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XX CONGRESO LATINOAMERICANO DE HIDRÁULICA

DISEÑO Y OPERACIÓN DE BALSAS DE REGULACIÓN DE AGUA PARA USO


AGRÍCOLA

Inmaculada Pulido Calvo1, José Roldán2, Rafael López Luque3, y


Juan Carlos Gutiérrez Estrada1
1
Dep. Ciencias Agroforestales, Universidad de Huelva, EPS, Campus Universitario de La Rábida,
21819 Palos de la Frontera (Huelva), España, e-mail: ipulido@uhu.es y juanc@uhu.es.
2
Dep. Agronomía, Universidad de Córdoba, ETSIAM, Apdo. 3048, 14080 Córdoba, España, e-mail:
jroldan@uco.es.
3
Dep. Física Aplicada, Universidad de Córdoba, ETSIAM, Apdo. 3048, 14080 Córdoba, España, e-
mail: fa1lolur@uco.es.

RESUMEN
La presencia de una balsa de regulación en un sistema de impulsión permite independizar
los caudales bombeados de la variabilidad del uso del agua en la red de distribución, con lo
que se podrá utilizar, además de como acumulación del recurso agua, en la reducción de los
costes energéticos al poder adaptar el esquema de operación de los grupos de bombeo al
tipo de discriminación horaria de las tarifas eléctricas. En este trabajo, se propone una
metodología para determinar una capacidad de almacenamiento que permita elevar el agua
en las horas con el coste energético más ventajoso y establecer una política de bombeo para
el período anual de funcionamiento, de forma que se minimicen los costes totales del sistema
de impulsión. Se aplica el modelo desarrollado a un sistema de impulsión de una zona
regable con una demanda horaria de agua conocida. El volumen de regulación óptimo resulta
ser el 41 % de la demanda máxima diaria. El régimen de funcionamiento óptimo del bombeo
a la balsa durante la campaña de riegos supone el uso exclusivo de las horas bonificadas de
tarifa eléctrica, y solo es necesario el uso de algunas horas de coste medio en el período de
máximas necesidades hídricas de los cultivos. El coste del consumo de energía eléctrica al
incluir la balsa es un 33 % menor al coste del bombeo directo a la red de distribución.

