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EL ESTADO DE MALBECLAND
RE-578
1
Índice
1. Introducción ........................................................................................................................ 3
3.2. Excepción preliminar sobre la indeterminación de las presuntas víctimas y sus respectivos daños
10
4.1. Malbecland respetó y garantizó los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial
establecidos en los artículos 8.1 y 25.1 en relación con los artículos 1.1, 11, 17 y 19. ......... 13
interno establecida en el artículo 2 en relación con los artículos 19, 8.1, 25.1 y 1.1. ........... 24
5. Petitorio ............................................................................................................................. 34
6. Bibliografía........................................................................................................................ 34
B. Decisiones ...................................................................................................................... 35
C. Informes ......................................................................................................................... 38
D. Doctrina......................................................................................................................... 39
2
1. Introducción
Interamericana de Derechos Humanos (en adelante CIDH) que el presente escrito se divide
primer lugar, se expondrá el trazado fáctico concerniente a este litigio para posteriormente
tratar los argumentos sobre los requisitos de admisibilidad de esta petición, de acuerdo a la
falta de legitimación del peticionario para actuar en nombre de las menores de conformidad
artículos 35.1 del Reglamento de la CIDH y del artículo 47.b de la CADH. Asimismo,
aducidas por el peticionario, en un primer bloque de los derechos a las garantías judiciales
y a la protección judicial de los artículos 8.1 y 25.1 de la CADH, en relación con los artículos
2. Amalia Ramírez y Eugenio García formaban un matrimonio que, tras separarse de hecho el
(Ciudad del Estado de Malbecland) el 12 de febrero de 2005. Tienen tres hijas menores de
cuarto hijo producto de una Técnica de Reproducción Humana Asistida (TRHA) con
3
procedimiento realizado con el consentimiento de este. Al nacer A. el 11 de mayo de 2005
fue inscrito sin filiación paterna (solo como hijo de Ramírez, “divorciada”). Al producirse
Martínez.
custodia judicial de las tres hijas comunes, también solicitada por Eugenio García. El 8 de
mayo de 2005, el Juez de familia resolvió por sentencia otorgar la custodia de las tres hijas
a la madre, visto lo dispuesto por el art. 478 del Código de Familia vigente al tiempo de los
hechos, considerando que las hijas estuvieron bajo el cuidado de esta desde la separación
de hecho. El Juez estableció un régimen de comunicación entre Eugenio y sus hijas (un
contacto cada miércoles, un fin de semana por mes, y 15 días en las vacaciones estivales).
4. Amalia Ramírez comunicó al Juzgado pasados tres meses desde la sentencia que las hijas
no querían ver a su padre y pidió la suspensión del régimen de comunicación. Tras evaluarse
la situación a través de un equipo interdisciplinar, sobre las dos hijas mayores, se determinó
que ambas rechazaban ver a su padre porque este convive con otro hombre en relación
representaba riesgo alguno para su desarrollo. Así que el Tribunal ordenó que el contacto
se haría en el domicilio de la abuela paterna (sin contacto de las niñas con la pareja del
padre). Antes de reanudar las comunicaciones se ordenó y motivó una terapia psicológica
revinculación, Amalia Ramírez no llevó a las hijas. Dicho comportamiento fue denunciado
4
por el psicólogo y el Tribunal convocó una audiencia para ello en el mes de octubre del año
2006 que no pudo celebrarse porque el Juez se ausentó por causas de urgencia. Se convocó
una segunda audiencia a la que Amalia Ramírez tampoco acudió, y una tercera con el mismo
completa falta de colaboración de la madre, lo que conllevó que se le impusiera una multa
a esta. Esta falta de colaboración se repitió en diversas ocasiones, hasta que el 16 de agosto
situación que a juicio del psicólogo se agravaría si persistía la falta de contacto. A la vista
de esta misma conducta obstructiva y del informe del psicólogo, Eugenio García solicitó la
custodia, solicitud rechazada por el Juez debido al “estado de la litis”, aunque requiriendo
7. A la fecha de diciembre de 2009, Eugenio García conoció que Amalia Ramírez había
Villaflores), decisión que tomó sin comunicarlo a Eugenio ni al Tribunal. Eugenio García
8. El Juez fijó el 3 de mayo de 2010 una audiencia con fundamento en la insistencia de Eugenio
Amalia adujo ante el Juzgado de Familia de Medina que vivían en Medina hace más de un
año, donde se habían asentado efectivamente (en esa localidad trabajaba la madre y se
escolarizaban las menores, desarrollando aquí sus relaciones personales) y que el otro
progenitor podría comunicarse con libertad con ellas. Se aplazó la audiencia para el 5 de
5
diciembre de 2010, a la que tenía que asistir con sus hijas, pero no se presentó con ellas
aduciendo razones escolares, sin que se alcanzara acuerdo alguno entre las partes.
custodia: entendió que las hijas ya se habían asentado en Medina y se estableció un régimen
de comunicación con el padre al que no se le atribuyó la custodia sin embargo (en distintas
modalidades: contacto virtual todos los días en horario nocturno, antes de la cena; dos
encuentros anuales en las vacaciones debiendo trasladarse las hijas a Villaflores y posibles
Eugenio García el 4 de febrero de 2012 puesto que las hijas debían de ser oídas, citando a
las dos hijas menores. La audiencia se llevó a cabo el día 10 de octubre de 2012 y en su
Malbecland ratificó lo mismo bajo sentencia del 10 de octubre de 2013. No obstante, las
11. Eugenio emprendió la ejecución del régimen de comunicación a través del Juzgado de
Villaflores. Ante tal petición, el Juez expuso que en virtud del tiempo transcurrido desde
que las niñas fijaron su residencia en Medina, era en Medina donde se debía tramitar dicha
ejecución.
12. Una vez comenzada la ejecución ante el Juzgado de Medina el 2 de agosto de 2015, la Jueza
6
en cuanto a S., la Jueza de Medina requirió a la progenitora su cumplimiento, pero dada la
13. Eugenio García mediante letrado, inició una petición ante la CIDH con fecha 1 de marzo de
2016 con fundamento en una violación, por parte de este Estado de los derechos de garantía
como los artículos 1.1, 11, 17 y 19 del mismo texto legal, hacia su persona y hacia sus hijas.
