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BRUMAL DOI: 

https://doi.org/10.5565/rev/brumal.786
Revista de Investigación sobre lo Fantástico
Research Journal on the Fantastic Vol. IX, n.º 1 (primavera/spring 2021), pp. 115-122, ISSN: 2014-7910

Clive Leatherdale, Historia de Drácula, trad. Albert Beteta, Arpa, Barcelona, 2019.
ISBN 978-84-12623-19-7.

A estas alturas, afirmar que el fa- bada, se ha apostado por cualquier nove-
moso conde transilvano ha devenido un dad literaria que utilizase la novela de
producto de consumo de la cultura pop Stoker como reclamo. Significativamente,
parece una obviedad que no requiere ser la secuela oficial producida por Dacre
señalada. La primacía de la novela Drácu- Stoker e Ian Holt, Dracula the Un-Dead,
la sobre la producción de Stoker y la ex- publicada a finales de 2009, ya en octubre
plotación en el mercado de su figura se de 2010 se había traducido al español, en
podían vaticinar en el crepúsculo de su el sello editorial Roca, convirtiéndose en
vida. Posiblemente, Florence Balcombe, un inmediato best seller. Otra muestra de
su viuda, ya sospechaba que cualquier este afán editorial por exprimir su éxito
producto que contuviese en su título el sería la premura con que se tradujo Los po-
término «Drácula» era un valor seguro. deres de la oscuridad, versión alternativa de
Este pudo ser el motivo que la impulsó a la novela desarrollada por Stoker junto al
recopilar relatos inéditos de su difunto y editor y escritor Valdimar Ásmundsson:
publicarlos póstumamente bajo el título apareció en febrero de 2017 en las librerías
de uno de ellos: El invitado de Drácula. de Gran Bretaña y en octubre del mismo
La denuncia de Leatherdale y de su año llegó a España. Asimismo, en 2018
prologuista en la edición española, David Dacre Stoker publicó junto a J. D. Barker
Remartínez, respecto al escaso entusias- la precuela Drácula: el origen, que llegaría
mo suscitado por el nombre de Stoker, en al mercado español ese mismo año.
contraste con el de su criatura más famo- En lo que respecta a la figura de
sa, debe extrapolarse al poco interés que Stoker y a su narrativa en nuestras fronte-
recibió, hasta tiempos recientes, su pro- ras, es fácil atestiguar que las editoriales
ducción narrativa, ensombrecida hasta el se mostraron, hasta no hace mucho, algo
punto de no merecer la traducción o la reticentes a la traducción y comercializa-
reedición, esgrimiendo la presunta escasa ción del resto de sus obras. Una parte de
calidad de sus otras novelas. su novelística —cada vez menor, por suer-
En el panorama editorial español, te— sigue inédita, y la otra solo recibió el
la «Marca Drácula» ha llamado la atención interés de sellos especializados en lo fan-
de un gran número de editoriales. Como tástico como Valdemar, que ha ofrecido al
producto de consumo de eficacia compro- público español no solo El país del ocaso