ABSTRACT
The construction of a regulation reservoir or water tank may reduce the operational cost of
water supply systems because is used for water storage that is pumped from wells or other
sources of supply during off-peak periods when energy costs are lower and it is used during
periods of on-peak electrical demand with higher energy costs. In this paper, the objetive is to
choose a storage capacity that allows to elevate water in the hours with the most
advantageous energy cost and to establish an operation of pumping adapted with the time-of-
use energy tariff. The optimum size of water storage and operational scheme are those which
result in the minimum total costs. The model is applied to a water supply system of an
irrigation district with hourly water demand known. The optimum storage capacity is 41 % of
the maximum daily demand. The optimum operation of pumping during irrigation season has
only an use of off-peak times of energy tariffs, until it is necessary the use of some hours of
average cost in the period of maximum crop water requirements. The water supply system
with a regulation reservoir represents a 33 % energy cost saving compared to the system
without reservoir.
1. INTRODUCCIÓN
Las redes de distribución de agua para riego a la demanda suelen requerir la disposición de
un depósito acumulador en cabecera que actúe como elemento regulador entre los recursos
disponibles y la demanda de agua. De este modo, muchos sistemas de riego se caracterizan
por estar constituidos por un conjunto de impulsores de motor eléctrico del que parte una
conducción hasta un depósito o balsa de regulación desde el/la cual se abastece la red de
distribución según las demandas de agua existentes. Esta solución presenta como
finalidades primordiales:
- Posibilidad de realizar la elevación desde el punto de abastecimiento de agua hasta
el depósito o balsa, que se constituye como punto fijo, lo que permite un
funcionamiento más regular de las estaciones de bombeo (11) en comparación con la
impulsión directa a la red de distribución.
- Posibilidad de desplazar el bombeo a las horas bonificadas de tarifa eléctrica. De
esta manera, durante dicho tiempo se acumulará agua en el depósito, que será
consumida en las horas durante las cuales el precio de la energía eléctrica es mayor
(10).
El objetivo principal de este trabajo es obtener una capacidad de almacenamiento que
permita elevar el agua en las horas con el coste energético más ventajoso y establecer una
política de bombeo acorde con la discriminación horaria de la facturación eléctrica, pero
siempre adaptando el esquema de operación a la forma de demandar de los regantes. De
este modo, el depósito o balsa además de cumplir de acumulador del recurso agua, se utiliza
en la reducción de los costes energéticos al poder permitir una adaptación entre las horas de
bombeo y el tipo de discriminación horaria. En definitiva, se trata de proponer con los datos
actuales de un sistema de distribución de agua (características hidráulicas y demanda de
agua), un diseño de la balsa de regulación y de estimar su esquema de operación para un
período próximo de tiempo que en este caso va a ser toda la campaña de riegos.
La determinación de la capacidad de los depósitos de regulación es una de las
variables de decisión de mayor incidencia en el esquema de operación de los sistemas de
distribución. Abreu et al. (1) determinan gráficamente la capacidad requerida como la máxima
distancia vertical o diferencia de ordenadas de las curvas anuales de disponibilidades y
consumos de agua. Los criterios a aplicar para establecer el volumen o tamaño óptimo del
depósito son múltiples y se derivan de factores funcionales, morfológicos, económicos,
geotécnicos, climáticos y de seguridad (2).
El uso de materiales de bajo coste como suelos o tierras (materiales sueltos) ha sido
el que con mayor profusión y mejores resultados se ha impuesto en la construcción de balsas
de poca profundidad para el almacenamiento de aguas de riego. Junto a razones de índole
económica destaca la particularidad de la simplicidad tecnológica que, en principio, las
caracteriza, junto a su flexibilidad para su adaptación a cualquier constitución morfológica del
lugar de su emplazamiento. La necesidad de dotar a estos depósitos de un revestimiento
impermeable, a la vez que resistente y económico, ha hecho converger las distintas
soluciones aplicadas hacia el uso de láminas flexibles fabricadas a partir de materiales
sintéticos que se conocen bajo el nombre genérico de ‘geomembranas’. Su utilización en
construcciones hidráulicas data de los primeros años sesenta (2), pudiendo considerarse hoy
como la técnica más extendida (y casi con exclusividad) en los depósitos de materiales
sueltos de uso agrícola.
La necesaria compatibilidad entre la altura deseable de las secciones estructurales (en
desmonte o en terraplén), la capacidad óptima del depósito, el volumen total de tierras a
remover y el equilibrio entre el material extraído y el utilizado en el dique hace de la
morfología o relieve del suelo donde ha de ubicarse la balsa un factor limitante de la
capacidad. En el caso de terrenos de escasa pendiente y relieve poco accidentado las
formas más próximas a la circular son las más deseables desde el objetivo de obtener la
máxima capacidad a igualdad de coste. A medida que el relieve lo impide la geometría viable
puede alejarse de este óptimo para acercarse a formas más lineales, reduciéndose la
capacidad del vaso así obtenido.
El Centro Agropecuario ‘Mas Bové’ (C.A.M.B) (3) presenta gráficas y tablas de gran
sencillez que ejemplifican la relación existente entre la forma tronco piramidal de una balsa y
el volumen de tierras a remover para configurar la estructura. Con el mismo objetivo,
Edwards et al. (4) muestran el sistema de ecuaciones que optimizan la capacidad de este
tipo de balsas. Estas gráficas, tablas y ecuaciones permiten realizar una primera
aproximación de la forma a adoptar en terrenos poco accidentados y de pendiente reducida.
La relación directa existente entre la capacidad del depósito y su presupuesto obliga a
considerar los costes como un factor limitativo en la magnitud del depósito a proyectar. Sabet
y Helweg (17) analizan la inclusión en una red de distribución de un depósito de regulación
que almacena el agua durante los períodos bonificados de energía eléctrica para su uso
durante los períodos de demanda punta. La función objetivo a minimizar incluye los costes de
amortización de las inversiones en bombas, tuberías y depósito, y los costes de operación
del sistema (costes de energía eléctrica). Los resultados muestran un decremento del 25 %
en el coste total del sistema de distribución.
La distribución temporal de la demanda de agua constituye una de las bases para el
estudio de las necesidades de regulación y, por tanto, para determinar la capacidad óptima
del depósito o balsa. Así Nel y Haarhoff (13) determinan mediante la simulación de distintos
escenarios el volumen óptimo de los depósitos de redes urbanas considerando la variabilidad
temporal de la demanda, consecuencia de los ciclos vitales y de los hábitos de los usuarios.
Sin embargo, la fluctuación de la demanda adquiere especial relevancia en las redes de
distribución de agua para riego debido al ciclo biológico de la planta en los cultivos
estacionales. Hirose (8) con los datos de demanda horaria durante un determinado número
de años determina los valores medios y, con estos y el número medio de horas de descarga
del depósito calcula la capacidad de una balsa de regulación en un sistema de riego. Mehta y
Goto (12) con distintos modelos de cultivos y patrones de demanda horaria simulan
determinados esquemas de operación de una balsa de riego, seleccionando aquel que da la
capacidad mínima.

