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E.E.S.O.P.

I N 8084
“MARIANO MORENO”

“La violencia intrafamiliar”

Materias: Construcción de Ciudadanía y Derechos,


Seminario de Investigación.
Profesores: Fernanda Deni, María Belén Lucrani.
Curso: 5to de Ciencias Sociales y Humanidades.
Alumnos: Ailén Diaz, Rocío Roldán, Ailén Olivera,
Brian Gomez, Lourdes Oyola, Daiana Beltrán.

Fecha de Entrega: Noviembre, 2022.


Tema
La violencia intrafamiliar en las familias de los adolescentes de Cañada Rosquín.

Planteo del problema


¿Qué es la violencia intrafamiliar?

¿Cómo se manifiesta la violencia intrafamiliar?

¿Es sólo físico, mental o emocional?

¿Quiénes son los más afectados en la violencia intrafamiliar?

¿Cómo prevenir la violencia intrafamiliar?

¿Las familias pueden evitar la aparición de la violencia intrafamiliar?

¿Es una situación de género?

¿Cuáles son las causas y efectos?

Marco Teórico
Las personas tenemos valores y conciencia y, al mismo tiempo, somos racionales. Cada
uno de nosotros tiene que ser reconocido como ser humano por los demás y debe
reconocer a los demás como personas. Nadie puede otorgarle o retirarle a otro ser
humano la condición de persona. Este reconocimiento está en la base de una
convivencia y en el respeto por todos y cada uno de los integrantes de la humanidad.
Nuestras acciones están muy ligadas a nuestros valores y a nuestros sentimientos. Lo
que hace que se nos respete, que tengamos valor por nosotros mismos y por el solo
hecho de existir. Este valor de las personas es la dignidad.

La dignidad hace referencia al valor inherente del ser humano por el simple hecho de
serlo, en cuanto ser racional, dotado de libertad. No se trata de una cualidad otorgada
por alguien, sino consustancial al ser humano. No depende de ningún tipo de
condicionamiento ni de diferencias étnicas, de sexo, de condición social o cualquier
otro tipo.

Para que la dignidad de todos los seres humanos sea respetada, hace falta tener
presente dos valores fundamentales: el respeto y la solidaridad.

 Respeto por el otro: Tratar con cuidado, con cortesía, con dedicación a todo
ser humano, reconociendo que es una persona, por encima de cualquier otra
condición.
 Solidaridad: Sentirnos parte de la sociedad, tener una actitud de participación y
apoyo frente a los problemas de los demás.

No nacemos teniendo esos valores, los aprendemos a medida que reflexionamos y los
ponemos en práctica.

La vida de cada ser humano se relaciona con la vida de los demás. Muchas veces, estas
relaciones las establecemos por placer, otras veces establecemos relaciones por
necesidad; nos agrupamos para poder sobrevivir y hacer frente a los problemas que
requieren soluciones compartidas. Lo que necesitamos para vivir o para nuestro
desarrollo personal depende del trabajo, el conocimiento y la dedicación de otras
personas que componen la sociedad. La vida es mejor en sociedad. No solo porque nos
permite incrementar nuestras posibilidades de supervivencia biológica, sino porque, al
mismo tiempo, nos da mayores herramientas para nuestro desarrollo personal.

El ser humano es un ser social. Las razones pueden organizarse en tres grupos:

 Psicosociales: Las personas necesitamos de los demás para subsistir, para


crecer y desarrollarnos. Lo que nos define como personas es lo que recibimos y
compartimos con los demás.
 Biológicas: Los seres humanos, al nacer somos indefensos y necesitamos del
cuidado y la protección de los mayores durante un tiempo bastante
prolongado.
 Históricas: Desde sus orígenes, los seres humanos han formado grupos,
comunidades y sociedades. En la actualidad vivimos en sociedades numerosas y
complejas, que utilizan técnicas industriales para la producción de alimentos y
se organizan, a través de sistemas políticos.

