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1.

Diferencias ideologico-politicas entre Alberdi y Sarmiento

Diferencias
Similitudes
-Eran figuras centrales del siglo -Sarmiento postuló que las
XIX, miembro de la generación causas de las guerras civiles y
’37. del régimen de Rosas eran las
-Se enfrentaron a Juan Manuel de formas que primaban en la
Rosas. campaña pastoril, formas
-Diseñaron un proyecto sobre bárbaras de asociación entre
cómo organizar la Nación. los hombres como la pulpería y
-Querían construir una nación la estancia. Y por ello no se
Juan Bautista Alberdi civilizada. daba los dos tipos de sujetos
-Apoyaron a Urquiza a derrocar a para la construcción de una
Rosas en batallas de caseros. nación moderna: el productor y
Domingo Faustino -Querían dotar a un país de una el ciudadano. Por eso el creía
Sarmiento constitución liberal y una que había que sustituirlas
organización republicana que Por otras instancias de
garantizara derechos y socialización, como la prensa y
obligaciones para los ciudadanos el parlamento. A su vez creía
y un gobierno con división de que era necesario traer vastos
poderes y algún tipo de contingentes de inmigrantes,
legitimación popular.  -A diferencia de Alberdi, ni la
- confiaban en los aportes de la inmigración, ni el crecimiento
inmigración Europea. económico constituían para él
-despreciaban a las clases las únicas herramientas de una
populares locales. nación moderna.
Compartían la misma mirada -Sarmiento pensaba que el
sobre el progreso económico. pasaje de la barbarie a la
-los dos creían que la economía civilización demandaba acción
argentina tenía que política, con marcada presencia
transformarse. estatal.
-Coinciden con la idea de que la -Sarmiento con una expresión
política económica que tiene que del pensamiento del
llevar adelante la Argentina esde republicano y Alberdi con una
transformar sus estructuras expresión del pensamiento
productivas,modernizarlas, traer liberal.
capitales e inmigrantes y todo eso -Alberdi no confiaba, como
tiene que venir fundamentalmente Sarmiento, en la capacidad
de Europa. de la escuela para
-                                    transformar a los nativos en
ciudadanos virtuosos y
sujetos laboriosos, sino más
bien en lo que llamó la
pedagogía de las cosas, es
decir, que la fuente genuina
de toda enseñanza eran las
costumbres y los hábitos. El
tiempo y el crecimiento
económico harían su trabajo.
-Alberdi nunca perdió la fe
en Europa como el modelo
seguir.
 -Sarmiento reemplazó ese faro
por otro, los Estados Unidos.
-Alberdi tomó rápida conciencia
de que a pesar de que
Sarmiento parecía decirlo todo,
había sin embargo mucho que
callaba y quiso señalar sus
silencios.
1)

DONGUI: Esta interpretación de Donghi inaugura un nuevo objeto de estudio para la


historiografía: el Estado y su conformación preexistente a 1880. Para el autor el
proceso político sobresaliente del período postrrosista es la creación de un Estado
central. Donghi abandona, por momentos, las tesis historiográficas que centran su
atención en las batallas intelectuales (nucleadas alrededor de Alberdi y Sarmiento) y
parte de la hipótesis de que las luchas y las discordias del período no son sólo fruto de
la pugna entre diferentes proyectos políticos sino más bien el conflicto es producto de
la inexistencia de un Estado central lo suficientemente poderoso y centralizado como
para encauzar, por sí solo, un proyecto de nación determinado. Sin embargo, cuando
el autor vuelve a los debates entre Alberdi y Sarmiento lo hace desde una posición,
también, sumamente original. Sin poder ocultar su predilección por el sanjuanino,
Donghi utiliza a Alberdi y Sarmiento como dos actores centrales (aunque de ningún
modo los únicos) para batallar entre ideas y realidad. Al autor ese eclecticismo
sarmientiniano en lo político se le aparece más adecuado que la rigidez política del
modelo alberdiano para transitar las tormentosas décadas de discordia que siguen a
la batalla de Caseros; aun asì, Donghi reconoce que el programa que surge de las
"Bases…" de Alberdi tenía perfecta relevancia y aplicabilidad en la coyuntura que se
abre con la caída de Rosas.
Mundialización del capitalismo: El autor utiliza este eje para demostrar las posibilidades pero
también los riesgos que ahora ofrece el contexto internacional funcionando, en el texto, como
dispositivo para explicar posicionamientos disimiles como los de Sarmiento y Alberdi en
cuestiones que atañen a la inmigración, a la significación del progreso y al rol del Estado dentro
de un mundo integrado.
Paradójica y simultáneamente la inclusión de Argentina en la división internacional del trabajo
va a despertar la idea de defensa de la soberanía nacional y la necesidad de producir una
transformación productiva hacia un modelo industrial,

2-Relación con el movimiento obrero en el periodo de Yirigoyen. Por qué el éxito


del anarquismo hasta 1910.

Ansaldi - ¿Un caso de nomenclaturas equivocadas?

Empieza hablando de la bifacialidad – mediación tanto partidaria como corporativa entre la


sociedad civil y el Estado.

Los partidos en el período trabajado no guardan correspondencia mecánica con fracturas de


clase. Al describir las composiciones de cada partido, se ve que los miembros de todos
pertenecen más o menos al mismo sector social (terratenientes, burgueses, etc.) Recién a fines
de los 20 habrá un voto con mayor componente clasista.

Maupas había interpretado a la UCR como un partido de burguesía media enfeudada a la


burguesía rica, lo que imposibilitaba la identidad política clasista. No obstante, el choque entre
las dos fracciones de clase que el partido representaría, va a tornarse en causa de su disolución
(Maupas prevé esto).

Rivarola habla del tema de los “nombres mal puestos” ya que el partido radical no modifica
radicalmente la estructura económico-social del país, sino que la mantiene, el PS es “radical” y
los conservadores fueron “progresistas” al impulsar la apertura democrática.

El PDP surge como intento de representar a la burguesía transformista (que busca mantener
las estructuras de la sociedad incorporando –cooptando- políticamente a los elementos de la
oposición), pero las dos grandes tendencias “demócrata” de L. de la Torre y “progresista” de
Ugarte entran en contradicción. Lo único que los une es la intención de que el radicalismo no
gane. En 1916 el PDP se presentará en solo 6 distritos y los conservadores irán en una pletora
de partiditos y concentraciones.

Relación partido/clase: Acá es donde se ve que los partidos están compuestos todos por
aproximadamente los mismos elementos. La política argentina moderna es vista como una via
de ascenso social; hay toda una carrera política. En este sentido, aparece tambien el político
profesional: vive de y para la política. En fin, la composición policlasista de los partidos (aunque
los conservadores tiendan a reclutar burguesía oligárquica y el PS clase “media” o pequeña
burguesía) hace difícil una tipología de las ideologías partidarias según clase, Ansaldi lo
propone como cuestion a investigar.

En cuanto a los intereses que se defendían, se señala que la UCR nunca dejó de favorecer a los
ganaderos (igual que los conservadores). Asimismo, trató los conflictos obrero-urbanos según
conveniencia, reproduciendo la lógica de mediación corporativa (solo le dio bola a los
sindicatos grandes e influyentes como la UF).
La tensión radical (tener adhesión de las clases medias urbanas pero verse obligado a
responder a intereses de las clases altas) se hace mas fuerte a partir de 1912 y ni hablar con el
transcurso del 1º yrigoyenismo, tensión que terminará por fracturar el partido en 1924.

También analiza la participación en los partidos según etnia, o sea; los inmigrantes no votaban,
y la Ley Sáenz Peña dejaba afuera a todos los habitantes de los “territorios nacionales”. En el
aspecto territorial, Ansaldi señala que solo UCR tiene verdadero alcance nacional, ya que ha
creado una red de comités, verdaderas instituciones para-estatales que minan el poder
oligárquico y aumentan el del yrigoyenismo, lo que hace que sea la unica fuerza que se
presenta en 1916 en todos los distritos.

Es interesante destacar que los conservadores también tienen alcance nacional, pero no
unificado. Esto se debe a que no pudieron constituir un proyecto político orgánico (partido) ya
que desde los 90 están marcados por un secesionismo interno, producto del quiebre de la
fórmula operativa conservadora. La facción “democrática” (Gómez, Peña, etc.) busca un
reemplazar la hegemonía orgánica por la pluralista mediante la creación del PDP en 1914. en
1916 el conservadurismo se presenta totalmente dividido.

En 1916, los electores que le faltaban a Yrigoyen para tener 151 son proporcionados por los
radicales santafecinos (ningún texto explica por qué).

Después habla de la trayectoria futura de cada una de las distintas fuerzas.

Finalmente, habla de los dos tipos de mediación partidaria: entre la soc. civil y el Estado a
través del parlamento, y el del interior de la sociedad civil.

En el segundo caso, retrata el funcionamiento de los comités radicales y de los centros


socialistas. En relación a los segundos, Justo quería impulsar la instrucción popular, socialista y
científica porque según su “hipótesis” (como la bautizó Aricó) en Argentina convivían la
modernidad económica con el atraso político, contradicción a ser solucionada solo mediante la
instrucción.

De los primeros, el comité radical cumplía una función clientelar (obtención de votos) y
asistencialista, recuperando elementos de la tradición caciquil del conservadurismo,
estructurando un sistema paternalista de aseguramiento de la lógica jerárquica del partido
radical. Así, la sociedad civil es más permeable a la politización que la sociedad política a la
“civilización”, pues la democratización en el sistema político lograda por la Ley Sáenz Peña no
tiene un correlato en la cultura política, que al fomentar una visión instrumentalista de la
democracia en la sociedad alimenta una cultura política “golpista”.

Al ser el comité radical un centro paternalista de obtención de votos, pierde relevancia la


mediación parlamentaria entre la sociedad civil y el Estado, debilitando el sistema de partidos
y fortaleciendo la mediación corporativa. La ambigüedad del radicalismo yace entonces, en
que teniendo el gobierno actúa mejor en la esfera de la sociedad civil que en la propiamente
gubernamental.

No obstante, esto replica la imposibilidad argentina por construir un sistema de partidos


representativo de la sociedad civil, disgregando los partidos y fortaleciendo las corporaciones,
debiendo luego el Estado cumplir las funciones del partido, que es una de las características
que genera la política transformista. El resultado es la absorción de instituciones de la sociedad
civil por parte del Estado, lo que no necesariamente fortalece al último.
BILSKY- ESBOZO DE LA HISTORIA DEL MOVIMIENTO OBRERO ARGENTINO, DESDE SUS
ORÍGENES HASTA EL ADVENIMIENTO DEL PERONISMO

Hasta 1900 : Señala que los inmigrantes (1900 aprox.) no eran necesariamente agitadores
políticos, de hecho, lo que predominaba era una actitud políticamente abstinente, el deseo de
hacer unos mangos y volver a su país, etc. Más que un problema ideológico (que también
estaba), lo que había era un desconocimiento identitario (diferentes nacionalidades, religiones,
idiomas, etc.) Otro factor de fragmentación era el trabajo estacionario campo-ciudad-campo,
etc. El resumen, en la página 8 del texto.

A comienzos de los 80 aparecieron las primeras sociedades de resistencia (al estilo francés)
inclusive una sección de la AIT (vínculo obra de los tipógrafos) que duró desde fines de los ’60
hasta 1876. También había grupos socialistas, a partir de los cuales se formó el Comité Obrero
local, y en 1891 la Federación de Trabajadores de la República Argentina, disolviéndose a los
pocos años por la crisis y la oposición anarquista.

También se destaca en esta época el acercamiento de los intelectuales al socialismo y al mov.


obrero (el PS se funda en 1896, previa fundación de La Vanguardia en 1894). El desarrollo del
PS se vio comprometido por el movimiento obrero y el fraude electoral.

Los anarquistas en esta época se dividieron entre organizadores y anti-org., siendo los
primeros los predominantes del período, reivindicando el terrorismo, aunque haciendo poco al
respecto, mientras que los segundos ganarían terreno progresivamente y despegarían a partir
de la recuperación luego de la crisis del ’90: “La Protesta Humana” (Luego “La Protesta”) será
su órgano de difusión.

1900 – 1910: El período “heroico”: Surge una “elite” contestataria del régimen, de bohemios,
asalariados, intelectuales, etc. y se alimentaba de los inmigrantes pobres de los conventillos y
los barrios marginales. Se fomentaron valores que lograron sobreponerse a las diferencias de
origen.

Entre 1910 y 1914 se hizo visible una diferenciación de estratos entre trabajadores, recién
llegados vs. anteriores. Se formó un grupo de trabajadores “industriales”, en ramas como el
vestido, la construcción y luego la metalurgia, la madera, y en la mayoría convivía la pequeña
empresa con la producción autónoma. La organización fue mejor en el sector secundario. Los
obstáculos a la organización eran: el pequeño taller (relaciones personalizadas) el destajismo,
el desempleo, el empleo estacional. No obstante, en la estación buena, la capacidad de
organización no era despreciable.

En un primer momento, la intervención estatal era poca hasta para los patrones, que debieron
coaligarse.

Es importante la actividad de sectores ligados a la exportación, como los ferroviarios y los


portuarios (la Ley de Residencia surge a raíz de una huelga de transportistas portuarios,
ferroviarios y urbanos). Fuera de estos sectores la agremiación fue más débil. El resumen de
esta parte, en la 17.

La etnicidad siguió siendo un problema a superar durante esta etapa. Por eso las
organizaciones introducían opciones integradoras, como publicar hojas en italiano e idisch (los
anarquistas) y los socialistas tenían hasta 1914 grupos de propaganda para italianos, alemanes
y judíos-rusos.
El sindicalismo: A partir de los ’10 fueron surgiendo organizaciones por rama de oficio,
conviviendo 2 centrales: la FORA (creada en 1901) y la UGT (desprendimiento del PS – 1902).
Se trataba de un sindicalismo minoritario, conformado por élites muy militantes y politizadas,
con gran capacidad para movilizar fuerzas sociales y hacer mucho quilombo (7 huelgas
generales entre 1902 y 1910). Obviamente tenía sus consecuencias: la FORA debió renovar
toda su dirigencia 2 o 3 veces.

El problema era que la credibilidad en que el sistema caería, etc. los llevo a olvidar factores
tacticos para moverse en la realidad argentina en transformación.

La FORA, organización mas dinámica del período, actuó ante la exclusión por parte del Estado,
a una exclusión del Estado. O sea, la forma de organización fue heterogénea, evocando
múltiples principios y sectores de las clases populares, bregando por una “despolitizacion” en
sentido de no ver al Estado como territorio de disputa de poder. El reclutamiento era amplio
(ver Suriano), mezclando formas de organización pre-industrial con formas modernas.

El PS fue totalmente distinto. Vivían discutiendo todo, rechazando el inmediatismo, etc. Su


plan era construir una organización cada vez mas grande, y la convivencia con el anarquismo
los obligo a crear la UGT. Además, en 1904 se crea el “sindicalismo revolucionario, rechazando
el parlamentarismo de Justo, adhiriendo a la acción directa y la huelga general. Son expulsados
del PS en 1906 y crean una Agrupación Sindicalista Revolucionaria que se quedaria con la
direccion de la UGT desplazando a los socialistas. Se presentaban como la unica opcion
clasista, que debia vaciar al Estado debiendo asumir las funciones de producción y sociales en
su conjunto. En 1909 llevó a la creación de la CORA, en la cual se disolvió también la UGT.

Hubo en la primera década del siglo un intento de acercamiento al movimiento obrero, con la
creación del Departamento Nacional del Trabajo (González) pero en la segunda mitad de la
década la cosa se endureció: Ramón Falcón al frente de la policía y el fortalecimiento de las
ideas nacionalistas serán un sangriento escenario. En 1909 estalla la Semana Roja, que termina
con el asesinato de Falcón. En 1910 se reanudan las huelgas, pero son violentamente
reprimidas, perdiendo impulso el movimiento luego del Centenario.

El nuevo escenario será definido por la Ley Saenz Peña, que fortalecerá al PS y marcará el
agotamiento del anarquismo como movimiento, quitándole su pan de cada día: la
imposibilidad de acceso institucional a la disputa del poder. El resumen en la 27.

El movimiento obrero bajo el radicalismo: En esta etapa, la situación de extranjería se va


diluyendo: la bohemia contestataria desaparece, siendo sus intelectuales cooptados por
aparatos de masa (cine, etc.), se crea una cultura ciudadana (el tango, el lunfardo, el fútbol).

Una clave de la relación del mov obrero con el gobierno fue la expansión industrial del
periodo, adquiriendo mayor significado la figura del obrero moderno, y estratificándose las
capas obreras, apareciendo una élite ocupada en servicios como el transporte (ferroviarios,
tranviarios) y telefónicos. Debajo de estos estaban los obreros calificados industriales, y por
último la masa no calificada de la construcción, algunas industrias y servicios. También una
fuerte ola migratoria en los ’20 afecto negativamente al mercado de trabajo. El resumen en la
32.

A partir de 1917 (la recuperación económica) hasta 1921 (la represión brutal) hubo un período
muy aigtado; el gran auge de la FORA. Esta se planteó la integración nacional, y la construcción
de sindicatos por industria, y también intento extenderse a otras capas obreras, como la FOF y
la FOM. (En 1915 se separan la FORA V y la FORA IX).

Este fortalecimiento organizativo redundó en luchas internas por el control de la dirección,


menor democracia sindical interna, etc., digamos una incipiente “burocratización”, patente
sobre todo en que algunos dirigentes sindicales eran funcionarios rentados.

La dirección forista fue cada vez más moderada, no queriendo ir al choque con un gobierno
que podía beneficiarlos (o reprimirlos brutalmente) tratando, por ejemplo, de desmovilizar a
las bases durante la semana trágica. Los cálculos no eran tan descabellados: debido a las
huelgas de 1917-1919 Yrigoyen se vio presionado por los empresarios y por la Liga Patriótica (a
la cual dejó hacer) inclinándose por la represión de los grupos mas tirapiedras, etapa que
terminará con el arresto de toda la dirigencia de la FORA. Además, todo el movimiento obrero
de izquierda se fraccionará en torno de la “cuestión rusa”.

Al PS se le desprenderá el PC en 1921.

Durante 1921 todas estas nuevas corrientes buscaron armar un frente único, creando en 1922
la USA, que absorbió a la FORA sindicalista y a parte de la FORA V.

De todas formas, la indefinición política y la división de movimiento obrero llevó a que la FORA
V perdiera la dirección de la USA en manos de la FORA sindicalista. Así, la parte anarquista se
irá confinando y el golpe del ’30 barrerá con esta identidad política.

Con la nueva configuración política, nace un “nuevo sindicalismo” que se tratará de una mayor
burocratización y voluntad negociadora de los dirigentes, producto de la desmoralización y de
la aceptación de que la revolución no estaba a la vuelta.

El sindicalismo de acción dejó lugar al sindicalismo de presión. La cuestión obrera pasó de los
policiales a ser un asunto de política nacional, descubriendo que se podía influir políticamente
sobre el Estado. En 1926 se crea la COA (más que nada ferroviarios) hegemonizando el
sindicalismo organizado.

En síntesis, el movimiento obrero llega a 1929 dividido: 3 centrales (COA, USA, FORA) el CUSC,
dos PS, tres PC. De hecho, la única reacción ante el golpe fue la creación de la CGT a partir de la
unión de la COA y la USA, encerrándose en una política defensiva y pasiva. El resumen en la 40.

Después de golpe: Los sindicatos no ofrecieron casi resistencia, buscando insertarse en los
espacios institucionales del nuevo estado. Este cambio de política tuvo que ver con lo ya
señalado, y con que la CGT, al ser una unión meramente instrumental para ejercer mayor
presión, era ideológicamente indefinida (no podía haber unidad ideológica) y sus dirigentes
estaban preocupados únicamente por ganar ventajas para el sindicato sin aspirar a
reivindicaciones de contenido ideológico más profundo. Esta política tuvo cierto éxito, como el
otorgamiento de personería jurídica a varios sindicatos.

Durante el año 1934, con la recuperación económica y la mayor industrialización (plan Pinedo,
pacto RR) se revitalizo el movimiento: principalmente ramas industriales y trabajadores de la
construcción, que actuaban a la vera de la CGT. Acción directa, exigencia de sistemas de
negociación colectiva, etc., que obligó al gobierno a intervenir a traves del Dep Nac del
Trabajo. Gracias a esta actividad, el PC se desarrolló más, y en 1935 abandonó la política de
“clase contra clase” (definida en 1929) acercándose al PS y a la CGT (política de “frente
popular”). El PS sufrió la escisión del PSO en 1937.
Con el desarrollo de estas corrientes, dejó de ser aceptada la actitud neutral (en todo sentido)
de la CGT, haciéndose de facto con su dirección en 1935 (socialistas y simpatizantes, y luego se
incorporarían los sindicatos comunistas).

Así quedaron la CGT Catamarca (luego USA) y CGT Independencia.

Durante la segunda mitad del periodo, entraron en escena muchos obreros del interior, que al
contrario de lo que suele pensarse, ya habían atravesado experiencias urbanas.

En esos años hubo cierta legislación social pero mínima. La situación obrera no había mejorado
hacia el final de la década, sin poder encontrar expresión de su descontento en fuerza
institucional alguna (la unica fuerza de izquierda legal era el PS).

Con el reflujo de la movilización obrera (a partir de 1936) volvió a plantearse la


“independencia” sindical, esta vez fue Domenech quien lo hizo.

El final de la década estuvo marcado por una escasa conflictividad obrera, y el PC y el PS


estaban en su politica de acercamiento a todo el mundo, con lo que apoyaron críticamente a
Ortiz por verlo como lo mejorcito en comparación con el otro sector: Castillo.

Con la guerra, el PC se puso en contra y todos los demás tomaron partido, aislándolo y
haciéndolo blanco de la represión, pero con la entrada de la URSS, el PC se acercó a todo pro-
aliado, reanudando la política frentepopulista.

Así, la CGT se dividió en la de Domenech (Nro. 1 – UF, Tranviarios y otros) que se acercó al
gobierno, y la CGT 2, de Perez Leirós y el PC, que era más pro-aliado. Otra vez, el movimiento
llego dividido al golpe: dos CGT, la USA, algunos gremios autónomos y una chistosa FORA
anarquista.

Lo primero que hace el golpe es ilegalizar la CGT 2, abriendo camino a la 1, que era más
colaboracionista e ideológicamente menos peligrosa, perfilando algunas de las características
que tendrá el movimiento obrero cuando llegue la hora de Perón.

SURIANO, JUAN. EL ANARQUISMO


Los trabajadores argentinos conformaron a comienzos del SXX un incipiente interés de clase.
En este contexto surgieron el socialismo y el anarquismo, así como más tarde el sindicalismo
revolucionario. El anarquismo desempeñaría el rol principal.

Las características del anarquismo.

Los anarquistas controlaban la principal organización sindical: FOA- Tenían buena cantidad de
periódicos y estaban en condiciones de movilizar masivamente a los trabajadores durante las
conmemoraciones del 1 de mayo o de protesta. Para comprender el peso alcanzado por los
anarquistas, hay que tener en cuenta la condición de desarraigo, explotación y olvido de un
importante segmento de los trabajadores.

De mayoría inmigrante, se encontraban en una sociedad hostil donde ni la iglesia ni el estado


ni las instituciones nacionales podían desempeñar esos roles. Sólo contaban con su capacidad
de trabajo, sus ilusiones y su voluntad de superación.
En los momentos de conflicto se producía el punto de encuentro entre anarquistas y
trabajadores y el discurso anarquista podía parecer creíble para ellos. El anarquismo pretendía
educarlos y concientizarlos para arribar a una indefinida emancipación universal. Pero se
encontraron con miles de obreros dispuestos a seguirlos y luchar por mejoras que orientaban
sus esfuerzos al ascenso social y al bienestar más a que a la emancipación. El mensaje
libertario pretendía ser universalista y no clasista. El clasismo implicaba subordinar al individuo
a otra clase y esa idea era percibida como autoritaria y alentadora de las libertades
individuales. Se basaban en la idea de libertad absoluta. Hacer feliz al individuo era un derecho
natural del hombre.

Aspiraba a unir a todos los sectores sociales oprimidos para liberarlos de la explotación
económica. La liberación de los individuos no pasaba por la lucha de clases sino por su
educación e ilustración.

El hombre era antes que nada individuo. Cuando asumía el ideal libertario se identificaba con
el universalismo del anarquismo y no con el particularismo de la clase obrera.

Cualquier manifestación de protesta actuaba como una chispa a la que los libertarios
aportaban el combustible para encender la hoguera. Fueron parte de diversas luchas y
protestas como el pedido de liberación de presos políticos, apoyaron luchas obreras etc…

Sólo consiguieron articular sus reivindicaciones de manera coyuntural. Privilegiaban la acción


por sí misma. La idea era golpear sistemáticamente a las instituciones integrantes del estado.

La organización y la difusión de las ideas anarquistas.

Los anarquistas tuvieron una gran actividad cultural, ideológica y política desarrollada en una
infinidad de grupos. El círculo actuaba como un espacio de formación de activistas a la vez que
concientizador y adoctrinador de los trabajadores.

Los círculos anarquistas comenzaron su actividad hacia fines de la década de 1880. Su principal
objetivo era difundir la doctrina libertaria a través de la edición de folletos y periódicos. El
anarquismo comenzó a salir de un enceldamiento realizando innumerables giras de
propaganda a pueblos y ciudades del interior del país.

Intentaban generar una cultura y sociabilidad política alternativas.

La llegada del italiano Pietro Gori en 1898 así como la aparición del periódico “La protesta
humana”, reforzaron de manera notable esta postura. Entre 1898 y fines de 1902, momento
en que se sancionó la ley de residencia y se aplicó el estado de sitio, se produjo el desarrollo
del conflicto social y un crecimiento de las actividades de los grupos. El ritmo ascendente de la
actividad de los círculos alcanzó su punto más importante en 1904 cuando existían en la ciudad
de buenos aires más de 50 centros. La mayoría se concentraba en zonas habitadas por
trabajadores. Rosario fue otro punto fuerte de anarquismo junto con buenos aires. La fuerte
tendencia individualista presente en la mayoría de los anarquistas, impidió cualquier
posibilidad de federación o unión.

La nueva ley de defensa social y la aplicación del estado de sitio, brindaron el marco legal para
amordazar la prensa, cerrar locales y encarcelar y deportar activistas.

El anarquismo en los sindicatos.


a) Una fase protoorganizativa caracterizada por el predominio de las tendencias individualistas
contrarias a la organización.

b) La segunda etapa abarca la primera década del SXX y es la del anarquismo maduro. Fue
posible por el predominio de los organizadores sobre los individualistas luego de una larga
polémica. Fueron artícifices de la creación de la primera gran federación obrera.

La protoorganización sindical.

Los primero pasos organizativos del anarquismo entre los trabajadores se limitaron a la acción
de pequeños grupos. A mediados de la década de 1880, la situación cambió debido a la
presencia e Mattei y Malatesta. Debido a su acción y en el contexto de las primeras huelgas, en
reclamo de aumentos salariales, reducción de la jornada laboral, se conformó la sociedad de
obreros panaderos. La partida de Malatesta en 1889dejó a los anarquistas locales sin una
figura aglutinadora.

Los sectores antiorganizadores repudiaban a las sociedades obreras por economicistas y


retrógradas, pues según su criterio, adormecían el espíritu de combate de los trabajadores. No
obstante el claro predominio antiorganizador, algunos gremios se hallaban influenciados por
ellos.

La resistencia a la organización comenzó a quebrarse a mediados de la década del 90.

Los trabajadores argentinos estaban cruzados por la desocupación, malas condiciones de


trabajo, bajos salarios, malos tratos y hacinamiento habitacional. La pobreza y la explotación
no eran elementos suficientes para provocar la rebelión de los oprimidos, había que
organizarlos y ayudarlos a toar conciencia de esa opresión y explotación. Los libertarios junto a
los socialistas, impulsaron e implementaron huelgas y movilizaciones obreras contra la política
oficial.

El anarquismo maduro.

A principios del SXX, se produjeron los efectos no deseados del proceso de modernización. Las
malas condiciones de vida y de trabajo de una buena parte de la masa trabajadora provocaron
un profundo malestar que se tradujo en un aumento de los conflictos laborales.

La acción y constante denuncia de los anarquistas y socialistas, desempeñaron un papel central


y sentaron las bases de la lucha por los derechos civiles y sociales de los trabajadores
argentinos.

En 1901 se creó la FOA. Estableció que la huelga general sería la principal arma de lucha contra
la patronal y entre sus principales reivindicaciones estaba: la lucha contra las bolsas de trabajo,
la abolición del trabajo nocturno, del trabajo a destajo, el anti militarismo y la educación
obrera. De 1902 a 1910 los anarquistas hegemonizaron la FOA. Durante la segunda mitad de
1901 se agudizó el conflicto social y el anarquismo jugó un rol determinante. En noviembre de
1902 la FOA declaró la huelga general en solidaridad con los obreros portuarios.
El gobierno alarmado por el agravamiento del conflicto que repercutía negativamente en la
economía agroexportadora, sancionó en noviembre 1902 la ley de residencia. Podía encarcelar
a los militantes, cerrar locales, diarios obreros y expulsar a todo extranjero sospechoso de
impulsar huelgas y actividades subversivas.
Tras una dura represión policial los obreros portuarios fueron derrotados. A pesar de la
represión, la influencia libertaria entre los trabajadores aumentó con más predicamento que el
socialismo.

La FOA pasó a llamarse FORA. En el congreso de 1910 se prohibía ejercer cargos gremiales a
cualquiera que tuviese cargos políticos. En 1905 se aprobó la necesidad de propagar el
comunismo anárquico como base de la organización obrera. Implicaba la imposibilidad de
lograr la adhesión de gremios independientes o de otra orientación ideológica. También de
unirse a otras federaciones como la UGT socialista.

El anarquismo fue la corriente ideológica con mayor predicamento entre los trabajadores
hasta 1910. Este predominio se notaba en la lucha huelguística y la movilización callejera.

Este predominio se derrumbó a partir de mayo de 1910. La fuerte represión desatada por el
gobierno para prevenir incidentes en el centenario de la revolución golpeó duramente al
anarquismo. Decenas de dirigentes fueron deportados o desterrados a tierra del fuego, la
prensa fue silenciada, los locales obreros clausurados y las reuniones prohibidas. Durante dos
años debieron funcionar en la clandestinidad hasta que cuando la situación se normalizó en
1912, el peso del anarquismo en el movimiento obrero ya no era el mismo.

La conducción anarquista de la FORA decidió mantener el purismo ideológico y rechazó en


diciembre de 1912 una fusión con las Confederación Obrera controlada por el sindicalismo.
Finalmente, la fusión se produjo en 1915 y aceptó la incorporación de sindicatos autónomos y
de gremios adheridos a la CORA (Confederación obrera regional argentina). Los anarquistas
perdieron la mayoría y los sindicalistas lograron derogar la declaración que imponía la
adhesión al comunismo anárquico como condición de pertenencia.

Unos días después una veintena de gremios se reunió en el local de los conductores de carros
y resolvió desconocer el congreso. La FORA se dividió en V congreso y IX congreso.

El anarquismo y la política representativa.

Los anarquistas junto a los socialistas intervinieron de manera activa en la construcción de un


espacio de sociabilidad pública para que los trabajadores pudieran expresarse y construir su
identidad con objeto de atraer a los trabajadores y alejarlos de la influencia de la iglesia, la
escuela pública y la prensa burguesa. Los anarquistas se opusieron a nuclearse en partidos
pues los consideraban autoritarios y restrictivos de la libertad individual de las personas. Se
autoexcluyeron de un sistema que, aunque restrictivo, comenzaba a convertir a los habitantes
en ciudadanos. El anarquismo presionado por la urgencia revolucionaria, postulaba otras
formas de hacer política como la huelga general y la propaganda.

El anarquismo percibía al estado como un instrumento al servicio de los grupos pudientes y


como el máximo símbolo de la autoridad. Se arremetió contra él para vivir sin gobierno. El
estado destruía la tendencia de los individuos a la cooperación voluntaria y violaba la
naturaleza de la sociedad en tanto implicaba mandato y autoridad. Subordinaba a los
individuos y regulaba las relaciones humanas. Las leyes garantizaban los intereses de las
minorías privilegiadas. Los anarquistas que habían luchado por la obtención de la jornada de 8
horas no aceptaban su cristalización en forma de ley. Con cierta ingenuidad y excesivo
liberalismo pensaban que eran suficientes los acuerdos obrero patronales pero la evolución de
esta relación avanzaba indefectiblemente hacia la intervención del estado, regulador de las
relaciones sociales.
Los anarquistas sumaban acción propagandística en los cuarteles que consistía en el reparto
del material de denuncia entre los soldados. En 1904 la propaganda antimilitarista adquirió
mayor coherencia con la formación del consejo antimilitarista impulsado por la FOA.

El anarquismo se caracterizaba a sí mismo como antipolítico. No renegaban de la acción


política sino de las prácticas políticas representativas vinculadas con el parlamentarismo y
electoralismo. Criticaban la noción de ciudadanía pues al convertirse en ciudadano había
desnaturalizado su condición y legalizado el privilegio. La libertad era absolutamente
indelegable. En numerosas ocasiones irrumpían en los actos socialistas y generaban disturbios
con objeto de dispersarlos. En torno al centenario, la mayoría de los anarquistas creía que el
sistema electoral argentino marchaba hacia un inexorable fracaso. Esta apreciación era
completamente infundada. La ley Sáenz Peña marcaría importantes cambios que el
movimiento libertario no podría superar. La ampliación del sistema electoral convertiría en
ciudadanos a buena parte de los trabajadores. El anarquismo local no modificó su postura ante
el régimen electoral. Esta inflexibilidad política fue uno de los motivos principales de la
decadencia anarquista a partir del centenario.

3. Explicar los motivos de la Ley Saenz Peña (1912)


Ansaldi
Cuestión clave en el período 1912-1930: democratización. ¿En qué medida se logró?
Límites de la democratización truncan la transición de la dominación oligárquica a la
democrática. Hipótesis de Ansaldi: durante el gobierno radical se hacen explícitas todas las
tendencias estructurales que apuntan, más allá de la apariencia democrática, a trabar
decisivamente la construcción de un orden social y político genuina y sólidamente
democrático. La relación entre la estructura agraria y la estructura social global es el núcleo de
la debilidad estructural de la democracia argentina.
Elecciones 1912 y 1914 ya hubo triunfos de la UCR y el PS en la Ciudad de Buenos Aires, la
Pvcia de BsAs y en Santa Fe.
El gran cambio de la Ley Sáenz Peña fue hacer efectivamente posible el ejercicio del sufragio
masculino, aún cuando nunca hubo una restricción formal a la universalidad.
Dice Waldo Ansaldi que la ley no logra vencer la lógica corporatista del sistema político
argentino. Persisten rasgos y prácticas propias de la cultura política argentina: caudillismo,
clientelismo, intolerancia, intransigencia, fraude electoral.
La transición de lo oligárquico a lo democrático no implica de ninguna manera una crisis que
cuestione la matriz de la dominación social, sino que la crisis es de la forma del Estado.
Debilidad del sistema de partidos políticos y el Parlamento como vehículos de mediación entre
sociedad civil y sociedad política, como pasa en los regímenes democráticos liberales. Los
conservadores no lograron constituir un partido nacional, los radicales sufrieron muchas
escisiones, especialmente en 1924-1925 cuando se forma la UCR Antipersonalista.
En el primer gobierno de Yrigoyen, los radicales no tenían la mayoría en diputados y, mucho
menos, en Senadores. Por lo tanto, el Parlamento no expresaba la real correlación de fuerzas
sociales y políticas a nivel nacional. Yrigoyen, desde el ejecutivo, se plantea como el que lleva
el mandato popular, cuando según Ansaldi, esa debería ser tarea del Parlamento.
Relación con los obreros: a veces era contradictoria. Negociación y represión. El gobierno les
prestaba especial atención a los obreros de las ramas claves para la economía
agroexportadora. Esta relación directa Estado-obreros reforzó la forma corporatista de
mediación.
La UCR no se planteaba con un programa, sino que decía representar el bien de todos. Esto
niega la posibilidad de que participe como correspondería para Ansaldi en una sociedad
democrática liberal, portando determinada voz.
Dice Ansaldi que siempre la política argentina se manejó con la lógica de la guerra, que concibe
la confrontación en términos de amigo/enemigo y busca eliminar al disidente. Esto suele darse
en el plano del discurso, aunque muchas veces se llevó a la práctica y a la violencia física, como
fue el caso de la Liga Patriótica, creada en 1919. El accionar de la Liga amplió la brecha entre
clase obrera y clases medias.
La clase media quería democracia política y la clase obrera quería justicia social. La UCR no
pudo (o no quiso) atender conjuntamente esas demandas.
Como los conservadores tenían el Senado, Yrigoyen recurría a medidas menos democráticas
como la intervención federal mediante decreto presidencial. Ese fue un recurso que se
sobreutilizó.
El vacío de representación que dejaron los partidos políticos fue llenado por asociaciones de
interés; en el caso de la burguesía la SRA, UIA, Bolsa de Comercio, etc. y también sindicatos
obreros y organizaciones de colectividades inmigrantes. Según Ansaldi, fue la doble mediación
partidaria y corporatista la que generó la cultura golpista en la Argentina. Esta cultura golpista
consiste, en distintos ámbitos, en resolver conflictos no mediante procesarlos mediante
determinadas reglas, sino mediante fractura o expulsión de los disidentes.
En Argentina no se dieron ciertas precondiciones que dan origen a la democracia, según
Leopoldo Allub: 1) no hubo una clase terrateniente que destruya las formas de producción
previas y las sustituya por las capitalistas. 2) no hubo conflicto terratenientes-burgueses
urbanos que terminase resolviéndose a partir de los últimos. 3) no se desarrollaron
instituciones pluralistas que pudieran asegurar equilibrio entre el Estado, los órdenes privados
y niveles inferiores de gobierno.
Tanto burgueses como clase obrera y chacareros pampeanos son bastante indiferentes a la
democracia. Se termina manejando todo en los '30 mediante mediación corporativa y golpes
de estado militares.
La UCR es básicamente un partido de la burguesía democrática que logró ampliar su base
electoral hacia sectores de clase media e incluso trabajadores. No hay un partido orgánico de
derecha ni uno fuerte de izquierda. Está la UCR en un centro muy ancho que se va
expandiendo hacia los costados, especialmente hacia la derecha democrática.

