Está en la página 1de 12

República Bolivariana de Venezuela

Pontificia Universidad Católica Santa Rosa


Facultad de Ciencias Humanas y Sociales
Escuela de Comunicación Social
Cátedra: Historia contemporánea de Venezuela
Sección D04B

Redifinición del proyecto nacional


1936-1958

Alumnos
Profesor:
Andrés Jaspe C.I:29.861.796
Pedro Domínguez
Ariadna Anchundia, C.I: 30.513.916
Verónica Salazar C.I 30.719.475

Caracas, Octubre 2022


Redifinición del proyecto nacional
1936-1958

La transición política de 1936 a 1958: Durante esta época Venezuela tuvo altos y
bajos en los avances de la democracia. Existieron golpes de estado, huelgas,
cambios en las leyes, la fundación de nuevos entes públicos, y muchas reformas
políticas y constitucionales para llegar a la Venezuela actual.
A partir del año 1936 cuando culminó el gobierno de Gómez comenzó un cambio
para erradicar la dictadura que estaba establecida en el país
Eleazar López Contreras, inicia una nueva era en los gobiernos venezolanos, la cual
se denominó: “de la nueva democracia”, marcando cambios radicales del gomecismo
hacia un nuevo rumbo del país. Cuando muere Juan Vicente Gómez, encargan del
gobierno a López Contreras quien asume el gobierno como Presidente provisional,
el 30 de diciembre de 1935, el Congreso gomecista lo confirmó como Presidente
Constitucional, cargo que asumió el 25 de abril de 1936 previéndose un período
como Presidente Constitucional de la República por siete años, desde 1936 hasta
1943, que posteriormente, reduce a cinco años gobernando hasta 1941.
En 1941, por elecciones de tercer grado, ungido con la ausencia de López Contreras,
asciende al poder Isaías Medina Angarita, a pesar de la fuerte oposición política
que solo veía un "cambio de actores de una misma comedia" y además, por la vaga
reputación de autoritario y pro-nazi que rodeaba al nuevo presidente, este fue
recibido con frialdad en medio de aprehensiones y expectativas.
Labor gubernamental del presidente Medina:
Durante el período presidencial de medina Angarita hubo pulcritud administrativa,
se disfrutó de las libertades públicas y del pensamiento, y se permitió el ejercicio
pleno de las garantías constitucionales. Medina tomo, entre otras, las siguientes
medidas:

• Erradicó del gobierno a los funcionarios gomencistas


• Libero a los presos políticos y permitió el regreso de los exiliados
• Legalizó en 1941 la acción democrática y en 1945 al partido comunista de
Venezuela. Unión popular, cuyos miembros eran militantes comunistas, y el
partido democrático venezolano que apoyaba la política del gobierno, fueron
unidos en plancha y obtuvieron el triunfo en las elecciones municipales de 1944.
• Concedió el voto a la mujer en las elecciones de concejales, estableció el voto
directo en la de diputados y elimino la prohibición de la propaganda comunista.
• Puso el ejecútese a la primera ley de reforma agraria.
• Creó el instituto nacional de obras sanitarias (INOS). También creó el instituto
autónomo de la ciudad universitaria, que tuvo a cargo la construcción de la
nueva sede la Universidad Central De Venezuela (UCV).
• Construyo la urbanización el silencio en caracas.
• Inició los servicios del Instituto Venezolano De Los Seguros Sociales (IVSS).
• Durante la presidencia de Medina Angarita se fundó Fedecamaras, que llego a
convertirse en la organización empresarial más importante del país.
El proyecto de febrero y rotival
Fue un conjunto de medidas anunciadas el 21 de febrero de 1936 por el entonces
presidente de Venezuela, General Eleazar López Contreras, en las cuales fijó las
directrices para el cambio político, económico y social del país, que permitieron el
nacimiento de la democracia, el reconocimiento de derechos y libertades, y un
desarrollo económico de tipo capitalista.

