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Resumen segundo libro de la

Eneida

ALUMNO: Cristóbal Hameau

ASIGNATURA: Lenguaje

PROFESOR: Gonzalo Mejía

Eneas, ya habiendo llegado a Cartago y


conversando con Dido, reina del lugar, se
dispone a contarle su trágica historia.
Todo comenzó cuando, al acabar los funerales de
Héctor, los troyanos notaron que ya no estaban
los bajeles griegos, sino que solo había un gran
caballo de madera con un griego atado a él.

Los troyanos encolerizados pedían a gritos su


muerte, pero al oír sus suplicas se apiadaron de
él y le pidieron que contara lo ocurrido, a cambio
de su liberación.

El humilde y maltratado griego llamado Sinón,


escuchando las plegarias de los troyanos
comenzó a relatar lo falsamente ocurrido,
diciendo que esto se debe a un sacrificio
impuesto por los dioses por haber violado el
sagrado alcázar de Palas, pero no solo esto
tuvieron que hacer los griegos para lograr su
huida, sino que también debían hacer un
sacrificio para tener el viento a su favor, para
saber que sacrificio necesitaban hacer,
consultaron al oráculo de Febo, y este dijo así:

“Con sangre ¡oh Griegos! E inmolando a una


virgen aplacasteis los vientos cuando por primera
vez vinisteis a las playas de Ilión; ¡Con sangre
habéis obtener el regreso y sacrificando a un
griego”.

Los troyanos convencidos de la veracidad de la


historia pusieron aquel monstruo en el sagrado
alcázar, sin saber que eso significaría su
perdición.

Al caer la noche Sinón, que ya estaba liberado,


abre el vientre de la bestia dejando salir a los
soldados helenos, quienes a su vez abren
silenciosamente las puertas de la ciudad a las
demás huestes que los esperan para dar el
golpe.
Mientras esto ocurría, el espíritu de Héctor se
apareció a Eneas y le dijo que escapara de
Troya y del inevitable destino de la ciudad.

Eneas ya podía ver el fuego y escuchar la


desgracia de los troyanos, lo que advertía que la
invasión ya había comenzado.

Eneas fuera de sí empuña sus armas y se lanza


con sus compañeros a defender la ciudad, y
anhelando una muerte honrosa.

El hijo de Anquises y sus compañeros dan


muerte a muchos danaos que se interponían en
su camino, luego de unas duras batallas en las
que sucumbieron algunos de sus amigos, Eneas
se dirige al palacio de Príamo.

Ya en el palacio el troyano pudo ver a Pirro


empapado de la sangre de los troyanos y yendo
en dirección a la habitación de Príamo.
El rey troyano, convencido de no blandir la
espada por Hécuba, se refugia con ellas.
Neptolemo, ya en frente de Príamo mata al hijo
del rey troyano Polites en su presencia. Luego de
esto Pirro se dirige hacia Príamo y separa su
cabeza de sus hombros. Y así termino la vida del
rey de Troya.

En ese instante Eneas viendo a Helena, la iba a


atacar hasta que en ese mismo instante se le
aparece su madre venus y le dice que no se
preocupe de Troya ni de helena, sino que de su
familia. Eneas como un rayo y protegido por su
madre llego a su casa y se dispuso a llevar a su
padre Anquises, ya desgastado por los años, a la
montaña vecina. Anquises que no quería dejar
Troya pidió al omnipotente Zeus que le diera una
señal y en ese mismo instante un rayo retumbo
en frente de ellos y una estrella moviéndose les
mostro el camino hacia el monte ida.

Anquises ya convencido se dispone para huir con


su familia, Eneas llevaba a Anquises y de la
mano llevaba a lulo, su hijo, y algunos pasos
atrás los seguía su esposa Creusa. Cuando ya
estaban llegando al templo de Ceres Eneas
horrorizado se da cuenta que Creusa, su esposa,
ya no estaba. El hijo de Anquises dejo a su
familia escondida en el valle y corrió a la ciudad a
buscar a Creusa. Luego de una exhaustiva
búsqueda el espíritu de Creusa se le aparece a
Eneas y le explica que fue voluntad de los dioses
que él continuara solo, Eneas envuelto en
lágrimas volvió con su familia en el valle y para la
mañana ya habían llegado al monte ida, desde
donde veían a Troya dominada por los griegos.

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