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El título valor es un documento mercantil que contiene un derecho privado patrimonial (derecho de pago,
cobro…) esencialmente transmisible, por lo que el ejercicio del derecho está vinculado jurídicamente a la
posesión del documento.
Los títulos valores más utilizados en el tráfico mercantil son: la letra de cambio, el cheque y el pagaré.
La función esencial que desempeñan los títulos valores, es la de agilizar y facilitar la transmisión de los
derechos de crédito, ya que al vincular al documento el derecho que en él se menciona, se considera como
una cosa mueble especialmente apta para su transmisión o circulación esos derechos al aplicarse las normas
previstas para la transmisión de los bienes muebles.
En nuestro ordenamiento jurídico carecemos de una regulación específica de los títulos valores, existen
únicamente normas sobre ciertos títulos-valores, como letra de cambio, chequé, pagaré…, por lo que tiene
una gran importancia la voluntad de los emisores y tenedores de los mismos.
Esta legitimado para el ejercicio del derecho incorporado al título-valor la persona que lo posee cumpliendo
los requisitos que la naturaleza del título exige (nominativo, a la orden o al portador).
El titulo-valor incorpora un derecho que corresponde a su vez con una obligación, quien lo emite hace una
declaración, que se recoge en el documento, mediante la cual, el que la ha hecho, queda obligado en los
términos previstos por el mismo título.
Clases de títulos-valores:
Esta clasificación tiene en cuenta si la emisión del título produce el efecto de hacer nacer el derecho a él
incorporado o no.
Son títulos constitutivos aquellos cuya emisión hace nacer el derecho que en él se incorpora. Por ejemplo, la
emisión de un pagaré, hace nacer un derecho a favor del tenedor contra el firmante del mismo.
Son títulos declarativos aquellos que incorporan un derecho que ha nacido con anterioridad a la emisión del
título. Por ejemplo los derechos que tiene el socio en una S.A nacen una vez constituida la sociedad.
Según la forma en que son emitidos los títulos. Hay títulos que son emitidos de forma aislada o particular,
de manera que el emítete hace una declaración individual con cada título, como la letra de cambio, el pagaré
y el cheque. Hacen referencia a un derecho concreto y determinado.
Otros títulos-valores se emiten com consecuencia de un negocio único (acciones, obligaciones) que da lugar
a una serie o masa de títulos de mismas características.
- Títulos cambiarios; son títulos que incorporan un derecho de crédito de carácter pecuniario, como
la letra de cambio, el pagaré y el cheque (que explicaremos más adelante).
- Títulos de participación; estos confieren a su poseedor legítimo una determinada posición sobre un
conjunto de derechos y poderes. La posición del poseedor del título esta dominada por la relación
subyacente, que se configura de acuerdo con lo establecido en la Ley y en los estatutos.
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Las acciones son títulos de participación por excelencia. (La participación en una S.L no se califica como título-
valor).
Esta clasificación es la más importante y se basa en la forma en que se legitima el poseedor del título, lo que
determina su manera de circulación.
-Títulos nominativos.
Aquel que designa como titular a una persona determinada y concreta, de tal manera que para que el
poseedor del título esté legitimado para solicitar la prestación, no solo es necesaria la presentación del
documento, sino la identificación de la persona que lo presenta.
Para que éste pueda ser transmitido se debe notificar la transmisión al deudor, y éste queda obligado con el
nuevo acreedor en virtud de la notificación, además de requerir su colaboración, en sentido de que éste ha
de inscribir esa transmisión en su libro correspondiente.
-Títulos a la orden.
Aquel que designa como titular a una persona determinada, la cual, a su vez, puede volver a transmitirlo a
una tercera a través de la fórmula denominada endoso, sin necesidad de notificarlo al deudor, emítete del
título.
La legitimación en los títulos a la orden se produce por la coincidencia entre quien lo presenta y la persona
que en él se designa como titular.
Los títulos a la orden por excelencia son la letra de cambio, el pagaré y el cheque.
-Títulos al portador.
Son aquellos que legitiman a su poseedor como titular del derecho incorporado al documento. Estos no
designan a una persona determinada como titular, sino simplemente lo es la que lo posee. Estos títulos son
transmisibles por la mera entrega del documento.
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Nominativo A la orden Al portador
La letra de cambio es el titulo-valor que incorpora una orden incondicional, dada por quien lo emite, a otra
persona, de pagar una suma determinada a un tercero en un determinado plazo. Es un instrumento de
crédito a corto plazo. La letra de cambio está regulada por la Ley Concursal, de ahora en adelante Lc.
- El librado, la persona a la que va dirigida esa orden de pago, pero que solo se obligará
cambiariamente (esto es, sobre la base de la propia letra) cuando haga la declaración en
la propia letra de que acepta su pago. (Momento en el que se le denomina aceptante)
La letra, como explicaremos más adelante, puede recoger, además de la declaración originaria del librador
cuando emite la letra (libramiento o emisión de la letra) y de la declaración del librado de que la acepta
(aceptación), otras declaraciones que se califican como cambiarias, así como: la del endoso, que se produce
cuando el tenedor transmite la letra a un tercero, o la del aval, cuando una persona garantiza su pago.
