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Esta es una copia digital de un libro que, durante generaciones, se ha conservado en las estanterías de una biblioteca, hasta que Google ha decidido
escanearlo como parte de un proyecto que pretende que sea posible descubrir en línea libros de todo el mundo.
Ha sobrevivido tantos años como para que los derechos de autor hayan expirado y el libro pase a ser de dominio público. El que un libro sea de
dominio público significa que nunca ha estado protegido por derechos de autor, o bien que el período legal de estos derechos ya ha expirado. Es
posible que una misma obra sea de dominio público en unos países y, sin embargo, no lo sea en otros. Los libros de dominio público son nuestras
puertas hacia el pasado, suponen un patrimonio histórico, cultural y de conocimientos que, a menudo, resulta difícil de descubrir.
Todas las anotaciones, marcas y otras señales en los márgenes que estén presentes en el volumen original aparecerán también en este archivo como
testimonio del largo viaje que el libro ha recorrido desde el editor hasta la biblioteca y, finalmente, hasta usted.
Normas de uso
Google se enorgullece de poder colaborar con distintas bibliotecas para digitalizar los materiales de dominio público a fin de hacerlos accesibles
a todo el mundo. Los libros de dominio público son patrimonio de todos, nosotros somos sus humildes guardianes. No obstante, se trata de un
trabajo caro. Por este motivo, y para poder ofrecer este recurso, hemos tomado medidas para evitar que se produzca un abuso por parte de terceros
con fines comerciales, y hemos incluido restricciones técnicas sobre las solicitudes automatizadas.
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+ Haga un uso exclusivamente no comercial de estos archivos Hemos diseñado la Búsqueda de libros de Google para el uso de particulares;
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cabo una investigación sobre traducción automática, reconocimiento óptico de caracteres u otros campos para los que resulte útil disfrutar
de acceso a una gran cantidad de texto, por favor, envíenos un mensaje. Fomentamos el uso de materiales de dominio público con estos
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y ayudarles a encontrar materiales adicionales en la Búsqueda de libros de Google. Por favor, no la elimine.
+ Manténgase siempre dentro de la legalidad Sea cual sea el uso que haga de estos materiales, recuerde que es responsable de asegurarse de
que todo lo que hace es legal. No dé por sentado que, por el hecho de que una obra se considere de dominio público para los usuarios de
los Estados Unidos, lo será también para los usuarios de otros países. La legislación sobre derechos de autor varía de un país a otro, y no
podemos facilitar información sobre si está permitido un uso específico de algún libro. Por favor, no suponga que la aparición de un libro en
nuestro programa significa que se puede utilizar de igual manera en todo el mundo. La responsabilidad ante la infracción de los derechos de
autor puede ser muy grave.
El objetivo de Google consiste en organizar información procedente de todo el mundo y hacerla accesible y útil de forma universal. El programa de
Búsqueda de libros de Google ayuda a los lectores a descubrir los libros de todo el mundo a la vez que ayuda a autores y editores a llegar a nuevas
audiencias. Podrá realizar búsquedas en el texto completo de este libro en la web, en la página http://books.google.com
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HARVARD
COLLEGE
LIBRARY
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1
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Jaime Mendoza
En las tierras
del Potosí
BARCELONA
SEP 11 1916
LATIN - AMERICAN
PROFESSORSHIP FUND,
Es propiedad
HARVARD
UNIVERSITY
LIBRARY
DEC 4 1468
Á MANERA DE PRÓLOGO
Lector...
-
-El doctor Mendoza , compatriota nues
tro .
ALCIDES UEDAS
1
EN LAS TIERRAS DEL POTOSÍ 17
.
EN LAS TIERRAS .DEL POTOSÍ 45
ší,
son cuevas .
Emilio .
Estaba furioso .
Fueron caminando un gran trecho en si
lencio; luego se detuvo y exclamó:
-Lo de siempre . Si hubiese ido cual
quier rotito á solicitar el contrato, al mo
mento lo obtiene. Pero ¡ tú!... Tú que hablas
bien y que estás elegantemente vestido...
EN LAS TIERRAS DEL POTOSÍ 81
judicado .
Después, mirando con desdén la tarjeta,
continuó :
-Ahora el gerente te pelotea contra el
administrador de Catavi, que es un bestia.
Allí sí no me comprometo á acompañarte.
-Pero, al menos, dime dónde está el
ingenio -- insinuó Martín con humildad .
-¿Piensas ir allí ahora mismo?
-Sí. ¿No estaría bien?
-Pero ¡hombre! son las dos de la tarde:
ite has olvidado de que tenemos que al
morzar?
6
VI
Luego concluyó:
-Bueno, querido, dejemos esto. Yo he
querido ayudarte como un amigo de la ni
ñez. Conste. Tú no piensas como yo. ¡Qué
le haremos! Tengo la seguridad de que, an
dando el tiempo, y con la experiencia que
se adquiere en estos lugares, pensarás des
pués de otra manera y me darás razón.
