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Ley 41 de 1998.
Ley General de Ambiente Se dará prioridad a la conservación de los ecosistemas marinos con
niveles altos de diversidad biológica y productividad, tales como lo son los manglares (artículo 95).
Ley 44 de 2006. Norma que crea la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP)
Todo proyecto que pueda afectar al medio ambiente y/o a la población, tiene la obligación de
presentar un estudio de impacto ambiental (EIA) ante la Autoridad Nacional de Ambiente (ANAM).
El proyecto no podrá iniciar hasta que este estudio sea aprobado por la ANAM. En estos estudios
se identifican todos los lugares que serán impactados y cómo. Luego se indica qué se va a hacer
para: evitar, prevenir, eliminar, Mejores prácticas: ¿cómo proteger los manglares? mitigar, o
compensar estos impactos, así en ese orden. Es importante mantener siempre esta jerarquía al
tratar con los impactos; por ejemplo, evitar un impacto siempre será mejor que tener que
compensarlo14
14 Los estudios de impacto ambiental (EIA) de los proyectos de desarrollo deben incluir cálculos
financieros reales de los impactos sobre el manglar y planes para compensar este valor perdido
para la sociedad (ver sección: ¿Cuánto es el valor de los manglares de Panamá?, en el capítulo 2 de
esta guía). La siembra de manglares en otros sitios, como forma de compensación, no debe
despreciarse, pero genera un valor mucho más bajo que el que prestaba el manglar original, ya
que toma muchos años de regeneración recuperar la misma cantidad, calidad y diversidad de
servicios ambientales. Además, el daño hecho a una hectárea de manglar afecta a las áreas que
dependen de ellos en ese sitio: estuarios, arrecifes, tierras inundables y fangales cercanos,
generándose un impacto en cadena mucho más significativo.
https://www.sinia.gob.pa/index.php/que-es-el-sinia