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Delitos sexuales: Cuando la impunidad naturaliza la violencia
Investigación periodística.
Primera edición
Julio, 2022

Esta investigación fue realizada en el marco del Fondo Concursable para investigaciones periodísticas en
materia judicial impulsado por Fundación CONSTRUIR, Fundación UNIR, Asociación Un Nuevo Camino,
Visión Mundial en coordinación con la Comunidad de Derechos Humanos y con el apoyo financiero de
la Unión Europea en Bolivia una iniciativa del proyecto: “Participación Ciudadana en la Reforma para el
acceso igualitario a la Justicia en Bolivia” (CSO-LA/2018/403-733).

Derechos de la presente publicación:


© Fundación CONSTRUIR
Av. Los Sauces Nº188 entre calle 8 y av. Arequipa (Calacoto, La Paz - Bolivia)
Teléfono – Fax: (591-2) 2917212
www.fundacionconstruir.org

Autores:
Zulema Alanes
Arnold Guachalla

Tutoría académica a investigación periodística:


Patricia Brañez

Equipo Editorial:
Coordinación General:
4 Susana Saavedra Badani
Directora Ejecutiva - Fundación CONSTRUIR

Coordinación Técnica:
Neyza Cruz

Diseño y Diagramado:
Gabriela Cordova
María Alejandra Cornejo

Impresión:
Este libro se publica bajo licencia de Creative Commons

Esta licencia de Creative Commons permite a otros crear y distribuir


obras derivadas a partir de la presente obra de modo no comercial,
siempre y cuando se atribuya la autoría y fuente de manera adecuada
y se licencien creaciones bajo las mismas condiciones.

«La presente publicación ha sido elaborada con el apoyo financiero de la Unión Europea. Su
contenido es responsabilidad exclusiva de la y los autores y no necesariamente refleja los puntos
de vista de la Unión Europea».

Esta permitido el uso, reproducción y difusión del material contenido en esta publicación sin
fines comerciales, bajo las condiciones de que se cite la fuente.
Esta publicación se distribuye sin fines de lucro.
Presentación

Fundación CONSTRUIR, Fundación UNIR, Asociación Un Nuevo Camino,


Visión Mundial en coordinación con la Comunidad de Derechos Humanos
y con el apoyo financiero de la Unión Europea en Bolivia se encuentran
ejecutando el Proyecto: “Participación Ciudadana en la Reforma para el
acceso igualitario a la Justicia en Bolivia” (CSO-LA/2018/403-733) que tiene
como objetivo contribuir al proceso de reforma a la justicia en Bolivia mediante
la participación de la sociedad civil organizada en acciones integrales, bajo
un enfoque inclusivo de género, generacional y de Derechos Humanos.

El proyecto toma 5 ejes estratégicos de acción mismos que se plantearon en


la Agenda Ciudadana de Reforma a la Justicia, documento elaborado por la
Plataforma Ciudadana por el Acceso a la Justicia y los Derechos Humanos:
i) Justicia Accesible, inclusiva y dialógica, ii) Justicia Plural e Intercultural, iii)
Justicia Transparente e independiente, iv) Justicia Penal con Debido Proceso
y v) Sistema Penitenciario con Derechos Humanos.

En el marco del proyecto, Fundación CONSTRUIR en el mes de febrero de


2021 abrió una convocatoria al Fondo Concursable para investigaciones 5
periodísticas en materia judicial, como parte de las acciones para fomentar
la cobertura a noticias judiciales con perspectiva de género, Derechos
Humanos y pluralidad, que contribuyan a identificar los temas pendientes
en la agenda de reforma a la justicia.

El Fondo Concursable para investigaciones periodísticas en materia judicial,


seleccionó tres proyectos de investigación periodística que abordan las
siguientes temáticas: mujeres privadas de libertad, violencia de género y
delitos sexuales, los reportajes periodísticos analizan: a) La situación de las
Mujeres privadas de libertad, las más expuestas y vulnerables a la violación
de sus derechos, en el contexto de la pandemia por el COVID-19; b) El
desistimiento y la conciliación, caminos obligados para mujeres víctimas de
violencia; c) Los Delitos sexuales: cuando la impunidad naturaliza la violencia.

Asimismo, las investigaciones periodísticas tuvieron el aporte temático a


partir de tutorías académicas, asesoría especializada de especialistas de
la sociedad civil en materia judicial para la revisión de las investigaciones
periodísticas.
En este marco, Fundación CONSTRUIR presenta la investigación periodística
“Delitos Sexuales. Cuando la impunidad naturaliza la violencia”, realizado
en 2021.

Esperamos que los resultados, conclusiones y recomendaciones de la


investigación sean una herramienta para que las instituciones del Estado
puedan fortalecer la agenda de reforma a la justicia.

Fundación CONSTRUIR

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250/2015 069/2016 826/2018

no son sólo números, son códigos de expedientes que constituyen evidencia


de la ineficacia judicial en casos de violencia sexual contra niñas, niños y
adolescentes (NNA). Son evidencias de la impunidad.

Con la aprobación del nuevo Código Niña, Niño y Adolescente, bajo los
lineamientos del interés superior del niño, las garantías de la Constitución
Política del Estado (CPE) y las normas del bloque de constitucionalidad, así 7
como la aplicación preferente de las normas internacionales de derechos
humanos, Bolivia cuenta con un importante desarrollo normativo en materia
de protección y garantía de derechos.

Sin embargo, la realidad va a contrapelo de las normas y del reconocimiento


formal de derechos. Los avances normativos no tienen correspondencia
en el andamiaje institucional que debe garantizar la prevención, atención y
sanción de toda forma de vulneración de la integridad sexual de la niñez y
adolescencia.

La violación sexual es una de las formas más graves de violencia y conlleva


efectos devastadores en la vida de niñas, niños y adolescentes. Los
expedientes judiciales son evidencia de que no se cumplen los estándares
del debido proceso y de que el Estado quebranta su responsabilidad de
proteger a las víctimas, garantizar sus derechos, reparar el daño y sancionar
a los perpetradores de este tipo de delitos.

La omisión de justicia y la impunidad en los casos de violencia sexual contra


niñas, niños y adolescentes naturalizan la violencia machista y son caldo
de cultivo para prácticas socioculturales que perpetúan la desigualdad e
inequidad de género.
Código Penal
Artículo 308 bis. (VIOLACIÓN DE INFANTE, NIÑA, NIÑO O ADOLESCENTE).
Si el delito de violación fuere cometido contra persona de uno u otro sexo
menor de catorce (14) años, será sancionado con privación de libertad
de veinte (20) a veinticinco (25) años, así no haya uso de la fuerza o
intimidación y se alegue consentimiento. En caso que se evidenciare alguna
de las agravantes dispuestas en el Artículo 310 del Código Penal, y la pena
alcanzará a treinta (30) años, la pena será sin derecho a indulto. Quedan
exentas de esta sanción las relaciones consensuadas entre adolescentes
mayores de doce (12) años, siempre que no exista diferencia de edad
mayor de tres (3) años entre ambos y no se haya cometido violencia o
intimidación.

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Las cifras “sombra” de la violencia sexual
En 2015, la Defensoría del Pueblo, en su informe “Las niñas y las adolescentes:
derechos invisibilizados y vulnerados”, aseguró que a nivel nacional cada día
16 niñas o niños sufren vejámenes sexuales.

Según la Misión Justicia en Bolivia, sólo el 5% de los casos de violencia sexual


se denuncia, lo que significa que existe un silencio cómplice que protege a
los agresores y deriva en un elevado subregistro en las cifras oficiales.
En 2017, durante la 161 Sesión de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), una coalición de instituciones reportó que en Bolivia una
de cada tres niñas y adolescentes sufre violencia sexual antes de cumplir los
18 años, lo que convierte al país en el segundo con más víctimas en América
Latina.

En esa misma sesión, la CIDH admitió la petición 86/12 de Brisa Liliana de


Angulo contra Bolivia, presentada luego de tres juicios en los que ella y su
familia lucharon por obtener justicia por la violación de la que fue víctima,
en tanto su agresor se dio a la fuga y nunca pagó por su culpa. Tres años
más tarde, en julio de 2020, remitió el caso a la Corte Interamericana de
Derechos Humanos (Corte IDH), como un caso emblemático que refleja las
difíciles circunstancias que enfrentan niñas y adolescentes bolivianas cuando
buscan justicia. El proceso fue acompañado por varias instituciones que el
2021 presentaron un Amicus Curie con los argumentos que evidencian que
el Estado incumplió sus obligaciones internacionales reforzadas de respeto
y garantía a los derechos de la víctima, al no haberle brindado protección,
acceso eficaz a la justicia y una atención integral enmarcada en el deber de
la debida diligencia, la garantía de prohibición de revictimización y trato
digno.

10 Mientras continúa el proceso en la Corte IDH, instituciones que auspician


procesos en busca de reparación y justicia por la violación sexual de NNA,
advirtieron que con la Ley 1173 de Abreviación Penal se beneficia a los agre-
sores con la cesación de la detención preventiva y se deja en la indefensión
a las víctimas. 
La información oficial ubica a Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, en ese or-
den, como los departamentos con los mayores índices de violencia sexual
contra la infancia y adolescencia a nivel nacional.

En Santa Cruz, considerado el departamento con los más altos índices de


violencia sexual contra NNA, no se confía en las estadísticas oficiales. Según
la abogada de la Casa de la Mujer, Paola García, hay cifras sombra que no
permiten saber realmente cuántos casos existen “porque impera una lógica
de silencio”.

