ANALOGÍA DE LOS "MARCOS": K. Kaye describe las primeras relaciones entre los padre e hijos
mediante marcos:
El conjunto de todos ellos ofrece un panorama de cómo los padres, dentro de cada cultura,
organizan el espacio de vida de sus hijos, su trato personal con ellos, su recurso a los objetos
de uso habitual y su universo de valores.
Aunque se da en todas partes del mundo, cada familia selecciona, organiza y da coherencia a
su modo a todo ese conjunto de normas y costumbres, valores, habilidades instrumentales en
el seno de su ámbito cultural.
En el desarrollo social y psicológico del niño hay unos aspectos universales y particulares:
universal: que el niño establezca vínculos con las personas que le rodean y que entre
en un tejido de relaciones, familiares y de parentesco
particulares: todas las prácticas y las justificaciones de las mismas que se inculcan a los
niños para que se sitúen, como personas sociales, en el mundo de relaciones y
actividades típico de su entorno social.
Con la llegada del niño tanto niños como padres se socializan en bucle.
René Spitz (1965) engloba bajo el nombre de clima afectivo "la totalidad de fuerzas que
influencian el desarrollo de los niños"
Tono afectivo: La forma en la que toca la madre al niño (presión, temperatura corporal, tono
muscular, ritmo...) y afecta al sistema nervioso autónomo dle niño.
Las primeras formas de relación interpersonal diferenciadas ya a los tres meses se organizan
sobre la base de estados afectivos positivos y negativos.
Entre los primeros ocupa un lugar preeminente la sonrisa. La desazón y el disgusto o enfado
también movilizan a los adultos y les lleva a inquirir sus causas. Inmediatamente aparecen los
intercambios protoconversacionales y las vocalizaciones anticipadoras del habla ("pre-
speech"). Poco tiempo después se inauguran los formatos típicos del "cucu-tras", sonsonetes
infantiles a dúo, etc.
A los 9 meses el niño hace gala de una clara intencionalidad expresiva. El tono con que replica
a los enunciados maternos, sus demandas y ruegos, sus deseos y preferencias se revisten de
una expresividad notable. A partir de un momento dado, estos intercambios dan entrada al
mundo circundante; los adultos se sirven de ellos para hacer "comentarios acerca de los
objetos o sucesos del entorno" (Harris, 1989). Es lo que denominaremos la referencia social.
En síntesis, la madre, el padre y el grupo social primario en cuyo seno el niño/ la niña ven la luz
se convierte, gracias al clima afectivo, en una "plataforma de lanzamiento" de su sociabilidad
en ciernes. Con ello queremos decir que cualesquiera de los lazos sociales –en que entran en
juego la empatía, el afecto mutuo, el reconocimiento de la valía del otro y no simplemente
"tanto me das, tanto te doy"– arrancan y se proyectan a partir de la relación social primordial
con la figura singular de la madre (o de quien haga sus veces) e inmediatamente con la familia
nuclear.
Hacia los 6 meses emergen unos comportamientos de llamada hacia el adulto (madre) cuando
los niños se sienten amenazados (llegada de alguien extraño, la madre se aleja...)
A partir de los 2 años los niños se lanzan a juegos y exploraciones y si perciben algo peligroso,
vuelven en busca de los cuidadores.
1.6. EL TEMPERAMENTO
TEMPERAMENTO
Son las perturbaciones psicológicos que sufren los niños privados de la relación materna (o
sustitutoria) vinculante.
Las patologías que detectaron en los niños huérfanos revelan hasta qué punto la relación
vinculante es necesaria para el bienestar y el desarrollo infantil normal.
También existen los ambientes domésticos en proceso de ruptura que correlacionan con
conductas antisociales de los niños (que no solamente pueden ser atribuidas al déficit afectivo
maternal).
La díada madre-hijo se inserta en el microsistema familiar, el cual, a su vez, está ligado a otros
sistemas (meso, exo y macrosistema en Bronfenbrenner).
Maltrato infantil: los niños han de encontrar en la familia el clima afectivo que propicie su
desarrollo. La inexistencia del mismo es ya una forma de maltrato.
Pegar
Abuso sexual
Víctimas de guerras o entrenados para la guerra.
No tener cubiertos los derechos fundamentales: hogar, escolarización, alimentación
2. LA COMUNICACIÓN PREVERBAL
2.1. INTRODUCCIÓN
Para que las relaciones entre organismos se lleven a cabo con éxito adaptativo han surgido un
conjunto de comportamientos especializados que englobamos bajo el título genérico de
comunicación.
La comunicación preverbal de los niños emerge de un tejido de funciones básicas que son las
de la crianza (encuentros entre la madre y el niño: alimentación, limpieza, cogerlo, calmarlo...).