Malbecland omitió adoptar disposiciones de derecho interno para dar cumplimiento a los
Eugenio García no contaba con el consentimiento de sus hijas para presentar la petición, ni
tampoco había explicado el daño concreto que el comportamiento del Estado causó a cada
una de las hijas, en especial porque las hijas de Eugenio no querían ninguna relación con
al fondo del asunto, este Estado mantiene la postura de que el Juez de primera instancia
Malbecland, todas las medidas necesarias y atendiendo a que la terapia psicológica era
necesaria, sin vulnerar las garantías judiciales al resolver en la primera instancia. El Juez ha
15. La Comisión IDH emitió el informe de admisibilidad Nro 22/16 el 30 de noviembre de 2016
mismo se indicaba que el Estado de Malbecland era responsable por las vulneraciones de
7
víctimas. Este Estado aplicó el criterio del caso “Lilia Funes y otros” recurriendo al artículo
16. Eugenio García presenta ante la CIDH una petición en contra del Estado Malbecland,
alegando la vulneración de una serie de derechos y que además esta supuesta vulneración
17. Como es bien sabido, el artículo 44 de la CADH establece que: “Cualquier persona o grupo
lo anterior, esta parte impugna la admisibilidad de la demanda ya que García no cuenta con
18. Las hijas de Amalia Ramírez y de Eugenio García no son víctimas en este proceso. Ellas ya
tienen cumplidas sus pretensiones, las cuales consisten en no comunicarse con el padre. Y
es que tal y como describe el párrafo 15 de la plataforma fáctica sus hijas se han negado,
1
Párrafo 39 de la plataforma fáctica.
2
Cfr. Corte IDH. Caso Hilaire vs. Trinidad y Tobago. Excepciones preliminares, sentencia del 1 de septiembre de
2001; Faúndez Ledesma, H., El sistema interamericano de protección de los derechos humanos: aspectos
institucionales y procesales, 2004, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, 3ª edición. San José, Costa
Rica. P. 244.
3
Párrafo 40 de la plataforma fáctica.
8
que no quería ver a su padre. Por su parte, S. dijo que quería lo mismo que su hermana y
19. Por tanto, carece de sentido que Eugenio García se postule en nombre de sus hijas en este
procedimiento, ya que ellas mismas no quieren que su situación se vea alterada. Además,
tanto T. como N son hoy en día mayores de edad, 26 años y 20 años respectivamente, y por
lo tanto, gozan de plena libertad de decisión. En este sentido, no puede existir una
representación debido a que son intereses justamente contrarios a los de Eugenio, quien
quiere retomar el contacto con sus hijas, pero las pretensiones de estas son no restablecer el
contacto con Eugenio. E incluso las menores tienen dos padres, Eugenio García no puede
demanda.
20. El Estado de Malbecland ha hecho todo lo posible para propiciar un acercamiento del padre
con sus hijas. El Estado entiende, al igual que esta Corte, que en ningún caso debe existir
una ruptura de los lazos familiares, específicamente entre hermanos4. Así, la Corte ha
establecido que “…las niñas y los niños tienen derecho a vivir con su familia, la cual está
llamada a satisfacer sus necesidades materiales, afectivas y psicológicas. (…) las niñas y
los niños deben permanecer en su núcleo familiar, salvo que existan razones determinantes,
en función de su interés superior, para optar por separarlos de su familia. En todo caso, la
el Estado, desde un inicio, ha intentado que no se produzca tal separación por el bien del
interés superior del menor. La doctrina se ha aplicado por el Estado de Malbecland en todo
momento para garantizar que este núcleo familiar no se desvirtuara, no obstante, dicha
4
TEDH. Caso Mustafa et Armağan Akın c. Turquie, nº 4694/03, sentencia del 6 de abril 2010.
5
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 9 de
marzo de 2018. Serie C No. 351, párr. 151.
9
determinante ha sido el rechazo de las tres menores de estar con Eugenio García debido a
la orientación sexual de este. Aun así, el Estado ha tratado de mantener el núcleo intacto,
sin embargo, el Estado no puede obligar a las hijas (que en la actualidad tienen 26 años, 20
ningún momento podría dar lugar a una restricción de acceso al SIDH. Sin embargo, en este
caso no se produce una falta de representación legal, sino que las presuntas víctimas, a las
que dice representar Eugenio García, ostentan pretensiones contrarias a las que quiere hacer
valer.
o posible vulneración de los derechos de sus hijas, debe ser inadmitida ya que no cuenta
resolución que vaya en contra de sus intereses, dichos intereses han sido manifestados en
una tiene 26 años, 20 años y 17 años, además de que no se consideran víctimas a sí mismas.
respectivos daños
23. El Estado alega que el peticionario no ha establecido con claridad las presuntas víctimas
que han sufrido daños por su actitud y no se ha indicado el supuesto daño que Malbecland
24. El artículo 35.1 del reglamento de la CIDH establece que “El caso será sometido a la Corte
6
Corte IDH. Caso defensor de derechos humanos y otros vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2014. Serie C 283, párr. 36.
7
Párrafo 40 de la plataforma fáctica.
10
presuntas víctimas […]” La Corte determina, de conformidad a su jurisprudencia8, que
incumbe a la Comisión el identificar con precisión a las presuntas víctimas en un caso9. Así
en cuanto a las exigencias de la seguridad jurídica todas las víctimas han de estar
añadir nuevas víctimas para no vulnerar el derecho a la defensa del Estado10. E incluso con
identificar a las presuntas víctimas en los casos de violaciones masivas o colectivas, será el
víctimas de acuerdo con esta doctrina, aún más puesto que estas ya habían logrado cumplir
contacto y decidieron que no querían retomar dicho contacto con Eugenio García, por lo
tanto, no existe un fundamento para que el peticionario, a través de las resoluciones del
8
Cfr. Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006. Serie C No.
148, párr. 98, y Caso Favela Nova Brasília Vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 16 de febrero de 2017. Serie C No. 333, párr. 36.
Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde vs. Brasil. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de octubre de 2016. Serie C No 318, párr. 46.
9
OEA. Reglamento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 1 de agosto de 2013, artículo 28.5.
10
Cfr. Corte IDH. Caso de las Masacres de Ituango Vs. Colombia. Sentencia de 1 de julio de 2006. Serie C No.
148, párr. 98, y Caso I.V. Vs. Bolivia. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 30
de noviembre de 2016. Serie C No. 329, párr. 41.
11
Corte IDH. Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 4 de septiembre de 2012. Serie C No 250.
12
Asamblea General de las Naciones Unidas. Principios para la protección de los enfermos mentales y para el
mejoramiento de la atención de la salud mental del 17 de diciembre de 1991, principio 11.2.
11
25. Asimismo, no se ha determinado la identidad de las presuntas víctimas porque no se ha
concretado los hechos causantes del daño que presuntamente se produce a cada una de
ella13.
26. De conformidad con el artículo 47.b de la CADH será inadmisible toda petición o
comunicación que “no exponga hechos que caractericen una violación de los derechos
del Estado, puesto que no ha sido posible demostrar la ausencia de responsabilidad respecto
concluido que en el transcurso del proceso ante el SIDH se podrían aducir vulneraciones de
derechos que no hayan sido mencionadas primeramente por la Comisión IDH, aunque dicha
potestad no es irrestricta14. Por ello, si la Corte realiza una valoración de los hechos que
27. Es imprescindible que los Estados tengan el debido conocimiento17 en virtud de los
13
Párrafo 40 de la plataforma fáctica.
