral), en
particular al ítem (H> puesto que en el dictamen emitido en este
extremo, tuvo por finalidad verificar los adicionales ejecutados
en comparación con los planos iniciales, determinado así la
necesidad de su ejecución y el presupuesto empleado. En efecto,
fueron materia del examen pericial técnico dieciocho (18)
trabajos adicionales, los mismos que comprenden y guardan
correspondencia con los siguientes conceptos que se anotan a
continuación:

• Adidonales 1, 2 _y 3: Pago por el concepto de servidos ind11striales


(camhio del sistema de techado de estructura metálica a losa de
comreto armado), que invoham además, la Sala de Caldera
(Fechado Estructura Metálica) _y .Base _para Equij>o _y Soporte de
Tuberfas; por un monto ascendente a US$97,978.36, incluido
J.c. ·i;,.~-

• Adicionales 4, 5 y 6: Pago _por el concepto de servido de


rf!forz.amiento de las zapatas _y túnel, así como la mqyor altura de
almacén de cq/as (debido al aumento de la car;ga en los techos de la
zona de _prodmáón), _por ttn monto ascendente a US$ 65,428.34,
incluido l. G. ·v.
• Adicionales 7 al 18: Reconoámiento y pagos _por los trabq/os
adicionales que se detallan en el numeral 8 de la tercera pretensión
principal, por un monto ascendente a US$ 786, 112.82, incluido
J.G.V

Hecha esta necesaria precisión, debemos ahora remitimos a las


conclusiones arribadas con relación a estos 18 Adicionales de
Obra, que corren a folios 45 al 48, pues ahí se observará lo
siguiente:

"ADICIONAL 1: NUEVOS SERVICIOS


INDUSTRIALES (TECHADO DE CONCRETO)

se refiere al cambio de techo en el


1cio Servicios Industriales, y a la mayor altura en la
de máquinas. De lo analizado, el cambio de techo

21
en todo el edificio de Servicios Industriales no se
evidencia la necesidad, excepto la zona de máquina que
soporta equipos en su techo y requiere de mayor aüura
por el .mayor espacio para el montaje y desrnontaje de
los equipos que alberga.

Presup.uesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a
US$ 72,996.42, a nivel de costo directo.

ADICIONAL 2: SA T.A DE CALDERA (TECHADO


ESTRUCTURA METÁLICA>
'

Necesidad;
Dada la necesidad de contar con una Sala de Caldera en
la Planta de Congelados EXALMAR, como estaba
previsto en el proyecto original, este aITJbiente deviene
en necesario.

Presupuesto:
El presupuesto e.rnpleado para este adicional asciende a
US$ 80,036.37, a nivel de costo directo.

ADICIONAL 3 : BASE PARA. EQUIPO v SOPORTE


DETUBERÚS .

Necesidad:
De la evaluación realizada es necesaria la construcción
de bases pa1·a equipos en Ja Sala de Máquinas del
edificio de Servicios Industriales, a efectos de darles a
los equipos estabilidad y soporte rígido, así conio
absorber las tensiones y minimizar la vibración de Jos
niismos.

Presupuesto;.
El presupuesto ernpleado para este adicional asciende a
US$ 51,905.82, a nivel de costo directo

ADICIONAL 4: TÚNEL 53.30M X 60 X 60

Necesidad:
Considerando que este túnel está considerado en el
proyecto inicial, este deviene en necesario.

re u e t :
presupuesto ernpleado para este adicional asciende a
16,482.04, a nivel de costo directo.

22
ADICIONAL_?: ENSANCHAMIEN TO DE ZAPATAS
- SALA DE PROCESOS

Necesidad:
No se ha podido identificar una mayor carga en la Sala
de Procesos, a Ja previt,.ta inicialmente que sustenre
rrabajos de reforza.miento en zaparas y columnas, por Jo
que no se habrfa la necesidad de ejecución del presente
adicional.

Presupuesto:

El presupuesto empleado para este adicional asciende a


US$ 24,861.96, a nivel de costo directo

ADICIONAL 6: AL.iWACÉN DE CATAS

Necesidad:
Este adicional se refiere a la mayor altura en el Almacén
General y el reforzamiento de zapatas y columnas para
la utiHzaci6n de un puente grúa de 4 tn. Al respecto, no
se ha podido identificar la necesidad de Ja mayor altura
y el reforzamiento de zapatas y columnas, considerando
que actualmente funciona dicho almacén sin puente
grúa y no requiere de mayor altura.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a
US$ 19,305. 70, a nivel de costo directo.

ADICIONAL 7: DESAGÜE INDUSTRIAL

Necesidad:
Por una condición de salubridad, es necesaria la
instalación de un sistema de desagüe en Ja Planta de
Congelados E~R.

Presupuesto:
El presupuesro empleado para este adicional asciende a
US$ 174,328.19, a nivel de costo directo.

ADICIONAL 8: CÁMARA INSPECCIÓN DE


DUCTOS DE M'EDIA TENSIÓN

construcción de 5 cámaras de inspección no


icionan Ja operatividad de Ja Planta de Congelados
M"AR, las que, si bien sirven para el
irniento de la l.fnea de media tensión, estas

23
pueden ejecutarse posteriormente, y por ello no son
.11eces;,irias.

Presupuesto:
El presupuesto er.npleado para este adicional asciende a
US$ 11, 715.39, a nivel de costo directo

ADICIONAL 9: INGRESO PRINCIPAL + PLAZA


FRENTEAP.M"INIS TRA.CIÓN

Necesidad:

Los trabajos llevados en el ingreso y frente al edificio de


Adminisuación, respecto a acabados y paisajis.nio, no
revisten de necesarios para Ja operadvÍdad de Planta de
Congelados E.xAL.M"AR.

.
Presuouesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a
US$198,267.67, a nivel de costo directo

ADICIONAL 10: BASE SOPORTE TUBERÍAS


ALIMENTA TÚNELESDeFRÍO

Necesidad:
Para efectos de soporte y montaje de las tuber/as que
sirven a los túneles de fr/o, estas se constituyen en
necesarias.

Presupuesto:
El presupuesto empleado para este adicional asciende a
US$ 21,598.47, a nivel de costo directo

ADICIONAL 11: LOSA ZONA POSTERIOR


CÁ1);1ARAS DE FRÍO

Neces.idad:
La zona posterior a las cámaras de fr.ío sirve de pasiUo
y/o rránsito, no siendo necesaria la colocación de una
losa de concreto en dicha zona para la operatividad de
la Planta de Congelados E.KA.LMAR.

Presupuesto:
h7 presupuesto empleado para este ad.icional asciende a
'S$ 34,452.40, a nivel de costo directo.

TRAM"PADEG

24
Necesidad :
Considera ndo Ja utilidad que implica proteger las
tuber/as de desagüe de la grasa, la que de no darse
podr/a afectar Ja operativid ad de Ja Planta de
Congelado s EXALAtfA R ante un atoro, es necesaria Ja
construcci ón de esta estructura.

Presl{._vues to:
El presupues to empleado para este adicional asciende a
US$ 6,395.96, a nivel de costo directo.

ADICION AL 13: 4 BASES CONGEL ADORES

Necesic/ad :
hstos se refieren a la construcci ón de pedestales , Jos
que perrniren, por seguridad, aislar los congeJado res del
nivel de piso ante posibJes inundacio nes, por lo que son
neccsaJ.:ios .

Presupues to:
El presupues to empleado para este adicionaJ asciende a
US$ 2,492.65, a nÍvel de costo directo.

ADICION AL 14: CISTERN A ADMINIS TRACIÓN .


CONTRA INCEND IO Y CASETA DEBOMQ EO

Necesidad :
El Edificio de Adrninisu ación y Oficinas requiere u n
adecuado y permanen te sun?inistro de agua potable, por
Jo que la cisterna para dicho edificio se consdtuye en
necesaria.

..
Presuoues to:
El presupues to empleado para este adicional asciende a
US$ 23,898.29, a nivel de costo d.irecto.

ADICION AL 15: BASES ACUAFIL

Necesidad :
Por trat'arse de obras que denen corno objetivo eJ
tratamient o de desagües dornésdco s en Ja PJanta de
Congelado s EXALMA R, este adicional se constituye en
necesario.

Presuoues to:
'J presupues to empleado para este adicional asciende a
$13,408.83 , a nivel de costo directo.

NELC

25
Necesida d:
El sardinel o zócalo al interior de las cáinaras de frfo
tien.!:11 corno finalidad , según se indiCiJ..ll en los planos,
proteger el panel aislante que asegura .mantene r la
temperat ura de fi:iaje deseado al interior, por lo que es
necesaria su construc ción.

.. esto:
.Presuou
El presupue sto ernplead o para este adiciona l asciende a
US$ 13,296.42 , a nivel de costo directo.

ADICIO NAL 1Z· AMYOR ALTURA SALA DE CAJAS


(DE 8.00 MTES a 11. 00)

Necesida d:
En la documen tación revisada, no se ha podido
identific ar Ja necesida d de la ITJayor altura en la Sala de
Cajas, consider ando los racks existente s se pueden
ajustar a menores alturas, por Jo que no es necesari o la
ejecución de este adicional .

Presupue stQ:
El presupue sto ernplead o para este adiciona l asciende a
US$ 17,296.42 , a nivel de costo directo.

ADICIO NAL 18: 14 PÓRTIC OS

Necesida d:
Estos pórticos tienen corno finalidad proteger la
infraestr uctura de la zona de carga y descarga de la
Planta de Congelad os EXALM AR, ante la .maniobr a de
camiones .

..
Presuvue sto:
El presupue sto emplead o para este adiciona l asciende a
US$ 11,200.47 , a nivel de costo directo."

De las conclusio nes arribadas entonces en la PERICIA


TÉCNIC A (las cuales pese a las obse1-vac iones que efectuaro n
ambas partes no mereció de parte de éste una modificac ión o
variación a dichas conclusio nes), este Colegiado estima que sól o
reconocer á como montos que merezcan ser considera dos para
el guantum del traslado del patrimon io de JMG a favor de
.., X.ALMAR , aquellos que sean consecuen cia directa de la
·ecución de los adicionale s de obra que resultan ser de
esidad o utilidad a éste y que impliquen en definitiva el
·onamien to a la que está destinada la obra a que se r efiere el
TRATO. Dicho de otro modo, los presupues tos a toma1·

26
en cuenta serán aque llos que corresp o nden a los siguientes d oce
(12) adicionales.

• ADI CIONAL 1: NUEVOS SERVICIO S


INDUSTR IALES (TECHAD O DE CONCRET O)
US$ 72,996.42, a nivel de c osto directo.
• ADICION AL 2: SALA DE CALDERA (TECHAD O
ESTRUCT URA METÁLIC A)
US$ 80,036.37, a nivel de costo directo.
• ADICION AL 3: BASE PARA EQUIPO y SOPOR TE
D E TUBERÍAS
US$ 51,905.82, a nivel de costo dÍrecto.
• ADI CIONAL 4: TÚNEL 53.30M X 60 X 60
US$ 16,482. 04, a nivel de costo directo.
• ADICION AL 7: DESAGÜE INDUSTR IAL
US$174,328 .19, a nivel de c osto directo.
• ADICION AL 10: BASE SOPORTE TUBER1AS
ALIMENT A TÚNELES DE FRÍO
US$ 21,598.47, a nivel d e costo directo.
• ADICION AL 12: POZA TRAM"PA DE GRASA SALIDA
POZA DE PESCADO
US$ 6,395.96, a nivel de costo directo.
• ADICION AL 13: 4 BASES CONGELA DORES
US$ 2,492.65, a nivel de costo directo.
• ADICION AL 14: C I STERNA ADMINIST RACIÓN,
CONTRA INCENDI O Y CASETA DE BOMBEO
US$ 23,898.29, a nivel de c osto direc to.
• ADICION AL 15: BASES ACUAFIL
US$ 13, 408.83, a nivel de costo directo.
• ADICION AL 16: SARDINE L C.ÁJW:A..RA DE FRÍO
US$ 13,296.42, a nivel de c o sto dire cto.
• ADICION AL 18: 14 PÓRTICO S
US$ 11,200.47, a nivel de costo directo.

TOTAL: US$ 488,039.93 (Cuatrocien tos Ochenta y Ocho


Mil Treinta Nueve con 93/ 100 Dólares .Ainerica nos).

A simism o, de la revisión d e todos los conceptos e xa minados


en la P E R ICIA TÉCNICA, se advierte q u e a su vez és ta n o
comp rendió los siguien tes rubros, d ad o que en purid ad n o
cor resp o n den a la ejecu c ió n efectiva de la o b r a p o r p arte d e
J G . Nos estam os refirie n d o a los siguientes puntos:
Pago por el c oncepto de desarrollo d e l Proyec to
Integral (Mo dificación de Planos de Estructuras -
quitectura -INDECI - Instalacion es S anitarias -
stalacione s E léctric as), por un .monto ascendente a
$ 115,876.00, incluido IGV;

27
b) Ree.mbolso p or los pagos al subcontradsta POLCEN
S. C.R.L. (Piso Ucrete), por un monto a scendente a
US$ 198,464.20, incluido L G. V,-

e) Ree.mbolso por los pagos a la e.mpresa COMINSA


(cons trucción de vigas para soporte de tuberías de
refrigeración gas amoniaco), por un monto
ascendente a US$142,399.10, incluido LG. V.

Así, en cuanto al primero de ellos (literal a), re ferido al


desarrollo del Proyecto Integral alcanzado por JMG a
EXAL IVLJ\R , resulta ser el siguiente, que corre en el expediente
arb itral:

PROPUtsTA ECONOMICA OESAAAOU.O PROYECTO INnGRAL


O BRA PLANTA OE CONGEIAOOS • TAMBO oe M ORA
rflQPiETAf\I P~SQV:flA EXA~MAR S,A.A.
UOICAGIÓN PUE.fll'O O f 'fAM BO OE MORA ·CHINCHA • ICA
FECHA OCTIJBRf DF.l ,013

1 OESCRJPOON ¡CAHTIDAO IPR.EOO IPAJIC!Al. !TOTAL$


"·· tSTRUCT\JRNi
ISC'Rutldad Estructur.:il ( lfut1 Jora.e 8:.tutíStill t 1.00 18.000.00 1 18.000.00 1
?.· lfng1 rdwrnd Ar¡,U !CMcvlooe CttruCtVt:ts M e!!c.illc.H} 1 1.00 1 • .000.00 1 • .000.00 1
l .• llttfl'l waltwt 01monttst'r~.1uur.u SOrvM:iO'li lndunrJ:.le&) 1 l 00 1 J.000.00 1 J .000 00 1
Un40 Juliu Hir.1chl (Olst:ílo unvlmcntoi y Disca) 1 1.00 1 2.soo.00 1 2.soo oo 1
27.S00.00
íJ • ARQUfTCCTURAS
Ocnrtollo a nlvol do oJacudOo da obra do todo el
l,· proyecto arquU~"C\bnlc.o: lntcrrorcsy cxlvr(ares (Incluye - - --1--- -1- -- ----lr - -- -
- - - -- -- A\.c~oriJmicnlo intcM:r..tl hustu el Cln.. I del P1oyectu} Arqs ! ~·.COO.OO .1,00 60.000 00 GO.CCO.C-0
JcHt: ve1r:a. Sffvr., Ji~iHccu 1 v 0~ 1 sy tscobcdo : Are¡¡
techada lS.OOO.OOm2.

C.. INST.4ó..ACfONES E INOECt


l .• rn,talactonas sanJu1rl;1~ dor.uadcas. 1.800,00 1.800,00
2 .- rnsta1;adonc.l Sonit.?Jrh• .. lntlustriale.' 1.00 ...200,00
r.-- l n,~:u:Cionu olktrfa1 domil·rt~--1c.-,--- - 1.00 2 .200.00 2.200.00
4 .- oo~.:to lndeci(Plano.$ rutas, $eñaHzacl0n, etc} l.00 2.soo.00 2.500.00
10.700,00
s
NO INCLUYE IGV

P ues bien, en cuanto a es te concepto, debeinos señalar que


habiendo concluido en párrafos anteriores que hubo adicionales
de o b ra que resultaron d e necesidad p ara su correcto
fu ncionamiento y que por tanto s u inclusión sí importó un
beneficio o enriquecimiento por parte de EXc\LMAR, se puede
seguir de cJlo que las mayores prestaciones realizadas por JMG
se efectuaron justamente producto de los cambios propuestos
en el Proyecto Integral que figura en el indicado cuadro.

Siendo ello asf, a juicio de los árbÍtros que suscriben este


Laudo, este concepto recla.mado igualnJente sf debe
o.marse en cuenta p ara Ja determinación final del .monto
tal del que se liabría beneficiado EL DEMANDADO.

segund o lugar, con relación al pago a .reembolsar al


ntratista POLCEN S .C.R.L. (Piso Ucrete) reclamado por

28
EL DEMANDANT E Oüeral /;z), éste tiene como sustento el
siguiente documento que corre como anexo S de la demanda
arbitral:

C urta JMG - 0 0 1 /201 3

Ool'\orcs.
Pl:&oa Pollmérieot. y C cn1cntieo3 S .A .C .
Oiré : Zo. L UCV 170 L.ote .10 AH Hv3ycon ..J\TE· Limo

O • nuostra cont.ido raeión :


P or la presento .JMG ConRtructoro& As ociado~ S.A.C . . con RUC N• 2048930< :J20.
con cJoml cilio fi• cat on Loa Garzas N • 2 7 4 . repro~cntada por su Gorontc G e 1or 11I
S r . L uis Fernando Mun;iyc o Valdez. inf~a _:!..JJ§.\~dV ..QVA QUGs Jro C Uentu los
S r oe. PosQu oro Exolmor S .A.A. . van a p r ocede r ai reaUzor" "' pago por Cl.. onta
nüoStra ·. de 10· ~ocíu fo dO'-uSledcs N• 001 · 311 que retl adeuda nueatr• ems::e$;1
por conc~pto do Segundo Pego dal Proyecto de Revosllmlonto de Pl1;;os con
S iste ma Polfvrctuno Ucrate MF'-Obr~& E)('ofl'nor 'J"ambo d• M ot:.t por JJS$
09.:l.32 .84 dOl aros

Agtadeciéndofie~ • '-' gentil atonclón a fa presonte , no!t suscriblmo'-' de ust ! des


muy.
Ate n t amente

Sobre este particular conviene r ecordar que dentro de los


alegatos escritos del DEMANDADO , éste señala que l o
solicitado como reembolso por JMG está vinculado con e1
acuerdo al que arribaron las partes con fecha 6 d e mayo de 201 3
(d ocumento que corre como anexo O de la demanda), el mismo
que recoge en su punto 3) el pacto sobre la asunción de los
costos comentados, siendo éste el siguiente:
..
"(. )
3) Recepción de propuesta final de solución por parte
de JMG al problenia actual de "pisos" en las salas de
proceso, antecámara y túneles principalnient e, los
mismos que a la fecha NO cuentan con el acabado liso,
apto para una limpieza profunda y adecuada
desinfección (libre de grietas, esquinas, ranuras y poros
en el tiernpo7 duradero y resistenée) exigido por Ja
toridad Sanitaria para habilitar la planta para
cesamiento de aJiITlentos hidrobiológico s y
:ficar/a para la exportación d e Jos rnisrnos (Objetivo
oyecto, conocido por todos nosotros desde inicio).

29
• Se llegó al acuerdo: De Jos US$ 360, 00.00 más el
IGV que va a costar Ja colocación de los pisos de
UCRET.E, se reparte los g astos d e Ja siguiente
forfTla: El contra tista JMG: US$ 180,000.00 más
IGV; el propietario EXALMAR US$ 180, 000.00
ITJás IGV."

Estando entonces a los términos del acuerdo d e mayo d e 2013,


este Col eg1~ do no puede deducir del contenido de la Carta
jiVIG-062/2 01 3 de fecha 2 1 de junio de 2013, si el monto aquí
reclamado en sede arbitral corresponde a la suma que EL
D EMANDAN TE habría pagado respecto de la parte asumida
como obligación por EXALMAR o si, por el contrario, aquél
trasladó a éste parte de su obligación, a consecuenci a de asurrtlr
que todos estos gastos correspondía n más bien ser aswnidos
por EL D E.MANDAD O.

De modo que, a juicio de este Colegiado, este segundo


concepto examinado no corresponde ser amparado por falta de
pro banza sobre la existencia real del monto adeudado y pagado
por JMG , así como del quantum que debería ser reembolsado
por EX.ALMAR .

Pinalmente, en lo que se .refiere al concepto d el literal ~), que


corresponde al reembolso solicitado por JMG por los pagos
efectuados por él a la empresa COMINS.A (por la con strucción
de vigas para sopo.rte de tuberías d e refrigeración gas amoniaco),
por un monto ascendente a US$ 142,399.10, incluido I.G.V;
según el D E MANDANT E, tal reclamo está sustentado en las
siguientes cartas:
' ,.

t• U Ulit~~~llt

C:i'HIM IMC..l - OGW/.:ZO, :t


'\
l.••••""·'" •In ..t .. ou zo•~

O.-. t"u;,ó\1 0 OY1•u lc:fa1 MQlvlt .


