Está en la página 1de 10

1° JUZGADO EN LO CIVIL DE SAN MIGUEL

PROCEDIMIENTO: ORDINARIO

MATERIA: NULIDAD DE CONTRATO DE COMPRAVENTA

CARATULADOS: CANTIN / CANTIN

ROL N° C – 7710 – 2018

EN LO PRINCIPAL: APELA. EN EL PRIMER OTROSI: TENGASE PRESENTE. EN EL

SEGUNDO OTROSÍ: TENGASE PRESENTE DOMICILIO.

S.J.L.EN LO CIVIL DE SAN MIGUEL (1°)

JUAN ANDRES REYES REYES, por la parte demandada doña Pilar de las Rosas

Cantin Unda, en autos ordinarios sobre impugnación de contrato, caratulados Cantin con

Cantin, Rol N° C – 7710 – 2018, a US., respetuosamente digo:

Por este acto y dentro de plazo legal para hacerlo, vengo en apelar de la sentencia

definitiva dictada por US. En estos autos con fecha 02 de Abril de 2020 y que corre a fojas 53 y

siguientes, por ser agraviante a los intereses de mi parte y no encontrarse ajustada a Derecho.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO.

I. ASPECTOS PROCESALES.

I.I.- Parte expositiva de la sentencia.

En su parte expositiva en el párrafo 22 de dicha sentencia se establece un hecho

erróneamente como verdadero que es que el día 15 de mayo de 2019 se realizó audiencia o

comparendo de conciliación al cual supuestamente asistió el apoderado de la demandante y se

señaló que la demandada se encontraba en rebeldía lo cual no es correcto ya que quien asistió fui

yo, Juan Reyes, en representación de la parte demandada y los que no asistieron fueron los

demandantes como está señalado expresamente en autos a fs. 24 y se encuentra en el sistema, lo


cual me hace concluir que no se revisó siquiera el expediente al momento de dictar la sentencia por

parte del tribunal.

I.II.- Sobre la Identificación y la Consideración de las pruebas aportadas por la

parte demandante.

Como lo señala latamente en los considerandos de la sentencia especialmente en le

considerando noveno a la parte demandante es a quien corresponde probar los hechos en que

funda sus pretensiones y para esa situación acompañó como prueba documental ficha clínica

del padre en el Hospital Barros Luco N° 1076654, consentimiento informado del paciente Luis

Domingo Cantin Mendez, escritura pública de compraventa de fecha 16 de diciembre de 2015;

e inscripción de dominio vigente de fs 9438, N° 8703 año 2018, todos documentos emitidos

legalmente bajo todas las formalidades pertinentes que no fueron siquiera señaladas como

fuera de legalidad por el tribunal, o sea, todos documentos fidedignos de lo que ahí se indica,

en resumen la parte demandante en ninguna etapa del procedimiento logró probar que tales

documentos carecían de validez al menos formal y solo trató de generar la impresión de que

don Luis Domingo Cantín Mendez era un loco o demente.

Tampoco en la sentencia recurrida se hace mensión si la parte demandante logró

aportar alguna prueba que diera certeza de que hiciera algún trámite legal para declarar

interdicción de don Luis Domingo Cantín Méndez que hubiera sido la lógica jurídica para que la

supuesta demencia de Luis Domingo Cantín Méndez hubiera tenido la validez juríca requerida,

no solo una enfermedad en un estado de inicio puede ser suficiente para declarar que hay algún

vicio de nulidad en la celebración del contrato objetado se deben acreditar jurídicamente dichos

presupuestos. Es así como en doctrina don Juan Andres Orrego en su libro Teoría del Acto

Juríco habla de los vicios de la voluntad o vicios del consentimiento y al enumerarlos se refiere

a la capacidad como segundo elemento de validez del acto jurídico señalada o mencionada en

el artículo 1445 del Código Civil y el profesor Orrego señala como “Capacidad de ejercicio” y

señala que “Es la facultad para adquirir derechos y contraer obligaciones por sí mismo, de

manera de ejercer los primeros y cumplir las segundas sin la necesidad de que intervenga la

voluntad de un tercero” que en el caso de los autos no hay medio legal que acredite que don

Luis Domingo Cantín Méndez carecía de capacidad para celebrar actos y contratos. Tambien

establece que existen reglas respecto para la capacidad y obviamente dar certeza jurídica a

todas las personas, así señala que en primer lugar La incapacidad de ejercicio es excepcional.

