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Crecimiento y Maduración del Deportista


Joven. Aplicación Para el Desarrollo de la
Fuerza
Mikel Izquierdo Redín, Javier Ibáñez Santos

Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte, Instituto Navarro de Deporte y Juventud, Gobierno de
Navarra, Navarra, España.

INTRODUCCIÓN adverso sobre el crecimiento establecido genéticamente


para una persona y, en general, sobre su normal
Es un hecho generalmente aceptado que la práctica desarrollo, desequilibrando los procesos fisiológicos
regular de ejercicio físico (incluyendo el entrenamiento anabólicos comprometidos, por un lado, con las
de fuerza) es importante para obtener un normal adaptaciones de los tejidos a la actividad física, y por
crecimiento y maduración del niño (Malina y Bouchard otro, con el crecimiento/ maduración (Cooper 1994;
1991; Borer 1995) y, además, una herramienta muy útil, Warren y Shangold, 1997).
tanto en adultos como en niños, para prevenir el
desarrollo de enfermedades crónicas degenerativas como Si nos centramos más concretamente en el
la osteoporosis y las enfermedades cardiovasculares entrenamiento de la fuerza, durante décadas este tipo de
(Riddoch y col. 1991; Baranowski y col. 1992). entrenamiento en niños y en adolescentes ha sido un
asunto controvertido. Hasta no hace mucho, para una
Sin embargo, en las últimas décadas, a raíz del gran parte de la comunidad médica y científica el
significativo incremento observado en volumen e entrenamiento de la fuerza no era recomendable en estas
intensidad de ejercicio de ciertos programas de edades por dos razones(Malina y Bouchard, 1991): 1) se
entrenamiento diseñados para jóvenes que practican creía que los bajos niveles de andrógenos impedirían,
deporte de competición (Mero y col, 1989; Malina y teóricamente, el desarrollo de la fuerza (Mero y col
Bouchard, 1991), diversas organizaciones científicas y 1989); y 2) se temía que en este grupo de población
profesionales han alertado sobre algunos riesgos que favorecería la aparición de diversas lesiones
podrían acompañar al desarrollo de estos programas de musculoesqueléticas (Mero y col. 1989; Malina y
entrenamiento (AMA y ADA, 1991; Malina, 1994). Así, Bouchard 1991; Kraemer y Fleck 1993). Sin embargo,
en un comunicado conjunto de la American Medical en los últimos años numerosas organizaciones científicas
Association y de la American Dietetic Association han preconizado el entrenamiento de fuerza en jóvenes
(1991) se puede leer: “algunos programas para la mejora basándose en estudios recientes que muestran cómo,
de la aptitud física podrían ser perjudiciales para los siguiendo ciertas pautas, los niños y adolescentes pueden
adolescentes si conllevan un tipo de ejercicio intenso y aumentar su fuerza muscular sin perjudicar su normal
prolongado y /o un porcentaje graso corporal muy bajo crecimiento y maduración (p.e. la Sociedad Americana
para optimizar sus márgenes competitivos…. Estos para la Medicina del Deporte (1990), la Asociación
regímenes podrían retrasar la maduración sexual, Americana de Pediatría (1993), la Asociación
disminuir el crecimiento óseo y, con ello, la estatura…”. Americana para el Acondicionamiento Físico y la Fuerza
(1996) y el Comité Olímpico Americano).
En definitiva, parece que algunos programas de
entrenamiento podrían acompañarse de ciertos Por lo tanto, quizá sería más conveniente insistir, como
desequilibrios hormonales, concretamente a nivel de las dice McKeag (1991), en que “hasta que puedan ser
hormonas que intervienen simultáneamente tanto en el definidos los límites de un rango de ejercicio físico
crecimiento y maduración, como en la respuesta al estrés saludable, debería prevalecer el sentido común”. Para
provocada por el entrenamiento (AMA y ADA, 1991; ello, es imprescindible que los profesionales del deporte
Fry y col. 1993; Warren y Shangold, 1997). Es decir, un que trabajan en categorías infantiles y juveniles
entrenamiento físico “excesivo” podría tener un efecto conozcan un poco mejor los procesos de maduración y

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crecimiento del chico y de la chica que practican Sin embargo, en general, en estudios longitudinales
regularmente deporte o que se encuentran inmersos en desarrollados con chicos y chicas que participan en
un programa de entrenamiento orientado al alto diferentes deportes desde los 8 hasta los 18 años, se ha
rendimiento deportivo. En este contexto, existen varias visto que son, de media, más altos y también más
preguntas importantes que trataremos de aclarar y que pesados que los chicos y chicas que no practican una
sería conveniente tener presente a la hora de planificar actividad física regular. Este mayor peso probablemente
un programa de entrenamiento para un deportista de resulta del incremento de la masa muscular reflejo de
estas edades (Malina, 1994): una pubertad avanzada (el patrón de crecimiento de los
chicos, en la mayoría de los deportes, es el de una
¿Qué sabemos sobre el papel desempeñado por la madurez avanzada ya que se encuentra adelantada tanto
actividad física regular en el crecimiento y maduración la edad ósea como el PHV) y del efecto del
del niño/ adolescente?, entrenamiento, sin olvidar la posible mejora del factor
¿Puede un programa de entrenamiento físico llegar a alimentación (Ver figura 1) (Malina, 1994).
inhibir el crecimiento y retrasar su maduración?,
¿Qué influencia tiene la maduración biológica de un
niño en su rendimiento físico?,
¿En qué momento del desarrollo de un niño/ adolescente
se produce una mejor tolerancia a una carga de
entrenamiento determinada?,
¿Hasta qué punto un niño/ adolescente puede desarrollar
la fuerza y la masa muscular?,
¿Cómo es la entrenabilidad de los niños/ adolescentes en
comparación con la de los adultos?,
Durante un periodo de desentrenamiento, ¿cuánto
tiempo se conservan las mejoras obtenidas con el
entrenamiento?,
¿Qué beneficios y riesgos potenciales van asociados al
entrenamiento de fuerza en estas edades?.

CRECIMIENTO Y MADURACIÓN Figura 1. Porcentaje de la estatura media alcanzada en chicas


(izquierda) y chicos (derecha) en diferentes edades y madurez
DEL DEPORTISTA JOVEN (adelantada, línea continua; o retrasada, línea de puntos) (Malina y
Bouchard, 1991).