14
Corte IDH. Caso “Cinco Pensionistas” Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de febrero de
2003. Serie C No. 98, párr. 155; Caso V.R.P., V.P.C. y otros vs Nicaragua. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 8 de marzo de 2018. Serie C No. 350, párr 53.
15
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 01 de septiembre de 2015. Serie C No. 298, párr. 38; Caso Fairén Garbi y Solís Corrales Vs.
Honduras. Fondo. Sentencia de 15 de marzo de 1989. Serie C No. 6, párrs. 153-161; Caso V.R.P., V.P.C. y otros
vs Nicaragua, op. cit., párr 53.
16
Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. , op.cit., párr. 38.
17
Corte IDH. Caso Cayara Vs. Perú. Excepciones Preliminares. Sentencia de 3 de febrero de 1993. Serie C No
14, párr 39.
18
Corte IDH. Caso Furlán y familiares vs Argentina. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 31 de agosto de 2012. Serie C No 246, párr 49; Opinión Consultiva OC-19/05. Control de legalidad
en el ejercicio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 28 de noviembre de 2005, párr 27.
12
determinado las presuntas víctimas y el daño que la conducta del Estado haya podido causar
violación de artículos por el peticionario, toda vez que no se ha concretado quienes son las
las presuntas víctimas son un punto esencial para que el Estado tenga la capacidad de
responder antes de llevar el litigio a la H. Corte IDH y en este caso se ha intentado llevar el
litigio a la Corte sin permitir al Estado defenderse ante los hechos alegados por el
4. Cuestiones de fondo
29. En los siguientes epígrafes se expondrán aquellos fundamentos que justifican la ausencia
los artículos 8.1 y 25.1 de la CADH respectivamente (relacionados con los arts. 1.1, 11, 17
derecho interno consagrada en el artículo 2 de la CADH (relacionado con los arts. 19, 8.1,
25.1 y 1.1).
4.1. Malbecland respetó y garantizó los derechos a las garantías judiciales y a la protección
judicial establecidos en los artículos 8.1 y 25.1 en relación con los artículos 1.1, 11, 17 y
19.
30. Eugenio García, en su petición ante la CIDH alegó que el Estado de Malbecland ha
los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención Americana, en relación con los artículos 1.1, 11,
13
17 y 19 de la misma, en su perjuicio y en el de sus tres hijas19. Esta parte discrepa
31. En primer lugar, en relación al artículo 8.1 se establece que “Toda persona tiene derecho a
ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un Juez o Tribunal
de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter”.
Dicho artículo salvaguarda las garantías judiciales a las que tiene derecho toda persona y
protección de derechos humanos y del SUDH, que se ponen en juego en las resoluciones
32. Centrándonos en el artículo 8.1 de la CADH es conveniente aludir al Caso Barbani Duarte
y otros Vs. Uruguay en el que la Corte ha precisado el alcance de este derecho: “Ese derecho
competente para que determine el derecho que se reclama en apego a las debidas garantías
procesales. Por otra parte, ese derecho abarca un ámbito de protección material que
implica que el Estado garantice que la decisión que se produzca a través del procedimiento
satisfaga el fin para el cual fue concebido. Esto último no significa que siempre deba ser
acogido, sino que se debe garantizar su capacidad para producir el resultado para el que
19
Párrafo 39 de la plataforma fáctica.
20
Villavicencio Macías, J.C., Las Garantías Judiciales en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, 2016,
primera edición, Colección Sistema Interamericano de Derechos Humanos, México, p. 14.
14
fue concebido”21. En el presente caso al demandante se le ha garantizado el derecho a ser
oído tanto en un ámbito formal y procesal como desde un ámbito de protección material.
Por un lado, desde un ámbito formal y procesal, ese derecho se ha visto garantizado ya que
Eugenio ha tenido acceso a los órganos judiciales para hacer valer sus derechos.
Apelaciones, que el 4 de febrero de 2012 suspendió el trámite del recurso por entender que
las hijas debían ser oídas, y tras ser oídas resolvió el recurso. Finalmente, llegó el expediente
de 2013. Por otro lado, también se ha garantizado ese derecho desde un ámbito de
protección material puesto que Eugenio obtenía respuestas de los órganos del Estado en
34. La Corte en el Caso Las Palmeras Vs. Colombia dispuso que: “[...] el juez encargado del
proceso Eugenio siempre ha sido oído y juzgado por un Juez imparcial e independiente,
llegada a una solución justa, en este sentido se ha procurado facilitar el contacto de Eugenio
con sus hijas, que las menores fueran oídas y hasta se ha ordenado que acudieran a terapia
psicológica. Además, las decisiones de los jueces del Estado de Malbecland han sido
21
Corte IDH. Caso Barbani Duarte y otros Vs. Uruguay. Fondo Reparaciones y costas. Sentencia de 13 de octubre
de 2011. Serie C No. 234, párr. 122.
22
Corte IDH. Caso Las Palmeras Vs. Colombia. Fondo. Sentencia de 6 de diciembre de 2001. Serie C No. 90,
párr. 53.
15
de Villaflores a Medina y fue admitido por ser esta la decisión correcta. No hubo lugar a
discriminación alguna, pues los jueces han velado por el interés superior de las menores.
35. En cuanto al plazo razonable haremos alusión al Caso de la Masacre de Pueblo Bello Vs.
internos, sino que éste debe además asegurar, en tiempo razonable, el derecho de las
presuntas víctimas o sus familiares a que se haga todo lo necesario para conocer la verdad
de lo sucedido y para que se sancione a los eventuales responsables” 23. En este caso en
concreto, los plazos han sido razonables, con una duración considerablemente corta, tal y
como podemos ver por ejemplo en los párrafos 11 y 12 de la plataforma fáctica en los que
el juicio para obtener la custodia judicial de las niñas comienza el 1 de marzo de 2005 y fue
resuelto por el Juez de familia el 8 de mayo de 2005, por lo que la duración ha sido poco
más de 2 meses, siendo un plazo más que razonable. La Corte ha indicado24 que un
procedimiento excede los límites de la razonabilidad cuando transcurre cinco años desde
36. Por otro lado, el artículo 25.1 de la CADH establece que: “Toda persona tiene derecho a
un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o Tribunales
competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales
reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aun cuando tal violación
sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”. La Comisión
ha establecido que: “tanto la CIDH como la Corte IDH han identificado la necesidad de
preventivo de los derechos sociales, a pesar de que el fondo de la cuestión pueda llegar a
23
Corte IDH. Caso de la Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia. Sentencia de 31 de enero de 2006. Serie C No.