2. MATERIAL Y MÉTODOS
2.1. Hipótesis del modelo
El algoritmo para la determinación del diseño y esquema de operación óptimos de balsas de
regulación ha sido desarrollado bajo las hipótesis de partida que se exponen a continuación:
- Series de demanda horaria de agua: se requiere disponer de los valores de la demanda
horaria para todo el período de funcionamiento del sistema durante la campaña de riegos. Si
no se conocen, será necesaria la simulación de los caudales demandados (14). Se han
escogido intervalos horarios, por ser la base de todos los sistemas de discriminación en la
tarifación eléctrica.
- Grupos motor-bomba: la regulación de las bombas en paralelo se realiza por sucesivos
arranques y paradas de los grupos en función del caudal demandado por la red de
distribución.
- Balsas de regulación:
Para volúmenes mayores a 1.000 m3 se recomiendan balsas de polietileno de 1,5 mm de
espesor con una forma de tronco pirámide de base cuadrada (Figura 1) (4). Los tres
elementos que de manera sustancial influyen en el coste de la balsa son: movimiento de
tierras, superficie de impermeabilización y superficie de terreno ocupado [(3) y (4)].
El volumen total de almacenamiento VT (m3) viene dado por:

VT = L2 (H1 + H2 + F) + 2 L N2 (H1 + H2 + F) 2 + 1,33 N2 2 (H1 + H2 + F) 3 [1]

siendo L la longitud (m) del lado de la base de la balsa, H1 la profundidad (m) de la


excavación, H2 la diferencia (m) entre la altura del agua y la profundidad de la excavación
(H1), F el resguardo o diferencia (m) entre la altura de la balsa y la del agua, N1 la pendiente
exterior de la balsa, N2 la pendiente interior y Ta la anchura (m) del pasillo de coronación
(Figura 1).
Ta

N1 F
1
H2

H1 N2
1

Figura 1. Sección transversal de la balsa de regulación y parámetros que la describen

El coste de excavación de la balsa es proporcional al volumen excavado VX (m3), el


cual se calcula como:

VX = L2 H1 + 2 L N2 H12 + 1,33 N2 2 H13 [2]

Como es deseable minimizar el coste de excavación, VX será igual al volumen


aportado para construir los terraplenes VL (m3), considerando un coeficiente CF de
diferencia, para compensar las pérdidas en los movimientos de tierras:

VL = 4 [L + 2 N2 (H1 + H2 + F) + 2 Ta + 2 N1 (H2 + F)] [0,5 (N1 + N2) (H2 + F) 2 + Ta (H2 + F)] [3]

VL = VX (1 + CF) [4]

El coste de impermeabilización es proporcional a la superficie a impermeabilizar SI


2
(m ):
{
SI = L2 + 4 [L + (H1 + H2 + F) N2] (H1 + H2 + F) 1 + N2 2 } [5]

La superficie de terreno ST (m2) ocupado se calcula como:

ST = [2 (H1 + H2 + F) N2 + L + 2 Ta + 2 (H2 + F) N1]


2
[6]

