Está en la página 1de 4

Las células madre son la materia prima del cuerpo; a partir de ellas se generan todas las demás

células con funciones especializadas. Bajo las condiciones adecuadas en el cuerpo o en un


laboratorio, las células madre se dividen para formar más células llamadas células hijas. Estas
células hijas se convierten en nuevas células madre o en células especializadas (diferenciación)
con una función más específica, como células sanguíneas, células cerebrales, células del
músculo cardíaco o células óseas. Ninguna otra célula del cuerpo tiene la capacidad natural de
generar nuevos tipos de células.

¿De dónde provienen las células madre?

Hay varias fuentes de células madre:

Células madre embrionarias. Estas células madre provienen de embriones que tienen de
3 a 5 días de vida. En esta etapa, un embrión se llama blastocisto y tiene alrededor de 150
células.
Estas son células madre pluripotentes, lo que significa que pueden dividirse en más células
madre o pueden convertirse en cualquier tipo de célula del cuerpo. Esta versatilidad
permite que las células madre embrionarias se utilicen para regenerar o reparar tejidos y
órganos afectados por una enfermedad.
Células madre adultas. Estas células madre se encuentran en pequeñas cantidades en la
mayoría de los tejidos adultos, como la médula ósea o la grasa. En comparación con las
células madre embrionarias, las células madre adultas tienen una capacidad más limitada
para generar diferentes células del cuerpo.
Hasta hace poco, los investigadores pensaban que las células madre adultas solo podían
crear tipos de células similares. Por ejemplo, los investigadores pensaban que las células
madre que residen en la médula ósea podían generar solo células sanguíneas.
Sin embargo, la evidencia emergente sugiere que las células madre adultas pueden crear
diferentes tipos de células. Por ejemplo, las células madre de la médula ósea podrían crear
células óseas o del músculo cardíaco.
Esta investigación ha llevado a la realización de ensayos clínicos tempranos para probar la
utilidad y la seguridad en las personas. Por ejemplo, actualmente se están probando células
madre adultas en personas con enfermedades neurológicas o cardíacas.
Células adultas modificadas para que tengan las propiedades de las células madre
embrionarias. Los científicos han transformado satisfactoriamente las células adultas
normales en células madre mediante la reprogramación genética. Al modificar los genes de
las células adultas, los investigadores pueden reprogramar las células para que actúen de
manera similar a las células madre embrionarias.
Con esta nueva técnica, se podrían utilizar células reprogramadas en lugar de células madre
embrionarias y prevenir el rechazo del sistema inmunitario a las nuevas células madre. Sin
embargo, los científicos aún no saben si el uso de células adultas modificadas causará
efectos adversos en los humanos.
Los investigadores han podido tomar células comunes del tejido conectivo y reprogramarlas
para que se conviertan en células cardíacas funcionales. En estudios, los animales con
insuficiencia cardíaca que fueron inyectados con nuevas células cardíacas presentaron una
mejora en la función cardíaca y en el tiempo de supervivencia.
Células madre perinatales. Los investigadores han descubierto células madre en el líquido
amniótico, así como en la sangre del cordón umbilical. Estas células madre tienen la
capacidad de convertirse en células especializadas.
El líquido amniótico llena la bolsa que rodea y protege al feto en desarrollo en el útero. Los
investigadores han identificado células madre en muestras de líquido amniótico extraídas
de mujeres embarazadas para pruebas o tratamiento, un procedimiento llamado
amniocentesis.

Fuente:

https://www.mayoclinic.org/es/tests-procedures/bone-marrow-transplant/in-depth/stem-
cells/art-
20048117#:~:text=%C2%BFQu%C3%A9%20son%20las%20c%C3%A9lulas%20madre,m%C3%A1s
%20c%C3%A9lulas%20llamadas%20c%C3%A9lulas%20hijas.
Las personas que podrían beneficiarse de las terapias con células madre incluyen aquellas con
lesiones de la médula espinal, diabetes tipo 1, enfermedad de Parkinson, esclerosis lateral
amiotrófica, enfermedad de Alzheimer, enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular,
quemaduras, cáncer y osteoartritis.