VIDEO:
https://youtu.be/UgYSoyhX3RI

Esa percepción fue corroborada por la fiscal Yobanca Castro, de la Fiscalía


Especializada para Víctima de Atención Prioritaria (FEVAP) de Santa Cruz,
quien aseguró que “las cifras son alarmantes”.

VIDEO:
https://youtu.be/RK9VGs3wz00

“El dato actualizado es de 6.332 denuncias a nivel nacional y tenemos a San-


ta Cruz con 2.241 denuncias. Santa Cruz, Cochabamba y La Paz están entre
11
los departamentos donde más registramos denuncias por delitos en contra
de la libertad sexual”, dijo.

Según el Ministerio Público, a nivel nacional, cada día 17 mujeres, niñas,


niños y adolescentes son víctimas de alguno de los delitos sexuales contem-
plados en la Ley Integral 348 para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de
Violencia: acoso sexual, estupro, actos sexuales abusivos y padecimientos
sexuales.

La Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (FELCV) reportó que en


2020 recibió 1.141 denuncias de violación sexual a infante, niño, niña y ado-
lescente, 29 intentos de violación, 793 casos de estupro, 33 de estupro agra-
vado, y 1.804 de abuso sexual.

Según datos oficiales de la Fiscalía General del Estado recopilados por CLA-
DEM Bolivia, en 2019 se registraron 1.020 denuncias y en 2020 un total de
2.091 denuncias por delitos de violencia, de las cuales más del 90% corres-
pondía a niñas y adolescentes mujeres. Entre enero y septiembre de 2021,
se denunciaron 1.340 casos de violación de infante, niña, niño y adolescente
y 1.045 por el delito de estupro.
Las cifras no cuadran, pero alarman. Varían de una fuente a otra, no se cuen-
ta con un sistema de información centralizado, cada institución cuenta con
su propio sistema de registro lo que hace imposible cruzar y consolidar la
información. No muestran la magnitud del problema, debido tanto a la pre-
cariedad de los registros oficiales como al subregistro de denuncias.

Miriam Suarez, ex directora de la Casa de la Mujer en Santa Cruz, manifestó


que, efectivamente, una parte del problema es la invisibilidad de la violen-
cia sexual contra NNA, pero planteó que es urgente abordarlo de manera
integral porque, por ejemplo, “no se puede perder de vista los embarazos
producto de relaciones sexuales forzadas, cada día en Bolivia se embarazan
90 niñas, de 10, 11, 12, 13 años, menores de 14 años, a las que nunca se les
pasó por la cabeza ser madres”.

VIDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=BodGtukiDxo

Ese dato demuestra que hay mucha violencia “que atenta contra los cuerpos
de las menores”, agregó.

Según datos del Sistema Nacional de Informaciòn en Salud (SNIS), en pro-


12 medio se embarazan cada día seis niñas de entre 11 y 14 años en Bolivia.
Las estadísticas no registran los casos de menores embarazadas que no lle-
gan a un centro de salud. El Fondo de Población de Naciones Unidas (UN-
FPA) estima que la mayoría de los embarazos son producto de violación.

No se trata simplemente de estadísticas, “estamos ante un cuadro que de-


riva en embarazo infantil forzado” aseguró Patricia Brañez representante del
Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las
Mujeres, CLADEM Bolivia.

El SNIS del Ministerio de Salud reportó que en 2018 se prestó atención pre-
natal a 2.949 niñas menores de 15 años; el 2019 a un total de 2.591 y, aun
del subregistro derivado de las restricciones de la pandemia de COVID-19,
un total de 2.170 niñas estaban embarazadas en 2020.

La representante de CLADEM Bolivia lamentó que el sistema de salud brinde


atención prenatal a niñas menores de 15 años sin hacer la denuncia puesto
que se estima que más del 90% de los casos que llegan a los hospitales son
embarazos por violación, por incesto. “El personal de salud no denuncia, no
quiere involucrarse en los casos de violencia sexual, no quieren ir a declarar
para restituir los derechos de las víctimas”.
En su opinión, el embarazo de una menor de 15 años siempre debe ser
puesta bajo sospecha, porque “es señal de violencia sexual pero también de
uniones infantiles forzadas, porque las obligan a convivir con su violador, con
hombres tres, cuatro, cinco veces mayores que ellas, y se inicia un periodo
de sistemática reproducción de la violencia, las niñas se convierten en cuida-
doras no solo de sus hijos o hijas no deseados, sino de la familia extendida
de su agresor. Muchas no sobreviven porque se suicidan, otras se resisten y
son víctimas de feminicidio”.

El ministro de Justicia, Iván Lima, admitió que los informes de rendición de


cuentas que el órgano judicial y la Fiscalía emiten dos veces al año proyectan
estadísticas generales. “En la temática que se toca, teníamos el año pasado
1.308 casos de violación a niños niñas y adolescentes, pero si uno quisiera
ingresar a ver el estatus de esos 1.308 casos para saber cuáles tienen im-
putación, cuáles acusaciones, luego de un año deberían tener acusación la
mayoría por la gravedad del caso, uno se encuentra con que no hay estadís-
ticas desglosadas del estado o la etapa procesal de cada uno de los casos”.

En su criterio, la información debería estar en línea pues “Si bien hay que
respetar el ámbito de privacidad por mandato constitucional, no estamos
pidiendo que se pongan los nombres de las víctimas, pero sí necesitamos
conocer el número asignado a cada caso para realizar el seguimiento del 13
proceso y verificar lo avanzando dentro del sistema de justicia penal. Eso se
llama interoperabilidad y lamentablemente desde que entró en vigencia la
Ley 1173 no ha podido implementarse la interoperabilidad”.

La abogada Susana Saavedra, directora de la Fundación Construir, coincidió


en que hay muchas aristas que deben ser tomadas en cuenta en este proble-
ma. Recordó que a falta de estadísticas oficiales “ese vacío suele ser llenado
por organizaciones de la sociedad civil y no por fuentes del Estado”.

Asimismo, lamentó que no se haya logrado consolidar un sistema nacional


de información estadística que permita dar cuenta de la magnitud de las
diferentes formas de violencia de género y de sus consecuencias.

La jurista anunció que a la par de presentar el informe sobre el Estado de la


Justicia en Bolivia 2020, la Plataforma Ciudadana para el Acceso a la Justi-
cia y los Derechos Humanos que agrupa a más de 50 organizaciones de la
sociedad civil a nivel nacional, formulará “una propuesta con los estándares
mínimos que deben contener los informes de gestión del sector justicia para
que no sea tan discrecional y, fundamentalmente, para que la información
sea útil para tomar decisiones, hacer seguimiento a las políticas públicas y
garantizar que se cumpla con la responsabilidad del Estado de proveer jus-
ticia y reparación a las víctimas”.

En Caranavi, donde se realizó el trabajo de campo para este reportaje, se


constató que en las instituciones que forman parte de la ruta de atención
–Fiscalía, juzgado, Servicio Legal Integral Municipal (SLIM) y Defensoría de
la Niñez y Adolescencia (DNA)- no disponen de información sistematizada
sobre las denuncias de violencia sexual ni sobre el estado de las causas en
proceso legal en ese distrito.

Según el Fiscal de Materia de Caranavi, Freddy Tarqui Mamani, no existen


datos concretos sobre estos casos. La autoridad judicial solo se animó a
señalar que este tipo de crímenes “son más recurrentes” en esta provincia
paceña, pero reconoció que “no tenemos una cifra comparativa con exac-
titud. Sin embargo, los delitos de violación contra menores siguen latentes,
siguen vigentes y hay bastante”.

Ante la insistencia de evidencias que respalden que los delitos sexuales con-
tra menores de edad eran “más recurrentes” en aquella zona de Los Yungas,
Tarqui ratificó que en ese momento no contaban con esa información, pese
a que, según norma, los datos deberían estar a disposición de la autoridad.
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“De repente no podemos cuantificar con datos exactos, sin embargo, es el
porcentaje equitativo entre los demás delitos, es decir, un porcentaje del
50% en relación a otros delitos. Pero eso denota que evidentemente existe
un porcentaje mayor en relación a los delitos sexuales (contra mayores de
edad)”, dijo.

Según el responsable de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA) de


Caranavi, Leonardo Limachi, entre uno a dos casos por abuso sexual contra
menores se registran por semana en esa región yungueña.
La omisión de justicia bajo la lupa
Más allá de las cifras y de las múltiples dimensiones del problema, la in-
vestigación se centró en las pistas de la omisión de justicia en los casos de
violencia sexual contra niñas y adolescentes y cómo la impunidad deriva en
la naturalización de la violencia machista y en la reproducción de prácticas
socioculturales que perpetúan la desigualdad e inequidad de género.

Como ya se dijo, Bolivia cuenta con un importante desarrollo normativo en


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materia de protección y garantía de derechos y como país signatario de la
Convención sobre los Derechos del Niño ha avanzado de manera sostenida
en la adopción de normas y políticas públicas, pero no ha logrado el desa-
rrollo institucional necesario para garantizar la erradicación de la violencia
sexual en base a la prevención, persecución y sanción de este delito y la
protección de las víctimas.

