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DE ESTUDIOS
DE LA DEFENSA
NACIONAL
CIQN
Febrero 1973 71
SUMARIO
1. ORGANIZACION
SECCION BIBLIOGRAFICA
1
CESEDEN Boletín
mensual0:7/
Dpt° de información
•0 ORGANIZAC10N1
1
CESEDEN
(pese a que ahora haya disminuido) de que disponen los soviéticos en Siria y
en la costa norteafricana, resulta evidente que la potencia de Italia constit
ye la piedra angular de la estructura defensTv de la OTAN en el sur de Eu
ropa0
Misionesdelasfuerzasanmadas
Efectivos
Defensa, e! efectivo total de las fuerzas armadas itaÍianas asciende ala can
tidad de 422.976 hombres, distribuidos como sigue: Ejárcito, 303,395; Man
na, 45.179; Fuerzas Aáreas, 72.402. En este número no están incluidos el
personal del cuerpo del Ilcarabinierili (80, 700 hombres que dependen nomi
nalmente del Ejárcito y constituyen una fuerza distinta de la Polícía) ni tos
reservistas entrenados sujetos a movilizacibn urgente (6Q 000 indivIduos).
El caza bombardero F-104S, producido con licencia .por Aeritalia para las
Fuerzas, A&reas italianas, os la versión m&s reciente del “Starfighter11: Ee
aparato,. que aícanza la velocidad de Mach 2,2, seguirá probablemente en ser
vicio hasta el. próximo décenio. Para las misiones de ásalto sér& reemplazado
por un centenar de aviones “Panavia 200 MRCA: tarnbi€n es posible que sea —
tas de las autoridades civiles, así corno fa estructura básica del miñisteriode
Defensa (vase. cuadro de la pgina siguiente).’
ElEjórcito
Estado Mayor. Esta Junta está formada por el La administración y coordinación del propio mi
JAEMD, los jefes de los Altos Estados Mayores de nisterio de Defensa corre a cargo del Secretario
los tres Ejércitos y el Secretario General de De General de Defensa, que es directamente res
fensa (actualmente el general Andrea Cucino). Este ponsable ante el ministro de su gestión, mientras
es el cuerpo consultivo más importante cerca del que el mando de las fuerzas armadas pasa del mi
ministro de Defensa, y es responsable de las cues nistro, a través del JAEMD, a los Altos Estados
tiones militares más delicadas, tales como: el pla Mayores de cada Ejército.
del valle del Po comprende una brigada de infantería y cierto número de uni
dades de apoyo0
pero los datos que faclU tamos a continuación se refieren a 1970 y han sufrE-
do escasas modificaciones desde entonces.
1 T
—- .. .,. ..
La brigada a!pina esté compuesta de: & estado mayor y una cómpañía de
la.namayor; una compañía alpiná de transmisiones; una co-npañía alpina de
ingererós; une compañía mecanizada con carros de combate y VTT; una uni
dad de aaviaci6nigera del Ejército; una sección de parac&distas; un regi
miento de tropas, alpinas de tres o cuatro batallones con acémilas; un regi
mientod.e artillería de montaña de cuatro grupos9 dotados de obuses a lomo
dé 105 mm y de, obuses de 155 mm, Diversas unidades de ‘apoyo logístico
— 11 —
Los 200 carros IiLeopardH construidos en. Alemania para el Ejército italiano
han sido entregados a la brigada independiente de cabalierfa mecanizada. —.
Otros 600 de estos carros (producidos con licenciaéfl Italia) han d.e ser pues
tos en
rrósM47. servicio en 1974,
El Ejército permitiendo as retircr unos 000
dispone también de 200 carros de combatede los viejoS ca—
nortearnerj
cahós. M6OAI. . . .
dipárar proyectilesnuc.learoS.
—12
tiempo se concluy6 un ecuerdo que autoriz6 a Oto Melare a fabricar con Ii—
cencia VTT Ml 13 para el Ejército italiano y los de otros paises europeos,
Finalmente, en 1970 fue formulado un pedido de 800 carros HLeopardfl, acor
dándose que los 200 primeros ejemplares serían producidos en Alemania y
los restantes serían fabricados con licencio en Italia por Oto MeiaraKrauss
Maffei ha suministrado ya los 200 Leopard9 que han sido entregados a. la
brigada independiente de caballería mecanizada, y se espera que los prime
ros I!L,eopard de construcción nacional podrán er puestos en servicio en
1974.
br.igadas Además, cada uno de los segundos cuenta con una escuadrilla de
10 a 18 he! ic6pteros para múltiples misiones.
13
-2 divisiones blindadas
— 5 divisiones de infantería,
— 1 brigada independiente de caballería mecanizada
4 brigadas independientes de infantería
— 5 brigadas alpinas
— 1 brigada aeroportada
— 1 brigada armada con misiles tierratierra !Honest John
4 batallones armados con misiles antiaéreoS IHawkU
— 800 carros de combate M47 200 M60 y 200 pardU (el suministro de
otros 600 ILeopardU dar comienzo en 1974)3 300 VTT Ml 13; cañones
automotores de 155 mm0 175 mm0 y 203 mm0 obuses a lomo de 105 mm0
modelo 56; cañones antiaéreos automotores M420
14
HeUcbpteros A8-47 204. 205 y 206A (han .sdo suministrados los prime
‘ros ejemplares de os 26 CH47C C’nookP encargados); 150 av!ones lige
ros.
— 3 di’vi.sones’
9 brigadas
24 legiones
1 regimiento bndado pr’ovsto de caros’ M47 y VTTM’ i3
3 regmentos de infantera
2 batahones de guar’da.s fronterizos
1 batallon aeroporrado
LOSCARABlNER
tares consisten en: toda clase de servicios de policía; participar con sus pro
pias unidades en ceremonias oficiales, maniobras y operaciones militares;
proporcionar escoltas de honor y guardias de seguridad a las autoridades y
a las instaladones militares.
- 17 —
1
—
LAMARINA
4
El crucero Andrea Doria (al fondo), de 6.500 toneladas do desplazamiento, y
su geneio el Ciao Duilio pueden llevar cada uno 4 bel icpteros de lucha ASM
AB—2048 (en primer tármi.no). En 1970 fueron efectuadas pruebas con el avión
VTOL Harrier a bordo del Andrea Doria, pero pese a los resultados satis
factorios parece difÇcil que la Marina italiana adquiera el Harrier.
efectuados a su retaguardia.
Por ello, la Marina ¡tal iana tiene como misión primordial defen
der contra los ataque8 aóreos., submarinos y de superficie las líneas de nave
gación vitales para e) país y sus fuerzas defensivas. Tales líneas compren—
— ib-
den las rutas que siguen los petroleros desde las bocas de carga de ios oleo
ductos situadas en las costas mediterr&neas de los paises &rabes, así como
otras rutas marítimas y costeras de comunicación y abastecimiento. La se
gunda misión encomendadaa la Marina es l protección del estenso litoral its
liano, con las consiguientes tareas auxiliares: rastreo de minas sumarinas,!
ministro de agua a las pequeñas Islas, operaciones de búsqueda y salvamento,
protección de caladeros, etc.
a.
Los Mandos operacionales tienen encomendadala defensa de los
diferentes ¡ectores navales, cuyas bases principales son las siguientes: La
Spezia (norte del mar Tirreno), N&poles (sur del mar Tirreno), Ancona(nor
te del mar MiI&t(co), Tarento (mar Jónico y sur dei Adri&tico), Mesina(Si—
cilia) y Caguen (Cerdeña). Otras bases navales importantes se hallan en —
el destructor Ardito, gemelo del Audaces cu•ya entrega está prevista para fe
.brero próximo; dos submarinos de la clase Sauro, encargados er. 1970 para
ser suministrados en 1976 y 1977; un Tercer aljibe de 1,200 toneladas de la
clase Bradano que será entregado en marzo de 1973; finalmente el prototi
po de una embarcación dé hidroplaneo (denominado 928-22A) del consorcio
Alinavi, que ha de ser botado en febrero próximo y entregado a la Marina —
Oto Me!ara, Esta última empresa está obteniendo gran xito con sus monta
jes “compactos’ de 127 mm0 y 76 mm. ;los primeros han sido instalados en
los destructorés Aúdace y Ardito, y los segundos han sido encargados por —
zador mciltiple experimental para el misil de corto alcance Sea Kilier Mk: L
Los únicos misiles mar—mar actualmente encargados por la Marina son unos
cuantos Otornal destinados al hidroplano Alinavi,
LASFUERZASAEREAS
Li.1 4
‘J.
costa0 Las unidades Hawk y las armas clásicas tienen asignada la defensa
antiaérea a mediana y baja altitud dentro del dispositivo defensivo aireo ge
neraL
donde son utilizados blancos volantes tales corno el Ryan Firebee 2 supers6
nico0
ESTU DIOS
ESTRATEGICOS
— LA MODERNA
GUERRAPEQUEÑA
(59 y 6 PARTES)
Iv
CESEDEN
1. Fundamentos , , oo o 145
4. El rapto . 1
5 El sabotaje . 18
1. El atentado , . 19]
2, La importancia del golpe de mano en la
ldcha clandestina o encubierta , , , , , , , , , , , 195
3. Condc iones previas para el golpe de mano armado o asalto 198
4. La ejecución del golpe de mano o asalto 200
XVII. - Luchasubversi,jjuchaabierta 2
1. Fundamentos , 207
2. La creaci6n de las unidades mayores 209
3. Algunas premisas para el paso a la lúcha abierta 212
4. El combate de la guerrilla .., 214
5. La coordinaci6n operativa de guerrillas . 217
* * *
QUINTA PARTE
LA LUCHAENCUBIERTA
X . QUE ES LA LUCHA CLANDESTNA (ENCUBiERTA)
1 Fundamentos
venían empleando8 sin que por ningtn concepto se supendan, o descuidei, las acciones y
actividades caracte ísticas de la fase precedente 3)
La forma exterior de las acciones de volencia, que tienen lugar en la lucha clan
destina, viene sensiblemente condicionada por las características concretas de la situaci&,,
Por el contrario, su “contenido” típico es siempre el mismo, Se trata de luchas “desde la
oscuridad” y, también “en la oscuridad”,
Con frecuencia, una u otra de las partes contendientes, trata incluso de encubrir
el hecho de que se está luchando, Como indica acertadamente EnetGrimmel 4), “la -
existencia de luchas de esta clase -o, al menos muchas de sus consecuencias-U suele ser
desmentida, es decir “encubierta”, por, al menos, uno.de los principales bandos involu
crados en ellas”, En ocasiones, este proceder tiene por objeto enmascarar la agresi6n que
se oculta tras la guerrilla:; en otras, -segGn Grimmel ‘1puede tratarse de una medida de
fensiva adoptada por Gobiernos faltos de solidez en el terreno constitucional o en el de 1
poder político; cabe pensar que un Gobierno e difícil posición niegue la existencia de
cualquier lucha clandestina dirigida contra él, aunque los dirigentes de este Gobierno se
encuentren en una posición de impotencia. Cabe pensar que, al mismo tiempo, sea preci
so mantener relaciones diplomáticas muy correctas con el Gobierno del país que apoya la
lucha clandestina, o en cuyo beneficio se desarrolla tal actividad, Pero —siempre segGn
Grimmel— la palabra “clandestino” tiene también un significado preciso desde el punto —
en la guerra regular”
impacto producido por los actos violentos y obtener resultados positivos para los guerrfl1e
ros, Finalmente, las experiencias obtenidas en la lucha clandestina, deben servirparaper
feccionar la organización y e! adiestramiento delos grupos de acción. y mejorar su arma
mento con el material conseguido como .bín en el curso de la lucha,
(6) Ver Pavie Jaksic,, obra citada,, g. 269 sabido, que si las fuerzas de guerrille
ros pretenden sobrevivj y ievar adelante la guerra con éxito, debern estar siempre
a la ofensiva, Esta actitud viene determinada por la forma misma de la guerra de par
tisanas, que es ofensiva, en tanto que la forma defensiva estó asignada al bando arr
tipartisano, Tal asignación es justa, ya que la duración de la acción oFensiva de
los partisanos, es incomparablemente mayor que los breves períodos en 103 que l a
fuerzas enemigas intentan, mediante acciones estratégicas ofensivas, espectaculares
y de gran envergadura, liquidar al movimiento partisano y a sus fuerzas de combate11.
- 149
mente un trabajo legal y otro ;iegaP. Las acciones de los guerrilleros durante la lucha
clandestina, tienen la apariencia de una serie de actos aislados, realizados contra objeti
vos que, casualmente, ofrecen circunstancias favorables para el ataque, Mientras la lu
cha sea clandestina, los guerrilleros, se esforzar6n al mximo en evitar que el adversario
sospeche siquiera que entre las diversas accios, o entre los autores de las mismas, eXis
te la menor relacién.
Sin embargo,. de. hecho, cada acción aislada debe constituir una parte de un pn
de operaciones cuidadosamente elaborado, que e baseen una n6lisis detallado, y someti
do a constante revisién, tanto de la situackn del enemigo como de la propia. Cualquier
acción, tanto las acciones frustradas como las que se hayan visto coronadas por el éxito,
pueden producir daños irreparables si, en el marco del. pián general de operaciones, resul
tan ser innecesarias o inGtiles. Hay que tener presente que, en la lucha clandestina, ¡n
cluo las acciones llevadas a cabo con éxito, pueden proporcionar al enemigo datos impor
tantes acerca de la fuerza, objetivos, métodos de lucha y otros detalles relativos a los —
guerrilleros. Por ello, solamente la importancia que pueda tener la accén en el morco —
(7) Ver Georgios GrivasDighenis, obra cirada, p6gs. 51 y siguientes, y pág. 76.
(8) Fracci6n del Ejército RoIo, obra citada, pg, 12,
150
Una de las actividades que deben proseguir los guerrilleros con mayor vigor, s i
desean tener éxito en la lucha clandestina, es la propaganda, ya iniciada en la fase pre
paratoria. La lucha clandestina, correctamente interpretada, es también siempre una lu
cha psicológica. Por medio de ella: se trata de atraer nuevos adictos a la causadelosgue
rrflleros y aportar a las guerrillas nuevos combatientes y auxiliares; se pretende1, adem6s,
disuadir y atemorizar a aquellos que no se dejan ganar para la causa de los guerrilleros, y
hacerles dudar, y desesperar, de sí mismosy de la causa por la que luchan.
(9) Ya se ha indicado que, en la. fase de la lucha abierta, prosiguen las actividades ca
racterísticas de la lucha clandestina, aunque pasen’un tanto a. segundo plano. Como
ejemplo de un rópido paso a la lucha abierta, prosiguiendo, al mismo tiempo, la lu
cha clandestina, cabe citar la guerra’ de guerrillas emprendida por los partisanos ita
lianos contra las tropas alemanas desde el otoño de 1943.
131 -
en opinién de los autores, la aprobación de las masas slamente puede lograrse median
te la luchaU(10).
