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Flevista de Psicopatología y Psicología Clínica © Asociación Española de Psicología Clínica y Psicopatología (AEPCP)
1998, Volumen 3. Número 2, pp. 81-93 ISSN 1136-5420/98
recibiendo fármacos. Los fármacos más Valins (1969) afirmaban que los pacien-
utilizados han sido los antidepresivos tri- tes que atribuyen el cambio terapéutico
cíclicos, en concreto, la imipramina; los a los fármacos, no se sienten responsa-
inhibidores de la mono-amino-oxidasa bles de los cambios que se p r o d u c e n ,
(IMAOs), como la fenelcina, y las benzo- consideran que el cambio no es «suyo»
diacepinas, como el alprazolam. En los en u n sentido psicológico y de esta for-
últimos años, también se h a n utilizado ma, no es probable que mantengan los
los inhibidores selectivos de la recapta- cambios u n a vez que concluye la medi-
ción de serotonina (ISRSs), como la fluo- cación. En u n a línea similar, desde la
xetina (McNally, 1996), y a u n q u e hasta perspectiva de la teoría de la autoefica-
hace relativamente poco tiempo se con- cia de Bandura (1977), también se afirma
sideraba a la imipramina como fármaco que es más probable que los éxitos incre-
de elección (Barloar, 1988), últimamente menten la autoeficacia si las ejecuciones
algunos autores señalan que este lugar se perciben como resultado de la habili-
está siendo reemplazado por los ISRSs dad más que como resultado de ayudas
(p.ej., Klein, 1995). externas, en este caso, la medicación.
Barlow (1988), d e s p u é s de hacer u n Basoglu, Marks, Kilic, Brewin y Swinson
análisis acerca de este tema, concluyó (1994) realizaron u n estudio empírico
que los fármacos más útiles son los anti- sobre la atribución de mejoría en u n tra-
depresivos, concretamente la imiprami- tamiento combinado de alprazolam y
na, y en especial si se quiere combinar exposición. Cuando los pacientes atri-
con tratamientos psicológicos en los que b u í a n la mejoría a la medicación, este
se utilice la exposición, afirmación que hecho se convertía en predictor de reca-
comparten otros autores, como Marks y ídas posteriores.
O'SuUivan (1992). Este autor también Existen algunos trabajos que tenían
apela al «aprendizaje d e p e n d i e n t e del como objetivo el estudio de la eficacia de
estado», esto es: aquello que se ha apren- programas cognitivo-comportamentales
dido bajo los efectos de una droga, no se para el trastorno de pánico, al encontrar
generaliza a otros momentos o situacio- que u n a parte de la muestra tomaba ya
nes en los que ya no se está bajo esos fármacos al iniciar el programa cognitivo-
efectos. Según esta afirmación, los fár- comportamental, analizaron si este uso
macos causarían u n efecto adverso en la concurrente de medicación tenía alguna
consecución de los objetivos terapéuticos influencia en la eficacia del tratamiento
de u n tratamiento psicológico. Esta idea, psicológico (Cote Gauthier, Laberge, Cor-
también denominada «la disociación far- mier y Plamondon, 1994; Hecker, Losee,
macológica», está ampliamente extendi- Fritzler y Fink, 1996; Oei, Llamas y
da en Psicología clínica como una de las Evans, 1997).
posibles limitaciones de la combinación Cote et al., en u n estudio sobre la efi-
de fármacos y tratamientos psicológicos cacia diferencial de u n tratamiento psi-
(Echeburúa, 1997). cológico para el pánico frente a otro tra-
Por otro lado, también se ha afirmado tamiento de iguales características, pero
que al combinar u n tratamiento farmaco- con una reducción significativa del tiem-
lógico con u n o psicológico, el paciente po de contacto con el terapeuta, encon-
puede atribuir la mejoría a los fármacos, traron que, al comparar el grupo de
lo que puede aumentar notablemente las pacientes que estaban tomando medica-
probabilidades de que se produzca u n a ción (principalmente alprazolam) frente
recaída cuando finaliza el tratamiento. En al grupo que no tomaba fármacos, no
este sentido, hace ya años, Davison y existían diferencias significativas en efi-
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Tabla 1. Media y Desviación Típica de las variables en los grupos sin y con medicación (alprazolam)
en los distintos momentos de evaluación
Pretest Postest Seguimiento
Variable Grupos M DT M DT M DT