Todas las personas tienen el derecho a la vida, a la libertad y a la igualdad. La


dimensión biológica según los derechos humanos protegen los derechos a la vida, a la
salud y a la integridad física. La dimensión psicológica se vincula con la capacidad
racional. En su dimensión social, los seres humanos gozan del derecho a la igualdad
con sus semejantes y ante la ley.

La justificación del disfrute o ejercicio de los distintos derechos por cada uno de los
sujetos que los poseen puede basarse en muy distintas circunstancias: la herencia, la
vecindad, la conquista, el trabajo, u otras. Las primeras declaraciones de derechos se
escribieron en el marco de las revoluciones burguesas de los siglos XVII y XVIII.

Los derechos humanos son innatos porque no son otorgados por el Estado; son
universales, válidos para toda la humanidad sin ningún tipo de discriminación; son
inmutables, cambia el alcance y el reconocimiento que los Estados hacen de ellos; son
inalienables, no pueden transmitirse o enajenarse-, son irrenunciables, ya que nadie
puede renunciar a sus derechos ni permitir que sean respetados-, son inviolables, no
pueden ser vulnerados o afectados; son indivisibles, porque si uno de ellos es violado,
los demás también pueden resultar lesionados; son obligatorios, deben ser respetados
por los Estados y por las personas.

Clasificación:
Los derechos civiles son los esenciales de la persona, como la vida, la libertad, la
igualdad y la propiedad, entre otros. Son derechos individuales porque son
reconocidos a cada habitante de un Estado.

Los derechos políticos son los relacionados con la libertad política, ya que permiten
elegir a sus gobernantes, postularse y ejercer cargos públicos. Son individuales pero
reconocidos a cada ciudadano.

Los derechos económicos, sociales y culturales son reconocidos a los individuos como
integrantes de un grupo social específico.

Los derechos de solidaridad se vinculan con la ecología, la paz, el desarrollo y la libre


determinación de los pueblos. Son derechos colectivos.

Violencia.
El interés psicológico temprano sobre la familia se basó en los efectos de ésta sobre los
niños. Este interés estuvo presente durante muchos años en diferentes psicólogos, los
cuales hacían hincapié en la importancia de las actitudes y las conductas de los niños.
Etimológicamente, el término familia viene de los romanos como denominación de
consorcio familiar, reunión de fámulos; es decir de hijos, siervos y esclavos. Con la
llegada del cristianismo esa concepción se usó para designar como “familia:
servidumbre de un cardenal”. Después se abandonó definitivamente y las
características patriarcales no se referían a la opresión.

Hoy en día con los cambios radicales en el patrón de vida familiar, desde comienzos de
siglo, el interés en la familia se ha visto aumentado porque se quiere saber cómo
influyen estos cambios en su desarrollo.

Dentro de los muchos cambios que han tenido lugar en este siglo, los que han influido
de manera más importante, son:

 Los lazos con la familia (parientes) son menores.


 Los niños pasan mucho tiempo fuera de casa.
 La diversión principal de las familias es la televisión.
 Muchas madres trabajan fuera de casa.
 Divorcios, separaciones y segundas nupcias van en aumento.
 Existe mayor interacción con extraños que con la propia familia.
Todos estos cambios dan como resultado, que la comunicación, las actividades
positivas familiares y la comunión que proporciona facilidad y accesibilidad para que se
conozcan más los familiares (sentimientos, emociones, problemas, satisfacciones, etc.)
vayan en decremento haciendo que los miembros de muchas familias sean perfectos
desconocidos entre sí, lo cual limita la ayuda, comprensión, cooperación y el
sentimiento de compromiso de unos con otros.

Es importante tomar en cuenta que el término familia tiene múltiples sentidos y


definiciones, pero esto no implica cambio alguno en lo que una familia en realidad es,
ni tampoco alterará lo que sienten los integrantes de ésta con respecto a la propia.

