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ACIDO MECLOFENAMICO

DESCRIPCION
El ácido meclofenámico es un agente anti-inflamatorio no esteroídico. El ácido
meclofenámico se utiliza como análgésico y para aliviar la dismenorrea primaria. También
se utiliza en el tratamiento de la artritis reumatoide y osteoartritis. Tiene actividad
antipirética.
Mecanismo de acción: los efectos antiinflamatorios de este fármaco resultan de una
inhibición periférica de la síntesis de prostaglandinas producida por la inhibición de la
enzima ciclooxigenasa. Las prostaglandinas sensibilizan los receptores del dolor y su
inhibición es la responsable de los efectos analgésicos del ácido meclofenámico. A
diferencia de otros fármacos anti-inflamatorios, el ácido meclofenámico antagoniza los
efectos de prostaglandinas pre-existentes mediante una competición en los lugares de
fijación de las mismas. Esto también puede contribuir a los efectos analgésicos del fármaco.
La antipiresis se debe a una acción central sobre el hipotálamo que ocasiona una dilatación
periférica. Esto resulta en un aumento del flujo sanguíneo periférico con la subsiguiente
pérdida de calor. Como consecuencia de la inhibición de las protaglandinas, el ácido
meclofenámico produce una reducción de la citoprotección gastrointestinal y una cierta
inhibición de la agregación plaquetaria.
Farmacocinética: El ácido meclofenámico se administra por vía oral. La absorción por el
tracto gastrointestinal es rápida y completa con unas concentraciones máximas que se
obtienen entre las 2 y 4 horas para el ácido meclofenámico. No se conoce completamente
como este producto se distribuye en el organismo, aunque se sabe que se une extensamente
a las proteínas del plasma. No se sabe si este agente cruza la placenta, aunque sí se sabe que
aparece en la leche materna en pequeñas cantidades.
El metabolismo hepático tiene lugar sobre todo mediante oxidación. El ácido
meclofenámico es metabolizado sobre todo a sus derivados 3'-hidroximetil y 3'-
carboximetilados. Seguidamente se forman glucurónidos. La semi-vida de eliminación del
ácido meclofenámico es de 2 horas. El fármaco y sus metabolitos se excretan sobre todo en
la orina (70%) y un 20-30% se elimina en las heces, probablemente mediante una excreción
biliar. No se requieren reajsustes en las dosis en caso de insuficiencia renal.
INDICACIONES Y POSOLOGIA

Administrar con leche, alimentos o antiácidos (preferentemente hidróxidos de aluminio o


de magnesio) para minimizar la irritación gastrointestinal.

Artritis reumatoide, espondilitis anquilosante, reumatismo no articular, edema y


dolor postraumático:

Administración oral:

 Adultos: 200-400 mg diarios, repartidos en tres a cuatro tomas.

Osteoartritis:

Administración oral:

 Adultos: 200-400 mg diarios, repartidos en tres a cuatro tomas. El tratamiento debe


empezar con 200-300 mg/día dependiendo de la gravedad de los síntomas, y la dosis
de 400 mg/día deberá utilizarse solamente si no se obtiene una respuesta clínica
satisfactoria con dosis inferiores. La mejoría de los pacientes puede precisar desde
unos pocos días a 2-3 semanas de tratamiento para obtener el beneficio terapéutico
óptimo. Debe emplearse la dosis menor deácido meclofenámico que proporcione un
adecuado control clínico.

Dolor leve a moderado asociado con inflamación:

Administración oral:

 Adultos: 100-200 mg iniciales seguidos de 100 mg cada 6 a 8 horas. La posología


deberá ser seleccionada en base a la intensidad del dolor. Si el dolor es agudo, como
el dolor dental después de cirugía, se debiera comenzar con una dosis de 200 mg.

Menorragia idiopática y dismenorrea primaria:

Administración oral:

 Adultos: 100 mg tres veces al día, hasta 6 días, comenzando al inicio de la


menstruación. Si se producen molestias gastrointestinales, el ácido meclofenámico
se puede tomar con alimentos o leche

CONTRAINDICACIONES Y PRECAUCIONES
El uso crónico del ácido meclofenámico puede ocasionar gastritis, ulceracioness gástricas
con o sin perforaciones y/o hemorragias gastrointestinales que pueden presentarse en
cualquier momento, a menudo sin síntomas previos. Por lo tanto, el ácido meclofenámico
deberá ser administrado con suma precaución en pacientes con historia de úlcera gástrica,
colitis ulcerativa o hemorragias gastroinestinales. Estos pacientes deberán ser vigilados
cuidadosamente especialmente si fuman o consumen alcohol.