140, párr. 171.
24
Corte IDH. Caso Las Palmeras Vs. Colombia, op. cit., párr. 63.
16
demandar un análisis más prolongado en el tiempo”25. de esta manera ha actuado el Estado
de Malbecland pues además de que se han ratificado todos los tratados de derechos
constructiva del Estado de crear un sistema seguro que, además de salvaguardar los
cuenta con un sistema preventivo que ayude en la tarea de la protección de los derechos27.
37. Con relación al art. 25.1, la Corte en el Caso Liakat Ali Alibux Vs. Surinam ha indicado
que dicho artículo “[...] contempla la obligación de los Estados Partes de garantizar, a
todas las personas bajo su jurisdicción, un recurso judicial efectivo contra actos violatorios
formal de los recursos, éstos den resultados o respuestas a las violaciones de derechos
mecanismos necesarios para hacer valer sus derechos, teniendo la oportunidad de acudir al
Juez de Familia de Villaflores hasta llegar a la Corte Suprema. Además, no sólo tuvo la
oportunidad de acudir a las instancias judiciales pertinentes, sino que también obtuvo de
dichas instancias respuestas fundadas, las mismas buscaron que fuesen lo más
fundamentadas posible acorde a las circunstancias y al interés de las partes en juego, en las
25
Comisión IDH. El Acceso a la Justicia como Garantía de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Estudio de los estándares fijados por el Sistema Interamericano De Derechos Humanos, 2007, p.5.
26
Párrafo 5 de la plataforma fáctica.
27
Ibid.
28
Corte IDH. Caso Liakat Ali Alibux Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie C No. 276, párr. 116.
17
que se encontraban tres menores, cuyo interés es el más necesitado de protección. Además,
tuvo la oportunidad de plantear todos los recursos posibles, y siguiendo con la afirmación
de la Corte de que “[…] no es suficiente que dichos recursos existan formalmente, sino que
los mismos deben tener efectividad” 29, el Estado de Malbecland siempre ha amparado los
38. Además de ser efectivos, los recursos fueron rápidos, y si no hubo una mayor celeridad fue
debido a que las niñas no quisieron ver a su padre, circunstancias ajenas que se escapan del
control de cualquier Estado y Malbecland ha sido especialmente prudente ante tal situación.
El Comité de Derechos del Niño ha establecido que: “Los niños y los adultos no tienen la
misma percepción del paso del tiempo. Los procesos de toma de decisiones que se demoran
o toman mucho tiempo tienen efectos particularmente adversos en la evolución de los niños.
Por tanto, conviene dar prioridad a los procedimientos o procesos que están relacionados
39. No se ha producido ninguna vulneración de los derechos consagrados en los arts. 8.1 y 25.1
de la CADH en relación con el artículo 1.1. Este artículo pone de relieve la importancia de
los Estados de respetar los derechos. Así, dicho artículo “es la piedra angular sobre la cual
29
Corte IDH. Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 25 de noviembre de 2000. Serie C
No. 70, párr. 191.
30
Comité de Derechos Humanos. Observación general Nº14 (2013) del Comité de Derechos del Niño, 2013,
párrafo 93.
31
Ferrer Mac-Gregor, E., y Pelayo Moller, C. M, La Obligación de "Respetar" y "Garantizar" los Derechos
Humanos a la luz de la Jurisprudencia de la Corte Interamericana, 2012, Estudios constitucionales vol.10 no.2
Santiago.
18
instrumento de reconocimiento de la competencia contenciosa de la Corte Interamericana
Malbecland para con la Convención. Tampoco ha habido discriminación alguna por parte
del Estado pues siempre se ha procurado favorecer y conciliar los intereses de ambos
40. A este respecto, debemos traer a colación el Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs.
norma de carácter general cuyo contenido se extiende a todas las disposiciones del tratado,
41. Malbecland ha respetado el art. 1.1 sin que se produjera ninguna discriminación en el
los arts. 8 y 25 CADH respectivamente. Los Jueces constantemente han estado velando por
el interés superior de las menores y por los derechos de ambos padres y siempre con
a Amalia fundamentándose el Juez de Familia en que ella era la que se había hecho cargo
de las hijas desde la separación de hecho, por lo tanto, es Amalia quien debería tener la
del Niño de 1959 establece que “salvo circunstancias excepcionales, no deberá separarse
al niño de corta edad de su madre”, por lo que la decisión del Juez de Familia es acertada.
32
Párrafo 4 de la plataforma fáctica.
33
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 24 de agosto de 2010. Serie C No. 214, párr. 268; de igual forma se señala en los siguientes casos: Caso Atala
Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de febrero de 2012. Serie C No. 239, párr.
78; Caso Veliz Franco y otros Vs. Guatemala. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 19 de mayo de 2014. Serie C No. 277, párr. 204.
34
Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros (“Corte Primera de lo Contencioso Administrativo”) Vs. Venezuela.
Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 5 de agosto de 2008. Serie C No. 182, párr.
77; de igual forma se señala en el siguiente caso: Caso Tristán Donoso Vs. Panamá. Excepción Preliminar, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de enero de 2009. Serie C No. 193, párr. 152.
19
42. El artículo 1135 salvaguarda la Protección de la Honra y de la Dignidad. Este derecho ha
sido protegido por Malbecland y así ha sido demostrado en todo el proceso judicial. Siempre
vida privada ni en la de su familia. El Estado ha hecho todo lo posible para que Eugenio
García tuviera los encuentros con sus hijas, no obstante, las circunstancias del caso, sumadas
honra de Eugenio por su orientación sexual puesto que la única vez que fue mencionado en
la sustanciación del litigio fue cuando las menores lo alegaron, en ningún momento el
contrario, los jueces siempre se han esforzado en realizar los derechos tanto de Eugenio y
Amalia como de sus respectivas hijas. De esta forma, tal y como dispone el párrafo 12 de
comunicación entre este y sus hijas que consistía en contacto semanal los miércoles, un fin
de semana por mes, y 15 días de vacaciones estivales. Del mismo modo, aun cuando las
35
Artículo 11: 1. Toda persona tiene derecho al respeto de su honra y al reconocimiento de su dignidad. 2. Nadie
puede ser objeto de injerencias arbitrarias o abusivas en su vida privada, en la de su familia, en su domicilio o en
su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra o reputación. 3. Toda persona tiene derecho a la protección
de la ley contra esas injerencias o esos ataques.
36
Párrafos 15, 33 y 37 de la plataforma fáctica.
37
Artículo 17: 1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la
sociedad y el Estado. 2. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia
si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en que éstas no afecten
al principio de no discriminación establecido en esta Convención. 3. El matrimonio no puede celebrarse sin el libre
y pleno consentimiento de los contrayentes. 4. Los Estados Partes deben tomar medidas apropiadas para asegurar
la igualdad de derechos y la adecuada equivalencia de responsabilidades de los cónyuges en cuanto al matrimonio,
durante el matrimonio y en caso de disolución del mismo. En caso de disolución, se adoptarán disposiciones que
aseguren la protección necesaria de los hijos, sobre la base única del interés y conveniencia de ellos.