Crisis/mes sin med. 4,62 2,92 2,00 1,85 0,87 0,64
con med. 5,25 2,56 0,58 1,00 0,16 0,39
Intensidad crisis sin med. 8,37 1,41 4,25 3,01 2,87 2,29
con med. 7,50 1,38 2,00 3,16 0,67 1,30
N" Síntomas sin med. 9,25 3,10 6,12 4,32 5,25 2,91
con med. 7,75 2,67 1,75 3,33 1,58 1,56
Cogniciones (CDI) sin med. 29,50 3,70 18,62 3,20 15,00 4,57
con med. 26,92 6,99 16,75 7,22 12,25 4,90
Evitación sin med. 8,50 1,38 2,67 2,50 2,83 2,64
con med. 8,10 1,76 2,33 2,55 1,67 2,60
Temor sin med. 6,67 1,37 3,17 2,23 2,83 2,99
con med. 7,22 2,17 2,33 1,50 1,67 1,12
STAI-E sin med. 28,75 10,65 19,37 8,28 20,37 8,28
con med. 22,42 11,32 15,75 5,59 17,25 11,07
STAI-R sin med. 37,50 6,70 30,12 6,57 30,87 5,94
con med. 32,08 8,15 22,67 6,05 24,25 9,35
BAI sin med. 24,37 7,73 21,12 6,81 17,00 7,27
con med. 22,83 9,01 8,75 4,97 10,25 4,67
BDI sin med. 16,37 6,95 11,62 5,75 13,12 4,12
con med. 15,64 9,38 6,36 3,50 10,27 6,84
Estado del paciente sin med. 3,25 0,70 2,25 0,46 1,87 0,64
con med. 3,42 0,67 2,08 0,51 1,67 0,65
Mejoría terapeuta sin med. 4,25 0,46 2,12 0,35 2,00 0,53
con med. 4,08 0,29 2,25 0,45 1,58 0,67
Mejoría paciente sin med. 3,87 0,35 1,62 0,52 1,37 0,74
con med. 3,92 0,29 1,33 0,49 1,25 0,45
Interferencia global sin med. 3,12 0,83 2,5 0,75 1,37 0,74
con med. 3,50 0,67 1,67 0,65 1,25 0,62
Nota: STAI-E = Inventario de ansiedad-estado de Spielberger. STAI-R = Inventario de ansiedad-rasgo de Spiel-
berger. BAI = Inventario de ansiedad de Beck. BDI = Inventario de depresión de Beck.
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evolución en los dos grupos (sin medica- seguimiento (ver Figuras 1 y 2, en el que
ción y con medicación) sigue el mismo se ofrece la evolución de los sujetos en
patrón, se produce un descenso signifi- dos variables: Mejoría percibida por el
cativo de las puntuaciones medias en el paciente y Mejoría percibida por el tera-
postest y este cambio se mantiene en el peuta).
4 --
2 --
Figura 1. Evolución de los grupos a lo largo del proceso terapéutico en la medida de mejoría valorada
por el paciente
2 --
Figura 2. Evolución de los grupos a lo largo del proceso terapéutico en la medida de mejoría del paciente
valorada por el terapeuta
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pánico de estos pacientes. Algo, por otra alprazolam en otras variables muy rele-
parte, totalmente esperable. vantes en este campo, como son la fre-
Por lo que respecta al objetivo funda- cuencia y el número de síntomas, el nivel
mental del presente trabajo, los resultados de depresión y la mejoría valorada por el
nos ofrecen evidencia de que no existen paciente y por el terapeuta.
diferencias estadísticamente significativas En general, podemos concluir, que no
en la respuesta al tratamiento entre el gru- existen diferencias importantes en la res-
po que tomaba alprazolam concurrente- puesta al tratamiento entre los pacientes
mente con el tratamiento cognitivo-com- que tomaron de forma concurrente medi-
portamental y el que no lo hacía en casi cación (alprazolam) o no la tomaron al
todas las variables objeto de estudio, que seguir un tratamiento cognitivo-compor-
engloban, tanto variables clínicas genera- tamental para el pánico. El alprazolam no
les de ansiedad y depresión, como varia- perturbó la eficacia del programa cogni-
bles más directamente relacionadas con tivo-comportamental, y si tuvo algún
el estatus clínico del paciente y el tras- efecto en el mismo éste fue beneficioso
torno en sí: la frecuencia, número de sín- para los pacientes. Estos datos van en
tomas, cogniciones propias del pánico, el contra de la idea de Barlow (1988) y de
estado global del paciente, la intensidad los resultados de Marks et al. (1993) que
de las crisis y la evitación y el temor ago- señalan que el uso de medicación, en
rafóbicos; y, por último, como variables concreto benzodiacepinas, puede interfe-
de mejoría valorada tanto por el paciente rir negativamente en los resultados de la
como por el terapeuta y de interferencia. terapia cognitivo-comportamental, y apo-
Las únicas medidas en que sí se encuen- yan los resultados de Cóté et al. (1994),
tran diferencias entre los sujetos que Hecker et al. (1996) y Oei eí al. (1997)
tomaban medicación y los que no, son: la que tampoco encuentran diferencias.
