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ARTÍCULOS ESPECIALES
a
Centro Cochrane Español. bUnidad de Investigación. Hospital de La Princesa. Madrid.
c
Unidad de Investigación. Hospital General de Alicante.
medicina basada en la evidencia/ ensayos clínicos/ enseñanza médica/ publicaciones biomédicas
LAS RAÍCES DE LA MEDICINA BASADA mejor su función adaptándose a las circunstancias ac-
EN LA EVIDENCIA tuales. Es decir, hacer las cosas racionalmente es el
gran objetivo de la clínica moderna. Según Bunge2
Laín Entralgo1 ha establecido cuatro modos de ayu- «una acción es racional si es máximamente adecuada
dar «médicamente» al enfermo: a) el espontáneo, que para lograr el objetivo determinado, y el objetivo y las
sería aquel que se realiza como una ayuda sin mayor vías de acción han sido decididas usando el mejor co-
reflexión, de forma instintiva; b) el rutinario, que ape- nocimiento disponible». Ello implica, por tanto, hacer
laría a una determinada forma de hacer las cosas sólo una evaluación crítica del conocimiento clínico
porque tradicionalmente se ha hecho así; c) el mágico, existente, tanto diagnóstico como pronóstico o tera-
que recurriría a saberes ocultos sólo en manos de ini- péutico.
ciados, y d) el técnico, que supondría hacer las cosas El mejor conocimiento para el diagnóstico proven-
racionalmente. drá de los indicadores probabilísticos derivados de los
Cada vez más, la medicina clínica adopta la orienta- estudios de pruebas diagnósticas para obtener su sensi-
ción técnica como la más adecuada para desarrollar bilidad, especificidad, valores predictivos, cocientes
de probabilidades, etc. Estos estudios, adecuadamente
diseñados, convierten un conocimiento muy teórico en
otro útil para la acción. Para efectuar un pronóstico, el
Este artículo ha sido posible en parte gracias a una ayuda del II Pla de
Recerca de Catalunya 1997-2000, en el marco de la Xarx a temàtica: mejor conocimiento se obtendrá de apropiados estu-
« Medicina basada en l’evidència: la Col·laboració Cochrane» . dios de seguimiento (estudios de cohortes). Para las
Correspondencia: Dr. X. Bonfill.
decisiones terapéuticas, el conocimiento de mayor ca-
Fundació Parc Taulí/Centro Cochrane Español. lidad proviene de los ensayos clínicos con distribución
Parc Taulí, s/n.
08208 Sabadell. Barcelona.
aleatoria, que aportan las probabilidades de obtener un
E-mail: Xbonfill@ siberia.chpt.es resultado de interés en un grupo de pacientes tratados
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TABLA 1
Algunas actividades y recursos de información para la toma de decisiones asistenciales
Actividades Algunos ejemplos
Construcción de la evidencia
Búsqueda Estudios en MEDLINE
Análisis Resúmenes más informativos
Síntesis Colaboración Cochrane
Integración Clinical Informatics Network (CLINT)
Formulación de la estrategia de intervención
Interpretación de la evidencia Grupo de trabajo de MBE
Desarrollo de guías de práctica clínica (GPC) Círculo de desarrollo de GPC
Adaptación de guías Directrices de uso de GPC
Diseminación y aplicación
Aplicación de la evidencia ACP Journal Club, EBM Journal, etc.
Diseminación Interface para usuarios de bases de datos
Evaluación de la estrategia Formulario electrónico de elección terapéutica
Implantación de directrices Cochrane Network and Informatics Project
Health Evidence Linkage and Application Network
Guías de cuidados preventivos
Proyectos de mejora de la práctica clínica
Guías prácticas para pacientes
Adaptación del documento Overview of the Health Information Research Unit. Department of Clinical Epidemiology and Biostatistics. McMaster
University Faculty of Health Sciences, marzo de 1996.