INFLUENCIA DEL EJERCICIO FÍSICO SOBRE ¿Cómo puede dejar de crecer un niño que practica un
EL CRECIMEINTO deporte?. Existen una serie de prácticas asociadas a la
participación en diversos deportes que pueden reducir el
Estatura y Peso crecimiento estatural potencialmente establecido en los
genes de un niño o adolescente (Mc Keag 1991;
En lo que se refiere a la estatura, diversos estudios Blimkie, 1993; Warren y Shangold, 1997):
sugieren que la práctica regular de una actividad física, o
la participación en un programa de entrenamiento físico, Pérdida de peso: mantener un peso corporal y un
no influye en el crecimiento estatural del niño (Beunen y porcentaje graso bajos forman parte de la preparación
col, 1992; Malina 1989; Seefeldt y col, 1986) porque en física de muchos deportes (gimnasia, ballet, atletismo de
un niño bien alimentado la estatura está regulada, fondo,…). Un/a deportista joven que todavía está
principalmente, por su herencia genética. En realidad, la creciendo puede seguir dietas drásticas, en muchos casos
estatura media observada en los deportistas jóvenes varía muy bajas en calorías, que no aportan las necesidades
según el deporte. Entre las gimnastas y nadadoras, por mínimas de carbohidratos, proteínas, hierro y otros
ejemplo, las primeras son más pequeñas que la media de nutrientes, y puede encontrarse con problemas derivados
las niñas de su edad y las segundas más altas, y esto se de su bajo peso corporal. Este tipo de alteraciones en los
observa ya antes de ser incluidas en los programas de hábitos de alimentación, mucho más frecuentes en las
entrenamiento de ese deporte (Astrand y col, 1963; chicas, también puede acompañarse de una pérdida de
Peltenburg y col, 1984). Pero, además, los padres de parte del potencial de crecimiento estatural establecido
estas gimnastas son más pequeños que los de las genéticamente.
nadadoras (Peltenburg y col, 1984) lo que,
efectivamente, apunta hacia un factor genético como Uso de medicamentos para mejorar el rendimiento
responsable principal de la estatura de una persona. físico: especialmente los esteroides anabolizantes.

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Algunos deportistas buscan en los esteroides anabolizantes entre los adolescentes deportistas
anabolizantes mejorar el tamaño y la fuerza de sus americanos que va desde el 1.4% hasta el 12.5% (Ver
músculos. Sin embargo, además de estar incluidos en las figura 2A). Entre los deportes en los que existe una
listas de dopaje, estos esteroides son particularmente mayor evidencia de uso de estos medicamentos están el
dañinos en el deportista joven que todavía no ha fútbol americano, la lucha, el baloncesto y el atletismo
completado su crecimiento y maduración. En el (Ver figura 2B). Para esta autora, la razón de este mayor
adolescente, uno de los efectos secundarios más uso de esteroides en estos deportes probablemente se
preocupante de estos medicamentos es el cierre deba a la frecuente incorporación de ciclos de
prematuro de las epífisis (la zona donde crecen los entrenamiento de fuerza con objeto de optimizar la
huesos), con lo que evidentemente queda comprometido condición física del deportista (Blimkie 1993). Es decir,
su potencial de crecimiento estatural. A pesar de estos parece que en algunos entrenadores y deportistas existe
efectos secundarios, algunos estudios recientes advierten la creencia, errónea, de que para obtener un incremento
de que el adolescente también abusa de este tipo de óptimo de la fuerza en un adolescente es inevitable la
medicación. En una revisión realizada por Blimkie asociación de esteroides anabolizantes al programa de
(1993) se observa una prevalencia de uso de esteroides entrenamiento.

Figura 2 (A y B). A) Revisión de diversos estudios sobre el uso de esteroides anabolizantes en deportistas adolescentes. B) Deportes en los que se
da una mayor prevalencia de uso de esteroides anabolizantes entre los adolescentes (En: Blimkie 1993; págs 157- 158).

Composición Corporal y los que mantenían una baja actividad física no diferían
en sus niveles de madurez; en los moderadamente
En la regulación de la composición corporal intervienen activos el porcentaje graso corporal era más bajo,
de forma muy importante tanto una actividad física aunque no se diferenciaban en la masa muscular, lo que
regular como el entrenamiento específico para un podría sugerir que es necesario un tipo de entrenamiento
deporte, porque ambos se asocian con un descenso en el físico más intenso para que se induzcan cambios en la
porcentaje graso y, ocasionalmente, con un aumento de masa muscular.
la masa muscular, más frecuentemente en varones
(Boileau y col, 1985; Parizkova, 1974). En lo que se refiere al porcentaje graso corporal, se ha
visto que los niños y adolescentes deportistas tienen un
En relación con la masa muscular, algunos estudios menor porcentaje graso, en relación con los no
longitudinales (recogidos en Malina 1994) muestran que deportistas. Este descenso del porcentaje graso depende,
niños activos, que entrenaban en un deporte 6 horas/ fundamentalmente, del gasto calórico extra diario
semana, a los que se siguió de los 11 a los 17 años, (minutos de entrenamiento x Kcal/ minuto = Kcal extras
tenían una mayor masa muscular y menos porcentaje gastadas), y de la restricción calórica que se pueda
graso que los niños con niveles bajos o moderados de realizar a través, por ejemplo, de una dieta. En los
actividad física. Sin embargo, estas diferencias en la varones, tanto deportistas como no deportistas, se
masa muscular reflejaban, en parte, una diferencia observa un descenso en el porcentaje graso durante la
asociada a una madurez avanzada (reflejado en la edad adolescencia, aunque los deportistas tienden a tener un
del PHV y en la madurez ósea), puesto que los niños porcentaje graso menor. En las chicas deportistas, no se
más activos eran más altos y pesados que los niños de observa un aumento en la masa grasa corporal durante la
los otros dos grupos. Los niños moderadamente activos

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adolescencia como ocurre en las no deportistas (Ver Sin embargo, es difícil separar los efectos propios del
figura 3) (Malina y Bouchard, 1991). entrenamiento de los asociados a la edad durante el
crecimiento normal del adolescente. Cuando los datos
recogidos sobre masa muscular se relacionan con la
evolución de la madurez somática, con el PHV, se
observan diferencias entre sexos (Tanner y col 1981).
Los chicos tienen un incremento en el tamaño de la masa
muscular del brazo que es aproximadamente el doble del
observado en las chicas. Sin embargo, el pico de
crecimiento de la masa muscular de la pantorrilla es sólo
ligeramente mayor en el chico (Ver figura 4, A y B). Los
picos de velocidad de ganancia de la musculatura en
brazo y pantorrilla ocurren después del PHV. En los
chicos, para el brazo ocurre alrededor de los 3- 4 meses
después del PHV, y en las chicas alrededor de 6 meses
después. En la pantorrilla, la ganancia de masa muscular
parece ser más o menos constante desde
Figura 3. Cambios en la composición corporal a lo largo de la vida aproximadamente 1 año antes hasta alrededor de 1.5
de una persona (Bray 1976; en: Warren y Shangold, 1997). años después del PHV.

