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La Evaluación en Psicología Clínica y de La Salud. Aspectos Prácticos
La Evaluación en Psicología Clínica y de La Salud. Aspectos Prácticos
psicología clínica
y de la salud:
aspectos prácticos
X09_80533_00432
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© FUOC • X09_80533_00432 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 6
Bibliografía................................................................................................. 71
© FUOC • X09_80533_00432 5 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Introducción
Objetivos
El principal objetivo del módulo 1 es establecer las bases del proceso de eva-
luación en psicología clínica y de la salud. Este objetivo general se concreta en:
4. Reflexionar sobre las variables del psicólogo que pueden influir en el pro-
ceso de evaluación en psicología clínica y de la salud.
5. Reflexionar sobre las variables del paciente y del contexto que pueden in-
fluir en el proceso de evaluación en psicología clínica y de la salud.
Sin embargo, también hay situaciones en las que es esencial una evaluación
psicológica sin realizar ninguna intervención. Un ejemplo de evaluación psi-
cológica sin intervención es un informe judicial. También hay otros ámbitos,
como es el caso de la selección de personal, cuyo objetivo no es hacer una
intervención. Pero en este material hacemos referencia básicamente a aquella
evaluación que se enmarca en un proceso más general de intervención. Por lo
tanto, los objetivos básicos son conocer y delimitar los problemas que tiene
la persona, evaluar los cambios que se producen a medida que avanza el tra-
tamiento y evaluar los resultados.
Hay que remarcar, sin embargo, que las hipótesis formuladas se tratarán siem-
pre como provisionales, ya que pueden cambiar en función de la nueva infor-
mación que se obtenga durante el proceso o de los resultados del tratamiento.
Por lo tanto, la evaluación está presente en todo el proceso, ya sea para evaluar
los cambios o los nuevos aspectos que no se habían tenido en consideración
previamente.
Por lo tanto, en primer lugar, la evaluación nos debe servir para conocer el
problema del paciente y los factores que se relacionan con aquél (precipitantes
y/o mantenedores). Con esta finalidad, la herramienta fundamental de la que
disponemos es la entrevista clínica. No obstante, en muchas situaciones nos
interesará también utilizar otros instrumentos para detallar y cuantificar la
magnitud del problema.
Una vez recogida la información suficiente del problema y las variables rela-
cionadas, estamos en condiciones de plantear las hipótesis explicativas que
son la base para establecer los objetivos terapéuticos y diseñar el tratamiento.
Posteriormente, al empezar a aplicar el tratamiento, el proceso de evaluación
también será esencial para evaluar los cambios que se produzcan. Es impor-
tante, pues, utilizar los mismos instrumentos durante todo el proceso. Eso nos
permitirá evaluar la eficacia de las intervenciones que realizamos y el grado
en que las hipótesis planteadas se ajustan realmente al problema del paciente.
Es en este sentido en el que decimos que evaluación e intervención son dos
procesos que van siempre juntos y se retroalimentan constantemente.
© FUOC • X09_80533_00432 9 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Si uno de nuestros objetivos era el de mejorar el nivel de discapacidad que sufre un pa-
ciente con dolor crónico, es aconsejable recoger la misma variable con el mismo instru-
mento al inicio de la evaluación y en las diferentes evaluaciones realizadas durante el
proceso. En caso de que no se haga de esta manera, no seremos capaces de determinar si
los cambios observados son porque el paciente ha mejorado o porque los instrumentos
que hemos utilizado miden cosas diferentes.
Un ejemplo
Una paciente con fibromialgia llega a nuestra consulta y presenta niveles de depresión
y discapacidad elevados. Evaluamos, en la primera entrevista (entre otros elementos que
aquí no se exponen porque se trata de un ejemplo breve) el nivel de depresión con el BDI
y la paciente obtiene una puntuación de 25, que indica un grado de depresión moderada.
En esta primera entrevista evaluamos también, entre otras áreas, el nivel de discapacidad
que tiene con el Pain Disability Index (PDI; Pollard, 1984) y la paciente obtiene una pun-
tuación de 8 (discapacidad grave).
También evalúa el nivel de discapacidad con el PDI y obtiene una puntuación de 6. Por
lo tanto, parece que las hipótesis establecidas y el tratamiento elegido van por el buen
camino. Debemos tener en cuenta que los cambios observados son muy pequeños al
principio de la terapia. El terapeuta decide seguir con el tratamiento y evaluar los cambios
cada dos semanas y obtiene resultados satisfactorios. A los dos meses, parece que los
resultados obtenidos son adecuados y que la paciente ha aprendido a utilizar las técnicas
que le ha enseñado el terapeuta. Éste decide hacer una evaluación final y la puntuación
en el BDI es de 3 y en el PDI de 2. Por lo tanto, decide acabar la terapia, porque se han
alcanzado los objetivos fijados inicialmente, y citar a la paciente al cabo de un mes para
hacer un seguimiento.
Posibles�problemas
Al analizar los resultados de una terapia, hemos visto cómo el terapeuta utiliza
dos medidas que permiten cuantificar los problemas de los pacientes de manera
minuciosa en distintos momentos de la intervención y valorar las consecuciones.
© FUOC • X09_80533_00432 10 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Además de utilizar siempre las mismas medidas cuantificables, también es im- El BDI y el PDI
portante, sobre todo para la evaluación de los cambios durante el tratamiento,
El BDI (Beck Depression Inven-
que estas medidas sean sensibles, rápidas y fáciles de aplicar. Eso se considera tory) es el cuestionario crea-
necesario para llevar a cabo la evaluación de los cambios de la manera más do por Beck para la evaluación
del nivel de depresión. Consta
rápida y sencilla posible sin interferir en el tratamiento. de 21 apartados que recogen
cuatro frases cada uno. El suje-
to debe indicar qué frase des-
cribe mejor su estado de áni-
Por otra parte, no sólo es esencial la evaluación para valorar el resultado al mo.
final de la intervención, sino que también es esencial hacer la evaluación del El PDI, a su vez, es un instru-
mento muy breve que permi-
mantenimiento de los cambios a largo plazo. En el primer seguimiento, de- te evaluar de manera rápida y
bemos tener en cuenta que es habitual que las mejoras hayan disminuido. Si- fiable el nivel de discapacidad
de los pacientes con dolor cró-
guiendo con el ejemplo anterior, la paciente que al final de la terapia tenía una nico. En concreto, está forma-
do por siete ítems en los que
puntuación de 3 en el BDI, en el seguimiento realizado al cabo de un mes tuvo los pacientes deben evaluar en
una puntuación de 6. Por este motivo, en el seguimiento deberemos volver a una escala de 0 (nada de dis-
capacidad) a 10 (discapacitado
evaluar las variables que habíamos evaluado al inicio de la terapia utilizando total) cómo les afecta el dolor
en las siguientes áreas: familia,
las mismas medidas y tratando de mejorar los resultados. actividades de ocio, activida-
des sociales, ocupación, con-
ducta sexual, cuidado personal
1.2. Importancia de la evaluación en psicología clínica y de la y actividades esenciales para la
vida.
salud para la investigación
Esta información puede ser muy útil para hacer una primera aproximación al
caso y decidir si lo podemos tratar o no. Por ejemplo, nos puede llamar un
padre para explicarnos los problemas de control de esfínteres que tiene su hi-
jo y como estamos especializados en el tratamiento con adultos no tenemos
experiencia en el tratamiento de esta problemática. Por lo tanto, la informa-
ción inicial es muy útil para derivar el caso a un profesional que tenga la espe-
cialización y conocimientos adecuados. Sin embargo, no siempre es tan claro
el motivo de consulta del paciente y muchas veces es necesaria una primera
entrevista para poder valorar la derivación o no del caso. Además, en algunas
ocasiones el motivo inicial de la consulta no se corresponde con el problema
principal del paciente.
En la primera visita, el paciente debe sentirse acogido, debe sentir que lo en-
tendemos y que queremos y lo podemos ayudar. También, esta primera visita
es el momento para:
der por qué es necesario hacer una evaluación psicológica, ya que el problema
que tiene es el dolor de espalda. En estos casos, debemos explicar y argumen-
tar detalladamente nuestro modelo de trabajo multidisciplinario y por qué es
necesaria nuestra participación en el proceso de evaluación y tratamiento.