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Reseñas

(2002), sino también La dama del sudario tudios rigurosos sobre la obra y a la fasci-
(1997) y su última novela fantástica —ya nación que despertó en su autor debemos
descatalogada— La madriguera del gusano el surgimiento del ensayo que nos ocupa,
blanco (2001). Honrosas excepciones son Dracula. The Novel and the Legend, de Clive
La joya de las siete estrellas, publicada por Leatherdale, que se publicó en 1985 y que,
Montesinos en 2009 y por Alianza en 2015, a pesar de ser reconocido por la crítica an-
o El misterio en el mar (2015) y El hombre glosajona como un clásico fundamental
(2016), ambas traducidas por primera vez para aproximarse al mito, no se ha tradu-
al español por Erasmus ediciones. cido al español hasta 2019.
Sus relatos, cabe señalar, han corri- Clive Leatherdale, considerado por
do mejor suerte. Subrayar que Stoker fue muchos uno de los mayores expertos en la
mejor cuentista que novelista es ya un lu- novela Drácula, nació en Londres el año
gar común. Su narrativa breve ha ido in- 1949. Es doctor en Historia de Arabia y un
troduciéndose diseminadamente en dis- destacado analista geopolítico. Sus publica-
tintas antologías de relatos, bien bajo la ciones más relevantes respecto al vampiris-
genérica etiqueta de «Relatos de terror», mo y a Stoker son Dracula. The Novel and the
junto a otros autores clásicos, bien en pu- Legend (1985), The Origins of Dracula (1987),
blicaciones cuya selección recogía unos en la que presta especial atención a las notas
pocos exclusivamente del autor. A este y al manuscrito, Dracula Unearthed (1998),
respecto, es reseñable la aparición en 2018 edición anotada de la novela, y la edición
de Bram Stoker. Cuentos completos, volu- crítica de The Jewel of Seven Stars (1996).
men publicado por Páginas de Espuma. La versión española ha sido tradu-
Se trata del primer compendio de toda su cida por Albert Beteta y publicada por la
cuentística completa, primorosamente editorial Arpa, cuatro años después de
editada por Antonio Sanz Egea y traduci- que el mismo traductor la vertiese al cata-
da al español por Jon Bilbao. lán, bajo el sello de la editorial Gregal.
Parece evidente, en cualquier caso, El ensayo se titula en español Histo-
que a la «otra» narrativa de Stoker — ria de Drácula: un ensayo sobre la obra maes-
aquella que no es Drácula— se le han pre- tra de Bram Stoker, el conde Drácula y los
sentado ciertas dificultades para legiti- orígenes del vampirismo. Mantiene como
marse tanto en nuestro país como en el de imagen de cubierta la obra pictórica La
origen. Algo parecido a lo que sucedería mujer y la muerte de Hans Baldug —la mis-
con la producción ensayística que estu- ma que preside centralmente las sucesivas
diaba su clásico universal, pues, señala tiradas de la editorial Desert Island—, si
Leatherdale, en los años setenta, la crítica, bien la edición española la ha relegado a
especialmente la británica, aún se mostra- la parte inferior derecha de la portada, op-
ba renitente a aproximarse a Drácula (p. tando por un llamativo color rojo de fon-
16). A la frustración por la ausencia de es- do de cubierta.

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Reviews

El prólogo corre a cargo de David cultural del no-muerto anterior a la defor-


Remartínez, periodista vinculado a Arpa mación literaria. Defiende que su naci-
editorial. En él se destacan dos ideas capi- miento parte de dos preceptos: la creencia
tales. La primera: este ensayo fue el pri- en la vida después de la muerte y el poder
mero en conferir la dignidad a Drácula de mágico de la sangre; preceptos cuya uni-
poder catalogarse como «la novela más versalidad ha conferido la inmortalidad a
exquisita de la era victoriana» (p. 9); y la estos seres que, apunta, ganaron corpora-
segunda: se trata de una gran aportación lidad y connotaciones sexuales, exaltadas
que ofrece una interpretación, tildada de estas últimas por el cristianismo. Y es que,
dual y que, quizás, debería rectificarse señala Leatherdale, la Iglesia aprovechó el
como plurivalente, por cuanto constituye temor al vampiro para acrecentar la devo-
un compendio revisitado de distintos ción y la fe. En este contexto, concibe
puntos de vista y campos de estudio; una como consecuencia lógica la creación del
revisión a la crítica anterior sobre la nove- Malleus Maleficarum (1487) para prevenir
la, que no por ello está exenta de novedo- del poder del demonio y batallar contra
sas perspectivas y, quizás su logro más los íncubos y los súcubos.
loable, de demostrar la compatibilidad de En este segundo capítulo reseña,
distintos enfoques, admitiendo los éxitos también, todo aquello que el cristianismo
y beneficios que cada escuela teórica ha pudo legar al vampirismo literario: el con-
podido aportar a la lectura de la novela. cepto de que el mal no puede enfrentarse
En lo relativo a la estructura formal a aquel que lo rechaza, el agua como ele-
de esta Historia de Drácula, el volumen des- mento puro que el vampiro debe evitar o
pega con una introducción del autor, en la los métodos de evasión y destrucción.
que ofrece un breve estado de la cuestión Esta introducción cultural y antro-
respecto al panorama crítico previo a su es- pológica concluye con una breve revisión
tudio, que califica de escaso. También hace a la epidemia vampírica del siglo xviii,
una declaración de intenciones: pretende que relaciona con una coyuntura particu-
construir un lugar de consulta politemáti- lar: el conflicto entre la Iglesia católica y la
co y avivar el interés hacia Drácula, desta- ortodoxia moscovita. Resulta llamativo
cando su valor universal. que, a pesar de ser evidentísimo que los
Una vez introducida, su Historia se textos de Calmet han servido de fuente
estructura en tres grandes partes. El pri- principal para elaborar este punto, este ni
mer bloque lleva como título «Orígenes» su tratado aparezcan citados en el cuerpo
y se compone de cinco capítulos que se de texto, y solo se halle en el aparato de
secuencian por orden cronológico. notas como lectura recomendada.
Los dos primeros, «El vampiro» y El tercer capítulo, «El vampiro en la
«El vampiro en la Europa cristiana», literatura», se configura como una sucinta
ahondan en la dimensión antropológica y historia de la literatura vampírica, que, a