intensidad de las crisis y el nivel de inter- Es decir, nuestros datos van en contra
ferencia global. En ambos casos encontra- de la idea del aprendizaje dependiente
mos una mayor reducción después del del estado o de la disociación farmacoló-
fratamiento en el grupo que tomaba alpra- gica y de las atribuciones del paciente res-
zolam. pecto a la eficacia terapéutica. Respecto a
Por lo que respecta al nivel de interfe- este último punto también queremos aña-
rencia global, parece que ésta es menor dir que, aunque resulte sugerente desde
en el grupo que usaba fármacos después una perspectiva psicológica afirmar que
de finalizada la terapia. Sin embargo, al el uso concurrente de medicación pueda
igual que en el BAI, estas diferencias perturbar una atribución adecuada, nues-
desaparecen en los seguimientos. tros datos no lo apoyan. Quizás la expli-
Por último, en la intensidad de las cri- cación esté en las instrucciones que se les
sis no aparecen diferencias hasta el segui- daban a los pacientes durante todo el pro-
miento. En ese momento los pacientes ceso de terapia y, más detalladamente, en
que utilizaban alprazolam valoran sus el módulo de prevención de recaídas
crisis como menos intensas. Es posible sobre el papel activo que desempeñaban
que el efecto de la medicación haya en su propio tratamiento. Creemos que
influido en que los pacientes experimen- este énfasis ha podido ayudar a que los
ten sus ataques de pánico como menos pacientes atribuyeran la mejoría a su tra-
intensos. bajo y su esfuerzo en la práctica de las
También nos gustaría señalar el hecho técnicas cognitivo-comportamentales,
de que no se observe influencia en la efi- más que a ofros elementos externos como
cacia terapéutica del uso concurrente de la medicación. Por último, nos gustaría
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señalar que nosotros hemos obtenido Bandura, A. (1977). Social learning theory.
estos datos en un estudio en que el trata- Englewood Cliffs, N.J.: Prentice-Hall.
miento de base era el psicológico y se Barlow, D.H. (1988). Anxiety and its disor-
aconsejaba a los pacientes que fueran dis- ders: The natura and treatment of anxiety
minuyendo el tratamiento farmacológico, and panic. New York: Guilford Press.
Basoglu, M., Marks, I.M., Cengiz, K., Brewin,
en la medida en que lo consideraran posi-
C.R. y Swinson, R.P. (1994). Alprazolam
ble y de acuerdo con su psiquiatra. Es
and exposure for panic disorder víith ago-
decir, no se trata de u n tratamiento que raphobia. Attribution of Improvement to
desde el principio se haya pautado com- medication predicts subsequent relapse.
binando fármacos y terapia cognitivo- British Journal of Psychiatry, 164, 652-659.
comportamental, sino de la aplicación de Barlow, D.H. y Cerny, J.A. (1988): Psycholo-
un programa psicológico a pacientes que gical Treatment of Panic. New York: Guil-
podían o no estar tomando medicación. ford Press.
Lo mismo ocurre en los estudios de Cóté Beck, A.T. y Sokol-Kessler, L. (1986). A test of
et al, (1994), Hecker et al. (1996) y Oei et cognitive dysfunction in panic attacks.
al., (1997). Existen otros estudios que sí Paper presented at the research conferen-
estudian la influencia de benzodiacepi- ce, University of Pennsylvania, Philadelp-
nas, por ejemplo el de Marks et al. (1993), hia.
Beck, A.T., Ward, C.H., Mendelsohn, M.,
que encontró que el alprazolam sí inter-
Mock, J. y Erbaugh, J. (1961). An inventory
fería en el mantenimiento de los logros for measuring depression. Archives of
conseguidos con exposición. Sin embar- General Psychiatry, 4, 561-571.
go, se deberían realizar más estudios en Beurs, E., Balkom, A., Lange, A., Koele, P. y
esta línea que analizaran el efecto del van Dyke, R. (1995). Treatment of panic
alprazolam en tratamientos que combina- disorder with agoraphobia: Comparisons of
ran un tratamiento farmacológico y un fluvoxamine, placebo, and psychological
programa psicológico, sobre todo trata- panic management combined with expo-
mientos cognitivo-comportamentales, sure and of exposure in vivo alone. Ameri-
siendo esta combinación la base de la can Journal of Psychiatry, 15, 683-691.
terapia, para poder ser más concluyentes Borda, M. y Echeburúa, E. (1991). La autoex-
en el papel que desempeña la utilización posición como tratamiento psicológico en
un caso de agorafobia. Análisis y Modifi-
de este fármaco en los tratamientos psi-
cación de Conducta, 18, 101-103.
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