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EPISODIO 6- ¿POR QUÉ SOCIALISMO Y REVOLUCIÓN?

Camaradas, les doy la bienvenida a otro episodio de barricada roja, un podcast dedicado a
la gente que sueña que un mundo mejor es posible. Recuerden que sacamos un episodio
nuevo cada mes, y no olviden escribirnos para saber qué opinan del podcast o sobre lo que
dijimos, también si quieren que hablemos sobre algún tema en particular que les interese
coméntenoslo para que tratemos ese tema. Bueno, sin nada más que agregar empecemos.

Hoy voy a hablar de algo un poco diferente a lo que suelo hablar siempre, pues trataré un
tema que considero importante. ¿Por qué considero que el socialismo es el camino para
seguir y el próximo paso en la historia de la humanidad? ¿Por qué creo que tiene respuesta
a varias de las preguntas que se hace la gente hoy en día?

Yo sé que muchos de ustedes y de las personas a su alrededor sienten que hay algo que
está mal en el mundo, pero no saben qué es, y es que la superestructura de la sociedad
actual está hecha para que no puedas ver las evidentes contradicciones e injusticias del
sistema. La superestructura es el conjunto de ideas, leyes, instituciones y demás elementos
que hacen posible el sostenimiento de un modo de producción. Por algo a la gente le es
posible imaginar antes el fin del mundo o la raza humana que el fin del sistema.

Creo que es evidente para todos nosotros que el mundo tiene problemas muy graves que
necesitan ser resueltos; hambre, miseria, pobreza, desigualdad, explotación, racismo,
machismo, contaminación y guerras son solo algunos de los males que sufren miles de
personas día a día. La filosofía socialista nos dice que, al contrario de lo que nos han querido
vender desde que somos pequeños, estos problemas no son culpas individuales o de unos
cuantos individuos malvados que por mala suerte se encuentran en el poder, sino que son
resultado de un modo de producción y un sistema que recompensa (económicamente por
lo general) el egoísmo y el éxito personal a costa de la explotación de otros seres humanos,
pues en nuestra sociedad capitalista, el éxito y validez de una persona se miden en la
cantidad de ceros de su cuenta de banco.
Según la propuesta socialista, para acabar con estos males, es necesario realizar no solo
cambios superficiales en la sociedad, sino que se deben de hacer cambios en la estructura
social y el modo de producción actual.

Por eso, la principal propuesta del socialismo es la abolición del modo de producción
capitalista, que es la base del resto de la estructura social; esta está a su vez dividida en dos
partes necesarias para alcanzar este fin, la abolición de los dos elementos que forman su
espina dorsal: la propiedad privada y el trabajo asalariado.

Expliquemos la primera parte, la abolición de la propiedad privada de los medios de


producción. Para entender bien esta consigna hay que diferenciar entre medios de
producción y propiedad personal. Los medios de producción son todas aquellas cosas que
se usan para producir otras cosas, como, por ejemplo; redes de energía, fábricas, tierras
agrícolas, redes de transporte, etc. Mientras que la propiedad personal se refiere a los
bienes de consumo que la gente adquiere con su dinero. Por lo tanto, cuando hablamos de
abolir la propiedad privada, no nos referimos a quitarte tu casa, tu carro, tu perro o tu
cepillo de dientes; sino que nos referimos a que los medios de producción dejen de ser de
propiedad de un burgués que no los trabaja y pasen a ser propiedad colectiva de las
personas que trabajan en ellos.

Junto con la abolición de la propiedad privada viene la segunda parte de la demanda, la


abolición del trabajo asalariado, pues ambas son mutuamente incluyentes. En el modo de
producción capitalista el trabajador le vende su fuerza de trabajo al burgués por un sueldo
fijo, esto es el trabajo asalariado. Ese sueldo es solamente una pequeña parte de lo que el
trabajador generó con su esfuerzo, el trabajador cubre su salario solo con unas horas de
trabajo, el resto se va a los bolsillos de los patrones. ¿No te has preguntado por qué, aunque
a la empresa para la que trabajas le esté yendo muy bien y esté generando muchos ingresos
y ganancias millonarias tu sueldo sigue siendo el mismo? ¿Por qué mientras tú y tu familia
apenas pueden llegar a fin de mes, el patrón goza de miles de lujos y se va de vacaciones
cada vez que quiere?

Los socialistas creemos que los beneficios producidos por los bienes de consumo deberían
de repartirse equitativamente entre todas las personas que contribuyeron en el proceso de
fabricación de algún producto o servicio.

Contra estas demandas nos esgrimen el argumento de que el patrón invirtió su dinero
arriesgándolo, y si bien es cierto que fue el burgués fue quien puso el dinero para comprar
los medios de producción, esa maquinaria, esa fábrica, ese campo no se trabaja solo,
necesita del esfuerzo físico y/o mental de un trabajador para poder operar, el burgués por
más billetes que le arroje a la maquinaria para que trabaje sola esta no se moverá, se
necesita del esfuerzo y los conocimientos de un trabajador humano para que esta opere.
Además, ¿es realmente el burgués quien más arriesga? Pues cualquier persona que haya
sufrido un accidente aboral te podrá contestar que no es cierto.