Una vez hecho el primer contacto, que como hemos comentado es crucial, nos Lectura complementaria
adentramos plenamente en la evaluación. En un primer momento, se trata
En la siguiente obra encon-
de definir�y�concretar�los�problemas. En evaluación psicológica es frecuente traréis una explicación deta-
la definición y operacionalización de los problemas en un triple sistema de llada del triple sistema de res-
puesta:
respuesta. R. Fernández-Ballesteros
(1994). Evaluación conductual
hoy: un enfoque para el cambio
• Sistema motor: es la parte directamente observable. Ejemplos del sistema en psicología clínica y de la sa-
de respuesta motor son la evitación y el tartamudeo. lud. Madrid: Pirámide.
Ejemplo
La primera recogida de información de los problemas suele hacerse con la en- Ved también
trevista clínica. Es una técnica muy útil para la identificación de los problemas
Es conveniente revisar los ma-
y es, además, el eje vertebrador de la evaluación psicológica. De manera com- teriales de la asignatura Evalua-
plementaria a la entrevista, en ocasiones podemos utilizar otros instrumentos ción psicológica para obtener
información detallada con res-
que nos pueden ayudar a identificar y delimitar los problemas, como los cues- pecto a los diferentes métodos
de evaluación.
tionarios, los autorregistros o las entrevistas con personas significativas.
© FUOC • X09_80533_00432 16 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Los cuestionarios pueden ser utilizados antes de hacer la entrevista para obte- Lectura recomendada
ner una primera información de los problemas de los pacientes (en este caso
Con respecto a las técnicas
son cuestionarios generales, como el SCL-90-R). No obstante, esta situación no de evaluación psicológica,
es frecuente: es más habitual empezar con la entrevista e identificar, aunque también es muy interesante,
como lectura complementa-
sea de manera difusa, los problemas del paciente. Posteriormente, podemos ria, el libro:
utilizar cuestionarios específicos para llevar a cabo una identificación más de- M. Muñoz (2003). Manual
práctico de Evaluación psicoló-
tallada de los problemas del paciente. En este sentido, los cuestionarios son gica clínica. Madrid: Síntesis.
una ayuda a la tarea realizada con la entrevista.
Cuestionarios adicionales
Si a partir de la entrevista hemos detectado que quizás nuestro paciente sufre una depre-
sión, es conveniente utilizar cuestionarios diseñados para este tipo de problemas, pero
también cuestionarios para evaluar otros problemas como la ansiedad.
Para la identificación de los problemas, también pueden ser útiles los auto-
rregistros, los cuales se pueden utilizar, entre otras cosas, para identificar el
problema y determinar la frecuencia de aparición, los antecedentes y las con-
secuencias. No obstante, puede ser difícil que el paciente los complete en las
primeras fases de la evaluación. Por este motivo, es muy relevante explicarle
la necesidad de completarlos y cómo hacerlo.
Las entrevistas con personas significativas para el paciente también pueden ser
de mucha utilidad para la delimitación de los problemas de éste. Además, estas
entrevistas pueden ser útiles para implicar desde un principio a las personas
relevantes en el proceso de evaluación y de intervención. La información que
nos proporcionen las personas significativas nos puede ayudar a confirmar los
problemas identificados, valorar su gravedad y detectar otros nuevos.
Una vez recogidos los problemas de los pacientes, las variables que les afectan Lectura recomendada
y las características de éstos a partir de diferentes procesos de evaluación, es el
Recomendamos para el estu-
momento de establecer hipótesis explicativas que deben poder ser contrasta- dio de este apartado la lectu-
das. Para establecerlas, es esencial haber recogido información válida y fiable ra de dos artículos del grupo
de Haynes a los cuales podéis
de los problemas y disponer de conocimientos amplios del campo de la psico- acceder mediante la bibliote-
ca virtual:
logía que permitan interpretar la información.
S. Haynes (1998). The assess-
ment-Treatment relationship
El establecimiento de hipótesis respecto a las relaciones entre diferentes varia- and Functional Analysis in
Behavior Therapy. European
bles se llama también análisis funcional. Con este análisis se intentan estable- Journal of Psychological Assess-
ment, 14, 26-35.
cer las relaciones funcionales entre distintas variables con el objetivo de deli-
J. Virués-Ortega y S. Haynes
mitar las variables sobre las que posteriormente se deberá intervenir. (2005). Functional analysis
in behavior therapy: Beha-
vioral foundations and clini-
Las relaciones funcionales se caracterizan por que la presencia, la intensidad o cal application. International
Journal of Clinical and Health
la duración de una variable debe covariar con la de otra variable. Por lo tanto, Psychology, 5, 567-587.
desde este punto de vista, que haya una relación funcional entre dos variables
implica que éstas tienen una proporción de variancia común; por ejemplo,
cuando una aumenta en intensidad, la otra también lo hace.
Por lo tanto, las relaciones funcionales se dan por la concordancia de dos va-
riables. Si se cumplen determinadas condiciones, podemos decir que la rela-
ción funcional es, además, una relación causal. Estas condiciones son:
• Debe existir una confluencia entre las dos variables (es decir, hay una re-
lación funcional).
• La conexión entre las dos variables no debe poder explicarse por la pre-
sencia de una tercera.
• Tiene que existir una conexión lógica entre las dos variables.
Ejemplo
Un cliente nos explica que está muy deprimido. Hacemos una evaluación y vemos que
realmente lo está y que lo está desde que su mujer le dejó un mes atrás. Por lo tanto, hay
una confluencia entre el hecho de que la mujer le abandone y la depresión que permite
establecer una relación funcional entre las dos variables. Esta relación es causal en el caso
de que no haya ninguna otra variable que module la relación.
Según el punto de vista de Haynes, las relaciones causales son las más impor-
tantes para explicar los problemas y diseñar tratamientos efectivos.
También debemos tener presente que las relaciones funcionales tienen unas
condiciones (Haynes, 1998).
mación pero después establece unas hipótesis subjetivas a partir de sus co-
nocimientos. Estas hipótesis posteriormente se confirman o se descartan
con los nuevos inputs que se obtienen (por ejemplo, los resultados de los
tratamientos y la nueva información).
• Las relaciones son ideográficas: una relación funcional que es válida pa-
ra un paciente puede no serlo para otro que presenta una problemática
similar.
Con objeto de llevar a cabo la formulación del caso, se han propuesto distintos
modelos en la literatura (podéis ver Muñoz, 2003 para una revisión). Hasta
el momento, no hay ninguna evidencia científica de cuál es más válido; posi-
blemente lo son todos, ya que todos proponen maneras diferentes de organi-
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Ejemplo
Este ejemplo corresponde a una mujer que acude a la consulta porque padece un tras-
torno depresivo. Hace tres años murió su madre y, según ella, cayó en un estado de tris-
teza constante y sin ganas de hacer nada.
Dice que no tiene hijos y que el marido no la comprende y siempre está fuera de casa.
Dice que se siente sola, que no tiene amigas y que se queda todo el día en casa tumbada
en la cama.
h)�Edad�y�sexo. Parece también que los abandonos son más frecuentes entre
los jóvenes y las mujeres. No obstante, la evidencia de estas variables no es
consistente en los estudios disponibles.
Como hemos comentado, los abandonos son muy frecuentes en la evaluación y el trata-
miento. Teniendo presente este hecho, no debemos culpabilizarnos y sentirnos fracasa-
dos cuando nuestros pacientes abandonen prematuramente el proceso. Lo que hay que
hacer es una revisión, de la manera más objetiva posible, de nuestra actuación. A partir
de dicha revisión, debemos extraer información que nos ayude a mejorar nuestra actua-
ción con futuros pacientes.
Con todo, es de crucial importancia, para evitar los abandonos, establecer una
buena relación terapéutica y hacer entender al paciente una serie de aspectos al
inicio de la consulta, como las características generales del proceso de evalua-
ción e intervención, nuestra manera de trabajar, describir el comportamiento
típico del paciente y el terapeuta y la descripción de fenómenos que pueden
surgir durante la terapia (por ejemplo, tener sentimientos negativos hacia el
terapeuta) y qué hacer en estas situaciones.
A partir de esta segunda unidad de análisis, podemos pasar a otros niveles cada
vez más amplios. Por ejemplo, dependiendo del caso, una tercera unidad de
análisis podría ser la persona en su entorno social (los amigos, la familia, los
compañeros de trabajo...). Se trata de analizar en este caso variables parecidas
a las señaladas en la segunda unidad de análisis.
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Tenemos que analizar, por lo tanto, las diferentes unidades en las que la per-
sona queda inmersa y es partícipe, y cómo afectan éstas a su problema. Se
puede empezar por la unidad más reducida, pero debe ampliarse hasta llegar
a la sociedad como unidad, ya que la reacción de ésta respecto al problema
puede ser importante.