con determinado procedimiento, intervención o sus- de manera que es reproducible, aunque independiente
tancia, en relación a un tratamiento alternativo o a un del uso que se pueda hacer posteriormente de sus con-
placebo. clusiones16. Además, hay que tener en cuenta que la
Ésta es la estrategia que ha llevado al desarrollo obligación del médico de ofrecer lo mejor a sus pa-
conceptual y operativo de la medicina basada en la cientes no se puede separar del imperativo ético de ba-
evidencia, para la que hay que buscar sus antecedentes sar las decisiones en la evidencia existente o de bus-
más próximos en el nacimiento y desarrollo de la epi- carla cuando no se dispone de ella: la dialéctica de
demiología clínica a primeros de los años ochenta3-9. ofrecer una asistencia personalizada a la vez que váli-
Definida ésta como el estudio de los efectos y determi- da científicamente es intrínseca a la práctica médica
nantes de las decisiones clínicas6, ha tenido un impul- actual10,17. Y también hay que ser consciente de que el
so muy importante en la mayoría de los países desa- médico ya no está solo ante un paciente individual,
rrollados10-12. La medicina basada en la evidencia re- porque de alguna manera toda la profesión (y la mis-
presenta un paso más maduro y estructurado, desde un ma sociedad) está tras él. El conocimiento sobre si un
punto de vista conceptual y práctico, en la misma direc- tratamiento es correcto o no, sobre lo que constituye
ción, pero la esencia de este movimiento y de su evo- medicina de calidad, es fruto del consenso profesional
lución ha sido la misma: cómo conseguir la aplicación y científico, y debe ser incorporado plenamente a la
del método científico a la práctica de la medicina13. relación médico-paciente17.
Decir que la medicina debe ser científica no sólo es
una manera de evitar la falsa dicotomía entre medicina
CARACTERÍSTICAS DE LA MEDICINA
«humanista» y medicina «tecnológica», sino que es la
BASADA EN LA EVIDENCIA
calificación más correcta y la que más se ajusta a lo
que intuitiva y clásicamente hemos conocido por La medicina basada en la evidencia consiste en la
«buena medicina»10,14,15. Digamos que es científica integración de la experiencia clínica individual con la
aquella disciplina que somete sus postulados al méto- mejor evidencia proveniente de la investigación cientí-
do científico, a un proceso de verificación empírica, es fica, una vez asegurada la revisión crítica y exhaustiva
decir, basado en los hechos o pruebas. Algunas de sus de ésta18-32. Sin la primera, la práctica clínica rápida-
características son: no cree en la infalibilidad ni en la mente se convertiría en una tiranía, pero sin la última
inmutabilidad de los conocimientos, por tanto es per- queda inmediatamente caduca.
feccionable; reclama una discusión objetiva –no per- Por experiencia clínica individual se entiende el jui-
sonalista o interesada–, continua flexibilidad y toleran- cio clínico que los médicos adquieren con la práctica.
cia a los investigadores; dado que está basada en Se manifiesta sobre todo en la capacidad del clínico
hechos, ofrece pruebas para sostener sus postulados, para hacer un diagnóstico más válido y eficiente y
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Circunstancias Recursos
del paciente y opciones
para identificar mejor las preferencias y voluntades de más informativos, con información estadística homo-
los pacientes. Se han establecido cuatro etapas para el génea (intervalos de confianza, número de pacientes
segundo componente de la medicina basada en la evi- necesarios a tratar [NNT], etc.) o recomendaciones
dencia33: a) formular una cuestión clínica clara a partir claras, entre otros apartados, ayuda a hacer mucho más
de los problemas de un paciente; b) consultar la lite- eficiente la consulta a la evidencia obtenida. La sínte-
ratura para hallar los artículos clínicos más relevantes; sis estadística de la evidencia, idealmente a través de
c) evaluar críticamente la evidencia identificada acerca un metaanálisis, implica la obtención de un estimador
de su validez y utilidad, y d) aplicar los hallazgos común único, un estadístico-resumen de todos los es-
apropiados en la práctica clínica. En este artículo y por tudios relevantes analizados en torno a un mismo pro-
razones de espacio, soslayaremos las consideraciones blema.
