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Nombre: Damarys Torres Peña

Matrícula: 2020-3300201

Asignatura: modificación de conducta II

Sección: 01

Maestro: Darío castillo

Temas: Evaluación y Análisis funcional de la Conducta


Evaluación y Análisis funcional de la Conducta

La evaluación funcional de las causas de la conducta problemática, como ya


expusimos en el De acuerdo con Pyles y Bailey, si hemos identificado el origen
de una conducta inadaptativa mediante el análisis funcional y podemos
contrarrestarlo con un tratamiento adecuado, no será de utilidad preocuparnos
en exceso por la invasión o restricción que suponga Garantizar el contra control
y la responsabilidad.
En otras palabras, los terapeutas tendrán que explicar los tratamientos
alternativos que podrían aplicarse, las ventajas y los inconvenientes de todos
ellos y pedir a los clientes que tomen una decisión al respecto. Esta
colaboración entre terapeutas y clientes bien informados es un elemento
fundamental de la modificación de conducta y además protege los derechos de
éstos últimos. Un mecanismo para favorecer el consentimiento explícito es
firmar un contrato cliente terapeuta que destaque claramente los objetivos y
métodos del tratamiento, el esquema de trabajo del servicio que se va a
proporcionar y las contingencias de pago a los profesionales.
. Con toda probabilidad, la estipulación del consentimiento explícito sólo
proporciona un control parcial de la ética de un programa y además, en casos
como los retraso cognitivos severos, la aplicación de lo que se estipula resulta
imposible.
Mantenimiento de registros y evaluación continuada
Los terapeutas no sólo deben elaborar registros pormenorizados, sino mostrar
la máxima discreción en cuanto al acceso a los mismos, tanto para proteger a
los clientes de controles indebidos, como para respetar permanentemente la
confidencialidad.
Garantizar el contracontrol y la responsabilidad.
Otro mecanismo aplicable si contamos con el permiso de los clientes es
compartir sus registros con quienes están directamente implicados en su
bienestar. Recibir información acerca de la eficacia del programa de las
personas directamente interesadas en que se produzcan avances es
importante para exigir responsabilidades a los terapeutas. La característica
más destacada de la modificación de conducta es el enorme hincapié que hace
en la definición de todo problema en términos de comportamientos
cuantificables de algún modo, así como en considerar los cambios en las
evaluaciones objetivas como el mejor indicador del avance hacia la solución del
problema. Compartir estos datos con todas las personas involucradas, junto a
evaluaciones periódicas realizadas por otros compañeros, es la piedra angular
para garantizar un tratamiento ético y eficaz por parte de los modificadores de
conducta.

El análisis funcional es uno de los acercamientos a la formulación clínica de


casos. Es una herramienta fundamental en cualquier terapia psicológica.
Permite explicar, a través de las relaciones funcionales entre variables, el
porqué del aumento, mantenimiento o disminución de una conducta.

La relevancia del análisis funcional en el ámbito clínico es su capacidad para


relacionar funcionalmente la conducta en un determinado contexto. Se
consideran los antecedentes y los consecuentes que la explican, respondiendo
a la pregunta de para qué se comporta una persona de determinada manera.

Asimismo, el análisis funcional permite llevar esas variables a la consulta y


reproducirlas en el contexto de la relación terapéutica para poder intervenir en
estos patrones, promoviendo el cambio.

En síntesis, el análisis funcional de la conducta es un sistema de organización


de la información relevante para la evaluación clínica. Por lo que posibilita
establecer una red explicativa de las relaciones funcionales entre variables
(eventos externos, historia de aprendizaje, conducta, respuesta de otras
personas, etc.). Asimismo, permite la comprensión del mantenimiento de la
conducta a tratar, guiando así la intervención clínica.

El análisis funcional es la estructura que permite la formulación de un caso.


Constituye un conjunto de hipótesis que organizan las relaciones entre
variables, explicando el origen y el mantenimiento del comportamiento.

Todo esto permite:

– Organizar la información

– Comprender la función que cumplen las conductas problema en relación al


contexto que rodea a la persona
– Identificar las variables (antecedentes y consecuentes) que se relacionan
funcionalmente con las conductas a tratar

– Formular la hipótesis dinámica de asociación funcional para predecir y


modificar el comportamiento a modificar

– Establecer objetivos de intervención y programar el plan de tratamiento

El análisis funcional es, por lo tanto, una estructura básica en el trabajo


de un psicólogo.

Aunque una sesión de terapia pueda tener la apariencia de una mera


conversación, todo lo que ocurre, lo que el paciente relata y hace o deja de
hacer, se organiza de manera que la información pueda ser analizada de forma
eficaz y trabajada para poder generar la sacudida que antecede al cambio .

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