La abogada Marisol Quiroga, directora de la Funda- “la violación se comete


ción Esperanza, Desarrollo y Dignidad, enfatizó que desde una posición
niñas, niños y adolescentes gozan de protección re-
de privilegio, ocurre
forzada por parte del Estado en aplicación del inte-
mayoritariamente en
rés superior del niño que “obliga a la formulación de
políticas públicas que aseguren su desarrollo pleno, el contexto familiar o
involucra al Estado, pero también a los padres y ma- en el círculo cercano
dres y garantiza que toda decisión que les concierna a la víctima, espacios
considere sus derechos”. en los que debiera
gozar de protección, y
Lamentó, sin embargo, que cuando se trata de vio-
lamentablemente es un
lencia sexual ese principio esté lejos de materializarse
ambiente de tolerancia
sociocultural y omisión
estatal”.
Considerando el carácter vinculante de la jurisprudencia internacional, es
evidente que, frente a los hechos, en Bolivia se puede deducir la relación de
causalidad entre impunidad y naturalización de la violencia como lo senten-
ció la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Veliz Franco y
otros Vs. Guatemala.

DOCUMENTO
https://www.scribd.com/document/497763411/Ficha-Tecni-
ca-Caso-Veliz-Franco

En este fallo, emitido el 19 de mayo de 2014, se dejó sentado que “la inefi-
cacia judicial frente a casos individuales de violencia contra las mujeres pro-
picia un ambiente de impunidad que facilita y promueve la repetición de los
hechos de violencia en general y envía un mensaje según el cual la violencia
contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que favorece su perpe-
tuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de
inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de estas
en el sistema de administración de justicia”.

En febrero de 2015 sonaron todas las alarmas cuando la Defensoría de la


Niñez y Adolescencia (DNA) de Caranavi reportó que al menos 24 niñas y
16 adolescentes sufrieron agresiones sexuales y nueve de ellas quedaron em-
barazadas como consecuencia de vejaciones sexuales de larga data y, la
mayoría, cometidas por sus propios progenitores.

Letrero de la plaza principal del municipio de Caranavi, La Paz. Foto: A. Guachalla


Entonces se supo que Caranavi no era el único municipio con alarmantes
índices de violencia sexual y toda la región de Los Yungas fue señalada
como una tierra peligrosa para la integridad física y sexual de niñas, niños y
adolescentes.

Por tales antecedentes este reportaje hizo seguimiento a la secuencia de


tres denuncias de violación sexual que se tramitan en el Asiento Judicial
de Caranavi a fin de verificar si en la búsqueda de reparación y justicia para
niñas, niños y adolescentes víctimas de violencia sexual se cumplen los es-
tándares de debida diligencia.

Para evaluar si el Estado cumple o no con su obligación de proteger –investi-


gar, sancionar y reparar– y castigar a los autores de actos violentos e indem-
nizar a las víctimas, se tomó en cuenta el enfoque de debida diligencia en
casos de violencia de género propuesto por la Alianza Libres Sin Violencia
que contempla:

“varios principios generales que deben ser respe-


tados en cualquier sistema jurídico para orientar
el desarrollo de las investigaciones y asegurar un 17
efectivo acceso a la justicia de acuerdo a las direc-
trices específicas del derecho internacional y de la
normativa nacional vigente”.

Esos principios obligan, entre otros, a garantizar ser-


vicios de calidad, trato digno, auxilio inmediato, in-
formación clara, veraz y oportuna; atención gratuita,
valoración de riesgo y efectividad de las medidas de
protección, oficiosidad, integridad de los servicios;
no revictimización, privacidad y confidencialidad,
adecuada recolección y protección de pruebas.

El poder del dinero
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Juan José G. y Danitza M.L. (nombres supuestos para proteger la identidad
de la víctima) rememoraron el hecho como si hubiera ocurrido un día antes.
“La memoria está fresca”, dijeron para recordar aquel 6 de noviembre de
2018, fecha en la que su hija, una niña de 8 años, sufrió una violenta vejación
sexual a manos de Diego A.O.

El hecho se consumó en la casa de la víctima, ubi- “No supimos en qué


cada en una localidad de la provincia Larecaja del momento el sindicado
departamento de La Paz, mientras sus progenitores ingresó, ni por dónde lo
buscaban un vehículo para realizar un viaje. hizo, porque había tanto
La menor se encontraba en su dormitorio cuando el espacio abierto, pero
agresor sexual ingresó a la vivienda. Según el padre, vimos pasar al acusado.
Juan José G., bastaron algunos minutos para que Vecinos nos avisaron que
descubrieran lo que estaba pasando. alguien había salido del
cuarto. La niña también
La mamá de la menor, Danitza M.L., aseguró que la
reacción fue inmediata, fueron en busca del agresor
contó cómo pasó el
sexual y lo capturaron con ayuda de los vecinos del hecho, dijo su nombre
lugar que también testificaron ante la Policía que porque lo reconoció. Él
Diego A.O. cometió la violación con secuelas físicas es del lugar”, relató.
muy graves para la víctima. 19

“Como ha sido de gravedad el daño que ha sufrido, la niña ha tenido que


ser intervenida en dos lugares de su parte íntima. La forense nos dijo que fue
terrible lo que había pasado”, contó el padre de la niña.

Por el grave daño que había causado el agresor, la menor tuvo que ser tras-
ladada al Hospital del Niño de La Paz, dado que no existían las condiciones
para atenderla en el municipio de Caranavi.

La emergencia no conoce de pobreza y la familia de la víctima tuvo que


extremar esfuerzos para pagar la ambulancia y así salvarle la vida porque
presentaba una profusa hemorragia.

En un intento desesperado por evitar la detención de su hijo, la madre del


acusado, Melvi O.S., intentó “arreglar” la situación.

Valiéndose de su acomodada situación económica, ofreció un acuerdo fi-


nanciero a los padres de la víctima y develó algo indignante: aparentemente
no sería el primer caso de violación en el que está implicado su hijo.
“Ella gritó a su hijo. Le Los padres rechazaron el ofrecimiento y la Policía
dijo ¿por qué pasó esto procedió a la detención de Diego A.O. Vecinos de
la familia testificaron que vieron al agresor ingresar al
otra vez? ¿a dónde vas
domicilio y perpetrar la vejación sexual.
a parar? Parece que
ya tenía antecedentes, El padre de la menor contó que tras la detención, el
aunque no en la Policía. acusado tuvo que ser trasladado hasta Caranavi, ya
Parece que ella así ya que no existía la autoridad competente en la comu-
arregló con plata antes. nidad donde vivían.
A mí también me ha “El proceso se llevó a cabo ahí (Caranavi). Ya que
dicho: ‘te voy a pagar y esta jurisdicción pertenece a Guanay, se ha hecho
voy a pagar todo, voy a constar al fiscal de turno de Caranavi para que tenga
hacer curar a tu hija, pero conocimiento de este hecho”, relató.
no llames a la Policía’”,
El fiscal de Caranavi realizó el informe y lo pasó al
recordó la madre de la juzgado de Guanay donde se instaló la audiencia de
menor. Diego A.O., mientras la víctima era intervenida qui-
rúrgicamente en La Paz. Solo el padre estuvo presen-
te en los trámites legales, porque la madre acompa-
ñaba a la menor.
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“La abogada de la Defensoría (de la Niñez y la Adolescencia) hace todo lo
que tiene que hacer para lograr la detención preventiva del acusado con to-
das las pruebas que se ha adjuntado, como el informe del hospital, del IDIF
(Instituto de Investigaciones Forenses), etc.”, agregó.

Días después, el acusado fue enviado a la cárcel de San Pedro de La Paz con
detención preventiva, mientras el padre de la menor fue al encuentro de su
hija en el hospital.

Juan José y Danitza relataron que fueron días de tristeza y desesperación


por el estado de gravedad de su hija y porque no contaban con recursos
para costear los tratamientos médicos.

Pese a ello, tuvieron que seguir con los trámites para buscar justicia, algo
que en más de tres años aún no han logrado por las trabas legales, los gas-
tos económicos, la negligencia de las autoridades judiciales y la huida del
acusado.

VIDEO:
https://youtu.be/X8cneUvAdQw
De inicio el proceso estuvo cargado de dificultades. El fiscal de Caranavi
tardó mucho en emitir una acusación en contra de Diego A.O., lo que puso
en riesgo la demanda presentada por los progenitores de la niña y dio opor-
tunidad al acusado para tramitar su salida de la cárcel.

“Con todas las pruebas que había casi perdemos, pero se le ha insistido al
fiscal para que haga cumplir la ley nada más. Él ha intentado salir en muchas
audiencias, ya no nos acordamos cuántas fueron. En todas las audiencias, su
mamá ha obstaculizado el proceso, negando todas las acusaciones contra
su hijo”, agregó.

En noviembre del 2020, Diego A.O. logró su salida de la cárcel de San Pe-
dro con detención domiciliaria, a pesar de las pruebas contundentes en su
contra. Los padres no pueden simular la frustración que les genera estos
recuerdos.