Figura 4 (A y B). A) Evolución de la masa muscular en brazo (arm) y pantorrilla (calf) de niños y niñas desde los 3 a los 18 años. B) Crecimiento
de la masa muscular de brazo y pantorrilla en mm por año en niños y niñas desde los 3 a los 18 años (En: Malina y Bouchard, 1991).

Maduración Ósea
INFLUENCIA DEL EJERCICIO FÍSICO SOBRE
LA MADURACIÓN Valoración de la Madurez Ósea

En las ciencias del deporte, la madurez de una persona La maduración ósea es, quizá, el mejor método para la
se mide habitualmente usando uno o más de los índices valoración de la edad biológica o el estado de
con que se mide la madurez somática, sexual y ósea. maduración de un niño. El progreso de maduración del
Aunque ninguno de ellos, de manera aislada, nos da una esqueleto (los huesos de mano y muñeca izquierda han
completa descripción del tempo de crecimiento y sido tradicionalmente los más utilizados para este
maduración, existe una alta concordancia entre ellos propósito) puede ser monitorizado, y su evolución
(Beunen, 1989). fácilmente controlada y evaluada mediante la
estandarización de placas de rayos X. La edad ósea de
un niño se relaciona siempre con su edad cronológica, y
con ello se sabe si un niño tiene una maduración ósea
adelantada, retrasada o está en la media.

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Los dos métodos más comúnmente utilizados para El estudio del desarrollo de los caracteres sexuales
valorar la maduración ósea son el Greulich- Pyle y el secundarios se resume habitualmente en 5 estadios para
Tanner- Whitehouse. Básicamente, con el método cada uno de ellos. Los criterios habitualmente utilizados
Greulich- Pyle, por ejemplo, se compara la radiografía para la maduración del pecho, vello pubiano y
de un niño con unos modelos estandarizados de maduración genital son los descritos por Tanner (1962).
desarrollo para una edad concreta. De tal modo que si la En esta escala de 5 estadios, el estadio 1 indica un estado
radiografía de un niño de 7 años se ajusta con la prepuberal de desarrollo (es decir, ausencia de desarrollo
radiografía standard para niños de 8 años, la edad ósea en ninguno de los caracteres sexuales descritos). El
de ese niño es de 8 años. estadio 2 indica que se ha iniciado el desarrollo de cada
uno de los caracteres sexuales secundarios (la elevación
Influencia del Ejercicio Físico sobre la Maduración inicial de los pechos en las niñas, el agrandamiento
Ósea inicial de los genitales en el niño, y la aparición de vello
pubiano en ambos sexos). Los estadios 3 y 4 a veces son
El proceso de la maduración ósea de la mano y la más difíciles de evaluar e indican una continuidad en la
muñeca no se ve afectado por el entrenamiento maduración de cada uno de los caracteres. El estadio 5
deportivo. Estudios longitudinales con niños que está relacionado con el estado adulto.
entrenaban habitualmente en diferentes deportes
(gimnasia, tenis, ciclismo o remo) indican un aumento La clasificación en uno de los diferentes estadios de
paralelo en la edad cronológica y en la ósea durante un maduración sexual se realiza habitualmente por medio
periodo de 3 a 4 años (Kotulan y col, 1980; Novotny, de la observación visual en un examen clínico. Por lo
1981). Concretamente, en un estudio, alrededor del 80% tanto, esta valoración puede tener sus limitaciones,
permanecieron en la misma categoría después de 3 a 4 porque el método requiere la invasión de la intimidad de
años de entrenamiento; y aquellos que cambiaron de la persona; sobre todo teniendo en cuenta que este es un
categoría lo hicieron sin un patrón muy consistente asunto de especial importancia para muchos jóvenes en
(Novotny, 1981). edad puberal.

Por otro lado, en lo que se refiere a deportistas jóvenes En la práctica, la valoración de la maduración sexual se
de élite, se ha visto que las chicas relacionadas con el utiliza como sigue: una chica puede estar situada en un
ballet, la gimnasia y el atletismo tienden a presentar una estadio 2 de desarrollo del pecho (B2) y en el estadio 1
edad ósea retrasada, mientras las nadadoras, en general, para el vello pubiano (PH1). Esta valoración indica que
presentan una edad ósea algo avanzada con relación a su el desarrollo del pecho ha comenzado y que el vello
edad cronológica (Claessens y col, 1992; Malina y col, pubiano no ha aparecido todavía. Con ello, se puede
1986; Malina, 1988; Warren, 1980). Por su parte, los considerar que esta chica está en el comienzo de la
chicos que destacan en el beisbol, atletismo, natación, pubertad; esta elevación inicial de los pechos (B2) es
ciclismo y remo presentan, en general, una edad ósea habitualmente el primer signo evidente de maduración
avanzada respecto a la edad cronológica (Malina y col, sexual en chicas. De modo parecido, un chico puede ser
1986; Malina, 1988). clasificado en el estadio 2 del desarrollo genital (G2) y
en el estadio 1 del vello pubiano (PH1). En este caso,
Maduración Sexual también se considera que ha comenzado la pubertad,
porque el agrandamiento inicial de testículos (G2) es el
Valoración de la Madurez Sexual primer signo más común de maduración sexual en niños.

La valoración de la madurez sexual está basada en el Por otro lado, la menarquia, el primer período menstrual,
estudio del desarrollo de los caracteres sexuales es el indicador de madurez más comúnmente utilizado
secundarios: eldesarrollo del pecho y menarquia (la en las mujeres púberes.
primera regla) en chicas; el desarrollo del pene y
testículos en niños, y del vello pubiano en ambos sexos. Las edades a las que, por ejemplo, una chica alcanza los
Estudiar la evolución en el desarrollo de estos caracteres diversos estadios para el desarrollo del pecho y vello
sexuales secundarios como indicadores del status de pubiano, y alcanza la menarquia se obtienen
madurez obviamente limitan su utilización a la edad generalmente a partir de estudios longitudinales en los
puberal solamente, mientras que la maduración ósea que esa chica será examinada a intervalos pequeños
permite el estudio de la madurez biológica de una durante su pubertad, habitualmente cada 3 meses (Ver
persona desde la niñez hasta la edad de adulto joven. figura 5).

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Figura 5. Ejemplo de evolución de los caracteres sexuales secundarios en una chica. Obsérvese como cada uno de ellos evoluciona, desde que
comienzan a desarrollarse hasta que alcanzan el desarrollo propio de la mujer adulta, en diferentes edades cronológicas (Breckwoldt y col, 1994).

