Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El artista franco-venezolano, Carlos Cruz-Diez (Caracas, 1923 - París, 2019) vivió y trabajó
en París desde 1960. Considerado uno de los protagonistas más relevantes del arte óptico
y cinético, corriente artística que reivindica "la toma de conciencia de la inestabilidad de lo
real” . Sus investigaciones lo revelan como uno de los pensadores del color del siglo XX.
Cromosaturación
Es un ambiente artificial compuesto por tres cámaras de color, una roja, una verde y otra
azul, que sumergen al visitante en una situación monocroma absoluta. Esta experiencia
origina perturbaciones en la retina, habituada a percibir simultáneamente amplias gamas
de colores. La Chromosaturation puede actuar como detonante activando en el
espectador la noción del color en tanto que situación material, física, que sucede en el
espacio sin la ayuda de la forma e incluso sin soporte alguno, independientemente de las
convenciones culturales.
¿Qué fue el Cinetismo?
El arte cinético, conocido también como cinetismo, es una corriente artística surgida en
París a mediados del siglo XX, que integra el movimiento físico-espacial como elemento
compositivo.
El concepto del arte cinético se extiende a todas las obras basadas en el movimiento físico
o virtual, lo que puede incluir algunas expresiones del arte óptico. Sin embargo, no todo
arte óptico es cinético. Para que un objeto artístico sea cinético, el movimiento debe ser el
centro de interés.
Transformabilidad de la obra
Los cinéticos también se abocaron al estudio de los mecanismos de percepción óptica,
pero dieron un paso adelante al estudiar la agresión retiniana y la ambigüedad perceptiva
de las formas abstractas. Así, incluyeron el estudio de los ritmos visuales, la superposición
de formas geométricas ambiguas y la percepción lumínica dinámica. El cinetismo crea
secuencias repetidas (de líneas, formas simples o colores) que, en su conjunto, crean la
percepción de un ritmo visual. Cuando estos ritmos se ven alterados por un objeto, o
cuando son sometidos al movimiento (del objeto o del espectador), se crea una
percepción visual producto de la agresión retiniana. Por ello, el cinetismo es considerado
una evolución matemática de la abstracción.
Henri Matisse, La raya verde (Amélie Parayre), 1905, óleo sobre lienzo, 40 cm x 32 cm, Galería Nacional de Dinamarca, Copenhague .
Por ende, la obra fauvista hace gala de una coloración atrevida. Usa colores de manera
brutal y con relativa arbitrariedad, procurando deliberadamente una sensación de
disonancia que rompa la asociación del color con la representación de la realidad tal como
ella es concebida.
Instinto e impulsividad
Más que indagar sobre los sentimientos o pensamientos del artista, el fauvismo exhibe el
flujo del instinto creativo. En consecuencia, las líneas y los colores resultan de gestos
impulsivos, pretendiendo con ello alcanzar la genuinidad atribuida a los niños o a lo
“salvaje”, es decir, a aquello que no ha sido “tocado” por el orden civilizatorio dominante.
Desinterés por la perspectiva y el modelado
Otro rasgo del arte fauvista fue el desinterés por la profundidad espacial, la perspectiva y
el modelado y, con ello, por el claroscuro. Las figuras del plano fauvista suelen ser planas,
y algunas veces aparecen delimitadas por gruesos contornos. Se desvanece, pues, la
pretensión de construir imágenes que imiten el mundo visible.
En coherencia con el sentido del instinto, en la pintura fauvista dominan los trazos
espontáneos. Desde el punto de vista de la composición, estos trazos aparecen sueltos y
suelen ser definitivos, esto es, no sujetos a perfeccionamiento y al acabado, ya que ello
iría en contra de la “intuición”. Así, muchas veces estos trazos derivaban en manchas que
creaban efectos particulares.
Los temas del fauvismo podían abarcar el espectro de los retratos, los paisajes, los objetos
cotidianos, la relación idílica del ser humano con la naturaleza y las escenas de interiores.
Contexto histórico y origen del fauvismo
Hacia finales del siglo XIX, el arte comenzaba una importante transformación, fruto de
muchos procesos que convergieron. Por ejemplo, la influencia del romanticismo había
animado a las generaciones siguientes a buscar un lenguaje personal y original. Por otro
lado, la aparición de las tecnologías de la imagen, como la cámara fotográfica, incidió en el
modo en que era concebida la función del arte occidental.
Así, para el último tercio del siglo XIX, ya se veían propuestas arriesgadas como el
impresionismo, el postimpresionismo, el simbolismo, el arte naif y otras corrientes. El
fauvismo, de hecho, fue contemporáneo con el expresionismo alemán y, al igual que este,
defendía la libertad expresiva.
El fauvismo logró abrirse espacio en el Salón de Otoño de París en 1905, que dedicó la sala
número ocho a los artistas Henry Matisse, Maurice Vlaminck y André Derain. Pero las
características de sus obras escandalizaron a la audiencia y, especialmente, a algunos
críticos más conservadores. Los cuadros mostraban colores estridentes e incoherentes con
la “realidad”.
Henri Matisse, La alegría de vivir, 1906, óleo sobre tela, 175 x 241 cm, Fundación Barnes, Filadelfia.
André Derain, Mujer en camisa, 1906, óleo sobre lienzo, 100 x 81 cm, Galería Nacional de Dinamarca, Copenhague.
Pintor de origen francés. Trabajó con el uso de colores brillantes, trazos enérgicos y
pinceladas sin continuidad. Fue ampliamente influenciado por Cézanne, lo que despertó
su interés por el cubismo una vez que la oleada fauvista se diluyó. Años más tarde, volvió
a un tipo de pintura que ha sido calificada como de tono “neoclásico”, estilo que siguió
desarrollando de allí en adelante.
Maurice de Vlaminck (1876-1958)
El término "op" fue usado por primera vez en 1964 en una crítica de la revista Time. Se
justifica por su acentuación deliberada en ciertos fenómenos perceptivos visuales. Se
centra en códigos perceptivos traducidos según los códigos científicos de la óptica y de la
matemática. La obra provoca una gama de ilusiones y de efectos ópticos según la
complejidad y la disposición estructural de la misma. Dichos efectos se refieren a
cualquier tipo de ilusiones y éstas remiten a toda percepción visual de las relaciones
espaciales u otros atributos que el sujeto percibe o interpreta, de manera diferente de
cómo se interpretan las relaciones físicas entre los estímulos objetivos que produce la
percepción.
El arte óptico podría definirse como derivación del arte cinético, sobre todo por la
impresión que produce movimiento mediante el recurso de la ilusión óptica, y por solicitar
una interacción perceptiva del espectador, que comúnmente está presente en las obras
que pertenecen a esta corriente. Lo que ocurre en esta interacción perceptiva es que el
espectador reconoce un movimiento que no existe concretamente en la obra. Como
espectadores tenemos la sensación de movimiento real, aun sabiendo que la obra no se
mueve. Esto determina precisamente la diferencia entre la interacción perceptiva y la
interacción espacio-temporal de una obra.
http://www.cruz-diez.com/es/biografia/
https://www.culturagenial.com/es/fauvismo