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del altiplano
SEMESTRE: PRIMERO
AÑO: 2022
EL VALOR DE LA LUCIDEZ
Lucidez es la cualidad de lúcido. Este adjetivo, por su parte, refiere a quien es claro en sus
expresiones, en el razonamiento o en el estilo. Por ejemplo: “Este escritor es uno de los
pensadores de mayor lucidez en todo el continente americano”, “El intendente volvió a
mostrar su lucidez al pedirle a sus seguidores que no respondan a las agresiones”, “El
abuelo perdió algo de lucidez, pero su físico sigue siendo impecable”.
Lucidez, por otra parte, es la coherencia o la conciencia. Un parte médico puede informar
que una persona está internada en terapia intensiva pero lúcida, lo que significa que dicho
individuo está ubicado en tiempo y espacio. En cambio, si la persona está inconsciente, se
dirá que no muestra rastros de lucidez.
Partiendo de ese significado, tendríamos que resaltar que existe lo que se da en llamar
disminución de la lucidez mental, que puede definirse como el estado en el que una persona
ve reducida su conciencia. Este sería el caso, por ejemplo, del coma.
Muchas son las causas que pueden provocar que un individuo sufra esa citada disminución.
No obstante, entre las más importantes se encuentran las siguientes:
Entre tantos valores que se echan en falta, la cordura ocupa un sitio muy especial. Si estar
cuerdo es lo contrario de estar loco, hoy se advierten rasgos variados de locura en todos
los niveles humanos, al punto que cuesta reconocer quién es quién y dónde se encuentra
el sutil límite que diferencia a unos de otros.
No vamos a analizar los casos clínicos de locura en los que, de alguna manera, es posible
detectar causas físicas u orgánicas que promueven el desequilibrio. O, aunque esas causas
no sean tan claras, lo que sí es evidente es la pérdida del equilibrio mental.
Nos preocupa, en cambio, la forma de crear y mantener un sano juicio a lo largo de la vida.
Una cosa es la salud mental, y otra cosa es ir perdiendo la capacidad normal de juicio por
falta de formación, de educación, con lo que disminuyen las facultades racionales, el gran
distintivo del ser humano.
Si damos por sentado que todos venimos al mundo con un potencial que debe manifestarse
con los años, y en grado creciente, ¿qué pasa con el sano juicio, el juicio cabal, inteligente,
el que tendrá que discernir y elegir? Si las oportunidades que nos presentan, lejos de ser
útiles al desarrollo del entendimiento, lo van distorsionando o atrofiando, lo que tendremos
son locos más o menos peligrosos.
Estamos inmersos en el reino de las opiniones. Proliferan programas en radio y televisión,
donde se trata de ver quién grita más alto, quién acapara más la atención con un escándalo
más notable o con un disparate más atractivo. No se busca la razón, sino que cada cual
busca tener razón, “su” razón, más allá de la verdad, de la lógica o de los hechos reales.
¿Cómo se puede desarrollar así el buen juicio? ¿Dónde encontrará el equilibrio quien
sólo se dedica a estas fuentes de información?
Por otra parte, ante el mismo hecho, vemos cómo se esgrimen dos argumentos totalmente
opuestos, aunque ambos aparentan tener el mismo valor. El espectáculo diario de las
discrepancias entre las altas personalidades del mundo, es un quebradero de cabeza que,
lejos de conducir al juicio saludable, llevan a la perplejidad, al desencanto, o lo peor, a la
fácil solución de “tomar partido” por unos o por otros, según nos resulten más o menos
simpáticos.
A todo ello hay que sumarle la inmensa cantidad de argumentos que existen sobre un
mismo tema. Cada cual tiene sus apoyos y sus demostraciones, y el espectador es el que
se queda sin saber qué hacer ante tanta variedad de opiniones. No se educa el criterio de
selección, sino que se induce a la persona a escoger algo sin pensar. En todo caso, los
elementos que ayudan a decidirse son: ¿qué es lo que está de moda?, ¿qué es lo que dice-
aunque no piense- la mayoría?, ¿qué resulta más prestigioso o indica que se vive a la
vanguardia? Pero, desgraciadamente, ninguna de estas opciones es buena para que
prevalezca la cordura.
Así, los pobres seres humanos viven la locura del desacuerdo, de las opiniones que
cambian de un día para otro, de las modas arrasadoras e inconsistentes, de las ideas que
se sustentan por la fuerza o por sólo el carisma personal. Nadie está loco, pero tampoco
goza de cordura, de inteligencia, de sabiduría, de la aptitud para pensar serenamente y
escoger conscientemente.
EL VALOR DE LA FELICIDAD
¿Qué es Felicidad?
La felicidad es una condición subjetiva y relativa. Como tal, no existen requisitos objetivos
para ser felices: dos personas no tienen por qué ser felices por las mismas razones o en
las mismas condiciones y circunstancias.