Hemos expuesto los cosos extremos,que son una verdadera excepci& en la histo
ria de las guerras de guerrilla0 Lo usual es que, al comienzo de la lucha clandestina, la
mayoría de la poblaci6n se muestre, o bien indiferente frente a los hechos que llega a co
nocer -ya que su único deseo es mantenerse al margen de la iucha armada que comienza—
b; a la expectativa, por parecerle igualmente dudosas las probabifidades de éxito de
ambas partes contendientes, y sus respectivos objefivos0 En este último caso, la poblacién
permanece a la espera a fin de determinar cuando debe apoyar a los guerrWeros, u oponei
se a ellos0 La misién de la propaganda realizada mediante la accién es, precisamente, in
teresar al burgués indiferente y captarlo para la causa de los guerilleros En otras pa
labras: dar la seguridad a io que dudan e infundirles el valor preciso para queadopten
uno decisién0
que podrían haber sido ganadas para la causa de los guerrIieros Igualmente e estimarén
tales acciones como un fracaso si llaman la atencién del adversario sobre errores que ve
nía cometiendo y de los que todavía no se había apercibido0 El haber 5abido ponderarsie
pre con acierto las reacciones que cabía esperar, tanto en las filas propias como en 1as
del adversario, ante las acciones que se pensaba emprender, y no considerar nunca como
posible lo improbable, son caracteritiCas de los jefes natos de guerrilleros, tales corno
Tito y GrivasDighenis0 Por el contrario, el mando alemén, demostré durante la Segun
da Guerra Mundial una totql ignorancia de lo naturaleza de la guerra de guerrillas, ya
que, al hacer pagar a gente inocente por las acciones de los guerrilleros, se enajené 1a
voluntad de aquellas personas que quizés hubiesen estado dispuestas a colaborar, pero que4
a la vista de las represalias, acabé 5intiéndose indignada contra los alemanes0 Otro tanto
cébe decir de los ingleses dwante la guerra de guerrillas en Chipre, durante los años cm—
cuenta0 Al propésito, escribe Grivas—Digheflis lo siguiente: Durqnte el tiempo que duré
esta lucha de cuatro años, tuvo lugar, en paralelo con la lucha armada, una pugna pa ra
conseguir el favor de la población, Cada cual quería ganarse la voluntad de la población.
Los ingleses lo intentaron mediante demostraciones de fuerza empleando el terror, las de
tenciones, los campos de internamiento, la trtura, la destrucci6n de las propiedades, el
asesinato de inocentes y las ejecuciones, Sin embargo, puede constatar, que cuanto ms
dura era la política de los ingleses, ms se distanciaba la poblaci6n de ellos y se acerca—
boa nosotros. Nadie se gana la voluntad de un pueblo mediante la violencia; sino me
diante una actitud correcta y un ejercicio del mando en que prevalezca la justicia y el
afecto. Las autoridades inglesas de Chipre, tanto miUtares como civiles, se enfrentaron —
con la pob!acin en forma casi apasionada, en lugar de proceder con habilidad. Por el
contrario, nosotros ernplebamos métodos fundados, esencialmente1, en la psicología de las
masas: convencíamos mediante argumentos s6fldos, y d6bamos ejemplo, en orden a aguantar
peligros y privaciones:.. Pero, sobre todo, robustecíamos la fé de la población en cuanto a
la justicia de su causa. Durante todo el tiempo que dura la lucha,.. trabajé sin descanso,
y con éxito, para ganarme los corazones de los hombres’, (11)
(12) Ibid. p6gina 370 Parece que los autores del “Calendario Rojo 1972 para apren
dices y escolares11parten de este mismo punto de vista0
(13) Ver “Fracci6n colectiva del EjércRo Rojo11, p6gina 32: “Si el explotador ¡ndivi
dual, comprende que el Estado ya no puede garantizar su seguridad, puede hacér
sele entender, mediante una política adecuada, que tos asalariados est6n dispu
tos, bajo ciertas condiciones, y a través de sus organizaciones políticas, a garan
tizar su seguridad personal, en general, y su actividad científica en particular;
todo ello con ciertas limitacionesg y durante el período de transici6n preciso para
alcanzar el sistema socialista de producci6n y dstribuci6n’,
Nota del autor: En el “libro rojo” de que dispone el autor, se habla de “actividad
científica”, aunque parecería rn6s natural hablar de “actividad econ6mica”. Exis
te la dda de si se tratard de una errata de imprenta o si, al hablar de dctii
dades “científicas11, los autores estarían pensando en las U n ve rs ida des ale
manas.
XIV. - PROBLEMAS DEL MANDO
La parte ms impresionante del libro de Thayer sobre las guerrfl las y los partisa
nos, es la que describre el encuentro de Mijailovich y Tito durante Id Segunda Guerra
Mundial. Thayer utfl izo este episodio —del que fue testigo presencial para describirdos
—
(1) Charles W. Thayer, obra citada póg. 78; ver también Vladimir Didijer; ‘Tito; biogra
fía autorizadail, Berlín, 1953, pógs. 136 y 165.
55
vil, k Polkra y la Justkk, que toma decones y juzga a su arbtro. Adern6s ndka
Thayer hab que notar otras dos cuaUdade3 específ kas del jefe de guerrflleros En pri
mer lugar, su conocrniento del terreno y su capacidad de aprovecharlo en forma óptima
para sus fines. Hob6 que notar que, a hablar del Uterreno, no hay que pensar sólamen
te en el aspecto gecgrdflco del mismo, sino, particularmente, en sus caractertkas socia
les, econmka y, sobre todo, políticas. Lo5 conocimientos del jefe de guerrilleros van
nucho mósolió de los caminos y veredas de las zonas montañosas, que se reseñan en los
planos de Estado Mayor. Conoce también las opiniones de la población en materia polítf
ca religiosa y racial, los Tab&s, las supersticiones y creencias, y las circunstancias
particularmente desfavorables, que reinan en algunas regiones y estractos sociales, Cono
ce tornbin a la5 personalidades políticas, sos amistades y rivalidades, sus puntos fuertesy
su debilidades, Y, por supuesto,. conoce las lenguas y dialectos correspondientes’, Ade
mós, según Thayer. debe concurrir en el efe de guerrilleros otra cualidad Saber explo
tar, en forma ópflma, las caracteriticas sociales y políticas del terreno”.
2 Lo36rganosdemando
Si, por el contrario, la guerra de guerrlilas comienza bato los auspicios de una
conspiración ‘desde abajo, el mando de la lucha clandestina suele recaer en personas —
que acierten a tomar iniciativas en el círculo de los conspiradores del primer momento,
e incluso actuar contra ellos. La elección de ¡os mandos la realizan, en este caso —almé
nos en parte sustancial aquellos que van a ser mandados por los jefes que eligen0 Enes
te contexto, pueden darse desavenencias y duras luchas por el poder.
En primer caso, los escalones jerárquicos del mando se forman de arribo hacia
abajo; en el segundo caso, de abajo hacia arriba Tanto en un caso como en tro, las
(7)0
características de estas jerarquías del mando son diferentes a la usuales en ¡os mandos mi
litares normales en una guerra convencional. Como indica von Dach (8) en su breve exa
men del mando en la resistencia total el mando de las guerrillas es mucho más indeperi
diente, y tiene una libertad de acción incomparablemente mayor que el escalón jerárqul—
(7) Ver Fracci6n colectiva del Ejército Rojo’, g0 31, donde se dice °En la fose mi
cial e forman grupos de partisanos en forma descentralizada e independiente; Estos
grupos emprenden acciones de cornand E5 necesario desarrollar estos grupos en to
dos los ‘céntros de concentración de la actividades a fin de obligar al enemigo a
dispersar sus fuerzas desde la fase inicial, y sobrecargar su organizac6n logística.
Al mismo tiempo, los grupos, deberán establecer comunicaciones entre sí y coordinar
sus acciones, a fin de poder emplear ss fuerzas en forma más efectiva y orientada0
Estas comunicaciones son la condición previa necesaria para la formación de centros
de resistencia locales0 Si por medio de esta táctica, se consigue diluir a las fuerzas
enemigas, podrían crearse, contando con circunstanciasfavorables, grupos secretos-
locales de milicias0
(8) Hans von Dach, obra citada, pág. 32.
-‘158
Una de las causas del éxito de los partisanos gregos en Chipre, bajo el mando
de Grivas—Dighenis, es, sin duda, el hecho de que este jefe sigui6, durante toda la lucl-o,
las dos normasde conducta antedichas. Respecto a estos dos normas de conducta, el pro
pio Grivas—Digheñs (9) escribe lo siguiente: La concentración de gran cantidad de per
sonas en un lugar, hubiera favorecido su descubri miento. Adern6s, hubiera precisado me
didas suplementarias de enmascaramiento, Siemprefue peligroso poro un Estado Mayor
que, para cumplir con su misi6n, precisaba contar con cierta cantidad de personas, esta
blecer un Puesto de Mando en un lugar determinado (10).
Por su parte, Tito, estuvo en dos ocasiones a punto de caer en manosdel enerni
go, a causa de tener un Estado Mayor excesivamente grande0 La primera ocasi6 fue en
enero 1944, cuando fuerzas motorizadas alemanas penetraron en la localidad de Jaice,
en la que Tito había instalado su puesto de mando en las noves de una f6brica .de produc
tos químicos (11). Lasegunda fue en mayo de 1944, en la localidad de Dvar, durante la.
operaci6n alemana R&selsprun9 ocasi6n an lo que Tito consigui6 escapar por eca5o
margen, en tanto que fueron capturadas personas de cierta importancia, que ejercía misio
nes de enlace con los ingleses y americanos, así como algunos jefes deguerriflerOs, yn
tena1 importante0 Ello dio lugar a que el Estado Mayor de Tito precisase bastante tiempo
para estar de nuevo en condicones de efectividad (12).
(li) l-lelmuth Rentsch,, obra citada, pcg. 85. Vladimir Dedijer, en u biografío de Tito,
nada indica acerca del pelgro que corri&el Çuartel General de.ste. Por el contra
rio, en la pg. 166 de su obra, indico que el 9de diciembre de 194.1, Tito estuvo
a punto de perecer, en un combate contra los italianos, Un grupo de choque itatia
no, atac6, an Drenovo, la casa de labradores en que se hallaba Tito con.algunos
miembros de su Estado Mayor y detuvo al radiotelegrafista y o dos o tres hombresde
su guardia personal. “Tito indica Dedije reconocia a los italianos y dio inmeda’
tarnente orden de llevarse los documentos y e. transmisor radiotelegr6fiC0. seguida
mente cog6• su metralleta, y sali6 corriendo de lo casa, ¡unto con.aigunos de sus ca
maradas, a fin de poder cubrir el transporte de los archivos y el equipo de transmisio
nes desde un montículo situado a unosdiez metros,
Cuando los italianos penetraron en la casa, lo único que hallaron fue la máquina fo
tográfica de Tito, que éste había. olvidado en su precipitada escapada”.
(12) Helmuth Rentsch, obra citada, pág. 86. Rentsch cita erréneamente el mesde agosto
como fecha de estos hechos; Sin embargo, el ataque al Cuartel General deTito, en
Drvar, tuvo lugar el 25 de mayo, fecha del cumpleaños de Tito, quien, por escaso. —
una de las tareas mds importantes, de todo los escalones del Mando, en la guerra de
guerrillas, Estas medidas de seguridad deben ser, de una parte, efeçtivas, y, de—
otra parte, llamar la atención lo menos posible, Lo5 guerrilleros irlandeses del IRA.
rodean sus instalaciones de mando y abastecimiento de dos o tres Ucinturones de se—
guridad formados por simpatizantes açtivo, que no tienen otra mii6n que oerr
los movimíentosde las fuerzas militares y de orden piblico del adversario en la zo
na que se pretende asegurar, y dar la alarma en caso oportuno, Yladimir Dedijer,
indica, en la pdgina 144de su libro, que, en cierta ocasión, en que se celebró una
reLinión de la Upiana mayor de los partisanos yugoslavos, se recurrió al expediente
de que los participantes penetrasen, en el edificio convenido, individuaImente y
con intervalos de un cuerto de hora a fin de no llamar la atención de la po
licía,
ó1
La labor de equipo que deben desarrollar los que mandan y los que son manda
dos, en relaci6n con las acciones que tienen 1uga en el marco de la lucha, exige una co
municaci&1 lo ms estrecha posible, entre unos y otros La comunicacin ms sencflla,
en genera’, la ms segura, es el contacto personaL La oervacin personal, o, al m
nos,, los informes recibidos directamente de quien ‘ha sido testigo presencial de los oconte’
cimientos, son la’ base mds segura para las decisiones del Mando El Mondo mediante el
ejemplo, o mediante un gesto de la mano, o bien mediante 6rdenes.verbales, resulta ser,
especial mente en mqmentos críticos, mucho ms efectivo que cualquier otra fórma de man’
dar’, por perfecta queseo en el orden tcnTco0 Este contacto directo resulta, sin embargo,
difícil de conseguir, incluso en la guerra de guerrfllas0 Cabe pensar que resulte fa’ctible
en los escalones inferiores del mando, pero er una rara excepción en los niveles superio’
res0 Si la comunicácin directa no resulta posible, será preciso que el mando haga usode
ciertos medios de enlace que sustituya al contacto personal Sin estos elementos de .enla
ce,no resulta posible.desernpeñar las funciones del mando, incluso en la guerra de guerrf
Has0 De su perfecto funcionamiento, depende e! éxito de cada acci6n0 En todo caso,el
mando no deber6 olvidar nunca que todos estos medios de comunicacin no son sino un sus’
tituHvo y a veces, especialmente en momentosde crisis, un deficiente sustitutivo del
contacto personal0
Las personas previstas para actuar como contactos deben ser seleccionadas e
• ¡nstruídas acerca de su misi6n, durante la fase pr’eparatoria, es decir, antes de que co
mience la lucha clandestina propiamente dicha. Durante la lucha clandestina, habrd que
elegir, adiestrar y tener dispuestos, a nuevos contactos que ocupen el lugar de las ba
¡asil que, por una u otra causa, hayan podido producirse.
Para comunicar informes sencil los, u 6rdenes, los contactos, pueden emplear
determinadas señas, Estasseñas son particularmente adecuadas cuando se trata de avisar
oportunamente a los grupos de acci&, Como indica von Dach (15): Las señales lumino
sas, o de humo, o el agitar alguna tela, resultan procedimientos demasiad llamativos, y
encierran un riesgo para quien los utiliza. M5 adecuado resulta, durante el día, la aper’
tura o cierre de determinados postigos, o colgar la ropa, o la presencia u ausencia de —
vehículos en un lugar dado, etc. Por la noche, se puede recurrk a tener iluminados u os’
curecidos- determinados tragaluces; abiertas, o cerradas, las puertas de una cuadra etc.
Lo que von Dach indica para el caso de un pueblo, es v6lido tarnbén para las
ciudades, teniendo en cuenta ciertas diferencias ambientales, Así, podrán emplearse co
mo señales las persianas (total o parcialmente baiadas), o la ausencia de la placa existen
te en una puerta, o la presencia, en el escaparate de la tienda perteneciente al contac—
to, de determinados géneros o determinados precios etc,
Si, debido a su extensi6n, es preciso poner por escrito alguna irforrnacin, debe’
r6 ‘enmascararse11el escrito, empleando para ello un C6digo de cifrado, que establez-’
ca ciertas equivalencias convencionales, Así, limonadau, puede significar°enemigo
u1beber puede equivaler a retirarse etc, (16). El enmascaramiento debe elegirse en for’
ma adecuada para que no pueda ser reconoçdo como tal; la fras debe tener.sempre u n
sgnfcado razonable, & msmo hempo, riocente. Durante la Segunda Guerra Mun—
dal se do el caso de que uno Fraseen clave1 uhhzada por los parhscnosyugoslavos
(El arzobspo bola en la badal resultaba tan anorma! que llamá la arencián de un i efe
alemán —muy poco suspicaz, por cierto y la cueshán do lugar al descf rodo del C6dr’
go de cifrado de los rtisanos. Algunos gupos de. la Resistencia francesa emplearón un
procedimiento que, al parecer, permaneciá sin descubrir por los alemanes hasta el final —
• de la guerra en las cartas que escrbían,.sálo las palabras que ocupaban un lugar múltiplo
de un cierto número, estaban escritas en clave. Para averiguar cuáles eran estas palabras,
era preciso sumarlas cifras que indicaban el día y el mes de la fecha; es decir que en una
• carta en la que la fecha fuese el 3 de marzo, las palabras en çlave seríar. los mitiplosde
6. Pr supuesto, no siempre era fácil encontrar un contenido razonable e inocente para —
4.Comunicac ionesoenláceporotrosmedios
(19) Ver en Hans von Dach, obra citada11 p6g. 35; también Ça ira31, pág. 36. Parecidas
tendencias se observan en el Calendario Rojo para aprendices y escoIares, pg.BS
en el que se dice El ser radiotelegrafista aficionado no es, ni muy difícil ni muy ca
ro. Los equipos receptores11transmisores, y las antenas, las puede contruir uno his—.
mo . .