,..nr I n PH1llHJO t o J "'1t'..:J Co1,,.lr..,Gtorfta A&OO)O\..h'..l Q U . ..... C •• COO RUC N ' :!:0 ... 6Q3C•• !Íl:{0 ,
cu " oomlelll.n flc.eol un'"' '" O•u A • • N" ? ?4, •etPIOU'-'1t hl\oht Jof"Or nu <"\('.'rCJrou a ·n .. r::.t
~A LVll.6 f'v,nMorw:to Muoh)''1• V•roo~. t.OllC• U.• " u•l•dt't.o quu ut ,,,....O., n rou LOf' ...
IUlf'lnlrn ... n,f)rOoa ~1 """'"U"fPIO d,, A afOf'Xt'h\"\h)l'HU W1 U•lf'Unrur:uJ M c,, t ~llo04•11,
7r • •~ 4~
·r un,,.to > "'l -'1.-niu .J• Cuno-1.nae ... Y u,..,oo do M o 1a Chlnc:nn .. oooOn POOhH6 N • 002.
!\O' t c:-1.g•n '"' am.t'lo&,,lll d n"
d"IOt f)f'V'1iltl~• t.t p1upora1nnor
º" •.,., ...
u:O#'to Jt ,.,()nlb1v do nutt•ll'O PtQ...,uudor

ltt1Q<1 1h 1 o f"l"Ottr! Ut):S /:S,0:.IU.'r t 001t1reo A rn (*ttODUCn•


Ao • odooh.)UVCllUU .... Ooit~tl • n l"1neton ~ 10 f)f'••&r'UO OQ• "'HU!flt) l1)'\~· Ut.t U• •f'Mlo•
"'ºY·

~Al
- . - ooRSO-

30
NOVENO: A más abundamiento, el pago de los doce adicionales
[1,2,3,4,7,10,12,13,14,15,16,18] tomados en cuenta por el Tribunal

31
Arbitral, que vía enriquecimiento sin causa, se ha ordenado en el laudo
cuestionado, se sustenta en la necesidad o utilidad a la obra según lo
establecido en el informe pericial; empero, las observaciones formuladas
por EXALMAR se ampara, entre otros fundamentos, en que los
adicionales han sido cancelados vía compensación [adicionales 1,2], que
ha sido debidamente pagado y aceptado por JMG en la valorización N° 10
[adicional 3], que está considerado en el presupuesto “Nave de
Producción” y fue cancelado en las valorizaciones aceptadas por JMG
[adicional 4], que no constituye adicional [ adicional 7] y que fue cancelado
en las valorizaciones de obra aceptadas por JMG [adicionales
10,13,14,15,16,18], sin que el Tribunal Arbitral, como reiteramos, haya
emitido pronunciamiento alguno al respecto. ---------------------------------------

DÉCIMO: La falta de pronunciamiento sobre las observaciones también


fue materia de reclamo por parte de EXALMAR a través de su solicitud de
integración, pedido que fue declarado infundado; siendo evidente que
esta omisión vulnera el derecho a la motivación de los laudos arbitrales a
que se contrae el numeral 1 del artículo 56 de la Ley de Arbitraje,
habiéndose incurrido en la causal de anulación contenida en el literal b)
numeral 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071, por lo que el
recurso de anulación en este extremo merece ser amparado. -----------------

DÉCIMO PRIMERO: Respecto a que el Tribunal no se ha pronunciado


sobre el argumento de defensa referido a que la empresa recurrente se
remitía al contrato firmado y por ende, no había pago adicional por el
desarrollo integral del proyecto [US$ 115,876.00], ya que en la cláusula
segunda del contrato se mencionaba claramente que el replanteo,
compatibilización y adecuación a las normas y reglamentos constructivos
peruanos, debidamente firmados por los profesionales de las áreas
correspondientes, era todo por cuenta y riesgo de JMG; debemos señalar
lo siguiente:

32
11.1 El Tribunal Arbitral al resolver el tercer punto controvertido analizó
las cláusulas segunda y quinta del contrato de obra, concluyendo
que la ejecución de la obra por parte de JMG no admite la
realización de ninguna otra prestación de aquellas debidamente
establecidas en el contrato, salvo que se obtenga autorización por
escrito de EXALMAR, por lo que al no haberse demostrado que se
obtuvo la autorización o permiso no podía ordenarse el reembolso
de las sumas reclamadas como parte de la Tercera Pretensión
arbitral, entre los cuales se encontraba el pago de US$ 115,876.00
por concepto de desarrollo del proyecto integral. [Páginas 66 al 77].
11.2 De otro lado, el Tribunal Arbitral en la página 94 del laudo ha
concluido que existe ausencia de causa justificante del
enriquecimiento de EXALMAR, “pues como se ha determinado y
concluido en relación a la Tercera Pretensión Arbitral, los trabajos
adicionales más el desarrollo del proyecto integral que reclama su
reembolso JMG, se encuentran fuera del marco contractual
pactado por las partes. Dicho de otra forma, los montos reclamados
no tienen como sustento el CONTRATO y, por ende, el anotado
enriquecimiento de EXALMAR que aquí se reclama, carece
entonces de toda causa que lo justifique”.
11.3 Como se advierte el Tribunal sí se pronunció sobre dicha
alegación, concluyendo que los adicionales de obra más el
desarrollo del proyecto integral estaban fuera del marco contractual
pactado por las partes.
11.4 Por lo tanto, este extremo del recurso de anulación deviene
infundado, tanto más que este Colegiado no puede entrar a calificar
los criterios expuestos por el Tribunal Arbitral para llegar a dicha
conclusión, estando a la prohibición expresa contenida en el
numeral 2 del artículo 62 de la Ley de Arbitraje.

DÉCIMO SEGUNDO: Por las razones expuestas y de conformidad con el


literal b) del numeral 1 del artículo 65 del Decreto Legislativo N° 1071: -----

33
DECISIÓN:
Declararon FUNDADO en parte el recurso de anulación parcial por la
causal contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63 de la Ley de
Arbitraje; en consecuencia, NULO el laudo arbitral de fecha 23 de mayo
de 2016, respecto al cuarto punto resolutivo, que declara fundada en parte
la primera pretensión subordinada de la tercera pretensión principal y
ordena que en vía de enriquecimiento sin causa EXALMAR pague a JMG,
la suma de US$ 603,915.93 dólares americanos, emitido en mayoría por
el Tribunal Arbitral conformado por los árbitros Horacio Cánepa Torre y
Randol Campos Flores, e integrado además por el árbitro Mario Castillo
Freyre; y, REENVIARON el proceso al Tribunal Arbitral para que proceda
conforme a lo establecido en el numeral c) del numeral 1 del artículo 65
del mismo cuerpo legal; con costas y costos. Hágase saber. En los
seguidos por EXALMAR con JMG, sobre recurso de Anulación de
Laudo Arbitral.

ECHEVARRÍA GAVIRIA DIAZ VALLEJOS

VILCHEZ DÁVILA

34




CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
PRIMERA SALA CIVIL COMERCIAL PERMANENTE

Expediente N° 00340-2016-0-1817-SP-CO-01

Resolución N° 05
Es nulo el laudo arbitral si carece de
Miraflores, dieciocho de de abril mínimo de motivación exigible que
de dos mil diecisiete.- justifique la decisión asumida por el
tribunal.

VISTOS:
Interviniendo como ponente el Juez superior Díaz Vallejos. Con las
copias certificadas del expediente arbitral remitido en II tomos en un total
de 640 folios, según se indica en el oficio de fojas 140. Viene para
resolver el recurso de anulación interpuesto por el Gobierno Regional del
Callao contra el Consorcio Supervisión Gambetta, integrado por JNR
Consultores S.A y R&Q Ingeniería S.A. Sucursal del Perú, respecto del
primer y tercer punto resolutivos de la resolución arbitral N° 10 de fecha
16 de agosto de 2016, mediante la cual se modifica el laudo arbitral
contenida en la resolución arbitral N° 07 de fecha 01 de junio de 2016,
emitido por el tribunal arbitral compuesto por Richard James Martín
Tirado, Giancarlo Mandriotti Flores y Horacio Cánepa Torres. -----------------
----------------------------------------------------

RESULTA DE AUTOS:
1. Del recurso de anulación: Por escrito de fojas 41 a 71, subsanado
mediante escrito de fojas 124 a 131, el Gobierno Regional del Callao
través del Procurador Publico Regional Roberto Meléndez Arévalo,
interpone recurso de anulación de laudo arbitral contra Consorcio
Supervisión Gambetta integrado por JNR Consultores S.A y R&Q
Ingeniería S.A. Sucursal del Perú, respecto del primer y tercer punto
resolutivos de la resolución arbitral N° 10 de fech a 16 de agosto
de 2016, mediante la cual se modifica el laudo arbitral contenido en la
resolución arbitral N° 07 de fecha 01 de junio de 2 016, invocando la
causal de anulación contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo
63 de la Ley de Arbitraje, por haberse violentado el principio de
congruencia y debida motivación, exponiendo como sustento lo
siguiente:
• Se advierte que el tribunal arbitral en la página 11 numeral
6.1.11 del laudo sostiene como válida una conclusión, mientras
que en la página 22 numeral 4 concluye otra cosa distinta, así
en el primer caso dice que hay procesos arbitrales respecto de
la liquidación del contrato de ejecución de obra y en el segundo
caso sostiene que las controversias son por las ampliaciones
de plazo del contrato de obra (peticionado en la rectificación de
laudo), lo que resulta ser contrario a la verdad y a lo actuado en
el expediente, incluso existió reiteradas y sucesivas referencias
a una controversia por liquidación del contrato de obra que no
existe y que no ha sido alegado por ninguna de las partes.
• El Colegiado arbitral al momento de emitir la resolución de
fondo, no ha recordado todas y cada una de las actuaciones
que se hicieron con su intervención, afectándose con ello el
principio de inmediación procesal, tanto más, si para expedirse
el laudo arbitral se tuvo que revisar las actuaciones del
expediente arbitral, pues en más de una oportunidad hacen
referencia a actos que no existen en el expediente o duplican
los conceptos; ya que: i) En la página 21 cita como supuestos
gastos directos de la primera pretensión principal el cuadro de
“Cálculo de gastos generales de supervisión”, cuando solo y
únicamente correspondía el análisis de la procedencia de los
gastos directos, conforme al punto controvertido determinado
por el propio Colegiado arbitral; ii) En la página 23, desarrolla

2
todo lo que corresponde a los gastos administrativos y demás
conceptos incurridos como consecuencia de la renovación de
las cartas fianzas, sin embargo, vuelve a duplicar o repetir el
mismo cuadro que ya había sido citado en la página 21, sin que
estos datos coincidan con lo que previamente ha fijado y
señalado el tribunal [entiéndase los gastos administrativos y
demás conceptos incurridos como consecuencia de la
renovación de las cartas fianzas], lo que configura la
incongruencia y constituye la causal fáctica para ampararse el
pedido de rectificación del laudo expedido; y, iii) En la página 14
puntualiza lo que se debe comprender en el primer punto
resolutivo del laudo, haciendo referencia a “los gastos directos
que se deriven de la recontratación o no de los profesionales
(…) con motivo de la compilación de información requerida por
el Gobierno Regional del Callao, relacionada con la entrega del
informe final del supervisor”, de tal manera que al pronunciarse
en el primer punto resolutivo del laudo, se va más allá de lo que
se ha fijado, esto es, se comprende de manera ultra petita
cuando indica “y demás gastos en los que se ha incurrido”, lo
que también configura el presupuesto del pedido rectificatorio
del laudo.
• A pesar de haber hecho notar que en el laudo cuestionado,
resolución N° 07, no existe fundamentación, anális is ni
argumento válido alguno que desarrolle o discierna que es lo
que comprende el informe final y cuál es el contenido que debe
contener la compilación de la información requerida por la
entidad regional, no han sido atendidos, lo que les causa
agravio y contraviene el debido proceso.
• Se ha corroborado en el proceso arbitral que el Supervisor no
entregó en la fecha pactada el informe final y lo que entregó
extemporáneamente fue algo incompleto, ya que falta completar
los metrados finales de la obra, las recomendaciones para la

3
conservación de las obras de carreteras y estructuras, la cinta
de video el cual demuestra el proceso constructivo desde el
inicio hasta el fin de la obra y el informe del especialista en
hidráulica e hidrología.
• El tribunal menciona en la pagina 18 numeral 14, “que no han
sido cuestionados por la entidad, por lo que se asume que han
sido aceptadas por ésta”; sin embargo, se ha olvidado que en
autos consta presentada por la recurrente el mérito de la carta
N° 158-2015-GRC/GRI de fecha 22 de mayo 2015, donde de
manera expresa se desvirtuó lo alegado declarándose
improcedente la solicitud de reconocimiento de gastos directos
que deriven de cualquier contratación o no de profesionales;
empero no fue amparado.
• La incoherencia incurrida al ampararse la pretensión del
contratista, es el que aparece en el tercer punto resolutivo del
laudo, toda vez, que no se puede tener por presentado un
documento alcanzado fuera de la fecha y más aun incompleto,
a pesar que el propio Consorcio Supervisor ha reconocido
expresa, literal y documentalmente que le falta completar parte
de la información que corresponde al informe final
• El Tribunal ha resuelto de manera teórica y sin profundizar los
conceptos que integran el denominado costo directo, lo que
afecta su derecho, toda vez, que dicho extremo merecía quedar
detallado y puntualizado de manera clara y precisa, por ello, al
disponerse el pago del monto solicitado por la contratista del
proceso arbitral se incurre en grave incongruencia e
incoherencia con lo realmente acontecido en la
realidad, tanto más, si no eran procedentes porque el contratista
no había cumplido con acreditar los costos usados o gastados,
por lo que el razonamiento de los árbitros no se sustenta en el
mérito de lo actuado en el expediente, contraviniéndose con ello
el debido proceso y la tutela procesal efectiva.

4
• El monto laudado deviene en un monto subjetivo y parcializado
que no corresponde a la realidad y mucho menos al costo de
ejecución del servicio, coligiéndose con ello un favorecimiento y
sesgada decisión arbitral, pues no resulta posible física ni
jurídicamente comprender dentro del costo del servicio bajo el
“nomen iuris” trabajos adicionales, las sumas provenientes de la
ejecución y/o actividad principal de la contratista, que en
esencia constituye pago de la contraprestación, pero que al no
haber sido demandado no merece pronunciamiento como
erradamente lo hicieron en el laudo.
• El laudo no se ha pronunciado respecto de su petición de
aplicarse las normas imperativas sobre los términos del
contrato previstos por las partes, porque dichos acuerdos son
contrarios a la legislación vigente y aplicable, pues se olvidaron
de apreciar que por imperio de lo normado en la Ley de
Contrataciones del Estado las normas sobre contrataciones con
el Estado son imperativas; en consecuencia, priman sobre
cualquier otra disposición incluso las particulares o
establecidas por las partes; siendo así se encuentran frente a
un pronunciamiento que contiene vicios en su motivación y
además no atiende a lo solicitado y debatido en el proceso, con
el consecuente agravio de su defensa y los interés
patrimoniales del Estado.
• Queda plenamente demostrado que al expedirse el laudo
arbitral cuestionado, se ha incurrido en vicio al no respetarse la
vigencia de la Ley de Contrataciones del Estado y su
Reglamento, así como la imperatividad de la misma, como
tampoco se ha observado la validez y eficacia de la ley, más
todavía, si no están acreditados en autos los hechos que se
asumen como válidos, lo que les causa afectación de su
derecho constitucional al debido proceso, a la tutela procesal
efectiva, derecho de defensa, por lo que debe declararse

5
inaplicable para la entidad recurrente la resolución que rectifica
el laudo y por ende se reponga al estado anterior a la
conculcación de sus derechos invocados. Agregando, que nos
encontramos frente a una rectificación del laudo arbitrario que
no fundamenta o explicita los argumentos que sirven de base
para pronunciarse por el pago solicitado, desconociéndose
hasta la fecha cuál es la prueba que evidencie los costos
adicionales que incurrió, tampoco desarrolla la validez y eficacia
de la ley menos tampoco aplica la ley vigente.

2. Admisorio y traslado: Mediante resolución N° 02 de fecha 14 de


febrero de 2016 obrante de fojas 132 a 134, se admitió a trámite el
recurso de anulación bajo la causal contenida en el literal b) del
numeral 1 del artículo 63 de la Ley de Arbitraje y se corrió traslado al
Consorcio Supervisión Gambetta. ------------------------------------------------
-----------------

3. Absolución de traslado: El Consorcio Supervisión Gambetta no


absolvió el traslado, pese a encontrarse debidamente notificado,
conforme es de verse del cargo de la cédula de notificación que obra
a fojas 138. -----------------------------------------------------------------------------
-------

4. Trámite: Habiéndose seguido el trámite de ley y llevado a cabo la


vista de la causa, tal como consta del acta respectiva que corre en
autos, estos se encuentran expeditos para ser resueltos; y, --------------
-------------

CONSIDERANDO:
PRIMERO: Antes de ingresar al análisis de lo postulado en el presente
recurso de anulación de laudo, es necesario precisar lo siguiente:
1.1. La entidad demandante Gobierno Regional del Callao [En adelante
la Entidad] interpone recurso de anulación de laudo arbitral contra el
Consorcio Supervisión Gambetta [En adelante el Consorcio]

6
solamente contra los puntos resolutivos primero y tercero de la
resolución arbitral N° 10 de fecha 16 de agosto de 2016, que
resolvió las solicitudes de aclaración e interpretación y de
rectificación e interpretación [formulados por el Consorcio y la
Entidad, respectivamente] del laudo arbitral contenido en la
resolución N° 07 de fecha 01 de junio de 2016.
1.2. Al respecto, debemos señalar que el inciso 2 del artículo 58 de la
Ley de Arbitraje señala que: “La rectificación, interpretación,
integración y exclusión formará parte del laudo.”.
1.3. En tal sentido, dado que la resolución arbitral N° 10 se pronuncia
sobre los pedidos de aclaración e interpretación y de rectificación e
interpretación, es evidente que forma parte integrante del laudo
arbitral contenido en la resolución N° 07.
1.4 Precisado lo anterior, entraremos al análisis sobre el fondo del
recurso interpuesto.

SEGUNDO: De conformidad con el artículo 62 del Decreto Legislativo


1071, el Colegiado al resolver la presente causa sólo puede pronunciarse
revisando la validez del laudo por las causales taxativamente establecidas
en el artículo 63, resolviendo sobre la validez o la nulidad del laudo,
estando prohibido bajo responsabilidad la revisión del fondo de la
controversia o sobre el contenido de la decisión o calificar los criterios,
motivaciones o interpretaciones expuestas por el tribunal arbitral. Esto
debido a que, conforme lo esclarece la doctrina nacional: “Por medio del
recurso de anulación no es posible discutir los fundamentos del laudo ni el
acierto de sus disposiciones, porque no se transfiere al tribunal revisor la
facultad de decidir, que es exclusiva de los árbitros, porque las partes han
querido precisamente excluir a los tribunales, intervención, que solo
aparece justificada para garantizar el cumplimiento de unas garantías
mínimas, que son precisamente las que tratan de salvaguardar los

7
motivos por los que pueden interponerse”1. -----------------------------------------
-------------------------------

TERCERO: Es oportuno señalar que el numeral 2 del artículo 63 de la Ley


de Arbitraje dispone que las causales previstas en los incisos a), b), c) y
d) del numeral 1 del artículo en mención, sólo serán procedentes si fueron
objeto de reclamo expreso en su momento ante el tribunal arbitral por la
parte afectada y fueran desestimados. Esto se explica porque el recurso
de anulación de laudo constituye un mecanismo de última ratio, por lo que
en consonancia con la protección legal del principio de autonomía del
arbitraje, la parte antes de acudir a sede judicial debe agotar previamente
todo recurso o reclamo ante el tribunal arbitral, ya que dicho órgano fue el
escogido por las partes para resolver sus controversias. Sin embargo,
resulta obvio que tal requisito será exigible en tanto y en cuanto su
cumplimiento sea posible y además, represente efectivamente la
posibilidad de enmienda del vicio o defecto incurrido. En ese sentido, se
puede llegar a colegir que el citado requisito no resulta atendible en casos
como el presente, en los que se denuncie afectación a la motivación y,
además, porque este recurso de anulación cuestiona la decisión del
tribunal arbitral que resuelve las solicitudes de interpretación, integración y
rectificación. -----------------------------

CUARTO: Sobre la motivación de las resoluciones el Tribunal


Constitucional ha señalado reiteradamente que debe ser adecuada,
suficiente y congruente; así en el fundamento 11 de la STC N° 079-2008-
PA/TC, ha dejado establecido:
“11. De otro lado, el derecho a la debida motivación de las resoluciones
judiciales, consagrado en el artículo 139º.5 de la Constitución, garantiza que
el juez resuelva la controversia jurídica sometida a su conocimiento
exponiendo las razones de hecho y de derecho que justifican su decisión.
Dicha motivación debe ser adecuada, suficiente y congruente. En ese
sentido, este Tribunal, en la STC 00728-2008-PHC/TC ha desarrollado, de
manera enunciativa, aquellos supuestos que pueden ser considerados como
una afectación de este derecho:
1
LEDESMA NARVAEZ, MARIANELLA, Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios, en Cuadernos Jurisprudenciales,
Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.

8
a) Inexistencia de motivación o motivación aparente.- Está fuera de toda
duda que se viola el derecho a una decisión debidamente motivada
cuando la motivación es inexistente o cuando la misma es solo aparente,
en el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan
la decisión o de que no responde a las alegaciones de las partes del
proceso, o porque solo intenta dar un cumplimiento formal al mandato,
amparándose en frases sin ningún sustento fáctico o jurídico.

b) Falta de motivación interna del razonamiento.- La falta de motivación


interna del razonamiento [defectos internos de la motivación] se presenta
en una doble dimensión; por un lado, cuando existe invalidez de una
inferencia a partir de las premisas que establece previamente el Juez en
su decisión; y, por otro lado, cuando existe incoherencia narrativa, que a
la postre se presenta como un discurso absolutamente confuso incapaz
de transmitir, de modo coherente, las razones en las que se apoya la
decisión. Se trata, en ambos casos, de identificar el ámbito constitucional
de la debida motivación mediante el control de los argumentos utilizados
en la decisión asumida por el Juez o Tribunal; sea desde la perspectiva
de su corrección lógica o desde su coherencia narrativa.

c) Deficiencias en la motivación externa; justificación de las premisas. El


control de la motivación también puede autorizar la actuación del juez
constitucional cuando las premisas de las que parte el Juez no han sido
confrontadas o analizadas respecto de su validez fáctica o jurídica. Esto
ocurre por lo general en los casos difíciles, como los identifica Dworkin,
es decir, en aquellos casos donde suele presentarse problemas de
pruebas o de interpretación de disposiciones normativas. La motivación
se presenta en este caso como una garantía para validar las premisas de
las que parte el Juez o Tribunal en sus decisiones. Si un Juez, al
fundamentar su decisión: 1) ha establecido la existencia de un daño; 2)
luego, ha llegado a la conclusión de que el daño ha sido causado por “X”,
pero no ha dado razones sobre la vinculación del hecho con la
participación de “X” en tal supuesto, entonces estaremos ante una
carencia de justificación de la premisa fáctica y, en consecuencia, la
aparente corrección formal del razonamiento y de la decisión podrán ser
enjuiciadas por el juez [constitucional] por una deficiencia en la
justificación externa del razonamiento del juez.

