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Las células madres son células indiferenciadas, inmaduras, autorrenovables
y capaces de generar uno o más tipos de células diferenciadas,
caracterizadas por dos propiedades esenciales: su capacidad de
autorrenovación fundamentada en la proliferación ilimitada y su habilidad
para generar diferentes tipos celulares (óseas, sanguíneas, epidérmicas,
cutáneas, neuronas, etc.); se encuentran divididas en células madre
embrionarias (CME) y células madre adultas (CMA), que se localizan en el
tejido conectivo de diversos órganos, en la sangre periférica, el cordón
umbilical y en algunos tejidos del feto.

En las últimas décadas las células madre han sido uno de los temas
principales a debatir en los medios de comunicación por su importancia
científica y social, ya que su implementación en el campo de la medicina
ofrece alternativas para el tratamiento de un sinnúmero de enfermedades,
además de que en un futuro podrían llegar a ser la fuente para la solución
de todas las enfermedades existentes, desde diabetes, infarto de miocardio,
leucemia, Alzheimer, enfermedad de Parkinson y corea de Huntington,
trasplantes e incluso reconstrucción de órganos y tejidos.

Aunque la controversia o polémica referente a la investigación con células


madre presenta muchos problemas , debido a todas las dificultades políticas
y éticas que representa su estudio, especialmente en los trabajos y
tratamientos realizados con células madre embrionarias (CME) humanas, el
interés por la utilización de las células madre, o troncales, ha aumentado de
manera exponencial en los últimos años a razón de la identificación,
caracterización y aislamiento de las CME humanas y de las perspectivas, un
tanto prematuras, de que las células madre tendrían la capacidad de curar
innumerables enfermedades (enfermedades neurodegenerativas, cardíacas,
endocrinológicas, inmunológicas, etc.)

Por lo tanto, la siguiente revisión busca mostrar el panorama más completo


y a detalle de lo que son las células madre, su función, avances, obstáculos
y consideraciones éticas.
Las células progenitoras o células madre se denominan así
porque a partir de ellas se pueden generar todos los tipos
de células existentes en un organismo. Serán madres, y
¿ por tanto progenitoras, de toda una descendencia celular
que estará encaminada hacia la generación de tejidos y
órganos para formar un individuo completo. Una célula
madre podrá convertirse en célula de la piel, neurona o
célula del pulmón, todo depende de cómo se dirija su
camino hacia la especialización. Esta capacidad de ser
cualquier célula se conoce como

pluripotencialidad y podría ser una característica exclusiva de las células madre


embrionarias. Serán capaces de generar cualquier tipo de célula, desde una
célula del riñón hasta un glóbulo rojo, pero no de generar un individuo completo.

Las células madre pueden conseguirse básicamente de dos fuentes: de


embriones en sus primeras fases de desarrollo (células madre de origen
embrionario) o del organismo adulto (células madre adultas).

En el caso de las células madre adultas pueden obtenerse bien a partir de las
reservas que el organismo adulto mantiene con el fin de reparar los daños que
se producen en los tejidos, o bien de las células presentes en el cordón
umbilical.

Células madre embrionarias (CME): Las células que se encuentran en el


embrión se denominan células madre embrionarias y están presentes en
embriones de 7 a 14 días de desarrollo, si bien es posible aislarlas también de
embriones de tan sólo 5 días; en otras palabras, son células pluripotenciales, ya
que tienen la habilidad de transformarse en cualquier tipo funcional de los 3
linajes embrionarios. Del endodermo, se forma páncreas, hígado, tiroides,
pulmón, vejiga, y uretra. Del mesodermo se desarrolla médula ósea, esqueleto,
músculo estriado, miocardio, vasos sanguíneos y los túbulos renales. Del
ectodermo provienen piel, neuronas, glándula pituitaria, ojos y oídos

Células madre adultas (CMA): En el caso de las células madre adultas pueden
obtenerse bien a partir de las reservas que el organismo adulto mantiene con el
fin de reparar los daños que se producen en los tejidos, o de las células
presentes en el cordón umbilical, las células madre adultas ya no son
pluripotentes, sino multipotentes, y por tanto órgano-específicas. Uno de los
ejemplos más claros de células madre adultas son las células de la médula
ósea, que son capaces de generar todos los tipos de células presentes en la
sangre. A diferencia de las células madre embrionarias, es probable que una vez
que las células madre adultas se despierten sólo puedan originar células que
correspondan a su tejido de origen.