, -
no alguna sustancia cuyo olor no sea perceptible para el olfato humano. Por lo dems, el
perro lleva el mensaje oculto en un collar, y es f6cil conseguir que ofrezca una en&gica
resistencia frente a terceras personas que ntenten quitdrselo (22).
5. 6noeconocmiento
(22) Tanto las unidades alemanas que combatieron contra los partisanos, en la Segunda
Guerra Mundial, como los cazadores paracaidistas portugueses que combatieron en
Angola contra los guerrilleros infiltrados desde el Congo y Zambia, emplearon con
éxito— perros adiestrados para mantener los enlaces.
Apartedel infornnte, habrá que citar, como elemento que ayuda a los guerrilleros,
desde la fase preparatoria, a realizar rareas de reconocimiento, al agente provocadora
Este tipo de personas procuran establecer contacto con miembros de las fuerzas armadas y
policía del enemigo, e incluso con la población civil, y mediante conversaciones aparen
temente ¡ntranscendentes en cafés, hospederías, en el tren, o en el campo de fútbol, ad
quieren conocimiento de ciertos detalles que pueden ser de interés para los guerrflleros0
A estos elementos informativos, habré que añadir las observaciones que pueda ha
cer, casualmente, tal o cual guerrillero, y que haya comunicado al mando0
La imagen del enemigo que adquiere por estos procedimientos el mando de los
guerrilleros, se completará por medio de las noticias de la prensa y la radio, por discursos
y manifestaciones de los dirigentes enemigos, e incluso por ciertas medidas con que el ad
versario amenace a los guerrilleros0
dad de movimiento0 Tampoco deberá limitarse a intentar: conocer, con la mayor antela-
ción posible, las intenciones y planes del adversario0 Además de todo esto, y de acuerdo
con los resultados del reconocimiento, deberá hallarse en condiciones de penetrar en la
forma de pensar del enemigo, hasta el punto de poder prever ¡a forma en que, probable —
mente, reaccionará ante una acción de los guerrilleros, e introducir esta previsión en sus
planes. Quien no se plantee la cuestión de las reacciones probables del adversario, o no
pueda asegurar que sus previsiones al respecto serán bastantes exactas, tiene pocas proba
168 -
bilidades de xito como ¡efe en la guerra de guerrillas. Especial atenci6n se presta, enel
marco de la labor de reconocimiento que realizan los guerrilleros, a las circunstancias per
sonales de las personalidades dirigentes del enemigo, sus relaciones.econ6micas, sus incU
naciones políticas y sus actividades. Los resultados obtenidos en stas investigaciones pue
den ser explotados, dado el caso, como material de propaganda, la cual, como es sabido,
desempeña un papel de suma importancia en la lucha.
de la poblackn civil residente en la zona de operaciones. Como indica H0 von Dach (24
“Se trata de saber qu personas son plenamente dignas de confianza; quienes de los que
merecen confianza están dispuestos a ayudar activamente, suministrando, por ejemplorali
mentos y noticias, u ocultando heridos o enfermos y cuidndolos, o. colocando minas etc.;
y, finalmente, quienes simpatizan con el enemigo, o colaboran ón.l de alguna forma
(simpatizantes, oportunistas, delatores, etc.). Cabe citar que, a juzgar por los datos re
cogidos en los últimos 25 años, en la guerra de guerrillas ha aparecido, con mayor frecueri
cia que en las ‘grandes guerras”, un tipo de personas conocidas por “corredores del fren
te”, es decir, informadores que consideran su actividad, en cierto modo, como una profe
si6n, y que suministran informes a ambos bandos, Este fen6rneno puede ser consecuencia —
de la gran extensi6n del ámbito geogrófico en que suelen desarrollarse la mayoría de las
guerras de guerrillas.
6 Los‘tercerosinteresados’
,
De todos modos, habrá que notar que, en el curso de la lucha clandestina, este
tipo de infiltraciones a través de las fronteras, solamente es ventajoso para los guerrilleros
si las personasque residen a ambos lados de la línea fronteriza pertenecen a un grupo ét
nico igual o parecido, ya que solamente en tales circunstancias podrán contar los guerrH
hieros con suficiente número de simpatizantes en las zonas de operaciones, y poder confun
dirse con la población sin llamar la atención.
porvenir de éstos0
170 -
También para Tito fue un problema esta dependencia del tercero interesado’,
durante todo el tiempo de su lucha, El capítulo, en el que Vladimir Dedijer describe la
primera fase de la guerra de guerrfl las de los partisanos yugoslavos, estó encabezado por
dos manifestaciones, bastante significativas, hechas por Tito en 1942: O tsi no nos que
ris ayudar, al menos, no nos creéis dificultadesu Habíamos luchado durante veinte me
ses, sin recibir de nadie Va menor ayuda material,
En otro aspecto, es de notar que Tito comenzó por dirigirse al pueblo yugoslavo, en su to
talidad, y encontró eco entre las masas, en tanto que Bohr—Komorowskiapeló inicialmen
te al tercero interesados!, por lo que;. cuando estalló la lucha, se encontró en Varsovia
con una población totalmente impreparada, que, si bien sentía gran simpatía por su perso
no fue incapaz de prestarle el apoyo necesario. A ello se debió que permaneciese aislado
y fuese aniquilado por razón de este aislamiento, La ayuda del tercero interesado no
puede sustituir nunca a la aprobación y a la colaboración —activa o pasiva de la pobla
ción; de ahí que el ganarse la voluntad de la población sea la primera cuestión que debe
plantearse el mando de los guerrfl Veros.
Por las razones antedic.hó5, se comprende, que lo primero que intentar conseguir
el enemigo (a menosque quiera verse abocado, de antemano, al fracaso) es aislar a los
guerrilleros de la población, dando prioridad a este problema sobre el de aislar a los gue
rrilleros de los terceros interesados’,
* * *
XV, TERRORISMO
Y SABOTAJEEN LA LUCHA
CLANDESTlNA O ENCUBIERTA
1 , El acto terrista
(1) Martín Oppenheimer, obra citada, pg0 32, El autor establece certos paralelismos
entre los terroristas y los ‘bandidos sociales’, de los que,siguiendo a E0 Hobshagen,
da la siguiente définici6n “Un hombre se convierte en bandido cuando hace algo —
En el presente contexto, habr6; que notar que el “Calendario Rojo para aprendices y
escolares, 1972”, en su pgina 50, cita los siguientes p&rafos de un escrito deMarí
ghelia: ‘La acusación de ser un bandido o un terrorista, no tiene ya e! mismo carác
ter peyorativo que tuvo antaño0 El calificativo de bandido, o de terrorista, honra a
cualquier persona honrada, toda vez que define la postura de revolucionario, que
combate a los enemigos del pueblo con las armas en la mano
172
va del Ejército Rojo’ (2) se pretende demostrar, de hecho8 y en forma que produzca im—
presián, que la organizacián opresiva estarai no se halla en situacián de proteer ios inte
reses de los propretarros en deremnadas zonas, con caracter permanente yen omaef
caz,
Las consecuencias materiales del acto terrorista, es decir, el daño material inflin
gido al enemigo, son secundarias, en comparaci6n con los resultados psicolágkos que de
se esperen, Estos últimos son de dos clases: de una parte, se persiguen éxitos propagan
dísticos, y, de otra, se preende atemorizar y disuadir (3). Como indica MartÍn Oppen’
(2) Fraccin colectiva del Ercito Rojo. obra citada, pág31 El rrafo que se cita
figura al final de una serie de consideraciones sobre el proceder tácticamente acer—
fadoU de los grupos terroristas, En estas consideraciones, se dice lo siguiente ‘i los
comandos proceden en forma tácticamente acertada, conseguirán que as fuerzas de l
represián, y en particular la policía, tengan que suspender el sistema de patrullasais
ladas en los barrios9 y que solamente puedan moverse formando grupos de combate.
Esto significa, que el enemigo deberá renunciar, en parte, a la dispersin de susfuer
zas, lo que le impedirá e’ercer una proteccián y control de todas las zonas, a todas
horas8 ya que tendrá que retirarse de ciertas zonas, al menos temporalmente yconcie
fa frecuencia, Para reducir al mínimo esta pérdida de control, deberá procurar que
las patrullas tengan la entidad mínima indispensable, a fin de poder mulrilksunúrné
ro.. En éstas condiciones, las guerrillas estarán en stuacián de concentrar sus fuerzas
—provistas de armas automáticas— y utiiizarla, de acuerdo con las conveniencias c
ficas, en formaque puedan derrotar a las patrullas enemigas. Este proceder obliga
rá al enemigo a aumentar los efectivos de sus unidades de patrulic, y, al mismo tiem
po, a limitar las zonas de patrulla, evitar zonas en las que el terreno sea desfavora’
ble, concentrar sus fuerzas en determinados puntos, desatendiendo otros, etc, Enes—
tas condiciones las guerrillas podrán demostrar, de hecho y en forma que produzca ini
presián, que la organización opresiva estatal no se halla er situación de proteger los
intereses de los Propietarios, en determinadas zonas, con carácter permanente y e n
forma eficaz’,
(3) En esto se diferencia el acto terrorista del acto de sabotaje, Ver 5, pág. 182,
- 173
heimer (4) el terrorismo, puede también tener por objetivo el hacer tan costosas las con—
tramedidas, ue el Gobierno (por ejemplo en & caso de una potencia colonial), prefiera
ret,iarse, antes que contuiuar ocupando el pa( El terrorismo indscnmrnado, produce0en
general, un desorden que çrea confusionismo, en tonto que el terorisino organizado, es
ms representativo desde el punto de vista político, y su obetivo es rns bien atraersealia’
dos que disuadir a la potencia ocupante0 A veces, la raz&’ principal del terrorismo orga
nizado, puede ser el provocar un antiterrorismo, que har6 víctiras de sus medidas de re
presi6n a una serie de personaselegidas, probablementé, en forma indiscriminada, entre
las cuales, parece natural que los guerrilleros puedan hallar aliados, a causa del arbitrd
rio trato sufrido0 Esto ha ocurrido con frecuencia, y por ello, el terrorismo suele ser uti-
lizado, con frecuencia, como un elemento en que se apoya la palanca de la subversi&’
Thayer (6) que investigo el papel que desempeña el terrorismo en lo guerra de”
guerrillas (aunque, al igual que Martín Oppenheimer, no distingue con suficiente claridd
los actos de terrorismo de los de sabotaje), llama & terrorismo la Forma limitada delague
rra de guerrillas En su opini6n, !la guerrillas, suelen emplear, en general, esta forma
de la violencia, soamente en el caso de que no les sea posible hacer uso de otras formas
de la guerra irregular, debido a Falta de partidarios! o de arrnamento0 A juicio de Tha—
yer: cuando el movimiento guerrillero aumenta en extensién y fuerza, el papel del terro
rismo se hace cada vez menos importante0 Puede emplearse el terrorismo para doblegar la
moral del adversario, pero ante un enemigo decidido, suele tener poco éxito, comopr
do comprobar Grivas e incluso puede robustecer su moral combativa, debido al horror
que inspiran los actos terroristas0 Sin embargo, empleado en uni•Snde otros métodos, pue
de proporcionar el éxito deseado, como lo demuestra el caso de los ingleses en Palestina,
en 1947, o la accién en la zona del canal de Suez, en 1954, ocasiones en que el precio
que había que pagar por mantener e! dominio de los territorios en litigio, comenz6 o ser
demasiado e!evado
(7) Es significativo que, en la página 22 del Calendario Rojo para aprendices y escola-’
res, 1972, aparezca la siguiente cita: h16 de marzo 1968, Primer atentado con bom
bas contra un tribuna! de justicia de lo criminal (Berlín).
(8) bid,, página 95. Ya en la página 4, se habla en el Calendario Rojo, de accione,
eventualmente ilegales. Por medio de estas acciones se obliga a los capitalistas a
- 175 -
- el “Calendario Rojo” cita los siguientes ejemplos: “lnterrupci6n de sermonesde todo tipo
(aunque sean de tendencia izquierdista); empleo de petardos, bombasasfixiantes y pintu
ra, con objetivos determinados; envío, por correo8 de basuras,a idistria les importantes,
etc. Los “revolucionarios”, en los que pretende convertir el “Calerdario Rojo”a los apren
dices y escolares, “deberán comportarse, frente a la burocracia, como tontos o como per
sonas excesivamente minuciosas, que pregunten sin cesar acerca de los motivos cuando se
les da alguna orden y que acaben agotando a la personas que odan mediante llamadas te
lefnicas, cartas, llamadas al tmbre, rnca “a todo volumen”, o seguimentos que resu!
ten molestos”
La misma “escalada” que existe en las acciones contra las personas, se oerva
también en las acciones contra las cosas La “e5ck” de accione puede comenzar con
la crernaci6n de cruces, colocaci6n de señales de advertencia8 o símbolos de lucha, “en
el cesped, delante de las casas de los adversarios políticos’ (9); puede consistir’ también—
en ensuciar las paredes de los edificios o ensuciar, hasta dejarlos inservibles, toda clase
de locales, ayuntamientós, juzgados (10), escuelas, escuelas superiores y otros edificios
p6blicos0 Las acciones pueden proseguir su escalada, mediante la destrucci6n de instala
ciones, la destrucci6n de actas, la destrucci6n de postes telegr6ficbs o de alta tensi6n,la
ocupacn violenta de edificios etc0 hasta llegar al incendio:y ál robo de bancos0
Una forma del terrorismo, bastante extendida en Europa occidental, que cita tam
bién el “Calendario Rojo” (11) es la llamada “ocupaci& de casas. praderas, playas yolras
propiedades privadas (12)
:iacer concesiones o ve»se desúbirtcs,. Cabe citar corno elemplos: acciones realiza
das mediante octavillas o carteles, ocupación de viviendas, acciones contra propieta
nos de casas o especuladores en terrenos, contra explotadores de hoteles de lujo,con’
tra los bur6cratas de la Administraci6n, contra propietarios de viviendas de alquiler,
y, de otra parte, contra edificos o propiedades de explotadores o sus adlteres0 En re
laci6n con todas estas acciones, es indispensable realizar: el an6lisis de la situaci6n;
la determinaci6n de los objetivos políticos; el calculo de las consecuencias; el plan
miento del curso que hadeseguinlaacci6n, y la informaci6n a la población”
(9) Charles W, Thayer, obra citada, p6g1 161
(10) En la p6g. 65, el “Calandario Rojo para aprendices y escolares, 1972”, hace la si
guiente cita: “5 de septiembre 1968: Karl Heinz Pawla hace sus necesidades en el -
Juzgado de Berlín”0
(11) Ibid,, pgina 95
(12) “Frcci6 oIetiva del Ejército Rojo” cita en la p6g0 44, corno ejemplo típico de
- 176 -
duraci6n, sino que, por el contrario, subraya la importancia de que la ocupaci6n dure has
ta haber logrado los efectos apetecidos en orden a la disuasi6n, la aternorizaci6n y la pro
paga nda.