El documento surgió tras las problemáticas presentes en Venezuela para ese


entonces y también como respuesta al clima de intensa inestabilidad política y
social que atravesaba el país tras la muerte del dictador Juan Vicente Gómez. el
14 de febrero de 1936 la población, con el liderazgo de miembros de la llamada
generación de 1928, se lanzó a las calles a manifestar en contra de los vestigios
del régimen Gomecista y a favor de una mayor apertura política del recién
inaugurado gobierno de Eleazar López Contreras. Lamentablemente esta
manifestación tuvo un desenlace fatal, cuando algunos miembros de la policía
reprimieron a la población de manera violenta.

En 1938, Maurice Rotival presenta un proyecto para los estudios preliminares de


la distribución de las nuevas avenidas, calles y carreteras. La actuación urbanística
en el centro y la lógica de infraestructuras viales para el valle y sus
alrededores nos confirman la visión de una capital monumentalizada en su núcleo
fundacional y con nuevos asentamientos periféricos. De hecho, con su propuesta
reafirma la importancia que adquiere la vialidad entre un área central modernizada
y las nuevas periferias urbanas que se agregan y que se sugieren opuestas a la
densidad e intensidad del uso metropolitano en el centro.
La entrada de la industrialización a Venezuela
En los años veinte comenzó lo que iba a ser la variable más significativa de la
economía Venezolana hasta nuestros tiempos: el inicio de la explotación industrial
del petróleo. Para 1925 la industria petrolera ya era el factor dominante de la
economía venezolana, en 1928 Venezuela era el segundo mayor productor de
petróleo a nivel mundial, y desde los años treinta los ingresos gubernamentales
derivados directa e indirectamente de la actividad petrolera representaron más de
la mitad del presupuesto nacional.

Ya en 1929, con la caída de la bolsa de valores de New York, cayó también una serie
de condiciones necesarias para el funcionamiento de la economía de laissez faire,
generando una reducción dramática de la demanda de productos primarios por
parte de las economías centrales. Ante estas circunstancias los países de América
Latina respondieron con un conjunto de políticas que más tarde serían conocidas
como el inicio del patrón de desarrollo dirigido por el Estado que incluyo, pero no
se redujo, a las políticas de industrialización pos sustitución de importaciones; y
específicamente en Venezuela con el programa de febrero de 1936 y el "Plan Trienal"
1937 -1940, los cuales constituy en los primeros e s f u e r z o s s i s t e m á t i c o s d e
industrialización en el país.

Si bien la industria petrolera venezolana siguió creciendo durante el periodo, esta


no fue capaz de dinamizar el resto de la economía, es decir, funcionó como un
enclave. Una de las principales causas para generar esta lógica de enclave fue que
el proceso de refinación del crudo, una de las fases más importantes y de mayor
valor agregado, quedó fuera de Venezuela. Las refinerías fueron construidas por
las empresas trasnacionales en las Antillas Holandesas. Adicionalmente hubo una
alta dependencia del capital extranjero.
Proyecto NIN (Nuevo ideal Nacional)

Este proyecto fue creado y anunciado por Marcos Pérez Jiménez el cual
argumentaba que en Venezuela existía una ausencia de un ideal apropiado
que integrara la mística nacional, la convicción conjunta y el empeño
colectivo en servicio de la patria; la finalidad suprema de este ideal era lograr
para Venezuela un puesto de honor entre las naciones y hacer una Patria
cada día más próspera, digna y fuerte. Los objetivos del Ideal Nacional son la
transformación progresiva del medio físico y el mejoramiento integral de los
habitantes.

