Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Trad de Siger de Brabante Cuestiones Sob
Trad de Siger de Brabante Cuestiones Sob
COLECCIÓN
C I E N C I A Y T EC N O LO G Í A
Philosophia Artistarum : discusiones filosóficas de los maestros Consejo Asesor
de artes de París : siglos XIII–XIV / Claude Lafleur ... [et al.] ; Colección Ciencia y Tecnología
Claudio Lizárraga / Daniel Comba / Ivana Tosti / Luis Quevedo /
dirigido por Valeria Buffon ; editado por Violeta Cervera Novo ;
Gustavo Ribero / Mónica Osella / Ana María Canal
Gustavo Fernández Walker ; Soledad Bohdziewicz. - 1a ed. - Santa Fe :
Ediciones UNL, 2018.
Coordinación editorial: Ma. Alejandra Sedrán
Libro digital, PDF - (Ciencia y Tecnología) Corrección: Laura Prati
Diseño de tapa e interiores: Analía Drago y Alina Hill
Archivo Digital: descarga y online
ISBN 978-987-749-120-3 © Soledad Bohdziewicz, Marcela Borelli,Valeria Andrea Buffon,
Violeta Cervera Novo, Iacopo Costa, Antoine Côté, Gustavo
1. Filosofía Medieval. I. Lafleur, Claude II. Buffon, Valeria , dir. Fernández Walker, Natalia Jakubecki, Claude Lafleur,
René Létourneau, Ana María Mora–Márquez,
III. Cervera Novo, Violeta , ed. IV. Fernández Walker, Gustavo , ed. Mariano Pérez Carrasco, Riccardo Saccenti, 2018.
V. Bohdziewicz, Soledad, ed.
CDD 180
©
Universidad Nacional del Litoral, 2018
Facundo Zuviría 3563, cp. 3000, Santa Fe, Argentina
editorial@unl.edu.ar
Reservados todos los derechos www.unl.edu.ar/editorial
Universidad
Nacional del Litoral
Índice
Introducción / 8
LA FORMACIÓN FILOSÓFICA
1. CLAUDE LAFLEUR Y JOANNE CARRIER, Los contenidos de la enseñanza
filosófica en París según los planes de estudio y los textos didascálicos / 10
1. a. ARNULFO DE PROVENZA, División de las ciencias, Introducción, ed. Claude
Lafleur, trad. Valeria Buffon / 44
4 Índice
Philosophia Artistarum
Referencias bibliográficas
Fuentes / 374
Literatura secundaria / 379
Índice 5
Philosophia Artistarum
Sigerius de Brabante
Quaestiones in tertium De anima
<Quaestio 15>
Siger de Brabante
Cuestiones sobre el tercer libro Sobre el alma
Traducción de Natalia Jakubecki1
Item, Aristoteles dicit quod, si intellectus est actus corporis sicut nauta navis,
tunc est separabilis, quia manifestum est quod non est actus corporis per suam
substantiam, sed per suam potestatem. Manifestum est ergo quod per hoc non
potest absolvi quaestio.
Est etiam aliud dubium, qualiter possint diversa intelligi a diversis hominibus.
Non enim diversitas ista intelligendi provenit ex diversitate intellectus. Cum
enim intellectus sit unus communis omnibus secundum suam substantiam, vi-
detur quod quaecumque intelligibilia recipiantur in intellectu alterius, scilicet So-
cratis, recipiantur etiam in intellectu alius, sicut Platonis, cum unus sit intellectus
utrobique, et sic intelligere Socratis erit intelligere Platonis. Nec etiam diversi-
tas intellectorum potest causare diversitatem intelligendi in diversis hominibus.
Omnia enim intellecta sunt eiusdem intellectus, licet numerarentur intentiones
imaginatae secundum numerationem hominum diversorum. Cum intellectae in-
tentiones non poterunt numerari, ut videtur, secundum numerationem homi-
num, ideo, sicut intellectus omnium est unus, sic intellecta, cum sint in eo, erunt
unum, et sic adhuc intelligere Socratis erit idem cum intelligere Platonis.
Además, Aristóteles dice que, si el intelecto es acto del cuerpo como el piloto
de la nave, entonces es separable, puesto que es manifiesto que no es acto del
cuerpo por su sustancia, sino por su potencia.3 Por lo tanto, es manifiesto que la
cuestión no puede ser resuelta por esta vía.