Influencia del Ejercicio Físico sobre la Maduración entrenamiento físico previene o retrasa que muchas
Sexual deportistas alcancen este umbral. Hasta hoy no se
entiende muy bien el mecanismo fisiológico, incluso
Los estudios publicados sobre esta materia se centran esta teoría tiene sus detractores; sin embargo, es
fundamentalmente en la edad de aparición de la generalmente aceptada porque existen numerosos datos
menarquia en las chicas que practican deporte que apoyan el papel jugado por los cambios de la
comparada en relación con la de la población en general. composición corporal y por el estrés que supone el
Numerosos estudios han encontrado que, de media, la propio ejercicio en el normal desarrollo de los ciclos
edad de la menarquia de las chicas que entrenan en un menstruales (Vanderbroucke y col, 1983) (Ver figura 6).
deporte es más tardía, concluyendo a partir de estos
resultados que la práctica de un entrenamiento físico No obstante, para Malina (1994) estos datos hay que
regular conlleva un retraso en el comienzo de los ciclos tomarlos con cautela; en primer lugar, porque aunque
menstruales (Malina, 1983). Por ejemplo, la edad de la efectivamente se ha visto que cuando se trata de chicas
menarquia en las chicas americanas sanas sucede, de que entrenan en diversos deportes, su menarquia aparece
media, a los 12.3- 12.8 años, mientras que la mayoría de más tarde que en las chicas que no practican deporte,
estudios señalan que en las deportistas la menarquia también es cierto que existen deportistas que tienen su
comienza a los 13- 14 años o incluso más tarde (Rogol primera regla en la media de edad o incluso antes que las
1988). Algunos autores han apuntado que por cada año chicas no deportistas; y porque, por ejemplo, se ha visto
de entrenamiento antes de la primera regla, en el caso de que las madres de las chicas que hacen ballet tuvieron la
nadadoras, atletas y chicas que hacen ballet, la menarquia más tarde que la media de las madres de
menarquia se retrasa alrededor de medio año (Frisch y chicas que no hacen deporte (Brooks- Gunn y Warren,
col, 1981; Hamilton 1988). 1988). Es decir, hay que considerar una predisposición
familiar para ese retraso en la maduración. Por otro lado,
Sin embargo, el retraso de la menarquia en las el entrenamiento deportivo probablemente interactúa o
deportistas sigue siendo un tema controvertido porque es confundido con otros factores, además de la
realmente sigue sin saberse si es una consecuencia predisposición familiar, por lo que el efecto específico
directa del entrenamiento. Frisch y Ravelle (1971) del entrenamiento per se podría resultar bastante difícil
propusieron hace ya bastantes años que el ejercicio de aislar. Por ejemplo, un físico longilíneo se asocia a un
físico intenso antes de la pubertad crea un consumo retraso en la maduración (Malina y Bouchard, 1991) y
excesivo de energía que evita que las chicas alcancen un en algunos deportes como en el ballet, el atletismo de
peso corporal “crítico” o un porcentaje graso mínimo fondo y la gimnasia priman las personas delgadas.
necesarios para desencadenar el comienzo de los ciclos Algunas prácticas alimenticias asociadas a un ansia por
menstruales. De acuerdo con esta teoría, se necesita un mantener el porcentaje graso lo más ajustado posible
peso (48 Kg) y un % graso (17%) mínimos para que una pueden ser un factor adicional: las demandas del
chica sea capaz de concebir y ser madre, pero el ejercicio físico compiten con los procesos del

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crecimiento y maduración por la energía disponible. La Madurez Somática.
capacidad para permanecer delgado varía
considerablemente entre unas personas y otras, y Valoración de la Madurez Somática
probablemente está regulada genéticamente. Aquellas
deportistas que no pueden mantener fácilmente una El indicador más utilizado de madurez somática en
delgadez considerada como adecuada para rendir estudios longitudinales de la pubertad es la edad en la
físicamente en condiciones óptimas, se ven abocadas a que sucede el pico de velocidad de crecimiento (PHV), o
seguir dietas rigurosas y son más vulnerables a retrasos edad de máximo crecimiento durante la etapa del
en la menarquia y, más adelante, a otros problemas “estirón” del adolescente (Ver Figura 7).
relacionados con el ciclo menstrual (oligomenorreas,
amenorreas secundarias, etc). Estos problemas ocurren,
por lo tanto, más frecuentemente en las chicas que
participan en el alto rendimiento deportivo y no
discrimina entre deportes (p.e. gimnastas y atletas de
fondo).

Además de los factores genéticos, de las dietas y de la


pérdida de peso, existen otros relacionados con el estrés
psicológico y el sobreentrenamiento que también pueden
contribuir a este retraso en la menarquia. En muchos
casos, este retraso puede tener un origen en varias de
estas posibles causas. La situación se asemeja a la de las
alteraciones del ciclo menstrual de las deportistas, donde
pueden estar implicadas varias causas además del
entrenamiento (Warren y Shangold 1997).

Figura 7. Un ejemplo de una curva de crecimiento de la estatura en


un niño. Los puntos indican las diferentes estaturas observadas
(izquierda) y la velocidad de crecimiento (derecha). La edad del
inicio del “estirón” del adolescente para este niño son los 11.8 años,
y la edad del PHV son los 13.8 años (el Lozy 1978; en: Malina y
Bouchard, 1991)

Influencia del ejercicio físico sobre la Maduración


Somática
Figura 6. Relación del ejercicio físico con la progresión de la La edad en la que sucede el PHV y la magnitud de este
pubertad (definida como un cambio en el estadio de Tanner en
relación con el desarrollo del pecho o la aparición de la menarquia) pico no se ven afectadas por la práctica de una actividad
y la amenorrea en chicas que hacen ballet. Los datos fueron física regular o por el entrenamiento deportivo (Beunen
obtenidos en 15 chicas a lo largo de un periodo de 3 años. El nivel y col, 1992; Kobayashi y col, 1978).
de ejercicio físico de los 4 meses precedentes se promedió en base a
la actividad semanal (Warren 1980)
Clasificación de los Niños según su Status de
Madurez (Malina y Bouchard 1991)
En relación con la maduración sexual de los chicos que
hacen deporte, la información existente es escasa. Una persona en edad prepuberal o puberal puede ser
Algunos estudios con deportistas jóvenes, varones, no agrupada, generalmente, dentro de una de las siguientes
indican evidencia alguna de alteraciones en el desarrollo tres categorías de madurez: avanzada, en la media o
de los caracteres sexuales secundarios. Por ejemplo, retrasada. Y esta clasificación se realiza en base a su
Rowland y col (1987) no encontraron cambios en los edad ósea, a la edad de la menarquia, a la edad del PHV
niveles de testosterona sérica en 15 adolescentes, atletas o de un carácter sexual secundario.
de fondo, durante el curso de 8 semanas de competición.

