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FUNCION DEL HIGADO

Se han identificado más de 500 funciones vitales del hígado. Algunas de las más conocidas: Secreta
la bilis, que permite transportar desechos y descomponer grasas en el intestino delgado durante la
digestión. Fabrica ciertas proteínas para el plasma sanguíneo. Produce colesterol y proteínas
especiales que permiten enviar grasas por todo el cuerpo.

FUNCION DEL PANCREAS

El conducto pancreático pasa por todo el páncreas y transporta las secreciones pancreáticas hasta
la primera parte del intestino delgado, llamada duodeno. El conducto biliar común va desde la
vesícula biliar tras la cabeza del páncreas, hasta el punto donde se une al conducto pancreático y
forma la ampulla de vater en el duodeno.

El páncreas tiene dos funciones principales, la función exocrina y la función endocrina. Las células
exocrinas del páncreas producen enzimas que ayudan a la digestión. Cuando los alimentos
ingresan al estómago, las glándulas exocrinas liberan enzimas dentro de un sistema de conductos
que llegan al conducto pancreático principal. El conducto pancreático libera las enzimas en la
primera parte del intestino delgado (duodeno), donde las enzimas ayudan en la digestión de las
grasas, los carbohidratos y las proteínas de los alimentos.

El sistema digestivo

En esencia, este sistema está formado por todos los órganos que están implicados en el proceso
de la digestión, la cual consiste en transformar los alimentos en nutrientes que puedan ser
aprovechados por el organismo para que pueda mantener sus funciones fisiológicas.

Su principal función es la de extraer los nutrientes que están presentes en la comida mediante la
acción de enzimas y procesos físicos que transforman los alimentos en elementos más pequeños.
Una vez se ha realizado esto, los nutrientes son absorbidos e incorporados en el torrente
sanguíneo, por el cual viajarán por todo el cuerpo para llegar a las células. En el interior de las
células se producen reacciones metabólicas que dan energía y sustancias para mantener la
estructura celular.

Además de nutrir a nivel celular, el sistema digestivo se encarga de deshacerse de aquellas


sustancias que no son beneficiosas para el cuerpo, ya sean sustancias no útiles o tóxicos y
patógenos. Estos elementos son los que compondrán las heces, las cuales serán eliminadas
mediante la egestión.

La digestión: el camino de la comida por nuestro interior

Este es el recorrido que realizan los alimentos a pasar por el sistema nervioso.

1. Boca

La boca es la puerta de entrada de los alimentos a nuestro cuerpo y el lugar donde se da la


primera fase de la digestión: la ingestión.
Aquí los alimentos son reducidos mediante la masticación, deshaciéndolos mediante acción física y
transformándolos en partes más pequeñas.

Además de esto, en la boca se segrega saliva, un líquido que contiene enzimas que descomponen
los almidones de la comida. Esta es la primera reacción química a la que es sometida la comida
una vez ha sido incorporada en el organismo.

La lengua se encarga de empujar los alimentos hacia la garganta. Antes de llegar al esófago es
necesario evitar que el alimento vaya a parar a la vía equivocada y sea introducido en los
pulmones. Por este motivo, la epiglotis, una estructura que se encuentra en la tráquea, se pliega,
cerrando la entrada hacia el sistema respiratorio y evitando atragantamientos.

2. Esófago

Una vez los alimentos han sido tragados, viajan a través del esófago. Se trata de un tubo por el
cual se lleva la comida hasta el estómago. Para ello, es necesario la acción de unos músculos, los
cuales realizan unos movimientos llamados peristálticos.

3. Esfínter esofágico inferior

Se trata de la parte que separa el esófago del estómago, siendo la puerta de entrada a este
segundo. Para que el alimento pueda ser introducido en el interior del estómago es necesario que
este esfínter se relaje y lo deje pasar.

Además de permitir la entrada de alimentos hacia el estómago, el esfínter esofágico inferior evita
que lo que se ha introducido vuelva atrás, dado que si ocurriera se daría reflujo o incluso vómitos.

4. Estómago

Quizás muchos lo consideren la principal parte implicada en la digestión, aunque los dos
intestinos, el hígado y el páncreas adquieren gran importancia en este proceso.

