Está en la página 1de 2

Mycobacterium tuberculosis: aquí hoy y aquí mañana

La aparición de cepas multirresistentes de Mycobacterium tuberculosis, el agente causante de la


tuberculosis, y la susceptibilidad de los pacientes infectados con el virus de la inmunodeficiencia
humana a la tuberculosis han fomentado la propagación de la enfermedad. Koch aisló M.
tuberculosis, quien demostró de manera concluyente la asociación causal entre el bacilo y la
enfermedad. M. tuberculosis puede sobrevivir y replicarse intracelularmente, donde mueren la
mayoría de los otros invasores. En general, se acepta que el nicho principal del bacilo de la
tuberculosis es el macrófago huésped, y M. tuberculosis parece haber desarrollado mecanismos
efectivos para sobrevivir a la mayoría de las funciones efectoras de los macrófagos.

Nuestra comprensión actual de la arquitectura de la pared celular equivale a un "núcleo" masivo


compuesto por peptidoglicano y ácidos micólicos que están orientados perpendicularmente al
plano de la membrana y proporcionan una barrera lipídica verdaderamente especial responsable
de muchos de los aspectos fisiológicos y que inducen enfermedades de M. tuberculosis. El
segmento superior está compuesto de lípidos libres, algunos con ácidos grasos más largos que
complementan las cadenas a más cortas y otros con ácidos grasos más cortos que complementan
las cadenas más largas. Intercalados de alguna manera están las proteínas de la pared celular,
los fosfatidilinositoles manósidos (PIM), los lípidos que contienen phthiocerol, el lipomanano
(LM) y el lipoarabinomanano (LAM).

Las Mycobacterium spp patógenas sobreviven dentro de los macrófagos de su huésped. Uno de
ellos, Mycobacterium tuberculosis, es un patógeno de gran éxito que trastorna dos vías de su
huésped. Primero, detiene la progresión normal del fagosoma hacia un compartimento ácido
hidrolíticamente activo; y segundo, evita el desarrollo de una respuesta inmunitaria productiva
localizada que podría activar la célula huésped. Los bacilos acceden a los macrófagos a través de
la unión a uno de varios receptores fagocíticos. Una vez en la célula, Mycobacterium se retiene
en una vacuola fagocítica hasta que la célula huésped muere por necrosis o apoptosis. Estas
vacuolas no logran fusionarse con los lisosomas, pero siguen siendo capaces de fusionarse,
adquieren algunas proteínas lisosomales de la vía sintética de la célula huésped y se fusionan con
otras vesículas del sistema endosomal. Estamos comenzando a comprender los mecanismos
moleculares que utiliza Mycobacterium para evitar la maduración de los fagosomas después de
la absorción por el macrófago, Mycobacterium evita o minimiza la inducción de una respuesta
inmunitaria productiva y suprime la cascada efectora una vez que se ha desarrollado dicha
respuesta. Se cree que las micobacterias hacen esto secuestrando vacuolas lejos de la
maquinaria normal de procesamiento y presentación de antígenos, y modulando el ambiente en
la vecindad inmediata del macrófago infectado.

También podría gustarte