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Alumno: Henry Santiago Rosales Jijaño

1. EN QUÉ SENTIDO LA LECTIO DIVINA SE DEBE DE ENTENDER CÓMO


LECTIO ECLESSIE?

Empezaremos a decir que dentro del cristianismo católico, existen diversas formas de hacer
oración, entre ellas, destaca un método sistematizado en el siglo XII por los monjes cartujos,
pero con indicios de su práctica ya entre las primeras comunidades cristianas, la Lectio
Divina, entendida como la “lectura orante de la Palabra”. Dando una primera presumida, y ya
con una mirada más reflexiva, entendemos que la Lectio Divina pertenece a la tradición, a la
Escritura, a la liturgia, a la oración de la Iglesia; en pocas palabras es el fundamento de la
reflexión teológica que ha estado siempre a lo largo de los siglos. La Lectio Divina no es un
método, está enraizada en nuestra fe, forma parte de nuestras formas de cómo podemos
acercarnos a la palabra hecha carne, meditando su vida y haciéndola oración. En pocas
palabras, la Lectio Divina es una aproximación a las Sagradas Escrituras.

Tenemos muy presente que la Iglesia custodia la verdad y esta verdad es la cabeza invisible
de su cuerpo, la Iglesia. Por ello, no podemos decir que la Lectio Divina es un método
estructurado, sino, más bien, cómo la Iglesia, se acerca a la escritura y presenta la Lectio
Divina como un adentrarnos al misterio de Jesús leyendo y proclamando con las Escrituras.
Dios habla a la esposa de su amado Hijo, aquí avizoramos un carácter dialógico entre la
Iglesia y Dios la cual es un elemento principal de la Lectio Divina, de un encuentro de amor
entre el Padre y el Hijo. La Iglesia Católica ha puesto en realce a la Sagrada Escritura, igual
que al Cuerpo del Señor, Dios nos da el alimento de vida en la mesa y también en la Palabra
de vida; en la Sagrada Escritura y, juntamente con la Sagrada Tradición, es la regla suprema
de su fe, ya que son inspiradas por Dios y escritas para siempre con la asistencia del Espíritu
Santo.

Por ello, la Lectio Divina, más que un método es una experiencia de la Iglesia, del encuentro
con el misterio de Dios uno y Trino que se le revela y que le habla a través de la Sagrada
Escritura, es ahí donde podemos ver, en esta experiencia Eclesial, el carácter omnipresente,
constitutivo de la relación de la Iglesia y la Sagrada Escritura, es constitutiva. Es por eso que
podemos decir que la fuente que genera la Lectio Divina con la Iglesia es la UNICIDAD de
la Lectio de Jesús.

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