Aunque son los trabajadores quienes producen la riqueza, solo una pequeña parte de la
riqueza que produjeron regresa a ellos en forma de un salario que sea solo lo suficiente para
que puedan vivir y regresar al día siguiente a hacer el mismo trabajo, aunque a veces ni
siquiera para cubrir nuestras necesidades básicas alcanzan los salarios, como bien sabrán
los latinoamericanos que estén escuchando esto.

Continuando con la explicación; después de haber pagado los salarios, los servicios como
electricidad, agua, combustible, etc. y las materias primas necesarias para la producción,
aún queda dinero, ese dinero que queda y no retorna a los trabajadores como salario se le
conoce como plusvalía, y representa la ganancia que obtiene capitalista, por eso la empresa
siempre va a intentar pagar lo menos que se pueda por el mayor tiempo posible de tu
trabajo, porque mientras más te aumente el salario y menos trabajes, menores ganancias
obtiene el burgués.
Si los trabajadores son los que ponen el tiempo y el esfuerzo físico y mental para poder
producir algo, e incluso en ocasiones ponen en riesgo su vida o su integridad ¿por qué no
son ellos los que gozan de las ganancias? ¿Por qué tiene que ser un tipo que solo se dedica
a dar órdenes y hacer tratos de vez en cuando de quedarse con casi todas las ganancias?

En la sociedad capitalista todo se compra y se vende, por lo que es imposible sobrevivir sin
dinero, sin embargo, el 90% de la población no tienen ninguna mercancía para vender más
que su fuerza de trabajo, es decir, la única opción que les queda para que ellos y sus hijos
puedan llevarse un trozo de pan a la boca, es convertirse en mercancías y venderse ellos
mismos.

A ojos del patrón, el trabajador no es una persona, es un recurso más, una mera
herramienta, un engranaje intercambiable en la maquinaria productiva que puede ser
remplazado en cuanto se rompe o deja de ser útil para sus intereses.

Nos reprochan el querer abolir la propiedad, pero actualmente la propiedad está abolida
para las nueve decimas partes del mundo.

Aparte, acabando con el trabajo asalariado y la propiedad privada, se podrá acabar con el
desempleo, pues el burgués solo contrata trabajadores en medida en que esto le represente
un beneficio económico; sumado a esto, la existencia del desempleo es conveniente para
el capitalista, pues la existencia de un ejército de trabajadores de reserva, o sea, de
desempleados, puede ser usado como amenaza cuando una persona exige condiciones
dignas de trabajo o un salario justo, pues siempre habrá alguien dispuesto a tomar su
trabajo por la mitad de su sueldo, y no se puede culpar a ese alguien, él al igual que el resto
de nosotros, necesita de dinero para poder procurarse los medios para su subsistencia.

Así, intentando vendernos a nosotros mismos en el llamado mercado laboral, pasamos más
tiempo compitiendo por los escasos puestos de trabajo y odiándonos entre nosotros por
razones estúpidas como la raza, el sexo, la religión, la sexualidad o el género, que,
colaborando para crear un mundo mejor; pues al contrario que lo que el sistema nos ha
hecho creer, lo mejor de nosotros no sale cuando competimos, sino cuando cooperamos
unos con otros.

La eliminación del trabajo asalariado nos permitirá acabar con el desempleo, lo cual nos
permitirá atacar la raíz de los 3 grandes problemas que sufren países periféricos como los
latinoamericanos hoy en día: el crimen, la corrupción y la violencia.

Pues, aunque no lo crean, la gente no se levanta un día y decide robar o delinquir porque
sí, sino que, al no poder cubrir sus necesidades básicas por medio de las alternativas legales,
recurren al crimen para satisfacerlas. Claro, hay gente que no lo hace por necesidad, o que
empieza por ese motivo pero que continúan después de haberse procurado los medios de
su subsistencia, pues una vez que está en ese estilo de vida y ver lo frutífero que puede
resultar, se prefiere vivir unos años más como un rey (aunque se acabe muerto o en la
cárcel) que una larga vida en la miseria, sumado a que la superestructura social los ha
bombardeado desde pequeños para inculcarles la idea de que una persona es mejor entre
más riquezas y posesiones materiales acumule, y sus acciones, aunque inmorales y dañinas
para la sociedad, se ven recompensadas precisamente con riquezas y posesiones materiales.

En resumen, el ser humano no es bueno o malo por naturaleza y no existe tal cosa como la
naturaleza egoísta o bondadosa del ser humano, sino que las condiciones materiales en las
que vive, la sociedad en la que nació y la forma en la que es educado desde pequeño forman
su forma de pensar, actuar, interactuar con el mundo y relacionarse con el resto de los
individuos de la sociedad. Por lo tanto, si cambiamos las reglas del juego, el
comportamiento de los jugadores cambiará en consecuencia a las nuevas reglas. Claro que
el egoísmo y la envidia son sentimientos humanos, pero también lo son el amor, la empatía
y la compasión.