Botana
La Ley de Reforma Electoral no modificaba la forma de elección de senadores (las legislaturas
provinciales los elegían, y éstas tampoco estaban afectadas por la ley). La ley impone el
método de lista incompleta para diputados (dos tercios a la mayoría, un tercio a la primera
minoría). Los conservadores que aprueban la Ley no se imaginaron nunca que podían no
ganar. Pensaron que, a lo sumo, ese tercio podía funcionar como válvula de escape para la
oposición. Abril de 1912: Primeras elecciones con el sistema impuesto por la nueva ley. Hubo
una participación menor a la esperada. Producto de las viejas formas que tenía la política
argentina, la oligarquía había contado como votos seguros los de todos a quienes les habían
pagado, pero el resultado los sorprendió, ya que el voto secreto le ponía fin a la compra
directa de sufragios. En 1914 se acentúa la tendencia y los partidos nuevos (UCR, PS y Liga del
Sur) sacan más votos todavía, incluso tuvieron la mayoría y la minoría en distritos muy
importantes como Santa Fe y Capital Federal.
Los nuevos partidos mediaban entre el pueblo y el Estado, tenían una estructura partidaria
nacional, tenían fuertes liderazgos. Los conservadores sabían que tenían que formar un partido
nacional, pero no sabían si con los métodos del viejo o si de tipo moderno (con programa,
liderazgo, disciplina interna). 1914: Partido Demócrata Progresista. Sin embargo, no todos los
conservadores logran nuclearse en él, y tampoco se logró establecer un liderazgo (peleas entre
Marcelino Ugarte, Lisandro de la Torre y otras figuras). El bloque conservador repetía sus
prácticas políticas mientras que De la Torre, desde la Liga del Sur, proponía nuevos métodos
más racionalistas, aunque no necesariamente más democráticos. Los de la vieja guardia
oligárquica querían ir negociando desde el Senado sobre la marcha, mientras que De la Torre
tenía una visión de partido de oposición programático e ideológico. La UCR se empieza a
convertir en un foco de atracción para muchos que venían de las filas de los conservadores.
El régimen oligárquico tenía su clave en el control de cargos ejecutivos en las provincias desde
el poder ejecutivo nacional. Sáenz Peña logró cambiar las reglas del juego, pero no pudo
favorecer el desarrollo de un nuevo programa conservador.

Rock, David- El radicalismo argentino

El poder de la élite no desaparece con el fracaso del PDP: el ejército y la marina seguían bajo
mando conservador y grupos como la SRA seguían siendo fuertes. Del primer gabinete de
Yrigoyen, 8 ministros eran ganaderos o estaban vinculados estrechamente al sector
exportador.
Yrigoyen era bastante débil en 1916. Tenía que favorecer los intereses de los terratenientes y a
la vez relacionarse más de cerca con los sectores urbanos. En ningún momento el radicalismo
se propone modificar la economía agroexportadora. Su objetivo era lograr una armonía social,
manteniendo la estructura socioeconómica existente. Es decir, querían abrir el juego político,
pero mantener la estructura económica social.
Donde sí el radicalismo marcó un cambio abismal fue en ciertas formas de hacer política.
Yrigoyen introdujo un fuerte personalismo que hasta entonces no era corriente en la
Argentina. Lo formal y cerrado de la oligarquía cambió hacia algo mucho más popular. Los
grupos urbanos participaban mucho más. La actividad electoral ya no era un simple soborno,
sino que empezó a ser un problema de organización de masas.
Economía: había una importante depresión desde 1913, que implicó un cese de inversiones
extranjeras en el país. Recién en 1917 la Argentina recupera el comercio de exportación. 1913-
1917: depresión. 1918-1921: auge. En el primer período hubo una fuerte inflación de la que se
beneficiaron los terratnientes.
Radicalismo busca estrategias para ganarse el apoyo de grupos urbanos sin perder la simpatía
de la élite. Una forma de ello fue crear más puestos burocráticos, donde acomodar sobre todo
a gente cercana a la UCR y sus comités (patronazgo). Para hacer esto hubo que esperar que
mejoren los ingresos del Estado con la reactivación económica. Esto se convirtió en el principal
nexo entre el gobierno y la clase media entre 1919 y 1922. A su vez, los comités eran el nexo
entre el gobierno y el electorado y ayudaron a Yrigoyen a consolidar su popularidad. Entonces,
las expresiones principales del nexo entre el gobierno de la UCR y la clase media fueron: 1) el
sistema de patronazgo, 2) el aumento del gasto público a partir de 1919, 3) el perjuicio a
sectores urbanos, como inmigrantes, que no se podían beneficiar de la burocracia, 4) la
tensión en la UCR con sus propios miembros pertenecientes a la élite, 5) el aumento de los
impuestos en el interior y no en Buenos Aires (para no encarecer el costo de vida en las
ciudades más grandes).
Reforma universitaria: 1918 primero en la U. de Córdoba (luego se expandió al resto del país)
empiezan huelgas estudiantiles que buscaban modificar el plan de estudios. Buscaban una
universidad menos clerical y menos escolástica, donde hubiera cogobierno estudiantil y
democracia educativa. El gobierno negoció, llegando al trato de que se simplificarían los
criterios de ingreso, los planes de estudio se modificarían y se crearon nuevas universidades.
El gobierno de Yrigoyen intentó un acercamiento con la clase obrera, a pesar de que nunca
habían prestado atención al problema obrero antes de 1916. Ni siquiera les gustaba el
concepto de clase (ellos proponían la democracia y la armonía social), reaccionaban contra
todo lo que pareciese socialismo y exageraban las posibilidades de movilidad social en el país.
Sobre todo se empiezan a interesar en ellos por la cuestión electoral y, además, como un
intento para frenar la influencia anarquista y del Partido Socialista. Los obreros no iban tanto al
comité, sino que para ganarse su voto, la UCR iba a tener que acercarse a los sindicatos.
Los radicales sólo se pusieron del lado de los trabajadores en momentos muy concretos y sólo
si esto le prometía beneficios políticos. Como no había tanta preocupación por las leyes por
parte de los obreros ni por parte de los radicales y, encima, como éstos no controlaban el
congreso, el contacto con los trabajadores aparecía en los momentos de huelga. Las huelgas
en el período 1916-1918 fueron por la inflación. El gobierno radical tendió a utilizar la policía
en favor de uno u otro bando (retirándola del lugar de la huelga si favorecía a los trabajadores,
mandando a reprimir si no). Además, empezó a haber una vía de comunicación directa
sindicatos-gobierno. Se intentó incorporar a ciertos sindicatos al Partido. En la mayoría de los
casos, sin embargo, todo lo que los obreros obtenían era aliento moral: en muy raras
instancias el gobierno superó este estrecho marco. Sólo intervenía el gobierno si era un sector
clave (como uno donde hubiera empresas extranjeras) o si podía ganar bastante apoyo
electoral, sobre todo frente a los socialistas. Algo que ayudó a las negociaciones sindicatos-
gobierno fue la pérdida de influencia del anarquismo que se dio sobre todo a partir de 1919.
Con las huelgas ferroviarias de 1917, el gobierno quedó en un aprieto, ya que cuanto más
intentaban los radicales ampliar su red de apoyo entre los obreros, más insostenible resultaba
su posición en otras esferas decisivas. Cuando en 1918 a partir de una nueva huelga ferroviaria
el gobierno tuvo que elegir entre apoyar a los obreros o a los terratenientes, optó por los
últimos y reprimió las protestas. En las huelgas en los frigoríficos de la zona sur del conurbano
de fines de 1917, el gobierno envió soldados. Estos obreros no eran tan importantes para la
UCR porque: 1) eran pocos, 2) no había mucha influencia socialista en el barrio y 3) eran
extranjeros. Es decir, el gobierno y la SRA no tenían una identificación automática, aunque
muchas veces opinaban lo mismo en estos temas.
Primera mitad de 1919: dos crisis políticas que pusieron en tela de juicio al régimen
democrático que inauguró la Ley Sáenz Peña --> 1) por primera vez las FFAA se vieron
envueltas de manera directa en la política 2) surgimiento de la Liga Patriótica. Para sobrevivir,
el gobierno de Yrigoyen debió abandonar definitivamente los aspectos auténticamente
progresistas de su política. El acercamiento a las masas volvió a ser fundamentalmente a partir
del patronazgo, mediante el aumento del gasto público, y de un estilo de conducción popular
en gran medida simbólica. El intento de acercamiento a los sindicatos había fracasado.
Enero 1919: Semana Trágica. Los sindicalistas tenían la mayoría de los sindicatos y los
anarquistas cumplían un rol secundario. Había más nivel de empleo que antes, pero habían
caído mucho los salarios reales. Los anarquistas querían ir a la huelga general dese mediados
de 1918, pero nadie los seguía. En diciembre de 1918 se declara la huelga en los talleres
metalúrgicos Vasena. La industria metalúrgica había sufrido los efectos de la crisis muy fuerte
y, en particular, la empresa de Pedro Vasena e Hijos pagaba salarios muy bajos y tomaba
medidas policiales para evitar huelgas. Los primeros días de enero la huelga continuaba y
empezó a haber enfrentamientos armados entre los obreros y la policía. Mataron a un policía,
entonces al día siguiente la policía hizo una emboscada y mató a cuatro obreros. El 9 de enero
se declara la huelga general. En realidad, la FORA y la FOM no quisieron ir a la huelga, pero las
masas obreras sí, a pesar de la conducción de sus gremios. Entre el 7 y el 9 de enero, Yrigoyen
tuvo un diálogo con FOM y FORA tratando de frenar los humos, y se comprometió a que la
policía no actuase, al menos hasta el 9. Hubo enfrentamientos armados en la empresa y en el
funeral de las víctimas. Fueron más revueltas desarticuladas que una rebelión obrera. Luego de
desarticulada la huelga, grupos paramilitares de derecha salieron a atacar a obreros y judíos.
Fue fundamentalmente el accionar de las clases altas y medias las que dieron el tinte más
sangriento a la Semana Trágica (hubo entre 150 y 700 muertos, según distintas fuentes). El
gobierno había querido negociar con los sindicatos, pero ya había perdido el control sobre los
acontecimientos. Las huelgas debilitaron mucho al gobierno de Yrigoyen, sumado a la
creciente oposición militar al gobierno.
Liga Patriótica: se crea en 1919 luego de los hechos de la Semana Trágica, a partir de una
reunión de la que participaban miembros del Yatch Club, el Jockey Club, el Círculo de Armas, el
Círculo Militar, las Damas Patricias y miembros de la jerarquía eclesiástica. Obtuvo mucho
apoyo entre círculos de la clase media, incluso hijos de inmigrantes. En los tres años siguientes
sería la más poderosa asociación política del país. Su objetivo era luchar contra las ideologías
"extranjeras" (bolchevismo y anarquismo). No tenían más allá de ello una ideología ni un
programa demasiado definidos. Estaba financiada por empresas extranjeras y clubes
aristocráticos. Manuel Carlés, su presidente, había sido interventor federal en Salta en 1918
(tenía un cierto vínculo con el radicalismo).
Avanzaba 1919, seguían las huelgas. Los sindicatos crecían, la Asociación del Trabajo (de
patrones) también y, sobre todo, también lo hacía la Liga. El gobierno optó por la mano dura.
En mayo: Ley de Residencia y Ley de Defensa Social aplicadas a todos los anarquistas. Arrestos
en masa, deportaciones.
Entre 1920 y 1922 el gobierno radical se convirtió, en gran parte, en lo que los conservadores
buscaban desde 1912: un instrumento dócil y estático, cuyo único atributo positivo residía en
su capacidad para gozar de cierto prestigio popular. En 1920, Yrigoyen inició su etapa de más
predominio personal en la política argentina; pero era un predominio carente de poder real, ya
que en definitiva éste se hallaba en manos de la coalición conservadora controlada por las
grandes empresas y el ejército.
Durante 1920 y 1921, se produjeron los hechos de huelga y represión en la Patagonia. Al
gobierno no le importaban mucho esos peones porque, al ser habitantes de territorios
nacionales, no podían votar. Entonces, le dio rienda suelta al ejército. Con esas víctimas (1500),
el gobierno reparó su imagen ante los círculos militares y la élite conservadora.
Para no perder la simpatía de los empresarios, el gobierno no quería aumentar los salarios.
Pero el costo de vida seguía siendo un problema: los sueldos no alcanzaban. Se trataron
distintas medidas tendientes a bajar los precios, pero ninguna funcionó demasiado (almacenes
subsidiados, impuesto a la exportación de trigo, bajar el precio del azúcar cuando éste no
representaba ni el 1% del ingreso obrero, etc.). Lo único que más o menos sirvió fue congelar
los alquileres. El gobierno no intentó controlar el precio de la carne y no pudo con el del trigo
(entre los dos eran el 60% del ingreso del obrero). En este momento, el gobierno mostraba
mayor sensibilidad por los productores de la provincia de Buenos Aires que por los
consumidores urbanos.
1920: bajan los precios internacionales del trigo y de la carne. Huelga de los obreros marítimos
por despidos. Disturbios, polarización de clases, intervención de la Liga Patriótica y del ejército,
debilitamiento del gobierno. Los sindicalistas esta vez tampoco se salvaron y muchos fueron
apresados. Declaran la huelga general (1921). En 1921 los sindicatos pierden fuerza.
1921: depresión económica que frena la inflación. Se va recuperando la economía hasta 1929.
1922: elecciones. El radicalismo gana sin problemas; Concentración Nacional (los
conservadores) no lograron ponerse de acuerdo ni captar apoyo popular. Yrigoyen elige a
Alvear para conservar el apoyo de la élite del partido, pero también porque había sido cónsul
en París y no había estado en contacto con los grupos disidentes. Tenía la esperanza de poder
controlarlo.
Alvear enfrentó los problemas que provenían de esa tensión élite-clase media al interior de la
UCR. La élite se oponía al extraordinario aumento del gasto público (por creación de puestos
burocráticos) del gobierno de Yrigoyen. En lugar de despidos masivos, Alvear intentó aumentar
los ingresos fiscales, aumentando por ejemplo, las tasas de aduana de bienes importados.
Los yrigoyenistas se oponían cada vez más al gobierno de Alvear. Los comités se van dividiendo
entre los que apoyaban a Alvear y los que apoyaban a Yrigoyen. En 1924, Alvear intenta
reforzar sus lazos con la élite partidaria, mediante cambios en el gabinete. Se precipita la
ruptura del partido. la UCR Antipersonalista tampoco tuvo influencia fuerte a nivel nacional.
No tenían acceso a cargos públicos y sólo eran muy fuertes en Santa Fe. La resistencia que
Alvear puso a repartir cargos burocráticos entre miembros del partido fue lo que terminó
condenando a los antipersonalistas.
Yrigoyen mantuvo su popularidad gracias al control que ejerció sobre los comités radicales.
Desde 1925 los yrigoyenistas ya planteaban el aumento del gasto público y mejores sueldos
para los empleados estatales. Si bien no fue exitosa su estrategia con la clase obrera, se
ganaron el apoyo de algunos sindicatos menores.
Los Yrigoyenistas llegan a la conclusión de que no se podía seguir aumentando el gasto público
sin una fuente de ingresos o aumentando impuestos que recayesen en los consumidores. Se
quiso impulsar un desarrollo industrial limitado sin amenazar a la economía agroexportadora.
De ahí surge la idea de la nacionalización de los recursos petroleros y el monopolio de su
destilación y distribución. La creación de esta empresa estatal les daría los puestos laborales
para la clase media que necesitaban. Además, muchos yrigoyenistas eran anti-yanquis. Todavía
las petroleras no eran tan fuertes, lo cual hacía factible políticamente la medida. La
nacionalización del petróleo se convirtió en el estandarte de los yrigoyenistas para la campaña
presidencial. 1928: Yrigoyen gana las presidenciales con el 57% de los votos.
Hubo una purga de partidarios de Alvear entre los empleados del Estado y puso a muchos
otros simpatizantes suyos. Mucha corrupción en este aspecto.
El gobierno dejó de intentar acercarse a los obreros. Su estrategia general consistía ahora en
aumentar o conservar su masa partidaria en la mayor medida posible mediante el patronazgo
y neutralizar a los grupos de presión promoviendo otras políticas que concordaran, en líneas
generales, con sus intereses. Para controlar al Senado intervino varias provincias: San Juan,
Mendoza, Corrientes y Santa Fe. Esto trajo muchas tensiones.
En 1929, los debates crecían y con ello el clima de violencia. Surgió una fuerza de choque
paramilitar yrigoyenista: el Klan radical. La derecha replicó fundando la Liga Republicana. Las
escaramuzas entre ellos empezaron a ser frecuentes. A diferencia de la Liga Patriótica, sin
embargo, la Liga Republicana no obtuvo apoyo popular.
Octubre 1929: crack en Wall Street. La gran depresión comienza a hacer sentir sus efectos en
Argentina. Ya hacía unos meses, los precios agropecuarios venían bajando. Desempleo,
aumento de precios. El gobierno se empieza a mostrar francamente desesperado. La baja de
las importaciones afectaba fuertemente la situación fiscal.
Los grupos que habían apoyado al gobierno ahora se le oponían. La crisis aniquiló el apoyo
popular a Yrigoyen. La estructura del patronazgo se fue tornando insostenible. La UCR pierde
las elecciones en la Capital Federal en 1930, lo que causó rencores dentro del propio partido
hacia Yrigoyen. La depresión puso en evidencia hasta qué delicados extremos había
depositado Yrigoyen su confianza en el patronazgo oficial. El gobierno quiso recurrir al apoyo
de la clase obrera, pero fue imposible: primero, porque nadie lo apoyaba tanto como para
alzarse en su defensa; segundo, porque no tenían los medios para hacerlo, por la brutal
depresión económica.
Golpe de septiembre de 1930: intereses de los conservadores ligados a la exportación y falta
de apoyo popular a Yrigoyen, todo ello potenciado por la depresión económica.
Luego de septiembre, se redujo brutalmente el gasto público, afectando sobre todo a la clase
media urbana dependiente de ello. El radicalismo nunca logró recuperarse del daño de 1930.
El golpe del '30 demostró que no había cambiado la supremacía de la élite terrateniente. Lo
que sí cambió fue que ahora debían buscar el apoyo de la clase media urbana.
1) EXPLIQUE LAS FORMAS EN QUE LA POLÍTICA ECONÓMICA DEL PERONISMO
(IAPI, JUNTAS REGULADORAS, LEGISLACIÓN SINDICAL, ESTADO
INTERVENTOR) SE ATICULABA CON LA IDEOLOGÍA DE LA “CONCILIACIÓN DE
CLASES. ANALICE LAS LIMITACIONES DE LA POLÍTICA INDUSTRIAL
PERONISTA. (GERCHUNOFF-LLACH, BASUALDO)

BASUALDO, Eduardo. “Los primero gobiernos peronistas y la cons del país 3


industrial: éxitos y fracasos.”

A partir del peronismo la pugna no se entabla entre lo urbano y lo rural. En la oligarquía


pampeana ya hay dos fracciones: una son los tradicionales terratenientes que habían crecido
durante el proyecto agroexportador junto con los intereses ingleses, y la otra es la oligarquía
que destino parte de la renta a la producción industrial. Igual que la burguesía nacional, esta
produce bienes salario e intermedios.

La tendencia general en toda la década peronista es de crecimiento, y hay pleno consenso en


que la expansión está asociada al crecimiento de la participación de los asalariados y al
crecimiento industrial. A pesar de la desaceleración posterior a 1948 la industria profundizo su
predominio sobre la producción agropecuaria, relación que será irreversible en los años
posteriores. Esto se combinó con una activa intervención del Estado, que fue clave en la
redistribución de la renta agropecuaria entre los trabajadores, empresarios industriales
mercadointernistas y el propio Estado.

La típica crisis de la balanza de pagos que se desata en 1948-49 denota la extrema debilidad
del Estado para avanzar en la integración de la estructura industrial argentina.

La oligarquía diversificada quería profundizar un modelo que combinara exportaciones


agropecuarias con un nuevo eje productivo basado en la construcción, y sobre todo en la
exportación de productos industriales, además de la nacionalización de los servicios públicos
(conveniente para la producción industrial).

La expresión orgánica mas acabada de la propuesta de esta fraccion es el Plan Pinedo de


1940. En este, se hace referencia explicita a la nacionalizacion de los servicios publicos. La
otra facción (la de Forja y luego del propio Perón) impulsa lo mismo pero mas
mercadointernista.
La cuestión es que en todo el proceso de industrialización no se logran integrar actividades
típicas de industria pesada como la metalúrgica y la petroquímica. Una crítica corriente señala
que se desaprovecharon las condiciones superavitarias iniciales de la decada peronista en la
cual se podrian haber solucionado los problemas de estrangulamiento. Pero Basualdo dice que
es improcedente, ya que el gobierno no tenia intenciones de continuar con la postergación
social y debilitar al Estado, mientras podia afianzar la industria liviana y reconfigurar el planteo
institucional en tan poco tiempo. (Gerchunoff dira que esta critica olvida que el superavit estaba
dado mayormente en libra esterlina inconvertible, con lo cual los insumos necesarios que
debian ser importados para dar un salto cualitativo en la industria estaban vedados)

Las fracciones industriales durante el peronismo

La presencia de empresas extranjeras se remonta a los origenes de la industria nacional. Si


bien representaban una porcion minima del capital extranjero en el pais, controlaban los
grandes establecimientos manufactureros en sectores clave del modelo agreoexportador, como
los frigorificos (Swift) la producción de tanino o los talleres ferroviarios.

En las primeras decadas del siglo XX aumenta la cantidad de empresas y de filiales., que
producían bienes para el mercado interno. En los ’30 el crecimiento se acelera, consolidandose
un alto grado de concentración productiva y de empleos. Se acelero la incorporación de
subsidiarias extranjeras a la producción industrial.

Importante: durante la primera etapa de sustitución de importaciones se expresan 2


caracteristicas relevantes:

a) las subsidiarias extranjeras se instalan mayoritariamente en actividades oligopolicas donde


hay otras empresas locales de menor incidencia, aspecto señalado por Villanueva

b) estas firmas extranjeras controlan las ramas industriales que son los núcleos economicos y
tecnologicos de los bloques sectoriales teniendo capacidad subordinadora de un conjunto de
actividades industriales.

De ahí que muchas empresas locales qudan subordinadas a las extranjeras, incluso aunque no
sean proveedoras de insumos, porque sus producciones integran un determinado bloque
sectorial donde el capital foraneo controla los núcleos centrales economicos y tecnologicos del
mismo.

Esto lleva a decir que, el menor grado de extranjerización entre el modelo


agroexportador y el ISI no necesariamente disminuye el control extranjero sobre la
producción.

De hecho, entre 1935 y 1946 hay una considerable expansión de cantidad e incidencia de
empresas de capital local. La mayor expansion de empresas de capital local se da en 1943-46
debido a las políticas adoptadas por el GOU. Las empresas de capital local se van a conformar
como burguesía nacional propiamente dicha en el peronismo, cuando arman la CGE, a partir
de la cual enarbolan sus reivindicaciones, generalmente opuestas a las de la UIA.

Hasta aquí un modelo bastante tradicional, pero al que se le escapa una fraccion empresaria
diferente de las mismas, con intereses, estructura e identidad propia. ¿Cuál es?

Esta tiene diferentes origenes de capital con diferentes grados de diversificación.

En primer término, se encuentra un conjunto de capitales de origen extranjero que expresan


las formas de la internacionalizacion temprana ya que se instalaron a fines del XIX mediante la
radicación de algunos integrantes de las familias propietarias, integrándose con la clase
dominante local en terminos sociales y económicos, teniendo una destacada presencia en la
propiedad y producción agropecuaria pampeana y extrapampeanas., formando parte de los
grandes terratenientes. Casos de Bunge y Born, Bemberg y Tornquist.

Según Sábato, “ademas de poseer buena parte de la tierra, controlaba el comercio y las
finanzas. Tuvieron una implantación multisectorial.”
En segundo lugar, integran esa fracción otros capitales locales que vienen de diversos
integrantes de los sectores dominantes pampeanos y provinciales que adquirieron
trascendencia nacional debido a su pertenencia a (o integración social con) la oligarquia
pampeana. Tambien estan presentes en diversas actividades economicas. Casos de Braun
Menendez, Ingenio Ledesma, Terrabusi, Fortabat y Corcemar.

En tercer lugar, capitales estrechamente enlazados a capitales extranjeros de carácter


financiero y de antigua data en el pais, cuyos representates tambien se vinculan social y
económicamente a la oligarquia pampeana. Casos de Alpargatas, (relacionada al grupo
Roberts) y la Cia. General de Combustibles (controlada por Brown Boverí).

A esta fraccion, diferente de las otras dos, se la puede considerar como el sector de la
oligarquia local que se diversifico hacia la industria y otras actividades económicas (oligarquía
diversificada)

En los ’40 sera esta fraccion la que impulsara la alternativa industrial exportadora que planteo
el Plan Pinedo. A su vez, son parte del establishment economico del pais, en tanto
terratenientes. Veamos ahora su influencia en el peronismo:

Entre 1923 y 1958 los grandes propietarios bonaerenses registran una gran reduccion de la
extensión de sus tierras: controlaran menos tierra en total y menos hectarea por propietario. En
ese momento histórico se abandona definitivamente el planteo agroexportador como núcleo
central del comportamiento de la economía argentina.

La expansion de empresas de capital local durantes los primeros gobiernos peronistas fue
enorme, y muchas de ellas devinieron grandes firmas oligopolicas. El avance estructural fue
impulsado por el gobierno peronista, asi como la creación de la CGE en 1953.

La CGE y la CGT fueron expresiones de dos sectores que constituían una alianza social.
La fracción industrial local era beneficiada por el aumento de salarios (producía bienes
salario) a la vez que la protección de precios internos permite que el salario alto no sea
un factor de incidencia en el costo.

La oligarquía diversificada, si bien fue afectada por las políticas agrarias inicialmente
desfavorables, fueron beneficiadas por la industrialización (en buena medida producían
también alimentos y bienes intermedios).

El capital extranjero industrial que se inserto en el pais realizando una inversion extranjera
directa percibió en los años del peronismo las utilidades totales más elevadas desde las
primeras decadas del siglo XX. No obstante, las empresas extranjeras en el periodo casi no
realizaron inversiones nuevas sino que reinvirtieron parte de las utilidades, muy diferente a lo
ocurrido a partir del desarrollismo (1958-1964) donde habra nuevos flujos.

Es interesante que el primer Plan Quinquenal no se cumplio por falta de recursos, mientras que
las utilidades del capital extranjero superaron en un 16% sus requerimientos. Las tasas de
rentabilidad sobre el capital invertido también seran elevadísimas en el periodo.

Esto se correspondía con una situación generalizada de la rentabilidad industrial, la cual era
acorde al peso estructural de cada una de las fracciones empresariales que actuan en la misma
(el del capital extranjero era mayor).

Conclusiones

Estatización de los servicios, la modificación estructural del modelo productivo, etc.

No avanzo sobre la propiedad de la tierra mediante una reforma agraria, aunque sus politicas
contribuyeron a la desconcentración de la propiedad rural profunda e irreversible, que se
revertira pero sin retornar a la situación previa al peronismo.

En todo caso el contenido oligárquico del peronismo radico en el salto cualitativo que pego la
oligarquia diversificada en tanto fraccion industrial. Por eso los terratenientes puros de ahí en
adelante seran una fraccion subordinada a los diversificados, ya que logra incidir solo en una
parte del ciclo.

La estatización de los ferrocarriles beneficio a los terratenientes, aunque beneficio también a


los pequeños y medianos productores rurales, a los industriales que redujeron sus costos, a los
asalariados por la disminución de tarifas en el transporte.

La hipótesis fuerte del texto es que la alternativa estatización de servicios públicos –


industrialización pasada no era tal, ya que el nivel de excedente generado anualmente y
el acumulado socialmente en manos del gobierno en terminos de oro y divisas (monto
de las reservas) era suficiente como para llevar a cabo ambas.

Sin embargo, la condicion para eso era que la rentabilidad de las fracciones industriales
no estuviese engrosada por ganancias extraordinarias debido a las transferencias desde
el Estado.

Esto porque, como rasgo caracteristico del peronismo, se acentuo la presencia de


empresas y organismos estatales en la producción industrial. Estos organismos
tuvieron escasa trascendencia en cuanto a importancia cuantitativa (aun en cuanto al
personal ocupado). Menos del 10% de la producción manufacturera bruta fue generado
por empresas poseidas y administradas por el sector público.

El principio del fin del gobierno peronista empieza cuando la rentabilidad obtenida por las
fracciones industriales dominantes empieza a descender (igual era alta), con lo cual inician una
ofensiva para instalar socialmente la convicción de que el Estado debia gastar menos y que
debian bajar los salarios. En esto, la burguesia nacional coincidió con las fracciones
dominantes del empresariado industrial.

GERCHUNOFF. “El ciclo de la ilusión y el desencanto 3

El estado de la economía hacia 1945 no era optimo: la agricultura se habia estancado durante
la guerra y habia escasez de materias primas y bienes de capital para la industria, esta ultima
vista como garantia del desarrollo sostenido y autonomo: su hora habia llegado. El Plan Pinedo
del 40 es una muestra del cambio de mentalidad respecto de la industria.

En 1943 el campo fue gravado con un impuesto por el “excedente de beneficios”. Ese tipo de
medidas perfilaba borrosamente lo que haria el peronismo.

Era tradicional la discusión sobre industrias “naturales” y “artificiales”. Tambien se planteaba el


tema del destino de los productos industriales, al abrirse la posibilidad de exportacion industrial
durante la guerra. El mismo Castillo decia que las agricola-ganaderas estaban destinadas a la
servidumbre. Esta ideología nacionalista-industrialista llegó tambien a las FFAA, la creación en
1941 de Fabricaciones Militares era una muestra. La posición de estas fue acercandose a la de
la UIA. En 1943 el nuevo gobierno lanza un programa de crédito industrial, reemplazando al
fracasado Plan Pinedo por una defensa mas global de los logros alcanzados durante la guerra.
El fin de la misma implicaria desempleo; problema economico y politico, que Perón queria evitar
(habia creado el Consejo Nacional de Posguerra).

Una nación políticamente soberana

¿Por qué se volvió la mirada hacia el mercado interno? Peron creia en una tercera guerra que
estaria proxima, con lo cual decide adopatar la “tercera posición”. Conjuntamente, creia que el
mercado externo no seria una posibilidad. La baja de demanda después de la posguerra ya
habia sido una alarma. Las relaciones con EEUU eran de mutua desconfianza (recordar cómo
Braden intenta minar la campaña de Perón) , y EEUU condenaba algunas cosas como la forma
en que argentina fijaba los precios de exportacion, etc. Por estas cosas, y principalmente
porque Argentina habia declarado la guerra al eje recien 3 dias antes del final, fue excluida del
Plan Marshall como proveedor de alimentos. Este fue uno de los conflictos economico-
diplomaticos.
El otro, era el tema con Inglaterra. El superavit de exportacion de la Argentina era compensado
antes de la guerra por las utilidades de los servicios (ferrocarriles) y el pago de deudas. Con la
guerra la cosa cambio: Inglaterra dejo totalmente de exportarnos por su esfuerzo belico, el auto
le fue ganando al tren, y ademas Argentina fue pagando la deuda. Al finalizar la guerra,
Argentina tenia acreencias por £112.000.000, bloqueadas por su inconvertibilidad con el dólar,
problema crucial para Argentina ya que necesitaba sobre todo productos yankis. Esto comenzo
a resolverse con las negociaciones para el tratado Eady-Miranda firmado en 1946. El tratado
decía que las libras acumuladas se iban a quemar en los trenes argentinos, (los cuales serian
explotados por una compañía mixta con participación del Estado argentino), pero que los
futuros pagos serian convertibles, y garantizaba una cuota para la exportacion de carne.

Pero la cosa no fue así: Inglaterra nos cagó las libras en 1947 (con una nueva declaración de
inconvertibilidad, además de complicarse las negociaciones por la explotación mixta), con lo
que se decidió la compra de los ferrocarriles (completada con un crédito británico a pagar con
futuros superávit). Así se solucionaron los dos problemas (trenes y libras) juntos.

El avance del Estado

A los ferrocarriles se les sumaron otras estatizaciones, como la nacionalizacion de ITT, la


creación de YCF, etc. La reforma del ’49 declara al Estado dueño natural de los servicios
públicos y de las fuentes de energia.

De todas formas, la estatización no fue graaan cosa, de hecho la UCR la critico por insuficiente.
Además, el crecimiento estatal ya era anterior a la decada peronista.

En algunas areas, el gasto publico venia a satisfacer las demandas de los sectores que
mantenian al gobierno en el poder: los sindicatos y las FFAA.

Hay que ver que la receta keynesiana de aumentar la demanda agregada era un lenguaje
común en casi todo occidente. No obstante, el peronismo no siempre actuo asi: la crisis del 49-
50 se supero con medidas bastante ortodoxas. Además, no solo se estimulo el gasto publico,
sino que se impulso el aumento de salarios, induciendo el crecimiento tambien desde el sector
privado.

Una nacion socialmente justa

Los salarios reales entre 46 y 49 aumentaron sostenidamente, y mas que la productividad. Esto
tuvo una doble intencion: la difusión del bienestar (política) y el sostenimiento de la demanda
(economica). Tambien la política impositiva fue importante: básicamente se cargó mas a las
empresas y a las personas. Aunque la cuestion impositiva fue poco importante al lado de las
cajas de seguridad social. De todas formas, todos lo sabemos, el elemento decisivo fue la
politica salarial, pero…¿quién la pagó?

El impulso industrialista

En 1944 se fundo el Banco Industrial, y en 1946 nacionalizado el Banco Central junto con el
resto del sistema bancario. Así, se impulsó una política de creditos blandos para la industria.
Esto se basaba en una politica de transferencia intersectorial de ingresos…

En el campo, las espinas

El IAPI monopolizaba el comercio exterior de cereales y oleaginosas, y entre 1946 y 1949


compro cosechas para vender adentro y afuera, obteniendo ventajas de los terminos de
intercambio favorables. Esto sirvió para sostener el gasto publico (creditos industriales
incluidos) y ademas controlo el precio interno de los alimentos.

Había otras razones menores con las que se defendia el IAPI, ademas de decir que el apoyo a
la industria sostendria tambien la demanda interna del agro: el comercio de posguerra era
bilateral en todo el mundo, pudiendo el IAPI obtener mejor precio que un poder de negociación
disperso.
Estos argumentos no convencian a los agropecuarios, contra los perjuicios del peronismo:
tenian que pagar más para evitar la emigración hacia las ciudades, ademas de la legislación
que habia hecho que los arrendatarios renueven contratos por la misma plata que el periodo
anterior, etc. Ademas de bajar la superifice sembrada, hubo una sustitución de cultivos,
creciendo en importancia el girasol, el mani, la cebada, en detrimento de los cultivos
tradicionales (maiz, trigo, lino y avena). Además, la producción pecuaria avanzo sobre areas
anteriormente agricolas.