“Familia se gesta en torno a una pareja y sus hijos, grupo social formado por los
miembros emparentados entre sí por sangre, adopción o matrimonio”.

Analizando diferentes definiciones de lo que para algunas culturas es la familia, vamos


a encontrar que son muy frías y muy concretas, así mismo, sería difícil decir que las
familias no son generadoras de una cantidad innumerable de sentimientos y
emociones, o bien pueden llegar a ser un excelente lugar de aprendizaje para aquellos
que vienen del exterior de ésta y sin saber si son buenos o malos, se los apropian y los
usan, lo cual es de suma importancia pues nos basaremos en uno de ellos que es La
Violencia.

La clasificación de la OMS, divide la violencia en tres categorías generales, según las


características de los que cometen el acto de violencia: – la violencia autoinfligida
(comportamiento suicida y autolesiones), – la violencia interpersonal (violencia
familiar, que incluye menores, pareja y ancianos; así como violencia entre personas sin
parentesco), – la violencia colectiva (social, política y económica).

Se puede manifestar a través de comportamientos que involucran:

 La fuerza física, para lastimar, dañar o matar a alguien.


 Las acciones verbales y gestuales, para rebajar o descalificar la idea o postura
de alguien.
 La inacción y el silencio, para despreciar a alguien.

¿Qué es la violencia intrafamiliar?


La violencia familiar, incluye a todas las formas de abuso en las relaciones entre los
miembros de una familia. Se refieren a las distintas formas de relación abusiva que
caracterizan de modo permanente o cíclico al vínculo familiar.

Las relaciones de abuso son aquellos vínculos caracterizados por el ejercicio de la


violencia de una persona hacia otra. Enfatizan que cualquier miembro de la familia,
independientemente de su raza, sexo y edad, puede ser agente o víctima de las
relaciones abusivas.
Según la concepción de los autores, en la familia tienen la misma probabilidad todos
los miembros de ser tanto víctimas como victimarios, por el énfasis en el desarrollo de
las dinámicas familiares.

Es decir, la VIF es considerada todo acto u omisión intencional, que tiene lugar en el
ámbito de las relaciones interpersonales en la familia y es capaz de producir un daño
físico, psicológico o patrimonial a su (s) propio (s) ejecutor (es), o a otro (s) miembro(s)
del grupo, causando irrespeto a los derechos individuales.

La violencia intrafamiliar no solamente es el maltrato hacia la mujer: es el tipo de


abuso que pasa dentro del hogar, es decir, se conceptualiza por el lugar donde sucede
y no por la razón de la violencia, por quién es la víctima o quién es el agresor.

Por lo tanto, el agresor también puede ser un padre, una madre, un abuelo, una
abuela, un hijo o una hija; asimismo, la víctima puede ser cualquiera de estos
miembros.

Con el confinamiento, esto puede convertirse en una bomba de tiempo para las
familias, sobre todo y especialmente para aquellas que antes del confinamiento tenían
problemas tanto de maltrato psicológico como físico.

Para los expertos, el confinamiento nos hace pasar de tener un rol en casa a un multi
rol, es decir, ahora en casa los padres son maestros, cuidadores, compañeros de
actividades, policías, psicólogos, y todo esto a la vez hace que incluso las parejas que
pueden estar más sensibilizadas con el tema se vean también enfrentadas a estos
supuestos machistas interiorizados en la convivencia del día a día. Pero ¿por qué las
mujeres son las personas más afectadas por la violencia?

Hemos creado un sistema que legitima este tipo de violencia social y hasta económico,
partiendo de la idea de dominación del hombre hacia la mujer y la desvalorización de
esta en la sociedad. Es por eso que las crisis magnifican la desigualdad, convirtiendo a
las mujeres en las más afectadas, pues además están en primera línea como soporte
fundamental de sostenimiento de la vida; es decir, en situaciones como las que
estamos viviendo, la mayoría desarrollan actividades relacionadas con la salud, la
limpieza o trabajan de cajeras; adicionalmente, en la mayoría de los casos, el peso de
los cuidados, del trabajo no remunerado invisible y las tareas domésticas recaen sobre
las mujeres.