No obstante, para ser felices a veces no es necesaria ninguna condición previa, y así, hay
personas que están siempre felices y que se sienten a gusto con la vida y con aquello que
les fue otorgado en gracia, y personas que, pese a que tienen todas las condiciones para
estar bien, se sienten profundamente infelices.
Importancia de la Felicidad como valor
A nivel social, los psicólogos también han señalado que en la medida en que una sociedad
esté conformada por individuos que tengan la Felicidad como valor, será una comunidad
humana caracterizada por relaciones interpersonales basadas en la Cooperación, el
positivismo, la amistad y la amabilidad, mientras que también tenderá a ser mucho más
productiva y justa, teniendo además como miembros personas mucho más equilibradas a
nivel emocional, lo que se traducirá también en una sociedad mucho más sana, la cual se
alejará también de situaciones como la violencia, el estrés o la depresión.
Por otro lado, algunos profesionales de la educación han señalado que a pesar de que la
Felicidad es una capacidad natural e inherente al ser humano, esta debe ser inculcada y
estimulada desde las primeras etapas de la infancia, a fin de formar niños que en el futuro
se conviertan en individuos que tengan la Felicidad integrada a su sistema de valores,
manifestándola en una buena actitud, amabilidad y optimismo, trayendo como
consecuencia también la de formar una sociedad mucho más positiva.
Sin embargo, algunos padres y maestros pueden llegar a sentirse un poco desorientados a
la hora de plantearse estrategias que los lleven a enseñar a los más pequeños el valor de
la Felicidad. En este caso, psicólogos y educadores han planteado algunos tips que pueden
ser de gran ayuda. A continuación, algunos de ellos:
1.- Como toda enseñanza que involucre una actitud o valor, la principal herramienta será el
Ejemplo. Al respecto, los especialistas afirman que un niño que se levante viendo cómo sus
padres toman una buena actitud ante la vida, prefiriendo siempre el optimismo, la
amabilidad y la alegría, será un niño que se forme teniendo en cuenta la importancia de
tener estos sentimientos.
2.- Así mismo, los psicólogos han recalcado la importancia que tiene para los niños que los
padres organicen actividades lúdicas, en las cuales toda la familia pueda relajarse y
compartir en un ambiente de fraternidad. En este caso, se aconseja salir de vez en cuando
de la rutina, y organizar juegos de mesa, paseos o viajes, en los cuales sus miembros
puedan conocerse más y valorar el hecho de pertenecer a una comunidad.
3.- De igual forma, resulta importante que los padres acompañen emocionalmente a su hijo,
tanto en los triunfos como en las derrotas, a fin de enseñarle que ambas son posibilidades
de la vida, y que ninguna es definitiva, pues, así como pudo perder, podrá ganar la próxima
vez.
4.- También es pertinente que los padres estén atentos del carácter de sus hijos, sin perder
de vista que los niños y adolescentes también se deprimen. En este caso es necesario
ofrecerle al niño herramientas que le permitan expresar sus emociones, y darse cuenta de
que no está solo y que con alegría y optimismo puede superar el malestar emocional por
el que atraviesa.
5.- Con referencia a las actividades que pueden seguirse dentro del aula, a fin de estimular
el aprendizaje del valor de la felicidad, algunos psicopedagogos han indicado que los
docentes deben estimular igualmente actividades lúdicas que le permitan al niño alcanzar
un sentimiento de optimismo y bienestar. Igualmente, a través de cuentos o actividades se
les debe transmitir la importancia de la Felicidad y cómo generarla.
EL VALOR DE LA SOLIDARIDAD
Qué es Solidaridad:
Cuando dos o más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común,
se habla de solidaridad. La solidaridad es compartir con otros tanto lo material como lo
sentimental, es ofrecer ayuda a los demás y una colaboración mutua entre las personas.
En este sentido, se puede citar como ejemplo a La Cruz Roja como símbolo de solidaridad,
ya que es una organización imparcial con una misión humanitaria basada en el principio de
solidaridad que consiste en proteger la vida y dignidad de las víctimas de guerra y de
violencia, así como prestarle asistencia.
La solidaridad es un valor por excelencia que se caracteriza por la colaboración mutua que
existe entre los individuos, lo que sin duda permite lograr la superación de los más terribles
desastres, como guerras, pestes, enfermedades, entre otros, aplicarlo también con
nuestros familiares, amigos y/o conocidos que se encuentren en situaciones difíciles y con
la ayuda recibida permita salir adelante y mejorar en cierto modo la situación.
La solidaridad entre los seres vivos permite resistir las adversidades que se presenta a lo
largo de la vida. La persona solidaria no duda en colaborar y apoyar a todos aquellos
individuos que se encuentran en situaciones desfavorecidas, lo que permite distinguirse de
las personas indiferentes, egoístas ante sus compañeros.