Para poder establecer comparaciones entre las balsas se han fijado las siguientes
premisas: N1 = 2, N2 = 3, Ta = 5 m, F = 1 m y CF = 10 % [(3), (18) y (16)]. Asimismo, se
consideran las alturas del agua contenida en el embalse (H1+H2) en el intervalo de 2 a 12 m
(6), quedándonos así del lado de la seguridad ya que cuanto mayor sea la altura líquida
mayor será la presión que se ejerce sobre el fondo y los taludes laterales, y en consecuencia
los riesgos de hundimiento del terreno y los riesgos de rotura por sobretensión de la
membrana impermeabilizante son mayores.
Las dimensiones de L, H1 y H2 para un volumen de almacenamiento determinado se
calculan iterativamente. En primer lugar se selecciona un valor inicial de (H1+H2) y con la
ecuación [1] se obtiene L considerando que L > (H1+H2). Los valores de H1 se determinan
con la ecuación [4] usando el método numérico de Newton, finalizando su proceso iterativo
cuando se cumple que |H1k+1 – H1k| ≤ 0,001. H2 se calcula como diferencia entre la altura
del agua contenida en el embalse (H1+H2) y H1. De este modo, se incrementa el valor de
(H1+H2) y se repite el proceso anterior hasta conseguir, para un volumen determinado, las
dimensiones geométricas que hagan mínimos los costes de la balsa.
Además se considera que el volumen útil o de regulación de la balsa no será inferior a
la mayor demanda horaria en todo el período de funcionamiento del sistema. Como límite
superior se considera la demanda de los 10 días de máximo consumo de la campaña de
riegos. El volumen total de la balsa es el volumen útil incrementado al incluir un resguardo
inferior del 20 % del volumen útil y uno superior correspondiente al resguardo F [(9), (7) y
(2)].
De cara al balance volumétrico en la balsa, se considera que las extracciones se
realizan al final del período horario correspondiente y la alimentación al principio del mismo.
De esta manera, al no superponerse en el modelo la alimentación con la extracción, no
resulta necesario conocer la evolución real de las demandas dentro del período horario
considerado. La utilización de esta hipótesis en sistemas reales, implica un mayor grado de
seguridad ante el rebosamiento de la balsa.

2.2. Desarrollo del algoritmo de determinación del diseño y esquema de operación


óptimos de balsas de regulación
El fundamento del algoritmo se basa en el concepto de período de vaciado (10), definiéndose
éste, como el intervalo horario en cuya hora inicial i la balsa está llena y en cuya hora final
i+k se produce un déficit. Siendo Vi, el volumen útil almacenado en la hora i, se podrá definir
un volumen útil de recepción VRi mediante:

VR i = Vmax − Vi [7]

siendo Vmax el volumen útil máximo de almacenamiento. El valor inicial de Vi es Vmax, es


decir, se inicia el algoritmo con la balsa llena de agua.
Se define el aporte potencial horario APH, como el volumen que se aportaría al
depósito en una hora, bombeando el grupo de impulsores el caudal de diseño. El vector Ei
representa los volúmenes impulsados en cada hora i, y cuyo cálculo es el objetivo primordial
del algoritmo. Los valores iniciales del vector Ei son iguales a cero.
El déficit que ocurre al final de un determinado período de vaciado v de la balsa
deberá ser corregido incrementando el volumen de agua almacenada en alguna hora j
perteneciente a dicho período (i<j≤ ≤i+k). El algoritmo seleccionará la hora de mayor
bonificación energética dentro del período de vaciado de la balsa de regulación. El
incremento de volumen a bombear en dicha hora j estará condicionado por:
- El déficit producido al final del período de vaciado v, -Vi+k,v.
- La diferencia entre el aporte potencial horario y el volumen impulsado en la hora j en
algún período de vaciado u anterior al v, APH – Ej,u.
- El volumen de recepción de las horas comprendidas entre la hora j elegida para el
bombeo y la hora final (i+k) del período de vaciado v, min (VRj,v, VRj+1,v,..., VRi+k,v).
El incremento de volumen que habrá que realizar en la hora j mediante bombeo será:

∆(V j,v ) = min[− Vi+k,v , min(VR j,v , VR j+1,v ,..., VR i+k,v ), APH− E j,u ] [8]
Una vez incrementado el volumen en la hora j, vía incremento de Ej,v, los volúmenes
disponibles para el intervalo comprendido entre la hora j elegida para el bombeo y la hora
final (i+k) del período de vaciado v se verán incrementados en igual magnitud. Tras esta
operación el déficit de la hora final del período de vaciado v se habrá eliminado o se habrá
corregido. Habiéndose cumplido alguna de las tres condiciones siguientes:
- Se ha cubierto el déficit en la hora i+k (-Vi+k,v), satisfaciéndose las demandas del
período de vaciado v (ecuación [9]). Seguidamente, se analiza la siguiente hora
(i+k+1) y, caso de que exista déficit, se procederá de la forma descrita para corregirlo,
quedando el período de vaciado igual al anterior incrementado en una hora: [i, i+k+1].