Tanto en el código deontológico de los psicólogos como en el código destina- Enlaces recomendados
do específicamente a los procesos de evaluación, existen diferentes artículos
Podéis consultar el Código
que son importantes para regular la confidencialidad. A continuación, recoge- deontológico del psicólogo
mos los puntos más importantes y señalamos los artículos en los que se tratan. en el enlace:
http://www.cop.es/cop/
Utilizaremos las siglas CD para referirnos al código deontológico y las siglas codigo.txt
CPE para aludir al código elaborado específicamente para los procesos de eva- A su vez, existe también otro
código, elaborado específica-
luación. Entre los puntos más importantes, podemos destacar:
mente para los procesos de
evaluación, disponible en lí-
nea:
• Sólo se pedirá la información estrictamente necesaria, que será sometida
http://www.cop.es/
a secreto profesional (artículo 39 y 40 del CD). La información obtenida vernumero.asp?id=33
no se podrá utilizar en beneficio propio o de terceros (artículo 11 del CD).
Estos puntos deben tenerse muy presentes, ya que si no los respetamos y
pedimos información excesiva e irrelevante al paciente, éste puede llegar
a pensar que somos unos fisgones. En este sentido, también es importante
argumentar al paciente la necesidad de obtener más información cuando
haga falta.
• El interesado, los padres y/o tutores tienen derecho a ser informados de los
resultados de la evaluación (artículo 42 del CD y artículo 9 del CPE). Sólo
podrán ser informados de los resultados de la evaluación terceras personas
en el caso de que el paciente lo autorice (artículo 41 del CD).
© FUOC • X09_80533_00432 26 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
• Deberá tenerse mucho cuidado en el uso de etiquetas que puedan ser de-
valuadoras (artículo 12 CD).
Reflexión
El artículo 12 del Código deontológico nos alerta de las implicaciones que puede tener
el uso de etiquetas diagnósticas. Éstas pueden ser útiles en determinadas situaciones y
para determinadas finalidades, aunque en otras circunstancias pueden tener efectos muy
negativos. Reflexionad sobre este tema y comentad vuestra opinión a los compañeros
de aula.
Tanto en este código como en los dos comentados previamente, hay otros ele-
mentos que son importantes para la profesión. Por este motivo os recomen-
damos que los reviséis detenidamente.
© FUOC • X09_80533_00432 28 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Hemos hecho una breve revisión de los artículos más relacionados con el pro-
ceso de evaluación, en los que hemos visto la importancia de reconocer los
propios límites y de estar formados en las técnicas y procedimientos que utili-
zamos. Es muy importante tenerlo en cuenta y actuar en consecuencia. Como
estudiantes de Psicología, seguramente os encontraréis en situaciones en las
que os pedirán ayuda directa o indirectamente (para otra persona). Es muy
importante que en estas situaciones seáis prudentes y actuáis éticamente. Re-
cordad que lo más recomendable en estas situaciones es pedir consejo a algún
profesional que conozcáis, preguntándole dónde puede acudir vuestro cono-
cido. Nunca será adecuado, por sencillo que parezca el problema, que intentéis
llevar a cabo una evaluación o intervención.
Actividad
En este apartado hemos destacado los puntos de diferentes códigos deontológicos que son
relevantes en el proceso de evaluación en psicología clínica y de la salud. Es recomendable
que reviséis cada uno de los códigos atentamente. Una vez analizados, ¿qué dificultades
veis en la aplicación práctica de estos criterios?
4.2. La confidencialidad
1)�Preparación. Ésta es una fase previa que implica una responsabilidad por
nuestra parte, ya que debemos estar al corriente de los derechos de los clien-
tes y de nuestras responsabilidades. También debemos conocer y reflexionar
sobre estos aspectos, pensar en colegas o personas que nos podrán ayudar en
el caso de que nos encontremos con dilemas éticos o legales, crear consenti-
mientos informados que realmente representen nuestra manera de funcionar
con respecto a los límites de la confidencialidad, prepararnos para discutir la
confidencialidad y los límites y formar, en estas cuestiones éticas, a las perso-
nas que trabajen con nosotros.
2)�Presentar�al�paciente�de�la�confidencialidad�y�los�límites�de�ésta. Una
vez que tenemos claros los conceptos y límites relacionados con la confiden-
cialidad, se trata de explicarlos a los pacientes. Por lo tanto, en esta fase de-
bemos exponer a los pacientes en qué consiste la confidencialidad y sus lími-
tes, expresar cualquier situación que pueda afectar estos aspectos y obtener el
consentimiento informado de los pacientes. Esta comunicación se tendría que
dar en los momentos iniciales, antes de que los pacientes nos hayan dado in-
© FUOC • X09_80533_00432 29 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
3)�Obtención�del�consentimiento�informado�para�facilitar�la�información
a�terceros. En este sentido, debemos respetar inicialmente la premisa siguien-
te: no proporcionaremos información a terceros si el paciente no lo autoriza,
a no ser que sea inevitable por razones legales. También informaremos si te-
nemos previsto comentar el caso con supervisores. En este punto, debemos
recordar que, para facilitar información del paciente, en el caso de que no sea
una imposición legal, deberemos obtener su consentimiento informado.
4)�Respuesta�ética�a�los�requerimientos�legales�de�información�de�los�pa-
cientes. En esta fase se señala la importancia de comunicar al paciente que, si
tenemos una demanda legal de información, la tendremos que dar y debere-
mos actuar en función del conocimiento y plan establecido en la fase de pre-
paración. También hemos de darle la opción de seguir o no con el tratamiento
y decirle que sólo facilitaremos la información que sea estrictamente necesaria.
"Todo/a Psicólogo/a deber informar, al menos a los organismos colegiales, acerca de vio-
laciones de los derechos humanos, malos tratos o condiciones de reclusión crueles, in-
humanas o degradantes de que sea víctima cualquier persona y de los que tuviere cono-
cimiento en el ejercicio de su profesión".
Art. 8
de posibles dilemas éticos con las respectivas soluciones, ya que la lista (tanto
la de dilemas como la de soluciones) tiende al infinito debido a las múltiples
variables que pueden confluir.
Por lo tanto, es nuestro juicio y nuestra responsabilidad (en función del cono-
cimiento de la situación y de los principios éticos y legales), la ayuda de otros
profesionales y nuestra experiencia, los que finalmente actúan para encontrar
una solución ante posibles dilemas éticos relacionados con la confidenciali-
dad.
De los diferentes modelos que existen no hay ninguno con más evidencias de Enlace recomendado
efectividad (ver Cottone y Class, 2000, para una revisión). En los siguientes
Podéis encontrar más infor-
cuadros os presentamos dos modelos que consideramos de utilidad para guiar mación de este modelo y de
el proceso de toma de decisiones ante dilemas éticos. En concreto, el del primer aspectos éticos en la página
web de los autores:http://
cuadro es el formulado por Pope y Vasquez. kspope.com/memory/
ethics.php.
Algunos de los supuestos de este modelo han sido incorporados al Código éti-
co de la Sociedad Canadiense de Psicología. Además, también es curioso ob-
servar que algunas de las fases propuestas son muy parecidas a las que se apli-
can en la técnica de resolución de problemas formulada por D'Zurilla y Nezu
© FUOC • X09_80533_00432 32 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
(1982) y que son de gran utilidad para enseñar a los pacientes a resolver los
problemas efectivamente. El modelo que se presenta en el segundo cuadro es
el que proponen Sileo y Kopala (1993). Es conocido como modelo ABCDE por
los nombres de las fases en inglés: assessment (evaluación), benefit (beneficios),
consequences and consultation (consecuencias y consulta), duty (obligación/res-
ponsabilidad) y education (educación).
Modelo�de�decisión�de�Pope�y�Vasquez
Fases Breve�descripción
Anticipar quién se puede ver afectado por la decisión Reflexionar y valorar exhaustivamente quién puede verse afecta-
do por la situación y la decisión que tomamos. Es habitual que se
vean implicadas más personas aparte del psicólogo y el paciente.
Definir quién es el cliente Normalmente el cliente es el paciente que nos viene a ver, pero
quizás también la aseguradora que paga el tratamiento.
Evaluar nuestras áreas de conocimiento Valorar en qué ámbitos tenemos conocimiento, en cuáles no,
nuestras habilidades y la experiencia en relación con la situación.
