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Paso 1: Digestión y transformación de los alimentos

El proceso de la digestión inicia en la boca, las glándulas salivales empiezan a fabricar saliva
incluso antes de introducir la comida a la boca, inmediatamente se lleva a cabo la ingestión, que
es el momento en el que introducimos los alimentos, ahí los masticamos y sucede la trituración y
división del alimento en partes más pequeñas, esto ocurre gracias los órganos accesorios los
cuales vendrían siendo los dientes, la saliva, la cual contiene la enzima llamada amilasa que es la
encargada de descomponer ciertos hidratos de carbono (como almidones y azúcares) y las
grasas presentes en algunos alimentos, de esta manera formando la masa conocida como bolo
alimenticio y, la lengua, que empuja el bolo por medio de la faringe. La faringe es la parte de la
garganta que está inmediatamente después de la boca y funciona como zona de conducción.
Con la ayuda de un órgano llamado epiglotis, se cierra la entrada a la tráquea cuando se traga,
evitando que suceda un atragantamiento. Se desplaza la masa hacia el esófago, que es el tubo
que conecta a la faringe con el estómago. Y al proceso del transporte del bolo alimenticio se le
llama deglución, el cual es ayudado por la peristalsis, es decir, la serie de contracciones rítmicas
del tracto gastrointestinal que ayudan a mover el bolo alimenticio a lo largo de todo el canal. En el
esófago hay un anillo muscular llamado esfínter, el cual permite que los alimentos entren al
estómago y, una vez que entraron, se cierra para impedir que los alimentos y líquidos vuelvan al
esófago. Los músculos del estómago revuelven los alimentos y los mezclan con jugos digestivos
que contienen ácidos y enzimas, lo que permite dividirlos en trozos mucho más pequeños y
digeribles. Los alimentos están listos para salir del estómago hasta que se han transformado en
un líquido espeso llamado quimo. Una válvula muscular situada a la salida del estómago y
llamada píloro, impide que el quimo salga del estómago antes de que adquiera la consistencia
adecuada para entrar en el intestino delgado.

Acciones positivas para una buena digestión

-Alimentos con fibra: la fibra retiene agua, lo permite que las heces sean más blandas, además
de reducir el nivel de colesterol. La fibra vegetal ayuda a eliminar los desperdicios del organismo.

-Consumir Omega-3: ayuda al intestino a mantenerse saludable. El atún, sardinas y salmón son
alimentos que contienen omega-3, además de las nueces, semillas de lino y soja.

-Distribuir la comida: comer 5 o 6 veces al día permite que el sistema digestivo pueda digerir
mejor los alimentos y acelera el metabolismo, aportando energía durante el día.

-Lavarse las manos constantemente: principalmente antes de preparar alimentos y/o consumirlos,
así reduciendo enfermedades por bacterias.
-Beber suficiente líquido: en esencial agua, ya que favorece al tránsito intestinal y evita el
estreñimiento.

-Hacer ejercicio: esto incluso no tendría que ser algo muy pesado/elaborado, podría ser
simplemente caminar al menos 30 minutos diariamente

Fuentes:

https://youtu.be/A63CtXWTmYI

https://youtu.be/wlBmtY7w_wA

https://kidshealth.org/es/teens/digestive-system.html

https://nutricionyfarmacia.es/blog/nutricion/8-habitos-saludables-para-el-cuidado-digestivo/
https://www.20minutos.es/noticia/4257068/0/como-tener-mejores-digestiones-que-rutinas-
alimentos-pueden-ayudarnos/
https://www.lechepuleva.es/bienestar-digestivo/como-cuidar-sistema-digestivo

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