Conforme al art. 1446, la capacidad es la regla general y la incapacidad excepcional. La


capacidad se presume por ende, y quien alega incapacidad propia o de otra persona, debe

probar tal circunstancia. No hay más incapaces que aquellos señalados expresamente por la

ley. Segundo, las normas que regulan la capacidad son de orden público, y en consecuencia,

no cabe modificarlas ni dejarlas de lado en un acto jurídico. Tercero La capacidad debe existir

al momento de perfeccionarse el acto jurídico. Todas estas reglas respecto de don Luis

Domingo Cantín Méndez se dan al momento de celebrar el contrato objetado por la

demandante. Como consecuencia del análisis legal el profesor Orrego indica que la incapacidad

mental solo puede ser originada por ley o por una sentencia judicial que así lo decrete o declare

y en relación a esta incapacidad mental, distinguimos entre la ausencia de raciocinio (lo que

provoca declarar incapaces a los dementes y a los sordos o sordomudos que no pueden darse

a entender claramente) y los impulsos irrefrenables que pueden originar un grave perjuicio en

el patrimonio de un individuo (lo que mueve a la ley a declarar incapaces a los disipadores o

dilapidadores, que no han demostrado poseer prudencia en el actuar). Lo que en el caso de los

autos en los cuales se impugna la sentencia respecto de don Luis Domingo Cantín Méndez no

se acredita con ninguno de los medios de prueba aportados por la demandante de autos.

Siguiendo el análisis doctrinario del profesor Orrego menciona que existe incapaces absolutos

y relativos, dentro de los absolutos se ubican los dementes y como lo indica la sentencia

recurrida no existe una definición legal al respecto solo establece ciertos casos y como

consecuencia de ello la Excelentísima Corte Suprema ha señalado y sostenido en variada

jurisprudencia que debe entenderse por tales a todos los que tengan de un modo permanente

sus facultades mentales sustancialmente deterioradas, todos aquellos que se encuentran

privados de razón, que en el caso de autos don Luis Domingo Cantin Méndez no debería de ser

considerado un demente porque las enfermedades que se señalan en la ficha médica son de

carácter progresivo y al momento de celebrar el contrato de compraventa que se trata de anular

don Luis Cantín no reunía ninguno de los requisitos legales para ser considerado legalmente

un demente. Indica que deben cumplirse ciertas reglas para que los actos de los dementes sean

ineficaces que se establecen en los artículos 456 a 468 del Código Civil Para determinar los

efectos de los actos del demente, debemos distinguir entre los actos realizados antes de la

declaración de interdicción por causa de demencia y los realizados con posterioridad. Estos

últimos, si son realizados por el demente por sí solo, serán nulos, excluyéndose la posibilidad

de alegar que se realizaron en un intervalo lúcido (art. 465, 1º). En cuanto a los actos realizados

por el demente con anterioridad al decreto de interdicción, serán válidos, a menos que se pruebe

que al ejecutarlos o celebrarlos, ya estaba demente (art. 465, 2º). En el primer caso, mediando
decreto de interdicción, nos encontramos ante una presunción de derecho: no se admite probar

que la persona no estaba demente. En el segundo caso, no existiendo interdicción declarada,

nos encontramos ante una presunción simplemente legal: puede probarse que la persona, al

celebrar el acto jurídico, estaba demente; lo que en el caso de la sentencia recurrida esta parte

estima que la demandante no logró probar y que erróneamente el tribunal lo consideró como

probado.

Por consiguiente, por todo lo señalado precedentemente con la sentencia recurrida se

está afectando con ello gravemente y de manera manifiesta el derecho a la defensa jurídica

reconocido por el artículo 19 n° 3 de la Carta Fundamental.

I.III.- Sobre la medida para mejor resolver.

Debo detenerme en este sentido ya que el tribunal solicitó como medidas para mejor

resolver la misma documentación que la parte demandante acompañó como fundamente de su

demanda pero que en la etapa procesal correspondiente la misma demandante no l acompañó

es más la demandante ante error procesal que cometió trató de incorporarlas fuera de plazo

con fecha 15 de diciembre de 2019 y además solicitó medida para mejor resolver a lo cual el

mismo tribunal le señaló expresamente que se encontraba fuera de plazo y que posteriormente

el mismo tribunal ordena medida para mejor resolver lo cual desde mi perspectiva resulta

contradictorio.
Es así como, en la especie, la actuación del sentenciador se nos afectó de una manera no

regular ni adecuada, y que nuevamente afecta gravemente y de manera manifiesta el derecho a la

defensa jurídica reconocido por el artículo 19 n° 3 de la Carta Fundamental en atención que las

reglas en todo juicio se deben de respetar para ambas partes y desde nuestra perspectiva no ha

sido así en los autos donde se dictó sentencia y que se está recurriendo de apelación por estos

medios.

