CONSECIAS AL INDEPENDIZARNOS DE DIOS

(EL NO DEPENDER DE DIOS)

Tema : “SI ESTAMOS CON DIOS” ¿ POR QUE CAEMOS?

INTRODUCCION

Ejemplo de la persona que al principio bien con Dios, ora por un trabajo, Dios se loa da, después

empieza a apartar a Dios de su vida porque cree que ya puede andar solo y es donde empiézalas

deudas etc etc etc

(Explicar y llevar a que las personas se introduzcan en la historia diciendo como empezó todo bien

antes de que empezaras a tomas las cosas por sus propias manos)

Josué 1:1

1 Sin embargo, los israelitas desobedecieron al SEÑOR conservando lo que Él había decidido que

fuera destinado a la destrucción, pues Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera, guardó

para sí parte del botín que Dios había destinado al exterminio. Este hombre de la tribu de Judá

provocó la ira del SEÑOR contra los israelitas.

2 Josué envió a unos hombres de Jericó hacia Hai, lugar cercano a Bet Avén, frente a Betel, y les
dijo: «Vayan a explorar la tierra». Fueron, pues, a explorar la ciudad de Hai. 3 Poco después
regresaron y le dieron el siguiente informe a Josué: «No es necesario que todo el pueblo vaya a la
batalla. Dos o tres mil soldados serán suficientes para que tomemos Hai. Esa población tiene muy
pocos hombres y no hay necesidad de cansar a todo el pueblo». 4 Por esa razón, solo fueron a la
batalla tres mil soldados, pero los de Hai los derrotaron. 5 El ejército israelita sufrió treinta y seis
bajas, y fue perseguido desde la puerta de la ciudad hasta las canteras. Allí, en una pendiente,
fueron vencidos. Como resultado, todo el pueblo se acobardó y se llenó de miedo.
6 Ante esto, Josué se rasgó las vestiduras y se postró rostro en tierra ante el arca
del pacto del SEÑOR. Lo acompañaban los jefes de Israel, quienes también mostraban su dolor y
estaban consternados. 7 Josué le reclamó a Dios:
―SEÑOR y Dios, ¿por qué hiciste que este pueblo cruzara el Jordán, y luego lo entregaste en
manos de los amorreos para que lo destruyeran? ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del
río! 8 Dime, Señor, ¿qué puedo decir ahora que Israel ha huido de sus enemigos? 9 Los cananeos se
enterarán y llamarán a los pueblos de la región; entonces nos rodearán y nos exterminarán. ¡Qué
será de tu gran prestigio!
10 Y el SEÑOR le contestó:
―¡Levántate! ¿Qué haces allí postrado? 11 Los israelitas han pecado y han violado la alianza que
concerté con ellos. Se han apropiado del botín de guerra que debía ser destruido y lo han escondido
entre sus posesiones. 12 Por eso los israelitas no podrán hacerles frente a sus enemigos, sino que
tendrán que huir de sus adversarios. Ellos mismos se acarrearon su destrucción. Y, si no destruyen
ese botín que está en medio de ustedes, yo no seguiré a su lado. 13 ¡Levántate! ¡Purifica al pueblo!
Diles que se consagren para presentarse ante mí mañana, y que yo, el SEÑOR, Dios de Israel, declaro:
 “¡La destrucción está en medio de ti, Israel! No podrás resistir a tus enemigos hasta que hayas
quitado el oprobio que está en el pueblo”

Contexto del momento histórico (Josué 1:11)

1. Ignoramos las instrucciones de Dios

Josué 7: 1

1 Sin embargo, los israelitas desobedecieron al SEÑOR conservando lo que él había decidido que fuera
destinado a la destrucción, pues Acán hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zera, guardó para sí
parte del botín que Dios había destinado al exterminio. Este hombre de la tribu de Judá provocó la ira
del SEÑOR contra los israelitas.

Uno comienza bien cuando conocemos a Dios y estamos dando los primeros pasos con Él, le
obedecemos, le cumplimos, etc. Pero en algunos momentos tenemos ese desliz, ese descuido que
nos deja llevar en contra de lo que Dios ya había planificado con nosotros y simplemente nos
dejamos llevar por las tentaciones del mundo.