∆( Vj,v ) = − Vi+k,v [9]

- No se ha satisfecho el déficit de la hora i+k, si bien se habrá reducido, siendo el


nuevo déficit el calculado por la expresión [10], con un incremento de volumen dado
por [11]. Como el aporte realizado en la hora j será igual al APH, dicha hora ya no
será hábil para corregir el nuevo déficit. De este modo, se deberá reasignar el valor de
j dentro del período de vaciado para corregir el nuevo déficit.

− Vi+k,v = − Vi+k,v + ∆(V j,v ) [10]

∆( V j,v ) = APH − E j,u [11]

- No se ha satisfecho el déficit de la hora i+k, pero se ha reducido (ecuación [10]), con


un incremento de volumen dado por [12]. El período de vaciado se habrá reducido
iniciándose el nuevo período en la hora h con (j<h≤ ≤i+k).

∆( Vj,v ) = min( VR j,v , VR j+1,v ,..., VR i+k,v ) [12]

Se procede de la misma manera para el nuevo déficit y el nuevo período de vaciado, y


el proceso iterativo se completa hasta cubrir todo el período de funcionamiento del sistema.
Se habrá obtenido de esta forma, la distribución de volúmenes bombeados en cada hora de
la campaña de riegos mediante el vector Ei, para un volumen de almacenamiento de la balsa
de regulación. A partir de Ei se determina la potencia absorbida Pi en cada hora por las
bombas, y por consiguiente, el coste del consumo de energía.
De este modo con las capacidades de almacenamiento posibles, se deberá buscar la
combinación que incurra en un menor coste del sistema. Dado que el coste de amortización
del sistema en estudio aumenta con el volumen de la balsa, al contrario de lo que le ocurre a
los costes energéticos, existe un mínimo del coste total que se corresponde con una
determinada capacidad de balsa, y cuya determinación se realiza mediante un proceso de
búsqueda dicotómica.

2.3. Ejemplo de aplicación


Se va a aplicar la metodología expuesta al sistema de impulsión de la zona regable a la
demanda de Fuente Palmera en el valle del Guadalquivir (sur de España). Analizando la
evolución de los cultivos de mayor extensión superficial e importancia económica de la zona
regable desde la campaña de riegos 1984/85 hasta la 1997/98, la alternativa media de
cultivos consta de un 43,31 ± 18,68 % de algodón, 23,78 ± 11,60 % de girasol, 14,30 ± 8,30
% de trigo, 3,37 ± 2,79 % de remolacha, 2,81 ± 3,47 % de olivar, 2,61 ± 3,39 % de maíz, 1,41
± 2,52 % de sorgo, 1,23 ± 1,07 % de cítricos y 1,12 ± 1,07 % de melón/sandía. Se dispone de
datos horarios del caudal demandado por el sistema de distribución durante una serie de
ciclos de funcionamiento durante los años 1988, 1989, 1990, 1991, 1992, 1996 y 1997. Con
estos datos se obtiene, mediante una análisis no jerárquico de ‘clusters’, un patrón de
demanda horaria para toda la campaña de riegos, que se utiliza para desagregar la demanda
diaria de la alternativa media de cultivos en la demanda horaria media del sistema de
distribución (Figura 2) [(12) y (14)].
12000