Revisar códigos éticos relevantes En nuestro entorno, revisar al menos los códigos éticos del COP y
de la EFA, y determinar si nos dan información adecuada o no pa-
ra la situación.
Revisar las leyes relacionadas con la situación Determinar si existe alguna ley concreta para el caso.
Revisar la investigación y la teoría relevantes Revisar tanto los códigos deontológicos y las leyes como la infor-
mación disponible en la literatura especializada.
Evaluar si nuestras características personales pueden afectar a Evaluar nuestros sentimientos, posibles sesgos, intereses, etc.
nuestro juicio
Evaluar los efectos de los factores sociales y culturales Evaluar los factores sociales, culturales y religiosos que pueden
afectar a la situación.
Evaluar las alternativas Evaluar las alternativas minuciosamente (qué efectos potenciales
tiene cada uno para las personas implicadas a corto y largo plazo,
los beneficios, riesgos y consecuencias).
Adoptar la perspectiva de cada una de las personas implicadas Se trata de ser empático y ver la situación y las alternativas desde
los puntos de vista de las otras personas.
Tomar una decisión A partir de los pasos anteriores, tomar la decisión que considere
oportuna.
Evaluar los resultados Hacer un análisis exhaustivo de las consecuencias que ha tenido la
solución que hemos aplicado.
Fases Breve�descripción
Considerar las implicaciones Considerar las implicaciones para la resolución de problemas futu-
ros similares.
Modelo�de�decisión�de�Sileo�y�Kopala�(1993)
Fases Breve�descripción
Beneficio Buscar el máximo beneficio para el paciente y para las personas relacionadas con la situa-
ción.
Consecuencias y consulta Se tienen que evaluar las consecuencias de la acción desde el punto de vista legal, ético y
terapéutico. Para valorar la acción es importante consultar a colegas, supervisores, aboga-
dos, comisiones éticas, etc.
Obligación Evaluar con qué persona o personas tenemos una obligación o responsabilidad.
Educación El psicólogo debe conocer los códigos éticos y principios éticos, y cómo se pueden aplicar.
Independientemente del modelo que utilicemos, podemos señalar como as- Enlace recomendado
pectos importantes: 1) evaluar la situación detalladamente y consultar con
El Colegio Oficial de Psicó-
otros profesionales si procede, 2) valorar exhaustivamente las diferentes alter- logos ha publicado reciente-
nativas, 3) tener un amplio conocimiento de los códigos éticos y 4) buscar lo mente el documento "Ética
y deontología para psicólo-
mejor para los pacientes y las personas implicadas. Además de estos aspectos gos", en el que podéis encon-
trar ejemplos concretos de di-
y modelos, es muy importante la experiencia, que nos puede ayudar a tomar
lemas éticos, así como los có-
decisiones con respecto a la confidencialidad en función de los resultados ob- digos deontológicos. Os re-
comendamos la revisión de
tenidos en casos similares. este documento en:http://
www.cop.es/pdf/etica.pdf
Son muchas y variadas las motivaciones y características personales que nos Lectura complementaria
pueden llevar a escoger la psicología clínica y de la salud como profesión. Aquí
Podéis obtener más informa-
presentaremos un resumen de las que fueron examinadas y presentadas por ción en James D. Guy (1995).
Guy (1995) a partir de una revisión de la literatura. Aunque la obra es de hace La vida personal de la psicote-
rapeuta: el impacto de la prácti-
tiempo, las motivaciones y características que él propuso nos pueden ser de ca clínica en las emociones y vi-
vencias del terapeuta. Barcelo-
gran ayuda para hacer una reflexión personal.
na: Paidós.
Actividad
¿Es necesario tener todas estas características? Si no las tenemos, ¿las podemos aprender?
¿Qué podemos hacer si tenemos algunas de las características disfuncionales que apare-
cen en la lista?
Actividad
Dedicad un tiempo para pensar y hacer un listado de las motivaciones que os han llevado
a interesaros por la psicología clínica. ¿Son todas funcionales? En todo el tiempo que hace
que estáis estudiando, ¿han cambiado las motivaciones o han sido siempre las mismas?
La alianza terapéutica se puede definir como la relación que se establece entre Lectura recomendada
el terapeuta y el paciente, que es el vehículo del cambio, y se puede considerar
Podéis profundizar sobre
que está formada por tres componentes: las cuestiones mencionadas
consultando esta obra: A. O.
Horvath (2001). The alliance.
1) Vínculo emocional positivo entre el cliente y el terapeuta. Psychotherapy, 38, 365-372.
2) Acuerdo de los objetivos de la intervención.
3) Acuerdo de las tareas terapéuticas.
Como decíamos al inicio de este apartado, un elemento importante en rela- Lectura recomendada
ción con la implicación de los pacientes en el proceso de evaluación e inter-
Os recomendamos la lectura
vención y en el establecimiento de una buena alianza terapéutica son las habi- del siguiente artículo de Ro-
lidades terapéuticas. Éstas fueron propuestas inicialmente por Rogers, aunque gers, publicado por primera
vez en 1957 y reeditado en
posteriormente han sido reconocidas en todos los modelos. el 2007: C. R. Rogers (2007).
The necessary and sufficient
conditions of therapeutic
Según el trabajo pionero de Rogers, hablamos de tres habilidades terapéuticas personality change. Psychot-
herapy: Theory, Research, Prac-
básicas: empatía, aceptación positiva incondicional y autenticidad. También tice, Training, 44, 240-248.
debemos considerar que estas tres habilidades están totalmente relacionadas;
es decir, si no conseguimos transmitir una de ellas probablemente tendremos
dificultades en transmitir el resto. A continuación, trataremos con más detalle
cada una de ellas.
5.2.1. Empatía
• Contacto�ocular. Mirar a los ojos puede ser muy útil para mostrar aten-
ción. No obstante, debemos tener en cuenta que puede tener efectos perju-
diciales en algunos pacientes. En efecto, algunas personas se pueden sentir
intimidadas si las miramos fijamente durante mucho tiempo. Por lo tanto,
no hay una norma fija, sino que tenemos que adaptar nuestra actuación
a las características del paciente.
nos podemos encontrar con pacientes que dan mucha información de una
manera desorganizada sobre aspectos que no son relevantes para la eva-
luación. En estos casos, conviene interrumpirlos y centrar la conversación.
En cuanto a los silencios, hacen referencia al tiempo que dejamos sin de-
cir nada verbalmente. Este aspecto es realmente difícil, ya que depende
mucho de las características del paciente. Así, por ejemplo, una persona
con niveles altos de ansiedad probablemente se sentirá incómoda duran-
te los silencios. No obstante, los silencios pueden ser muy útiles para de-
jar tiempo al paciente para que piense en lo que está expresando, para
que pueda reconocer y expresar sus sentimientos. Por último, es esencial
adaptar�nuestro�lenguaje al estilo comunicativo del paciente, teniendo
en cuenta su nivel cultural.
Por otra parte, podemos seguir muchas estrategias para mostrar al paciente que Lectura recomendada
le entendemos. Evidentemente, muchas de las anteriores, además de mostrar
Encontraréis más informa-
al paciente nuestra atención, pueden servir para mostrar que entendemos lo ción sobre las respuestas de
que nos dice. Algunas de las estrategias que nos pueden servir para mostrar escucha en:
W. H. Cormier y L. S. Cor-
a los pacientes que los entendemos son las llamadas "respuestas de escucha". mier (2000). Estrategias de en-
Además, nos pueden ser de gran utilidad para obtener información en el pro- trevista para terapeutas. Bil-
bao: Desclée de Brouwer.
ceso de evaluación. A continuación, presentamos brevemente los cuatro tipos
de respuesta de escucha:
1)�Paráfrasis. Esta estrategia es muy útil para hacer entender al paciente que
le entendemos y que nos interesa lo que nos dice. Se trata de hacer un resu-
men, repitiendo lo que el paciente nos ha explicado pero de manera más clara.
Usualmente, este resumen se hace con menos palabras, pero semejantes a las
del paciente, siendo más concreto y claro que él.
© FUOC • X09_80533_00432 40 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Tal como indican Cormier y Cormier (2001), habría cinco fases para hacer una
paráfrasis del mensaje del paciente: a) atender a lo que nos está explicando
el paciente y entenderlo, b) identificar el contenido más relevante de lo que
nos está diciendo, c) elegir una manera de empezar la paráfrasis, d) traducir las
ideas del paciente a nuestras palabras, y e) comprobar que realmente hemos
expresado lo que el paciente nos quería decir.