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pesar de su brevedad, arroja luz sobre la ficos para acabar con el no-muerto; recur-
constitución de este no muerto literario y sos ambos que encontrarían su anteceden-
sobre su plasticidad y multiplicidad for- te en Varney the Vampire.
mal, cosa que ha iluminado distintas vías El cuarto capítulo de esta primera
de aproximación posteriores. parte recibe el nombre de «Vida y obras
Entre muchas de sus lúcidas obser- de Bram Stoker». Aquí se propone Lea-
vaciones, destacan las siguientes: la idea- therdale elaborar una biografía del autor
lización romántica y de carácter eminen- partiendo de las siguientes fuentes: sus
temente británico del vampiro literario, principales biógrafos, que son Ludlam,
que convierte a un ser pestilente en un Farson, Belford y Hugues; extractos de la
aristócrata susceptible de adquirir valores prensa de la época, y la fuente más revela-
metafóricos con intenciones sociales o dora; Personal Reminiscences of Henry Ir-
eróticas; la divergencia simbólica del ving (1906), una biografía que Stoker ela-
vampiro masculino, detentador de poder, boró sobre el actor y en la que añade no
del vampiro hembra, proyección de la fa- pocas vivencias personales. A grandes
tal seducción femenina; la habilidad del rasgos, queda retratado como una perso-
monstruo para robar la energía vital, ener- na de moral recta y valores religiosos, un
gía que no encarna exclusivamente la san- hombre de negocios y autor de trayectoria
gre, sino también el sexo y la mente — vulgar con una sola, pero muy destacada,
donde estarían los llamados vampiros excepción. En lo relativo a su muerte, Lea-
psicológicos y se ampliaría el campo de es- therdale no apuesta por la teoría de la sífi-
tudio a obras como El Horla de Maupas- lis, popularizada porque Farson asoció el
sant—; y, por último, el desplazamiento certificado de defunción con la sífilis ter-
del interés vampírico, que ya no se reduce ciaria. A su juicio, los síntomas que se des-
a la obtención de sangre sino a la búsque- criben en el certificado podrían justificar-
da del amor, en sus diferentes facetas. se por la enfermedad de Bright, que
Tratándose de una historia literaria padeció meses antes a la muerte.
que pretende preceder a un asedio de Drá- «Los orígenes de Drácula» es, con
cula, es lógico que Leatherdale ponga de toda probabilidad, uno de los capítulos
manifiesto cuáles de estas dimensiones más reveladores del volumen. Leatherdale,
del vampiro de la tradición romántica han apoyado en lo que entonces debía de ser
influido en la novela de Stoker. Entre es- materia preciosa solo a disposición de unos
tas, señala la condición de aristócrata — pocos —las notas de Bram Stoker—, reba-
menos refinado y galante, empero, que el te, en detrimento del beneficio turístico ru-
Lord Ruthven de Polidori—, la sensuali- mano, que Drácula fuese un trasunto del
dad femenina, que pudo hallar inspira- príncipe valaco Vlad III. El manido discur-
ción en la Carmilla de Le Fanu, y el estilo so de que fue en Whitby donde conoció al
policial persecutorio y los métodos cientí- voivoda a través de An Account of the Prin-

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cipalities of Wallachia de Wilkinson, precisa- Leatherdale elabora una somera aproxi-