Claro que algunos sectores propusieron reforma agraria, pero el gobierno no queria complicar
más las cosas con un sector que era vital para su sostén.

Las complicadas cuentas externas

El problema comercial de la posguerra era el exceso de superávit, que se daba por la dificultad
de conseguir importaciones, pasando del viejo “comprar a quien nos compra” al “vender a quien
nos vende”. El tema de la libra (hasta 1947) contribuia con el problema.

Alrededor de 1948, los insumos y bienes de capital pasaron a representar un 90% de las
importaciones. El tema era que estas importaciones estaban cambiando el signo positivo que
habia tenido la balanza comercial entre 1945 y 1948.

La inflación

Ya desde la guerra habia inflación por la entrada de divisas que no salian. Durante el gobierno
peronista, la inflación se mantuvo, pero los salarios reales tambien aumentaban con lo que la
cosa era estable.

Los créditos a la industria tenian tasas de interes mas bajas que la inflación, con lo que eran un
subsidio encubierto.

Problema: las dos principales fuentes de financiamiento (el IAPI y las Cajas jubilatorias) eran
transitorias; apenas bajaran los precios externos y se empezara a jubilar gente, la cosa se iba a
poner fea, o sea, inflación.

La inflación no generó la tipica corrida cambiaria producto de que la gente se quiere desprender
de dinero: según el autor, los argentinos todavía no se habian acostumbrado a distinguir entre
dinero real y nominal, por lo que se dio lo que se conoce como “ilusion monetaria”: la gente no
siente que el dinero este perdiendo valor.

De todas formas, las consecuencias de un modelo economico al que le colgaba una espada de
Damocles no ser harian esperar.

Del paraíso peronista a la crisis del desarrollo

Según Gerchunoff, el primer determinante que determino, junto con el empeoramiento de los
terminos de intercambio, la crisis, fue la sequía de 1951/2.

Esto hizo que el pais debiera contraer aun mas las importaciones, regulando mas los permisos
de cambio para importar.

A principios de 1949 asume el equipo economico de Gomez Morales. Se intento desacelerar la


inflación reduciendo la emisión, pero el encarecimiento de las divisas debido a su falta, era
inevitable.

En 1950, hubo que pedir un prestamo externo y se incentivo el endeudamiento privado con el
exterior. La reaparición de las huelgas a partir de 1950 contribuyo a dar la sensación de que
una era de crecimiento estaba complicandose.

El plan de emergencia

A principios de 1952 el gobierno lanza un plan de austeridad, para resolver la inflación y el


deficit externo. El gobierno llamo a bajar el consumo; habia que gastar menos. Se modero la
politica de credito, se congelaron las negociaciones salariales por dos años, se establecieron
controles para la venta y consumo de carne (no se podia comer carne vacuna los viernes) y se
alento al sector rural. Esto fue un relativo éxito: la inflación bajo, y el salario real se recupero
después de 1952. La balanza comercial volvio al superavit en 1953 y 1954, para volver a bajar
en 1955.

Dos cosas fueron determinantes: la buena cosecha de 1952/3 y el aliento a las exportaciones;
el IAPI habia dejado de ser el enemigo del campo. En este sentido, el gobierno firmó protocolos
en 1951 que establecían condiciones para la comercializacion de carnes argentinas,
agradecidas por la SRA. Tambien fueron favorecidos por créditos y subsidios. Hubo tambien
intentos de mejorar la productividad y bajar los costos del agro.. Esto puede ser visto como un
reconocimiento de los límites de la industrialización, la cual empezaba a mostrarse
problemática.

Los autores señalan que la idea de que en la década se produjeron solo “estufas y heladeras”
no tiene sostén. Tambien se producia maquinaria y equipos, cuya producción crecio 102%
entre 1946-55.

Estructuralmente, el esquema no se sostenía sin aumentar los ingresos por exportaciones y sin
independizar a la industria de insumos importados (el mas importante, los combustibles)

Segundo Plan Quinquenal

Aplicado a partir del ’53, de alguna forma complementaba el plan de estabilización del ’52. Con
respecto al primer plan, habia mas inversiones publicas en transporte, siderurgia, energia y
comunicaciones, y menos en defensa y en las de “carácter social” (hospitales, escuelas). La
idea era arraigar la industria pesada. Esto se centro en el proyecto de SOMISA.

El problema del plan era el problema fiscal del gobierno: el plan salia muy caro, obligando a
bajar la inversion publica, etc. En este sentido, se paso de una instancia mas distribucionista a
una mas preocupada por la eficiencia y la productividad, que requeria tambien del esfuerzo
privado.

La productividad

Para 1953 la economia marchaba bien. En 1954 se negociaban salarios, lo que seria la prueba
de fuego de los nuevos tiempos. Las demandas de los sindicatos fueron exitosas, pero esto
traia un problema, ya que habia que asegurar las ganancias empresarias. Solo existiria pues,
un margen para aumentar salarios, si mejoraba la productividad. Sabemos que el Congreso
Nacional de la Productividad de marzo de 1955 no avanzo mucho en la materia.

Atrayendo el capital

Habia que recurrir a inversion externa; la inversion publica era insuficiente. Se abrio asi la
posibilidad de que el capital extranjero participara en servicios publicos (lo que era contrario al
polemico articulo 40 de la nueva constitución). Las prioridades eran la mecanización agricola y
la producción local de insumos importados. Lo mas innovador en materia de inversiones
externas se dio en la politica petrolera. En abril de 1955 se firma un contrato con la Standard
Oil. El proyecto igual fue frenado por todos lados y muy criticado por la oposición (Frondizi la
principal voz). En ese momento, no obstante, los problemas economicos eran la menor de las
procupaciones que atestaban el futuro del peronismo, políticamente desgastado (según
Gerchunoff). Dira el autor que la parte economica no tuvo nada que ver en el derrocamiento de
Perón.
GERCHUNOFF, Pablo y “El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un siglo
LLACH, Lucas. de políticas económicas argentinas.”

CAP. IV- ASCENSO Y APOGEO PERONISTA (1940-1949)

-Castillo visto débil desde ejército. GOLPE. FFAA politizadas: GOU Grupo de Oficiales Unidos.

-Hasta entonces industria beneficiada por condiciones Depresión y guerra. En los '30 no hubi
política antiindustrialista pero tampoco consciente y coherente fomento a ella. Ahora
consolidarla y darle mayor dinamismo desde políticas gubernamentales. Eje militar-industrial.
Cuestión nacionalista: ind como “liberación económica” y “autonomía nacional”. Industria bélica
y manufacturas civiles “defensa nacional”. Perón además: aumentar nivel empleo con
industrializ.

- CGT 2 disuelta y la 1 intervenida: Mercante. De política de control a política de concesiones.


Arbitrios favorables a workers.

- “Braden o Perón”. Perón apoyo sindicatos, Iglesia y militares. Congreso dominado por
oficialismo.

- Perón visión corporativista en vez de clasista. Alejarse de marxismo: necesidades de


confianza empresariado. Armonía de clases. Colaboración capital y trabajo. Progreso
social. Justicialismo.

- Internacional: “Tercera posición” en relación a EEUU y Unión Soviética. Arg excluída del Plan
Marshall (oportunidad perdida como proveedor alimentos por su neutralidad en la guerra). GB:
libras bloqueadas: compra ferrocarriles: fin de “relación especial”.

- Avance del Estado: nacionalización y estatización. Servicios públicos. Crecim de Estado como
proveedor de bienes y servicios. Gasto público e inversiones.

-Estado de Bienestar. Políticas redistributivas. Expandir economía: crecim salarios reales: más
demanda: más producción. Distribución ingreso más equitativa. Democratización del bienestar
(T/P). Recursos obtenidos de: cambios impositivos, sist de seguridad social (antes de que
lleguen a jubilarse) y de IAPI.

-ISI: restricción importaciones (control de cambios) +política crediticia.

-CAMPO: Altos términos de intercambio: IAPI: Estado comprar cosechas: vender al exterior e
interior: mantiene bajo precio interno y retiene amplio margen $. Redistribución ingresos:
sectores rural, urbano y Estado. Proveer divisas para importar insumos y maquinaria que la
industria local carece.

- “Vender a quien nos vende”: dificultad hallar quien venda insumos y máqs. Nivel se recupera
dps.

-INFLACIÓN. Banco Central se nacionaliza. Créditos (subsidiados porque intereses menores a


inflación): expansión dinero circulante. Además créditos a propio Estado: cubrir déficit
presupuestario (ganancias IAPI y de sist se seguridad social: transitorias).

CAP. V- DEL PARAÍSO PERONISTA A LA CRISIS DEL DESARROLLO (1949-1958)

-Congreso: mayoría peronista. 1949 reforma constitución: permite reelección en 1952.

-Modelo peronismo “clásico” 1946-1948. 1949 entra en crisis: déficit balanza comercial e
inflación. Sequías 1949/50 y 1951/52. Disminución términos de intercambio. Reducciones
divisas disponibles. Aumento precios importaciones: obligó a reducir su volumen. Problema:
need of insumos y máq. para producción industrial. Aún no se veía inflación como algo malo:
“instrumento de redistrib ingreso” con aumento salarial y congelamiento rentas.

-1951 de bardo de nuevo. Inflación superó aumento salarial, sequía. Déficit. Reaparición
huelgas.

-1952: PLAN DE ESTABILIZACIÓN ECONÓMICA. Una vez ya reelecto: programa de


austeridad. Detener inflación y resolver déficit comercial externo moderando el consumo.
Disminución de inversión pública: disminución déficit fiscal. De expansión salarial en 1949 a
negociaciones bianuales con caída salarios reales. De gran crédito a industrias a su
moderación. De impuesto a exportaciones a medidas para incentivar sector rural (ante deterioro
términos intercambio): créditos, subsidios con IAPI, investigación. Inflación bajó. Después de
1952 salarios recuperarse. 1952/53 extraordinaria cosecha: ayudó.

-Industrialización: no se planificó. “Diversificada”. Sustitución incompleta. Necesidad de


importar muchos bienes de capital. Negativa balanza de pagos atentando contra viabilidad del
esquema ind.

-1953: SEGUNDO PLAN QUINQUENAL. Énfasis ya no en cuestión distributiva sino en


productiva. Industria pesada. “Congreso de la Productividad y el Bienestar Social”. Conflicto
entre CGT y CGE. No llegan a ningún acuerdo claro.

Inversión interna not enough. Need of inversiones extranjeras. Discurso de “independencia


económica” y “combatir al capital” fue desapareciendo. Necesidad de superar escasez divisas
produciendo localmente insumos que se importaban y mecanización agrícola. Resistencia a
proyecto de la California tanto de oposición como en filas peronistas.

-1955: problemas económicos no eran preocupación central. Desgaste político. Conflicto con la
Iglesia. Acusaciones mutuas. Divorcio, chau educ religiosa. Celebración Corpus Cristi bardo se
juntan todos los opositores ahí. Grupos pro gobierno queman iglesias. Perón llamado a
violencia. Pero ante golpe Lonardi (católico y nacionalista) 16 sept 1955, Perón renuncia.

-REV LIBERTADORA. Democracia sin Perón. Lonardi moderado: “ni vencedores ni vencidos”.
Aramburu: paso de “limitado “no peronismo” a antiperonismo visceral”. Desperonización
sociedad: disolución Partido Peronista, prohibición símbolos y nombrarlo. Intervención CGT.
Vuelta a constitución 1853. Peronismo votos en blanco. Partidos medirse con llamado a
convención reformadora. Frondizi: consigue votos peronismo por pacto secreto.

-Presbisch: Informa excesivamente pesimista sobre situación argentina. Propone plan de


estabilización para detener inflación. Pero país convulsionado políticamente difícilmente
planear a futuro.

2-¿CUALES FUERON SEGÚN TORRE-PASTORIZA, LOS MECANISMOS DE


REDISTRIBUCIÓN SOCIAL QUE PROMOVIERON LA DEMOCRATIZACIÓN DEL
BIENESTAR EN EL CICLO 1946-1955?
Explica el concepto de “democratización del bienestar” que utilizan Torre y
Pastoriza, y relaciónalo con los cambios producidos en la economía durante el
gobierno peronista.

TORRE Y PASTORIZA “La democratización del bienestar, 1943-1955.”

Torre denomina “democratización del bienestar”, es decir, el acceso de los nuevos trabajadores
a bienes y servicios que ya estaban al alcance de los sectores medios. Entre ellos, el “turismo
social”, que tuvo un símbolo: Mar del Plata. El Estado promovió y facilitó el turismo
marplatense.

Debido a la crisis mundial del 29 y la 2da guerra mundial, a través de 15 años, Argentina había
sufrido continuos e importantes cambios. El cierre de los mercados europeos y la depreciación
de las exportaciones agropecuarias en la década del 30, forzaron a la elite conservadora a
adoptar medidas de emergencia.

El control de cambios establecido para mantener el equilibrio en la balanza de pagos creó


incentivos para la manufactura. Empresas extranjeras se radicaron en el país al abrigo de las
barreras proteccionistas. Luego, la guerra acentuó más las medidas defensivas que dirigían al
crecimiento del mercado interno.

Junto al crecimiento industrial, se produjo un reordenamiento de la población --> Mayor


urbanización.

Los trabajadores migrantes del interior se encontraron con una situación similar a la que se
habían encontrado los migrantes extranjeros a fines del SXIX. Un escenario relativamente
vacío en términos de población y de instituciones. Pero a diferencia de los anteriores, se
encontraron con una sociedad sustancialmente hecha. Lo que se puso en movimiento fue un
proceso de asimilación o incorporación de los recién llegados en la sociedad receptora.

La irrupción de las masas tuvo gran resonancia entre los contemporáneos, sin embargo, la
reconstrucción histórica del período pone de manifiesto una mutación menos abrupta y de
existencia de fuertes elementos de continuidad.

En 1947, la población urbana era de 62%. El 80% de la población del país se reunía en Buenos
Aires, Córdoba, Entre Ríos, La Pampa y Santa Fe.

La expansión de los modernos medios de comunicación contribuyó a que el país fuera más
vertebrado. La radio sería el medio más efectivo para fortalecer el proceso de
homogeneización cultural promovido por la escuela pública y el servicio militar.

Las radios de Buenos Aires alargaron su penetración y pusieron a lo largo del territorio las
señales de identidad que irradiaban los modos de hablar y estilos de vida de Buenos Aires.

Perón fue uno de los primeros que supo aprovechar sus potencialidades para la actividad
política.

La sociedad móvil.
Gino Germani indica que los recién llegados se ubicaron en lo más bajo de la pirámide
social empujando a los que ya estaban hacia arriba a posiciones obreras más altas y a
los estratos medios. Para ambos fue un período de ascenso social.

Hubo un incremento en la población económicamente activa absorbido por el sector secundario


a la vez que hubo un decrecimiento en el sector agropecuario.

Entre 1947 y 1960 se crearon y llenaron más posiciones de empleados y pequeños y medianos
empresarios que posiciones de obreros y trabajadores de cuenta propia. La incorporación de
personal administrativo fue acompañada por la reducción de la participación de los obreros en
las plantillas de la industria. La fuerte expansión de las burocracias públicas y privadas hizo que
las clases medias asalariadas fuesen el estrato social más dinámico.

En la industria, las condiciones favorables dentro de las que tuvo lugar la sustitución de
importaciones, permitieron la instalación de muchas pequeñas empresas con poco capital y
fuerte ayuda familiar.

En términos absolutos, las clases trabajadoras asalariadas fueron las que más empleos
sumaron en términos absolutos. 500 mil entre 1947 y 1960.

Hacia 1960, la mitad de los que habían nacido de padres obreros radicados en la ciudad ya no
se encontraba en la situación de trabajador asalariado: Había ascendido a clase media. Otro
40% del mismo estrato había pasado de empleos no calificados a empleos calificados.

La novedad del peronismo en el poder consistió en que el Estado se ocupó de allanarles


el camino, removiendo los obstáculos y ampliando los procesos que venían ocurriendo
en la economía nacional. Para constatarlos, una primera vía de entrada la brindan los
cambios en la distribución de ingreso nacional. La participación del componente salarial superó
por primera vez en la historia la retribución obtenida en concepto de ganancias, intereses y
renta de la tierra.

LA explicación del incremente observado en la participación de los salarios fue potenciada


desde el gobierno a través de diversos instrumentos. Uno fue el respaldo oficial a la
sindicalización y a la fijación de salarios por convenios colectivos. En un breve lapso, más
del 50% de los trabajadores se organizó en sindicatos. Con este poder de presión acrecido y el
alto nivel de empleo, lograron aumento generalizados de los salarios nominales en las mesas
de negociación.

La acción redistributiva fue notable mediante otro instrumento, la política de precios


relativos y su impacto en la canasta básica. El peronismo aprovechó el alto precio
internacional de los productos agrícolas en el momento de su ascenso al poder para
financiar el crecimiento industrial y el aumento del gasto público. Esta política hizo
posible también la redistribución del bienestar a favor de los sectores de más bajos
ingresos.

En 1949 llegó a su fin la bonanza del comercio exterior iniciada en 1945.

Cayeron los precios internacionales y a la vez hubo una baja en las exportaciones a causa de
grandes sequías. Al contraerse su principal fuente de financiamiento, la prosperidad peronista
se interrumpió, la economía entró en una fase de estancamiento e inflación.

Entre 1949 y 1952, el gobierno se decidió por un plan de ajuste. Suspensión por dos años de
las negociaciones colectivas luego de un reajuste general de salarios y precios. Igualmente
hubo una caída del salario real de 26%. Pero la inflación se redujo, la actividad económica
recuperó su dinamismo a partir de 1953 y el problema externo fue superado. Las convenciones
colectivas volvieron a reunirse en 1954 y culminaron con una nueva ola de aumentos en los
salarios nominales.

La sociedad móvil de los años del peronismo fue una sociedad con una estructura de
ingresos más igualitaria. La evolución de los rubros básicos del presupuesto de las
familias (alimentos y vivienda) tuvo un papel central en la elevación de los niveles de
vida de la población particularmente en los estratos populares.

La reducción en el costo de los gastos básicos de la canasta de consumo popular permitió


disponer de más ingresos para otros gastos.

Germani muestra que la Argentina previa a 1945 ya era una sociedad movil (cada vez
menos trabajadores rurales, igual ojo con esto), especialmente para las clases medias, las
cuales en cuanto a expansión de empleo fueron las más beneficiadas de la década peronista
(más que la clase obrera). La modernización del aparato productivo, la ampliación de la
educación, etc. contribuyeron a la ampliación de ocupaciones no manuales, de
trabajadores de cuello y corbata. La fuerte expansión de las burocracias publicas y privadas
hizo que la clase media asalariada fuera el sector mas dinamico del periodo (si bien la clase
trabajadora asalariada fue la que mas empleos sumo en terminos absolutos). La clase media
autónoma le sigue en crecimiento y dinamismo.

Hacia 1960 la mitad de los hijos de obreros habian ascendido a la clase media. Ojo: algunos
padres habian pasado de trabajador manual a no manual durante su propia vida.

El Estado peronista allanó el camino al ascenso social: por primera vez la participación
del componente salarial supero al de ganancias, intereses y renta de la tierra.

El consumo aumentó: bajaron los precios de los alimentos, notable en la mejora de la dieta
(mas consumo de carne).

Las vías de acceso al bienestar social.


En los sectores trabajadores significó la ampliación de sus horizontes más allá de las
necesidades inmediatas de subsistencia. Para los obreros más establecidos, los empleados y a
las clases medias representó el acceso a una mayor variedad de bienes y un mejor
aprovechamiento de los beneficios de las políticas sociales y del gobierno.

La vivienda: Ademas de seguir con la politica de 1943, en 1948 se firma la Ley de Propiedad
Horizontal, que permitia adquirir departamentos (por la division de propiedades). No obstante la
iniciativa mas importante fueron las acciones de banco hipotecario nacional, con el cual los
sectores asalariados pudieron afrontar creditos para vivienda (las tasas de interes no se
reajustaban a inflación). Los que mayormente accedían a creditos eran los empleados publicos,
solo un 23% de las solicitudes provinieron de obreros.

A pesar de que existían zonas sin urbanizar en gran parte de GBA, el periodo hizo realidad el
sueño de la casa propia para muchos argentinos.

La contrapartida de esta evolución fue la situación en que se encontraron los pobladores sin
dinero para alquilar o comprar un lote de terreno en cuotas. Su alternativa fue convertirse en
ocupantes de tierras discales en zonas inundables, las llamadas "villas de emergencia".

Las jubilaciones: La Revolución de junio creo la caja de empleados de comercio en 1943, y


en 1946 se creo la de personal de la industria. La clave esta en que durante los primeros años
peronistas todo el mundo aportaba y nadie pedia. Con independencia de su mayor alcance, el
sistema siguió funcionando igual que antes.

En 1944, Instituto Nacional de Previsión Social, su objetivo era promover la jubilación entre
los trabajadores que no tenian, y meter los diversos esquemas jubilatorios en un sistema
unificado. El Primer Plan Quinquenal introdujo una seguridad social universal, aunque la
propuesta no fue materializada porque los afiliados se resistieron a la nivelacion de sus
beneficios.

En fin, el peronismo extendio la jubilación, pero también la fragmento.

La salud: Con Ramon Carrillo al frente de la Secretaria creada en 1946 que convertirá en
Ministerio en 1949, aumento la inversion, aumento la construccion de hospitales, se duplico la
oferta de atención medica, se erradicaron (o se intento fuertemente) enfermedades endemicas
como el paludismo en el norte (triunfo total) y se intento con la tuberculosis y la sífilis.. La
educación sanitaria fue una prioridad. Se extendió la red de acueductos y cloacas, y el acceso
al agua potable. Hubo un descenso sostenido de la mortalidad para todas las edades.

Carrillo fracaso en su proyecto de unificar el sistema de salud, y quedaron fuera de su alcance


las actividades asistenciales, en manos del Ministerio de Trabajo y Previsión (tanto Perón como
los sindicatos querian crear obras sociales sindicales, y lo hicieron)

En 1952 el 2º Plan Quinquenal confirmo el fracaso del proyecto carrillista. Se propuso que los
sindicatos realizaran sus propias obras asistenciales, pero esta propuesta entraba en conflicto
con la Fundacion Eva Perón creada en 1948. Esta era un artefacto de redistribucion de
ingresos de sectores populares: su financiamiento venia de la loteria, los casinos, las carreras,
aportes regulares de los trabajadores y contribuciones no siempre voluntarias de los
empresarios.

La cuestión es que el Ministerio de Salud siempre debió acomodarse a los planes de la


Fundación, lo que le resto recursos y coherencia.

La fundación Eva Perón se dirigió a os sectores más desamparados de la población.


Construyó hogares para huérfanos, madres solteras, ancianos indigentes. comedores
escolares, hospitales de niños, colonias de vacaciones, viviendas de bajo costo y
escuelas de enfermeras. Su función fue llenar el vacío dejado por el fallido propósito de crear
una red de protección social abarcativa de toda la población.

Jubilación: El resultado de la gestión peronista fue la extensión de la red de protección social a


secciones más amplias de la población, pero también la fragmentación de la solidaridad pública
en función de la distinta capacidad de presión de las categorías de trabajadores en el mercado.

El primer plan quinquenal 1947-1951. Propuso hacer tabla rasa con las cajas previsionales e
introducir en su lugar seguridad social universal.

Las jubilaciones: La Revolución de junio creo la caja de empleados de comercio en 1943, y en


1946 se creó la de personal de la industria. La clave está en que durante los primeros años
peronistas todo el mundo aportaba y nadie pedía. Con independencia de su mayor alcance, el
sistema siguió funcionando igual que antes. En 1944: Instituto Nacional de Previsión Social, su
objetivo era promover la jubilación entre los trabajadores que no tenían, y meter los diversos
esquemas jubilatorios en un sistema unificado. El Primer Plan Quinquenal introdujo una
seguridad social universal, aunque la propuesta no fue materializada porque los afiliados se
resistieron a la nivelación de sus beneficios.

La educación: Fue lo más exitoso en democratización del bienestar. Se creó un ministerio


independiente en 1948 (antes en manos de Justicia). Creció la matricula primaria, retomando la
tendencia expansiva de las primeras décadas del siglo, extendiéndose a mas sectores sociales
de menores ingresos, llegando también a zonas más periféricas del país.

Los mayores logros se dieron en la educación media. La clase media y trabajadora alta podía
aprovechar mejor las posibilidades abiertas por el gobierno, engrosando las matriculas de las
escuelas comerciales y técnicas. La matricula universitaria se triplico.

El turismo: Se construyeron colonias de vacaciones, se asignaron fondos con ese fin, se


estatizaron los casinos, se dieron vacaciones anuales con sueldo, etc.

Los años del peronismo marcaron el avance final de las clases medias sobre Mar del Plata,
principales beneficiarias de la Ley de Propiedad Horizontal y del BHN.

La difusión de turismo siguió las lineas de estratificación interna de la clase trabajadora: los
primeros beneficiarios fueron los de sectores más arraigados (telefónicos, ferroviarios, correo,
comercio)
Conclusiones: La acción del gobierno contribuyó a corregir el déficit. El vasto sector de
las clases medias fue el que pudo aprovechar mejor la política de acceso a vivienda.
Entre 1946 y 1955 estamos ante un proceso de democratización el bienestar que, al
mismo tiempo, los resultados se distribuyeron en proporción a los recursos de poder de
los grupos sociales.

Desenlace conflictivo de la democratización del bienestar.

La tendencia al fortalecimiento del poder adquisitivo de los salarios contribuyó a dar mayor
seguridad económica a las familias.

En 1947 se promulgó la ley del voto femenino. Eva Perón fue vista como una madre universal
cuyo hogar era la patria y sus hijos el pueblo argentino.

El modelo cultural propuesto no era estrictamente proletario. Más bien correspondía a la


representación de las clases medias. El peronismo promovió un cambio social pero no
propuso una cultura alternativa. Su audacia consistió en crear oportunidades que
pusieran al alcance de nuevas mayorías los ideales y las costumbres que los sectores
medios ya habían probado.

Finalmente, el modelo cultural propuesto para los trabajadores no era el del obrero: sino
el de la representación idealizada de las clases medias. Al poner al alcance de más gente
el acceso a la clase media, la difusión cultural invitaba a los obreros a imitarlas. Este fue
uno de los elementos que aportó a los nuevos trabajadores una autoestima y la
conciencia de pertenencia a una Argentina mas igualitaria.

Por otro lado, lo que volvía todavía más difícil la asimilación del cambio era el tono desafiante
con el que eran introducidas sus novedades. El blanco de los ataques oficiales lo constituían
las clases altas, las clases medias más antiguas se sintieron igualmente implicadas en la
defensa de unos equilibrios sociales y políticos amenazados. Las clases medias tambien se
sintieron amenazadas por este discruso, aunque fuera dirigido mas que nada a las clases altas.

Buenos Aires se convirtió en el escenario de un conflicto cultural por medio del cual la sociedad
urbana reaccionó frente al irritante cambio social impulsado por el peronismo: la irrupción
pública de los migrantes internos. (Aparición de “los cabecitas negras”)

3-A) ANALICE LAS CARACTERÍSTICAS Y LAS POSICIONES ADOPTADAS POR LOS SECTORES
LIBERALES EN LAS DISTINTAS COYNTURAS SOCIO-POLÍTICAS EXISTENTES ENTRE 1955 Y 1966,
SEGÚN LOS SEÑALAMIENTOS APORTADOS POR CAVAROZZI
B) ANALIZA, SEGÚN CAVAROZZI, LAS DIFERENTES TENDENCIAS POLÍTICAS QUE ASUMIÓ EL
ANTIPERONISMO ENTRE 1955 Y 1966 Y DESARROLLA SU INTERPRETACIÓN DEL
DESARROLLISMO.

CAVAROZZI, Marcelo. “Autoritarismo y democracia FANLO 4


(1955-1996).”

A partir de 1955 hay una situación de equilibrio dinámico en la que se distinguen dos
etapas:

a) 1955-66: Establecimiento de una formula política dual en el que el empate no fue tanto en
alternancia cívico-militar, sino en que cada nuevo gobierno militar era en sí mismo compromiso,
estando todos en jaque desde el principio, limitados por su heterogeneidad interna y presiones
externas (o se que cada empate fue interno)

b) 1966 en adelante: dominada por los intentos de unificar el campo político, escindido en la
etapa anterior. El empate aquí se produjo a raíz del aborto de los sucesivos intentos por
desempatar.

La primera etapa fue de gobiernos semi-democraticos “débiles”, ya que funcionaban con


legitimidad a medias y en el marco de un sistema politico dual: por un lado el campo politico
Parlamento-partidos no peronistas y por el otro lado el campo “corporativo” (lo decimos así con
Ansaldi) en que las interacciones se regulaban extra institucionalmente. Así, actores de la
sociedad civil fueron perfeccionando sus mecanismos para hacer saltar el funcionamiento
institucional, sin que la sociedad pudiera reestructurarse “desde arriba”.

La segunda etapa fue mucho mas radical en los postulados de sus experiencias de gobierno
(1966 y 1976) los que fueron guiados por “visiones quirúrgicas” desde las cuales de lo que se
trataba no era de modificar el sistema politico sino reestructurar los marcos de relaciones
sociales en su conjunto. Los costos politicos de esto obviamente fueron mucho mas altos, y
Cavarozzi señala que la cultura del “tratamiento shock” es consecuencia, en parte, de que la
sociedad civil argentina no estaba preparada para ofrecer soluciones propias, sino que siempre
relego estas responsabilidades en actores externos (o intersticiales) como gobiernos, militares,
funcionarios y guerrilleros. (Con Ansaldi cerraríamos perfectamente diciendo que la tendencia
fue hacia el refuerzo de la mediación corporativa)

El fracaso de la semi-democracia y sus legados

Los militares del ’55 no pretendían deshacerse de los partidos, querían volver al sistema
totalmente democrático, pero una vez erradicado el peronismo, ya que no creían a este
inherente al sistema institucional democrático, es más, lo corrompía. Esta época genero
nuevos actores, nuevos modos de hacer política que, aunque no lograron una formula
politica estable, marcaron el período siguiente (1966 en adelante) en el cual los actores
politicos tuvieron que lidiar con estos nuevos actores y nuevos modos.

Hay 3 ejes por los que Cavarozzi recorre la primera etapa:

a) Desfasaje entre el nivel de los intereses socioeconómicos y el de los intereses políticos,

B) Formación de un nuevo sindicalismo peronista

C) y el ingreso de los militares a la política asumiendo un rol tutelar (hasta 1966 donde amplían
su rol)

a) Argentina post-’55: una comunidad política desarticulada


La exclusión del peronismo llevo a la formación de un sistema político dual en el que se
enfrentaron dos bloques: el sector popular y el frente antiperonista. El primero, al no verse
representado por ningún ala del sistema politico, tuvo a los sindicatos como la principal
expresión de sus demandas, con capacidad desestabilizadora. Esto de que esten por un lado
los alineamientos sociales y por el otro las modalidades institucionales de hacer politica,
Cavarozzi lo llama “disyuncion” (algo asi como lo que en Ansaldi en bifacialidad)

La disyunción dentro de la disyunción, es que el frente antiperonista se fue dividiendo


internamente:

- La primera causa es que los militares democráticos se hicieron cada vez menos
democráticos, enfrentándose con los partidos.
- La segunda causa es que el anti peronismo empezó a dividirse en torno de dos temas:
qué hacer con el peronismo y qué hacer con el modelo socioeconómico:

 En la primera, las posiciones iban desde el integracionismo (incorporarlo gradualmente


a la vida política, pero sin sus aspectos más “dañinos”, con Perón) hasta el gorilismo
(extirpar el cáncer peronista).
 En la segunda, las 3 posiciones que fueron surgiendo fueron el populismo reformista,
desarrollismo y liberalismo.
La primera postulaba más o menos lo mismo que el peronismo (promover a la clase
obrera junto con la burguesía urbana, limitar la presencia de capital extranjero, etc.),
criticando que no había estimulado lo suficiente la agricultura y la industria pesada, y
que el gasto publico había sido muy alto. Esta fue la posición del radicalismo, aunque
luego de la división (1956) la cosa fue cambiando hasta que Frondizi en 1958 vira al
desarrollismo: según este solo se superarían los problemas estructurales si se
ampliaba la producción de bienes de capital e intermedios. Esto implicaba bajar los
salarios y permitir la entrada de capital extranjero.

Los liberales rechazaban de plano que la industrialización fuera el camino, ya que así se
promovía producción “artificial”. Había que abrir el mercado y que este haga.

La posición de los liberales en el periodo fue “pendulando”: los dos partidos radicales
agotaban el espectro electoral, por lo que los liberales no tenían chance de presentarse a
elecciones con un partido propio. Entonces se vieron obligados, al ver que la
proscripción del peronismo no avanzaba hacia sus planes, a elegir entre los “males
menores” del desarrollismo o del reformismo populista. Así, entre 1959-61 se acercaron
a los desarrollistas, ya que compartían con estos el tema de las políticas de
estabilización, congelamientos de salarios, etc. pero a la vez chocaron con su
integracionismo sindicalista. Así, se fueron acercando a la UCRP, cuyo programa era la
antípoda del liberalismo en lo económico, con lo cual tampoco encontraron su lugar allí.
Los liberales ejercieron una influencia mínima en la política y la economía hasta los ’60.
Entre 1964 y 1966 se dieron cuenta de que las alianzas políticas no eran la vía hacia sus
objetivos…

b) Los sindicatos peronistas en la oposición

Obviamente el gobierno fracaso en intentar crear un sindicalismo no-peronista, pero sentó las
bases para cambios estructurales en el sindicalismo peronista. En primer lugar, la palabra
“ausente” de Perón y su menor capacidad de maniobra le dieron más autonomía a los líderes,
que en muchos casos empezaron a crear bases propias (ver James y Schneider).

El peronismo se proletarizó aún más, ya que al caer el ala política quedo la sindical, lo que hizo
que en cada apertura de comicios los líderes sindicales actuaran de armadores de una
amenaza electoral. La política sindical de esos años, no obstante, fue defensiva y de oposición,
pues la sociedad en la que actuaron no era la misma que antes por las transformaciones que
estaba sufriendo, principalmente, la estructura industrial. Las demandas de los lideres
continuamente giraban alrededor del retorno a la situación anterior, lo que permitió dos cosas:
por un lado, el mito unificador del retorno de Perón era un buen gancho para las bases, y por el
otro, al proclamarse seguidores de una opción política vedada (el peronismo) se desligaban de
la responsabilidad de sus actos. El sindicalismo en el periodo actuó a través de otros actores, lo
que, como contraparte, hizo que no pudiera definir un proyecto propio, limitándose a una lógica
desestabilizadora. Así, combinaban un patrón de penetración electoral esporádica y un
desgaste a largo plazo de los regímenes. La capacidad defensiva les permitió frenar algunos
procesos, como la completa restructuración social que intentaron los desarrollistas (o sea,
pudieron resistir en cierta forma los niveles de los salarios y el empleo), pero no pudieron evitar
algunas transformaciones económicas que serán determinantes para el futuro, como la
expansión del capital extranjero y el aumento de productividad de la mano de obra.

Los militares en el periodo siguiente: nuevas formas de intervención politica

Entre 1930 y 1955 la participación militar es innegable, pero no se proponían intervenir


directamente en los asuntos del Estado, ni instalar regímenes no democráticos
permanentemente conducidos por las FFAA.

La idea del golpe de 1955 era una intervención tutelar: reservarse solo la exclusión del
peronismo y el poder de veto. Esto implicaba, no obstante, que, al sobrevivir el sistema
político, los militares con frecuencia tenían que tomar decisiones presionados por los
sectores que se expresaban. Esto también fragmentaba a las FFAA. Más allá de haber
ganado la posición “azul” liderada por Ongania (1963) no creyeron conveniente intervenir
militarmente el gobierno. El problema de Cavarozzi es que deja un agujero: más allá de decir
que en los ’60 estaba en el discurso de las FFAA la doctrina de seguridad nacional (o sea las
FFAA debían asumir la responsabilidad unica del manejo de los asuntos publicos para defender
la seguridad de la nación contra el comunismo y blah) dice que “en algún momento de la
década del ‘60” el sector de Ongania decidió que era hora de un golpe. Esto porque los
experimentos semidemocraticos tenian, para ellos, dos problemas: al tener que hacer equilibrio
los militares entre los sectores en pugna, respondían a las demandas cortoplacistas de los
politicos y sus bases, imposibilitando el crecimiento económico. Esto contribuía con la
fragmentacion de las FFAA.

Ambos problemas serian solucionados con un gobierno fuerte, sin partidos, vertical, sin
posibilidad de disidencias: el proyecto de Ongania.

