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Psicología de la comunicación

Wilson Danilo Balanta Torres

Fundación Universitaria Politécnico grancolombiano


15 de noviembre de 2022
¿De dónde provienen los problemas mentales, como la esquizofrenia?

Cuando hablamos de problemas mentales nos referimos a un trastorno que se caracteriza


por una alteración clínicamente significativa de la cognición, la regulación de las
emociones o el comportamiento de un individuo. Por lo general, va asociado a angustia o
discapacidad funcional en otras áreas importantes. Hay muchos tipos de trastornos
mentales. También se denominan problemas de salud mental

Uno de los principales estudiosos pioneros de la llamada teoría de la mente fue


el antropólogo y psicólogo Gregory Bateson. Bateson decía que las enfermedades o
problemas mentales se derivaban de las alteraciones del pensamiento y del lenguaje y estas
se deben, a la adaptación de la persona a un contexto familiar en el que se producen
interacciones incongruentes. En tales casos se internaliza la lógica contradictoria del doble
vínculo, llevando al individuo a escapar de la realidad a través del delirio. Y es allí donde
aparece uno de los problemas mentales que se presenta con mucha frecuencia en estos
tiempos y es, la esquizofrenia.

El científico identifico junto con su equipo, de la escuela de palo alto, las razones por las
cuales viene la esquizofrenia y para ello desarrollaron una teoría llamada ¨El doble
vinculo¨, que es el constreñimiento a la situación comunicativa en la que una persona recibe
mensajes diferentes o contradictorios. El afirmaba que el doble mensaje enloquece; una
persona no puede hacer una cosa y su contraria al mismo tiempo o hará una en primer lugar
y luego la otra, pero no podrá realizar las dos al mismo tiempo.

En la televisión podemos ver reflejado lo que dice Bateson; En un programa se


transmite un valor moral y en el otro se viola, lo que genera conflictos en la mente del
televidente, sobre todo si son niños o personas con un bajo sentido crítico.
Las alteraciones de la salud mental (trastornos psiquiátricos o psicológicos) implican
alteraciones en el pensamiento, en las emociones y/o en la conducta. Las alteraciones
leves de estos aspectos vitales son frecuentes, pero cuando provocan una angustia intensa
a la persona afectada y/o interfieren en su vida diaria, se consideran enfermedades
mentales o trastornos de la salud mental. Los efectos de la enfermedad mental pueden ser
temporales o de larga duración.

Casi el 50% de los adultos padece un trastorno mental en algún momento de su vida. Más
de la mitad de estas personas experimentan síntomas graves o moderados. De hecho,
cuatro de las 10 causas principales de discapacidad entre los sujetos mayores de 5 años de
edad corresponden a trastornos mentales, siendo la depresión la primera causa de
discapacidad por enfermedad. A pesar de esta elevada prevalencia de los trastornos
mentales, solo en torno al 20% de las personas que tienen una enfermedad mental reciben
ayuda profesional. Aunque se han logrado extraordinarios avances en la comprensión y el
tratamiento de las enfermedades mentales, el estigma que las rodea aún persiste. Por
ejemplo, las personas con una enfermedad mental pueden ser culpabilizadas de su propia
enfermedad o ser consideradas perezosas o irresponsables. La enfermedad mental se
interpreta en ocasiones como una entidad menos real o menos legítima que la enfermedad
física, generando reticencias en los responsables de la salud y de las compañías de
seguros en lo referente a la cobertura del tratamiento. Sin embargo, la creciente toma de
conciencia de lo mucho que la enfermedad mental afecta a los costes de la atención
sanitaria y el número de días de trabajo perdidos está cambiando esta tendencia.

Asimismo, también es importante mencionar que la esquizofrenia es una condición crónica


que tiene efectos negativos en variados aspectos de la vida del paciente, acarrea un alto
riesgo de suicidio y el deterioro de la vida del sujeto que la padece. Los efectos del
trastorno traspasan la barrera de lo personal y altera el entorno familiar y social inmediato
generando altos costos económicos para el sistema sanitario de cualquier país3, 4,5. A pesar
de las variaciones que se dan entre pacientes, generalmente la esquizofrenia se caracteriza
por ciertos síntomas, tales como ideas delirantes, alucinaciones, comportamiento
desorganizado (síntomas positivos) y aplanamiento afectivo (síntomas negativos). Esta
enfermedad afecta diferentes procesos como el pensamiento, la emoción, los movimientos
y el comportamiento; lo cual implica un deterioro en la funcionalidad cognitiva, en muchos
casos, progresivo; afectando procesos tales como la atención, la memoria, el lenguaje y las
funciones ejecutivas. Adicionalmente, se ve afectada la calidad de vida en los aspectos
social, laboral y familiar, trayendo consecuencias tanto para el paciente, como para todas
las personas que lo rodean6, 7, 8,9. En las tres últimas décadas, y gracias a los proceso de
desinstitucionalización se han configurado nuevas relaciones terapéuticas entre familiares y
el personal de atención en salud mental. La actual visión de la familia apunta a que esta es
un sistema complejo que se convierte en un importante recurso terapéutico, además las
investigaciones señalan que existen relaciones mutuas entre familia y paciente que
determinan entre 50, y surgió como una manera de explicar la etiología de las psicosis; en
esta época el énfasis estuvo puesto preferentemente en lograr una mayor aceptación del
enfermo que en transformar el funcionamiento familiar.

El antropólogo Gregory Bateson señaló como hipótesis etiológica de la esquizofrenia un


patrón de comunicación disfuncional (por tanto, la psicosis, era una manifestación de esta
disfunción y no la causa de la misma), a esta teoría se le conoce como “teoría del doble
vinculo”; en (1958) Lyman Wynne, postula una nueva hipótesis para explicar la génesis de
la esquizofrenia, para este autor, es la cohersion de la individualidad y el anclaje en papeles
fijos lo que desencadena la psicosis; de acuerdo con sus planteamientos, las familias de
pacientes esquizofrénicos se caracterizan por prohibir el debate, la diversidad y por impedir
el correcto desarrollo de la identidad de cada uno de los miembros de la familia, en este
modelo, el pre- esquizofrénico, tiene la sensación de que la experiencia fuera de la familia
carece de sentido24.

Bateson logro concentrarse en los aspectos formales de la relación comunicativa que


provocaría la esquizofrenia y estuvo siempre seguro de que localizaría el problema de los
malos manejos de los tipos lógicos. Los costos emocionales, económicos y sociales ocasionados
por la esquizofrenia son muy elevados, por esta razón la ciencia busca generar opciones
terapéuticas efectivas y eficaces. Las intervenciones familiares, han demostrado ser dispositivos
terapéuticos que mejoran los niveles de emoción expresada en las familias disminuyendo las tasas
de recaídas.

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