ba de muchísimos matices. Es seguro que mación a cada uno de los personajes varo-
Stoker consultó el libro: sus notas así lo re- nes, incidiendo, para sorpresa del lector,
flejan. Sin embargo, solo bastaba una breve en Quincey P. Morris. El tejano destaca
revisión a la referencia que aparece sobre el por su intrascendencia en la trama. Por
soberano valaco para cerciorarse de que ello, el ensayo aquí reseñado se cuestiona
este apenas le sirvió para tomar el nombre el motivo del protagonismo final de Mo-
de familia «Drácula», que Wilkinson seña- rris, que muere con heroicidad en la lucha
ló como sinónimo de demonio y que apare- contra el conde y lega su nombre al hijo de
ce en mayúscula en las notas de Stoker. Ni los Harker.
Vlad ni el apodo Tepes se mencionan, y Para dar una explicación a esto, se
menos sus actos sanguinarios, lo que po- recurre a dos hipótesis: la simpatía natu-
dría haber proporcionado no poca inspira- ral de Stoker por los norteamericanos y la
ción a nuestro autor. visión de Franco Moretti, que sospecha
En lo referente a otra tesis también que Quincey pudiese haberse concebido,
muy popularizada —la de que no fue en un principio, como aliado del conde.
Vlad Tepes, sino Erszebet Bathory quien En los primeros esbozos de Drácula, de
inspiró a la creación del monstruo—, Lea- hecho, el tejano contaba con más escenas
therdale también la descarta. Aunque en solitario, como un viaje por iniciativa
consultó El libro de los hombres lobo de Ba- propia a Transilvania.
ring-Gould, donde aparece referida la his- El último capítulo de este bloque,
toria de la Condesa Sangrienta, Stoker de- «Mujeres buenas y dulces», requiere de
bió de saltarse el capítulo en el que se un asedio aparte. Su visión sobre la natu-
mencionaba a una tal «Elisabeth», pues raleza femenina de las dos protagonistas
solo tomó apuntes de licantropía. se erige como mucho más compleja de la
En el segundo bloque, «Personajes», que se estila en ensayos contemporáneos.
se atiende a la construcción y representa- Leatherdale evade el maniqueísmo que ha
ción de todos los personajes de la novela. prevalecido en la mayoría de estudios so-
El primer capítulo, «Creación del conde», bre la mujer en Drácula. Si bien es cierto
se destina a desentrañar las particularida- que en el presente estudio se apuesta por
des del afásico protagonista. Como vampi- un Stoker conservador y defensor del pa-
ro, lo contempla como una criatura emi- triarcado, también se repara en que exis-
nentemente literaria, concebida a través de ten ciertas contradicciones entre este
tres posibles personalidades: Henry Irving, Stoker y el Stoker que da vida a una volu-
Lord Ruthven y Varney. ble, pero exculpada Lucy, y una inteligen-
Los capítulos que siguen toman su te y virginal Mina.
título de citas textuales de la novela. En El concepto de «la mujer nueva»,
«Gracias, señor, por los hombres buenos», que —como más adelante defenderé— re-

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sulta un tema de mayor interés para el es- sa. La protagonista, una «mujer nueva»
critor del que se había supuesto, ha sido que desearía haber nacido hombre y a la
tradicionalmente vinculado a Lucy, una que jamás se retrata de forma peyorativa,
joven que desearía poder dar rienda suel- pide la mano a un hombre cuya moral y
ta a sus impulsos sexuales y tener tres ma- caballerosidad se revelan deleznables. No
ridos en lugar de uno. Para buena parte el narrador, sino la sociedad, será quien
de la crítica, este modelo de mujer es cas- juzgará y castigará a la protagonista, a pe-
tigado a través de la coqueta y caprichosa sar de ser, a ojos del lector, una heroína
aristócrata, convirtiéndose en la víctima luchando contra un mundo adverso.
mortal y luego consorte del vampiro. Como en toda obra de Stoker, hay una in-
Leatherdale es consciente de la su- tención moralizante que parece prevenir a
perioridad de Mina sobre Lucy. Pero no las mujeres de asumir según qué roles, no
solo sobre ella. La señora Harker es la por oprobio personal, sino por el rechazo
receptora de todos los elogios morales. de una sociedad que todavía no está pre-
Mina Murray es una mujer inteligente, parada.
con una carrera, un oficio y capacidad Resulta evidente, pues, que desesti-
para desempeñar tareas tradicionalmen- mar una parte de la narrativa de Stoker ha
te masculinas. Además, es un personaje generado sesgos, en este caso concreto,
totalmente beatificado, un ídolo mater- sobre su relación con la feminidad.
no. Es en ella donde hallamos el modelo En la última parte del ensayo rese-
de «mujer nueva», a la que se le conce- ñado, «Perspectivas», Leatherdale revisita
den extraños dones como la inteligencia, la novela bajo el foco de distintas teorías y
la capacidad de estudiar, de trabajar y de disciplinas: el psicoanálisis, la religión, las
ser valiente. Stoker, empero, la priva de ciencias de lo oculto o el esoterismo y la
impulso sexual y de determinación en geopolítica.
materia amorosa. De hecho, tal y como Los dos primeros capítulos, «Besad-
cita el crítico, se burla de que las «nuevas me con esos rojos labios» y «Freud, oralidad
mujeres» puedan tomar la iniciativa en e incesto», desenmascaran la omnipresente
el futuro. simbología sexual desde una perspectiva
Es curioso que hayan corrido ríos eminentemente freudiana: condicionada
de tinta sobre la feminidad en Drácula y la por el psicoanálisis en el primer caso y de-
posición del autor respecto a la emancipa- claradamente psicoanalítica en el segundo.
ción femenina, y no se recurra a su novela Bajo este prisma, los colmillos y las estacas
The Man (1905) para acabar de perfilar el devienen símbolos fálicos incuestionables;
discurso —cosa que Leatherdale tampoco Drácula representa la liberación de una re-
hace. Precisamente, el tema central de su primida libido victoriana, y la sangre se asi-
trama es la liberación de la mujer para po- mila al semen —siendo, pues, innecesario
der tomar parte activa en su vida amoro- exponer la interpretación que reciben las