Lo curioso es que tanto los liberales (porque les solucionaba su problema de ser
políticamente invisibles y les permitía liquidar finalmente a los sindicatos) como los
sindicalistas (porque compartían el tema del nacionalismo, el verticalismo, y el
anticomunismo, además de verse tentados por el no-partidismo) recibieran bien el
golpe. No obstante, sabemos que entre sindicalistas y liberales hay una contradicción a
priori, que se hará notar en los años siguientes.

Capítulo 2: El predominio militar y la profundización del autoritarismo

Empieza diciendo que cada corte institucional de 1966 en adelante definió un nuevo modo de
hacer política, teniendo cosas en común pero también dejando cambios profundos en la
modalidad, redefiniendo “el material político a disposición de los actores fundamentales”

El golpe de 1966: la suplantación de la política por la administración

Por un lado, el golpe queria desactivar los partidos politicos para evitar la fragmentacion
social y militar, pero por otro lado, no serian las FFAA las que gobernarian ni cogobernarían.
La solucion a todos los problemas estaba en que, una vez profesionalizado el ejercito (ya
logrado) y erradicados los partidos, la politica dejaria de existir como tal, reduciendose a un
problema de administración, la cual deberia ser llevada, obviamente, por técnicos: estos no
tenian intereses sectoriales y estaban bien capacitados para la tarea. Ademas, el proyecto tenia
un colorcito “corporativista” con la idea de crear en un futuro los “consejos de comunidad” que
funcionarian como organismos consultivos y asesores (obviamente los consejos nunca
existieron, ademas era recien para el 2º o 3º momento)
En el plano economico el proyecto no era muy novedoso; consistia básicamente en reeditar el
desarrollismo de 1959-62 liberandolo de las presiones politicas.

La cosa parecio marchar según lo planeado por un par de años: aumento la inversion, bajo la
inflación, mejoro la balanza de pagos, sin costos sociales elevados. Los partidos quedaron en
un pozo de inactividad, los sindicatos fueron aceptando la abolición, y Perón se fue convirtiendo
(aparentemente) en una especie de muerto politico, despojado de las armas desestabilizadoras
de antes.

Pero por debajo, hubo dos espacios, que dieron lugar a respectivos procesos de cambio que se
harian notar solo a partir de 1969. Estos dos espacios fueron las FFAA y el sindicalismo.

FFAA: Ver O`Donnell. Lo que cambió a partir de 1966 fue que cualquier tipo de disenso interno
a las fuerzas se dio en el marco institucional, sin dar lugar a conspiraciones. Por un lado se les
quito capacidad de influir en el gobierno, y por el otro Ongania fue quedando cada vez más
aislado en el gobierno, debido a todo lo que ya sabemos. Ademas, este no habia establecido
un momento en el cual se iria, por lo que era un “gobierno sin fusibles”: una situación de riesgo
estaba muy propensa a convertirse en situación de todo o nada.

Sindicatos: Entre 1955 y 1966 las organizaciones sindicales y empresarias desbordaron


permanentemente los canales institucionales para expresar sus demandas, originando una
lógica de negociación de cúpulas (una vez más, mediación corporativa).

El gobierno a partir de 1966 no hizo desaparecer a los sindicatos, pero hizo que tuvieran
que aceptar muchas medidas impuestas, a falta del canal de negociación. A falta de un
canal de negociación, el vandorismo quedaba sin una de sus dos patas, con lo que la
estrategia de mantener una postura de dialogo se volvió irrelevante para el sindicalismo,
surgiendo impugnaciones internas, que dieron lugar a la escisión de la CGT de los Argentinos
en 1968, a cargo de Ongaro, que si bien fue achicándose al poco de formarse, siguió teniendo
vigencia en sectores que resultarían clave como algunas regionales del interior del país y a
nivel de planta. Esto, combinado con un sistema (impulsado por las empresas) de atomización
del sindicalismo –lo que redundaba en una mayor autonomía- configuro el escenario del
Cordobazo.

1969 el inicio de una doble crisis: del régimen militar y de dominación social. Esto no
mejoro con las actitudes de Onganía primero y de Levingston después (este último queriendo
profundizar la revolución dandole un carácter más nacionalista): y acentuaron los
cuestionamientos ya existentes: a) contra las políticas liberales que habían postergado a varios
sectores b) los partidos que reclamaban la liberalización política c) reclamos más amplios,
contra todo el régimen y el sistema en general: las guerrillas

La agudizacion de la crisis desarticuló la “habitualidad politica” que existia desde 1966, y tuvo
su punto algido en el Vivorazo, que llamó a la reapertura democrática inexorablemente: la
promesa de democratizacion era la unica opcion restante. Con esto se rearticulo parte de la
habitualidad politica, dando cierto marco de predictibilidad. Lanusse, con su promesa de
apertura, rearticuló la crisis social en crisis política.

La debilidad del régimen organizo los cálculos de todos los actores políticos. Turbulencias
politicas hubo muchas, pero la politica tuvo un carácter mas pautado. Todos los actores
politicos tenian un terreno comun: usar la crisis abierta en 1969 y sus promesas de
democratizacion, para sus propios objetivos. Esto de encauzar la crisis social para los propios
objetivos (intencion de las corporaciones, los partidos, los sindicatos y Perón) hizo que la crisis
fuera parcialmente reabsorbida. ¿Qué es esto?

La “normalidad” consiste en que una buena parte de las interacciones sociales viene
definida por referentes “externos” (el Estado, elites politicas sociales culturales y
religiosas) y por costumbres, tradiciones, etc. que trascienden esos referentes externos.
Con la crisis de dominacion se abrio una posibilidad (y concreción parcial) de
redefinición de esos sentidos de la interaccion social “desde adentro”. La reabsorción
consiste en que se cierra o achica la brecha donde empieza a producirse sentido
autogenerado, y la recaptura, por parte de agentes externos, de esa capacidad de
determinación de los sentidos de interacciones sociales.

Esto porque, en parte, los agentes políticos del momento no privilegiaron la capacidad de la
sociedad civil de producir cambios, excepto cuando les conviniese. Dice el autor que las
lealtades políticas hacia el peronismo (y en menor medida, al radicalismo) hizo que volvieran
estos dinosaurios de la política y se erigieran como (única) alternativa.

Esto denota una imposibilidad de las prácticas sociales contestatarias de generar un discurso
propio capaz de difundirse en el resto de la sociedad, ni siquiera las guerrillas lo lograron.

Retorno de Perón y fracaso de su proyecto (Gob. 73-76, después de 18 años de exilio)

Un proyecto de revitalizacion del Parlamento, para reconstituir el sistema político, no era bien
recibido tanto por la izquierda peronista como por su ultraderecha. La reconciliación entre
peronistas y radicales paso por el “giro politicista” de perón y por la aceptación de los radicales
de que cualquier proyecto de pais tendria que integrar al peronismo a la vida politica.

La propuesta de Perón contemplo, además, la redefinición del rol de las FFAA.

También, enfatizo la necesidad de canalizar la movilización a traves de cauces “naturales”, y


reafirmar la doctrina justicialista tradicional contra el socialismo.

El proyecto sin embargo fracasa: en la parte política, porque hubiera habido que desacelerar el
tiempo político, restarle dramatización a la política argentina. La aceleración era una premura
de los actores políticos por satisfacer sus demandas inmediatas despojando a toda oposición,
como en el caso del terrorismo guerrillero, así como la limpieza de los sectores de izquierda.

Los dirigentes sindicales tambien contribuyeron muchisimo a que predominaran las


consideraciones de corto plazo (hacer discutir con Torre) y la despreocupación por la
consolidación institucional. Según el autor, no divergieron demasiado de sus prácticas
desestabilizadoras que venían llevando desde el ’56, teniendo solo capacidad de bloquear
proyectos más globales.

En este sentido, cuando Lopez Rega intentaba deshacerse de ellos, el Rodrigazo fue
bloqueado por los sindicatos, acabando con los dos funcionarios.

Entre el Rodrigazo y el golpe se fue consolidando la imagen de una sociedad desgobernada.

El gobierno peronista perdió totalmente el contacto con la sociedad, acorralado en la


histeria presidencial, los complots palaciegos y la parálisis de las cúpulas
parlamentarias y los partidos, transformando a la violencia en el recurso cotidiano y casi
exclusivo.

Además del desentendimiento total entre las corporaciones, las FFAA y la cúpula
empresarial liberal, reunida en APEGE contribuyen aún más al fomento de la imagen de
desgobierno, realizando criticas cada vez más fuertes y virando al golpismo.

El golpe: contra proletarios…y burgueses

La novedad de este golpe es que era un gobierno de las FFAA, y se proponía una
restructuración de la sociedad entera.

El golpe dejo el campo abierto a los postulados liberales, los cuales podían “alegar inocencia”
ya que supuestamente no se habían implementado políticas económicas de tal cuño desde el
’43, es decir…las “verdaderas” políticas liberales.

Por primera vez la ideología liberal estaba en total armonía con las FFAA. Contrariamente a lo
que una visión poco informada sobre el liberalismo argentino pudiera suponer, en 1976 se
enfatizó la idea de un Estado fuerte, un “liberalismo desde arriba”. El Estado debía suprimir los
“privilegios sectoriales” y los derechos y las garantías individuales, con las costumbres sociales
que proveían su “caldo de cultivo”. La sociedad estaba en guerra, por un cáncer subversivo que
había que extirpar, así que las FFAA serian “los responsables principales y últimos del destino
nacional”.

INTRODUCCIÓN
1955 en adelante: Inestabilidad política.
 Ninguno de los tres gobiernos constitucionales del período llegó a completar su
mandato.
 Y las tres administraciones militares fracasaron en sus objetivos.
Se reiteran los ciclos de ascenso, crisis y desintegración tanto de los gobiernos constitucionales
como militares.
Enfoque diferente al de O’Donnell. (Economicismo).
Se parte de la premisa de que las orientaciones, intereses y valores de las fuerzas sociales no
se manifiestan en un vacío, sino en un campo específico, que es un sistema político
históricamente definido.
Advertencia: Las imágenes de equilibrio y empate pueden llegar a sugerir la ausencia de
cambios, y en una perspectiva de larga duración, una situación de inmovilidad en la
reiterativamente se vuelva al punto inicial.

-Lo que caracterizó a la sociedad argentina a partir de 1955, fue una situación de
equilibrio dinámico en que se distinguen dos etapas:

1 – De 1955 a 1966:
Establecimiento de una fórmula política dual, donde cada gobierno fue un compromiso. Su
perdurabilidad estaba en jaque desde el momento mismo en que se inauguraban.
El empate fue interno a cada gobierno en la medida que estuvo condicionado por presiones
externas y limitado por su heterogeneidad interna.
 Predominan gobiernos débiles. Tanto civiles como militares.
 Intentan fundar un régimen semidemocrático. Sus consecuencias:
 Los distintos actores sociales fueron perfeccionando su capacidad para hacer
naufragar las irrupciones desde arriba.
 Se constituye en consecuencia un sistema político dual:
 De un lado: Partidos no peronistas y parlamento. (Ninguno canalizó los intereses de
actores fundamentales).
 Del otro: Un sistema de negociaciones extraparlamentarias y extrapartidarias. (Se llegó
a acuerdos y compromisos, pero por descarte).
 Imponiendo en algunos casos, y cuestionando en otros, la proscripción del peronismo.

2 – 1966 en adelante:
Fue caracterizada en cambio por sucesivos intentos de unificar el campo de la política.
Campo escindido durante la década anterior.
El fracaso de estos intentos también provocó un equilibrio, pero más bien conmocional o
catastrófico, ya que el empate se produjo luego de varios intentos por “desempatar”.
 Predominaron gobiernos fuertes. Proponiéndose transformaciones radicales de la
política y la sociedad.
 Al momento de su instalación se basaron en consensos de terminación.
 Estos gobiernos terminaron catastróficamente. Mostrando la capacidad de la sociedad
argentina para bloquear proyectos autoritarios y represivos.
 Pero los costos fueron más altos que en el período anterior. ¿Por qué?
 1 – Los reformadores y revolucionarios, después de 1966 fueron mucho más
radicales que los que le precedieron en la ocupación de la cúpula del estado.
En 1976 ya se habla de “sanear una sociedad enferma”. Extensión de la
represión estatal.
Los protagonistas cambiaron: militares, guerrilleros, tecnócratas liberales,
Perón.
 2 – Se relaciona con las conclusiones que los actores políticos dominantes
sacaron de la correcta lectura de la dualidad política del período anterior.
Las formulas políticas entonces apuntaron a superar esa dualidad.
Pretendiendo fusionar la escena política y canalizar hacia el interior del marco
institucional los procesos de negociación y conflicto que en el período anterior
se dieron extra institucionalmente.
El efecto sin embargo, no fue el deseado. El despliegue de proyectos: 1966,
1973 y 1976 tuvo como consecuencia que se cerraran los espacios de
canalización política y se obsturaran.
Se tornó a seguir haciendo política extra institucional, pero de manera más
salvaje.
CAP. 1- EL FRACASO DE LA “SEMIDEMOCRACIA” Y SUS LEGADOS.

En 1955, una insurrección cívico-militar puso fin al gobierno peronista. Pero no sólo
produjo el derrocamiento de Perón, sino que también logró desmantelar el modelo
político prevaleciente durante los diez años anteriores. El modelo Peronista, basado en
la relación directa del líder y las masas, había hecho de Perón el depositario único de la
representación del pueblo. De esta forma, los canales parlamentarios y partidarios eran
permanentemente relegados y perdían relevancia en la escena política. El peronismo, además,
consideraba a la actividad opositora como la representación de intereses sectoriales ilegítimos.
Los líderes del golpe del 55 caracterizaron al régimen peronista como una dictadura
totalitaria y levantaron los estandartes de la democracia y la libertad, poniéndose como
objetivo el establecimiento de un régimen parlamentario y de partidos. Sin embargo,
este proyecto se frustró recurrentemente: en 1957 (no acuerdo para nueva constitución),
en 1962 (tumban a Frondizi) y en 1966 (Tumban a Ilia).
Entre 1955-1958 y entre 1962-1963, el gobierno fue ocupado por militares, pero no se
propusieron reemplazar la democracia parlamentaria por un régimen político alternativo, ni
posponerla para un futuro distante; sino que el principal objetivo era la proscripción del
peronismo (y su definitiva erradicación).
El peronismo era percibido como un fenómeno inherente e irremediablemente adverso a
las instituciones y valores democráticos.
Estos intentos frustrados de estabilidad institucional después de 1955, configuraron nuevos
modos de hacer política que implicaron una profunda redefinición de los patrones de
procesamiento de los conflictos y relaciones socioeconómicas.

Los elementos más importantes de esos nuevos modos de hacer política son tres:
a) El surgimiento de desfasajes significativos entre el nivel de los intereses económicos,
por un lado, y de los bloques políticos, por el otro.
b) La formación de un movimiento sindical peronista con características nuevas, que se
constituyó en un actor político autónomo.
c) El ingreso de los militares a la arena política asumiendo un rol tutelar en el marco de
los regímenes semidemocráticos y expandiendo su esfera de intervención con el
objetivo de acabar con las prácticas parlamentarias y democráticas.
 Argentina pos ´55: una comunidad política desarticulada:
El derrocamiento del gobierno peronista en 1955, fue promovido por un amplio frente político
que incluyó a todos los partidos no peronistas, los representantes de las clases medias
y la burguesía urbana y rural, las Fuerzas Armadas y la Iglesia; pero todos perseguían
objetivos dispares.
El frente pudo mantenerse unido durante un cierto tiempo bajo la bandera de la democracia,
que fue levantada oponiéndola al carácter dictatorial y totalitario atribuido al peronismo. Ellos
creyeron que la mera denuncia de los “crímenes de la dictadura”, acompañada de un proceso
de reeducación colectiva llevaría a una progresiva reabsorción de los ex peronistas por partidos
y sindicatos “democráticos”. Sin embargo, el peronismo sobrevivió a su caída y se
constituyó en el eje de un vigoroso movimiento opositor.
La exclusión del peronismo introdujo una profunda disyunción entre la sociedad y el
funcionamiento de la política en Argentina dando lugar a un sistema político dual.
Disyunción.
1 - El sector popular, que se había expresado principalmente a través del Peronismo, quedó
privado de toda representación y por eso las presiones que ejercieron fueron de carácter extra
institucional y el movimiento sindical peronista se transformó en la expresión más poderosa del
sector. La presión popular se redujo a la capacidad de desestabilizar.
2 - El frente anti peronista: Los partidos no peronistas y militares fueron, poco a poco, a
presentar diferencias en algunos casos antagónicas. (Disyunción dentro de la disyunción).
Esto sucedió por dos razones: por un lado porque los militares fueron perdiendo su “vocación
democrática” para respaldar regímenes autoritarios, y por el otro, porque los partidos no
peronistas se transformaron en el principal canal de expresión de una compleja
interacción entre dos controversias. La primera controversia se definió en torno al rol del
gobierno con respecto a la erradicación del peronismo. Las diferentes posiciones iban
desde el “integracionismo” hasta el “gorilismo”. La segunda controversia estaba
vinculada al modelo socioeconómico. Había tres posiciones: el populismo reformista, la
postura desarrollista y la liberal.
1 - El populismo reformista no cuestionaba las bases del modelo peronista, sino que alentaba
promover los intereses de clase obrera y la burguesía urbana y proponía una política
nacionalista moderada que impidiera, o limitara, la presencia del capital extranjero en sectores
como energía, comunicaciones y producción de bienes de capital. Esta posición combinaba
elementos reformistas y populistas y fue promovido por el radicalismo. En 1956, el partido se
dividió: UCR Intransigente, frondizista, era partidaria de una legalización gradual del peronismo
y la UCR del Pueblo con una postura más dura, cercana a la de los militares quería proscribirlo.

2 - En 1958, Frondizi redefinió su orientación económica hacia el desarrollismo. El


desarrollismo sostenía que el estancamiento económico de la Argentina se debía a un retardo
en el crecimiento de las industrias de base, lo que podía superarse con una profundización que
incluyera la expansión de la producción de bienes de capital e intermedios y de la
infraestructura económica. Para resolver la contradicción de la conciliación de clases era
necesario disminuir el salario de los trabajadores y así aumentar la renta de los industriales ya
que este era un requisito para la inversión. Por otro lado, se requería la incorporación masiva
de capital extranjero a la economía.
3 - La posición liberal, criticaba el modelo de conciliación de clases pero también la premisa
según la cual el desarrollo industrial debía ser el núcleo dinámico de una economía cerrada.
Ellos proponían la apertura de la economía argentina y su reintegración al mercado
internacional mediante la reducción de aranceles y la eliminación de las protecciones, además
una drástica reducción de la intervención del estado en la economía y la restauración del sector
privado.
El movimiento peronista proscripto se expresó en la escena política y fue uno de los
factores determinantes de los modos en que las organizaciones políticas y sociales que
encarnaron las tres posiciones definieron y resolvieron los conflictos surgidos durante
el periodo.
Los liberales oscilaron pendularmente debido a que los partidos que articularon las posiciones
desarrollista y populismo reformista, la UCRI y la UCRP, combinaron la política y la economía
de una manera contradictoria desde la perspectiva liberal.
1 - La UCRP: Respecto al peronismo, asumieron posiciones cercanas al gorilismo, apoyando la
proscripción del peronismo, y defendían un sistema de afiliación sindical que hubiera tenido
como consecuencia la atomización de la organización corporativa de la clase obrera. Esto
despertó la oposición de la conducción sindical, mayoritariamente peronista.
2 – La UCRI: Todo lo contrario que la UCRP. Programa económico orientado a la expansión de
las industrias productoras de bienes de consumo durable y de capital y la modernización y
privatización creciente de los sectores de energía, transportes y comunicaciones. Papel
estratégico asignado al capital extranjero, e impuso una reducción del salario real. Así y todo,
nunca abandonaron el objetivo “integracionista”. Reforzando el predominio peronista en los
sindicatos, pero induciendo a los dirigentes a actuar responsablemente (contener excesivas
demandas salariales, distanciarse del liderazgo ejercido por Perón).
3 - Los liberales, que no tenían la posibilidad de expresarse a través de un partido
conservador fuerte, proponían: a) erradicar definitivamente al peronismo y el sindicalismo
peronista, b) reducir drásticamente la intervención del estado y c) eliminar los sectores
industriales ineficientes.
Por eso se vieron forzados a elegir entre lo que en última instancia percibieron como dos
“males menores”. El desarrollismo y el populismo reformista. Cuando eligieron dar prioridad a
sus objetivos económicos, entre 1959 y 1961, tendieron a aliarse al desarrollismo, mientras que
si priorizaban sus objetivos políticos, como en 1956-1958 y aunque en menor medida en 1962-
1963, se unían al populismo reformista.
Por lo tanto, uno de los rasgos sobresalientes de la disyunción que recorrió al anti
peronismo: cada uno de los resultados: determinado por el sentido en el que oscilaron
los liberales, quienes debieron renunciar a sus objetivos de largo plazo: la erradicación del
peronismo, y la rectificación de la orientación económica estatista y pro industrialista.
Sin embargo, los liberales ejercieron una influencia mínima en la política y la economía. Y para
mediados de la década de 1960, optaron por una estrategia abiertamente antidemocrática
poniendo énfasis en la necesidad de eliminar las mediaciones políticas, los partidos y los
mecanismos parlamentarios que, supuestamente, impedían la implementación del programa
liberal.
 Los sindicatos peronistas en la oposición:
El régimen militar fracasó rotundamente en su intento por erradicar al peronismo de la clase
trabajadora. Sin embargo, cambios importantes al interior del movimiento obrero a partir de
1955.
El estilo de control de la clase trabajadora establecido durante la época peronista fue
radicalmente modificado. Surgimiento de un movimiento sindical peronista enteramente
diferente: ganó cierta independencia frente a Perón y fue capaz de desarrollar su propia
estrategia política.
Sin embargo, Perón no desapreció de la escena política argentina ni del peronismo luego
del ´55 aunque su rol sufrió cambios significativos: su figura emergió como el principal
símbolo del retorno a un pasado mejor, y eso se constituyó en la principal base del atractivo
que despertó en las masas.
Además, perdió su poder para controlar a los líderes peronistas y algunos generaron sus
propias bases de poder desafiando incluso la autoridad del “líder”. Se trataba de un peronismo
menos subordinado a la autoridad de Perón, que se fue transformando en un peronismo
cada vez más proletario.
El voto de los trabajadores se transformó en un instrumento de presión y negociación,
comparable a los paros y huelgas. Los líderes del peronismo desarrollaron una aptitud de la
cual habían carecido hasta 1955, la capacidad de negociar con actores políticos no peronistas.
El poder del movimiento sindical peronista se amplió después de 1955 y su poder se apoyó en
bases bastante diferentes. Las acciones de los líderes sindicales, fueron enmarcadas en
una estrategia defensiva y de oposición.
Los sindicalistas peronistas reclamaban continuamente la restauración de su situación
anterior. La alianza entre la burguesía nacional y la clase obrera bajo el tutelaje del
estado protector, políticas económicas redistributivas, nacionalismo, la definición de la
oligarquía como el principal adversario social de las fuerza “nacionales y populares” y el
poder arbitral de Perón.
El retorno de Perón, poco a poco, dejó de ser el objetivo principal del movimiento sindical
peronista para pasar a ser un mito que cumplía dos funciones: permitir a los líderes sindicales
interpelar a los obreros como obreros peronistas, y liberarlos de las responsabilidades de las
consecuencias de su estrategia. Por tanto, los objetivos económicos se entrelazaron con los
políticos.

Las prácticas del movimiento sindical combinaron dos elementos:


1 - Un patrón de esporádicas penetraciones en los mecanismos de representación
parlamentaria que se manifestó en la capacidad de los líderes para influir sobre la conducta
electoral de los obreros y
2 - Una acción de desgaste a largo plazo que se ejerció contra los regímenes que
excluyeron al peronismo.
Las administraciones del periodo 1955-1966, tanto civiles como militares, resultaron debilitadas
por los efectos que produjo la exclusión del peronismo. El movimiento sindical se volvió una
fuerza subversiva, contribuyeron a crear circunstancias que indujeron a los militares a
deponer a las administraciones civiles, o frustraron los objetivos de los regímenes
militares obligándolos de ese modo a abandonar el poder.
A pesar de todo, la resistencia sindical no logró revertir algunos de los cambios introducidos en
la economía, si bien impidió la completa ejecución y consolidación de los proyectos de
estabilización y crecimiento de fines de los años cincuenta y principios de los sesenta, no pudo
revertir las significativas transformaciones sufridas por la economía argentina a partir de 1959.
 Los militares del periodo posterior a 1955: nuevos estilos de intervención
política:
1955 inauguró un nuevo patrón de intervención militar en la política argentina.
Previo al 55 intervinieron, pero se abstuvieron de participar directamente en la conducción del
estado.
1 - Durante una primera etapa, los militares desarrollaron un estilo de intervención tutelar
que resultó en la exclusión del peronismo del proceso electoral y de las instituciones
representativas del estado, y el ejercicio de presiones y de su poder de veto sobre las medidas
e iniciativas políticas del gobierno instalado en 1958. El peronismo y, luego de 1959, el
comunismo fueron equiparados a la “antidemocracia”.
Entre los años 1959 y 1963, la fragmentación militar alcanzó su punto más crítico, a raíz de
confrontaciones entre facciones opuestas. La victoria de una de ellas, los “azules”, y la
emergencia del Gral. Onganía como hombre fuerte del ejército abrió el paso a una profunda
revisión de la estrategia militar.
La intervención tutelar fue abandonada y las fuerzas armadas asumieron la
responsabilidad única en el manejo de los asuntos públicos, con la consiguiente
exclusión de los partidos políticos y la abolición de los comicios y mecanismos
parlamentarios. Así se daba por concluido el experimento semidemocrático iniciado en 1955,
ya que tenía, según el punto de vista de los militares dos inconvenientes: creó las condiciones
que incentivaban la fragmentación militar, y además inducía a los políticos a no trascender las
demandas de los diversos sectores sociales, haciendo de este modo, imposible el crecimiento
económico sostenido, proveyendo un terreno fértil para la subversión.
Este diagnóstico fue recibido con beneplácito por los liberales, ya que el golpe militar y la
posibilidad de fundar un régimen no democrático, permanente y estable, apareció como una
opción tentadora.
Pero también fue bien recibido por el Vandorismo.

CAVAROZZI, Marcelo. “Autoritarismo y democracia (1955-1996). La transición TEO 4


del Estado al Mercado en la Argentina.”

1955-1966: inestabilidad política, cada vez más intensa y violenta. Retoma la hipótesis de
O’Donell y la de Portantiero de empate: ninguna alianza puede desestabilizar a la otra. Dice
que esta idea de empate puede generar la impresión de ausencia de cambios o de situación
estática, pero no fue así. Además, las alianzas estas no fueron lo único que pasó en el período.
Equilibrio dinámico  dos etapas: 1)1955-1966: fórmula política dual. Vida política mediada por
el parlamento y los partidos no peronistas. Además hay negociaciones y presiones
extraparlamentarias y extrapartidarias (forma de participación de los sectores populares). Los
bloques políticos no logran representar a los intereses socioeconómicos. Movimiento sindical
peronista: actor autónomo con una estrategia defensiva y de oposición. Rol tutelar de los
militares. Dice que hay que mirar las alianzas que hay en cada gobierno y ver el empate interno
de cada gobierno. Gobiernos débiles y regímenes semi democráticos. El Estado no logra
proponer una solución a los conflictos que sea adecuada, produciéndose una dislocación. Hay
una disyunción entre sociedad y política, generada por la exclusión de los peronistas de la
política. La sociedad se dividió entre el sector popular y un frente antiperonista. El peronismo
también se escinde entre los partidos no peronistas y los “militares democráticos” (disyunción
en la disyunción).

Modelos socioeconómicos:
a) Populismo reformista (peronismo), b)Desarrollismo (Frondizi) inversión en industria a
partir de un no aumento del salario real y de entrada de capitales extranjeros,
c)liberalismo: reapertura al mercado externo. Los liberales no tienen un partido fuerte,
su debilidad es lo electoral. Por este motivo, tienen que elegir “el mal menor”: primero
(1959-1961) eligen al desarrollismo (Frondizi, UCRI) porque se establecen una
prioridad económica. Luego, priorizan lo político y apoyan a la UCRP entre 1961 y
1964. Pone el énfasis en las oscilaciones de los liberales, no de la burguesía, como
O’Donnell. Saben que esas oscilaciones son inútiles, entonces terminan apoyando al
golpe del ’66. 2) 1966 en adelante: intentos de unificar el campo de la política.
Gobiernos fuertes. Transformaciones radicales en la política y la sociedad.

4) REALICE UNA SÍNTESIS CONCISA SOBRE LOS CAMBIOS PRODUCIDOS EN LA CLASE


TRABAJADORA ARGENTINA ENTRE 1946-1969, TENIENDO EN CUENTA SU ORGANIZACIÓN,
TRANSFORMACIONES EN SU IDENTIDAD POLÍTICA Y ESTRATEGIAS DESARROLLADAS EN LA
EXPRESIÓN DE SUS DEMANDA. (DOYON-JAMES, O´DONNELL, PORTANTIERO)

1) Caracteriza al movimiento obrero durante la etapa de la llamada “Resistencia”,


y establece las principales diferencias entre las interpretaciones de James y
Schneider.

DOYON, Louise. “Perón y los trabajadores. Los orígenes del sindicalismo 3


peronista (1943-1955).”

Señala que el modelo de organización de los sindicatos a partir de 1920 (sindicatos de tipo
industrial – cada rama de actividad representada por un sindicato nacional único) servirá como
paradigma a los sindicatos peronistas.

Señala que a partir de los ’20, tanto Socialistas como Sindicalistas, mas allá de sus diferencias
en torno del papel que debía tener el sindicato, acordaban en que el movimiento obrero debía
estar unificado nacionalmente, lógica que llevo a la creación de la CGT.

Habla de la mayor injerencia de los comunistas a partir de 1930, que impulsaban un


sindicalismo centralizado. La FONC era el mejor ejemplo de esto.

Esta tendencia se reforzó con el aprendizaje: luego de la separación de 1943, los dirigentes
vieron que la division los debilitaba (no pudieron parar la ilegalización de la CGT1 ni la
intervención de la UF), por lo que Socialistas y Sindicalistas cambiaron su actitud –ahora más
aperturista- hacia el gobierno.

La relación antes de 1945 fue compleja: el gobierno no quería plasmar todas las medidas y
demandas en un conjunto cristalizado de principios en el codigo laboral. Por un lado, Perón no
queria quedar agarrado de las bolas por los sindicatos en un futuro proximo, y por otro, todavía
no tenia el poder suficiente para ir demasiado lejos.

No obstante, la creciente presión de los grupos económicos obligo al gobierno a volverse hacia
los sindicatos, aceptando las demandas del movimiento.

El decreto de asociaciones profesionales (octubre de 1945) fue el anillo de compromiso de un


largo matrimonio.

Algo importante que destaca, es que en Argentina (no como en Europa) la industrialización se
da de forma tardia, con lo que la vida industrial ya se inicia prácticamente con la cultura de
fábrica y de tecnicas mecanizadas de produccion, sin haber oportunidad para que se
desarrolle una conciencia obrera de raices artesanales y centrada en la defensa del oficio
profesional. Por eso, cuando se adopto la creación de grandes sindicatos de tipo industrial
(clarisimo a partir de 1943) los obreros no se opusieron ya que no venian de otras formas de
organización. Solo en Alimentos no se pudo concretar esa organización unica industrial,
habiendo multiplicidad de sindicatos. Esto porque era una de las ramas industriales
tradicionales del pais, y los obreros ya tenian tradición organizadora.

Igual en terminos generales la unificación fue total: el sindicalismo argentino quedo tras una
Confederacion General unica, haciendo al pais peculiar en Latinoamérica.

Ademas es importante el alto grado de penetración que alcanzaron las organizaciones


sindicales, a traves de las comisiones internas. Estas crearon un vinculo permanente entre la
organización y las bases. Alli se dirimian los conflictos directamente con la patronal, a menos
que pasaran a mayores, con lo que se acudia al sindicato de proximo grado, y asi. Las
comisiones internas son uno de los logros-legado mas importantes del movimiento
obrero argentino para después de 1945.

Estas estaban contempladas pero nunca obtuvieron un reconocimiento legal completo,


expresión de que habian sido producto de una directa imposición de obreros y lideres
sindicales, mas que una iniciativa estatal. Ademas, en el Congreso de la Productividad de 1955
serian el principal blanco de las patronales.

La distribución de poder dentro del sindicalismo

El principal elemento que permitio a la direccion sindical central asegurarse el dominio sobre
las seccionales locales fue el control de los fondos y el poder de inversion.

Venia de los sindicatos centralizados de los años 20, y lo reforzo el derecho de intervención.

La estructura federativa era parecida, aunque en las mas importantes vario en algunas cosas,
como FOTIA, FONIVA y LyFe, todas surgidas enter 1943 y 1946, adoptando esta forma de
organización por la larga e intermitente historia de organización de sus obreros. Dieron a sus
entidades locales 3 derechos inexistentes en los otros sindicatos: independencia financiera,
secesaion y declaracion de huelgas.

FOTIA y el de la carne permanecieron descentralizados hasta 1949 cuando fueron


intervenidos. No obstante, no hay que pensar que todo fue por la fuerza: de hecho la mayoria
de los sindicatos adhirieron voluntariamente a la CGT antes de 1945.

A partir de 1947 la intromisión de la CGT en los sindicatos se hizo mas represiva, para aplicar
las politicas del gobiernos. No obstante, los lideres de las seccionales intervenidas no jodian ni
ponian sobre la mesa la discusión sobre el derecho de intervención, ya que sabian que
significaba pelearse con el regimen.
La burocratizacion

La sindicalizacion masiva hizo que, al ser los sindicatos realmente gigantes, el grado de
participación directa de sus obreros paso a ser inevitablemente menor. La compleja division de
tareas que debia existir, contribuyo a crear una clase profesional de lideres sindicales. La
institucionalizacion de la relacion capital-trabajo tambien creo una burocracia considerable.
Despues de 1945 los sindicatos ampliaron sus funciones mas alla de lo estrictamente salarial.
Otra cosa que aumento la burocratización.

A continuación, analiza la renovación del liderazgo: se divide en 2 periodos.

Primero, 1946-50: remocion de lideres mas militantes y reemplazo por lideres dociles.
Despues de 1950 la confrontación directa Estados-sindicatos cayo, pero el nivel de rotacion
permanecio.

Los que ocuparon las posiciones de los lideres “limpiados” eran unos don nadie sin legitimidad
en las bases. Tuvieron que abandonar la lucha por la obtención de reformas (asumieron al
principio de la crisis). Recien hacia 1954 los dirigentes podran retomar algo de liderazgo, en
parte por la mejora economica.

A partir de 1949, la inestabilidad de los lideres locales fue aun mas grande. Cualquiera podia
ganar una eleccion si se lo proponia: solo tenia que acercarse al gobierno y darle a este
motivos para acercarse a el y alejarse de los otros candidatos, y listo. Esto porque ningun lider
era suficientemente fuerte como para resistir cualquier desequilibrio.

Esta inestabilidad de los liderazgos redundo en una mayor corrupción, en perdida de autonomia
con respecto al regimen, y en el fortalecimiento del Estado sobre los sindicatos.

Al no haber un mito unificador del sindicato que sirviera de aglutinador y motor de las luchas, el
regimen, rapidamente libre de lideres importantes, tuvo via libre para construir su propio mito
que resaltara el papel de Peron. Al punto que borro casi totalmente la historia del papel que
tuvo la clase trabajadora en la conquista de beneficios con que el regimen peronista termino
siendo identificado. En la historia del movimiento obrero peronista no hay gigantes del
sindicalismo: solo esta Perón.

Conclusiones

Basicamente el aporte del peronismo fue, sobre un modelo ya fundado anteriormente,


institucionalizar el sindicato unico por rama, es decir, la centralización total, bloqueando la
formación de sindicatos disidentes. Ademas, las comisiones internas fueron un legado
organizativo fundamental.

La CGT termino convirtiéndose en polea de transmisión de politicas estatales, un verdadero


sindicalismo de Estado.

