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Delitos sexuales: Cuando la impunidad naturaliza la violencia
Investigación periodística.
Primera edición
Julio, 2022
Esta investigación fue realizada en el marco del Fondo Concursable para investigaciones periodísticas en
materia judicial impulsado por Fundación CONSTRUIR, Fundación UNIR, Asociación Un Nuevo Camino,
Visión Mundial en coordinación con la Comunidad de Derechos Humanos y con el apoyo financiero de
la Unión Europea en Bolivia una iniciativa del proyecto: “Participación Ciudadana en la Reforma para el
acceso igualitario a la Justicia en Bolivia” (CSO-LA/2018/403-733).
Autores:
Zulema Alanes
Arnold Guachalla
Equipo Editorial:
Coordinación General:
4 Susana Saavedra Badani
Directora Ejecutiva - Fundación CONSTRUIR
Coordinación Técnica:
Neyza Cruz
Diseño y Diagramado:
Gabriela Cordova
María Alejandra Cornejo
Impresión:
Este libro se publica bajo licencia de Creative Commons
«La presente publicación ha sido elaborada con el apoyo financiero de la Unión Europea. Su
contenido es responsabilidad exclusiva de la y los autores y no necesariamente refleja los puntos
de vista de la Unión Europea».
Esta permitido el uso, reproducción y difusión del material contenido en esta publicación sin
fines comerciales, bajo las condiciones de que se cite la fuente.
Esta publicación se distribuye sin fines de lucro.
Presentación
Fundación CONSTRUIR
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250/2015 069/2016 826/2018
Con la aprobación del nuevo Código Niña, Niño y Adolescente, bajo los
lineamientos del interés superior del niño, las garantías de la Constitución
Política del Estado (CPE) y las normas del bloque de constitucionalidad, así 7
como la aplicación preferente de las normas internacionales de derechos
humanos, Bolivia cuenta con un importante desarrollo normativo en materia
de protección y garantía de derechos.
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Las cifras “sombra” de la violencia sexual
En 2015, la Defensoría del Pueblo, en su informe “Las niñas y las adolescentes:
derechos invisibilizados y vulnerados”, aseguró que a nivel nacional cada día
16 niñas o niños sufren vejámenes sexuales.
VIDEO:
https://youtu.be/UgYSoyhX3RI
VIDEO:
https://youtu.be/RK9VGs3wz00
Según datos oficiales de la Fiscalía General del Estado recopilados por CLA-
DEM Bolivia, en 2019 se registraron 1.020 denuncias y en 2020 un total de
2.091 denuncias por delitos de violencia, de las cuales más del 90% corres-
pondía a niñas y adolescentes mujeres. Entre enero y septiembre de 2021,
se denunciaron 1.340 casos de violación de infante, niña, niño y adolescente
y 1.045 por el delito de estupro.
Las cifras no cuadran, pero alarman. Varían de una fuente a otra, no se cuen-
ta con un sistema de información centralizado, cada institución cuenta con
su propio sistema de registro lo que hace imposible cruzar y consolidar la
información. No muestran la magnitud del problema, debido tanto a la pre-
cariedad de los registros oficiales como al subregistro de denuncias.
VIDEO:
https://www.youtube.com/watch?v=BodGtukiDxo
Ese dato demuestra que hay mucha violencia “que atenta contra los cuerpos
de las menores”, agregó.
El SNIS del Ministerio de Salud reportó que en 2018 se prestó atención pre-
natal a 2.949 niñas menores de 15 años; el 2019 a un total de 2.591 y, aun
del subregistro derivado de las restricciones de la pandemia de COVID-19,
un total de 2.170 niñas estaban embarazadas en 2020.
En su criterio, la información debería estar en línea pues “Si bien hay que
respetar el ámbito de privacidad por mandato constitucional, no estamos
pidiendo que se pongan los nombres de las víctimas, pero sí necesitamos
conocer el número asignado a cada caso para realizar el seguimiento del 13
proceso y verificar lo avanzando dentro del sistema de justicia penal. Eso se
llama interoperabilidad y lamentablemente desde que entró en vigencia la
Ley 1173 no ha podido implementarse la interoperabilidad”.
Ante la insistencia de evidencias que respalden que los delitos sexuales con-
tra menores de edad eran “más recurrentes” en aquella zona de Los Yungas,
Tarqui ratificó que en ese momento no contaban con esa información, pese
a que, según norma, los datos deberían estar a disposición de la autoridad.