<2. De qué modo diversas cosas pueden ser pensadas por diversos hombres>
Existe otra dificultad: de qué modo diversas cosas pueden ser pensadas por di-
versos hombres. Pues esta diversidad en el pensar no proviene de la diversidad
del intelecto. Pues, como el intelecto es único y común a todos según su sustan-
cia, parece que todo inteligible recibido en el intelecto de uno —de Sócrates,
por ejemplo— será, además, recibido en el intelecto de otro —como Platón—,
puesto que uno solo es el intelecto en uno y otro, y así el pensar de Sócrates será
el pensar de Platón. Pero tampoco la diversidad de las cosas pensadas puede cau-
sar la diversidad de pensamiento en diversos hombres. Porque todas las cosas
pensadas pertenecen al mismo intelecto, aunque las intenciones imaginadas son
numeradas según la numeración de los diversos hombres. Dado que las inten-
ciones pensadas no podrían ser numeradas según la numeración de los hombres,
como parece, entonces, así como el intelecto de todos es uno solo, así también
las cosas pensadas, que están en él, serán una única cosa, y una vez más el pensar
de Sócrates será idéntico al pensar de Platón.
Además, se pregunta lo siguiente: dado que para las acciones del pensar se re-
quieren intenciones recibidas en el intelecto posible, las cuales primero fueron
intenciones imaginadas —porque las cosas pensadas abstraídas y causadas por
el intelecto agente primero fueron intenciones imaginadas—, por lo tanto, ¿no
es necesaria acaso la recepción de las intenciones y su abstracción o bien a causa
de que el intelecto se une a nosotros, o también a causa de la naturaleza del in-
telecto en sí?
Para entender estas cosas, puesto que se preguntó de qué modo el intelecto se
une a nosotros, afirmo que el intelecto se une a nosotros. Pues el intelecto es
aquello por lo que aparecen en nosotros las cosas abstractas. Y afirmo que el in-
telecto se une a nosotros en acto porque piensa a partir de las intenciones ima-
ginadas: puesto que las intenciones se unen a nosotros en acto, por esto el in-
telecto, cuando las piensa, se une a nosotros en acto, de modo que no se une a
nosotros por la parte suya que es materia, tal como el sentido es acto del cuerpo
por la parte suya que es materia. Y no quiero decir con esto que el intelecto en
su naturaleza tenga alguna unión con nosotros. Por su naturaleza está sólo en
potencia para unirse a nosotros. Si por su naturaleza no estuviera solamente en
potencia para unirse a nosotros, en ese caso debería estar unido a nosotros, y ne-
cesariamente sería forma y acto de nuestro cuerpo por su substancia. Y, para el
que sostiene que el intelecto es único en todos, es necesario que aquella unión
sea por las intenciones imaginadas. Si, pues, tú dijeras que, puesto que el inte-
lecto se une en acto a la especie humana, por esto los pensamientos se unen en
acto a la especie humana, entonces te preguntaría de qué modo en este hombre
individual habría la diversidad de pensamientos. Pues esto no puede ser a cau-
sa de la diversidad del intelecto, dado que él mismo es uno solo en su sustancia;
por el contrario, esta diversidad proviene de parte de las intenciones imagina-
das. Por ello, es manifiesto que el intelecto se une a nosotros mediante las in-
tenciones imaginadas. Pero entonces surge otra pregunta: ¿de qué modo el in-
telecto se une a nosotros porque se une a partir de las intenciones imaginadas?
Esto no sucede porque el intelecto piense algo que es imaginado por alguien, tal
como la Causa Primera puede pensar algo que sea imaginado por otro, sino que
se une a nosotros porque se une a las intenciones imaginadas y piensa efectiva-
mente a partir de ellas.
Pero esto no es suficiente. Pues el intelecto no piensa a partir de las intenciones
imaginadas en cuanto imaginadas, sino en tanto que son abstraídas las nociones
universales (universales rationes). Antes parecía que el intelecto actúa en nosotros
porque, por su naturaleza, se une de alguna manera con nosotros. Sin embar-
go, esto no es verdadero ni suficiente, puesto que de acuerdo con su naturaleza,
el intelecto no se une a nosotros sino en potencia, y por esto, por esta clase de
unión en potencia, no es capaz de estar unido a nosotros en acto; por el contra-
rio, únicamente se une a nosotros mediante las intenciones imaginadas, puesto
que ellas se unen a nosotros en acto.