10000

Demanda (m /h)
3
8000

6000

4000

2000

0
E F M A M J J A S O N D
Meses
Figura 2. Demanda horaria media del sistema de distribución

El sistema de impulsión se divide en dos etapas: estación de bombeo de toma (4


grupos en paralelo), y estación de puesta en carga (6 grupos en paralelo). La primera se
realiza hasta un depósito apoyado en el suelo de 5.000 m3 que se constituye en cámara de
aspiración de la segunda impulsión. Este depósito tiene un volumen que no permite el
independizar el régimen de funcionamiento de las dos estaciones de bombeo, con lo que su
papel se relega a dar presión a la red principal de tuberías que es ramificada.
Admitiendo la variación cuadrática de la potencia absorbida P por las bombas con el
caudal Q, la curva característica P(Q) de cada una de las bombas se modela analíticamente
mediante análisis de regresión, y la curva del sistema de las bombas en paralelo se obtiene
como la suma horizontal de las curvas características de las bombas individuales. En el
contrato del suministro de energía eléctrica se tienen 8 horas valle (0,0256 €/kWh), 12 horas
llano (0,0449 €/kWh) y 4 horas punta (0,0763 €/kWh) al día (los períodos horarios son de 0 a
8 h en valle, de 10 a 14 h en punta y el resto en llano) (€ = Euro; 1 € ≈ 0,92 $).
Como datos de entrada al modelo desarrollado, se considera una vida útil de la balsa
de regulación de 20 años, la tasa de interés de la amortización del 5 % y un coste de
oportunidad que supone dejar de percibir el beneficio derivado del uso alternativo de la
superficie de terreno ocupada por la balsa de 0,0264 €/m2 (renta anual). Asimismo como
parámetros influyentes en el coste de las balsas, se consideran unos costes del material
impermeabilizante y del movimiento de tierras de 2,40 €/m2 (polietileno de alta densidad de
1,5 mm de espesor) y 2,70 €/m3 (suelo franco), respectivamente.

3. RESULTADOS
El volumen útil de almacenamiento de agua resulta de 65.000 m3 que es el 41 % de la
demanda máxima diaria (158.000 m3/día) y el 0,42 % de la demanda total (15.400.000 m3) de
la zona regable. A este volumen se le añade un resguardo inferior y uno superior, teniendo
así un volumen total de la balsa de regulación de 91.000 m3. Las dimensiones de L, H1 y H2
son de 48,63 m, 5,32 m y 6,68 m, respectivamente.
Con respecto al consumo de energía eléctrica, el coste correspondiente al primer
bombeo al incluir la balsa (152.573,07 €/año) es un 33 % menor al coste del bombeo directo
a la red de distribución (226.172,06 €/año). Por tanto, se muestra la elevada reducción de los
costes energéticos al usar la balsa como adaptación entre las horas de bombeo y el tipo de
discriminación horaria, lo que supone una disminución de las potencias absorbidas en horas
llano y punta, y el aumento de éstas en horas valle, y mayores rendimientos global (potencia
suministrada/potencia absorbida) y de regulación (potencia necesaria/potencia suministrada)
(Figura 3). El coste total del primer bombeo (amortización y consumo de energía) es un 22 %
menor con la balsa de regulación y el período de recuperación de la inversión es de 2 años.

a)
η = 79,91 % η = 92,82 %
re g

N = 1792 N = 1792
Número de horas

b)
η = 77,22 % η = 85,49 %
re g

N = 3960 N = 3960

Rendimiento global Rendimiento regulación


Figura 3. Distribución de frecuencias de los rendimientos global (η) y de regulación (ηreg)
en la estación de bombeo de toma: a) con balsa y b) sin balsa (N = número de horas de
funcionamiento de los grupos)

Eii
Demanda Vi/4
i
Coste energía
E (m3), V /4 (m3)
Demanda (m3),

Coste energía
9,6 9,6

8,4 8,4 (·10-2 €/kWh)


7,2 7,2

6,0 6,0
i

4,8 4,8

3,6 3,6

2,4 2,4

1,2 1,2
i

29 mayo-2 junio 23-27 julio


Horas
Figura 4. Régimen de operación óptimo de la estación de bombeo de toma con
balsa en dos ciclos de funcionamiento (por cuestiones de escala se representa Vi/4)

El régimen de operación óptimo del primer bombeo con la balsa muestra que al
principio de los riegos se deben usar únicamente las horas bonificadas de tarifa eléctrica,
aumentando su utilización conforme crece la demanda de agua y así, llegar a bombear con el
caudal de diseño de las bombas durante las ocho horas valle (2 junio). Este régimen de
funcionamiento se mantiene hasta que es necesario el uso de horas llano (6 junio) para
satisfacer la demanda de la red de distribución. La utilización de estas horas llano también va
aumentando conforme se llega al período de necesidades máximas de agua (21 junio-27
julio), pero sin llegar a usar todas estas horas ni de bombear el aporte potencial horario.
Posteriormente, decae su uso y se hace nulo a finales de agosto (20 agosto), volviendo a
impulsar a la balsa únicamente en horas valle. No es necesario bombear a la balsa de
regulación en horas punta de tarifa eléctrica (Figura 4).