Es importante fomentar la solidaridad desde la infancia ya que puede ser vista como la base
de otros valores humanos que logra desarrollar valiosas relaciones de amistad, familiares
y/o sociales basadas en la ayuda, apoyo, respeto y tolerancia.
Derechos de solidaridad
Los derechos de los pueblos o los derechos de solidaridad son aquellos que optimizan el
desarrollo de una persona en un ambiente apropiado, contemplan al ser humano en su
universalidad y buscan garantías para la humanidad como un todo. Es uno de los derechos
humanos más recientes y para que pueda cumplirse tienen que participar todas las
entidades públicas y privadas del mundo y todos los individuos.
Frases de solidaridad
“El racismo no se combate con el racismo, la mejor forma de combatir el racismo es con
solidaridad.” Bobby Seale.
“El primer paso en la evolución de la ética es un sentido de solidaridad con otros seres
humanos.” Albert Schweitzer.
“La palabra más importante en el lenguaje de la clase trabajadora es solidaridad.” Harry
Bridges.
“La solidaridad no es un sentimiento superficial, es la determinación firme y
perseverante de empeñarse por el bien común, es decir, el bien de todos y cada uno
para que todos seamos realmente responsables de todos” Juan Pablo II.
Principio de solidaridad
Qué es la Justicia:
La justicia es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una
sociedad y el Estado. Estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.
Tipos de justicia
Justicia distributiva
Se basa en la distribución equitativa de la riqueza o recursos, de tal manera que todos los
ciudadanos se vean beneficiados.
Se trata de una forma de administrar la justicia que proviene del pensamiento aristotélico y
cuya aplicación ha resultado controversial en la práctica, dado que no hay unanimidad sobre
los criterios que se deben considerar para que dicha distribución sea de provecho para
todos los involucrados.
Para algunos autores, debe privar la equidad (que cada persona obtenga la riqueza que
merece según su esfuerzo). En otros casos, prevalece el concepto de igualdad (todos las
personas deben obtener la misma cantidad), mientras que otros autores creen que la
riqueza debe distribuirse en mayor cuantía en los casos de mayor necesidad.
Justicia restaurativa
Este tipo de justicia se concentra en el bienestar de la víctima más que en el castigo del
victimario. En este sentido, lo que se busca es reparar de forma material o simbólica el daño
causado.
Según este enfoque, víctima y victimario deben involucrarse en la búsqueda de justicia.
Para ello, el victimario debe entender y reconocer el daño que ha causado.
Justicia procesal
Este tipo de justicia establece normas y reglas que deben ser respetadas por todas las
personas por igual, y establece sanciones de diversa índole en caso de que los ciudadanos
incurran en falta.
Para ejercer este tipo de justicia es necesario tener un criterio imparcial, mientras que para
ser procesado por ella se requiere la representación de un experto en la materia, es decir,
un abogado.
Justicia retributiva
La justicia retributiva establece que cada persona debe ser tratada de misma forma en la
que trata a otros, por lo tanto, al incurrir en una falta debe ser castigada. Lo que se espera
de este tipo de justicia es que el efecto retroactivo persuada a otras personas de incurrir en
delitos.
Un ejemplo de justicia retributiva serían las violaciones a los derechos humanos, en los que,
si bien no siempre los perpetradores reciben el castigo de manera inmediata,
eventualmente son castigados por la justicia local o por organismos internacionales.
La justicia como valor es el principio moral de cada individuo que decide vivir dando a cada
quien lo que le corresponde o pertenece. La justicia forma parte de los valores sociales,
morales y democráticos, de allí deriva su importancia.
La justicia es una virtud que todos los individuos deben poner en práctica de manera
coherente y en busca tanto del bien propio como de la sociedad.
Lo que se espera es que cada individuo respete las normas sociales establecidas y
contribuya al mantenimiento de un entorno armónico. Y ante una situación de injusticia, lo
ideal es que cada persona actúe con rectitud e imparcialidad.
Para lograr esto, es necesario que la justicia sea un valor inculcado por la familia, reforzado
por las instituciones educativas, respetado y amparado por el Estado y sus instituciones y
puesto en práctica por la sociedad.
Símbolo de la justicia
La justicia es representada con una figura de mujer que lleva los ojos vendados, una
balanza en una mano y una espada en la otra.
Los ojos vendados destacan que la justicia no mira a las personas y es igual para todos. La
balanza figura el juicio que determinará poniendo a cada lado de la balanza los argumentos
y pruebas presentados. La espada expresa que la justicia castigará con mano dura a los
culpables.
EL VALOR DE LA IGUALDAD
¿Qué es la igualdad?