3oincendiosyrobodebancos
(16) El “Calendario Rojo para aprendices y escolares, 1972”, en su pág. 29, indica: 12
de abril 1968 Se ¡mpidi la distribución de la prensa editada por la ‘cadena Sprin
ger” en Berlín, Frankfurt, Hamburgo, Hannover, Munich, Esseny Esslingen”0
(17) “ça ira, 9o SL
Ver Robert F. WilIlams, obra citada, pago 182: ‘El arma ofensiva m6s peligrosa de
las guerrillas son sus Divisiones Incendiarias0 Trabajan, org6nicamente hablando, —
1 7
— I/ —
sitables las carreteras para los transportes de tropas, y, en segundo lugar, la gran ex
tensi6n de las zonas rurales americanns haría necesario el empleo de fuertes contin—
Otros objetivos que se citan en el folleto ça ira”, son aquellos edificios e los—
talaciones cuyo incendio haga recaer sobre cÍrculos fascistas las sospechasde la policfa0
En términosgenerales, esto quiere decTr que, al provocar los incendios, hay que intentar
hacer recaer las sospechas sobre el enemigo0
En tanto que Marighella trata del incendio en forma marginal y breve, limitndo
se a decir que ha provocaci6n de incendios y la fabrTcacin de bombasincendiarias, son
sumamente importantes para la técnica del terrorismo revolucionario (19), sus cornentari
acerca del robo de bancos s’n mucho ms extensos. Cabe citar, textualmente (20) 1osH
guiente “El ejemploms populardelataque,es elasalto a un banco;en el Brasfl, las gue
rrillas ciudadanas han desarrollado el asalto organizado a los bancos como una operación
de la guerra de guerrillas, Actualmente, se emplea mucho esta modalidad ofensiva, que
constituye una especié de examen previo de la guerrillas ciudadanas durante su adiestra
miento en la técnica de la guerra revolucionaria, Se han desarrollado innovaciones impar
tantes en esta técnica ofensiva, que garantizan la huída, el llevarse el dinero y el anon
mato de los autores. Se ha demostrado la inutilidad de los esfuerzos de los bancos para evi
tar los asaltos (recurriendo a nuevas instalaciones de alarma, sistemas de vigilancia, equi
pos electrénicos y otros inventos norteamericanos) si éstos se realizan sohe base política
y aplicando la técnica de la guerra de guerrillas en las ciudades
Para Marighella, el asalto a los bancos no es tanto un acto terrorista corno una
“expropiaci6n típica” (21) En este sentido, manifiesta que”la capacidad del revolucio
nario, se ve mermada, en toda la expropiaclén armada, por una doble concurrencia (o
l!competencia).
(19) CarlosMarighellaobracitada,pág 64
4.Elrapto
Entre las acciones terroristas contra las personas, corresponde al rapto un papel
esencial, similar al de la caprura de rehenes en la guerra de guerrillas. Mediante el rap
fo de conocidas personalidades, se pretende obligar al enemigo a ddoptar una postura de-’
terminada, que puede consistir en el pago de un rescate (que pasaEáa engrosar los Fondos
de los guerrilleros), o bien en la Uberaciónde guerrilleros que se hallen presos, o bien,
(22) Ver Martín Oppenh&hier, obra citada, pág. 68, que cita a Liddell B. Hart, hacieri
do constarlo.siguiente: Los movimientos armados de resistencia, han atrado a mu
chas personasde vida dudosa. Bajola capa de estos movimientos, les era posible en
tregarse a sus vícios y dar rienda suelta a sus resentimientos. El resultado era un des
precio por todo lo que significase ley y orden, desprecio que perduraba incluso des
pus de la partida de óstos intrusos, Oppenheimer, agrega lo siguiente al citado-’
párrafo de Liddell Hart: SegGn Sanon, la serie de agresionesque sé desarrollandu—
rante las revoluciones, y que son aprobadas en el curso de astas,tienen un efecto-’
saludable, Sin embargo, en nuestra opinián, tales actos no tiene valor terapáúrico
alguno, ya que el sentimiento de que la violencia está permif ida, no desaparece al
terminar la revoluciónR,
(23) Ver Martín Oppenheimer, obra citada, pág. 53: uSeg6n Debray, la propaganda no
precede a las acciones militares, sino que, más bien, sigue a las acciones militares
de los IfocosH, o centros del ejército de guerrilleros. Al principio de toda propa
ganda se halla la propaganda realizada con hechos, como, por ejemplo, el terroris
mo’. Con ello —segin Debray— las guerrillas dan un paso atrás en la Historia,
volviendo al bandidaje, al que solamente más tarde seguirá la labor ¡deokigica’.
En otras palabras: La propagandaarmada sigue a la acción militar; la forma más
destacada de la propaganda es la accin miUtar coronada por el ¿xito
— 181 -
que se halle preso, debe considerar la prisión como un terreno que debe conocer, ydorni—
(24.) Carlos Maighella, obra citada, gs. 59 y siguientes. E5 notable que, en el”Calen
dario Rojo para aprendices y escolares, l972’, se hagan constar, en determinadas fe
chas, los anwersarios de raptos realizados por guerrilleros. A5Í, en el día 31 de mar
zo se hace constar el rapto del Embajador alemón en Guatemala, Conde de Spreti,.
raptado en 1970, y, en ¡a fecha 12 de junio, el rapto del Embajador alemón en Bra—
sil, que tuvo lugar e mismo aNo. No se cita el hecho de que el Conde Spreti fue ase’
sinado, pero, en cambio, se hace constar que el Embajador en el Brasil fue intercorn
biado por presos políticos.
(25) El elemento propaganditico, como parte anexa al rapto,. lo cita tambin el Fr’aó
Colectiva del Ejército Rojo, g. 44, en la que se cita, como ejemplo hipotético,
un rapto en el que “un comando de partisanos apresa al jefe de un complejo industrial,
que ha despedido a algunos obreros, con el resultado de que se anulan las órdenes de
despido”.
Ver también Manfred Neuber, en ‘Die Weit’ del 16.4.1970, g. 2, en la quesedi
ce: ‘si los arganismos estatales acceden a las exigencias de los raptores, en el senti
do de liberar presos políticos o pagar un rescate, mostraran en pGblico su impotencia,
y se esfumaró su autoridad, Si, por el contrario, rechazan estos exigencias, recaeró
sobre ellos al menos en el caso de que los raptados sean diplomóticos extranjeros) la
protesta de la opinión p6blica mundial y se intensificaró. en el propio país, el am
bíente revolucionario”.
(26) Carlos Marighella, obra citada, póg. 58. En el Calendario Rojo para aprendices y
escolares, 1972u, se hace en la pógina 53, la siguiente cita: ‘29 de julio 1971: Al
grito de ¡Viva la Revolución!”, el carcelero Iguala (Méjico) liberó a 125 presos.
182 -
narq a fin de poderse liberar mediante uno acción. A su vez, el miembro de la guerriliao
ciudadana que se haila en libertad, considera los establecimientos penitenciarios del ene
migo como un objetivo de sus accones, con vistas a liberar a sus hermanos ideológkos
El guerrillero de ciudad preso, y el que estó en libertad, forman uná combinación sobre
la que e basan las acciones guerrilleras de liberación0 En relación con esta cuestión, in
dica Marighella que no hay ninguna prisión, bien se halle en una isla, en uno ciudad o
en el campo, que pueda resistir a la astucia, habilidad y potencia de fuego de lo revr3lu
cionarios
5Elsabotaje
pre, se recurre a la violencia para tal fin. Desde el punto de vista de las leyes imperan
tes en el país, el sabotaje es, al igual que el acto trrorsta,un delito. Lo que distingue
al acto de sabotaje del acto terrorista, no es tanto su aspecto exterior, sino su objetivo
En el sabotaje, lo importante son los efectos materiales, es decir, los daños producidos al
enemigo. En cuanto a los efectos pscolgicos temor y disuasi6n, de una parte, y efec
—
tos propagandfsticos, de otra— que en el acto terrorista eran el objetivo principal, resul
tan secundarios en el acto de sabotaje, en el cual, ocupan el pnmer plano los daños ma
teriales causados
La cantidad de variantes del acto de sabotaje, es tan grande como la del acto te
rrorista. Cualquier intento de enumerar estas variantes, en forma sistemátzada, estaría
llamado de antemano al fracaso.
Lo5 ejemplos citados por Oppenheimer, y otros a los que hace alusión (30), tie
nen una clara semejanza con las “propuestas” que hace el “Calendario Rojo para aprendi
ces y escolares, 1972”, (31) que, en su lista de actividades subversivas, indica que “1 os
aprendices pueden equivocarse, al mcnejar máquinas costosas’ (32). Tanto las indicacio
nes de Oppenheimer, como las del “Calendario Rojo”, ponen dencnifiesto que tanto la
propaganda subversiva, como las acciones terroristas de menor “virulencia” pueden desem’
bocar en el sabotaje, sin soluci6n de continuidad (33).
Marighella (34), Hamo sabotaje uno forma especialmente desrructva del ataquefl
en la guerra de guerrillas, y hace constar lo siguiente: para los actos de sabotaje, se pre
cisan muy pocas personasa véces bosta con una sola persona para obtener los resultados
apetecidos. Cuando la guerrilla ciudadana precisa realizar actos de sabotaje, suele co
menzar por actos aislados, individuales; adeante, tendr6 lugar e sabotaje general,
realizado por el pueblo. Un sabotaje bien realizado, requiere investigación, planeamien
fo y una ejecucf6n cuidadosa. Un poco de arena, pequeñísimas cantidades de líquidos in
flamables. mai engrase, tornillos qutados de su sitio, cortocircuitos, o algunos trozos de
madera o hierro, colocados en el lugar adecuado, pueden causar daños irreparables
Una de las primeras misiones del mando regional de los guerrilleros,, en la fase
de la lucha clandestina, consiste en seleccionar los objetivos desabotaje en una zona de
terminada, y coordinar las acciones de tal forma, que el conjunto de las mismassea lom
eficaz posible, es decir, que el daño que se cause al enemigo, sea lo mayor y lo mdsdu
rodero posible. Heinz Khnrich (35)quebatratadoampliarnente lo actividad de lo partiso
nos comunistas durante la Segunda Guerra Mundial, cita una serie de ejemplos, que ilus
tran la forma en que el mando de los partisanos comunistas resolvi6 este problema
llas, carteles, etc,) hasta llegara los actos de sabotaje, de forma tal, que los autn
ticos comandos de las guerrillas, solamente deban intervenir en casos excepcionales,
con e! fin de realizar acciones de castigo en el dmbito local,
(34) Carlos Marighella, obra citada, págs. 60 y siguientes.
(35) Heinz KGhnrch, obra citada, págs. 58 y Siguientes.
(36) Carlos Marighefla, obra citada, p6g. 62.
- 185 -
6jetivosdelsabotaje
El medio mó eficaz para interrumpir el fr6ico por carretera, durante algón tiem
po, es la voladura de puentes0 Sin embargo, von Dachr(41) advierte, con razón, que no
hay que hacerse demasiadas Husionçs respecto a los efectos de estas voladuras. por ello
- indica von Dach es mós importante el cuandou que el corriou de la voladura0 Una
destrucción primitiva desde e punto de vista técnico, pero realizada con clara visión tóc
tica, poco antes del comienzo de la acción decisiva, es de mayor valor militar que otra,
técnicamente muy perfecta, pero realizada en un momento en que el enemigo no depende
decisivamente de sus comunicac iones
dammU a mediados de mayo 19710 En una especie dejuicio crítico de esta demostración,
se dice: UFue una buena idea el entorpecer el trófica mediante obstócu los formadospor au
tomóviks y materiales de construcción, ya que los dogos (la pollera) dependen de sus
coches. Por ello, el bloqueo de la calles y la creación del caos en el trófico, nos dan
mayor libertad de acción que cualquier otra medida,
Durante la época de la Segunda Guerra Mundial —de la que von Dach deci’i ce
sus consecuencias— los elementos principales del trófico por tierrab, eran el ferrocarril y
las carreteras, tanto en la guerra clósica como en la de guerrillas. Sin embargo, en laac
tualidad, hay que añadir a estos elementos el tráfico aéreo, utilizado para sus desplaza
mientas tanto por las fuerzas militares como por el personal civil. Los grandes a.’iones de
transporte, pueden paliar, considerablemente, los efectos de una interrupción del trófica
rodado, tanto por ferrocarril como por carretera. De otra parte, los helicópteros, pueden
transportar, rópidamente y por sospresa, fuerzas ligeras del enemigo al lugarque se esti-
me oportuno, particularmente desde el momento en que la lucha clandestina se haya trans
formado en lucha abierta. Todo ello hace que el trófico aéreo del enemigo (o sea, sus
aviones y sus instalaciones de tierra) se haya convertido en un objetivo importante de los
guerrilleros, tanto con vistas al sabotaje como con vistas a la realización de golpes de ma
no0 El ya citado von Dach, no trata del sabotaje del trófico aéreo, pero toma en conside
raci6n el golpe de mano, y, en este sentido, habla de sorprender al personal de vuelo yal
personal de tierra de los servicios aéreos; en el orden material, cita los siguientes objeti
vos, que deben ser destruídos: a) Equipos pesados rnviles,. de radio; b) Equipos mvflésde
radar; c) Aviones colocados aparte 44).
Von Dach solamente habla de los aviones que se hallan separados del resto0 Sin
embargo, Marighella (45) bas6ndoseen la experiencias de los años 6O va rn6sall& En
el capítulo que dedica al ataque durante la lucha clandestina, manifiesta lo siguiente:
Los aviones situados en las pistas, pueden ser capturados, y las tripulaciones pueden ser
dominadas, En el aire, pueden ser secuestrados los aviones, u obligados a cambiar deru—
ta, bien mediante una operaci6n de guerrillas, o bien por una sola persona’ El secuestro
de aviones, se ha convertido, en los Gitimos años, en una modalidad especial del sabota
¡e contra el tráfico aéreo c46)0
árabe-sraelí en 1967— como un medio, entre otros, para lograr objetivos políticos —
sin tener que recurrir a acciones, o confrontaciones, de tipo militar, que encierran —
simpatía un tanto perversa, cuyo origen habrá que buscarlo en el efecto que produce
188 —
das, ayuda que, en el caso de Francia, no careció de cierta influéncia sobre la batalla —
(47) Véase Josef Schrder, Italia abandona la guerra, 1943”. Las contramedidas alema
nas en el territorio italiano: “Caso Alarich” y “Caso Achse”; estudios y documentos-
relacionados con la historia de la Segunda Guerra Mundial, tomo 10, (Góttingen ——
1969), pág. 297. En esta página, se dice los siguiente acerca de las contrarnedidas
alemanas tras el desembarco aliado en Salerno: El Mando Supremo de la zona Sur, el
Mando del 102 Ejército y el del 14 Cuerpo de Ejército Blindado, hicieron constar,en
las órdenes que publicaron el 9 de septiembre, su firme decisión de aniquilar la cabe
za de puente anglo-americana. Sin embargo, el intento de desplazar las fuerzas a
los puntos cruciales de la acción, se vió notablemente entorpecido por el hecho de
estar cortadas las líneas de comunicaciones (hilos telefónicos y telegráficos) entre el
Mando Supremo de la zona Sur yel 102 Ejército, y entre éste último y sus unidades—
subordinadas”,
(48) Hermann Gebhardt, obra citada, pág. 118.