Hay que precisar, en este punto y en línea de principio, que el hábeas


corpus no puede reemplazar la actuación del juez ordinario en la
valoración de los medios de prueba, actividad que le corresponde de
modo exclusivo a éste, sino de controlar el razonamiento o la carencia de
argumentos constitucionales, bien para respaldar el valor probatorio que
se le confiere a determinados hechos, bien tratándose de problemas de
interpretación, para respaldar las razones jurídicas que sustentan
determinada comprensión del derecho aplicable al caso. Si el control de
la motivación interna permite identificar la falta de corrección lógica en la
argumentación del juez, el control en la justificación de las premisas
posibilita identificar las razones que sustentan las premisas en las que ha
basado su argumento. El control de la justificación externa del
razonamiento resulta fundamental para apreciar la justicia
y razonabilidad de la decisión judicial en el Estado democrático, porque

9
obliga al juez a ser exhaustivo en la fundamentación de su decisión y a
no dejarse persuadir por la simple lógica formal.

d) La motivación insuficiente.- Se refiere, básicamente, al mínimo de


motivación exigible atendiendo a las razones de hecho o de derecho
indispensables para asumir que la decisión está debidamente motivada.
Si bien, como ha establecido este Tribunal en reiterada jurisprudencia, no
se trata de dar respuestas a cada una de las pretensiones planteadas, la
insuficiencia, vista aquí en términos generales, sólo resultará relevante
desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de
argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz
de lo que en sustancia se está decidiendo.

e) La motivación sustancialmente incongruente.- El derecho a la debida


motivación de las resoluciones obliga a los órganos judiciales a resolver
las pretensiones de las partes de manera congruente con los términos en
que vengan planteadas, sin cometer, por lo tanto, desviaciones que
supongan modificación o alteración del debate procesal (incongruencia
activa). Desde luego, no cualquier nivel en que se produzca tal
incumplimiento genera de inmediato la posibilidad de su control. El
incumplimiento total de dicha obligación, es decir, el dejar incontestadas
las pretensiones, o el desviar la decisión del marco del debate judicial
generando indefensión, constituye vulneración del derecho a la tutela
judicial y también del derecho a la motivación de la sentencia
(incongruencia omisiva). Y es que, partiendo de una concepción
democratizadora del proceso como la que se expresa en nuestro texto
fundamental (artículo 139º, incisos 3 y 5), resulta un imperativo
constitucional que los justiciables obtengan de los órganos judiciales una
respuesta razonada, motivada y congruente de las pretensiones
efectuadas; pues precisamente el principio de congruencia procesal exige
que el juez, al momento de pronunciarse sobre una causa determinada,
no omita, altere o se exceda en las peticiones ante él formuladas.

f) Motivaciones cualificadas.- Conforme lo ha destacado este Tribunal,


resulta indispensable una especial justificación para el caso de
decisiones de rechazo de la demanda, o cuando, como producto de la
decisión jurisdiccional, se afectan derechos fundamentales como el de la
libertad. En estos casos, la motivación de la sentencia opera como un
doble mandato, referido tanto al propio derecho a la justificación de la
decisión como también al derecho que está siendo objeto de restricción
por parte del Juez o Tribunal.”.
En relación al primer punto resolutivo de la resolución arbitral N° 10 :
QUINTO: Según el escrito que obra de fojas 169 a 194 de los
acompañados, el Consorcio en su demanda arbitral postuló las siguientes
pretensiones:

10
Mediante resolución Arbitral N° 1 de fecha 01 de fe brero de 2016 que
corre de fojas 329 a 332 del expediente arbitral, el tribunal determinó los
siguientes puntos controvertidos:

11
El tribunal arbitral mediante laudo arbitral contenido en la resolución N° 07
de fecha 01 de junio de 2016, resolvió:

12
SEXTO: Por escrito de fecha 24 de junio de 2016 que obra de fojas 558 a
563 de los acompañados, el Consorcio solicitó la integración e
interpretación del laudo arbitral, alegando que en la parte resolutiva del
laudo no se había especificado el monto total de la primera y segunda
pretensión arbitral que la Entidad debía pagar, como consecuencia de la
causa arbitral.

13
Ante esta solicitud, el tribunal arbitral en el primer punto resolutivo de su
resolución N° 10, resolvió:
35,0(52'(&/$5$5)81'$'$OD6ROLFLWXGGHLQWHUSUHWDFLyQH,QWHJUDFLyQGHO/DXGR$UELWUDO
IRUPXODGD  SRU HO &RQVRUFLR 6XSHUYLVLyQ *DPEHWWD   (Q FRQVHFXHQFLD   VH GHEH LQFOXLU HO PRQWR
WRWDO GH JDVWRV GLUHFWRV TXH GHEH VHU UHHPEROVDGR D (/ &21625&,2 SRU HO LPSRUWH GH 6
 4XLQLHQWRV WUHLQWD \ VHLV PLO RFKRFLHQWRV GRV \  QXHYRV 6ROHV  PiV ,*9 \ ORV
LQWHUHVHVOHJDOHVKDVWDODIHFKDHIHFWLYDGHVXFDQFHODFLyQtQWHJUD

SÉPTIMO: Como se aprecia, el tribunal arbitral ha ordenado al Gobierno


Regional del Callao el pago de S/. 536,802.99 nuevos soles, más IGV, y
los intereses legales hasta la fecha efectiva de su cancelación íntegra; sin
embargo, el tribunal no ha advertido que de las pretensiones postuladas
en la demanda arbitral [específicamente la primera y segunda pretensión
principal] no aparece que el Consorcio haya peticionado el pago de IGV
(Impuesto General a las Ventas) ni el pago de intereses legales hasta su
cancelación íntegra, como se ha ordenado en la resolución arbitral N° 10;
asimismo, estos extremos tampoco fueron fijados como puntos
controvertidos por el tribunal en la resolución arbitral N° 1; de lo que se
concluye que el primer punto resolutivo de la resolución N° 10 contiene
una motivación sustancialmente incongruente, vulnerándose el derecho a
un debido proceso. ------------------------------------------------------------------------
---------

OCTAVO: De otro lado, en este primer punto resolutivo de la resolución


arbitral N° 10, el tribunal indica expresamente: “[ …]. En consecuencia, se
debe incluir el monto de gastos directos que debe ser reembolsado
al Consorcio […]”, habiéndose tomado como referencia los montos
consignados en recuadros presentados por el Consorcio con su demanda
arbitral, conforme al siguiente detalle:

Recuadro 1

14
Recuadro 2

Como se aprecia, dentro de los montos totales consignados en ambos


recuadros [S/. 444,230.66 y S/. 92,572.33] se incluyen diversos tipos de
gastos, como: personal clave [Jefe de Supervisión para Expediente
Técnico], dos profesionales de supervisión de obra [un Ingeniero Civil

15
especialista en Suelos y Pavimentos y otro Ingeniero Civil especialista en
metrados, costo y presupuesto], equipo de apoyo administrativo [un
Técnico CAD, un Administrador, un Contador, una Secretaria/Digitadora y
un chofer], diversos gastos administrativos [alquiler de vehículo, alquiler
de computadoras PC y Portátiles, alquiler de impresoras, alquiler de
oficina, servicios de agua, luz teléfono, internet] y Misceláneos [Gastos de
comunicación internacional-nacional, preparación y reproducción de
informes y licencia de sofware]: Empero, el tribunal arbitral no ha
precisado cuales son los gastos directos que derivarían de la
contratación de los profesionales necesarios para la compilación de la
información requerida relacionada con la entrega del informe final del
Supervisor [como solicitó el Consorcio en la primera pretensión principal
de su demanda arbitral] ni tampoco ha señalado cuales son los medios
probatorios que acreditarían los gastos directos que deben reembolsarse
al Consorcio, habiéndose limitado a señalar en el punto 18 del laudo
arbitral que estos se encuentran debidamente acreditados mediante la
presentación de los comprobantes de pago pertinentes y que no han sido
cuestionadas por la Entidad, pero sin especificar los comprobantes que
acreditarían los gastos directos que se ha ordenado pagar en la
resolución N° 10; omisiones que también vulneran el derecho a una
debida motivación.

NOVENO: Asimismo, el Consorcio al formular su pedido de interpretación


e integración respecto de la segunda pretensión principal, señaló que en
la parte resolutiva del laudo se debe integrar la decisión, debiendo tenerse
por “aprobada la solicitud de reconocimiento de gastos administrativos y demás
conceptos en los que ha incurrido el Supervisor como consecuencia de la
renovación de las cartas fianzas del Contrato Nro. 028-2010-GOBIERNO
REGIONAL DEL CALLAO, toda vez que el Contrato se encuentra extendido por
causa ajena a el Supervisor, cuyo monto asciende a la suma de S/. 92,572.33
(Noventa y Dos mil Quinientos Sesenta y Dos con 33/100 nuevos soles),
devengándose los intereses hasta la fecha efectiva del pago”; suma
que el tribunal arbitral ha ordenado pagar al resolver dicha solicitud

16
[S/. 444,230.66 recuadro1 + S/ 92,572.33 recuadro 2 = S/. 536,802.99
soles].
Sin embargo, dentro del concepto de “gastos administrativos y demás
gastos en los que ha incurrido el supervisor como consecuencia de
la renovación de las cartas fianzas” [S/. 92,572.33 nuevos soles] se
incluyen pagos al director del proyecto, gastos de oficina [luz, agua y
teléfonos], seguros de personal de oficina [seguro de accidentes contra
todo riesgo, seguros de salud y seguros de pensión], conforme se
advierte del detalle consignado en el recuadro 2, sin que el tribunal arbitral
haya expresado las razones de hecho y de derecho, esto es el mínimo de
motivación exigible, para asumir la decisión y justificar el pago de estos
conceptos dentro de la pretensión de reconocimiento de gastos
administrativos y demás conceptos en los que ha incurrido el Supervisor
como consecuencia de la renovación de las cartas fianzas, a que se
contrae la segunda pretensión principal de la demanda arbitral, cuyo tenor
es el siguiente:
6(*81'$ 35(7(16,Ð1 35,1&,3$/ 'HWHUPLQDU VL FRUUHVSRQGH R QR GHFODUDU
\R DSUREDU  OD VROLFLWXG GH UHFRQRFLPLHQWR GH JDVWRV DGPLQLVWUDWLYRV \ GHPiV
FRQFHSWRVHQODTXHKDLQFXUULGRHO6XSHUYLVRUFRPRFRQVHFXHQFLDGHODUHQRYDFLyQ
GH ODV FDUWDV  ILDQ]DV GHO &RQWUDWR 1ƒ *2%,(512 5(*,21$/ '(/
&$//$2 WRGD YH] TXH HO FRQWUDWR VH HQFXHQWUD H[WHQGLGR SRU FDXVD DMHQD DO
6XSHUYLVRU

DÉCIMO: De lo expuesto anteriormente, se concluye que al declarar


fundada la solicitud de interpretación e Integración del laudo arbitral
formulada por el Consorcio, a que se refiere el primer punto resolutivo de
la resolución arbitral N° 10, el tribunal arbitral ha incurrido en motivación
incongruente e insuficiente, vulnerando el derecho al debido proceso, por
lo que este extremo del recurso de anulación debe ampararse al haberse
configurado la causal de anulación contenida en el literal b) del numeral 1
del artículo 63 del Decreto Legislativo N° 1071. -- ---------------------------------
-----

Respecto al tercer punto resolutivo de la resolución arbitral N° 10 :

17
DÉCIMO PRIMERO: A través del tercer punto resolutivo de la resolución
arbitral N° 10, el tribunal resolvió: ´'(&/$5$5 ,0352&('(17( OD 6ROLFLWXG
GH5HFWLILFDFLyQGHO/DXGR$UELWUDOIRUPXODGDSRUHO*RELHUQR5HJLRQDOGHO&DOODR
FRQIRUPH D OR H[SXHVWR HQ OD SDUWH UHVROXWLYD GH OD SUHVHQWH UHVROXFLyQµ
señalando en el punto 4 de esta resolución que no era procedente la
rectificación del laudo, en tanto el tribunal no debe corregir ningún tipo de
error de cálculo, transcripción, tipográfico, informático o de naturaleza
similar; agregando, en el punto 5, que la petición de rectificación era
improcedente, debido a que los cuadros señalados contienen montos que
han sido debidamente verificados y que no contienen error alguno que
requiera su modificación como lo ha solicitado la Entidad. ----------------------
-----------------------------------------------------

DÉCIMO SEGUNDO: Como aparece de los puntos cuarto y quinto de la


solicitud de rectificación, interpretación y exclusión de laudo que corre de fojas
564 a 582, la Entidad solicitó la rectificación del laudo arbitral, señalando lo
siguiente:

18
DÉCIMO TERCERO: Como lo ha indicado el tribunal arbitral la rectificación del
laudo procede cuando se incurre en error de cálculo, transcripción,
tipográfico, informático o de naturaleza similar, de acuerdo a lo previsto
por el literal a) del numeral 1 del artículo 58 de la Ley General de Arbitraje;

19
con lo cual resulta claro que el pedido de rectificación contenido en el
punto cuarto de la solicitud de fojas 564 a 582 no se encuadra en ninguno
de los supuestos del mencionado literal; de otra parte, la duplicidad de
montos alegada por la Entidad en el punto quinto de su mencionada
solicitud, ha sido aclarada por el tribunal arbitral en el punto 3 de la
resolución arbitral N° 10, no configurándose tampo co los supuestos de
rectificación antes citados; en consecuencia, este extremo del recurso de
anulación debe desestimarse. ----

DÉCIMO CUARTO: Estando a las razones expuestas y de conformidad


con lo establecido en el literal b) del numeral 2 del artículo 65 de la Ley de
Arbitraje: --------------------------------------------------------------------------------------

DECISIÓN:
Declararon FUNDADO en parte el recurso de anulación de laudo arbitral,
por la causal contenida en el literal b) del numeral 1 del artículo 63 del
Decreto Legislativo N° 1071; en consecuencia, NULO el primer punto
resolutivo de la resolución arbitral N° 10 de fecha 16 de agosto de 2016,
debiendo el tribunal arbitral proceder conforme a las estimaciones
precedentes; con costas y costos. En los seguidos por el Gobierno
regional del Callao con el Consorcio Supervisión Gambetta, sobre
Recurso de Anulación de Laudo Arbitral.

ECHEVARRIA GAVIRIA DÍAZ


VALLEJOS

VILCHEZ DÁVILA

20


&257(683(5,25'(-867,&,$'(/,0$
35,0(5$6$/$&20(5&,$/3(50$1(17(

 ^ƵŵŝůůĂ͗ XRGpFLPD GLVSRVLFLyQ FRPSOHPHQWDULD


GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR  ´3DUD ORV HIHFWRV GH OR

GLVSXHVWR HQ HO LQFLVR   GHO DUWtFXOR ƒ GHO &yGLJR
 3URFHVDO &RQVWLWXFLRQDO VH HQWLHQGH TXH HO UHFXUVR GH


DQXODFLyQ GHO ODXGR HV XQD YtD HVSHFtILFD H LGyQHD SDUD
 SURWHJHU FXDOTXLHU GHUHFKR FRQVWLWXFLRQDO DPHQD]DGR R
 YXOQHUDGR HQ HO FXUVR GHO DUELWUDMH R HQ HO ODXGRµ



(;3(',(17(1ƒ 
,038*1$17( (035(6$081,&,3$/'(0(5&$'266$
,038*1$'2 &21625&,29,5*(1'(/$38(57$
0$7(5,$  $18/$&,Ð1'(/$8'2$5%,75$/


5(62/8&,Ð11Ô0(52 
0LUDIORUHVGHPD\RGH

9,6726

&RQ HO H[SHGLHQWH DUELWUDO TXH VH WLHQH D OD YLVWD ,QWHUYLQLHQGR FRPR -XH]
6XSHULRU3RQHQWHODVHxRUD(FKHYDUUtD*DYLULD


5(68/7$ '( $8726 TXH GH IRMDV  D  VXEVDQDGR GH IRMDV  D 
(PSUHVD 0XQLFLSDO GH 0HUFDGRV 6RFLHGDG $QyQLPD LQWHUSRQH UHFXUVR GH
DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO D ILQ GH TXH HO yUJDQR MXULVGLFFLRQDO FRPHUFLDO
FRPSHWHQWHDQXOHHOODXGRDUELWUDOGHGHUHFKRGHIHFKDGHMXOLRGH\
ODUHVROXFLyQGHLQWHUSUHWDFLyQGHOGHRFWXEUHGHTXHGHFODUyHQWUH


ϭ
 5HVROXFLyQ $GPLQLVWUDWLYD Q~PHUR 3&6-/,3- SXEOLFDGD HQ HO GLDULR RILFLDO ´(O
3HUXDQRµHOGtDGHHQHURGH




RWURVIXQGDGDODSULPHUDSUHWHQVLyQ YiOLGD\HILFD]ODUHVROXFLyQFRQWUDFWXDO
HIHFWXDGDSRUHO&RQVRUFLR ODXGRHPLWLGRSRUHO7ULEXQDO$UELWUDOFRQIRUPDGR
SRU5LFDUGR6DOD]DU&KiYH]&DUORV$JXLODU(QUtTXH]\&DUORV/XLV,UHLMR0LWVXWD
HQ HO SURFHVR DUELWUDO SURPRYLGR SRU &RQVRUFLR 9LUJHQ GH OD 3XHUWD FRQWUD OD
FLWDGD(PSUHVD0XQLFLSDOLPSXJQDQWH

&DXVDOGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDO0DQLILHVWDODSDUWHLPSXJQDQWHTXHQR
KD SRGLGR KDFHU YDOHU VXV GHUHFKRV HQ HO SURFHVR DUELWUDO ODV DFWXDFLRQHV
DUELWUDOHV QR VH KDQ DMXVWDGR DO DFXHUGR HQWUH ODV SDUWHV QL DO 5HJODPHQWR
DUELWUDO \ TXH HO PHQFLRQDGR ODXGR QR VH HQFXHQWUD GHELGDPHQWH
IXQGDPHQWDGR LQFXUULHQGR HQ ODV FDXVDOHV GH DQXODFLyQ VDQFLRQDGDV HQ ORV
LQFLVRV E  \ F  GHO QXPHUDO SULPHUR GHO DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR
Q~PHUR  DVt FRPR HQ OD 'XRGpFLPD 'LVSRVLFLyQ &RPSOHPHQWDULD GHO
SUHFLWDGR'HFUHWR/HJLVODWLYR
, &RQUHODFLyQDODFDXVDOGHVFULWDHQORVLQFLVRVE \F QXPHUDOSULPHURGHO
DUWtFXOR  GHO SUHQRWDGR 'HFUHWR /HJLVODWLYR DUJXPHQWD TXH HO 7ULEXQDO
DUELWUDO KDEUtD YXOQHUDGR HO SULQFLSLR FRQVWLWXFLRQDO GH PRWLYDFLyQ GH ODV
GHFLVLRQHVDUELWUDOHV
,,  UHVSHFWR D OD IDOWD GH PRWLYDFLyQ GHO ODXGR DUELWUDO /D SDUWH LPSXJQDQWH
(PSUHVD 0XQLFLSDO GH 0HUFDGRV6RFLHGDG$QyQLPD PDQLILHVWDTXH HOODXGR
DUELWUDO GH GHUHFKR GH IHFKD  GH MXOLR GH  LQFXUUH HQ ORV VXSXHVWRV GH
PRWLYDFLyQGHIHFWXRVD\PRWLYDFLyQDSDUHQWHSXHVDOWUDWDUVHGHXQDUELWUDMH
GHGHUHFKRHO7ULEXQDO$UELWUDOWHQtDODREOLJDFLyQGHHPLWLUXQODXGRFRQIRUPH
D OD FRQVWLWXFLyQ GHEHU GH PRWLYDFLyQ SUHYLVWR D QLYHO FRQVWLWXFLRQDO  OD /H\
GH &RQWUDWDFLRQHV GHO (VWDGR \ VX 5HJODPHQWR \ GHPiV QRUPDV GH RUGHQ
S~EOLFRVLQHPEDUJRORViUELWURVSURFHGLHURQHQIRUPDLUUHJXODUDOQRIXQGDUVX
GHFLVLyQ DUELWUDO HQ GHUHFKR VLQR SRU HO FRQWUDULR GLFKD GHFLVLyQ UHVXOWD QR
DMXVWDGD D OD QRUPD &RQVWLWXFLRQDO \ GHPiV QRUPDV $JUHJD WH[WXDO \
HVHQFLDOPHQWHORVLJXLHQWH
 &RQIRUPH VH SXHGH GHVSUHQGHU GH ORV IXQGDPHQWRV GH KHFKR HO
7ULEXQDO$UELWUDOIDOODDIDYRUGH (/&21625&,2HQHOVHQWLGRGHGHFODUDU
YiOLGD OD UHVROXFLyQ GH (/ &2175$72 HIHFWXDGD SRU HOOD GHELGR DO
LQFXPSOLPLHQWR GH (006$ DO QR KDEHU DVLJQDGR XQ VXSHUYLVRU SDUD OD
REUDDSHVDUTXH (006$FRQDQWHULRULGDGDGLFKDDFWXDFLyQ\DKDEtD



FXPSOLGR FRQ QRWLILFDU VX DFXHUGR GH QXOLGDG GH FRQWUDWR DO KDEHUVH
DGYHUWLGR HQ IRUPD REMHWLYD TXH (/ &21625&,2 KDEtD SUHVHQWDGR
GRFXPHQWRV DGXOWHUDGRV HQ VX SURSXHVWD WpFQLFD HQ (/ 352&(62 '(
(-(&8&,Ð1

 3DUD HOOR FRQVLGHUDPRV QHFHVDULR KDFHU XQ GHWDOOH GH IHFKDV


GRFXPHQWRV DFWXDFLRQHV \ ODV PRWLYDFLRQHV TXH WXYR HO 7ULEXQDO
$UELWUDO SDUD GHVHVWLPDU QXHVWUD SUHWHQVLyQ UHIHUHQWH D OD YDOLGH] GH
QXHVWUD &DUWD 1RWDULDO GH 1XOLGDG GH &RQWUDWR GLOLJHQFLDGD FRQ
DQWHULRULGDG D OD&DUWD 1RWDULDO UHPLWLGD SRU (/ &21625&,2 D WUDYpV GHO
FXDO QRV UHVXHOYHQ HO &RQWUDWR \ OD FXDO IXH GHFODUDGD YiOLGD SRU HO
7ULEXQDO $UELWUDO OR FXDO QRV KD PRWLYDGR D IRUPXODU OD SUHVHQWH
GHPDQGDGHQXOLGDGGHODXGR
 &RQIRUPH VH GHVSUHQGH GHO /DXGR $UELWUDO HO 7ULEXQDO $UELWUDO IDOOD
GHFODUDQGR OD LQYDOLGH] H LQHILFDFLD GH OD 1XOLGDG GH &RQWUDWR
HIHFWXDGDSRU (006$DQWHVGHODUHVROXFLyQFRQWUDFWXDOHIHFWXDGDSRU
(/ &21625&,2 EDMR ORV VLJXLHQWHV DUJXPHQWRV GHVDUUROODGRV
H[FOXVLYDPHQWH GHVGH HO FRQVLGHUDQGR  DO  ORV FXDOHV
SDVDPRV D GHVYLUWXDU GHELGR D TXH GLFKRV FRQVLGHUDQGRV QR
VRODPHQWHQRVHIXQGDQHQGHUHFKRVLQRTXHDGHPiVSRUTXHDSHQVDU
GHTXHVHKDFXPSOLGRFRQODQRUPDGHFRQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGROD
PLVPD KD UHVXHOWR LQDSOLFDEOH SDUD HO 7ULEXQDO $UELWUDO FRQIRUPH
SDVDUHPRVDGHWDOODU
 &RQHVWDREVHUYDFLyQTXHGDFODURFRPRSUHPLVDTXHSDUDHO7ULEXQDO
$UELWUDO OD GLUHFFLyQ FRQVLJQDGD SRU (/ &21625&,2 UHVXOWDED VHU
LPSUHFLVD
 &RQIRUPH D ORV DUJXPHQWRV H[SXHVWRV SRU HO 7ULEXQDO $UELWUDO HVWH
yUJDQR FROHJLDGR FRQVLGHUD TXH (006$ VH HQFRQWUDED HQ OD
REOLJDFLyQ GH FRQVLJQDU HO Q~PHUR GH GHSDUWDPHQWR HQ OD &DUWD
1RWDULDO D WUDYpV OH FRPXQLFD D (/ &21625&,2 OD QXOLGDG GHO &RQWUDWR
VHJ~Q HO 7ULEXQDO EDMR OD SUHPLVD GHOD H[LVWHQFLD GH GRVFDUWDVTXH VL
KDEtDQVLGRGLOLJHQFLDGDVDGLFKDGLUHFFLyQ
 )UHQWHDHVWHFRQVLGHUDQGR3ODQWHDGRSRUHO7ULEXQDOQRVSUHJXQWDPRV
¢DFDVROD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGR\VX5HJODPHQWRREOLJDQD