4. DISCUSIÓN
La presencia de la balsa de regulación entre la captación y la red de distribución además de
usarse como acumulación del recurso agua, permite optimizar el caudal de trabajo de los
diferentes elementos que tiene aguas arriba, al independizar dichos caudales de la
variabilidad del uso del agua en la red de distribución, ya que es la balsa la encargada de
asumir estas discrepancias entre el caudal que le llega y el caudal demandado. De este
modo el régimen de funcionamiento óptimo del bombeo a la balsa supone el uso exclusivo de
las horas bonificadas de tarifa eléctrica, y solo es necesario el uso de algunas horas de coste
medio en el período de máximas necesidades hídricas de los cultivos. Este esquema de
operación también implica un régimen de funcionamiento de los grupos de bombeo más
regular trabajando con mejores rendimientos que en la impulsión directa. Ambas razones
determinan que en la impulsión directa del caudal variable demandado por la red de
distribución el coste de energía es el 33 % mayor al de la impulsión a la balsa.
El volumen de regulación óptimo resulta ser del orden del 40 % de la demanda
máxima diaria, siendo algo inferior a los obtenidos por Sabet y Helweg (17) y Nel y Haarhoff
(13) en redes de distribución urbanas, y mucho menor al recomendado por otros autores [(2)
y (5)] que sugieren un volumen correspondiente a la regularización del caudal del día de
mayores necesidades hídricas. Su pequeño valor se debe a que el coste actual de la
construcción de las balsas es aún elevado, lo que viene a significar en muchos casos una
fuerte inversión con respecto al coste de los demás elementos de la red.
El diseño tronco piramidal de base cuadrada considerado para la balsa es la forma
deseada desde el objetivo de conseguir la máxima capacidad a igualdad de coste. Si el
relieve del terreno lo impone la geometría viable puede alejarse de este óptimo, pero el
resultado del modelo desarrollado es un primer grado de aproximación en el diseño en estas
circunstancias.
La optimización en diferido del esquema de operación se podrá aplicar si las
condiciones de funcionamiento de la red no se modifican notablemente sobre los datos de
demanda que se disponen. En el caso de desviaciones importantes será necesaria una etapa
de control en tiempo real del sistema de impulsión, y el modelo desarrollado permite esta
opción utilizando como entradas la predicción de la demanda en las próximas 24 horas (15).
Hay que tener en cuenta que no siempre la incorporación de una balsa de regulación
es la solución más idónea, ya que puede que la inversión inicial no se compense con el
ahorro de energía eléctrica. Este puede ser el caso de una zona donde la búsqueda de un
emplazamiento idóneo puede alejar excesivamente la balsa de la zona de consumo, e
incluso de la estación de bombeo, dando lugar a unas pérdidas de carga adicionales en las
tuberías que aumenten las necesidades de potencia de la instalación y, por consiguiente,
aumenten los costes totales. Para llegar a este resultado será necesario realizar el estudio
comparativo de costes con los datos concretos de la red de distribución en estudio.
5. REFERENCIAS
(1) Abreu, J.M.; J. Camarasa y P. Iglesias. 1992. Los depósitos en los sistemas de
abastecimiento. Curso de ingeniería hidráulica aplicada a los sistemas de distribución
de agua. Universidad Politécnica de Valencia (España), Dpto. Ingeniería Hidráulica y
Medio Ambiente, tomo II, capítulo 16.
(2) Amigó, E. y E. Aguiar. 1994. Manual para el diseño, construcción y explotación de
embalses impermeabilizados con geomembranas. Dirección General de Estructuras
Agrarias, Consejería de Agricultura y Alimentación, Gobierno de Canarias (España),
221 pp.
(3) Centre Agropecuari "Mas Bové" (C.A.M.B.). 1986. Balsas y embalses para riego.
Generalitat de Catalunya, Diputació de Tarragona (España) y Solvay Láminas
Industriales, s.a.
(4) Edwards, D.R.; J.A. Fergunson y E.O. Fryar. 1992. Analyzing conjuctive use reservoir
perfomance for soybean irrigation. I: Development of a simulation model. Trans. ASAE,
35: 129-135.
(5) Fuertes, V.S.; J. García-Serra y M. García. 1996. Los depósitos en los sistemas de
distribución. Ingeniería hidráulica aplicada a los sistemas de distribución de agua. U.D.
Mecánica de Fluidos de la Universidad Politécnica de Valencia (España) y Aguas de
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