189
dscurso. del Presidente .deiUruguay, Jorge Arecco0. La emisora pertenecía -at.Dr, •Jo’rg
Baifie, quefr en aqueliq época,.’era:unpde l:os pr cipalespuntqles del régimen En
- otra ocasi6n, los tupamaros “penetraron en la emisora CX 8(RçoSarandi)durante:la
retransmisión de un partido de fLtboi, escuchada por centenares d miles de radio—oyentes,
- y transmitieron repetidos veces una cinta magnetofnka, que contenía una proclarna revo
1ucionari&
Las instalaciones de suministro (de energía, agua etc0) suelen ser, con frecuen
cia, objetivos de los actos de sabotaje durante la guerra de guerrillas0 Dos hechos de es
ta naturaleza llamaron la atencián de la prensa mundial, en la época en que tuvieron 1u
gar; uno de ellos fue la inutilizaci6n de la red de energía eléctrka de Nicosia, el 29 de
marzo 1955, acción con la que Georgios Grivas—Dighenis pretendió iniciar la guerro de
uerrillas en Chipre 49); la otra acci6n tuvo lugar a primeros de octubre 1971, cuando
los guerrilleros de Irlanda del Norte, pusieron fuera de servicio el servicio de distribucin
de aguas en Belfast 5O)
(50) Véase Carl Schrnidt, Conversaciones con los partisanos” en Joachim Schickek, obra
citada, pág. 16, en la que se dice Puedo imaginarme, que aquí, en el Sauerland
-donde mantenernosnuestra conversacián caso de que concurriesen las adecuadas
—
tos fundamentales que son f6cIes de destruk; están en condicknes de perturbar a totaU—
dad de la producci6n, —y causar daños mucho mayores que los legos en la materia, esca
samente ¡nformados de la cuestT6n.
* * *
XV 1. ATENTADOS Y GOLPES DE MANO EN LAS
LUCHA CLANDESTINA O ENCUBiERTA
1 El atentado
(1) Véase “Fracción colectiva del Ejército Rojo”, obra citada póg. 4, en la que se di
ce: ‘En 1857, Engels discutió, en un artículo sobre la guerra anglo—china, el clamo
reo hipócrita de los liberales contra los métodos de la guerra de partisanos0 Destocó
que, con la guerra de guerril las, el pueblo chino había descubierto un método que,
caso de continuar siendo aplicado, haría imposible una victoria ¡nglesa Actualmen
te —decía Engels la masadd pueblo participo activamente, incluso con fanatismo,
en la lucha contra los extranjeros: Enveneno masivamente, y con frio cólculo el pa n
de la colonia europea de Honkong; con armas ocultas, los chinos suben a bordo de los
buques mercantes, y, durante lo travesía, matan a las tripulaciones y a los pasajeros
europeos, y se apoderan de los barcos; raptan y matan a todo extranjero del que pue
den apoderar’se En una guerra popular, los medios empleados por los subievados,
no pueden ¡uzgarse según las normasque rigen en la guerra regular, ni conforme a -
cedentes de las propias Filas de los guerrilleros. A lo largo de los documentos publicados
por Heinz Khnrich (3) durante la Segunda Guerra, Mundial acerca de los movimientos de
partisanos comunistas en dicha contienda, se oerva, con carácter. constantee invariable,
la idea de que — como se indica en el ‘Compromiso de honor de los francotiadores >‘
tisanos (4) franceses— °los traidores, puede decirse que pronuncian su propia sentencia
de muerte, y asta debe ejecutarse a la mayor brevedad y sin apelación posible. Toda
persona que se oponga a la aplicación de la pena a un traidor ‘sigue diciendo el prec ita
do Compromiso de honor— ser6 considerada corno soUdaria con l, y castigada en canse’
cuenciaH
“Fracción colectiva del Ejrcto Rojo’, presenta, en la página 38, otras citas de Le
nín cuyo sentido es el mismoo parecido. También Carlos Marigheila se muestra fiel
discípulo de Lenín cuando, en la página 15 de su obra citada, dice: La lucha arma
da de las guerrillas ciudadanos se orienta hacia dos objetivos Fundamentales a) La li
quidación fica de los jefes y ayudantes de lo verdugos’, de las fuerzas armadas y
la policía, y b) la apropiación de capitales y medios de producción pertenecientes al
gobierno, los capitalistas, grandes propietarios de fincas e irnperialistas’.
(3) Heinz Kihnrich, obra citada, pág. 434. Wase también Bróoks Mc Clure, “El EjrcU
fo oculto de Rusia en F.,M, Osanka, obra citada, pág. 134, que dice lo siguiente
acerca de un grupó de partisanos soviticos “La menor contravención de la prescria
ciones del “regfmiento, era motivo de una ejecución inmedcta,segGn se desprede
de las siguientes 6rdenes. promulgadas por Grishin, jefe del grupo; 13 de octubre de
1943: El jefe del grupo Wbacharev debe ser fusilado, po haber abandonado su posi
ción por propia iniciativa- 19 de enero 1943: E! espía André Jenkowa. al servicio
de los partisanos, debe ser fusilado, por no haber cumplido, en varia Ocasiones, las
órdenes de reconocimiento que se le habían dado,’ 11 de mayo 1943; Cierras irregu
laridades han dado lugar a que siete mujeres hayan quedado embarazadas; estas muje.
res son una carga para el “regimientos’, y deben ser fusilada— 2 de septiembre de
1943: El jefe de sección Lukianov se ha apoderado de aguardiente y se ha dedicadoa
“copear” con el personal de su sección. Debe ser fusilado0— Pese a la severa disci-
plina de Grishin, acudían continuamente o su ‘regirniento’ nuevos voluntarios.
de lberacin popular de Bulgaria, promulgada a principios de i943 y que trata del ca—
r6cter. organizad ión y misiones del Movimiento de Partisanos (5).
Incluso a los delatores, y otros traidores, que no pertenezcan a las filas de 1os
guerrilleros, se les castiga con la muerte0 Al propósito, indica Marighella (6) que ‘los
que, por propia inkiativa. acuden a la Policía para denunciar, o los que transmiten infor
mes e indicios, o los que espían a las personas, deben ser ejecutados, si son apresadospor
las guerrillas ciudadanas”. La “ejecuci6n”, puede transformarse en castigo (7) y alcan
zar a ciertos miembros de grupos especialmente odiados o especialmente peligrosos, o a mi’
litantes de organizaciones enemigas0 Entre los últimos estdn los agentes de los servicios
de inteligencia enemigos, y las personas a las que corresponde interrogar a los guerrille
ros apresados, o han realizado ya interrogatorios de esta especie0 Estas personas, a las
que suele llamarse “verdugos” o “ayudantes del verdugo”, figuran en cabeza de la lis
ta de los que hay que “e jecurarU
(5) Ibid. póg. 468. SegGnZajarchenco, obra citada, los espías, traidores y provocado
res, deben ser desenmascaradospúblicamente, para que sean conocidos por los elemeñ
tos de la población civil partidarios de los guerrilleros. Estas personasdebieron com
parecer ante un Consejo de Guerra, y tener la oportunidad de defenderse, a fin de
evitar que se condene a personas que, en virtud de órdenes secretas recibidas del al
to mando, actúan en las filas enemigas.
(6) Carlos Marighelia, obra citada, póg. 59.
(7) Véase “Fracción colectiva del Eército Rojo”, obra citada, póg. 34, en la que se di
ce: “Los guerrilleros procederón según la siguiente norma: castigar a uno y educar a
cientos. El poder de opresión estatal se basaen la condescendencia de los oprimidos
en los puestos neurólgicos de la organización opresora. Asu vez, esta condescenden
cia, se basa en el miedo de quienes han elegido, como profesón, una carrera en el
seno de esta organización. No cabe pensar en el dominio del capital, si no contase
con este ejrcito de miedosos0 Por ello, las fuerzas revolucionarias les hacen per
sonalmente responsables de toda acción en contra del pueblo, de toda traición a los
intereses de la población trabajadora0 Seróa ellos a quienes se exijan estrechascuen
tas de sus delitos, en forma selectiva y escalonada0 De este modo, su cobar’dla, se
convertir6 en una palanca para acelerar la descomposición del poder enemigo”0
Es típico de esta modalidad de la lucha clandestinalo que informa Vladimir Dedijer
en su obra citada, póg. 144, y que se refiere al verano de 1944: “El Mando alemón—
había impuesto limitaciones de salida de los domicilios0 En ciertas partes de la ciu
dad, se repetían continuamente los registros de casas y viviendas0 Como represalia,
los partisanos, decidieron castigar con la muerte a todos los policías yugoslavos que
colaborasen con los alemanes. Se disparaba sobre ellos en plena calle, y unos cuan
tos fueron muertos a tiros’.
- 194 -
consecuencia de la situaci6n ilegal en que se hallan, la cual les impide someter a ciertas
personas, que, desde su punto de vista, son criminale al juicio de un tribunal ‘iegal”,
ya que dudan que un tribunal de esta clase hicese realmente 1usticia. Por ello, consi
derando que no están en condiciones de recurrir a un tribunal que.les haga justki’a, seto—
man esa justicia por su mano (8).
su actividad principalmente en las ciudades, donde era usual que se presentasen objetivos
convenientes, Los miembros de los grupos no debían ser personas buscadas por la policía,
a fin de que estuviesen en condiciones de actuar en pleno día, y en plena calle. Ladifi—
cultad de su misicn, la comprende cualquiera. Para tener éxito,. era preciso poseer auda
cia, iniciativa, agilidad mental y fortaleza fica, E ejecutor, no debe llevar armas so
bre su persona. Lo indicado es que reciba el arma de alguna persona que pueda llevarla
sin inspirar sospechas(niños pequeños, mujeres viejos etc)
(8) Este modo de pensar coincide, hasta cierto punto, con las prescripciones que existen
en los ejárcitos de una serie de países, y, seg6n las cuales, si el jefe de un batallón,
o de un regimiento, se encuentra ante una situación en la que es preciso imponer u n
castigo con carácter inmediato, por razones de disciplina o como consecuencia de una
acción de guerra, podrá convocar un Consejo de Guerra adhoc si no le es posible
recurrir inmediatamente a un Tribunal competente. La sentencio del Consejo de Gue
rra se podrá ejecutar sin dilación, una vez ratificada por el jefe correspondiente.
nos especialmente temidas, especialmente odiadas, o que son consideradas como particu
larmente importantes0 En este sentido, Guatemala y Colombia han llegado a adquirir una
fama parhcularmente macabra Cabe catados como ejemplos de una situacún que ,aunque
en menor escala, existe también en otros países latinoamericanos0 ‘Sún Hermann Geb—
hardt (11), en Guatemala, la cantidad de asesinatos po ticos, desde 1957, asciende a
unas 2,000 personas anuales, cifra que el propio Gebhardt estima probablemente’ exagera
da, En todo caso, en 1967, se anuñciaron “of?ciaimente 307 muertos en seis meses,y,en
nero de 1968, 26 asesinatos en un plazo de dos semanas0 Por lo que se refiere a Colorn
bia, indica Rkhard Gorr (12) que, durante el decenio de la violencia’ la lucha clan
destina produjo 135,000 víctimas, de los que ms de 3500 eran policías “Más de la mi
tad de los muertos se considera que fueron víctimas de las ejecuciones de los guerrifle
ros. Uno de los ¡efes de los guerrilleros colombianos tenía el apodo de tiro fijo’, y, en
cuanto a las modalidades de las eiecuc iones? cabe decir que recuerdan, por su sadismo, a
las descripciones de la Edad MecHo o de la guerra de los treinta aos.
tos de equipos electr6nicos, aviones aparcados aparte de los dem6s, o instalaciones dese
guridad del vuelo0
Por tltimo, el golpe de mano, persigue una quinta finalidad, que consiste en ha
cer propaganda en pro de la causa de los guerrilleros0 Cada golpe de mano llevado a ca
bo con éxito, atrae a sus filas a nuevos adeptos, especialmente si el golpe ha sdo dirigi
do contra organizaciones, o personas impopulares0
prisiones; propiedades del gobierno y medios de informaci6n p6blica (prensa, radio y tele
visi6n). Entre los segundos, cabe citar: centros, o puestos de la policía y de las autorida
des extranjeras de ocupaci6n0 A su vez estos objetivos pueden ser fijos o m6viles0
Los actos terroristas, y los atentados, son acaecimientos que, según se desprende
del examen hist6rico, han acompañado siempre a la lucha clandestina0 En opinión d.e los
guerrilleros, es posible que incluso se considere que son hechos que tiene que acompañar,
forzosamente, a esta lucha0 Sin embargo, no ponen de relieve el car6cter de la lucha ——
cabe ¡maginarse una lucha clandestina sin actos terroristas ni atentados, pero nunca sin so
botajes y golpes de mano0
3.Condicionespreviasraelgolpedemanoarmado,oasalto
Un elemento esencial para llevar a cabo, con éxito, un golpe de mono, es la sor
presa0 Si se consigue sorprender al enemigo, podre compensarse, hasta cierto punto (que
no debe sobreestimarse) la inferioridad del atacante en hombres y/o en armamento0 Si par
cualquier raz6n (delaciones, o acertado an6lisis de la situacin) el enemigo esta apercibi
doy espera el ataque, el golpe de mano fracasar0
Esto Gltimo se facilita aproximndose al enemigo a través de terrenos que parezcan muydi
fícilmente viableso atacando desde la retaguardia del enemigo0.
lentía de los guerrilleros0 Un golpe de mano de los guerrilleros contra un enemigo despro
porcionadarnente superior, esta llamado al fracaso, a menos que este último corneta graves
errores. Sin embargo, & planear la operación, no puede admidre, a priori, que el ene
migo vaya o cometer tales errores0 En consecuencia, el golpe de mano, presupone el cono
cimiento, lo m6s exacto que sea posible, de los puntos débiles del adversario0
sin salida y lugares estrechos; desfiladeros; lugares en que tienen lugar reparaciones de ca
rreteras o calles; puestos de control de policía; zonas militares, carreteras o calles cerra
das al tráfico; entradas y salidas de túneles; posibilidades que tiene la polía de cerrar el
paso por un lugar; desviaciones que pueden utilizarse; esquinas de calles que están vigilo
das controladas; semáforos; señales de circulación etc, etc0 Todos estos detalles debe—
rá estudiarl y conocerlos el guerrillero, si no quiere cométer errores fatalesU,
debe intervenir0 Como norma, en cada caso, es e Mando responsable del golpe de mano
quien fija la Composición del grupo de acción0 Este suele estar formado por varios plo
tones11, o pequeños subgrupos, con misiones específicas exactamente definidas, y el con-’
junto no debe ser mayor de lo estrictamente necesario para el cumpftrniento de la misión,
Seg6n Sgur—Cabanac (19), en todo grupo de acción que debo ejecutar un gope de manp,
debern existir, aparte del mando un elemento de choque, que realiza la misión concre
ta prevista; un elemento de apoyo y un elemento de seguridad0 Corno ejemplo, se cita el
caso de un grupo de acc6n que tenga por misión la destrucción de una instalación enemi
go. Este grupo, deberfa estar integrado por cinco pelotone un pelotón de asalto que-
se apodere del objetivo; un pelotón de voladuras11encargado de la destrucción del objeti—
yo; un pelotón de apoyo, que proporcione apoyo mediante el fuego de sus armas; un pelo—
tón encargado de eliminar obstóculos, y un pelotón de lucha cuerpo a cuerpo, encargado
de eUninar. silenciosamente a los vigilantes o centinelas0 Caso de que se estime necesa—
rio, se agregarán al grupo uno o más pelotonesU de tiradores particularmente diestros. La
misión de poner a buen recaudo el material capturado al enemigo (especialmente armas y
municiones) puede encargorse a alguno de los pelotones que ya haya cumplido su misión,
aunque también puede encomendarse esta tarea a un pelotón especial0
4. Laejecución delgolpedemanooasalto
(21) H, von Dach., En la obra citada, págo 64, se destaca especialmente el hechocitádo
(22) Segón H, von Dach, obra citada, págs0 60 y siguientes, las armas de pequeño cali—
(por ejemplo el Flobert!) pueden incluírse entre las armas silenciosas0
- 202 —
Es interesante hacer constar que los partisanos de Tito prefirieron siempre realizar
sus ataques por sorpresa partiendo del movimiento que hacer uso de emboscadas, Por el
contrario, Grivas-Dighenis (25) prefiriú siempre este último método de combate, ya qu,
corno el mismo indica, “este método (la emboscada) dernostr6 ser particularmente eficaz,
e hizo que, en todas las ocasiones, el enemigo fuese incapaz de hacer frente con éxito a
los guerrilleros, pese a todos los medios que despleg6 para derrotarlos”.
