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PRIMERA SITUACIÓN PARA

LA REFLEXIÓN PEDAGÓGICA [ LA LECTURA


POR PLACER [
La lectura y la escritura, así como la oralidad, están entrelazadas en la vida cotidiana.
Al salir a la calle, un niño escucha y observa un sinnúmero de textos verbales,
escritos y sonoros (canciones, afiches, conversaciones, grafitis, anuncios
publicitarios, envolturas de golosinas, diarios, noticias en la radio, entre otros).
En el caso de los textos escritos, aun cuando no sepa qué dicen, percibe que las
personas no solo interactúan a través de la oralidad, sino también a través del
lenguaje escrito.

A través del contacto sostenido


con el lenguaje escrito, el niño
irá descubriendo y tomando
conciencia de que no solo
mediante la oralidad puede
manifestar sus emociones, su
creatividad, organizar sus ideas y
pensamientos, sino que también
puede dejarlas plasmadas en
papel, una computadora o un
celular. También descubrirá,
mediante el uso y la observación,
que escribir implica usar otras
e s t ra t e g i a s c o m u n i c a t i va s
(diferentes a las de la oralidad).
Por eso, desde la escuela
es fundamental posibilitar y
favorecer el encuentro del niño con la cultura escrita de una manera agradable,
frecuente y sin presiones. Por ejemplo, los niños, a través de la lectura de un
cuento pueden disfrutar y, al mismo tiempo, descubrir cómo funciona el sistema de
escritura.

A continuación, se presenta un registro de aula1 que busca facilitar que los niños y
niñas entren en contacto con el lenguaje escrito de forma amigable.

1
Adaptado de Dirección de Contenidos Educativos - DGCyE (2009). Situaciones didácticas en el inicio de la alfabetización.
[videograbación]. Lima: DIRECCIÓN DE CONTENIDOS EDUCATIVOS - DGCYE. Consulta: 1 de julio de 2014.
<https://goo.gl/j5YfTA>

1
Después del juego en los sectores, la maestra organiza los libros en una alfombra. A conti-
nuación, invita a los niños a sentarse alrededor y les dice:

Maestra: Niños, he puesto sobre la alfombra varios libros para que ustedes elijan el que
más les guste, el que tengan ganas de leer o mirar. Recuerden que tenemos un
tiempo para leer. Yo les avisaré unos minutos antes para que ustedes terminen
la lectura del libro elegido.
Antonio: Señorita, ¿esos son los libros de la biblioteca?
Alejandro: No, también hay de la señorita.
Maestra: Sí, chicos, aquí hay libros de nuestra biblioteca de aula y otros que son de mi
biblioteca personal.

Luego, la maestra presenta cada uno de los libros que están colocados en la alfombra y
dice:

Maestra: Podemos mirar los libros que tenemos acá y descubrir cosas nuevas en aquellos
que no conocemos y también en los que ya conocemos. Voy a empezar a poner
algunos libros que ustedes ya conocen (muestra el cuento de la “Caperucita
roja”). Este es el cuento de la “Caperucita roja”, que fue escrito por Charles
Perrault… (De esta manera, continúa la presentación de los demás libros).

Después de la presentación de los libros seleccionados, la maestra vuelve a explicarles las


tareas que van a realizar:

Maestra: Niños, recuerden que vamos a mirar el libro elegido. Buscamos un lugar
tranquilo, miramos lo que más nos interesa y tratamos de leer alguna parte.
Si ustedes quieren que yo les lea algo, me esperan mientras paso por donde
están para que compartan conmigo lo que quieran respecto del libro elegido.
Después de leer, ustedes me pueden leer a mí o mostrarme lo que les interesa.
También pueden juntarse con otro compañero y mostrarle lo que descubrieron,
lo que les pareció interesante, lo que pudieron leer, lo que pudieron mirar.
Bien, ahora vamos a elegir nuestro libro. Yo iré
llamando a cada uno de ustedes para que elija
el suyo. Si el libro que quieren está muy lejos, se
acercan o se dan la vuelta para cogerlo, pero no
van corriendo ni pisan los libros. Después van a
buscar un lugar del aula donde leer.

La maestra se desplaza por cada uno de los sitios


donde están los niños para atenderlos.

2
Juan: Señorita, este libro me gusta. (Señalando el libro de
“La historia de la ratita”).

Maestra: Qué bueno Juan, dime: ¿qué es lo que más te gusta


del libro que has elegido?
Recuerda
Juan: Hay dibujos y además se parece al libro de cuentos Para motivar a los niñ
os en la
que me compró mi mamá. lectura de los textos, la
maestra
puede leerles para int
eresar a
María: Señorita, ese yo lo quiero pero es muy grande. los niños en el cont
enido del
(Señalando el libro “El trapito feliz”). texto o despertar en
ellos el
deseo de seguir leyen
Maestra: Ven, ¿dónde quieres estar? do.