La convivencia sana sólo es posible si todos nos respetamos. La igualdad (y, dentro de
ésta, la igualdad de género) es una de las manifestaciones del respeto, pues implica
reconocer que los otros son tan valiosos como uno mismo y que merecen ser tratados como
nuestros iguales. Cuando actuamos con igualdad tratamos de ser justos, de no favorecer o
perjudicar a alguien porque no nos cae bien o porque lo consideramos inferior o menos
inteligente que nosotros. Pero, así como estamos obligados a actuar con igualdad ante
nuestros semejantes, los demás deben tratarnos a nosotros del mismo modo. Si consideras
que en la escuela has recibido un trato injusto o discriminatorio, si notas que no te han dado
las mismas oportunidades que a tus compañeros o si piensas que tu esfuerzo no ha sido
reconocido, no guardes silencio. Es importante que lo expreses, y es mejor si lo haces con
claridad y sin enojarte.
Ese es el desafío que tenemos por delante mujeres y hombres: caminar hacia un modelo
de sociedad más justo e igualitario, hacia un futuro mejor para todas y todos.
No es bueno criticar por la procedencia de un individuo, ni por cuánto dinero gana, ni por
cuán educado es; a fin de cuentas, todos somos seres humanos que habitan la tierra y
trabajan en conjunto para formar un mundo mejor.
Cada ser humano se necesita el uno al otro hasta para las tareas más pequeñas, y por ello
todos tenemos un valor que existe por igual.
Es recurrente en la sociedad que exista la discriminación por el estatus socioeconómico: en
qué trabaja, qué posesiones tiene, etc.
Por eso habrá situaciones donde un médico tenga más privilegio que un plomero, cuando
ambos son absolutamente necesarios para la seguridad y el sector de la salud: sin el médico
no hay nadie que atienda a las personas, pero sin el plomero no hay hogares que funcionen.
Este es un ejemplo de cómo todos merecen ser iguales, porque cada persona en el mundo
tiene algo que aportar y un gran valor que ofrecer al progreso del mundo.
Otro ejemplo: Todos los habitantes de alguna comunidad pequeña tienen igual oportunidad
de expresar sus quejas y opiniones de alguna problemática en particular.
EL VALOR DE LA EMPATIA
Qué es Empatía:
La empatía hace que las personas se ayuden entre sí. Está estrechamente relacionada con
el altruismo - el amor y preocupación por los demás - y la capacidad de ayudar.
La persona empática se caracteriza por tener afinidades e identificarse con otra persona.
Es saber escuchar a los demás, entender sus problemas y emociones. Cuando alguien dice
"hubo una empatía inmediata entre nosotros", quiere decir que hubo una gran conexión,
una identificación inmediata.
Empatía en psicología
La empatía puede ser vista como un valor positivo que permite a un individuo relacionarse
con las demás personas con facilidad, y agrado, siendo importante el relacionamiento con
los otros para mantener un equilibrio en su estado emocional de vida.
Por otro lado, la empatía permite a una persona comprender, ayudar y motivar a otra que
atraviesa por un mal momento, logrando una mayor colaboración y entendimiento entre los
individuos que constituyen una sociedad.
Empatía y asertividad
Por lo tanto, la empatía y asertividad son habilidades de la comunicación que permiten una
mejor adaptación social, a pesar de que ambas habilidades presentan diferencias.
Empatía y simpatía
Como tal, la simpatía es un sentimiento de afinidad que atrae e identifica a las personas.
Conlleva a un individuo generar armonía y alianza con otro. Específicamente es cuando
alguien cae bien, que se siente estar bien con ella por su forma de ser o sentir.
Por su parte, la empatía, como ya fue dicha anteriormente, es la comprensión que siente
una persona por otra en una determinada situación.
No obstante, una persona puede sentir simpatía y empatía a la vez por otra.
EL VALOR DE LA COOPERACION
Qué es Cooperación:
Como tal, la cooperación es aplicada en el ámbito de las relaciones humanas para llevar a
cabo infinitas tareas o empresas que involucran a varios sujetos para trabajar en función de
objetivos comunes o afines.
Así, pues, la cooperación es fundamental para la vida en sociedad, debido a que es una
manera mejor y más eficiente de gestionar los asuntos en función del interés colectivo.
La unidad más antigua y elemental es la familia. Para que sus integrantes sobrevivieran,
era necesaria la colaboración de todos ellos, tanto en el cuidado mutuo como en la
obtención de comida. Lo mismo pasaba en unidades pequeñas como las tribus, que se
repartían el trabajo para poder cazar, recolectar, criar a los hijos, etc.
También se han desarrollado fórmulas empresariales como las cooperativas y las UTES,
en las cuales esta práctica cooperativa se realiza de forma explícita. La implicación de los
países desarrollados por ayudar a los más desfavorecidos también ha suscitado la
cooperación internacional.
Cooperación internacional
Cooperación en ecología