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Los derechos humanos 3ro

¿QUÉ SON LOS DERECHOS HUMANOS?

Son el conjunto de derechos y libertades fundamentales para el disfrute de la vida humana en


condiciones de plena dignidad, y se definen como intrínsecos a toda persona por el mero
hecho de pertenecer al género humano.

Estos derechos, establecidos en la Constitución y en las leyes, deben ser reconocidos y


garantizados por el Estado.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Son universales, por ser derechos inalienables de todos los seres humanos.

(Universales, porque son aplicables a todas las personas sin distinción alguna. No importa la
raza, el color, el sexo, el origen étnico o social, la religión, el idioma, la nacionalidad, la edad, la
orientación sexual, la discapacidad o cualquier otra característica distintiva pues estos
derechos son de y para todas y todos. Inalienables, porque a nadie pueden cancelársele o
destituírsele y, al mismo tiempo, nadie puede renunciar a ellos, puesto que son inherentes a
las personas)

Se centran en el valor igual de todos los seres humanos.

Son indivisibles e interdependientes.

(Indivisibles e interdependientes. Es decir, los derechos humanos están relacionados entre sí


de tal forma que para ejercer plenamente determinado derecho será necesaria la intervención
de otro u otros. Por ejemplo, para ejercer el derecho a la educación es necesario acceder
también al derecho a la salud y al derecho a la alimentación. En este mismo sentido, la
violación de uno de ellos puede afectar directa o indirectamente el ejercicio de otro u otros)

No pueden ser suspendidos o retirados.

Imponen obligaciones, particularmente a los Estados y los agentes de los Estados.

Han sido reconocidos por la comunidad internacional.

Están protegidos por la Constitución y las leyes.

Protegen a las personas y a los grupos.

PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Los derechos humanos han sido clasificados de diversas maneras, de acuerdo con su
naturaleza, origen, contenido y por la materia que refiere.
La denominada “Tres Generaciones” es de carácter histórico y considera cronológicamente su
aparición o reconocimiento por parte del orden jurídico normativo de cada país.

PRIMERA GENERACIÓN.

Se refiere a los derechos civiles y políticos. Fueron los primeros que exigió y formuló el pueblo
en la Asamblea Nacional durante la Revolución francesa. Este primer grupo lo constituyen los
reclamos que motivaron los principales movimientos revolucionarios en diversas partes del
mundo a finales del siglo XVIII.

Como resultado de esas luchas, esas exigencias fueron consagradas como auténticos derechos
y difundidos internacionalmente, entre los cuales figuran:

Toda persona tiene derechos y libertades fundamentales sin distinción de raza, color, idioma,
posición social o económica.

Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad jurídica.

Los hombres y las mujeres poseen iguales derechos.

Nadie estará sometido a esclavitud o servidumbre.

Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, ni se le


podrá ocasionar daño físico, psíquico o moral.

Nadie puede ser molestado arbitrariamente en su vida privada, familiar, domicilio o


correspondencia, ni sufrir ataques a su honra o reputación.

Toda persona tiene derecho a circular libremente y a elegir su residencia.

Toda persona tiene derecho a una nacionalidad.

En caso de persecución política, toda persona tiene derecho a buscar asilo y a disfrutar de él,
en cualquier país.

Toda persona tiene derecho a casarse y a decidir el número de hijos que desea.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de pensamiento y de religión.

Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión de ideas.

Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacífica.

SEGUNDA GENERACIÓN.
La constituyen los derechos económicos, sociales y culturales, debido a los cuales, el Estado de
Derecho pasa a una etapa superior, es decir, a un Estado Social de Derecho.

De ahí, el surgimiento del constitucionalismo social que enfrenta la exigencia de que los
derechos sociales y económicos, descritos en las normas constitucionales, sean realmente
accesibles y disfrutables. Se demanda un Estado de Bienestar que implemente acciones,
programas y estrategias, a fin de lograr que las personas los gocen de manera efectiva, y son:

Toda persona tiene derecho a la seguridad social y a obtener la satisfacción de los derechos
económicos, sociales y culturales.

