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En el siglo XV hubo una crisis política en Castilla, la nobleza quería imponer sus intereses, se produjo la farsa de Ávila (1465),
deposición en figura de Enrique IV, se resolvió con el pacto de los Toros de Guisando (1468), nombrando heredera a Isabel. La
unión de Isabel con Fernando de Aragón (1469) sin la aprobación del rey causó una guerra. Isabel fue proclamada reina (1474)
y firma con Fernando la Concordia de Segovia acordando igual capacidad de decisión política, solo hay unión dinástica. No
tienen capacidad sucesoria. Hubo una guerra entre los partidarios de la hija de Enrique IV y los de Isabel, ganó Isabel, finalizó
con el tratado de Alcasovas-Toledo (1479). La monarquía era autoritaria y crearon instituciones, el Virrey los representaba en
su ausencia, y los Consejos integrados por letrados y divididos en territoriales y especializados, hacían dictámenes, se reunían
en comités, consejos especializados: el Consejo de Cruzada, recaudó dinero; el de Órdenes Militares, dio el control de éstas al
Rey; el de la Inquisición, perseguía a conversos y el de la Santa Hermandad perseguía malhechores en Castilla. Las Cortes
mantuvieron su organización. En Hacienda se creó el maravedí y crecieron los ingresos. En la Justicia aumentaron las Audiencias
y Chancillerías, para los fueros locales y señoríos crearon recopilaciones legales. Localmente siguió la política intervencionista.
Los Reyes buscaron controlar la Iglesia con el Patronato Regio y la unidad religiosa con una política de expulsión y conversión.
Castilla reanuda su expansión (1482) queriendo acabar la Reconquista. La guerra comenzó en Zahara. La primera fase (1482-
84) fue medieval con derrotas y victorias en ambos bandos. En 1484 empieza la fase moderna con la planificación, entra la
Santa Hermandad y usan la guerra diplomática liberando a Boabdil, Castilla toma Granada por asedios y capitulaciones,
Granada se rinde (1492). Los Reyes Católicos firmaron con Boabdil unas condiciones de rendición generosas que cambiaron
cuando llegó Cisneros. La búsqueda de otra ruta para el comercio de las especias; el espíritu renacentista y el
perfeccionamiento de recursos técnicos, explican el descubrimiento de América. Colón, le planteó a los Reyes Católicos, tras
conquistar Granada (1492), llegar a Asia navegando hacia el oeste, aceptaron y firmaron las Capitulaciones de Santa Fe, dándole
títulos de almirante, virrey y gobernador de las tierras descubiertas y la décima parte de los beneficios. Partió desde Palos y el
12 de octubre de 1492 llegó a la isla de Guanahaní. En 1493 el Papa promulgó la bula Inter Caetera, causando la firma del
tratado de Tordesillas estableciendo una línea a 370 leguas al oeste de Cabo Verde. Castilla controlaría los territorios del oeste
y Portugal los del este. Colón volvió a América (1493), se vio superado por la situación y lo apresaron y devolvieron a Castilla.
IMPERIO DE LOS AUSTRIAS: ESPAÑA BAJO CARLOS I. POLÍTICA INTERIOR Y CONFLICTOS EUROPEOS
Carlos I heredó Castilla, Aragón, los Países Bajos, el Franco Condado y los territorios patrimoniales de Austria en 1519, y el
derecho a ser emperador. Esta herencia implicaba vulnerabilidad y dificultad de gobierno. Carlos I llegó a la Península (1517).
En 1518 las Cortes de Castilla le piden que jure las leyes castellanas, que no haya extranjeros en los cargos y que no se vaya. Se
va a Alemania (1519) para coronarse emperador, deja al frente a Adriano de Utrech, unas ciudades se sublevan y se forman en
Comunidad, forman la Junta Santa que se declara soberana y hace peticiones entre ellas el regreso del rey. El movimiento se
vuelve antiseñorial, la nobleza tome partido y los comuneros son derrotados en Villalar (1521). Se consolida el poder de la
monarquía y la nobleza y el emperador cambia de actitud. Se producen las Germanías (1520), pedía la abolición de la
jurisdicción señorial e impuestos feudales y el control municipal para los gremios. Los agermanados fueron vencidos. La base
de los conflictos externos era la hegemonía imperial y la defensa del cristianismo. Con Francia hubo una lucha por la hegemonía
europea, el escenario fue Italia (1521-44), Carlos I logró la anexión de Milán (victoria de Pavía) y defendió la cristiandad frente
a los turcos. Carlos I alternó victorias (Túnez 1535) con derrotas (Argel 1541). En Alemania la reforma de Lutero provocó una
lucha entre 1545-55, resuelta con la Paz de Augsburgo (1555), que reconocía la libertad religiosa de los príncipes alemanes.