relativas a la formulación de la cuestión clínica, que se Finalmente, la integración y divulgación de la evi-
pueden consultar en el excelente y recientemente apa- dencia requiere disponer de una interface común y fá-
recido libro de Sackett33. cil de usar para hacer más accesibles las distintas
La construcción de la evidencia comienza con la fuentes de información relevantes para cubrir las nece-
búsqueda y obtención de todos los estudios existentes sidades de un grupo concreto de usuarios, como los
sobre un tema concreto a partir de la literatura médi- cardiólogos. Por ejemplo, el proyecto internacional
ca y de otras fuentes de información (para incluir CLINT (Clinical Information Network) trata de desa-
también los estudios no publicados), extrayendo la rrollar herramientas informáticas para la captura auto-
información relevante para el cuidado del paciente in- mática y el manejo integrado de la información rele-
dividual (tabla 1)34. La aparición de revistas como vante. La disponibilidad de ordenadores y redes de
ACP Journal Club (bimensual) editada por el Ameri- información como Internet, u otras como la Health
can College of Physicians (ACP) o Evidence-Based Evidence Application Linkage Network, son oportuni-
Medicine, publicación conjunta de ACP y British Me- dades potencialmente idóneas para facilitar el acceso y
dical Journal, es una seria contribución a este proceso comunicación de esta información.
mediante la selección de estudios sobre necesidades y Como es obvio, esta estrategia no va a establecer di-
problemas clínicos concretos. La aparición en un futu- rectamente cuáles son las decisiones clínicas que hay
ro inmediato de revistas similares más específicas, que adoptar, pero sí puede aportar una base útil a partir
como Cardiovascular Evidence-Based Journal, contri- de la que se puede decidir mejor, considerando todos
buirá también a impulsar este cambio cultural y con- los aspectos clínicos relevantes. La formulación de es-
ceptual en el ámbito cardiológico. trategias de intervención es un complejo proceso que
Una vez que la evidencia está disponible, es necesa- consiste en decidir qué intervenciones deben implan-
rio su análisis mediante la extracción y la síntesis de la tarse en una situación clínica concreta para asegurar la
información clave de cada artículo individual, eva- incorporación de la mejor evidencia a la práctica. Ló-
luando la calidad y aplicabilidad de sus hallazgos. La gicamente, este proceso debe tener en consideración,
presentación de los resultados de este proceso en un además de la mejor evidencia actualizada, las circuns-
formato estándar, utilizando resúmenes estructurados tancias del problema incluidas la situación clínica del
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Recomendaciones del
Tratamiento trombolítico Odds ratio (escala logarítmica) texto/revista
a
Acumulativo 0,5 1,0 2,0
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N rim ca
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Ex /N ca
Año ECC Pacientes
en
ia
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Es nar
1 23
R ec
1960
i
p
ut
o
2 65
R
1965 3 149 21
4 316 5
1970 1 10
Fig. 2. Comparación de los resul- 7 1.793 p < 0,01 2
10 2.544 1
tados del metaanálisis de ensayos 8
11 2.651 2
clínicos controlados (ECC) y las 1975 15 3.311 7
recomendaciones de los expertos. 17 3.929
22 5.452 8
Tratamientos para el infarto de 23 5.767 p < 0,001 1 12
miocardio. Adaptada de Antman 1980 27 6.125
30 6.346 1 8 4
E, Lau J, Kupelnick B, Mosteller 1985 33 6.571 p < 0,00001 1 7 3
F, Chalmers T. A comparison of 43 21.059
54 22.051 5 2 2 1
results of meta-analyses of ramdo- 65 47.185 15 8 1
mized control trials and recom- 67 47.531
1990 70 48.154 6 1
mendations of clinical experts. A favor del tratamiento A favor del control
Treatments for myocardial infarc-
tion. JAMA 1992; 2: 240.
chie Cochrane, médico y epidemiólogo británico (fa- «Los gestores de la sanidad que deseen alentar a los
llecido en 1988) es el autor del por muchas razones to- médicos a aplicar las prácticas clínicas con un mejor
davía insuperado libro Effectiveness and Efficiency: balance entre coste y beneficio deben afrontar un gran
random reflections on health services37. En una simpli- problema: los mismos médicos –por no mencionar a
ficación extrema el mensaje de Cochrane es el siguien- los técnicos ministeriales– frecuentemente no saben
te: no se puede aumentar la eficiencia sin pasar por la cuáles son, entre tantas, las prácticas más eficaces»39.