Para los padres de la menor no existe una explicación


coherente para que la jueza haya decidido la salida “El acusado fue enviado
de la cárcel del agresor sexual, quien, desde su a San Pedro con todas
perspectiva, no habría cumplido los requisitos para las pruebas que se han
lograr la cesación a su detención preventiva.
presentado a la Fiscalía,
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“El argumento que la jueza nos ha hecho saber pero para nuestra mala
fue que un acusado tiene el mismo derecho que la suerte la economía
víctima para defenderse, digamos, en libertad. Dijo siempre prevalece en
que él no puede estar detenido más de una fecha estos problemas y aquí,
indicada, pero ante la ley dice bien claro que cuando en los juzgados en
son casos de esta naturaleza, contra menores y con
Caranavi, han logrado
pruebas, eso no va”, lamentó el padre de la víctima.
que se le dé detención
Otro factor en contra de la familia de la niña, fue el domiciliaria y lo cumple
deficiente asesoramiento legal que tuvieron en varios en su casa”, explicó el
momentos del proceso. La audiencia que permitió la padre.
salida del acusado de la cárcel se planteó en plena
pandemia, bajo la modalidad virtual.

El desconocimiento de los padres de la menor y la irresponsabilidad de su


abogado fue bien aprovechado por el acusado que logró la cesación de su
detención ante la indignación y desconcierto de los familiares de la niña,
incluso sospechan de algún acuerdo interno entre abogados, dado el poder
económico de la familia del acusado que se dedica a la explotación aurífera.
“Después de tener ese Ante el deficiente trabajo del jurista, los padres recu-
fracaso en esta audiencia, rrieron a la abogada Marisol Quiroga, quien actual-
nosotros le reclamamos mente brinda asesoría gratuita a la pareja y a muchas
otras personas afectadas por la retardación de justi-
y el doctor se nos
cia.
hacía al desentendido.
Parecía que ya no quería Con ayuda de la jurista, Juan José y Danitza plantea-
seguir, quizá hubo algún ron una demanda de revocatoria a la detención do-
acuerdo, no sabemos. miciliaria de Diego A.O., quien estaría incumpliendo
la medida, pues se lo habría visto fuera de su domi-
El abogado nos pedía
cilio.
dinero y ya no sabíamos
de dónde sacar”, contó. Tras algunas semanas, las autoridades judiciales ad-
mitieron el recurso presentado por los padres de la
menor y emitieron una nueva orden de aprehensión
contra el acusado, el 13 de noviembre de 2020.

Lo que pasó después no sorprendió a nadie. El policía que llegó a la casa


donde Diego A.O. debió cumplir la orden de aprehensión constató que este
no se encontraba en el domicilio

22 “El informe del policía dice que no se encuentra al acusado en el lugar y


hasta la fecha no aparece, o sea se dio a la fuga. Seguramente, esa fue la
intención de la mamá y por eso movió todo hasta lograr la detención domi-
ciliaria. Ahora ya no aparecen, ni a su mamá se la ve en el lugar. Desaparecen
todos”, relató Juan José.

El caso no quedó ahí, ya que la madre del agresor sexual actualmente inten-
ta revertir el proceso y colocar a Juan José G. y Danitza M.L. de acusadores
a acusados, con reiteradas contrademandas que involucran también a los
vecinos que firmaron como testigos para acusar a su hijo.

“Nos acusa de haber hecho una denuncia falsa (…) La señora (madre del
acusado) se agarra con todos, no sólo con nosotros. Se agarra con el Policía
que lo ha detenido, con los vecinos que firman. Con todos se agarra en la
contrademanda”, dijo.

Melvi O.S., madre del agresor, presentó en dos ocasiones ante la Fiscalía de
Guanay una denuncia penal contra los padres de la menor y los testigos por
los presuntos delitos de falsedad ideológica y uso de instrumento falsifica-
do, bajo el argumento de que involucraron a su hijo en una violación que
no cometió. Sin embargo, las demandas fueron rechazadas por la Fiscalía.
Ante ello, la mujer insistió y solicitó que la demanda se realice en la Fiscalía
Departamental de La Paz. Al enterarse de la nueva demanda, los padres de
la víctima acudieron a la Fiscalía de Guanay para adquirir copias legalizadas
de las pruebas que usaron para acusar a Diego A.O. y responder a la con-
trademanda.

Sin embargo, nuevamente quedaron sorprendidos ante la ineficiencia de las


autoridades judiciales, pues la respuesta a la contrademanda que presen-
taron había desaparecido, lo que es peor, aparentemente ni siquiera había
ingresado al sistema.

A este problema se sumó que el actual fiscal de Gua-


“Nos enteramos que no
nay fue el abogado de Diego A.O., por lo que este
tuvo que excusarse para llevar esta demanda y remi-
hay esta respuesta, que
tirla a la Fiscalía de Caranavi, donde los padres de no existe ni en el sistema,
la víctima reiniciaron el proceso para responder a la ni en los archivos. El
contrademanda de Melvi O.S. fiscal de ese entonces
lo hace desaparecer, no
Los testigos y vecinos de la pareja también fueron
había hecho ni la entrega
objeto de amedrentamiento de parte de la familia
del acusado. La estrategia es atemorizar a los testi- en los inventarios”, contó
gos con más procesos para que se retracten de sus el padre de la menor. 23
acusaciones contra Diego A.O.

“Pero ahora los testigos están con nosotros. Les comunicamos que ellos
también están demandados y se han sorprendido, pero así es cuando la
justicia es injusta y solo los que tienen plata pueden hacer prevalecer lo que
ellos dicen”, explicó.

Actualmente, el caso sigue en proceso, pero con consecuencias desastrosas


para los familiares de la víctima, ya que tuvieron que abandonar su comuni-
dad e iniciar una nueva vida en Caranavi por temor a más represalias. En su
nuevo hogar tampoco tienen la paz que quisieran porque el acusado está
prófugo.

“Tenemos el temor de que en cualquier momento él haga cualquier locura y


quiera borrarnos para que él nunca más sea detenido porque somos noso-
tros los únicos que mantenemos este proceso”, agregó.

Ni hablar de las consecuencias económicas que este caso representó para la


familia afectada. El padre de la menor dijo no recordar exactamente cuánto
gastó en el proceso, pero todavía debe cubrir los préstamos bancarios a los
que acudió para costear los gastos.
“Por tantas amenazas Por si fuera poco, tampoco pueden acceder a un tra-
que sufríamos hemos bajo estable ya que el proceso penal les consume
parte de su tiempo y hace que solo puedan optar
tenido que usar hasta
a trabajos ocasionales para ganar el sustento diario.
los últimos centavos.
Hasta tuvimos que sacar “No estaremos tranquilos hasta que esto termine.
préstamos del banco Una vez que haya finalizado todo este proceso con
para que sigamos en el la sentencia recién creo que vamos a estar tranquilos
proceso. Así también para trabajar tranquilamente”, manifestó la madre.
para por lo menos Finalmente, para Juan José G. y Danitza M.L. a la
defendernos de sus fecha la justicia solo es una palabra del diccionario.
contrademandas y para Afirman que cumplieron con todos los procesos que
buscar que se cumpla la las autoridades judiciales les solicitaron y adjuntaron
ley”, relató. todas las prueban contra el agresor sexual, sin em-
bargo, aún no alcanza.

Ante la fuga del acusado solo atinan a solicitar ayuda a la Fiscalía para su
recaptura porque saben que sin él no habrá sentencia.

“Queremos que la Fiscalía nos colabore, no sé de qué manera, porque nos


24 han dicho que no va a haber sentencia si no va a estar presente el autor en
el juicio. Entonces, esto se va a paralizar hasta que él aparezca”, manifestó
el padre de la menor.

La justicia tarda y no llega
26
Marcelino Ch. (nombre supuesto para proteger la identidad de la víctima),
un agricultor de Caranavi, también ve de cerca la injusticia. Su hija, una joven
con discapacidad de 21 años de edad, fue víctima de una violación que de-
rivó en un embarazo. La impunidad dio lugar a una segunda vejación.

La primera violación ocurrió en abril del 2015, la segunda en febrero de


2016. La víctima fue primero violada por Ángel N.Q. y, luego, por el her-
mano de éste, Santos N.Q. Por separado, fueron imputados y enviados a la
cárcel de San Pedro de La Paz con detención preventiva y, luego, beneficia-
dos con la medida sustitutiva de detención domiciliaria.

El padre de la víctima detalló que todo empezó con una oferta de trabajo
para su hija. “Yo vivo en la comunidad U.B., provincia Caranavi. La esposa
del acusado (de la primera violación) fue a pedir ayuda a mi casa para cose-
char coca. Ante tanta insistencia convenció a mi esposa y “le prestó” a mi
hija para ayudar en ese trabajo”, contó.

El progenitor admitió que existía cierta confianza en quien resultó ser el


agresor y su esposa porque eran vecinos. Además, el grado de discapacidad
de la joven víctima no era un impedimento para que desempeñe esa labor
sin problemas.
27
Sin embargo, ocurrió lo contrario. El padre de la víc-
tima contó que el acusado aprovechó que su pareja “Solo nosotros le
estaba con los afanes de la cocina para llevar a la permitimos trabajar.
víctima al cocal y allí vejarla en reiteradas ocasiones. Recomendándole cuál es
Por el miedo y por su discapacidad la víctima no
el estado mental de mi
contó que era sometida a sucesivas violaciones. La hija, mi esposa aceptó
madre comenzó a notar un comportamiento extraño que fuera a ayudarla
y advirtió que el vientre de la joven comenzaba a con la condición de que
crecer como indicio de un embarazo. debía cuidarla y llevarla y
traerla de vuelta a la casa
Los vómitos y el malestar de la víctima confirmaron
las sospechas y cuatro meses después de los abu- sin ninguna novedad”,
sos sexuales, la joven contó a su madre lo que había relató.
ocurrido.