Toda persona tiene derecho al trabajo en condiciones equitativas y satisfactorias.

Toda persona tiene derecho a formar sindicatos para la defensa de sus intereses.

Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure a ella y a su familia la
salud, alimentación, vestido, vivienda, asistencia médica y los servicios sociales necesarios.

Toda persona tiene derecho a la salud física y mental.

Durante la maternidad y la infancia toda persona tiene derecho a cuidados y asistencia


especiales.

Toda persona tiene derecho a la educación en sus diversas modalidades.

La educación primaria y secundaria es obligatoria y gratuita.

TERCERA GENERACIÓN.

Este grupo fue promovido a partir de la década de los setenta para incentivar el progreso social
y elevar el nivel de vida de todos los pueblos, en un marco de respeto y colaboración mutua
entre las distintas naciones de la comunidad internacional. Entre otros, destacan los
relacionados con:

La autodeterminación.

La independencia económica y política.

La identidad nacional y cultural.

La paz.

La coexistencia pacífica.

El entendimiento y confianza.
La cooperación internacional y regional.

La justicia internacional.

El uso de los avances de las ciencias y la tecnología.

La solución de los problemas alimenticios, demográficos, educativos y ecológicos.

El medio ambiente.

El patrimonio común de la humanidad.

El desarrollo que permita una vida digna.

¿HAY ALGUNA JERARQUÍA ENTRE LOS DERECHOS HUMANOS?

No.Todos los derechos humanos tienen la misma importancia.

La Declaración Universal de Derechos Humanos, deja claro que todos los derechos humanos,
ya sean económicos, políticos, civiles, culturales o sociales, tienen igual validez e importancia.

¿LAS PERSONAS TIENEN OBLIGACIONES EN MATERIA DE DERECHOS HUMANOS ADEMÁS DE


LOS ESTADOS?

SÍ.También las personas pueden ser sujetas de obligaciones en materia de derechos humanos,
las organizaciones internacionales y otros agentes no pertenecientes al Estado.

Las personas en lo individual, tienen responsabilidades generales para con la comunidad y


deben respetar los derechos humanos de los demás.

El valor de la familia 2do


La familia es el núcleo de la sociedad, porque de ella nacen los más importantes valores que
nos definen hasta la adultez. Pero descubrir la raíz para forjar dichos valores, es una meta
alcanzable y necesaria para lograr un modo de vida más humano, que posteriormente se
transmitirá a la sociedad entera.

El valor de la familia va más allá de los encuentros habituales, los momentos de alegría y la
solución de problemas que quizás cotidianamente se enfrentan. Este valor nace y se desarrolla
cuando cada uno de los miembros asume con responsabilidad y compromiso el papel que
desempeñan en la familia.

El bienestar, el desarrollo y la felicidad son claves importantes que dan valor al vínculo familiar.
Si papá no llega a casa y no charla con sus hijos, mamá no pone atención a los demás, ¿cómo
se puede pretender que los hijos entiendan que deben ayudar, conversar y compartir con los
demás?
Esto es importante decirlo, “se educa con el ejemplo”, y es ahí donde entendemos que, como
miembros de una familia, estamos íntimamente ligados a los comportamientos de cada
integrante. Tanto papá y mamá, hasta el más pequeño de nuestros hermanos, debemos
entender y aprender a vivir en armonía.

Otra idea fundamental es que en casa todos somos importantes, no existen logros pequeños,
nadie es mejor o superior. Se valora el esfuerzo y dedicación puestos en el estudio, en la ayuda
en casa y en el trabajo más que la perfección de los resultados obtenidos.

Se tiene el empeño por servir a quien haga falta, para que aprenda y mejore; participamos de
las alegrías y apoyamos en los fracasos, del mismo modo como lo haríamos con un amigo.

