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La Privacidad en la Era Globalizada

Nuestro mundo ha cambiado mucho en los últimos años, por el fenómeno


conocido como “Globalización”, el cual es un proceso de integración mundial en
los ámbitos político, económico, social, cultural y tecnológico, que ha convertido al
mundo en un lugar cada vez más interconectado; una de las mayores expresiones
de la globalización son las redes sociales, que últimamente son usadas por todos y
para todos, en estas podemos desde vender un producto a personas de nuestro
alrededor hasta comunicarnos con alguien de otro continente, esto es sinónimo de
desarrollo, pero ¿un desarrollo realmente seguro?

Empecemos con privacidad, la cual puede ser definida como el ámbito de la vida
personal de un individuo, quien se desarrolla en un espacio reservado, el cual debe
mantenerse confidencial. Según las Declaraciones Universales, dentro de la
Declaración Universal de los Derechos Humanos, se establece que el derecho a la
privacidad quiere decir concretamente que:

“Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su


correspondencia, ni de ataques a su honra o su reputación. Toda persona tiene
derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques”.

Derecho a la privacidad Todo el mundo tiene derecho a la privacidad, y según los


mecanismos sobre derechos humanos internacionales, este derecho puede ser
violado de diversas maneras, que incluyen:
 Intervenir en la vida privada de una persona (lo que incluye su derecho
a establecer relaciones y a disfrutar de su libertad sexual).
 Impedir la vida familiar (lo que incluye el derecho a casarse y a
fundar una familia).
 Destruir la casa de una persona, o impedir a una persona que viva en
su casa;
 Intervenir la correspondencia privada.
Partiendo de esta base, podemos decir que todos tenemos derecho a una
vida privada en la que nadie debe interponerse. Todos tenemos derecho a que se
nos respeten las actuaciones y los sucesos de nuestra vida. ¿Esto funciona también
en digital? La respuesta es no, aún no hay un organismo que regule la política de
datos proporcionados a plataformas online.
En la actualidad el auge de las redes sociales ha llevado la privacidad a un terreno
peligroso en el que la vulnerabilidad de cada persona en la red aumenta. Mucha
de la información que se encuentra hoy en internet está sumamente vulnerable y
lo seguirá estando mientras no se desarrollen medidas realmente efectivas
para garantizar la seguridad de los datos en línea. Sin embargo, nadie sabe a
ciencia cierta cuándo ocurrirá esto, y la realidad es que a la par que avanza la
tecnología, aumentan los riesgos que corre nuestra información.

La mayoría de los servicios de redes sociales y los programas o “aplicaciones” de


internet más comúnmente instaladas en nuestras computadoras y celulares no
sirven solamente para comunicarnos y consumir contenidos a través de internet.
Estos fueron diseñados además para generar información de sus usuarios, tales
como: dónde estamos ubicados, dónde fuimos, qué conocemos, qué nos gusta o
interesa y qué ignoramos, rechazamos o nos resulta indiferente. Pero la generación
de estos datos no es espontánea, es decisión del usuario, y esta decisión encierra
un problema.

El problema con esta decisión es que esa información es nuestra y es privada, y


como tal, no tiene ninguna razón de ser publicada; sin embargo, quién alguna vez
no ha publicado alguna foto o algún “instastory” de donde nos encontramos en el
momento o con quienes estamos, etc.

Si bien es cierto, cada uno de estos servidores posee un política de privacidad (Se
trata del documento que establece los usos que la empresa puede hacer de los
datos personales de sus usuarios). Probablemente esta sólo se trata de una pantalla
para hacer creer que dichos datos siempre serán protegidos. Tomemos de ejemplo
a uno de los software más reconocido del mundo, Facebook, en la política de uso de
datos está estipulado:

“Recibimos la información del ordenador, teléfono móvil u otros dispositivos que


utilizas para instalar las aplicaciones de Facebook o para acceder a Facebook,
incluso si varios usuarios inician sesión desde el mismo dispositivo. Esto puede incluir
información sobre la comunicación y la red, como tu dirección IP o número de
teléfono móvil, y otra información”

En pocas palabras, Facebook tiene la potestad de monitorear todo lo que haces


dentro de su red. Si no aceptas tales condiciones, simplemente, no puedes hacer
uso de su servicio.