En este contexto, los expertos afirman que los motivos por los que las mujeres no
están denunciando son tres: el primero es el desconocimiento ante dicha violencia, es
decir, está justificada o normalizada por su entorno y por ellas mismas, y muchas veces
no son conscientes de que viven una situación de violencia.

Por otro lado, desconocen los derechos que tienen y los recursos que la ley dispone
para ellas, dónde acudir, mecanismos de activación y proceso a seguir para denunciar.
Para finalizar, el tercer motivo por el que no denuncian es porque precisamente
conocen estos recursos y mecanismos para denunciar y, sin embargo, saben que hay
un peligro, y es lo que los expertos llaman «victimización secundaria o
revictimización».

Si hablamos de derechos se puede considerar tres grandes grupos principalmente


vulnerados por la violencia intrafamiliar:

 Violaciones al derecho de la integridad personal : la violencia física , psíquica,


sexual, y económica, que acontece en las relaciones de pareja, en la familia, y
en las diferentes relaciones sociales, ya que en la mayoría de los casos terminan
en homicidio, suicidio, o feminicidio. Otro tipo de violencia que padece en lo
social incluidas las violaciones, los abusos sexuales, el hostigamiento e
intimidación sexuales en el trabajo, en instituciones educativas, en la
administración de justicia y en otros ámbitos. La prostitución forzada y el
tráfico y la esclavitud de personas; las desapariciones forzadas y el asesinato de
mujeres, realizados por vínculos afectivos, sociales o políticos.
 Violaciones al derecho a la libertad: Violaciones a la libertad del desarrollo de
la personalidad, ya que mujeres y hombres nos formamos en culturas
patriarcales que en esencia genera la desigualdad entre hombres y mujeres, se
determinan las relaciones sociales con reglas de conducta, discursos de
legitimación, prácticas de poder, costumbres y hábitos permanentes de
comportamiento, de subordinación y discriminación. Como consecuencia los
afectados son limitados en su desarrollo en todos los ámbitos, entre ellas,
violación de la libertad de expresión, conciencia, religión, reunión, asociación y
movilización, pues se espera que la mujer subordine su pensamiento y sus
acciones a los hombres. Igualmente en muchos países se ejerce control de la
sexualidad y del cuerpo de la mujer, las mujeres no pueden decidir sobre el
número de hijos, ni el momento en que desea tenerlos o no.
 Los derechos económicos, sociales y culturales tienen efectos
desproporcionadamente grandes en cuanto a la pobreza y a la marginalización
cultural, social y política sobre los efectos. La constante desigual en el ámbito
de los derechos económicos, sociales y culturales contribuye a perpetuar la
subordinación de las mujeres y niños, haciéndolos más vulnerables a la
violencia, la explotación y otras formas de abuso. También sufren desventajas
debido a otras formas de pobreza en áreas tales como la falta de
alfabetización, educación, oportunidades de empleo, movilidad social y
representación política.
La violencia familiar, incluye a todas las formas de abuso en las relaciones entre
los miembros de una familia. Se refieren a las distintas formas de relación
abusiva que caracterizan de modo permanente o cíclico al vínculo familiar.
¿Cómo prevenir la violencia?
Los hijos que presencian la violencia matrimonial presentan mayor riesgo de sufrir una
amplia gama de problemas emocionales y de conducta, entre ellos ansiedad,
depresión, mal rendimiento escolar, poca autoestima, desobediencia, pesadillas y
quejas sobre la salud física.

Las intervenciones de salud pública se clasifican tradicionalmente en tres niveles de


prevención:

• Prevención primaria: intervenciones dirigidas a prevenir la violencia antes de que


ocurra.

• Prevención secundaria: medidas centradas en las respuestas más inmediatas a la


violencia, como la atención prehospitalaria, los servicios de urgencia o el tratamiento
de las enfermedades de transmisión sexual después de una violación.