¿Qué son las células madre pluripotentes y multipotentes?

Bueno una célula madre pluripotente como su nombre lo dice pluri (muchos)
potente (potenciales); en otras palabras estas células tienen el potencial de
tomar formas diversas en el cuerpo, incluida la totalidad de los más de 200 tipos
de células distintos, correspondiendo a 3 linajes embrionarios.

Una célula madre multipotente es aquella capaz de generar células de su propia


capa embrionaria, es decir, tejidos del endodermo, ectodermo y mesodermo;
también se les denomina células madre órgano-específicas y pueden generar un
órgano en su totalidad para el individuo adulto.

Además de su potencialidad, las células madre pueden clasificarse dependiendo


de su lugar de origen o procedencia. En la actualidad existen diferentes tipos de
clasificación en cuanto a este parámetro, dependiendo del autor a estudiar.
Generalmente, se dividen en 2 categorías: CME y CMA; sin embargo, algunos
autores asignan a las células madre germinales como una tercera categoría, no
obstante, estas son consideradas por una mayor parte de la comunidad
científica como un tipo de CME.

Recientemente se ha logrado identificar un nuevo tipo, las células madre


pluripotenciales inducidas (iPS), descubiertas por John B. Gurdon y Shinya
Yamanaka, ganadores del premio nobel de fisiología y medicina.

iPS: Este tipo de células madre pueden ser obtenidas de tejidos fetales o
adultos. En la actualidad existen 2 procedimientos de reprogramación celular,
que han permitido desarrollar células madre con características similares a las
CME.

La primera técnica desarrollada es conocida como somatic cell nuclear transfer,


también denominada clonación. Esta consiste en trasplantar un núcleo de una
célula somática o célula diferenciada en un óvulo ya desnucleado.
Las células madre son muy importantes en el organismo,
ya que producen los tres tipos de células principales en la
sangre que son los glóbulos rojos, los blancos y las
plaquetas, células que necesitamos para estar vivos.

Estas células están presentes desde que se forma el feto.


El embrión contiene material genético versátil, que son las
células madre, las cuales van produciendo más células
madre y tejido que formará el cuerpo.

 Los glóbulos rojos se encargan de llevar el oxígeno de los pulmones al resto


del cuerpo y devuelven dióxido de carbono.

 Los glóbulos blancos, por su parte, sirven para luchar contra infecciones
provocadas por bacterias, virus u hongos. Pueden ser de dos tipos:
neutrófilos, que combaten infecciones bacterianas, o linfocitos, que producen
anticuerpos ante las infecciones, ya que rechazan las células que no
pertenecen al cuerpo, como los gérmenes. En este caso, también suelen
eliminar las células trasplantadas de otra persona, ya que las consideran
agentes extraños al cuerpo.

 Las plaquetas, por su parte, son partes de células cuya función es sellar los
vasos sanguíneos dañados y ayudan a que la sangre coagule.

Otras funciones son las siguientes:

• Aumentar la comprensión sobre cómo ocurren las enfermedades.

Al observar la maduración de células madre hasta formar células de los huesos,


el músculo cardíaco, los nervios y otros órganos y tejidos, los investigadores y los
médicos pueden comprender mejor cómo se desarrollan las enfermedades y las
afecciones.

• Generar células sanas para reemplazar las células enfermas (medicina


regenerativa).

Las células madre pueden ser orientadas para convertirse en células específicas
que pueden utilizarse para regenerar y reparar tejidos enfermos o dañados en las
personas.

