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Consultar a tiempo puede hacer la diferencia. ¿Cuáles son las señales que indican un trastorno en la
adolescencia?
La anorexia y la bulimia nerviosa son los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA) más comunes
entre los adolescentes. Pero no son los únicos.
Los TCA se presentan generalmente en adolescentes y mujeres jóvenes. ¿Qué signos pueden
alertarnos que algo está ocurriendo con nuestros hijos? La especialista te entrega 10 alertas a las que
todo adulto debe estar atento:
1. Si tu hijo o hija presenta excesiva preocupación por el peso o la percepción de “estar gordos”, pese a
que tiene un peso normal.
2. Si comienza a restringir la alimentación (se salta comidas, comen menos de lo adecuado a las horas
de comida, dejan de comer algunos alimentos como aquellos que contienen carbohidratos o grasas,
prefiriendo solo alimentos light).
3. Cuando evitan comer mediante otras conductas como tomar líquidas en forma excesiva, comen chicle
permanentemente, se excusan de participar en las comidas familiares diciendo que ya comieron o se
ausentan a la hora de las comidas.
4. Atención también si empiezan a contar las calorías de todo lo que comen.
6. Presentan conductas sugerentes de que se están provocando vómitos (se levantan para ir al baño
durante la comida o justo después de comer, en forma reiterada).
Si observas este tipo de fenómenos, es mejor tener una actitud de sospecha y consultar precozmente
para que un especialista confirme o descarte el problema.
A estos factores se agrega una condición que genera importante estrés al adolescente, por ejemplo,
altas exigencias académicas, además de las dietas. “Todos estos factores, en su conjunto, terminan
generando el trastorno”, dice la pediatra.
Las más susceptibles son las adolescentes y las mujeres jóvenes. De acuerdo a los estudios, la
prevalencia ha aumentado progresivamente desde la década de 1950. En el último tiempo, el perfil de
quienes tienen TCA ha ido variando gradualmente. “Hoy no sólo afectan a las adolescentes, sino que
además se presenta en jóvenes de sexo masculino, de diverso nivel socioeconómico, cada vez menores
y de diferente peso, tamaño y forma corporal”, indica la especialista en adolescentes.
Este ideal de delgadez extrema tiene tanta influencia en nuestra cultura, que “hoy las niñas empiezan a
preocuparse por sus cuerpos, o a sentirse gordas desde que tienen 5 o 6 años, sentimiento que empeora
a mayor edad”, dice.