Pero, a pesar del descabezamiento de sindicatos, luego de 1950 el regimen empezo a


preocuparse por el mantenimiento de un minimo de legitimidad en el funcionamiento de las
organizaciones. Así, cambio su politica buscando gente que pudiera controlar la eventual
movilización de las bases, con lo que se controlo la movilización obrera de 1954 y el
movimiento sindical sobrevivió al derrocamiento del regimen

JAMES, Cap. 2,3,4 “Resistencia e integración” TEO 4

La CGT al principio no organiza ninguna manifestación en apoyo a Perón. Lonardi aprovecha


para tratar de acercarse al sindicalismo. Aseguró que el gobierno respetaría las medidas de
justicia social logradas, así como la integridad de la CGT y las organizaciones que la formaban.
Se organizaban "comandos civiles" para atacar locales de sindicatos peronistas. Estos
comandos estaban formados por militantes de la UCR y el Partido Socialista. El sector de
Lonardi cada vez era más presionado por el sector recalcitrantemente antiperonista de
Aramburu. La CGT, al ver eso, saca un comunicado pidiendo al gobierno que se desocupen los
locales gremiales que habían sido ocupados por gente armada y que se llame a elecciones lo
antes posible. Hubo frustrados intentos de negociación entre la CGT y el gobierno. El 13 de
noviembre asume la presidencia Aramburu y fue el fin definitivo de cualquier intento de diálogo
entre la Libertadora y los sindicatos peronistas. Por la negación de Aramburu a negociar, la
CGT declaró un paro general por tiempo indeterminado el 14 de noviembre. Ese mismo día, el
gobierno declaró ilegal la huelga e intervino la CGT y todos los sindicatos. Durante ese tiempo,
la conducción de los sindicatos no podía actuar libremente, sino que las bases estaban
sumamente movilizadas, lo cual determinó en gran medida su accionar. Hacia fines de octubre
del '55 (antes de asumido Aramburu), aparecieron los embriones de la Resistencia. La
represión de Aramburu fue enorme: cárcel, castigos físicos. Se proscribió al Partido Justicialista
y a los dirigentes sindicales peronistas. El gobierno, en un esfuerzo concertado junto con los
empleadores intentaron mejorar la productividad, congelar los salarios y reestructurar el
funcionamiento de las negociaciones colectivas. Esto era la principal preocupación de la
política económica de la Libertadora; por eso fueron tan castigadas las comisiones internas de
las fábricas. Los empresarios querían producir más sin invertir aún en nueva maquinaria, con lo
cual querían explotar más a los trabajadores. Esto, con el nivel de poder que los trabajadores
tenían al interior de la fábrica, era imposible. La resistencia se dio también al interior de la
fábrica, desafiando la autoridad del empleador. A principios de 1956, Aramburu autoriza a los
empleadores a cambiar unilateralmente las condiciones de trabajo sin tener en cuenta los
convenios ya firmados con los trabajadores (Decreto 2739). Esto implicaba que podían
incorporar lo que los empleadores querían hacía mucho tiempo: que parte del trabajo sea
pagado a destajo, es decir, hay un incentivo económico individual a la productividad de cada
trabajador. Esto impulsó fuertemente la resistencia. A pesar del ataque a las comisiones
internas, en las fábricas los trabajadores siguieron estando movilizados y agrupados en lo que
ahora eran agrupaciones semi clandestinas. Esto impedía al gobierno y sus aliados
intervenirlas y poner al frente a gente de su agrado: ahora que habían pasado a la
clandestinidad o semi clandestinidad, eran más difíciles de controlar. "Bajo Perón los
trabajadores habían padecido los efectos de la inflación y soportado tiempos difíciles, pero rara
vez habían sido cazados y tratados como ladrones". /La nueva dirigencia sindical estaba
formada por figuras nuevas surgidas de la resistencia, en su mayoría. Eran dirigentes que
sabían que se tenían que movilizar para obtener lo que querían. 1957: Congreso para
normalizar la CGT. Patrón Laplacette, el interventor militar de la CGT había calculado que iba a
obtener la mayoría en el congreso. Eso no ocurrió, con lo cual los antiperonistas abandonaron
el congreso, dejando a 62 organizaciones, entre peronistas y comunistas, que se quedaron.
Esto fue importante porque no sólo demostraron la mayoría, sino que también tenían ahora une
entidad totalmente peronista mediante la cual actuar y presionar al gobierno. Hubo Resistencia
no sólo en las fábricas, sino fuera. Había grupos clandestinos que actuaban: sabotaje,
"terrorismo espontáneo". Estos grupos no estaban coordinados. Se usaban bombas (caños).
Esta etapa de resistencia sintetizó una serie de virtudes asociadas, en el folklore peronista, con
el período de resistencia: no profesionalismo, espíritu de sacrificio, participación activa de gente
común y carencia de una élite burocrática que centrara la organización. Se pensaba que se iba
a derrocar a Aramburu en el corto plazo, lo cual profundizaba esto de la falta de organización.
Para el fracaso del levantamiento de Valle (junio del '56), el movimiento de resistencia
espontánea frenó mucho, no sólo por la evidencia de que no era tan fácil bajar a Aramburu,
sino también porque para esa altura sólo sobrevivían los grupos más organizados. A partir de
ahí, los mayores esfuerzos fueron puestos en recuperar las comisiones internas y los
sindicatos. Cambios en el imaginario peronista. La época de la resistencia era vista como un
ejemplo de combatividad. El movimiento sindical era ahora dirigido por líderes emergidos de las
bases en ese momento.

Perón Imperialismo
Trabajadores Oligarquía
Vs.
Industria Agroexportación
Justicia social Exportación

Cultura de las bases: antipolicismo (sólo los gorilas era afiliados a partidos políticos), rechazo a
términos como "democracia", "libertad", "justicia" porque eran usados por la retórica política de
la Libertadora. El discurso de las bases peronistas se radicaliza e incluso toma elementos del
marxismo.

O´DONNELL, Estado y Alianzas en la Argentina 1956-1976 TEO 4

Este texto básicamente es toda la parte económica que explicó Andrew en el último teo y las
distintas alianzas de clase (en general de la B con el E o de fracciones de la B con el populo)
que se generaron a partir de eso.
Este análisis, dice el autor, se inscribe dentro de lo que él denomina “Estado burocrático-
autoritario” (EBA) que va a desempeñar una modalidad de alianza con la gran B y con el capital
internacional, los impactos sociales y su fin a partir de las diferentes manifestaciones a partir
del 69, hasta su reaparición en el 76. El autor compara esta forma de dominación con la de
Chile, Brasil y Uruguay.
Las principales diferencias, que después va a desarrollar, son: (siempre hablando del caso arg)
1- Nivel de amenaza bajo previo a la implantación de este tipo de régimen
2- Controles poco severos al sector popular y sus aliados políticos
3- Mayor nivel de autonomía del sector popular, específicamente de la CO
4- Moderada caída de los salarios obreros y abrupta pérdida del ingreso de los sectores
medios
5- Rápida alianza que se forja entre el sector popular y los sindicatos, por un lado, y
buena parte de la B por otro, contra el nuevo E y específicamente contra las
políticas internacionalistas.
6- Agudo conflicto al que se enfrentó el gobierno y la B urbana contra la B pampeana
(pampeana agro, doméstica o urbana, industrial)
7- Decisivo papel del P como canal de expresión y movilización de una heterogénea
masa.
Breve contextualización económica Algunas nociones de la inserción de Arg en el
mercado capitalista mundial.

(1) El capitalismo argentino, como en buena parte de AmLat, surge por la incorporación de
sus regiones como exportadoras de productos primarios. Esto permite esbozar una
primera diferencia con algunas regiones de AmLat que no quedaron vinculadas
directamente al mercado mundial.
En el caso de las regiones que fueron incorporadas como exportadoras, se encuentran el
sistema de estancia de la Pampa argentina y del Uruguay que tuvieron importantes diferencias
respecto de las actividades de plantación, emblema de la incorporación al resto del mundo. El
recurso principal de la época (h/30) fue la tierra lo que provocó la aparición en La Pampa de
una temprana B agraria mientras que la B industrial surgió tiempo después producto de la
economía de internacionalización.

(2) Siempre fue escasa en Argentina la incidencia de un campesinado sujeto a relaciones


pre-capitalistas de producción. El que una proporción mayor de la población quedara
inserta en esta economía de exportación equivale a afirmar que desde fines del siglo
XX la Argentina fue un caso de homogeneidad internacional mayo a AmLat.

(3) La alta productividad de la tierra, por su característica de extensiva arrojaba salarios


altos para la zona pampeana y los centros urbanos. Hacia comienzos del siglo XX la
existencia de un mercado urbano, y también pampeano, dio comienzo a un principio de
industrialización que recibió mucho impulso a partir de las restricciones a la importación
(ISI) a partir de la 1ra GM. Al compás de esto, nació una temprana CO que desarrolló
patrones organizativos autónomos frente al E y a la incipiente B industrial.
Lo novedoso de argentina con respecto al resto de AmLat fue que el E fue “criatura” de la
Bpampeana y de sus prolongaciones financieras y comerciales en el sector urbano. La BP y
sus prolongaciones constituyeron al E Nacional y se engarzaron a él Y NO con el E regional
como sucedió con el resto de AmLat. (lo que quiere decir el autor con esto es que gralmente las
B se engarzan o negocian, o se relacionan o ven como ámbito del poder político a los E
regionales, en cambio la B en argentina transaba directamente a nivel nacional). Esta cuestión
hizo que se constituyera como clase dominante.
Lo central en esta parte del texto es tener en cuenta que argentina adoptó como modalidad de
inserción al mercado mundial, la existencia de esta B. Fue gracias a esta B que logró la
internacionalización. Lo que más peso tenía era el estado nacional, y no los estados regionales,
lo que a mi criterio no daba lugar a la constitución de otras clases dominantes.
Economía en sídos puntos en interacción:
1. La emergencia en argentina de un sector popular en el que tiene importante peso la
CO, dotado de recursos económicos y organizativos mayores que en el resto de
AmLat. Además, inexistencia de un campesinado. La inexistencia del mismo como
disponibilidad de mano de obra o potencial fuerza de trabajo debilita a la CO,
facilitando que se le impongan condiciones más rigurosas.
2. Los principales productos de exportación (cereales y carnes) son alimentos que
constituyen el principal bien-salario del sector popular. Los restantes productos
primarios de exportación inciden menos sobre el consumo del sector popular y, por lo
tanto, inciden menos los cambios en sus precios relativos internos. Un cambio en los
precios de los productos principales tiende a ser percibido inmediatamente por el sector
popular.
La crisis de 1930 deprime los precios de los productos pampeanos por factores externos, por la
propia crisis en sí. Durante el período 1946-1955 (Gob. peronista) se suceden diversas
cuestiones:

- 1946-1950: El E se apropia de buena parte de las ganancias de las exportaciones


pampeanas, mantiene deprimidos sus precios internos y con ello aumentó el nivel de
ingreso del sector popular y amplió la demanda de otros bienes, sobre todos los
industriales. Esto generó problemas en la balanza de pagos, debido al desaliento de la
producción pampeana y del aumento del consumo interno de exportables. Esto es lo
que decía Andrea: el E tiene más para gastar porque se apropia de las divisas, y baja
los precios de los prods del MI, por lo que el sector popular (SP) tiene más para gastar.
El tema es que la balanza de pagos (Ex – im) esta desnivelada porque se empieza a
consumir más productos destinados a la exportación (Se exporta menos, entonces).
Además, el sector popular al Tenes más para gastar empieza a demandar otros bienes.
- 1952- 1955: se mejoran los precios agropecuarios con lo que se alivia la situación de la
balanza de pagos. Esto generó resistencias que se debieron a la redistribución
negativa del ingreso que implicaba y a la reducción del mercado efectivo con que
contaba la B urbana (industriales, remember)
- 1960 aprox: se produce una ola de inversiones extranjeras en industrias y servicios que
implicaron la rápida internacionalización de la estructura productiva urbana. Pero,
contrariamente a las esperanzas “desarrollistas”, esta nueva etapa derivó en un
aumento de la demanda de importaciones, mayor que la tasa de exportaciones y de la
producción pampeana. Ante esto, la solución “evidente” radicaba en un fuerte aumento
de las exportaciones que, al levantar la balanza de pagos, permitiera proveer a esa
estructura productiva urbana, las importaciones necesarias para un desarrollo
sostenido. Esta solución implicaba encontrar esos medios para aumentar la producción
pampeana y/o para reducir el nivel de ingreso del SP de forma que, por medio de la
reducción del consumo interno de alimentos, quedaran liberados mayores excedentes
exportables.

Estas soluciones chocaron con complicaciones políticas.


Ciclos varias consecuencias:
1. Se dio una base objetiva para que se produjesen alianzas entre las fracciones de la B
urbana y el sector popular. Estas alianzas se realizaron en torno a la defensa del
mercado interno contra los efectos recesivos que traía todo aumento del precio de los
productos exportables pampeanos (por vía del aumento del precio de los alimentos y la
reducción consiguiente de la demanda).
2. Las movilizaciones del SP en defensa del nivel de ingreso y consumo interno
realimentaron su capacidad de organización y acción política, sobre todo a través de
parciales pero reiteradas victorias.
3. La alianza mencionada en 1 provocó y actualizó políticamente un corte horizontal
interno a la B urbana que encontró en el SP un aliado
4. Aparición de la separación de intereses económicos y políticos de la B urbana con la
pampeana.
Mapa cambiante de alianzas.
El autor explica que la solución a los constantes estrangulamientos de la balanza de pagos
requería de un importante aumento de las exportaciones pampeanas. Sin embargo, al tiempo
que la demanda de importaciones (para 1960) aumentaba, las exportaciones lo hacían mucho
menos. Esto fue consecuencia del aumento del consumo interno de los exportables, de los
escasos avances de la producción y la productividad de la región pam.
Se podría pensar en que estaban dadas las condiciones de base para una alianza de largo
plazo entre la gran burguesía urbana y la burguesía pampeana, que podría emprender la
“modernización” del capitalismo argentino por la vía del aumento de la concentración del capital
en el sector urbano (cuyos ingresos no se ven afectados ante el alza de los precios de los
alimentos) y de la conversión de la última hacia un agribusiness. Sin embargo, al menos hasta
1976, esa alianza solo se forjó por lapsos cortos, para disolverse rápidamente en situaciones
que colocaron a estas dos fracciones “superiores” de la burguesía argentina en campos
políticamente diferentes. Pero también se alejaban de la lógica económica porque esa alianza
ha sido enfrentada una y otra vez por otra alianza constituida por el sector popular y por las
fracciones débiles de la burguesía urbana.
Los periodos de bajos precios internos de los alimentos y de tasa de cambio estable han sido, y
no es casual, los de mayor tasa de crecimiento del producto nacional, de distribución más
igualitaria del ingreso y de menor tasa de crecimiento de inflación. Pero también han conducido
a una crisis de la balanza de pagos que, a medida que se avecinaba, generaba la implantación
de una serie de “controles” (sobre todo precios internos) que no logró impedirla.
El mecanismo era así: desencadenada esa crisis, se la trató con una abrupta devaluación que
implicó un aumento del precio interno de los exportables. Estas devaluaciones fueron parte de
“programas de estabilización”, que profundizaron los efectos recesivos y redistributivos de la
devaluación mediante otras medidas (fuerte iliquidez, reducción del déficit fiscal, congelamiento
de salarios y aumento de la tasa real de interés) tendientes, por una parte, a consolidar la
transferencia de ingresos al sector agroexportador y por la otra, a ajustar el nivel interno de
actividad económica a la desigual situación de la balanza de pagos.
Los impactos no solo fueron recesivos y distributivos: alza interna de los alimentos provocada
por el aumento de su valor de exportación, del alza de los bienes importados y del aumento de
la tasa real de interés en momentos en que se trataba de mantener congelados o
sistemáticamente rezagados, los salarios y la recesión aumentaba la desocupación-.
En el corto plazo la transferencia de ingresos hacia el sector exportador no indujo un aumento
de la producción pampeana, pero los “programas de estabilización”, a pesar de producir los
efectos exactamente inversos respecto de la inflación, tuvieron éxito en aliviar la crisis de la
balanza de pagos. Todo esto generaba resistencia entre los muchos castigados por estas
políticas, al mismo tiempo que el relativo desahogo de la balanza de pagos resultante generaba
presiones para que se adoptaran políticas de reactivación económica. Por consiguiente, el
aumento de la liquidez, el relajamiento de los controles sobre el déficit fiscal, la
disponibilidad de divisas, el crecimiento de la ocupación y los aumentos salariales
terminaban la fase descendente e inauguraban una fase ascendente. Pero esta se
precipitaba hacia una nueva crisis de la balanza de pagos, a partir de la cual otra
devaluación y el consiguiente “programa de estabilización” inauguraban otra fase
descendente. (Si, esta literal del texto porque me cuesta explicarlo con mis palabras)

Péndulos (virajes de las alianzas)El autor explica que, en cada uno de los ciclos, la
Burbana siempre salió como ganador.
Tanto la devaluación como los programas de estabilización emprendidos ante las fases de la
crisis no perjudicaban sustancialmente a esta B, por el contrario. Lo que explica el autor es que,
en el tramo final de la fase ascendente, estos factores convierten a la Burbana en aliada de la
Bpampeana, y del conjunto del sector exportador, en el reclamo de las medidas que originan la
fase descendente.
Por consiguiente, ante el desencadenamiento de la crisis de la balanza de pagos, la gran
burguesía pendulaba hacia los intereses objetivos de la burguesía pampeana, propiciando y
apoyando los “programas de estabilización” que transferían una gran masa de ingresos hacia la
burguesía pampeana y hacia los sectores comerciales y financieros ligados a la exportación de
sus productos.
Los efectos redistributivos y recesivos de esas medidas generaban la reacción de las
fracciones débiles de la burguesía urbana y del conjunto del sector popular, al tiempo que el
alivio en la posición de divisas hacia factibles las medidas de reactivación económicas
reclamadas por éstos.
La gran B urbana no tuvo escrúpulos ante las fases: dejaba que se implementaran las políticas
que sean con tal de enriquecerse. El autor dice que este sector recorría un arco completo del
péndulo, lo que describe como la pendulación de la gran burguesía.

Entre tanto, y como consecuencia de todo esto, los canales de acumulación de capital en la
Argentina entraban en recurrentes cortocircuitos y el estado bailaba al compás de estos
vaivenes de la sociedad civil.
Esto tuvo mucho que ver con algunas características del periodo iniciado en 1966, en especial
con la política económica seguida entre marzo de 1967 y mayo de 1969, durante la gestión
como ministro de economía de Adalbert Krieger Vasena, quien llevó a cabo, con toda
diafanidad, una política consonante con la gran burguesía (la industrial, remember)
Esto implicó que por primera vez una gran devaluación no beneficiara al sector pampeano-
exportador. Por el contrario, la devaluación de marzo de 1967 (equivalente al 40% del valor del
peso) fue apropiada íntegramente por el estado, por medio de retenciones establecidas por un
porcentaje equivalente sobre el valor de las exportaciones de productos pampeanos, y utilizada
en un sustancial aumento de las inversiones estatales en infraestructura física.
Al mantener el precio fijo en pesos de la producción pampeana, esa retención permitió deprimir
los precios internos de los alimentos. También hizo posible no solo una rápida reducción de la
inflación sino también –en contraste con los otros casos de autoritarismo burocrático- que sólo
se produjera una moderada caída de los salarios industriales. Pero ni siquiera esta situación
pudo mantenerse, a partir de 1970 los precios pampeanos (en especial los de la carne)
rebotaron hasta alcanzar en 1971-1972 un nivel muy alto. Éste fue el único intento claro y
sostenido de la gran burguesía por “reestructurar” a la burguesía pampeana subordinándola a
su propia acumulación.
El resultado fue que esta última quebrara desde adentro la cohesión del estado Burocrático
Autoritario y ayudara en un colapso político y económico impulsado “desde afuera” por otros
sujetos sociales.

La alianza defensiva La razón de la mayor capacidad política de la burguesía local en la


Argentina no se halla tanto en ella misma como en las características del sector popular y en el
mayor grado de homogeneidad nacional del caso argentino respecto de los restantes
latinoamericanos.
Sector popular dotado de mayor autonomía y capacidad organizativa que los de buena parte
del resto de América latina cuya acción se engarzó con los intereses objetivos y la acción
política de las fracciones débiles de la burguesía urbana la cual le ofrecía la concurrencia con
los sindicatos en el reclamo de aumento de salarios lo que lleva, indirectamente, a la
constitución de alianzas.
Los principales sustentos organizacionales de esta alianza han sido la CGE, la CGT y la
conducción nacional de los principales sindicatos. Su primera, principal y tal vez última
expresión ha sido el peronismo. Corriente Nacionalista, su bandera ha sido la defensa del
mercado interno, en el doble sentido de impulsar su nivel de actividad y de acotar la expansión
del capital internacional.
Características y consecuencias principales de esta alianza:
1. La alianza fue esporádica pero recurrente. Cuando el ciclo se reactivaba la alianza se
diluía, en parte debido a los intentos de esa fracción y de los sindicatos de negociar ventajas
especificas con el estado y con la gran burguesía y en parte debido a la coincidencia inmediata
de intereses daba paso a la normalidad entre clases.

2. La alianza fue defensiva. Surgió contra las ofensivas de las fracciones superiores de la
burguesía, postulando una vía “nacionalista” y “socialmente justa” de desarrollo. Fue defensiva
porque el triunfo de esta alianza se agotaba en sí mismo, todo lo que lograba era sacar al ciclo
de su fase descendente y lanzarlo a su fase ascendente, en condiciones que provocaban
ineludiblemente su repetición.

3. Aunque defensiva y condenada a que sus victorias fueran el cumplimiento y no la salida del
ciclo, esta alianza fue sumamente exitosa. Su historia es la de repetidas victorias de
anulación de los “programas de estabilización”, de acotamiento de la expansión del capital
internacional, de lanzamiento de nuevas fases de reactivación económica y de nuevos
“desalientos” de la burguesía pampeana ante la ciada de sus precios.
La alianza defensiva fue victoriosa porque impidió que se prolongara la fusión entre las dos
fracciones superiores de la burguesía.

4. La alianza fue poli clasista, en el sentido que incluía al sector popular (con un fuerte peso
obrero) y a un fundamental componente burgués. Esto determino su orientación nacionalista y
capitalista. Su carácter poli clasista tuvo consecuencias, entre ellas dio base popular a las
demandas de la burguesía débil, que con sus reclamos de aumentos salariales y sus públicos
acuerdo con los sindicatos, apareció como una fracción “progresista” que contrastaba con las
orientaciones “eficientistas” de la gran burguesía y con el “arcaísmo” de la oligarquía
terrateniente, parecía encarnar la posibilidad de un “desarrollo socialmente justo”.

En cuanto al sector popular (especialmente los sindicatos y la clase obrera), la condición


policlasista de la alianza le dio acceso a recursos y a medios con los que de otra manera
difícilmente hubiera contado.

5. La alianza defensiva quedó encerrada dentro de parámetros capitalistas y como


resultado de su carácter intrínsecamente policlasista.

6. En cuanto al aprendizaje, éste fue función de la fresca memoria de anteriores movilizaciones


que lograron revertir la situación salarial y el nivel general de actividad de la economía.

7. Más que de ciclos conviene hablar de espirales, en tanto –sobre todo políticamente- cada
una de estas idas y vueltas, con su historia de triunfos y derrotas siempre provisionales, fue
agudizando los conflictos en que se alimentaban. Sus actores no fueron clases, fracciones y
organizaciones que conservaban, más allá de estas luchas, sus características estructurales.
En particular, el sector popular y la clase obrera encontraron en los sindicatos y –
políticamente- en el peronismo, modalidades de constitución organizativa, ideológica y
política que correspondían cercanamente a los vaivenes y a los límites de la situación.

8. Estas fusiones multiplicativas de la alianza defensiva eran las que empujaban a la gran
burguesía a abandonar a la burguesía pampeana a un solitario lamento por la caída de sus
precios. Abrían, por una parte, el impulso hacia la reactivación económica y, por la otra, el
abismo político de una movilización “nacional y popular” que de alguna forma tenía que ser
reabsorbida.
Al pendular de un momento hacia la burguesía pampeana y, momentos después apoyar el
lanzamiento de una fase ascendente del ciclo, la gran burguesía sólo optimizó en cada fase sus
intereses económicos de corto plazo. También logró ser el único miembro estable de la alianza
gobernante.
El experimento iniciado en 1966 fue, por un lado, el gran intento de reconstituir mecanismos de
acumulación que subordinaran el conjunto de la sociedad a la gran burguesía y, por el otro,
necesaria y correlativamente, de implantar un sistema de dominación política que, dando un
giro de ciento ochenta grados, se impusiera conquistadoramente sobre la sociedad civil.
La muerte de Perón, una particular irracionalidad palaciega y una violencia que se realimentaba
velozmente, contribuyeron a sacudir hasta sus cimientos una sociedad que aceleraba las
espirales de su crisis; lo mismo hicieron con un estado que fracasaba ostensiblemente en
garantizar la reproducción de ese capitalismo.
Pero en aquellos factores subyacía el hecho de que cuando la alianza defensiva logro, por fin,
ser por sí sola la alianza gobernante, tropezó con sus propios límites; las mismas razones que
la habían llevado a ese extraordinario triunfo precipitaron una inmensa catástrofe.
El gran triunfo de la alianza defensiva condujo al paroxismo de la crisis política y económica, al
reflujo de la ideología nacionalista, a la implantación de un nuevo estado y a la disolución o
intervención de las principales organizaciones del sector popular y de la burguesía local.
El actual gobierno de las fuerzas armadas se ha inaugurado anunciando la terminación del
periodo iniciado en la década de 1950. Esto lo han dicho todos los gobiernos, pero es la
primera vez que es posible que así sea.

JAMES, Daniel , Resistencia e integración. El peronismo y la clase TEO 4


trabajadora argentina 1946-1976

Resistencia en las fábricas.

El colapso del compromiso: Lonardi y la jefatura sindical peronista.(1955-1er golpe a Perón)

El gobierno de la "revolución libertadora" de Lonardi, representó un interregno en la relación


entre el movimiento sindical peronista y las autoridades no peronistas. La CGT no realizó
ninguna movilización en apoyo al régimen de Perón.

La CGT no mostró adoptó una postura agresiva con las nuevas autoridades. Lonardi en su
discurso presidencial: "No hay vencedores vencidos".

Este aseguró a la CGT que la administración respetaría las medidas de justicia social logradas
y las organizaciones que formaban la CGT.

Uno de los primeros actos consistió en disponer que la dirección nacional de seguridad
reabriera los locales gremiales clausurados u ocupados por antiperonistas.

"Comandos civiles" conformados principalmente por radicales y socialistas, fueron armados y


asaltaron y atacaron locales sindicales peronistas. La CGT fue intervenida.

Los grupos antiperonistas presionaban al gobierno para que los gremios no quedaran en
manos de los peronistas.

El gobierno designaba a tres interventores por sindicato mientras se desarrollará el proceso


electoral y nombraba un administrador de todos los bienes de la CGT. Esta contestó
declarando la huelga general que iniciaría el 2 de noviembre a la medianoche. Hubo una
negociación que a último minuto suspendió la huelga. Este acuerdo representó una
considerable concesión por parte del gobierno. Permitía a Natalini y Framini permanecer a la
cabeza de la CGT.

Lonardi fue obligado a renunciar el 13 de noviembre. La prensa radical y socialista abundó en


llamamientos a las fuerzas armadas para que salvaguardaran la democracia y la libertad
ganadas al caer Perón.

El 13 de noviembre asumió Aramburu. La CGT declaró la huelga general el 14 de noviembre


por tiempo indeterminado. Ese mismo día el gobierno declaró ilegal la huelga e intervino la
CGT y todos los sindicatos.
Factores determinantes en el trasfondo de la ruptura: el surgimiento de las bases.

Lonardi estaba dispuesto a aceptar una victoria peronista en elecciones convocadas en el lapso
de un año. "un peronismo depurado de los vicios que lo llevaron a la derrota". El sector de
Lonardi admitía que el peronismo conservara el dominio de la clase trabajadora y sus
instituciones.

Si podía eliminarse la corrupta demagogia, los sindicatos tenían un importante papel en la


Argentina como órganos de control social y canales de expresión de las masas trabajadoras.
Los dirigentes sindicales estaban preparados para realizar considerables sacrificios con tal de
adaptarse a la nueva situación.

El creciente número de detenciones de dirigentes sindicales de segunda o tercera fila


planteaba un problema. Esto puso a la jefatura sindical en una posición difícil pues existían
concesiones que no podían hacer sin debilitar la base mínima de su poder y advertían que la
falta de control del gobierno de esa actividad antiperonista conduciría a la anarquía en el
movimiento.

La jefatura sindical peronista no tuvo las manos libres para obrar como quisiera. Estaban
limitados por las bases. Rosario presentó las más serias dificultades para las fuerzas armadas.
Hubo una considerable resistencia a las nuevas autoridades. Desde dos días estallada la
revolución antiperonista (18 de septiembre) hasta el 23 de septiembre hubo incesantes
manifestaciones en el centro, todas las fábricas estaban paradas. Hubo serios combates
callejeros en los que se utilizaron barricadas.

Sólo cuando el ejército ocupó todo el sector céntrico de la ciudad y dispuso el toque de queda
fue restaurado el orden. Al intensificarse la batalla por la posesión de los sindicatos hubo
huelgas no dispuestas por los dirigentes sindicales en protesta contra los ataques de los
comandos civiles y el creciente número de detenciones.

Para fines de octubre aparecieron los embriones de lo que sería conocido como la resistencia
peronista. El 17 de octubre hubo un llamamiento no oficial a la huelga. Todos los puertos
quedaron paralizados. Los "perturbadores" fueron capturados. El número de arrestos fue tal
que exacerbó el resentimiento y la hostilidad de los peronista de base contra las nuevas
autoridades. Esta resistencia no tenía una organización. Los canales frecuentes consistieron en
iniciativas espontáneas y atomizadas que asumían la forma de huelgas no oficiales. Las bases
aprovechaba para mostrar su rechazo al proceso que sucedía en argentina.

Los dirigentes gremiales negociaban el futuro del movimiento no tenían las manos libres. El
control que ejercían sobre sus afiliados era limitado.

El 14 de noviembre hubo un llamado a huelga general. La falta de dirección en el plano


nacional y la fuerza de la represión condenaron la huelga al fracaso. El 16 de noviembre el
gobierno intervino la CGT y todos los sindicatos. La huelga fue levantada.

Aramburu y la clase obrera: Primeros elementos de una política.

La política de Aramburu consistía en que si el peronismo era una aberración debía ser
erradicada de la sociedad. Se intentó proscribir legalmente a un estrato de dirigentes sindicales
peronistas. Se llevó a cabo una persistente política de represión en intimidación del
sindicalismo y sus activistas en el plano más popular y básico. Finalmente, hubo un esfuerzo
entre el gobierno y los empleadores en torno a la productividad y la racionalización del trabajo.
Proceso que marchó de la mano de un intento de frenar los salarios y reestructurar el
funcionamiento del sistema de negociaciones colectivas. Miles de activistas sindicales de nivel
intermedio fueron destituidos. Se aprobó el decreto 7107 en abril de 1956 que excluía de
cualquier actividad gremial a todos los que hubiesen tenido entre febrero de 1952 y septiembre
de 1955 una posición de liderazgo en la CGT o sus sindicatos. También caía la proscripción
sobre los dirigentes del ahora proscripto partido justicialista.
El gobierno declaró disueltas y carentes de autoridad a todas las comisiones internas de los
sitios de trabajo.

Impacto del peronismo en el nivel de taller y planta durante la era de Perón.

La preocupación del nuevo gobierno era aumentar la productividad de la industria argentina. El


mayor peso social alcanzado por la clase trabajadora y sus instituciones en la sociedad durante
el régimen peronista se reflejó en el lugar de trabajo. Significó una transferencia de poder
dentro del sitio de trabajo de la empresa a los empleados.

Ese aumento de producción en el contexto de recesión no podía ser logrado mediante la


adopción de maquinaria nueva. Al menos en el corto plazo, la mayor productividad de trabajo
debería originarse en un aumento del producto por trabajador con la maquinaria existente.

Los empleadores elaboraron una estrategia de tres puntos con el fin de contrarrestar los efector
del poder de los obreros en el sitio de trabajo.

Se empeñaron en revisar los planes de incentivos conducentes a disminuir los tiempos de


ejecución, acelerar la producción.

La segunda preocupación de os empleadores era la existencia de contratos firmados entre


1946-48 con cláusulas que regulaban las condiciones de trabajo. Limitaba los derechos de la
empresa en lo relativo a movilidad de la mano de obra y especificación de la tarea y
garantizaba beneficios sociales como la licencia por enfermedad sin pérdida de haberes. Los
empleadores vieron en los delegados un importante obstáculo contra la racionalización eficaz y
la imposición de disciplina laboral. "tampoco es aceptable que por ningún motivo el delegado
obrero toque el silbato en una fábrica y la paralice".

Los empleadores tropezaron con una resistencia considerable cuando intentaron poner en
práctica sus estrategias.

La resistencia de los trabajadores se cumplió en dos niveles. Uno: oposición al aumento de la


carga de trabajo, disminución del tiempo de ejecución de las tareas, aceleración del trabajo o la
toma de medidas disciplinarias contra los delegados gremiales. Optaron por una negativa a
cooperar más una abierta acción de huelga.

Los trabajadores cuestionaban la legitimidad de muchas de las premisas de que partían los
empleadores. Negaban la legitimidad de cualquier tipo de incentivo basado en el pago por
resultados. Esa resistencia generalizada al concepto de planes de incentivación y de
racionalización arraigaba en el desarrollo de una posición política de la clase trabajadora
acerca de lo que los empleadores tenían derecho o no de exigir a sus trabajadores en el marco
del proceso de producción. Para los trabajadores argentinos la manera de mejorar los niveles
de vida consistía en actualizar los salarios básicos estipulados por los contratos. La justicia
social significaba la capacidad de ganar un buen salario sin estar sometidos a presiones
inhumanas dentro del proceso de producción.

Para la patronal esas cláusulas era un obstáculo para la racionalización eficaz. Para los
trabajadores significaba lo que los obreros habían llegado a considerar como la regulación
valedera y esencial de la parte que les correspondía en el proceso laboral. Esa resistencia
ideológica de los obreros a los empleadores era limitada y ambigua. Nunca involucró una crítica
de los criterios subyacentes en las relaciones de producción capitalistas. La oposición a la
racionalización nunca fue extendida al carácter de negación del derecho de los empresarios a
manejar sus plantas. La aceptación general de la legitimidad de las relaciones de producción
capitalistas constituía un reflejo de ciertos principios básicos de la ideología peronista.

Desde el punto de vista de la clase obrera, estaba influido por la cultura del taller y al nuevo
status de los obreros en la sociedad.

Racionalización y represión en el taller y la plata: La revolución libertadora llega al lugar de


trabajo.
Una vez resuelto el problema del poder de los delegados gremiales, el gobierno de Aramburu
se dirigió al tema de la productividad mediante el decreto 2739 en febrero de 1956 que
autorizaba la movilidad laboral dentro de una fábrica si se la consideraba necesaria para
acrecentar la productividad.

Los nuevos acuerdos sobre salarios estarían sujetos a circunstancias relacionadas con la
productividad.

Importantes sectores de la clase trabajadora se embarcaron en una larga lucha defensiva que
llegaría a ser conocida como "la resistencia". Constituyó una respuesta defensiva al
hostigamiento de los trabajadores en el sitio de trabajo.

La policía colaboró ampliamente con los empleadores. Estos últimos, despedían a los
trabajadores que querían hacer valer sus derechos marcándolos como "perturbadores" quienes
eran despedidos con causa justa, legal y sin indemnización.

También era frecuente el hostigamiento dentro de los sindicatos. Los interventores eran con
frecuencia socialistas o radicales que aprovechaban las nuevas circunstancias para ajustar
cuentas.

Con el decreto 2739, se autorizaba a eliminar los "obstáculos a la productividad". Debilitado el


poder de las comisiones internas, los deseos de los empleadores se convirtieron en la práctica
común. Las garantías contenidas en los contratos con respecto a clasificación de los trabajaos
y a salarios eran ahora atacadas como improductivas restricciones de la movilidad laboral y del
derecho de los patrones a distribuir a los trabajadores dentro de las fábricas como les pareciera
mejor. El derecho a tener el día pago por enfermedad también estaba limitado. El cambio
operado en el equilibrio del poder en el plano político nacional no podía dejar de reflejarse en
las fábricas. Sin embargo, no hubo una plena aplicación de la racionalización de la producción.
Esto se debió a una lectura ambigua por parte del gobierno. Esto se debe en parte por la
resistencia de la clase obrera frente a la ofensiva en favor de la productividad, cuya eficacia se
redujo.

Organización de la resistencia en las fábricas.

Para defenderse contra el revanchismo apoyado por el gobierno, los trabajadores


emprendieron una "resistencia" para mantener las conquistas logradas bajo Perón. Se trató de
un proceso espontáneo y localizado.

Pequeñas agrupaciones semiclandestinas basaron su actividad en cuestiones muy concretas.


