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¿Qué es la discriminación?

¿Qué es la
discriminación por origen racial o étnico?
Discriminar significa dar a una persona o a un grupo de personas
un trato diferente y desfavorable con respecto a otras, en función de
uno o más rasgos o característicos o de su pertenencia a un grupo
determinado. La discriminación es considerada una vulneración de los
derechos fundamentales que tiene como consecuencia la privación a
una persona o grupo de personas de los mismos derechos y
oportunidades que disfruta el conjunto de la sociedad.
La discriminación puede basarse en una amplia variedad de
características o circunstancias personales. Se reconocen como
causas o motivos de discriminación el origen racial o étnico,
origen social, nacional, la religión, el género, la orientación o identidad
sexual, la edad, la discapacidad, la enfermedad, las convicciones y
opiniones, el idioma o cualquier otra condición o circunstancia personal
o social.

¿A quién afecta la discriminación?


La discriminación afecta a amplios sectores de la sociedad, entre los
que se incluyen las mujeres, los niños y las niñas, las personas mayores,
las personas con discapacidad, las personas inmigrantes y refugiadas,
las personas gitanas, las personas que tienen una orientación sexual
diferente a la mayoritaria, etc.
La discriminación es un fenómeno que no sufren de manera exclusiva
las minorías; sin embargo, ciertos grupos sociales o colectivos, por
distintas razones y circunstancias, son especialmente vulnerables,
susceptibles de padecer este tipo de actos.

¿Dónde se produce la discriminación?


La discriminación puede suceder en áreas muy diferentes de la vida
de las personas. No obstante, es habitual que se produzca con mayor
frecuencia en ciertos ámbitos y que esté relacionada con el ejercicio
de ciertos derechos o el acceso a ciertas prestaciones, bienes o
servicios.
Con frecuencia, pueden constatarse prácticas discriminatorias en el
ámbito del empleo, la vivienda, en el acceso a bienes y servicios,
la educación, los servicios de salud, en los medios de comunicación,
en Internet, etc.
Es importante saber, además, que la discriminación puede producirse
tanto en el sector público como en el privado.

¿Quién puede discriminar?


Pueden discriminar tanto personas particulares, como organizaciones o
entidades, que pueden ser tanto públicas como privadas.

¿Qué formas existen de discriminación?


La legislación vigente reconoce dos tipos de discriminación, directa e
indirecta, y proporciona las siguientes definiciones:
La discriminación directa se producirá cuando “una persona sea
tratada de manera menos favorable que otra en situación análoga por
razón de origen racial o étnico, religión o convicciones, discapacidad,
edad u orientación sexual”.
La discriminación indirecta se producirá cuando “una disposición legal
o reglamentaria, una cláusula convencional o contractual, un pacto
individual o una decisión unilateral, aparentemente neutros, puedan
ocasionar una desventaja particular a una persona respecto de otras
por razón de origen racial o étnico, religión o convicciones,
discapacidad, edad u orientación sexual, siempre que objetivamente
no respondan a una finalidad legítima y que los medios para la
consecución de esta finalidad no sean adecuados y necesarios”.
También se consideran formas de discriminación el acoso, entendido
como “toda conducta no deseada relacionada con el origen racial o
étnico, la religión o convicciones, la discapacidad, la edad o la
orientación sexual de una persona, que tenga como objetivo o
consecuencia atentar contra su dignidad y crear un entorno
intimidatorio, humillante u ofensivo”, las órdenes o instrucciones de
discriminar y las represalias contra las personas que denuncien prácticas
discriminatorias.

¿Cómo se manifiesta la discriminación?


¿Qué actos son discriminatorios?
La discriminación puede adoptar muy diversas formas. En algunas
ocasiones, se manifiesta a través de la negación del acceso a bienes y
servicios básicos (educación, vivienda, sanidad, empleo, servicios
sociales, etc.), la restricción o privación del disfrute de ciertos derechos,
o mediante actitudes de hostilidad o de rechazo.
Algunos ejemplos de prácticas discriminatorias por motivos de origen
racial o étnico son:
 Impedir o negar la entrada en locales de ocio o en tiendas por
razón del origen racial o étnico.
 Rechazar la candidatura de una persona a un puesto de trabajo
o su promoción profesional por el solo hecho de poseer un
determinado origen racial o étnico.
 Negar o limitar el acceso a una vivienda a una persona por el
solo hecho de ser extranjera.
 Establecer diferencias en las condiciones de acceso a un bien o
servicio, en función del origen nacional de la persona.
 Manifestar actitudes de desprecio, rechazo e intolerancia hacia
una persona o grupo de personas a causa de su origen racial o
étnico.
 Formular insultos, comentarios ofensivos, bromas sobre la
identidad de una persona.
¿Por qué se produce la discriminación?
Entre los factores que contribuyen a generar situaciones de
discriminación podemos mencionar, a modo de ejemplo, los
siguientes:
 El desconocimiento y el temor a las diferencias.
 Los prejuicios, estereotipos, opiniones e ideas aprendidas que
todos y todas tenemos sobre otras personas o grupos.
 La desinformación (tanto por parte de las presuntas víctimas
como de los agentes discriminadores) sobre derechos y
obligaciones, sobre la legislación vigente y sobre los recursos que
existen para hacer frente a estos hechos. Con cierta frecuencia, las
prácticas discriminatorias no son percibidas como tales ni por las
personas que las sufren ni por los presuntos agentes
discriminadores.
 La escasa conciencia que existe sobre las graves consecuencias
y el impacto de la discriminación para las personas afectadas y para
la sociedad en su conjunto.
 La falta de sanciones (sociales y jurídicas) frente a los hechos
discriminatorios.
¿Qué daños provoca? ¿Cuáles son las
consecuencias de la discriminación para las
personas o grupos afectados y para la
sociedad en general?
Las repercusiones de la discriminación son múltiples. Sus efectos y
consecuencias las padecen no solo las personas o grupos que la
sufren más directamente sino también su entorno más cercano (su
familia, sus amigos, su comunidad) y la sociedad en su conjunto.
 La discriminación limita o niega derechos y
libertades fundamentales a las personas que son objeto de
discriminación.
 La discriminación genera desigualdades sociales, exclusión social
y marginación. En algunos casos, produce un ‘círculo vicioso’ difícil
de superar. Por ejemplo, las dificultades que tiene una persona
para acceder al mercado de trabajo repercuten directamente en
otros ámbitos, como el del acceso a la vivienda o la educación
contribuyendo a generar mayores desigualdades y mayor
vulnerabilidad.
 La discriminación afecta, a nivel personal, la autoestima de las
personas, las hace sentir menos útiles o valiosas que el resto de la
sociedad. En algunos casos graves de discriminación, puede tener
serias consecuencias a nivel psicológico o físico.
 La discriminación impide o dificulta las relaciones
interpersonales y perjudica la convivencia. Genera conflictos y
tensiones sociales y deteriora la cohesión social.
 La discriminación disminuye las oportunidades de desarrollo en la
sociedad de las personas que la sufren. Impide o dificulta el
desarrollo efectivo de las capacidades y potencialidades de las
personas, con el consiguiente desaprovechamiento para el conjunto
de la sociedad de su conocimientos, experiencias y habilidades.

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