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“De repente no podemos cuantificar con datos exactos, sin embargo, es el
porcentaje equitativo entre los demás delitos, es decir, un porcentaje del
50% en relación a otros delitos. Pero eso denota que evidentemente existe
un porcentaje mayor en relación a los delitos sexuales (contra mayores de
edad)”, dijo.
DOCUMENTO
https://www.scribd.com/document/497763411/Ficha-Tecni-
ca-Caso-Veliz-Franco
En este fallo, emitido el 19 de mayo de 2014, se dejó sentado que “la inefi-
cacia judicial frente a casos individuales de violencia contra las mujeres pro-
picia un ambiente de impunidad que facilita y promueve la repetición de los
hechos de violencia en general y envía un mensaje según el cual la violencia
contra las mujeres puede ser tolerada y aceptada, lo que favorece su perpe-
tuación y la aceptación social del fenómeno, el sentimiento y la sensación de
inseguridad de las mujeres, así como una persistente desconfianza de estas
en el sistema de administración de justicia”.
Por el grave daño que había causado el agresor, la menor tuvo que ser tras-
ladada al Hospital del Niño de La Paz, dado que no existían las condiciones
para atenderla en el municipio de Caranavi.
Días después, el acusado fue enviado a la cárcel de San Pedro de La Paz con
detención preventiva, mientras el padre de la menor fue al encuentro de su
hija en el hospital.
Pese a ello, tuvieron que seguir con los trámites para buscar justicia, algo
que en más de tres años aún no han logrado por las trabas legales, los gas-
tos económicos, la negligencia de las autoridades judiciales y la huida del
acusado.
VIDEO:
https://youtu.be/X8cneUvAdQw
De inicio el proceso estuvo cargado de dificultades. El fiscal de Caranavi
tardó mucho en emitir una acusación en contra de Diego A.O., lo que puso
en riesgo la demanda presentada por los progenitores de la niña y dio opor-
tunidad al acusado para tramitar su salida de la cárcel.
“Con todas las pruebas que había casi perdemos, pero se le ha insistido al
fiscal para que haga cumplir la ley nada más. Él ha intentado salir en muchas
audiencias, ya no nos acordamos cuántas fueron. En todas las audiencias, su
mamá ha obstaculizado el proceso, negando todas las acusaciones contra
su hijo”, agregó.
En noviembre del 2020, Diego A.O. logró su salida de la cárcel de San Pe-
dro con detención domiciliaria, a pesar de las pruebas contundentes en su
contra. Los padres no pueden simular la frustración que les genera estos
recuerdos.
El caso no quedó ahí, ya que la madre del agresor sexual actualmente inten-
ta revertir el proceso y colocar a Juan José G. y Danitza M.L. de acusadores
a acusados, con reiteradas contrademandas que involucran también a los
vecinos que firmaron como testigos para acusar a su hijo.
“Nos acusa de haber hecho una denuncia falsa (…) La señora (madre del
acusado) se agarra con todos, no sólo con nosotros. Se agarra con el Policía
que lo ha detenido, con los vecinos que firman. Con todos se agarra en la
contrademanda”, dijo.
Melvi O.S., madre del agresor, presentó en dos ocasiones ante la Fiscalía de
Guanay una denuncia penal contra los padres de la menor y los testigos por
los presuntos delitos de falsedad ideológica y uso de instrumento falsifica-
do, bajo el argumento de que involucraron a su hijo en una violación que
no cometió. Sin embargo, las demandas fueron rechazadas por la Fiscalía.
Ante ello, la mujer insistió y solicitó que la demanda se realice en la Fiscalía
Departamental de La Paz. Al enterarse de la nueva demanda, los padres de
la víctima acudieron a la Fiscalía de Guanay para adquirir copias legalizadas
de las pruebas que usaron para acusar a Diego A.O. y responder a la con-
trademanda.
“Pero ahora los testigos están con nosotros. Les comunicamos que ellos
también están demandados y se han sorprendido, pero así es cuando la
justicia es injusta y solo los que tienen plata pueden hacer prevalecer lo que
ellos dicen”, explicó.
Ante la fuga del acusado solo atinan a solicitar ayuda a la Fiscalía para su
recaptura porque saben que sin él no habrá sentencia.
El padre de la víctima detalló que todo empezó con una oferta de trabajo
para su hija. “Yo vivo en la comunidad U.B., provincia Caranavi. La esposa
del acusado (de la primera violación) fue a pedir ayuda a mi casa para cose-
char coca. Ante tanta insistencia convenció a mi esposa y “le prestó” a mi
hija para ayudar en ese trabajo”, contó.