OD SDUWH UHTXLUHQWH FRQVLJQDU XQD GLUHFFLyQ GLVWLQWD D OD ILMDGD HQ HO
&RQWUDWR SDUD FRPXQLFDU XQ KHFKRDOD FRQWUDSDUWH"/D UHVSXHVWD HV
VLPSOHPHQWH12
 3RU XQD ODGR WHQHPRV HO DUWtFXOR  GHO 5HJODPHQWR HO FXDO GLVSRQH
TXH SDUD ORV FDVRV GH QXOLGDG GH &RQWUDWR OD (QWLGDG FXUVDUi FDUWD
QRWDULDODOFRQWUDWLVWDDGMXQWDQGRFRSLDIHGDWHDGDGHOGRFXPHQWRTXH
GHFODUD OD QXOLGDG GH FRQWUDWR \ SRU RWUR ODGR WHQHPRV OD &OiXVXOD
9LJpVLPD GHO &RQWUDWR HQ GRQGH VH GHVFULEH OD GLUHFFLyQ GHO
FRQWUDWLVWD
 (Q FRQVHFXHQFLD TXHGD FODUR TXH (006$ WHQtD TXH FXUVDU OD FDUWD
QRWDULDODGMXQWDQGRHOGRFXPHQWRTXHGHFODUDODQXOLGDGGHO&RQWUDWR
DO GRPLFLOLR FRQVLJQDGR SRU HO SURSLR &21625&,2 HQ HO &RQWUDWR
VLWXDFLyQ TXH VH GDGR \ TXH VLQ HPEDUJR SDUD HO 7ULEXQDO $UELWUDO
H[LVWtDXQDREOLJDFLyQDGLFLRQDOGH(006$GHFRQVLJQDUHOQ~PHURGHO
GHSDUWDPHQWR KHFKR TXH WUDQVJUHGH IODJUDQWHPHQWH OD QRUPD GH
FRQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGR
 $O UHVSHFWR VL HV HO SURSLR 7ULEXQDO $UELWUDO TXLHQ VHxDOD TXH QR HVWi
FXHVWLRQDQGRODYDOLGH]GHOWUiPLWHQRWDULDOQLPHQRVGHODFHUWLILFDFLyQ
\ PiV D~Q VHxDOD TXH OD QRWDULD FXPSOLy FRQ GLOLJHQFLDU OD FDUWD DO
GRPLFLOLR FRQVLJQDGR HQ HO &RQWUDWR HV GHFLU tQWHJUDPHQWH FRQ OR
GLVSXHVWRHQHODUWtFXORGHO5HJODPHQWRGHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHV
GHO(VWDGRHQWRQFHVDKRUD¢3RUTXpHO7ULEXQDO$UELWUDOH[LJHFRPRXQ
UHTXLVLWR DGLFLRQDO TXH GLFKD FRPXQLFDFLyQ FRQWHQJD HO Q~PHUR GHO
GHSDUWDPHQWR SDUD GLOLJHQFLDU OD FDUWD" (VWD VLWXDFLyQ HV XQD WRWDO
LQGHIHQVLyQSDUD(006$SXHVWRTXHGLFKDLQWHUSUHWDFLyQFUHDGDSRUHO
SURSLR 7ULEXQDO $UELWUDO GHVQDWXUDOL]D HO SURFHGLPLHQWR UHJXODGR HQ HO
DUWtFXORGHO5HJODPHQWRGHOD/H\GH&RQWUDWDFLRQHVGHO(VWDGRµ\
[ ´ « (QHVWHSXQWRGHEHPRVGHWHQHUQRVSRUTXHPLHQWUDVHO7ULEXQDO
$UELWUDO VH VXVWHQWD HQ TXH (006$ GHELy FXUVDU XQD FDUWD QRWDULDO DO
GRPLFLOLR GH (/ &21625&,2 SUHFLVDQGR HO Q~PHUR GH GHSDUWDPHQWR
LQIRUPDFLyQ TXH QR DSDUHFH HQ HO &RQWUDWR SRU RWUR ODGR HO 7ULEXQDO
$UELWUDOFRQFOX\HTXHODGHFODUDWRULDGHQXOLGDGGHO&RQWUDWRIRUPXODGD
\FRPXQLFDGDSRU(006$D(/&21625&,2HVLQYiOLGDHLQHILFD]SRU




KDEHU VLGR QRWLILFDGD SRVWHULRUPHQWH D OD UHVROXFLyQ FRQWUDFWXDO
HIHFWXDGDSRU(/&2625&,2HVGHFLUHO7ULEXQDO$UELWUDOIXQGDVXGHFLVLyQ
HQXQWHPDGLVWLQWRDOKHFKRGHKDEHUVHFRQVLJQDGRRQRHOQ~PHURGHO
GHSDUWDPHQWRHQOD&DUWD1RWDULDO

$GPLVLyQ \ WUDVODGR GH OD DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO 3RU UHVROXFLyQ QXPHUR
 VX IHFKD  GH DEULO GH  REUDQWH GH IRMDV  D  VH DGPLWLy D
WUiPLWH HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO LQWHUSXHVWR SRU (PSUHVD
0XQLFLSDO GH 0HUFDGRV 6RFLHGDG $QyQLPD GLVSRQLpQGRVH HO WUDVODGR SRU HO
SOD]RGHGtDVDO&RQVRUFLR9LUJHQGHOD3XHUWD

$EVROXFLyQGHODFRQWUDULD&RQVRUFLR9LUJHQGHOD3XHUWDSHVHDDSHUVRQDUVH
HQ DXWRV QR KD FXPSOLGR FRQ DEVROYHU HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GH ODXGR
DUELWUDO


<&216,'(5$1'2TXH

35,0(52/DVHJXQGDSDUWHGHOLQFLVR GHODUWtFXORƒGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR
Q~PHUR  'HFUHWR /HJLVODWLYR TXH 5HJXOD HO $UELWUDMH  HQ WRUQR DO FRQWURO
MXGLFLDO GH ORV ODXGRV DUELWUDOHV SUHYp ´(VWi SURKLELGR EDMR UHVSRQVDELOLGDG
SURQXQFLDUVHVREUHHOIRQGRGHODFRQWURYHUVLDRVREUHHOFRQWHQLGRGHODGHFLVLyQRFDOLILFDUORV
FULWHULRVPRWLYDFLRQHVRLQWHUSUHWDFLRQHVH[SXHVWDVSRUHOWULEXQDODUELWUDOµ(O3UHFLWDGR
GLVSRVLWLYROHJDOSODVPDHOSULQFLSLRDUELWUDOGHQRPLQDGRGH´,UUHYLVDELOLGDGGHO
&ULWHULR $UELWUDOµ SRU SDUWH GH OD MXULVGLFFLyQ MXGLFLDORUGLQDULD \ TXH VHJ~Q OD
GRFWULQD ´$FWXDOPHQWH H[LVWH XQDQLPLGDG FDVLDEVROXWD HQWUHTXLHQHV KDQHVWXGLDGR HO

UHFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDOHQDILUPDUTXHODUHJODPiVLPSRUWDQWHTXHULJHR
SRUORPHQRVGHEHUHJLUHVWHPHGLRGHLPSXJQDFLyQGHODUELWUDMHHVVLQGXGDDTXHOODTXH
SURKtEH DO MX]JDGRU SURQXQFLDUVH VREUH HO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD TXH IXH UHVXHOWD HQ HO
DUELWUDMHµ(OORGHELGRDTXHHODUELWUDMHLQFOX\HQGRDODDQXODFLyQGHOODXGR
DUELWUDOVHVXVWHQWDHQHOSULQFLSLRGHPtQLPDLQWHUYHQFLyQMXGLFLDOUHFRJLGRHQ


Ϯ
 $OYD1DYDUUR(VWHEDQ´$UELWUDMH$QXODFLyQGHO/DXGRµ3DOHVWUD(GLWRUHV\0DULR&DVWLOOR)UH\UH
(GLWRU/LPDDJRVWR3iJ




HO DUWtFXOR ƒ GHO SUHQRWDGR 'HFUHWR /HJLVODWLYR HQ HO VHQWLGR TXH ´(Q ORV

DVXQWRVTXHVHULMDQSRUHVWH'HFUHWR/HJLVODWLYRQRLQWHUYHQGUiODDXWRULGDGMXGLFLDOVDOYR
HQ ORV FDVRV HQ TXH HVWD QRUPD DVt OR GLVSRQJDµ 6HJ~Q )HUQDQGR &DQWXDULDV
6DODYHUU\ ´&RQ WRGR UHVXOWD GHVGH \D FRQYHQLHQWH VXEUD\DU TXH OD /H\ 3HUXDQD GH

$UELWUDMHGHVHXELFDHQODPiVPRGHUQDWHQGHQFLDDUHGXFLUD~QPiVODLQMHUHQFLD
MXGLFLDOHQFDVRVVRPHWLGRVDDUELWUDMHUHVWULQJLHQGRVHYHUDPHQWHORVVXSXHVWRVTXHDXWRUL]DQ
OD LQWHUYHQFLyQ GHO 3RGHU -XGLFLDOµ 6LHQGR TXH HQ HO FDVR GH OD DQXODFLyQ GH
ODXGRDUELWUDOHOFRQWUROMXGLFLDOHVWiUHVWULQJLGRDHPLWLUSURQXQFLDPLHQWRVREUH
VX YDOLGH] SRU FDXVDOHV HVSHFtILFDV WDO FRPR OR SUHFHSW~DQ ORV DUWtFXORV 
LQFLVR \GHOFLWDGR'HFUHWR/HJLVODWLYR


ϯ
'LVSRVLWLYROHJDOTXHIXHSODVPDGRHQVLPLODUHVWpUPLQRVHQHODUWtFXORƒGHOD/H\0RGHORGHOD
&18'0,VREUH$UELWUDMH&RPHUFLDO,QWHUQDFLRQDO´(QORVDVXQWRVTXHVHULMDQSRUODSUHVHQWH/H\
QRLQWHUYHQGUiQLQJ~QWULEXQDOVDOYRHQORVFDVRVHQTXHHVWD/H\DVtORGLVSRQJDµ

ϰ
 &LWDGR SRU -XDQ (GXDUGR )LJXHURD 9DOGpV ´/D $XWRQRPtD GH ORV ÉUELWURV \ OD ,QWHUYHQFLyQ
-XGLFLDOµ5HYLVWDGH$UELWUDMH38&31~PHUR  3iJ

ϱ
 $UWtFXOR  LQFLVR   ´&RQWUD HO ODXGR VyOR SRGUi LQWHUSRQHUVH UHFXUVR GH DQXODFLyQ (VWH
UHFXUVR FRQVWLWX\H OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR \ WLHQH SRU REMHWR OD UHYLVLyQ GH VX
YDOLGH]SRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWtFXORµ

ϲ
$UWtFXOR&DXVDOHVGHDQXODFLyQ
(OODXGRVyORSRGUiVHUDQXODGRFXDQGRODSDUWHTXHVROLFLWDODDQXODFLyQDOHJXH\SUXHEH
D4XHHOFRQYHQLRDUELWUDOHVLQH[LVWHQWHQXORDQXODEOHLQYiOLGRRLQHILFD]
E4XHXQDGHODVSDUWHVQRKDVLGRGHELGDPHQWHQRWLILFDGDGHOQRPEUDPLHQWRGHXQiUELWURR
GHODVDFWXDFLRQHVDUELWUDOHVRQRKDSRGLGRSRUFXDOTXLHURWUDUD]yQKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRV
F 4XH OD FRPSRVLFLyQ GHO WULEXQDO DUELWUDO R ODV DFWXDFLRQHV DUELWUDOHV QR VH KDQ DMXVWDGR DO
DFXHUGR HQWUH ODV SDUWHV R DO UHJODPHQWR DUELWUDO DSOLFDEOH VDOYR TXH GLFKR DFXHUGR R
GLVSRVLFLyQHVWXYLHUDQHQFRQIOLFWRFRQXQDGLVSRVLFLyQGHHVWH'HFUHWR/HJLVODWLYRGHODTXHODV
SDUWHV QR SXGLHUDQ DSDUWDUVH R HQ GHIHFWR GH GLFKR DFXHUGR R UHJODPHQWR TXH QR VH KDQ
DMXVWDGRDORHVWDEOHFLGRHQHVWH'HFUHWR/HJLVODWLYR
G4XHHOWULEXQDODUELWUDOKDUHVXHOWRVREUHPDWHULDVQRVRPHWLGDVDVXGHFLVLyQ
H4XHHOWULEXQDODUELWUDOKDUHVXHOWRVREUHPDWHULDVTXHGHDFXHUGRDOH\VRQPDQLILHVWDPHQWH
QRVXVFHSWLEOHVGHDUELWUDMHWUDWiQGRVHGHXQDUELWUDMHQDFLRQDO
I4XHVHJ~QODVOH\HVGHOD5HS~EOLFDHOREMHWRGHODFRQWURYHUVLDQRHVVXVFHSWLEOHGHDUELWUDMH
RHOODXGRHVFRQWUDULRDORUGHQS~EOLFRLQWHUQDFLRQDOWUDWiQGRVHGHXQDUELWUDMHLQWHUQDFLRQDO
J 4XH OD FRQWURYHUVLD KD VLGR GHFLGLGD IXHUD GHO SOD]R SDFWDGR SRU ODV SDUWHV SUHYLVWR HQ HO
UHJODPHQWRDUELWUDODSOLFDEOHRHVWDEOHFLGRSRUHOWULEXQDODUELWUDO
 /DV FDXVDOHV SUHYLVWDV HQ ORV LQFLVRV D E F \ G GHO QXPHUDO  GH HVWH DUWtFXOR VyOR VHUiQ
SURFHGHQWHVVLIXHURQREMHWRGHUHFODPRH[SUHVRHQVXPRPHQWRDQWHHOWULEXQDODUELWUDOSRUOD
SDUWHDIHFWDGD\IXHURQGHVHVWLPDGDV
 7UDWiQGRVH GH ODV FDXVDOHV SUHYLVWDV HQ ORV LQFLVRV G \ H GHO QXPHUDO  GH HVWH DUWtFXOR OD
DQXODFLyQ DIHFWDUi VRODPHQWH D ODV PDWHULDV QR VRPHWLGDV D DUELWUDMH R QR VXVFHSWLEOHV GH
DUELWUDMH VLHPSUH TXH SXHGDQ VHSDUDUVH GH ODV GHPiV HQ FDVR FRQWUDULR OD DQXODFLyQ VHUi



6(*81'28QDYH]SUHFLVDGRORDQWHULRU\D~QFXDQGRDOJXQDGHODVFDXVDOHV
HVSHFtILFDV VREUH UHFXUVR GH DQXODFLyQ GH ODXGR DUELWUDO HVWi YLQFXODGD
HVWUHFKDPHQWHDODDIHFWDFLyQGHGHUHFKRVGHRUGHQFRQVWLWXFLRQDO IDOWDGH
QRWLILFDFLyQ GHUHFKR GH GHIHQVD  FDEH DFRWDU TXH WUDWiQGRVH GH OD
LQYRFDFLyQ GH OD DIHFWDFLyQ GH GHUHFKRV FRQVWLWXFLRQDOHV FRPR HO GHELGR
SURFHVR WXWHOD MXULVGLFFLRQDO PRWLYDFLyQ GH ODV UHVROXFLRQHV MXGLFLDOHV HWF
HWF OD GXRGpFLPD GLVSRVLFLyQ FRPSOHPHQWDULD GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR 
SUHFHSW~DTXH´3DUDORVHIHFWRVGHORGLVSXHVWRHQHOLQFLVR GHODUWtFXORƒGHO&yGLJR

3URFHVDO &RQVWLWXFLRQDO VH HQWLHQGH TXH HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ GHO ODXGR HV XQD YtD
HVSHFtILFDHLGyQHDSDUDSURWHJHUFXDOTXLHUGHUHFKRFRQVWLWXFLRQDODPHQD]DGRRYXOQHUDGRHQ
HOFXUVRGHODUELWUDMHRHQHOODXGRµ3RUVXSDUWHHO7ULEXQDO&RQVWLWXFLRQDOHQOD67&
3+&7&KDPDQLIHVWDGRTXH “ODQDWXUDOH]DGHMXULVGLFFLyQLQGHSHQGLHQWH

GHODUELWUDMHQRVLJQLILFDTXHHVWDEOH]FDHOHMHUFLFLRGHVXVDWULEXFLRQHVFRQLQREVHUYDQFLDGH
ORV SULQFLSLRV FRQVWLWXFLRQDOHV TXH LQIRUPDQ OD DFWLYLGDG GH WRGR yUJDQR TXH DGPLQLVWUD
MXVWLFLDWDOHVFRPRHOGHLQGHSHQGHQFLDHLPSDUFLDOLGDGGHODIXQFLyQMXULVGLFFLRQDODVtFRPR
ORVSULQFLSLRV\GHUHFKRVGHODIXQFLyQMXULVGLFFLRQDO(QSDUWLFXODUHQWDQWRMXULVGLFFLyQQR


WRWDO $VLPLVPR OD FDXVDO SUHYLVWD HQ HO LQFLVR H SRGUi VHU DSUHFLDGD GH RILFLR SRU OD &RUWH
6XSHULRUTXHFRQRFHGHOUHFXUVRGHDQXODFLyQ
/DFDXVDOSUHYLVWDHQHOLQFLVRJGHOQXPHUDOGHHVWHDUWtFXORVyORVHUiSURFHGHQWHVLODSDUWH
DIHFWDGD OR KXELHUD PDQLIHVWDGR SRU HVFULWR GH PDQHUD LQHTXtYRFD DO WULEXQDO DUELWUDO \ VX
FRPSRUWDPLHQWR HQ ODV DFWXDFLRQHV DUELWUDOHV SRVWHULRUHV QR VHD LQFRPSDWLEOH FRQ HVWH
UHFODPR
(QHODUELWUDMHLQWHUQDFLRQDOODFDXVDOSUHYLVWDHQHOLQFLVRDGHOQXPHUDOGHHVWHDUWtFXORVH
DSUHFLDUi GH DFXHUGR FRQ ODV QRUPDV MXUtGLFDV HOHJLGDV SRU ODV SDUWHV SDUD UHJLU HO FRQYHQLR
DUELWUDO SRU ODV QRUPDV MXUtGLFDV DSOLFDEOHV DO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD R SRU HO GHUHFKR
SHUXDQRORTXHUHVXOWHPiVIDYRUDEOHDODYDOLGH]\HILFDFLDGHOFRQYHQLRDUELWUDO
(QHODUELWUDMHLQWHUQDFLRQDOODFDXVDOSUHYLVWDHQHOLQFLVRISRGUiVHUDSUHFLDGDGHRILFLRSRU
OD&RUWH6XSHULRUTXHFRQRFHGHOUHFXUVRGHDQXODFLyQ
 1R SURFHGH OD DQXODFLyQ GHO ODXGR VL OD FDXVDO TXH VH LQYRFD KD SRGLGR VHU VXEVDQDGD
PHGLDQWHUHFWLILFDFLyQLQWHUSUHWDFLyQLQWHJUDFLyQRH[FOXVLyQGHOODXGR\ODSDUWHLQWHUHVDGDQR
FXPSOLyFRQVROLFLWDUORV
 &XDQGR QLQJXQD GH ODV SDUWHV HQ HO DUELWUDMH VHD GH QDFLRQDOLGDG SHUXDQD R WHQJD VX
GRPLFLOLRUHVLGHQFLDKDELWXDOROXJDUGHDFWLYLGDGHVSULQFLSDOHVHQWHUULWRULRSHUXDQRVHSRGUi
DFRUGDU H[SUHVDPHQWH OD UHQXQFLD DO UHFXUVR GH DQXODFLyQ R OD OLPLWDFLyQ GH GLFKR UHFXUVR D
XQDRPiVFDXVDOHVHVWDEOHFLGDVHQHVWHDUWtFXOR6LODVSDUWHVKDQKHFKRUHQXQFLDDOUHFXUVRGH
DQXODFLyQ\HOODXGRVHSUHWHQGHHMHFXWDUHQWHUULWRULRSHUXDQRVHUiGHDSOLFDFLyQORSUHYLVWRHQ
HOWtWXOR9,,,




VHHQFXHQWUDH[FHSWXDGDGHREVHUYDUGLUHFWDPHQWHWRGDVDTXHOODVJDUDQWtDVTXHFRPSRQHQHO
GHUHFKRDOGHELGRSURFHVR” \ HQ OD 67& 3$7& HQ FRQFRUGDQFLD FRQ OR
JORVDGR SUHFHGHQWHPHQWH LQGLFD TXH ´(OOR HV DVt SRU FXDQWR OD IXQFLyQ
MXULVGLFFLRQDO VH VXVWHQWD \ VH GHEH D OD QRUPD IXQGDPHQWDO PiV DOOi GH OD HVSHFLDOLGDG
VREUHODTXHSXHGDYHUVDURGHODLQYHVWLGXUDGHTXLHQHVODSXHGDQHMHUFHU'HHVWHPRGR\
DXQTXH VH GRWD D OD -XVWLFLD DUELWUDO GH ODV DGHFXDGDV JDUDQWtDV GH GHVHQYROYLPLHQWR \ VH
IRPHQWDVXDEVROXWDREVHUYDQFLDODPLVPDVHHQFXHQWUDLQHYLWDEOHPHQWHFRQGLFLRQDGDDTXH
VX HMHUFLFLR VH GHVDUUROOH HQ IUDQFR UHVSHWR DO RUGHQ FRQVWLWXFLRQDO \ D ORV GHUHFKRV GH OD
SHUVRQD”.