Ejemplo
P: Estoy fatal, no tengo ganas de hacer nada ni de salir con mis amigos. Me quedaría en
casa tumbado en el sofá todo el día.
T: Parece que te falte energía, que las cosas que antes te gustaba hacer ya no te motiven.
P: Creo que no me va bien venir a la terapia, yo creía que avanzaría más rápido.
T: Te habías formulado unas expectativas que no se han cumplido.
Esta técnica, tal como sucede con la paráfrasis, puede ayudar al paciente a
sentir que le entendemos. También puede servir para: a) animar al paciente a
expresar más sentimientos, b) ayudar al paciente a trabajar sus sentimientos, c)
evitar conflictos que expresen sentimientos negativos con respecto a la terapia
y d) enseñar al paciente a discriminar diferentes sentimientos.
Ejemplo
3)� Síntesis. A lo largo de las sesiones, los pacientes, por diferentes medios,
mensajes y expresiones nos explicarán temas que se irán repitiendo. Por ejem-
plo, un paciente nos confiesa que está triste, nos relata varias situaciones en
las que se encuentra triste, nos lo hace saber verbalmente y no verbalmente.
Se trata, con la síntesis, de extraer las ideas principales de los mensajes que nos
da el paciente. Estas ideas pueden ser referentes a emociones o no.
Los pasos que implica la síntesis, siempre según Comier y Comier (2001), son
los siguientes: a) atender a los mensajes que se repiten y recordarlos, b) identi-
ficar patrones o ideas generales a partir de los mensajes, c) seleccionar un ini-
cio apropiado para la síntesis, d) seleccionar las palabras adecuadas y e) evaluar
si hemos hecho una buena síntesis.
Ejemplo
A una chica que, en un mes, se ha peleado con todos los grupos de amigos que tiene (los
de la universidad, los amigos del trabajo, etc.):
T: En este mes has tenido dificultades en las relaciones con los demás.
Aparte de ayudar al paciente a sentir que nos interesamos por él y por lo que
dice, esta estrategia puede ser útil para alcanzar los siguientes objetivos: 1)
pedir más información sobre algún mensaje que no nos haya quedado del
todo claro y 2) comprobar lo que creemos que hemos escuchado de lo que nos
ha dicho el paciente.
© FUOC • X09_80533_00432 42 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Igualmente, Cormier y Cormier (2001) describen cuatro fases para llevar a ca-
bo la clarificación: 1) identificar el contenido de los mensajes verbales y no
verbales del paciente, 2) detectar si hay alguna parte vaga o confusa en el men-
saje, 3) decidir un inicio y las palabras adecuadas, y 4) evaluar la eficacia de
la técnica.
Ejemplo
P: Estoy "chof".
T: ¿Qué quiere decir estar "chof"?
P: Sin energía, deprimido.
Reflexión
Todas las habilidades que vamos a comentar requieren de un entrenamiento para llevarlas
a cabo de manera efectiva. Por este motivo es adecuada su práctica.
En este sentido, os proponemos realizar un breve experimento en la vida diaria. Por ejem-
plo, puedes practicar las habilidades comentadas con algún amigo o con tu pareja. In-
tenta ser empático y analiza la respuesta de la otra persona. ¿Te ha explicado más cosas?
¿Cómo habría sido la conversación si no te hubieras mostrado empático?
Reflexión
Aunque la aceptación positiva incondicional es una habilidad que puede parecer fácil de
entender y de llevar a cabo, no siempre es así. Pensemos, por ejemplo, en un paciente
que nos comenta que tiene una fuerte ideología racista y, aunque nunca ha hecho daño
nadie (ni verbal ni físicamente), comenta que odia a cualquier persona de color o de una
© FUOC • X09_80533_00432 43 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
raza diferente. En este caso, los valores y la ideología del paciente pueden estar en plena
disonancia con nuestra manera de ser y pueden interferir en la valoración de la situación
del paciente y de sus problemas. Pensad qué podríais hacer para resolver la situación, para
aceptar al paciente con la ideología que profesa. Podéis comentar vuestras reflexiones
con los compañeros y el consultor.
5.2.3. Autenticidad
En primer lugar, debemos saber que, voluntaria o involuntariamente, estamos Lectura recomendada
constantemente dando información al paciente sobre nosotros mismos me-
En la siguiente obra podéis
diante elementos, como la manera de vestir, la manera de saludar, la decora- encontrar una revisión sobre
ción de la consulta, etc. También nuestras reacciones a lo que nos explica el autorrevelación:
M. R. Goldfried y L. A. Burc-
paciente dan información sobre nosotros. Esto implica que debemos ser cons- kell (2003). Therapist self-dis-
cientes del impacto que puede tener nuestra manera de actuar para modelar closure in cognitive-behavior
therapy. JCL/In Session, 59,
al paciente de una manera adecuada. 555-568.
• Reducir�los�miedos�y�modelar�una�manera�efectiva�de�tratar�el�proble-
ma. Explicar técnicas que nos han resultado efectivas para superar una si-
tuación similar a la del paciente puede hacer que se reduzca su miedo, ya
que verá más accesible superar la situación. A la vez, hacemos de modelos
para los pacientes.
A pesar de las ventajas potenciales de la autorrevelación que hemos descrito, Lectura recomendada
debemos tener cuidado en su utilización, ser prudentes con los contenidos, y
Para conocer más detalles so-
hacer un uso responsable y moderado. En este sentido, debemos considerar bre la autorrevelación, os re-
varios principios para el uso de las autorrevelaciones: mitimos a dos obras clave en
torno a este tema:
C. E. Hill y S. Knox (2001).
a) Deben utilizarse moderadamente. Es tan perjudicial un uso excesivo como Self-disclosure. Psychotherapy,
38, 413-417; y
no utilizarlas.
S. Knox y C.E. Hill (2003).
Therapist self-disclosure: re-
search-based suggestions for
b) Los temas más apropiados para hacer autorrevelaciones son los relaciona- practitioners. JCP/In Session,
dos con nuestro trabajo, y los menos apropiados aquellos que tienen que ver 59, 529-539.
con las prácticas sexuales y nuestras creencias y valores. Es decir, las autorre-
velaciones no deben ser de aspectos muy íntimos.
Hasta aquí hemos hablado de habilidades y capacidades que pueden ser posi- Lectura complementaria
tivas para el desarrollo de la evaluación. También podemos hablar de elemen-
Para profundizar en los com-
tos o comportamientos del terapeuta que pueden afectar negativamente a la portamientos del terapeuta
alianza terapéutica y, por lo tanto, también al resultado de la evaluación. Si- que pueden afectar negativa-
mente a la alianza terapéuti-
guiendo la reciente revisión de Ackerman y Hilsenroth (2001), podemos des- ca, os aconsejamos consultar
la obra:
tacar los siguientes elementos:
S. J. Ackerman y M. J. Hil-
senroth (2001). A review of
• Ser rígido en la relación con el paciente y la estructuración de las sesiones. therapist characteristics and
techniques negatively impac-
• Centrarse en uno mismo. ting the therapeutic alliance.
Psychotherapy, 38, 171-185.
• Ser crítico.
• Actuar moralmente.
• Ser frío, distante.
• Mostrarse inseguro o tenso.
• Mostrar desinterés (mostrarse distraído, cansado o aburrido).
• Culpabilizar al paciente.
• Evitar tratar aspectos importantes.
• Presentar dificultades para estructurar las sesiones.
• Presentar dificultades en el manejo de los silencios.
• Explicar nuestros conflictos emocionales excesivamente.
siderado relevante incluir este listado de elementos que pueden afectar nega-
tivamente para que podáis reflexionar y ser conscientes de cómo vuestras ac-
tuaciones pueden tener un impacto en el paciente.
Reflexión
Hemos hablado hasta aquí de muchas características del evaluador que pueden afectar al
proceso de evaluación. Es interesante reflexionar sobre los siguientes aspectos:
Son muchas las variables del paciente que pueden influir en el proceso. A con-
tinuación presentamos las que nos parecen más relevantes.
• Estadio�en�el�proceso�de�cambio�en�el�que�se�encuentra�el�evaluado�y
motivación. Siguiendo a Prochaska y Di Clemente (1983) el cambio (ha-
ciendo referencia al cambio terapéutico) se puede concebir como un pro-
ceso con diferentes estadios. Éstos se diferencian en el grado de conciencia
y motivación por el cambio. De manera muy breve, las fases propuestas
en el modelo de Prochaska y Di Clemente son las siguientes: fase precon-
templativa, fase de contemplación, fase de determinación, fase de acción
y fase de mantenimiento.