Bajo Perón, los trabajadores de la carne habían sido uno de los gremios más militantes y un
sector decisivo de la economía. En marzo de 1956 volvieron a haber elecciones en los
sindicatos y los peronistas volvían a ganar. "defendimos instintivamente algo que sentíamos
que estar perdiendo". La política del nuevo gobierno y de los empleadores reforzó la
identificación de Perón y el peronismo con esas experiencias concretas y cotidianas de los
trabajadores.

Socialistas y comunistas en la época de Aramburu.

La posición de los socialistas era ambigua. Consideraban que la revolución libertadora tenía
por fin restablecer la democracia y poner fin a la tiranía de Perón. La prensa socialista
recordaba con frecuencia a los empleadores y al gobierno que la revolución no se proponía
enfrentar a la clase obrera y que os ataques contra los salarios y las condiciones de trabajo
constituían una traición. Pero era preciso limitar la actividad peronista tanto políticamente como
los sindicatos. Esto condujo a los socialistas a adoptar una conducta ambivalente ante las
medidas gubernamentales que afectaban a la clase obrera. Estaban atrapados en un círculo
vicioso.

A juicio de ellos, el peronismo era una desviación del desarrollo saludable del movimiento
obrero. El PS observó una actitud de superioridad moral y queja continua a la clase obrera por
su incapacidad para comprender sus verdaderos intereses.
Los comunistas eran más realistas. Pronto adoptaron en las fábricas una línea de trabajo junto
a los obreros peronistas en defensa de las condiciones laborales y la permanencia de los
delegados gremiales. Pero esto les dejaba muy poco margen que les permitiera diferenciarse
de ellos.

A fines de 1956 el gobierno había aceptado que era imposible borrar tranquilamente el
peronismo de los sindicatos por medio e decretos o simple represión. Se adoptaron medidas
para debilitar todo futuro movimiento sindical: garantizar la representación de la minoría,
permitir que los trabajadores de cada industria fueran representados por más de un solo
sindicato. Intentaron poner en manos de anti peronistas una porción significativa, aunque
minoritaria del movimiento gremial.

La lucha salarial durante el gobierno de Aramburu.

La política de ingresos de Aramburu se basó en el supuesto de que la inflación de la


devaluación del peso no superaría el 10%. Pero fue muy por encima de esa cifra. El resultado
consistió en crecientes conflictos. Habitualmente las concesiones salariales eran arrancadas al
cabo de una áspera lucha. Cuando había huelgas muy largas, el gobierno intervenía para
declararlas ilegales. El resentimiento resultante fue mayor cuando la batalla de las huelgas se
libró en un contexto general de crecimiento económico firme. La declinación de los niveles de
vida resultaba más bien de una derrota política.

El paro metalúrgico de fines de 1956 duró seis semanas y se centró cada vez más en torno de
la liberación de los trabajadores detenidos y la reincorporación de millares de despedidos. EL
gobierno atacó fuertemente a los huelguistas. La huelga no triunfó en lo relativo a
reclamaciones salariales concretas pero constituyó un símbolo de orgullo de la clase obrera por
su capacidad de organizarse y enfrentar a los empleadores y al Estado.

Los despidos en masa continuaron en la industria metalúrgica. La ira ante la ferocidad de la


represión y el orgullo por la resistencia obrera debían perdurar como parte decisiva de la
cultura militante que nació en ese tiempo.

Comandos y sindicatos: surgimiento del nuevo liderazgo sindical peronista.

Viejos y nuevos líderes sindicales.

Quienes dirigieron las huelgas de 1956 y quienes resultaron elegidos en los sindicatos donde
se permitió la normalización eran figuras nuevas surgidas en el curso de las luchas suscitadas
en las fábricas y talleres desde la caída de Perón. Muchos viejos dirigentes sindicales fueron
proscriptos.

Surgió Vandor como dirigente metalúrgico.

Los antiguos dirigentes empezaron a organizarse entre sí. EN 1957 habían 4 CGTs. Entre
estos grupos y las dirigencias emergentes hubo fricciones. Los nuevos líderes habían surgido
de una lucha democrática espontánea y de facto en las plantas. Tendieron a llevar esas
experiencias a las prácticas de los sindicatos renormalizados. Generalmente debían sus
posiciones actuales a su actividad en la resistencia diaria a las políticas de los empresarios y
del gobierno. Existía una estrecha identificación entre los militantes de base y los nuevos
líderes. Se operó un inevitable aumento de la participación del militante común. Los antiguos
dirigentes se resintieron al verse obligados a quedar al margen.

La intersindical y las 62 organizaciones.

A comienzos de 1957 algunos de los gremios normalizados crearon una comisión intersindical
con el fin de promover el restablecimiento completo de todos los sindicatos mediante
elecciones libres, reaparición de la CGT, liberación de los encarcelados por actividades
gremiales. La fuerza impulsora de la intersindical fueron los comunistas. En 1957 la
intersindical afirmó que le respondían 35 sindicatos y cinco federaciones. La creciente
influencia de la intersindical avivó el antagonismo latente entre los viejos líderes gremiales
peronistas y los nuevos.

John William Cooke fue el delegado personal de Perón en el exilio. Gracias a la IS empezaron
a llegar las órdenes de Perón a los líderes gremiales y de estos a las bases.

Patrón Laplacette era el interventor militar de la CGT.

Los sindicatos que se quedaron eran principalmente peronista y algunos comunistas. Sumaron
62 organizaciones que se constituyeron en agrupación bajo ese nombre. Los comunistas no
tardaron en apartarse para formar un cuerpo de 19 gremios controlados por ellos. Los
sindicatos antiperonistas que se habían alejado del congreso constituyeron una rama conocida
como las 32 organizaciones democráticas.

EL surgimiento de las 62 organizaciones fue un hecho importante. No sólo confirmó la


dominante posición de los peronistas en los gremios sino que además les dio una entidad
peronista mediante la cual podrían actuar y presionar sobre el gobierno. Las 62 adoptaron una
política muy militante que se tradujo en huelgas generales. El gobierno respondió con una ola
de arrestos y represión.

Sabotaje y grupos clandestinos.

La resistencia incluyó un variado conjunto de respuestas que iban de la protesta individual


hasta el sabotaje y la actividad clandestina. Adoptaron "terrorismo espontáneo" con una ola de
tentativas de sabotaje. En el sistema ferroviario y en las fábricas hubo muchos de estos actos.

Muchos de estos "comandos" estaban formados por obreros. Existían incontables células
clandestinas. Se trataba de una actividad ilegal si se pronunciaba el nombre de Perón.

En 1956 se intensificó el empleo de bombas contra objetivos militares y edificios públicos. El


sabotaje representaba la única salida para expresar su rechazo al gobierno.

Divergencias en la resistencia.

Desde mediados de 1956, los peronistas se ocuparon de la recuperación de las comisiones


internas y después de los sindicatos. El sector decisivo de la resistencia tenía que ser el que se
relacionara con la vida de los peronistas de dicha clase.

De acuerdo con Perón, la estrategia general que el movimiento debía seguir era la de la
"guerra de guerrillas" donde la resistencia civil debía desempeñar un papel importante. Eficaces
serían millares de pequeñas acciones que desgastarían gradualmente al régimen. En el plano
del trabajo, los obreros debían estar en estado de conmoción constante promoviendo huelgas,
trabajando a desgano y con baja productividad. Los comandos debían entrenarse mediante
acciones como ataques contra instalaciones militares y gubernamentales.

Hubo una creciente diferenciación entre los comandos empeñados en el sabotaje y el


movimiento de resistencia en los sindicatos. Esa tensión fue tácita sobre todo en 1956.

William Cooke consideraba que la toma de poder debía llevarse a cabo a través de una
insurrección que llevaría a la revolución social. Pero las condiciones apropiadas para lanzar
esa insurrección se resistían a presentarse.

En 1957 las probabilidades de que se concretaran se alejaron de manera creciente. El éxito de


la resistencia en los sindicatos modificaba el contexto en el cual debía operar el movimiento.

En 1958 habría elecciones presidenciales. ¿Debían los peronistas votar a Frondizi?

Frondizi insistió en su campaña en la restitución de la CGT. La victoria de Frondizi se debió en


parte gracias a los votos peronistas. Sin embargo, 800.000 peronistas votaron en blanco o se
abstuvieron.

Ideología y conciencia en la resistencia peronista.


El movimiento sindical peronista ahora era dirigido por una nueva generación de líderes
emergidos de las bases y cuya posición denotaba un grado mucho mayor de democracia y
participación sindicales.

Reafirmación de los principios tradicionales.

El acuerdo con el FMI, la liquidación del control de comercio exterior por el Estado, el
descontrol de las importaciones y la relajación de los controles de precio, confirmaron la
imagen de un régimen postimperialista aplicado a llevar a la Argentina a la "edad de oro" de la
economía exportadora de ganado.

Los peronistas consideraban antinacional, antiindustrial y antiobrera la política del gobierno


militar.

La justicia social era acompañada por el concepto de un capital humanizado, opuesto al capital
especulativo y explotador. Era la búsqueda del bienestar social.

Elementos de un contradiscurso.

La situación de enfrentamiento directo con los empleadores y con las fuerzas del Estado así
como su intensidad, generaron valores y opciones morales derivados de la experiencia social
concreta. Las huelgas significaban más de lo que transmiten los índices cuantitativos.

La huelga de 1956 simbolizó la solidaridad concreta y el sentimiento de unión de los


trabajadores. La actividad de sabotaje suponía valores muy concretos. El sabotaje no fue sólo
un rechazo al empleador, representó una afirmación de la capacidad del obrero para hacer
frente a una situación social, económica y política que rechazaba.

Durante la resistencia se desdeñaba todo lo político ya que estaba relacionado con lo electoral.

La credibilidad y legitimidad de un régimen que empleaba la retórica de la democracia a la vez


que proscribía la expresión política de la mayoría eran evidentemente frágiles.

Para remediar esta situación, los trabajadores debían convencerse de su propio valor, de su
presencia como la clase fundamental de la sociedad.

"El dinero sólo tiene valor para comprar bienes para, uso o consumo. ¿Quién hace con su
energía todo, absolutamente todos, los bienes? ¡Obreros! Las casas, los rascacielos, las
máquinas, los caminos, los puertos, todo, todo está hecho por ustedes. El capital sin ustedes
es un cadáver que se está pudriendo".

Representa una recapitulación condensada de la experiencia de un significativo sector de la


clase trabajadora antes de 1955. Depuesto Perón, el propio discurso oficial peronista había
adoptado una actitud más radical.

Ideología formal y conciencia práctica.

Nociones como armonía de clases y justicia social adoptadas por los trabajadores peronistas
no parecen negar la realidad sino más bien proponer una alternativa moral, reclamar una
sociedad mejor. Se puede ver en un documento escrito por las 62 organizaciones en 1957, que
incluía proposiciones en favor del control de la producción por los trabajadores y la destrucción
de la oligarquía. La afirmación de la autonomía de la clase trabajadora iba de la mano con la
afirmación de la mística peronista.

La división del país entre peronistas y antiperonistas tuvo por efecto que un intenso conflicto de
clases fuera absorbido por una polarización política que no se basaba en clases. El decreto
4161 castigaba con cárcel la posesión de una foto de Perón en una casa y el hecho de cantar
la marcha peronista.

La clase obrera comprendió que la resistencia se presentaba como una lucha al margen de las
clases. El enemigo fundamental era el Gorila que podía ser desde un compañero de trabajo
hasta un oligarca.
Uno de los legados más importantes del peronismo había sido una cultura de planta y taller que
afirmaba los derechos de los trabajadores en el proceso del trabajo mismo.

Nostalgia y obrerismo en la conciencia de la clase trabajadora.

Raymond Williams: Estructuras del sentimiento: "Definen una cualidad particular de experiencia
y relación sociales, conciernen a significados y valores tal como se los vive y se los siente
activamente". En la resistencia peronista encontramos un período de historia de la clase cuyas
"estructuras de sentimiento" estaban profundamente penetradas por resonancias de clase y
cuyos elementos contribuyeron a establecer el tono de las relaciones políticas y sociales para
toda una generación peronista de la clase obrera. Otro elemento fue la nostalgia por la era
peronista.

El fundamento último de sus esperanzas residía en una noción de Estado. Representaba un


enunciado de lo que el Estado debía ser en el futuro a partir de una interpretación selectiva de
lo que había sido el pasado. Debía ser la garantía de justicia y de la protección frente a la
oligarquía. La figura de Perón y sus atributos alcanzaban proporciones míticas entre 1955-58
pero que no fueron imaginados arbitrariamente.

La vuelta de Perón llegó a simbolizar una gama de aspiraciones de los trabajadores en cuanto
a dignidad, justicia social y fin de la aflicción.

El intenso conflicto de clases fue absorbido por una dicotomía política que sin basarse en
clases resultó ser más poderosa. Así fue como el pesar, el resentimiento y la nostalgia
experimentados marcharon de la mano con el descubrimiento de las coercitivas relaciones
sociales y políticas del presente.

La experiencia de la resistencia y su específica estructura de sentimientos hecha de orgullo y


amargura y sensación de solidaridad y poder de clase, también constituyó la base de una
prolongada oposición obrera a Frondizi y los burócratas sindicales porque proporcionó criterios
sociales y morales para políticas públicas que discrepaban directamente con las ideas
fundamentales del Estado desarrollista.

JAMES, Daniel. “Resistencia e integración. El peronismo y la clase TEO 5


trabajadora argentina.”

CAP. 1- EL PERONISMO Y LA CLASE TRABAJADORA, 1943-55

-Al golpe del '43: mov laboral: dividido y débil (FORA, USA, CGT 1 y 2). Influjo en trabajadores
limitado.

-Perón. Integración clase trabajadora a comunidad política nacional y un correspondiente


reconocimiento de su status cívico y político en esa comunidad.

-Adhesión popular al peronismo: Germani: “masas en disponibilidad”. Estudios revisionistas:


racionalismo social y económico. James: ¿Por qué la solución adoptó la forma específica de
peronismo y no una diferente? Otros movimientos similitudes programáticas. Ver rasgos
específicos del peronismo, de su discurso, del atractivo político e ideológico de Perón.

-Retórica peronista

Redefine noción de ciudadanía. No solo plenitud de derechos políticos o ciudadanía en sentido


liberal por oposición a experiencia fraudulenta y corrupta del régimen conservador (como sí
oposición, Unión Democrática). Peronismo incorpora dimensión social de la ciudadanía. Estado
no puede separarse de sociedad civil. Participación en vida SOCIAL y ECONÓMICA de la
Nación. Democracia incluye derechos y reformas sociales.

Perón reconoce a trabajadores como fuerza social con organización y vigor propios, vitales
para que él desde el Estado afirme sus derechos. Éxito en tanto ellos se organicen.

Industrialismo y desarrollo identificado con peronismo, aunque en realidad ya nadie negaba


necesidad de industrializar. Perón: forma nueva: industrialización ya no concebible como antes
del '43: al precio de la extrema explotación de clase trabajadora.

Credibilidad. A) Retórica concreta: referencia a aspectos materiales concretos en vez de a


consignas políticas abstractas (radicalismo). Lenguaje distinto. “El pueblo trabajador”.
Nacionalismo a partir de problemas económicos concretos.

B) Inmediatez: No hay necesidad de previo cumplimiento de premisas. Peronismo glorifica


estilos de vida y hábitos populares, involucra estilo e idioma político a tono con sensibilidades
populares: afirma su validez: metas fáciles para sociedad justa: apoyar a Perón y fuerte mov
sindical. No hay necesidad de una élite política iluminada. Llamado y realismo plebeyo.
Remedios plausibles e inmediatos. Llamado a igualdad social más creíble. “¡Perón cumple!”.

-Impacto social del peronismo. Significado que los trabajadores le dieron a “década infame”:
punto de referencia a parir del cual midieron su experiencia con el peronismo. Frustración,
humillación. Dureza de condiciones de trabajo y disciplina. Tango respondiendo a experiencias
que trabajadores reconocían como propias. Impotencia, resignación. Aunque también cierto
sindicalismo.

Considerar profundidad impacto peronismo ante esta experiencia. Crisis orden tradicional
(política e institucional) también crisis del “orden natural de las cosas”. Peronismo pudo dar
expresión pública a lo que sólo había sido internalizado y vivido como experiencia privada.
Capacidad discurso peronista para articular esas experiencias no formuladas constituyó
la base de su poder. Les dio legitimidad. Toma e invierte significado simbólico de términos que
antes peyorativos: “descamisados”. Afirmar valor clase trabajadora.

-17 de octubre: Demuestra capacidad trabajadores para actuar en defensa de sus interesas.
Más importante: demostró rechazo de formas aceptadas de jerarquía social y símbolos de
autoridad. Subversión simbólica de códigos de conducta aceptados. Violación de jerarquía
espacial (Plaza de Mayo territorio reservado para “gente decente”). Afirmación de existencia
clase trabajadora.

-Ambivalencia del legado social peronista. Intento del Estado de institucionalizar y controlar
actitud desafiante y movilizada de los trabajadores. Ideología peronista formal: armonizar
intereses del capital y el trabajo: desarrollo de la nación. Diferencia entre K explotador que trae
miseria y K humanizado, comprometido y responsable que trae prosperidad.

NO CAER en efectividad del discurso peronista por MANIPULACIÓN Y CONTROL. Eficacia de


la ideología peronista dependió de su CAPACIDAD para ASOCIARSE con las
PERCEPCIONES y la EXPERIENCIA de la clase trabajadora. Decirle al público lo que quería
escuchar. Receptividad.

Coexistencia de anhelo de progreso social sin lucha de clases con reconocimiento de que no
existe tal armonía.

*Peronismo decisivo para aparición y formación de moderna clase trabajadora, de su sentido


de identidad como fuerza nacional coherente. Atracción no solo instrumentalismo: ver atracción
específicamente política. Visión de ciudadanía y papel clase trabajadora en sociedad. Forma
particular de movilización y discursos políticos. Retórica dirigida a necesidades de clase
sentidas.

Clase trabajadora no llegó al peronismo plenamente formada y se limitó a adoptar esa causa y
su retórica como el más conveniente de los vehículos para satisfacer needs materiales. La
clase trabajadora misma fue constituida por Perón: su propia identificación como fuerza social y
política dentro de la sociedad fue construida por el discurso político peronista, que ofreció a los
trabajadores soluciones viables para sus problemas y una visión creíble de la soc arg y el papel
que les correspondía en ella. Cuestión identitaria. PERONISMO TAMBIÉN EN PARTE
CREACIÓN DE CLASE TRABAJADORA.

Ambivalencia: retórica peronista procuró identificación de clase trabajadora con el Estado,


pasividad. Y mov sindical emergió en espíritu reformista. BUT movilización y conciencia de
clase. Desarrollo de mov sindical centralizado y masivo: confirma a trabajadores como fuerza
social. Intereses articulados. Sindicato cumplía con el Estado, pero Perón también debía ceder,
negociar. Y luego durante la Resistencia, reafirmación del peronismo como fuerza dominante
en mov obrero arg.

James – Resistencia e integración Cap. I

Década 1940: la industria ya era muy importante en la economía nacional. La clase trabajadora
sin embargo no se veía beneficiada: caída del salario real, la legislación laboral y social era
escasa y no se cumplía, represión al movimiento obrero, problemas graves de vivienda. Perón,
como secretario de trabajo y como vicepresidente del gobierno militar, intentó dar respuesta a
las demandas obreras a la vez que socavaba la influencia de izquierda (especialmente
comunista) en el movimiento obrero. El apoyo obrero a Perón se cristaliza el 17 de octubre de
1945. Década de gobierno peronista: clase trabajadoraaumento de su capacidad de
organización y de su peso social. Convenios colectivos de trabajo. 1946-1951: gradual
subordinación del movimiento sindical al Estado. Los sindicatos fueron cada vez más llamados
a actuar como agentes del estado ante la clase trabajadora. Los dirigentes gremiales ahora
cumplían roles en el gobierno. El peronismo fue explicado por Gino Germani por la migración
interna y los trabajadores sin experiencia que apoyaron una figura paternalista. Otros dicen que
el apoyo estuvo dado por medidas concretas que beneficiaban a los trabajadores. Olvidan decir
que implicó un cambio en la conducta y en las lealtades políticas de la clase obrera. No sólo
adhieren al peronismo por la miseria que vivían antes, sino también por convicción. Otros
movimientos habían querido ofrecer soluciones a los mismos problemas. Lo que hay que ver es
por qué triunfa el peronismo.
Retórica peronista: El fraude de la “década infame” genera una crisis en la confianza en las
instituciones de la democracia => el discurso peronista redefine la noción de ciudadanía,
denunciando la hipocresía de los conservadores. La noción de ciudadanía se redefine a partir
de lo social: “sólo habrá verdadera democracia cuando también haya justicia social”. A partir de
la crisis de legitimidad de los partidos políticos, cobra poder la idea de participación en el
Estado a partir de los sindicatos. Industrialización que no implique la explotación salvaje de la
clase trabajadora. El éxito que tiene en comparación con las ideologías de izquierda, es que
esa sociedad basada en la justicia social estaba cerca, ya no era una lejana utopía. Tomaba a
la clase trabajadora como estaba y proponía soluciones a corto plazo. /Década infame:
humillación, falta de dignidad.
Discurso herético: propone soluciones distintas a la ortodoxia instituida. Se toman elementos
que eran denigrantes y se los resignifica (descamisados, negros, etc.). Ambivalencia: otorga
poder a los trabajadores para poder controlarlos mejor. Esta situación más de una vez se le
escapó de las manos. Ley de asociaciones profesionales, que organiza al movimiento obrero y
le da fuerza, pero a la vez “de la casa al trabajo y del trabajo a la casa”. /Intento de eliminación
de lucha de clases por una conciliación de clases. /El 1° de mayo ahora es una celebración, no
ya un día de luto. Ahora lo quieren mostrar como el triunfo y el bienestar que obtuvo la clase
trabajadora gracias a Perón. /La adhesión a Perón no responde solamente a una cuestión
instrumental, sino que también era política, a partir de una forma de movilización y de discursos
particulares. Si bien la clase trabajadora fue constituida en parte por el peronismo, éste fue a su
vez en parte creación de la clase trabajadora.

O´DONNELL, Estado y Alianzas en la Argentina 1956-1976 TEO 4

Este texto básicamente es toda la parte económica que explicó Andrew en el último teo y las
distintas alianzas de clase (en general de la B con el E o de fracciones de la B con el populo)
que se generaron a partir de eso.
Este análisis, dice el autor, se inscribe dentro de lo que él denomina “Estado burocrático-
autoritario” (EBA) que va a desempeñar una modalidad de alianza con la gran B y con el capital
internacional, los impactos sociales y su fin a partir de las diferentes manifestaciones a partir
del 69, hasta su reaparición en el 76. El autor compara esta forma de dominación con la de
Chile, Brasil y Uruguay.
Las principales diferencias, que después va a desarrollar, son: (siempre hablando del caso arg)
8- Nivel de amenaza bajo previo a la implantación de este tipo de régimen
9- Controles poco severos al sector popular y sus aliados políticos
10- Mayor nivel de autonomía del sector popular, específicamente de la CO
11- Moderada caída de los salarios obreros y abrupta pérdida del ingreso de los sectores
medios
12- Rápida alianza que se forja entre el sector popular y los sindicatos, por un lado, y
buena parte de la B por otro, contra el nuevo E y específicamente contra las
políticas internacionalistas.
13- Agudo conflicto al que se enfrentó el gobierno y la B urbana contra la B pampeana
(pampeana agro, doméstica o urbana, industrial)
14- Decisivo papel del P como canal de expresión y movilización de una heterogénea
masa.
Breve contextualización económica Algunas nociones de la inserción de Arg en el
mercado capitalista mundial.

(4) El capitalismo argentino, como en buena parte de AmLat, surge por la incorporación de
sus regiones como exportadoras de productos primarios. Esto permite esbozar una
primera diferencia con algunas regiones de AmLat que no quedaron vinculadas
directamente al mercado mundial.
En el caso de las regiones que fueron incorporadas como exportadoras, se encuentran el
sistema de estancia de la Pampa argentina y del Uruguay que tuvieron importantes diferencias
respecto de las actividades de plantación, emblema de la incorporación al resto del mundo. El
recurso principal de la época (h/30) fue la tierra lo que provocó la aparición en La Pampa de
una temprana B agraria mientras que la B industrial surgió tiempo después producto de la
economía de internacionalización.

(5) Siempre fue escasa en Argentina la incidencia de un campesinado sujeto a relaciones


pre-capitalistas de producción. El que una proporción mayor de la población quedara
inserta en esta economía de exportación equivale a afirmar que desde fines del siglo
XX la Argentina fue un caso de homogeneidad internacional mayo a AmLat.

(6) La alta productividad de la tierra, por su característica de extensiva arrojaba salarios


altos para la zona pampeana y los centros urbanos. Hacia comienzos del siglo XX la
existencia de un mercado urbano, y también pampeano, dio comienzo a un principio de
industrialización que recibió mucho impulso a partir de las restricciones a la importación
(ISI) a partir de la 1ra GM. Al compás de esto, nació una temprana CO que desarrolló
patrones organizativos autónomos frente al E y a la incipiente B industrial.
Lo novedoso de argentina con respecto al resto de AmLat fue que el E fue “criatura” de la
Bpampeana y de sus prolongaciones financieras y comerciales en el sector urbano. La BP y
sus prolongaciones constituyeron al E Nacional y se engarzaron a él Y NO con el E regional
como sucedió con el resto de AmLat. (lo que quiere decir el autor con esto es que gralmente las
B se engarzan o negocian, o se relacionan o ven como ámbito del poder político a los E
regionales, en cambio la B en argentina transaba directamente a nivel nacional). Esta cuestión
hizo que se constituyera como clase dominante.
Lo central en esta parte del texto es tener en cuenta que argentina adoptó como modalidad de
inserción al mercado mundial, la existencia de esta B. Fue gracias a esta B que logró la
internacionalización. Lo que más peso tenía era el estado nacional, y no los estados regionales,
lo que a mi criterio no daba lugar a la constitución de otras clases dominantes.
Economía en sídos puntos en interacción:
3. La emergencia en argentina de un sector popular en el que tiene importante peso la
CO, dotado de recursos económicos y organizativos mayores que en el resto de
AmLat. Además, inexistencia de un campesinado. La inexistencia del mismo como
disponibilidad de mano de obra o potencial fuerza de trabajo debilita a la CO,
facilitando que se le impongan condiciones más rigurosas.
4. Los principales productos de exportación (cereales y carnes) son alimentos que
constituyen el principal bien-salario del sector popular. Los restantes productos
primarios de exportación inciden menos sobre el consumo del sector popular y, por lo
tanto, inciden menos los cambios en sus precios relativos internos. Un cambio en los
precios de los productos principales tiende a ser percibido inmediatamente por el sector
popular.
La crisis de 1930 deprime los precios de los productos pampeanos por factores externos, por la
propia crisis en sí. Durante el período 1946-1955 (Gob. peronista) se suceden diversas
cuestiones:

- 1946-1950: El E se apropia de buena parte de las ganancias de las exportaciones


pampeanas, mantiene deprimidos sus precios internos y con ello aumentó el nivel de
ingreso del sector popular y amplió la demanda de otros bienes, sobre todos los
industriales. Esto generó problemas en la balanza de pagos, debido al desaliento de la
producción pampeana y del aumento del consumo interno de exportables. Esto es lo
que decía Andrea: el E tiene más para gastar porque se apropia de las divisas, y baja
los precios de los prods del MI, por lo que el sector popular (SP) tiene más para gastar.
El tema es que la balanza de pagos (Ex – im) esta desnivelada porque se empieza a
consumir más productos destinados a la exportación (Se exporta menos, entonces).
Además, el sector popular al Tenes más para gastar empieza a demandar otros bienes.
- 1952- 1955: se mejoran los precios agropecuarios con lo que se alivia la situación de la
balanza de pagos. Esto generó resistencias que se debieron a la redistribución
negativa del ingreso que implicaba y a la reducción del mercado efectivo con que
contaba la B urbana (industriales, remember)
- 1960 aprox: se produce una ola de inversiones extranjeras en industrias y servicios que
implicaron la rápida internacionalización de la estructura productiva urbana. Pero,
contrariamente a las esperanzas “desarrollistas”, esta nueva etapa derivó en un
aumento de la demanda de importaciones, mayor que la tasa de exportaciones y de la
producción pampeana. Ante esto, la solución “evidente” radicaba en un fuerte aumento
de las exportaciones que, al levantar la balanza de pagos, permitiera proveer a esa
estructura productiva urbana, las importaciones necesarias para un desarrollo
sostenido. Esta solución implicaba encontrar esos medios para aumentar la producción
pampeana y/o para reducir el nivel de ingreso del SP de forma que, por medio de la
reducción del consumo interno de alimentos, quedaran liberados mayores excedentes
exportables.

Estas soluciones chocaron con complicaciones políticas.


Ciclos varias consecuencias:
5. Se dio una base objetiva para que se produjesen alianzas entre las fracciones de la B
urbana y el sector popular. Estas alianzas se realizaron en torno a la defensa del
mercado interno contra los efectos recesivos que traía todo aumento del precio de los
productos exportables pampeanos (por vía del aumento del precio de los alimentos y la
reducción consiguiente de la demanda).
6. Las movilizaciones del SP en defensa del nivel de ingreso y consumo interno
realimentaron su capacidad de organización y acción política, sobre todo a través de
parciales pero reiteradas victorias.
7. La alianza mencionada en 1 provocó y actualizó políticamente un corte horizontal
interno a la B urbana que encontró en el SP un aliado
8. Aparición de la separación de intereses económicos y políticos de la B urbana con la
pampeana.
Mapa cambiante de alianzas.
El autor explica que la solución a los constantes estrangulamientos de la balanza de pagos
requería de un importante aumento de las exportaciones pampeanas. Sin embargo, al tiempo
que la demanda de importaciones (para 1960) aumentaba, las exportaciones lo hacían mucho
menos. Esto fue consecuencia del aumento del consumo interno de los exportables, de los
escasos avances de la producción y la productividad de la región pam.
Se podría pensar en que estaban dadas las condiciones de base para una alianza de largo
plazo entre la gran burguesía urbana y la burguesía pampeana, que podría emprender la
“modernización” del capitalismo argentino por la vía del aumento de la concentración del capital
en el sector urbano (cuyos ingresos no se ven afectados ante el alza de los precios de los
alimentos) y de la conversión de la última hacia un agribusiness. Sin embargo, al menos hasta
1976, esa alianza solo se forjó por lapsos cortos, para disolverse rápidamente en situaciones
que colocaron a estas dos fracciones “superiores” de la burguesía argentina en campos
políticamente diferentes. Pero también se alejaban de la lógica económica porque esa alianza
ha sido enfrentada una y otra vez por otra alianza constituida por el sector popular y por las
fracciones débiles de la burguesía urbana.
Los periodos de bajos precios internos de los alimentos y de tasa de cambio estable han sido, y
no es casual, los de mayor tasa de crecimiento del producto nacional, de distribución más
igualitaria del ingreso y de menor tasa de crecimiento de inflación. Pero también han conducido
a una crisis de la balanza de pagos que, a medida que se avecinaba, generaba la implantación
de una serie de “controles” (sobre todo precios internos) que no logró impedirla.
El mecanismo era así: desencadenada esa crisis, se la trató con una abrupta devaluación que
implicó un aumento del precio interno de los exportables. Estas devaluaciones fueron parte de
“programas de estabilización”, que profundizaron los efectos recesivos y redistributivos de la
devaluación mediante otras medidas (fuerte iliquidez, reducción del déficit fiscal, congelamiento
de salarios y aumento de la tasa real de interés) tendientes, por una parte, a consolidar la
transferencia de ingresos al sector agroexportador y por la otra, a ajustar el nivel interno de
actividad económica a la desigual situación de la balanza de pagos.
Los impactos no solo fueron recesivos y distributivos: alza interna de los alimentos provocada
por el aumento de su valor de exportación, del alza de los bienes importados y del aumento de
la tasa real de interés en momentos en que se trataba de mantener congelados o
sistemáticamente rezagados, los salarios y la recesión aumentaba la desocupación-.
En el corto plazo la transferencia de ingresos hacia el sector exportador no indujo un aumento
de la producción pampeana, pero los “programas de estabilización”, a pesar de producir los
efectos exactamente inversos respecto de la inflación, tuvieron éxito en aliviar la crisis de la
balanza de pagos. Todo esto generaba resistencia entre los muchos castigados por estas
políticas, al mismo tiempo que el relativo desahogo de la balanza de pagos resultante generaba
presiones para que se adoptaran políticas de reactivación económica. Por consiguiente, el
aumento de la liquidez, el relajamiento de los controles sobre el déficit fiscal, la
disponibilidad de divisas, el crecimiento de la ocupación y los aumentos salariales
terminaban la fase descendente e inauguraban una fase ascendente. Pero esta se
precipitaba hacia una nueva crisis de la balanza de pagos, a partir de la cual otra
devaluación y el consiguiente “programa de estabilización” inauguraban otra fase
descendente. (Si, esta literal del texto porque me cuesta explicarlo con mis palabras)

Péndulos (virajes de las alianzas)El autor explica que, en cada uno de los ciclos, la
Burbana siempre salió como ganador.
Tanto la devaluación como los programas de estabilización emprendidos ante las fases de la
crisis no perjudicaban sustancialmente a esta B, por el contrario. Lo que explica el autor es que,
en el tramo final de la fase ascendente, estos factores convierten a la Burbana en aliada de la
Bpampeana, y del conjunto del sector exportador, en el reclamo de las medidas que originan la
fase descendente.
Por consiguiente, ante el desencadenamiento de la crisis de la balanza de pagos, la gran
burguesía pendulaba hacia los intereses objetivos de la burguesía pampeana, propiciando y
apoyando los “programas de estabilización” que transferían una gran masa de ingresos hacia la
burguesía pampeana y hacia los sectores comerciales y financieros ligados a la exportación de
sus productos.
Los efectos redistributivos y recesivos de esas medidas generaban la reacción de las
fracciones débiles de la burguesía urbana y del conjunto del sector popular, al tiempo que el
alivio en la posición de divisas hacia factibles las medidas de reactivación económicas
reclamadas por éstos.
La gran B urbana no tuvo escrúpulos ante las fases: dejaba que se implementaran las políticas
que sean con tal de enriquecerse. El autor dice que este sector recorría un arco completo del
péndulo, lo que describe como la pendulación de la gran burguesía.

Entre tanto, y como consecuencia de todo esto, los canales de acumulación de capital en la
Argentina entraban en recurrentes cortocircuitos y el estado bailaba al compás de estos
vaivenes de la sociedad civil.
Esto tuvo mucho que ver con algunas características del periodo iniciado en 1966, en especial
con la política económica seguida entre marzo de 1967 y mayo de 1969, durante la gestión
como ministro de economía de Adalbert Krieger Vasena, quien llevó a cabo, con toda
diafanidad, una política consonante con la gran burguesía (la industrial, remember)
Esto implicó que por primera vez una gran devaluación no beneficiara al sector pampeano-
exportador. Por el contrario, la devaluación de marzo de 1967 (equivalente al 40% del valor del
peso) fue apropiada íntegramente por el estado, por medio de retenciones establecidas por un
porcentaje equivalente sobre el valor de las exportaciones de productos pampeanos, y utilizada
en un sustancial aumento de las inversiones estatales en infraestructura física.
Al mantener el precio fijo en pesos de la producción pampeana, esa retención permitió deprimir
los precios internos de los alimentos. También hizo posible no solo una rápida reducción de la
inflación sino también –en contraste con los otros casos de autoritarismo burocrático- que sólo
se produjera una moderada caída de los salarios industriales. Pero ni siquiera esta situación
pudo mantenerse, a partir de 1970 los precios pampeanos (en especial los de la carne)
rebotaron hasta alcanzar en 1971-1972 un nivel muy alto. Éste fue el único intento claro y
sostenido de la gran burguesía por “reestructurar” a la burguesía pampeana subordinándola a
su propia acumulación.
El resultado fue que esta última quebrara desde adentro la cohesión del estado Burocrático
Autoritario y ayudara en un colapso político y económico impulsado “desde afuera” por otros
sujetos sociales.

La alianza defensiva La razón de la mayor capacidad política de la burguesía local en la


Argentina no se halla tanto en ella misma como en las características del sector popular y en el
mayor grado de homogeneidad nacional del caso argentino respecto de los restantes
latinoamericanos.
Sector popular dotado de mayor autonomía y capacidad organizativa que los de buena parte
del resto de América latina cuya acción se engarzó con los intereses objetivos y la acción
política de las fracciones débiles de la burguesía urbana la cual le ofrecía la concurrencia con
los sindicatos en el reclamo de aumento de salarios lo que lleva, indirectamente, a la
constitución de alianzas.
Los principales sustentos organizacionales de esta alianza han sido la CGE, la CGT y la
conducción nacional de los principales sindicatos. Su primera, principal y tal vez última
expresión ha sido el peronismo. Corriente Nacionalista, su bandera ha sido la defensa del
mercado interno, en el doble sentido de impulsar su nivel de actividad y de acotar la expansión
del capital internacional.

