LENGUA CASTELLANA Y LITERATURA.

2ºBachillerato
IES CRISTÓBAL COLÓN. CURSO 2021-2022

Tema 2. La novela desde 1939 hasta 1970

Gracias al desarrollo del turismo, una tímida
Índice industrialización y la emigración a otros países, se
1. Introducción produce una mejoría económica y una apertura a nuevas
2. Los años 40: la novela de posguerra influencias y costumbres, y recibe noticias del extranjero.
2.1. Novelistas en el exilio En lo político, se fragua la oposición a la dictadura en la
2.2. El tremendismo clandestinidad; en la calle, obreros y estudiantes inician
las protestas contra el régimen, que se incrementan a
2.3. La novela existencial
medida que el dictador envejece. En 1969 Juan Carlos I
3. Los años 50: el Realismo social
es elegido su sucesor. Seis años más tarde, con la muerte
4. Los años 60: la experimentación de Franco, dará inicio la Transición a la Democracia.
0. Contexto histórico
2. Los años 40: la novela de la posguerra
El 1 de abril de 1939, Franco emitía el último parte
Tras la victoria de los golpistas con Franco como nuevo jefe
militar en el que se anunciaba el fin de la guerra tras la
de gobierno, la tradición novelística anterior se rompe,
victoria de los sublevados contra el gobierno legítimo
pues la inmensa mayoría de obras y autores quedan
de la República. El fin de la guerra dejaba un
prohibidos. A esto se añade que algunos de los mejores
panorama desolador en España: medio millón de
narradores y narradoras, como Francisco Ayala, Max Aub o
muertos, casi medio millón de exiliados y más de
Rosa Chacel parten al exilio. Sin embargo, a pesar de este
trescientos mil prisioneros de guerra, muchos de los
ambiente oscuro y mediocre, comienzan a surgir voces
cuales fueron ejecutados o represaliados en la
narrativas importantes, como Camilo José Cela, Miguel
inmediata posguerra. Comenzaba así una dictadura
Delibes y Carmen Laforet.
que durante casi 40 años controló la vida de los
españoles. Se suele dividir en dos etapas el
2.1. Novelistas en el exilio
franquismo:
Como hemos dicho, muchos narradores tienen que
- Una primera hasta los años 60 más totalitaria,
comenzar o continuar su obra en el exilio. Pese a la
inspirada en el modelo fascista y con una economía
dificultad de agruparlos, podemos enumerar tres aspectos
autárquica (sistema económico por el que un estado
que aparecen en prácticamente todos: el recuerdo de España
se abastece solo con sus propios recursos). Son los
y de la Guerra civil; la presencia de nuevos lugares en los
años del hambre y de la miseria. El país está
que tienen que vivir y la reflexión sobre la existencia del ser
dividido en vencedores y vencidos. Culturalmente,
humano.
la censura, el aislamiento, la represión política y la
Destacamos a Ramón J. Sender con novelas sobre la Guerra
ausencia de libertad enmudecen la vida cultural que
civil: Crónica del alba y su pequeña obra maestra: Réquiem
tanto había florecido en el primer tercio de siglo.
(Recordemos, en literatura, a la generación del 98, el novecentismo, las vanguardias y la por un campesino español, Max Aub, autor muy
generación del 27).
comprometido con los desfavorecidos, cuyas novelas se
- Una segunda desde los años 60 donde se van
agrupan en El laberinto mágico; Rosa Chacel, influida por
produciendo ciertos cambios y aperturas intentando
las ideas de Ortega y Gasset, de cuya obra destaca Memorias
hacer ver a la comunidad internacional que España
de Leticia Valle; y Francisco Ayala, con Muertes de perro,
era un Estado de derecho (España había entrado en
donde critica con fuerza los regímenes opresivos.
la ONU en 1953), aunque siguió siendo, hasta la
muerte de Franco, en 1975, un régimen dictatorial
en el que siguen prohibidos los derechos
fundamentales.