11ozadon&combate
Al igual que von Dach (27), Grivas es parrdark de coordinar el golpe de mano
con el sabotaje, ya que la coordinacin de ambas acciones se corsdera que aumenta sus
toncialmente la probabilidades de xiro de lo guerrilleros, Como ejemplo, el te& ico von
Dach, y el practico Grivas, citan el caso de la combinación del corte de una carretera -
con un golpe de mano, realizado a partir de una emboscada, Para cortar la carretera,van
Dach habla de barrera de rpida colocacin,, en tanto que Grvas considera el empleo
de minas de presi6n, o minas activadas a distancia, que explotarían debajo del primero,
o del último de los vehículos, ernbrando la conf usi6n y produciendo pérdidas al enemigo,
que se verú obligado a balar de los camiones°
Las vías de retirada, y los eventuales lugares de concentraci6n, deben ser expio
radas, y designados, con todo detalle0 Los lugares que no ofrezcan la posibilidad de ret
rarse sin ser descubierto, no se prestan para llevar a cabo la accn prevista Tarnbin el
momento de la realizaclún de la acciún, debe elegirse en forma tal, que facilite la reti
rada de los guerrilleros0 Por ello, según informa GrivasDighenis (28), los guerrilleros
(26) Ibid,, g0 5’
(27) H, von Dach. obra citada, p6g0 60,
(28) Georgios Grivas—Digbenis, obra citada, g0 95
- 204 -
griegos de Chipre elegían. para llevar a cabo sus acciones, las horas del atardecer, —
proximidades del lugar de la acci6nff procurando que el vehículo sea totalmente ‘corrien
te”, para n,o Mamar la atención,
Este vehículo podre servir para recoger a los guerrilleros, una vez que estos ha
yan cumplido su misi6n, y deber6 aprovechar la primera oportunidad que se le presente, —
para incorporarse a una corriente de tr6fico denso. Para que se pierda su pista, los guerri
lleras recurrir6n a frecuentes cambios de vehículos4, de trajes etc,
Cuanto mayor sea ej. nrmero de guerrilleros que participen en una accf6n, m6s
difícil serc su retirada, Las guerrilleros har6n cuanto puedan para engañar al enemigo, y
retrasar sus movimientos de persecuci6n. En deterniinadas condicionés, el enemigo podr6
ser detenido, temporalrnenteq por uno o dos tiradores de gran precisi6n. Ségur—Cabanac
(29) aconseja que “si la situaci6n lo exige, l grupo de acci6n se dividirá en pequeños -
Caso de que una acción se haya visto coronada por el éxito, la primera preocu—
paci6n del mando de los guerrilleros será su explotacién propagandística. La propaganda
de los guerrilleros deberc anticiparse a la del enemigo, ya que la noticia que produce ma
yor efecto es la que llega primero. De esta forma, se obligará al enemigo a colocarse a
la defensiva en el terreno de la propaganda, Tendrá que rectificar o desmentir, las noti
cias difundidas por los guerrilleros, y, en este sentido, cabe decir que no es fácil que sus
afirmaciones merezcan crédito,
* * *
SEXTA PARTE
1 , — Fundamentos
Cada batalla es por su esencia un conjunto del efecto de las armas y del movi
miento, El efecto de las armas propias debe anular en la batalla a las armas enernigcs,po
sibilitar los movimientos propios e impedir los del enemigo; de esta forma se pretende que
el enemigo no logre el objetivo al que aspira por medio de la batalla oque lo consiga Gni
camente con grandes pérdidas, frente a las que el valor y sentido de tal objetivo no sean
rentables El movimiento propio en la batalla debe privar de sentido al movimiento del
enemigo y de efecto a sus armas, en cambio se ha de aprovechar el efecto de las armas pr
pias de tal forma que el objetivo propuesto se logre con las menores pérdidas posibles.
fico siempre ofensivas, Sin embargo incluso ci asalto no puede ser considerado tácticamen.
te como ataque en sentido táctico (2) ni siquiera corno ataque de misián limitada e1
ataque aunque pueda iniciarse en la lucha abierta con un. asalto, exÍge por su esencia su
continuacián mientras exista una posibilidad relativamente Fundada de lograr el objetivo
sin unas pérdidas tales queno ofrezcan suficiente justificación al sopersarias con la trans’
cendencia del objetivo. Si se suspendeel ataque por desvanecerse las posibflidades de —
Sólo en casos excepcionales conduce por sí misma la lucha subversiva a ‘os gue
rrilleros al éxito deseado. Normalmente se desarrolla la lucha encubierta, en la que 1os
guerrilleros eluden el combate con el enemigo, durante el transcurso de la guerrilla en——
una especie de lucha abierta en la que los guerrilleros se enfrentan en combate al enemi
go, e incluso buscan tal combate 5i están en posición ventajosa.
dos niveles distintos unas veces corno lucha abierta y otras como subversiva Unas ver
ces se antepone la lucha abierta y otras la subversiva. El encuentro de los guerrflleroscon
su enemigo semeja en esta fase al del iceberg con un barco. La mayor parte del iceberg
queda oculta balo el mar; s6lo se ve una pequeña parte. La lucha subversiva se desarrolla
bajo la superficie en profundidades invisibles para el enemigo8 la lucha abierta en cambio
en espacios visibles también al enemigo.
mente9 y compuestas por especialistas de lucha subversiva que han de continuar con esta
forma de lucha. La composici6n mínima de una unidad que sea capaz de desarrollar en
cha subversiva un corto combate es la de una seccSn de las Fuerzas Armados,, o sea de
25 a 30 hombres0 Pero normalmente se baten incluso en combates de lucha subversiva unU
dades y agrupaciones mayores encuadradas en compañías, batallones e incluso brigadas.
H. von Dach indica la necesidad de hallar para estas agrupaciones ‘una equilH
brada relacin de fuerzas. Contintia diciendo H. von Dach que unidades reducidas de
guerrillas del ti po de ecuadra o secci6n permiten al enemigo distraer salo reducidos des.—
tacamentos y eliminar una fuerte reserva central de contrapartida. Los destacamentos re
ducidos permiten la colocación de muchos puestos de guardia individuales. Estosa su vez
dan lugar a una red de observaci6n y vigilancia muy tupida.... Agrupaciones fuertes de
guerrillas con armas pesadasobligan al enemigo a la creaci6n de fuertes guarniciones de
combate. Se tiene que limitar a ocupar los puntos y los enlaces ms importantes y no es
capaz de mantener una reserva central de contrapartida. Todo los puestos reducidos en zo
nos intermedias tienen que ser retirados, al resultar una presa segura de ia agrupaciones
fuertes de guerrilleros... Pocos puestos de guardia dan lugar a una exigua red de observa
ci6n y vigilancia. La libertad de movimiento de la guerrillas aumenta de esta formo.,..,
- 2O -
Lo más ¡doneo son agrupaciones del tipo de batallán con algunas armas padas (morteros,
cañones sin retroceso), Estasson suficientemente fuertes para poder atacar con éxto inclu
so a destacamentos mayores enemigos (compañía).. Cuando se logra crear guerrillas del
tipo de Eitallones con armamento pesado, no es capaz el enemigo de ocupar eficazmente
la mayor parte del pais
to del enemigo yen el menor tiempo posible,, es decir bajo limitaciones de tiempo tan —.
arriesgada para la guerrilla. Resulta por tanto para los guerrilleros siempre un lapsode de
bilidad, Si el enemigo es capaz de apercíbirse con tiempo de las intenciones del mando—
de los guerrilleros, respecto a la creación de unidades y agrupaciones con potencia com
bativa, podrá aprovechar la consecuente debilidad de los guerrilleros para descargarsobre.
ellos un golpe eficaz, Una actividad reforzada de la lucha subversiva, durante la crea
ción de las citadas agrupaciones, puede servir en ocasiones para ocultar estas frente al
enemigo.
(3) Así, se agruparon en Francia en la Segunda Guerra Mundial “las distintas agrupacio
nes de guerrilleros” el 1 de febrero 1944 “bajo un mando único, creándose pues las
211 —
Se trata de esperar a una ocasi6n propicia para enfrentarse al enemigo con probabilidades
dexito en el primer combate0 El resultado de este primer combate es de un valor decsi
yo para la moral combativa de las agrupaciones recien formadas0
El que tanto Tito, corno 10 años después Giap, fueran capaces de crear agrupa
ciones mayores como primer paso para la lucha abierta de los guerrilleros, represent6 en
ambos casos un esfuerzo digno de admiraci6n, aunque la labor tanto de Tito como de Giap
fue sensiblemente Favorecida por la existencia de una rígida organizaci6n de partisanos).
miento general, sobre temas de t6ctica, doctrina política y propaganda. Valdis Redelis—
(6) muestra, en su libro sobre la guerra de partisanos, ejemplos interesantes y claros de la
Segunda Guerra Mundial,
3.Algunaspremisasparaelpasoalaluchaabierta
Guerrilleros destacados se mantienen desconocidos por sus enemigos y por la opini6n públi
ca durante toda la lucha subversiva, siendo para ambos invisibles (7) inalcanzables. El
descubrimiento —descubrimiento individual en su calidad de guerrillero— suele ser, en lq
lucha subversiva, equivalente al total fracaso del guerrillero. Con tal descubrimiento ter
minan sus esperanzas y frecuentemente también su libertad o su vida, Es característico, en
el anonimato consciente y pretendido de os guerrilleros, el que, én gran número de gue-.
rrfllas modernas, escojan los jefes en todos los niveles de la lucha subversiva udhimos,
“noms de guerre”, que —en caso de éxito— continúan utilizando, a veces también en la
vida civil, tras la terminaci6n de la guerra.
Los aparatos fotográficos de las fuerzas del orden (8), que materializan en foto
grafías manifestaciones y excepcionalmente algún asalto, representqn para los guerrilleros
en lo lucha subversiva una temible “arma” del enemigo, ya que facilita, a veces, su iden
tificación
abierta es decisiva para el xto y fracaso de la guerrilla en general. Esta decisi6n depen
der ¡nicalmente de ccmo considera el mando guerrillero la situaci6n del enemigo, su P2’
tencia ofensiva, su moral combativa y el poder de decisi6nde sus mandos, sin olvidar la
informacn que posea sobre el movimiento guerrillero, También queda esencialmente con’
dicionado el momento del paso a la lucha abierta, por la probable reacci6n de la poblar—
ci6n —supuestao confirmada por el mando guerrillero.
las del orden enemigas, de forma que dependan de una minoría de colaboradores, des
preciada por la mayoría de la poblaclin, lograrcn los guerrilleros el paso a la lucha abier
‘ta ms tarde o m6s temprano —a no ser que el enemigo se retire, como en Chipre, para ce
der conscientemente a los guerrilleros una pequeña victoria, evitando definitivamente la
gran victoria deseada,
momentos, procederá con frecuencia al cambio de guerrilla a lucha abierta una última ——
campaña, para captarse las simpatías de esta poblaci6n, utilizando todos los mediosde o:
paganda. Los guerrilleros y su enemigo —en cuanto reconozca el peligro— ¡ntentarcn, en
forma similar, presentar lo ms atractivamente posible el ideal por el que luchana
conflictos” (9), se encuentra —aquí con especial evidencia— el contraste de ideales que
captan por completo al hombre y quieren ser vividos conscientemente por l: la controver’
sia psicol6gka inicia la lucha abierta, La decisin inicial de la guerrilla, glosando una
4, El combate de Ja guerrilla
El combate de la guerrilla e, por esencia, una conf rontac i6n de unidades lige’’
ras que operan con, independencia. Losguerrilleros no disponen, en la mayoría de losca
sos, incluso tras haber adoptado la lucha abierta, de artillería que apoye su ataque o que,
a la defensiva, pueda desbaratar el ataque enemigo ante sus posiciones. Lasarmas que,
en el mejor de los casos, pueden utilizar en lugar de artillería son armas pesadas de infan
tería, que11corno indica H0 von Dach (12), pueden ser arrastrados por fuera de carreteras
o caminos,desniontadas
sifueroprecisó0
guerra (15),
Para lograr esta norma, tendr6 que ser la agrupaci6n de guerrilleros m6s flexible
y mdvii que el enemigo que se encuentra frente a ella. Esta movilidad irnperati’va repre-
ta grandes exigencias de resistencia física para cada guerrillero; para cumplir estas exigen
cias se precisa de una moral combativa muy elevada.