“No había, además nadie quería hacerse cargo del caso, por eso la Policía
dijo que era mejor que nos fuéramos a La Paz. Por eso nos trasladamos”,
agregó.
“No había como exigirle porque no era abogado particular. Entonces, cuan-
do se sacaba tiempo movía el asunto. Ese es el problema con el que trope-
cé: no tener recursos económicos”, agregó.
Al contar con las pruebas del abuso sexual, la familia de la joven esperaba
alcanzar justicia, pero el paso del tiempo les demostró lo contrario. El proce-
so se dilató demasiado en base a chicanas jurídicas y, Marcelino Ch. sospe-
cha que también a posibles coimas a jueces y fiscales.
VIDEO:
https://youtu.be/x2Dz90BADX4
Recordó que fueron varios años de gastos y problemas porque tuvo que
generar recursos extras para solventar sus viajes a La Paz y presentarse a las
audiencias.
A su crítica situación económica se sumó la situación de su hija que, debido
a su grado de discapacidad, no tiene las condiciones para criar a su primo-
génita, por lo que el cuidado y la manutención de la menor, quien actual-
mente tiene seis años, corrió por cuenta de los abuelos.
En base a las demandas por violencia sexual contra niñas, niños y adoles-
centes que le toca representar en Cochabamba, la Fundación Una Brisa de
Esperanza proyectó que el 98% de las denuncias por violencia sexual que
se tramitan en estrados judiciales quedan en la impunidad porque padres y
madres que denuncian a los agresores terminan abandonando los procesos,
agobiados por la lentitud del sistema penal y cansados de lidiar con la chi-
cana y las artimañas de abogados defensores de violadores, muchas veces
coaligados con jueces y fiscales.
Ese extremo se repite una y otra vez, aquí y allá, afirmó Marisol Quiroga,
abogada de la acusación en los tres casos de violación sexual cometidos en
la zona de Los Yungas y analizados en esta investigación y que constituyen
evidencia de que “la respuesta judicial es notablemente deficiente y no res-
ponde a la gravedad e incidencia del problema”.
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Esta estructura institucional refleja el estado del sistema de justicia y los pro-
blemas estructurales relativos a insuficiente presupuesto, provisionalidad de
los cargos, entre otros, que derivan en retardación y omisión de la justicia.
Entre los problemas que existen actualmente en este Asiento Judicial está
la ausencia hace dos años de un Juez de Instrucción en lo Penal, cargo
que debe ser asumido por jueces suplentes que llegan desde otros distritos
como Sorata, Palos Blancos o Coroico para llenar la ausencia por un lapso
de tres meses.
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“Ellos tendrían que
estar incluso una
semana, pero son raras
veces las que vienen a
cumplir su trabajo en el
Juzgado. Generalmente
lo hacen vía virtual. Al
existir el suplente se
está cumpliendo con
esa ausencia, pero por
Fiscal de Materia de Caranavi, Freddy Tarqui. Foto: A. Guachalla el hecho de que no es
titular, obviamente,
Asimismo, reconoció que este problema repercute
en la generación de carga procesal en la instancia las actividades van
del Juzgado. tardando”, explicó.
aseveró.
“Hemos enviado dos cartas al Tribunal Departamen-
tal de Justicia para que puedan conformar y puedan
designar un juez de instrucción, pero nunca me han
dado respuesta (…) Lo último que me han dicho es
que los jueces están en examen de competencia”,
aseguró.
En esa línea, Limachi lamentó que este tipo de acefalías coadyuven a que la
retardación de justicia, en casos de violación a niños, niñas y adolescentes,
impere en aquella región yungueña.
“Los jueces que son suplentes vienen algunos días. Dos o tres días vienen
a juzgar y se van. Así, las personas que presentan memoriales (denuncias)
tienen que estar esperando semanas y eso realmente es retardación de jus-
ticia”, aseguró.
VIDEO:
https://youtu.be/YPkExCMYM7s
Además de las acefalías, otro tema a tomar en cuenta es la falta de condicio-
nes que tienen las autoridades judiciales para impartir justicia.
Por su parte, la abogada Marisol Quiroga, que tiene que lidiar directamente
con los problemas estructurales del sistema judicial, apuntó que este no es
un problema menor porque las acefalías se cubren con jueces suplentes y
Se trata de una casa, en cuyo primer piso funciona la oficina principal que
es ocupada por dos Fiscales de Materia, otros funcionarios judiciales y el
personal de administración. En la parte inferior del inmueble se encuentra
la oficina del representante del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF).