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Si se utiliza la edad ósea como criterio para diferenciar INFLUENCIA DEL EJERCICIO FÍSICO SOBRE
el grado de madurez de un grupo de chicos, por ejemplo, LOS TEJIDOS ÓSEO Y MUSCULAR
tendremos que aquel cuya edad ósea esté en ±1 año con
relación a su edad cronológica estará dentro del grupo Tejido Óseo
clasificado como de madurez dentro de la media. Un
chico cuya edad ósea sea >1 año con relación a su edad Estudios realizados en adultos indican que aquellos que
cronológica será clasificado como de madurez temprana tienen una historia de actividad física regular o han
o avanzada. Finalmente, un chico cuya edad ósea sea <1 participado en un entrenamiento físico durante su niñez
año con relación a su edad cronológica será clasificado y juventud tienen más masa ósea (Bailey y col, 1986;
en el grupo de madurez tardía o retrasada. Bailey y McCulloch, 1990), lo que en principio nos
indicaría que la mineralización del hueso se ha visto
De forma similar, un grupo de chicas de las que favorecida por la práctica de ejercicio físico durante los
disponemos su edad de menarquia puede ser subdividido primeros años de vida.
en las tres categorías reseñadas. Asumiendo que la edad
media de la menarquia para el grupo es 13 años, aquellas Desgraciadamente, los estudios realizados directamente
chicas cuya edad de menarquia esté comprendida en ± 1 en niños son muy limitados. En el trabajo de Watson
año de esta edad (esto es, entre los 12 y 14 años) son (1975) se observa que los jugadores de beisbol amateurs
clasificadas como de madurez dentro de la media. Las tienen un mayor contenido mineral en el húmero del
chicas con una edad para la primera regla por debajo de brazo dominante. Además, esta diferencia entre brazos
los 12 años son clasificadas como de madurez temprana, sigue aumentando con la edad, lo que sugiere un efecto
y las que estén por encima de los 14 años son de entrenamiento, asumiendo que los más mayores
clasificadas como de madurez tardía. participaron más tiempo en la actividad específica de
lanzar la bola. Aunque limitadas, estas observaciones
De igual manera se procede cuando se trata de comparar son importantes porque el contenido mineral del hueso
la edad del PHV o la de un carácter sexual secundario. alcanzado durante la niñez y juventud puede ser
Es evidente que esta manera de proceder tiene sus determinante para el contenido mineral del hueso del
limitaciones y un cierto grado de arbitrariedad; sin adulto/ anciano (Bailey y McCulloch, 1990).
embargo, sirven para ilustrar las variaciones asociadas a Efectivamente, sabemos que la masa ósea de una
la maduración relacionadas con el crecimiento y el persona aumenta durante la infancia y la adolescencia,
rendimiento físico. alcanza un pico en la tercera o comienzo de la cuarta
década de la vida y, a partir de ese momento, comienza a
descender progresivamente (Ver figura 8). Por otro lado,
también se conoce que en una persona joven y sana, este
pico de Masa Osea está estrechamente ligado a hábitos
de vida como el ejercicio físico y el consumo de Calcio,
Tabaco y Alcohol (Valimaki y col, 1994).

Figura 8. Evolución de la Masa Osea con la edad y la influencia hormonal en la misma.

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En este sentido, Välimäki y cols. (1994), después de osteoporosis prematura (Ver figura 10) (Lloyd y col,
analizar los resultados obtenidos en un estudio realizado 1986; Myburgh y col, 1990).
durante 11 años con niños y jóvenes de edades
comprendidas entre los 9 y 18 años, concluyen que
practicar ejercicio regular, evitar el tabaco y adecuar la
ingesta de calcio son factores importantes en la
adquisición de un pico elevado de masa ósea. En su
estudio, estos autores observan que la densidad mineral
ósea en fémur y en la región lumbar alcanza el valor
máximo en el grupo de jóvenes con los niveles más altos
de ejercicio físico; sin embargo, los varones con los
mayores índices de tabaquismo tienen un valor más bajo
de densidad mineral ósea del fémur.

No obstante, la actividad física regular parece tener un


efecto beneficioso sobre la integridad del tejido óseo
hasta un cierto punto. Efectivamente, parece existir un
umbral a partir del cual el entrenamiento deportivo
puede tener una influencia negativa sobre la integridad
ósea, sobre todo cuando se acompaña de alteraciones
menstruales y una dieta insuficiente en calcio. Por Figura 9. Incidencia de amenorrea secundaria en atletas de fondo en
ejemplo, se ha visto que el entrenamiento “excesivo” relación con el volumen de entrenamiento semanal (Secondary
asociado con alteraciones menstruales contribuye a que amenorrhoea in athletes. Lancet 25; pp: 1145. 1978).
el hueso se desmineralice, pierda densidad, y con ello
aumenta la susceptibilidad para sufrir fracturas de estrés
(Drinkwater y col, 1984; Warren y col, 1986; Warren y
Shangold, 1997).

En el caso de la mujer, es un hecho comprobado que


algunas jóvenes que practican deporte con unos
volúmenes e intensidades de entrenamiento elevados,
tienen problemas de alteraciones en su ciclo menstrual y
presentan niveles bajos de estrógenos; y parece existir
una estrecha correlación entre la regularidad menstrual y
la densidad mineral ósea; por ejemplo, Lloyd y col
(1988) observan que las deportistas moderadamente
oligomenorréicas (perdida menstrual escasa) tienen una
densidad mineral ósea media equivalente a un 88% de la
observada en un grupo de deportistas eumenorréicas
(ciclos menstruales normales) con características físicas Figura 10. Relación entre la densidad mineral ósea (bone density,
y entrenamiento semanal idénticos a las primeras. Pero, mg/ mL) en atletas y el número de reglas perdidas (number of menses
además, las deportistas con una oligomenorrea severa missed) en los últimos 6 años (Lloyd y col, 1988)
tienen una densidad ósea media que supone sólo un 69%
de la del grupo de deportistas eumenorréicas. Se ha visto La mejor solución para estas mujeres es, sin duda, la
que el porcentaje de mujeres atletas con amenorrea vuelta a los ciclos menstruales normales que
secundaria (pérdida de la regla) se incrementa habitualmente ocurre cuando la intensidad de
notablemente conforme aumentan el número de entrenamiento disminuye o la deportista gana un poco de
kilómetros de entrenamiento semanal afectando, en ese peso. Sin embargo, hay muchas deportistas que llevan
trabajo, al 43% de las entrenan por encima de los 95 años dedicadas a su deporte y no están dispuestas a
Km/ semana (Ver figura 9). Además, dos estudios han moderar su entrenamiento o a ganar algo de peso por
apuntado que la masa ósea en estas mujeres permanece miedo a empeorar su rendimiento físico. ¿Hay algún otro
por debajo de lo normal incluso después de recuperar sus medio efectivo para proteger a estas chicas?. Sí, aunque
reglas normales (Cann y col, 1988; Drinkwater Y col, tiene que ser el médico quien determine y controle el
1990). Y parece ser que estas atletas hipoestrogénicas tratamiento. Este consistiría, básicamente, en un
tendrían una mayor incidencia de fracturas de estrés que tratamiento dietético con calcio y un tratamiento
las atletas eumenorréicas, despertando la inquietud de hormonal sustitutorio (Drinkwater 1989).
que también puedan tener mayor riesgo de sufrir una