Su padre fue el último en enterarse de la situación porque generalmente


debía trabajar en sus plantaciones o en labores ocasionales que le obligaban
a dejar el hogar, pero le permitían ganar dinero para el sustento familiar.
“Mi esposa le habló a mi hija. Después de insistir, ella acusó a su agresor
sexual. En ese momento se empezó a investigar todo. Yo puse una denuncia
en la Policía de Caranavi que me dijo que ubicara al que abusó de mi hija.
Luego de encontrarlo lo detuvieron para que hable. Mi hija también declaró”,
agregó.

Debido a la ausencia de autoridades judiciales en Caranavi y a la gravedad


del hecho, el caso tuvo que ser derivado a La Paz a finales de octubre de
2015.

“No había, además nadie quería hacerse cargo del caso, por eso la Policía
dijo que era mejor que nos fuéramos a La Paz. Por eso nos trasladamos”,
agregó.

Además de gestionar el informe forense y la valoración psicológica, los pa-


dres de la víctima tuvieron que tramitar el carnet de discapacidad de su hija
para que la demanda de violación sea con agravante.

Con el paso de las semanas, el proceso judicial se fue dilatando ante la


frustración de los familiares de la víctima que vieron mermada su economía
porque el caso fue trasladado a La Paz. Las semanas se volvieron meses y el
28 embarazo llegó a su fin con el nacimiento de una niña. Nunca les informaron
que podían solicitar la interrupción legal del embarazo, procedimiento que
debe realizarse a sola denuncia ante autoridad competente, no requiere
orden judicial, porque en Bolivia el aborto es legal en casos de violación,
incesto, estupro y riesgo para la salud o la vida de la madre.

Finalmente, Ángel N.Q. ingresó al penal de San Pe-


“Como no había fiscales
dro en noviembre de esa gestión. Para la familia fue
en Caranavi, pasó mucho
el inicio de un vía crucis debido a que las carencias
más tiempo, por eso económicas y la mala orientación legal permitieron
mismo nació mi nieta. Y que permanezca impune.
con la bebé en brazos
tuvimos que hacer todo Un abogado del Servicio Legal Integral Munici-
pal (SLIM) de Caranavi se hizo cargo del caso. Sin
para que el proceso
embargo, la asesoría legal fue intermitente, según el
avanzara”, agregó. padre de la víctima, debido a la carga procesal del
jurista.

“No había como exigirle porque no era abogado particular. Entonces, cuan-
do se sacaba tiempo movía el asunto. Ese es el problema con el que trope-
cé: no tener recursos económicos”, agregó.
Al contar con las pruebas del abuso sexual, la familia de la joven esperaba
alcanzar justicia, pero el paso del tiempo les demostró lo contrario. El proce-
so se dilató demasiado en base a chicanas jurídicas y, Marcelino Ch. sospe-
cha que también a posibles coimas a jueces y fiscales.

VIDEO:
https://youtu.be/x2Dz90BADX4

Sobre llovido mojado. A pocos meses de que se ha-


bía logrado la detención preventiva de Ángel N. Q.,
un nuevo hecho alarmó a la familia. La joven des-
apareció de su casa y varios días después se esta- “Es que el abusador
bleció que fue raptada y sometida a violencia sexual
compra a los fiscales y
por Santos N.Q., hermano del primer violador, que
jueces con dinero. Yo no
también fue enviado a la cárcel con detención pre-
ventiva. entiendo como habiendo
tantas pruebas, una es mi
Todo parecía un plan siniestro de la familia de los im- nieta que es producto del
putados que en varias ocasiones habían amenazado abuso que sufrió mi hija,
a la víctima en su intento de persuadirla de retirar la
no se puede sentenciar
demanda contra el primer violador y padre de su hija
al agresor. ¿Qué más 29
producto del vejamen sexual.
pruebas necesitan? Por
Tras cinco años de proceso en el caso de Ángel N.Q. eso no entiendo a la
y cuatro años en el caso de Santos N.Q., los perpe- justicia”, dijo.
tradores lograron salir de la cárcel y beneficiarse con
la detención domiciliaria ante la sorpresa y frustra-
ción de la familia de la joven.

Según Marcelino, la pandemia y la cuarentena tuvo mucho que ver para


esto, ya que se suspendieron las audiencias presenciales y él ya no pudo
acudir a los juzgados para hacer seguimiento de los casos.

Los violadores volvieron a su comunidad y pasean la impunidad de la justi-


cia, mientras la familia de la víctima aun teme represalias.

Lamentablemente, el padre de la víctima no fue notificado de esta situación,


ni tampoco el SLIM. Es más, se enteró recientemente que estarían tramitan-
do su libertad, aprovechando el tiempo que pasó sin llegar a una sentencia.

Recordó que fueron varios años de gastos y problemas porque tuvo que
generar recursos extras para solventar sus viajes a La Paz y presentarse a las
audiencias.
A su crítica situación económica se sumó la situación de su hija que, debido
a su grado de discapacidad, no tiene las condiciones para criar a su primo-
génita, por lo que el cuidado y la manutención de la menor, quien actual-
mente tiene seis años, corrió por cuenta de los abuelos.

Las represalias de la familia N. Q. no cesaron, Mar-


“Mi esposa y yo celino incluso fue agredido físicamente en algunas
ocasiones. Esta situación provocó que los familiares
tomamos la decisión de
de la víctima pensaran en dejar su comunidad.
criarla. Ella es una niña
sin discapacidad y me El tiempo, los gastos y la frustración por la injusticia
reconoce a mí como su continúan aquejando a Marcelino, quien junto a su
padre. Sobre este caso esposa muchas veces pensaron en abandonar el pro-
no sabe nada, pero ceso judicial y continuar con la crianza de su nieta.
lleva el apellido de su Sin embargo, son conscientes que dentro de poco
verdadero padre o sea serán de la tercera edad y posiblemente su hija y nie-
de su abusador”, contó. ta queden sin ningún tipo de manutención. Es por
eso que también exigen que el acusado pague la
asistencia familiar a la niña.

30 Tras varios años de procesos, juicios y audiencias,


para el padre de la víctima algo es muy claro: el en- “Lamentablemente es
granaje de la justicia en Bolivia no funciona si no es así. Todo este tiempo
con dinero. que he hecho el proceso
como apoderado de mi
hija he palpado, todo
es dinero. Si uno tiene
dinero pues tiene justicia,
si uno no tiene dinero la
justicia tarda o no llega”.
La debida diligencia en cuestión
La respuesta judicial ante casos de violencia sexual es deficiente y no está a
la altura de la gravedad de un problema que pone a Bolivia como el segun-
do país con el mayor índice de violencia sexual contra mujeres, niñas, niños
y adolescentes a nivel de América Latina.

En base a las demandas por violencia sexual contra niñas, niños y adoles-
centes que le toca representar en Cochabamba, la Fundación Una Brisa de
Esperanza proyectó que el 98% de las denuncias por violencia sexual que
se tramitan en estrados judiciales quedan en la impunidad porque padres y
madres que denuncian a los agresores terminan abandonando los procesos,
agobiados por la lentitud del sistema penal y cansados de lidiar con la chi-
cana y las artimañas de abogados defensores de violadores, muchas veces
coaligados con jueces y fiscales.

Ese extremo se repite una y otra vez, aquí y allá, afirmó Marisol Quiroga,
abogada de la acusación en los tres casos de violación sexual cometidos en
la zona de Los Yungas y analizados en esta investigación y que constituyen
evidencia de que “la respuesta judicial es notablemente deficiente y no res-
ponde a la gravedad e incidencia del problema”.
31

También es preciso que las autoridades recopilen y consideren un conjunto


de evidencias y el contexto en el que ocurre una violación sexual, no sólo
concentrándose en evidencias directas de resistencia física por parte de la
víctima.
Todas las responsabilidades descritas no se cumplen porque el Ministerio
Público no actúa de oficio, incumple su responsabilidad de actuar bajo los
lineamientos del interés superior del niño sin necesidad de denuncia o que-
rella y cuando las víctimas se apersonan a reclamar justicia deben hacerlo
con su abogado o asumir la tarea de investigadores.

Caranavi cuenta con un Asiento Judicial con dos juzgados y un tribunal. El


primer juzgado, asume las competencias en materia de niñez, adolescencia
e instrucción penal; el segundo, las de materia civil, comercial y familia y; el
Tribunal de Sentencia Penal 1°, se constituye en el único de Nor y Sud Yun-
gas a cargo de la etapa de juicio “de más de 400 causas de las cuales entre
el 60 y el 70% corresponde a delitos de violencia sexual contra niñas, niños
y adolescentes” destacó Quiroga.

La localización del Tribunal en Caranavi obliga a las víctimas de Chulumani,


La Asunta, Irupana y otros municipios, a viajar por horas, en algunos casos
entre ocho a 10 horas, para una audiencia, que en muchas ocasiones se sus-
pende, lo que las desgasta al punto que abandonan el proceso.

32

Oficina de la DNA de Caranavi, La Paz. Foto: A. Guachalla


En Caranavi también funciona uno de los cinco Asientos Fiscales que están
distribuidos en la región de Los Yungas a cargo de la acción penal pública y
la dirección funcional de la investigación y de la actuación policial. En todos
los casos de violencia sexual coordinan con el Servicio Legal Integral (SLIM)
y la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA).