En la primera fase, la de precontemplación, el paciente sabe que tiene
un problema pero no es consciente de la necesidad de ser tratado, por lo
tanto raramente llegará a consulta (si no es "obligado" por otra persona).
En la siguiente fase, la de contemplación, el paciente es consciente de
que tiene un problema que requiere tratamiento pero todavía no tiene
un plan de acción concreto ni un compromiso firme. En la tercera, la de
determinación, el paciente tiene un compromiso firme para el cambio y
ha pensado en estrategias para llevarlo a cabo. En la cuarta, la de acción, el
paciente comienza a hacer cambios para mejorar el problema. Por último,
en la de mantenimiento, los pacientes tratan de consolidar los cambios
conseguidos.
Los pacientes no llegarán a la consulta muy probablemente hasta la fase
de contemplación. Pero si lo hacen antes, acompañados de alguna perso-
na significativa para ellos (como la pareja o los padres), durante la fase
de precontemplación tendrán muy poca predisposición para darnos infor-
mación del problema. Por ese motivo debemos tener en cuenta en qué fase
del proceso de cambio se encuentra el paciente en el momento de realizar
la evaluación.
Ejemplo
Una persona que consume alcohol en grandes cantidades de modo habitual y llega a
nuestra consulta obligado por su mujer argumentando que él no tiene ningún problema
© FUOC • X09_80533_00432 49 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
y que sólo se visita para que ella esté contenta se puede considerar en fase de precon-
templación.
Por otra parte, una persona que acude a nosotros y argumenta que hace mucho tiempo
que se siente triste, que eso es un problema para él y que ahora está decidido a hacer algo
para cambiarlo está en la fase de contemplación. Lógicamente, estas diferencias entre
las dos personas tienen un elevado impacto tanto para el proceso de evaluación como
para el proceso de intervención. Con el primer paciente es mucho más difícil obtener
información con respecto a su problema, ya que él cree que no tiene ninguno. Además, el
bajo nivel de motivación dificultaría su implicación en el proceso. Por el contrario, en el
segundo caso es mucho más fácil obtener información, ya que el paciente está decidido
a cambiar y tiene conciencia de su problema.
Por lo tanto, con respecto a esta cuestión de las fases del cambio (y de la im-
portancia que tienen tanto en el proceso de evaluación como en el de inter-
vención), es muy importante que al principio de la evaluación intentemos que
el paciente aumente la conciencia del problema y la motivación para "hacer
algo".
Reflexión
Pensad en diferentes estrategias que puedan ser de utilidad para incrementar la concien-
cia del problema y para motivar al paciente, tanto en el proceso de evaluación como en
el proceso de intervención. Comentad vuestras respuestas con los compañeros de aula
y el consultor.
• Expectativas. Es importante explorar las expectativas que tiene el pacien- Lectura recomendada
te inicialmente. En este sentido, debemos explorar sus expectativas con
Para una revisión muy re-
respecto al proceso y al deseo de mejora. ciente de los efectos de las
expectativas, podéis consul-
tar este artículo:
Las expectativas del proceso hacen referencia a lo que el paciente espera que T. Geenberg, M. J. Constan-
suceda durante el proceso de evaluación e intervención y la duración que desea tino y N. Bruce (2006). Are
patient expectations still
que tenga el proceso (cuanto más largo espera que sea, más largo acaba siendo). relevant for psychoterapy
También aluden al rol que los pacientes esperan que el terapeuta adopte y al process and outcome? Cli-
nical Psychology Review, 26,
que consideran que debería asumir un paciente. Es posible que el paciente 657-678.
crea que con una o dos sesiones le habremos hecho la evaluación y "curado"
el problema, o que el terapeuta les tiene que decir exactamente lo que han
de hacer para recuperarse. Por eso, hay que aclarar cuál es el curso normal de
acción en nuestra consulta y nuestra manera de funcionar. Es necesario en
todo momento ajustar las expectativas del paciente y crear un marco común
compartido de funcionamiento.
Las expectativas de mejora hacen referencia hasta qué punto los pacientes Sobre la motivación y las
creen que el proceso de evaluación e intervención les será útil para superar el expectativas del paciente
problema. Esta variable puede estar relacionada con la motivación del pacien- Estos dos conceptos no siem-
te, pero es diferente. pre van de la mano. Por ejem-
plo, un paciente puede estar
motivado para realizar el trata-
miento pero pensar que no va
En general, los estudios disponibles evidencian que las expectativas de éxito a conseguir mejorar.
están relacionadas positivamente con el resultado de los tratamientos. Ade-
más, las expectativas de éxito parece que también contribuyen positivamente
a la creación de la alianza de trabajo. Por lo tanto, ya desde la evaluación de-
beremos incrementar este tipo de expectativas. Con esta finalidad, podemos
© FUOC • X09_80533_00432 50 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
• Escala� de� valores. Cada persona tiene una escala de valores diferente.
Aquellos pacientes para los que el cuidado de su salud (mental y física)
ocupa el primer lugar en su orden de prioridades se implicarán más acti-
vamente en la evaluación y el tratamiento, y obtendrán de esta manera
mejores resultados.
Actividad
Imaginad que tenéis una consulta. ¿Qué elementos decorativos incluiríais? ¿Cómo estaría
organizada?
a)�Nos�encontramos�con�un�paciente�que�no�"nos�gusta",�no�nos�transmite
simpatía�ni�una�buena�predisposición�para�ser�evaluado�(por�ejemplo,�una
persona�con�una�actitud�arrogante).
Un ejemplo
Un terapeuta tímido se puede sentir más cómodo tratando a una persona reservada que
a una persona extremadamente extrovertida.
Reflexión
A partir de esta reflexión, ¿creéis que hay otros mecanismos que nos pueden ayudar a
aumentar el conocimiento de uno mismo? ¿Es siempre necesario pasar por un proceso
psicoterapéutico para poder ejercer?
b)�Consideramos�a�la�persona�como�un�"paciente�difícil".
Para evitar esta situación, de nuevo, debemos permanecer objetivos, evitar eti-
quetar al paciente como "difícil" y mantener el optimismo. Es importante tam-
bién que detectemos nuestros pensamientos, ideas y creencias disfuncionales
y que las intentemos combatir.
c)�Sentimos�atracción�por�el�paciente�o�éste�siente�atracción�por�nosotros.
El paciente puede sentir enamoramiento por el terapeuta, pero muchas veces Reflexión
está confundiendo la sensación de sentirse comprendido (hablar de cosas ín-
Algunos autores comentan
timas, sentirse escuchado, etc.) con el enamoramiento. En estos casos, hay que que llevar un anillo, hablar de
hacer ver al paciente la confusión e ir con cuidado de no dar "señales" que la pareja, de los hijos... pue-
de prevenir estas situaciones.
hagan que el paciente malinterprete nuestras acciones. Podemos hablar con ¿Qué pensáis de esta estrate-
gia? ¿Creéis que puede ser útil
el paciente de todas las sensaciones y pensamientos que ha tenido sobre no- o contraproducente?
sotros y analizarlas. De esta manera, podremos ver si realmente está confun-
diendo los sentimientos o si hay un enamoramiento real. En este último caso
es aconsejable derivar el caso.
d)�Hemos�tenido�el�mismo�problema�que�el�paciente.
Dado que todos pasamos por diferentes etapas en nuestra vida, es muy fre-
cuente que nos encontremos con pacientes que presentan problemas que no-
sotros hemos tenido. Por eso, es muy importante que:
e)�No�somos�expertos�en�el�problema�que�presenta�el�paciente�y�por�eso
no�sabemos�cómo�evaluarlo.
El primer contacto con el paciente, muchas veces telefónico, como hemos vis-
to en los apartados precedentes, ya nos puede servir para determinar si podre-
mos ayudar al paciente en función de la problemática principal de la que nos
informe.
Hay que hacer la derivación con delicadeza para evitar que el paciente sienta
que no le queremos atender o se sienta rechazado. En primer lugar, habrá
que disponer de una lista�de�profesionales (psicólogos, psiquiatras y centros
de día, entre otros) que sean especialistas en ámbitos en los que nosotros no
somos expertos para poder derivar los casos que no nos vemos capacitados
para tratar.