Citando al filósofo inglés Andrew Collier, “Mirar a la gente en la sociedad capitalista y


concluir que la naturaleza humana es el egoísmo es como mirar a la gente en una fábrica
donde la contaminación está destruyendo a sus pulmones y decir que la naturaleza humana
es toser.

Todo está muy bonito, abolición del capitalismo y eso, pero ¿cómo lo logramos? Pues
lamento decirles que la única forma de llegar ahí es a través de la revolución, déjenme
explicar brevemente por qué. Si quieren una explicación más a fondo vayan a revisar mi
video sobre la reforma y la revolución.

Los intereses de los trabajadores son opuestos a los de los burgueses, esto es lo que significa
lucha de clases, lo que nos beneficie a nosotros les perjudica a ellos y viceversa.

Los burgueses, que están en la cima de la pirámide social, se benefician de las relaciones de
producción del capitalismo, su modo de vida y su poder dependen de que existan
explotadores y explotados; por lo tanto, no podemos esperar que, como creen
ingenuamente los liberales y los reformistas, los capitalistas dejen de explotar y oprimir al
resto de la sociedad por la bondad de sus corazones.

Recordando las palabras de Assata Shakur, una activista del Black Panthers Party, (las
panteras negras) “Nadie en el mundo, nadie en la historia ha logrado nunca su libertad
apelando al sentido moral de sus opresores”.

Ellos tienen el poder y no dudarán en utilizar la fuerza y la represión para mantenerlo, la


historia nos lo ha demostrado incontables veces, por muchas reformas y programas de
redistribución que implementemos, llegará un momento en el que no estén dispuestos a
ceder más y destruirán violentamente cualquier intento pacífico de cambio real y
estructural. Ellos, con su poder, harán del cambio imposible, y cuando el cambio pacífico es
imposible, la violencia se vuelve inevitable.

Se que esto puede sonar aterrador, sobre todo para personas que piensan que el uso
violencia bajo cualquier contexto está mal y usar violencia contra quienes usan la violencia
en tu contra te vuelve igual que ellos, y yo también pensaba esto hace un tiempo. Sin
embargo, vivimos en un mundo violento, donde la violencia sistémica se ejerce en contra
de los que estamos desposeídos de los medios de producción, las mujeres, las personas
racializadas, los no heterosexuales y los trans.

El Estado mismo es definido en la ciencia política como la organización política con el


monopolio del uso de la violencia legitimada, por eso existen los ejércitos y cuerpos de
policía, no existen para protegernos ni cuidarnos, sino para cuidar el status quo y los
intereses de la clase en control del Estado. Si tú robas 100 dólares de un gran empresario
porque los necesitas para comer, la policía va a venir a detenerte por medio de la violencia
física, puede que te terminen matando si muestras un poco de resistencia; pero si ese
mismo empresario decide no pagarle 100 dólares a uno de sus trabajadores, nunca verás a
la policía entrando a su mansión para detenerlo.

La burguesía trata de disuadir y contener las ansias de revolución de la gente, usan los
medios de comunicación, que por lo general son controlados por ellos para decirte que la
violencia no resuelve nada y nunca es la solución, pero se olvidan de que los mismos
burgueses llegaron al poder e instauraron el orden liberal tras quitar a los nobles
aristócratas el control de los medios de producción a través de revoluciones violentas como
la independencia de Estados Unidos o las revoluciones burguesas que hubo en Europa
durante los siglos XVIII y XIX.

Hablando de otros temas, recordamos que este 21 de febrero se conmemoran los 173 años
de la publicación del manifiesto comunista escrito por Marx y Engels en 1848, este texto,
que más que un texto teórico es un panfleto de propaganda, sigue siendo uno de los textos
más influyentes de la actualidad.

También se conmemoran los dos años del asesinato de Samir Flores, un activista que se
oponía a la construcción de la planta termoeléctrica de Huexca en Morelos México. Fue
asesinado el 20 de febrero de 2019.
Quiero posicionarme a favor de la libertad del rapero comunista catalán Pablo Hasél, que
fue encarcelado por el Estado español por denunciar el carácter parasitario de la monarquía,
lo cual ha desatado manifestaciones en varias ciudades españolas.

Mientras las protestas a por la liberación de Hasél son reprimidas violentamente por la
policía española, grupos abiertamente fascistas se reúnen y hacen mítines políticos donde
llaman a los judíos como «el enemigo», y conmemoran a la división azul, un grupo de
soldados españoles que pelearon como voluntarios en el ejército alemán durante la
segunda guerra mundial.

Ahora sí compañeros, llegamos al final de este episodio, les agradecemos mucho por
habernos escuchado, estamos en YouTube, Spotify, Google Podcasts y Apple Podcasts,
síganos en nuestro Twitter donde nos pueden encontrar como @RojaBarricada y aunque
no somos muy activos, de vez en cuando colocamos algún tweet rojillo por ahí, y también
síganos en nuestro IG donde a veces subimos una que otra storie, tanto ahí como en Twitter
avisamos cada que subimos nuevo contenido. Un cordial saludo y recuerden, el futuro es
de los que luchan.

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