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Poder Judicial de la Nación

CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES DEL TRABAJO -


SALA V

Expte. Nº CNT 17627/2013/CA1

SENTENCIA DEFINITIVA.81950

AUTOS: “VALDEZ, ALEJANDRA ROMINA DELIA C/ FAURECIA ARGENTINA


S.A. S/ DESPIDO” (JUZGADO Nº 73).
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, capital federal de la República Argentina, a
los 2 días del mes de agosto de 2018 se reúnen los señores jueces de la Sala V,
para dictar la sentencia en esta causa, quienes se expiden en el orden de votación que fue
sorteado oportunamente; y LA DOCTORA GRACIELA ELENA MARINO dijo:

I - Contra la sentencia dictada a fs. 439/443 que admitió la acción por despido y
la indemnización prevista en el art. 182 LCT, se alzan ambas partes a mérito de los
memoriales de fs. 450/456 y 457/467. La demandada contestó agravios a fs. 469/472 y la
actora lo hizo a fs. 473/481, respectivamente. Asimismo se registra la apelación
interpuesta a fs. 449 por la perito en sistemas – Adriana Elena De Rose – por estimar
reducidos los emolumentos regulados a su favor.
II - La sentencia de grado hizo lugar a la demanda deducida por la actora y
condenó a la firma accionada al pago del rubro de la indemnización consagrada por el
art. 182 de la LCT. Para así decidir, la magistrada argumentó que los certificados
médicos que lucen a fs. 74, 76, 77 y 78, que fueron exhibidos y reconocidos en las
audiencias testimoniales celebradas a fs. 221, 222 y 230, dan cuenta que la actora estaba
embarazada al momento del despido. Asimismo, la magistrada ponderó las
declaraciones testimoniales rendidas por González, Carrizo y Morales, que aunadas a la
falta de acreditación de la reestructuración invocada en el telegrama rescisorio,
conformaron un indicio de que al momento del despido la demandada conocía el estado
de gravidez en que se encontraba la actora y consecuentemente concluyó que su despido
se debió al embarazo, haciendo lugar a la indemnización agravada prevista en la
normativa.
Contra dicha decisión se alza la demandada alegando que el decisorio de grado
resulta arbitrario en la valoración de la prueba rendida en la causa, al omitir evaluar el
hecho de que la actora nunca notificó el embarazo en los términos del art. 177 párr. 2º
LCT. Afirma que hasta que la mujer no cursa la notificación antedicha, no adquiere la
estabilidad que consagra el art. 178 LCT y en el caso, tal notificación no existió y tal
omisión no puede ser subsanada con la supuesta entrega de certificados médicos en la
guardia de la empresa o en el conocimiento que al respecto tenían los restantes
empleados.

Fecha de firma: 02/08/2018


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Firmado por: LAURA MATILDE D'ARRUDA, SECRETARIO DE CAMARA
Firmado por: GRACIELA ELENA MARINO, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: ENRIQUE NESTOR ARIAS GIBERT, JUEZ DE CAMARA

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Por su parte la actora impugna la base de cálculo establecida por la magistrada al
computar los rubros diferidos a condena y la desestimación del incremento reclamado en
los términos del art. 2 de la ley 25.323 y de las vacaciones adeudadas.
Por razones de estricto orden metodológico, abordaré en primer término los
agravios formulados por la parte demandada, para una mejor sistematización expositiva
y lógica.
Es dable recordar que dispone el artículo 177 de la Ley de Contrato de Trabajo
que “La trabajadora deberá comunicar fehacientemente su embarazo al empleador, con
presentación de certificado médico en el que conste la fecha presunta del parto, o
requerir su comprobación por el empleador” (ver segundo párrafo) y “Garantizase a
toda mujer durante la gestación el derecho a la estabilidad en el empleo. El mismo
tendrá carácter de derecho adquirido a partir del momento en que la trabajadora
practique la notificación a que se refiere el párrafo anterior” (tercer párrafo). Por su
parte, el artículo 178 L.C.T. dispone que “Se presume, salvo prueba en contrario, que el
despido de la mujer trabajadora obedece a razones de maternidad o embarazo cuando
fuese dispuesto dentro del plazo de siete y medio meses anteriores o posteriores a la
fecha del parto, siempre y cuando la mujer haya cumplido con su obligación de
notificar y acreditar en forma el hecho del embarazo así como, en su caso, el del
nacimiento. En tales condiciones, dará lugar al pago de una indemnización igual a la
prevista en el art. 182 de esta ley”.
Asimismo es uniforme la jurisprudencia al establecer que la presunción
consagrada por el art. 178 de la LCT, opera ante la ausencia de invocación de causa para
el despido, siendo necesario que la trabajadora hubiese notificado fehacientemente a su
empleador de su estado o el nacimiento. Es decir, que negada la comunicación
antedicha, le corresponde a la actora acreditar el cumplimiento de este requisito, ya que
de no existir conocimiento por parte del empleador del estado de gravidez de la
trabajadora, no podría tornarse operativa la presunción que se establece en el art. 178 de
la LCT, es decir que se presuma el despido a causa del embarazo.
Por ello, reitero, es la misma trabajadora la que debe acreditar que notificó y
acreditó en forma indudable al empleador de su situación, salvo que el embarazo sea tan
evidente que hubiera sido imposible ser ignorado, y en este punto se invierte la carga de
la prueba y es el empleador el que debe probar que el despido fue por un motivo distinto
e independiente del embarazo (art. 178 LCT presunción iuris tantum).
En el caso la demandada niega terminantemente haber tomado conocimiento por
algún medio del estado de gravidez de la actora, y si bien los certificados y estudios
acompañados con la demanda a fs. 74/78, no contienen constancia alguna de su
recepción, existe un hecho que resulta relevante y contrario a la postura asumida por la
demandada en autos, quien reconoció explícitamente la presencia de la actora en el