5. La ley debe reconocer iguales derechos tanto a los hijos nacidos fuera de matrimonio como a los nacidos dentro
del mismo.
20
terapia psicológica, tal y como dispone el párrafo 15 de la plataforma fáctica. En cuanto al
respeto del derecho a la vida familiar “debe atenderse al necesario equilibrio entre los
terceros interesados; tanto en los contextos positivos como en los negativos, el Estado goza
para otorgarle la custodia en un primer momento a la madre, debido al rechazo de las niñas
de estar con su padre, atendiendo un justo equilibrio. Por último, también se ha apercibido
a la madre con adoptar sanciones para que cumpliera con su obligación de la colaboración
44. En cuanto a la filiación de A., Eugenio nunca reclamó la filiación de este por lo que el
45. Finalmente, el artículo 19 establece que: “Todo niño tiene derecho a las medidas de
del Estado”. Se trata de un artículo fundamental que salvaguarda los derechos del niño.
Hay que tener en cuenta que “…los derechos humanos de las niñas, los niños y adolescentes
son los mismos derechos humanos que tiene cualquier otra persona (…) Esto es importante
reiterarlo ya que, los tratados y leyes especializadas, en este caso en niños y niñas, lo único
que hacen es precisar, especificar y poner énfasis en que, por la calidad de menores de
38
Decisión de inadmisibilidad del TEDH (Comité del TEDH) del 18 de febrero de 2014 en el caso Fernández
Cabanillas c. España. Párr. 45.
39
Párrafo 18 de la plataforma fáctica.
40
Párrafo 19 de la plataforma fáctica.
41
Párrafo 21 de la plataforma fáctica.
42
Pregunta aclaratoria nº2 de la plataforma fáctica.
21
dieciocho años, esas personas requieren de una protección reforzada, especial de sus
derechos humanos”43.
46. Este fundamental artículo ha sido especialmente protegido por el Estado de Malbecland,
pues en todo momento se ha tenido en cuenta el bienestar de las menores. Así, se tuvo en
familiar por un equipo interdisciplinar (en este momento T. tenía 12 años, N. 6 años y S. 3
años), así mismo se citó a las dos hijas menores para que fueran escuchadas. Hay que traer
a colación la teoría del menor maduro, término que se refiere a aquellos menores de edad
que en virtud de la legalidad ostentan una capacidad adecuada para involucrarse ellos
que los niños desarrollan su autonomía personal a medida que ejercen sus propios derechos
y que, por lo tanto, el derecho de las niñas de ser oídas puede ser ejercido directamente por
ellas, sin ser conditio sine qua non una representación legal a menos que ellas mismas lo
manifiesten46.
47. En este sentido, hemos de mencionar el Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile en el que se
establece que: “el artículo 12 de la Convención sobre los Derechos del Niño no sólo
establece el derecho de cada niño de expresar su opinión libremente en todos los asuntos
que lo afectan, sino el artículo abarca también el subsiguiente derecho de que esas
opiniones se tengan debidamente en cuenta, en función de la edad y madurez del niño. (…)
43
Castilla, K., Manual: Derechos Humanos de los Grupos Vulnerables, Capítulo 2: La protección de los derechos
humanos de niñas y niños en el sistema interamericano de derechos humanos, Universidad Pompeu Fabra, 2015,
p. 45.
44
Sánchez M., El menor maduro, BOL. PEDIATR 2005, p. 156.
45
TEDH. Caso Hokkanen Vs. Finlandia, se avaló la decisión de un tribunal nacional en el cual se había
determinado que un menor de 12 años, al que el tribunal se había consultado sobre sus preferencias respecto a la
custodia por sus padres, tras un completo análisis, era suficientemente maduro para que fuera oído y se tuvieran
en cuenta sus opiniones.
46
Corte IDH. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva OC-17/02 del 28 de agosto
de 2002. Serie A No. 17, párr. 101
22
sobre separación y divorcio debe incluir el derecho del niño a ser escuchado por los
encargados de adoptar decisiones”47. Es por ello por lo que el Estado actuó diligentemente
y siempre tuvo en cuenta la opinión de las hijas, cumpliendo con ello con esta doctrina de
Así, cuando las menores se han trasladado a Medina se ha entendido que su centro de vida
estaba establecido ahí, dictando el Juzgado de Familia de Medina una medida urgente y
provisoria para que continuaran residiendo en Medina hasta la terminación del ciclo escolar
y se fija un régimen de comunicación para que Eugenio las visitara en su domicilio cuando
48. Además, “hemos de tener en cuenta la importancia del paso del tiempo. Si bien los menores
elemento determinante es el transcurso del tiempo que tiende a fortalecer los lazos que les
unen con el entorno próximo y a debilitar la relación con el más lejano, aunque sea el
biológico”49. Por lo tanto, debemos decir que el paso de tiempo no favorece que haya un
cambio de la situación actual de las niñas. Las hijas ya han asentado sus vidas con su madre
en Medina y una alteración de tales circunstancias puede provocar que el interés superior
47
Corte IDH. Caso Atala Riffo y Niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24 de febrero de
2012, párr. 200.
48
La Corte en el Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) Vs. Guatemala establece en su párrafo
196 que “Las normas transcritas permiten precisar, en variadas direcciones, los alcances de las “medidas de
protección” a que alude el artículo 19 de la Convención Americana. Entre ellas merecen ser destacadas las
referentes a la no discriminación, a la asistencia especial a los niños privados de su medio familiar, a la garantía
de la supervivencia y el desarrollo del niño, al derecho a un nivel de vida adecuado y a la reinserción social de
todo niño víctima de abandono o explotación.”
49
Torrecuadrada García-Lozano, S., The Best Interest of the Child, 2017, Anuario mexicano de derecho
internacional, p. 149.
23
49. Por tanto, esta parte considera que el Estado de Malbecland ha respetado las garantías
en relación con los artículos 1.1 (Obligación de Respetar los Derechos), 11 (Protección de
derecho interno establecida en el artículo 2 en relación con los artículos 19, 8.1, 25.1 y 1.1.
o de otro carácter, para alcanzar la plena efectividad de los derechos y libertades recogidos
normatividad interna50. El Estado de Malbecland ha adoptado todas las medidas para que
protección a estos.
51. Esta obligación convencional está recogida en el artículo 2 de la CADH: “Si el ejercicio de
las medidas legislativas o de otro carácter que fueren necesarias para hacer efectivos tales
50
Steiner, C. y Uribe, P. Convención Americana sobre Derechos Humanos comentada, 2014, p.72.