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En el caso del varón, varios estudios han demostrado de edades comprendidas entre los 20 y los 45 años, que
que cargas muy elevadas de entrenamiento de carrera corren de 20 a 32 Km por semana tienen una mayor
continua pueden tener también un efecto negativo sobre densidad mineral ósea en extremidades inferiores que
el hueso. Se ha visto en atletas jóvenes, 28 años de edad aquellos que entrenan sólo 8 a 16 Km por semana o que
media, con un volumen medio de entrenamiento de 92 no entrenan (McDougall y col, 1992); sin embargo, con
Km por semana y con una ingesta diaria de calcio volúmenes superiores a 32 Km por semana, no se
superior a lo recomendado, que su densidad mineral ósea observa ganancia adicional en la densidad mineral ósea,
lumbar es significativamente menor que la que se y en el grupo de atletas que entrenan por encima de los
encuentra en sujetos sedentarios o moderadamente 95 km/semana, la masa ósea es similar a la del grupo
activos (Bilanin y col, 1989). Ante esto, se ha control, sedentario. Estos resultados indican que un
especulado que del elevado volumen de entrenamiento volumen de entrenamiento de 20 a 30 Km por semana
semanal de este grupo de atletas podrían resultar unos pudiera afectar positivamente al hueso, mientras que
niveles bajos de testosterona y altos de cortisol, dando volúmenes de carrera por encima de estas distancias
lugar a un efecto catabólico sobre el hueso. podrían acompañarse de efectos negativos, ¿con
respuestas hormonales alteradas?.
Por lo tanto, se comienza a hablar de la posibilidad de un
nivel de umbral de ejercicio que estimularía la En el caso de otros deportes, la respuesta ósea a
formación de hueso, por encima del cual se conseguiría diferentes volúmenes e intensidades de entrenamiento
el efecto contrario, la reducción de la masa ósea y/o a dietas rigurosas sería similar (Ver Figura 11).
(Chilibeck y col, 1995). Se ha visto que atletas varones

Figura 11. Las barras negras representan la densidad mineral ósea del pie en chicas que hacen ballet y tienen ciclos menstruales normales
(NORMAL) y en chicas que hacen ballet y son amenorréicas (AMENORRHEIC) en comparación con un grupo control de chicas que no hacen
deporte (barra blanca punteada). Múltiples comparaciones estadísticas muestran que las chicas amenorréicas que hacen ballet difieren de sus
compañeras con ciclos menstruales normales incluso cuando son comparadas en relación a la misma edad y el peso (Warren y col, 1991)

Decimos que las alteraciones menstruales pueden jugar Tejido Muscular


un papel importante en la pérdida de masa ósea de una
deportista, ¿sucede lo mismo con el retraso de la Los datos existentes sobre el efecto del entrenamiento
menarquia?. Una menarquia retrasada, en sí misma, no físico sobre el tejido muscular del niño que está
parece ser un factor de riesgo de las fracturas de estrés creciendo, aunque escasos, indican cambios que van en
para algunos autores (Malina, 1994); sin embargo, otros la misma dirección de los observados en los adultos
encuentran una relación del retraso de la menarquia con jóvenes (Malina, 1994). Estos cambios son específicos
el riesgo de sufrir fracturas de estrés (Warren y del tipo de programa de entrenamiento. En chicos
Shangold, 1997). Factores como la dieta, errores en el adolescentes generalmente se observa una hipertrofia
entrenamiento, la superficie donde se corre en los muscular después de entrenamiento de fuerza, mientras
entrenamientos, etc, también parece que están que en chicos preadolescentes esta adaptación muscular
relacionados con este tipo de lesiones. puede manifestarse de forma menos evidente, o puede
no manifestarse. Además, no está nada claro que en un
deportista preadolescente pueda modificarse la

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distribución del tipo de fibra (I, IIa, IIb) como resultado esta relación tiende a ser más marcada. Por el contrario
del entrenamiento físico (Eriksson y col, 1974; Fournier las correlaciones entre la madurez ósea y sexual y el
y col, 1982). rendimiento físico en las chicas son bajas, y en muchos
casos negativas (Beunen y col, 1976). Una posible
En lo que se refiere al entrenamiento aeróbico, se ha explicación a estas diferencias entre sexos podría estar
visto que en chicos de 11 años un entrenamiento de este relacionada con el mayor aumento de tamaño de la masa
tipo se asocia a un aumento en la concentración de las muscular en el niño, como consecuencia de la pubertad,
enzimas succinato deshidrogenasa (SDH) y de la comparado con un mayor incremento del porcentaje
fosfofructoquinasa (PFK) (Eriksson y col, 1974) (Ver graso en las niñas. El peso del músculo de los niños
figura 12). Sin embargo, 3 meses de entrenamiento prepúberes supone sólo alrededor del 25 al 30% del peso
aeróbico en chicos de 16 años se acompaña, sólo, de un total, mientras que con la pubertad, como consecuencia
aumento en la actividad de la SHD, mientras que el de la influencia androgénica, este porcentaje sube hasta
mismo tiempo de entrenamiento de velocidad sólo da un 40- 45% en comparación con alrededor de un 35 al
lugar a un aumento de la actividad de la PFK (Fournier y 38% en las chicas. (Wells 1985) (Ver figura 13). La
col, 1982). Puede que esta diferencia de resultados entre ganancia de grasa en las niñas no contribuye a
chicos de 11 y 16 años pueda deberse a la diferencia de incrementar el VO2 max, ni la fuerza o la potencia, como
protocolos de entrenamiento utilizados. Por otro lado, lo hace el incremento extra de músculo en el niño. Este
los adolescentes entrenados en resistencia aeróbica hecho, junto a una mayor concentración de SHD en las
también mostraron un incremento de las áreas de las fibras de los músculos activos de los chicos (Pate y
fibras tipo I y II; sin embargo, los entrenados en Kiska, 1984) y a unos niveles inferiores de hemoglobina
velocidad no muestran esta adaptación. Después de 6 en sangre de las chicas, entre otros posibles factores
meses de entrenamiento no supervisado, sin embargo, la (Bale 1992), puede explicar en gran parte el “deterioro”
actividad de las enzimas SDH y PFK retornaron a sus del rendimiento físico de las chicas en comparación con
valores anteriores al entrenamiento (Fournier y col, los chicos.
1982).