7(5&(52(QVXPDHVGHFLUTXHDOLQWHULRUGHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGR
DUELWUDOWDPELpQFDEHH[SRQHUODDIHFWDFLyQGHGHUHFKRVFRQVWLWXFLRQDOHVHQ
VHGH DUELWUDO VREUH ORV TXH OD MXULVGLFFLyQ RUGLQDULD GHEH HPLWLU
SURQXQFLDPLHQWR \D VHD DPSDUiQGROD R GHVHVWLPiQGROD (Q HVH RUGHQ GH
LGHDVHVWDQGRDTXHHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDOGHGXFLGRSRU
(PSUHVD 0XQLFLSDO GH 0HUFDGRV 6RFLHGDG$QyQLPD VH FHQWUD EiVLFDPHQWH
HQ LQYRFDU HO TXHEUDQWDPLHQWR GHO GHUHFKR FRQVWLWXFLRQDO GH OD PRWLYDFLyQ
GH OD GHFLVLyQ DUELWUDO FRUUHVSRQGH HPLWLU SURQXQFLDPLHQWR HQ WRUPR D HOOR
FX\RHMHDUJXPHQWDOGHWRGRVORVDJUDYLRVJLUDHQWRUQRDODQRWLILFDFLyQGHOD
5HVROXFLyQ GH *HUHQFLD *HQHUDO Q~PHUR (006$ SRU PHGLR GH OD
FXDOOD(PSUHVD0XQLFLSDOGH0HUFDGRV6RFLHGDG$QyQLPDGHRILFLRGHFODUy
ODQXOLGDGGHOFRQWUDWRQ~PHUR2$/(006$TXHORYLQFXODEDFRQHO
&RQVRUFLR9LUJHQGHOD3XHQWH

&8$572 (Q HO /DXGR DUELWUDO HQ ORV SXQWRV    \  VH
FRQVLJQDQ ´(Q HVH RUGHQ GH LGHDV TXHGD DFUHGLWDGR TXH ODV SDUWHV WHQtDQ XQD
FRPXQLFDFLyQ IOXLGD \ DPEDV FRQRFtDQ OD H[DFWLWXG OD H[DFWLWXG GH VXV GRPLFLOLRV D~Q
FXDQGRHQHOFRQWUDWRH[LVWHXQDLPSUHFLVLyQORTXHJHQHUDHQHVWH7ULEXQDOFRQYLFFLyQGH
TXHOD&DUWD&935/SRGUtDKDEHUSUHFLVDGRHOQ~PHURGHGHSDUWDPHQWRµ
´$KRUD ELHQ HQ HVWH HVWDGtR GH OD FRQWURYHUVLD QR UHVXOWD FRKHUHQWH TXH VH LQGLTXH OD

LPSRVLELOLGDGGHQRWLILFDFLyQSRUIDOWDGHSUHFLVLyQFXDQGRFRPR\DVHKDPHQFLRQDGRODV




SDUWHVKDEtDQWHQLGRFRPXQLFDFLRQHVSUHYLDV(QHVHVHQWLGR(006$GHELyGHFRQVLJQDU
OD GLUHFFLyQ GHO GRPLFLOLR SUHFLVDQGR HO Q~PHUR GH GHSDUWDPHQWR D ILQ GH TXH OD
FRPXQLFDFLyQQRWDULDOTXHDOHJDTXHQRIXHSRVLEOHSXHGDVHUPDWHULDOL]DGD\FRQHOORHMHUFHU
DGHFXDGDPHQWH VX GHUHFKR D GHFODUDU OD QXOLGDG GHO FRQWUDWRµ ,QWHUSUHWDU TXH OD
FRPXQLFDFLyQQRWDULDOQRIXHSRVLEOHSRUFXOSDGH(/&21625&,2IXQGDPHQWDQGRXQD
LPSUHFLVLyQHQODGLUHFFLyQHVQHJDUTXHH[LVWHQDFWRVSUHYLRV\SURSLRVTXHFRQWUDGLFHQHVWD
$UJXPHQWDFLyQ VLWXDFLyQ TXH HVWH 7ULEXQDO QR SXHGH VRVOD\DUµ \ ´7DPELpQ HV SUHFLVR
LQGLFDUTXHHVWH7ULEXQDOQRHVWiFXHVWLRQDQGRODYDOLGH]GHOWUiPLWHQRWDULDOPHQRVD~QOD
FHUWLILFDFLyQ TXH HQ HO GRUVR DSDUHFH VLQR TXH VH HQWLHQGH TXH HIHFWLYDPHQWH OD QRWDULD
GLOLJHQFLy HO GRFXPHQWR HQ OD GLUHFFLyQ TXH VH FRQVLJQy \ HV SRVLEOH TXH HO SHUVRQDO GH OD
QRWDULD QR KD\D HQFRQWUDGR HO Q~PHUR GHO GHSDUWDPHQWR GRQGH GRPLFLOLD (/
&21625&,2 SHUR HO &ROHJLDGR WDPELpQ FRQVLGHUD TXH HVWH KHFKR SXGR KDEHU VLGR
VXSHUDGR VL (006$ KXELHUD HVWDEOHFLGR HO Q~PHUR GH GHSDUWDPHQWR KHFKR TXH FRQRFtD
SUHYLDPHQWHWDOFRPRVHDFUHGLWDGHODVFRPXQLFDFLRQHVDQWHULRUHVµ

48,172'HORJORVDGRSUHFHGHQWHPHQWHSXHGHDGYHUWLUVHTXHHQHOODXGRHO
7ULEXQDODUELWUDOQRFRQFOX\HFRQSUHFLVLyQSHVHDVHUXQWHPDUHOHYDQWHSDUD
ODUHVROXFLyQGHODOLWLVVLHIHFWLYDPHQWHPHGLDQWHOD&DUWD&935/HO
&RQVRUFLR KDEUtD SUHFLVDGR HO Q~PHUR GHO GHSDUWDPHQWR  GH OD DYHQLGD
-DFDUDQGi Q~PHUR  GH OD XUEDQL]DFLyQ 9DOOH +HUPRVR 6XUFR SXHV HO
7ULEXQDOLQGLFD´ «  D~QFXDQGRHQHOFRQWUDWRH[LVWHXQDLPSUHFLVLyQORTXHJHQHUDHQ

HVWH7ULEXQDOFRQYLFFLyQGHTXHOD&DUWD&935/SRGUtDKDEHUSUHFLVDGRHO
Q~PHUR GH GHSDUWDPHQWRµ HV GHFLU VH DFHSWD TXH HQ HO FRQWUDWR GH REUD
SUHVHQWD XQD LPSUHFLVLyQ FRQ UHODFLyQ D OD GLUHFFLyQ GHO &RQVRUFLR
GHPDQGDGR SHUR QR VH HVWDEOHFH VL GLFKD LPSUHFLVLyQ IXH VXSHUDGD FRQ OD
FLWDGD&DUWDSXHVVHDOXGHDHOODHQIRUPDFRQGLFLRQDO0iVD~QVLHQHOODXGR
DUELWUDO QR VH PRWLYD HQ WRUQR D OR DILUPDGR SRU HO &RQVRUFLR HQ VX HVFULWR
SUHVHQWDGRHOGHDJRVWRGH´&RQIRUPHDORH[SUHVDGRHQOD&DUWD1ƒ

&935/GHIHFKDDWUDYpVGHODFXDOSUHFLVDPRVHO'RPLFLOLR/HJDO




GHO&RQVRUFLRHQ&DOOH-DFDUDQGi1ƒ'SWR8UE9DOOH+HUPRVR'LVWULWRGH
6DQWLDJRGH6XUFR « µ

6(;72(QFRQVHFXHQFLDHOODXGRDUELWUDOGHIHFKDGHGHUHFKRGHIHFKDGH
MXOLR GH  LQFXUUH HQ PRWLYDFLyQ GHILFLHQWH SXHV OD SUHPLVD GH OD TXH
SDUWHQORViUELWURVQRKDVLGRFRQIURQWDGDRDQDOL]DGDUHVSHFWRGHVXYDOLGH]
IiFWLFD HV YHUGDG R QR TXH PHGLDQWH &DUWD &935/ HO &RQVRUFLR
9LUJHQ GH OD 3XHUWD SUHFLVy D OD (PSUHVD 0XQLFLSDO GH 0HUFDGRV 6RFLHGDG
$QyQLPD TXH VX GLUHFFLyQ H[DFWD HV HO GHSDUWDPHQWR  GH OD DYHQLGD
-DFDUDQGi Q~PHUR  GH OD XUEDQL]DFLyQ 9DOOH +HUPRVR 6XUFR  OR FXDO
FRQWUDYLHQH HO LQFLVR   GHO DUWtFXOR  GH OD &RQVWLWXFLyQ TXH SUHYp ´6RQ

SULQFLSLRV\GHUHFKRVGHODIXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO/D PRWLYDFLyQ HVFULWD GHODV UHVROXFLRQHV


MXGLFLDOHVHQWRGDVODVLQVWDQFLDVµ$VLPLVPRHOLQFLVR GHODUWtFXORGHO'HFUHWR
/HJLVODWLYRGLVSRQHTXH´7RGRODXGRGHEHVHUPRWLYDGRDPHQRVTXHODVSDUWHVKD\DQ

FRQYHQLGR DOJR GLVWLQWR « µ H[FHSFLyQ QR SDFWDGD HQ HO SUHVHQWH FDVR

VXEVLVWLHQGR SRU WDQWR HO GHEHU GH PRWLYDFLyQ GH ORV iUELWURV DO GHFLGLU OD
FRQWURYHUVLD VRPHWLGD D VX FRQRFLPLHQWR OR FXDO JHQHUD OD LQYDOLGH] GHO
SUHFLWDGRODXGRGHOGHMXOLRGH\GHODUHVROXFLyQGHLQWHUSUHWDFLyQGH
GLFKR ODXGR GHO  GH RFWXEUH GH  SRU WDQWR IXQGDGR HO UHFXUVR GH
DQXODFLyQ GHODXGR DUELWUDO D WHQRU GHO DUWtFXOR GHO &yGLJR 3URFHVDO&LYLO
SRUORTXH

'(&/$5$1 )81'$'2 (/ 5(&8562 '( $18/$&,Ð1 '( /$8'2 $5%,75$/


SURPRYLGRSRUOD(PSUHVD0XQLFLSDOGH0HUFDGRV6RFLHGDG$QyQLPDFRQWUD
HO ODXGR DUELWUDO GH GHUHFKR HPLWLGR SRU (/ 7ULEXQDO $UELWUDO FRQIRUPDGR SRU
5LFDUGR 6DOD]DU &KiYH] &DUORV $JXLODU (QUtTXH] \ &DUORV /XLV ,UHLMR 0LWVXWD HQ
FRQVHFXHQFLD ,19É/,'2 HO FLWDGR ODXGR GH IHFKD   GH MXOLR GH  \ OD
UHVROXFLyQGHLQWHUSUHWDFLyQGHGLFKRODXGRGHOGHRFWXEUHGHSRUOR
TXHFRUUHVSRQGHDO7ULEXQDO$UELWUDOSURFHGHUFRQIRUPHDVXVDWULEXFLRQHV


66









(&+(9$55Ì$*$9,5,$     9Ì/&+(='É9,/$



35$'2&$67$f('$









6/(*KRU







&257(683(5,25'(-867,&,$'(/,0$
6(*81'$6$/$&,9,/&2168%(63(&,$/,'$'&20(5&,$/

([SHGLHQWH  
'HPDQGDQWH 081,&,3$/,'$'3529,1&,$/'(/&$//$2
'HPDQGDGR 6(59,&,26,1'8675,$/(6/$%$57+(6$
0DWHULD $QXODFLyQGH/DXGR$UELWUDO

 ƐƚĞŽůĞŐŝĂĚŽĂĚǀŝĞƌƚĞĚŽƐǀŝĐŝŽƐƉƌŽĐĞƐĂůĞƐĞŶĞůƚƌĄŵŝƚĞĂƌďŝƚƌĂůƋƵĞĐŽŶƚƌĂǀŝĞŶĞŶĞůĚĞďŝĚŽƉƌŽĐĞƐŽ͗ϭͿ^Ğ
 ĚĞĐůĂƌĂ ŝŶĨƵŶĚĂĚŽ Ğů ƌĞĐƵƌƐŽ ĚĞ ƌĞĐŽŶƐŝĚĞƌĂĐŝſŶ ƉůĂŶƚĞĂĚŽ ƉŽƌ ůĂ DƵŶŝĐŝƉĂůŝĚĂĚ WƌŽǀŝŶĐŝĂů ĚĞů ĂůůĂŽ LJ͕
 ĐŽŶƚƌĂĚŝĐƚŽƌŝĂŵĞŶƚĞƐĞĐŽŶĐĞĚĞĐŝŶĐŽ;ϱͿĚşĂƐƉĂƌĂƋƵĞĞƐƚĂƉĂƌƚĞĞdžƉƌĞƐĞůŽĐŽŶǀĞŶŝĞŶƚĞLJϮͿ>ĂDƵŶŝĐŝƉĂůŝĚĂĚ
 WƌŽǀŝŶĐŝĂůĚĞůĂůůĂŽĐƵŵƉůĞĐŽŶĞdžƉƌĞƐĂƌůŽƉĞƌƚŝŶĞŶƚĞLJƉƌĞƐĞŶƚĂŶƵĞǀŽƐŵĞĚŝŽƐĚĞƉƌƵĞďĂ͕ƐĞĐŽƌƌĞƚƌĂƐůĂĚŽ
 Ă ůĂ ƉĂƌƚĞ ĐŽŶƚƌĂƌŝĂ͕ ĠƐƚĂ ĂďƐƵĞůǀĞ LJ͕ Ğů ƚƌŝďƵŶĂů ĂƌďŝƚƌĂů ŶŽ ƐĞ ƉƌŽŶƵŶĐŝĂ Ăů ƌĞƐƉĞĐƚŽ͘ Ŷ ĐŽŶƐĞĐƵĞŶĐŝĂ͕ ůŽƐ
 ĚĞƌĞĐŚŽƐ ĨƵŶĚĂŵĞŶƚĂůĞƐ Ă ůĂ ƉƌƵĞďĂ LJ Ă ůĂ ĚĞĨĞŶƐĂ͕ ƋƵĞ ĨŽƌŵĂŶ ƉĂƌƚĞ ĚĞů ĚĞďŝĚŽ ƉƌŽĐĞƐŽ ĐŽŶƐĂŐƌĂĚŽ ĞŶ Ğů
 ĂƌƚşĐƵůŽ ϭϯϵ ŝŶĐŝƐŽ ϯ ĚĞ ůĂ ŽŶƐƚŝƚƵĐŝſŶ͕ ĨƵĞƌŽŶ ǀŝŽůĞŶƚĂĚŽƐ ĚƵƌĂŶƚĞ Ğů ƚƌĄŵŝƚĞ ĂƌďŝƚƌĂů͕ ůŽ ƋƵĞ Ğů ĞƌĞĐŚŽ ŶŽ

 ĂĚŵŝƚĞLJĐŽŶůůĞǀĂĂůĂĚĞĐůĂƌĂĐŝſŶĚĞŶƵůŝĚĂĚĚĞůŽĂĐƚƵĂĚŽ͘



5(62/8&,Ð11Ô0(522&+2
/LPDFXDWURGH$EULO
'RVPLOGLHFLVLHWH

9,67262EVHUYiQGRVHODVIRUPDOLGDGHVSUHYLVWDVHQHO
DUWtFXOR ƒ GHO 7H[WR ÔQLFR 2UGHQDGR GH OD /H\ 2UJiQLFD GHO 3RGHU
-XGLFLDOFRQHOH[SHGLHQWHDUELWUDODODYLVWDLQWHUYLQLHQGRFRPRSRQHQWHOD
-XH]6XSHULRUGRFWRUD0DUFHOD$UULROD(VSLQR

, 2%-(72'(/5(&8562

9LHQH SDUD UHVROYHU HO UHFXUVR GH DQXODFLyQ IRUPXODGR FRQWUD HO ODXGR
DUELWUDOGHIHFKDGLHFLRFKRGH-XOLRGHODxRGRVPLOGLHFLVpLVFRQWHQLGDHQ
OD UHVROXFLyQ Q~PHUR GLHFLQXHYH HPLWLGR SRU PD\RUtD SRU HO 7ULEXQDO
$UELWUDOHQORVVLJXLHQWHVH[WUHPRV

PRIMERO: DECLARAR FUNDADA EN PARTE la pretensión de la demanda,
determinada en el primer punto controvertido, en consecuencia se deberá liquidar el
Contrato de Concesión, OTORGANDO a las partes el plazo de treinta (30) días hábiles
de consentido el laudo, para dicho fin; INFUNDADA el pago del monto de S/.
11’170,249.81 Nuevos Soles, por concepto de los servicios de guardianía, remolque y
grúa y ordenes de libertad, dejando a salvo el derecho de SERVICIOS INDUSTRIALES
LABARTHE S.A. a percibir ese monto, cuando se haga efectivo el retiro de los

1
Folios 484 a 525.
ϭ


vehículos por sus propietarios y obviamente con el pago de multas y derechos o en su
defecto al existir remate por la MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL CALLAO.
SEGUNDO: DECLARAR FUNDADA la pretensión de la demanda, determinada en el
segundo punto controvertido, en consecuencia se ordena a la MUNICIPALIDAD
PROVINCIAL DEL CALLAO, el traslado los vehículos internados en el Depósito
Oficial de Vehículos Municipal, que fueran administrados por SERVICIOS
INDUSTRIALES LABARTHE S.A. OTORGÁNDOSE el plazo de treinta (30) días
hábiles de consentido el laudo arbitral.
TERCERO: DECLARAR FUNDADA EN PARTE la pretensión de la demanda,
determinada en el tercer punto controvertido, en consecuencia la MUNICIPALIDAD
PROVINCIAL DEL CALLAO deberá pagar a favor de SERVICIOS INDUSTRIALES
LABARTHE S.A. los gastos de la administración de los depósitos, ascendente a la suma
de S/. 357,355.88 Nuevos Soles, hasta el 15 de setiembre de 2015, debiendo ser
actualizados hasta la fecha efectiva en que se retiren los vehículos internados en los
depósitos de SILASA.
CUARTO: DECLARAR FUNDADA la pretensión de la demanda, determinada en el
cuarto punto controvertido, en consecuencia la MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL
CALLAO cumpla con pagar la suma de S/. 3’303,050.80 Nuevos Soles, por concepto de
lucro cesante a favor de SERVICIOS INDUSTRIALES LABARTHE S.A. debiendo ser
actualizados hasta la fecha efectiva en que retiren los vehículos internados en los
depósitos de la empresa SERVICIOS INDUSTRIALES LABARTHE S.A.
(…)
SEXTO: DECLARAR INFUNDADA la reconvención presentada por la
MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL CALLAO, determinada en el sexto punto
controvertido.
SÉPTIMO: DISPONER que gastos arbitrales generados en el presente proceso serán
asumidos íntegramente por la MUNICIPALIDAD PROVINCIAL DEL CALLAO.

$Vt FRPR GH OD UHVROXFLyQ Q~PHUR YHLQWLGyV GH IHFKD WUHLQWD \ XQR GH
DJRVWRGHOGRVPLOGLHFLVpLVTXHUHVROYLy

PRIMERO: DECLARAR IMPROCEDENTE el pedido de interpretación interpuesto
por la Municipalidad Provincial del Callao, mediante escrito de fecha 27 de julio de
2016.
SEGUNDO: DEJAR CONSTANCIA que la resolución es suscrita por dos (02)
árbitros, en atención que el laudo arbitral ha sido emitido en mayoría.

,, )81'$0(1726'(/$'(0$1'$

2
Folios 546 a 555.
Ϯ




5HFXUVRGHDQXODFLyQGHODXGRDUELWUDO/D081,&,3$/,'$'3529,1&,$/
'(/&$//$2LQWHUSRQHUHFXUVRGHDQXODFLyQGHOODXGRDUELWUDOFRQIHFKD
YHLQWLQXHYHGH 6HWLHPEUH GHO DxR GRV PLO GLHFLVpLV DOHJD SULQFLSDOPHQWH OR
VLJXLHQWH


, 9XOQHUDFLyQDOGHUHFKRGHGHIHQVDDOGLVSRQHUVHHOFLHUUHGHODHWDSD
SUREDWRULD VLQ RWRUJDUOH OD RSRUWXQLGDG GH FRQWUDGHFLU ORV QXHYRV
PHGLRV SUREDWRULRV SUHVHQWDGRV SRU OD SDUWH GHPDQGDQWH HQ GLFKR
SURFHVR
,, 9XOQHUDFLyQ DO GHUHFKR GH OD SUXHED WRGD YH] TXH ORV PHGLRV
SUREDWRULRV TXH SUHVHQWy  D ILQ GH FRQWUDGHFLU ODV FRQVWDWDFLRQHV
QRWDULDOHVQRIXHURQDGPLWLGRVQLYDORUDGRVSRUHOWULEXQDODUELWUDO
,,, 9XOQHUDFLyQ DO GHUHFKR GH OD GHELGD PRWLYDFLyQ GH ODV UHVROXFLRQHV
SRU FXDQWR HO ODXGR DUELWUDO SUHVHQWD YLFLRV GH PRWLYDFLyQ LQWHUQD \
H[WHUQD3UHFLVDWUHVVXSXHVWRV
$ (O ODXGR LQGLFD TXH OD HPSUHVD VL FXPSOLy FRQ SUHVHQWDU ORV
GRFXPHQWRV H[LJLGRV SRU OD RUGHQDQ]D 1ƒ  VLQ
SUHVHQWDUXQDVRODSUXHEDTXHDFUHGLWHHOOR
% (O ODXGR HV FRQWUDGLFWRULR SRUTXH GH XQD SDUWH LQGLFD TXH OD
0XQLFLSDOLGDG  QR DGHXGD OD VXPD GH 6 · SRU
FRQFHSWRV GH JXDUGLDQtD UHPROTXH \ JU~D \ yUGHQHV GH
OLEHUWDG\SRURWURODGRRUGHQDDOD0XQLFLSDOLGDGHOSDJRGH
JDVWRVGHDGPLQLVWUDFLyQ
& 6H KD RWRUJDGR XQ PRQWR LQGHPQL]DWRULR VLQ PD\RU
MXVWLILFDFLyQ


&DXVDO 6H LQYRFD OD FRQILJXUDFLyQ GH ODV FDXVDO FRQWHQLGD HQ HO OLWHUDO E 
GHOQXPHUDOGHODUWtFXORGHO'HFUHWR/HJLVODWLYR1ƒ HQDGHODQWH
OD/H\ 

,,, &217(67$&,Ð1'(/$'(0$1'$



3
Folios 556 a 585.
ϯ


3RUHVFULWRSUHVHQWDGRFRQIHFKDYHLQWHGHHQHURGHODxRGRVPLOGLHFLVLHWH
OD SDUWH GHPDQGDGD FRQWHVWD OD GHPDQGD QHJiQGROD \ FRQWUDGLFLpQGROD
DOHJDQGRSULQFLSDOPHQWHORVLJXLHQWH

L 1R H[LVWH FDXVDO DOJXQD DUUHJODGD D /H\ TXH VH DGHFXH D ODV
SUHWHQVLRQHVGHODGHPDQGDQWH
LL 4XH FRQIRUPH D OD UHJOD  GHO $FWD GH ,QVWDODFLyQ HO 7ULEXQDO
$UELWUDO WHQLD OD SRWHVWDG GH FLWDU D DXGLHQFLD GH SUXHEDV  VL OR
FRQVLGHUDED QHFHVDULR \ HQ PHULWR D HOOR GHFUHWy HO FLHUUH GH OD
DFWXDFLyQGHPHGLRVSUREDWRULRVWRGDYH]TXHODVSUXHEDVDSRUWDGDV
HUDQGHFDUiFWHUGRFXPHQWDULR
LLL ORV DUJXPHQWRV GH OD GHPDQGDQWH FRQWLHQHQ DVSHFWRV VREUH
FXHVWLRQDPLHQWRV GH IRQGR TXH QR SXHGH VHU PDWHULD GH OD SUHVHQWH
GHPDQGDSRUORTXHGHEHVHUGHVHVWLPDGDHQWRGRVVXVH[WUHPRV

,9 5(680(1'(/352&(62$5%,75$/</2$&78$'2(16('(
 -8',&,$/

L 2EUD FRPR DFRPSDxDGR HO H[SHGLHQWH DUELWUDO HQ WUHV WRPRV 
FRUUHVSRQGLHQWHDOSURFHVRVHJXLGRSRU6(59,&,26,1'8675,$/(6
/$%$57+( 6$ FRQWUD OD  081,&,3$/,'$' 3529,1&,$/ '(/
&$//$2
LL &RQ IHFKD YHLQWLXQR GH DJRVWR GHO DxR GRV PLO TXLQFH VH LQVWDOy HO
7ULEXQDO $UELWUDO (Q GLFKR DFWR VH HVWDEOHFLHURQ ODV UHJODV
SURFHGLPHQWDOHVODFODVHGHDUELWUDMH GH'HUHFKR ODVHGHHOLGLRPD
\ODOH\DSOLFDEOH
LLL 3RUUHVROXFLyQQ~PHURGLHFLQXHYHGHIHFKDGLHFLRFKRGHMXOLRGHODxR
GRVPLOGLHFLVpLVVHHPLWLyHOODXGRPDWHULDGHLPSXJQDFLyQ
LY &RQ IHFKD YHLQWLQXHYH GH VHWLHPEUH GHO DxR GRV PLO GLHFLVpLV /D
081,&,3$/,'$' 3529,1&,$/ '(/ &$//$2 LQWHUSRQH UHFXUVR GH
DQXODFLyQ GHO ODXGR DUELWUDO HO TXH IXH  DGPLWLGR SRU UHVROXFLyQ
Q~PHURXQR