El proyecto, en el aspecto económico, fue comparado con el modelo soviético,


sin embargo Pérez Jiménez aseguro que no se cerraría y que no era una
persona dogmática, siendo de esta manera como, respetando el sector
privado, el sector económico tuvo una expansión con proyectos como la
nacionalización de la “Compañía Anónima Nacional de Teléfonos de
Venezuela”, lo que es conocido como CANTV, en 1950, la creación de la
Siderúrgica del Orinoco (SIDOR) en 1953, así como el desarrollo de
importantes obras de infraestructura, más una cadena de hoteles , entre
estos el reconocido Hotel Humboldt; la fundación del instituto Venezolano de
petroquímica y diversos bancos regionales.
.
Durante 1953, fueron invertidos 215 millones de dólares por el Estado en la
construcción de 900 kilómetros de carretera, que incluían la autopista
Caracas – La Guaira y un tramo importante de la Carretera Panamericana.
De 1954 en adelante, se llevaron a cabo obras públicas que formaban parte
de una estrategia de desarrollo y modernización, destinada a atraer inversión
substancial y diversificada tanto de origen nacional como extranjero. El plan
incluía el desarrollo del Cerro Piloto (viviendas para los pobres de Caracas) y
el primer tramo del Plan Nacional Ferroviario, entre Puerto Cabello y
Barquisimeto, un área de gran importancia económica.
El teleférico y el hotel Humboldt, en la cima del Ávila, fueron inaugurados en
1957.

Entre otros proyectos extravagantes se encuentra el Helicoide (1958 –


inconcluso), un enorme y monumental centro comercial y de convenciones
donde las compras se harían sin salir del auto y donde se habían proyectado
restaurantes, pistas de boliche, salas de cine, un hotel, una estación de radio,
baños turcos e incluso un helipuerto. Para cuando cayó la dictadura, el 23
enero de 1958, sólo las rampas y los estacionamientos del Helicoide habían
sido completados. Los gobiernos democráticos posteriores dejaron la
estructura inconclusa como un monumento irónico a la “transformación
racional” del medio físico.
La incorporación del impuesto sobre la renta y la ley de
hidrocarburos en la década de los años 40 del siglo XX

El Impuesto sobre la renta se estrena en Venezuela en el año 1942, con la


primera norma tendiente a gravar los enriquecimientos de los contribuyentes,
entrando en vigencia en el ejercicio fiscal 1943, ambos bajo el mandato del
Presidente Isaías Medina Angarita. Dicha Ley de Impuesto sobre la Renta
(LISLR) contenía dos clases de tributos, siendo el primero uno basado en el
sistema cedular, y el segundo complementario y progresivo. La Venezuela de
la época fundamentalmente dependía de la renta petrolera y de la aplicación
de impuestos indirectos, quienes evidentemente no medían la capacidad real
contributiva de los sujetos de derecho.

Esto se unió a la promulgación de la Ley de Hidrocarburos de 1943 donde se


toma ventaja relativa de la situación mundial (altamente agitada por los
e m b a t e s d e la S e g u n d a G u e r r a M u n d i a l) , c a m b i á n d o s e d e m a n e r a
significativa la relación entre las empresas operadoras y el Estado, en un
gobierno que no logró llegar hasta su último día de mandato, como parte de
la histórica y constante diatriba política del país.
La ley de hidrocarburos
En 1943, el gobierno del general Isaías Medina Angarita (1941-1945) y las empresas
petroleras llegaron a un acuerdo. El gobierno no cuestionaría más las bases legales
de las concesiones, promulgaría una reforma petrolera y las compañías se
someterían a ella. Una vez más, siguiendo el ejemplo de EUA en tierras federales y en
materia impositiva, la reforma de la ley de hidrocarburos de 1943 consistió, desde
una perspectiva fiscal, en dos medidas: Fijó la regalía en un sexto (16,66 %) del crudo
extraído de todas las concesiones y sometió a los concesionarios a pagar el
impuesto sobre la renta, en vigor desde enero de 1943. Esta ley disponía que los
ingresos netos de los contribuyentes iguales a cierto monto: pagarían 12 % como
tasa máxima. La reforma petrolera de 1943 tuvo, además, otro impacto determinante:
dejó al Estado central como único actor económico interno con derecho a
a p r o p i a r s e d i r e c t a m e n t e d e la r e n t a p e t r o l e r a e n V e n e z u e l a . S a c ó a l a s
Municipalidades – incorporadas como nuevos actores en la ley de hidrocarburos de
1938 – y a los propietarios superficiales de tierras privadas fuera del juego petrolero.