Saberse apreciado, respetado y comprendido, favorece a la autoestima, mejora la convivencia


y fomenta el espíritu de servicio dentro de la familia.

Sería utópico pensar que la convivencia cotidiana estuviera exenta de diferencias, desacuerdos
y pequeñas discusiones. La solución no está en demostrar quién manda o tiene la razón, sino
en mostrar que somos comprensivos y tenemos autodominio para controlar los disgustos y el
mal genio.

Todo conflicto cuyo resultado es desfavorable tanto para los padres como para los hijos,
disminuye la comunicación y la relación, hasta que poco a poco la alegría se va alejando del
hogar. Se pierde el verdadero valor, la unión y el bienestar, la armonía de vivir y compartir en
familia, el ser feliz.

RECONOCER LOS VALORES

Es importante recalcar que los valores se viven en casa y se transmiten a los demás como una
forma natural de vida, es decir, ser ejemplo.

Actualmente dentro de una familia aquellos se distinguen varios valores que son: respeto,
capacidad de trabajo, responsabilidad, confianza, empatía, sociabilidad, comprensión,
solidaridad, etc., valores que se aprenden con los padres y se perfeccionan a lo largo de la vida
según la experiencia y la intención personal de mejorar.

Podríamos preguntarnos: ¿cómo saber si en mi familia se están cultivando los valores?


Si todos dedican parte de su tiempo para estar en casa y disfrutar de la compañía de los
demás, buscando conversación, estrechar la relación entre uno y otro con cariño, dejando las
preocupaciones y el egoísmo a un lado, sin lugar a dudas la respuesta es afirmativa.

Amor, es la pieza fundamental para el desarrollo del valor de la familia, da sentido a lo que
hacemos y compartimos, quizás la clave máxima de la felicidad. El más importante de los
valores que nace incluso antes de la creación del vínculo familiar. Y aquí un pensamiento que
lo puede definir: “El amor nunca termina, cuando la familia está unida.”

Enfoquémonos que para alcanzar la felicidad necesitamos fomentar el amor que nace en la
familia, cultivemos ese sentimiento que dará frutos en la unidad, el desarrollo de los hijos, la
salud afectiva de la pareja y por consecuencia el bienestar de los padres. Cuando se aprende a
darlo a los demás, en la familia se aprenden las formas de expresión de dicho amor y se
aprende a compartir y a aceptar a los demás.

La familia perfecta sí existe, es aquella que protege, que se cuida, que comprende, que siente
compasión y acepta a los suyos tal y como son.

Crecer con estos nutrientes fortalece nuestra identidad y, además, nos hace sentir seguros y
capaces de crear la vida que deseamos en libertad en bienestar.

El valor de la amistad 1ro

La amistad es una relación afectiva entre dos o más individuos que se


sustenta en valores fundamentales como el amor, la lealtad, la
solidaridad, la incondicionalidad, la sinceridad y el compromiso.

Es un tipo de vínculo que se cultiva con el trato asiduo y el interés


recíproco a lo largo del tiempo.

La amistad puede surgir entre personas de distintas edades, religiones,


ideologías, culturas, extracción social, etc.
Incluso, se puede establecer una amistad entre un ser humano y un
animal (no por nada el perro es el mejor amigo del hombre).

Las relaciones de amistad pueden surgir en los más diversos contextos y


situaciones. Desde el lugar donde trabajamos o estudiamos hasta fiestas,
a través de otros amigos o redes sociales, etc.

Existen diferentes grados de amistad. Hay amigos con quienes tenemos


una relación más distante, y otros amigos con quienes el trato es tan
estrecho que los consideramos “mejores amigos”. Esa amistad adquiere
un grado de superioridad sobre las otras amistades.

La amistad no solamente surge por afinidad con quien tiene nuestros


gustos e intereses, sino que puede aparecer entre personas muy dispares.

En ocasiones, las diferencias fortalecen la relación, pues una buena


amistad complementa y enriquece a la persona.