eficacia, y podríamos añadir, por la efectividad38. No Aunque, como ya se ha dicho, hace tiempo que unos y
es posible, en otras palabras, pensar en aumentar la otros damos vueltas a esta situación relativamente cla-
eficiencia si quienes deben decidir, evaluar o planificar ra, pocas veces ha sido enunciada con esta claridad: no
las prestaciones sanitarias no están en condiciones de conocemos la eficacia real de una gran parte de las
distinguir aquello eficaz de lo que no lo es. En su li- prácticas e intervenciones que constituyen la actividad
bro, Cochrane explica la anécdota relativa a los posi- de los sistemas sanitarios, y además, sólo ha sido estu-
bles efectos de los sesgos personales en la interpreta- diada la eficacia de una parte de éstas. Asimismo, una
ción de los resultados de la investigación. Por ejemplo, proporción significativa se aplica inadecuadamente,
un médico que analizaba un estudio clínico controlado también a causa de un insuficiente esfuerzo de síntesis
en el que había un número mayor de muertes entre pa- y de difusión de la información40, aparte de por otros
cientes en tratamiento domiciliario respecto de aque- problemas. En los metaanálisis de las figuras 2 y 3, se
llos asistidos en la unidad coronaria, consideraba el presentan las discrepancias observadas en los últimos
ensayo poco ético y solicitaba su interrupción. Sin em- 25 años entre la evidencia existente para recomendar o
bargo, los datos habían sido invertidos: puesto ante los no determinados tratamientos eficaces a los pacientes
verdaderos resultados (de los cuales se obtenía que con infarto de miocardio y las recomendaciones de los
morían más pacientes asistidos en las unidades coro- expertos (los autores de los principales textos de revi-
narias), el médico se retractaba de objetar el ensayo sión sobre el tema) en el mismo período: la figura 2
por falta de ética y de solicitar que fuesen suspendidos permite comprobar el enorme retraso (más de 10 años)
los tratamientos en las unidades coronarias. Este sim- con que aquellos revisores recomendaron la adminis-
ple ejemplo abre un gran interrogante: pensando en tración de trombolíticos con respecto al momento en
cualquiera de las tantas intervenciones ampliamente que la evidencia acerca de su eficacia (expresada me-
difundidas en la práctica clínica y nunca sometidas a diante un metaanálisis acumulado), en relación a un
la evaluación de una rigurosa experimentación contro- placebo, ya era suficientemente clara; en la figura 3,
lada, ¿cuántos están (estamos) dispuestos a aceptar su en cambio, se observa cómo la recomendación de uti-
verificación empírica para determinar si la interven- lizar lidocaína profiláctica en este tipo de pacientes,
ción puede dar resultados peores que la no interven- también en relación a un placebo, ha carecido siempre
ción? de fundamento experimental.
Incluso Science, en un reciente comentario, parafra- En los años ochenta, diversos sectores profesionales
seaba a Cochrane para denunciar la gran paradoja que y científicos comenzaron a ser sensibles a las críticas
debe afrontar cualquier reforma del sistema sanitario: de Cochrane, y desde 1992, con el objetivo de respon-
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Texto/revista
Lidocaína profiláctica Odds ratio (escala logarítmica) recomendaciones
a
Acumulativo 0,5 1,0 2,0
on
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Ex /N ca
Año ECC Pacientes
en
ia
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ar íf
Es nar
R pec
1960
i
ut
o
R
1965 17 4
4 1
1970 2 304 2 7 7 1
5 647 Fig. 3. Comparación de los resul-
6 850 3
2 tados del metaanálisis de los en-
8 1.239 8
9 1.451 2 sayos clínicos controlados (ECC)
1975 11 1.696 1 4
4 2 1 y las recomendaciones de los ex-
12 1.966 1
4 8 1 pertos. Tratamientos del infarto
1980 5 6 2 de miocardio. Adaptada de Ant-
3 5 3 man E, Lau J, Kupelnick B, Mos-
1985 14 8.412 teller F, Chalmers T. A compari-
4 8 1 3
5 9 4 6 son of results of meta-analyses of
15 8.745 p = NS
1 3 2 1 ramdomized control trials and re-
1990
A favor del tratamiento A favor del control
commendations of clinical ex-
perts. Treatments for myocardial
infarction. JAMA 1992; 2: 240.