María: En el piso, en la alfombra.

Maestra: Muy bien, lo pondremos en la alfombra para que


puedas leerlo.

Julia: Señorita, léeme la Caperucita, me gusta ese cuento.

Maestra: Claro, Julia, te leeré el cuento.

La maestra se sienta al lado de la niña y juntas van pasando cada una de las páginas del
libro. La niña observa las páginas, por ratos mira a la maestra y escucha atentamente el
cuento. La maestra termina de leer y se incorpora para atender a otro niño.
Una vez terminada la lectura por placer, los niños dejan los libros en su lugar. La maestra los
invita a formar un círculo para que los niños que quieran compartan lo que más les gustó
de lo que vieron o “leyeron” en los libros.
Al final, la maestra puede ubicar a los niños en un círculo para que los que quieran
compartan lo que pudieron descubrir. Como vemos:

Leer implica tener acceso a textos reales; por lo tanto, es conveniente ofrecer diversidad de
textos a los niños. Asimismo, si bien los cuentos son los libros más leídos y preferidos en las
escuelas primarias, el docente podría poner a su alcance historietas, libros sobre animales,
adivinanzas, diarios, álbumes de figuras coleccionables, novelas, poemas, obras de teatro,
instructivos, afiches publicitarios, etc.
En ese sentido, es valioso que los niños desde la primera infancia descubran el placer de
leer, pues no tiene sentido que sepan leer si después no lo van a hacer continuamente. Se
trata de promover una lectura personal. Eso significa que el docente que implementa esta
estrategia puede ayudar, pero en ningún caso imponer la modalidad de lectura de los niños.
Es imprescindible que sean los mismos niños los que orienten su propia actividad. (Ramírez
2011a)
Por lo tanto, es un desafío para la escuela lograr niños que se relacionen placentera y
eficazmente con la lengua escrita. Al realizar "La lectura por placer” no es conveniente
hacer preguntas como: dónde se encuentra el nombre del autor, cuál es el tema principal
o quién es el protagonista. Es mejor que el estudiante explore libremente distintos textos y
descubra el gusto por la lectura.

A continuación, se detallará una secuencia didáctica


sobre la lectura por placer centrándonos en la intervención del docente.

3
SECUENCIA DIDÁCTICA: LEEMOS POR PLACER
Ramírez (2011a: 16) 2

PROPÓSITO
Brindar oportunidades para que los niños actúen como verdaderos lectores, permitiéndoles
escoger lo que desean leer por sí mismos o que quieren que les lean para conocer los
libros de la biblioteca.

APRENDIZAJES DE LOS NIÑOS


En el momento de la lectura por placer, los niños aprenden a:
Interactuar con diferentes textos desde sus propios deseos y decisiones.
Leer textos auténticos y completos.
Anticiparse al significado, realizar predicciones e inferencias.
Identificar algunas características especiales de los textos (estructura, lenguaje
utilizado, etc.).
Descubrir información, personajes fantásticos, etc.
Relacionar las imágenes con lo escrito.
Reconocer letras, palabras y frases.
Diferenciar que hay letras pequeñas (minúsculas) y otras más grandes (mayúsculas).
Identificar que los libros tienen títulos.
Identificar que se lee de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo.
Percibir cómo se organizan las historias y el lenguaje usado.
Centrarse en el significado y preguntar: “Y aquí, ¿qué dice?”.

1. PREPARACIÓN DE LA ACTIVIDAD
Revisa los textos3 que se tienen en la biblioteca del aula o de la escuela, no solo
cuentos. Es importante poner a disposición de los niños diversidad de textos,
como cuentos clásicos, regionales, fantásticos, fábulas, enciclopedias sobre
animales o plantas, historietas, textos de manualidades, recetarios, álbumes de
figuras coleccionables, entre otros.

Organízate con los padres o madres de familia para contar con petates o cojines
para que los niños que así lo deseen puedan leer sentados sobre estos.

En caso que no cuentes con muchos textos, usa los que tienes, y luego organiza campañas, en
coordinación con tu institución educativa, para obtener materiales de lectura donados o para
pedirlos prestados, con el cargo de devolverlos después de cierto tiempo.

2
Adaptación.
3
Emplea los textos enviado por el Minedu.

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