• Prevención terciaria: intervenciones centradas en la atención a largo plazo con


posterioridad a los actos violentos, como la rehabilitación y reintegración, e intentos
por reducir los traumas o la discapacidad de larga duración asociada con la violencia.

En la argentina existe la Ley N.º 24.417 sancionada el 7 de diciembre de 1994 y


promulgada el 28 de diciembre de 1994.

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc.,


sancionan con fuerza de Ley:

ARTICULO 1º — Toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por
parte de alguno de los integrantes del grupo familiar podrá denunciar estos hechos en
forma verbal o escrita ante el juez con competencia en asuntos de familia y solicitar
medidas cautelares conexas. A los efectos de esta ley se entiende por grupo familiar el
originado en el matrimonio o en las uniones de hecho.

ARTICULO 2º — Cuando los damnifica dos fuesen menores o incapaces, ancianos o


discapacitados, los hechos deberán ser denunciados por sus representantes legales y/o
el ministerio público. También estarán obligados a efectuar la denuncia los servicios
asistenciales sociales o educativos, públicos o privados, los profesionales de la salud y
todo funcionario público en razón de su labor. El menor o incapaz puede directamente
poner en conocimiento de los hechos al ministerio público.

ARTICULO 3º — El juez requerirá un diagnóstico de interacción familiar efectuado por


peritos de diversas disciplinas para determinar los daños físicos y psíquicos sufridos
por la víctima, la situación de peligro y el medio social y ambiental de la familia. Las
partes podrán solicitar otros informes técnicos.
ARTICULO 4º — El juez podrá adoptar, al tomar conocimiento de los hechos motivo de
la denuncia, las siguientes medidas cautelares:

a) Ordenar la exclusión del autor, de la vivienda donde habita el grupo familiar;

b) Prohibir el acceso del autor, al domicilio del damnificado como a los lugares de
trabajo o estudio;

c) Ordenar el reintegro al domicilio a petición de quien ha debido salir del mismo por
razones de seguridad personal, excluyendo al autor;

d) Decretar provisoriamente alimentos, tenencia y derecho de comunicación con los


hijos.

El juez establecerá la duración de las medidas dispuestas de acuerdo a los


antecedentes de la causa.

ARTICULO 5º — El juez, dentro de las 48 horas de adoptadas las medidas precautorias,


convocará a las partes y al ministerio público a una audiencia de mediación instando a
las mismas y su grupo familiar a asistir a programas educativos o terapéuticos,
teniendo en cuenta el informe del artículo 3.

ARTICULO 6º — La reglamentación de esta ley preverá las medidas conducentes a fin


de brindar al imputado y su grupo familiar asistencia médica psicológica gratuita.

ARTICULO 7º — De las denuncias que se presente se dará participación al Consejo


Nacional del Menor y la Familia a fin de atender la coordinación de los servicios
públicos y privados que eviten y, en su caso, superen las causas del maltrato, abusos y
todo tipo de violencia dentro de la familia.

Para el mismo efecto podrán ser convocados por el juez los organismos públicos y
entidades no gubernamentales dedicadas a la prevención de la violencia y asistencia
de las víctimas.

ARTICULO 8º — Incorpórese como segundo párrafo al artículo 310 del Código Procesal
Penal de la Nación (Ley 23.984) el siguiente:

En los procesos por alguno de los delitos previstos en el libro segundo, títulos I, II, III, V
y VI, y título V capítulo I del Código Penal cometidos dentro de un grupo familiar
conviviente, aunque estuviese constituido por uniones de hecho, y las circunstancias
del caso hicieren presumir fundadamente que puede repetirse, el juez podrá disponer
como medida cautelar la exclusión del hogar del procesado. Si el procesado tuviese
deberes de asistencia familiar y la exclusión hiciere peligrar la subsistencia de los
alimentados, se dará intervención al asesor de menores para que se promuevan las
acciones que correspondan.

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