Tunc quaeritur quare aliqua intellecta copulantur uni individuo, quae non co-
pulantur alteri. Hoc enim non est propter diversitatem suae substantiae, cum
ipsa sit una, nec propter diversitatem suae potestatis, cum sua potestas sit una.
Tunc arguatur sic: diversa, quae faciunt quod intellectum unum ita copuletur
uni quod non alteri, sunt causa quare intellectus copuletur actu nobiscum; sed
diversae intentiones imaginatae sunt <causa> diversitatis intellectorum diversis
hominibus; quare intentiones imaginatae sunt causa quare intellectus copulatur
nobis in actu, quod verum est.
Item, ad rationem ostendentem quod intellectus non possit copulari nobis in actu,
dicendum est per interemptionem. Unde dicendum quod intentiones intellectae
copulantur nobis sub ratione qua intellectae, non per hoc quod ipsae sint totius
coniuncti, sicut sunt actiones quae sunt sensus, quae sunt totius coniuncti; et
certe intelligere non est totius coniuncti sicut sentire. Dico autem quod immo
copulantur nobis per hoc quod ipsae sunt intellectus nobis copulati. Cuius
declaratio est per simile. Ponamus quod sit forma materialis alicuius coniuncti,
quae habeat aliquas operationes sibi proprias. Tunc operationes propriae illius
formae, quas exercet sine organo, nonne copulatae essent toti coniuncto? Certe
sic, eo quod forma illa per sui partem copulatur coniuncto. Similiter est in parte,
scilicet intellectu. Operationes enim intellectus non sunt in nobis copulatae per
organum, sed copulantur nobis, quia sunt intellectus copulati nobis, copulati
inquam, non sicut forma materiae, quae copulatur coniuncto, sed copulati nobis
per hoc quod intelligit ex intentionibus imaginatis.
Ad secundam quaestionem, cum quaeritur propter quid diversificetur intelligere
in diversis hominibus, dico quod hoc est propter diversitatem intellectorum.
Et cum dicitur: intentiones intellectae sunt unius intellectus, dico quod, licet
intentiones intellectae sint unius intellectus simpliciter in se, tamen <sunt>
intellectae huius intellectus secundum quod copulatur isti et non absolute.
Similiter alii copulatur. Unde in se intellectus, quantum est de sua natura,
eodem modo copulatur omni homini. Unde si esset aliquod intelligere quod
contingeret ei in se, illud contingeret <omni> homini. Sed quia intelligit ex
intentionibus imaginatis copulatis diversis hominibus, et diversis secundum
diversitatem hominum, ideo intelligere diversificatur in diversis.
Entonces, se pregunta ahora por qué algunos pensamientos que están unidos a
un individuo, no están unidos a otro. Esto no es a causa de la diversidad de su
sustancia, porque ella misma es una sola, ni tampoco a causa de la diversidad
de su potencia, porque su potencia es una sola. Entonces se argumenta del si-
guiente modo: diversas razones, que hacen que un único pensamiento esté uni-
do a uno pero no a otro, son la causa por la que el intelecto se une a nosotros en
acto; pero las diversas intenciones imaginadas son causa de la diversidad de pen-
samientos en diversos hombres, por ello las intenciones imaginadas son la causa
por la cual el intelecto se une a nosotros en acto, lo cual es verdadero.
Asimismo, al argumento que explicaba que el intelecto no podría estar unido
a nosotros en acto, hay que refutarlo categóricamente. Se debe decir, entonces,
que las intenciones pensadas se unen a nosotros en cuanto pensadas, y no por-
que ellas mismas pertenezcan a todo el compuesto4, tal como las acciones del
sentido, que son de todo el compuesto; y sin duda el pensar no es de todo el
compuesto como lo es el sentir. Ahora bien, digo, por el contrario, que las in-
tenciones pensadas se unen a nosotros porque ellas mismas pertenecen al in-
telecto unido a nosotros. Y su explicación es por semejanza. Admitamos que
existe una forma material de cierto compuesto, la cual posee algunas acciones
propias. Entonces, las acciones propias de aquella forma, las cuales realiza sin
órgano, ¿acaso no estarán unidas a todo el compuesto? Ciertamente sí, en tan-
to que aquella forma se une al compuesto por una parte suya. Y similarmente
ocurre también para el intelecto, esto es, por una parte. Pues las acciones del in-
telecto no están unidas a nosotros por un órgano, sino que se unen a nosotros,
puesto que pertenecen al intelecto unido a nosotros —digo «unido», no como
la forma a la materia, que se une al compuesto, sino que se une a nosotros por-
que piensa a partir de las intenciones imaginadas.