Todos los pacientes bajo tratamiento crónico con ácido meclofenámico deberán ser
vigilados por si apareciera ulceraciones gastrointestinales o hemorragias.
El ácido meclofenámico debe ser administrado con precaución a pacientes con una
coagulopatía o hemofilia prexistente debido a los efectos del fármaco sobte la función
plaquetaria y la respuesta vascular al sangrado.
El ácido meclofenámico debe ser usado con precaución en pacientes con inmunosupresión
o neutropenia subsiguiente a una terapia inmunosupresora. Los AINES pueden enmascarar
los signos de infección como fiebre o dolor en los pacientes inmunosuprimidos.
Los pacientes con enfermedades hepáticas previas tienen un mayor riesgo de desarrollar
complicaciones hepáticas durante un tratamiento con ácido meclofenámico. Se debe
discontinuar el tratamiento con ácido meclofenámico si se observa un deterioro de la
función hepática. La mayor parte de los AINES se metabolizan en el hígado, pudiendose
producir una acumulación con los correspondientes riesgos de una mayor toxicidad.
El ácido meclofenámico y sus metabolitos se eliminan por vía renal. Puede producirse una
acumulación del producto sin metabolizar o de sus metabolitos en pacientes con
insuficiencia renal, con el correspondiente aumento del riesgo de toxicidad. Podría ser
necesario un reajuste de las dosis. Como en el caso de otros fármacos anti-inflamatorios,
este fármaco pude desencadenar un fallo renal debido a la inhibición de la síntesis de las
prostaglandinas renales. Los pacientes con insuficiencia renal, insuficiencia hepática, fallo
cardíaco congestivo, diabetes mellitus, lupus eritematoso sistémico o bajo tratamiento con
diuréticos o sustancias potencialmente nefrotóxicas son los que tienen un mayor riesgo de
que se produzca este fenómeno.
Algunas condiciones como el edema periférico, fallo cardíaco congestivo o hipertensión
pueden empeorar al iniciarse un tratamiento con ácido meclofenámico debido a que se ha
observado una cierta retención de líquidos en algunos pacientes.
El meclofenamato debe usarse con precaución en pacientes con enfermedades dentales.
Cualquier intervención dental se debe practicar antes de iniciar un tratamiento con ácido
meclofenámico debido a un potencial aumento de hemorragias.
De igual manera, las inyecciones intramusculares serán realizadas con cuidado en pacientes
tratados con este fármaco debido al mayor riesgo de hemorragias.

INTERACCIONES
Son posibles efectos adversos gastrointestinales si este fármaco se usa con otros anti-
inflamatorios no esteroídicos, etanol, corticosteroides o salicilatos. Además, la aspirina
puede reducir las concentraciones séricas de meclofenamato.
Debido a que los AINES pueden ocasionar hemorragias gastrointestinales, inhibir la
agregación plaquetaria y prolongar el tiempo de sangrado, se pueden observar efectos
aditivos en pacientes bajo tratamiento anticoagulante, trombolítico o con inhibidores de la
agregación plaquetaria. La administración concomitante de warfarina y ácido
meclofenámico puede resultar en una prolongación del tiempo de protrombina, debido a un
desplazamiento del anticoagulante de sus puntos de fijación a las proteínas del plasma. Por
lo tanto se aconseja una vigilancia estrecha de los tiempos de protrombina durante y
después del tratamiento con este agente y warfarina.
Notables interacciones han sido observadas con agentes antineoplásicos mielosupresores,
globulina antitimocítica y cloruro de estroncio-89.
La administración concomitante de cidofovir y AINES está contraindicada debido al
potencial aumento de la nefrotoxicidad. Los AINES deben ser discontinuados al menos 7
días antes de iniciarse un tratamiento con cidofovir.
Datos preclínicos sugieren que los fármacos que inhiben la síntesis de prostaglandinas
pueden reducir la eficacia del porfimero o verteporfina durante la terapia fotodinámica.
Las concentraciones de litio y la toxicidad debida a esta sustancia pueden aumentar durante
el tratamiento con ácido meclofenámico. Los niveles plasmáticos de litio deben ser
monitorizados cuidadosamente en los pacientes tratadso con AINES.
La administración concomitante de ácido meclofenámico con digoxina puede ocasionar un
aumento de las concentraciones plasmáticas del digitálico. Esta interacción es más
significativa en los pacientes con insuficiencia renal.
El ácido meclofenámico inhiben la síntesis renal de prostaglandinas y pueden potenciar la
nefrotoxicidad de la ciclosporina.
Los AINES pueden reducir el aclaramiento plasmático del metotrexato ocasionando una
elevación de los niveles plasmáticos de este. Se han producido complicaciones graves o
incluso fatales cuando se han administrado AINES y grandes dosis de metotrexato. La
función renal deberá monitorizarse al inicio del tratamiento o cuando se aumentan las dosis.
La administración concomitante de AINES con diuréticos, en particular el triamterene,
puede aumentar el riesgo de un fallo renal secundario a una reducción del flujo renal. Los
pacientes deberán vigilar la eficacia de su tratamiento diurético y estar atentos a signos o
síntomas de insuficiencia renal. El uso concomitante de un anti-inflamatorio no esteroídico
y de fármacos ahorradores de potasio como el triamtere o la espironolactona puede
ocasionar hiperkaliemia.
El ácido meclofenámico puede reducir la eficacia de fármacos antihipertensivos como los
beta-bloqueantes y los inhibitores de la ECA, como resultado de sus efectos sobre la
síntesis renal de prostaglandinas. La indometacina y quizás otros AINES reducen los
efectos hipotensores de los inhibidores de la ECA. Estos fármacos reducen la presión
arterial y aumentan la excreción urinaria de prostaglandinas y la la actividad de la renina
plasmática. Estos efectos pueden quedar enmascarados o abolidos por la inhibición de la
síntesis endógena de prostaglandinas producida por los AINES, sobre todo en el caso de los
pacientes con baja renina o volumétricos. En algunos pacientes con la función renal
comprometida tratados con AINES, la coadministración de inhibidores de la ECA (por ej.
lisinopril o enalapril) puede ocasionar un empeoramiento de la función renal. Estos efectos
son usualmente reversibles. Por lo tanto, se recomiendan que tanto la presión arterial como
la función renal sean monitorizadas si se administra un fármaco anti-inflamatorio a un
paciente bajo tratamiento con un inhibidor de la ECA.
En un estudio retrospectivo realizado en mujeres tratadas con alendronato y anti-
inflamatorios no esteroídicos, se observó un aumento del 70% en el riesgo de desarrollar
algún efecto secundario gastrointestinal comoo gastritis y ulceración gástrica. En contraste,
el uso conjunto de corticosteroides no estuvo asociado a un aumento de efectos secundarios
gástricos.