51
Corte IDH. Caso “La Última Tentación de Cristo” Olmedo Bustos y otros Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 5 de febrero de 2001. Serie C No. 73, párrafo 87; Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs.
Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22 de noviembre de 2005. Serie C No. 135; Corte IDH. Caso
de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni vs. Nicaragua. Fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 31 de
agosto de 2001. Serie C No. 79
24
normativa de protección de la convención, el Estado tiene el deber de instituir las
condiciones indispensables para proteger su libre y pleno goce, al mismo tiempo que se
52. En relación con el artículo 1.1, este artículo recoge las obligaciones genéricas de “respeto”
de exigibilidad inmediata55 que el Estado ostenta para con todas las personas bajo su
jurídicos y humano57) tras su recuperación democrática hizo todo lo que pudo para construir
ratificado todos los tratados concernientes a los derechos humanos (ya sean regional
Convención Internacional para la protección de todas las personas contra las desapariciones
52
Corte IDH. Responsabilidad internacional por expedición y aplicación de leyes violatorias de la Convención
(arts. 1 y 2 Convención Americana sobre Derechos Humanos). Opinión Consultiva OC-14/94 de 9 de diciembre
de 1994. Serie A No.14.
53
Steiner, C. y Uribe, P. Convención Americana sobre Derechos Humanos comentada, 2014, p.12.
54
Ibíd. p.72.
55
Medina Quiroga, C., La Convención Americana: Teoría y Jurisprudencia. Vida, integridad personal, libertad
personal, debido proceso y recurso judicial, San José, Centro de Derechos Humanos-Facultad de Derecho
Universidad de Chile, 2003, p. 21.
56
Nogueira Alcalá, H., El Control de Convencionalidad y el Diálogo interjurisdiccional entre Tribunales
Nacionales y Corte Interamericana de Derechos Humanos, 2013, Universidad de Talca (Chile), pp. 221-270;
Medina C., The Battle of Human Rights. Gross, Systematic Violations and the Inter.-American System, , 1988,
Martinius Nihoff, Dordrecht/Boston/ London, Capítulo V.
57
Párrafo 3 de la plataforma fáctica.
58
Párrafo 3-4 de la plataforma fáctica.
25
forzadas; Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales
de los Derechos Humanos. Esto evidencia la preocupación del Estado en proteger todas las
estatal.
54. Las pretensiones del peticionario de que se declare al Estado responsable de vulnerar los
de Malbecland ha hecho todo lo que está a su alcance para asegurar el bienestar general de
todos los grupos, incluso los más vulnerables, al incluir además en su ordenamiento jurídico
diferentes actores para garantizar la defensa de estos grupos59 (entre ellos el Procurador de
55. Asimismo, el Estado de Malbecland dispuso en el artículo sexto de su Carta Magna que
59
Párrafo 5 de la plataforma fáctica.
26
de mandato obligatorio60. En este sentido, en el caso Carranza Latrubesse sustanciado en la
formó parte de los Estados adscritos a la Convención, así como ha sido parte de la
CEPAL, BID, FAO, OMS y CELAC, dando cumplimiento a las medidas de reparación
57. La Corte IDH ha precisado que “la descrita obligación legislativa del artículo 2 de la
Convención tiene también la finalidad de facilitar la función del Poder Judicial (…) Sin
embargo, cuando el Legislativo falla en su tarea de suprimir y/o no adoptar leyes contrarias
cualquier normativa contraria a ella”63, en este caso el Estado no ha adoptado ninguna ley
58. Se alega en contra del Estado que con respecto a los hijos nacidos por técnicas de
aquellos casos donde se haya necesitado donación de material genético, vulnerando así
60
Párrafo 6 de la plataforma fáctica.
61
Racca I., El alcance de los pronunciamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: ¿un
debate etimológico? , Derecho Penal Internacional nº10, 2016. P. 178; CS, Caso Carranza Latrubesse, 6 de
agosto de 2013, consid.6.
62
Casos “Lilia Funes” y “Patricio Estrella y otro”.
63
Corte IDH. Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 26 de septiembre de 2006. Serie C No. 154, párr. 123.
27
presuntamente el artículo 2. No obstante, los problemas de filiación consecuentes a la
relación del hijo A. y Eugenio García no provienen de una falta de normatividad del Estado
sino porque el peticionario no aportó material genético y nunca reclamó la filiación paterna.
consentida por el mismo64, así como que Eugenio García no mantiene dicho reclamo65.
59. Como ha determinado el TEDH; “La obligación de las autoridades nacionales de adoptar
medidas que faciliten los contactos con el progenitor no beneficiario de la custodia una vez
dictado el divorcio no es, empero, absoluta (…) Puede darse el caso de que el contacto no
elementos importantes. Si bien las autoridades nacionales deben hacer todo lo posible por
facilitar tal cooperación, la obligación de ejercitar la coerción en este ámbito siempre será
limitada, siendo necesario respetar los intereses, derechos y libertades de todas las partes,
y muy en particular los intereses superiores del niño y sus derechos conforme al artículo 8
(…). En los casos en los que el contacto con el progenitor podría poner en peligro esos
encontrar el justo equilibrio entre unos y otros” 66. Malbecland ha intentado de todos los
medios establecer una revinculación. No obstante, el rechazo de las hijas, entre otras
60. En este caso ambas partes en litigio han podido ejercer sus derechos concernientes a las
garantías judiciales, los arts. 8,1 y 25.1 consagran el derecho de acceso a un recurso sencillo
64
Pregunta aclaratoria nº2 de la plataforma fáctica.
65
Pregunta aclaratoria nº3 de la plataforma fáctica.
66
Decisión de inadmisibilidad del TEDH (Comité del TEDH) del 18 de febrero de 2014 en el caso Fernández
Cabanillas c. España. Párr. 47.
28
y efectivo, conforme a las garantías del debido proceso 67. Eugenio García y sus hijas han
podido ser oídos68 en todas las instancias de Malbecland. En todas las instancias se
realizaron acciones procesales y se agotaron todos los trámites para lograr el recurso
efectivo. Dadas las circunstancias los plazos fueron razonables, sobre todo porque el Estado
hizo todo lo posible para que Amalia Ramírez cumpliera con la terapia psicológica ordenada
judicialmente69. Así mismo en las audiencias se le precisó que acudiera con sus hijas, e
61. Debemos enfatizar que los Estados Partes deben tomar medidas de toda índole para que
nadie sea despojado de protección judicial y del ejercicio del derecho a un recurso sencillo
y eficaz70, en los términos de los artículos 8.1 y 25.1 de la Convención, por este motivo el
Estado ha adoptado leyes que tienen este efecto, como lo son los distintos actores para la
García y sus hijas han sido sustraídos de protección judicial ni de las garantías judiciales
que esta Convención protege y, en el caso de Eugenio, una sentencia que no falle según sus
62. Por otro lado, entrando en el análisis de los derechos de las menores, las decisiones que han
sido tomadas por los órganos judiciales de Malbecland han obedecido en todo momento al
interés superior de las menores, teniendo siempre en cuenta sus garantías judiciales (art. 8)
Derechos del Niño. La Corte ha indicado que, en lo referente a las garantías judiciales en
67
Corte IDH, Opinión Consultiva OC-9/87. Garantías judiciales en Estados de Emergencia. 6 de octubre de 1987,
párrs. 27 y 28; Comité de Derechos Humanos. Observación General No. 18: No discriminación. 09 de noviembre
de 1989, párrs, 3 y 8.