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Ramón J. Sender Rosa Chacel
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2.2. El tremendismo
El panorama de la novela española en la primera
posguerra carece propiamente de interés hasta 1942, en
el que se publica una novela: La familia de Pascual
Duarte, que rompe con la narrativa imperante hasta el
momento, de exaltación patriótica o de crónica de la
Guerra Civil desde el bando ganador.
La familia de Pascual Duarte, de Camilo José Cela, es
agria visión de la realidad, que nace de la vivencia de los
horrores de la Guerra Civil. Se inaugura así una
tendencia que se llamó tremendismo.
Los principales rasgos del tremendismo son:
- Insistencia por lo escabroso, reflejado de una forma
muy cruda, con protagonismo de aspectos muy
violentos.
- Retratan la sociedad pero insistiendo en aspectos
duros, tétricos, degenerados.
- Personajes de ambientes oscuros: marginales, con
defectos, criminales…
- Estructura narrativa tradicional (lineal), muy al estilo
del Realismo del siglo XIX.
- Lenguaje desgarrado y duro, sin adornos.
2.3. La novela existencial
Otro hito en la novela de posguerra es la publicación de
Nada, de Carmen Laforet. La novela obtuvo el premio
Nadal y refleja la existencia vacía de Andrea, su
protagonista, que es a la vez un reflejo de la debilidad de
la burguesía catalana tras la Guerra Civil y de la miseria
(económica y moral) de todo un país. Inaugura una
tendencia que llamamos “novela existencial”.
Los temas que más se repiten son la soledad, la
inadaptación, la frustración o la muerte, con personajes
marginales y desarraigados, desorientados o angustiados.
Carmen Laforet
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Todo esto no es más que el reflejo del malestar general que
se vive, aunque la censura hace imposible que la denuncia
se convierta en social, pues limita cualquier crítica a la
dictadura.
De ahí que solo se deje hablar de malestar individual,
personal, nunca colectivo. Por eso existencial y no social.
También encaja en esta tendencia la novela La sombra del
ciprés es alargada (1948) de Miguel Delibes.
Además de estas, pocas fueron la novelas que han
trascendido. Habría que esperar a la década siguiente para
encontrar una producción más amplia y de mayor calidad.
3. Los años 50: el realismo social
A partir de los años 50, la evidencia del estrangulamiento
económico y el agotamiento del modelo de economía
autárquica era tal que la novela se comenzó a utilizar para
denunciar las injusticia social.
La forma estética que adoptan es el realismo, con una
intención objetiva y crítica: los autores no se limitan a
reflejar la realidad, sino que ponen en primer lugar las
miserias e injusticias que se viven en el país con ánimo de
denunciarlas.
De esta forma, la sociedad española se convierte en el
principal tema narrativo, desplazando el interés de lo
individual de la década anterior a lo colectivo, a lo social.
Dentro de este marco general de la sociedad española se
pueden distinguir distintos marcos específicos:
- La dura vida del campo.
- El mundo del trabajo y las relaciones laborales.
- Novelas de tema urbano.
- Novelas de la burguesía.
El estilo de estas novelas es sobrio, siendo más
importante lo que se cuenta que la forma de contarlo.
La estructura de la narración suele ser sencilla,
principalmente lineal. Esta sencillez y concisión también
se refleja en las descripciones.
Otro rasgo de la década es el gusto por las novelas de
personaje colectivo, donde el diálogo ocupa un lugar
fundamental, diálogos que reflejan un lenguaje desnudo,
directo, que intenta reflejar el que se usa de la forma más
real posible.
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La mejor novela de la década - y una de las mejores de
nuestra historia -, considerada además como la que da
inicio a esta corriente, es La colmena de Camilo José
Cela, publicada en 1951, en Buenos Aires (Argentina),
debido a la censura. La colmena es un testimonio fiel de la
vida cotidiana en las calles, cafés, y alcobas del Madrid de
