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DOCTRINAS ECONÓMICAS

8. SOCIALISMO DE ESTADO

El socialismo fue mucho más que una doctrina. Fue una cultura que desbordó a sus ideólogos, sus
organizaciones y sus votantes, y que sigue alimentando estudios desde nuevas perspectivas
historiográficas. (Christophe Prochasson, julio 2021)

https://nuso.org/articulo/el-socialismo-una-cultura/

En la teoría socialista, el Estado debe contar con poderes y capacidad de intervenir en los asuntos
sociopolíticos y económicos. Se prioriza la propiedad colectiva y cooperativa de bienes y medios de
producción sobre la propiedad privada y se rechaza la acumulación de riqueza por parte de una
minoría privilegiada. Para ello, el socialismo aboga por redistribuir la riqueza de manera equitativa
mediante políticas de ayuda social, financiadas en gran parte con impuestos. En su vertiente más
utópica, el socialismo busca eliminar las clases sociales, burguesía y proletariado, y las estructuras
de dominación de la primera sobre la segunda.

https://elordenmundial.com/que-es-el-socialismo-la-doctrina-que-defiende-la-intervencion-del-
estado-en-la-economia/

Se trata de un conjunto de modelos filosóficos, políticos, sociales y económicos cuyo objetivo es


construir una alternativa al capitalismo y a la acumulación de capitales y de propiedad privada que
lo caracteriza. Esto con el deseo de construir una sociedad sin clases, percibida como una sociedad
más justa y con una distribución más justa de las riquezas.

El uso del término “socialista” con el sentido contemporáneo data de alrededor de 1830. Se usó
para describir al ala más radical de los diversos movimientos y filosofías políticas nacidos durante
los estallidos revolucionarios del siglo XVIII, que asociaban al capitalismo naciente los malestares
sociales de la época, en especial los seguidores de Robert Owen y Henri de Saint-Simon. Con la
Ilustración, que abogaba por el uso de la razón humana en la comprensión y el mejoramiento de la
sociedad, nació el primer socialismo moderno, industrial, que hoy en día conocemos como
socialismo clásico. Sus dos cunas fueron Francia e Inglaterra. Aunque carecieron de un cuerpo de
ideas en conjunto, contaron con importantes pensadores y militantes que allanaron el camino
para la llegada en el siglo XIX del marxismo.

El socialismo marxista revolucionó para siempre el modo de comprender la sociedad y la historia.


A su vez, le dio al socialismo una teoría unificadora y de espíritu racional, “científico” en palabras
del revolucionario alemán Federico Engels (1820-1895). Desde entonces, el socialismo o
comunismo cobró vigencia dentro de numerosos partidos y organizaciones obreras de Europa.
Alcanzó su apogeo político a inicios del siglo XX, con la Revolución Rusa de 1917 que, bajo la
conducción de Vladimir Ilych Lenin (1870-1924), puso fin para siempre a la monarquía zarista. Así
se fundó el primer país socialista (marxista-leninista) de la historia, la Rusia soviética, que después
se convirtió en la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (URSS).

Hacia el término del siglo XX, y sobre todo tras la disolución de la Unión Soviética en 1991, la
mayoría de los países socialistas se habían sumergido en la crisis y se habían visto obligados a
reinventarse y asumir más o menos formalmente una economía de mercado. La última década del
siglo XX anunció la muerte del socialismo y el supuesto “Fin de la historia”, en palabras del
pensador japonés Francis Fukuyama. Aun así, un nuevo experimento político tomó el título de
“Socialismo del siglo XXI”, un término del economista alemán Heinz Dietrich Steffan. Comenzó a
ganar renombre mundial gracias a su evocación en el V Foro Social Mundial por parte del entonces
presidente venezolano, Hugo Chávez Frías (1954-2013), en el marco de su autodenominada
Revolución Bolivariana. (Autor: Equipo editorial, Etecé, 08 de octubre 2022)

https://concepto.de/socialismo/

Los principales representantes del socialismo fueron:

Henri de Saint-Simon (1760-1825): aristócrata francés que propuso la aplicación del conocimiento
científico a la organización de la sociedad. Se lo considera el precursor del socialismo, el padre de
la sociología y el fundador del positivismo junto a su discípulo Augusto Comte.

Robert Owen (1771-1858): empresario y teórico socialista galés, que propuso organizar la
producción y la propiedad a través de cooperativas. Defendió la doctrina de la fraternidad humana
y se opuso a la idea de la lucha de clases. En Gran Bretaña se lo considera el fundador del
socialismo inglés.

Charles Fourier (1772-1837): pensador francés que impulsó la creación de unidades de producción
y consumo llamadas falansterios, que debían estar regidas por normas de libre albedrío y
cooperación entre los individuos.

Étienne Cabet (1788-1856): filósofo y teórico socialista francés, fundador del movimiento icariano,
que estableció comunas igualitarias en América del Norte durante la segunda mitad del siglo XIX.

Karl Marx (1818-1883): economista, sociólogo y filósofo alemán de origen judío, fundador del
socialismo científico, luego llamado marxismo.

Friedrich Engels (1820-1895): economista, sociólogo y filósofo alemán. Fue el coautor de varias de
las obras atribuidas a Marx. Acunó el término “socialismo utópico” para referirse a los socialistas
premarxistas.

