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Lección 4: El sistema constitucional de fuentes del derecho.

Aspectos
generales.
Por fuente entendemos todo aquello a lo que el ordenamiento jurídico (en nuestro caso la
Constitución) le otorga la capacidad para producir normas jurídicas. Aunque los usamos
indistintamente, son conceptos diferentes. Las fuentes son el soporte, el envoltorio que contiene las
normas, Un ejemplo puede ser nuestra Constitución, que es la fuente que contiene las normas. Las
normas jurídicas obligan jurídicamente porque están contenidas en una fuente del ordenamiento; de
no ser así, carecerían de obligatoriedad jurídica. El valor de la norma se lo da la fuente, no es lo
mismo que una norma esté en un decreto, que que esté contenida en la Constitución, la validez de la
norma no depende de ella misma, sino que se deriva directamente de la fuente en la que está
contenida. Aunque utilizaremos los términos indistintamente, no son lo mismo.

La Constitución es la primera fuente del ordenamiento jurídico. Al ser la primera fuente, a


ella le corresponde determinar el resto de fuentes que conforman nuestro ordenamiento. Es la
primera norma porque es la única fuente obra del titular de la soberanía, que cuando aborda la
tarea de de elaborar una Constitución, se denomina poder constituyente (poder originario que
constituye a otros). La constitución es fuente del derecho, tiene normas jurídicas, y además es la
fuente sobre las fuentes porque determina todo el sistema de producción normativa (establece las
otras fuentes, su contenido material, etc.)

Tradicionalmente, la determinación de las fuentes no estaba recogida en la Constitución,


sino en el código civil, porque la Constitución no era considerada fuente. En el articulo 1 apartado
primero del código civil se establecen las fuentes: la ley , la costumbre y los principios generales
del derecho (en el apartado 1.6 se menciona también la jurisprudencia). Hoy en día, este artículo
sigue vigente pero es preciso interpretarlo conforme a la Constitución. La interpretación que se
hace de este en la Constitución para que sea acorde con la visión de esta es la siguiente:

- El término ley se entiende en un sentido amplio, que comprende todas las fuentes escritas a las
que hace referencia la Constitución (reglamentos, decretos, sentencias etc.).
- La costumbre se admitirá en ausencia de fuentes escritas siempre y cuando no esté prohibida
expresamente para un sector del ordenamiento.
- De los principios generales del derecho (usos que de haberse practicado reiteradamente se
consideran obligatorios) hay que matizar que existen una serie de principios recogidos en la
propia Constitución que tienen una más elevada importancia.

Hay que tener en cuenta que la Constitución ha complicado bastante el sistema de fuentes
del ordenamiento jurídico, por ejemplo, por haber adoptado el sistema parlamentario (al gobierno
no solo le corresponde la potestad de producir reglamentos, sin fuerza de ley, sino que también
pueden producir decretos-leyes, etc.) o la descentralización (aparecen nuevas fuentes, no solo las
aprobadas por los órganos centrales).

La Constitución no solo establece cuáles son el resto de fuentes del ordenamiento jurídico,
además establece una serie de principios relacionados con el ordenamiento jurídico. Estos
principios se concentran en el artículo 9.3. Aquí se recogen principios que podemos clasificar en
tres bloques:






1. Principios sobre la estructura del ordenamiento jurídico:

La Constitución prevé cuáles son las fuentes del ordenamiento, pero no sin un orden. En ella
se establecen una serie de principios para determinar la relación entre las diferentes fuentes que
conforman el ordenamiento jurídico. El principio fundamental es el de la jerarquía normativa, en
cuya virtud las normas/fuentes ocupan una determinada posición en el ordenamiento jurídico. Así,
se produce una estructura piramidal de las fuentes en la que cada fuente ocupa una determinada
posición. La primera de las fuentes es la Constitución, en segundo lugar se encuentran las leyes y
demás normas con fuerza de ley (decretos-ley, decretos legislativos, reglamentos parlamentarios,
leyes orgánicas, etc.), y en tercer lugar se encuentran los reglamentos del gobierno (decretos,
ordenes ministeriales, etc.). Este principio establece una serie de reglas: la norma inferior no puede
modificar norma superior, y entre normas de igual posición jerárquica, la norma posterior en el
tiempo puede modificar norma anterior en el tiempo.

El principio de jerarquía ha sido matizado con la introducción del principio de reserva


competencial o de competencia. Aunque la Constitución no lo establece expresamente, la
regulación lo introduce. Este segundo principio juega a dos niveles:

- Por un lado, supone que hay determinadas fuentes previstas para la regulación de una materia
determinada y solo esa, es decir, hay una reserva material en favor de esa fuente determinada,
de manera que esta solo puede regular la materia que se le reserva, y el resto de fuentes no
pueden entrar a regular la materia de esta fuente. Ejemplos de estas son las Leyes Orgánicas o los
reglamentos parlamentarios. A estas fuentes no se les puede aplicar el principio de jerarquía
como tal, dado que no pueden ser modificadas por normas de distinta materia, aunque sean de su
mismo rango, al tiempo que ellas no pueden modificar otras normas de su mismo rango pero
diferente materia. Debe ser una norma de su misma materia y de igual o superior rango la que
las modifique.
- Por otro lado, también se ha introducido este principio para relacionar los diferentes
ordenamientos que han surgido con la creación de las Comunidades Autónomas. La relación
que el ordenamiento jurídico de una Comunidad Autónoma mantiene con el ordenamiento del
Estado es una relación de tipo competencial.

2. Principios sobre la eficacia:

- Publicidad de las normas: la Constitución obliga a publicar las normas para que puedan ser
cumplidas. Se publican en el BOE (Boletín Oficial del Estado), y en el caso de las normas de las
Comunidades Autónomas, cada una tiene su propio boletín oficial o diario oficial. La regla
general establece que las normas entran en vigor a los 20 días de su publicación (si la propia
norma no dispone otra cosa).

- Irretroactividad de las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos


individuales: la Constitución prohibe expresamente la retroactividad de las disposiciones
sancionadoras no favorables o restrictivas de derechos individuales ( este principio hace
referencia al derecho administrativo sancionador y al derecho penal). Sin embargo, el Tribunal
Constitucional ha reconocido la obligación de retroactividad de las normas penales más
favorables.


3. Principios sobre la actuación de los poderes públicos:

- Principio de legalidad: el sometimiento a la ley y al resto del ordenamiento jurídico de los


diferentes poderes públicos. Está recogido en el artículo 97 de la Constitución, también en los
artículos 103.1 y en el 106.1. Además, también se menciona en el artículo 117.1 en relación con
el poder judicial. En el caso del poder legislativo es diferente, porque este produce la ley.

- Principio de responsabilidad de los poderes públicos por su gestión: recogido en el artículo


106.2 de la Constitución en relación con la administración pública, y en el articulo 121 en
relación con el poder judicial. Los ciudadanos pueden pedir responsabilidades a los poderes
públicos por su actuación.

- Principio de interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos: (las autoridades no


pueden tomar decisiones arbitrarias entendiéndose por tales, fundamentalmente, aquellas que
supongan una infracción del principio de igualdad de trato de los administrados ante la
aplicación de la ley y las reglas objetivamente determinadas).

- Principio de seguridad jurídica: previsibilidad en la actuación de los poderes públicos,


interpretado por el Tribunal Constitucional como un resumen del resto de principios establecidos
en el articulo 9.3 de la Constitución.

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