A la segunda cuestión, que se pregunta por qué el pensar se diversifica en diver-
sos hombres, digo que es a causa de la diversidad de lo pensado. Y cuando se
dice: las intenciones pensadas son de un único intelecto, digo que, aunque con-
sideradas en términos absolutos en sí mismas las intenciones pensadas son de un
único intelecto, sin embargo ellas son pensadas por el intelecto en tanto que éste
se encuentra unido a este hombre, y no de manera absoluta. Y se une a otros de
modo semejante. Es por eso que el intelecto en sí mismo, en lo que corresponde
a su naturaleza, se une a cada hombre del mismo modo. De allí que si existiera
algún pensar que le sucediera al intelecto en sí, aquello sucedería en todo hom-
bre. Pero, puesto que piensa a partir de las intenciones imaginadas que están
unidas a diversos hombres, y éstas son diversas según la diversidad de hombres,
entonces el pensar se diversifica por los diversos hombres.
Ad tertiam quaestionem dico quod intellectus agens non potest agere intellec-
ta in possibili alia a se nisi per species imaginatas. Non enim est dicere quod
intellectus agens, inspiciens ad phantasmata quae sunt in organo tamquam ad
exempla, det sibi, ex intentionibus sibi similibus formatis per inspectionem ad
phantasmata, rationes universales. Secundum enim Averroem intellectus agens
nihil cognoscit, immo solum possibilis cognoscit. Nec est dicere quod intellec-
tus agens faciat intentiones imaginatas resultare in intellectu possibili ab organo
phantasiae, nec etiam ipsae se faciunt per multiplicationem in intellectu possi-
bili. Sed dico quod anima rationalis potentialiter est copulata humanae speciei
eo quod natura suae virtutis activae est agere talia, quae nobis sunt copulata.
Huiusmodi autem sunt intentiones imaginatae. Et ideo dico quod, <cum> ipsa
debeat intelligere alia a se, necessariae sunt intentiones imaginatae.
Adhuc de intellectu agente et possibili intelligendum quod non sunt duae subs-
tantiae, sed sunt duae virtutes eiusdem substantiae. Hoc sentit Aristoteles cum
dicit in hoc tertio quod in unoquoque genere est aliquid quo est omnia facere et
aliquod aliud quod est in potentia omnia. In anima intellectu agente et possibili
recipimus et abstrahimus ad libitum nostrum. Quare videntur esse virtutes eius-
dem substantiae, scilicet intellectus nostri.
Item, intelligentia, quae est substantia separata, de natura sua habet virtutem
per quam posset agere intellecta, et virtutem per quam posset illa recipere, si
uniretur corpori. Cum ergo anima nostra sit substantia separata sicut intelli-
gentia, quare non haberet virtutem agentem intellecta? Habet et similiter vir-
tutem receptivam eorum. Neque est intelligendum quod intellectus possibilis
sit coniunctus materiae <et> intellectus agens sit substantia separata a nobis,
immo, sicut dicit Aristoteles, sicut est agens <substantia> separata, similiter est
possibilis substantia separata. Unde ipse vocat simpliciter intellectum substan-
tiam separatam. Sed anima rationalis de natura sua est in potentia ad recipien-
dum phantasmata. Secundum hanc enim naturam unitur corpori, et licet haec
potentia recipiendi phantasmata insit ei secundum quod separata est, tamen
actus huius virtutis non participat nisi corpori unita.
Et similiter anima <habet> virtutem per quam potest agere phantasmata, nec
tamen inest ei agere phantasmata in possibili nisi per coniunctionem sui cum
corpore. Hoc satis inuit Aristoteles in littera illa: sed neque aliquando intelli-
git, nunc quidem non intelligit, separatus autem solum hoc est quod vere est,
et hoc solum immortale et perpetuum est. Unde possibilis per conversionem
ad agentem intelligit semper et est aeternus et separatus quantum ad hanc ope-
rationem sicut quantum ad suam substantiam; sed ipse possibilis per conver-
sionem ad phantasmata, licet quantum ad substantiam suam sit aeternus et se-
paratus, tamen quantum ad operationem corruptibilis est et coniunctus. Unde
secundum Aristotelem ibidem: post mortem non reminiscimur, hoc autem est:
quantum ad operationem suam corruptibilis est. Praeterea, est intelligendum
quod, sicut possibilis intellectus est omnia intelligibilia in potentia, sic agens
est in potentia agere omnia intelligibilia.