Ferdinand Lassalle (1825-1864): abogado, filósofo y político alemán. Se lo considera el padre de la


socialdemocracia germana. Mientras la Primera Internacional defendía la independencia de la
clase obrera frente al Estado y sus partidos, Lasalle consideraba que se podía pactar con ellos,
como lo hizo con el canciller Bismarck en tiempos del Imperio alemán. (Editorial Grudemi, julio
2022)

https://enciclopediadehistoria.com/socialismo/
EL MONETARISMO

El monetarismo como doctrina surge después de la segunda Guerra Mundial, poniendo en


cuestión la tendencia de los primeros Keynesianos a poner demasiado énfasis en la Política fiscal
en el período 1935-1960.

El monetarismo es una teoría que ubica al dinero en el centro de toda la actividad económica. De
este modo, el monetarismo parte del dinero para explicar las variables de la economía. Para el
monetarismo, los precios dependen de la cantidad de dinero que hay en circulación.

Esto quiere decir que un gobierno, mediante su política económica, tiene la posibilidad de
incrementar o disminuir la cantidad de dinero circulante y, de esta forma, influir ya sea directa o
indirectamente en los costos, los precios, la producción, el empleo, etc. Cuando la oferta de dinero
es equiparable a la demanda por liquidez, según el monetarismo clásico los precios se mantendrán
estables. Para garantizar la estabilidad de la economía, pues, el gobierno debe interceder en el
mercado, aunque lo ideal es que dicha intervención sea lo más acotada posible para permitir el
libre juego de la oferta y la demanda.

El monetarismo, en resumen, es la doctrina que considera que los fenómenos del dinero son
determinantes en las fluctuaciones de la economía. De esta premisa se desprende que la política
monetaria, a cargo de las autoridades que administran el Estado, puede contribuir a mejorar la
situación económica. (Julián Pérez, 2019)

https://definicion.de/monetarismo/

Para el monetarismo el Estado debe de permanecer al margen de los negocios. Desde el punto de
vista de los monetaristas únicamente debe de encargarse de controlar las sumas de dinero que
circulan y que la economía requiere. Piensan que el consumo no se ve influenciado por
la renta a corto plazo, sino que por la renta a largo plazo, consideran que el sector privado es el
más estable, también piensan que el Estado es el único responsable de las crisis económicas que
enfrentan los países, apoyan el libre comercio y evitan la intervención del Estado. (Briceño V.,
Gabriela, 2018)

https://www.euston96.com/monetarismo/

El monetarismo nació de la crítica a la economía keynesiana. Fue nombrado así por su enfoque en
el papel del dinero en la economía. Su auge se produjo a partir de la reformulación de la teoría
cuantitativa del dinero por parte de Milton Friedman en 1956. Al expandir la oferta monetaria, las
personas no desearían mantener inmovilizado ese dinero extra, ya que tendrían más dinero
ahorrado de lo que requerían. Por tanto, gastarían este exceso de dinero, aumentando la
demanda. Similarmente, si se redujera la oferta de dinero, las personas querrían reponer su
tenencia de dinero, reduciendo sus gastos. Así, Friedman cuestionaba la resolución atribuida a
Keynes, que sugería que el dinero no importaba.

En su discurso de 1967 ante la Asociación Económica Americana, Friedman creó la teoría del
monetarismo. Dijo que el antídoto contra la inflación era subir las tasas de interés. Eso reduciría la
oferta de dinero y los precios caerían, porque las personas tendrían menos dinero para gastar.
El monetarismo cobró importancia en la década de 1970, especialmente en Estados Unidos.
Durante este período, tanto la inflación como el desempleo aumentaron y la economía no crecía.

Esto ocurría como consecuencia del aumento de los precios del petróleo y, principalmente, por la
desaparición del sistema de tasas de cambio fijas de Bretton Woods, causada en gran parte por
Estados Unidos no seguir manteniendo el valor del dólar en oro.

La Reserva Federal no tenía éxito buscando controlar la inflación. Sin embargo, en 1979 puso en
práctica un nuevo intento que involucraba procedimientos con características monetaristas,
limitando el crecimiento de la oferta monetaria.

Aunque el cambio ayudó a que cayera la tasa de inflación, tuvo como efecto colateral enviar a la
economía a una recesión.

Sus principales representantes son: Milton Friedman, Anna Schwartz, Karl Brunner y Allan Meltzer.
(Corvo, Helmut, 10 de mayo de 2019)

EL MONETARISMO EN LA ACTUALIDAD

Actualmente, el monetarismo ha caído en desgracia. Esto se debe a que la oferta de dinero es una
medida de liquidez menos útil que en el pasado. La liquidez incluye el efectivo, el crédito y los
fondos mutuales del mercado monetario.

Sin embargo, la oferta monetaria no mide otros activos, como acciones, productos básicos y
capital en viviendas. Es más probable que las personas ahorren dinero en el mercado de valores
que en los mercados monetarios, por recibir un mejor retorno.

La oferta monetaria no mide estos activos. Si el mercado de valores sube, la gente se siente rica y
estará más dispuesta a gastar. Esto aumenta la demanda e impulsa la economía. (Corvo, Helmut,
10 de mayo de 2019)

https://www.lifeder.com/monetarismo/

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