Fecha de firma: 02/08/2018


2 07/08/2018
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establecimiento y la validez de la notificación del despido que efectuó en forma directa
el día 27/11/2012, que la actora suscribió en persona (ver fs. 108 in fine), contrariando lo
informado por la perito en sistemas a fs. 310/311 en orden a la “ausencia de registros de
ingresos o egresos de la actora a la empresa el día 27/11/2012” según el módulo de
control de asistencia del sistema Clockcard.
Define la cuestión el instrumento que en copia certificada se adjuntó a fs. 248,
que da cuenta del nacimiento que se produjo el 25/ 02/2013, es decir que al día del
despido - 27/11/2012 - la actora cursaba el sexto mes de embarazo, resultando así
indudable que la empleadora tenía pleno conocimiento al respecto y que esta
circunstancia llevó a despedir a Valdez valiéndose de la falta de notificación
documentada por su parte.
Asimismo, los testimonios brindados en la causa corroboraron la notoriedad del
embarazo al declarar que se notaba la panza de la actora. En función de ello, el estado
notorio de gravidez impide alegar la falta de conocimiento y/o información del mismo.
Para más el empleador despidió a la trabajadora por razones de reestructuración
que no demostró en este proceso, y de este modo, al no existir causa justificativa del
despido devino operativa la presunción del art. 178 LCT, que por las razones apuntadas,
no fue desvirtuada.
En definitiva, sugiero confirmar el decisorio apelado en este segmento.
III- Se agravia la parte actora al sostener que la sentenciante de grado delimitó
erróneamente el marco de análisis de los rubros reclamados. En efecto, la magistrada
concluyó que las pretensiones indemnizatorias de la actora fueron satisfechas mediante
el pago de la liquidación final y en este orden delimitó el reclamo en los términos del
art. 182 LCT y art. 80 LCT, excluyendo las diferencias pretendidas respecto de la
liquidación final y el incremento contemplado por el art. 2º de la ley 25.323.
Y en efecto, es exacto lo denunciado por la actora en el sentido de que en el
decisorio de grado se ha omitido expedirse acerca de las diferencias indemnizatorias
reclamadas en el punto X (fs. 43 y vta.) del escrito inicial, lo cual, obviamente, puede ser
suplido en la Alzada, de conformidad con lo normado en el art. 278 CPCC.
Ahora bien, en el fallo de grado se determinó la base de cálculo en la suma de $
5.617,84 al computar los rubros diferidos a condena, monto que, además de no coincidir
con el tomado en consideración por el perito contador en su informe inicial ($ 6.050), ni
en la aclaratoria de fs. 304/305 ($ 6.610,35), tampoco concuerda con el determinado por
la propia empleadora al abonar las indemnizaciones derivadas del despido.
En efecto, repárese que del recibo adjunto a fs. 92 surge que la empleadora abonó
el preaviso y los restantes rubros salariales en base a la suma de $ 6.011,20, monto que
supera la suma determinada en el fallo apelado.

