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INTRODUCCIÓN.

En la antigüedad entre el 4000 a. C. y la caída del Imperio Romano en el siglo V,


muchas civilizaciones nacieron y desaparecieron mediante conquistas y guerras: los
Babilonios, los Asirios, los Egipcios, los Persas y luego los Griegos y los Romanos. Cada
una de estas civilizaciones les imponía a todos los hombres adultos y jóvenes un
programa físico. ¿El objetivo? Entrenarlos para la batalla.
Durante estos entrenamientos militares, los hombres empezaron a tener una actividad
física más estructurada con un objetivo final concreto como andar y correr por terrenos
escabrosos, saltar, reptar, trepar, levantar objetos pesados, lanzar y atrapar objetos, o
incluso luchar con sus propias manos y manejar armas. En esta época surge la famosa
frase «mente sana en cuerpo sano» (Mens sana in corpore sano). Los resultados se
medían en el campo de batalla.
La historia del entrenamiento físico y resistencia tiene nacimiento en la antigua Grecia.
Hipócrates fue quien explico por primera vez de que se trataba el entrenamiento con
peso cuando escribió “El que utiliza esto se desarrolla, y quien no lo utiliza está
desperdiciando su tiempo”. En aquellos comienzos de las sociedades algo
organizadas, la preparación física, la técnica y la táctica, tenían su lugar, con otros
nombres y metodologías diferentes. En algunos casos entrenaban para la belleza
corporal, como también para un sistema de competición estable que permitía demostrar
las habilidades. Había Juegos de Olimpia (cada 4 años), de Delfos (2 años), los que hoy
conocemos como Olimpiadas. Existían entrenadores especializados, que preparaban
para las tres principales actividades del deporte de la época (Atletismo), estaba el
Sixtarca especialista en carreras, el Agonistarca dedicado a entrenar para la lucha y el
Paidotriba, especialista en juegos. (como se evaluaban en esta época)
El entrenamiento físico militar, para los integrantes de las fuerzas armadas, tiene por
finalidad el desarrollar, elevar y mantener una capacidad física acorde a las exigencias
del combate en tiempo de guerra y prepararlo en tiempo de paz.

Bautizar estos cuadros


Una prueba de aptitud física militar es una evaluación periódica de la capacidad de un
soldado para realizar tareas extenuantes, asimismo deben cumplir con los estándares
del índice de masa corporal.
Los estándares físicos para el personal del Ejercito varían según la edad, sexo,
especialidad y servicio.
La prueba de aptitud física del Ejército consta de los siguientes elementos: flexiones,
abdominales, aeróbica y carrera de 100 metros.
La evaluación de cada disciplina se realiza MANUALMENTE lo cual induce a errores en
las cantidades de ejercicios realizados, debido a la apreciación y el tiempo de reacción
del evaluador, asimismo se requiere de mucho personal para la evaluación,
considerando un instructor para cada evaluado, lo cual genera cansancio y errores en
las calificaciones.
El trabajo que se propone es un sistema automático que servirá para la evaluación física
del personal de cuadros durante los entrenamientos físicos, diagnósticos y en los
exámenes de ascenso en las diferentes unidades militares sean estas en Grandes y
pequeñas unidades militares, GG.PP.UU.MM., Institutos militares II.MM., y Reparticiones
Militares RR.MM.
El sistema consiste en controlar automáticamente las diferentes disciplinas o ejercicios
físicos como ser: flexiones de brazo y mano, abdominales, prueba aeróbica incluido la
relación peso – talla. El prototipo estará implementado con sensores de movimiento, de
peso y distancia, los mismos estarán controlados por un circuito microcontrolador y
visualizados en una pantalla. Los resultados obtenidos se almacenarán en un ordenador
para fines estadísticos.

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