4
Folios 608 a 618.
5
Folios 23.
6
Folios 484 a 525.
7
Folios 586.
ϰ


Y 3RU HVFULWR SUHVHQWDGR FRQ IHFKD YHLQWH GH HQHUR GHO DxR GRV PLO
GLHFLVLHWH OD SDUWH GHPDQGDGD FRQWHVWD OD GHPDQGD QHJiQGROD \
FRQWUDGLFLpQGROD
YL 3RUUHVROXFLyQQ~PHURFXDWURVHWLHQHSRUFRQWHVWDGDODGHPDQGD\
VHSURFHGLyDILMDUIHFKDGHODYLVWDGHODFDXVD
YLL &RQ IHFKD FXDWUR GH DEULO GHO SUHVHQWH DxR VH OOHYy D FDER OD YLVWD
SURJUDPDGD TXHGDQGR OD FDXVD OLVWD SDUD OD HPLVLyQ GH HVWH
SURQXQFLDPLHQWR


 &216,'(5$1'2


35,0(52(QSULPHUOXJDUVHGHEHGHOLPLWDUHOQLYHOGHDFWXDFLyQGH
HVWH yUJDQR MXULVGLFFLRQDO HO FXDO VyOR SXHGH SURQXQFLDUVH UHYLVDQGR OD
YDOLGH]GHOODXGRSRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDVHQHODUWtFXOR
 UHVROYLHQGR OD YDOLGH] R OD QXOLGDG GHO ODXGR HVWDQGR SURKLELGR EDMR
UHVSRQVDELOLGDGODUHYLVLyQGHOIRQGRGHODFRQWURYHUVLDDVtORVHxDODHO
DUWtFXOR  GHO 'HFUHWR /HJLVODWLYR  (Q HO PLVPR VHQWLGR /('(60$
1$59$(= ©3RU PHGLR GHO UHFXUVR GH DQXODFLyQ QR HV SRVLEOH GLVFXWLU ORV
IXQGDPHQWRVGHOODXGRQLHODFLHUWRGHVXVGLVSRVLFLRQHVSRUTXHQRVH
WUDQVILHUH DO WULEXQDO UHYLVRU OD IDFXOWDG GH GHFLGLU TXH HV H[FOXVLYD GH ORV
iUELWURVSRUTXHODVSDUWHVKDQTXHULGRSUHFLVDPHQWHH[FOXLUDORVWULEXQDOHV
GHLQWHUYHQFLyQTXHVRORDSDUHFHMXVWLILFDGDSDUDJDUDQWL]DUHOFXPSOLPLHQWR
GH XQDV JDUDQWtDV PtQLPDV TXH VRQ SUHFLVDPHQWH ODV TXH WUDWDQ GH
VDOYDJXDUGDU ORV PRWLYRV SRU ORV TXH SXHGHQ LQWHUSRQHUVHª VXEUD\DGR \
QHJULWDQXHVWUD 

 $ FRQWLQXDFLyQ VH SURFHGH D DEVROYHU HQ IRUPD FRQMXQWD ORV DJUDYLRV
IRUPXODGRVSRUODSDUWHGHPDQGDQWHFRPRORVDUJXPHQWRVH[SXHVWRVSRUOD
SDUWH GHPDQGDGD (Q SULPHU WpUPLQR VH HPSH]DUi D DQDOL]DU ORV DJUDYLRV
UHIHUHQWHVDOGHUHFKRGHGHIHQVD\SUXHED


5(63(&72'(/$&$86$/´%µ


8
Folios 608 a 618.
9
Folios 619.
10
LEDESMA NARVAEZ, Marianella. Laudos Arbitrales y Medios Impugnatorios. En: Cuadernos
Jurisprudenciales, Gaceta Jurídica, Lima, Noviembre 2005.
ϱ


6(*81'2(QHOSUHVHQWHFDVRODGHPDQGDQWHDOHJDDIHFWDFLyQDOGHELGR
SURFHVRHQFXDGUDVXSUHWHQVLyQHQODFDXVDOHVWDEOHFLGDHQHOOLWHUDOE GHO
LQFLVRGHODUWtFXORGHOD/H\HQHOVLJXLHQWHH[WUHPR

´(O ODXGR VROR SRGUi VHU DQXODGR FXDQGR OD SDUWH TXH VROLFLWD OD DQXODFLyQ
DOHJXH\SUXHEH
« 
E4XHQRKDSRGLGRSRUFXDOTXLHURWUDUD]yQKDFHUYDOHUVXVGHUHFKRV
« µ

(VWD FDXVDO GHEH FRPSUHQGHUVH GH PRGR VLVWHPiWLFR FRQ ORHVWDEOHFLGRHQ
OD'pFLPD6HJXQGD'LVSRVLFLyQ&RPSOHPHQWDULDGHOD/H\

'pFLPD6HJXQGD$FFLRQHVGHJDUDQWtD
´3DUDHIHFWRVGHORGLVSXHVWRHQHOLQFLVRGHODUWtFXORGHO&yGLJR3URFHVDO
&RQVWLWXFLRQDOVH HQWLHQGHTXHHOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHOODXGRHV XQD
YtD HVSHFtILFD H LGyQHD SDUD SURWHJHU FXDOTXLHU GHUHFKR FRQVWLWXFLRQDO
DPHQD]DGR R YXOQHUDGR HQ HO FXUVR GHO DUELWUDMH R HQ HO ODXGRµ QHJULWD
QXHVWUD 

$OUHIHULUVHHOOLWHUDO´EµGHOLQFLVRGHODUWGHOD/H\DODQRSRVLELOLGDG
GH DOJXQD GH ODV SDUWHV GH KDFHU YDOHU VXV GHUHFKRV FRPR FDXVDO GH
DQXODFLyQGHOODXGRDUELWUDOORHQPDUFDGHQWURGHODSURWHFFLyQGHGHUHFKRV
FRQVWLWXFLRQDOHV SDUWLFXODUPHQWH HO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR VLQ TXH
HOOR LPSRUWH HQ PRGR DOJXQR OD UHYLVLyQ GHO IRQGR GH OD FRQWURYHUVLD QL HO
UD]RQDPLHQWRVHJXLGRSRUHO7ULEXQDO$UELWUDOSXHVHOUHFXUVRGHDQXODFLyQ
GHODXGRQRHVXQDLQVWDQFLDGDGRTXHODVSDUWHVVHKDQVRPHWLGRGHPRGR
YROXQWDULR\H[SUHVRDODMXULVGLFFLyQDUELWUDO

$OUHVSHFWRVHKDVHxDODGRTXH



11
“El principio de interdicción de la arbitrariedad es uno inherente a los postulados esenciales de un Estado
constitucional democrático y a los principios y valores que la propia Constitución incorpora; de allí que, si bien la
autonomía de la jurisdicción arbitral tiene consagración constitucional, no lo es menos que, como cualquier
particular, se encuentra obligada a respetar los derechos fundamentales, en el marco vinculante del derecho al
debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva (artículo 139° de la Constitución); por cuanto, si así no
ocurriese, será nulo y punible todo acto que prohíba o limite al ciudadano el ejercicio de sus derechos, de
conformidad con el artículo 31° in fine de la Carta Fundamental. Si ocurriese lo contrario, la autonomía conferida
al arbitraje devendría en autarquía, lo que equivaldría a sostener que los principios y derechos constitucionales no
resultan vinculantes.” (STC exp. 6167-2005-PHC/TC).
ϲ


´&RPR KD GLFKR OD MXULVSUXGHQFLD HVSDxROD GHEH WHQHUVH HQ FXHQWD TXH HO
FDUiFWHU DQWLIRUPDOLVWD GHO SURFHGLPLHQWR DUELWUDO REOLJD D FRQILJXUDU « 
HVWDFDXVDOGHQXOLGDG « FRQXQDSHUVSHFWLYDPiVVXVWDQFLDOTXHIRUPDO
SXHV OR TXH VH JDUDQWL]D QR HV OD SURWHFFLyQ GH XQ LQWHUpV ULWXDULR VLQR GH
FLHUWRV GHUHFKRV FRQVWLWXFLRQDOHV FX\R FRQWHQLGR PtQLPR R HVHQFLDO HV
LQYLRODEOHHQFXDOTXLHUiPELWRMXUtGLFRµ

'HEHUHFRUGDUVHTXHHOVRPHWLPLHQWRDDUELWUDMHSRUODVSDUWHVHVYROXQWDULR
\TXHHODUELWUDMHHVXQWLSRGHMXULVGLFFLyQ HVWDEOHFLGDHQOD&RQVWLWXFLyQ 
FRQ UHJODV SURSLDV GLVWLQWDV DO SURFHVR MXGLFLDO \ TXH HO UHFXUVR GH
DQXODFLyQ FRQVWLWX\H OD ~QLFD YtD GH LPSXJQDFLyQ GHO ODXGR WHQLHQGR SRU
REMHWRODUHYLVLyQGHVXYDOLGH]SRUODVFDXVDOHVWD[DWLYDPHQWHHVWDEOHFLGDV
HQHODUWtFXORGHOD/H\

$Vt VH HQFXHQWUD SURKLELGR SURQXQFLDUVH UHVSHFWR GHO IRQGR GH OD
FRQWURYHUVLD R GHO FRQWHQLGR GH OD GHFLVLyQ R FDOLILFDU ORV FULWHULRV
PRWLYDFLRQHVRLQWHUSUHWDFLRQHVH[SXHVWDVSRUHOWULEXQDODUELWUDO

'HELGRSURFHVR
7(5&(52(ODUWtFXORGHOD&RQVWLWXFLyQ3ROtWLFDGHO3HU~VHxDOD´/D
SRWHVWDG GH DGPLQLVWUDU MXVWLFLD HPDQD GHO SXHEOR \ VH HMHUFH SRU HO
3RGHU -XGLFLDO D WUDYpV GH VXV yUJDQRV MHUiUTXLFRV FRQ DUUHJOR D OD
&RQVWLWXFLyQ \ D ODV OH\HVµ HO PLVPR TXH GHEH VHU FRQFRUGDGR FRQ HO
DUWtFXORGHODPLVPDQRUPDIXQGDPHQWDOTXHHVWDEOHFH´/DXQLGDG
\ H[FOXVLYLGDG GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDOµ SUHFLVDQGR GLFKD QRUPD


12
CANTUARIAS SALAVERRY, citado por AVENDAÑO VALDEZ, Juan Luis. En: Comentarios a la Ley
Peruana de Arbitraje, Lima T. I, pp. 699 a 670.
13
“Artículo 63.- Causales de anulación.
1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación alegue y pruebe:
a. Que el convenio arbitral es inexistente, nulo, anulable, inválido o ineficaz.
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento de un árbitro o de las actuaciones
arbitrales, o no ha podido por cualquier otra razón, hacer valer sus derechos.
c. Que la composición del tribunal arbitral o las actuaciones arbitrales no se han ajustado al acuerdo entre las
partes o al reglamento arbitral aplicable, salvo que dicho acuerdo o disposición estuvieran en conflicto con una
disposición de este Decreto Legislativo de la que las partes no pudieran apartarse, o en defecto de dicho acuerdo o
reglamento, que no se han ajustado a lo establecido en este Decreto Legislativo.
d. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias no sometidas a su decisión.
e. Que el tribunal arbitral ha resuelto sobre materias que, de acuerdo a ley, son manifiestamente no susceptibles
de arbitraje, tratándose de un arbitraje nacional.
f. Que según las leyes de la República, el objeto de la controversia no es susceptible de arbitraje o el laudo es
contrario al orden público internacional, tratándose de un arbitraje internacional.
g. Que la controversia ha sido decidida fuera del plazo pactado por las partes, previsto en el reglamento arbitral
aplicable o establecido por el tribunal arbitral.
(…)”.
ϳ


´1R H[LVWH QL SXHGH HVWDEOHFHUVH MXULVGLFFLyQ DOJXQD LQGHSHQGLHQWH
FRQH[FHSFLyQGHODPLOLWDU\DUELWUDOµ ODQHJULWDHVQXHVWUD 

&8$572 /D QDWXUDOH]D GH MXULVGLFFLyQ LQGHSHQGLHQWH GHO DUELWUDMH
QR VLJQLILFD TXH HVWDEOH]FD HO HMHUFLFLR GH VXV DWULEXFLRQHV FRQ
LQREVHUYDQFLD GH ORV SULQFLSLRV FRQVWLWXFLRQDOHV TXH LQIRUPDQ OD
DFWLYLGDG GH WRGR yUJDQR TXH DGPLQLVWUD MXVWLFLD WDOHV FRPR HO GH
LQGHSHQGHQFLD H LPSDUFLDOLGDG GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO DVt FRPR ORV
SULQFLSLRV \ GHUHFKRV GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO (Q SDUWLFXODU HQ WDQWR
MXULVGLFFLyQ QR VH HQFXHQWUD H[FHSWXDGD GH REVHUYDU GLUHFWDPHQWH
WRGDV DTXHOODV JDUDQWtDV TXH FRPSRQHQ HO GHUHFKR DO GHELGR SURFHVR
ODQHJULWDHVQXHVWUR 

48,172 (Q FRQVHFXHQFLD VH SXHGH GHFLU TXH HO $UELWUDMH HV XQD IRUPD
KHWHURFRPSRVLWLYD DOWHUQDWLYD GH VROXFLyQ GH FRQIOLFWRV FRQ UDQJR
FRQVWLWXFLRQDO VLQ HPEDUJR FRPR KD VHxDODGR QXHVWUR 7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO HVWH WLSR GH SURFHVR QR VH HQFXHQWUD GHVOLJDGR GH ORV
SULQFLSLRV\JDUDQWtDVFRQVWLWXFLRQDOHVSUHYLVWDVHQODQRUPDIXQGDPHQWDO
ODVFXDOHVGHEHQUHVSHWDUVH\FXPSOLUVH\HQHVSHFLDOODVUHJODVGHOGHELGR
SURFHVR

6(;72 (O DUWtFXOR  GH OD &RQVWLWXFLyQ HVWDEOHFH FRPR GHUHFKR GH
WRGR MXVWLFLDEOH \ SULQFLSLR GH OD IXQFLyQ MXULVGLFFLRQDO OD REVHUYDQFLD GHO
GHELGR SURFHVR 'LFKR DWULEXWR D WHQRU GH OR TXH HVWDEOHFH QXHVWUD
MXULVSUXGHQFLDDGPLWHGRVGLPHQVLRQHVXQDIRUPDORSURFHGLPHQWDO\RWUD
GH FDUiFWHU VXVWDQWLYR R PDWHULDO 0LHQWUDV TXH HQ OD SULPHUD GH ODV
VHxDODGDVHVWiFRQFHELGRFRPRXQGHUHFKRFRQWLQHQWHTXHDEDUFDGLYHUVDV
JDUDQWtDV \ UHJODV TXH JDUDQWL]DQ XQ HVWiQGDU GH SDUWLFLSDFLyQ MXVWD R
GHELGD GXUDQWH OD VHFXHOD R GHVDUUROOR GH WRGR WLSR GH SURFHGLPLHQWR VHD
HVWH MXGLFLDO DGPLQLVWUDWLYR FRUSRUDWLYR SDUWLFXODU R GH FXDOTXLHU RWUD
tQGROH HQODVHJXQGDGHVXVGLPHQVLRQHVH[LJHTXHORVSURQXQFLDPLHQWRVR
UHVROXFLRQHVFRQORVTXHVHSRQHWpUPLQRDWRGRWLSRGHSURFHVRUHVSRQGDQ


14
Expediente N° 6167-2005-PHC/TC, fundamento 9.
ϴ


DXQUHIHUHQWHPtQLPRGHMXVWLFLDRUD]RQDELOLGDGGHWHUPLQDGRFRQVXMHFLyQ
DVXUHVSHWRSRUORVGHUHFKRV\YDORUHVFRQVWLWXFLRQDOHV

5HVSHFWRDORVÌWHPVL\LL
6e7,02 (O GHPDQGDQWH KD LQGLFDQGR TXH DO GLVSRQHUVH HO FLHUUH GH OD
HWDSDSUREDWRULDSRUUHVROXFLyQQ~PHURRQFHVHKDYXOQHUDGRORVGHUHFKRV
GHGHIHQVD \ GHOD SUXHED SRU OR TXHHVWH &ROHJLDGR SURFHGHUiD KDFHUHO
DQiOLVLV GH HVWRV GRV GHUHFKRV IXQGDPHQWDOHV \ JDUDQWtDV MXULVGLFFLRQDOHV
FRQORGHQXQFLDGRSRUHOGHPDQGDQWH\ORDFRQWHFLGRHQHOSURFHVRDUELWUDO

'HUHFKRGHGHIHQVD
2&7$92 3RU RWUR ODGR WHQHPRV TXH HO LQFLVR  GHO  DUWtFXOR  GH
QXHVWUD &RQVWLWXFLyQ HVWDEOH ¶¶(O SULQFLSLR GH QR VHU SULYDGR GHO
GHUHFKR GH GHIHQVD HQ QLQJ~Q HVWDGR GHO SURFHVR « µ (O GHUHFKR GH
GHIHQVD HV HVHQFLDO HQ WRGR RUGHQDPLHQWR MXUtGLFR PHGLDQWH pO VH SURWHJH
XQDSDUWHPHGXODUGHOGHELGRSURFHVR/DVSDUWHVHQMXLFLRGHEHQHVWDUHQ
ODSRVLELOLGDGMXUtGLFD\IiFWLFDGHVHUGHELGDPHQWHFLWDGDVRtGDV\YHQFLGDV
PHGLDQWH SUXHED HYLGHQWH \ HILFLHQWH (O GHUHFKR GH GHIHQVD JDUDQWL]D TXH
HOOR VHD DVt HV GHFLU TXH QLQJXQD GH ODV SDUWHV TXHGH HQ LQGHIHQVLyQ
GXUDQWH HO GHVDUUROOR GHO SURFHVR HO FXDO QR VyOR VH UHVWULQJH DO iPELWR
MXGLFLDOVLQRTXHHVDSOLFDEOHDORVRWURVIXHURVMXULVGLFFLRQDOHV

129(12 (O GHUHFKR D QR TXHGDU HQ HVWDGR GH LQGHIHQVLyQ VH FRQFXOFD
FXDQGR D ORV WLWXODUHV GH ORV GHUHFKRV H LQWHUHVHV OHJtWLPRV VH OHV LPSLGH
HMHUFHU ORV PHGLRV OHJDOHV VXILFLHQWHV SDUD VX GHIHQVD SHUR QR FXDOTXLHU
LPSRVLELOLGDGGHHMHUFHUHVWRVPHGLRVSURGXFHXQHVWDGRGHLQGHIHQVLyQTXH
DWHQWD FRQWUDHO FRQWHQLGR FRQVWLWXFLRQDOPHQWH SURWHJLGR GHO GHUHFKR VLQR
TXH HV FRQVWLWXFLRQDOPHQWH UHOHYDQWH FXDQGR VH JHQHUD XQD LQGHELGD \
DUELWUDULD DFWXDFLyQ GHO yUJDQR TXH LQYHVWLJD R MX]JD DO LQGLYLGXR (VWH
KHFKRVHSURGXFHFXDQGRDOMXVWLFLDEOHVHOHLPSLGHGHPRGRLQMXVWLILFDGR
DUJXPHQWDUDIDYRUGHVXVGHUHFKRVHLQWHUHVHVOHJtWLPRV

'HUHFKRD/D3UXHED

15
Expediente N.° 04509-2011-PA/TC fundamento N° 3
16
BERNALES BALLESTEROS, Enrique. La Constitución de 1993. Análisis comparado. Constitución y
Sociedad. ICS. ORE EDITORA RAO S.R.L. Tercera edición. Lima, 1997. Pág. 656.
17
EXP. N.° 01147-2012-PA/TC fundamento N° 16.
ϵ


'e&,02 5HVSHFWR DO GHUHFKR D OD SUXHED HO 7ULEXQDO &RQVWLWXFLRQDO  KD
VHxDODGR ´6H WUDWD GH XQ GHUHFKR FRPSOHMR TXH HVWi FRPSXHVWR SRU HO
GHUHFKR D RIUHFHU PHGLRV SUREDWRULRV TXH VH FRQVLGHUHQ QHFHVDULRV D TXH
HVWRV VHDQ DGPLWLGRV DGHFXDGDPHQWHDFWXDGRV TXH VH DVHJXUH OD
SURGXFFLyQRFRQVHUYDFLyQGHODSUXHEDDSDUWLUGHODDFWXDFLyQDQWLFLSDGD
GHORVPHGLRVSUREDWRULRV\TXHHVWRVVHDQYDORUDGRVGHPDQHUDDGHFXDGD
\ FRQ OD PRWLYDFLyQ GHELGD FRQ HO ILQ GH GDUOH HO PpULWR SUREDWRULR TXH
WHQJDQHQODVHQWHQFLD/DYDORUDFLyQGHODSUXHEDGHEHHVWDUGHELGDPHQWH
PRWLYDGDSRUHVFULWRFRQODILQDOLGDGGHTXHHOMXVWLFLDEOHSXHGDFRPSUREDU
VLGLFKRPpULWRKDVLGRHIHFWLYD\DGHFXDGDPHQWHUHDOL]DGRµ

'e&,0235,0(52(VGHYHUVHGHOH[SHGLHQWHDUELWUDOTXH


ƒ 3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR GLH] GH IHFKD GLHFLQXHYH GH HQHUR GHO DxR
GRV PLO GLHFLVpLV VH GLVSXVR UHTXHULU D 6HUYLFLRV ,QGXVWULDOHV
/DEDUWKH6$FXPSODFRQSUHVHQWDUODFRQVWDQFLDQRWDULDOUHVSHFWR
DORVGHSyVLWRVGHQRPLQDGRV$\DFXFKR\9HQWDQLOOD
ƒ 3RU HVFULWR GH IHFKD YHLQWLFLQFR GH HQHUR GHO GRV PLO GLHFLVpLV
SUHVHQWDGR SRU 6HUYLFLRV ,QGXVWULDOHV /DEDUWKH 6$ FXPSOH FRQ
UHPLWLUODGRFXPHQWDFLyQVROLFLWDGD
ƒ 3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR RQFH VH GLVSXVR SRU FXPSOLGR HO
UHTXHULPLHQWR GH OR VROLFLWDGR SRU UHVROXFLyQ Q~PHUR GLH] D
FRQRFLPLHQWRGHODRWUDSDUWH\RUGHQyHOFLHUUHGHODDFWXDFLyQGH
PHGLRVSUREDWRULRV
ƒ 3RUHVFULWRGHIHFKDYHLQWLFXDWURGHIHEUHURGHOGRVPLOGLHFLVpLVOD
081,&,3$/,'$' 3529,1&,$/ '(/ &$//$2 IRUPXOD UHFXUVR GH
UHFRQVLGHUDFLyQ FRQWUD OD UHVROXFLyQ Q~PHUR RQFH OD TXH SRU
UHVROXFLyQ Q~PHUR GRFH IXH SXHVWD HQ FRQRFLPLHQWR GH OD RWUD
SDUWH
ƒ 3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR FDWRUFH VH GLVSXVR GHFODUDU LQIXQGDGD OD
UHFRQVLGHUDFLyQIRUPXODGDSRUOD081,&,3$/,'$'3529,1&,$/'(/
&$//$2 \ RWRUJy XQ SOD]R GH FLQFR GtDV KiELOHV D OD