La peculiaridad del combate en guerrilla obliga a los guerrilleros, más ain que
a las fuerzas combativas de una ‘gran guerra, a aprovechar todo punto débil del enemi
go, para lanzarle un ataque por sorpresa. La sorpresa es, tarnbin en lucha abierta, el ar
ma de los guerrilleros, por la que pueden suplir en cierto grado su inferioridad material,
(16;) Pierre Bourget, Der Marschall Petain zwischen Ko!laboration und Rsistance, ——
5 La coordinación operativadeguerrillas
El mando superior de los guerrilleros se tiene que limitar, en su relación con las
distintas unidades de guerrifleros.a impartirles instrucciones generales para la lucha, aosig
nación de determinadas zonas de operaciones y a objetivos de carócter general, referidos
exclusivamente al enemigo, de’óndo a la iniciativa de cada unidad la Formade cumplirla
misión. El objeto de tal mando a rienda sueltafl sólo puede ser, y deberó ser, el asegurar
una coordinación, en tiempo y espacio, de las acciones de las distintas agrupaciones de
guerrilleros. En casosexcepcionales puede concentrar el alto mando agrupaciones aisladas
que operan con independencia, para formar una potente tropa de asalto, caso de verse —
obligado a dar una gran batalla, como se previó, por ejemplo, en septiembre de 1941,por
el mando de partisanos de rito, en una junta en Stolica, para casos extremos, segGn infor
me de Dedijer (19).
nes de lucha abierta como subversiva a una interacción sistemótica de numerosas manio
—,
bras b!icasde guerrilla a distinto nivel, que se pueden designar como “coordinación ope
rativa de guerrillas!!. Tal coordinación tiene tanto mós probabilidad de ¿xito cuanto me-
nos pueda ser reccnocida por e! enemigo la interdependencia de las acciones y, por tan
to, el mando unificado—e
se el paso a la lucha abierta se cuenta, como condición previa, con el aislamiento psico—
lógico del enemigo -de separaci6n de la poblaci6n se logra al final de esta fase el ais
—,
* *
1 Laprobiemtica
, delderecho de gentes
Tal como el iceberg s6io es visible al marino en su parte emergente, se encuentra el gue
rrillero en un dmbito regulado normalmente por’ el der’echo internacional salo en la parte
de su actividad que corresponde a! enfrentamiento en lucha abierta con el enemigo; tanto
la Ordenaci6n Bélica de La Haya como las convencknes de Ginebra de 1949. se refieren
salo a la lucha abierta cuando exigen de los francotiradores o de miembros de resistencias
organizadas que, caso de querer’ disfrutar de los derechos de combatientes legh irnos, ob
serven las leyes y usos de la guerra0
e •
nos aqu, del abismo’ de la legahdad para penetrar en ei espaco’vshle de la legah—
dad al enfrentarse al enemigo en lucha abierta?
Prima facie se tiende o aceptado como taL Pero de inmediato surge una segurda
da pregunta la del efecto legal de semejante subordinacián parcial de los guerrillero a
la norma internacional ¿Le da derecho esta voluntaria evasi6r. parcial de la legaIF
‘-
obligado por las circunstcncia o el momentos ncbuso aceptando tal supuesto, surge en se
guido otra pregunta: ¿Puede exigirse responsabilidad a un guerrillero capturado en lucha
abierta, desarrollada con observancia de todas las normas internacionales, por acciones
de lucha subversiva contraria al derecho de gentes y en las que hayan participado sáb——
unos pocos días antes de su capturo?.
Toda guerra endurece al que participo en ella como combatiente; pero ninguna—
guerra da lugar a tal endurecimiento como la guerra moderna -por las acciones caracteri
ticas de la lucha subversiva La legisiacián internacional actual no es capaz de frenar
este endurecimiento. Esto se evidencia por las luchas de guerrillas desencadenadas en tres
continentes tras la Segunda Guerra Mundial, sin olvidar las dos guerras “sucias de Yiet
nam, Las normas del derecho internacional actual fallan en la guerrilla, aunque teárica
mente podrían ser aplicadas circunstancialmente a cada parte de guerrilla que e librada
en lucha abierta.
rrilleros corno sus enemigos no dudaran de explicar en la fase de paso a la lucha abierta
que se sienten ligados a las viejas reglas del derecho internacional. Pero como no se pue
de separar la lucha abierta de la ubve;íva, acuscirdn tanto los guerrilleros como sus ene
migos a la porte contraria de haber vulnerado mtltiples veces dichas normas intemaciona
les, y ambos —estoqueda también demostrado en la Segunda Guerra de Vietnam- utiliza
rn medios combativos cuya lega1idad, al menos, no gozar de un reconocimiento general.
Es rnii6n del derecho internacional del mañana desarrollar reglas nuevos y apro
piadas para la lucha de guerrila, concibiendo a asta corno un todo sin considerar si se
libra en lucha abierta o subversiva0
Acabo de mencionar las guerra sucias. Se han designado así, porque en estas
guerras ya no rigi6 la idea, que desde hace do siglos fue la base de la hidaiguía guerre
ra”, de que frente al enemigo había que obrar de buena fe,
!Etiam hosti fides servando est est5gnifca por de pronto, que las reglases
tableddas por el derecho internacional habían de ser observadas tarnbin respecto al ene-
migo; pero srnultdnearnente significa que hay qt.e presumir queel enemigo también cum
plir estas normas y que se atendrd a las reglas de1 juego, en el íuego mds cruel que fue
capaz de inventar el hombre (1
normaz ¡nternacionais —no nos cansaremosde repetirlo— antes de que sea dernasiadotar—
de para nuestra generacin y nuestra patria Europa.
2. Zonas liberadas
(1) Friedrich August Frhr. i. d. Heydte, Die bona fides und die einzelne Rechtsnorm’,
publicado en:Osterr. Zeitschrift fiir ffentl. Rechl tomo Xl (1961), pgs03ó4ysig
tenerse por un sistema de puntos de apoyo ligados entre sí; la zona “liberada”, en cambiq,
está efectivamente Ubre del enemigo, es decir, ha sido evacuada por éste y cedida por
completo, ni menos temporamente, a los guerriileros.
que tendrán que ser atravesadas por el enemigo para atacar la zona “liberada”. Esto oblV
ga prematuramente o! enemigo o desplegar sus fuerzas de ataque0 El impulso de su golpe
ya es absorbido en 10 zona infestada por la intensidad de la lucha subversiva sin enfren
tarse con unidades guerrilleros en lucha abierta. El enemigo se asemela, en este caso de
ataque para reconquisto de zonas liberada”, a un nadador al que le separa una profunda
ciénaga del agua que desea alcanzar.
Tan pronto quede “liberada” una zona? crearán en ella los guerrilleros und iii—
fraestructura que les sirva por igual a sus fines militares y políticos. La zona “liberada”
será reorganizada por los guerrilleros en todos los ámbitos de la adminisfracián oficial. En
la “gran” guerra se observa en zonas ocupadas tal reorganizacián total “desde arriba has
ta abajo” solamente cuando paralelamente a dicha guerra se resuelve una pugna ideolág
ca. Para la guerrilla, en cambio, resulta caracterísitica la total modificacián de toda in
fraestructura de la zona “liberada”
(2) Vladimir Dedijer, obra citada, pág. 168; consGltese también H. von Dach, pág. 19:
“La mentalidad bélica de la guerrilla tiende a mantener en toda la zona ocupada la
lucha de resistencia por el movimiento civil regional de resistencia (resistencia pasi—
va, sabotale, contra-propaganda. etc) y simultáneamente pretende crear “zonas libe’
radas” por cdio de pequeñas unidades guerrilleras. Las zonas liberadas no tienen di
mensiones fijas. Pueden ser de unas docenas de kilámetros cuadrados, pero también —
pueden abarcar cantones o provincias enteras. Las zonas liberadas s6lo se suelen man
tener unas semanaso meses, hasta que el enemigo se decida a operaciones de limpie
za, las que son eludidas”.
—
ce (3). Se disponía de una línea de Ferrocarril de los partisanos de unos 150 kilmetrosde
longitud, y se pusoen marcha el servicio postal(4).Parasellos, utílizúbamos los antigu
sellos yugoslavos que estaba,n sobrecargados con el lema de Pavelic Estado Autnorno de
Croacia. Ahora se añad el emblema de los partisanos, la esrrella de cinco puntas0 Se
tendieron líneas telefónicas por toda la zona liberack’ 5).
quedé ampliamente determinada por los conceptos bélicos y políticos de Gran Bretaña y
—en la última fase de ¡a guerra de los EstadosUnidos, por un lado, >‘ por el otro, la
— —
Aunque, con visién rerospectiva, resultara una suerte no sélo para Yugoslavia,
sino para toda Europa, que estas demandas no fueran atendidas al principio y que Tt0, —
por tanto, se viera forzado a imponer a Alemania por esfuerzo propio, muestra, sin embar
go, el informe de Dedjer claramente cémo se consideraba Tito dependienté del auxilio -
El problema que a este respecto surge con los guerrilleros es complejo0 De una
parte, interesa al guerrillero profeccién contra ob’servacién desde el aire y contra el efec
to de ataquesaéreos;de otra parte, se trata de la posibilidad de disponer de una defensa ac
tiva contra aviones enernigos así como intimarnente ligado a esto de una compensaci
-
Mucho másdiffcU resulta para los guerrilleros una defensa aérea activa (9), La
técnica moderna ha desarrollado últimamente una serie de armas antiaéreas ligeras portá
tiles, aunque muy costosas, para las tropas de montaña y alta montaña. que también, ypre
cisamente, son aplicables para su utilizacién en la guerrilla0 En caso de una con jura de
alto nivelI, tales armas se pueden tener preparadas previsoramente en puntos de apoyo
grsticos. ¿Pero cérno podrán conseguir los guerrilleros, en una conspiracién de balo ni—
veV?, tales armas en cantidad suficiente, salvo a través de tercer interesado? Aunque en
algún que otro ataque se logre quitárselas & enemigo, será dicil que los guerrilleros, s
lo por este procedimiento, lleguen a poseer la cantidad necesaria de equipos completos —
que necesitan tras haber pasado a la lucha abierta, y mucho menos aún que logren la pre
cisa cantidad de municiones0
(9) Véase Viadirnir Dedijer, obra citada, pág. 209, donde informa que en la isla Vis, en
la que se hallaba el cuartel general de Tito, se estacioné una unidad británica para -
La dependencia, cada vez más evidente a lo largo de la guerrilla, entre los gue
rrilleros y el tercer interesado se plasmará, no sáb en sentido bélico y también político,
sobre las relaciones entre e. enemigo de los guerrilleros y dicho tercero, sino también so
bre las de los guerrilleros y su potente auxiliar. El creciente apoyo del tercer interesado
a favor de los gierrilleros dará lugar a una creciente tensián entre el enemigo de los gu
rrilleros y este tercero. tensián que puede descargarse súbitamente, de una forma ‘r ótra
- política o bélica cuando la ayuda prestada a los guerrilleros adquiera las proporciones
—
de “ataque indirecto”, El apoyo a guerrilleros bosnios por el gobierno servio fue el re—
texto inmediato para la iniciacián de la Primera Guerra Mundial.,,
También pueden resultar una pesada carga las relaciones entre guerrilleros y ter
ceros interesados por la creciente dependencia de aquéllos con respecto a sw aliado. Los
guerrilleros no luchan durante años por su libertad para, al final, cambiar un yugo por ——
otro. La historia de la guerrilla de nuestro siglo nos da bastantes ejemplos de cámo los —
guerrilleros, por miedo a esto, cambiaron de tercero interesado, igual que se cambia de
caballo, continuando la guerrilla contra la nacián que les apoyá en la primera fase,
(10) Vladimir Dedijer, obra citada, pág. 208, informa que, por primera vez., acudieron—
aviones aliados en auxilio de los partisanos yugoslavos en junio de 1944, durante la
octava ofensiva alemana.
(11) Horst Ginther Tolmein,. “Kanman de Zonengrenzemit JgertruDps decken’?”, publi’
cado en: ‘Die Welt”, 15 de enero 1972,pág. 3.
0)) -
LI..
deben impedir las acciones de guerrilla planeadas por los guerrilleros; las medidas represi
vas localizar huellas en ludio encubierta, pesquisas policiacas, detenci6n de sospecho
—
quilar a los guerrilleros que se hayan batido en guerrillas, es decir, incapacitarlos en per
manencia para continuar la lucha o reanudarla (12); las medidas constructivas, al fm —con
finua informacin a la poblaci&i sobre e! peligro latente que entrañan los guerrilleros,o
pagando eficaz sobre la ideología nacional o social combatida por los guerrilleros, eleva
ci6n del nivel socia!, especialmente de os estrats que, por causas econ6micas o sociales,
muestren simpatra frente a los guerrilleros—, tienden a aislar a stos (l3) Las contramedi
das de informaci6n, preventivas, represivas y constructivas se complementan; todo descui
do en alguna de estas medidas brinda posibilidades favorables a los guerrilleros0
El enemigo s6lo podrd combatir con xitoa los guerrilleros cuando adquiera una
clara imagen, lo antes posb!e —esdecir, ya duranté la fase preparatoria de ,a guerrilla—,
respecto a objetivos, planes y posibilidades de 6stos; por tanto, ter!drán prioridad las me
didas de informaci6n en esta fase (14) Pero sirnultdneamente a astas iniciar6 el enemigo
de los guerrilleros medidas preventivas y, ante todo, constructivas. Estas ltimas no pro
ducen efecto hasta pasado cierto tiempo0 Cuanto antes se inicien y cuanto m6sacertadas
sean, mayores probabilidades de xito tendr6n0 Las medidas constructivas que se hayan -
(12) H. von Dach, obra citada, p6gs. 221—275, muestra detalladamente el procederde
la fuerza de ocupac6n al combatir guerrilleros y la lucha contra la resistencia ci
vila; pero se limita a medidas represivas, y alguna. preventiva-. No comenta ni las
contramed idas del servicio de informaci6n ni las constructivas.0
(13) Véase ,Joséf S. Roucek, obra citada, p6g. 76: Mientras no se pueda inçitar a la po
blaci6n civil a colaborar activamente con a tropas y los organismos estatales, re
sulta lo misi6n de pacificaci6n casi siempre un camino largo, penoso y lleno de re
trocesos”.
(14) Vase Josef S. Roucek, obra citada, p6g. 78: Como premisa primordial para vencer
a un movimiento de partisanos se precisa un eficaz servicio de informaci6n sobre e 1
— ‘)‘_) e-’ -
los guerrilleros serán anuladas por los guerrilleros en su lucha psicológica. Las medidas—
constructivas no son matafuegos, con los que puedan combatir eficazmente incendios que
ya se hayan extendido,
efectivos y planeado con sumo cuidado. Un enemigo que sepa lo que se persigue con 1a
guerrilla, jamas perder de vista l objetivo de aislamiento psicol6gico de los guerrilleros
al tomar sus medidas preventivas y represalias1 y examinar, antes dé adoptarlas, cada
una que se proponga respecto al efecto que pueda producir en la poblacn. Hahlwegafir
ma que ei intentar vencer la guerrilla como lucha total por la existencia con medios mi
litares, o políticos, o peor aGn, con violentas medidas de terror es uno de los mayores err
res cometidos por el mando supremo alemán político y militar durante la Segunda Guerra-
Mundial” (15),
Hasta la fase del paso a la lucha abierta no utilizará el enemigo unidades de sus
fuerzas armadas para combatir a los guerrilleros. Estas fuerzas utilizaran ampliamente los
mtodos de los guerrilleros al enfrentarse con ellos, Las unidades ligeras que combatan a
los guerrilleros tendr-n ¡a misma movilidad que éstos. Por medio de una ‘irregularidad sis
tem6tica” de sus acciones utilizarcn, igual que los guerrilleros, tanto la sorpresa operati
va como la táctica corno medio para lograr el éxito. Los principios tdcticos que sigue el
enemigo al enfrentarse, con unidades de sus fuerzas armadas, a los guerrilleros en la fase
de paso a la lucha abierta son, por lo demás, como indican las instrucciones de 1967 de
la academia de mandosdel ejército ajem6n, similares a los principios de lucha defensiva
bajo amenaza at6mica,.0 La mayor diferencia la ofrece la movilidad de la lucha indivi
dual de unidades esencialmente menores, y con ello una mayor dispersn de la lucha en
el espacio, subordinéndose la fuerza numérica, composicién y equipo de tal unidad de —
resulta vencedora la parte combativa que logre, con tiempo, aislar ‘l enemigo a lo largo
de la lucha en sentido psicok;gico y geogrfico y reducirle moralmente de tal forma que
admito todas ias condiciones que se le impongan.