1943, pero es también una amarga crónica existencial. Un
aire de rutina y fatalidad ha invadido la conciencia de las
gentes. La obra presenta 160 personajes que bullen por las
páginas de la novela y ofrecen un retrato desolador y
terrible de la España de la época.
Otras obras destacadas de esta década son El camino
(ambientada en la España rural de posguerra), del gran
Miguel Delibes; Entre visillos, de Carmen Martín Gaite
(sobre la condición femenina, y el conservadurismo y la
hipocresía de la sociedad), y El Jarama, de Rafael
Sánchez Ferlosio, novela muy representativa del realismo
social más “objetivo”, con diálogos vulgares y
descripciones objetivas de un suceso intrascendente: un
excursión de unos jóvenes al río Jarama, que en el fondo
refleja una juventud que es víctima de sus circunstancias
sociales.
Miguel Delibes Carmen Martín Gaite
4. Los años 60: la experimentación
Mientras España continuaba inmersa en el aislamiento
internacional al que la había llevado Franco, tanto en
Estados Unidos como en otros países europeos la novela
había vivido una profunda transformación.
Autores como William Faulkner, James Joyce, Marcel
Proust o Franz Kafka habían intentando crear narraciones
diferentes. Junto a ellos, autores hispanoamericanos como
Gabriel García Márquez, Julio Cortázar o Juan Rulfo
publican novelas como Cien años de soledad, Rayuela o
Pedro Páramo que rompen totalmente las reglas de la
narración tradicional.
3
Esos nuevos caminos de la novela empiezan a transitarse
en España a partir de los años 60. La novela que se
considera que inicia este periodo es Tiempo de silencio
(1962) de Luis Martín Santos. La obra de Martín-Santos
rompe con la típica narración realista al incluir constantes
digresiones, siendo casi más importante en la novela lo
que se piensa que lo que sucede. Además, emplea otras
técnicas novedosas como los monólogos interiores,
pluralidad de perspectivas, alternancia e indiferenciación
en el empleo de la primera y segunda persona y en
algunas ocasiones, un peculiar sentido del humor (muy
negro).
A partir de esta novela comienzan a publicarse obras que
también pretenden experimentar nuevas formas de
narración, pues los narradores y las narradoras también
estaban bastante hartos del uso abusivo y generalizado
del realismo social, que además, había producido un
empobrecimiento artístico importante.
La crítica divide a los autores de esta década en:
-Los mayores, que se renuevan y contribuyen con
obras experimentales, como Camilo José Cela o Miguel
Delibes.
-Los jóvenes, que empiezan a publicar y que denominan
Generación del medio siglo, grupo muy heterogéneo en
el que se incluyen a Juan Benet, Juan Marsé, Juan
Goytisolo, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite o el
jerezano José Manuel Caballero Bonald.
Destacan como novelas importantes de esta década:
Señas de identidad de Juan Goytisolo, Últimas tardes con
Teresa, de Juan Marsé, Cinco horas con Mario, de Miguel
Delibes y San Camilo 1936, de Camilo José Cela.
Juan Marsé
Camilo J. Cela
A partir de los años 70, especialmente tras la muerte de
Franco, el cambio que se había ido produciendo en la
novela se asentará, iniciando nuevas sendas con múltiples
influencias - no solo literarias - que convertirán la novela
en el género más característico del final del siglo XX.
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Tendencias Obra Fecha Autor

Réquiem por un campesino español Ramón J. Sender

Novela del exilio El laberinto mágico Max Aub
Memorias de Leticia Valle Rosa Chacel

Tremendismo La familia de Pascual Duarte 1942 Camilo José Cela

Existencialismo Nada 1945 Carmen Laforet

La sombra del ciprés es alargada Miguel Delibes

Realismo social La colmena 1951 Camilo José Cela

Entre visillos Carmen Martín Gaite
El Jarama Rafael Schez. Ferlosio
El camino Miguel Delibes

Experimentación Tiempo de silencio 1962 L.Martín-Santos

Señas de identidad Juan Goytisolo
Últimas tardes con Teresa Juan Marsé
Cinco horas con Mario Miguel Delibes
San Camilo, 1936 Camilo José Cela