CAPACIDAD CENESTÉSICA:
los niños que permanecen en contacto corporal inmediato con sus madres (culturas en que los
mantienen habitualmente en brazos o ligados a sus cuerpos) lloran o se quejan raras veces. En
cambio, en nuestra cultura, es lógico que los niños lloren para atraer la atención del adulto.
CAPACIDADES RECEPTIVAS Y EXPRESIVAS INFANTILES
oído: procesador del fondo tonal y rítimico que envuelve toda comunicación.
La percepción —visual, auditiva, olfativa y táctil— que el niño tiene de las personas pone en
marcha sus manifestaciones expresivas porque el sistema perceptivo del niño está integrado a
su sistema de acción.
Las expresiones afectivas del rostro de las madres al comunicar con sus hijos y las expresiones
que los pequeños van exhibiendo en reciprocidad son el punto de arranque de la
comunicación.
RITMOS NEONATALES
2.3. LA INTERSUBJETIVIDAD
INTERSUBJETIVIDAD:
capacidad de acceso a los estados mentales entre comunicantes que es la base de lo que
llamamos mutuo entendimiento o compartir significados.
Desde los dos meses, los niños muestran interés (atención sostenida) ante un rostro humano
que, con su tono de voz y su cara risueña, les expresa su afecto "conversando" con ellos. Si
están despabilados y en una postura adecuada (posición erecta, mirando de frente) van más
allá de la mera atención: manifiestan con sus movimientos, expresión facial, gargareos,
sonrisas, una respuesta a las señales que les envía el adulto. Sorprende a los investigadores que
estas manifestaciones de los bebés no surjan al azar o caóticamente, sino que aparecen en
clara alternancia con las del adulto; son otra forma de turnos de intervención.
El bebé tiene una intersubjetividad primaria (en el sentido de básica) y está relacionado con
que la atención del bebé hacia los objetos del entorno está disgregada de la atención hacia las
personas.
Lo que el niño capta en el otro es una actitud hacia él mismo que resuena emocional y
motivacionalmente y genera reciprocidad.
El niño irá aprendiendo que las personas poseen mente y que tienen deseos y sentimientos.
los entes externos son sociales en la medida en que comparten propiedades con el yo, una de
ellas es la mutualidad de sentimientos: "Me reconocen como ellos, los reconozco como yo".
La capacidad de compartir los estados emocionales y de captar a los otros como seres
dotados de intenciones es la base sobre la que se va a ir desarrollando la noción de que las
acciones de los demás están guiadas por sus estados mentales.
Las primeras expresiones emocionales de los niños no llevan una intención comunicativa, son
expresiones de estaso de escitación nerviosa (desagradables o placenteros).
A partir de los 6-7 meses se dan protoimperativos: acciones sobre una persona a efectos de
que esta actué potenciando la capacidad o supliendo la incapacidad del actor.
en el proceso de adquisición de significados se conjugan los dos planos de que habla Vygotsky:
el intermental (socio-comunicativo) y el intramental (elaboración cognoscitiva).
En la fase de intersubjetividad primaria (3-10 meses) se activan en el niño los motivos que
poseen los seres humanos para el mutuo entendimiento y la cooperación.
En la fase de intersubjetividad secundaria (desde los 10 meses en adelante) los niños no sólo
ya entienden mucho mejor a los adultos, sino que comienzan a contemplarles como alguien de
quien se puede aprender cosas de la vida. A partir de este momento, el niño/la niña son
capaces de coordinar sus acciones con los adultos, compartiendo el interés de éstos por los
objetos e iniciándose en su uso. Los comportamientos del adulto adoptan perfiles regulares,
repetitivos: se constituyen en formatos; y, en la medida que el niño participa en ellos,
formatos de acción conjunta.
Los niños empiezan a captar, a la vez que las acciones, la disposición intencionada de sus
ejecutantes.
La imitación es una forma de intercambio social modulada por un afecto muy primitivo hacia el
modelo.
Los niños adquieren el significado de una acción cuando ejecutan el perfil de movimiento
adecuado dentro de un contexto y propósitos socialmente compartidos.
La acción conjunta dependerá de que el niño capte las expresiones del adulto como
propuestas sobre su papel en la actividad. Una madre simula una barca con una caja de
cerillas. Coge unos muñecos y los mete a la barca y le dije a su pequeño: "¿vienes conmigo en la
barca?" Es decir, la madre le incita a tomar parte y el niño intuye las intenciones, deseos o
expectativas de la madre.
Si el niño entiende todo esto participa en el juego: es decir, se convierte en actor. El niño
internaliza el núcleo de un significado al nivel de secuencia de acciones a realizar.
También el niño devine en observador de sí mismo (el niño cuenta al otro lo que hace a la vez
que se da cuenta de lo que hace).
3.5. SIGNIFICADOS Y SÍMBOLOS
Los primeros significados aparecen relacionados a usos prácticos, pero hay otra gama de
significados que no son funcionales en el sentido de los anteriores.