VIDEO:
https://youtu.be/fbckyoPUHZM
VIDEO:
https://youtu.be/8aD4qlczcrk
Pero, además, en opinión de Tarqui, “sería vital para que familiares de las
víctimas de abuso sexual no gasten dinero para trasladarse a La Paz a decla-
rar. Muchas veces, este tipo de actos procesales no pueden ser costeados
por las familias de escasos recursos que al verse impedidos económicamen-
te podrían abandonar el caso”.
Otra carencia que identificó el fiscal tiene que ver con el personal de la DNA
de Caranavi, ya que la cantidad de funcionarios de esta entidad debería ser pro-
porcional a la cantidad de población existente en aquella región yungueña.
Asimismo, Limachi afirmó que tienen la necesidad de contar con una “caja
chica” para ayudar a las familias denunciantes que deben costear el traslado
de los acusados desde las colonias del municipio. A ello se suma la necesi-
dad de contar con un vehículo propio para realizar el rescate de las víctimas
de abuso sexual o físico.
42 Y lo dejó muy claro: “el Ministerio Público incluso tiene causas de violacio-
nes a niñas donde no han presentado la acusación por lo tanto se ha extin-
guido la acción penal. Un caso inobjetable es el de la joven especial, vícti-
ma de dos violadores que han logrado la libertad porque la Fiscalía no hizo
un solo acto investigativo en dos años y los tuvo detenidos preventivamente
a ambos hermanos dos años. Después de dos años, recién presenta la acu-
sación cuando en realidad la norma dice seis meses. El Ministerio Público es
un ente débil todavía, sigue cometiendo errores hay una falta de la debida
diligencia en este tipo de procesos”.
VIDEO:
https://youtu.be/f8t_wlkijew
Insistió que cuando se evita que el imputado esté en libertad, se evita que
haya una revictimización y la impunidad e incluso consecuencias más gra-
ves como la muerte de una persona, y recordó que “el sistema penal está
establecido para tomar una serie de decisiones que protejan a la víctima,
entre ellas la detención preventiva, la más gravosa, pero hay un abanico de
medidas de protección que tiene que tomar el Ministerio Público y el órga-
no judicial para evitar justamente que el proceso se interrumpa o se vuelva
contra la víctima”.
La interpretación de la máxima 43
autoridad de Justicia, da pie para
subrayar que como parte de los
estándares de debida diligencia la
protección reforzada a las víctimas
resulta determinante para que no
desistan de su denuncia.
“Hay un temor en
relación a si el agresor
es un pariente como el
padre, padrastro, tío
o familiar. Entonces,
no comunican a las
autoridades, sin
embargo, cuando
la situación es de
conocimiento de terceras
personas, la denuncia es
inevitable”, dijo Tarqui. Un padre con su hija en Caranavi, La Paz Foto: A. Guachalla
Otro de los factores por los que la población no denuncia es el acuerdo
interno que se logra al interior de las comunidades para que la violación no
sea denunciada ante las autoridades competentes.
Para el responsable de la DNA, en los dos años que está a cargo de esa
entidad supo de acuerdos de ese tipo, pero coincidió con Tarqui en que en
esos casos impera la ilegalidad porque las autoridades originarias no pue-
den impartir justicia a conveniencia porque existen autoridades ordinarias.
“En estos delitos de agresión sexual que afecta a la integridad física de una
niña, niño o adolescente, ellos (autoridades originarias) no tienen compe-
tencias de arreglar o conciliar. Directamente tiene que ser conocimiento de
la autoridad ordinaria, pero hay veces ocurre a través de un acta de concilia-
ción que también involucra el pago de un monto económico”, explicó.
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Un panorama desalentador
Los problemas de la justicia son evidentes, y podrían ser de imposible reso-
lución si no se toman iniciativas creativas aseguró el ministro Lima y planteó
que “cuando hay un millón de kilómetros cuadrados y menos de 500 fiscales
se tienen que aplicar circuitos y lograr que las formas de resolver el conflicto
no sean tan territoriales”.
Asimismo, sugirió que hay que lograr que el juez vaya al conflicto y no el
ciudadano al juez. “No tiene sentido que tengas a un juez esperando que
lleguen los casos cuando la construcción de circuitos en la zona de los Yun-
gas no solo es necesaria sino posible”.