EFECTOS ADVERSOS

Los efectos gastrointestinales adversos secundarios a la terapia con ácido meclofenámico


son usualmente naúsea/vómitos, gastritis, y constipation. La diarrea es la reacción adversa
más común y se produce en la 10-33% de los pacientes tratados con ácido meclofenámico.
Si se produce diarrea durante un tratamiento con ácido meclofenámico, se debe
discontinuar el tratamiento
Los efectos adversos más severos son la ulceración gástrica con o sin perforación. Estos
suelen producirse en menos del 1% de los casos. estas severas reacciones adversas pueden
no ir precedidas de manifestaciones precoces de daño gastrointestinal y son más frecuentes
en fumadores y consumidores de alcohol. La incidencia de las hemorragias también
depende de los efectos del ácido meclofenámicos sobre la agregación plaquetaria y tiene
una mayor significancia en pacientes con coagulopatías.
Los efectos hematológicos incluyen trombocitopenia, púrpura, anemia aplásica,
pancitopenia, hemolisis con anemia y agranulocitosis. Se han observado también cambios
en las tasas de hemoglobina y hematocrito en algunos pacientes tratados con ácido
meclofenámico. Esto puede resultar de una retención de fluídos, pérdida de sangre
gastrointestinal o efectos sobre la eritropoiesis. Los pacientes tratados con este fármaco de
forma crónica deberán ser monitorizados en lo que se refiere a sus niveles de hemoglobina
y hematocrito por si se observasen síntomas de anemia.
Se ha observado rash maculopapular en un 3-9% de los pacientes tratados con ácido
meclofenámico. El prurito, el rash y la urticaria pueden ser manifestaciones de una reacción
alérgica al fármaco.Si esto ocurriera, el tratamiento deberá ser discontinuado. Otras
reacciones dermatológicas menos frecuentes son el rash bulboso y la necrolisis epidérmica
tóxica
Los efectos adversos a nivel del sistema nervioso central son las cefaleas y mareos que
ocurren en el 3-9% de los pacientes tratados con ácido meclofenámico.
Se ha informado de casos de edema periférico y de insuficiencia cardíaca en pacientes
tratados con ácido meclofenámico. Este fármaco se deberá utilizar con precaución en
pacientes con una función cardíaca comprometida u otras condiciones asociadas a retención
de fluídos.
Efectos hepatotóxicos han sido raras veces comunicados con el ácido meclofenámico
aunque algun caso de ictericia existe en el caso del ácido meclofenámico. Sin embargo, en
los enfermos tratados con AINES se observa con relativa frecuencia (hasta un 15% de los
casos) un aumento de las transaminasas de hasta 3 veces por encima del valor normal en un
1% de los casos. La función hepática deberá ser vigilada, por tanto, en pacientes con
problemas hepáticos previos y el tratamiento deberá ser discontinuado si se observa un
deterioro de la función hepática.
Los efectos adversos renales están correlacionados con la inhibición de las protaglandinas
renales. Se ha observado azoemia con aumentos transitorios del BUN y de la creatinina
sérica. Aunque mucho más raros, otros posibles efectos adversos renales pueden incluir
necrosis papilar, síndrome nefrótico, hematuria y nefrosis intersticial.

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