La Ley de Hidrocarburos de 1943 pretendió ser una regulación técnica definitiva


para el desarrollo equilibrado de los intereses del Estado y de las empresas. Por eso,
en su Exposición de Motivos se podía leer: “Según los numerosos y esmerados
cálculos hechos, ese 16-2/3 % sobre la explotación, junto con los demás impuestos,
equivale, en nuestro país, aproximadamente, por término medio, al 50 % de los
beneficios de la industria extractiva del petróleo”. Sin embargo, entre 1944 y 1948, la
producción de petróleo venezolano creció anualmente a una tasa media del 23 % y
el precio promedio nominal del barril aumentó a más del doble: desde 1,03 dólares
hasta 2,41.
La ley que llevo la reforma petrolera para la aplicación 50-50
hacia las concesiones extranjeras
La Junta Revolucionaria de Gobierno decretó el 31/12/1945 un impuesto
extraordinario y adicional del 20 %, con carácter retroactivo al primero de enero,
pero sólo por ese año. Luego, la misma Junta propuso otro decreto de reforma
parcial de la Ley de Impuesto Sobre la Renta, aprobado en diciembre de 1946, para
incrementar la tasa aplicable a las empresas desde el 12 % hasta el 28,5 %.
Finalmente, en noviembre de 1948, se incluyó un párrafo en el artículo 31 de la Ley de
Impuesto Sobre la Renta que estableció un “impuesto adicional” y que alcanzó fama
en la industria petrolera mundial bajo la denominación anglosajona de fifty-fifty: Si,
sumados los impuestos que las empresas petroleras pagaban al fisco (la regalía y el
impuesto sobre la renta), no se obtenía un reparto igualitario, la diferencia se
sometía a un impuesto adicional del 50 %. Así quedó definitivamente incorporado en
la ley el reparto del 50-50.

La fama que alcanzó el 50:50 en la literatura se debió a la confluencia de intereses


políticos y económicos sobre él. Nacionalmente, el gobierno que incorporó el
impuesto en la ley – presidido por el partido Acción Democrática – se encargó de
declarar que el país había alcanzado, al fin, el objetivo propuesto: la participación
de la nación no podía ser nunca menor que la de las compañías petroleras.
Internacionalmente, estas empresas se encargaron de declarar en la prensa
comercial que el reparto del 50-50 fue el mejor “acuerdo” económico para dividir las
utilidades del petróleo.
Sin embargo, las tasas del impuesto sobre la renta afectaron, en definitiva, no a las
utilidades de las compañías petroleras en Venezuela (Standard, Shell y Gulf,
principalmente, aunque no únicamente), sino a los fiscos de sus gobiernos
correspondientes: EUA, Gran Bretaña y Holanda. A fin de reducir o eliminar la doble
tributación internacional sobre la misma renta, el crédito por el impuesto pagado en
el extranjero (foreign tax credit en EAU), o disposiciones similares en los otros países,
establecieron que los impuestos pagados sobre los ingresos producidos en países
extranjeros por contribuyentes nacionales serían acreditados a los impuestos que
ellos deberían pagar en sus países de origen. Por consiguiente, la situación conflictiva
con las empresas se presentaría cuando una reforma estableciera una tasa impositiva
superior a la de sus países de origen, porque no afectaría a los ingresos fiscales, sino
a las ganancias de las compañías.

Quienes sí resultaron directamente afectados en sus ingresos netos de origen


petrolero en Venezuela fueron los cedentes de las antiguas concesiones, los rentistas
privados, porque el impuesto adicional gravó también a “los contribuyentes que
perciben regalías mineras y petroleras”.

En 1958, se presentó la nueva situación conflictiva entre el Estado y las compañías por
el reparto de la renta. La Junta Provisional de Gobierno, que asumió el poder después
del derrocamiento de una nueva dictadura militar (1948-1958), promulgó por decreto
una nueva reforma a la Ley de Impuesto sobre la Renta, que elevó la tasa máxima del
impuesto del 28,5 % al 47,5 %. Como resultado, los ingresos petroleros netos se
distribuyeron 64:36 a favor del gobierno. Esta decisión ayudó a solucionar una crisis
fiscal coyuntural, pero, sobre todo, puso punto final a un inexistente acuerdo de
reparto de beneficios del 50:50
¡Gracias por su atención compañeros y
profesor!

También podría gustarte