La Lc declara que los que hubieren librado, aceptado, endosado o avalado una letra de cambio, responden
solidariamente frente al tenedor. De forma que todos los que han suscrito una declaración en la letra son
obligados cambiarios y responden solidariamente de su pago. Por lo que el tenedor de la letra podría
proceder contra todas esas personas, individual o conjuntamente.
• Funciones:
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- Medio de pago, sustituyendo el pago en moneda.
- Instrumento de crédito comercial, garantizando un pago aplazado.
- Instrumento financiero, como crédito concedido por el banco a su cliente.
• Librador: persona que emite la letra de cambio (acreedor) dando la orden de pago a otra persona
(deudor). Además garantiza el cumplimiento de ese pago, de manera que si el destinatario de la orden de
pago no paga, lo hará el librador.
• Librado: persona a la que va dirigida la orden de pago (deudor), persona obligada a pagar el importe
en su vencimiento. Por lo general, el librado debe aceptar la orden de pago emitida por el librador y figurar
dicho acto en el documento convirtiéndose en aceptante. Solo quedará obligado al pago recogido en la
letra si acepta, de tal manera que el librado se denomina “aceptante”.
• Tomador-tenedor: persona poseedora del título en cada momento, persona que recibirá el pago a su
vencimiento. Hablamos de tomador cuando no ha habido transmisión de la letra, mientras que, si
hablamos de tenedor, estamos diciendo que la letra se ha endosado, se ha transmitido.
Cuando se endosa la letra, aparece el endosante (transmite la letra a un tercero, por lo tanto transmite su
derecho de cobro, y es el responsable subsidiario de la misma) y endosatario (tenedor de la letra), persona a
quien se ha transmitido el derecho de cobro.
• Avalista: puede existir o no, es una persona que garantiza, en todo o parte, el pago.
A su vez existe la posibilidad de que dos de las relaciones mencionadas coincidan en una misma persona:
librador y tomador, y, librador y librado.
La letra de cambio recoge, como ya hemos mencionado, una declaración original, la de su libramiento, y otras
sucesivas (aceptación, endoso o aval).
El art. 1 de la LCCH enuncia ocho requisitos formales de la declaración cambiaria original. Pero no todos ellos
son esenciales, ya que la omisión de alguno de ellos se suple con criterios establecidos por la propia Ley. De
manera que podemos distinguir entre elementos esenciales y naturales.
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2º–El mandato puro y simple de pagar una suma determinada en pesetas o moneda extranjera convertible
admitida a cotización oficial.
3º.–El nombre de la persona que ha de pagar, denominada librado.
4º–La indicación del vencimiento.
5º–El lugar en que se ha de efectuar el pago.
6º–El nombre de la persona a quien se ha de hacer el pago o a cuya orden se ha de efectuar.
7º.–La fecha y el lugar en que la letra se libra.
8º.–La firma del que emite la letra, denominado librador.
REQUISITOS ESENCIALES:
1º.–La denominación de “letra de cambio” inserta en el texto mismo del título expresada en el idioma
empleado para su redacción.
2º–El mandato puro y simple de pagar una suma determinada en pesetas o moneda extranjera convertible
admitida a cotización oficial.
La declaración cambiaria ha de contener una orden incondicional de pago de una determinada suma. El
librador, no puede someter el pago a condición de ningún tipo.
Cuando el importe figure en letra y números, será valida la cantidad escrita en letra. Y si su importe esta
escrito varias veces por una cantidad diferente, ya sea en letra o números, será válida la cantidad menor.
REQUISITOS NATURALES
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A falta de indicación, el lugar designado junto al nombre del librado se considerará como el lugar del pago y,
al mismo tiempo, como lugar del domicilio del librado. Si no hubiese una dirección junto al nombre del librado
la letra no sería válida.
Letra de cambio
La letra en blanco es una letra incompleta, en la que falta alguno de los requisitos esenciales al momento de
su emisión. Se produce porque hay una situación de incertidumbre, pero puede completarse posteriormente.
Hay un pacto de complementación, es decir, un contrato detrás para completar la letra de acuerdo con lo
pactado por las partes.
Los requisitos mínimos para que la letra se pueda completar posteriormente son la existencia de una firma
en el documento (del librador o aceptante) y la indicación de que el documento es una letra de cambio.
A) Aceptaci n
La aceptación es una declaración incondicional del librado con la que se obliga a pagar la letra a su
vencimiento. El librado acepta la orden de pago que le dirige el librador. Desde que el librado acepta se
convierte en aceptante, en decir, , en obligado cambiario principal y directo.
La aceptación de la letra un mayor valor a la misma, ya que incorpora un sujeto obligado al pago del derecho
de crédito.
La ley establece una serie de reglas para la presentación a la aceptación del librado. Esta normativa se aplica
en los supuestos en los que la letra no ha sido aceptada en el momento de su emisión.