Las personas que podrían beneficiarse de las terapias con células madre
incluyen aquellas con lesiones de la médula espinal, diabetes tipo 1, enfermedad
de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de Alzheimer,
enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, quemaduras, cáncer y
Las personas que podrían beneficiarse de las terapias con células madre
incluyen aquellas con lesiones de la médula espinal, diabetes tipo 1,
enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral amiotrófica, enfermedad de
Alzheimer, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular, quemaduras,
cáncer y osteoartritis. Las células madre pueden tener el potencial de crecer
hasta convertirse en tejido nuevo para su uso en trasplantes y medicina
regenerativa. Los investigadores continúan ampliando el conocimiento sobre
células madre y sus aplicaciones en la medicina regenerativa y de
trasplante.

 Probar nuevos medicamentos en cuanto a seguridad y eficacia.


Antes de usar medicamentos experimentales en personas, los
investigadores pueden usar algunos tipos de células madre para probar la
seguridad y calidad de los medicamentos. Es muy probable que este tipo de
pruebas tenga un impacto directo en el desarrollo de fármacos, en primer
lugar para las pruebas de toxicidad cardíaca.

Los tratamientos con células madre adultas no son ninguna novedad y


desde hace más de 40 años se emplean como terapia contra la leucemia,
un tipo de cáncer de la sangre. Para ello se recurre a los trasplantes de
médula ósea de donantes, que tienen como finalidad dotar al organismo
enfermo de una nueva remesa de células sanas que sean capaces no sólo
de reponer las células enfermas, sino también de sustituirlas definitivamente
por nuevas células sanas.

Y si te estás preguntando ¿Cómo son estos tratamientos? A continuación te


tengo la respuesta; Lo que se hace es un transplante mediante una
transfusión de sangre, las células madre se transforman en glóbulos rojos,
blancos y plaquetas sanas haciendo que se cure la enfermedad. Se recogen
del cordón umbilical, pero se hace de una manera relativamente rápida, ya
que el cordón permanece con vida entre que nace el bebé y sale de la
placenta.

Para ello, una vez se ha dado a luz al recién nacido, se coloca una pinza en
el cordón umbilical lo más cerca posible el cuerpo del bebé; la placenta
tarda en desprenderse alrededor de 5 a 7 minutos. En ese tiempo es
cuando se punciona la vena umbilical y se recoge la sangre en bolsas
específicas.

Enfermedades que se pueden curar con células madre:


– Leucemia (cáncer del sistema inmunológico de la sangre) y sus variantes.

– Síndromes Mielodisplásicos (llamada pre-leucemia)

– Anemia y sus variantes.

– Linfomas y sus variantes.

– Aplasia pura de células rojas

– Trastornos hereditarios de los glóbulos rojos

– Anomalías plaquetarias hereditarias

– Trastornos hereditarios del Sistema Inmunológico – Neutropenias

– Cánceres de la médula ósea

– Tumores

– Neuroblastoma

– Retinoblastoma

-Alzheimer

-Parkinson

-Diabetes

-Enfermedades hepáticas

-Infartos de corazón

-Infartos cerebrales

-Distrofia muscular

-Esclerosis

-Enfermedades de la columna vertebral


Uno de los campos más innovadores de las últimas
investigaciones en medicina es la posible aplicación de
células madre para crear tejidos que se puedan utilizar en
tratamientos médicos e intervenciones quirúrgicas.

Con la ayuda de un nuevo avance tecnológico


desarrollado, se ha creado un sistema que permite que
materiales polímeros dirijan el crecimiento y desarrollo de
las células madre, actuando como un andamio.
Con estos geles poliméricos que se implantarían dentro de las articulaciones de
pacientes con artritis sobre las cuales las células madre de la médula ósea del
paciente formarían un nuevo cartílago.

Sin embargo Las células madre, cualquiera que sea su procedencia, pueden
presentar una serie de inconvenientes que es interesante tener en cuenta.

En primer lugar, su crecimiento en el laboratorio precisa de medios de cultivo y


suplementos de origen animal, que podrían derivar en infecciones una vez
introducidas en el organismo humano.

