La discriminación ataca el corazón mismo de lo que significa ser humano. Discriminar es
dañar los derechos de alguien simplemente por ser quien es o por creer en lo que cree. La discriminación es nociva y perpetúa la desigualdad. Todos tenemos derecho a ser tratados por igual, con independencia de nuestra raza, etnia, nacionalidad, clase, casta, religión, creencias, sexo, género, lengua, orientación sexual, identidad de género, características sexuales, edad, estado de salud u otra condición. Y aun así, con demasiada frecuencia oímos historias desgarradoras de personas que sufren la crueldad sólo por pertenecer a un grupo “diferente” de quienes están en posiciones de privilegio o de poder. La discriminación tiene lugar cuando una persona no puede disfrutar de sus derechos humanos o de otros derechos legales en condiciones de igualdad con otras personas debido a una distinción injustificada que se establece en la política, la ley o el trato aplicados.
Nivel Laboral
La discriminación en el empleo por tu raza, color, religión, sexo (incluyendo el embarazo,
identidad de género y orientación sexual), origen nacional, discapacidad o edad (40 años o más).
Trato injusto por tu raza, color, religión, sexo (incluyendo el embarazo, identidad de
género y orientación sexual), origen nacional, discapacidad o edad (40 años o más).
Hostigamiento por parte de gerentes, compañeros de trabajo u otras personas de tu
lugar de trabajo por tu raza, color, religión, sexo (incluyendo el embarazo, identidad de género y orientación sexual), origen nacional, discapacidad o edad (40 años o más).
Negación de un cambio razonable en el lugar de trabajo que necesitas por tus
creencias religiosas o por una discapacidad.
Represalias por haberte quejado por discriminación en el empleo o haber ayudado en
una investigación o juicio de discriminación en el empleo. Nivel Académico
En la escuela la discriminación se manifiesta a través de diferentes formas, varias de las
cuales son tan cotidianas que llegan a verse como naturales e inmodificables. Piénsese por ejemplo en el hostigamiento de que son objeto las y los niños pertenecientes a minorías religiosas ante su negativa a participar en actos cívicos, que con frecuencia deriva en la aplicación de sanciones, descrédito y burla. O en las y los niños que viven con VIH, los cuales no son admitidos o son expulsados de sus escuelas. O en las y los niños que viven con alguna discapacidad y que, por esa razón, les es negado el acceso a los servicios educativos. O en la discriminación que padecen las y los niños indígenas en la escuela, suponiendo que tengan la fortuna de acudir a una, discriminación que adopta formas aberrantes como docentes que multan a niños por hablar en su propia lengua o que los canalizan a educación especial porque al no hablar español, piensan que tienen alguna discapacidad intelectual. Estos constituyen los casos más evidentes y extremos de discriminación. Nivel Social Se trata de un comportamiento negativo en contra de los miembros de un grupo que es objeto de una imagen negativa. La aparición de un comportamiento discriminante está relacionada con ciertas condiciones sociales y psicológicas: diferencias sociales, el estatus de los individuos, la posición de poder. En este sentido, la discriminación debe reubicarse dentro del marco de un análisis de las estructuras sociales fundadas en diversas formas de desigualdad de poder, de medios materiales, de reconocimiento, etc. Un hecho particular de este enfoque psicosocial es que la percepción de la discriminación grupal es muy superior a la de la discriminación individual. Muchas experiencias muestran cómo existe una subestimación de la discriminación individual y una sobrestimación del efecto grupal. Nivel Personal Una de las áreas a nivel individual a las que afecta de manera profunda es a la autoestima de la persona. Ya sea un motivo racial, de género, por el aspecto físico. La autoestima se puede ver mermada por este tipo de insultos, comentarios, generando mucha inseguridad en las relaciones con los otros, llegando incluso a producir aislamiento social. Y si se produce de forma muy continuada puede llevarnos incluso al trauma. Sufrir discriminación también puede limitar la calidad de vida de la persona. Como ya hemos mencionado anteriormente en áreas como el empleo, entablar relaciones de amistad o pareja, crear nuevos vínculos.
Justificación mediante por la Cultura de la Paz
Si bien es cierto que no hay evidencia clara de la aplicación de la mediación intercultural como fórmula de atención a víctimas de discriminación, conviene entender la mediación en un sentido muy amplio ya que su práctica no implica necesariamente, en este tipo de casos, la existencia de un conflicto ni el desarrollo de procesos de negociación asistida. Sin dejar de lado esta orientación, debemos recordar que la mediación desarrolla también una función preventiva de amplio alcance, dirigiéndose hacia la sensibilización social de forma continua o permanente. Tengamos presente que la concordia es indispensable para comprender a nuestros semejantes, que la generosidad da sentido a la coexistencia y que la solidaridad se expresa cuando se tiende la mano a quien lo necesita. La realidad que impone la nueva normalidad exige que todos propiciemos una convivencia en armonía, en una cultura de la paz, debemos evitar que la creciente discordia se trasforme en odio que puede salirse de control. Los mediadores estamos dispuestos a ser constructores de la Cultura de la Paz Referencias : https://www.eleconomista.com.mx/opinion/La-Cultura-de-la-Paz-Mediacion-para-prevenir- y-disminuir-la-Discriminacion--20200623-0049.html https://www.psicologiamadrid.es/psicologia-de-la-discriminacion-la-intolerancia-hacia-los- otros/ https://www.redalyc.org/pdf/4981/498150319051.pdf https://www.amnesty.org/es/what-we-do/discrimination/ https://www.eeoc.gov/es/youth/que-es-la-discriminacion-en-el-empleo https://imced.edu.mx/Ethos/Archivo/47/47-17.pdf