68
Párrafo 33 de la plataforma fáctica.
69
Párrafo 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 27, 31, 32 y 33 de la plataforma fáctica.
70
Ventura Robles, M.E., La Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Materia de
Acceso a la Justicia e Impunidad, 2005.
71
Párrafo 55 del presente escrito.
72
Corte IDH. Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala. Excepciones preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas.
Sentencia de 19 de mayo de 2014. Serie C No 277.
29
procesos que involucran a niños y niñas, las reglas están establecidas en la Convención
sobre los Derechos del Niño, las Reglas de Beijing, las Reglas de Tokio y las Directrices de
Riad, dichas reglas salvaguardan los derechos de los niños sometidos a distintas actuaciones
por parte del Estado, la sociedad o la familia73, así se utilizan para delimitar el contenido y
alcance de las obligaciones del Estado cuando se trata de los derechos de los infantes74.
63. Por este motivo se establecen medidas específicas con la finalidad de amparar la posición
con el 1.1 y 2 de la CADH) ampliando las acciones generales que protegen los derechos de
los adultos. De esta manera una de las primeras actuaciones del Estado de Malbecland en
la sustanciación del litigio fue disponer que todos los miembros de la familia recibieran una
terapia psicológica con el fin de una revinculación76 entre todos los miembros, teniendo en
cuenta garantizar un equilibrio familiar para el bienestar de las hijas y ante la falta de
consideró en una de sus decisiones que: “en las particulares circunstancias del caso, las
del Convenio, sino que, por el contrario, los tribunales de ese país tomaron todas las
medidas necesarias que cabía razonablemente esperar, dada la delicada situación familiar
en el presente caso, para facilitar la reunión del demandante con sus hijas” 78, de la misma
73
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-17/02, párr. 116.
74
Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 19
de noviembre de 1999. Serie C No. 63; Corte IDH Caso Forneron e hija vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 27 de abril de 2012 Serie C No. 242, párr. 44.
75
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 9 de marzo de
2018. Serie C No. 351, párr. 150.
76
Párrafo 15 de la plataforma fáctica.
77
Párrafo 19 de la plataforma fáctica.
78
Decisión de inadmisibilidad del TEDH (Comité del TEDH) del 18 de febrero de 2014 en el caso Fernández
Cabanillas c. España Párr. 57.
30
64. La Corte ha señalado79 que en cuanto al derecho a ser oído de los menores ha de ser
interpretado según el artículo 12 de la Convención de los Derechos del Niño80 que dispone
“1. Los Estados Partes garantizarán al niño que esté en condiciones de formarse un juicio
propio el derecho de expresar su opinión libremente en todos los asuntos que afectan al
niño, teniéndose debidamente en cuenta las opiniones del niño, en función de la edad y
madurez del niño. 2. Con tal fin, se dará en particular al niño oportunidad de ser
65. Malbecland ha procurado que las hijas sean oídas y siempre lo han sido81 y ha tenido
presente las especiales circunstancias de la hija S. con síndrome de Down, quien fue
comunicación que presenta. El 10 de octubre de 2012 S. declaró que no sabía quién era
Eugenio García y que al igual que su hermana S. se negaba a tener un contacto con el mismo,
hay que especificar que en esa fecha N. tenía 13 años y S. 10 años por lo que ya tenían la
madurez suficiente para tener formado un juicio propio. Con todo lo anterior, Malbecland
terapias psicológicas, personal especializado para tratar a menores con discapacidades, citar
a las menores exclusivamente para que sean oídas, etcétera. Como la Corte ha recalcado
que el aplicador del derecho debe considerar las condiciones concretas del menor83 y su
79
Corte IDH. Caso Forneron e hija vs. Argentina, op. cit., párr. 78.
80
Convención de los Derechos del Niño, de 2 de septiembre de 1990.
81
Párrafo 33 de la plataforma fáctica.
82
Ibíd.
83
Naciones Unidas, Comité de los Derechos Del Niño. Observación General No. 14. Sobre el derecho del niño a
que su interés superior sea una consideración primordial, CRC/C/GC/14, 29 de mayo de 2013, párr. 32.
84
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17, párr. 102; Caso Furlan y
Familiares vs. Argentina. Excepciones preliminares, fondo, reparaciones y costas. Sentencia de 31 de agosto de
2012. Serie C No. 246. párr. 230.
31
y en este caso, tanto la hija N. como S. declararon que no querían contacto alguno con
Eugenio García e incluso una de ellas se mostraba angustiada y enojada85 teniendo que
en Medina, con su madre Amalia Ramírez. Los jueces de Malbecland entendieron que las
sustanciación del litigio y que, teniendo en cuenta su grado de madurez personal, tampoco
podrían forzar las comunicaciones con Eugenio García porque se transgrediría el bienestar
de estas. Las pretensiones de las hijas de Eugenio eran estar con su madre, ya que
las menores es inadmisible pero más inadmisible sería que un Tribunal obligue
contra de su voluntad.
todo momento la figura de las menores. En primera instancia el Juez de Familia valoró que
la custodia debía mantenerla Amalia pues esta era quien se había quedado con las hijas
desde la fecha de la separación de hecho. Posteriormente autorizó que Amalia y sus hijas
ciudad. La custodia pertenece a Amalia por una atribución de pleno derecho a través de una
decisión judicial86 y es ella quien la ejerce. Incluso el Estado intervino fijando un régimen
de comunicación con el padre permitiendo que este pudiera visitar a las hijas en su nuevo
domicilio en cualquier momento, siempre con el consentimiento de las hijas y que no fuera
85
Párrafo 33 de la plataforma fáctica.
86
Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado. Convenio sobre los Aspectos Civiles de la
Sustracción Internacional de Menores del 25 de octubre de 1980, artículo 3.
87
Párrafo 28 de la plataforma fáctica.