Al verlos actuar así, surgen dos preguntas:

- Creían en Dios?
- Por Qué lo hicieron?

Dios había hecho un pacto con el pueblo de Israel, darles la tierra prometida, su mejor camino era
creer y actuar bajo los parámetros y mandatos de Dios, Dios les había cumplido todo eso hasta el
momento.
Así le pasó a Acán, así nos pasa a nosotros en distintas ocasiones, perdemos la dirección de Dios, nos
desenfocamos de Él y decidimos seguir nuestro propio rumbo.

Esto que ocasiona? El enojo de Dios!

(Aquí comienza el actuar de Dios)

2. Empezamos a crear nuestras propias estrategias

Josué 7: 2-3

2 Josué envió a unos hombres de Jericó hacia Hai, lugar cercano a Bet Avén, frente a Betel, y les
dijo: «Vayan a explorar la tierra». Fueron, pues, a explorar la ciudad de Hai. 3 Poco después
regresaron y le dieron el siguiente informe a Josué: «No es necesario que todo el pueblo vaya a la
batalla. Dos o tres mil soldados serán suficientes para que tomemos Hai. Esa población tiene muy
pocos hombres y no hay necesidad de cansar a todo el pueblo».

Una vez que desobedecemos las instrucciones de Dios, su ira manifiesta con su abandono, El iba
caminando a nuestro lado, pero nosotros comenzamos a correr y lo dejamos atrás, Dios se quedó.

Josué siendo el líder del pueblo de Israel, sabía que su prioridad era el poder dirigir al pueblo bajo
las leyes y mandatos de Dios, pero el apartarse de Dios los llevo a tomar decisiones basadas en su
punto de vista, no consultaron a Dios.

Cuando nosotros dejamos a un lado a nuestro Señor, comenzamos a ver de una manera equivocada
todo lo que gira a nuestro alrededor, vemos soluciones que aparentemente están dentro de nuestro
control, nos creemos autosuficientes

Eso causa en nosotros, orgullo, soberbia, vanagloria, etc. En otras palabras, “no necesitamos de
Dios”

Esto nos ha pasado a todos, llegamos a ese punto de alejarnos de Dios y actuar por nosotros
mismos, peleando batallas que creemos ganar en nuestras fuerzas y limitaciones, sin medir las
consecuencias que nos pueden traer

Ya vimos dos maneras de actuar de Dios

1. Al desobedecerle desatamos la ira de Él. ( Dejar que nos apartemos)

2. Al ver que decidimos coger nuestro propio camino, él se aparta y nos deja ir, so ocasiona el
cegarnos a Él.

3. Consecuencias de nuestras malas elecciones

Josué 7: 4-5

4 Por esa razón, solo fueron a la batalla tres mil soldados, pero los de Hai los derrotaron. 5 El
ejército israelita sufrió treinta y seis bajas, y fue perseguido desde la puerta de la ciudad
hasta las canteras. Allí, en una pendiente, fueron vencidos. Como resultado, todo el pueblo se
acobardó y se llenó de miedo.

Al ver que decidimos actuar bajo nuestra propia estrategia, es una derrota segura, es allí
donde somos invadidos por Hai; y que representa Hai? El Enemigo, Que nos pone sus
trampas y caemos fácilmente al no ser guiados por Dios.
Al sentirnos derrotados, ¿Qué ocasiona esto?
- inseguridad
- Desánimos
 - Tristeza
- Depresión
- Temor
- Desaliento
-
4. la Queja

Josué 7: 6-9

6 Ante esto, Josué se rasgó las vestiduras y se postró rostro en tierra ante el arca
del pacto del SEÑOR. Lo acompañaban los jefes de Israel, quienes también mostraban su dolor y
estaban consternados. 7 Josué le reclamó a Dios:
―SEÑOR y Dios, ¿por qué hiciste que este pueblo cruzara el Jordán, y luego lo entregaste en manos
de los amorreos para que lo destruyeran? ¡Mejor nos hubiéramos quedado al otro lado del río! 8
Dime, Señor, ¿qué puedo decir ahora que Israel ha huido de sus enemigos? 9 Los cananeos se
enterarán y llamarán a los pueblos de la región; entonces nos rodearán y nos exterminarán. ¡Qué
será de tu gran prestigio!