-Tengo fe en tu amistad . Estoy persua
dido de lo bueno que eres conmigo. Pero...
-Pero ... ---concluyó Emilio riendo - va
mos á tomar una copa?
VIII
URS
IX
dedicado .
Naturalmente, Emilio, como hombre au
daz y despreocupado, no anduvó con tapu .
jos, y procuró que su industria le diese ga
nancias suficientes á llenar sus necesidades
de hombre derrochador á lo sumo, como lo
era . Por otra parte, exento de ciertos escrú
pulos, él no se limitaba á recibir, á la ma
EN LAS TIERRAS DEL POTOSÍ 1 27
-¡Hola!
-E dice que se suspenden los contratos .
-Bueno; pero ya es tarde. La mina está
destrozada .
-Ma, dice que en Santiago los directore
son peleado, é no son contentos de la pro
ducción; ma, quieren molto más, é que van
á hacer novos trabajos.
-Seguro. Los chilenos son valientes y
fecundos en iniciativas. No faltará quien
desde Santiago, en vista de cualquier pla
no, indique la conveniencia de abrir, por
ejemplo, un socavón, desde Catavi á las mi
nas, para facilitar la explotación .
El viejo hizo ji... ji... ji.
Emilio siguió :
-La verdad: en Chile hay gentes fantás.
ticas que todo lo facilitan. No sospechan lo
17.4 JAIME MENDOZA
1
1
Tales escenas se repetían en Llallagua to.
das las quincenas, Los obreros, después del
EN LAS TJERRAS DEL POTOSÍ 189
( 1 ) Planta .
190 JAIME MENDOZA
1
1
EN LAS TIERRAS DEL POTOSÍ 203
XVIII
* *
-Justamente.
El médico y otros se rieron .
-Señor Rivera, á seguir la tesis de us
ted, vendríamos á parar a la conclusión
de que la tierra no es sino lo que dice
lord Byron : « una gran caverna de ladro.
nes » ,
Se levantaron de la mesa .
El contador continuó aún vociferando
contra los obreros ladrones, y detuvo al mé
dico, que quería irse.
-La verdad es, doctor, que sus compa
triotas son demasiado exigentes. Nosotros
traemos aquí los capitales, la civilización .
Queremos implantar grandes industrias... y
no se reconoce. ¿No es esto ser salvajes?
El doctor, sin abandonar su calma , con
testó :
-¡Doctor !
r -¡La verdad , señor Rivera ! Ustedes no
traen aquí la felicidad, aunque traigan la ci
vilización . Felicidad y civilización no son si
nónimos. La situación del obrero boliviano
sigue y seguirá siendo pésima . Lo.que, por
otra parte, no es tan admirable si se tiene
en cuenta que este es un país de salvajes. Lo
admirable es que en el país de usted, que se
da de más civilizado... pero no digo su país ,
más lejos aún , los mismos países que mar
chan a la cabeza de la civilización mundial ,
como Inglaterra ó Norte América, son tam .
bién aquellos en que el obrero está en peor
situación. ¿No es cierto?
Y el médico se despidió del contador, y
se fué, acompañado de Martín, que le había 1
estado oyendo no poco sorprendido.
XXIII
!!
XXVI
.
portes báquicos? ¿O era aquello, simple 1
r ?
::
XXVII
XXIX
-¡Qué he de estar!
--¿Sigues ganando cien pesos?
-Sí; pero ofrecen mejorarme.
-Fiate de promesas . Yo, en tu lugar, no
me dejaría exprimir así. Eres muy mie
doso .
—Pero ¿qué puedo hacer? Yo querría ga
nar mucho más, pero no veo la manera .
Emilio se detuvo é hizo que Martín se
detuviese; luego miró á su alrededor, y sua
vizando la voz, dijo:
-Bueno, pues, está en tu voluntad ga
narte la plata. Con un poco más de despre
ocupación ...
330 JAIME MENDOZA
bromas !
Mientras tanto, en sus adentros, quizá en
cambio á las palabras mudas que retozaban
en el cerebro de Martín , Emilio decía estas
otras: « ¡ Cobarde ! tú también , como los
otros, no sirves para nada . »
Llegaron al panteón . El cortejo paró
ante la fosa de la que se había extraído un
gran montón de tierra húmeda . Algunos
332 JAIME MENDOZA
XXXIV
- Yo?
-Amigo mío, no extrañe usted estas co
-
-.8 .
1
1
1
OCT
的
8
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A fine is incurred by retaining it
beyond the specified time.
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JUL 1 5 1970 1L
3081544
CAR
Aut 1979
OCT 2 1 1076 ILL
54 .
SAL 4871.1.3
En las tierras del Potosi /
Widener Library 006019393