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La presentación a la aceptación es, voluntaria, en el sentido de que es una facultad del tomador o tenedor.
Sin embargo, hay algunos casos en los que la presentación a la aceptación es necesaria para el tomador,
siendo una carga para que pueda cobrar al vencimiento, bien porque así lo haya establecido el librado o
porque esa necesidad derive de la ley.
• Requisitos de la aceptación:
• Falta de aceptación:
La falta de aceptación por el librado genera una posición jurídica de responsabilidad subsidiaria en vía de
regreso en el librador.
B) Endoso
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El endoso es la forma de transmisión de las letras que hayan incorporado la cláusula “no a la orden”. El
endoso es una declaración, contenida en la letra y suscrita por su actual tenedor (endosante), tendente a
transmitirla a otra persona, denominada endosatario, que adquiere todos los derechos resultantes de la
letra. Por tanto, el poseedor legítimo transmite el documento (posesión y derecho incorporado) a otra
persona.
En endoso se realiza en la parte de atrás de la letra. La transmisión de la letra es total. Se transmite de forma
literal, con su mismo vencimiento y si se incorpora alguna condición esta se tendrá por no puesta.
Ej: “págese a … con domicilio en ….” Seguido de un espacio para poner la fecha del endoso, además de la
indicación del nombre y domicilio del endosante, que tendrá que firmar el endoso.
• Clases y efectos:
El endoso, cuando no tiene alguna limitación, esto es, cuando nos encontramos ante el llamado “endoso
pleno”, produce dos efectos. Si alguno de ellos queda condicionado o suprimido hablaríamos de un “endoso
limitado.” Efectos del endoso:
1) Transmisión. El endoso produce la transmisión de todos los derechos de la letra de cambio. Lo que significa
que en endosatario adquiere no solo el derecho cambiario principal, (el cobro de la letra) sino los derechos
accesorios cincelados a él, como pueden ser las garantías personales, deuda de intereses…
2) Legitimación. El endoso también produce una función legitimadora, ya que el endosatario que posee el
título se considera como poseedor legítimo de la letra. Por tanto el endosatario es el tenedor y para probarlo
debe exhibir el título e identificarse.
3) Efecto de garantía. El endosante responde en vía de regreso frente a los tenedores posteriores de la letra
de la aceptación y el pago.
Esta responsabilidad del endosante se puede excluir por voluntad del propio endosante, en cuyo caso
hablaríamos de endoso limitado. Esto s hace a través de la expresión “sin garantía” o “sin mi
responsabilidad”.
Art 18 LCCH. “El endosante, salvo cláusula en contrario, garantiza la aceptación y el pago frente a los
tenedores posteriores.
El endosante puede prohibir un nuevo endoso. En este caso, no responderá frente a las personas a quienes
ulteriormente se endosare la letra.”
C) Aval
El aval tiene como finalidad garantizar el pago de la letra. Es una declaración que se hace constar en la letra
por la que una persona (el avalista) garantiza el cumplimiento de la obligación correspondiente de alguno de
los obligados cambiarios.
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Es una garantía personal, que vincula todo el patrimonio de una persona. Por tanto, el avalista no participa
en la circulación de la letra, sino que su intervención se dirige a reforzar el crédito. A través del aval se asume
una nueva obligación cambiaria.
Elementos personales:
-El avalista; persona que garantiza la obligación en defecto.
-El avalado; el obligado a pagar.
El librado aceptante es el principal obligado cambiario y la acción directa se dirige contra él, pero además
existen otros obligados cambiarios en vía de regreso (subsidiarios), que son el librador y los endosantes.
Puede haber avalista de cualquiera de estos obligados cambiarios. El avalista garantiza el cumplimiento de la
obligación de alguno de ellos, en singular y responde igual que los avalados, es decir, el avalista del librado
aceptante responderá como obligado directo y el avalista del librador o los endosantes responderá en vía de
regreso.
En la letra debe constar quién es el avalado. Si existiese un aval, pero no consta en la letra quien es su avalado,
se entiende que es el librado aceptante. Pero en caso de que el librado no haya aceptado la letra, el avalado
sería el librador como obligado cambiado en vía de regreso.
La forma de hacer constar el aval es abierta y clara. Debe figurar la expresión “por aval” seguida del nombre,
domicilio y firma del avalista.
Una garantía no es un seguro, el avalista que pague repetirá luego contra su avalado para que le pague.
La validez del aval depende de qué se indique que se presta “por aval” acompañada de la firma del avalista.
La simple firma de una persona puesta en el adverso de la letra de cambio tiene valor de aval. Se exceptúa
de este supuesto la firma del librado o del librador.
El aval en documento separado a la letra de cambio, no producirá efecto.
El aval puede insertarse en la letra en cualquier momento entre la emisión y el vencimiento.
VIII. El cumplimiento forzoso de las obligaciones cambiarias: Falta de pago de la letra de cambio. Acciones
del tenedor y excepciones oponibles.
A) Las acciones cambiarias.
B) Las excepciones cambiarias.
C) Las acciones extracambiarias.
D) El Juicio cambiario.
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