Es posible obtener una buena estimación de la capacidad de un


músculo para recuperar la energía gastada (ATP) midiendo el
contenido (actividad máxima) de una de sus enzimas. Los enzimas
que se miden más habitualmente son:

Glucolisis
Fosfofructoquinasa (PFK) y Lactato deshidrogenasa (LDH).

Oxidación de Acidos Grasos


3- hidroxiacil- CoA deshidrogenasa (HAD).

Ciclo de Krebs
Citrato sintetasa (CS), Succinato deshidrogenasa (SDH).

Cadena Respiratoria
Citrato c oxidasa.
Figura 12. La estimación de la capacidad metabólica muscular (la
capacidad de una vía metabólica está limitada principalmente por la
cantidad de enzimas de esa vía contenida en la célula; y,
generalmente, los cambios en la capacidad metabólica de una vía,
por ejemplo como resultado de un período de entrenamiento, se
acompañan de un cambio en la misma dirección en el contenido de
todos los enzimas (Henriksson, 1992).
Figura 13. Arriba: curvas de crecimiento para masa muscular (fat-
free mass); y abajo: masa grasa (fat mass) y porcentaje graso de
niños (boys) y niñas (girls) en relación con la edad (Malina y
MADUREZ BIOLÓGICA Y RENDIMIENTO Bouchard, 1991).
FÍSICO
Por lo tanto, los niños con una madurez biológica
Durante la adolescencia, el rendimiento físico está avanzada, para cualquier edad cronológica, es bastante
relacionado con la madurez biológica. Sin embargo, esta probable que tengan una ventaja biológica sobre
asociación es más manifiesta en los chicos que en las aquellos que maduran más tardíamente. Se sabe que la
chicas. En los niños prepúberes, la relación estadística edad ósea, concretamente, predice mejor el rendimiento
entre rendimiento físico y los índices de la maduración físico que la edad cronológica (Cumming y col, 1972).
ósea y sexual tiende a ser modesta (Beunen y col, 1981); Así, en un estudio de revisión sobre el crecimiento y
mientras que entre los chicos de 13 y 16 años de edad desarrollo de los deportistas jóvenes de diferentes

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deportes (baloncesto, hockey hielo, natación, ciclismo, aumentar alrededor de 5 a 6 años antes del PHV y
remo), se observó que un gran número de deportistas continua aumentando durante el “estirón” puberal (Ver
varones tenían edades óseas que se podían clasificarse figura 15). El VO2 máx., medido en valores relativos (ml
como adelantadas (Malina 1994). Una madurez de O2/kg/min), es más variable en estos cuatro estudios,
adelantada influye positivamente sobre diferentes pero generalmente comienza a declinar alrededor de 1
variables relacionadas con la aptitud física y se asocia a año antes del PHV. En las chicas, el VO2 máx., medido
niños más altos (Malina 1994; Baxter- Jones 1995) con en valores absolutos (litros de O2/ min) también
una mayor masa muscular y un mayor volumen comienza a aumentar varios años antes del PHV y
cardiaco, entre otras adaptaciones (Malina 1994; Beunen continúa incrementándose durante varios años después
y col, 1981); todo lo cual ejerce un efecto positivo en el del mismo. Los resultados de la medición de los valores
desarrollo de la potencia aeróbica (Ver figura 15-1), la relativos del VO2 máx. (ml de O2/kg/ min) son más
fuerza muscular y la resistencia aeróbica (para variables. Comienzan a descender, generalmente, de 2 a
profundizar en este tema ver Baxter- Jones 1995). Así, 3 años antes del PHV y continúa descendiendo a lo largo
por ejemplo, Szabó y col (1972) demostraron que los del “estirón” puberal.
nadadores que tienen una madurez adelantada rendían
mejor en la prueba de 100 m libres que los nadadores de
su misma edad pero de madurez tardía.

Si tomamos como índice de madurez el PHV (madurez


somática), y lo comparamos con diversas variables
relacionadas con el rendimiento físico, encontramos que
el desarrollo de la fuerza máxima ocurre después de los
picos en la velocidad de crecimiento de la estatura y del
peso en los chicos (Carron y Bailey, 1974) Sin embargo,
el patrón de desarrollo de la fuerza máxima en chica no
es tan evidente; el pico de desarrollo de la fuerza
máxima ocurre más frecuentemente después del PHV,
pero existe una variación considerable (Faust 1977).
Algunos estudios, como el de Beunen y col (1988), han
examinado en chicos con un rango de edad entre los 10 y
los 18 años, mediante diversos tests (salto vertical,
flexiones de brazos, salto horizontal y otros), la relación
entre los resultados de estos tests de fuerza, de
rendimiento motor y la edad del PHV. Los resultados
indican que la mejora es más evidente justo antes o
inmediatamente después de alcanzar el pico de velocidad
de incremento en la estatura (Ver figura 14).

Figura 15 (A y B). A) Valores absolutos del volumen cardiaco (heart


volume) y del VO2 máx. en niños belgas de 8 a 15 años con una
madurez ósea avanzada (advanced) o retrasada (delayed) (Hollman
y col, 1967; en: Malina y Bouchard, 1991; pág 299). B) Cambios en
los valores absolutos del VO2 máx. en relación con la edad del PHV
Figura 14. Mejoras medias en dos tests de fuerza, fuerza de tensión y el grado de participación en actividades físicas. La línea superior
de los brazos (arm pull) y salto vertical (vertical jump) en relación representa la mejora del VO2 máx. en deportistas de alto nivel; la
con el PHV en niños belgas (Beunen y col, 1988). segunda línea representa el VO2 max para niños entrenados; la
tercera representa el VO2 máx. medio para un estudiante, y la línea
inferior representa los valores encontrados en chicos sedentarios
Por otro lado, varios trabajos han estudiado la relación (Kobayashi y col, 1978).
VO2 máx./ PHV (Cunningham y col, 1984; Kemper
1985; Mirwald y Bailey, 1986; Rutenfranz y col, 1982). Cuando hablamos de rendimiento físico aeróbico, hay
Aunque existen diferencias metodológicas entre estos que tener siempre en cuenta dos variables fisiológicas
estudios, los resultados obtenidos en niños son fundamentales: 1) el VO2 máx., del que ya hemos
razonablemente consistentes: el VO2 max, medido en hablado; y 2) el Umbral Anaeróbico (Uan). El Uan, tal y
valores absolutos (litros de O2/min), comienza a