32
lejos de la ciudad de Villaflores88 Eugenio García trató de visitarles en dos ocasiones en
todo el año 2010, ante esa situación fáctica el Juez de Familia de Villaflores dispuso que se
realizaran dos encuentros anuales durante las vacaciones en la ciudad de Villaflores para
facilitar el encuentro de Eugenio García con sus hijas. A pesar de todo ello, estas se
mostraron contrarias a tener encuentro alguno “con ese señor”89. Y aún en tales difíciles
(ante las negativas de las hijas y a sabiendas que en ningún caso puede separar a unas
hermanas, se vulneraría el derecho a la vida familiar pues este derecho también existe entre
hermanos y hermanas90). En un caso del TEDH se indicó: “como un factor constante (…)
la resistencia de las hijas del demandante a ver a su padre. Los tribunales nacionales no
podían hacer caso omiso de tal actitud y, en última instancia, a la vista de la edad y el
superior del menor. Por todo ello, la conclusión a la que creemos que debe llegar esta Corte
88
Párrafo 27 de la plataforma fáctica.
89
Párrafo 32 de la plataforma fáctica.
90
TEDH. Caso Mustafa et Armağan Akın c. Turquie, nº 4694/03, 6 de abril 2010
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar y otros, op. cit., párrs. 188 y 189.
91
Decisión de inadmisibilidad del TEDH (Comité del TEDH) del 18 de febrero de 2014 en el caso Fernández
Cabanillas c. España. Párr. 56.
92
Barbosa Delgado, F.R., El margen nacional de apreciación en el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos: entre el Estado de Derecho y la sociedad democrática, 2011.
33
establecida en el artículo 2 por parte del Estado en relación con los arts. 19 (Derechos del
Niño), 8.1 (Garantías Judiciales), 25.1 (Protección Judicial) y 1.1 (Obligación de Respetar
los Derechos).
5. Petitorio
68. De acuerdo con las consideraciones expuestas en este escrito, la representación del Estado
Que indique la inadmisibilidad de esta petición en los términos expresados en los párrafos 16-
28 del presente escrito, en los cuales se desarrolla la falta de legitimación de las menores bajo
el peticionario Eugenio García en cuanto intenta representar a sus hijas a sabiendas de que estas
tienen intereses contrarios y que existe una indeterminación de las presuntas víctimas y sus
protección judicial proclamados en los artículos 8.1 y 25.1 respectivamente en relación con los
adoptar disposiciones de derecho interno establecida en el artículo 2 en relación con los arts. 19
(Derechos del Niño), 8.1 (Garantías Judiciales), 25.1 (Protección Judicial) y 1.1 (Obligación de
Eugenio García.
6. Bibliografía
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noviembre de 2009.
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Asamblea General de las Naciones Unidas. Declaración de los Derechos del Niño del 20 de
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Corte IDH. Caso Palamara Iribarne Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 22
Corte IDH. Caso Montero Aranguren y otros (Retén de Catia) Vs, Venezuela. Excepción
Corte IDH. Caso Acevedo Jaramillo y otros Vs. Perú. Excepciones Preliminares, Fondo,
35
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Corte IDH. Caso Gonzales Lluy y otros Vs. Ecuador. Excepciones Preliminares, Fondo,
Corte IDH Caso Fairén Garbi y Solís Corrales Vs. Honduras. Fondo. Sentencia de 15 de marzo
Corte IDH. Caso Cayara Vs. Perú. Excepciones Preliminares. Sentencia de 3 de febrero de
Corte IDH. Caso de la Comunidad Mayagna (Sumo) Awas Tingni vs. Nicaragua. Fondo,
Corte IDH. Caso de los “Niños de la Calle” (Villagrán Morales y otros) vs. Guatemala. Fondo.
Corte IDH Caso Forneron e hija vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27
Corte IDH. Caso Furlan y Familiares vs. Argentina. Excepciones preliminares, fondo,
36
Corte IDH. Caso Ramírez Escobar Vs. Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
Corte IDH. Caso Trabajadores de la Hacienda Brasil Verde vs. Brasil. Excepciones
318.
Corte IDH Caso Masacres de Río Negro Vs. Guatemala. Excepción Preliminar, Fondo,
Corte IDH. Caso Veliz Franco y otros vs. Guatemala. Excepciones preliminares, Fondo,
Corte IDH. Caso defensor de derechos humanos y otros vs. Guatemala. Excepciones
Corte IDH. Caso Las Palmeras Vs. Colombia. Fondo. Sentencia de 6 de diciembre de 2001.
Corte IDH. Caso de la Masacre de Pueblo Bello Vs. Colombia. Sentencia de 31 de enero de
Corte IDH. Caso Liakat Ali Alibux Vs. Surinam. Excepciones Preliminares, Fondo,
Corte IDH. Caso Bámaca Velásquez Vs. Guatemala. Fondo. Sentencia de 25 de noviembre de
Corte IDH. Caso Comunidad Indígena Xákmok Kásek Vs. Paraguay. Fondo, Reparaciones y
Corte IDH. Caso Apitz Barbera y otros Vs. Venezuela. Excepción Preliminar, Fondo,
37
Corte IDH. Caso Atala Riffo y niñas Vs. Chile. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 24
Corte IDH. Caso Tristán Donoso Vs. Panamá. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y
TEDH. Caso Mustafa et Armağan Akın c. Turquie, nº 4694/03, sentencia del 6 de abril 2010.
TEDH. Caso Hakkonen Vs. Finlandia, (No. 19823/92), Sentencia de 23 de septiembre de 1994.
C. Informes
- SIDH
octubre de 1987.
Corte IDH. Opinión Consultiva OC-17/02 de 28 de agosto de 2002. Serie A No. 17.
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Corte IDH. Cuadernillo de Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos Nº
Comisión IDH. El Acceso a la Justicia como Garantía de los Derechos Económicos, Sociales
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TEDH. Guía práctica sobre la admisibilidad, realizada por el Servicio Jurisconsulto, 2014.
TEDH. Manual de legislación europea sobre los derechos del niño, Agencia de los Derechos
noviembre de 1989.
Naciones Unidas, Comité de los Derechos Del Niño. Observación General No. 14. Sobre el
derecho del niño a que su interés superior sea una consideración primordial, CRC/C/GC/14,
29 de mayo de 2013.
noviembre de 1989.
Comité de Derechos Humanos. Observación general Nº14 (2013) del Comité de Derechos del
Niño, 2013.
D. Doctrina
39
Barbosa Delgado, F.R., El margen nacional de apreciación en el Derecho Internacional de los
personal, libertad personal, debido proceso y recurso judicial, 2003, San José, Centro de
México.
Castilla, K., Manual: Derechos Humanos de los Grupos Vulnerables, Capítulo 2: La protección
Medina C., The Battle of Human Rights. Gross, Systematic Violations and the Inter.-American
Talca (Chile).
Torrecuadrada García-Lozano, S., The Best Interest of the Child, 2017, Anuario mexicano de
derecho internacional.
40