Un ejemplo de derivación
También se puede dar el caso de que, por nuestra formación, veamos que po-
demos abordar la problemática pero que estemos al inicio de la profesión y
no tengamos experiencia en el caso. Entonces habrá que buscar información
sobre el tema en fuentes fiables y hacer sesiones de supervisión con algún
profesional que lleve más años ejerciendo. Si la falta de conocimientos y de
© FUOC • X09_80533_00432 57 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Todo eso nos plantea también una idea muy importante: en los momentos iniciales de
la práctica clínica es aconsejable la figura del supervisor para hacer el seguimiento de
los casos.
f)�Tenemos�conocimiento�de�la�problemática�del�paciente�por�fuentes�ex-
ternas�no�profesionales.
Nos visita el primo de un amigo al que nunca hemos visto y del que no sabíamos nada
hasta que ha llegado a la consulta. Nos hemos enterado de que es el primo de nuestro
amigo porque nos ha dicho: "Estoy muy triste y mi primo me ha dicho que eres el mejor
en este tema y que me resolverás el problema". En esta situación, ¿qué implicaciones
creéis que puede tener llevar el caso?
Podríamos pensar, por ejemplo, que el paciente está depositando muchas expectativas en
nosotros y que si éstas no se resuelven podría afectar a la relación personal con nuestro
amigo. Por otra parte, cuando nos encontráramos con nuestro amigo podría salir el tema
del primo y, como ya hemos comentado, toda la información de consulta debe ser confi-
dencial. También el paciente nos puede dar información de nuestro amigo que nosotros
no conocemos, y que quizás nuestro amigo no querría que conociéramos.
Éstas sólo son algunas de las hipotéticas consecuencias negativas. Por lo tanto, en un caso
como éste, tendríamos que hacer un listado exhaustivo de las posibles consecuencias
positivas y negativas que podría tener aceptar el caso y, en función de este balance, decidir
si evaluar y tratar o no el caso.
En el caso de que nos veamos capacitados, debemos dejar claro al paciente que
puede confiar en nosotros y que en ningún momento comentaremos a otras
personas lo que nos va a explicar (y, si hace falta, le decimos el nombre del
conocido en cuestión). En caso de que este conocido nos pida información,
también debemos ser firmes y hacer uso de nuestra profesionalidad. No obs-
tante, en términos generales, no consideramos positivo tratar los problemas
de amigos, familiares, personas conocidas o personas que podemos conocer
por medio de terceras personas.
También puede interferir el hecho de que la persona que conocemos nos haya
dado información de la situación del paciente. Recordad que la evaluación
debe�ser�lo�más�objetiva�posible y, por lo tanto, no debemos dejarnos llevar
© FUOC • X09_80533_00432 58 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
por lo que hemos oído del paciente. Así pues, hay que empezar a hacer la
evaluación sin que intervengan interpretaciones ni hipótesis anticipadas por
fuentes no profesionales.
g)�El�psicólogo�ha�de�dejar�el�proceso�antes�de�que�éste�haya�finalizado.
Hay situaciones que pueden provocar que tengamos que dejar al paciente an-
tes de acabar el proceso de evaluación o intervención. Debemos diferenciar
entre situaciones que podemos prever y situaciones no previsibles. En las si-
tuaciones previsibles (por ejemplo, un cambio de residencia o de puesto de
trabajo) la situación ideal es no empezar el proceso si podemos prever que no
lo podremos acabar. Tendremos que argumentar esta situación adecuadamen-
te a los pacientes que nos lleguen y derivarlos a profesionales que los puedan
atender.
En resumen, podemos decir que una que vez iniciamos un proceso de evalua-
ción o intervención, y por lo tanto aceptamos atender a un paciente, debemos
responsabilizarnos y garantizar su atención en el caso de que nosotros no lo
podamos hacer.
h)�El�paciente�llega�con�un�informe�psicológico�de�otro�profesional�y�no-
sotros�dudamos�sobre�aquel�diagnóstico.
Art. 22
© FUOC • X09_80533_00432 59 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Cuando queramos hacer otra evaluación porque vemos que el informe que Justificar una segunda
nos trae del otro profesional no nos da la suficiente información, podemos evaluación
comentar al paciente que deberíamos programar unas sesiones de evaluación Podemos argumentar que no-
para obtener más datos. sotros utilizamos una meto-
dología de trabajo diferente y
por eso necesitamos hacer una
evaluación adicional.
En este nuevo proceso de evaluación es importante que tengamos presentes las
pruebas que ha administrado el otro profesional. En el caso de que queramos
valorar variables que ya ha evaluado el otro profesional con pruebas concretas,
podemos intentar administrar pruebas diferentes de las del otro psicólogo.
Por ejemplo, si han valorado el nivel de depresión con el Clinical interview
for depression (CDI; Paykel, 1985) le podemos administrar la escala Hamilton
Rating Scale Depression (HRSD; Hamilton, 1967).
i)�El�paciente�duda�de�nuestras�habilidades,�conocimientos�o�competen-
cias.
j)�El�paciente�llega�obligado�o�presionado�por�otros.
• Pactar con el paciente unas sesiones para que tenga tiempo de conocer
cómo funcionamos. Después de estas sesiones negociadas, podrá decidir
si quiere continuar el proceso.
• Pedir al paciente que nos describa los problemas que tiene según la persona
que le ha obligado a venir. A partir de la respuesta, se puede empezar a
indagar sobre los problemas.
© FUOC • X09_80533_00432 61 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Habrá que hablar con la persona que nos lo ha derivado (por ejemplo, la mujer
o el hermano) y exponerle la situación. Igualmente, convendrá recordarle que
si él no quiere venir difícilmente le podremos ayudar.
k)�El�paciente�no�quiere�hacer�ninguna�evaluación�psicológica,�quiere�que
le�digamos�qué�le�pasa�y�que�empecemos�a�hacer�un�tratamiento�lo�antes
posible.
Importancia de la evaluación
Llega a consulta una mujer que manifiesta un grado elevado de ansiedad. Tendremos
que evaluar factores como: qué gravedad muestra el problema, qué repercusiones tiene,
si hay sintomatología asociada, qué otros problemas hay presentes y la relación entre
éstos, etc. Todo eso es necesario para establecer las hipótesis del caso, definir una línea
base y evaluar los progresos del tratamiento. Por lo tanto, en el caso de que nos diga
que la evaluación no es necesaria, deberemos argumentarle que necesitamos saber qué
le pasa, ya que es la única manera de garantizarle un tratamiento eficaz y evaluar si el
tratamiento está teniendo los efectos esperados.
l)�El�paciente�tiene�dificultades�para�explicar�sus�problemas.
Dentro de este apartado podemos incluir muchas situaciones en las que nues-
tras actuaciones pueden ser parecidas. De manera muy general, en los casos de
pacientes con dificultades para expresar sus problemas no es bueno presionar
al paciente. Al contrario, sería más adecuado mostrarle nuestra empatía y que
entendemos que es difícil hablar de cosas íntimas con un desconocido. Por
eso, además de las habilidades terapéuticas, es necesario establecer las normas
del juego, es decir, cómo funciona la evaluación. Con esta metodología, el pa-
ciente podrá prever lo que pasará a lo largo del proceso y se sentirá más seguro.
En estas situaciones en las que las respuestas de los pacientes son muy breves
o en las que nos explican de manera muy poco definida los problemas, puede
ser útil la utilización de instrumentos de evaluación para perfilar la informa-
ción de su problema. En este sentido pueden ser muy provechosos los auto-
rregistros.
ii)�Cuando�hablamos�de�algún�tema�importante,�el�paciente�habla�de�co-
sas�irrelevantes. Habrá que ver cuál es el motivo de la baja concreción en los
mensajes. Puede hablar de cosas irrelevantes porque tiene miedo, porque ha-
bla mucho, para evitar hablar del tema, porque está muy nervioso, etc. En todo
caso, debemos evitar reforzar los aspectos irrelevantes y tratar de reconducir al
paciente hacia el foco de sus problemas. Si no conseguimos de ninguna mane-
ra reorientarlo, podemos optar por decirle lo que pensamos (por ejemplo: "Veo
que cuando tratamos ciertos temas hablas de otras cosas"). También podemos
optar por una estrategia ya comentada: comenzar con preguntas generales y
concretar las cuestiones poco a poco.
En ambas situaciones, una buena estrategia puede ser incidir en aspectos rela-
cionados con el problema que, a la larga, nos acerquen a la cuestión que nos
interesa. También podemos ofrecerle otro formato para hablar del tema (por
ejemplo, un escrito, un cuestionario o un registro).