der de una manera global e integradora a los desafíos de estos objetivos que no es factible alcanzarlos desde
mencionados, se ha desarrollado la Colaboración un solo centro, por muy especializado que sea, y que
Cochrane. La tarea de la Colaboración Cochrane es en cambio es preciso impulsar una colaboración inter-
preparar, actualizar y divulgar revisiones sistemáticas nacional alrededor del objetivo común: trabajar colec-
sobre los efectos de la atención sanitaria, y cuando tivamente para producir síntesis sistemáticas de los co-
este tipo de estudios no están disponibles, revisiones nocimientos disponibles en los diversos sectores de la
de la evidencia más fiable derivada de otras fuentes. medicina, favorecer la colaboración entre investigado-
Aunque la Colaboración Cochrane está todavía en una res clínicos que estudien los mismos problemas en di-
etapa temprana de su desarrollo, su estructura básica y ferentes países, y constituir un punto de referencia
los métodos de trabajo ya han quedado establecidos. para todos aquellos que deben tomar decisiones, tanto
Cada revisor (es decir, cualquier persona que quiera a nivel de gobierno como en el ámbito clínico. El éxito
participar en el análisis crítico de la evidencia existen- y el entusiasmo que esta simple idea ha generado ha
te) es miembro de un Grupo Colaborador de Revisión llevado a un desarrollo muy rápido de la Colabora-
(GCR) que está constituido por individuos que com- ción, pero es muy complejo transformar una iniciativa
parten el interés sobre un tema determinado (p. ej., la como ésta de orden general en una fuerza que sea ope-
enfermedad coronaria o los accidentes cerebrovascu- rativa. Como se ha mencionado, uno de los retos más
lares). Un equipo editorial es el responsable de ensam- importantes que existen para desarrollar una medicina
blar y editar un módulo con las revisiones preparadas basada en la evidencia es lograr que los médicos y
por los revisores para difundirlo entonces a través de otros profesionales sanitarios entiendan hasta qué pun-
la Base de datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas, to necesitan información fiable para tomar sus decisio-
que se puede consultar por diversos medios informáti- nes42. Para ello será preciso identificar los mecanismos
cos y electrónicos, el más importante de los cuales es que se han revelado eficaces para invertir la tendencia
la Cochrane Library41. actual a utilizar vías informales o poco sistemáticas a
Se asume, por tanto, que no es posible una solución la hora de tomar decisiones clínicas. El Grupo de Re-
individual al reto de conocer, criticar y sintetizar las visión Cochrane sobre prácticas efectivas, que analiza
evidencias disponibles sobre la eficacia de una deter- la evidencia resultante de los estudios que comparan
minada práctica clínica. Así, las revisiones ocupan una las distintas estrategias que tienen como objetivo mo-
posición clave en la cadena que tendría que enlazar los dificar las prácticas clínicas, puede aportar informa-
resultados de la investigación en un extremo, con unos ción de gran utilidad.
mejores resultados sanitarios en el otro. Por ello, se
deben establecer unos mecanismos que garanticen de BIBLIOGRAFÍA
manera no episódica que estas revisiones sistemáticas
1. Cabello L, Bonfill X, Pozo F et al. El futuro de la práctica clínica.
sean: a) realizadas; b) actualizadas periódicamente, y Albacete: Ponencia del Seminario 1996 de la Reuni, 1996.
c) divulgadas adecuadamente y dadas a conocer a los 2. Bunge M. La investigación científica. Barcelona: Ed. Ariel, 1989;
potenciales usuarios41. Resulta evidente de la amplitud 684.
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