Igualmente, tenemos muchas opciones para hacer nuestras cuentas más seguras,
como poder elegir quien ve nuestras fotos, quien tiene acceso a nuestros datos que
están en nuestro muro (Cumpleaños, número de teléfono, dirección, edad,
orientación sexual) y también quién puede mandarnos solicitudes de amistad. Más,
en estos tiempos, si tenemos un perfil demasiado estricto, no se podrán comunicar
amigos de nuestros amigos y eso podría perjudicarnos “socialmente”, sin embargo
si tenemos un perfil abierto, se podrá comunicar todo el mundo, ver todas las
fotos, todos los comentarios, es decir, la privacidad es nula pero sin embargo la
sociabilidad es máxima, justo lo que la gente quiere conseguir en las redes
sociales.

Pedir seguir al cien por ciento por parte de una plataforma, no es algo que pueda
ocurrir, si bien es cierto tenemos la opción de borrar fotos, comentarios o algo que
ya no queremos que esté público podemos eliminarlo, pero esto seguirá en la base
de datos del software, un buen ejemplo ilustrativo de cómo uno no puede eliminar
completamente lo que ha revelado acerca de sí mismo está en Google: todos
hemos buscado alguna vez nuestro nombre en este buscador, gracias a ello puede
ver qué aparece en internet sobre ti, es decir, qué puede ver cualquier persona
ajena a ti en internet.

Parte de la información revelada en estas redes deben permanecer privado, hay


que detenerse un momento a pensar ¿Cómo hace una empresa para mantener
una plataforma usada todos los días por billones de personas en casi todas las
partes del mundo? Las empresas operadoras de redes sociales son en realidad
quienes recogen una serie de datos sobre sus usuarios, tanto para personalizar y
mejorar los servicios, como para vender estos datos a los anunciantes.
Los usuarios que publican información personal detallada acerca de sus
preferencias y de la vida diaria dan una gran oportunidad a los vendedores,
quienes aprovechan estos datos para sus estrategias y contenidos de marketing.
Peligros.
En esta era, como mencionamos antes, lo más importante es tener una vida social
“activa”, lo que nos lleva a ignorar los peligros a los que nos exponemos para
lograr el objetivo.

 Acceso a contenidos inadecuados. Pueden ser de diverso tipo:


violentos, de índole sexual, relacionados con el consumo de sustancias
estupefacientes, lenguaje soez, etc. En el caso de las redes sociales,
pueden venir a partir de los enlaces recomendados por otros usuarios o
de las imágenes que estos faciliten. En algunos casos también pueden
provenir de la publicidad que estas páginas incorporan.
 Phishing. Uno de los métodos más utilizados por delincuentes
cibernéticos para estafar y obtener información confidencial de forma
fraudulenta como puede ser una contraseña o información detallada
sobre tarjetas de crédito u otra información bancaria de la víctima. El
estafador, conocido como phisher, se vale de técnicas de ingeniería
social, haciéndose pasar por una persona o empresa de confianza en
una aparente comunicación oficial electrónica, por lo general un correo
electrónico, o algún sistema de mensajería instantánea, redes
sociales SMS/MMS, a raíz de un malware o incluso utilizando también
llamadas telefónicas.

 El robo de identidad. Es el hecho de apropiarse de la identidad de una


persona haciéndose pasar por ella, llegando a asumir su identidad ante
otras personas, en un lugar público o privado, en general para acceder
a ciertos recursos o la obtención de créditos y otros beneficios en
nombre de esa persona.

 Facilidad de rastreo. Cuando se trata de postear recuerdos, el 87% del


total de usuarios comparte fotos y videos de donde se encuentran, esto
es casi inevitable de hacer; ya que, en el siglo XXI las redes sociales se
han convertido en el nuevo álbum de foto, más si nuestras fotos están
completamente públicas (sin ningún filtro de seguridad) le estamos
dando nuestra ubicación exacta a terceros, de los cuales no sabemos
intenciones.

Con todo lo mencionado anteriormente, no quiero llegar a la conclusión de “La


redes sociales son malas”, estas al igual que todo tienen ventajas y desventajas de
las cuales tenemos que estar informados, ventajas las cuales tenemos que
aprovechar al máximo, que tenemos que usar para nuestro bien, y desventajas
que tenemos que intentar reducirlas al mínimo para que no afecten a nuestra vida
real.
También tenemos que saber que no hay nada más valioso que la privacidad de una
persona, y que está en nosotros poner barreras para que esta siga siendo, valga la
redundancia, privada.

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