Durante el siglo XVII los objetivos de la política exterior española no variaron. Con Felipe III se produce la Pax Hispánica (1610-
18) con la firma de tratados de paz con Inglaterra, Francia y Holanda. En 1618 estalla la guerra de los Treinta años y en 1621 el
fin de la Tregua de doce años de España con Holanda. La guerra comenzó como un conflicto político-religioso dentro del
Imperio Germánico entre Bohemia y Fernando II Hasburgo y acabó siendo una lucha por la hegemonía europea. Fases de la
guerra: la primera enfrenta a los Hasburgo con Bohemia (1618-24), en la segunda (1624-29) Dinamarca defiende a los
protestantes y en la tercera (1629-35) Suecia releva a los daneses. En la última fase (1635-48) Francia se alía con Dinamarca y
Suecia, contra Austria, y con Holanda y Saboya contra España. Felipe IV firma la Paz de Westfalia con Holanda (1648),
reconociendo independientes las Provincias Unidas del Norte; la tolerancia religiosa en el Imperio Germánico; ampliación de
los territorios de Francia y Suecia y pérdidas territoriales de España en Flandes. España pierde la hegemonía. Francia quería los
Países Bajos del Sur controlados por España, y se alió con Inglaterra, la guerra benefició a los ingleses, por lo que decidieron
firmar la Paz de los Pirineos (1659). Se firmó al tiempo una concertación matrimonial entre Luis XIV y la hija de Felipe IV.
En el siglo XVII hubo una crisis en Europa, excluyendo a Inglaterra y Holanda. En España los factores fueron la caída demográfica
y las dificultades económicas por las guerras. La caída se produjo por la peste; la expulsión de moriscos (1609-11); las guerras;
la emigración a América y la caída de la natalidad. Hacia 1680 aumentó la natalidad marcando un modelo de crecimiento
demográfico interior-periferia. El endeudamiento de Hacienda provocó tres bancarrotas. La causa principal eran los pagos a
los ejércitos. Empeoró en el siglo XVII provocando seis nuevas bancarrotas, se resolvían con una renegociación sumando los
intereses no pagados. Buscaron soluciones como alterar el valor de la moneda, nuevos impuestos, venta de cargos públicos y
títulos nobiliarios, pero no solucionaron el problema. En la agricultura disminuyó la producción por la caída de la población y
el exceso de impuestos y la ganadería trashumante ovina disminuyó. La demanda de manufacturas bajó al caer las rentas. El
sector textil no podía competir con la producción exterior. Al comercio le afectó la caída de la demanda y la competencia
exterior. Aumentaron los nobles (venta de títulos) y religiosos (supervivencia); la burguesía buscó invertir en propiedades y
rentas y acceder a la nobleza. El campesinado tuvo que emigrar y algunos se convirtieron en bandoleros y mendigos.
CRISIS Y DECADENCIA MONARQUÍA HISPÁNICA: REINADO CARLOS II Y EL PROBLEMA SUCESORIO
Al morir Felipe IV (1665), heredó su hijo Carlos II de cuatro años. Su madre, Mariana de Austria y un Consejo de Regencia
gobernaron. La reina convirtió a Nithard en el nuevo valido. A este le sustituyó una Junta de Regencia (1669-75). En 1675 el
poder pasó a Valenzuela y en 1677 a Juan José de Austria que propuso reformas que no se realizaron por su muerte en 1679.
Entre 1680 y 1691 tuvo el control la alta nobleza, fracasaron sus reformas por la oposición de los grupos implicados. A partir
de 1691 Mariana de Neoburgo asume el control del gobierno con una camarilla. La falta de reformas y la situación económica
provocaron disturbios sociales en el final del reinado en Cataluña, Valencia y Madrid. Se reconoció la independencia de Portugal
(1668) y se reanudan los enfrentamientos con Francia que se apoderó de territorios pertenecientes a España. Finalmente en
1697 aceptó firmar la Paz de Rijswik devolviendo a España los territorios, para favorecer la subida al trono español de Felipe
de Anjou. Carlos II no tuvo descendencia, se planteó el problema sucesorio, los candidatos fueron el archiduque Carlos de
Austria y Felipe de Anjou. Carlos II nombró heredero a Felipe de Anjou para evitar la pérdida de territorios, el recelo de las
potencias europeas provocó la Guerra de Sucesión Española.