Esta estructura institucional refleja el estado del sistema de justicia y los pro-
blemas estructurales relativos a insuficiente presupuesto, provisionalidad de
los cargos, entre otros, que derivan en retardación y omisión de la justicia.

Entre los problemas que existen actualmente en este Asiento Judicial está
la ausencia hace dos años de un Juez de Instrucción en lo Penal, cargo
que debe ser asumido por jueces suplentes que llegan desde otros distritos
como Sorata, Palos Blancos o Coroico para llenar la ausencia por un lapso
de tres meses.

El Fiscal de Materia de Caranavi, Freddy Tarqui, señaló que esta acefalía


dificulta la actividad procesal que por su dimensión debería ser mucho más
dinámica, algo que no ocurre porque mayormente los jueces suplentes ni
siquiera cumplen con su permanencia en el lugar.

33
“Ellos tendrían que
estar incluso una
semana, pero son raras
veces las que vienen a
cumplir su trabajo en el
Juzgado. Generalmente
lo hacen vía virtual. Al
existir el suplente se
está cumpliendo con
esa ausencia, pero por
Fiscal de Materia de Caranavi, Freddy Tarqui. Foto: A. Guachalla el hecho de que no es
titular, obviamente,
Asimismo, reconoció que este problema repercute
en la generación de carga procesal en la instancia las actividades van
del Juzgado. tardando”, explicó.

Para el representante de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia (DNA)


de Caranavi, Leonardo Limachi, el tema de las acefalías en aquel Asiento
Judicial es más grave porque hace más de un año no existe un Tribunal de
Sentencia y aunque en su lugar se asignó al Tribunal de Sentencia de Copa-
cabana para que lo supla, por distintos factores, los jueces abandonaron el
cargo.

Limachi explicó que por la ausencia de jueces


tampoco está en funcionamiento pleno el Juzgado
de la Niñez y Adolescencia, lo que provoca que
“El Consejo de la
“no haya justicia y se generen perjuicios para la
Magistratura ha Defensoría”.
designado jueces de
Achacachi para que
suplan a los de Caranavi,
pero esos jueces de
Achacachi también se han
ido. En el Tribunal titular
una ha fallecido, otro ha
renunciado y un tercero
fue trasladado a La Paz.
Como ya no hay quórum
34
ya no hay tribunal”, Representante de la DNA de Caranavi, Leonardo Limachi Foto: A. Guachalla

aseveró.
“Hemos enviado dos cartas al Tribunal Departamen-
tal de Justicia para que puedan conformar y puedan
designar un juez de instrucción, pero nunca me han
dado respuesta (…) Lo último que me han dicho es
que los jueces están en examen de competencia”,
aseguró.

En esa línea, Limachi lamentó que este tipo de acefalías coadyuven a que la
retardación de justicia, en casos de violación a niños, niñas y adolescentes,
impere en aquella región yungueña.

“Los jueces que son suplentes vienen algunos días. Dos o tres días vienen
a juzgar y se van. Así, las personas que presentan memoriales (denuncias)
tienen que estar esperando semanas y eso realmente es retardación de jus-
ticia”, aseguró.

VIDEO:
https://youtu.be/YPkExCMYM7s
Además de las acefalías, otro tema a tomar en cuenta es la falta de condicio-
nes que tienen las autoridades judiciales para impartir justicia.

Aunque los problemas afectan a todo el sistema, se constató que a partir


del 2019 la situación se tornó particularmente compleja en toda la región de
los Yungas. “Ha entrado en acefalía la administración de justicia”, afirmó la
abogada Marisol Quiroga, porque la misma situación se vivió también en el
ámbito de acción del Ministerio Público.

En criterio del ministro de Justicia,


Iván Lima, lo ocurrido en Caranavi
“desnuda las graves deficiencias
de la distribución de jueces en el
país, el mapa de justicia muestra
que tengo 1.138 jueces y 100.000
casos. Un juez no debiera dictar
más de 200 sentencias por año, es
lo razonable, es lo correcto. Que
dicte más de eso o menos de eso
muestra que estamos con una justi-
Fiscalía departamental de La Paz. Foto: A. Guachalla
cia que no es de calidad”.
35
La autoridad dijo que otro de los
problemas es el desempeño de los
jueces, “es tendencia mundial que
los jueces puedan quedarse en su
puesto hasta su jubilación, en la
medida en tengan un buen desem-
peño, pero lamentablemente en el
país no hemos hecho una sola eva-
luación de desempeño” y atribuyó
la situación “al incumplimiento del
mandato constitucional por parte
del Consejo de la Magistratura y
del Tribunal Supremo de Justicia
que no realizan la evaluación de
desempeño para saber cómo están
haciendo su trabajo”. Ministro de Justicia, Iván Lima. Foto: A. Guachalla

Añadió que mientras en algunos lugares no se pueden cubrir acefalías, en


otros se crean juzgados y se asignan jueces innecesariamente, y mencionó
el caso “de Orinoca, que al final se cerró el juzgado de instrucción de esta
localidad porque no tuvo casos. Hay otros juzgados que tienen muy poqui-
tos casos, dos juicios a 10 juicios en un año, en comparación con juzgados
como Warnes que tiene ocho mil expedientes en movimiento. No hay un
punto de comparación”.

Por su parte, la abogada Marisol Quiroga, que tiene que lidiar directamente
con los problemas estructurales del sistema judicial, apuntó que este no es
un problema menor porque las acefalías se cubren con jueces suplentes y

Otro impacto directo es el incremento


“en primer lugar, la ley prevé de la carga procesal pues “como jueces
que los plazos procesales no se suplentes deben sumar la carga procesal
del lugar donde están en suplencia a la
aplican para los jueces suplentes,
carga procesal de su asiento original.
por ejemplo, cuando presentamos Imposible lograrlo. Trabajan dos días en
un memorial, el juez titular debe suplencia, lo más que pueden hacer es
emitir una providencia en 24 providenciar los memoriales y realizar
horas, un auto interlocutorio las audiencias de cesación a la detención
en cinco días, si no cumple esos preventiva porque juicios no han iniciado”.
plazos podemos denunciarlos
Estos factores impactaron directamente
36 por retardación de justicia, pero en el incumplimiento de la debida
cuando los jueces son suplentes no diligencia, pero no se puede atribuir la
tienen plazo, por lo tanto recibían retardación de justicia solamente a las
memoriales, los guardaban por acefalías en los juzgados de instrucción
meses y nadie podía decir nada y en los tribunales de sentencia, también
porque no les corre plazo, un es relevante la falta de compromiso del
Ministerio Público, que “en el caso de
tribunal que está como año y
Caranavi, como en otros casos, provocan
medio con acefalía al que no la extinción de la acción penal porque no
le corre plazos, significa que la presentan la acusación fiscal dentro de
justicia también está en acefalía”. los plazos establecidos por ley”.

El deber de actuar con la debida diligencia conlleva un compromiso real


de adoptar medidas encaminadas a la prevención, investigación, sanción y
reparación de la violencia sexual. Como parte de este deber, Bolivia ha re-
conocido el carácter prioritario del problema de la violencia sexual mediante
la ratificación de instrumentos del sistema interamericano de derechos, pero
los problemas que deben enfrentar las víctimas de violencia sexual comien-
zan desde el primer día pues no encuentran condiciones adecuadas para
interponer debidamente sus denuncias ante las autoridades pertinentes, ni
siquiera existen condiciones para garantizar la privacidad.
Plaza principal del municipio de Caranavi, La Paz. Foto: A. Guachalla

Carencias y mora procesal


La provincia Caranavi, ubicada en el departamento de La Paz, está com-
puesta por dos municipios: Caranavi y Alto Beni. Está dividida en más de
20 cantones. Según proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE),
esta provincia tendría una población aproximada de 65.745 habitantes para 37
el 2020.

El Asiento Judicial de esta provincia se localiza actualmente en la capital del


municipio de Caranavi. Los predios de la Fiscalía se ubican en la plaza prin-
cipal de la ciudad, muy cerca de las oficinas de la Defensoría de la Niñez y la
Adolescencia (DNA) que comparte instalaciones con el SLIM.

Se trata de una casa, en cuyo primer piso funciona la oficina principal que
es ocupada por dos Fiscales de Materia, otros funcionarios judiciales y el
personal de administración. En la parte inferior del inmueble se encuentra
la oficina del representante del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).

A simple vista, el espacio es insuficiente para la cantidad de documentos


y expedientes que existen en el lugar. Según el Fiscal de Materia, Freddy
Tarqui, ahí se concentran todas las causas penales de los municipios de Ca-
ranavi y Alto Beni. No existe espacio para la privacidad.

El fiscal, quien permanece en ese asiento judicial desde el 19 de marzo de


2019, explicó que una de las labores principales de la Fiscalía es recibir las
denuncias de los hechos ilícitos, sean estas verbales, escritas mediante me-
moriales o acciones directas de la Policía en casos de flagrancia.
Tarqui refirió que para las primeras semanas de mayo de 2021 la cifra de
casos tuvo un incremento considerable. Un promedio de 15 denuncias por
semana que son sorteados entre los dos fiscales.

Dijo que la existencia de dos fiscales en aquel Asiento Judicial es la prueba


de que la actividad procesal es muy activa, lo que también involucra una
carga procesal que exige mayor tiempo de trabajo.