El estómago es un saco en el cual los alimentos son mezclados por acción de movimientos
musculares con ácidos gástricos, los cuales descomponen la comida.

Así pues, la comida es reducida a elementos mucho más simples de los que originalmente estaba
hecha, permitiendo que estos nutrientes puedan ser absorbidos con facilidad en fases posteriores
de la digestión.

Cuando ya se ha realizado esta acción, el estómago se vacía, trasladando los alimentos digeridos
hacia el quimo, ubicado en el intestino delgado.

5. Páncreas

Este órgano se encarga de producir jugos mucho más potentes que la saliva, con el cual se
descomponen los carbohidratos, las grasas y las proteínas que hay en los alimentos. Mediante
unos conductos, este jugo es llevado hasta el intestino delgado, en donde realizará la
descomposición.

6. Hígado y vesícula biliar


El hígado produce bilis, con la cual se digiere algunas grasas y vitaminas presentes en los
alimentos.

Mediante unos conductos especializados, la bilis es transportada hasta la vesícula biliar, en donde
es almacenada hasta que sea necesitada por el intestino delgado cuando se esté dando la
digestión.

Cuando una persona come, la vesícula biliar es exprimida y suelta la bilis mediante unos conductos
que la llevan hasta el intestino delgado.

7. Intestino delgado

En esta parte se mezclan los alimentos que ya venían digeridos en el estómago con jugos
procedentes del páncreas e hígado, además de mezclarlos con su propio jugo intestinal.

La flora bacteriana presente en el intestino se encarga de producir unas enzimas especializadas en


la digestión de algunos carbohidratos. Una flora intestinal enferma puede ser el origen de diarreas
y problemas de nutrición, que se traducen en problemas de salud a la larga. Los músculos de este
órgano se encargan de hacer que la comida se vaya moviendo hacia adelante.

En las paredes del intestino se encuentran unos pequeños vellos los cuales absorben el agua y los
nutrientes presentes en la comida, los cuales han sido reducidos mediante la acción de los fluidos
digestivos facilitando esta fase. Estos son introducidos en el torrente sanguíneo.

Lo que no se puede aprovechar, ya sea porque no es útil para el organismo o porque puede llegar
a ser tóxico para nuestro cuerpo, es llevado hacia el intestino grueso.

8. Intestino grueso y recto

Aquí lo que no se ha podido digerir, líquidos residuales y células muertas es tratado para su
posterior eliminación. En el intestino grueso se absorbe el agua que queda en estos residuos,
haciendo que se endurezcan, transformándose en las heces.

Mediante movimientos peristálticos estos productos de desecho son llevados hacia el recto, en
donde serán almacenados hasta que reciban la señal para ser defecados y cumplir la última
función del sistema digestivo, la egestión.

ENFERMEDADES.
Existen diversas enfermedades del aparato digestivo. Algunas de las principales y más
frecuentes son:
 Infecciones. Producto del ingreso al intestino de bacterias o virus que provienen
del agua o de alimentos contaminados. Pueden generar diarrea, heces
sanguinolentas o moco rectal, así como dolores intestinales severos.
 Parásitos. Los parásitos intestinales son frecuentes en poblaciones rurales o en
personas que viven en situación de pobreza y se transmiten mediante los
alimentos o las aguas contaminadas. Los parásitos pueden luego migrar a otras
regiones del cuerpo y perpetuar el ciclo si no hay una correcta eliminación de las
heces.
 Indigestiones. El consumo de alimentos en mal estado o contaminados con
sustancias tóxicas o nocivas puede generar una reacción intestinal muy semejante
a las reacciones alérgicas, con cólicos y usualmente diarrea.
 Gastritis y úlceras. La acción de los jugos gástricos y el constante consumo de
irritantes (alcohol, cigarrillo, cítricos, etc.) puede llevar al enrojecimiento e
inflamación de la mucosa estomacal (gastritis) y, en casos más severos, a úlceras y
llagas internas.
 Cáncer. El cáncer de duodeno, de colon, de hígado o de páncreas son formas
conocidas y agresivas de tumoraciones malignas, asociadas a ciertos hábitos de
alimentación y que también tienen un elevado componente hereditario.

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