18
Exp. N.º 6712-2005-HC/TC, f. 15
19
Folios 639 a 640 expediente arbitral.
20
Folios 642 a 700 expediente arbitral.
21
Folios 703 a 704 expediente arbitral.
22
Folios 705 a 709 expediente arbitral.
23
Folios 717 a 718 expediente arbitral.
24
Folios 747 a 748 expediente arbitral.
ϭϬ


081,&,3$/,'$' 3529,1&,$/ '(/ &$//$2 SDUD TXH H[SUHVH OR
FRQYHQLHQWHDVXGHUHFKR
ƒ 3RU HVFULWR GH IHFKD VHLV GH DEULO GHO GRV PLO GLHFLVpLV OD
0XQLFLSDOLGDG 3URYLQFLDO GHO &DOODR H[SUHVD OR FRQYHQLHQWH D VX
GHUHFKR \ RIUHFH QXHYRV PHGLRV SUREDWRULRV 3RU UHVROXFLyQ
Q~PHUR GLHFLVpLV VH GLVSXVR WHQHU SUHVHQWH HO HVFULWR GH OD
0XQLFLSDOLGDG \ SRQHU D FRQRFLPLHQWR GH 6HUYLFLRV ,QGXVWULDOHV
/DEDUWKH6$
ƒ 3RUHVFULWRGHIHFKDGLHFLRFKRGHDEULOGHOGRVPLOGLHFLVpLV6HUYLFLRV
,QGXVWULDOHV /DEDUWKH 6$ DEVXHOYH OR UHTXHULGR SRU UHVROXFLyQ
Q~PHURGLHFLVpLV
ƒ 3RU UHVROXFLyQ Q~PHUR GLHFLVLHWH VH UHVROYLy WHQHU SRU DEVXHOWR HO
FRQRFLPLHQWR \ VHJXLGDPHQWH VH SURFHGLy D VHxDODU HO SOD]R SDUD
ODXGDU


'(&,02 6(*81'2 (V HYLGHQWH TXH ´HO FLHUUH GH OD DFWXDFLyQ GH PHGLRV
SUREDWRULRVµGHFODUDGDSRUODUHIHULGDUHVROXFLyQQ~PHURRQFHLPSOLFDEDHO
DJRWDPLHQWR GH OD HWDSD SUREDWRULD HQ HVWD YtD DUELWUDO SRU OR WDQWR DO
SUHFOXLU HVWD HWDSD QR FDEH TXH VH UHLQLFLH (Q HIHFWR HO SULQFLSLR GH
SUHFOXVLyQ VH IXQGD HQ HO KHFKR GH TXH ODV GLYHUVDV HWDSDV GHO SURFHVR VH
GHVDUUROODQHQIRUPDVXFHVLYDPHGLDQWHODFODXVXUDGHILQLWLYDGHFDGDXQD
GH HOODV LPSLGLpQGRVH HO UHJUHVR D PRPHQWRV SURFHVDOHV \D H[WLQJXLGRV \
FRQVXPDGRV WDOHV PRPHQWRV VRQ ´PRPHQWRV R SHULRGRV IXQGDPHQWDOHV
TXH DOJXQRV KDQ FDOLILFDGR GH FRPSRUWDPLHQWRV HVWDQFRV HQ ORV FXDOHV VH
UHSDUWH HO HMHUFLFLR GH OD DFWLYLGDG GH ODV SDUWHV \ GHO MXH] GH PDQHUD TXH
GHWHUPLQDGRVDFWRVGHEHQFRUUHVSRQGHUDGHWHUPLQDGRVSHULRGRVIXHUDGHO
FXDOQRSXHGHQVHUHMHUFLWDGRV\VLVHHMHFXWDQQRWLHQHQYDORUµ


'(&,02 7(5&(52 (Q HVWH FDVR OD 0XQLFLSDOLGDG 3URYLQFLDO GHO &DOODR
SODQWHy UHFXUVR GH UHFRQVLGHUDFLyQ FRQWUD OD UHVROXFLyQ Q~PHUR RQFH TXH
RUGHQRHOFLHUUHGHODDFWXDFLyQGHPHGLRVSUREDWRULRV DORTXHQRREVWDQWH
GHVHVWLPDUVHORSODQWHDGR\VLQMXVWLILFDFLyQDOJXQDVHFRQFHGLyXQSOD]RGH
FLQFRGtDVKiELOHVSDUDTXHOD0XQLFLSDOLGDG´H[SUHVHORFRQYHQLHQWHµHVWR
HVGHPDQHUDFRQWUDGLFWRULDVHUHVXHOYHVLVHGHFODUyLQIXQGDGDHOUHFXUVR
LQWHUSXHVWR \D QR FDEtD FRQFHGHU WDO SOD]R VLWXDFLyQ TXH SHUPLWLy TXH OD
0XQLFLSDOLGDG  SUHVHQWDUD XQ HVFULWR RIUHFLHQGR ´QXHYRV PHGLRV


25
Folios 761 a 964 expediente arbitral.
26
Folios 965 expediente arbitral.
27
Folios 1094 a 1095expediente arbitral.
28
DEVIS ECHANDIA, Hernando. Teoría General del Proceso, T.I, Ed. Universidad, Buenos Aires,
1984, p. 37 -38.
ϭϭ


SUREDWRULRVµ TXH FRUULGR WUDVODGR \ DEVXHOWR QR PHUHFLy SURQXQFLDPLHQWR
DOJXQR GHO WULEXQDO DUELWUDO UHVROXFLyQ Q~PHUR GLHFLVLHWH  VH ODXGy VLQ
HPLWLU UHVSXHVWD D XQ SHGLGR FODUR \ H[SUHVR GH OD UHFXUUHQWH SURSLFLDGR
SRUHOPLVPRWULEXQDODUELWUDO


'(&,02 &8$572 DQWH OR H[SXHVWR HVWH &ROHJLDGR DGYLHUWH GRV YLFLRV
SURFHVDOHVHQHOWUiPLWHDUELWUDOTXHFRQWUDYLHQHQHOGHELGRSURFHVR

 6HGHFODUDLQIXQGDGRHOUHFXUVRGHUHFRQVLGHUDFLyQSODQWHDGRSRUOD
0XQLFLSDOLGDG 3URYLQFLDO GHO &DOODR \ FRQWUDGLFWRULDPHQWH VH
FRQFHGHFLQFR  GtDVSDUDTXHHVWDSDUWHH[SUHVHORFRQYHQLHQWH

 /D 0XQLFLSDOLGDG 3URYLQFLDO GHO &DOODR FXPSOH FRQ H[SUHVDU OR


SHUWLQHQWH \ SUHVHQWD QXHYRV PHGLRV GH SUXHED VH FRUUH WUDVODGR D
OD SDUWH FRQWUDULD pVWD DEVXHOYH \ HO WULEXQDO DUELWUDO QR VH
SURQXQFLDDOUHVSHFWR


'(&,02 48,172 (Q FRQVHFXHQFLD ORV GHUHFKRV IXQGDPHQWDOHV D OD


SUXHED\DODGHIHQVDTXHIRUPDQSDUWHGHOGHELGRSURFHVRFRQVDJUDGRHQ
HO DUWtFXOR  LQFLVR  GH OD &RQVWLWXFLyQ IXHURQ YLROHQWDGRV GXUDQWH HO
WUiPLWHDUELWUDOORTXHHO'HUHFKRQRDGPLWH\FRQOOHYDDODGHFODUDFLyQGH
QXOLGDG GH OR DFWXDGR 3RU WDQWR OR DOHJDGR SRU OD UHFXUUHQWH GHEH
HVWLPDUVH

5HVSHFWRDOtWHPLLL

'e&,02 6(;72 5HVSHFWR D HVWH H[WUHPR SRU HO FXDO HO GHPDQGDQWH
GHQXQFLD OD IDOWD GH  PRWLYDFLyQ GHO ODXGR VH SUHFLVD TXH KDELpQGRVH
HVWDEOHFLGR TXH ODV DIHFWDFLRQHV DO GHELGR SURFHVR OR TXH HYLGHQWHPHQWH
YLFLDODGHFLVLyQGHILQLWLYDLQFXUULHQGRpVWDHQQXOLGDGLQVXEVDQDEOHSRUOR
TXH FDUHFH GH REMHWR KDFHU PD\RU UHIHUHQFLD \ DQiOLVLV UHVSHFWR D HVWH
H[WUHPRDOHJDGR

3RUHVWDVFRQVLGHUDFLRQHV
6(5(68(/9(


'(&/$5$5
)81'$'2(13$57(HOUHFXUVRGHDQXODFLyQGHOODXGRDUELWUDOGHIHFKD
GLHFLRFKR GH -XOLR GHO DxR GRV PLO GLHFLVpLV FRQWHQLGD HQ OD UHVROXFLyQ
Q~PHURGLHFLQXHYHUHVSHFWRGHODFDXVDO´EµGHODUWtFXORGHO'HFUHWR


29
Folios 484 a 525.
ϭϮ


/HJLVODWLYR 1ƒ  DVt FRPR GH OD UHVROXFLyQ Q~PHUR YHLQWLGyV \
25'(1$521 DO 7ULEXQDO $UELWUDO H[SHGLU QXHYR /DXGR FRQIRUPH D OR
GHWDOODGR HQ ODV FRQVLGHUDFLRQHV SUHFHGHQWHV UHVSHFWR DO tWHP L \ LL GH ORV
IXQGDPHQWRVGHODGHPDQGD
&$5(&( '( 2%-(72 HPLWLU SURQXQFLDPLHQWR UHVSHFWR DO tWHP LLL GH ORV
IXQGDPHQWRVGHODGHPDQGD

1RWLItTXHVHFRQIRUPHDOH\



5266(//0(5&$'2     $55,2/$(63,12


5,9(5$*$0%2$


30
Folios 546 a 555.
ϭϯ


CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA
SEGUNDA SALA CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL

La determinación de una obligación de pago solidario de


costas y costos arbitrales requiere motivación de la
existencia de la regla de solidaridad pasiva, con fuente
legal o contractual, conforme al artículo 1183 del Código
Civil, y no puede justificarse en la sola calidad procesal
de ser la parte vencida.

EXPEDIENTE : Nro. 361-2016


DEMANDANTE : ORGANISMO SUPERVISOR DE LA INVERSIÓN
EN
INFRAESTRUCTURA DE TRANPORTE DE USO
PUBLICO-OSITRAN
DEMANDADA : CESEL SA y MINISTERIO DE TRANSPORTES Y
COMUNICACIONES-MTC
MATERIA : ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.

RESOLUCIÓN NÚMERO OCHO


Lima, veinte de marzo
del año dos mil diecisiete.-

VISTOS:
Con el expediente arbitral que en diez tomos y 10,245 fojas de copias simples se tiene
a la vista. Interviniendo como ponente el señor Juez Superior Rivera Gamboa.

RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO ARBITRAL.


El ORGANISMO SUPERVISOR DE LA INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURA DE
TRANSPORTE DE USO PÚBLICO (en adelante OSITRAN) interpone A fojas 208/ y
siguientes, recurso de anulación contra el laudo arbitral expedido por resolución 61 de
fecha 30 de junio de 2016, emitido y suscrito en mayoría por el tribunal arbitral
conformado por los señores Franz Kundmüller Caminiti y Carlos José Deustua
Landazuri, en el proceso arbitral que siguió en su contra la empresa CESEL SA.

PRETENSIÓN PROCESAL. Se solicita que se declare la nulidad total del laudo


arbitral referido, por haber sido emitido, según se indica, en contravención de lo

1
previsto en el literal b) del inciso 1 del artículo 63 del Decreto Legislativo 1071
(Decreto Legislativo que norma el Arbitraje).

FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE ANULACION.


La pretensión nulificante se sustenta en los siguientes argumentos:

1. El Tribunal Arbitral resolvió en mayoría la controversia perjudicando los


intereses de OSITRAN, quien no pudo hacer valer sus derechos al no
haber sido tomados en cuenta nuestros argumento ni nuestros medios
probatorios, “imprescindibles ambos al momento de laudar”.

2. El Tribunal Arbitral en mayoría no analizó en la parte considerativa del laudo y


menos en la parte resolutiva se ha señalado si los obligados al pago era
solo uno (MTC) o si eran ambos (MTC y OSITRAN).

3. En la resolución 64 que resuelve el recurso de interpretación e integración del


laudo, se señala que tanto el MTC como el OSITRAN son la parte
demandada en ese arbitraje y por ende solidariamente responsables en lo
que concierne al pago de lo ordenado en el laudo, sin embargo, no existe
análisis (ni en el laudo ni en la resolución 64) respecto a que dicha
solidaridad se encontraba establecida en la ley o en el contrato.

ABSOLUCIÓN DEL RECURSO DE ANULACIÓN DE LAUDO.


Por escrito presentado a fojas 264 y siguientes con fecha 03 de enero de 2017 CESEL
S.A. contestó la demanda, solicitando se declare infundado el recurso de anulación,
manifestando que:

1. En el presente caso el demandante intenta la revisión del fondo de lo resuelto en el


arbitraje y pretende cuestionar la interpretación de los árbitros sobre los pagos
mayores por diversos conceptos y los obligados a dichos pagos, cuestiones que ya
fueron analizadas por el tribunal arbitral.
2. Mediante el recurso de apelación encubierto, la demandante busca que la Sala
efectúe un nuevo análisis del fondo de la controversia alegando la supuesta
deficiente motivación del laudo como sustento de la también supuesta infracción al
debido proceso.

2
3. La motivación que contiene el laudo es producto de un razonamiento correcto que
no responde a la arbitrariedad de los árbitros por lo que nos encontramos frente a
una pretensión que inexplicablemente busca quebrantar la ley y que el tribunal
incurra en responsabilidad y que hace que la demanda sea infundada en todos sus
extremos.

4. Manifiesta la demandada que, respecto de la causal invocada, referida a que no


puede hacer valer sus derechos, es manifiestamente infundada por cuanto su
contenido no se condice con la causal de anulación prevista en el inciso b) del
numeral 1 del artículo 63 de la ley de arbitraje. Asimismo ésta causal prevé
taxativamente que se alegue y pruebe la imposibilidad de hacer valer sus
derechos; sin embargo, la argumentación de OSITRAN no tiene asidero legal, ya
que en el proceso arbitral las partes, estuvieron en igualdad de condiciones
haciendo valer sus derechos conforme a ley, acreditado con escritos y las
audiencias en las que participó OSITRAN. Tampoco se evidencia que se haya
cumplido con haber hecho el reclamo expreso ante el tribunal previo a solicitar la
anulación del laudo, como lo exige la ley.

5. Respecto a la deficiente motivación del laudo señala que: en el caso sublitis el


laudo ha sido debidamente motivado analizándose hecho y valorándose los
medios probatorios ofrecidos por las partes, concordado con el acta de instalación,
no pudiendo el demandante establecer las directrices de cómo debió ser la
motivación. De la revisión de los considerandos 5.209 al 5.2011 del laudo y
considerandos 31 y 32 de la interpretación e integran del laudo donde se aprecian
con claridad los motivos por los cuales el tribunal determinó que OSITRAN y el
MTC son responsables solidariamente por los pagos ordenados en el laudo.

6. En lo referido a la apelación encubierta de OSITRAN, en el fondo la pretensión de


ésta es una nueva valoración de los medios probatorios que va dirigido a que el
fallo judicial funcione como una segunda instancia en revisión de lo laudado en el
arbitraje, lo que está prohibido por ley. Revisar los medios probatorios admitidos y
actuados en el proceso arbitral o cuestionar la forma de valoración de los mismos
y/ o la motivación o interpretación efectuada por el tribunal arbitral seria entrar al
fondo de la decisión.

Por escrito presentado con fecha 03 de enero de 2017, el MINISTERIO DE


TRANSPORTE Y COMUNICACIONES - MTC contestó la demanda, solicitando se
declare infundado el recurso de anulación, manifestando que:

3
1. Fue a raíz de la solicitud de incumplimiento contractual que se origino el
proceso arbitral; y quienes suscribieron el contrato de SUPERVISIÓN DE
ESTUDIOS Y OBRAS DEL CONTRATO DE CONCESIÓN DEL TRAMO 3 DE
IRSA SUR SA con fecha 20 de marzo de 2006 fueron OSITRAN y CESEL SA,
no participó el MINISTERIO DE TRANSPORTE Y COMUNICACIONES, por
tanto no existe marco contractual ni marco presupuestal para pretensiones
adicionales que surgen de dio contrato.

2. El Ministerio ha cumplido con el pago de las valorizaciones de supervisión


aprobadas por OSITRAN; precisando que el MTC asume el pago de las
valorizaciones aprobadas por el regulador respecto de la supervisión, no otro
tipo de pago adicional, tales como intereses, reajustes, entre otros, los cuales
no se encuentren previstos en el contrato de concesión, no siendo estos
hechos analizados por el tribunal arbitral.

3. Si bien en el laudo no se ha precisado quien es el obligado al pago del laudo, y


si bien el MTC ha sido demandado, no existe motivación legal ni contractual
plasmado en el laudo señalando a quien corresponde asumir el pago de las
pretensiones, pues el MTC no ha participado en la elaboración de las bases ni
el contrato de supervisión (que origina la controversia).

RESUMEN DEL PROCESO ARBITRAL Y LO ACTUADO EN AUTOS:

INSTALACIÓN DEL TRIBUNAL ARBITRAL. Con fecha 13 de noviembre de 2012, se


instaló el Tribunal Arbitral, designándose como integrantes a los doctores Franz
Kundmüller Caminitti (Presidente), Alberto Rizo Patrón Carreño y Carlos José Deustua
Landázuri. La instalación fue llevada a cabo con el representante de CESEL SA, Luis
Ricardo Gandolfo Cortés, y su abogada María Soledad Pérez Novoa, y por el otro lado
el representante de OSITRAN, Cristian Paolo Mercado Flores y su abogado Ricardo
Henri Melgar Carrascal.

En este acto se establecieron las reglas procedimentales, la clase de arbitraje


(nacional y de derecho), la sede (Lima), el idioma (castellano), las normas peruanas
aplicables; encargándose la Secretaría a la Srta. Silvia Rodríguez Vásquez del Centro
de Análisis y Resolución de Conflictos de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

4
Con fecha 11 de diciembre de 2012, CESEL SA interpuso demanda arbitral, con once
pretensiones principales y siete pretensiones subordinadas, de pago de diversas
sumas por varios conceptos.

Con fecha 16 de enero de 2013 el MTC deduce excepción de incompetencia por


enriquecimiento sin causa y contesta la demanda arbitral. Posteriormente, OSITRAN
dedujo excepción de oscuridad y ambigüedad en el modo de proponer la demanda. El
día 21 de enero de 2013 OSITRAN contestó la demanda, siendo ésta subsanada el 18
de febrero de 2013.

Realizados los actos procesales pertinentes, con fecha 30 de junio de 2016, el


Tribunal Arbitral emitió un laudo en mayoría -con el voto singular del Dr. Alberto Rizo
Patrón Carreño- en el que se resolvió declarar fundadas sólo cinco pretensiones
ordenando el pago de diversas sumas por diversos conceptos, más el pago de las
costas y costos arbitrales.

Con fecha 15 de julio de 2016, OSITRAN solicitó la interpretación e integración del


laudo, declarándose improcedente el pedido mediante resolución 64 de fecha 12 de
mayo de 2014.

ANÁLISIS:

PRIMERO.- El proceso arbitral se encuentra regulado por el Decreto Legislativo 1071


– Ley de Arbitraje, en él se establecen los parámetros a seguir en un proceso judicial
de anulación de laudo arbitral, el cual sólo puede ser invocado de haberse incurrido en
alguna de las causales contenidas en el artículo 63 de dicho cuerpo normativo.

SEGUNDO.- En el presente proceso se ha invocado la causal contenida en el numeral


1, literal b) del artículo 63 de la norma acotada, que establece.

Artículo 63.- Causales de anulación.


1. El laudo sólo podrá ser anulado cuando la parte que solicita la anulación
alegue y pruebe:
(…)
b. Que una de las partes no ha sido debidamente notificada del nombramiento
de un árbitro o de las actuaciones arbitrales, o no ha podido por cualquier otra
razón, hacer valer sus derechos.”

5
TERCERO.- La causal establecida en el artículo 63.1.b de la Ley de Arbitraje, al
referirse a la imposibilidad de alguna de las partes de hacer valer sus derechos como
causal de anulación del laudo arbitral, enmarca la pretensión nulificante dentro de la
protección de derechos constitucionales, particularmente el derecho al debido proceso,
con sus manifestaciones concretas, entre ellas el derecho a la prueba y a la
motivación. En ese sentido, como ha quedado reiteradamente establecido por la
casuística y jurisprudencia de las Salas Comerciales de la Corte Superior de Justicia
de Lima, el derecho a la motivación se encuentra dentro de la cobertura del control
judicial de validez del laudo por vía del recurso de anulación previsto por la Ley de
Arbitraje, con base en dicha causal b).

CUARTO: Al respecto, el Tribunal Constitucional ha señalado de modo reiterado que


el derecho a la motivación de resoluciones judiciales es un componente esencial del
derecho al debido proceso, precisando que: “es el derecho de obtener de los órganos
judiciales una respuesta razonada, motivada y congruente con las pretensiones
oportunamente deducidas por las partes en cualquier clase de procesos. La exigencia
de que las decisiones judiciales sean motivadas en proporción a los términos del inciso
5) del artículo 139° de la Norma Fundamental, garan tiza que los jueces, cualquiera
que sea la instancia a la que pertenezcan, justifiquen sus decisiones, asegurando que
la potestad de administrar justicia se ejerza con sujeción a la Constitución y a la ley;
pero también, con la finalidad de facilitar un adecuado ejercicio del derecho de defensa
de los justiciables. La Constitución no garantiza una determinada extensión de la
motivación, por lo que su contenido esencial se respeta siempre que exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y, por sí misma,
exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aun si ésta es breve o
concisa, o se presenta el supuesto de motivación por remisión”. (STC. 1313-2005-
HC/TC. FF.JJ. 10,11).

QUINTO: Debe tenerse presente que “la Constitución no garantiza una determinada
extensión de la motivación, por lo que su contenido esencial se respeta siempre que
exista fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto, y que, por si
mismo, exprese una suficiente justificación de la decisión adoptada, aún si esta es
breve o concisa o se presenta el supuesto de motivación por remisión” (STC Nro.
1291-2000-AA/TC); y de otro lado, no se trata de dar respuestas a cada una de las
pretensiones planteadas, sino que la insuficiencia, vista en términos generales, sólo
resultará relevante desde una perspectiva constitucional si es que la ausencia de

6
argumentos o la “insuficiencia” de fundamentos resulta manifiesta a la luz de lo que en
sustancia se está decidiendo (STC Nro. 728-2008-PHC/TC).