La amistad no solo consiste en el intercambio de ideas y sentimientos, sino


también en compartir los buenos y malos momentos de la vida.

Vea también:

Refranes sobre la amistad que te harán pensar.


Las 7 imágenes para descubrir qué es la amistad.
Amistad y amor
El amor y la amistad tienen en común el profundo afecto, el respeto, la
lealtad y el sentido del compromiso. De hecho, en la amistad hay siempre
amor y en el amor, por lo general, amistad.
Amor y amistad se diferencian en varias cosas. Por ejemplo, el amor se
propone durar para siempre, y, de hecho, el voto matrimonial así lo
establece. En cambio, la amistad, no atada a más compromiso que el
afecto recíproco, tiende a ser más sólida que el amor.

Una de las principales cuestiones en que se diferencian amor y amistad


radica en la atracción mutua que implica el amor, aunque existen casos de
amistades que se convierten en amor.

Además, los amigos pueden tener infinitas razones para serlo (compartir
los mismos espacios, intereses, pasiones afines, admiración mutua).

Mientras que aquellos que se aman pueden no tener absolutamente nada


en común y, sin embargo, desear fuertemente estar juntos.

Vea también Las 25 frases que mejor definen la amistad.

Valor de la amistad
La amistad es un reflejo del carácter social de los seres humanos, un
vínculo afectivo que nos une a otros seres a través de la afinidad, la
confianza, la lealtad y la reciprocidad.

El ser humano necesita vivir en sociedad para sentir plenitud, por eso
establece relaciones saludables con sus semejantes basadas en la
benevolencia y la empatía.

De esta forma, en una relación amistosa, la persona obtiene los mismos


beneficios que aporta, es decir, cuida y es cuidado, quiere y es querido,
ayuda y es ayudado.
Cada uno ama su propio bien y devuelve lo que recibe.
Aristóteles. Ética a Nicómaco.

Amistad verdadera
La amistad verdadera ha pasado a convertirse en algo utópico. En este
mundo globalizado, en el que las relaciones se basan en la inmediatez y la
superficialidad, cada vez somos menos capaces de poner de lado nuestros
intereses para construir un vínculo de amistad duradero y sólido.

Cuando hay una verdadera amistad, los amigos se reconocen entre sí


como “mejores amigos”. Los mejores amigos son aquellos cuyo nivel de
lealtad, atención, cuidado y cariño es superior al normal.

Un amigo de verdad es aquel con el que se cuenta para toda la vida y que
está presente en todo momento.

Más que amigos


El concepto más que amigos es utilizado para designar las relaciones
amistosas que se dan entre dos personas, cuyo nivel de compenetración e
intimidad es superior al de una amistad convencional.

Pasa a ser una relación casi sentimental, donde las personas son amigas y
amantes, pero evitando la formalización del noviazgo. En muchos casos,
este tipo de amistades puede llegar incluso al matrimonio.

Vea también ¿Qué es la amistad en 7 imágenes?

Día Internacional de la Amistad


El Día Internacional de la Amistad fue designado el 20 de julio por la
Asamblea General de las Naciones Unidas desde el año 2011.

No obstante, la propuesta de instaurar un día para festejar la amistad se


origina en Paraguay, en el año 1958, y es planteada por la Cruzada
Mundial de la Amistad.

La fecha puede variar dependiendo del país donde nos encontremos. En


algunos lugares, como Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, República
Dominicana y Venezuela, se celebra el día 14 de febrero, conjuntamente
con el día de San Valentín.

En Perú, se celebra el primer sábado de julio, mientras que en Colombia es


el tercer sábado de septiembre.

Chile lo celebra el primer viernes de octubre, Bolivia, por su parte, lo


festeja el día 23 de julio.

En Argentina, Brasil y Uruguay se celebra el 20 de julio. Esta fecha fue


propuesta por el argentino Enrique Ernesto Febbraro, quien interpretó la
llegada del hombre a la Luna el 20 de julio de 1969 como un gesto de
amistad de la humanidad con el universo.

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