Por ejemplo, la función primera de un paño (para lo que fue inventado) es el vestido, pero ¿qué
decir de una bandera? Las flores vistosas no tienen función alguna para nuestra subsistencia,
pero ¿qué significa ofrendar un ramo de flores? Los colores existen en la naturaleza; tampoco
tienen funciones especiales para nosotros. Los humanos los copiamos y los usamos en
circunstancias muy definidas: ¿qué decir de su uso: el blanco o el negro, por ejemplo? Ciertos
animales, como la serpiente, el león, el burro, etc. significan otras cosas independientemente
de su naturaleza animal.
(no lo he terminado)
aunque el lenguaje posee múltiples facetas, la más relevante es el estar sometido a reglas.
todo lenguaje posee una estructura sintáctica o gramatical. La investigación psicológica sobre
la adquisición del lenguaje ha tendido, pues, a focalizarse en este aspecto.
Sin embargo, Chomski, lo analiza a otro nivel: sostiene que el lenguaje funciona dentro de un
dominio cognoscitivo propio. Si a esto se añade que no es aprehendible mediante un
mecanismo puramente inductivo, llega al convencimiento de que, dentro del dominio
lingüístico de la mente, existe, en forma de conocimiento innato, una especie de intuición
primordial que guíe la adquisición del lenguaje.
En los años sesenta se dio por sentado que "la puerta de entrada" al lenguaje es la gramática o
la sintaxis.
¿Cómo domina el niño de manera progresiva las estructuras gramaticales típicas del lenguaje
que se habla a su alrededor?
Chomsky dice que la gramática de cualquier idioma es un conjunto de reglas capaz de generar
infinitos enunciados (creatividad del lenguaje).
Chomsky postula que por debajo de las reglas peculiares de cada gramática, existe un armazón
de reglas más básicas que constituirían una gramática universal.
Chomsky sostiene que no necesitamos aprender esa matriz universal: la traemos al nacer en
nuestro "equipaje" y la denomina competencia lingüística. Gracias a ella, el niño tiene acceso a
cualquier lenguaje.
* Sin hacer
Bruner (1983) lo expresó así: "Hay que tomar en consideración qué es lo que el niño trata de
hacer cuando comunica" (o cuando habla).
En la medida que el que habla consigue alguno de esos objetivos, le atribuimos una buena
competencia comunicativa.
Primero, las criaturas han de discriminar entre los sonidos que les llegan, los del habla humana
y, seguidamente, segmentar su flujo en unidades como palabra y frase
Segundo, las criaturas han de intuir que esas unidades "lanzan flechas" hacia el mundo
circundante, es decir, trasladan al lenguaje cosas o sucesos. ¿Cómo se las arreglan para
establecer esa conexión (la referencia)?
Solo cuando estos dos temas estén dilucidados se puede abordar la pregunta: cómo consigue
el niño expresar en una construcción gramatical cosas y sucesos externos (y también
internos).
Si los niños nacen bien organizados para conocer el mundo perceptivamente ¿por qué no
hacer extensiva esa organización de base al lenguaje?
Diversos experimentos probaron que los niños a los pocos días de nacer ya distinguen sonidos
propios del lenguaje y otros, o distinguen dos lenguas diferentes.
¿Cómo capta el niño que el lenguaje habla acerca de las cosas externas? La abuelita señala al
gato que está en la alfombra dormitando y profiere la palabra gato. ¿Cómo sabe el niño que
aquellos sonidos designan al gato y no sus bigotes, el color de su piel, su ronroneo o la
alfombra sobre la que yace?
1. La mente de los niños establece una correspondencia entre los dos tipos de unidades
perceptivas (visión y audición).
2. El niño atribuye al "objeto gato" la unidad sonora gato porque el gato es un objeto
relevante en sí (se mueve, maúlla, se deja acariciar, etc.) y es motivo de intercambio
social ("¡No toques al gato!", "¡Busca al gato!", etc.).
* falta terminar
Las investigaciones coinciden en que la comprensión del lenguaje suele tomar la delantera a su
expresión.
Con sus primeras palabras, los niños entran en lo que los psicolingüistas denominan la etapa
de una palabra. Durante un tiempo –que suele alargarse el resto de su segundo año de vida–
su repertorio de palabras crece muy despacio hasta que, al final del segundo año, hay un
súbito incremento del vocabulario.
Los niños están motivados a hablar porque, ante todo, quieren comunicar mejor.
Las primeras palabras poseen la naturaleza de índices asociados a las mismas y funcionan
como "etiquetas" que designan. Son una prolongación de los gestos ostensivos (señalar). Las
denominaremos descriptores primitivos. La psicolingüística infantil trata de explicar cómo se
convierten estos descriptores en palabras, es decir, cómo incorporan significación (social) y se
hacen elementos de las estructuras del lenguaje. Es un proceso a cuatro bandas: