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Revista de Psicopatología y Psicología Clínica

Vol. I. N» 2, pp. 91-103, 1996

NUEVOS DESARROLLOS EN EL TRATAMIENTO


DEL TRASTORNO DE PÁNICO
Richard J . McNally
Harvard University

RESUMEN

El objetivo de este artículo consiste en proporcionar una revisión sobre los desa-
rrollos recientes producidos en la investigación del tratamiento del trastorno de pánico.
Aunque los estudios controlados apenas han comenzado a iniciarse en el momento
presente, los defensores del uso de fármacos han apoyado de forma abrumadora la
utilización de los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina {selective serotonin
reuptake inhibitors, SSRIs) como el fármaco apropiado para el tratamiento del pánico.
Los terapeutas cognitivo-conductuales han documentado más a fondo la efectividad
de sus aproximaciones, a la vez que han ocurrido desarrollos sorprendentes. Algunos
datos sugieren que la exposición no necesita estar incluida para que ciertos tratamien-
tos psicosociales sean efectivos, mientras que otros estudios han demostrado que los
elementos cognitivos aAaden poco más a la terapia de exposición. Otros desarrollos
adicionales se han referido tanto al establecimiento de criterios estandarizados para
evaluar el trastorno de pánico cuando se aplican indistintamente fármacos y tratamien-
to psicológico, como a la clarificación de métodos apropiados para planificar e Inter-
pretar intervenciones controladas.

Palabras clave: Trastorno de pánico, terapia cognitívo-conductual, trastornos de


ansiedad, inhibidores selectivos de recaptación de serotonina.

ABSTRACT

The purpose of this article is to provide a review of recent developments in panic


disorder treatment research. Although controlled studies are only now appearing,
pharmacologísts have overwhelmingly endorsed selective serotonin reuptake inhibitors
(SSRIs) as the drug of cholee for panic. Cognitive-behavior therapy (CBT) researchers
have further documented the effectiveness of their approaches, but surprising
developments have occurred as well. Some data suggest that exposure need not be
included for certain psychosocial treatments to be effective, whereas other studies have
shown that cognitive elements add little beyond exposure therapy. Additional developments
have concerned the establishment of standardizad criteria for the assessment of panic
disorder that apply equally to drug and psychosocial triáis, and ctarification of the proper
methods for designing and interpreting controlled triáis.

Key words: Panic disorder, cognitive-behavior therapy, anxiety disorders, selective


serotonin reuptake inhibitors.

Comspondencia: Rtehard J. McNally, Department of Psychology, Harvard University, William James Hall, 33 WrWand Street,
Cambridge, MA 02136, USA.
92 R.J. McNALLY

NUEVOS AVANCES EN EL TRATAMIENTO intervenciones farmacológicas eran eficaces


DEL TRASTORNO DE PÁNICO contra el pánico. Aunque psicólogos y psiquia-
Durante los pasados diez años, se han veni- tras debatieron apasionadamente los pros y
do produciendo importantes progresos en el los contras de la TCC y de la terapia psico-
tratamiento del trastorno de pánico (para una farmacológica, se produjo un acuerdo conside-
revisión ver Gould, Otto y Pollack, 1995; rable dentro de cada campo teórico sobre
McNally, 1994). Importantes avances iniciales cuáles eran los tratamientos más efectivos
confirmaron la eficacia de los antidepresivos tanto psicosociales como mediante fármacos.
tricíclicos (p.ej., imipramina; Klein, 1964) y las Sin embargo, durante estos últimos años
benzodiacepinas de alta-potencia (p.ej., nuevos e interesantes desarrollos han suscita-
alprazolam; Ballenger et al., 1988). En poste- do ciertos interrogantes sobre tales opiniones
riores desarrollos se estableció la eficacia de consensuadas. El propósito de este artículo
la terapia cognitivo-conductual (TCC) (p.ej., consiste en ofrecer una revisión acerca de los
Barlow, Craske, Cemy y KIosko, 1989; Clark desarrollos recientes en el tratamiento del
et al., 1994; Óst, 1988; Teich et al., 1993). A trastomo de pánico.
diferencia de las aproximaciones conductua-
les previas, cuyo objetivo se centraba en la
agorafobia y solamente abordaban el pánico NUEVOS ENFOQUES FARMACOLÓGICOS
de fomna incidental (p.ej., Marks et al., 1983; SOBRE EL TRASTORNO DE PÁNICO
Mathews, Gelder y Johnston, 1981), los nue- La imipramina ha sido el pnmer fármaco
vos métodos de la TCC fueron diseñados cuya eficacia fue demostrada en casos de
específicamente para reducir los ataques de pánico y agorafobia (Klein, 1964), y aún con-
pánico (Barlov^ y Craske, 1989). Estos méto- tinúa siendo el compuesto farmacológico más
dos incluían: 1) reestructuración cognitiva y estudiado en el tratamiento del pánico
entrenamiento para reducir la sensibilidad a la (McNally, 1994, pp. 83-89). Dado que alrede-
ansiedad y la tendencia a reaccionar con miedo dor de un tercio de los pacientes con pánico
ante las sensaciones corporales; 2) técnicas son incapaces de tolerar los efectos secunda-
de manejo de los síntomas, tales como el
rios de esta droga (Baríow, 1988, p. 44), la
control de la respiración y la relajación; 3)
farmacología ha estudiado las benzodiacepinas
exposición sistemática interoceptiva ante las
de alta-potencia como una posible alternativa
sensaciones corporales temidas; y 4) experi-
(Ballenger et al., 1988). Aunque este tipo de
mentos conductuales planificados con el fin
fármaco resulta útil contra el pánico y produce
de proporcionar la experiencia necesaria para
únicamente efectos secundarios leves, muchos
refutar las creencias catastrofistas en torno al
pacientes desarrollan dependencia hacia ella
miedo a las sensaciones corporales.
y a menudo experimentan nuevos brotes de
A pesar de que existen estudios que han pánico durante los períodos en que se dismi-
demostrado la efectividad de los tratamientos nuye gradualmente la administración del
con fármacos y cognitivo-conductuales en la fármaco. Los problemas inherentes a los
terapia del pánico, los debates se han inten- tricíclicos y a las benzodiacepinas de alta-
sificado a la hora de buscar cuál de las dos potencia han estimulado algunos esfuerzos
alternativas es más eficaz. En respuesta a tal para encontrar alternativas farmacológicas a
persistente controversia, el Instituto Nacional estos compuestos.
de Salud Mental (NIH) auspició la Conferencia Durante los últimos años, los inhibidores
sobre el Consenso en el Desarrollo del Tra- selectivos de recaptación de serotonina (SSRIs)
tamiento del Trastorno de Pánico {Consensus se han convertido de forma repentina en el
Development Conference on the Treatment of tratamiento farmacológico de elección para el
Panic Disordef) (National Institute of Health, pánico. Incluso, muchos de los psiquiatras que
1991). Participaron en ella expertos psicólo- habían defendido firmemente la utilización de
gos y psiquiatras que examinaron el resultado la imipramina sostienen ahora que los SSRIs
de los tratamientos que se refiejaban en la son claramente los fármacos más apropiados
bibliografía sobre el tema, del cual se des- para el trastorno de pánico (D.F. Klein, comu-
prendía que tanto la TCC como cierto tipo de nicación personal, 5 de Septiembre, 1995). A
TRASTORNO DE PÁNICO 93

pesar de que este autor defiende la utilización desipramina. Los datos revelaron que el 70%
de sertralina, también reconoce que probable- de los pacientes en el grupo de la fluoxetina
mente todos los SSRIs exhiben una eficacia y el 55% de pacientes tratados con desipramina
aproximadamente equivalente contra los ata- respondieron a los respectivos fármacos. Pese
ques de pánico. a que no se encontraron diferencias entre
La mayoría de los trabajos publicados sobre grupos, debido tal vez al pequeño tamaño de
SSRIs se relacionan con la depresión, y no las muestras, existía cierta tendencia estadís-
con el trastorno de pánico. Aunque existen tica a favor de la fluoxetina. Por otra parte, al
algunos estudios centrados en el pánico, la incrementar lentamente la dosis, ambas dro-
opinión de la psiquiatría sobre la superioridad gas fueron bien toleradas. Según apuntan estos
de fármacos tales como la imipramina, el autores, su estudio garantiza de nuevo a la
alprazolam y otros compuestos parece estar fluoxetina como un medicamento antipánico.
influida principalmente por la propia experien- Oehrtjerg et al. (1995) asignaron al azar
cia personal de los psiquiatras a la hora de pacientes con pánico para ser tratados con el
prescribir un tratamiento famnacológico. Los SSRI paroxetina o bien con placebo. En ambos
perfiles de eficacia, seguridad, y de efectos grupos se aplicó también terapia cognitiva.
secundarios relativamente benignos de los Aunque la combinación de paroxetina y tera-
SSRIs han sido decisivos para producir este pia cognitiva fue más efectiva que el trata-
cambio dramático en la opinión psiquiátrica. miento conjunto de placebo y terapia cogniti-
Irónicamente, una de las primeras publica- va, los resultados no fueron demasiado espec-
ciones sobre el tratamiento del trastorno de taculares. Por ejemplo, después de 12 sema-
pánico mediante los SSRIs informó de resul- nas de tratamiento, sólo en el 36% de los
tados poco convincentes (Comían et al., 1987). pacientes tratados con paroxetina se supri-
En un estudio piloto de 20 semanas, no con- mieron los ataques de pánico, en compara-
trolado, de dosificación abierta, estos investi- ción con el 16% de los pacientes tratados con
gadores administraron fluoxetina a 16 pacien- placebo. Sorprende este resultado globalmente
tes con pánico. Nueve pacientes no respon- pobre ya que en ambos grupos se aplicó tam-
dieron favorablemente y ocho de ellos se re- bién terapia cognitiva.
tiraron a causa de efectos secundarios intole- En otro estudio con SSRIs, Hoehn-Saric,
rables, principalmente agitación y nerviosis- McLeod y Hipsley (1993) asignaron aleatoria-
mo. Sin embargo, en siete pacientes remitie- mente 50 pacientes con pánico a un grupo de
ron los ataques de pánico después de aproxi- fluvoxamina o bien a un grupo placetx), para
madamente siete semanas de administrar el ser tratados durante 8 semanas. Los resulta-
fármaco. dos revelaron que ambos grupos exhibieron
En otro estudio de dosificación abierta, este mejoras significativas en todas las medidas, si
mismo equipo de investigación obtuvo mejo- bien los pacientes que recibieron fluvoxamina
res resultados cuando incrementaron muy tuvieron significativamente menos ataques de
gradualmente la dosis de fluoxetina, comen- pánico que los pacientes del grupo placebo.
zando únicamente en 5 mg. por día (Schneider La evaluación posterior al tratamiento denotó
et al., 1990). De los 25 pacientes tratados, 19 ausencia de pánico en el 6 1 % de los pacientes
experimentaron de moderada a notable mejo- tratados con fluvoxamina y en el 22% de los
ría, mientras que 2 no respondieron al trata- pacientes sometidos a la condición placebo.
miento y 4 fueron incapaces de tolerar los Black y sus colaboradores refirieron quizás
efectos secundarios de la fluoxetina. Tomados el más impresionante efecto antipánico vincu-
conjuntamente, ambos estudios sugieren fir- lado al tratamiento con fármacos de los evi-
memente que los procedimientos de dosifica- denciados hasta el momento (Black, Wesner,
ción moderada maximizan los efectos antipá- Bowers, y Gabel, 1993a). En este estudio, los
nico de este fármaco. pacientes fueron asignados de manera aleatoria
Bystritsky et al. (1994/1995) asignaron alea- a tres grupos para ser tratados con fluvoxamina,
toriamente pacientes con pánico para que re- placebo o terapia cognitivo-conductual. Des-
cibieran tratamiento farmacológico bien con pués de 8 semanas de tratamiento, los datos
fluoxetina o bien con el compuesto trícíclico obtenidos mediante sistemas de auto-registro
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no arrojaron diferencias significativas entre la SSRIs en el tratamiento del pánico. Si este


fluvoxamina y la terapia cognitivo-conductual tipo de fármaco es al menos tan bueno como
en cuanto a su eficacia antipánico. Sin embar- los tricíclicos, probablemente ganará la repu-
go, la fluvoxamina fue superior a la terapia tación de ser el fármaco elegido para el tra-
cognitivo-conductual en medidas de ansiedad tamiento de los trastornos de pánico.
generalizada, depresión y mejoría general. Al
final del tratamiento, el porcentaje de pacien-
tes libres de pánico en cada grupo fueron 8 1 % NUEVAS APORTACIONES PSICOSOCIALES
(fluvoxamina), 53% (terapia cognitivo-conduc- La terapia cognitivo-conductual continúa
tual) y 29% (placebo) respectivamente. siendo actualmente la forma de tratamiento
Tras un posterior período de tratamiento de más adecuada para el trastomo de pánico. Su
ocho meses con fluvoxamina, Black, Wesner efectividad ha sido constatada en sucesivas pu-
y Gat}el (1993b) retiraron dicho fármaco a sus blicaciones. Amtz y van den Hout (1996) han
pacientes. Aunque éstos experimentaron un señalado que el método de tratamiento desa-
síndrome leve de dependencia caracterizado n-ollado por Clark et al. (1994) producía tasas
por mareos, náuseas, dolores de cabeza y falta de remisión del pánico superiores (77.8%) a
de coordinación, solamente uno de los catorce la técnica de relajación aplicada de Óst (1988)
pacientes manifestaron de nuevo el trastomo (50%). En contraste, óst y Westiing (1995)
de pánico. La sorprendente baja tasa de recaí- encontraron que la terapia cognitivo-conductual
das contrasta favorablemente con las tasas y la relajación aplicada eran ambas igualmen-
asociadas a los tríciclicos y a las benzodia- te efectivas y no diferían en su resultado.
cepinas de alta-potencia. Hoffart (1995) constató que la terapia cogni-
Los defensores de la terapia cognitiva han tivo-conductual era más eficaz, si bien única-
criticado la forma en que Black et al. (1993a) mente de manera marginal, que la exposición
aplicaron la terapia cognitivo-conductual in vivo en pacientes con agorafobia severa.
(D.M.CIaric, comunicación personal, 25 de Cdté y colaboradores informaron que la efec-
Mayo, 1995). Aunque basaron su terapia tividad de la terapia cognitivo-conductual no
cognitivo-conductual en la guía de tratamiento disminuye al reducirse el contacto directo con
no publicada de Claris, Black et al. aplicaron el terapeuta (COté, Gauthier, LaBerge, Cormier
un tratamiento abreviado, introdujeron proce- y Plamondon, 1994), de la misma forma que
dimientos potencialmente contraterapeúticos Lindren et al. (1994) refirieron que la terapia
que, sin ser ellos conscientes, pudieron haber cognitivo-conductual produjo una mejora sig-
empeorado la evitación conductual, y no pudie- nificativa en pacientes que sólo recibieron un
ron asegurar que el psicoterapeuta del proyec- manual de auto-ayuda y un contacto terapéu-
to recibiera entrenamiento formal en la terapia tico limitado. El grupo de Taylor concluyó que
cognitiva específica para el trastorno de pá- la terapia cognitivo-conductual resultaba al
nico. Por otra parte, las innovaciones efectua- menos tan efectiva para los pacientes cuyos
das por el grupo de Black pueden haber sido ataques de pánico sugerían una alteración del
responsables de las inusualmente elevadas sistema de falsas alarmas de asfixia (Klein,
tasas de abandono (40%) observadas en la 1993), como para los pacientes con ataques
condición de la terapia cognitivo-conductual. no caracterizados por una marcada disnea
Tal y como sugiere la revisión de Clarín (1995), (Taylor, Woody, Koch. McLean, y Anderson,
en pocas ocasiones la terapia cognitiva ha al- en prensa). Estos autores concluyen que la
canzado tasas de abandono superiores al 5%. disnea intensa no contrarresta el efecto de la
Tomados conjuntamente, los trabajos de Black terapia cognitivo-conductual. Por último,
et al. no proporcionan una prueba óptima de Swinson y colaboradores constataron que la
la terapia cognitivo-conductual, aunque eviden- terapia de conducta aplicada por vía telefóni-
cian claramente la efectividad de la fluvoxa- ca fue más eficaz en pacientes que vivían en
mina. el área rural de Ontario, lejos de cualquier
En resumen, la relativa seguridad, los efec- servicio de salud mental (Swinson, Fergus,
tos secundarios benignos y su aparente efica- Cox, y Wickwire, 1995).
cia garantizan la futura investigación con los
TRASTORNO DE PÁNICO 95

Dado que las benzodiacepinas de alta- este nivel de funcionamiento. Durante los 6
potencia se asocian a dependencia así como meses de seguimiento, en el 63% de los casos
a tasas elevadas de recaídas cuando se inte- en el grupo de terapia cognitiva y en el 53%
rrumpe su administración, algunos investiga- de los sujetos pertenecientes al grupo de
dores han analizado la forma en que la terapia relajación remitió el pánico.
cognitivo-conductual podría prevenir dichos En el segundo estudio, Shear, Pilkonis.
problemas. Otto et al. (1993) refirieron que Cloitre, y León (1994) constataron que el llevar
mientras que la terapia de conducta asociada a cabo 3 sesiones instructivas sobre el pánico
a reducciones lentas de la dosis del fármaco seguidas de 12 sesiones de psicoterapia no
permitía al 76% de los pacientes interrumpir prescríptiva (sin combinar con fármacos), era
la medicación, únicamente el 25% de los tan efectivo como la utilización de 3 sesiones
pacientes fueron capaces de prescindir de ella educativas seguidas de 12 sesiones de terapia
cuando se aplicaba el fármaco de forma ais- cognitivo-conductual, implicando ésta última
lada. Por otra parte, Spiegel, Bruce. Gregg, y la aplicación de relajación, entrenamiento en
Nuzzarello (1994), encontraron que la terapia respiración, reestructuración cognitiva, exposi-
cognitivo-conductual aplicada durante la sus- ción interoceptiva y exposición in vivo. Los
pensión lenta de alprazolam, reducía de forma autorregistros temporales (prospectivos) de los
importante las recaídas una vez que los pa- ataques de pánico indicaron que había des-
cientes estaban sin medicación. En posterio- aparecido el pánico en el 66% y el 78% de los
res análisis de estos mismos datos, el grupo pacientes correspondientes a los grupos de
de Spiegel ha confirmado que la reducción en terapia cognitivo-conductual y de psicoterapia
las puntuaciones del índice de Sensibilidad a no prescríptiva respectivamente. A los 6 meses
la Ansiedad (AnxietySensitivity Index, ASI; de seguimiento, et porcentaje de pacientes
Reiss, Peterson Gursky y McNally, 1986) era libres de pánico era del 75% en el grupo de
el mejor predictor de la capacidad de los pa- terapia cognitivo-conductual y del 68% en el
cientes para adquirir y mantener la abstinen- de psicoterapia no prescríptiva.
cia al fármaco (Bruce, Spiegel, Gregg, y Nuzza- Los sorprendentes buenos resultados del
rello, 1995). tratamiento psicoterapéutico de Shear et al.
La exposición sistemática a las sensacio- han suscitado una variedad de interpretacio-
nes corporales temidas llevada a cabo bien nes. En primer lugar, los datos podrían indicar
desde una perspectiva cognitiva (Clark et al., que la mejoría en el trastomo de pánico puede
1994) o bien desde un paradigma centrado en alcanzarse mediante una variedad de méto-
la extinción (Barlow y Craske, 1989) ha sido dos terapéuticos y no sólo a través de la terapia
ampliamente considerada como un componen- cognitivo-conductual o de ciertas intervencio-
te esencial en el tratamiento psicosocial del nes farmacológicas. Segundo, que el efecto
pánico. Sin embargo, dos estudios recientes casi idéntico de dos intervenciones psicológi-
han puesto de manifiesto que el paciente puede cas, aparentemente bastante diferentes, pue-
mejorar en ausencia de tales componentes. de sugerir que cualquier tipo de intervención
Beck, Stanley, Baklwin, Deagle, y Averill (1994) psicológica creíble podría producir algún be-
asignaron aleatoriamente pacientes con páni- neficio simplemente por el hecho de aliviar la
co a un grupo de terapia cognitiva, a un grupo desmoralización (Klein, 1996). De acuerdo con
de terapia con relajación o a una condición de este punto de vista, tanto la terapia cognitivo-
control caracterizada por un contacto mínimo conductual como la intervención psícoterapéu-
con el terapeuta. Tanto la exposición intero- tica sin la administración de fámnacos no serían
ceptiva como la exposición in vivo fueron ex- otra cosa que meros placebos psicosociales,
cluidas. Pese a la ausencia de exposición, el los cuales norectificandirectamente los proce-
82% de los pacientes en la condición de te- sos subyacentes de la enfermedad, sino que
rapia cognitiva y el 68% de los pacientes en simplemente aliviarían el malestar psicológico
la condición de relajación respondieron ai tra- de una forma inespecífica. Tercero, la distin-
tamiento de acuerdo con un índice combinado ción funcional entre ambos tipos de tratamien-
de indicadores. Sorprendentemente, el 36% to puede que no sea tan importante como se
de los sujetos de control también alcanzaron creía en un principio. En efecto. Shear y
R.J. McNALLY

colaboradores han redenominado su interven- ques de pánico, a la vez que de otras medi-
ción como tratamiento del trastorno de pánico das, en ambos grupos de tratamiento. Ade-
"focalizado en la emoción", describiéndolo de más, el tratamiento abreviado no fue menos
la manera siguiente: eficaz que el tratamiento más extenso y com-
pleto (terapia cognitiva estándar). Sin embar-
La intervención tiene como objetivo el miedo y la go, Clark enfatizó que los clínicos deben
evitación de los afectos negativos, así como de los ele- adquirir un gran nivel de pericia en terapia
mentos elicitadores. En et contexto de una relación
cognitiva para lograr tan importante mejoría
empática y de apoyo, al paciente se le ayuda a clarificar
y a aceptar las raacciorMS enrxxiionales, a identificar ios en tan sólo un mes.
estímulos que provocan dichas emociones, y a explorar Jürgen Margraf presentó datos de un se-
nuevas fomias de manejar la enrvx;ionalidad que le guimiento de 3 años realizado en pacientes
perturba (Shaar et al., 1995, p.274). con pánico que habían recibido terapia cog-
nitiva, terapia de exposición o bien una com-
Como sugiere esta descripción, el tratamien- binación de ambas (Margraf y Schneider, 1995).
to focalizado en la emoción y la terapia cogni- En la fase de postratamiento las tres moda-
tivo-conductual comparten al menos dos compo- lidades de intervención resultaron igualmente
nentes fundamentales: identificar la fuente que efectivas, obteniéndose tasas de remisión del
induce las reacciones emocionales y fomentar pánico que oscilaban entre el 82% y el 100%.
la aceptación de los síntomas de ansiedad No obstante, el seguimiento confirmó que los
como algo inocuo. pacientes del grupo de exposición, o bien
En una réplica al estudio de Shear et al. mantenían los objetivos terapéuticos o conti-
(1994), Craske, Maidenberg y Bystrítsky (1995) nuaban mejorando, mientras que los pacien-
compararon una versión abreviada de ambos tes cuyo programa de intervención se centró
tipos de tratamiento cognitivo-conductual y fo- en la terapia cognitiva, sin combinar o com-
calizado en la emoción en pacientes con pánico binada con exposición, comenzaron a exhibir
que estaban en lista de espera para una te- recaídas. Los autores no especificaron la ra-
rapia farmacológica. Después de un periodo zón por la que la terapia cognitiva se vinculó
de tratamiento de 4 semanas, en el 53% de con la tendencia a la recaída.
los pacientes correspondientes a la terapia Michael J. Teich informó sobre los resul-
cognitivo-conductual y en el 23% de pacientes tados de un estudio en el que los pacientes
del grupo de tratamiento focalizado en la con pánico fueron aleatoriamente asignados
emoción remitió el pánico. El 38% de los pa- a: 1) terapia cognitivo-conductual, 2) exposi-
cientes sometidos a terapia cognitivo-con- ción in vivo, 3) terapia cognitivo-conductual
ductual exhibieron suficiente mejoría como combinada con exposición in vivo, y 4) grupo
para no precisar de la famriacoterapia. Aunque de control sin tratamiento (TeIch et al., 1995).
la terapia cognitivo-conductual abreviada no Las tres estrategias de intervención utilizadas
fue tan efectiva como en estudios previos, sin indujeron mejoras significativas en pánico,
embargo consiguió más efectividad que el ansiedad y evitación, mientras que en el grupo
tratamiento focalizado en la emoción. de control sólo se constataron pequeños cam-
Seguidamente comentamos tres trabajos bios. Sorprendentemente, apenas se obtuvo
no publicados presentados en el Congreso evidencia acerca de la especificidad del tra-
Mundial de Terapia Cognitivo-conductual ce- tamiento. Esto es, la exposición in vivo no fue
lebrado en Copenhague en Julio de 1995. más eficaz que la terapia cognitivo-conductual
David M. Clark expuso una comparación entre para los casos de agorafobia, ni tampoco la
la terapia cognitiva clásica, la terapia cogni- terapia cognitivo-conductual resaltó su mayor
tiva abreviada y la ausencia de tratamiento efectividad en el pánico. TeIch puntualizó que
(Clark, Saikovskis, Hackmann. Wells, y Gelder, sus estudiantes que se están formando como
1995). La terapia cognitiva breve requirió un terapeutas aprendieron fácilmente a aplicar la
50% menos de tiempo empleado por el tera- terapia de exposición, aunque tuvieron dificul-
peuta, siendo complementado con un deta- tades para dominar los elementos cognitivos
llado manual de auto-ayuda. Los resultados que incorpora la terapia cognitivo-conductual.
revelaron una marcada reducción de los ata- Debido a que la inclusión de los componentes
TRASTORNO DE PÁNICO 97

cognitivos parece añadir un escaso beneficio tivo-conductual no pueden extrapolarse a los


al ya clásico tratamiento con exposición, Teich pacientes de pánico en general. Es evidente
alarmó al auditorio al sugerir que tal vez ya que en tales debates sólo se podría tomar una
sea hora de considerar que se suprima "la decisión si los investigadores pertenecientes a
pelusilla cognitiva" de los programas de tra- los ámbitos psicosocial y farmacológico estu-
tamiento psicosocial del trastorno de pánico. vieran de acuerdo en los procedimientos
En la reunión de la Association for Advan- estandarizados para evaluar el trastomo de
cement of Behavior TTjerapy celebrada en Was- pánico y para caracterizar sus muestras en los
hington. DC, Feske, y Goldstein (1995) pre- trabajos de investigación.
sentaron los resultados de un estudio contro- En octubre de 1992 el National Institute of
lado sobre desensibilización de los movimien- Mental Health organizó la conferencia sobre
tos oculares y reprocesamiento (eye movement Evaluación Estandarizada en la Investigación
desensitization and reprocessing, EMDR) en del Trastorno de Pánico. Esta reunión fue
el tratamiento del trastorno de pánico. Este mucho menos agria que la anterior y los psi-
procedimiento requiere que el paciente acce- quiatras y psicólogos clínicos lograron llegar
da a un pensamiento perturbador mientras a un consenso en cuanto al ámbito de funcio-
sigue visualmente el dedo del terapeuta cuan- namiento que garantiza la evaluación, así como
do éste lo mueve de un lado a otro por delante en relación con el conjunto de instrumentos
de los ojos del paciente (Shapiro. 1995). Feske necesarios para llevar a cabo dicha evalua-
y Shapiro asignaron al azar a pacientes con ción (Shear y Maser, 1994). El comité acordó
pánico al tratamiento con EMDR, a una con- que el campo esencial de la evaluación incluía
dición placebo de control idéntica a la EMDR frecuencia del pánico, evitación agorafóbica,
excepto en que el paciente no movía sus ojos, comorbilidad, ansiedad anticipatoría, deterioro
y a una tercera condición de control sin tra- psicosocial, gravedad general y miedo a los
tamiento. Los datos pusieron de manifiesto síntomas corporales (es decir, sensibilidad a
tanto que en ambas condiciones EMDR y la ansiedad). Inicialmente, sin embargo, el
placetK) se producían significativamente más miedo persistente a los síntomas corporales
cambios que en el grupo sin tratamiento, como no formaba parte entre los objetivos de la
que la intervención con EMDR era más eficaz evaluación a ser considerados. Sin embargo,
que el placebo en dos de las cinco medidas Dianne L. Chambless y yo opinamos que era
analizadas. No obstante, a los tres meses de flagrante omitir esta importante dimensión del
seguimiento no pudieron establecerse diferen- trastomo de pánico, ya que evaluar la ansie-
cias de efectividad entre el tratamiento EMDR dad anticipatoria no es equivalente a evaluar
y el placebo. el miedo a los síntomas corporales; realmente
la sensibilidad a la ansiedad es conceptual y
empíricamente diferente de la ansiedad
anticipatoria y del rasgo de ansiedad (McNally,
CUESTIONES METODOLÓGICAS ACTUA-
1996a). Después de revisar los datos, la co-
LES RELACIONADAS CON LA EVALUACIÓN
misión convino que es esencial para la inves-
ESTANDARIZADA SOBRE INVESTIGACIÓN
tigación evaluar el miedo a los síntonuis cor-
DEL TRATAMIENTO
porales, recomendando para hacerío bien el
Pese a la apariencia de acuerdo surgido de Índice de Sensibilidad a la Ansiedad (Anxiety
la conferencia del Instituto Nacional de Salud Sensitivity Index, ASI) (Peterson y Reiss. 1992;
para un consenso sobre el tratamiento, la reu- Reiss et al., 1986), o bien el Agoraphobic
nión se echó a perder debido a una conside- Cognitions Questbnnaire y el 8od//y Sensations
rable aspereza entre psiquiatras y psicólogos Questionnaire (Chambless, Caputo, Bright, y
en cuanto a los méritos asignados a ios fár- Gallagher, 1984). Una versión española de la
macos y a la terapia cognitivo-conductual. Por ASI ha sido recientemente validada en Madrid
ejemplo, algunos investigadores "farmacólo- en pacientes con pánico y con otros trastornos
gos" argumentaron que los terapeutas cogniti- de ansiedad (Sandín, Chorot y McNally, 1996).
vo-conductuales tratan únicamente casos le-
ves de pánico y que, por consiguiente, las Más aún, se ha subrayado la importancia
elevadas tasas de éxito de la terapia cogni- de establecer una evaluación amplia del tras-
98 R.J. McNALLY

torno de pánico en la que se obtengan datos de las investigaciones de tratamiento


referidos a dos años de seguimiento a partir psicosocial comparan uno o más tratamientos
de una intervención cognitivo-conductuai activos frente a una condición control de lista
(Brown y Bariow, 1995). Estos autores han de espera. Klein (1996) ha expresado ciertas
apuntado que la práctica común de obtener reservas sobre esta última estrategia y ha
mediante el auto-registro del paciente la fre- argumentado que los terapeutas cognitivo-
cuencia de los ataques de pánico únicamente conductuales han fracasado a la hora de
durante un período de 2 a 4 semanas como demostrar de manera convincente que sus
una medida para estimar el porcentaje de tratamientos poseen una eficacia específica
pacientes cuyo pánico ha remitido, oscurece contra el trastorno de pánico. Tal y como
notablemente la variabilidad entre los pacien- puntualiza Klein, los investigadores psicoso-
tes y la variabilidad a través del tiempo. Por ciales no están capacitados para generalizar
ejemplo, Brown y Bariow refirieron que el 74.6% sus resultados, a menos que sus trabajos
de sus pacientes estaban libres de pánico a cumplan dos requisitos básicos. Primero, deben
los dos años de seguimiento (esto es, no se incorporar una condición de fármaco y una
manifestó ningún ataque de pánico durante el condición placebo. Segundo, deben demos-
mes previo a la evaluación del seguimiento), trar la superioridad del fármaco frente al
y que el 57.1% de los pacientes cumplían el placebo. Más específicamente, Klein sostiene
criterio de un buen funcionamiento final {high que no es licito que los investigadores cogni-
endstate funtioning) en el seguimiento (es decir, tivo-conductuales efectúen afirmaciones com-
los pacientes demostraban un nivel de grave- parando la eficacia de la terapia cognitivo-
dad global muy bajo en su trastorno). Sin conductuai frente a los fármacos (o frente a
embargo, cuando el éxito terapéutico fue un fármaco placebo) a menos que estas con-
definido en términos de buen funcionamiento diciones sean incluidas en cada uno de los
final a los 3 meses y a los 2 años de segui- estudios centrados en la terapia cognitivo-
miento, no tratamientos posteriores del páni- conductuai. Simplemente demostrar la supe-
co, y carencia de pánico durante todo el año rioridad de la intervención cognitivo-conductuai
que precede a los 2 años de seguimiento, en relación con un control de lista de espera
sólo el 20.6% de los pacientes respondían al o comparándola con otros tratamientos
tratamiento. Brown y Bariow observaron tam- psicosociales es insuficiente para garantizar
bién que algunos pacientes que no exhibían que los efectos no son meramente atribuibles
pánico durante el mes previo a la evaluación a un efecto placebo no específico. Por otra
del seguimiento, habían experimentado ata- parte, Klein añade que los investigadores
ques de pánico y otros tipos de problemas en deben demostrar la eficacia de la terapia
otros momentos entre las evaluaciones de cognitivo-conductuai en muestras de pacien-
seguimiento. En suma, aunque la frecuencia tes que han respondido al tratamiento
del pánico es un criterio importante, no cap- farmacológico; de no ser así, los terapeutas
tura la totalidad de los problemas que conlleva cognitivo-conductuales no pueden extrapolar
este síndrome. En la medida en que estamos legítimamente sus resultados a la población
etiquetando a los pacientes como "libres de de pacientes de pánico en su totalidad.
pánico" simplemente porque carecen de ata-
ques de pánico durante algunas semanas La mejor manera de ilustrar los puntos de
previas a la evaluación de la fase de segui- vista de Klein es a través de sus críticas a
miento, se está sobrestimando la eficacia del los trabajos de Clark et al. (1994) y KIosko,
tratamiento en comparación con lo que real- Bariow, Tassinari y Cerny (1990). Clark et al.
mente éste ha sido. indicaron que la terapia cognitivo-conductuai
obtenía tasas de remisión del pánico signifi-
cativamente más elevadas que la imipramina,
la relajación y la lista de espera. La imipramina
GRUPOS DE CONTROL APROPIADOS y la relajación fueron, de forma equivalente,
La mayoría de los estudios farmacológicos superiores a la lista de espera. Aunque Claris
implican la comparación entre un único fármaco et al. concluyeron que la terapia cognitivo-
y una dosis de placebo, mientras que muchas conductuai es más efectiva que la imipramina.
TRASTORNO DE PÁNICO 99

Klein discrepa de dicha aseveración. Tenien- no responsividad al fármaco para explicar


do en cuenta que Clark et al. no incluyeron porqué los pacientes no se benefician más del
una condición de fármaco-placebo en su dise- fármaco que del placebo es inferir la carac-
ño, uno no puede determinar si los pacientes terística a partir de los datos que tal caracte-
hubieran respondido mejor a la imipramina ristica debe explicar. Aunque es tautológi-
que al placebo, y sólo un resultado significa- camente cierto que aquéllos que no respon-
tivo imipramina versus placebo hubiera ase- den a los fármacos se consideran sujetos no
gurado que los pacientes procedían de una respondentes al fármaco, para que este argu-
población que responde (responsiva) a los mento tenga fuerza explicativa se debe apor-
fármacos. De acuerdo con Klein, los investiga- tar evidencia de que existe "atipicidad" en la
dores que emplean la terapia cognitivo-con- muestra independientemente de la respuesta
ductual deben primero documentar el nivel de al propio tratamiento. Los problemas para de-
respuesta de los sujetos a los fármacos, antes mostrar un efecto significativo de los fármacos
de pasar a generalizar sus resultados a los reflejan simplemente la falta de fiabilidad de
pacientes de pánico en general. la terapia farmacológica clásica, pero no de-
KIosko et al. (1990) solventaron el primer notan la falta de representatividad de los pa-
requisito de Klein al incluir una condición de cientes. Realmente, los investigadores se
fármaco-placebo, si bien no resolvieron el responsabilizan en demostrar la representa-
segundo. Aunque KIosko et al. evidenciaron tividad de sus muestras, pero mediante me-
que la terapia cognitivo-conductual inducía dios independientes de la respuesta al trata-
mayor número de remisiones del trastorno de miento en sí misma.
pánico que las vinculadas al fármaco-placebo Por ejemplo, la 'Upicidad" de la muestra
o a la lista de espera, el alprazolam no fue debería demostrarse mediante criterios riguro-
significativamente superior al fánnaco-placetKj. sos y estandarizados para la participación de
Por tanto, Klein sostiene que KIosko et al. no los pacientes en el estudio.
reúnen las condiciones para defender la supe- Segundo, el razonamiento de Klein supone
rior eficacia de la terapia cognitivo-conductual lógicamente que la terapia cognitivo-conductual
en comparación con el fármaco o fármaco nunca podría obtener mejores resultados que
placebo, debido a que no "calibraron" su mues- el fármaco en un estudio controlado, tal y como
tra de pacientes de pánico como responsivos se ilustra en el ejemplo hipotético siguiente. El
al fármaco. investigador A encuentra que el fármaco X
Debido a que pocas investigaciones cen- alcanza una tasa de remisión del pánico sig-
tradas en la terapia cognitivo-conductual han nificativamente mayor (80%) que el placebo
introducido ambas condiciones, esto es, fár- (30%). El investigador B refiere que la terapia
maco y fánnaco-placebo, y han demostrado la cognitivo-conductual consigue tasas de remi-
superioridad del primero con respecto al se- sión del pánico significativamente más eleva-
gundo, Klein mantiene que no existe eviden- das (80%) que el fármaco X (50%), el cual,
cia convincente que revele la eficacia de la a su vez, es superior en cuanto a tasas de
terapia cognitivo-conductual en el trastorno de remisión del pánico que el placebo (30%). ¿De
pánico, a pesar de las conclusiones consen- qué forma el investigador A debería interpre-
suadas del National Institute of Health. El tar los resultados del investigador B?. Reco-
rechazo de Klein hacia los estudios controla- nociendo que el investigador B "calibró" su
dos de la terapia cognitivo-conductual sobre el muestra al documentar un efecto significativo
trastorno de pánico podría ser prematuro; a mi del fármaco frente al placebo, ¿debería el
juicio existen problemas en la perspectiva investigador A afirmar que la terapia cogniti-
crítica de Klein sobre los estudios de la terapia vo-conductual es, de hecho, más efectiva que
cognitivo-conductual (McNally, 1996b). el fármaco X? o bien, ¿debería rechazar esta
Primero, Klein emplea un razonamiento conclusión y en su lugar atacar el estudio
circular para explicar convincentemente las afirmando que el investigador B debe haber
diferencias no significativas entre el fármaco seleccionado sus pacientes a partir de una
y el placebo, tales como las señaladas por el población relativamente no-respondente a los
grupo de KIosko. Aducir a la característica de fármacos?. Verdaderamente, razonaría el in-
100 R.J. McNALLY

vestigador A, ¿porqué el fármaco X iba a tandarizados de selección capacitarían a los


producir tal sorprendente baja tasa de remi- investigadores para comparar los resultados
sión del pánico si el porcentaje de pacientes de la terapia cognitivo-conductual versus la
que no responden a dicho fármaco no era relajación con los datos obtenidos de los
"atípicamente" alto en la muestra del investi- estudios con fluoxetina frente al fármaco-pla-
gador B?. Resumiendo, la autorización del in- cebo. La comparabilidad de los criterios de
vestigador A para inferir la "atipicatidad" de la selección permitirá establecer inferencias
muestra solamente a partir de la respuesta al desde los distintos estudios sobre la eficacia
tratamiento en sí misma significa que aquél relativa de los tratamientos, y evitaría el ra-
puede desautorizar cualquier dato que indique zonamiento circular inherente en la exigencia
la superioridad de la terapia cognitivo-con- de Klein de que los investigadores calibrasen
ductual frente al fármaco X. sus muestras como respondentes al fármaco
Tercero, al exigir que los investigadores (o a la terapia cognitivo-conductual).
"calibren" sus muestras mediante la demos-
tración de un efecto significativo de los
fármacos, Klein ya presupone el tipo de inves- CONCLUSIONES
tigación clínica que debería establecerse en el Existe poca duda de que la investigación
diseño para ser puesta aprueba. Demostrar el clínica ha descubierto modos de ayudar a las
efecto de un fármaco no es una condición personas que padecen un trastorno de pánico.
previa que deba cumplirse antes de que a un Tanto la terapia cognitivo-conductual como
investigador le esté permitido hacer inferencias determinados fármacos producen a menudo
sobre sus datos; probar los efectos del fármaco de moderada a marcada mejoría. Desafortu-
es el objetivo del estudio, no una condición nadamente, existe poco consenso para deter-
necesaria para su interpretación. minar si es la terapia de conducta o la far-
Cuarto, la simetría metodológica exige que macoterapia el tratamiento más apropiado. Los
si a los investigadores cognitivo-conductuales investigadores en terapia cognitivo-conductual
se les impide generalizar sus datos a una siguen convencidos de la superioridad de su
población respondente a los fármacos cuando enfoque, asociándolo generalmente a eficacia
no contemplan las condiciones de fármaco y general, ausencia de efectos secundarios, bajo
de fármaco-placebo en sus diseños, de la coste y mejores resultados a largo plazo. Del
misma forma los farmacólogos no deberían mismo modo, los defensores del empleo de
generalizar sus resultados a una población de psicofármacos aseguran que éstos son esen-
sujetos respondentes a la terapia cognitivo- ciales, destacando su eficacia global, la rapi-
conductual siempre que obvien la condición dez de acción, y la facilidad de su administra-
de terapia cognitivo-conductual en sus estu- ción. Se han llevado a cabo pocas compara-
dios farmacológicos. Realmente los fallos para ciones directas entre los tratamientos psico-
"calibrar" las muestras como respondentes a sociales y la farmacoterapia y los estudios
la terapia cognitivo-conductual haría existentes son considerados usualmente como
ininterpretable gran parte de la evidencia re- metodológicamente defectuosos, bien por una
lativa a la terapia farmacológica del trastorno orientación o por la otra.
de pánico; muchos de los trabajos con psico- Aunque la psiquiatría biológica parece estar
fármacos han excluido la condición de terapia de acuerdo en que los SSRIs son los fármacos
cognitivo-conductual. más eficaces, las discrepancias han sido mani-
Las preocupaciones que con toda razón festadas por los investigadores psicosociales
expresa Klein (1996) sobre la comparabilidad tras los estudios que sugieren que ciertas alter-
de las muestras a través de las investigacio- nativas a la terapia cognitivo-conductual clá-
nes y según se trate de terapia cognitivo- sica (estándar) puede ser efectiva contra el
conductual o farmacológica, deberían subsa- pánico. Este campo de investigación espera
narse mediante la adherencia a criterios es- que surja una resolución satisfactoria ante tal
tandarizados de selección y el uso de una eva- debate.
luación rigurosa para caracterizar a los pacien- Finalmente, la utilización de métodos de
tes (Shear y Maser, 1995). Los criterios es- evaluación más finos ha revelado que se
TRASTORNO DE PÁNICO 101

necesita mucho más progreso antes de que Bystritsky, A., Rosen, R.M., Murphy, K.J., Bohn,
podamos concluir que el problema del pánico P., Keys, S.A. y Vapnik, T. (1994/1995). Double-
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NOTAS

Traducción de Palonna Chorot, Universidad Nacional de Educación a Distancia, Madrid.

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