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cuatro transfusiones de hombres diferentes autoridad. En «El conde es un criminal»


que Lucy recibe. En cuanto al conde, su in- se reflejan las tensiones ideológicas y polí-
fantilismo explicitado en la narración se ticas que se desprenden de la novela, se
vincula a su escaso desarrollo psicosexual, atiende a las lecturas dadas por campos
por cuanto no ha superado la fase oral. teóricos como el marxismo y se observa la
Continúa este multidisciplinar ase- reelaboración estratégica del mito en de-
dio con «La sangre es vida», subrayando terminados periodos de nuestra historia
el peso de la imaginería religiosa cristiana, contemporánea, a saber: la Segunda Gue-
en la que Leatherdale demuestra estar rra Mundial y la Guerra Fría. La maleabi-
muy versado, y de las teorías evolucionis- lidad del ya mítico conde Drácula se hace
tas, concluyendo con una comparación patente a través del seguimiento histori-
entre el superhombre nietzscheano y Drá- cista de su figura: de representante de la
cula. El simbolismo religioso entronca con amenaza austrohúngara finisecular, pa-
el freudiano y lo que antes se había decla- sando por héroe teutónico para el pueblo
rado como una metáfora claramente se- germano, a encarnación de la amenaza
xual ahora adopta una dimensión religio- comunista.
sa. Esta es, sin duda, una de las grandes Es lógico afirmar que Drácula des-
virtudes de Historia de Drácula: la asun- taca por su exquisita pervivencia y adap-
ción de infinidad de lecturas que no en- tación. Posiblemente, David Punter esté
tran en conflicto las unas con las otras. en lo cierto al afirmar que la clave de su
El esoterismo también goza de una éxito radica en la rotura de tabúes, una ro-
tímida presencia. En «El tarot y el grial» tura que, arguye Leatherdale en el epílo-
no hay pretensión de generar una lectura go, jamás había sido «tan descarada y des-
novedosa. Más bien, tiene el afán de au- vergonzada» (p. 304) como se presenta en
nar y comentar la interpretación alegórica el Drácula de Stoker.
de toda la novela como un viaje perfecta- Una vez explorado muy sucinta-
mente ilustrado por los arcanos mayores, mente el contenido de este ensayo, cuesta
siguiendo y citando el ejemplo de Ray negar que la Historia de Drácula de Lea-
Thornburg en The Quester and the Castle. therdale contiene todo aquello que el lec-
Mark M. Hennelly Jr. será la fuente princi- tor erudito o el aficionado requiere para
pal para desarrollar la novela como bús- ahondar en una de las muchísimas puer-
queda de un santo grial: el conocimiento. tas que han sido abiertas para ser explora-
Después de circular sobre cimien- das en mayor profundidad. No en vano,
tos inestables, puesto que dependen de la edición crítica Bram Stoker’s Notes for
una hermenéutica particular, Leatherdale Dracula: An Annotated Transcription and
confiesa su comodidad al adentrarse en la Comprehensive Analysis (2008) de Leslie S.
novela desde una perspectiva geopolítica, Klinger toma los estudios de Clive Lea-
campo de estudio en el que es toda una therdale como parte de sus fuentes princi-

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pales para desmenuzar la novela hasta su Esperemos, pues, que sea esto el
más ínfima partícula. También, David J. inicio de tiempos más prósperos para la
Skal, cuyo ensayo Hollywood Gothic (1990) traducción ensayística y desaparezcan o
tardó veinticinco años en traducirse al es- se atenúen las dificultades que un hispa-
pañol, recoge casi toda la producción críti- nohablante puede encontrarse al tratar de
ca de Leatherdale para el ensayo citado y acceder a las fuentes principales bajo las
para la elaboración de una de las más re- que artículos, ensayos o estudios autócto-
cientes biografías sobre Bram Stoker: So- nos se articulan o deberían articularse.
mething in the Blood: the Untold Story of
Bram Stoker, the Man Who Wrote Dracula Tania Isabel Martínez Martínez
(2016), volumen que se ha hecho menos Universidad Rovira i Virgili
taniaisabel.martinez@estudiants.urv.cat
de rogar para el lector hispanohablante
con la traducción al año siguiente bajo el
sello Pop Ediciones

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