Aquí Josué hizo 3 cosas:

1. Rasgo sus vestidos

2. Se postró en la tierra
3. Se llenó la cabeza de polvo en señal de dolor

Al ver que fuimos derrotados, nos sentimos igual que Josué, con dolor, tristeza, abatidos,
destrozados, etc. Pensamos lo peor, se nos van todas las ganas y motivaciones que teníamos y eso
implica el ahogarnos en nuestro propio dolor y martirio y allí sí volvemos a postrarnos ante Dios… y
no siempre prensamos que es nuestra culpa si no que es culpa de Dios, comenzamos a quejarnos del
Señor

Recordemos lo que Dios les había dicho anterior mente, y comparémoslo con lo que Josue le esta
renegando

“Josué 1:10-11

10 Entonces Josué dio la siguiente orden a los jefes del pueblo: 11 «Vayan por todo el campamento y
díganle al pueblo que prepare provisiones, porque dentro de tres días cruzará el río Jordán para
tomar posesión del territorio que Dios el SEÑOR le da como herencia».”

Aquí vemos dos actitudes totalmente diferentes.

1. Confianza en Dios, Seguridad.

2. Duda, Desconfianza hacia Dios
 Dios permite todo esto para hacernos ver que cuando decidimos andar sin él y tomar
nuestro propio rumbo, esto es lo que pasará.
En base a esto, pensamos que es el fin, que ya no hay salida ni solución y es allí donde
Dios nuevamente actúa.

5. MOSTRARNOS LO EQUIVOCADOS QUE ESTABAMOS

Josué 7:10-12

Y el SEÑOR le contestó:
―¡Levántate! ¿Qué haces allí postrado? 11 Los israelitas han pecado y han violado la alianza que
concerté con ellos. Se han apropiado del botín de guerra que debía ser destruido y lo han escondido
entre sus posesiones. 12 Por eso los israelitas no podrán hacerles frente a sus enemigos, sino que
tendrán que huir de sus adversarios. Ellos mismos se acarrearon su destrucción. Y, si no destruyen
ese botín que está en medio de ustedes, yo no seguiré a su lado.

“Dios nos dice: levántate! Que haces allí postrado culpándome?

Fue tú decisión, tu decidiste seguir sin mí y esto pasó, yo no tengo nada que ver en esto, creíste que
podías estar sin mí, así que te deje ir.”
Empieza a mostrarnos ya recordarnos las decisiones que tomamos sin tener en cuenta a Dios.
Esto que quiere decir? Que de nada nos sirve el lamentarnos cuando sabemos que nuestros errores
traen consecuencias, y que no podemos pretender que Dios nos libre de las consecuencias de
nuestras acciones y decisiones.
Dios te dice que te levantes y afrontes las consecuencias de tus actos.
Pero sobre todo Dios aun asi muestra su misericordia para con nosotros y quiere ayudarnos y es allí
donde viene el otro actuar de Dios

6. MISERICORDIA DE DIOS

Josue 7:13

13 ¡Levántate! ¡Purifica al pueblo! Diles que se consagren para presentarse ante mí mañana, y que
yo, el SEÑOR, Dios de Israel, declaro: “¡La destrucción está en medio de ti, Israel! No podrás resistir a
tus enemigos hasta que hayas quitado el oprobio que está en el pueblo”

Nos anima, nos exhorta y nos da nuevas fuerzas, sigue en pie su promesa. Nos dice que debemos
reconocer que hemos fallado, que empecemos a seguir de nuevo en su camino que él nos dará la
victoria.

CONCLUSION

Hasta que no saquemos de nosotros todo lo que él nos dijo que botáramos y destruyéramos, no le

podremos hacer frente a nuestros enemigos.