I.IV.- Sobre la testimonial rendida en autos por la demandante.

Al referirse a los testimonios aportados por la demandante debo indicar que son

testimonios vagos e imprecisos que solo emanan de una apreciación personal de los testigos

señalados en el considerando quinto que en ningún caso debieran generar prueba respecto de

la nulidad incoada por la demandante.

Por ende, al dar valor a esos dichos de los “testigos”, lo cierto es que se los trató

como si estos últimos hubieran sido verdaderos expertos en problemas de salud mental,

cosa que, por cierto, vicia completamente la prueba en cuestión.

II. ASPECTOS DE FONDO.

II.I.- Sobre la Presunción Judicial.

En el Considerando 13º, de la sentencia recurrida el mismo tribunal reconoce que por

las presunciones fue acogida la demanda lo cual a esta parte parece que se excedió en sus

atribuciones ya que no solo con presunciones se puede resolver un asunto civil sometido al

conocimiento de este tipo de tribunales por lo cual esta parte estima que con eso se perjudica
claramente los derechos de mi representada.

Es decir, el Tribunal lo que hace es no considerar los elementos formales del contrato

que están establecidos en la ley y que fueron todos cumplidos al momento de celebrar el contrato

que se pretende anular es estos autos.

Pero el Tribunal no puede fundar una presunción sobre los dichos solo de testigos,

más aún cuando estos no son efectivos según la apreciación de esta parte.

También, cabe recordar que el artículo 47 del Código Civil sostiene que “se dice

presumirse el hecho de que se deduce de ciertos antecedentes o circunstancias conocidas”; y

que, en consecuencia, el “conocimiento” pasa a ser el elemento esencial de la presunción, lo

que no ocurre en la especie, porque todos los hechos son ciertamente controvertidos, tal

como en más de un pasaje del fallo así se ha reconocido.

Por otra parte, el artículo 1712 del Código Civil establece que las presunciones “que

deduce el juez deben ser graves, precisas y concordantes” y, como ya señalamos, un hecho

que es controvertido no puede ser una circunstancia que tenga las características que exige

esta disposición citada.

Por lo anterior, la supuesta presunción que se ha construido, carece de los requisitos que

exige la ley. Y con ello a ninguna conclusión razonable se puede llegar.

En consecuencia de todo lo expuesto anteriormente podemos concluir lo siguiente:

a) que la nulidad absoluta se encuentra regulada en el Título XX del Libro í IV del Código Civil,

así, el artículo 1681 de dicho cuerpo normativo dispone que Es nulo todo “acto o contrato

a que falta alguno de los requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o
contrato, según su especie y la calidad o estado de las partes.- La nulidad puede ser

absoluta o relativa. Por su parte, el inciso segundo del art culo 1682 establece que Hay

asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de personas absolutamente incapaces

y como lo he señalado latamente en esta presentación el tribunal no puede con la prueba

limitada que se acompañó por la demandante llegar a la conclusión que don Luis Cantin

padre del demandante y la demandada a la época de celebración del contrato que se trata

de anular era incapaz absoluto para celebrar actos y contratos inclusive se acompaña un

acta de autorización que el mismo Luis Cantin firmó en el hospital Barros Luco y que fue

acompañado por la demandante en la cual si hubiera estado con demencia no se lo

hubieran solicitado a él sino que debería de haberse hecho a un familiar, documentos que

se indican en el considerando cuarto de la sentencia recurrida numeral dos.