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como se define en estos momentos, depende de la EL CONCEPTO DE LA ENTRENABILIDAD
acumulación de lactato en la sangre. Este nivel de lactato
resulta de un equilibrio entre el lactato producido en las El concepto de entrenabilidad se refiere a la respuesta
fibras musculares durante la resíntesis de ATP por la vía que ofrecen diferentes niños que están desarrollándose
de la glucolisis anaeróbica, su tasa de liberación a la (por lo tanto, que se encuentran en diferentes estadios de
sangre, su distribución en el agua corporal y su consumo crecimiento y madurez) a un estímulo de entrenamiento
por otros tejidos del cuerpo (Sargeant 1989). Diversos (Malina y Bouchard, 1991). Mas concretamente, se
estudios sobre el Uan en niños (para revisión ver Bale refiere al grado de adaptaciones (cambios fisiológicos)
1992) indican que en niños y niñas entre los 6 y los 12 que se producen en diversos tejidos y órganos de un
años, el UAn (4 mmol/l) se encuentra en un 50% del organismo que está creciendo y desarrollándose como
VO2 máx., lo que representa 20 a 35 ml de O2/kg/min consecuencia de un tipo de entrenamiento físico
(Cooper y col, 1984; Washington y col, 1988). En concreto. A menudo se piensa que los jóvenes son más
general, los niños tienen un UAn más elevado que las susceptibles de obtener efectos beneficiosos del
niñas en todas las edades estudiadas. entrenamiento en los períodos del crecimiento rápido
(alrededor del PHV); es decir, en la adolescencia
Por otro lado, en niños de 11 años, los niveles de lactato (Malina y Bouchard, 1991).
después de un ejercicio máximo no superan los 7.5- 8
mmol/l (Shephard y col, 1969). Es decir, la vía de la En el capítulo siguiente vamos a centrarnos en todo lo
glucolisis anaeróbica no está completamente relacionado con el entrenamiento de fuerza y tocaremos
desarrollada en estas edades, por lo que los niños tienen también este aspecto de la entrenabilidad de la fuerza.
una menor potencia anaeróbica, expresada en valores Por eso, para acabar este capítulo, vamos a ver
absolutos o relativos, que los adultos (Bar- Or 1983; someramente algunos aspectos relacionados con la
Zwiren 1989) (Ver figura 16). Los niveles de lactato en entrenabilidad de una variable fisiológica fundamental
sangre han sido utilizados habitualmente como un para estudiar el Potencial Aeróbico de una persona: el
indicador del metabolismo anaeróbico; se asume que una Consumo Máximo de Oxígeno (VO2 máx.).
mayor producción de ácido láctico en el músculo se
acompaña de un incremento paralelo de lactato en Algunos estudios longitudinales indican que los niños y
sangre, y que cuanto mayor sea el pico de lactato en adolescentes clasificados como sedentarios tienen unas
sangre, mayor será la contribución del metabolismo cifras de VO2 máx., en valor absoluto y relativo, más
anaeróbico en la resíntesis del ATP. Con la edad esta vía bajas que los que son más activos físicamente. Sin
de la glucolisis anaeróbica madura y se produce un embargo, los datos de que disponemos señalan que los
significativo aumento en la concentración máxima de niños menores de 10 años tienen una baja entrenabilidad
lactato en sangre, alcanzado los niveles del adulto a los del VO2 máx.Generalmente los cambios en esta variable
13- 16 años (Bar- Or 1984). fisiológica no van más allá del 5% e, incluso, en algunos
estudios se encuentran resultados negativos. No se sabe
si estos resultados son la consecuencia de una baja
entrenabilidad (un bajo potencial para adaptarse a un
entrenamiento aeróbico) o, por el contrario, se trata
simplemente de programas de entrenamiento
inadecuados. Por ejemplo, si asumimos que los niños
más jóvenes en su vida diaria son habitualmente
físicamente más activos que los adolescentes o los
adultos, habría que pensar en la posibilidad de que para
ellos serían necesarios, probablemente, programas de
entrenamientos más intensos para conseguir mejoras
significativas de su VO2 máx.

Entre los niños más mayores, las respuestas encontradas


con diferentes programas de entrenamiento para la
mejora del VO2 máx. indican que se produce una
Figura 16. Diferencias entre niños (boys) (alrededor de 14 años) y mejora, pero en estos casos los resultados tampoco son
varones adultos (adults) en cuanto a la concentración muscular de completamente consistentes. Estas inconsistencias
ácido láctico (muscle lactate) durante ejercicios de diferentes probablemente tengan que ver con las variaciones
intensidades, medidas en porcentaje del VO2 máx. (percent of VO2
max) (Eriksson, 1990; En: Malina y Bouchard, 1991; pág 215).
metodológicas y las diferencias entre las muestras de
individuos seleccionados; así, en algunos estudios han
trabajado con deportistas, otros han seleccionado a
jóvenes razonablemente activos, y en otros han trabajado

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con sedentarios. No obstante, cuando los jóvenes 16. Baxter- Jones ADG (1995) Growth and development of young
seleccionados eran sedentarios, un programa de athletes. Should competition levels be age related?. Sports
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entrenamiento de varias semanas a meses se 17. Beunen G (1989) Biological age in pediatric exercise research.
acompañaba generalmente de mejoras del VO2 máx. En: Advances in Pediatric Sport Sciences Vol 3, Bar- Or
similares a las encontradas en los adultos jóvenes (ed), Champaign, IL: Human Kinetics, pp: 1- 40.
(Malina y Bouchard, 1991). 18. Beunen G, Ostyn M, Reson R, Simons J, Van Gerven D (1976)
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En los estudios con adolescentes, las respuestas se 19. Beunen G, Simons J, Renson R, Van Gerven D, Ostyn M (1981)
confunden en parte por las variaciones individuales en el Chronological and biological age as related to physical
proceso de maduración; por lo tanto, se hace difícil fitness in boys 12 to 19 years. Ann Hum Biol 8: 321- 331
separar las mejoras del VO2 máx. debidas al 20. Beunen G, Malina RM, Van’t Hof MA, Simons J, Ostyn M
Renson R, Van Gerven D, (1988) Adolescent growth and
entrenamiento de las asociadas al crecimiento del motor performance. A longitudinal study of belgian boys.
individuo (Ver figuras 15, 1 y 2). Las cifras absolutas Human Kinetics Books, Champaign, IL
(litros de O2/ min) de VO2 máx. muestran una clara 21. Beunen G, Malina RM, Renson R, Simons J, Ostyn M, Lefevre J
relación con el pico de máximo crecimiento (PHV) en el (1992) Physical activity and growth, maturation and
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Para citar este artículo en su versión en español


Mikel Izquierdo Redín, Javier Ibáñez Santos. Crecimiento y Maduración del Deportista Joven. Aplicación Para el
Desarrollo de la Fuerza. PubliCE (http://www.sobreentrenamiento.com/PubliCE/Home.asp). 15/04/07. Pid: 808

(http://www.sobreentrenamiento.com/PubliCE/Home.asp). 25/04/07. Pid: 808 16 de 17


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