Asimismo, para identificar los problemas, le podemos pedir que nos describa
un día normal de su vida. Con este ejercicio podemos empezar a identificar
cuáles pueden ser los aspectos más problemáticos del paciente.
m)�El�paciente�está�mucho�rato�en�silencio.
Cuando un paciente está mucho rato en silencio habrá que evaluar por qué lo
hace. Uno de los motivos podría ser la dificultad de expresar sus problemas.
En este caso se podrían aplicar las técnicas comentadas en el apartado anterior.
No obstante, los silencios también pueden ser debidos a otras situaciones, co-
mo la necesidad de más tiempo para pensar o expresar ideas, o bien no tener
preparado el discurso. En estos casos, habrá que respetar el tiempo del paciente
y dejarle el suficiente para que pueda elaborar su respuesta.
A menudo, a nosotros nos cuesta tolerar los silencios de los pacientes, ya que
nos hacen sentir inseguros, incompetentes. En este caso, deberemos trabajar
nuestras sensaciones.
Podríamos utilizar diferentes estrategias ante un paciente que está mucho rato
en silencio, entre las cuales podemos destacar:
© FUOC • X09_80533_00432 65 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
n)�El�paciente�hace�preguntas�personales�al�terapeuta�(por�ejemplo,�si�él
ha�sufrido�depresión...).
o)�El�paciente�explica�las�cosas�más�interesantes�al�final�de�la�sesión.
p)�El�paciente�se�pone�a�llorar.
En los casos en los que el paciente se ponga a llorar, debemos actuar con tran-
quilidad y dejar que las emociones surjan. Podemos ofrecerle un pañuelo y
dejar que se calme. En algunos casos nos podemos sentar a su lado, darle la
mano, etc. En cualquier caso, debemos conocer las características del paciente,
ya que dependiendo de éstas un pequeño contacto físico puede ser interpre-
tado erróneamente.
Ejemplo
Reflexión
Pensad en qué características del paciente pueden hacer que el contacto físico sea bien
recibido o no. Pensad también en las implicaciones positivas y negativas que puede tener
el contacto físico con el paciente. Comentad las reflexiones con los compañeros del aula
y el consultor.
q)�El�día�que�habíamos�acordado�administrar�cuestionarios,�el�paciente
empieza� a� hablar� de� un� aspecto� importante� que� le� ha� sucedido� aquella
semana.
Cambio de planes
Imaginad que tenemos programado un proceso estándar de una primera visita y tres más
de evaluación. Esta planificación se podría modificar en función del paciente y de las
circunstancias.
© FUOC • X09_80533_00432 67 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
r)�Mientras�hacemos�la�evaluación,�nos�dice�que�tiene�pensamientos�de
suicidio.
Ante esta situación hay que valorar el riesgo real que presenta de suicidio,
qué tipo de pensamientos tiene, si tiene ideación suicida, si ha consumado
intentos, etc. Una vez valorada la situación, habrá que decidir si hace falta
un ingreso inmediato o solamente son pensamientos que no se traducirán en
acto. Esta situación es muy difícil, pero debemos mantener la tranquilidad y
hacer un juicio lo más objetivo y cuidadoso posible.
Si hace falta, podemos citar al paciente más de una vez a la semana para hacer
un seguimiento y complementar el tratamiento con medicación controlada
por un profesional.
Si esta situación nos produce mucha angustia, tendremos que trabajar todas las
sensaciones y pensamientos que nos surjan. Si lo vemos necesario, deberemos
hablar del tema con otros profesionales que nos puedan ayudar a controlar
estas sensaciones y miedos.
s)�El�paciente�miente.
Un ejemplo de confrontación
Si detectamos que el paciente miente le podemos formular preguntas como ésta: "¿Cómo
es que ayer dijiste que no tenías problemas con nadie y hoy dices que te has peleado
con tu hermano?".
Tendremos que analizar por qué miente, si nos quiere dar una buena impre-
sión, si le da vergüenza, etc., y entonces decirle que debe confiar en nosotros,
en que queremos ayudarle y que debe recordar que todo lo que dice en las
sesiones es confidencial. Le podemos decir que muchas personas tienen mie-
do de hablar de temas difíciles, pero que es nuestro trabajo y que, aunque se
pueda sentir incómodo, poco a poco se sentirá más tranquilo.
Si el paciente miente para llamarnos la atención, habrá que ver qué impresión
nos quiere dar y por qué, qué necesidad tiene de mostrarse con nosotros de
una manera diferente, y decirle que no hace falta que aparente nada.
© FUOC • X09_80533_00432 68 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
t)�El�paciente�no�entiende�los�cuestionarios�que�le�damos.
Habrá que ver qué grado de escolarización tiene el paciente, qué idioma uti-
liza, si tiene problemas de comprensión lectora, etc. Debemos analizar las ca-
racterísticas de los pacientes y asignar el mejor cuestionario disponible para
su situación. En esta adaptación, en algunos casos será suficiente con que le
leamos nosotros los enunciados al paciente.
u)�El�paciente�se�queja�de�que�las�preguntas�siempre�son�las�mismas.
v)�El�paciente�no�acude�a�las�sesiones�de�evaluación,�llega�tarde�y/o�llama
para�anular�la�sesión.
En el caso de que no acuda a la sesión podríamos llamarlo para saber por qué
no ha asistido (si se ha confundido, si se ha dormido, si no quiere venir más,
etc.). Si nos comunica que ha sido un malentendido, lo podemos citar para
otro día y no darle importancia, ya que es un hecho aislado. No obstante, si
éste se repite tendremos que explorar los motivos.
En caso de que nos diga que no quiere continuar, habrá que dejarle las puertas
abiertas, ya que si no quiere venir, nuestro trabajo no tendrá sentido.
Si llega tarde, habrá que valorar cuál ha sido la causa, si lo hace asiduamente o
si ha sido la primera vez. Tenemos que ser flexibles si la causa está justificada,
pero si vemos que siempre llega tarde o siempre se olvida, debemos evaluar
por qué lo hace (no tiene ganas de venir, tiene problemas de organización
personal, etc.). Habrá que decirle que es necesario que cumpla con los días y
los horarios pactados, ya que si no lo hace la terapia no será útil. Debemos
llevar siempre el control de las sesiones, ya que si dejamos que el paciente
escoja cuándo viene y cuándo no, hacemos que la terapia pierda efectividad.
w)�El�paciente�llega�a�la�consulta�y�nos�dice�el�nombre�de�su�diagnóstico.
© FUOC • X09_80533_00432 69 La evaluación en psicología clínica y de la salud: aspectos prácticos
Es muy frecuente que los pacientes lleguen a la consulta diciendo que tienen
un diagnóstico determinado porque otro profesional se lo ha dicho o ellos lo
han deducido. Por ejemplo, cuando preguntamos al paciente por el motivo de
consulta, éste puede decir: "Vengo porque estoy muy deprimido". Es posible
que él crea que con eso su problema ya está muy delimitado y que lo que
necesita es algo efectivo que le ayude a superar el problema. En este punto,
debemos argumentar la necesidad de hacer una evaluación minuciosa para
poder realizar el tratamiento.
En relación con este punto, también puede suceder que el paciente llegue a
la consulta con mucha información de lo que cree que le pasa y que haya lle-
gado incluso a hacerse un autodiagnóstico. Actualmente, gracias a la Red, es
frecuente que los pacientes vengan con información. En estos casos, debemos
argumentar también la necesidad de hacer una evaluación exhaustiva desde el
punto de vista profesional. Esto no quiere decir que tengamos que disuadir al
paciente de que busque información de su problema. Hemos de hacer enten-
der al paciente que hay mucha información disponible pero que no toda es
válida y que conviene ser muy crítico y comentar la información que hemos
encontrado con los profesionales. Además, debemos incidir en el hecho de
que no ha de obsesionarse con la búsqueda de información.
Bibliografía
Bibliografía básica
Aunque ya habéis abordado los aspectos éticos en otras asignaturas, es un documento que
siempre debéis tener presente.
En este libro encontraréis una amplia y detallada reflexión sobre las principales habilidades y
capacidades, así como ejercicios para llevar a cabo la evaluación psicológica y el tratamiento.
Guy, J. D. (1995). La vida personal del psicoterapeuta: el impacto de la práctica clínica en las
emocionas y vivencias del terapeuta. Barcelona: Paidós.
En este libro el autor nos ofrece un retrato de las personas que se quieren dedicar a la psico-
terapia. Su lectura es muy adecuada para reflexionar sobre la profesión.
En este libro se presenta de manera muy detallada y muy práctica un modelo de evaluación
en psicología clínica.
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