Características y consecuencias principales de esta alianza:


1. La alianza fue esporádica pero recurrente. Cuando el ciclo se reactivaba la alianza se
diluía, en parte debido a los intentos de esa fracción y de los sindicatos de negociar ventajas
especificas con el estado y con la gran burguesía y en parte debido a la coincidencia inmediata
de intereses daba paso a la normalidad entre clases.

2. La alianza fue defensiva. Surgió contra las ofensivas de las fracciones superiores de la
burguesía, postulando una vía “nacionalista” y “socialmente justa” de desarrollo. Fue defensiva
porque el triunfo de esta alianza se agotaba en sí mismo, todo lo que lograba era sacar al ciclo
de su fase descendente y lanzarlo a su fase ascendente, en condiciones que provocaban
ineludiblemente su repetición.

3. Aunque defensiva y condenada a que sus victorias fueran el cumplimiento y no la salida del
ciclo, esta alianza fue sumamente exitosa. Su historia es la de repetidas victorias de
anulación de los “programas de estabilización”, de acotamiento de la expansión del capital
internacional, de lanzamiento de nuevas fases de reactivación económica y de nuevos
“desalientos” de la burguesía pampeana ante la ciada de sus precios.
La alianza defensiva fue victoriosa porque impidió que se prolongara la fusión entre las dos
fracciones superiores de la burguesía.

4. La alianza fue poli clasista, en el sentido que incluía al sector popular (con un fuerte peso
obrero) y a un fundamental componente burgués. Esto determino su orientación nacionalista y
capitalista. Su carácter poli clasista tuvo consecuencias, entre ellas dio base popular a las
demandas de la burguesía débil, que con sus reclamos de aumentos salariales y sus públicos
acuerdo con los sindicatos, apareció como una fracción “progresista” que contrastaba con las
orientaciones “eficientistas” de la gran burguesía y con el “arcaísmo” de la oligarquía
terrateniente, parecía encarnar la posibilidad de un “desarrollo socialmente justo”.

En cuanto al sector popular (especialmente los sindicatos y la clase obrera), la condición


policlasista de la alianza le dio acceso a recursos y a medios con los que de otra manera
difícilmente hubiera contado.

5. La alianza defensiva quedó encerrada dentro de parámetros capitalistas y como


resultado de su carácter intrínsecamente policlasista.

6. En cuanto al aprendizaje, éste fue función de la fresca memoria de anteriores movilizaciones


que lograron revertir la situación salarial y el nivel general de actividad de la economía.

7. Más que de ciclos conviene hablar de espirales, en tanto –sobre todo políticamente- cada
una de estas idas y vueltas, con su historia de triunfos y derrotas siempre provisionales, fue
agudizando los conflictos en que se alimentaban. Sus actores no fueron clases, fracciones y
organizaciones que conservaban, más allá de estas luchas, sus características estructurales.
En particular, el sector popular y la clase obrera encontraron en los sindicatos y –
políticamente- en el peronismo, modalidades de constitución organizativa, ideológica y
política que correspondían cercanamente a los vaivenes y a los límites de la situación.

8. Estas fusiones multiplicativas de la alianza defensiva eran las que empujaban a la gran
burguesía a abandonar a la burguesía pampeana a un solitario lamento por la caída de sus
precios. Abrían, por una parte, el impulso hacia la reactivación económica y, por la otra, el
abismo político de una movilización “nacional y popular” que de alguna forma tenía que ser
reabsorbida.
Al pendular de un momento hacia la burguesía pampeana y, momentos después apoyar el
lanzamiento de una fase ascendente del ciclo, la gran burguesía sólo optimizó en cada fase sus
intereses económicos de corto plazo. También logró ser el único miembro estable de la alianza
gobernante.
El experimento iniciado en 1966 fue, por un lado, el gran intento de reconstituir mecanismos de
acumulación que subordinaran el conjunto de la sociedad a la gran burguesía y, por el otro,
necesaria y correlativamente, de implantar un sistema de dominación política que, dando un
giro de ciento ochenta grados, se impusiera conquistadoramente sobre la sociedad civil.
La muerte de Perón, una particular irracionalidad palaciega y una violencia que se realimentaba
velozmente, contribuyeron a sacudir hasta sus cimientos una sociedad que aceleraba las
espirales de su crisis; lo mismo hicieron con un estado que fracasaba ostensiblemente en
garantizar la reproducción de ese capitalismo.
Pero en aquellos factores subyacía el hecho de que cuando la alianza defensiva logro, por fin,
ser por sí sola la alianza gobernante, tropezó con sus propios límites; las mismas razones que
la habían llevado a ese extraordinario triunfo precipitaron una inmensa catástrofe.
El gran triunfo de la alianza defensiva condujo al paroxismo de la crisis política y económica, al
reflujo de la ideología nacionalista, a la implantación de un nuevo estado y a la disolución o
intervención de las principales organizaciones del sector popular y de la burguesía local.
El actual gobierno de las fuerzas armadas se ha inaugurado anunciando la terminación del
periodo iniciado en la década de 1950. Esto lo han dicho todos los gobiernos, pero es la
primera vez que es posible que así sea.

O´DONNELL “: El estado burocrático argentino, Triunfos, derrotas y TEO 4


crisis

En otro texto dice que las características del BA argentino son:

1) el nivel menor de amenaza

2) controles menos severos aplicados al sector popular y sus aliados políticos

3)el mayor nivel de autonomía del sector popular y los sindicatos

4) la moderada caída de los salarios obreros y la perdida brusca de ingresos sufrida por
empleados medios

5) rápida alianza entre el sector popular y los sindicatos, por una parte, y buena parte de la
burguesía doméstica, por otra, contra el nuevo Estado y sus políticas “eficientistas”

6) el agudo conflicto en el que se vio lanzado el gobierno contra la burguesía pampeana

7) el decisivo papel del peronismo como movilizador de una constelación de fuerzas

El golpe fue apoyado por todos: sectores populares, sindicatos, clases dominantes, Perón.
Entre 1964 y 65 hay fuerte crecimiento de producto, y 1966 empieza con recesión.

Para entender el menor nivel de amenaza que precedió al BA argentino en comparación a


otros, hay que ver que el peronismo en general y los sindicatos en particular no perseguían
metas no capitalistas. No obstante, a la burguesía le preocupaba el creciente desarrollo
organizativo de los sindicatos y que frenaran los intentos de “normalización”. Todo eso logro un
pobre crecimiento. Las exigencias de esta burguesía eran planteadas a gobiernos débiles.
Estos gobiernos 55-66 estuvieron necesariamente antagónicos del sector popular, y cada vez
que llamaban a elecciones para calmarlo, la burguesía reprobaba. Hacia el final, antes de 1966,
el gobierno hostilizo a los sindicatos. Ante el Plan de Lucha, el gobierno no reprimía, lo que
alarmaba más a la burguesía. Las elecciones provinciales de 1955 demostraron que el
peronismo seguía ganando electoralmente.

La alarma de la burguesía fue exagerada para el verdadero grado de amenaza que había. Las
demandas de los sindicatos eran puramente económicas en un contexto de crisis, no es que
cuestionaran la forma de dominación en sí.

Enfrentamientos internos FFAA

Hacia 1962 hay una ofensiva “profesionalista” en las FFAA: estos querían que estas estuvieran
“por encima” de la política, volviendo a los cuarteles, e interviniendo solo cuando fuera
necesario, según la doctrina de seguridad nacional (los “legalistas”). Permitir elecciones sin
peronismo. Azules vs. colorados. Una vez unificado, profesionalizado el ejército, no significa
que no hubiera corrientes distintas adentro:

Paternalistas: Onganía el principal representante. Visión católica, corporatista, lejos del


fascismo por antimovilizacionista; ajenos a la política de masas y al “big Business”. Veta
moderna en su fascinación por los “técnicos”, que parecen dotados de una racionalidad que los
coloca fuera de la política.

Nacionalistas: Es también autoritaria y corporativista, pero no apolítica. Tiene la ilusión de


poder generar y manipular movimientos de masas, que se unirían con las FFAA. Hostil del “big
Business” por grande y extranjero, quiere basarse en el “empresariado nacional”. Levingston.

Liberales autoritarios: Julio Alsogaray y Lanusse. Mucho más orientados a la gran burguesía y
a sus abogados, publicistas, etc. La imposición del autoritarismo es una lamentable necesidad.
Son pre capitalistas sin reserva.

Profesionales: más numeroso que los anteriores, pero poco proclives a los liberales y con poco
proyecto politico-economico. Son profesionales.

El bajo nivel de amenaza del BA argentino permitió mayor explicitación de estas corrientes, en
situaciones más amenazantes hay una cohesión mayor.

Con la economía hay un tema: ya que esta depende mucho del capital extranjero, las recetas
de normalización y ortodoxia que hay que aplicar son más fuertes. El problema es que genera
recesión, con lo que no se atraen los capitales que se quieren. Es entonces el estado el que
debe encargarse de sostener la inversión, aumentando el gasto público y reduciendo el déficit
fiscal. Esos recursos saldrían de la reducción del personal estatal y de la presión tributaria (que
no debe recaer sobre la gran burguesía, obvio). Cuanto mayor fue la crisis, mayor la tendencia
de la burguesía a inclinarse a especular en el circuito financiero y no en producción.

Con el programa de Vasena aumentó el crecimiento en 1967-8-9, más en las industrias


dinámicas que en las tradicionales, y muy poco en el agro. Esto porque las tasas de inversión
en 1967 eran altas. Esto porque mejoro la balanza de pagos, y esto porque había más divisas
provenientes del capital extranjero, que no se ubicó en préstamos a largo plazo, sino a corto
plazo. Mucha inversión, pero poca confianza, lo que se haría notar.

Los ingresos del gobierno crecieron y bajaron las erogaciones (porque se despedía gente, se
racionalizo el Estado, etc.) Pudieron aumentar las erogaciones de capital y se bajaba el déficit
fiscal. Los salarios obreros sufrieron una caída relativamente leve (por eso se dice que las
explosiones sociales del ’69 en adelante no son por salarios).

PORTANTIERO “Economía política en la crisis argentina (1958-1973.” TEO 5

1. El "empate" argentino.
Empate entre fuerzas, capaces de vetar los proyectos de las otras pero sin recursos suficientes
para imponer los propios.

Esta situación de empate hegemónico, dio lugar a la presencia de un estado progresivamente


asilado de la sociedad. La inestabilidad crónica de la Argentina y su condición de sociedad
"ingobernable" sólo puede ser entendida a condición de penetrar en el complejo de relaciones
económicas, sociales y políticas que se va estructurando dese finales de la década del 50.

El derrocamiento del primer experimento nacionalista popular de Perón implicaba el cierre de


un ciclo histórico. En lo económica, quedaba agotado un modelo de acumulación iniciado con la
crisis del 30 y reforzado en la del 40. En lo político, el fin del primer peronismo arrasaba con un
orden legítimo, sostenido por una alianza de intereses expresada en el bloque populista que
Perón había articulado entre las FFAA, el sindicalismo y las corporaciones patronales que
representaban al capitalismo nacional.

En la medida en que los intereses que confluían en esa alianza comenzaron a manifestar
contradicciones entre sí, el bloque populista entró en descomposición. Fue derrocado por una
conjura dirigida por oficiales retirados del ejército, por lo tanto sin mando de tropas, apoyada
por la Marina de guerra.

El peronismo había conseguido dar expresión política coherente a una etapa de desarrollo de
la sociedad argentina. A partir de su caída, ninguna experiencia logró satisfacer los requisitos
mínimos necesarios para sostener un Orden estable. Faltó una ecuación política capaz de
articular a la sociedad con el estado, de fundar una legitimidad basada en la fuerza y el
consenso.

La incapacidad e las clases dominantes comienza a ser patética desde el período presidencial
de Frondizi.

El período 1955-58 fue de transición y un intento de poner "orden en la casa". Del deterioro que
le había inferido el nacionalismo popular y desarmar su aparato político: el sindicalismo. Fue un
operativo de "limpieza" para el retorno a las condiciones del pre peronismo. Desarticular la
participación política de los sindicatos como interlocutores privilegiados para la elaboración de
proyectos sociales.

El desarrollismo proponía la sustitución de trabajo por capital. Estimará el ingreso masivo del
capital extranjero en la industria. "Crisis de la hegemonía": incapacidad de un sector que
deviene predominante en la economía para proyectar sobre la sociedad un orden político que lo
exprese legítimamente y lo reproduzca.

El empate político entre los distintos grupos se articularía con una modalidad específica de
acumulación de capital basada en una situación de poder económico compartido que
desplazaba a la burguesía agraria (proveedora de divisas y dueña de los momentos de crisis
externa) y la burguesía industrial, volcada hacia el mercado interior.

El modelo vigente responde a una secuencia que pasa de un momento de devaluación y


aumento de los precios relativos industriales y el salario real, hasta que la burguesía agraria
precipita una crisis en la balanza de pagos y con una posterior devaluación recomienza el ciclo.
Su origen data de la década del 30,

La particularidad de esta forma de acumulación, sustentada por un poder compartido cuyos


desajustes internos se zanjan mediante bruscas y sucesivas traslaciones de ingresos que
sacuden el cuerpo social del país, explica las formas políticas del capitalismo argentino. formas
que testimonian una suerte de "imposibilidad hegemónica", dadas las recurrentes dificultades
que enfrentan para elaborar una coalición estable las capas más concentradas de las
burguesías urbana y rural.

Periódicamente, distintas fracciones buscan dar un vuelco a la situación, tratando de montar un


modelo de acumulación alternativo: intentos de ruptura del empate que pretenden modernizar
la estructura del capitalismo.
Bajo el liderazgo de la fracción monopolista del capital industrial, tal fue el intento de Krieger
Vasena, ministro de economía de Onganía, entre 1967-69 al igual que Gelbard bajo el capital
nacional durante el último gobierno de Perón. Ambos fracasaron.

Una y otra vez el estado fue desbordado por la sociedad y la posibilidad de un orden político,
cancelada nuevamente.

Entre 1966-73 durante la "revolución argentina", se puso en marcha el experimento más


coherente y en las mejores condiciones desplegado por la fracción dominante en la economía
para superar el empate a su favor y transformar el predominio en hegemonía. Ya a al cado de
los primeros tres años ese ensayo mostraba los signos de su fracaso.

El empate político en Argentina está articulado con el empate social.

Los partidos políticos, inconsistentes como ordenadores potenciales de la hegemonía, pero


aptos para representar el "sentido común" de las capas medias.

Sus protagonistas serán actores del sistema político que operan en su interior, organizadores
sociales que pretender poner en marcha proyectos de poder, definidos como tales a partir de
un complicado juego de relaciones de fuerza. Juego que supone tensiones en el
enfrentamiento de cada uno de los actores con otros pero también en su interior.

Relaciones de fuerzas políticas, donde los conflictos de clase se expresan como conflictos
entre fuerzas que actúan en el sistema político; en el que las alianzas entre clases y fracciones
buscan constituirse como bloque de poder mediante la articulación de proyectos.

II. Los preludios del cambio.

1962-63, argentina atravesó por uno de sus momentos de recesión: déficit incontrolable en la
balanza de pagos. Se trató de estimular a la burguesía agraria pampeana a través de una
devaluación del peso con el objeto de modificar a su favor la relación de precios con la
industria.

La crisis económica arrastró a una crisis institucional y la FAA decidieron el derrocamiento de


Frondizi.

La puesta en marcha del proyecto desarrollista, había consolidado ciertos puntos de no retorno
en la estructura de la economía y la sociedad argentina. Se colocaron las bases para la
consolidación en la esfera de la producción de un nuevo actor social: el capital extranjero
radicado en la industria. La burguesía industrial local deberá, amoldarse a sus decisiones y la
tradicionalmente poderosa burguesía pampeana será desplaza de su posición de liderazgo
aunque sin su capacidad de presión, poderosa sobre todo en los momentos de crisis. El control
sobre los sectores más dinámicos de la estructura productiva urbana se internacionalizó,
modificando las relaciones de fuerza en la sociedad.

Entre diciembre de 1958 y 1962 se autorizaron radicaciones por más de 500millones de


dólares, el cual el 90% fueron destinados a industrias. El 65% de las inversiones correspondía
a empresas EEUU. Contribuyó a remodelar la economía nacional. Pero lo importante de esos
cambios es la modificación generada en el perfil social y regional de las relaciones de fuerza.

Elementos nuevos implantados durante el desarrollismo.

La concentración de inversiones en CABA y su periferia, las variaciones en la distribución del


ingreso que beneficiaron a los sectores medio y medio superior en detrimento de los tramos
inferiores y superiores. La heterogeneización de la clase dominante calificada como
"diversificación del liderazgo empresario". Las modificaciones operadas en la composición
interna de la fuerza de trabajo a través de diferenciaciones salariales nítidas a favor de los
trabajadores de las ramas dinámicas.

Esta modernización no evitó la reaparición en 1962 de la crisis externa: el programa


desarrollista implicaba la necesidad de un aumento en la demanda de importaciones (materias
primas, bienes intermedios, tecnología) que sólo podía ser equilibrada con un aumento de la
exportación de productos agropecuarios. Derrocado Frondizi, Pinedo (representante de la
burguesía agraria tradicional) ocupó el ministerio de economía. Aplicó un plan económico de
liberalismo extremo y convocatoria para ocupar las posiciones en el aparato del Estado a
sectores más conservadores.

Pero una vez superado el momento más delicado de la crisis, la nueva complejidad de las
relaciones económicas y sociales comenzaría a jaquear el modelo simple puesto en práctica
con el derrocamiento de Frondizi.

Se abre asó un período de casi dos años de crisis política constante que sólo se zanja por la
vía militar. Por primera vez en la Argentina moderna llegan a producirse enfrentamientos
armados entre fracciones del ejército y la marina. Se convoca a elecciones y en 1963, asume
Illia.

El desvalido gobierno provisional de José María Guido, que sucedió a Frondizi, va a adquirir el
carácter de ensayo general para el modelo político que se intentará poner en marcha desde
1966.

El impulso modernizante del desarrollismo había comenzado a promover a una capa


tecnoburocrática ligada con los nuevos procesos de acumulación capitalista en todas sus
esferas. La emergencia de ese estrato era indicativa de una modernización general de la
sociedad, tanto en el tipo de consumo de las clases medias cuanto en la estructura
antitradicionalista que comenzó a darse durante ese período a los patrones ideológicos
dominantes, desde la universidad hasta los medios de comunicación.

Esta capa habría de encontrar entre 1967 y 69 a su prócer: Krieger Vasena, promotor del
nuevo modelo socioeconómico tendiente a coronar el proceso abierto bajo el gobierno de
Frondizi. Este movimiento hacia la modernización política que envolvía como principal
derrotado al sistema tradicional de partidos, involucró el ascenso de otra fuerza social,
arrinconada desde el 55, la burocracia sindical. En 1961, Frondizi devolvió a los sindicatos el
control de la CGT intervenida por el estad hacía seis años. Las organizaciones gremiales
reaparecieron como grupo de presión, años en los que aparece la corriente vandorista (UOM).

El crecimiento del papel del sindicalismo y el reflujo sufrido por los partidos políticos, colocó en
un primer plano institucional a las organizaciones corporativas empresarias .

A estos actores: Establishment, burocracia sindical, organizaciones empresarias, debe sumarse


a las FFAA. Ese grupo, que eligió a Onganía como su primer líder intuyó que la herencia
dejada por el "desarrollismo" era significativa, que la sociedad argentina había cambiado y que
las FFAA debían ajustarse a esa complejidad.

Los partidos políticos aparecían como los principales derrotados de ese proceso de
modernización capitalista retomarían el gobierno con apenas un 25% de los votos.

Illia duraría menos de 3 años. Quiso recrear un modelo de gobierno respetuoso de la


democracia liberal constituido sobre la imagen republicana anterior a los años 30. Gobernó sin
estado de sitio ni presos políticos pero se confundió al creer que la argentina que él gobernaba
era la de la década de los 20.

Superada la crisis del 62/63, argentina entra en un ciclo de recuperación virtualmente decenal,
caracterizado por una coyuntura internacional favorable a los precios de los productos
argentinos en el mercado mundial y que eliminarían por un tiempo los déficits de la balanza
comercial.

Desde 1964 hasta 1971, argentina a nivel económico se caracteriza por:

Crecimiento del PBI sin recesión, del producto industrial, aumento para ocupar mano de obra
industria, participación de las empresas grandes y medianas de las ramas dinámicas,
atenuación de los ciclos originados en el sector externo, estabilidad en patrones de distribución
del ingreso, instalación masiva de capital extranjero en la industria, descenso del nivel de
ocupación.

El gobierno de Illia no frena pero tampoco impulsa esas tendencias. La UCR no es capaz de
sintetizar en el estado ese nuevo esquema de fuerzas. Esta incapacidad de Illia para responder
a las exigencias del sistema económico provocará su caída en 1966. El derrocamiento del
radicalismo arrastraba simbólicamente a la totalidad del sistema de representación. Cuando los
militares toman por asalto el poder utilizan como explicación el deterioro de los partidos
políticos, "crisis de autoridad".

La acumulación de capital, el incremento de la eficacia del sistema económico, la


racionalización del estado, eran demandas que se asentaban sobre la lógica del desarrollo
capitalista. No estaba en la capacidad del viejo sistema de partidos asumir esas tareas, es a
ese cuello de botella político que el golpe intentará poner fin.

III. El tiempo de la euforia: Onganía-Krieger Vasena.

Los militares que perpetraron el golpe a Illia fueron los mismos que se habían batido para
garantizar las elecciones en el 63. Tres años después, pretendían ocupar el vacío político
dejado por los partidos. El objetivo era la modernización del país, la grandeza de la nación.

Exige la construcción e industria básica, promoción de actividades como energía nuclear y


cibernética. Reclama la revolución técnica del campo. Para esa tarea las FFAA no podían
contar con el viejo sistema de partidos. Debía ser decidida por una conducción centralizada y
autoritaria. Pero la traducción fue mediocre. Tampoco Onganía pudo sintetizar el nuevo país,
reconstruir la hegemonía.

El estado, carente de una fuerte organización burocrática dotada de estabilidad y de una eficaz
gestión como empresa económica, el aparato estatal no posee una capa de funcionarios
autónomos capaz de proponer metas y ejecutar proyectos, de controlar a la sociedad. Su
intervencionismo nunca puede llegar más allá de un complicado engranaje de reglamentos,
mecanismo defensivo con el que busca constreñir a la sociedad pero sólo logra irritarla. La
fórmula de poder que intentó establecer la revolución argentina se fue desvaneciendo frente al
vigor que siguieron demostrando, como articuladores de intereses sociales, voceros de opinión
pública, los sindicatos y partidos políticos. En 1969 se desata el cordobazo, prólogo de una
serie de conmociones regionales. En 1970 nace la guerrilla urbana para consolidarse
progresivamente. Perón triunfará acompañado por los sindicatos, partidos políticos, frente a un
ejército desalentado, al establishment en derrota y al capitalismo transnacional ausente de la
coalición en el poder.

Los ideólogos de a RA intentaron esquematizar sus objetivos en 3 tiempos sucesivos: tiempo


económico, social y político.

Dos etapas: una de acumulación (riqueza y poder) que supone el sostén del autoritarismo
militar y la segunda de distribución, en la cual se abrirían las compuertas para la repartición de
la riqueza acumulada. Se buscaba consolidar una oligarquía político militar empresaria,
empeñada en asegurar el proceso de industrialización a través de grandes inversiones en la
infraestructura.

La etapa de 1966 y 73 puede ser dividida en 3 etapas.

1-1966-70 intento de estabilizar una modificación en el modelo de acumulación en la relación


de las fuerzas sociales

2-1970-71 intento de formular un modelo con mayor participación del capitalismo naciones bajo
el mismo molde autoritario

3-1971-73 intento de salida para la situación mediante la congelación de la iniciativa estatal


sobre la economía y la pretensión de controlar el futuro modelo político.
La RA arranca en 1966 con K Vasena como representante del Establishment tecnoburocrático
y de la gran burguesía urbana. En esta etapa, el predominio del capital monopólico industrial se
transforma en hegemonía dentro del bloque dominante. El capital nacional y la burguesía
agraria debieron subordinarse a él. El proyecto sacrificaba en primer lugar a los partidos
políticos.

Los partidos políticos aparecen como una institución ejemplar del empate: incapacitados como
ordenadores de ninguna hegemonía estable, son instrumentos eficaces para bloquear la
posibilidad de salidas alternativas. Pero en el momento de ofensiva del gran capital, al iniciarse
la RA no tenían más opción que el repliegue.

La disolución de los partidos políticos era un hecho inédito. El peronismo, al no ser


desarticulados los sindicatos, mantenía un canal de expresión del que carecían los demás
partidos.

El equipo de KV realizó un proceso de recomposición hegemónica a favor de las fracciones


superiores de la burguesía urbana consolidada económicamente en los 60. La "racionalización"
de KV implicó una transferencia en la distribución de la plusvalía en perjuicio de los sectores
medianos y pequeños del capitalismo urbano así como de los propietarios de tierras en la zona
pampeana.

El plan organiza una carrera contra el tiempo y su éxito depende de la fortaleza del estado para
controlar la velocidad del movimiento de dos factores: el rechazo al proyecto por los
perjudicados y la recolección de los frutos implícitos en sus metas desarrollistas. El primer
factor desbordó la capacidad de contención del estado.

No se trató de un fracaso económico. Los años 69 y 70 marcan una crisis social, cultural y
política, por medio de la cual la sociedad avanzaba sobre un estado que pese a su
autoritarismo iba a ser nuevamente desbordado. La inexistencia de la tradición estatal no pudo
ser revertida. La crisis social y política arrastrará a su caída al autoritarismo militar de Onganía
y planteará la recreación de las condiciones del empate.

Sólo un estado fuerte en relación con la sociedad podría garantizar que esas demandas
prematuras en función de los tiempos del proyecto, no se volvieran incontrolables. ¿Quiénes
eran los perjudicados? La gran burguesía agraria (retenciones). Galvanizó a los terratenientes
quienes enfrentaron más duramente al gobierno.

El proceso de concentración que ese tipo de desarrollo genera en nombre de la eficiencia lleva
al derrumbe de la pequeña y mediana empresa.

Todos estos costos pueden ser sobrellevados si la capacidad de presión de los sectores sobre
el estado o es baja. Que no es el caso en la argentina. Las explosiones regionales que
abarcaban zonas de desigual desarrollo económico, político y social, la situación de los
asalariados (perjudicados por los intentos de superexplotación) y el descontento generalizado
de las capas medias expropiadas políticamente por el autoritarismo estatal, crearon una
acumulación de fuerzas opositoras poderosa que abrieron una crisis social que precipitó la
fractura militar.

A partir de los 60, el enemigo es considerado "interno" más que externo. La función principal de
las FFAA es garantizar la seguridad.

La burocracia sindical, se insertará en esos pliegues haciendo valer su fuerza relativa dentro de
un frente opositor. La primera ofensiva descargada contra los asalariados tendió a desmantelar
las zonas de "ineficiencia": puertos, ferrocarriles, industria azucarera tucumana. La burocracia
tendió mantener el diálogo en principio pero luego endureció su posición. En el 67 KV liquida
por dos años las convenciones colectivas de trabajo por lo que el estado fijará los ingresos de
los asalariados. Desde ese momento hasta la crisis social y política de 1969-70, la burocracia
sindical se repliega.
La orientación del estado no consiste necesariamente en procurar su desaparición sino su
subordinación al plan del capital.

Si por un lado, el sindicalismo encuentra oídos sordos para sus reclamos ante el estado, por el
otro ve socavar su poderío desde adentro. Por un lado un número importante de gremios que
se rebelan contra la conducción de la CGT paralela. Por otro, un alzamiento de bases que
llevará el nombre de clasismo, en el que crecerá la influencia del socialismo marxista. Ambas
rebeliones internas se ligaban con la impotencia de la burocracia sindical.

La CGT "de los argentinos" expresaba el descontento de aquellos sectores de la fuerza de


trabajo empleados en las ramas calificadas como "ineficientes": Trabajadores del estado,
ferroviarios, obreros de las regiones sometidas a la racionalización (tucumán) que el impulso
modernizante buscaba hacer desaparecer.

El clasismo implicaba un tipo de movilización obrera opuesto. Trabajadores de las industrias de


punta generadas después del 58, su centro córdoba. El eje de sus reclamos no era el salario ni
la ocupación sino reivindicaciones cualitativas que la burocracia sindical era incapaz de asumir.
Sus reclamos tenían que ver con la condición obrera en general. Determinación de los ritmos
de producción, de los tiempo y de los sistemas de job evaluation.

Frente a las modificaciones de la condición obrera, la burocracia sindical no tenía respuestas.


La BS representaba una franja intermedia en la que su representatividad era incuestionable.
Desde el derrocamiento la burocracia sindical asumió dos papeles: negociadora de las
condiciones de venta de fuerza de trabaja y a causa de la proscripción, en voceros de la
identidad política de la clase trabajadora. El horizonte de su programa era la protección del
mercado interno, defensa de capacidad de consumo de los trabajadores.

En la primera etapa de la RA tenía escasa capacidad de maniobra. Debía ver el ascenso de la


CGT de los argentinos y del clasismo como intentos de respuesta para nuevas preguntas
planteadas por la realidad que ella no podía asumir. Desde 1970 crecerá la influencia de la BS
como centro por su riqueza económica, su capacidad de movilización superior a la de los
partidos.

IV. Un interregno: Levingston Ferrer.

En junio de 1970 obligan a Onganía a presentar su renuncia. El ignoto general Levingston es


nombrado presidente por una junta militar. El verdadero poder estaba en la figura de Alejandro
Lanusse.

Levingston intenta combinar un modelo autoritario con una política económica divergente de la
de KV.

Se trataba de una "argentinización" de la economía, a través del importante poder de compra


del estado y de una redistribución del crédito bancario que favoreciera a los empresarios
nacionales.

El estado de movilización de las clases populares en ascenso desde 1969 creció en intensidad
cuando la economía de 1970, parecía acentuar sus rasgos recesivos e inflacionarios. En ese
interregno se produce un acercamiento entre Perón y el partido radical.

En 1971 un nuevo cordobazo termina con el interregno de Levingston.

V. La salida: Lanusse Perón.

El PBN y el producto bruto industrial se desaceleraban, el salario real entraba en deterioro,


crecía la tasa de desocupación. La inflación parecía fuera de control.

Sólo la obtención de un mínimo de legitimidad podrá garantizar una solución económica.


El Gran acuerdo nacional, proyectado en nombre de la seguridad es convocado por Lanusse.
La seguridad entra en primer plano: unir a los adversarios y combatir a los enemigos.

Se propone una tregua sobre la que se asienta la posibilidad de una salida política.

Lanusse hace una promesa "transformista" de salida de una crisis. Implicaba un acuerdo con la
burocracia sindical y los partidos políticos. Implicaba también reformas. Un punto de máxima
aceptado era la candidatura de Lanusse pero con la posibilidad de un mínimo, la
coparticipación en el futuro poder como titulares indenegables de la represión contra el
enemigo.

La movilización de las masas y la profundidad de las crisis implicaba que era imposible que la
PA se legitimara. Después de 18 años había llegado la hora de Perón.

La derrota de la RA fue el intento de recrear las condiciones previas a la crisis. EL recambio


político no resolvía la crisis orgánica.

Perón no podrá crear siquiera las condiciones mínimas para romper las bases sociales y
políticas del empate. Las fuerzas sociales lograrán vaciar al estado de todo contenido.

PORTANTIERO “Economía política en la crisis argentina (1958-1973.” TEO 4

El empate argentino

Hay una convicción de una carencia de un verdadero Orden Político en la Argentina, una
incapacidad de las clases dominantes para construir alguna forma de dominación legítima
sobre una sociedad. Hay una lógica de un “empate” entre fuerzas capaces de vetar proyectos
de las otras, sin recursos para imponer los propios. El "empate hegemónico" ha dado lugar a un
Estado aislado de la Sociedad, hay inestabilidad crónica con una sociedad "ingobernable".

En 1955, quedaba atrás, agotado, un modelo de acumulación iniciado con la crisis del 30 y
reforzado en la década del 40, que el peronismo modificó socialmente introduciéndole un
patrón ampliado de distribución.

Perón fue derrocado por una conjura dirigida x oficiales retirados del Ejercito, apoyada x la
Marina de guerra. A partir de su caída, ninguna experiencia gubernamental logró satisfacer
los requisitos mínimos necesarios para sostener un Orden estable. Faltó una ecuación
política capaz de articular a la sociedad con el Estado.

Con Frondizi (1958 y derrocado 1962) se fundan las bases para modificaciones profundas en el
modelo de acumulación y consecuentemente se abre un proceso de complejización de las
contradicciones entre clases y también entre fracciones de clases.

El periodo 1955-1958 puede considerarse de transición:

- Implicó un intento provisional y defensivo de las clases dominantes por poner orden en la casa.
Esto es, recuperarse (sobre todo la burguesía agraria) del deterioro que le había inferido el
nacionalismo popular y desarmar, en lo posible, su aparato político. Además, se trató de
desarticular la participación política de los sindicatos como interlocutores privilegiados para la
elaboración de proyectos sociales. Se trató de un operativo de "limpieza" e intento de retorno a
las condiciones del pre-peronismo.

- Además, se produce la sustitución de trabajo x capital en el desarrollo industrial.


En lo económico, fue el desarrollismo quien consumó el inicio de esta nueva etapa. Se
estimuló el ingreso masivo de capital extranjero en la industria.

Su correlato en el plano político fue una crisis de hegemonía: 1) Alteró la correlación de


fuerzas en el interior de la burguesía, 2) redefinió las relaciones entre el conjunto de las clases
dominantes y dominadas y 3) se manifestó la incapacidad de un sector que deviene
predominante en la economía para proyectar sobre la sociedad un Orden Político que lo
expresase legítimamente y lo reproduzca.

Esto es lo que el autor denomina el empate político: situación de poder compartido que,
alternativamente, se desplaza a la burguesía agraria pampeana, orientada al modo externo, y
a la burguesía industrial, volcada totalmente al mercado interior. Según cual sea el momento
del ciclo económico, se posicionará alguna de las alianzas. Esa suerte de "imposibilidad
hegemónica" tenía que ver con las recurrentes dificultades que enfrentan para elaborar una
coalición estable las capas más concentradas de las burguesías urbanas y rural.

Periódicamente había intentos de ruptura del empate que pretendían modernizar la


estructura del capitalismo. Esos intentos se originaban habitualmente en fracciones de la
burguesía urbana que aspiraba a fracturar el frente agrario, agrediendo con políticas
impositivas a sus sectores más parasitarios.

Pero esos intentos fueron quebrados. Una y otra vez el Estado fue desbordado x la Sociedad y
la posibilidad de un Orden Político, cancelada.

Un ejemplo: el periodo 1966-1973, años de la llamada Revolución Argentina. Pese a que las
condiciones económicas, nacionales e internacionales, trabajaban a su favor, el proyecto no
pudo superar los obstáculos que se le interpusieron. ¿Por qué? cuáles fueron las causas que
impidieron a una clase política dispuesta a modernizar al capitalismo argentino realizar su
cometido y entregar el gobierno a la coalición populista que tras 20 años de exilio encabezaba
nuevamente perón. Esto lo lleva de analizar la veta económica a la política, entendido como
sistema institucional de toma de decisiones, en el que una pluralidad de actores sociales
gradúa la obtención de sus demandas a partir de niveles que van desde el poder efectico para
decidir hasta la capacidad de influir para vetar, a través de formas de presión.

FFAA: tensionadas permanentemente entre el nacionalismo y el liberalismo.

Sindicatos: eran un factor real de poder como en pocos países de occidente, expresivos de la
clase trabajadora pero capacitados, a la vez, x su anti socialismo, para dialogar con otros
sectores internos al sistema.

Partidos políticos: inconsistentes como ordenadores potenciales de hegemonía, pero aptos


para representar el "sentido común" de las capas medias, tanto urbanas como rurales.

Los preludios del cambio

Entre 1962 y 1963 Argentina estaba pasando por una recesión. Su detonante fue el déficit en
la balanza de pagos. Se trató de estimular la burguesía agraria pampeana a través de una
devaluación del peso. En el plano político, la crisis económica arrastró a una crisis institucional
y las FFAA derrocaron a Frondizi e instalaron un profundo antiperonismo. Su propuesta no iba
más allá de la resurrección de la Revolución Libertadora que había desalojado a Perón del
poder.