VIDEO:
https://youtu.be/fbckyoPUHZM

“Nosotros no tenemos La abogada Marisol Quiroga detalló que es


horario continuo. precisamente esa carga procesal la que afecta la
Trabajamos hasta calidad de atención de la fiscalía puesto que “con
medianoche o la alrededor de 400 o 500 causas en cada fiscalía,
enfrentan una gran sobrecarga procesal y ese es uno
madrugada y con el
de los factores que determina que incumplan con la
personal reducido que responsabilidad de realizar los actos investigativos,
tenemos, hacemos lo en muchas circunstancias llegan a hacer acusaciones
38 que se puede hacer. Pero con los mismos elementos indiciarios que han
pese a todo estamos utilizado en la imputación. Es evidente que la
cumpliendo con la carga cantidad de fiscales no responde a la dimensión de
procesal que se tiene en la problemática judicial y a la cantidad de procesos
penales que se suscitan en estos lugares”.
Caranavi”, explicó.
Aunque es de fundamental importancia la eta-
pa de la investigación en los casos de violencia
sexual, se cometen una serie de fallas que se
convierten en un impedimento que puede ser
insuperable en el ulterior procesamiento y san-
ción de los responsables de estos delitos.

Caranavi, uno de los principales asientos judi-


ciales del departamento de La Paz, funciona en
condiciones precarias. Es también reflejo del
estado de la justicia a nivel nacional.

Son múltiples los factores que determinan las


condiciones de precariedad de la justicia, uno
de ellos es la independencia financiera. Susa-
na Saavedra, directora de Fundación Construir, Abogada Marisol Quiroga. Foto: Archivo
detalló que en los últimos tres años el presu-
puesto otorgado al sector justicia ha sido me- “Los presupuestos
nor al 1%, anuales asignados al
funcionamiento del
Órgano Judicial, Fiscalía
General del Estado,
Tribunal Constitucional
Plurinacional, Servicio
Plurinacional de
Defensa Pública,
Servicio Plurinacional
de Asistencia a la
Víctima, Ministerio de
Justicia y Transparencia
Institucional y la Escuela
Susana Saavedra, directora de la Fundación Construir. Foto: Archivo de Jueces del Estado
ha sido 0,47% en 2018;
En su opinión, esos datos muestran que el 0,49% en 2019, y
compromiso de transformar la justicia no se traduce finalmente del 0, 52% en 39
en el presupuesto necesario y las consecuencias
2020”, explicó.
son “serias restricciones a la cobertura, personal
insuficiente y serias demoras en la atención y
procesamiento de causas”.

VIDEO:
https://youtu.be/8aD4qlczcrk

Para muestra un botón. La Fiscalía de Caranavi no cuenta con una cámara


Gessell que, según el Fiscal Tarqui, resulta casi inconcebible “tomando en
cuenta que Caranavi es una ciudad intermedia y centro distribuidor de todo
el sector de Nor Yungas”,

Y este no es un detalle menor. La cámara Gesell es un ambiente diseñado


para permitir que se realice la diligencia judicial de registro de la declaración
o testimonio de la niña, niño o adolescente, en su condición de víctima o
testigo, que tiene por finalidad esclarecer la verdad de los hechos y evitar la
revictimización, una garantía básica de la debida diligencia.

Pero, además, en opinión de Tarqui, “sería vital para que familiares de las
víctimas de abuso sexual no gasten dinero para trasladarse a La Paz a decla-
rar. Muchas veces, este tipo de actos procesales no pueden ser costeados
por las familias de escasos recursos que al verse impedidos económicamen-
te podrían abandonar el caso”.

Otra carencia que identificó el fiscal tiene que ver con el personal de la DNA
de Caranavi, ya que la cantidad de funcionarios de esta entidad debería ser pro-
porcional a la cantidad de población existente en aquella región yungueña.

El responsable de la DNA coincidió con el fiscal de Materia y expresó su


preocupación por la situación actual de su repartición que sobrevive pese a
la carencia de recursos humanos, presupuesto y apoyo de las autoridades
municipales.

Limachi explicó que actualmente


la DNA cuenta con un equipo
interdisciplinario de cinco
profesionales: un responsable, dos
abogados, una psicóloga y una
trabajadora social. A ellos se añade
una secretaria.

40 Según el funcionario, la existencia


de solo una psicóloga y una
trabajadora social imposibilita dar
curso a todos los requerimientos
y órdenes judiciales emitidas por Representante de la DNA de Caranavi, Leonardo

las autoridades, ya que estas Limachi Foto: A. Guachalla

profesionales no pueden atender


las 24 horas.

La abogada Marisol Quiroga, que ha recorrido toda la zona de los Yungas


aseguró que aun de las limitaciones, Caranavi y la Asunta son dos de los
municipios que tienen equipo completo, “cuando hablo de equipo com-
pleto primero refiero que están desagregados DNA y SLIM cuentan, por
separado, con abogado, psicóloga y trabajadora social , pero es cierto que
hay falta de capital humano efectivamente porque la problemática es muy
grande, no llegan a abarcar para atender a todas las víctimas que llegan a
presentar la denuncia y hacen como en el Ministerio Público esperar que
pase el tiempo y se extingan las causas”.

Asimismo, Limachi afirmó que tienen la necesidad de contar con una “caja
chica” para ayudar a las familias denunciantes que deben costear el traslado
de los acusados desde las colonias del municipio. A ello se suma la necesi-
dad de contar con un vehículo propio para realizar el rescate de las víctimas
de abuso sexual o físico.

Otra preocupación para la DNA es el presupuesto. El responsable comentó


que el 2020 contaban con un presupuesto aproximado de Bs 400.000, re-
cursos que solo alcanzaban para pagar sueldos.

Para este 2021 el presupuesto rebajó a Bs 200.000,


“Ese es el presupuesto. por lo que la crisis de esta repartición es inminente
Quizá abarcará a solo y debe resolverse con las nuevas autoridades
dos profesionales y municipales de Caranavi. De otro modo, será muy
nada más, tal vez incluya difícil mantener el equipo multidisciplinario que es
una secretaría más. Eso insuficiente para la cantidad de habitantes que hay
nos llevará a más carga en esa región.
procesal e injusticia. El problema del presupuesto para esta entidad es tal
Veremos que determinan que no alcanza a promover campañas de prevención
las autoridades contra el abuso sexual y físico, ya que solo permite
entrantes”, alegó. cubrir salarios, material de escritorio, equipos de
computación e indumentaria de trabajo.
41
“Nos aliamos con otras instituciones como la Defensoría del Pueblo, la Fun-
dación Munasim Kullaquita, entre otros, porque nosotros solos no podemos
hacer campaña de prevención. Ellos disponen el material para talleres de
prevención y todo eso”, agregó.

Ajeno a las necesidades cotidianas, el ministro de Justicia, Iván Lima, ase-


guró que “el presupuesto me parece que es suficiente, pero está mal admi-
nistrado”.

En su opinión un elemento central


es la falta de eficiencia en el manejo
del presupuesto del órgano judicial
y la asignación desproporcional de
Ministro de Justicia, Iván Lima. Foto: A. Guachalla
recursos a la planta burocrática en
detrimento de recursos para los jue-
ces, “la falta de jueces se está vol-
viendo un tema patológico. En el
tema que tocamos tenemos sólo 20
jueces de la niñez y adolescencia y
sabemos que en el país esa pobla-
ción representa más de 4 millones
de habitantes no parece coherente tener tan pocos jueces para la mayor
cantidad de población que además es la más vulnerable y necesita la mayor
protección”.

La precariedad del sistema judicial impacta de manera negativa en la admi-


nistración de justicia, pero también tiene costos financieros que deben ser
asumidos por los litigantes, especialmente por las víctimas que cubren con
sus recursos carencias como fotocopias, gasolina para los vehículos oficia-
les, viáticos y otros costos operativos de las diligencias fiscales y judiciales.
Como lo dejaron en claro los testimonios de los casos estudiados: la gratui-
dad de la justicia sólo está en el papel.

En la percepción de las víctimas los procedimientos son sumamente com-


plicados y largos y resultan muy costosos, lo que se agrava con la falta de
información y asesoría.

Según la abogada Marisol Quiroga, las limitaciones tienen un doble impac-


to. Por un lado, desalientan a las víctimas y muchas terminan abandonando
los procesos, por otro, se torna en un recurso con el que se justifica la ne-
gligencia de los funcionarios que deben coadyuvar en el logro de la justicia

42 Y lo dejó muy claro: “el Ministerio Público incluso tiene causas de violacio-
nes a niñas donde no han presentado la acusación por lo tanto se ha extin-
guido la acción penal. Un caso inobjetable es el de la joven especial, vícti-
ma de dos violadores que han logrado la libertad porque la Fiscalía no hizo
un solo acto investigativo en dos años y los tuvo detenidos preventivamente
a ambos hermanos dos años. Después de dos años, recién presenta la acu-
sación cuando en realidad la norma dice seis meses. El Ministerio Público es
un ente débil todavía, sigue cometiendo errores hay una falta de la debida
diligencia en este tipo de procesos”.

VIDEO:
https://youtu.be/f8t_wlkijew

Para el ministro de Justicia, Iván Lima, hay fallas en la interpretación de la


norma. “En el caso de la joven con discapacidad es más fácil argumentar
una eventual detención preventiva, no es una regla general, porque cada
caso penal merece atenderse en forma particular y viendo la realidad de
cada imputado. No estoy planteando una regla en sentido de que una per-
sona con discapacidad como víctima siempre tenga como regla la aplica-
ción de la detención preventiva, pero es la recomendación internacional,
es el estándar que ha recomendado la Corte Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH), proteger de una manera reforzada a los más vulnerables,
los niños, las personas con discapacidad y esto se debe a un principio de
sentido común”.