Las células madre son células especiales que tienen la capacidad de dividirse y convertirse en diferentes tipos
de células especializadas en el cuerpo. Tienen varias características distintivas:

Capacidad de autorrenovación: Las células madre pueden dividirse indefinidamente, produciendo copias

idénticas de sí mismas. Esto les permite mantener una población de células madre en el cuerpo a lo largo del

tiempo.
Plasticidad o potencial de diferenciación: Las células madre pueden diferenciarse en diversos tipos de
células especializadas. Por ejemplo, una célula madre puede convertirse en una célula muscular, una célula

sanguínea o una célula nerviosa, entre otros tipos celulares.

Multipotencialidad o pluripotencialidad: Dependiendo del tipo de célula madre, algunas tienen la


capacidad de diferenciarse en varios tipos celulares (multipotenciales), mientras que otras pueden

diferenciarse en cualquier tipo de célula en el cuerpo (pluripotenciales).

Las células madre pueden encontrarse en diferentes lugares del cuerpo, como en la médula ósea, la sangre
del cordón umbilical, la piel, el cerebro y otros tejidos. También pueden ser obtenidas de embriones en una

etapa temprana del desarrollo, conocidas como células madre embrionarias. Estas últimas son

pluripotenciales y tienen un potencial muy alto en cuanto a su capacidad de diferenciación.

Además, se han descubierto células madre adultas, que se encuentran en tejidos adultos y tienen una

capacidad de diferenciación más limitada que las células madre embrionarias, pero aún así son importantes

para la regeneración y reparación de tejidos en el cuerpo.

Además, se han descubierto células madre adultas, que se encuentran en tejidos adultos y tienen una
capacidad de diferenciación más limitada que las células madre embrionarias, pero aún así son importantes

para la regeneración y reparación de tejidos en el cuerpo.

Las células madre tienen una importancia significativa en el tratamiento de diversas enfermedades debido a
su capacidad única para regenerar tejidos y órganos dañados. Algunas de las formas en que las células madre

se utilizan en el tratamiento de enfermedades incluyen:

Terapia celular: Las células madre se pueden utilizar para reemplazar células o tejidos dañados o perdidos

debido a enfermedades, lesiones o envejecimiento. Por ejemplo, en enfermedades cardíacas, las células
madre pueden ser utilizadas para regenerar el tejido cardíaco dañado.

Terapia génica: Las células madre también pueden servir como vehículos para la entrega de genes

terapéuticos a tejidos específicos. Esto se utiliza en terapias génicas para tratar enfermedades genéticas como

la fibrosis quística y la hemofilia.

Tratamiento de enfermedades autoinmunes: Las células madre pueden tener propiedades

inmunomoduladoras que pueden ayudar a modular la respuesta inmune en enfermedades autoinmunes

como la esclerosis múltiple o la artritis reumatoide.

Trasplante de médula ósea: Las células madre hematopoyéticas, que se encuentran en la médula ósea y la
sangre del cordón umbilical, se utilizan en trasplantes de médula ósea para tratar enfermedades de la sangre

y del sistema inmunitario, como la leucemia, linfoma y anemia aplásica.


Investigación y desarrollo de fármacos: Las células madre se utilizan en la investigación de enfermedades

para estudiar su desarrollo y progresión, así como para probar la eficacia y seguridad de nuevos

medicamentos y tratamientos.

En resumen, las células madre ofrecen un gran potencial en el tratamiento de una amplia variedad de

enfermedades, desde enfermedades cardíacas y neurológicas hasta trastornos genéticos y lesiones

traumáticas. Su versatilidad y capacidad para regenerar tejidos y órganos los convierten en una herramienta
valiosa en la medicina regenerativa y terapias avanzadas.

También podría gustarte