Tu dices quod quaedam sunt actu intelligibilia, ut substantiae separatae. Sed
illas non potest agere intellectus agens actu intelligibilia. Non ergo agens facit
omnia intelligibilia.
Item, seipsum intelligit intellectus agens et tamen non facit se. Ergo <non> om-
nia intelligibilia.
Ad primum, quamvis substantiae separatae secundum se sint actu intellectae et
intelligibiles, dico quod non intelliguntur a possibili nisi cum phantasmatibus,
licet non propriis, sed alienis. Unde sicut <in> intellectu possibili sunt potentia
intelligibilia, sic in intellectu agente sunt in potentia, ut ea scilicet agat intelli-
gibilia. Et qualiter intellectus agens agit actu intelligibilia quaestio est. Et dico
ad hoc quod intellectus agens de phantasmatibus facit actu intelligibilia per abs-
tractionem, in hoc quod facit formas materiales sine materiis. Unde nota quod
anima res considerat et abstracte considerat et universaliter per intellectum pos-
sibilem, et per agentem etiam eas considerat abstracte et per ipsum facit abstrac-
tionem universalem.
Ad aliud, quando dicitur: intelligit se, cum non agat se, dicendum quod, licet
intellectus agens secundum se sit intelligibilis et sic non agat se, tamen a nobis
est intelligibilis in potentia, quia non intelligitur a nobis nisi cum phantasmate
quodam, et ideo, sicut est in potentia intelligibile a nobis, sic se agit actu intel-
ligibile.
Y de igual manera el alma tiene la potencia por la cual puede producir imáge-
nes, sin embargo no reside en ella el activar las imágenes en el intelecto posible
sino por medio de su unión con el cuerpo. Aristóteles señala esto suficientemen-
te en aquella frase: «pero no es que el intelecto a veces piensa y a veces no; por el
contrario, solamente lo separado es aquello que verdaderamente es, y sólo esto
es inmortal y perpetuo»8. De allí que el intelecto posible, cuando está dirigido
hacia el intelecto agente, piensa siempre y es eterno y separado tanto respecto de
esta operación como de su sustancia; pero el mismo intelecto posible, cuando se
dirige a las imágenes, aunque según su sustancia sea eterno y separado, con todo
según su operación es corruptible y unido al cuerpo. De allí que según Aristó-
teles en el mismo lugar afirma: «después de la muerte no recordamos, y esto es
porque, en cuanto a su operación, el intelecto es corruptible».9 Además, se debe
entender que así como el intelecto posible es en potencia todos los inteligibles,
así el intelecto agente produce en potencia todos los inteligibles.
Tú dices que hay algunos inteligibles en acto, como las sustancias separadas.
Pero el intelecto agente no puede producirlas en acto como inteligibles. Por lo
tanto, el intelecto agente no produce todos los inteligibles.
Además, el intelecto agente se piensa a sí mismo y sin embargo no se produce a
sí. Por consiguiente, no produce todos los inteligibles.
Al primer argumento: por más que las sustancias separadas según sí mismas sean
pensadas y pensables (o inteligibles) en acto, digo que no son pensadas por el
intelecto posible sino mediante las imágenes, mas no propias sino ajenas. Por
esto, así como en el intelecto posible están en potencia los inteligibles, así tam-
bién en el intelecto agente están en potencia para que los transforme en inteli-
gibles. Y la cuestión es de qué modo el intelecto agente pone en acto los inte-
ligibles. Y a esto digo que el intelecto agente produce los inteligibles en acto a
partir de las imágenes por abstracción, en tanto que vuelve a formas materiales
sin materias. De allí que, debes notar que el alma considera la cosa, y la consi-
dera de manera abstracta y universal por el intelecto posible, y por el intelecto
agente también las considera abstractamente, y mediante él produce la abstrac-
ción universal.
A lo otro, cuando se dice «se piensa a sí mismo aunque no se produzca», se debe
responder que, si bien el intelecto agente según sí mismo es inteligible y en
cuanto tal no se produce a sí, con todo, para nosotros, es inteligible en potencia,
puesto que no es pensado por nosotros sino por medio de la imagen; y por esto,
así como es inteligible por nosotros en potencia, así se hace inteligible en acto.