La realidad muestra que la norma no se cumple. En el caso analizado son


vocales del Tribunal Departamental de Justicia los que conceden la cesación
incumpliendo incluso una resolución de Amparo Constitucional.

Insistió que cuando se evita que el imputado esté en libertad, se evita que
haya una revictimización y la impunidad e incluso consecuencias más gra-
ves como la muerte de una persona, y recordó que “el sistema penal está
establecido para tomar una serie de decisiones que protejan a la víctima,
entre ellas la detención preventiva, la más gravosa, pero hay un abanico de
medidas de protección que tiene que tomar el Ministerio Público y el órga-
no judicial para evitar justamente que el proceso se interrumpa o se vuelva
contra la víctima”.

Aunque no quiso entrar en el detalle de los tres procesos analizados, reiteró


que “la detención preventiva está pensada para este tipo de casos y para
situaciones en las cuales el imputado claramente está preparando la fuga o
está preparando la obstaculización del proceso”.

La interpretación de la máxima 43
autoridad de Justicia, da pie para
subrayar que como parte de los
estándares de debida diligencia la
protección reforzada a las víctimas
resulta determinante para que no
desistan de su denuncia.

Pese a que las penas por los


delitos sexuales contra niños, niñas
y adolescentes alcanzan los 20 o
25 años de cárcel, 30 si son con
agravantes, los casos de violencia
sexual contra menores no cesan en
la región yungueña.

Una madre con su hijo en Caranavi, La Paz Foto: A. Guachalla


Desde el análisis del fiscal Tarqui, la concurrencia de “Cuando una familia se
este tipo de crimen responde a distintos factores, desintegra obviamente
como el social, cultural, económico, entre otros,
se pierde el control
elementos que naturalizarían la violencia sexual
de los hijos y esto
hacia menores de edad dentro de las colonias y
comunidades del sector.
tiene varios efectos
negativos. También la
Según el representante de la DNA, Leonardo situación económica hace
Limachi, el desconocimiento de la normativa legal,
que personas, en una
sobre todo en colonias muy alejadas de la capital de
Caranavi, es otro de los factores que incrementa el
situación de precariedad,
número de casos de abuso sexual contra menores, tienen conocimiento
que quedan impunes. de la violación, pero no
denuncian y son delitos
A ello se suma la irresponsabilidad de los padres
de los que no tienen
que descuidan a sus hijos, quienes muchas veces
se encuentran indefensos ante el ataque sexual de conocimiento la Fiscalía o
desconocidos o, en su caso, de familiares cercanos. Policía”, señaló.

“También hay menores de edad que ya forman un hogar y no está en con-


diciones de tener una familia. Otros jóvenes de 18 a 20 años alegremente
conforman familia, pero a la primera discusión se separan. Entonces quedan
44
los hijos, a veces sin asistencia familiar y en plena pobreza”, dijo.

Muchos de los casos de agresión sexual hacia menores de edad saltan a la


palestra mediática solo cuando se los han cometido con mucha violencia,
incluso acabando con la vida de la víctima, mientras que otros hechos que-
dan invisibilizados por el temor de las víctimas y de los familiares que se ven
impedidos de denunciar.

“Hay un temor en
relación a si el agresor
es un pariente como el
padre, padrastro, tío
o familiar. Entonces,
no comunican a las
autoridades, sin
embargo, cuando
la situación es de
conocimiento de terceras
personas, la denuncia es
inevitable”, dijo Tarqui. Un padre con su hija en Caranavi, La Paz Foto: A. Guachalla
Otro de los factores por los que la población no denuncia es el acuerdo
interno que se logra al interior de las comunidades para que la violación no
sea denunciada ante las autoridades competentes.

Según el Fiscal de Materia ese tipo de situaciones han llegado a conocerse


en la Fiscalía, pero esta tiene la obligación de actuar de oficio “porque son
faltas graves de orden público que se constituyen, de acuerdo a tratados y
convenios internacionales, en delitos de lesa humanidad”.

Esos acuerdos posibilitan que los denunciantes ya no


colaboren con la investigación o desestimen la de-
nuncia, en cuyo caso, la Fiscalía debe continuar con “Y hay casos que llegan
el proceso hasta conseguir la sentencia del acusado. al Ministerio Público que
presentan su acuerdo
transaccional en tema
de violación sexual (…)
y si llegan a acuerdos
extrajudiciales entre las
personas, pero eso no
tiene validez. Nosotros
45
continuamos con el
procedimiento, con los
actos investigativos hasta
llegar a la sentencia”,
explicó.

Palacio de Justicia de Santa Cruz. Foto: A. Guachalla

“Los denunciantes dejan el caso y nosotros tenemos que hacer inspecciones


técnicas oculares, tenemos que tomar declaraciones a los testigos y así se
obstaculiza el proceso, pero no por ello el Ministerio Público va a rechazar
los delitos de violación”, dijo.

Para el responsable de la DNA, en los dos años que está a cargo de esa
entidad supo de acuerdos de ese tipo, pero coincidió con Tarqui en que en
esos casos impera la ilegalidad porque las autoridades originarias no pue-
den impartir justicia a conveniencia porque existen autoridades ordinarias.

“En estos delitos de agresión sexual que afecta a la integridad física de una
niña, niño o adolescente, ellos (autoridades originarias) no tienen compe-
tencias de arreglar o conciliar. Directamente tiene que ser conocimiento de
la autoridad ordinaria, pero hay veces ocurre a través de un acta de concilia-
ción que también involucra el pago de un monto económico”, explicó.

Para Limachi un factor principal para que exista la im-


“Cuando los juicios se punidad en los casos de abuso sexual contra meno-
res es la dilatación de los procesos judiciales que ter-
suspenden, no está
mina por evitar las sentencias contra los imputados.
el fiscal, no está el Temas como las chicanas judiciales, la suspensión de
acusado, eso provoca audiencias, la inasistencia de las partes, entre otros,
que los procesos se repercuten y dan paso a la impunidad.
dilaten por años y la
mayoría de las víctimas A la par, el representante de la DNA reconoció que
problemas como la carga procesal y las acefalías
se cansan, ya no siguen.
coadyuvan para que este panorama empeore y
Entonces se pierden, se se tengan muchos casos de violencia sexual hacia
les notifica por edicto menores de edad en la impunidad.
y desaparecen. No
podemos hacer nada “Por ejemplo, esta Defensoría tiene como 35 juicios
orales y están ahí porque hace un año no tenemos
contra eso”, aseguró
Tribunal de Sentencia en Caranavi”, agregó.

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Un panorama desalentador
Los problemas de la justicia son evidentes, y podrían ser de imposible reso-
lución si no se toman iniciativas creativas aseguró el ministro Lima y planteó
que “cuando hay un millón de kilómetros cuadrados y menos de 500 fiscales
se tienen que aplicar circuitos y lograr que las formas de resolver el conflicto
no sean tan territoriales”.

Asimismo, sugirió que hay que lograr que el juez vaya al conflicto y no el
ciudadano al juez. “No tiene sentido que tengas a un juez esperando que
lleguen los casos cuando la construcción de circuitos en la zona de los Yun-
gas no solo es necesaria sino posible”.

En su opinión “los códigos de justicia bolivianos están pensados para la


ciudad, no están pensados para el área rural y uno se pone a pensar y dice:
‘no pero la ley es igual para todos’, pero cuando la ley es igual para todos es
injusta porque existe la necesidad de que cada tribunal departamental vaya
estableciendo reglas procesales para que funcione la justicia” y su perspec-
tiva está” una solución que implica la justicia vecinal, la justicia de paz y la
justicia comunitaria, pero no para lavar las manos del Estado para no resolver
el problema, sino como el modelo eficiente que soluciona los problemas”.
Desde la práctica cotidiana, para la abogada Marisol Quiroga, las salidas no
son tan sencillas. “Cuando el sistema falla a las víctimas se les cae el mundo
y si se les ha caído el proceso y llegan a la convicción de que no hay nada
que hacer y que no hay justicia”,dijo.

Y ante el sentimiento de indefensión “no se puede mentir, prometer que


en un mes vamos a tener una sentencia y que luego va a ir a apelación y va
a durar un mes y la casación otro mes, en tres cuatro o cinco meses vamos
a tener sentencia ejecutoriada y los vamos a hacer retornar a la cárcel, no
podemos hacerlo porque no es la verdad, porque la verdad es que con
mucha suerte vamos a llegar hasta fin de año con una sentencia en primera
instancia ellos van a apelar y va a venir a dormir al tribunal departamental
por dos años y si van a hacer casación va a dormir otros dos años en Sucre,
estamos hablando de casi cinco años más los cuatro años que llevamos en
esto son casi nueve años”.

Un panorama desalentador que le permite a la abogada Marisol Quiroga


afirmar que “en el horizonte inmediato se confirma que la impunidad que
propicia la omisión de la justicia y que se refuerza por prácticas sociocul-
turales tolerantes naturalizan la violencia contra niñas y adolescentes y les
niegan la posibilidad de imaginar un futuro sin desigualdad y con inequidad
de género”. 47
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