Este estudio trata de una guerra que se inicia inadvertida y que normalmente no
se reconoce durante largo tiempo, de una guerra en la que el atacante se disf raza de Ii—
bertador mientras que el atacado prefiere mecerse en la seguridad de poder continuar vH
viendo en paz.
surja, a veces, tambin como 6ltima rato como medio de legítima defensa-O del d
bu, que súio se puede defender con ella contra el fuerte agresor0 El crédito o descrédito
ético de la guerrflia queda determinado por el Fin persegudo0 Esta afirmacin abstracta—
no es un intento de justificar el empleo de la fuerza ni siquiera en forma de guerrilla0 E 1
autor de este estudio no tiene nada en común con los eruditos que, en teoría y pr&tica,
se esfuerzan en introducir el concepto positivo de paz —asídesignado por ellos— que
podría sancionar, e incluso exigir, el propio empleo de ¡a fuerza, cuya ausencia en el
concepto negativoh de paz enmienda el estado de paz
guerra0 La teoría y la prctka del derecho internacional se han interesado hasta ahora de
masiado poco por los fenmenos de la guerrilla moderna0 Un fin y no el menosimportan
te de los que persigue nuestro an6 lisis consistía en mostrar un camino para el desarrollo
de normasde derecho de gentes aplicadas a ¡a guerrilla del mañana0 Estas normas no se -
* * *
CE SEDEN Boletín
mensualn?71
Dpt? de Información
• ACTIVIDAPES
DELCESEDEN
— CONMEMORACI°NDEL IX ANIVERSARIO DE LA
FtJNDACI0N DEL CESEDEN
—OTRAS CONFERENC
XI
CESED
A las 100 horas: Misa en la Capilla del Centro, por los falle
cidos del CESEDEN y Colaboradores.
(1) Al final figura el acta fundacional a que hace referencia en sus palabras
el Almirante Director y el Teniente General Gonzélez de Mendoza.
tanto de esta crtura cuyo cump!eaños hoy ceebramós9 trbutaHes e ho
menaje sncero y reverenc.oso de los hombrs que hoyformarnos en ja fas
d& CESEDEN, como qusera gua!mente decrLes que aqu& lo que ehos em
pezaron a p!asmar en realidades se ha venido cumpi endo con todo el entu
siasmo que siempre ha animado a sUs suçesores y en la plenitud esplendor
Sa que las circunstancias han permitdo0 Son susnombres Gonz&íes de Men
doza y Gonz ezCarnino Teifientes Generales, y Sancho Sopranis y De Be-
nito, Coroneles0
Europea”
“Estudio de algunos compromisos internacionales suscrito.s por Espa
ña
!!Política de Defensa y Seguridad Nacional”,
Por otro lado hay que citar tambián, seis cursós de EMACON0
El
pastel es mezcla de ngredienfe5 de distntaS procedenca5 y
características que, al efectUarSe, constituyen un conjufltQ arm6nico en él —
nas obras de las Fuerzas Armadas, que son obras de am or y entrega, por
que son obras de servicio, de servicio militar, & Servido por antonomasia,
servicio a !a Comunidad9 servicio a España0
Pomería, es también figura que nos cuadre y que sobre todo de—
seamos ser, encuanto queremos, anhelamos que afluyan a nuestras aulas en
concurrencia tan elevadá como las circunstancias lo permitan, alegres y —
rientes, hombres y mujeres de! sector civilde la vida nacional que, uniéndo
—7—
Defensa NacionaL
“enemigos de los castil los formidables de nuestro individual srno que, si nos
ha servido en la defensa de lo nuestro para poder hablar de una Numancia,
un Sagunto, un Belchite, un Alcázar, una Santa María de la Ceza,
también nos ha servido y sirve para que, como dice JuUén Marías, estemos
dispuestos a vender nuestra vida de una vez, pero no a plazos, a darlo todo
sin vacilar pero a resistirnos al méximo a ceder un épice de nyestros privi
legios o derechos adquiridos por un cargo o un puesto, Y así, no hay duda,
es ciertamente difíciltodo lo que sea dar plena vida a la estatua de a accíbn
conjunta, porque conjuntar es unir y ello presupone que las partes que se
unen en un todo común han de ceder cada una algo de lo suyo, porque en to
do lo que se une hay siempre, necesariamente, una zona común, la que cons.
tituye precisamente la juntura o uni6n en a que las partes han de perder su
personalidad para confundirse en una unidad que ha de mantener la estructu
ra y solidez del conjunto,
nos dice: !Ique le ha sucedido una gran desgraci&, He perdido a mi hija Cni—
ca y este golpe, por razones especiales, ha sido para mí mucho ms cruel —
que lo hubiera sido para otros padres, No era feliz, pero yo creía serlo, —
sus juegos, ahora lo veo, Veo mi pobreza, mis apuros, los atrasos queme
ha proporcionado mi obra, la escasís!ma protecci6n que se me ha.dadoY.’Y
Bien es verdad que yo valgo poco para solicitar!I’.
En la misma obra nos dice que la guerra civil de los a.os treinta
no esté aún juzgada, admirando tanta bravura en uno y otro partido, juicio—
que completa en las 1ociones del arte militarH escribiendo: que dicen
que esa guerra nada ha podido ensear, los que desprecian a esos héroes —
nero bien raro entonces, que vivía consagrado a, su vida ‘castrense, y cuyos
pensamientos de otro tipo, como podía esperarse de su preclara inteligencia,
estánsie.mpre caracterizados por su rectitud y ternplanza
tiempo, hace aun ms notable & que, en muchos puntos, la obra deVillamar
tín ofrezca coincidencias notables que a aproximan a la del insigne pensador
&emn,
Como el objeto que me había fijado para esta charla envolvía mas
bien el presentar la figura de Villamartín, .que un examen de su obra, ya que
éste, aun si s6lo consider&semos las mudanzas que el mucho tiempo impone,
sería forzosamente demorado, en este punto podría dar por terminada mi di
sertaci6n Pero aún, a pesar de lo dicho, no quiero dejar de hacer algún co
mentario sobre la valía de nuestro personaje como escritor, y muy singular
mente, como escritor miUtar
un intuitivo de primera magnitud, y esta intuic6n es, más que otra cosa, la
que le permite formular juicios certeros y muy avanzados respecto a las dr
cunstancias de la ápoca en que escrib Acaso a travás de las ideas que ex
pone en su Napole6n lll 00 podría tachársele de un cierto determinismo0
perlas que aún contiene, sería tarea. de mucho más fuste que la que puede rea
lizarse en una exposici6n como ásta, que además se ha extendido ya demasia
do,
rra como “el choque material de los elementos dp daño.y defensa de que dis
ponen dos poderes sociales que se hallan en oposición de Com—
pérese esta definición con la que, por ejemplo, se inçiuye,en la Encicope—
dia;Brit&niça, original de Hoffman Nickerson: “La guerra esel uso de l, —
fuerza organizada entre dos sociedades, humanasque persiguen poj iticas con
tradiçtorias, butaendo ca4a una Imponer la,suyaLsobre la’otrat’ El coriteni—
do de las mismas s evidentemente muy semqante, y la’ distañcia que las se—
tara.es superior al siglo.
troducir una cierta sonfusl*n ei 5j! CorICept?s. Pero examinad m&s de ce,’
ca la cupstión, la verdadera diferencia estriba, en realidad, entre la gue——
rr que podríamos llamar regular, a la que Intuye para el futu,’o un ,car&c;er
øoninental, y Ia’deguerriílas, que en cierto modo involucra con la demon—
taña’.’ En.este último punto suscita ideas felices que coinciden en un todo con
las que hoy se tienen por correctas. Particularmente brillantes son las con
diciones que detalla para la contraguerrilla, y en otro.lgar rio deja de des
tacar la importancia decisiva que supone en estas luchas “el Impuiso moral
de la causal!
cualidades del General y sus relaciones con el Jefe de Estado Mayor0 “Es
tos dos hombres” —dice- “deben estar unidos por lazos de cariño más que
por los del deber, y nada más fácil porque la amistad, como todos los afec
tos humanos se funda en los contrastes morales, y a. un General en Jefe nun
ca se le debe imponer un segundo que no sea de su agrado Si necesaria es
la armonía entre todos los individuos de un ejárcito, en nadie tanto como en
esos dos, que llevan sobre sus hombros todo el peso de la guerra0
de una obra tan clásica de unode nuestros más eminentes tratadistas miUta
res,
unos se han cumplido y otros no, Entre los primeros9 han tenido plena reaU
dad, los de G, Camino, Sancho—Sopranis, y de Benito,
los quinto y sexto; que habiendo sido aceptado su ofrecimiento por todos los
presentes, tiene a seguridad de conseguir de! Ministro de! Ejército la, acep
taci6n de sus candidatos para cada puesto.
Naturaleza de os Cursos.
Concurrentes.
— Moda! idades de ejecuci6n.
— Misi6n del Cuadro Permanente.
— Actividades de ambas Escuelas.
Materias de estudio para a Escuela de Altos Éstudios Militares,
Cursos: articulaci6n y duraci6n,
— Propuesta de desarrollo de un curso de la Escuela de Altos EstudIos Mili
tares.
— Cuestiones diversas relativas al funcionamiento de! futuro CESEDEN,
países industrialiZad05
vicios, bien sea, en este caso, para la Defensa o para algunas otras de as
atenciones de la Sociedad, tales como la Sanidad, la Educación, la Informa
ción, el Transporte, etc0
del país, tales como, por ejemplo, al do la Defensa que aquí interesa de mo
do especial, conduce a resultados id&ticos, como os bien conocido
l’2 l err oq
:cq’s :O3 36 omm ,2ob9rnofr1
Ocurre, en efecto, que los requerimientos de estos productos y
bParíoh1á mayor
fa de
d’eun’-desarroI-lotecnol-ogtco au’tonomb saivo.T n
k • -
s O3I ? ‘r
aTI t r íénIb
lá Aeronut ¡
frecuentemente es obligado apelar, ademas, a f6rmulas decooperací6n re
gional-, antela naTgnitud dlesftierzoeqJe?’ido y dlá n’fraestructura de —
de prototipos, por parte de las Empresas y Entidades Públicas, son las f6r
mulas propuestas, cuya eficacia real va a depender de la energía con que se
actúe y del acierto en la seleccibn y administraci6fl de los proyectos0
—a—
ineludible,
donde radica la filial, Por lo que el desarrollo de esta frmula debe vigilar
se atentamente en cada caso concreto.
Con objeto de pasar por unos momentos del terreno de las abs—
traccionesa de los casos concretos, permitanme describiries brevemente —
un ejemplo reciente, que estimo importante y que estoy viviendo como expe
riencia personal en la Empresa que dirijo: se trata de la fabricación nacio
nal de Equipos para Centrales Nucleares,
del 50% será de origen nuclear, en grupos de un tamaño unitario del orden
de los 900 MW por lo menos, es decir, de dimensio’n internacional y que du—
plica aproximadamente la de las mayores centrales convéncionales construi
das en el país hasta el momento,
contiene al reactor, pieza que pesa hasta unas 700 Tm,; con una longituddd
orden de hasta 20 m.; con un diámetro de m&s de 6 m, y con un espesor corn
prendido entre 150 y 250 mm.,, revestida interiormente de acero inoxidáble,
bien para algunos de los componentes puede ser necesario obtener una licen
cia del diseñador de la Central,
—13—
considere necesario elegir en cada caso, entre los que se ofrecen en el mer
cado ¡nternaconal de estos equipos, así como ofreciendo el producto en con
diciones econ6rnicas competitivas por lo que respecta a la participacibn na
cional en su fabricaci6n,
caso de ocho aflos, así como por su nivel tecnol6gíco también, tiene que ser
de gran interés para la Industria nacional de Bienes de Equipo, cuya partici
paci6n prevé el propio texto de la Ley, ya desde su pre&mbu!o,
Interés que ee une al que sin duda han de compartir las propias
Fuerzas Armadas por asegurarse un suministro auténomo en el país, unido
a la transferencia de Tecnología exterior que se necesite, siempre y cuan
do este suministro se lleve a cabo en forma compatible con os reuerimien—
tos especiales de las Fuerzas Armadas en materia de diseño, de calidad y
de costo, como ocurría en el ejemplo eléctrico que hemos expuesto0
todavía.
uno de los españoles, lo que hace de la política una tarea de dimensión au—
tnticamente nacional0 No es que los Principios se justifiquen por sus con
secuencias operativas; pero sin ástas, aquáilos no cumplen con su misión,
que es orientar,dar sentidoal desarro1lo de ¡a sociedad0
instifticional0
VIII de los del Movimiento Nacional, Cit6 despuás las palabras del Jefe del —
Afirmó luego que hay otros aspectos en los que es necesario per’
feccjonar los mecanismos de participación para satisfacer las nuevas exi —
C!bN DE FUERZAS’
.SECCION
BI BLIOGRAFICA
CESEDEN
BI BL IOGRAF lA
núm’ 70)
TITULO AUTOR
* * *
—3--
REVISTAS
ESPAÑA
Revista Africa, núm. 372— diciembre de 1972.— El hombre que escogi6 Occi
H.Burguiba, obsesionado por la presencia soviética en el Mediterr
neo. — Características econmica5 y sociales del ilpoder” del mundo africano. —
Los acuerdos del doble Yemen y el futuro del mar Rojo, El petróleo puede —
forzar una Solución en Oriente Medio, Jrn’ se interesa por el golfo Parsi—
—
¿Reducción de Fuerzas
gpa enta Prensa Mundi&, núm. 306—25 de enero de 1973,— López 3ra—
yo presidente del Consejo de Ministros de la OCDE. Acuerdo comercial y —
control.
—,)—
FuerzaNueva, núm0 316 —27 de enero de 1973.— Futuro y Ejército.— Los hom
bres de la política exterior de la Alemanía comunista0 El Centro español de
Munich. Subversión sin fronteras. ¿A donde va a Compafífa de Jesús?.
— —
Acción Sindical,
Trabajo. EE.UU.:
— El caso Watergate, El diario de Salornn
— Tauber (2 —
parte).
—6—
bies. —
Doble mercado para la lira,— Ni guerra ni paz.— Reuni6n del Comité de los—
Veinte. —
PresupuestosGeneralesdelEstadoparaelañoEconómico1973.
abortos clandestinos
al aFio,
ALEMANIA
BELGIC
FRANCJA
de Europa. La investigación
— y los estudios para la defsa, Los construc
—
iNGLATERRA
SALT 110—El memorandum de las SALT 1. Las armas y.eI hombre, Equipo
- -
ITALIA
RivistaAeronáutica Astronáutica—MiSiliStiCa,PubUcaci6nItaHana,
— noviem
bre de 1972. La exposicn
— europea aérea de Farnborough Europa 72. EvO —
RivistaAeronutica Astronuça—JJflStica
— Pubi ¡caci6n Italiana, dic iern-
bre de 1972.—Actualidad del aspecto humano en la organizacíbn miUtar.— Es
tudio del proyecto para la realizacbn del simulador para un avi6n en descen
so vertical. — Consideraciones sobre as “rélaciones pciblicas” en las FA s. —
PORTUGAL
OTAN
acuerdos de SIMLA (28 de junio al 3 de julio de 1972),— L.a “teoría del domi—
n1o11.— El peligro aireo,— El trato con la poblaciÓn civil,— E Servicio Mili
tar. — La prol ¡feraci6n de armas nucleares en Asia, Reflexiones
— sobre el
mando territorial,— Bibliografía.
SUIZA
USA
cia internacional —
Dos generales.
Vietnam.
hábiles agitadores.