Para ese entonces, se intensificaron las inversiones de capital extranjero en industrias y


servicios. Este capital logró la sumisión de la burguesía industrial local, debía amoldarse a sus
decisiones y la tradicional burguesía pampeana fue desplazada de su posición de liderazgo,
aunque sin perder su capacidad de presión. 1958 con Frondizi se promulga la ley de
inversiones extranjeras.

Esto significó una conmoción para la sociedad argentina; implicó remodelar la economía,
basada, hasta entonces, en las exportaciones agropecuarias, y caracterizada por la presencia
subordinada de una industria local productora de bienes no durables y de un estado empresario
que controlaba buena parte de los servicios, como herencia de la administración peronista.
Estas inversiones desplazaron el principio dinámico de la economía argentina del mercado
externo a la demanda interior: es la modificación del perfil social y regional, que implicó la
modificación de comportamientos de algunos estratos tradicionales. Cambios:
- concentración de las inversiones en capital federal y su periferia

- Variaciones en la distribución del ingreso que beneficiaron sobre todo a los sectores medio y
medio superior, en detrimento de los tramos inferiores y de los superiores.

- Mayor heterogeneización de la clase dominante

- Modificaciones en la composición de la fuerza de trabajo a través de diferenciaciones


salariales nítidas a favor de los trabajadores de las ramas dinámicas. Es decir, se puso en
marcha un proceso de modernización.

1962 hay una crisis con Frondizi por recesión, el programa desarrollista necesitaba aumentar
importaciones, de materias primas, maquinaria, tecnología, pero para eso necesitaba aumentar
las exportaciones agropecuarias y eso no se dio. Se derroca a Frondizi y Federico Pinero entra
al Ministerio de economía, dando lugar a planes anti recesivos de liberalismo económico, y
llama a ocupar posiciones del aparato del Estado a sectores conservadores del Ejército y la
Marina. Estos entran en enfrentamiento por esos lugares, Finalmente se llama a elecciones y
en 1963 asume Illia (fracción tradicional de la UCR)

Burguesía internacionalizada en detrimento del viejo capitalismo urbano y rural. Esto dio
lugar al progresivo intento de proyectar ese predominio económico en hegemonía política.

Durante el gobierno de Guido (62-63, gobierno provisional) surgió una capa tecno burocrática
directamente ligada al nuevo proceso de acumulación capitalista. Su prócer apareció entre
1967 y 1969: Adalbert Krieger Vasena.

Y este movimiento hacia la modernización política, que envolvía como principal derrotado al
sistema tradicional de partidos, involucró el ascenso de otra fuerza social, arrinconada desde el
derrocamiento de Perón: la burocracia sindical. En 1961 Frondizi devolvió a los sindicatos el
control de la CGT, intervenida x el Estado desde hacía 6 años. Esto permitió que durante el
gobierno de Guido las organizaciones gremiales reaparecieran como grupo de presión.
Comenzó a gestarse la corriente llamada "vandorista" (x Augusto Vandor, líder del poderoso
gremio metalúrgico), crecientemente dispuesto a autonomizarse de las indicaciones que daba
Perón desde el exilio y a elaborar un proyecto político gremial capacitado para negociar
directamente con los otros factores de poder. Además, emergieron en un primero plano
institucional las organizaciones corporativas empresarias expresivas de los intereses
económicos de fracciones del capital y articulados con proyectos políticos. Alrededor de ellos
se nuclea la tecno burocracia.

Las FFAA con militares representantes de un "sentido común", antiperonistas, decidieron


derrocar a Frondizi e impulsaron en el gobierno de Guido políticas favorables a la burguesía
agraria, tenían ilusión de volver a la etapa de 1943.

Guido convoca a elecciones y triunfa Illia con apenas el 25%. Duró tres años. Quiso recrear un
modelo de gobierno tradicional, respetuoso hasta el fin de las pautas de la democracia liberal.
Administración ejemplar, casi insólita para los patrones habituales en las últimas décadas:
gobernó sin estado de sitio y sin presos políticos, garantizo las libertades básicas.

Su gobierno coincide con un período de recuperación económica, superada la crisis del 62-
63. De 1964 en adelante, el proceso económico de Argentina se caracteriza por:

1) Crecimiento ininterrumpido del PBI, sin ningún año de recesión

2) Crecimiento sostenido del producto industrial

3) Aumento de la capacidad del sector industrial para ocupar mano de obra

4) Participación de empresas de ramas vegetativas (nacionales o extranjeras) y de las


medianas empresas (ídem) junto con grandes empresas extranjeras de ramas dinámicas

5) Atenuación de los ciclos originados en el sector externo


6) Estabilidad en los patrones de distribución del ingreso y progresiva atenuación de las
diferenciaciones internas dentro de los asalariados

7) Descenso del nivel de desocupación

Si bien el gobierno de Illia no frena esas tendencias, manifestó una incapacidad para responder
a las exigencias del sistema económico, lo que provocó su caída en 1966.

Militares toman el poder diciendo como excusa el deterioro de partidos políticos. La


acumulación de capital, el incremento de la eficacia del sistema económico, la racionalización
del estado eran demandas que se asentaban sobre la lógica del desarrollo capitalista, pero no
estaba en la capacidad del viejo sistema de partidos asumir esas tareas: esa a ese cuello de
botella que el golpe de junio intentó poner fin.

El tiempo de euforia: Onganía-Krieger Vasena

Golpe: Ya no se trataba de castigar a un gobierno legal al que se le imputaba "peligrosidad


ideológica" o desviación frente a los patrones de normalidad institucional. Era esa misma
normalidad la que se venía a combatir en nombre de una nueva "empresa nacional". El
objetivo era la modernización del país.

Documento: "Hoy las FFAA asumen la responsabilidad de asegurar la unión nacional y


posibilitar el bienestar general, incorporando al país los modernos elementos de la cultura, la
ciencia y la técnica, que realice una transformación sustancial". "Estamos viviendo la
finalización del período de transición del país agrícola-ganadero, de estructura armónica
dependiente, hacia el país industrializado". Reconocía a la argentina como país en vías de
desarrollo. Buscan la construcción de una industria básica.

Onganía tampoco pudo reconstruir su hegemonía. El Estado era vulnerable a las demandas de
coaliciones de fuerzas sociales. Carecía de fuerte organización burocrática dotada de
estabilidad y de gestión eficaz de empresa económica.

Ideólogos de la Revolución argentina intentan esquematizar sus objetivos por los "tres
tiempos": tiempo económico, social y político. Puede ser visto en dos etapas: primero
Acumulación de riqueza y poder, que supone el sostén del autoritarismo milita a la
reestructuración económica a favor de los sectores modernos del capitalismo, y una segunda
de Distribución donde se abrirían las compuertas para la repartición de Riqueza acumulada y
se regularían formas controladas de apertura en el sistema de Poder.

Se fragmenta en:

1) 66-70: estabilizar una modificación en el modelo de acumulación, en relación de


fuerzas sociales básicas y en el modelo político
2) 70-71: formulación de un modelo con mayor participación del capitalismo nacional, bajo
moldes autoritarios
3) 71-73: intento de "salida" para la situación de la iniciativa estatal sobre la economía y la
pretensión de controlar el futuro modelo político.

Krieger Vasena será el representante del "establishment" tecno burocrático y de la gran


burguesía urbana en el ministerio de economía. El capital monopolista industrial se convierte en
hegemonía dentro del bloque dominante y el capital nacional y la burguesía agraria se someten
a él.

Se sacrifica a los partidos políticos. Se arrasa con ellos cada vez que la fracción predominante
en la economía busca estructurar un orden hegemónico, reemplazándolos por las FFAA como
eje posible de una nueva coalición. Los partidos políticos aparecen como una institución
ejemplar del "empate": incapacitados como ordenadores de ninguna hegemonía estable, son
instrumentos eficaces para bloquear la posibilidad de salidas alternativas. Pero en el momento
de ofensiva del gran capital, al iniciarse la "Revolución argentina" no tenían otra opción que el
repliegue. El peronismo ya no era el único desarticulado.
Krieger Vasena: buscan premiar a cada sector mientras sea eficiente. Se fuerza desde el
Estado un proceso de recomposición hegemónica a favor de las fracciones superiores de la
burguesía urbana consolidada económicamente en los 70. Los éxitos del plan: aumento del
Producto Bruto Industrial, Producto Bruto Nacional, repunte del salario real, disminución de
ocupación y tasa de inflación, comienzo del ingreso de capitales extranjeros.

69-70: crisis orgánica y social en donde la sociedad avanza sobre el Estado autoritario que es
desbordado. Fracaso del plan de K Vasena: la elite militar y la política de Onganía no puso
superar la crisis estatal argentina. Había distancia con la sociedad. Se colocaron al servicio del
sector hegemónico del capitalismo y no se distinguió al Estado como interlocutor dotado de
peso propio para intervenir en la ordenación de la sociedad civil. Se dan tensiones sociales,
solo un Estado fuerte con relación a la sociedad podía garantizar demandas y que no se
vuelvan incontrolables. Los perjudicados eran la burguesía agraria. Se les castigó con
impuestos a exportaciones e impuesto a la renta potencial de la tierra tendiente a llevar los
criterios de eficiencia a la producción agraria. También perjudican a la pequeña y mediana
empresa y asalariados. Hay enfrentamiento en FFAA, se desorganizó la adhesión de sus
cuadros al proyecto que asociaba las instituciones armadas al "establishment". Crecen los
poderes de la sociedad civil reabriendo la crisis de representación.

Problemas con la burocracia sindical que ya no apoya al gobierno. En 67 la CGT hace huelga
de 48 hs. K Vasena liquida por dos años las convenciones colectivas de trabajo, establece que
el Estado fijará los ingresos de los asalariados. La CGT tiene sacudimientos:

Primero hay una constitución de gremios que se rebelan contra la GCT paralela, "de los
argentinos" volcada hacia el socialcristianismo radicalizado. Segundo, hay un alzamiento de
bases de direcciones sindicales, el clasismo, con influencia marxista llevada por pequeños
grupos políticos de izquierda. La CGT de los argentinos representaba a los sectores empleados
en ramas que el plan económicamente llamaba ineficientes, trabajadores del Estado,
ferrocarriles, obreros de zonas sometidas a la racionalización. Clasismo: eran trabajadores de
industrias de punta, generadas o expandidas post 58, en Córdoba como centro, implicaba una
lucha contra el autoritarismo de la fábrica.

Un interregno: Levingston-Ferrer

En junio de 1970 es derrocado Onganía. Los comandantes de las FFAA le quitaron su


confianza y le obligaron a presentar la renuncia. Asume Levingston, pero el verdadero poder
lo tenía la figura de comandante del ejército, Lanusse.

Para ese entonces, se hacía visible nuevamente una crisis externa, inflación y recesión. Se
venía del Cordobazo y desobediencia política generalizada. El ascenso de Levingston y de
Ferrer como ministro de economía implicó un intento de transformar el modelo de desarrollo
y el acuerdo de fuerzas sociales que estaban en la base. Su objetivo era poner en marcha un
programa reformista que aspiraba a asociar el capital nacional con el estado. Se trataba de una
argentinización de la economía, a través de la utilización del importante poder de compra del
estado y de una redistribución del crédito bancario que favoreciera a los empresarios
nacionales.

La estructura del poder se basaba en una coalición de las FFAA, la Burocracia Sindical y la
tecno burocracia ideológicamente ligada a las organizaciones corporativas en que se agrupa el
empresariado nacional, dejando fuera del proceso a los Partidos Políticos.

Levingston y Ferrer convocaban a las FFAA para que se transformase en el principal sostén
de un proceso tendendiente a permitir que la burguesía a agraria y el capital urbano nacional
ganaran posiciones en detrimento del capital monopolista que debía dar un paso al costado.
Levingston adoptó una serie de medidas que atentaban contra los intereses de las grandes
compañías petroleras extranjeras. Precipitó la crisis política.

Acercamiento impensable: Perón con el viejo partido radical en una junta Inter partidaria, La
Hora del Pueblo.
La crisis de legitimidad era cada vez mayor. Otro programa de la cúpula militar: La
reconciliación con los partidos políticos. Había que encontrar una salida, defensiva en lo
económico.

La salida: Lanusse-Perón

Caía el PB nacional y el industrial, el salario real; crecían las tasas de desocupación, déficit
balanza comercial e inflación. Se invierte el orden de los factores: sólo la obtención de un
mínimo de legitimidad política podrá garantizar una solución económica. El objetivo es
reconstruir el poder del estado y otorgar al sistema político el máximo de consenso. Este es el
sentido del "Gran Acuerdo Nacional", proyectado en nombre de la Seguridad x altos mandos
de las FFAA. El modelo económico pasa a segundo plano, frente al modelo político: interesa la
seguridad, unir a los adversarios y combatir a los enemigos, x encima del desarrollo.

Para lograr ese consenso era necesario un acuerdo entre las FFAA, los partidos políticos y
la burocracia sindical. Esta salida negociada implica la mayor victoria del resto de las
fracciones de la clase dominante: reubicarse en el poder político, aunque fuese para
restablecer las condiciones del empate. Un ej.: acuerdos que firman la CGT y la confederación
General Económica: estrategia reformista, protectora del mercado interno.

Las garantías que las FFAA exigían de las otras partes convocadas para el acuerdo tuvieron
un punto de máxima: la candidatura de Lanusse a la presidencia constitucional, pero con la
posibilidad de negociar un mínimo: la coparticipación en el futuro poder como titulares de la
represión contra el enemigo.

Sin embargo, la profundidad de la crisis y la activación general de la sociedad indicaban que


era imposible que la revolución argentina se legitimara. Solo Perón estaba en condiciones
de capturar la totalidad de los elementos que confluían en la definición de la crisis general.
Logro transformarse en el eje de una coalición en la que cabían desde fracciones de los viejos
partidos hasta la juventud radicalizada del movimiento guerrillero, burocracia sindical, capas
medias y líderes corporativos del capitalismo nacional. Perón logró sepultar la maniobra
transformista de Lanusse arrollándola en las urnas electorales.

El recambio político, pese a los entusiasmos despertados, no resolvía la crisis orgánica. Perón
no pudo romper las bases sociales y políticas del empate.

5) QUE CARACTERÍSTICAS PRESENTÓ LA PROTESTA SOCIAL DURANTE LOS AÑOS 1966 Y 1973
¿ EN QUE SENTIDO EL CORDOBAZO SIGNIFICÓ UN VIRAJE IMPORTANTE EN LA MISMA? (O
´DONELL, GORDILLO, GILLESPIE, POZZI)

GORDILLO, Mónica, Los prolegómenos del Cordobazo TEO 4

Las explicaciones anteriores sobre el cordobazo (alto grado de conciencia de clase, movimiento
espontáneo) son insuficientes. En Córdoba surgió un nuevo tipo de sindicalismo opuesto a la
burocracia sindical. Este surgimiento se da en un determinado contexto cultural e ideológico.
Este nuevo tipo de sindicalismo tuvo su autonomía, porque de otra manera no se explican sus
rasgos específicos. Los hechos: se había convocado a huelga general para el 30 de mayo a
nivel nacional. El 29 hay una movilización en Córdoba, a la que convocan SMATA y Luz y
Fuerza. Raimundo Ongaro, que estaba viajando a Córdoba, es detenido apenas llega. Sin el
acuerdo entre la izquierda (Tosco) y el peronismo (Elpidio Torres), hubiera sido muy difícil que
se dé el Cordobazo. A partir de las 10, 11 de la mañana, empiezan a marchar. Los sindicatos
que estaban eran Luz y Fuerza, SMATA, UTA y la UOM (de los pequeños talleres
autopartistas). Al mediodía la policía asesina a Máximo Mena, que era trabajador de IKA
Renault. Ahí es cuando se descontrola todo. Entre el mediodía y las 5 de la tarde, la ciudad
queda en manos de los manifestantes. Se arman barricadas y la movilización tiene mucho
apoyo popular.

GORDILLO, Mónica, “Protesta, rebelión y movilización: de la resistencia a la TEO 4


lucha armada, 1955-1973”

El objetivo de la Revolución Libertadora fue terminar con una forma de hacer política y diseñar
un nuevo modelo de república posible.

Desde 1955 a 1973 suceden tres etapas:

1. Desde 1955 a 1969, predominó la resistencia y la protesta obrera.


2. Desde 1969 a 1970, momento explosivo en el cual estalló la rebelión popular y
se conformaron movimientos sociales de oposición al régimen.
3. Desde 1971 a 1973, fue el pasaje a la acción política.
Como para resaltar, el pasaje desde finales de 1960 a principios de 1970 implica el
comienzo de llevar adelante medidas de acción colectiva.

El gobierno militar del ’55, buscó la manera de proscribir al peronismo, pero esto no funcionó ya
que logró que se intensificara aún más la identidad peronista, la reconstrucción de la identidad
peronista. De esta forma, de la resistencia más espontánea de los comienzos con el golpe de
Estado, se pasó a otros repertorios de confrontación, más preparados, como la colocación de
bombas.

En 1958 asumió Frondizi quien llevó adelante un pacto con Perón a partir del cual, el primero
iba a levantar la proscripción del peronismo y el restablecimiento de la legislación laboral. En
este período, se sucedieron muchas movilizaciones y paros nacionales que implicaron una
tensión debido a otro posible golpe de Estado.

Así, desde finales de los ’50, empieza a surgir una cultura contestataria que apostaba a la
acción directa. Era una lucha contra el imperialismo que buscaba un cambio de estructuras: se
necesitaba modificar la estructura política, la democracia burguesa (que marginaba la fuerza
política de la mayoría), la estructura económica y social. Así, se afianzó el nacionalismo, la
nación independiente, se estaba luchando por la patria.

A su vez, la coyuntura internacional colaboraba con la aparición de estos nuevos ideales y


metas: la Revolución cubana, la China comunista, la URSS. Por estos motivos, apareció una
nueva izquierda: una, ligada al Partido Comunista, afín a la URSS; y otra, apoyada a la
Revolución cubana y a China que creía en que la manera de llegar al poder era a través de la
Revolución.

En 1962, Frondizi fue derrocado y viene el gobierno interino de Guido, para que luego asumiera
Illia en 1963 de la UCR.

En este período el movimiento obrero encontró factores influyentes para llevar adelante sus
demandas. De esta forma, se convirtió en un factor de poder muy importante, en un gobierno
cada vez más débil; era la columna vertebral del peronismo por ser un movimiento obrero
organizado, ya no espontáneo, que llevaba adelante acciones colectivas, planes de lucha y que
buscaba reforzar la disciplina sindical, la verticalidad y frenar los movimientos de base. Este
movimiento obrero se movilizaba bajo las banderas de la participación social, la unidad
nacional, etc.

Por estas razones, aparecieron tres alternativas:

-la incorporación del movimiento obrero en el Sistema Político

-la salida revolucionaria por izquierda

-la salida autoritaria


Finalmente termina ganando la última e Illia es derrocado por la Revolución Argentina en 1966.

Durante el gobierno de Onganía, el sector estudiante adquiere cada vez más peso político. Se
fue generando un proceso de solidaridad con los obreros porque el gobierno carecía de
representatividad. Por todo ello, el movimiento estudiantil fue el primero en reaccionar frente al
gobierno autoritario de Onganía.

Hubo varios incidentes en el cruce entre el movimiento estudiantil y Onganía, en los cuales
varios resultaros heridos y uno murió: Santiago Pampillón. Por estas razones, había una
necesidad de unión entre los distintos sectores populares. Estos movimientos también
resaltaban la idea de la liberación nacional, como una lucha contra el capitalismo y los
imperialismos.

Empezó a surgir el movimiento armado: en el peronismo, surgió la FAP.

El año 1969 es un año de conflictos, de protesta que fue descomponiendo paso a paso a la
Revolución Argentina, a partir del Cordobazo y el Rosariazo.

El primero de ello consistió en una marcha de obreros de varias empresas, trabajadores


públicos, estudiantes y ciudadanos hacia el centro. La marcha fue intervenida por la policía
quien mató a un obrero y esto generó más revuelo que ni siquiera los dirigentes sindicales
podían controlar. El 30 de Mayo, Córdoba era una ciudad tomada y el régimen lo atribuyó a
agrupaciones de izquierda que estaban apoyadas por el comunismo internacional. El
Cordobazo significó un cuestionamiento al régimen debido a la crisis de autoridad que se venía
profundizando a lo largo del período. Además, apareció un nuevo actor social, clave en la
lucha: la juventud que venía a defender sus ideales.

A partir del Cordobazo en 1969, se llevó adelante un ciclo de protestas que empujó a la
construcción de un movimiento social que tenía tres componentes básicos, para llevar la acción
colectiva: la percepción de injusticia, buscar revertir la situación a partir de la acción y la
construcción de una identidad común. Se trataba de mostrar la idea de modificar la orientación
política, económica y social del país.

El Rosariazo fue una continuación de este ciclo de protestas en el cual diferentes sindicatos,
entidades políticas y sociales se solidarizaron con los obreros ferroviarios para marchar. En
realidad, no fue solo marchar: hubieron atentados contra personal jerárquico, se pusieron
obstáculos en las vías para evitar su funcionamiento, sabotaje a talleres ferroviarios, etc. Y esto
se llevó a cabo también en otros lugares del país como Tucumán, Córdoba y Bahía Blanca. En
este caso, intervino el ejército. Así, el Rosariazo mostró que se estaban operando cambios en
el escenario político.

3) ¿En torno a qué argumentos se organizó un nuevo consenso alternativo en


1966, según Smulovitz?

Smulovitz

Dice que la Libertadora creia que se habia votado a Perón por falta de “educación
democratica”. El intento fue entonces prohibir a Perón, pero ademas, intentar borrar una
memoria colectiva, quitarle al electorado peronista su identidad como tal.

Dos hechos complicaron el éxito de este primer intento de salida: la continuidad de la


identidad peronista y la division de la UCR (que parecia la segura ganadora de las elecciones
previstas). Las elecciones para constituyentes de julio de 1957 mostraron que votos peronistas
(blancos) seguían siendo la mayoria. En enero de 1957 se habia dividido la UCR.
El Pacto de Caracas quebró la estrategia de aniquilación del peronismo, pues su origen estuvo
en que Frondizi se dio cuenta de que el electorado peronista “seguia estando allí”. Frondizi
creia que si su plan economico era exitoso, acabaria con la identidad peronista, algo asi como
una teoria del plato de lentejas. Frondizi hizo el pacto sabiendo que la proscripcion era
irreversible, lo que le permitiria llevar al éxito su politica economica, que permitiria integrar a
sus lideres sindicales peronistas. Sabia tambien que no podia condenar a los ciudadanos
peronistas en tanto tales, por eso derogo las leyes y decretos que impidieran la mencion a
Peron, etc.

Pero en el camino de Frondizi se pusieron la UCRP, el resto de los partidos y los sindicatos,
ademas de que el pacto le habia restado confianza militar.

La UCRP básicamente se habia quedado caliente con el pacto, siendo una de las principales
impugnadoras de la salida frondicista, llegando incluso a participar en conspiraciones militares.

El clivaje entre la UCRI y la UCRP explica en parte por qué no se pudo consolidar una coalición
electoral antiperonista exitosa.

Los sindicatos tambien empezaron a impugnar a Frondizi, en parte porque veían que la vuelta
de Perón no estaba en sus planes, y ademas por la cuestion economica (que aca no lo dice)

Cercado por todos lados, Frondizi llama a elecciones en 1962 con lo que apuesta a derrotar al
peronismo legalizado. Un verdadero salto al vacío, aunque, si triunfaba tenia mucho por ganar,
y si no, no perdia demasiado.

La verdad es que las FFAA no estaban seguras de querer bajar a Frondizi, o no la totalidad de la
institución, pero los partidos lo exigieron, estrechando los margenes de negociación de un
impasse con el gobierno. El problema era que bajar a Frondizi implicaba ya proscribir a las 2
primeras fuerzas electorales, dejando un gobierno que flotaria en el aire, pero los partidos
presionaron para esta salida asi que se termino imponiendo la visión de la Marina: bajar a
Frondizi.

Con el gobierno de Guido, Plan Martinez: la idea era construir un frente electoral que contaria
con el apoyo del peronismo, la UCRI y la democracia cristiana. Obviamente estaba lleno de
condiciones para la gradualísima entrada del peronismo en la arenita politica.

Lo que diferenciaba a esta salida de las anteriores, es que asignaba un rol (aunque con
reservas) a cada uno de los actores politicos relevantes.

El frente no se pudo constituir porque Perón queria participar en la eleccion del candidato,
cosa que las FFAA no quisieron, y parte de las FFAA quisieron meter a la UCRP en el frente. La
UCRP se niega, con lo que el ministro Martinez renuncia, muriendo este otro intento.

A continuación el gobierno de Guido desarrolló una estrategia de “réplica flexible”. La idea era
confundir al electorado y a los partidos sobre las condiciones de una fuctura eleccion,
haciendo casi imposible un pacto entre estos y el peronismo, el peronismo no podia tampoco
asegurar eficacia, etc. La cuestion es que en medio de tanta confusion, gano Illia (es un
desarrollo medio precario el que hace Smulovitz…) El problema era que la nueva situación no
solo era ilegitima (por todas las restricciones formales o no a la participación) sino que dejaba
al desnudo el problema.

El gobierno radical intenta una nueva estrategia casi idéntica a la anterior. ¿Por qué? A fines de
1964 habia tenido lugar el fallido intento de retorno de Perón. Se creyo que esto era un golpe
para el peronismo, que los politicos locales tendrian que elegir entre su supervivencia politica y
su lealtad a Perón, lo que los forzaria a entrar en la escena electoral aun bajo las condiciones
impuestas. Ademas el gobierno habia tenido tiempo para negociar con cuadros medios del
peronismo, con lo cual una eventual victoria peronista hubiera quedado fragmentada.

El tema es que la estrategia termino derivando en un conflicto interno del peronismo


(candidatura de Vandor en la que se baja si mal no recuerdo) y Perón termino quedando como
figura fuerte y arbitro nuevamente. Este era el marco de enfrentamientos entre Vandor y los
politicos neoperonistas: si alguno de los dos ganaba, le disputaria a Perón el control (o buen
parte) del movimiento. Tenían que usar la camiseta peronista, pero por otro lado esto
dificultaba su acceso a posiciones de poder institucional.

El problema fue que a principios de 1965 la Camara Nacional Electoral denegó la personería
jurídica al partido peronista, con lo cual Perón y Vandor apoyaron (separadamente) a la Unión
Popular, con lo que no se supo a la orden de quien respondían los votos de la UP: Perón o
Vandor.

Con los resultados los militares se alarmaron, ya que mostraron no solo que el electorado
peronista seguía siendo tal, sino que el liderazgo de Perón también era gravitante. Pero la
prueba definitiva fue en abril de 1966 con las elecciones para gobernador de Mendoza, en las
cuales el candidato vandorista sacó la mitad de los votos que el de Perón (aunque haya ganado
el partido demócrata). Este resultado tiró al tacho la estrategia de “integración silenciosa”.

A partir de 1966 se ensaya una salida totalmente diferente a la cuestión del peronismo, al
quedar claro que la misma no se hallaría dentro del sistema de partidos.

Conclusion

Smulovitz, a diferencia de otros enfoques, dice que las reglas de la búsqueda de solución al
problema de peronismo no fueron siempre las mismas, y que hay que complejizar la idea del
“empate” (por ejemplo la de O’Donnell). La prueba está en que los actores ideaban nuevas y
nuevas salidas a la cuestión, con lo que ellos mismos creían que los contextos iban cambiando
y que realmente se abrían posibilidades de una salida institucional, es decir, que las reglas del
juego iban cambiando. Se necesitaron varias salidas para convencer a los militares (siempre
prefiriendo que las impugnaciones vinieran de otros actores, teniendo en cuenta el costo
politico de un golpe) de que solo la espada podía controlar la situación.
PERONISMO

¿Cuándo es que aparece Perón, en el ámbito político?

El primer cargo político fue como secretario de trabajo y provisión de 1943 durante el régimen
militar. Este régimen fue catacterizado por ser un gobierno autoritario, represivo y
tradicionalista que contaba con un cierto grado de simpatía con el eje.

Hasta ese momento, argentina mantenía neutralidad ante la Segunda guerra mundial, pero en
1944 Ramirez cedió a las presiones de EE.UU, rompiendo relaciones con el eje.

Los nacionalistas interpretaron esta medida como un signo de debilidad y traición, por lo que
obligaron a Ramirez a renunciar para ser reemplazado por Farrel. Esa resolución provocó que
las naciones aliadas confirmaran la inclunación del gobierno argentino hacia el eje.

Durante todo este período, Perón con su cargo pudo acercarse cada vez más a los trabajadores
con el objetivo de evitar que creciera el comunismo, pero con la asunción de Farrell al poder,
Perón adquirió más cargos políticos como ministro de guerra, vicepresidente de la nación y
presidente del consejo nacional de postguerra.

¿Cuándo podemos decir que surguió el peronismo?

Para el año 1945, Perón adquirió un protagonismo mayor que el de Farrel, producto de su
creciente popularidad entre los trabajadores, lo cual trajo consigo enemigos, tanto internos
como externos al régimen.

En octubre de ese mismo año, los militares contrarios a Perón lograron convencer al
presidente de que su figura en ascenso representaba una amenaza y debía despalzarlo, es por
ello que lo obligan a renunciar de sus cargos, lo jubilan del ejército y lo encarcelan en la isla
Martín García. Sin embargo no permaneció mucho tiempo allí, ya que lo liberaron y lo
trasladaron a la casa rosada debido a que los trabajadores comenzaron a marchar en la
mañana del 17 de octubre del 45 hacia la plaza de mayo para protestar por su liberación.

Perón salió al balcón para incitar a los trabajadores a retirarse y les comunica implícitamente
que se postulará a presidente en las elecciones convocadas por Farrel, es por eso que esta
fecha constituye el nacimiento del peronismo.

En las elecciones del 46 se encontraba por un lado la fórmula Perón-Quijano y por el otro lado
la unión democrática, conformada por todos los partidos políticos opositores, como la unión
cívica radical, el partido demócrata progresista, el partido comunista y el partido socialista.

Finalmente, Perón obtuvo un 10% más de los votos que la unión democrática.

¿Qué políticas económicas y sociales llevo adelante el peronismo?

Al asumir como presidente la política social de Perón, se basó en la idea de Justicia Social, es
por eso que luego de un año en el poder puso en marcha la Democratización del bienestar de
1947.Esta medida constituía el techo donde se refugiarían las clases populares, ya que
consistía en la teoría del derrame, antes el bienestar goteaba solo en los sectores más altos y
ahora el peronismo se encargaría de abrir más la canilla para que beneficiara también a los
sectores más bajos, para lograrlo llevo a cabo numerosas políticas, tales como:
-Convertir al estado en un árbitro en los conflictos entre los trabajadores y los empresarios

-proceso de sindicalización de los trabajadores, lo que aumentó sus sueldos y luego el


consumo.

-control de los precios de los alimentos básicos y los alquileres

-aguinaldo y vacaciones pagas

-extensión de la jubilación

- Impulso en la Educación, fomento a la educación primaria

-Campañas de vacunación sanitaria

-Promoción del turismo popular, entre otras.

En 1947, el peronismo también introdujo cambios en el sistema político como el sufragio


femenino (ley 13.010)

Dos años despúes, el sistema político se vió nuevamente transformado como consecuencia de
la reforma de la constitución nacional en 1949. Esta tuvo consecuencias trascendentales e
inmediatas desde el punto de vista electoral; por un lado, habilitó la Reelección presidencial
(clave para la segunda presidencia de Perón), y por el otro dispuso la elección directa del
presidente y vicepresidente, así como los senadores nacionales.

En su primera presidencia del 45-52, Perón recurrió a la elaboración de los primeros Planes
Quinquenales. Los efectos de la crisis económica del 30 sobre argentina (Yrigoyen y gobierno
militar de Uriburu), lo habían convencido de la necesidad de reducir la dependencia económica
del país respecto del exterior, por ello se profundizó la ISI, Industrialización por sustitución de
importaciones. El fomento de la industria se basó en dos pilares, por un lado, la restricción a
ciertas importaciones y por el otro una política de subvenciones y créditos a largo plazo con
bajas de interés. El gobierno financiaba el desarrollo industrial, aunque la fuente principal la
constituía el campo. Además se creó el IAPI (Instituto Argentino para la promoción del
intercambio), el cuál compraba la cosecha de los agricultores a un precio más bajo para luego
venderlas en el mercado externo a precio real.

En consecuencia, la política económica del gobierno desincentivó la promoción agropecuaria


ya que los bajos beneficios obtenidos no alcanzaban a compensar los crecientes gastos
afrontados por los productores y propietarios de este sector.

No debemos olvidar que también el gobierno nacionalizó industrias y servicios y se ocupó de


regular su actividad.

Podemos notar que las políticas económicas impulsadas por Perón en su primera presidencia
llevaron a una economía creciente los primeros 4 años, pero luego en los últimos 3 años sufrió
turbulencias.

La recuperación europea generó una caída en la demanda de exportaciones agrícolas y en los


precios internacionales de la producción argentina. La situación se agravó por dos factores;

-por un lado, una serie de malas cosechas redujo los saldos exportables.

-Por el otro, el crecimiento industrial sostenía una demanda constante de tecnología y


petróleo que no podía ser atendida localmente.
Con menores ingresos estatales y mayor inflación, el gobierno se vió forzado a modificar el
rumbo económico e incentivar la producción agrícola. Es por esto que el IAPI elevó los precios
que pagaban a los productores por encima de los valores internacionales, así mismo, se
establecieron créditos para la modernización agrícola que ayudaron a incrementar la
productividad.

Además, a diferencia del nacionalismo económico defendido hasta entonces, se alentaron las
inversiones de capitales extranjeros.

¿Todos los actores sociales estuvieron a favor del peronismo?

Durante sus 9 años de presidencia, Perón sufrió un marcado antagonismo por parte de varios
actores sociales:

Los partidos políticos fueron los primeros, ya que construyeron una temprana oposición desde
el gobierno de Farrel, mientras perón cobraba cada vez más protagonismo en el ámbito
polítoco.

Ante el peronismo, la oposición tuvo que decir como posicionarse frente a él, esto generó
divisiones dentro de la oposición, la mayoría de ellos se sentía identificada con algunos
aspectos del peronismo por lo que adherían al mismo. Por otro lado, un grupo disentía y
continuaba siendo opositora.

Los principales conflictos entre oficialismo y oposición se originaban en diferentes


concepciones del poder. Mientras gran parte de la oposición compartía una mirada liberal
republicana, el peronismo expresaba una concepción altiliberal y nacionalista.

Con el pasar del tiempo, las relaciones entre Perón y la oposición se hicieron cada vez mas
tensas, hasta volver muy difícil la convivencia política entre ambos sectores. La oposición,
frente a las medidas de perón contra ellos dividió sus estrategias; los dirigentes radicales
continuaron confiando en la eficacia de la actividad legislativa, otro dirigentes intentaron
mantener el diálogo con el gobierno. En cambio otros sectores apoyaron diversas tentativas de
golpes de estado, como por ejemplo los del año 51 y 55.

Por otro lado, el campo intelectual también fue parte de la oposición, esto se debió a que los
dscursos de Perón y evita se identificaban con el pueblo y la justicia social y a la oposición con
la oligarquía y la injusticia social. En cambio, la oposición se identificaba con la libertad y la
defensa de los valores democráticos e identificaba al peronismo con la tiranía y el
totalitarismo, además estaban disgustados con el creciente protagonismo de los sectores
populares a quienes llamaban “cabecitas negras”, dado q ellos constituían los sectores altos de
la sociedad, es por esto que el peronismo contó con escasas adhesiones en el campo
intelectual.

Las FF.AA y la iglesia también formaban parte del grupo opositor a causa de la idea de Perón
sobre la “Comunidad Organizada”; esta idea tenía como objetivo al estado por sobre los
individuos que funcionaba como árbitro entre el capital y el trabajo.

En un principio, ambos actores sociales estaban de acuerdo con Perón, pero esto cambió entre
los años 54-55, en consecuencia, debió reforzar las vínculos más de lo que quería, con los
trabajadores, aunque estaba dispuesto pero no cumplía con su objetivo, el cuál era lograr una
balanza más equilibrada, una sociedad armónica sin grandes conflictos.
La iglesia y Perón establecieron vínculos desde el 46-54, la unión que tenían era que ambos se
oponían al peronismo. Su relación comenzó a deteriorarse con el tiempo hasta romperse. Esta
ruptura se dio debido a la implementación de distintas medidas que la iglesia no aceptó, tales
como:

- Fin de la educación religiosa


- Ley de divorcio
- Prostitución legal
- Y el culto a Eva; este nace en el año de su muerte 1952, se realizaron funerales en
todas las provincias del país, en los cuales la gente seguía pidiéndole favores y
rezándole. La iglesia no aceptaba esto, ya que pensaban que reemplazaría a al virgen

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