Fecha de firma: 02/08/2018


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No obstante, en el inicio se practicó la liquidación de las diferencias
indemnizatorias pretendidas con base en la suma de $ 6.712, que fue el monto declarado
por la empleadora ante AFIP al consignar el salario correspondiente al mes de agosto del
año 2011.
En este orden cabe resolver la controversia suscitada en torno a la base de cálculo
y a tal fin, tratándose de remuneraciones fijas, es la mejor mensual y habitual percibida
con anterioridad a la fecha del despido la que debe servir de base para la determinación
de los rubros indemnizatorios y desde ese punto de vista la suma consignada ante AFIP
en agosto de 2011 no cumplimenta el recaudo de mensualidad exigido por el art. 245
LCT.
En este contexto, resulta claro que debe cuantificarse el cálculo de las diferencias
indemnizatorias reclamadas y de los rubros favorablemente admitidos en la instancia de
origen (indemnización derivada del art. 182 LCT y en la multa prevista por el art. 45 de
la ley 25.345), en función de la suma de $ 6.610,35, que resulta la mejor remuneración
normal y habitual percibida por la actora en el mes de agosto de 2011, comprensiva de
los incrementos salariales considerados de carácter remunerativo, cuya inclusión en la
base de cálculo no fue apelada por lo que llega firme a la alzada (conf. art. 116 L.O.) y
coincidente con el monto determinado por el perito contador a fs. 304/305.
IV- El incremento contemplado por el art. 2 de la ley 25.323 será parcialmente
procedente y sólo alcanzará al 50% de la diferencia entre lo abonado por la demandada
en concepto de indemnizaciones y el importe que se determine en este pronunciamiento.
V- Las diferencias salariales indicadas, alcanzan además al cómputo de las
vacaciones proporcionales al año del cese que deben ser admitidas en consonancia con
lo dispuesto por el art. 156 LCT y en el recibo de haberes adjunto a fs. 92, que da cuenta
que, en efecto, la propia empleadora abonó ese rubro en la liquidación final bajo el
concepto de vacaciones no gozadas y SAC correspondiente.
Sugiero entonces modificar en este segmento el decisorio de grado.
VI– De tener adhesión este voto, el monto de condena deberá elevarse a la suma
de $ 105.327,07, resultante de la siguiente liquidación:
1) Dif. s/ Indemnización por antigüedad $ 1.797,45; Dif. s/ Preaviso y SAC $
649,1; Dif. s/ Integración mes de despido y SAC $ 64,91; Dif. s/ Vac. Proporcionales
y SAC $ 2.404,63; Indem. art. 182 LCT $ 79.324,2; Incremento Art. 2 ley 25.323 sobre
diferencias $ 1.255,73; Indemn. Art. 45 Ley 25.345 $ 19.831,05, más los intereses
dispuestos en la sentencia de origen (fs. 443).
VII- Lo antedicho implica reformular la decisión de la instancia anterior sobre
costas y honorarios, para adaptarlas al presente pronunciamiento, deviniendo abstracto el
tratamiento de los recursos respectivos (art. 279 C.P.C.C.N.).

Fecha de firma: 02/08/2018


4 07/08/2018
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Teniendo en cuenta la índole de las cuestiones debatidas, el éxito obtenido por
cada una de las partes, que en la materia no cabe atenerse a criterios aritméticos ni
jurídicos, sugiero imponer las costas en ambas instancias a cargo de la demandada
vencida (conf. art. 68, CPCCN y 155, L.O.).
En atención al mérito e importancia de los trabajos realiza-dos, así como lo
dispuesto por las normas arancelarias vigentes (conf. arts. 38 de la ley 18.345, 6, 7, 9,
11, 19, 37 y 39 de la ley 21.839 y arts. 3 inc. b) y g) dec.- ley 16.638/57), propongo
regular los honorarios por la actuación en primera instancia, a la representación y
patrocinio de la parte actora, de la demandada, del perito contador y perito en sistemas
en el 16%, 11%, 11% y 6%, respectivamente, sobre el nuevo capital de condena más
intereses.
VIII- Sugiero regular los honorarios en alzada a los profesionales de la parte
actora y demandada en el 30%, respectivamente, de lo que a cada uno le corresponda
percibir por su actuación en la anterior instancia (conf. Art. 30 Ley 27.423).
EL DOCTOR ENRIQUE N. ARIAS GIBERT manifestó: que por análogos
fundamentos adhiere al voto de la Sra. Jueza de Cámara.
En virtud de lo que surge del acuerdo que antecede, el TRIBUNAL RESUELVE:
1) Modificar la sentencia de primera instancia y elevar el monto de condena a la suma de
$ 105.327,07 (PESOS CIENTO CINCO MIL TRESCIENTOS VEINTISIETE CON
SIETE CENTAVOS), con los intereses establecidos en la instancia de origen; 2) Dejar
sin efecto la imposición de costas y las regulaciones de honorarios practicadas en la
instancia anterior. 3) Imponer las costas y regular los honorarios de los letrados
intervinientes conforme lo propuesto en los puntos VII y VIII del mencionado primer
voto. 4) Confirmar la sentencia apelada en todo lo que no fue materia de recursos y
agravios; Regístrese, notifíquese, cúmplase con el art. 1 de la ley 26.856, Acordadas
C.S.J.N. 15/13 (punto 4) y 24/13 y devuélvase. Con lo que terminó el acto, firmando los
señores jueces por ante mí, que doy fe. Conste que la Vocalía 2 se encuentra vacante
(art.109 R.J.N.).
MMV

Graciela Elena Marino Enrique Néstor Arias Gibert

Juez de Cámara Juez de Cámara

Fecha de firma: 02/08/2018


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Firmado por: GRACIELA ELENA MARINO, JUEZ DE CÁMARA
Firmado por: ENRIQUE NESTOR ARIAS GIBERT, JUEZ DE CAMARA

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