En segundo lugar, es posible que se presenten también problemas de


rechazos, salvo en el caso de que las células procedan del mismo individuo.
Cualquier célula que no venga del mismo individuo presenta en su superficie
proteínas que el sistema inmunológico o defensivo reconoce como extrañas y,
en consecuencia, rechaza. Por este motivo, los enfermos que vayan a recibir
tratamiento con células madre de otras personas deben ser tratados con
fármacos inmunosupresores para inhibir su propio sistema de defensa.

Por último, y teniendo en cuenta que las células madre pueden dividirse
continuamente, surge la inquietante duda de la posibilidad de desarrollo de
tumores (un tumor aparece por la replicación o división celular descontrolada).
Si bien es verdad que esta habilidad de las células madre de dividirse
continuamente es una ventaja excepcional, también es cierto que esta
propiedad la poseen las células tumorales y que ha resultado fatal en algunos
estudios con animales. Los científicos apuntan que el trata miento con células
madre adultas no conduce a un mayor riesgo de desarrollar tumores, pero en el
caso de las células madre embrionarias existe un temor mayor, porque son
células con una gran capacidad de división o replicación.
Hay muchas investigaciones que afirman que las
células madre cultivadas a partir de un embrión
podrían reemplazar células dañadas por ciertas
enfermedades como la diabetes, afecciones del
corazón, Parkinson y otras.

Sin embargo, plantea cuestiones éticas, ya que en el


proceso de extracción de las células madre, el
embrión se destruye.
Resulta fácil imaginar la polémica social que provoca la investigación con células
madre embrionarias humanas.

Por un lado, los partidarios de la investigación con células madre embrionarias


argumentan que existen embriones sobrantes de las clínicas de fertilidad que son
desechados y cuyo uso en investigación podría convertirse en una herramienta
muy útil para el avance de la Campana de cultivo donde se manipulan las células
para su crecimiento.

Por otro lado, los que condenan el uso de las células madre embrionarias
sostienen que el embrión, al igual que un feto o un recién nacido, es un ser con
pleno derecho a la vida, y condenan por ello su uso con fines de investigación.
Además, argumentan que se podrían lograr los mismos resultados utilizando
células madre adulta, presente en la médula ósea o en otros tejidos de un humano
adulto, e incluso las células madre presentes en el cordón umbilical, que suele ser
desechado tras el parto.

Muchas personas rechazan este tipo de tratamientos debido a su religión o


creencias, porque se piensa que el embrión es un ser con vida al que deben
hacerle válidos sus derechos, principalmente el derecho a la vida.

Depende mucho el ángulo del que se vea esta situación para que cada persona
opine o de su comentario.
Ahora que hemos visto todo lo anterior llegamos al análisis de que las
células madre son la materia prima del cuerpo y que a pesar del debate
científico, político, ético y la controversia generada en el campo médico e
investigativo, no cabe la menor duda de que en un futuro el empleo de las
células madre contribuirá en un sinfín de tratamientos de enfermedades
incurables, como las enfermedades neurodegenerativas, endocrinológicas,
cardiacas, afecciones sanguíneas y una recuperación más rápida y eficiente
en accidentes, implementando cultivos celulares para la reconstrucción de
tejidos y órganos y una mejora en la calidad de la vida humana.

Claro que siempre habrá pros y contras de este tratamiento y sobre todo de
las células madre embrionarias debido a su procedimiento de obtención,
pero si logramos entender que los embriones no se consideran bebés hasta
ciertas semanas de gestación y que las células de estos podían ser la cura
para enfermedades que ahora son incurables, estos procedimientos se
podrían llevar a cabo más rápido y aplicarse a personas que de verdad lo
necesiten.

Sin embargo se debe respetar la decisión de cada una de las personas al


momento de tocar estos temas.

Por lo tanto es indispensable que las investigaciones en torno a las células


madre no se detengan y sean más estrictas, rígidas y cuenten con un mayor
apoyo financiero para que esta expectativa y esta implementación de las
células madre en terapia celular sea una realidad.

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