b) Que se trató de configurar la causal de demencia como vicio de la voluntad del contrato

que se trata de anular en estos autos pero para que hubiera operado la nulidad el supuesto

acto viciado debía de adolecer de alguno de los requisitos artículo 1445 del Código Civil,

que Para que una persona se obligue a otra por un acto o declaración de voluntad es

necesario: 1 que sea legalmente capaz; 2 que consienta en dicho acto o declaración y su

consentimiento no adolezca de vicio; 3 que recaiga sobre un objeto lícito; 4 que tenga una

causa l cita.- La capacidad legal de una persona consiste en poderse obligar por sí misma,

y sin el ministerio o la autorización de otra . Luego el art culo 1446 del mismo cuerpo

normativo establece que Toda persona es legalmente capaz, excepto aquellas que la ley

declara incapaces. Como en el caso de autos esta parte estima que no se pudo probar por

la demandante el vicio del consentimiento que hubiera dado origen al acto nulo.
c) De conformidad a una característica de la voluntad esta debe ser seria, esto es con la

intención de generar efectos jurídicos, y además, debe ser exteriorizada, ya sea expresa o

tácitamente lo que se cumplio a cabalidad en la celebración de la compraventa que la

demandante trata de anular y como lo señala el mismo fallo al citar una resolución de la

Excelentísima Corte Suprema se debería probar que la posible demencia de don Luis

Cantin debería de ser de carácter habitual a la época de celebración del contrato que se

trata de anular lo cual esta parte cree que no se ha probado en autos por la demandante.

d) En atención a lo señalado en el considerando undécimo la sentenciadora hace mensión de

lo que la OMS entiende por demencia y señala que sería un “síndrome progresivo….” Lo

que se contrapone con lo mismo tribunal indica y que señala la corte suprema que la

demencia debe ser habitual, pero como es un síndrome progresivo no se podría dar una

característica de habitualidad a la supuesta demencia de Luis Cantin en estos autos.

e) Para continuar esta parte de la presentación creo importante destacar dos cosa una la

señalada en el considerando duodécimo que hace referencia a los testigos y como

beneficio a la duda debe indicar que no hay en sus dichos desde cuanto tiempo los testigos

conocían a don Luis Cantín solo indican que lo vieron en sillas de ruedas y otras cosas

más pero sin una razón de peso para dar sus percepciones personales sobre la salud del

don Luis Cantin y que desde la perspectiva de esta parte no tenían un conocimiento

acabado de lo que podía estar afectando la salud de Luis Cantin. La otra cosa es que está

desmereciendo en el considerando decimo tercero la calidad de ministro de fe del notario

ante el cual se suscribió la escritura de contrato de compraventa que se trata de anular por

la demandante señalando erradamente que este Notario no daría fe de la veracidad de las

declaraciones entonces me pregunto para que la ley exige que las compraventas se hagan
por escritura pública ante un ministro de fe, y me respondo que el tribunal en su análisis de

la situación está vulnerando un principio rector de toda actuación donde hay ministros de

fe que es dar seguridad jurídica tanto a las partes como a terceros.

f) Para finalizar esta parte de la presentación, entonces si el tribunal estaba tan convencido

de que el contrato objetado por la demandante era nulo porque señala en la parte resolutiva

numeral III que no se condena en costas a la parte demandada por tener un motivo

plausible para litigar, yo creo entonces que no estaba tan convencido el tribunal de lo que

estaba resolviendo.

Así las cosas, fundamento el recurso en las siguientes disposiciones que detallo: En los artículos 186

y siguientes del Código de Procedimiento Civil, artículos 47 y 1712 del Código Civil, artículo 19

n° 3 de la Constitución Política de 1980 los artículos 465, 1445, 1446, 1447, 1681, 1682, 1683,

1698, 1700 y 1712 del Código Civil.

POR TANTO, en mérito de lo expuesto, y conforme lo dispuesto en las normas

legales citadas, y demás pertinentes,

RUEGO A US. se sirva tener por interpuesto recurso de apelación fundada en contra del fallo

referido, y concederlo y disponer se eleven estos antecedentes, a fin de que el Tribunal Superior,

la Ilustrísima Corte de Apelaciones de San Miguel, enmendándolo conforme a Derecho, lo revoque,

y resuelva, en definitiva, negar lugar a la demanda intentada en autos. Con costas.


PRIMER OTROSÍ: Ruego a US. se sirva tener presente que en mi calidad de abogado habilitado

para el ejercicio de la profesión, asumiré personalmente el patrocinio de este recurso.

POR TANTO,

RUEGO A US., Se sirva tenerlo presente para todos los efectos legales

SEGUNDO OTROSÍ: Ruego a US. se sirva tener presente que mi domicilio es el de Diagonal

Pasaje Mate N° 956, of. 303, comuna de Santiago.

POR TANTO,

RUEGO A US., Se sirva tenerlo presente

También podría gustarte