SEXTO: En ese sentido, es menester conciliar la necesidad de garantizar el derecho a


la debida motivación, con el principio de irrevisabilidad del laudo previsto en el artículo
62.2 de la Ley de Arbitraje, para lo cual, cabe tener presente como referencia el criterio
fijado en sede constitucional respecto del control de la motivación de las resoluciones
judiciales, en virtud del cual Tribunal Constitucional ha establecido que:

“el análisis de si en una determinada resolución judicial se ha violado o no el


derecho a la debida motivación de las resoluciones judiciales debe realizarse a
partir de los propios fundamentos expuestos en la resolución cuestionada, de
modo que las demás piezas procesales o medios probatorios del proceso en
cuestión sólo pueden ser evaluados para contrastar las razones expuestas,
más no pueden ser objeto de una nueva evaluación o análisis. Esto, porque en
este tipo de procesos al juez constitucional, no le incumbe el mérito de la
causa, sino el análisis externo de la resolución, a efectos de constatar si ésta
es el resultado de un juicio racional y objetivo donde el juez ha puesto en
evidencia su independencia e imparcialidad en la solución de un determinado
conflicto, sin caer ni en arbitrariedad en la interpretación y aplicación del
derecho, ni en subjetividades o inconsistencias en la valoración de los hechos”.

SETIMO: Por tanto, el control de la debida motivación se limita a la verificación de la


aceptabilidad de la justificación de la decisión adoptada, esto es, de su aceptación
bajo condiciones de racionalidad, pero no a la verificación de su carácter acertado, es
decir, si las razones expuestas son correctas o erradas, pues ello supondría un nuevo
juzgamiento (selección e interpretación de normas y valoración de pruebas) y la
superposición del criterio interpretativo o valorativo del órgano de control al criterio
asumido por el órgano decisorio, convirtiéndose este Colegiado en instancia de grado.

Como bien reconoce la doctrina nacional, “eventualmente, ello podría llevar a que se
cometan a ciertas injusticias al momento de resolver causas arbitrales y que las
mismas sean protegidas por la regulación que impide revisar el fondo. No queda más
que asumir tal posibilidad, es el costo de la justicia arbitral. Y, en verdad, ningún

7
modelo de proceso está libre de injusticias porque el error puede estar siempre
presente, aún en la última instancia.”1

OCTAVO.- En el presente caso se denuncia la afectación al debido proceso mediante


dos alegaciones puntuales: no se tomó en consideración los argumentos y pruebas
ofrecidas por OSITRAN, y la afectación al derecho a una debida motivación.

En cuanto a lo primero, OSITRAN no precisa los términos de su denuncia, pues no


especifica qué argumentos centrales de su defensa ni las pruebas ofrecidas y
actuadas no habrían sido tomadas en consideración, por lo que el Colegiado advierte
que se trata más bien de una alegación de estilo, formulada en términos genéricos sin
contenido propio que justifique la anulación de laudo, habida cuenta que no satisface
la carga procesal de “alegar y probar” que el artículo 63 inciso 1) de la Ley de Arbitraje
impone al nulidiscente.

En cuanto a lo segundo, OSITRAN argumenta que el Tribunal Arbitral no ha precisado


en el laudo a quién corresponde hacer los pagos que se ordena, ni tampoco ha
explicado cómo se llego a la conclusión de que los demandados (MTC y OSITRAN)
son solidariamente responsables en lo que concierne a cumplir con el pago de las
obligaciones dinerarias (tanto respecto al monto que deriva del fondo de la
controversia como del que deriva de las costas y costos). En ese sentido, cuestiona la
motivación en cuanto a la aplicación de una regla de solidaridad cuya fuente no ha
sido explicada.

NOVENO: Cabe señalar que la controversia arbitral, estaba directamente relacionada


con los mayores pagos reclamados por la primera nombrada, por diversos conceptos:
retribuciones contractuales no percibidas, montos indebidamente descontados,
indemnizaciones por enriquecimiento indebido, indemnización por costo de
oportunidad, costas y costos, según las pretensiones de la demanda arbitral, la cual
fue instaurada contra el Ministerio de Transportes y Comunicaciones – MTC y contra el
Organismo de Supervisión de la Inversión en Infraestructura de Transportes de Uso
Público – OSITRAN.

1
Avendaño VALDEZ, Juan Luis y VELASQUEZ MELENDEZ, Raffo. 6HQWLGRGHOD$QXODFLyQGH/DXGR\GH
VX6LVWHPD3UREDWRULR(Q5HYLVWD3HUXDQDGH'HUHFKR&RQVWLWXFLRQDO7ULEXQDO
&RQVWLWXFLRQDO1UR1XHYD(SRFD.

8
Según los términos de la antedicha demanda, el contexto de cada una de las
pretensiones giró en torno a dos contratos que al decir de CESEL, estaban
“sumamente vinculados y respecto de los cuales existe una inevitable accesoriedad”.
Por un lado, el “Contrato de Concesión para la Construcción, Conservación y
Explotación del Tramo vial del Proyecto Corredor Vial Interoceánico Sur, Perú –
Brasil”, celebrado por el MTC y la Concesionaria Interoceánica Sur – Tramo 3 S.A., y
por otro, el “Contrato de Supervisión de Concesión” suscrito entre el OSITRAN y
CESEL; acotando esta última demandante que su “retribución como supervisores se
fijó en base a un porcentaje del monto referencial del Contrato de Concesión, aunque
referencial” (sic), siendo que en la ejecución misma de la Obra, así como
determinadas obras nuevas y adicionales, se reveló que dicho monto referencial del
Contrato de Concesión, ascendente a US $279´304,990.73 se vio ampliamente
superado por la realidad, y que el valor real de la inversión en el Proyecto a julio de
2009 superó la suma de US $294´016.71. En ese orden de ideas, CESEL precisó en
su demanda arbitral que lo único que buscaba era restablecer el equilibrio contractual
y la justa retribución por su servicio de supervisión.

DECIMO: Se desprende del laudo cuestionado que el tribunal arbitral glosa las
posiciones de las partes; así, en el punto 4.8 (página 42) se indica que “previo a
pronunciarse respecto de las pretensiones de la demandada CESEL, el MTC precisa
que quienes suscribieron el Contrato de Supervisión fueron OSITRAN y CESEL, no el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones, que si bien ejecuta los pagos respecto
de la supervisión, los montos son valorizados por OSITRAN”.

Y en los puntos 5.5 , 5.6 y 5.6, se consigna que OSITRAN refuta la tesis de CESEL
sobre la accesoriedad del Contrato de Supervisión respecto del Contrato de
Concesión, precisando: “Al respecto, OSITRAN señala que no resulta válido concluir
que existe una relación de principal-accesorio entre el Contrato de Concesión y el
Contrato de Supervisión en tanto se contrapone con lo prescrito en el artículo 62 de la
Constitución Política del Perú, los términos contractuales no pueden ser modificados
por leyes u otras disposiciones de cualquier clase. Entonces, para OSITRAN no se
podría concluir que el Contrato de Supervisión quede sujeto en todos sus extremos al
destino que siga el Contrato de Concesión; de un lado porque las partes contratantes
son distintas y, de otro lado, también son distintas las condiciones económicas en
ambos contratos”.

9
DECIMO PRIMERO: Efectuando el análisis de la controversia, el Tribunal Arbitral
sobre la base de lo estipulado en la cláusula octava del Contrato de Supervisión entre
OSITRAN y CESEL, que fija la contraprestación por los servicios en suma equivalente
al 6.207% sobre el monto del Contrato de Concesión, concluye que se trata de un
monto referencial, vinculado al monto real de la inversión ejecutada de este contrato, y
con ello afirma la existencia de esa relación de accesoriedad que argumenta CESEL.
Así, en el punto 5.17 (página 77) expresa: “Este Tribunal Arbitral ha reconocido que
efectivamente existe una relación accesoria entre el contrato de Concesión y e
Contrato de Supervisión, pero ésta conexión jurídica no está basada indefectible y
comprobadamente en un concepto de “realidad económica”; acotando en el punto 5.22
(página 78) que “la naturaleza accesoria del Contrato de Supervisión respecto del
Contrato de Concesión, no implica necesaria y obligatoriamente que el primero de los
nombrados se beneficia de todas las condiciones y acuerdos sobre pagos que se
pacten en el segundo, máxime cuando se trata de contratos con prestaciones y
característica diferentes. Téngase presente entonces que el aspecto o carácter
accesorio no hace al Contrato de Supervisión equivalente al Contrato de Concesión,
de modo que no cabe duda que en el negado supuesto que este Tribunal Arbitral
adopte esa posición, estaría actuando en forma totalmente contraria a lo establecido
contractualmente entre las partes”.

Se advierte asimismo el análisis de cada una de las pretensiones de la demanda, para


determinar si correspondía o no disponer los pagos sub materia, según lo cual se
resolvió finalmente declarando fundadas la primera, cuarta, quinta, sexta, octava y
novena pretensiones principales, ordenando en consecuencia pagar diversos montos
por retribución del servicio de supervisión, desestimándose las pretensiones de
indemnización por enriquecimiento indebido y por pérdida de oportunidad.

DECIMO SEGUNDO: Cabe precisar que los puntos resolutivos que declaran fundadas
las pretensiones antedichas, si bien disponen el pago respectivo a favor de CESEL, no
indican de modo expreso si dichas obligaciones de pago son de cargo de ambas
demandadas o de sólo una, apreciándose únicamente con relación a la décimo
primera pretensión, relativa al pago de costas y costos, que el pronunciamiento del
laudo precisa que ese pago correspondía a “la parte demandada”, en consonancia con
lo expuesto en los puntos 5.210 y 5.211 de la fundamentación del laudo, que más
adelante se analizarán.

10
DECIMO TERCERO: Dicha situación originó que mediante escrito del 15 de julio de
2016 OSITRAN solicitase la integración del laudo, a fin que se precise en la motivación
argumentada y parte resolutiva quién es el obligado al pago de las pretensiones de
CESEL S.A., en concreto, se indique que el obligado al pago es el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones.

Dicho pedido de interpretación e integración fue declarado improcedente por


resolución 64 del 12 de setiembre de 2016. Los fundamentos de tal improcedencia, no
revelan que el tribunal arbitral haya realizado algún análisis de los argumentos
expuestos por OSITRAN, sino que se sustenta únicamente en razones de orden
procedimental bajo el criterio que “el recurso de interpretación tiene que ver con
precisar qué es lo que se ha ordenado a las partes y de ninguna manera abre un
espacio para formular aclaraciones adicionales, ajenas a lo resuelto en el laudo y
mucho menos es posible abre (sic) un espacio por esta vía para que el Tribunal
Arbitral en mayoría “reevalúe” el laudo […] En consecuencia, una solicitud de
interpretación de los fundamentos de la evaluación de las pruebas o del razonamiento
del Laudo en los considerandos, además de indeseable, es evidentemente
improcedente.”

DECIMO CUARTO: En ese orden de ideas, en virtud del decurso arbitral glosado, se
tiene que efectivamente el laudo ha dispuesto que CESEL S.A. tiene derecho a que le
paguen las diversas sumas por los conceptos ordenados por el Tribunal Arbitral, y si
bien no se precisa de modo explícito quién es el obligado a dicho pago, ello no
constituye defecto que vicie irremediablemente de nulidad el laudo así emitido, pues
por lógica jurídica y procesal, se colige que la parte obligada es aquella contra quien
se dirigió las pretensiones la demanda y que ha sido vencida en juicio, en el caso, en
el arbitraje. Por lo demás, los extremos resolutivos del laudo guardan perfecta
correspondencia con los puntos que fueron fijados como controvertidos en la audiencia
de fecha 17 de abril de 2013, por el Tribunal con participación de las codemandadas, y
sin protesta u objeción de éstas. Por tanto, no puede considerarse que el laudo
contiene un pronunciamiento incompleto que genere incertidumbre acerca de quién es
el obligado a los pagos que se ordena.

DECIMO QUINTO: De otro lado, aprecia el Colegiado que las obligaciones de pago
han sido determinadas en función de la relación de accesoriedad que en el laudo se
predica del Contrato de Supervisión entre OSITRAN y CESEL S.A., respecto del
Contrato de Concesión entre MTC y Concesionaria Interoceánica Sur – Tramo 3 S.A.,

11
según los puntos 5.1 (página 70) y siguientes, 5.52 (página 85) y siguientes, 5.68
(página 88) y siguientes, 5.119 (página 99) y siguientes, 5.134 (página 103) y
siguientes; por lo que no cabe acoger la denuncia de falta de motivación sobre la
existencia de la obligación de pago de cargo de las demandadas, debiendo acotarse
que esto no implica juicio de valor sobre si lo resuelto en el laudo es o no correcto,
pues ello se encuentra allende la competencia de esta instancia de control formal de la
validez del laudo, a la luz del principio de irrevisabilidad consagrado en la norma
prohibitiva del artículo 62 inciso 2) de la Ley de Arbitraje.

DECIMO SEXTO: Mención aparte merece, sin embargo, el cuestionamiento relativo a


la falta de motivación en cuanto a la solidaridad pasiva que OSITRAN asevera le
habría sido dispuesta por el Tribunal Arbitral.

En efecto, sostiene la nulidscente que el Tribunal Arbitral al resolver su pedido de


integración, expresó en el punto 32 de la resolución 64 que “tanto el MTC como
OSITRAN son la parte demandada en este arbitraje y por ende son solidariamente
responsables en lo que concierne a cumplir con el pago de lo ordenado en el laudo,
tanto respecto del monto de la controversia como del que deriva de las costas y
costos”; lo que –sostiene OSITRAN- carece de motivación alguna y determinaría la
nulidad del laudo sub materia.

DECIMO SETIMO: Al respecto, el Colegiado aprecia objetivamente que salvo en lo


relativo a la pretensión de pago de las costas y costos arbitrales, el laudo no contiene
motivación alguna sobre la solidaridad pasiva entre las codemandadas, como
denuncia OSITRAN; pero advierte también, que ello se explica por la sencilla razón
que –salvo el de las costas y costos, como se dijo- ningún extremo resolutivo del laudo
contiene un pronunciamiento de solidaridad en la obligación de pago que adjudica a
las demandadas. Dicho en otras palabras, en ninguno de sus puntos resolutivos
que sobre las pretensiones principales ordenan pagos a favor de CESEL, el
laudo fija el carácter solidario de las obligaciones de pago de cargo de OSITRAN
y el MTC.

Al respecto, es menester tener presente la regla del derecho de obligaciones peruano,


fijada en el artículo 1183 del Código Civil, según la cual la solidaridad no se presume,
por lo que en ausencia de pronunciamiento expreso, no puede suponerse que el
laudo fija implícitamente una regla de solidaridad.

12
Es así que del propio recurso de anulación se desprende que OSITRAN considera
que dicha regla de solidaridad habría sido fijada o se entendería a partir de la
resolución 64, concretamente de su considerando 32 antes glosado. Sin embargo, el
Colegiado advierte que dicho argumento no es atendible, porque dicha resolución 64
post laudo, declara improcedente el pedido de interpretación e integración, por
lo que no forma parte del laudo, como se entiende en contrario sensu de la norma
del artículo 58 inciso 2) de la Ley de Arbitraje.2 Y al no formar parte del laudo no puede
ser considerada a efectos de dotar de sentido y alcances al mismo ni, por lo mismo,
para juzgar su validez o invalidez por vía del presente recurso de anulación.

En tal sentido, dado que las pretensiones amparadas no implican mandato alguno de
pago en condiciones de solidaridad, no cabe estimar la exigencia de motivación de
aquello que no se ha ordenado, por lo que el recurso de anulación deviene infundado
en este extremo, sin perjuicio de lo que a continuación se expresa con relación a la
obligación de pago de costas y costos arbitrales.

DECIMO OCTAVO: La demanda arbitral incluyó como décimo primera pretensión


principal, que se condene a las demandadas al reembolso de los gastos arbitrales
incurridos por CESL en el arbitraje. Independientemente que dicha pretensión fuera
postulada como principal no obstante ser por su naturaleza una de accesoriedad legal,
cabe advertir que ha sido amparada en los siguientes términos:

“DECIMO SEXTO: DISPONER que la parte demandada asuma las costas y


costos del presente proceso por las razones expuestas en la parte
considerativa del presente laudo.”

Es evidente que lo resuelto no contiene expresamente un mandato de solidaridad, sin


embargo, dada la remisión que se hace a la parte considerativa del laudo, y que éste
debe ser leído como una pieza integral, cabe apreciar que en los puntos 5.209, 5.210 y
5.211, la motivación de este extremo resolutivo consigna:

“5.209 Que, en cuanto a costas y costos se refiere, los artículos 56.2 69, 70, 71
y 73 de la LA, disponen que el Tribunal Arbitral se pronunciará en el Laudo
sobre los costos del arbitraje, teniendo presente, de ser el caso, lo pactado en

2
Artículo 58.- Rectificación, interpretación, integración y exclusión del laudo
[…]
2. La rectificación, interpretación, integración y exclusión formará parte del laudo.

13
el convenio y que si el convenio no contiene pacto alguno, el árbitro se
pronunciará en el Laudo sobre su condena o exoneración, teniendo en cuenta
el resultado o sentido del mismo.

5.210 Que, en el presente caso las partes no tienen un acuerdo respecto a la


atribución de los gastos arbitrales. Así mismo, del análisis de los hechos y
medios probatorios ofrecidos por ambas partes se ha acreditado que la
empresa CESEL tuvo la intención de cumplir a cabalidad las prestaciones a su
cargo y así lo hizo. Ante el desenlace de los hechos y la decisión del
Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transportes de Uso
Público – OSITRAN así como del Ministerio de Transportes y Comunicaciones
– MTC, de negarse a pagar a la empresa CESEL S.A. por servicios que prestó
y se han acreditado en el presente proceso arbitral, la empresa CESEL S.A.
tenía razones válidas y justificables para exigir al Organismo Supervisor de la
Inversión en Infraestructura de Transportes de Uso Público OSITRAN y el
Ministerio de Transportes y Comunicaciones – MTC el pago de la
contraprestación pendiente de pago. Al no haber cumplido el Organismo
Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transportes de Uso Público –
OSITRAN y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones – MTC con el pago,
la empresa CESEL S.A. tuvo que solicitar el inicio del presente proceso arbitral.

5.211 El Tribunal declara que el Organismo Supervisor de la Inversión en


Infraestructura de Transportes de Uso Público – OSITRAN y el Ministerio de
Transportes y Comunicaciones – MTC asuman de manera solidaria todos los
gastos y costos del presente proceso arbitral, […]”

En tal orden de ideas, puede colegirse que la condena de costas y costos ha sido
dispuesta en términos de solidaridad entre las dos codemandadas, lo que –a
diferencia de las demás pretensiones amparadas- sí torna pertinente la denuncia de
vicio de motivación que formula OSITRAN.

DECIMO NOVENO: El Colegiado observa que la motivación de este extremo


resolutivo implica dos aspectos claramente diferenciables: uno, acerca de la existencia
de la obligación de pago de las costas y costos por la parte demandada; y el segundo,
relativo a la existencia de una relación de solidaridad pasiva.

14
El primero ha sido determinado por el Tribunal Arbitral en ejercicio de su competencia,
en base a las normas de la Ley de Arbitraje que cita y sobre la base de considerar que
en tanto que CESEL se vio en la necesidad de solicitar el arbitraje, y de haber
resultado vencida la parte demandada, correspondía a ésta asumir el costo
económico del arbitraje, pagando las costas y costos que éste generó. Este aspecto
difícilmente podría ser objetado y de hecho no lo es en el recurso de anulación.

Pero una cosa es afirmar que el vencido debe asumir el costo económico del arbitraje,
y otra muy distinta es afirmar que –siendo dos los demandados- deben asumirlo
solidariamente, pues esto no depende únicamente de la condición de parte vencida,
sino que por mandato del artículo 1183 del Código Civil, debe tener una fuente legal o
contractual, lo que no ha sido explicado en el laudo y por lo mismo ha merecido válido
reproche de vicio de motivación por la nulidiscente.

VIGESIMO: Así entonces, resulta inobjetable que el laudo atribuya a la parte vencida
la obligación legalmente accesoria y de origen procesal, del pago de costas y costos
del arbitraje, lo que además se encuentra debida y suficientemente motivado (puntos
5.209, 5.210 y 5.211 del laudo); pero esa razón de orden procesal no puede
considerarse razón suficiente para justificar la atribución de dicha obligación de pago
en términos de solidaridad, si no existe sustento contractual o legal que así lo
disponga, lo que en todo caso debió ser analizado y explicitado en el laudo.

Cierto es que la parte vencida en el arbitraje es una plurisubjetiva, y como tal la


condena de costas y costos puede alcanzar a quienes la integran -aunque no
necesariamente, habida cuenta que está sujeta a la regulación del tribunal Arbitral-
pero esto no significa inevitablemente que la obligación de esas codemandadas ha de
ser de suyo solidaria, lo cual en todo caso tendría que ser jurídicamente justificado y
no obedecer a un mero acto de voluntad del tribunal arbitral.

Por tanto, a ojos de este Colegiado en tanto observador objetivo e imparcial de lo


acaecido en el arbitraje, no puede saberse a ciencia cierta cuál es el criterio asumido
por el Tribunal Arbitral, respecto a la fuente jurídica de la solidaridad atribuida a las
codemandadas para el pago de las costas y costos.

VIGESIMO PRIMERO: En este punto este Superior Colegiado considera pertinente


precisar que la presente resolución se circunscribe a salvaguardar el constitucional
derecho al debido proceso, el cual ha sido vulnerado al no haber cumplido a cabalidad

15
el Tribunal Arbitral su ineludible deber de motivar, siendo que el laudo así emitido
resulta arbitrario por no contener las razones que lo justifican en cuanto al extremo
resolutivo de la obligación de pago solidario de las costas y costos arbitrales.

VIGESIMO TERCERO: Declarándose la nulidad parcial del laudo, corresponde


proceder en la forma prevista en el artículo65 inciso 1) literal b) de la Ley de Arbitraje,
reenviándose la causa a sede arbitral a fin que se emita nuevo pronunciamiento que
subsane el vicio advertido y que motiva la invalidación del laudo sub materia,

DECISIÓN:

En mérito de lo expuesto, este Colegiado, impartiendo justicia en nombre del pueblo


peruano y por mandato de la Constitución,

RESUELVE:

DECLARAR FUNDADO EN PARTE el recurso de anulación de laudo arbitral, en


consecuencia, se DECLARA NULO PARCIALMENTE el laudo arbitral de derecho
expedido con fecha 30 de junio de 2016, únicamente en su décimo sexto punto
resolutivo, debiendo reenviarse la causa al tribunal arbitral a fin que emita nuevo
pronunciamiento sobre dicho extremo, y VALIDO el laudo referido en sus puntos
resolutivos primero a décimo quinto inclusive.

Notifíquese conforme a ley.-

En los seguidos por Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de


Transporte y Uso Publico contra el Ministerio de Transporte y Comunicaciones y
CESEL SA sobre Anulación de Laudo Arbitral.

ROSSELL MERCADO ARRIOLA ESPINO

RIVERA GAMBOA

16

También podría gustarte